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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD YACAMBÚ
Diseño Educativo (THD-1053) Sección MC01M0V 2018-2
ARAURE - PORTUGUESA

Técnicas de la Instrucción
Planificación -modelo

Funcionalidad como sistema del currículo. Selección de estrategias en el


enfoque curricular, diferenciando las teorías, el aprendizaje y las teorías
educativas

Víctor González
v-25791331.

Julio, 2018
INTRODUCCIÓN

El diseño curricular o currículo puede ser conceptualizado, además, como una


concreción didáctica (teorías, principios, categorías, regularidades), en un objeto
particular de enseñanza-aprendizaje, donde se aplica una concepción teórico-
metodológica a una realidad educativa específica, ya sea para una carrera universitaria,
un curso escolar, de posgrado, otros.
Para C. Coll (1987) que entiende el currículo como proyecto que preside las
actividades educativas escolares, cumple una doble función; hacer de puente mediador
entre teoría y práctica, entre las teorías con sus fundamentos y la práctica de la
enseñanza, de tal modo que al tiempo que la legitima, guía la acción. Una teoría
psicológica como la de Skinner, Piaget, Bruner, Vygotski, una teoría sociológica como
la de Luhmann, epistemológica como la de Habermas, pedagógica como la de Dewey
o Novak, repercutirán sobre el modo de entender y desarrollar el currículo.
Favorecer el encuentro interdisciplinar, integrando diferentes saberes referidos al
hombre. De este modo disciplinas como la sociología, psicología, antropología,
pedagogía etc, concurren a una mejor comprensión del fenómeno educativo al clarificar
cada uno de los componentes del currículo: escuela, docente, discente, finalidades
educativas, medios y recursos y evaluación.
Concretar las orientaciones generales del sistema educativo. El currículum
transforma las directrices políticas y principios psicopedagógicos de un sistema de
enseñanza en intenciones, contenido, estrategias, medios y evaluación. En tal sentido,
el currículo no solo sirve de puente entre teoría y práctica, sino también permite
concretar una determinada política sobre la enseñanza.
Hacer de nexo entre prescripción y ejecución, mientras el DCB tiene un carácter
prescriptivo, los proyectos curriculares de centro y aula ilustran la manera de llevarlos
a cabo bajo determinados supuestos.
Orientar los procesos y estrategias de investigación. El currículo no solo orienta
la práctica en el aula, sino también los procesos de investigación y mejora, proponiendo
metodologías en consonancia con los enfoques y teorías que se parta.
FUNCIONALIDAD COMO SISTEMA DEL CURRÌCULO

El currículo es el hecho psicológico y social, constituido por las vivencias de los


educandos durante la interacción educativa. Más que un conjunto de asignaturas o
disciplinas de estudio, es un conjunto de experiencias de aprendizaje que se dan como
relación entre educandos y aquello que les permite aprender, pudiendo la resultante ser
de carácter intelectual, afectivo o motor.
Precisar las intenciones educativas
Proponer guías de acción adecuadas y útiles a los profesores que tienen la
responsabilidad de su ejecución.
Gimeno (1992), concreta más su pensamiento y afirma que el currículum cumple
una función:
Servir de guía a profesores y formadores, mediante los diseños de instrucción.
Facilitar los procesos de cambio e innovación. Por su carácter procesual y
dinámico significa introducir cambios en los objetivos, contenidos, planificación de
medios y recursos de evaluación, etc.
Es por lo tanto, un proyecto global integrado y flexible, así como vertebrado en
torno a principios que hay que modelar en situaciones concretas, donde más que la
presentación selectiva del conocimiento, un plan tecnológico altamente estructurado es
concebido como un marco en el que hay que resolver los problemas concretos.
Intencionalidad del currículo
El currículo tiene una intencionalidad, se dirige a algo: dinamizar el desarrollo
integral de los educandos, como personas y sociedad organizada. Este desarrollo es
logrado a través de la vida, en el sistema social global, del que la educación es solo una
parte; por ello se habla de dinamizar y no generar dicho desarrollo. Trata del desarrollo
integral de los educandos y no solo de desarrollos unilaterales.
Desde el punto de vista personal, los desarrollos parciales más frecuentes han
sido el intelectualismo y el adiestramiento de la mano de obra; se trata ahora de
desarrollar a todos los educandos en todas sus dimensiones.
Funciones del currículo
La función principal del currículo es hacer tangible el concepto que de educación
se tiene. Ese es el marco teleológico irrenunciable del currículo. Solo así cobra pleno
sentido y puede lograr un auténtico proceso educativo.

