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ECOLOGÍA Y POLÍTICA DISYUNTIVAS ENMARCADAS EN EL NIHILISMO

William García Riveros1, 2.

1. Licenciado en biología Universidad Distrital Francisco José de Caldas


2. Estudiante de Maestría en Desarrollo Sostenible y Gestión Ambiental

El ser humano en tanto eje central del lenguaje del siglo XIX Y XX FOCAULT EN
LAS PALABRAS Y LAS COSAS, trasciende las fronteras de la visión del mundo
material y las expande gracias a la ayuda de una infranqueable técnica cuyo avance le
da la posibilidad de ver a la naturaleza como un objeto maleable, parte de suyo como
algo de pertenencia absoluta. Si se habla de lo importante del trabajo del Homo sapiens
EN EL ACTUAL TIEMPO sobre su entorno, entonces ES PREPONDERANTE indagar
antes del ¿por qué? De las consecuencias de sus actos sobre el medio, EN EL análisis
acerca de sus pensamientos con respecto al entorno (Kant, 1883) y de ahí partir a sus
actos mismos, por el trascender en el pensamiento global normalizado del hombre masa
(Y Gasset, 1956) y permear en su psique, en el inconsciente individual y colectivo, en el
pensamiento, en el alma misma para desde allí entender cómo es que su pensar
transforma la materia (Marx, 2005).

Actualmente se habla desde muchos ámbitos los desastres provocados por el consumo
exagerado de eso a lo cual llamamos recursos, para solucionar aquello se inventó la
Ecología como ciencia que estudia las interacciones energéticas de la biocenosis con el
biotopo teniendo en cuenta las causas y los efectos de la interrupción de los ciclos
energéticos mismos por vía antrópica con el objeto de tratar de solucionarlos a través de
la técnica y su herramienta más poderosa la tecnología (teoría el vitalismo cósmico y los
fundamentos de ecología), si partimos del enunciado, ¿no es consecuente el mismo
lenguaje con los actos destructivos de lo vivo y lo no vivo?

Por ende, me veo en la penosa necesidad de seguir de manera somera lo expuesto por
Heidegger y el Dasein. Si el hombre en tanto ser con conciencia propia acerca de sus
actos y de sus ideas, idealizado como forma evolutiva superior (el origen del hombre,
Darwin), ¿No debería cuestionar sobre aquello por lo cual vive?, en definitiva hay algo
fuera de sí de la biología como rama meramente descriptora de las interacciones de los
organismos de manera interna y externa como formas naturales materiales que siguen de
manera determinada algunas de las leyes de la naturaleza, descubiertas durante varias
épocas e ideologías, encriptando de cierta manera la forma de pensarse lo vivo desde un
ámbito mecanicista (vitalismo cósmico). Empero ¿acaso lo vivo como parte de la
naturaleza puede ser explicado solo desde esta manera criptica de la mecánica física en
tanto objetos que se rigen bajo unas cuantas leyes de la materia en sui generis cuerpos
con forma, espacio y movimientos definidos?

Debido a lo anterior si no se estructura de manera armónica un discurso organizativo


desde esta rama de las ciencias, tomará sus bases conceptuales apropiándose de signos
que no le corresponden como rama del saber, por ello mismo tergiversando la manera
en cómo la representación se nos es revelada mediante unos símbolos tomados por el
esquema económico en el que interactuamos como individuos sociales, (Nihilismo ,
política y sociedad, vitalismos cósmico, las palabras y las cosas), desde este ámbito
surge el ambientalismo una coalición interactiva digno de estas últimas décadas en
donde los discursos se mezclan contrariándose unos a otros y como en el capitalismo
moderno (Davis Harvey breve historia del neoliberalismo) autorregulándose y
discutiéndose continuamente generando así diversas antítesis y tesis, conclusiones unas
de otras. Por lo mismo la teoría es indispensable de cualquier base científica y esta se
renueva como lenguaje de la realidad cada vez que se analiza. Sin embargo para ello tal
como lo mencionaba hace unos párrafos atrás, la ideología puede ser concretada en una
dialéctica única en la que el hombre como eje central económico se autoevalúe y tal
como en la tesis de mao tse tung tenga en cuenta los contrarios como parte de su
aprendizaje y desde allí perfeccione su idea, siendo esto un paso hacia el Desain ese que
se relaciona consigo mismo siendo no la cúspide de la pirámide del poder que lo somete
(vigilar y castigar) sino el ser ahí, aquel ente que se pregunta: ¿Por qué es ente? y por el
ser que lo sostiene o más bien dicho de lo cual hace parte, apropiándose de su cuerpo
mismo y todo lo que interviene en este, principio de la ecología animalista, visto desde
un pragmático, parte meramente propia donde se desvanece el antropocentrismo falso
respaldado por discursos políticos y se transforma a un ser vivo igual a los demás seres
(Salomón en los proverbios, Aristóteles en la política, y la ecología no antropocéntrica).

