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POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ

ESCUELA NACIONAL DE FORMACIÓN


PROFESIONAL POLICIAL
ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR TÉCNICO
PROFESIONAL PNP IQUITOS
AREA DE ASUNTOA ACADÉMICOS Y DE
INVESTIGACIÓN

SÍLABO DESARROLLADO DE

UNIDAD DIDÁCTICA: ENFOQUE DE GÉNERO EN LA FUNCIÓN


POLICIAL
SILABO
ENFOQUE DE GÉNERO EN LA FUNCIÓN POLICIAL
(MODALIDAD PRESENCIAL)

ESPECIALIDAD FUNCIONAL: “ORDEN Y SEGURIDAD”

I. DATOS GENERALES
EJE CURRICULAR : Actividades Complementarias
AREA EDUCATIVA: Desarrollo Profesional
AÑO DE ESTUDIO : PRIMER AÑO
HORAS SEMESTRALES : 64 horas académicas
HORAS SEMANALES : 04
CRÉDITOS : 02
PERIODO ACADEMICO : II – 2018
Docente (s) : CAP S. PNP. PAULET PUELLES
Patricia Elizabeth.
ST3. PNP. HIDALGO MACEDO Luis
Benjamin.
ST3. PNP. PINEDO JESUS Roger
Antonio.
S 3. PNP. SÁNCHEZ SICCE Julio
Cesar.
ABOG. CUEVA BALCAZAR Blanca
Olandy.

II. SUMILLA

La Asignatura forma parte del Currículo de Estudios de la Escuela de


Educación Superior Técnico Profesional PNP, su naturaleza
propedéutica posibilita a través de sus Unidades de Aprendizaje
proporcionar conocimientos teórico – prácticos sobre: Enfoque de
Género en la Actuación Policial, Violencia de Género y Justicia con
Enfoque de Género.
III. OBJETIVOS

A. OBJETIVO GENERAL

Desarrollar competencias para potenciar a los estudiantes en la


investigación policial, con criterios de flexibilidad, modernidad y
proyectividad.

B. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Proporcionar conocimientos básicos sobre el actuar en


casos de violencia familiar.

2. Identificar las características básicas sobre un tema muy


importante en nuestra sociedad sobre el ENFOQUE DE
GÉNERO.

3. Internalizar sobre la prevención, sanción y erradicación de la


violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar.

IV. CONTENIDOS

I UNIDAD
ENFOQUE DE GÉNERO EN LA ACTUACIÓN POLICIAL.
PRIMERA 1ra. Sesión
SEMANA  Enfoque de género.
(04 horas) 2da. Sesión
 La construcción de la igualdad de género.

SEGUNDA 1ra. Sesión


SEMANA  La Construcción de las masculinidades y roles.-
(04 horas)
2da. Sesión
 Roles de Masculinidades.

TERCERA 1ra. Sesión


SEMANA  El rol de la PNP y el marco de protección a los grupos
(04)horas de vulnerabilidad.-

2da. Sesión
 Grupos de vulnerabilidad.
II UNIDAD
VIOLENCIA DE GENERO
CUARTA 1ra. Sesión
SEMANA  Marco conceptual de la violencia basada en género.
(04 horas) 2da. Sesión
 Violencia de Género

QUINTA 1ra. Sesión


SEMANA  Procedimientos operativos policiales en el marco de la
(04 horas) Ley No. 30364 y su Reglamento D.S No. 009-2016-
MIMP.

2da. Sesión
 procedimiento en caso de flagrancia o peligro
inminente de perpetración de los hechos.

SEXTA 1ra. Sesión


SEMANA  Valoración del daño.
(04 horas)
2da. Sesión
 Marco Normativo Nacional en valoración de daño.

SÉTIMA
SEMANA
( 04 I EXAMEN PARCIAL
horas)

OCTAVA 1ra. Sesión


SEMANA . Violencia sexual
(04 horas)
2da. Sesión
. Tipos de violencia sexual sin contacto físico.
NOVENA 1ra. Sesión
SEMANA  Procedimientos especiales en caso de violencia sexual.
(04 horas)
2da. Sesión
 Actitud que deben tomar los y las policías ante la
víctima de violencia sexual.
III UNIDAD
JUSTICIA CON ENFOQUE DE GÉNERO

DÉCIMA 1ra. Sesión


SEMANA  Justicia y Género.
(04 horas)
2da. Sesión
. Justicia con Enfoque de Género
1ra. Sesión.
DÉCIMO . Acceso a la justicia de las mujeres en situaciones de
PRIMERA violencia y la debida diligencia.
SEMANA
(04 horas) 2da. Sesión.
. La buena calidad de los sistemas de justicia.
DÉCIMO SEGUNDO EXAMEN PARCIAL
SEGUNDA
SEMANA
(04 horas)

IV UNIDAD
TRANSPARENCIA Y ACCESO A LA INFORMACION
DÉCIMA 1ra. Sesión
TERCERA  Calidad de atención para garantizar el acceso a la
SEMANA justicia de las mujeres desde la actuación policial
(03 horas)
2da. Sesión.
 Atención del personal PNP, a las mujeres víctimas de
violencia familiar.
DÉCIMO 1ra. Sesión
CUARTA  Guías de atención integral de los Centros de
SEMANA Emergencia a la Mujer.
(04 horas)
2da. Sesión.
Etapas de la Atención.

DÉCIMO
QUINTA EXPOSICIÓN DE TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN
SEMANA POR GRUPOS
(04 horas)
DÉCIMO
SEXTA
SEMANA EXAMENES FINALES
(04 horas)

V. PROCEDIMIENTOS DIDÁCTICOS

A. Las técnicas de enseñanza se orientarán a la interacción permanente


docente – educando, enmarcadas en la cultura participativa, el
trabajo en equipo y el método de laboratorio.

B. Se promoverá la investigación permanente y la exposición de los


conocimientos adquiridos.

C. El desarrollo de los contenidos curriculares serán eminentemente


objetivos mediante el empleo de Mapas Conceptuales.

VI. EQUIPOS Y MATERIALES

El docente para el desarrollo de la asignatura empleará los siguientes


equipos y materiales:

A. EQUIPOS
Retroproyector, video grabadora, computador, proyector
multimedia.

B. MATERIALES
Proveerá separatas a los educandos, así como empleará
transparencias o videos para reforzar las técnicas de enseñanza.

VII. EVALUACIÓN

La asistencia a las sesiones teóricas es obligatoria en el 70% y a los Talleres


en el 90%, en caso contrario de no existir justificación alguna por el Área de
Asuntos Académicos e Investigación de la UAP -EESTP-PNP, el Estudiante
desaprobará la asignatura.

El proceso de evaluación del aprendizaje será permanente, comprenderá:

A. Evaluación Formativa Interactiva, en relación a la participación activa


del Estudiante en el aula. El promedio de las intervenciones orales
constituirá Nota de Paso Oral.
B. Evaluación Formativa o de Proceso para comprobar el rendimiento
académico, pronosticar posibilidades de desarrollo y reorientar la
metodología, compromete la realización de:

1. Talleres en donde se realizarán trabajos aplicativos calificados.

2. Exposiciones

3. Dos exámenes escritos parciales (7ª y 12ª semana), enmarcados


en los modelos de la Prueba Objetiva, pudiendo, además,
contener preguntas tipo desarrollo y situación problema, en las
que prime el empleo de la capacidad reflexiva, la correlación de
criterios, el análisis y el pensamiento lógico.

4. Un trabajo de investigación monográfica que se valorará en su


forma y contenido.

C. Evaluación Sumativa orientada a comprobar el nivel de desarrollo


cognoscitivo, reflexivo y del pensamiento lógico, para lo cual se
aplicará un examen final (16ª semana), de similar característica
empleada en los exámenes parciales.

D. El Promedio General se calculará en concordancia con las


disposiciones establecidas en el Manual de Régimen de Educación de
las Escuelas de Formación de la PNP, conforme se detalla a
continuación:

Promedio General:

PG = PEP (3) + PO (1) + TA (2) +EF (4)


10
PEP = Promedio de Exámenes Parciales
PO = Paso Oral
TA = Trabajo de Investigación Monográfica +
Promedio de Talleres
EF = Examen Final

III. BIBLIOGRAFÍA BÁSICA


A. ALVAREZ, C. y DELSO, A. Manual de prevención de la violencia de género
para adolescentes. Conigraph. Madrid,2001.
B. ANTOLÍN VILLOTA, Luisa. La mitad invisible. Género en la educación para
el desarrollo. ACSUR-Las Segovias. Madrid, 2003.
C. AROSTEGI, E. y URBANO, A. La mujer drogodependiente. Especificidad de
género y factores asociados, Bilbao, 2004.
D. BONITA, Ruth. Mujeres, envejecimiento y salud. Conservar la salud a lo
largo de la vida. OMS, Ginebra, 1998.
E. BOURDIEU, Pierre. La dominación masculina. Ed. Anagrama, Barcelona,
2003.
F. CRUELLS, M. e IGAREDA, N. Mujeres, integración y prisión. Editado por
SURT. Aurea editores, Barcelona, junio. 2005.
G. CRUZ ROJA ESPAÑOLA. Guía de buenas prácticas por el empleo para
colectivos vulnerables. Madrid, 2002.
H. CRUZ ROJA ESPAÑOLA. Buenas prácticas en la inclusión social. Catálogo
de buenas prácticas para la inclusión social, 2003.
I. ENJOLRAS, S. y ALONSO, B. Guía práctica para la dinamización de Grupos
de Mujeres con Experiencia Migratoria,Agrupación de Desarrollo NEXOS,
2004.
J. DURÁN, Mª Angeles. El cambio en el papel socioeconómico de las mujeres
españolas. En: La protección social de las mujeres. Consejo de la Mujer,
CAM, 2003.
K. FEDERACIÓN DE MUJERES PROGRESISTAS. Dime cómo hablas... Y te
diré cómo piensas. Guía para un lenguaje no sexista en la comunicación.
Madrid, 2000.

