Una vez superada la infancia, el desarrollo cognitivo sufre un cambio fundamental. Se
trata del desarrollo del pensamiento formal; su característica principal es que permite salirse del presente concreto para elaborar representaciones abstractas. Durante la niñez, las personas difícilmente se salen del ‘aquí y ahora’ al momento de producir razonamientos. Sin embargo, conforme pasan los años, se desarrolla la capacidad de establecer operaciones que van más allá. Entonces, el pensamiento formal sería esa instancia en la que los individuos adquieren la habilidad de realizar hipótesis que están ‘por encima de la realidad’. Es decir, sus análisis no parten de lo que tienen frente a sus ojos, sino más bien de las leyes naturales que explican ese fenómeno. Un ejemplo podría ser la explicación de la lluvia. Mientras un niño diría que el agua cae porque hay nubes en el cielo, un adolescente de más de 13 Según Jean Piaget, el pensamiento formal se da en todas las personas, independientemente del contexto social y educativo en el que estén inmersas. Para este autor, la adolescencia se da entre los 11 y los 20 años. Esta comprende, además, el último estadio del desarrollo cognitivo de las personas, que es el pensamiento formal.
LA CONCEPCIÓN PIAGETIANA DE LAS OPERACIONES
FORMALES CARACTERÍSTICAS GENERALES
a. Lo real se concibe como un subconjunto de lo posible: A diferencia de los sujetos
que están todavía en el estadio de las operaciones concretas, los que han alcanzado el estadio formal pueden concebir otras situaciones distintas de las reales cuando abordan las tareas a que son sometidos. Por tanto, son capaces de obtener todas las relaciones posibles entre un conjunto de elementos. b. Carácter hipotético deductivo. La hipótesis es el instrumento intelectual que se utiliza para entender las relaciones entre elementos. Ello es así porque muchas de las relaciones que el sujeto concibe no han sido comprobadas. Los sujetos estarían capacitados para comprobar estas hipótesis mediante las deducciones correspondientes y ello podría hacerse con varias hipótesis a la vez, de manera simultánea o sucesiva. c. Carácter proposicional. Las hipótesis se expresan mediante afirmaciones y lo sujetos pueden razonar sobre estas afirmaciones mediante el uso de la disyunción, la implicación, la exclusión y otras operaciones lógicas. Mientras los sujetos en el estadio de las operaciones concretas realizarían estas operaciones directamente a partir de los datos de la realidad, los sujetos formales convierten los datos en proposiciones y actúan sobre ellas.
Durante la adolescencia se produce un cambio fundamental en el pensamiento. Se deja
de pensar sólo en lo concreto, en el aquí y en el ahora, y comienza a aparecer un nuevo tipo de pensamiento que nos permite adaptarnos mejor a un mundo complejo y cambiante. Este nuevo tipo de pensamiento denominado pensamiento formales de naturaleza abstracta; es decir, no necesita tener presente la realidad sobre la que se razona para poder extraer conclusiones sobre ella, permite razonar teniendo en cuenta todas las posibilidades y además permite razonar no sólo sobre lo real, sino también sobre lo posible. Por todas estas características se considera que este tipo de pensamiento es el que subyace al razonamiento científico, y por lo tanto, el que ha permitido el progreso científico y tecnológico de la humanidad. Sin embargo, y pese a que esto es indudable, las capacidades que subyacen al pensamiento formal no se circunscriben sólo al razonamiento científico sino a todos los ámbitos de la vida. Razonar bien nos permite adaptarnos mejor al mundo. Por ello, conocer la naturaleza de este pensamiento, sus límites y sus potencialidades es también de una gran utilidad para el educador social.
Las habilidades sociales son un conjunto de capacidades que permiten el desarrollo de
un repertorio de acciones y conductas que hacen que las personas se desenvuelvan eficazmente en lo social. Estas habilidades son algo complejo ya que están formadas por un amplio abanico de ideas, sentimientos, creencias y valores que son fruto del aprendizaje y de la experiencia.
En la adolescencia las habilidades sociales cobran una importancia fundamental, ya
que es en esta etapa cuando los chicos y chicas, desarrollan su personalidad, tienen la necesidad de alejarse del núcleo familiar y ser ellos mismos fuera de ese círculo. Las amistades cobran mayor importancia, tener buenas capacidades sociales, va a contribuir a su bienestar y les servirán de base para desenvolverse como adultos en la esfera social siendo la clave para sobrevivir de manera sana tanto emocional como laboralmente. La falta o escaso desarrollo de habilidades sociales, puede ser algo doloroso para las personas. Y esto tiene repercusión en los demás ámbitos de la vida, escolar, laboral, sentimental, personal, etc.
¿Cuáles son las habilidades sociales básicas?
Apego: capacidad de establecer lazos afectivos con otras personas.
Empatía: capacidad de ponerse en el lugar del otro y entenderle.
Asertividad: capacidad de defender los propios derechos y opiniones sin dañar a
los demás.
Cooperación: capacidad de colaborar para lograr un objetivo común.
Comunicación: capacidad de expresar y escuchar.
Autocontrol: capacidad de interpretar y controlar los impulsos.
El Pensamiento Lógico Matemático Está Relacionado Con La Habilidad de Trabajar y Pensar en Términos de Números y La Capacidad de Emplear El Razonamiento Lógico