Socializadora
De aproximación entre teoría y práctica
Una vía para la formación del profesorado
Mejora de la calidad de la enseñanza
Finalmente, De la Torre (1993) entiende que el currículo responde a las siguientes
funciones en su triple vertiente: Teórica-reflexiva, procesual y aplicativa
Desde el punto de vista social, el desarrollo parcial más acentuado ha sido el de
una educación concebida en el vacío, sin relación con la vida, con el trabajo o con el
proyecto social global; se trata de inscribir el trabajo curricular en el sistema social en
el que se desenvuelve.
Técnicas de la Instrucción
Diseño Instruccional planificación -modelo Objetivos, competencias, estrategias, técnicas actividades, recursos, evaluación
Selección de estrategias en el enfoque curricular, diferenciando las teorías,
el aprendizaje y las teorías educativas

El elemento curricular más novedoso en nuestros sistemas lo constituyen las


competencias básicas o competencias para la vida, que se vienen incorporando en los
últimos años.
Características del currículo
1-) Es un proyecto sistematizado de formación, conformado como un proceso
flexible e integrado de contenidos y experiencias de aprendizaje que se articulan en
forma de propuesta político-educativa, que propugna la educación superior cubana para
diversos sectores socioeconómicos interesados en producir aprendizajes significativos
e integrales que se traduzcan en formas de pensar, de sentir, valorar y actuar frente a
los problemas complejos que plantea la vida social y laboral del país.
2-) Es un proyecto sistematizado de formación, ya que se integra e interactúa con
todos los componentes y contenidos requeridos en el sector al cual se destinan los
graduados, se destaca su carácter dinámico, con énfasis en los procesos formativos, con
el nivel de flexibilidad y apertura que requiere la sociedad para su ajuste en caso de que
corresponda.
3-) Es una propuesta político-educativa, dado a que responde a los intereses de
determinados sectores socioeconómicos y define una vinculación entre la sociedad y la
institución educacional que lo ejecuta. Tiene como finalidad el aprendizaje
significativo con vistas a una formación integral de la personalidad del individuo, no
sólo en el desarrollo de habilidades y destrezas, sino en formas de comportamiento
ético y afectivo que lo integre y cree sentido de pertenencia al sector para el cual se
forma y se creen vínculos entre la formación académica y los problemas concretos de
la realidad en la cual se va a desempeñar.
4-) Una de las orientaciones del diseño curricular en la actualidad es su enfoque
por competencias, como parte de las tendencias actuales de la educación superior y la
vinculación universidad-sociedad. Este aspecto ya fue objeto de atención de esta
sección en el tema.
Las distintas administraciones suman a los tradicionales elementos del
currículum, las competencias que todo ciudadano del siglo XXI debería dominar para
desenvolverse adecuadamente en la vida que ahora tenemos.
Cada país, ciertamente, ha traducido esas tres grandes competencias iniciales
(usar herramientas de manera interactiva, interactuar con grupos heterogéneos y actuar
de manera autónoma) a sus contextos específicos, pero deberían, en cualquier caso,
cumplir ese propósito de preparar para la vida que nos espera y que se diferencia
notablemente (sobre todo por la incertidumbre que la acompaña) de la de décadas
anteriores.
En concreto, las competencias adoptadas por el sistema educativo, son las
siguientes:
1.Competencia en comunicación lingüística
2.Competencia matemática
3.Competencia en el conocimiento e interacción con el mundo físico
4.Tratamiento de la información y competencia digital
5.Competencia social y ciudadana
6.Competencia cultural y artística
7.Competencia para aprender a aprender
8.Autonomía e iniciativa personal
Está claro que la organización o desagregación de los contenidos educativos en
materias diferenciadas, trabajadas por distintos profesores (especialmente en la
educación secundaria) no favorece ni la comprensión del conocimiento que se intenta
“impartir”, ni su interrelación adecuada en el aprendizaje de los estudiantes.
Y es una grave responsabilidad la que se asume desde la educación si esto ocurre,
pues buen número de la población escolar solo asiste a una institución durante su
educación obligatoria, es decir, que esta es la única oportunidad que posee de
prepararse adecuadamente para su futuro digno en la sociedad.
Por eso, creo que el trabajo del currículum por competencias llevado al aula
puede favorecer la superación de esa división artificial del saber cuando llega al
alumno.
La competencia es algo global, que está por encima de un saber concreto pero
que necesita de todos ellos para dominarse. Solo apunto dos definiciones para ilustrar
esta afirmación. La competencia “es un saber actuar que implica la movilización y
combinación eficaz de recursos individuales (conocimientos, procedimientos,
actitudes) y del medio (información, personas, material, etc.), empleando la reflexión,