Lo anterior solo es posible si este como pieza integrante de todos los entes que
conforman el mundo se cuestiona a través de la angustia entendida como ese percibirse
ser finito cuyo lapso de finitud lo lleva aceptar esa inminente muerte, compañera desde
el momento mismo de su nacimiento; empero sin parecer apocalíptico y bajo el análisis
de las mimas lecturas que cito <<pueden leerlas con tiempo>> lo anterior es omitido por
la mayoría al ser seres interpretados bajo un discurso imperante, el del mercado,
olvidando así su muerte, al parecer se creen inmortales y la pregunta por el mismo y por
el otro en ese estado de interpretado es irrelevante, no importándole su entorno parte del
mundo en escencia algo del mismo ser <<el mundo>> del cual es objeto, pues para
ellos, los hombres masa (Ortega y Gasset) no es necesario pensárselo (Acero, 2009).

Esclarecer el pensarse la muerte desde Heidegger no es ese común concepto de


entendérsela como el fin o algo trágico de lo cual es mejor no cavilar por miedo, tal
como lo describe Serres: <<Antes que nada, déjeme decirle que yo desconfío de los
mercaderes de angustia. El riesgo, el temor, la sociedad del miedo, se han transformado
en valores mercantiles y no tengo intención de soplar para avivar el fuego>>, la angustia
desde este ámbito solo es vista como algo que causa una molestia que nos evita pensar,
por ende es mejor omitirla, pues el miedo tal como se nos muestra es el miedo a estar
desprotegidos, empero Nietzsche nos dice es menester apropiarnos de nuestra vida,
dejar el miedo a ello es dejar de ser interpretado, es hacernos dueños de nosotros
mismos, desde allí reconocer a los demás, no solo a los hombres como parte de esto
sino a todo lo que nos hace (lo vivo y lo no vivo como lo más importante, luego hace
parte de nosotros mismos), así pues en asistencia a esta cita se puede dejar en claro ese
mensaje descentralizador de lo humano expuesto por el rey Salomón en su libro
Eclesiastés capitulo: 3, versículo: 19, <<Porque lo que ocurre con los hijos del hombre
y lo que ocurre con los animales es lo mismo: Como es la muerte de estos, así es la
muerte de aquellos. Todos tienen un mismo aliento; el hombre no tiene ventaja sobre
los animales porque todo es vanidad>> (RVA-2015).

Por ende si el hombre masa o el ente que es interpretado no se cuestiona y para ello se
enfrenta a la angustia vista desde la concepción de Heidegger, o porque no desde el
psicoanálisis freudiano, el ambiente tal como lo estamos percibiendo producto de la
excesiva explotación acelerada (piketty) va a seguir siendo la base, el suelo de la
sinrazón en la que estamos enajenados por antonomasia (breve historia de la locura en la
época clásica tomo I), consumidores empedernidos, el imperativo al goce. El querer
satisfacer el vacío de la vida es llenado momentáneamente bajo el halo de la producción
y la mano de la ingeniería con su obsolescencia programada en estos objetos cuyo valor
es más allá de lo físico, lo cual le damos a las cosas (Marx, 2005). Ergo es imperativo
como consecuencia de lo aparente reinterpretar lo observado ante los ojos. Si en la
antigua Grecia los filósofos generaban a través del lenguaje una metafísica de la vida
para desde allí promover una ética de las costumbres del hombre, todo bajo una
disciplina exhaustiva, es menester como seres racionales no animales crearse una para
esta época del hiper-consumismo, pues desde Nietzsche el hombre es un animal
desnaturalizado, por ende es ineludible utilizar el logos, tomar consciencia de sí mismo
como ser arrojado a la muerte y desde ese, generar el omnisciente sentir de nuestro
cuerpo apartándonos de la enajenación del consumo, tomar posesión de nuestro destino
(Epicuro), desde este aceptar la vida replanteándose el entorno, <<al fin de al cabo y
bajo especulación de un estudiante joven que pretende pensar>>, apoderarse del
lenguaje mismo ese que nos construye tal cual lo hicieron los padres de este mundo
occidental puramente idealizado, enfocado en la actualidad por el poder (Focault,
2015), en este caso específico el poder del mercado.

