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DISCURSO EN HONENAJE POR EL DIA DE LA PATRIA

Sr. Mg. Juan Tacanga López, Subdirector de Secundaria, Sra. Mg. Diana
Donayre Grimaldo, Asesora de Ciencias, Sra. Mg. Angela Paola Cabrejos Rubio,
Coordinadora TOE, estimados colegas docentes, padres de familia presentes,
Queridos estudiantes panamistas que encarnan el futuro y la transformación de
nuestra sociedad peruana hacia nuevos derroteros de bienestar, lucha por el
bien común y la justicia social.

Se me ha otorgado el regalo y el inmerecido honor de dirigirme a


ustesdes en esta fecha tan vital para la peruanidad, pero que sin embargo la
asumo con fervor patriótico, en vista que es necesario reflexionar
profundamente, con sentido crítico y accionador de cambios entre nuestra
comunidad educativa. Dicho esto os pido su atención benevolente.

EL LARGO TRAJINAR DE UN PUEBLO POR CONQUISTAR SU LIBERTAD

Si tan sólo pudiéramos ser libres.


Si tan sólo pudiéramos ser claros.
Si tan sólo amaramos la vida,
la perderíamos con gusto por la
LIBERTAD.
O.A.G.H.

Han pasado 197 años, desde la gesta de la Proclamación de la


Independencia del Perú en la Plaza de Armas de Lima, centro del poder español
en Sudamérica; mucha agua ha fluido bajo el puente histórico patrio, sin
embargo no hay que olvidar que otras ciudades mucho antes ya habían
manifestado su indeclinable voluntad por la libertad, como Guayaquil (09
octubre 1820), Lambayeque (27 12.1820); Trujillo (29.12.1820); Piura
(06.01.1821) y los pronunciamientos de Chachapoyas , Cajamarca, Tarma,
Huanuco y otras.
Debemos expresar que el proceso de La Independencia tiene una
complejidad propia de los procesos históricos determinantes por ello se han
escrito numerosos libros (más de 5,000) sobre el respecto, pero nada parece
justificar este elevado número, ya que la Independencia tuvo una corta
duración relativa y su significación no es superior a la de otros momentos y
procesos en nuestra historia (Por ejemplo: Expansión Wari, Invasión Española,
Guerra con Chile, Crisis de 1929, etc.).
¿A qué se debe esa abundancia excesiva de publicaciones sobre dicho
proceso histórico? Consideramos que se debe a qué este proceso fue el punto
de quiebre, que debía permitir la transformación de nuestra patria en una
nación libre y poseer un Estado soberano y autónomo.
La pregunta es ¿Lo lograron?
Antes de responder a estas disquisiciones debemos recordar un poco de
antecedentes históricos al acto protocolar de la Proclamación de la
Independencia:
“En junio de 1821 las situación de las tropas colonialistas era
insostenible en Lima por la suma de factores: 1) Presencia del ejército regular
de San Martín en al Norte de la ciudad; 2) Acción de las guerrillas o
montoneras indias y mestizas que prácticamente cercaban a Lima; 3) Bloqueo
del puerto del Callao por Cochrane; 4) Acciones del General patriota Álvarez de
Arenales en la Sierra Central; 5) Escasez de Alimentos, debido al bloqueo de
vías de acceso; 6) y por último se desató una epidemia de peste.
El Virrey La Serna decidió evacuar sus tropas de Lima el 6 de julio de
1821 y dirigir el grueso de ellas hacia la Sierra Central, y una parte se refugió
en los Castillos del Real Felipe en el Callao. Hubiera podido San Martín atacar al
ejército colonialista en retirada presionándolo no sólo con a) el ejército a su
mando que se encontraba en al norte de Lima (en Huara); sino también b) con
los montoneros o guerrilleros que rodeaban Lima y c) las tropas del general
Álvarez de Arenales que se encontraba precisamente en la Sierra Central. No lo
hizo San Martín porque todavía buscaba “soluciones políticas” y no soluciones
militares para la Independencia del Perú. La inacción de San Martín permitió
que las tropas colonialistas se hicieran fuertes en el valle del Mantaro, a tal
punto que en Agosto al mando del general Canterac, se dieron el lujo de