ENFOQUE DE GÉNERO EN LA FUNCIÓN POLICIAL


1ERA. SEMANA DEL 04JUN AL 09JUN2018
ENFOQUE DE GÉNERO Y LA CONSTRUCCIÓN DE LA IGUALDAD
El enfoque de género es una forma de mirar la realidad identificando los
roles y tareas que realizan los hombres y las mujeres en una sociedad, así
como las asimetrías, relaciones de poder e inequidades que se producen
entre ellos.
Permite conocer y explicar las causas que producen esas asimetrías y
desigualdades, y formular medidas (políticas, mecanismos, acciones
afirmativas, normas, entre otras) que contribuyan a superar las brechas
sociales de género.
Género no es lo mismo que sexo, el Comité para la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer de Naciones Unidas ha señalado,
al respecto, que el término “sexo” se refiere a las diferencias biológicas
entre el hombre y la mujer, mientras que el término “género” describe las
identidades, las funciones y los atributos socialmente construidos de la mujer
y el hombre, así como el significado social y cultural que se atribuye a esas
diferencias biológicas1.
En efecto, el concepto de género alude a las diferencias construidas
socialmente entre mujeres y hombres y que están basadas en sus
diferencias biológicas. Las sociedades asignan a las personas distintas
responsabilidades, roles y espacios de realización personal y social de
acuerdo a su sexo biológico, determinando con ello la construcción de lo que
se denomina “roles tradicionales de género” y que han originado que tanto
mujeres como hombres no accedan y disfruten las mismas oportunidades y
ventajas; construyendo consecuentemente, profundas desigualdades
sociales y económicas que afectan principalmente a las mujeres,
desigualdades que se manifiestan en enormes brechas para su pleno
desarrollo y que pueden ser observadas al analizar la realidad.
Así, por ejemplo, tradicionalmente, se le ha asignado al género femenino el
rol de madre, abnegada, comprensiva, cuidadosa, entregada, hogareña,
sacrificada. Por el contrario, la sociedad le ha asignado al género masculino
el rol tradicional de fuerte, autosuficiente, valiente, proveedor, dirigente,
dominante, insensible, líder.
Igualdad de género se trata de la igual valoración de los diferentes
comportamientos, aspiraciones y necesidades de las mujeres y los
hombres2.
La igualdad de género implica que los derechos, oportunidades y
responsabilidades de las mujeres y los hombres no dependen de su
naturaleza biológica, debiendo por lo tanto tener las mismas condiciones y

1
2
posibilidades para ejercer sus derechos y ampliar sus capacidades y
oportunidades de superación personal, contribuyendo al desarrollo social y
beneficiándose de sus resultados.
Lo anterior no implica, sin embargo, que en ciertas circunstancias, y siempre
que sea necesario, se justifiquen los tratos diferenciados. En efecto, debido
a las diferencias biológicas o por desigualdad histórica, las mujeres y los
hombres no gozan del mismo trato y derechos; por lo que el Estado debe
implementar acciones para revertir esta situación. Por ejemplo, se justifica
un trato diferenciado en el goce de licencias prenatales, por las diferencias
biológicas entre mujeres y hombres.
A través de la igualdad de género no se busca convertir a las mujeres en
semejantes a los hombres, sino de transformar las relaciones y la
desigualdad de poder en condiciones idénticas para ambos. Por ello, la
igualdad de género es un asunto que no solo involucra a mujeres y a
hombres, sino también al Estado, a la sociedad civil y al sector privado.
El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de
Naciones Unidas recomendó al Estado Peruano, en el 2007, lo siguiente: “El
Comité pide al Estado Parte que tome nota de que los términos “equidad” e
“igualdad” expresan ideas diferentes y que su uso simultáneo puede dar
lugar a que se confundan los conceptos. La Convención tiene por objeto
eliminar la discriminación contra la mujer y asegurar la igualdad de jure y de
facto (formal y sustantiva) entre mujeres y hombres. El Comité recomienda al
Estado Parte que emplee sistemáticamente el término “igualdad” en sus
planes y programas”. El género, es un concepto relacional que se refiere
a identidades, roles y relaciones entre hombres y mujeres tal como se
han instituido socialmente. En cambio, el sexo (entendido usualmente
como concepto binario) alude a las características biológicas de hombres y
mujeres, tales como las diferencias fisiológicas, inmunológicas, genéticas y
hormonales. Si bien el sexo y el género a menudo se usan en forma
indistinta, son en realidad dos términos diferenciados. El sexo se determina
biológicamente y no conlleva implicaciones sobre cómo se percibe a la
persona en la sociedad, mientras que el género es multidimensional, y se
refiere al sexo en determinado contexto (social). Incluye roles e identidades
de género, y la manera en que se definen, perciben y viven. Dependiendo
del contexto, son distintas las ideas sobre el comportamiento, las
expectativas y las responsabilidades sociales y económicas que se vinculan
con mujeres y hombres. Este tipo de ideas preconcebidas determinan las
relaciones de poder, los patrones del poder de decisión, la exclusión e
inclusión social, así como las normas que a su vez sirven de sustento a las
desigualdades sociales, económicas y políticas.
Es importante señalar que el género no se centra únicamente en el estatus
de la mujer. Como los roles y las identidades de género son el producto de
jerarquías y relaciones de poder entre mujeres y hombres, el género es un
concepto que tiene dos caras y en una de ellas es necesario ‘insertar a la
parte masculina de la ecuación’.
Las relaciones de género dan lugar a patrones sociales donde tanto mujeres
como hombres pueden terminar en una posición subordinada o adversa. Es
más, el término ‘género’ trasciende las clasificaciones estrictas de ‘femenino’
y ‘masculino’, y las expectativas de la sociedad con respecto a estos roles.
De hecho, el género incluye a grupos marginados como lesbianas,
homosexuales, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI por sus
siglas en inglés); hombres que tienen sexo con hombres (MSM);
trabajadores/as sexuales y todos aquéllos o aquéllas que no se identifican
con ninguna de las categorías antes mencionadas. Las características
atribuidas al género indican que éste no es estático ni inmutable. Dado que
las medidas de desarrollo pueden tener un impacto sobre la situación social
y las circunstancias de la población destinataria, éstas pueden jugar un rol
importante en la definición, reproducción y/o modificación de los roles y las
identidades de género.
Por tal motivo, como actores influyentes en el campo de la salud, debemos
asumir responsabilidad en este tema y priorizar los aspectos de género en
nuestros programas. Para mayor información sobre el género.
LA CONSTRUCCIÓN DE IGUALDAD DE GÉNERO
La Constitución Política establece en su artículo 1° que la persona humana y
el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado y
que todos tienen la obligación de respetarla y protegerla. En esa línea, el
artículo 2° desarrolla el principio-derecho a la igualdad, señalando que nadie
debe ser discriminado por motivo de origen, raza, idioma, religión, opinión,
condición económica o de cualquier otra índole.
En ese mismo sentido, la Declaración Universal de los Derechos Humanos
en su artículo 2° señala que: “Toda persona tiene todos los derechos y
libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política,
jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una
persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio
bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra
limitación de soberanía”.
Por su parte, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
aprobado el 16 de diciembre de 1966, señala en su artículo 2° inciso 1) que
“Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a
respetar y a garantizar a todos los individuos que se encuentren en su
territorio y estén sujetos a su jurisdicción los derechos reconocidos en el
presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición social”
Asimismo, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre, aprobada el 02 de mayo de 1948, en su artículo 2° establece que:
“Todas las personas son iguales ante la Ley y tienen los derechos y deberes
consagrados en esta declaración sin distinción de raza, sexo, idioma, credo
ni otra alguna”.
Finalmente, la Convención Americana o Pacto de San José de Costa Rica,
aprobada el 22 de noviembre de 1969, establece en su artículo 1° inciso 1)
que: “Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar
los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno
ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación
alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas
o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social”.
En consecuencia, la igualdad, en tanto derecho-principio, es uno de los
pilares del orden constitucional que permite la convivencia armónica en
sociedad. Por su parte, en tanto derecho, implica una exigencia
individualizable que cada persona puede oponer frente al Estado para que
este lo respete, proteja o tutele.3.

En ese sentido, el respeto a la igualdad de una persona es el respeto a su


dignidad, pues el ser humano es único e irrepetible, con una voluntad e
inteligencia propio e independiente y que está sujeto a determinados
deberes que debe cumplir y derechos que deben respetarse. Además, la
realización y plenitud de una persona se da en su relación y avance con sus
semejantes; es decir, que el hombre solo puede aspirar a alcanzar la
plenitud de su desarrollo si es que impulsa y colabora para que las demás
personas de su sociedad también se desarrollen íntegramente. La
discriminación de una persona, claramente, obstruye este principio y atenta
contra la dignidad de una persona. También podemos decir que tiene un
gran efecto negativo en las relaciones sociales, pues genera ambientes
incómodos y tensos, situaciones que pueden llevar a la violencia o a la
interrupción de la paz en una sociedad, y si el individuo tiene obstáculos en
el desarrollo de sus relaciones sociales, entonces también tendrá
obstáculos en la búsqueda de su desarrollo íntegro.

En definitiva, nadie puede ser diferenciado por razones de origen, raza,


sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquier otra
índole, a menos que exista una razón objetiva, razonable y conforme a la
propia Constitución Política, que la permita.

Situación de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer en


Perú, en los últimos años, y de manera general, podemos afirmar que Perú
3
ha logrado avances en cuanto a la igualdad de género y el empoderamiento
de la mujer. A pesar de estos avances en áreas como el fortalecimiento
institucional, la reducción de la mortalidad materna o el acceso a la
educación primaria, persiste la existencia de grandes brechas de género que
afectan, en mayor medida, a mujeres y niñas en situación de pobreza,
indígenas que viven en zonas rurales de la sierra o la Amazonía. Además,
los logros alcanzados son, en muchos casos, muy inestables, lo que
ocasiona que estos grupos vivan en una situación de gran vulnerabilidad. El
Estado peruano ha desarrollado un buen número de leyes y normas que
otorgan un marco jurídico sólido para avanzar en la igualdad entre hombre y
mujeres. Sin embargo, y como ocurre en otros ámbitos, existe una
disociación entre la normativa existente y la limitada capacidad para aplicar
esas leyes. De esta manera, observamos que, si bien existe una Ley Marco
para la Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres (Ley Nº 28983)
que promueve la incorporación del enfoque de género tanto en la
administración pública y todas las iniciativas, esto no ocurre con la
frecuencia que sería deseable. En el terreno presupuestario se ha logrado
uno de los avances más estratégicos que, aunque debe ser fortalecido,
posiciona a Perú como uno de los Estados de la región con mayor
compromiso con los presupuestos sensibles al género. En este sentido, y
junto con el inicio de los Presupuestos por Resultados, el Ministerio de
Economía y Finanzas ha comenzado a asignar recursos específicos para
promover la igualdad de género en las distintas políticas públicas que lleva a
cabo el Estado y que, sin duda, contribuye a una gestión más transparente y
eficaz. Es importante resaltar la realización en 2010 de la Primera Encuesta
de Uso de Tiempo (ENUT) en Perú, llevada a cabo en alianza estratégica
entre el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), el INEI, el
Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), ONU Mujeres y el
organismo de la sociedad civil Manuela Ramos.