Lo anterior expone antes que nada que ese pensarse la muerte como la única posibilidad
que nos hará libres de este discurso normalizador, es la vía al equilibrio ecológico, por
ende no es necesario abordar ningún tipo de discurso científico moderno para hacernos
entender que el entorno vivo y no vivo en el cual interactuamos hace parte de nosotros
mismos, que no es otra cosa que nuestro propio pensamiento proyectado y que a partir
de apropiarnos de nuestra vida como única, las problemáticas ambientales,
<<ecológicas, biológicas, económicas y sociales>> pasarán a ser parte de nuestro
interés personal sine qua non nos apropiemos de nuestra existencia.

Debido a que en las mismas ciencias se obvia lo trascendente eso que nos posibilita el
pensar, el construir el conocimiento a través de un marco conceptual profundo por
medio de categorías de pensamiento provenientes del hombre mismo. La ciencia actual
siendo en extremo la mera empírica especializada en técnica cuya finalidad ahonda en
su proceso para describir más específicamente los objetos a priori, no cuestiona bajo la
razón pura su proceder, ya que desde allí no se puede transformar el pensar mismo del
hombre, debido a lo cual ésta es puro acto mecánico, nada metafísico, ni ético, ni
filosófico (Kant, 1883) (Y Gasset, 1956) (El vitalismo cósmico).

Si de entender la polis como un espacio dentro de lo ecológico es imperativo, los


valores que hacen falta para instaurar esta nueva era de pensamiento natural en
equilibrio desde donde se desliga el hombre en tanto un ser igual a los demás seres, es
necesario interpretar una metafísica de este pensamiento y salir de ese mundo donde
nada tiene base moral como lo explica Nietzsche, para ello se debe practicar la filosofía
filosofando, pensando en el otro, no actuando bajo lo aparente como lo hacen las
ciencias modernas que no ahondan en lo profundo del hombre, el lenguaje mismo
Focault las palabras y las cosas).

BIBLIOGRAFÍA

Acero, H. F. L. (2009). Cultura y poder: política, historia y nihilismo. UIS, Universidad


Industrial de Santander.

Botero, D. (2001). Vitalismo Cósmico como filosofía ética ambiental. Ética y Bioética.

Harvey, D. (2007). Breve historia del neoliberalismo (No. 49). Ediciones Akal.

Foucault, M. (2015). Historia de la locura en la época clásica, I. Fondo de cultura


económica.

Foucault, M. (1968). Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias
humanas. Siglo xxi.

Freud, S. (1970). El malestar en la cultura. Ediciones AKAL.

Heidegger, M. (1958, January). Martín Heidegger. -La Época de la Imagen del Mundo. In Anales
de la Universidad de Chile (No. 111).

Kant, I. (1883). Crítica de la razón pura: Tomo I. Bogotá, Ediciones Universales.

Marx, K. (2005). El Capital, tomo I, vol. 1. México, Siglo xxi Editores.

Nietzsche, F. (1996). Humano, demasiado humano: un libro para espíritus libres (Vol.
1). Ediciones Akal.

Piketty, T. (2014). El capital en el siglo XXI. Fondo de cultura económica.

Serres, M. (1991). El contrato natural, trad. de Umbelina Larraceleta y José


Vázquez. Pre-Textos, Valencia, 96.

Y Gasset, J. O. (1956). La rebelión de las masas. Revista de Occidente.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015) Versión Reina Valera Actualizada, Copyright ©


2015 by Editorial Mundo Hispano.
Las rentas del capital en su mayoría heredada pueden llegar a generar una inmensa
desigualdad en comparación a todo el proceso de desarrollo económico junto, es decir
los aportes del capital humano y los avances de este por hacer de una sociedad más
ecuánime en tanto a la desigualdad de beneficios de todo ámbito económico,
imposibilita en cierta medida especulativa, el avance de una economía colaborativa que
evoluciona sus modelos de producción en torno a la sustentabilidad, basada en el
intercambio de conocimientos entre poblaciones de distintos sectores y su actividad
colaborativa gregaria implica. Thomas pickety capitalismo en el siglo xxi

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