para resolver unas tareas que pueden ser juzgadas como complejas” (Bolívar, 2012:
34).
Por otra parte, la definición que aporto personalmente afirma que “la
competencia está conformada por un conjunto de capacidades o aptitudes,
conocimientos, destrezas, habilidades, actitudes y valores que permiten a la persona
desenvolverse con un nivel de calidad satisfactorio, en los distintos ámbitos en los que
desarrolla su vida” (Casanova, 2012: 21).
A estas posibilidades que implica el ser competente, habrá que añadir lo que
aporta la experiencia personal, especialmente cuando la práctica refuerza con mayor
especificad algunas de las capacidades o talentos iniciales.
Teorías enfoque curricular
El currículo se ha convertido en las ultimas décadas en objeto de preocupación
para los especialistas en el campo de la educación virtual. La intención de dar
respuestas al problema de la planeación y diseño curricular desde las teorías del
currículo permite identificar unas tendencias particulares que orientan el trabajo del
diseñador de aulas virtuales al proponer estrategias interactivas de comunicación, en
forma rápida, al presentar formas de selección de contenidos ajustados a los requisitos
de una instrucción, al favorecer estrategias colectivas de evaluación y novedosas
maneras de acceder a la comunicación e información.
Uno de los enfoques y teorías del currículo que permite dar cuenta del desarrollo
de estas competencias es el de la tecnología de la educación, el cual se ha convertido
en el enfoque curricular que ha legitimado la mayoría de los planteamientos que han
dado forma a los procesos de racionalización de la acción educativa.
Puede ser entendida como el desarrollo de un conjunto de técnicas sistematizadas
complementadas con conocimientos prácticos para el diseño, validación y
operacionalización.
Este enfoque además ha retomado como principio central el análisis y la
resolución de problemas, en términos de eficiencia.
Este modelo de tecnología aprueba el aprovechamiento técnico del conocimiento
o la aplicación tecnológica del conocimiento teórico, para llegar a la racionalización de
los medios y fines de la educación, desde este punto se percibe una mirada instrumental.
Desde la perspectiva del desarrollo curricular se aborda por tanto el concepto de
planificar racionalmente un curriculum, lo que implica definir unos fines y una
caracterización de los mismos que se dará una vez se hayan definido los medios.
La funcionalidad de este enfoque racional del currículo está interpretada por la
definición de unos objetivos, conjunto de actividades y métodos, por la transformación
de los procesos comunicativos de la enseñanza en procesos técnico instrumentales y
por introducir criterios valorativos científicos-tecnológicos como fundamentos de las
decisiones, la elección de los medios y por último de los diseños curriculares.
Factores como: el estado inicial del sujeto, el componente pedagógico, las
influencias del entorno, los objetivo de enseñanza y estado final que se pretende lograr,
no pueden llegar a ser reducidos desde este enfoque curricular; todo lo contrario, se
requiere dar prioridad a lo pedagógico sobre lo tecnológico.
El currículo “ha estado centrado en el objeto de conocimiento” (ciencia,
tecnología, técnica, artes), y no tanto en atender al desarrollo integral del individuo
(ético, moral, social, político, emocional, deportivo, humor), ni en los requerimientos
sociales, las necesidades y problemas del contexto (políticos, económicos, culturales e
históricos).

El diseño curricular como factor de calidad educativa


Las mejores y más altas finalidades que se proponen para la educación, se quedan
en nada si no se transforman en un currículum accesible y universal para toda la
población estudiantil.
Los centros docentes y las aulas son los espacios donde se producen los hechos
educativos y es ahí adonde deben llegar las decisiones políticas y técnicas que se
adopten para la mejora de la educación.
De lo contrario, seguimos dando vueltas en torno al mismo círculo, sin lograr
salir del mismo y sin avanzar hacia ninguna parte. Por otro lado, hay una reflexión
generalizada entre los profesionales de la educación que nos hace pensar que, cuando
se abordan reformas, estas no se llevan a cabo con la profundidad que exige el momento
histórico actual ni la sociedad que nos rodea.
Mantenemos, a pesar de los aparentes cambios, modelos tradicionales de
desagregación del saber en materias-asignaturas-áreas-campos de formación…
(llámense como se quiera), incluso en etapas educativas tempranas (infantil,
primaria…), lo que dificulta la comprensión del conocimiento al alumnado; los
contenidos conceptuales listos para ser memorizados siguen con la predominancia en
el sistema; continuamos con tipos de evaluación trasnochados que se mantienen, a
veces, incluso a pesar de la legislación más actual y que pervierten el sentido que debe
tener la formación; la organización de las instituciones conserva estructuras
anquilosadas que impiden la aplicación real de un currículum flexible que atienda a
cada niño y niña en función de sus características personales.