2DA. SEMANA DEL 11JUN AL 16JUN2018


LA CONSTRUCCIÓN DE LAS MASCULINIDADES Y ROLES
La construcción de la masculinidad de un nuevo ser puede comenzar
cuando la pareja planifica un embarazo o cuando la mujer descubre que está
embarazada. Los futuros padres empiezan a imaginarse las características
que tendrá el hijo, incluyendo su sexo. Según se imaginen un niño o una
niña, los padres tendrán un comportamiento diferente que comenzaría antes
del parto, incluyendo la preparación del ajuar. Después del nacimiento, el
tratamiento diferencial continúa, con la participación de todas las personas
que se relacionan con el niño, a partir del nacimiento, el bebé de sexo
masculino ya comienza a darse cuenta de lo que se espera de él por tener
las características de sus órganos genitales. Sin embargo, no basta nacer
con un pene para transformarse en hombre, hay un camino por recorrer
hasta llegar a serlo. Los primeros años de vida son fundamentales y
responsables por las características del hombre que va a surgir. La familia, la
escuela, los medios de comunicación y la sociedad en general le enseñan
explícita e implícitamente la forma en que debe pensar, sentir y actuar como
“hombre”. Por ejemplo, no puede llorar, debe ser fuerte, no debe mostrar sus
sentimientos, no puede tener miedo, y debe ser viril. Estas enseñanzas
comienzan a afectar la forma cómo el niño se relaciona consigo mismo y con
los demás.
Al nacer, el hijo es absolutamente dependiente de su madre, figura que
ocupa el lugar preponderante de su vida, especialmente porque satisface
sus necesidades físicas, ejerciendo funciones que permiten su
supervivencia. Durante el primer año de vida existe un alejamiento entre el
niño y la figura masculina, lo que puede afectar la personalidad de ese
individuo. Esta es una primera manifestación de la influencia de los papeles
de género que atribuyen a la madre el cuidado del hijo y al padre el proveer
económicamente a la familia, sin tener responsabilidades domésticas. El fin
de la relación de dependencia con la madre es un proceso que para la
mayoría se da al final del período infantil. Junto con ocurrir esta ruptura, el
niño va asumiendo actitudes que corresponden al rol masculino. La figura
paterna tendrá una función libertadora, rompiendo el vínculo cerrado entre
madre e hijo.
En ausencia del padre otro hombre tomará su lugar (abuelo, tío, hermano
mayor), y en algunos casos la propia madre pasa a desempeñar funciones y
a adoptar actitudes que culturalmente se interpretan como masculinas. La
figura paterna se presenta como un conductor que enseña orden, disciplina y
responsabilidad. La mayor parte de las religiones también contribuye a
reforzar el poder masculino, ya que la jerarquía de todas ellas está
absolutamente dominada por hombres y las mujeres ocupan un lugar de
total subordinación. A pesar de que ha habido algunos progresos en
contadas religiones, otras resisten obstinadamente cualquier aproximación a
la igualdad de géneros.
La masculinidad posee un elemento clave que es el poder; ser hombre
significa tener y ejercer poder. El poder asociado a la masculinidad exige
poseer algunas características, tales como ganar, ordenar, lograr objetivos y
ser duro. Por otra parte, las características genéricas atribuidas al hombre,
tales como objetividad y racionalidad, le otorgan un dominio sobre la mujer.
Aplicado en un sentido amplio, poder también significa controlar
sentimientos, emociones y necesidades afectivas, para evitar la pérdida de
dominio y el control sobre los otros, y también por el temor de que le
atribuyan características femeninas, que son absolutamente rechazadas. De
este forma, la masculinidad se ha transformado en alineación, ya que implica
suprimir emociones, sentimientos y negar necesidades. El varón llega a
temer que si experimenta y demuestra sentimientos de ternura y afecto
puede transformarse nuevamente en un niño dependiente. Se siente
obligado a creer que la mujer le pertenece y que las relaciones con ella
deben ser más de poder que afectivas. De esta forma, el varón se aísla no
solo de la mujer, sino de otros hombres, por lo que raras veces desarrolla
una verdadera intimidad con personas de su mismo sexo. En la medida en
que la sociedad caracteriza al varón como una persona dura, que rechaza
los afectos, principalmente con personas de su mismo sexo, es fácil
entender que el adolescente que tiene y a quien le gustaría expresar
sentimientos de ternura comience a tener dudas sobre su masculinidad. Se
entiende que cuantos más exigentes son los atributos del macho en una
sociedad, más difícil será identificarse como tal.
La respuesta puede ser tanto una ruptura e identificación homosexual como
una conducta exageradamente machista para ocultar y disimular las dudas
sobre su propia masculinidad. Casi siempre habrá conflictos y tensiones
frente a la bisexualidad, a la cual se renuncia inconscientemente optando por
la heterosexualidad, sobre la cual se construye la masculinidad. Superadas
esas crisis de identidad, la cultura en que los hombres están inmersos le
enseñaron que la norma supone la imposibilidad de dominar sus impulsos
sexuales, sintiéndose, por lo tanto, obligados a no perder oportunidades y
creer que siempre, o casi siempre, deben ser satisfechos sexualmente. Las
conquistas amorosas, la erección del pene, la penetración, y las proezas
sexuales son símbolos de autoafirmación de la virilidad. De esta forma, la
afirmación de su identidad masculina exige del varón comportamientos
sexuales que se basan en correr riesgos y en una falta de cuidados de ellos
mismos y de sus parejas. Esta total indiferencia en relación a actitudes
preventivas, así como las relaciones sexuales irresponsables, son conductas
que favorecen las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y el embarazo
no deseado. En esta cultura patriarcal, la sexualidad erótica que está
centrada en su propio placer, es una expresión más del poder del varón, en
el cual la mujer es el objeto del deseo sexual y la proveedora de ese placer.
La masculinidad, dentro de esa construcción, se mide de acuerdo con la
exclusividad y multiplicidad de sus parejas heterosexuales. La satisfacción
está centrada en los genitales y en la penetración. Se caracteriza también
por la homofobia y el rechazo a cualquier feminización de sus conductas.
Otra función atribuida socialmente al hombre es el trabajo remunerado, lo
que constituye el centro de su respetabilidad en la sociedad. El trabajo le
permite obtener reconocimiento social y le otorga seguridad y autonomía
(Valdés & Olavarría, 1998). Por eso mismo, la pérdida del empleo genera
tensiones no solamente económicas, sino también afectivas y de identidad.
El trabajo remunerado ha pasado a ser un papel tan arraigado al varón que
la pérdida del empleo se traduce en una disminución de su masculinidad,
tanto desde la percepción del propio varón como de su mujer y de sus hijos.
Se ha descrito que los hombres que quedan sin trabajo serían más violentos
con las esposas e hijos, deprimidos y hasta más adictos al alcohol. Por otro
lado, el hombre sin trabajo también tendría dificultad para asumir las tareas
domésticas, pues encuentra que estas son propias de la mujer y, por lo
tanto, despreciables. Esto se explica, por el hecho de que no recibió una
educación en que esas tareas fueran parte de sus actividades.
La masculinidad construida a lo largo de la vida (poder y control sobre los
demás, superioridad, sexo erótico inagotable, por ejemplo), varía de acuerdo
con las características sociales, económicas y demográficas del varón, y del
ambiente en que crece y vive. Por otra parte, la masculinidad es considerada
una cualidad que así como se obtiene, se puede perder, de acuerdo con las
circunstancias y a la historia de cada individuo.
3ERA. SEMANA DEL 18JUN AL 23JUN2018.

EL ROL DE LA PNP Y EL MARCO DE PROTECCIÓN A LOS GRUPOS DE


VULNERABILIDAD.