regresar a Lima e ingresar a los Castillos del Real Felipe para extraer pertrechos
militares
Los criollos ricos de Lima vivieron horas angustia durante el lapso
intermedio entre la salida de, los españoles y el ingreso de San Martín. La
reacción de la población criolla, en especial de los más ricos fue de terror. Unos
especulaban con la posibilidad de un alzamiento interno de los esclavos que
vivían en la ciudad. Otros temían el saqueo de las montoneras o guerrillas
compuestas principalmente por indios y mestizos. En otras palabras los criollos
ricos de Lima temían que la guerra entre españoles y criollos terminara
convirtiéndose en una guerra social de pobres contra ricos y de diversos grupos
étnicos (indios, mestizos, negros) contra blancos.
Ese miedo (el temor ya mencionado a la acción popular desordenada de
los indios y negros) fue uno de los factores decisivos para que el Cabildo
Colonialista de Lima votase a favor de la Independencia. No todos los que
firmaron el acta de ese cabildo eran patriotas decididos. Muchos habían sido
simpatizantes y colaboradores del régimen español; y continuarían siéndolo.
Pero a todos los unía la defensa del “orden y el sistema”. La Serna había sido el
orden y el sistema. Ahora lo representaba San Martín. No importaba si
gobernaba el Rey lo si gobernaba la Patria independiente. Lo que a esos criollos
y españoles ricos importaba era que hubiese gobierno, que hubiese orden.
San Martín conocía bien esas circunstancias sociales y políticas. Pero al
mismo tiempo creía que el Perú independiente sólo podía ser administrado con
la cooperación de las clases Altas peruanas aún cuando esas clases sociales no
tuvieran mucho entusiasmo para la Independencia de ese Estado que iban a
gobernar.
En esa coyuntura entró a Lima San Martín el 12 de julio de 1821 por la
invitación del Cabildo Colonialista de Lima, luego que el Virrey la Serna
abandonara la ciudad capital con rumbo hacia la sierra central. Este se alojó en
la Casa del Gobernador Marqué de Montemira que fungía de gobernador de
Lima ante la ausencia del virrey.
Luego convinieron en realizar un Cabildo Abierto con la finalidad de que
éste órgano edilicio Jurara la Independencia. Este acto se realizó en la Plaza
Italia de Lima con la presencia de diversos personajes coloniales más notables
como los regidores perpetuos, los Títulos de Castilla, los miembros de las
órdenes religiosas, los titulares de las familias más aristocráticas de Lima,
redactándose en el acto el acta de la independencia por Manuel Pérez de
Tudela, acordándose en dicho acto que la Jura de la Independencia se
realizaría el 28 de julio de 1821 en la plaza de armas de Lima, mientras que el
pueblo, agolpado en las afueras del Cabildo, pedía a gritos la Independencia.
El día indicado salieron del palacio de los Virreyes una comitiva a usanza
colonialista, así la encabezaba los dignatarios de la Universidad de San marcos,
Los prelados de la Iglesia, Los priores de las ordenes religiosas, los altos jefes
del Ejército, los Títulos de Castilla, los poseedores de algún hábito de las
órdenes militares españolas, los oidores de la Real Audiencia y los regidores
perpetuos del Cabildo limeño. Precedidos por el general José de San Martín, y a
sus lado el Conde de San Isidro, el Marqués de Montemira y el Conde de la
Vega del Ren, quienes portaban la bandera peruana. La comitiva ascendió a
un tabladillo exprofesamente levantado en el centro de la Plaza de Armas de
Lima, rodeado de más de 16,000 personas entre tropas y el pueblo. En dicho
acto San Martín expresó una proclama con un juramento que reunía lo que
para él eran las tres fuentes y principios de todo poder político: El pueblo, la
justicia natural y Dios.
“El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad
general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende”

