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¿Cómo estimular el emprendimiento en las universidades?

Economía

5 Abr 2018 - 9:00 PM

Diego Ojeda /@diegoojeda95.

Algunas de las empresas del futuro, con seguridad nacerán de proyectos engendrados en estas
instituciones. Para incrementar el éxito de estas ideas se requiere una mayor coordinación
entre la academia, la empresa privada y el Estado.

Pixabay.

Claudia Patarroyo es una joven que estudia negocios internacionales en Bogotá. Esta
universitaria ya tiene una empresa legalmente constituida, dedicada a la elaboración de una
infusión de fruta deshidratada con colágeno y vitamina C.

“Queremos reducir los intermediarios entre el campesino y el consumidor, enseñarles a los


primeros cómo deshidratar la fruta para que reciban un pago que refleje ese valor agregado”,
dice la emprendedora cuando explica cuál es el impacto social que tiene su modelo de
negocio.

Otro ejemplo de emprendimiento universitario es una aplicación que permite solicitar servicios
domiciliarios como cambio de guardas y arreglo de tuberías, entre otros, que actualmente
tiene 1.400 trabajadores y que además fue galardonada en un concurso de universidades en
Estados Unidos.El anterior es uno de los muchos proyectos universitarios que demuestran el
potencial de los estudiantes. Si se nombrara cada una de las ideas de negocio nacidas en la
academia, este texto resultaría en una lista interminable.

De acuerdo con María de los Ángeles Jiménez, de la Asociación Colombiana de Universidades


(Ascún), actualmente no hay un estudio riguroso que permita ver un panorama nacional sobre
el impacto, la eficacia y la entrada al mercado de ideas de negocio nacidas en la academia.
Pero varias instituciones se aproximan a esta realidad calculando cuántos de sus egresados
crean empresa propia.

Por ejemplo, la Universidad Icesi, de Cali, estima que 43 % de sus egresados han creado
proyectos propios a los cinco años de graduarse. La facultad de Administración de Empresas de
la Universidad Santo Tomás (USTA) asegura que 60 % de los estudiantes que se gradúan bajo
una modalidad relacionada con emprendimiento ha logrado llevar a cabo su idea de negocio,
mientras que la facultad de Negocios Internacionales de la misma institución eleva esta cifra
hasta 80 %.

Aunque estos porcentajes son significativos, el emprendimiento en las universidades aún tiene
terreno por delante para elevar el número de casos de éxito. Entonces, ¿qué se podría
mejorar?

Además de las universidades, los otros dos niveles que típicamente prestan apoyo para
desarrollar las ideas de los universitarios, o recién graduados, son las empresas y el Gobierno.

Por ejemplo, SAP, una multinacional dedicada a ofrecer tecnología para organizaciones, tiene
un programa de inversión al respecto: busca en las universidades proyectos empresariales con
potencial para desarrollarlos y que más adelante se conviertan en socios o clientes. “Dentro de
los principios que manejamos como responsabilidad social empresarial está el apoyo a la
educación y el emprendimiento. Este último es un factor estratégico para nuestro negocio”,
afirma Diana Osorio, gerente de comunicaciones y responsabilidad social de la empresa para la
región.

No obstante, Gabriel Rodríguez, profesor de la Universidad Santo Tomás Abierta y a Distancia


(VUAD), afirma que también existen empresas que no parecen confiar mucho en el talento de
los universitarios. “El problema es que algunos empresarios son muy escépticos, ya que
piensan que el hecho de que la propuesta no venga de parte de una persona con mucha
experiencia les genera desconfianza”, afirma Rodríguez.

En 2015, el Instituto del Fracaso, una entidad mexicana dedicada a analizar el nacimiento y
desarrollo de emprendimientos, elaboró un completo estudio acerca de por qué no triunfan
las ideas de negocio en Colombia. Más de 70 % de los encuestados aseguró que la falta de
ingresos suficientes para subsistir era el principal problema, seguido de problemas en la
ejecución de lo planeado (67,3 %) y asuntos logísticos como puntos de ventas inadecuados (59
%).

Además del escepticismo de muchos empresarios sobre el talento universitario, Osorio


asegura que otra piedra en el zapato para estos emprendedores se encuentra en la misma casa
que fomenta las ideas de negocio: las universidades. “Si no hay suficiente acompañamiento en
la academia, esto seguramente será un obstáculo y la idea de negocio del emprendedor, que
pudo haber sido muy exitosa en el mercado, se queda estancada”, dice al explicar cuán
importante es que la academia no sólo incite a los jóvenes a desarrollar proyectos
empresariales, sino que además brinde una asesoría especial para lograr el objetivo.

Por otra parte, Alex Nicholls, profesor de la facultad de Negocios Internacionales de la USTA,
asegura que un factor adicional, por el cual fracasan muchos de estos emprendimientos, radica
en la falta de interés de sus mismos realizadores. “Gran parte de por qué estos proyectos no
salen adelante es la falta de pasión de los realizadores. Tuvimos el caso de un producto que
desarrollaron unas estudiantes, un labial a base de lulo. Presentaron su emprendimiento en
una feria y fueron altamente reconocidas. Tiempo después no se les ha visto el interés de
continuar con esa idea, por eso buscamos generar esa cultura emprendedora, que el tema les
apasione”.

En materia gubernamental, diferentes entidades, como cámaras de comercio, los ministerios


de Comercio, Industria Turismo y Tecnologías e iNNpulsa, entre otras, ofrecen ayudas a los
estudiantes para que estos puedan madurar sus ideas de negocio. No obstante, los apoyos
económicos que generalmente se destinan para estos proyectos se dan cuando ya hay una
validación comercial, o sea, cuando las empresas ya estén andando y registren sus primeras
ventas.

Con la intención de articular el potencial de las universidades, las empresas y el sector


productivo, iNNpulsa tiene los denominados Innovatorios, un proyecto en el que los
estudiantes pueden proponer ideas para solucionar necesidades presentes en las empresas.
De este programa han hecho parte instituciones universitarias como la USTA, El Bosque y la
EAN, entre otras.

Adicionalmente, con la puesta en marcha de la ley spinoff en Colombia se ha abierto una


puerta para que las investigaciones en las universidades del país puedan apoyar la innovación
y el desarrollo de las empresas que encuentren útiles los avances promovidos desde la
academia. Hasta hoy, bajo el marco de esta ley se han generado un total de 42 proyectos
comercializables, 15 departamentos participantes, siete spinoffuniversitarias constituidas y 86
instituciones de educación superior involucradas.

Tanto la academia, como el gobierno y las empresas concluyen en que un buen ecosistema
para potenciar el crecimiento del emprendimiento universitario en Colombia está en los
programas y asociaciones que estas tres instituciones puedan crear: en cómo incentivar a las
empresas del futuro, que en muchos casos pueden venir del trabajo de jóvenes universitarios.

https://www.elespectador.com/economia/como-estimular-el-emprendimiento-en-las-
universidades-articulo-747984

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