Los miembros de la Policía Nacional del Perú, en su formación profesional y


práctica diaria, centran su atención y recursos prioritariamente en labores
preventivas, disuasivas y de represión de la actividad criminal, siendo
necesario también que se desarrollen directivas adecuadas para
garantizar la atención de quienes han visto vulnerados sus
derechos. Asimismo, existen grupos sociales que por sus características ven
limitado el ejercicio pleno de sus derechos, por lo cual es necesario también
fortalecer la actuación policial en este aspecto, orientándola a la protección
de estos grupos para evitar así las violaciones de sus derechos. En la
mayoría de los casos, los miembros de la Policía Nacional son el primer
punto de contacto de las víctimas de delitos. Este contacto inicial puede
describirse como la etapa de "primeros auxilios" de la situación de la víctima,
en la que es esencial que ésta reciba la asistencia y los cuidados
apropiados.. Es importante convencer a los efectivos policiales de dar
máxima prioridad al bienestar físico y psicológico de la víctima. El delito
cometido es irreversible, pero la asistencia oportuna a las víctimas
contribuye decisivamente a limitar las consecuencias negativas que el delito
tiene para ellas.
VÍCTIMAS
Víctimas del delito
Personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive
lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o
menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia
de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente en los
Estados Miembros de la ONU, incluida la que proscribe el abuso de poder.
Víctimas del abuso de poder
Las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños,
inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida
financiera o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como
consecuencia de acciones u omisiones que no lleguen a constituir
violaciones del derecho penal nacional, pero afectan normas internacionales
reconocidas y relativas a los derechos humanos. Considerando la calidad del
perpetrador solamente constituye abuso de poder cuando la infracción es
cometida por un funcionario del Estado en el ejercicio de sus funciones.
Trato de la Policía Nacional hacia las víctimas
Todas las personas, particularmente las víctimas de delitos y del abuso de
poder, deben recibir atención de la Policía Nacional del Perú, teniendo en
consideración lo siguiente: a. Las víctimas tienen derecho a ser tratadas con
respeto y compasión por su dignidad. Las víctimas tienen derecho a
beneficiarse de los mecanismos de la justicia y a obtener una pronta
reparación.
-Las víctimas deben ser informadas de la marcha de las actuaciones y de la
decisión de sus causas, especialmente cuando se trate de deli-tos graves y
se haya solicitado esa información.
-Las víctimas pueden necesitar asistencia para proteger su intimidad y para
garantizar su seguridad y la de sus familiares contra la intimida-ción y las
represalias. e. Las víctimas deben recibir la asistencia material,
médica, psicológica y social que sea necesaria .f.La
Policía depende de la cooperación de la víctima en el aporte de
informaciones que le permita esclarecer la comisión de un delito, en
consecuencia su relación con la víctima es muy importante.
GRUPOS VULNERABLES
De conformidad al artículo 4, numeral 2, del Reglamento de la Ley No.
30364 –Ley para Prevenir, Sancionar, y Erradicar la Violencia Contra las
Mujeres y los integrantes del Grupo Familiar; son personas en situación de
vulnerabilidad las personas que por razón de su edad, género, estado
físico o mental o por circunstancias sociales, económicas, étnicas o
culturales, se encuentren con especiales dificultades para ejercer con
plenitud sus derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico.
Menores
Los menores necesitan protección y cuidados especiales, depende de la
ayuda y asistencia de los adultos especialmente durante los primeros años
de su vida. No es suficiente otorgar a los niños los mismos derechos, las
libertades de los adultos; en algunos momentos y lugares la situación de los
niños es crítica por diferentes causas, catástrofes naturales, conflictos
armados, explotación, analfabetismo, hambruna y minusválidos. Los niños
no son capaces de luchar solos eficazmente contra tales condiciones ni de
mejorarlas. Por lo consiguiente, se reconoce que el niño necesita protección
y cuidado y cuidados especiales, incluso la debida protección legal, tanto
antes como después del nacimiento.
La Constitución Política señala en el artículo 4 que la comunidad y el Estado
protegen especialmente al niño y al adolescente; el Código del Niño y el
Adolescente reconoce sus derechos y establece los mecanismos para su
protección; asimismo, otros instrumentos internacionales protegen los
derechos del menor como la Convención sobre los Derechos del Niño. Es
preciso que los miembros de la Policía Nacional del Perú en todas sus
dependencias permanezcan atentos y adopten todas las medidas necesarias
para proteger al menor contra el abuso, maltrato físico y psicológico, contra
toda forma de explotación, contra la violencia sexual, atendiendo
rápidamente cualquier llamado de auxilio y/o denuncia que quisieran
efectuar y desarrollando una serie de medidas especiales para prevenir la
delincuencia juvenil.
Mujeres
Muchas mujeres suelen ser víctimas de violencia, lo que se refleja,
generalmente, en lo siguiente:
-En la administración de justicia, cuando son detenidas o encarceladas son
mucho más vulnerables que los hombres a las agresiones, especialmente a
las formas de abusos sexuales.
-La mayoría de las personas refugiadas y desplazadas en el mundo son
mujeres. No son atendidas en sus denuncias por violencia familiar. Los
aspectos relacionados al arresto, registro y detención de la mujer están
considerados en el capítulo sobre detención.
Personas adultas mayores
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera
personas mayores a aquellas que tienen 60 o más años, criterio que ha sido
consignado en el documento: "Lineamientos de política para las personas
adultas mayores", aprobado por Decreto SupremoN°010-2000-
PROMUDEH, y en el Plan Nacional para las
Personas Adultas Mayores 2002-2006, aprobado por Decreto Supremo N°0
05-2002-PROMUDEH. La policía deberá tratar a estas personas con
especial cuidado en función a su edad.
Personas con discapacidad (habilidades diferentes)
Las personas con alguna clase de discapacidad (habilidades diferentes)
deben gozar de sus derechos sin discriminación de ningún tipo. Los
miembros de la Policía Nacional deben tratar a estas personas con dignidad
y promover en la sociedad el respeto de sus derechos humanos. La Ley
General de la Persona con Discapacidad, Ley N°27050,establece el
régimen legal de protección, atención a la seguridad social y prevención,
para que estas personas alcancen su desarrollo e integración social,
económica y cultural, conforme a lo previsto en el artículo 7 de la
Constitución Política del Estado.
La Policía Nacional deberá adecuar progresivamente sus instalaciones a fin
de que las personas con discapacidad tengan fácil acceso a sus áreas y
ambientes con señalizaciones y corredores de circulación apropiados.
Comunidades nativas, campesinas y étnicas
Los pueblos indígenas son potencialmente más indefensos social, política,
económica y jurídicamente.
La Constitución Política del Perú establece que las comunidades
campesinas y las nativas tienen existencia legal y son personas jurídicas.
Son autónomas en su organización, en el trabajo comunal y en el uso y la
libre disposición de sus tierras, así como en lo económico y administrativo,
dentro del marco que la ley establece. La propiedad de sus tierras es
imprescriptible, salvo en el caso de abandono. El Estado debe promover el
respeto de la identidad cultural de las comunidades campesinas y nativas.
Para promover los derechos de las poblaciones indígenas en el mundo, la
Organización de las Naciones Unidas ha redactado la Declaración sobre los
Derechos de las Poblaciones Indígenas.
En nuestro país, las comunidades nativas y campesinas constituyen grupos
de familias que por razones de ubicación geográfica, vínculos familiares o
culturales radican mayoritariamente en la sierra y selva peruanas. La
configuración geográfica de los terrenos que ocupan y su difícil acceso los
convierte en círculos cerrados a la influencia cultural externa, manteniendo
tradiciones y valores propios.
La Policía Nacional por su condición de institución tutelar del Estado y por su
presencia física en todos los lugares de la patria, tiene acceso y contacto
con poblaciones indígenas y comunidades campesinas, siendo su función
principal en relación con ellas, respetar sus derechos individuales y
colectivos. Asimismo, deberá reconocer y proteger sus valores y costumbres
sociales, culturales, religiosas y espirituales.
Lesbianas, gays, travestis y bisexuales
Son grupos de personas que debido a su orientación sexual pueden ser
discriminados en diversos ámbitos de nuestra sociedad, como el laboral,
político, cultural y hasta el familiar. A estos actos de discriminación no han
sido ajenos algunos efectivos policiales, quienes muchas veces han
perseguido y maltratado a estas personas si motivación alguna,
menoscabando su dignidad como seres humanos. La policía deberá tratar a
estas personas con el mismo respeto que cualquier otro ciudadano. Por lo
tanto, el personal policial debe tener siempre presente los siguientes
aspectos, entre otros: –Evitar todo acto discriminatorio o vejatorio. –No
permitir la agresión sexual. –Garantizar el ingreso o permanencia en lugar
público o abierto al público. –Garantizar y reconocer el derecho a la libre
expresión, asociación y reunión.
Personas que viven con VIH/SIDA
La Organización de las Naciones Unidas mantiene la prioridad de que las
personas con VIH/SIDA cuenten con el pleno respeto a sus
derechos humanos, especialmente que se cuiden en lo relativo al acceso
equitativo a servicios de salud, maternidad y planificación familiar. La
discriminación a los individuos con VIH/SIDA es un problema que también
deteriora la prevención del SIDA y pone en peli- gro a la comunidad.
La Policía deberá tratar a estas personas con el mismo respeto que a
cualquier otro ciudadano y brindar una atención especial a su salud,
principalmente cuando son detenidos en locales policiales o recluidos en
instalaciones penitenciarias. Asimismo, no se debe hacer mención a esta
situación de salud de la persona, salvo en los casos previstos por ley.
Trabajadoras y servidores sexuales
La legislación peruana sanciona tan sólo penalmente las actividades de
proxenetismo, es decir, a las personas que obtienen beneficios dela
profesión mediante el control de una o varias trabajadoras o servidores, en
particular en casos que comprometan a niñas y niños. La prostitución afecta
la dignidad humana, desde que se comercializan favores sexuales a
cambio de dinero. Asimismo, las trabajadoras y los servidores sexuales
están generalmente expuestos a maltratos, discriminación y abuso. Los
efectivos policiales deben atender esta problemática de manera integral,
buscando principalmente la dignificación de la persona y luchando contra su
explotación, garantizando su protección y auxilio en forma permanente.
Desplazados internos
Son las personas o grupo de personas forzadas u obligadas a escapar o huir
de su hogar o de su lugar de residencia habitual, particularmente como
resultado o para evitar los efectos de un conflicto arma-do, de situaciones de
violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos, y que no
han cruzado una frontera estatal inter-nacionalmente reconocida.
En el Perú, los desplazados internos han formado un cerco de pobreza
alrededor de las principales ciudades, conformando asentamientos humanos
que carecen de todo servicio básico y sufriendo principalmente
discriminación y abandono. La Policía constituye el púnico enlace hacia la
acción del Estado para proteger sus derechos humanos.
4TA. SEMANA DEL 25JUN AL 30JUN2018.
VIOLENCIA DE GÉNERO

MARCO CONCEPTUAL DE LA VIOLENCIA BASADA EN GÉNERO.

La violencia impregna toda la realidad social. La pobreza y la miseria, el


hambre y la enfermedad, la fuerte desigualdad en la distribución del ingreso
y la discriminación en sus múltiples formas (racial, de clase, de edad, por la
orientación sexual, por la nacionalidad y por la pertenencia étnica) son
expresiones de la violencia estructural presente en la sociedad actual. La
violencia contra las mujeres, dolorosamente presente y actual, se cruza con
esas y otras violencias, las ensombrece y complica.
La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra la mujer, reconoce que esta violencia es “una manifestación
de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y
hombres”; y la define como “cualquier acción o conducta basada en su
género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a
la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.
Esta definición abarca una amplia gama de actos dañinos dirigidos a las
mujeres y utiliza el término “basada en género” para enfatizar que gran parte
de esta violencia tiene sus orígenes en un orden social que discrimina a las
mujeres por el hecho de ser mujeres y desvaloriza lo femenino,
construyendo desigualdades sociales entre hombres y mujeres.
En nuestro país, tal como lo indican las cifras oficiales y lo señala el Plan
Nacional contra la Violencia hacia la Mujer 2009-2015, los principales actos
dañinos infligidos contra las mujeres son la violencia familiar, el feminicidio,
las violaciones sexuales, la trata, el hostigamiento sexual, la violencia por
prejuicio, entre otras. Las cifras nacionales, revelan una situación bastante
grave, incluso si la comparamos con el resto del mundo.
No cabe duda que la violencia basada en género está dirigida principalmente
a las mujeres, pues las afecta de manera desproporcionada o exclusiva. No
obstante, si también consideramos como violencia basada en género a todo
acto dirigido contra cualquier persona que pretende confrontar el sistema de
género, con el fin de encauzarla y someterla a tal sistema, el problema se
amplía. Así, la violencia basada en género puede referirse a una amplia
gama de situaciones que van desde la violencia conyugal y otras formas de
violencia que se dan en la intimidad del espacio familiar, hasta llegar hasta la
violencia homofóbica y su efecto más perverso, el denominado “crimen de
odio” contra personas lesbianas, gays, bisexuales, trans o de ser el caso,
intersex
Las consecuencias de la violencia basada en género son variadas y de larga
duración y tienen serias repercusiones en el proceso de desarrollo de los
países. Este tipo de violencia es causa importante de morbilidad cuando no
de muerte, y además se debe tener en cuenta su carácter acumulativo, que
no se ciñe a la persona afectada, sino que tiene consecuencias
intergeneracionales y genera costos institucionales, además de los costos
humanos que ya son conocidos, entre los cuales cabe mencionar los que
devienen de la pérdida de productividad y el ausentismo laboral.
La gravedad y la prevalencia de estas conductas de violencia requieren
redoblar esfuerzos para dar avances hacia su disminución y su completa
erradicación. Al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, como
órgano rector en los temas de igualdad de género y violencia, le corresponde
ser el principal impulsor de las políticas públicas dirigidas a enfrentar a la
violencia basada en género. Este documento tiene la finalidad de aportar a la
clara comprensión del problema y ofrece un marco para unificar conceptos
para aportar así a la consolidación de las políticas públicas
correspondientes.
VIOLENCIA
La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer define la violencia contra la mujer como
cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte,
daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, tanto en el ámbito
público como en el privado. Dicha convención agrega además que se
entenderá que la violencia contra la mujer incluye la violencia física,
sexual y psicológica:
Que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra
relación; a) interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya
compartido el mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros,
violación, maltrato y abuso sexual; b) Que tenga lugar en la comunidad y sea
perpetrada por cualquier persona y que comprende, entre otros, violación,
abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro y
acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en instituciones educativas,
establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y c) Que sea perpetrada o
tolerada por el Estado, dondequiera que ocurra (artículos 1 y 2).
A partir de esta definición, se tiende a identificar violencia contra la mujer
con violencia de género, cuando en realidad no son sinónimos y más bien
la violencia contra la mujer está incluida en la violencia de género, que
además incluye, entre otros, a la violencia por prejuicio, como se verá más
adelante.

Se requiere previamente tener una comprensión clara del fenómeno de la


violencia desde su manifestación más general en la sociedad, para entender
cómo se inserta allí la violencia basada en género, delineando sus
mecanismos y sus causas, aportando definiciones sobre conceptos clave y
sentando posición respecto de cómo se está entendiendo el tema desde una
perspectiva de género.
5TA. SEMANA DEL 02JUL AL 07JUL2018

PROCEDIMIENTOS OPERATIVOS POLICIALES EN EL MARCO DE LA


LEY No. 30364 Y SU REGLAMENTO D.S No. 009-2016-MIMP.

