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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

LICENCIATURA EN FILOSOFÍA

PRÁCTICAS I: OBSERVACIÓN

CARACTERIZACIÓN: COLEGIO JUAN LUIS LONDOÑO

PRESENTADO POR: EDGAR MAURICIO NARANJO RODRÍGUEZ

PRESENTADO A: PATRICIA BAQUERO TORRES

12.04.18

Colegio Juan Luis Londoño IED

Antes de orientar el desarrollo de este escrito por cauces que abarquen la


complejidad propia de lo pretendido, es meritorio mencionar que el entramado aquí
analizado, el cual se asemeja a una suerte de sistematicidad orgánica, resulta
utópico de englobar por una cantidad ingente de aspectos, caracteres y matices que
constituyen sinérgicamente todo lo que es el colegio en sí, por lo que, aun cuando
las expectativas son amplias, se hace necesario delimitar un margen que obedezca
a lo concebible, a lo escribible y a lo plasmable partiendo de una primera
aproximación que un novicio ha de poder encumbrar frente a la titánica
sistematicidad de lo que se instituye como un colegio. En consideración de lo
anterior, vale puntualizar que el presente escrito procura desplegar lo que vendría
siendo la caracterización del colegio Juan Luis Londoño IED, exponiendo
propiedades y particularidades que definen a esta institución, reflejando una
multiplicidad de características de manera sucinta, continua y a la vez articulada,
encauzando temarios a partir de epígrafes concernientes.

1. IDENTIFICACIÓN DEL COLEGIO Y ANTECEDENTES

Primeramente, en función de identificar la institución con generalidades específicas,


huelga decir que el susodicho colegio está ubicado en Bogotá, en la localidad de
Usme, concretamente en la carrera 1C Este con calle 66A sur. Por otra parte, este
es un colegio que pertenece al distrito, empero está suscrito a un contrato de
concesión con la comunidad Lasallista. Además de lo anterior, como en cualquier
otra exploración investigativa, he de remitirme a los referentes históricos de la
institución, pues son ellos los que sustentan y aluden al origen y al proceso que se
han tejido con el devenir del tiempo. Así, el colegio Juan Luis Londoño fue
inaugurado el 12 de marzo del 2003 en presencia del alcalde de aquel entonces
Antanas Mockus, del embajador de Alemania Matei Hoffmann, de las autoridades
de Distrito capital, de la Comunidad de hermanos de la Salle, de estudiantes, de
padres y de profesores. Según la poca información encontrada, “Durante ese primer
año, se ofreció educación formal desde preescolar hasta el grado noveno
(Educación Básica), y en los dos años siguientes progresivamente se amplió su
cobertura a los grados décimo y undécimo (Educación Media), hasta alcanzar los
1425 estudiantes de la actualidad”. (S.f, Lasalle)

2. CULTURA ESCOLAR

2.1 CONTEXTO SOCIAL Y ENTORNO DIRECTO

Al ser el colegio un organismo vivo, la correlación entre el ámbito de lo endógeno y