Este acto se repitió en otras tres plazas más de la ciudad: Plazuela de la


Meced, El frontis del Convento de los Descalzos y la Plaza de la Inquisición.
Pese a estas características debemos resaltar la inmensa capacidad de
lucha del pueblo peruano que tuvo frente a este crucial desenlace, ya que sabía
que a pesar de la proclama, la independencia todavía era un hecho por
consumarse, una utopía social por concretizarse, por ello no escatimó
esfuerzos para lograrlo alistándose en el ejército regular de San Martín, o
mayoritariamente participando de las Partidas y Montoneras Guerrilleras que
cortaban las comunicaciones entre el ejército colonialista, atacaban al enemigo
diezmándolo en contingente como en moral, brindaban seguridad a los
pobladores de los andes para que las tropas colonialistas no arrasen con ellos,
dejando inclusive de proteger a sus propias familias.
Colegas docentes, jóvenes estudiantes que os escuchan la presente
disertación, en este punto, intentemos ofrecer un homenaje a todos aquellos
peruanos hombres y mujeres del pueblo , que entregaron su vida por la
libertad de nuestra patria, que vivieron y murieron con la férrea esperanza por
ver a nuestra patria libre de la opresión colonial y de todas sus miserias como
la pobreza, la discriminación y la corrupción, estos insignes peruanos que en
desventajosas condiciones se enfrentaron al enemigo colonial sin darle cuartel,
a pesar de su falta preparación militar, pero premunidos de un gran amor por
el suelo que los vio nacer, a pesar que sus pueblos junto con sus hijos y
parientes fueron masacrados por las tropas colonialistas en venganza por
luchar por la libertad patria, a ellos nuestro profundo homenaje, a aquellos que
lo perdieron todo, sin ningún interés monetario o de conservar privilegios, a
aquellos que ni el terror ni la barbarie cometido contra los suyos, por ejemplo
cuando el general Carratalá incendiaba pueblos enteros, saqueando y
asesinando a sus habitantes por tener vínculos de origen con los patriotas
alistados en el ejército como en las guerrillas patriotas.
A pesar de ello jamás pudieron ni lograron quebrar la determinación de
seguir luchando por la libertad del Perú, a aquellos héroes anónimos cuyos
nombres no aparecen en los libros de historia, a aquellas personas muchas
veces olvidadas por la historia oficial vaya nuestro sincero reconocimiento por
habernos dado esta patria, a aquellos peruanos que hoy sabemos su nombres
como Francisco Vidal, Francisco de Paula Otero, Ninavilca, Huavique, el
sacerdote Bruno Terreros, Estanilao Cárdenas, Pedro José Bernuy,, así como la
valiosa e inconmensurable participación de la mujer peruana, especialmente la
del pueblo, que participó decididamente en las cirucunstancias más difíciles,y
llegó a inmolar su vida por el solo ideal de ver la patria libre, ya sea en su
actuar como esposa, madre o hija, sin distinción social, colaboró oculta o
abiertamente mandando provisiones a los soldados y armas, informando la
situación del enemigo, encubriendo a los patriotas, acompañando a los
combatientes, auxiliándolos con alimentos y medicinas y muchas veces
enfrentando personalmente al enemigo, en forma valiente o heroica. Tales
acciones permanecen casi desconocidas y otras conocidas a las cuales conviene
resaltar por ejemplo nuestro homenaje a Micaela bastidas, la primera heroína,
Tomas Tito Condemayta; Cecilia Túpac Amaru, Manuela Tito Condori; Ventura
Monjarras, Brígida Ochoa, Juana Toribia Ara; Ventura Ccalamaqui, Paula
Huamán y Eufrasia Ramos, las heroínas hermanas Toledo, María Parado y
Bellido y muchísimas cuyos nombres yacen en el olvido de la historia oficial,
pero que nosotros herederos de esa raigambre heroica debemos renovar el
juramento por nuestra libertad y nuestra autonomía sin ninguna injerencia de
cualquier potencia extranjera en los destinos de nuestra patria, y como tal
debemos actuar hoy todos los peruanos , los intelectuales, los campesinos, los
obreros, los miembros de las fuerzas armadas y policiales, los miembros de las
diversas iglesias, los maestros, los estudiantes, todo hombre y mujer peruano
que se precie y se orgullezca de tal , somos quienes que con nuestros actos
diarios, con nuestras acciones en el lugar donde las desempeñemos,
ofrecemos la lucha por la libertad de nuestro país, por conservar su identidad
y los valores nacionales que nos impulsan a trabajar para que en nuestra
patria ya no exista la lacerante pobreza , la irracional discriminación racial, la
aborrecible corrupción que le roba a los peruanos sus justas reivindicaciones
económicas y sociales, la pérdida de identidad con nuestra historia de quienes
dirigen los destinos del Perú, lo que nos obliga a accionar nuestro amor a la
patria, y así redoblar esfuerzos y realizar nuestro papel desde el lugar en que
históricamente nos ha tocado vivir.
Muchas Gracias.

En Trujillo, Perú, 27 de julio de 2018.

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