A. CONOCIMIENTO DE HECHOS DE VIOLENCIA, ACCIONES INMEDIATAS,


INVESTIGACIÓN Y ELABORACIÓN DEL ATESTADO.
1. CONOCIMIENTO DE LOS HECHOS Y DENUNCIA POLICIAL
2. DE LAS ACCIONES INMEDIATAS
3. LA INVESTIGACIÓN
4. LA ELABORACIÓN DEL ATESTADO

B. CASO DE FLAGRANCIA O PELIGRO DE PERPETRACIÓN DE LOS HECHOS


1. INTERVENCIÓN Y ACCIONES INMEDIATAS
2. EL ATESTADO O INFORME POLICIAL
C. DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS
ANEXO 1: DIRECTORIO DE LAS COMISARÍAS A NIVEL NACIONAL
ANEXO 2: FICHAS DE VALORACIÓN DE RIESGO

DESARROLLO:
A. CONOCIMIENTO DE HECHOS DE VIOLENCIA, ACCIONES INMEDIATAS,
INVESTIGACIÓN Y ELABORACIÓN DEL ATESTADO O INFORME.
1. CONOCIMIENTO DE LOS HECHOS Y DENUNCIA POLICIAL
a. Conocido los hechos de violencia por el personal policial de
servicio de calle, deberán reportarlos de forma inmediata al
personal de la Comisaría de la jurisdicción policial correspondiente
a través del Parte de Ocurrencia.
b. El personal policial que como consecuencia de un pedido de
constancia de retiro forzoso o voluntario del hogar, advierta que el
caso deviene de un hecho de violencia contra la mujer o
integrantes del grupo familiar, procederá de inmediato a registrarla
como denuncia.
c. El personal policial que como consecuencia de un pedido de
constatación por abandono del hogar, advierta que el caso deviene
de un hecho de violencia contra la mujer o integrantes del grupo
familiar, procederá de inmediato a registrarla como denuncia.
d. El personal policial que reciba una denuncia debe identificarse ante
la usuaria o usuario con su grado y nombres completos, por lo que
debe tener en el escritorio de manera visible su rótulo de
identificación.
e. El personal policial, independientemente de la especialidad, está
obligado a recibir, registrar y tramitar de inmediato las denuncias
verbales o escritas de actos de violencia contra la mujer y los
integrantes del grupo familiar que presente la víctima o cualquier
otra persona en su representación. En el caso de las víctimas no es
necesario presentar el Documento Nacional de Identidad (DNI) o
carnet de extranjería.
En caso, el hecho denunciado corresponda a otra jurisdicción
policial, obligatoriamente la denuncia será recibida, registrada y
derivada de inmediato con los actuados preliminares a la
jurisdicción policial correspondiente, previa comunicación al Juez
de Familia del lugar o los que cumplan sus funciones y al Fiscal
Penal de constituir delito. Está prohibido referir al denunciante a
otra dependencia bajo responsabilidad1.
Las niñas, niños o adolescentes podrán denunciar actos de
violencia en su agravio o de otras personas sin la presencia de una
persona adulta. En esta circunstancia el personal policial garantiza
su seguridad hasta que se dicte la medida de protección.
f. Lo señalado en el artículo anterior deberá ser ejecutado,
cumpliendo con todas las diligencias de ley considerando que todo
el procedimiento policial debe estar enmarcado dentro del plazo de
24 horas de recepcionada la denuncia.
g. Para recibir y registrar la denuncia es suficiente lo manifestado por
quien requiere la intervención policial, no siendo necesaria la
presentación de resultados de exámenes físicos, psicológicos,
pericias de cualquier naturaleza, o que la víctima muestre huellas
visibles de violencia.
Si la víctima cuenta con documentos que sirvan como medios
probatorios, estos se recibirán e incluirán en el Atestado o Informe,
que será enviado al Juzgado de Familia o su equivalente. Para tal
fin se tendrá en cuenta la precisión que formaliza el artículo 132 del
Reglamento de la ley.

h. El personal policial tiene la obligación de registrar la denuncia de


manera inmediata en el aplicativo respectivo del Sistema de
Denuncia Policial (SIDPOL) y, en ausencia de éste, en el libro de
denuncias; el registro de la denuncia debe ser previo a la solicitud
del examen pericial.
Si de la denuncia de violencia se desprende una situación de
abandono de una niña, niño o adolescente se comunica de
inmediato al Juzgado de Familia o al que haga sus veces, al Fiscal
de Familia o su equivalente y a la Unidad de Investigación Tutelar
del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables para que
actúen de acuerdo a sus atribuciones.
Si la denuncia de violencia involucra como agraviados o agresores
a niñas, niños o adolescentes, se comunica a la Fiscalía de Familia
conforme al artículo 14.33 del Reglamento.
Si la denuncia de violencia que se registra implica un presunto
delito, el personal policial comunica de inmediato el hecho a la
Fiscalía Provincial Penal conforme al artículo 14.24 del
Reglamento.
Recibida la denuncia, el personal policial de la Sección Familia de
cada Comisaria debe poner en conocimiento de inmediato al
Juzgado
de Familia o al que cumpla dicha función para el otorgamiento de
las medidas de protección u otras que correspondan, remitiendo el
atestado o informe dentro de las 24 horas de conocido el hecho,
conforme se regula en los artículos 145, 216 y 237 del Reglamento.
La denuncia debe contener además de los datos que exige el
Sistema de Denuncia Policial (SIDPOL) lo siguiente:
1). Nombres y apellidos completos de la víctima, nombres y
apellidos completos o datos de identificación de la persona
denunciada,de ser el caso el alias, domicilio, teléfono fijo o móvil,
correo electrónico de la víctima, del agresor y de un familiar de la
víctima si lo tuviera.
2). Relación de la víctima con la persona denunciada.
3). Croquis domiciliario de la víctima y de la persona denunciada.
i. Las Comisarías deben destinar un ambiente que garantice la
confidencialidad y privacidad a las personas que acudan a interponer
las denuncias.
2. DE LAS ACCIONES INMEDIATAS
a. Informar al denunciante sobre los derechos que le asisten, de contar
con defensa legal gratuita del Estado, y los servicios gratuitos
públicos y privados a los que puede acudir, levantando el acta
correspondiente. Adicionalmente, se informará a la víctima que se
llenará la Ficha de Valoración de Riesgo, para ser remitida al
Juzgado de Familia o su equivalente.

Cada Comisaría publicará en un lugar visible el directorio de los


servicios públicos que se ofrecen en su jurisdicción, bajo
responsabilidad.
b. Si la víctima requiere atención médica será conducida a una
institución de salud, de lo cual se dejará constancia en el Parte de
Ocurrencia respectivo anotando sus generales de ley y los datos del
médico tratante, dando cuenta al Juzgado de Familia para las
acciones de su competencia.
c. Emitir el citatorio a las o los denunciados, procediendo de acuerdo a
lo establecido por el Manual de Procedimientos Policiales. En ningún
caso el citatorio puede ser encomendado a la víctima, bajo
responsabilidad.
d. El personal policial debe constituirse al lugar de los hechos a fin de
perennizar la escena, tomando todas las precauciones para el
resguardo y protección del lugar y las evidencias, lo que dejará
constancia en el Acta respectiva; de ser necesaria una mayor
evaluación de la escena de los hechos convocará a la DIRCRI u
OFICRI según corresponda
3. LA INVESTIGACIÓN
a. La Policía Nacional debe gestionar la obtención de las pruebas sobre
los hechos de violencia, entre otras:
1). Certificado médico legal;
2). Informe o peritaje psicológico de la víctima (persona que presenta
daño psíquico o sufrimiento psicológico atribuidos a actos de
violencia); para lo que tendrá en cuenta lo establecido en el artículo
13 del Reglamento de la Ley.
3). El examen o pericia de dosaje etílico, ectoscópico, toxicológico y
otros, de acuerdo a la circunstancia;
4). Informe de la Institución de Salud sobre la atención de
emergencia (si lo hubiera);
5). Informes de instituciones públicas o privadas sobre hechos de
violencia;
6). Manifestación o declaración de testigos;
7). Las denuncias previas que registre el denunciado en el SIDPOL,
los antecedentes policiales y posibles requisitorias así como los
registros en perjuicio de la agraviada;
8). Audios, videos, vistas fotográficas o copias impresas de
mensajes electrónicos u otros, que evidencien la violencia de que es
objeto la víctima;
9). Pruebas de incumplimiento de obligaciones alimentarias u otros;
10). Obtener de la base de datos del RENIEC, las hojas o fichas de
consulta, que corroboren la identidad de la víctima y del agresor;
11). Declaración de la persona denunciante y de la víctima (si no es
la misma denunciante);
12). Realizar la Inspección Técnica Policial, levantar el Acta y
elaborar el Informe correspondiente.
b. Solicitar a la Superintendencia Nacional de Control de Servicio de
Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil
(SUCAMEC), si el agresor(a) cuenta o no con Licencia vigente para
portar armas de fuego.
c. En caso de encontrar un arma de fuego o similar, en el lugar de los
hechos, que ponga en riesgo la vida o integridad física de la víctima,
se procederá al levantamiento e incautación mediante acta para su
remisión al laboratorio de criminalística de la PNP para su análisis y
posterior internamiento en la SUCAMEC.
En caso de ser miembros de la Policía Nacional del Perú o de las
Fuerzas Armadas, se procede a la incautación para los exámenes
correspondientes, poniendo el arma a disposición de la Institución a
la que pertenece el denunciado (a).
d. Para la recepción de las manifestaciones o declaraciones que
brinden las personas adultas se aplicará lo dispuesto en el Manual
de Procedimientos Policiales.
e. En las referencias de niñas, niños y adolescentes, la Policía
Nacional del Perú procederá a informar a la Fiscalía de Familia o su
equivalente para que se actúe con arreglo a lo establecido en el
artículo 144 inciso b8 del Código de los Niños y Adolescentes.
f. Cuando la víctima o testigo requiere de intérprete, traductor o
traductora o persona que facilite la comunicación con la autoridad, el
personal policial gestiona y coordina su participación, registra sus
generales de ley e identifica su relación con la víctima y con la
persona denunciada.
g. Al recibir la declaración de la víctima debe evitarse toda referencia a
su vida íntima, conducta, apariencia, relaciones, orientación sexual,
identidad sexual y otros, sin emitir juicio de valor alguno o prejuicios
de género, debiendo tener en cuenta los enfoques previstos en la
Ley Nº 30364 (Enfoque de género, integralidad, interculturalidad,
Derechos Humanos, interseccionalidad y generacional).
h. Bajo responsabilidad funcional, los antecedentes, documentación y
todo medio de prueba, correspondiente a los procesos de violencia
deben mantenerse en reserva.
i. El personal policial está prohibido de realizar la confrontación del
agresor con la víctima, como también propiciar o realizar cualquier
acto conciliatorio, transacción o acuerdo extrajudicial.
La reconstrucción de los hechos se practicará sin la presencia de la
víctima, salvo que sea mayor de 14 años de edad y lo solicite.
j. Citado el denunciado (a), su no concurrencia no impide que se envíen
los actuados al Juzgado de Familia o su equivalente dentro de las 24
horas de denunciado el hecho
4. LA ELABORACIÓN DEL ATESTADO POLICIAL O INFORME
a. El atestado policial o informe en el estado como se encuentra, debe
ser remitido dentro de las 24 horas al Juzgado de Familia o su
equivalente para las acciones de su competencia.
b. El atestado policial o informe debe contener los documentos que han
sido proporcionados por la o él denunciante u obtenidos por la
instructora o el instructor policial para el pronunciamiento de las
medidas de protección u otras que garanticen el bienestar de las
víctimas, conforme se regula en el artículo 249 del Reglamento
c. El atestado policial o informe debe contener la Ficha de Valoración de
Riesgo, la misma que será llenada por la instructora o instructor,
conforme a lo establecido en el “Instructivo de las Fichas de
Valoración de Riesgo” aprobado en el Reglamento de la Ley N°30364.
d. El atestado policial o informe que se remita al Juzgado de Familia o
su equivalente que dé cuenta de una denuncia formulada por
presunto delito, bajo responsabilidad funcional, deberá identificar la
Fiscalía Penal a la que se comunicaron los hechos conforme al
artículo 2310 del Reglamento.
B. EN CASO DE FLAGRANCIA O PELIGRO INMINENTE DE
PERPETRACIÓN DE LOS HECHOS
1. INTERVENCIÓN Y ACCIONES INMEDIATAS
a. El personal policial debe constituirse de inmediato al lugar de los
hechos, tomando todas las precauciones para el resguardo y
protección de la víctima, de la escena, indicios y evidencias, lo que
dejará constancia en acta.
b. En caso de flagrante delito, el interviniente procede a la inmediata
detención del agresor (a), incluso, allanando su domicilio o el lugar
donde estén ocurriendo los hechos.
c. En caso que la víctima y el intervenido (a) presenten lesiones deben
ser conducidos al nosocomio más cercano para su atención
inmediata.
d. El responsable de la investigación policial debe comunicar de
inmediato, por cualquier medio (escrito, correo electrónico, u otro) de
la detención a la Fiscalía Penal y Juzgado de Familia o su
equivalente respectivamente, para las acciones de su competencia.
Asimismo realizará las siguientes diligencias:
1) Obtener el diagnóstico del nosocomio donde fue atendida la
víctima. 2) Determinar el medio empleado para causar las
lesiones.
3) Remitir al laboratorio de criminalística la ropa, instrumento
empleado, así como otros indicios y/o evidencias hallados durante
las inspecciones policiales, para el estudio pertinente y la obtención
del dictamen pericial.
4) En caso sea posible, ubicar el instrumento del delito y fotografiarlo
en el lugar en que se encuentre. Antes de recogerlo, levantar el
croquis y emitir el acta respectiva. 5) Comunicar a la Unidad
especializada los casos establecidos en las disposiciones legales e
institucionales.
2. EL ATESTADO POLICIAL O INFORME
El atestado policial o Informe deberá contener la siguiente
información: a. Hora de la intervención;
b. Lugar donde se suscitaron los hechos;
c. Nombre del intervenido (a);
d. Circunstancias de la detención;
e. Datos de la víctima;
f. Recojo de evidencias, protección y cadena de custodia, con las
actas correspondientes;
g. Ficha de Valoración de Riesgo.
3. EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN
La Policía Nacional del Perú es la entidad responsable de la
ejecución de las medidas de protección relacionadas con la
seguridad personal de la víctima, conforme a sus competencias, por
lo que da cuenta de manera inmediata y periódica, bajo
responsabilidad, sobre la ejecución de las medidas dictadas por el
Juzgado de Familia o su equivalente.
Las medidas de protección que pueden ser dictadas por el Juzgado
de Familia son las siguientes:  Retiro del agresor (a). Para tal
efecto se procederá a solicitar la presencia del representante del
juzgado de Familia, para su participación y ejecución de dicha
medida de protección. Debiendo el efectivo policial, al término de la
misma formular la documentación respectiva de la diligencia
realizada.  Impedimento de acercamiento o proximidad a la víctima
en cualquier forma, a la distancia que la autoridad judicial determine.
 Prohibición de acceso a lugares de trabajo o estudio de la víctima
u otro lugar que ésta frecuenta o de acercarse a una distancia de
300 metros.  Prohibición de comunicación con la víctima vía
epistolar, telefónica, electrónica, vía chat, redes sociales, red
institucional, intranet u otras redes o formas de comunicación 
Prohibición del derecho de tenencia y porte de armas para el
agresor, debiéndose notificar a la Superintendencia Nacional de
Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos
de Uso Civil para que procedan a dejar sin efecto la licencia de
posesión y uso, y para que se incauten las armas que están en
posesión de personas respecto de las cuales se haya dictado la
medida de protección. Inventario sobre sus bienes. Prohibición de
disponer, enajenar, otorgar en prenda o hipoteca o cambiar de
titularidad de los bienes muebles o inmuebles comunes. 
Prohibición a la persona agresora de trasladar niños, niñas o
personas en situación de cuidado del grupo familiar.