lo exógeno es un factor esencial para la conformidad y el dinamismo sistémico que
posibilita la producción y en efecto, la existencia de una cultura escolar. Por lo tanto,
según mi criterio considero pertinente abordar en un primer momento el ámbito de
lo exógeno, remitiéndome no solamente al entorno exterior como un área parte del
plano físico, sino también cómo todo un panorama que incide constantemente en la
marcha de la institución, en la atmosfera que vivencian las personas dentro del
colegio y en general, a la reciprocidad que surge en un proceso de sincretismo entre
la macro-cultura del entorno urbano, y la cultura escolar. De esta manera, teniendo
en cuenta que intrínsecamente puedo estar sujeto a una amplia gama de
preconcepciones establecidas a partir generalmente por la ignorancia, podría
evocar al entorno como uno en el que existen las más de las veces situaciones
engorrosas o complicadas debido un contexto determinado por la divergencia
socioeconómica. Si se evidencia todo el panorama de Usme desde una perspectiva
amplia, nos encontramos con una localidad marginada, relegada únicamente a ser
el patio trasero de Bogotá en el que van a parar toneladas de desechos de toda la
ciudad, y únicamente es reflejada su utilidad por la existencia de socavones en los
que se extraen materiales para su uso en construcción. Es en este sentido, que la
existencia de todo un entramado urbano en el que hay colegios, hospitales, centros
comerciales, estaciones de transporte público, espacios para la integración y la
recreación, etc.; obedece a la necesidad de subsistencia y convivencia de toda una
población aglomerada que en su mayoría ha sido forzosamente desplazada en
medio del conflicto armado y que al estar condicionada por la violencia y el
desamparo estatal, proyecta esa misma violencia y desamparo de manera
subyacente al participar en un proceso cíclico en el que las nuevas generaciones
se ven comprometidas por la dejadez de sus padres, puesto que, al sumergirse en
la búsqueda de una labor que permita atenuar la sobrevivencia de familias enteras,
los padres dejan de ser participes en el crecimiento, formación y experiencias de
sus hijos, dejándolos a la deriva y extrapolando su aprendizaje elemental
únicamente al ámbito escolar e incluso a las vivencias que se experimenten tanto
fuera del hogar, como del colegio. En este orden de ideas, las nuevas generaciones
se ven inmersas en tensiones que hacen parte de un andamiaje social condicionado
por diversas problemáticas vinculadas al carácter marginal de la población de Usme;
al choque entre los desplazados y las dinámicas particulares de la ciudad de Bogotá;
y la disyunción que se concibe en el ámbito familiar, atribuyendo a la desanexión de
niños y jóvenes que son encarrilados hacia la indolencia y la inestabilidad causadas
por direccionamientos nefastos ocasionados por el acogimiento de las pandillas, por
el nexo que regularmente se establece con la adicción a sustancias psicoactivas o
simplemente por el mismo abandono. Sin embargo, cabe resaltar que el
evidenciamiento de tales tensiones no son el eje transversal del contexto social,
empero es un aspecto a tener en cuenta pues, ya sean estudiantes de colegios
aledaños, o individuos desahuciados de instituciones educativas, resultan ser parte
fundamental de un tejido social que denota una atmosfera de relativa inseguridad,
pues su interacción con los medios escolares o con otros actores sociales emanan
cierta aura de detrimento frente a la armonía que se gesta en la mayoría de la
comunidad.

No obstante, hay que destacar también que hay muchos otros caracteres que le dan
otro cariz a los alrededores de la institución, así como el verdor que en ciertos
momentos sobrepasa cualquier barrera grisácea emitida por el botadero de Doña
Juana o el CO2 de los automóviles; o la cercanía a un entorno mucho más rural el
cual propicia cierto aire de paz que a diario se ve acompañado por un frio cuasi
invernal que le da un toque a mi parecer acogedor al lugar; o las casas levantadas
con ladrillo y cemento forman parte de un paisaje de contrastes en donde se percibe
una pugna entre lo urbano y lo campestre, logrando que de alguna forma u otra, la
peculiaridad de este entorno sea una cualidad apreciable para quienes circulan por
allí.

Por otro lado, el entorno al interior del colegio es sumamente fascinante, no


solamente por la infraestructura, que ya de por sí es un aspecto agradable para la
vista, sino también por la tranquilidad que se percibe, la concordia reflejada a través
del aula y la asimetría que presenta cada edificio los cuales son suavizados por dos
patios de juegos contiguos que permiten visualizar un amplio horizonte que se
alarga hasta colosales montañas. Es importante señalar, además que, si bien se
trata de un colegio distrital, es un colegio que no se ve sobrecargado por el
desorden, más por el contrario, conlleva a la población estudiantil hacia exhaustivas
prescripciones conductuales acorde a la normatividad y a la disciplina.

2.2 INSTALACIONES

Como venía diciendo, la asimetría de las instalaciones es apreciable, pues el colegio


cuenta con secciones divididas para los diferentes niveles escolares, las cuales
tienen además de las aulas de clase, baños al interior del edificio mismo. Cada aula
posee grandes ventanales que serena el ambiente con luz natural, impidiendo el
enfrascamiento de la población al interior de ellas. Por otro lado, las aulas son
bastantes amplias, por lo que, en parte es beneficioso por la espaciosidad, pero al
remitirse a la labor pedagógica puede resultar contraproducente por la dispersión
de los estudiantes que suscita la lejanía en relación con el docente. A parte de lo ya
dicho, el colegio tiene un parqueadero y los dos susodichos patios de juego que
resultan tener sus propias tribunas, las cuales se encuentran frente al edificio del
personal directivo, siendo un edificio central pues se ubica en un punto neurálgico
del colegio, teniendo en un piso subsiguiente la sala de enfermería y la bodega de
material. También cuenta con una biblioteca y salones especializados para
determinadas materias, entre las cuales se encuentra filosofía. Además el colegio
cuenta con una amplia sala de profesores y salones exclusivos para la atención de
padres en horarios curriculares. Adicionalmente, algunas secciones detentan varios
casilleros para el uso de los estudiantes de bachillerato exclusivamente.
Paralelamente, el colegio está rodeado por una vaya que en algunos puntos del
colegio tiene por cumbre alambres de púas, los cuales incluso llegan a encontrarse
en lo alto del colegio, dado que este se estructura sobre la inclinación de una
montaña. Desde una observación personal, el colegio puede llegar a ser algo
enrevesado, pues tiene distintos pasillos que pueden conectar con un mismo lugar
e incluso pueden llegar a un lugar sin salida.