Es decir, que responda al modelo de educación inclusiva que han aceptado la


mayoría de los países a través de la Convención de la ONU sobre los derechos de las
personas con discapacidad (2006); se incluyen nuevos componentes curriculares, como
ocurre actualmente con las “competencias”, pero esto no incide significativamente en
la estructura del sistema, sino que se convierte en un añadido más a la ya compleja
situación “establecida”.
En definitiva, añadimos, giramos, damos tímidos pasos, pero no salimos con
valentía de un estado curricular que no resuelve las insatisfacciones de mucha
población, a la que no se presta la formación necesaria para desenvolverse
posteriormente en la vida.
Estrechamente vinculadas a dicha función encontramos otras tales como:
1. Que los educandos desenvuelvan sus capacidades como personas.
2. Se relacionen adecuadamente con el medio social.
3. Incorporen la cultura de su época y de su pueblo.
Niveles del currículo
El currículo caracterizado como una de las etapas de un proceso dinámico y
continuo de transformación curricular, precedido de la preparación de los profesores y
continuado por la ejecución y evaluación curricular, posee dos niveles cualitativamente
diferentes:
1-) el primero es el resultado de la aplicación de los programas, su evaluación y
replanteo en cada curso como resultado del trabajo metodológico
2-) y el segundo nivel, está referido a transformaciones de mayor envergadura
resultantes de la acumulación de cambios del primer nivel. Esta concepción, facilita la
comprensión del concepto de currículo como diseño y proceso en su interrelación
dialéctica y pone de manifiesto el protagonismo que se espera de los profesores, pues
además de comprender el modelo del profesional y concretarlo en los objetivos,
contenidos y métodos de su asignatura, está llamado a asumir una actitud de crítica, de
autoevaluación del trabajo realizado en el diseño y en el proceso y de reformulación
para su perfeccionamiento.
CONCLUSIONES

Durante las últimas tres décadas, la problemática del currículum ha inspirado una
enorme producción difícil de abarcar así como una amplia gama de teorizaciones. Lo
que preocupa inicialmente de la teoría del currículum es, tal como señala Domingo
Contreras, mostrar cual es el conjunto de decisiones globales que deben tomarse junto
a su fundamento para organizar una propuesta de enseñanza consistente y realizable.
Así, algunos de los problemas que se analizan son:
-Transmisión de contenidos vs. experiencia formativa: el currículum como
prescripción de lo que debe enseñarse o lo que los alumnos han de aprender.
-Legitimidad y responsabilidad de las decisiones: qué y quienes deben aprender,
quiénes participan en las decisiones
-Intención vs. Práctica: el currículum real no es idéntico al prescripto
-Características del currículum: puede ser un programa específico o su
delimitación estar dada por el proceso de desarrollo, puede estar armado en base a
principios generales, a contenidos o incluir estrategias... etc.

Las diversas respuestas a estos interrogantes, conforman el complejo campo del


currículum. Como señala Kemmis, uno de los elementos importantes en la
reconstrucción de la teoría social en general ha sido la relación entre la teoría la práctica
sociales. Esto también se vió reflejado en la educación respecto a la teoría y la práctica
educativa. Siempre ha habido una preocupación por la adecuación entre lo que las
teorías describen o explican sobre la práctica y por la medida en que la práctica lleva a
cabo la teoría. Pero éste problema, se ha planteado de un modo nuevo que no contempla
en primer término las funciones de la teoría como fuente de prescripciones para la
práctica o que la práctica sea considerada primariamente como fuente para las teorías.
Fuentes referenciales y Bibliográficas

Álvarez de Zayas RM. El diseño curricular en la educación cubana. Revista


Pedagogía Universitaria. 1996.

Vidal Ledo M. Diseño curricular del perfil de información, informática y


estadística. 2005.

http://eduniv.mes.edu.cu/03-Revistas-Cientificas/Pedagogia-
Universitaria/1996/1/189496104.pdf

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