Cualquier otra medida de protección requerida para la protección de


la integridad y la vida de las víctimas o sus familiares.
4. REGISTRO DE LA MEDIDA DE PROTECCIÓN
La Policía Nacional del Perú, a través de su sistema informático,
incorpora el “Registro de Víctimas y Agresores” a nivel nacional de la
ejecución de las medidas de protección cuyo cumplimiento esté a su
cargo y brinda información al Observatorio Nacional de la Violencia
contra la Mujer e Integrantes del Grupo Familiar a cargo del
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.
Cada Comisaría contará con el “Registro de Víctimas con Medidas
de Protección” para su seguimiento, el que contiene como mínimo la
siguiente información:
a. Nombres y apellidos, Documento Nacional de Identidad o Carnet
de Extranjería, dirección, correo electrónico y teléfonos de la
persona agraviada.
b. Datos de la persona procesada.
c. Números de integrantes de la familia
d. Datos del juzgado que otorgó las medidas.
e. Medida de protección
f. Nivel de ejecución de las medidas.
g. Tipos de violencia.
h. Tiempo de aplicación de la medida
i. Otra información que se considere necesaria.

5. ACCIONES POLICIALES PARA LA EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS


DE PROTECCIÓN
El personal policial que conozca de una medida de protección
aplicará el siguiente procedimiento:
a. Mantendrá actualizado el Mapa Gráfico y Georeferencial de
Medidas de Protección con la información que remitirá el Juzgado de
familia o su equivalente dictada a favor de la víctima.
b. Establecerá un canal de comunicación proporcionándoles los
números telefónicos de la Comisaría de la jurisdicción donde domicilia
la víctima a fin que esta o sus familiares se comuniquen en caso se
encuentre en peligro inminente. Para esta función el personal policial
puede coordinar con los servicios de Serenazgo para una respuesta
oportuna.
c. Conocida una medida de protección remitida por el Juzgado de
Familia o su equivalente debe registrarse los datos de la víctima en el
“Registro de Víctimas con Medidas de Protección”.
d. Si una víctima acude a la Comisaría portando una medida de
protección dictada a su favor el personal debe comunicarse con el
Juzgado de Familia o su equivalente a fin de corroborar la medida e
incluirla en el “Registro de Víctimas con Medidas de Protección”.
e. Elaborará un plan, ejecuta la medida, da cuenta al Juzgado que
dispuso la medida de protección y realiza labores de seguimiento
sobre la misma.
f. Informará a la persona procesada de la existencia de las medidas
de protección y lo que corresponda para su estricto cumplimiento.
g. Establecerá un servicio de ronda inopinada, realizando visitas a la
víctima a fin de verificar su situación elaborando el parte de
ocurrencia según el caso.
h. Si las víctimas, comunican algún tipo de lesión, actos de violencia e
incumplimiento de las medidas de protección, se le presta auxilio
inmediato, comunicando el hecho al Juzgado de Familia que dictó la
medida.
i. Durante el cumplimiento de la medida de protección comunicará al
Juzgado de Familia o su equivalente mediante el documento
respectivo, las acciones desarrolladas y/o las ocurrencias suscitadas
en la ejecución de la misma.La ejecución de la medida de protección
culmina cuando el Juzgado de Familia o su equivalente comunican la
conclusión del proceso de protección.
C. DEL ACCIONAR POLICIAL EN LAS ZONAS RURALES
Donde no existan Juzgados de Familia o Juzgados de Paz Letrado con
competencia delegada, los Juzgados de Paz asumen competencia en
casos de denuncias de violencia contra la mujer y grupo familiar conforme
al artículo 6511 del Reglamento, en tal sentido corresponde a la Policía
Nacional del Perú cumplir con las medidas de protección relacionados a la
seguridad personal de la víctima
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS
Responsabilidad funcional: Quien omite, rehúsa o retarda algún acto a su
cargo en los procesos originados por hechos que constituyen actos de
violencia contra la mujer o los integrantes del grupo familiar comete delito
previsto y sancionado en los artículos 377 o 378 del Código Penal, según
corresponda, conforme al artículo 21 de la Ley Nro. 30364
La Dirección Ejecutiva de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional del
Perú es el órgano técnico especializado en los casos de violencia contra
la mujer y los integrantes del grupo familiar. Además cumplirá las
siguientes acciones y medidas:
1. Responsable de la organización, especialización y evaluación del
desempeño de las Comisarías de Familia y de las Secciones de Familia
de las Comisarías a nivel nacional.
2. Supervisará y garantizará los servicios de Comisarias y áreas
competentes, asimismo la permanencia del personal especializado y
sensibilizado, debiendo emitir las medidas técnico normativas para su
cumplimiento.
3. Elaborará formularios o documentos tipo, para facilitar las denuncias y
regular los procedimientos.
4. Elaborará cartillas y otros instrumentos de difusión masiva para la
atención adecuada de las víctimas; debiendo coordinar con la Dirección
de Comunicaciones e Imagen Institucional (DIRCIMA) y la Dirección
Ejecutiva de Educación y Doctrina (DIREED).
5. Implementará el Sistema de Registro de casos de violencia contra la
mujer y los integrantes del grupo familiar denominado “Registro de
víctimas y agresores” consignando los datos de la víctima y del agresor, la
tipificación, las causas y consecuencias de la violencia, medidas de
protección personal, protección social y/o cautelares, vigencia de las
mismas, para ello las Unidades Policiales deberán reportarlas bajo
responsabilidad; para su implementación se realizará la coordinación con
la Dirección Ejecutiva de Tecnología de la Información y Comunicaciones
(DIRETICE) .
6. Coordinará con la Dirección Ejecutiva de Tecnología de la Información y
Comunicaciones (DIRETICE), a fin de establecer los parámetros para la
elaboración del Mapa Gráfico y Georeferencial de las víctimas, que
cuentan con medidas de protección en cada jurisdicción policial.
6TA. SEMANA DEL 09JUL AL 14JUL2018
VALORACIÓN DEL DAÑO
El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses ente rector de la medicina
legal en el Perú, tiene por misión brindar consultoría técnica especializada,
pericial y científica que requieran la función policial, fiscal, judicial y otros que
colaboren con la Administración de Justicia.
Entre sus funciones están las de emitir dictamen pericial científico y técnico
especializado en contribución a la administración de justicia. En este marco
promovió la elaboración de un instrumento especializado para valorar el
daño de las víctimas de violencia con lo que el Estado peruano responde
también a las recomendaciones planteadas en esta materia por la
Defensoría del Pueblo y por instancias internacionales de protección de los
derechos humanos.
El Estado peruano tiene la obligación de garantizar los derechos humanos a
todas las personas, esto quiere decir que, además, debe promoverlos y
prever los mecanismos para su cabal ejercicio. La omisión o inacción
respecto de alguno de estos componentes, así como la falta de una
actuación con la debida diligencia para prevenir, investigar, sancionar y
reparar la violencia, en especial los casos de violencia contra las mujeres,
coloca al Estado en situación de incumplimiento, pasible de acciones a nivel
nacional e internacional.
El Estado peruano ha ratificado diversos instrumentos internacionales que
contemplan importantes mecanismos de protección frente a la violencia. Así,
tenemos los artículos 1 y 2 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos que contienen un núcleo inderogable de principios fundados en el
respeto a la dignidad e igualdad de todo ser humano. De otro lado, el artículo
8 establece que: "Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los
tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen
sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución o por la ley".
Los artículos 2 y 3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Politicos2 contemplan el derecho a la igualdad y la prohibición de
discriminación. Asimismo, el artículo 7 señala que: "Nadie será sometido a
torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes ( ... )". Por su
parte, el artículo 2 inciso al establecer que "Cada uno de los Estados Parte
en el presente Pacto se compromete a garantizar que toda persona cuyos
derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados
pueda interponer un recurso efectivo".
La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación
contra la Mujer, establece una definición de discriminación que incluye la
violencia basada en el sexo, es decir, la violencia dirigida contra la mujer
porque es mujer o que la afecta en forma desproporcionada Esto "incluye
actos que infligen daños o sufrimientos de índole física, mental o sexual,
amenazas de cometer esos actos, coacción y otras formas de privación de la
libertad", En el artículo 2-b, se establece que los Estados Parte "se
comprometen a tomar diversas medidas, que incluyen la adopción de
medidas adecuadas, legislativas y de otro carácter, con las sanciones
correspondientes, que prohíban toda discriminación contra la mujer". En este
sentido, se deben implementar "medidas jurídicas eficaces, como sanciones
penales, recursos civiles e indemnización para protegerlas contra todo tipo
de violencia ( ... )". La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes, en su artículo 10 inciso 1) define a la
tortura como "todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una
persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin
de obtener de ella o de un tercero, información o una confesión, de
castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o
de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón
basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o
sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el
ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o
aquiescencia". Desde el Derecho Penal Internacional se han dado
importantes avances. En el Estatuto de la Corte Penal internacional, se
consagra que en determinadas circunstancias la violencia sexual (violación,
esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización
forzada u otros abusos de sexuales), puede constituir crímenes de lesa
humanidad y de guerra".
En el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, la Convención
Americana de Derechos Humanos 10 establece en el artículo 10 que "los
Estados Parte se comprometen a respetar los derechos y libertades
reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona
que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna (",)". El articulo
5.1 señala que "toda persona tiene derecho a que se respete su integridad
física, psíquica y moral" y el artículo 25.1 que "toda persona tiene derecho a
un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los
jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus
derechos fundamentales".
Asimismo, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia Contra la Mujer "Convención de Belém do Pará"l1,
establece en el artículo 1, que la violencia contra la mujer es "cualquier
acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público
como en el privado".
El artículo 2, desarrolla los tipos y escenarios de la violencia contra la mujer.
Así se precisa que esta incluye la violencia fisica, sexual y psicológica que
puede perpetrarse dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier
otra relación interpersonal, en la comunidad y sea perpetrada por cualquier
persona o cuando es perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes,
dondequiera que ocurra.
En el artículo 7 inciso b, se establece que los Estados Parte deben adoptar,
por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a
prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia; comprometiéndose a: b.
actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la
violencia contra la mujer; g. establecer los mecanismos judiciales y
administrativos necesarios para asegurar que la mujer objeto de violencia
tenga acceso efectivo a resarcimiento, reparación del daño u otros medios
de compensación justos y eficaces. El deber de los Estados de proveer
recursos judiciales no se limita a ponerlos formalmente a disposición de las
víctimas, sino que tales recursos deben ser idóneos para remediar las
violaciones de derechos humanos denunciadas 12 En dicho marco, los
Estados tienen el deber de cumplir con cuatro obligaciones: la prevención, la
investigación, la sanción y la reparación de las violaciones de los derechos
humanos y evitar la impunidad.
En algunos casos emblemáticos que han sido llevados al Sistema
Interamericano de Derechos Humanos, se ha establecido que en
determinadas circunstancias la violación sexual puede constituir tortura. Así,
tenemos el caso Raquel Mejía (Perú), donde se mencionó que el derecho
internacional vigente establece que los abusos sexuales cometidos por
miembros de las fuerzas de seguridad, sea como resultado de una práctica
concebida desde el Estado o como resultado de la omisión de éste de
prevenir la consumación de este crimen, constituyen una violación a los
derechos humanos de las víctimas, particularmente su derecho a la
integridad física y mental. Para la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, las violaciones sexuales de las que fue objeto Raquel Mejía,
configuraron tortura.
Asimismo, en el caso Maria Da Penha (Brasil), víctima de violencia
doméstica durante quince años, la Comisión considera que existe
responsabilidad del Estado por no cumplir con sus deberes de garantizar el
derecho a una vida libre de violencia, a que se respete su vida, su integridad
física, psíquica y moral, a un recurso sencillo y rápido ante los tribunales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos. En el
2007, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer'
manifestó su preocupación al Estado peruano porque "los actos de violencia
físíca y psicológica sean particularmente difíciles de enjuiciar en el sistema
judicial", por ello, "el Comité alienta al Estado Parte a que suprima los
impedimentos con que puedan enfrentarse las mujeres para acceder a la
justicia".
Por su parte, el Comité contra la Tortura en sus Observaciones Finales
(2006), instó al Estado peruano a garantizar la pronta, imparcial y exhaustiva
investigación de todas las alegaciones de actos de tortura (Juzgar e imponer
penas adecuadas), asi como cumplir con la obligación de proporcionar
reparaciones adecuadas a las víctimas de tortura. Cabe resaltar el Informe
sobre Acceso a la Justicia para las Mujeres en las Américas, del 2007, donde
la CIDH menciona "que la ausencia de pruebas físicas, científicas y
psicológicas para establecer los hechos, produce el estancamiento de los
casos por falta de prueba". El Informe además, constata que la mayoría de
los esfuerzos para recopilar evidencia probatoria de actos de violencia contra
las mujeres se enfocan en la prueba física y testimonial, en detrimento de
otros tipos de prueba que pueden ser cruciales para establecer los hechos,
como la prueba psicológica y científica. De igual forma, se destaca la
carencia de protocolos que describan la complejidad pro bato ría de estos
casos así como el detalle de las pruebas mínimas que es preciso recopilar
para proporcionar una fundamentación probatoria adecuada.
Es por ello que entre las Recomendaciones de la CIDH se señala la
necesidad de diseñar protocolos para facilitar y fomentar la efectiva,
uniforme y transparente investigación de actos de violencia física, sexual y
psicológica, que incluya una descripción de la complejidad en las pruebas, y
el detalle de las pruebas mínimas que es preciso recopilar para proporcionar
una fundamentación probatoria adecuada, que incluya pruebas científicas,
psicológicas, físicas y testimoniales. Es importante incentivar la investigación
multidisciplinaria de estos delitos . La Corte Europea de Derechos Humanos
en el caso de M.C. vs. Bulgaria, resaltó una serie de circunstancias que
pueden inhibir la resistencia física de la victima, incluyendo el ambiente de
coerción creado por el agresor'8 Por tanto, informes médico-legales que se
limitan a observaciones físicas, como la determinación de la integridad del
himen de la víctima, son sólo una parte del conjunto de pruebas que deben
ser evaluadas para esclarecer los hechos en un caso de violencia sexual' ".
El "Manual para la investigación y documentación eficaces de la tortura y
otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes" o Protocolo de
Estambul, es un instrumento que establece directrices internacionales para
la documentación de los casos de tortura, desarrolla los signos psicológicos
indicativos de tortura y principalmente las secuelas psicológicas. Establece
además, que la evaluación psicológica consiste en evaluar el grado de
coherencia que existe entre el relato que el individuo hace de la tortura y los
hallazgos psicológicos que se observan en el curso de la evaluación.
Marco Normativo Nacional
La Constitución Política del Perú (1993), establece que "Toda persona tiene
derecho a la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a
su libre desarrollo y bienestar ( ... )" (artículo 2, inc. 1). Asimismo, se
menciona que "Nadie debe ser víctima de violencia moral, psíquica o física,
ni sometido a tortura o a tratos inhumanos o humillantes" (Artículo 2°, inc.
24h).
Por su parte, el Texto Único Ordenado de la Ley N° 26260, Ley de
Protección frente a la Violencia Familia! o y sus modificatorias, define la
violencia familiar como "cualquier acción u omisión que cause daño físico o
psicológico, maltrato sin lesión, inclusive amenaza o coacción graves y/o
reiteradas, así como violencia sexual". La Directiva N° 005-2009-MPFN21
que regula la "lnteNención de los Fiscales de Familia, Penales y Mixtos
frente /a violencia familiar y de género", contempla que entre los criterios
para adoptar las medidas de protección para las víctimas, se encontrará su
estado de salud mental (Artículo 15). El Código Penal vigente (1991),
contempla los tipos penales de lesiones graves (artículo 121) y lesiones
leves (artículo 122), los que establecen determinadas agravantes para los
casos de violencia familiar (tal como se encuentra definida en la Ley de
Protección frente a la violencia familiar, incluye la violencia física, psicológica
y/o sexual) y cuando la víctima es menor de edad. Las lesiones graves se
definen como las que "causa a otro grave daño en el cuerpo o la salud".
La figura de lesiones graves por violencia familiar (artículo 121-B), implica
"causar a otro daño grave en el cuerpo o en la salud por violencia familiar".
La figura de lesiones leves por violencia familiar (artículo 122-B), implica
"causar a otro daño en el cuerpo o en la salud por violencia familiar que
requiera más de diez y menos de treinta días de asistencia o descanso".
Las faltas contra la persona, artículo 441, están definidas como "causar a
otro una lesión dolosa que requiera hasta diez días de asistencia o
descanso, según prescripción facultativa". Se considera circunstancia
agravante y se incrementará la prestación de servicios comunitarios a
ochenta jornadas, cuando la víctima sea menor de catorce años o la lesión
se produzca como consecuencia de un hecho de violencia familiar, o el
agente sea el tutor, guardador o responsable de aquel. El siguiente cuadro
ilustra el tipo penal de lesiones y sus diferentes modalidades así como una
propuesta preliminar de graduación del daño, trabajado por el Comité.
Por su parte el Código Civil (1984), establece que es causal de separación
de cuerpos o de divorcio la violencia física o psicológica ejercida por un
cónyuge sobre el otro (Artículo 333 inc.2). Cabe señalar que conforme ha
sido puesto en evidencia en el Informe Defensorial N° 110 "Violencia familiar:
un análisis desde el derecho penal", existen serias dificultades para el
"acceso de los casos de violencia familiar al sistema penal, en especial los
casos de violencia psicológica. Estos últimos, dada la dificultad de ser
cuantificados en días de asistencia o descanso médico, en la práctica
resultan desprotegidos por el sistema penal".
En este sentido, la falta de definición de "los días de asistencia o descanso"
en los casos de afectación de la salud mental en los delitos de lesiones
graves y leves, provoca un vacío para adecuar la conducta delictiva al tipo
penal de lesiones'.
Respecto a la violencia sexual cabe precisar que tiene especial relevancia, la
declaración de las víctimas, así como los exámenes forenses respectivos,
dentro de los que se incluyen el informe psicológico que debe realizarse a la
victima'.
El artículo 170 del Código Penal, establece que "El que con violencia o grave
amenaza, obliga a una persona a tener acceso carnal por vía vaginal, anal o
bucal o realiza otros actos análogos introduciendo objetos o partes del
cuerpo por alguna de las dos primeras vías (. ... .)". Son figuras agravadas:
la violación de persona en estado de inconsciencia o en la imposibilidad de
resistir (artículo 171), violación de persona en incapacidad de resistencia
(artículo 172), violación sexual de menor de edad (artículo 173), violación de
persona bajo autoridad o vigilancia (artículo 174), la figura conocida como
seducción (artículo 175) y los actos contra el pudor (artículo 176), entre
otros. El artículo 177 del Código Penal establece una agravante para los
artículos (170,171,175 Y 176-A) cuando produzca un a lesión grave,que
tendrá una pena entre 20 a 25 años< Sobre la declaración de las víctimas,
es importante mencionar la adopción del Acuerdo Plenario N° 2-2005/CJ-
11626 de los Vocales de la Corte Suprema, mediante el cual se dispuso que
"las declaraciones de un/agraviado/a, aun cuando sea el ú nico testigo de los
hechos, tiene entidad para ser considera prueba válida de cargo, y por ende,
virtualidad procesal para enervar de la presunción de inocencia del
imputado, siempre y cuando no se adviertan razones objetivas que invaliden
sus afirmaciones"< El testimonio deberá tener las siguientes características:
La ausencia de incredibilidad subjetiva: no preexistencia de relaciones
basadas en el odio o el resentimiento entre la agraviada o su familiar y el
imputado. De lo contrario, podría indicar parcialidad en la declaración del
