Julia era una niña normal y corriente, como

cualquier otra. Su vida era feliz y tranquila.

Pero un día, de golpe, todo eso se fue
y ella se quedó con un gran vacío.
Un enoooOooorme
vacío.
Por él, se entraba el frío.
De él, nacían
monstruos
Él lo aspiraba
todo
Probó a llenarlo, taparlo, borrarlo,
para que ese vacío desapareciera…
Pero aún se
hacía
más y más
grande
Entonces un día pensó que
solo tenía que encontrar el
tapón adecuado
Y la verdad es
que le
ofrecían
tapones de
muchas
clases.
había
tapones
buenos
y otros aparentemente
buenos
 y había
tapones
peligrosos

había tapones
engañosos
Por más que buscara y rebuscara
un tapón, no lo encontraba…
Así que paró de buscar.
¡Qué sensación de
vértigo!
Después de
tambalearse un poco,
cayó desplomada al
suelo
Se puso muy triste y rompió a
llorar…Primero, tímidamente,
después a gritos y berrinches

y otra vez con suavidad

hasta quedar en silencio
En ese silencio,
escuchó una voz
proveniente del suelo
que le decía:
“Deja de buscar fuera
y mira en tu interior…”
¿En mi interior?
Y empezaron a salir
palabras…
colores…
y melodías.
Apareció un mundo
maravilloso
que nunca hubiera
imaginado
Eran
mundos
mágicos,
con los que tenía una
sensación de conexión
Allí se
sentía
realmente
a gusto,
como en
casa
Contenta del
descubrimiento,
Empezó a acercase a
los demás de manera
diferente.
Y vió que ellos
también sus
propios mundos
mágicos
Viajaban a
menudo
y vivían aventuras
que
después
compartían
todos
juntos
Y así fue como,
lentamente, ese vacío
fue haciéndose más y más
pequeño
pero, por suerte, nunca
desapareció.
Así siempre
podría volver
a aquel mundo
lleno de
sorpresas
FIN