2.3 RECURSOS

En este apartado, el colegio se ve envuelto por cierta disparidad, en tanto que, por
un lado, ostenta algunos recursos como televisores de poca obsolescencia y por
otro lado, carece de algunos materiales para la utilización en cuanto a recursividad
didáctica, decorativa o teatral, así como materiales para la higiene personal en los
baños. En este punto, es importante enfatizar la falta de rollos de papel o jabones
en cualquiera de los baños para el uso de los estudiantes, siendo el baño de los
directivos, el único baño que cuenta con estos recursos. En cuanto a los salones,
se pueden evidenciar algunas sillas o pupitres destartalados, con nula soldadura e
incluso algunos completamente rotos.
2.4 PERSONAL

La estructura que constituye toda la armazón funcional es similar a la de la mayoría


de los colegios, cuenta con un director, quien hace parte de la comunidad de
hermanos Lasallistas, con un coordinador académico, tanto para primaria como
para bachillerato, con un coordinador disciplinario, igualmente tanto para primaria y
bachillerato, y a su vez con un plantel de profesores y hermanos lasallistas que, en
algunos casos, suplen la función docente. En relación con los estudiantes, estando
dividos por grados, en ciertos grados se pueden encontrar de dos a tres cursos,
refiriéndome únicamente a bachillerato, los cuales cuentan con cerca de cuarenta
estudiantes, siendo este un número muy alto para el estándar de capacidad en otros
colegios. Aparte de lo anterior, los profesores y profesoras están sujetos y sujetas
a las áreas de conocimiento que en la institución se reconocen, tales como
tecnología e informática, matemáticas, ciencias sociales, educación física, artes,
inglés, Filosofía y lengua castellana. En relación con los y las practicantes, el área
en el que desempeñan su trabajo de observación es fundamentalmente filosofía y
el área multidisciplinar en la enseñanza infantil. Adicionalmente, en la institución
también se encuentra personal de servicios generales, personal de primer
respondiente y vigilantes de las entradas y del medio institucional. Por otra parte,
también es posible encontrar el personal de servicios de cafetería y de transporte
de alimentos.

2.5 DINÁMICAS AL INTERIOR DE LA INSTITUCIÓN

Es irrebatible que al referirse a las dinámicas al interior de la institución es posible


caer en una precipitación, pues tal y como describía en el principio, la multiplicidad
de características que hacen parte de la maquinaria escolar, en donde cada aspecto
es un engranaje que influye de manera contundente en ese mismo funcionamiento;
resulta un trabajo inacabable. Sin embargo, al remitirme a las dinámicas dentro de
la institución, aludo a propiedades concretas que bien puede hacer parte de teorías
implícitas engendradas por mi discernimiento ante el colegio. Como ejemplo puedo
suscitar la ritualización de encauzamientos conductuales que conllevan a que la
población estudiantil se vea enajenada por normativas disciplinarias,. Así, además
de ser enajenado, el individuo se ve interpelado por el poder disciplinario que se
operacionaliza, o más bien se instrumentaliza a través de la vigilancia jerárquica a
través de conductos regulares como lo pueden ser los mismos coordinadores de
disciplina, las diversas sanciones normalizadoras y el examen. Estos tres
instrumentos son efectuados de manera independiente y a la vez análoga, pues
cada uno tiende hacia procedimientos formativos y condicionantes para el
estudiantado. Por un lado, la vigilancia jerárquica articula toda una estructura de
control endógeno y exógeno que, mediante la inspección constante, propicia el
encauzamiento de conductas dentro de los parámetros de la normalización escolar.
Por otro lado, la sanción normalizadora se ejecuta a través de mecanismos de
castigos disciplinarios en función de la correctividad, los que además constituyen
procedimientos reguladores que penalizan y recompensan con el propósito de la
sumisión colectiva. Un claro ejemplo se refleja en los castigos ejercidos sobre
quienes llegan tarde, obligándoles a perder horas de clase con el fin de la realización
de planas, claramente proyectando la funcionalidad penalizadora. Finalmente, el
examen conjuga los dos instrumentos susodichos con el fin de la categorizar a los
de los individuos según su rendimiento, capacidades intelectuales pero sobre todo
discimplinarias.

Bibliografía

LASALLE, (S.f), Juan Luis Londoño IED Se puede encontrar en:


https://sites.google.com/site/colegiojuanluislondono/.

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