agraviado.
La verosimilitud: la declaración de la víctima debe manifestar coherencia y
solidez; y debe estar rodeada de ciertas corroboraciones periféricas de
carácter y objetivo que le den aptitud probatoria.
La persistencia en la incriminación: ello no implica que el cambio de versión
de la víctima invalide su testimonio en la medida en que el conjunto de
declaraciones del mismo se haya sometido a debate pudiendo el juzgador
optar por la que considere adecuada.
Sobre los informes psicológicos, tienen un "significativo valor indiciario
respecto a la información proporcionada por la víctima, a las evaluaciones
acerca de su sinceridad ( ... ) y el trauma sufrido por ella como consecuencia
de la violencia sexual objeto del proceso penal"28. Se convierten por lo
tanto, en elementos gravitantes para respaldar el testimonio de la víctima29.
Sin embargo, a pesar de su importancia, sólo para el caso de niños, niñas y
adolescentes existe la obligación legal de realizar las pericias psicológicas
en casos de violencia sexual. Así, en el artículo 144 inciso b) del Código de
Niños y Adolescentes se establece que el Fiscal de Familia ordenará la
evaluación clínica y psicológica de la víctima por personal oficial
especializado.
Asimismo, es relevante mencionar que entre los Delitos contra la
Humanidad, el Código Penal vigente tipifica el Genocidio (artículo 319), la
Desaparición Forzada (artículo 320), la Tortura (artículo 321) y la
Discriminación (artículo 323), algunos de los cuales contemplan
determinadas agravantes cuando producen una lesión grave a la integridad
psíquica.
Con respecto al delito de tortura (artículo 321), se establece que "El
funcionario o servidor público o cualquier persona, con el conocimiento o
aquiescencia de aquel, que inflija a otro dolores o sufrimientos graves, sean
físicos o mentales, o lo someta a condiciones o métodos que anulen su
personalidad o disminuyan su capacidad física o mental, aunque no causen
dolor físico o aflicción psíquica, con el fin de obtener de la víctima o de un
tercero una confesión o información, o de castigarla por cualquier hecho que
haya cometido o se sospeche que ha cometido, o de intimidarla o de
coaccionarla, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
cinco ni mayor de diez años". En este delito se señala una agravante para
los casos en que se produzca una lesión grave a la víctima.
De esta revisión normativa sucinta se constata que las diferentes
modalidades del delito de violación sexual, actos contra el pudor y también
los casos de tortura se agravan si es que la ejecución del delito produce un
"grave daño a la salud mental" de la víctima o una "lesión grave", la que
debe ser entendida conforme a lo dispuesto para el delito de lesiones es
decir, contemplando también el daño a la salud mental. Por lo tanto, la
posibilidad de evidenciar el daño psíquico resulta de utilidad para la
tipificación de algunas conductas delictivas como es el caso de la violencia
familiar, y como medio probatorio del hecho violencia familiar, violencia
sexual y tortura. También contribuirá para establecer una reparación o
indemnización (responsabilidad civil extracontractual) de acuerdo al daño
sufrido, como se verá a continuación.
Los artículos 1969 y 1985 del Código Civil (en adelante, C.C.) regulan la
responsabilidad civil extracontractual. El artículo 1969 establece que "aquel
que por dolo o culpa cause un daño a otro, está obligado a indemnizarlo. El
descargo por falta de dolo o culpa corresponde a su autor".
"La indemnización comprende las consecuencias que derivan de la acción u
omisión generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la
persona y el daño moral, debiendo existir una relación de causalidad
adecuada entre el hecho y el daño producido", (artículo 1985). El Código
Civil establece también un criterio general para la valoración del daño moral:
"el daño moral es indemnizado considerando su magnitud y el menoscabo
producido a la víctima o a su familia" (artículo 1984).
La reparación civil derivada del delito (en la modalidad de responsabilidad
civil extracontractual) puede ser planteada en el proceso penal. El artículo 92
del Código Penal establece que "la reparación civil se determina
conjuntamente con la pena". El artículo 101 del mismo Código dispone una
norma de remisión según la cual la reparación civil se rige por las
disposiciones pertinentes del Código Civil.
El Reglamento de Organización y Funciones del Ministerio Público, que
ampara la labor de las y los peritos, entre las funciones del Instituto de
Medicina Legal y Ciencias Forenses (IML), establece que se encuentran el
realizar peritajes, investigación forense y emitir dictámenes técnico-
científicos de medicina legal y ciencias forenses en apoyo a la
administración de justicia (artículo 87 inciso c). Esta función también se
encuentra contemplada en el Manual de Organización y Funciones del
Instituto de Medicina Legal, que otorga al IML la rectoría de la Medicina
Legal en el Perú, que tiene por misión
brindar consultoría técnica especializada, pericial y científica que requieran
la función fiscal, judicial y otros que colaboren con la Administración de
Justicia. Entre las funciones del Instituto de Medicina Legal están las de
emitir el dictamen pericial científico y técnico especializado en contribución a
la administración de justicia (artículo 8 inciso a).
En el marco del nuevo Código Procesal Penal, el perito es un testigo
excepcional que posee conocimiento especializado, por lo tanto, sólo a los
peritos se les permite emitir opiniones e inferencias sobre hechos o
eventos3S Esta norma señala también que la prueba pericial, es un medio,
que aporta información fundada basándose en conocimientos especiales, ya
sean científicos, artísticos, técnicos, útiles para la valoración de un elemento
de prueba. El perito que comparece al Juicio Oral y presta testimonio ante el
Tribunal en forma directa a través del examen directo y el contra examen de
las partes, no puede ser reemplazada, sustituida o complementada por
declaraciones previas registradas en acta o por informe pericial escrito, salvo
casos excepcionales, lo cual es una exigencia del principio de
inmediación3B
Por su parte el Código de Procedimientos Penales37 todavía vigente,
establece que el Juez instructor nombrará peritos cuando en la instrucción
sea necesario conocer o apreciar algún hecho importante que requiera
conocimientos especiales. Asimismo, el artículo 172 inciso 1 del Código
Procesal PenaI, establece que la pericia procederá siempre que, para la
explicación y mejor comprensión de algún hecho, se requiera conocimiento
especializado de naturaleza científica, técnica, artística o de experiencia
calificada”.
Desde el 2009, el Ministerio Público opera bajo la Directiva N° 005-2009-MP-
FN40, que establece la "Intervención de los Fiscales de Familia, Penales y
Mixtos frente a la violencia familiar y de género". En el artículo 4, se
menciona que como contenido mínimo de la investigación, para todos los
casos, se encuentra la evaluación integral de la presunta víctima, que
deberá ser realizada por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Esta evaluación incluye el diagnóstico de las lesiones traumáticas, la
evaluación del daño psíquico e identificación de factores de riesgo con la
finalidad que el Fiscal adopte las medidas de protección más adecuadas
para evitar nuevas agresiones.
Mediante la publicación de la Resolución de la Fiscalía de la Nación N.º
3963-2016-MP-FN, se aprueban cuatro guías elaboradas en mérito a lo
dispuesto por la “Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
las mujeres y los integrantes del grupo familiar”. La referida Ley señala que
el Ministerio Público estaría encargado de elaborar las guías y protocolos
que serán utilizados en la actividad científico-forense y en los procesos
judiciales; así como se le encarga uniformizar los criterios de atención y
valoración del daño físico y psíquico, los mismos que serán utilizados por los
médicos de los establecimientos públicos de salud, de los establecimientos
privados y centros de salud parroquiales autorizados por el Ministerio de
Salud. Por lo que, estos instrumentos propuestos se han elaborado sobre la
base de instrumentos técnicos y proyectos de guías elaborados previamente
por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio Público.
De la revisión de los instrumentos propuestos se aprecia lo siguiente: 1).
Guía del procedimiento de entrevista única a víctimas en el marco de la Ley,
que tiene por objeto brindar a los operadores de justicia una herramienta de
trabajo que les permita aplicar el procedimiento de la entrevista única a fin
de evitar la revictimización, teniendo la calidad de prueba preconstituida; 2).
Guía médico legal de valoración integral de lesiones corporales, que
permitirá la valoración integral de las lesiones que se produzcan en las
personas en el marco de los parámetros legales establecidos en el Código
Penal y en las normas procesales vigentes. 3). Guía de valoración de daño
psíquico en personas adultas víctimas de violencia intencional, tiene como
objeto uniformizar metodológicamente los procedimientos para la valoración
del daño psíquico en personas adultas víctimas de violencia intencional que
realizan los psiquiatras, psicólogos de nuestra institución a nivel nacional,
orientando la labor pericial y contribuyendo a una eficiente administración de
justicia. 4). Guía de evaluación psicológica forense en caso de violencia
contra las mujeres, los integrantes del grupo familiar y en otros casos de
violencia, que busca orientar el proceso de evaluación psicológica, y adecua
su metodología a los nuevos requerimientos de la Ley, con mejores
estándares de calidad, respeto a la dignidad de los evaluados y eficiencia
pericial. Por lo que se dispone lo siguiente: Artículo primero. APROBAR las
cuatro guías elaboradas en mérito a lo dispuesto por la Ley N.° 30364- “Ley
para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los
integrantes del grupo familiar”, las cuales forman parte de la presente
resolución, de acuerdo al siguiente detalle: (a). “Guía de Valoración de Daño
Psíquico en Personas Adultas Víctimas de Violencia Intencional”. (b). “Guía
del Procedimiento de Entrevista Única a Víctimas en el Marco de la Ley N.°
30364 para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y
los Integrantes del Grupo Familiar; y, a Niños y Adolescentes Varones
Víctimas de Violencia”. (c). “Guía de Evaluación Psicológica Forense en
caso de Violencia contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar y
en otros casos de Violencia”. (d). “Guía Médico Legal de Valoración Integral
de Lesiones Corporales”. Artículo segundo. DEJAR SIN EFECTO las
resoluciones N.° 2543-2011-MP-FN, de fecha 26 de diciembre de 2011, que
aprobó la “Guía de Valoración de Daño Psíquico en Victimas Adultas de
Violencia Familiar, Sexual, Tortura y otras formas de Violencia Intencional”;
N.° 1247-2012-MP-FN, de fecha 22 de mayo de 2012, que aprobó la “Guía
del Procedimiento de Entrevista Única de Niños, Niñas y Adolescentes
víctimas de abuso sexual, explotación sexual y trata con fines de explotación
sexual”; N.° 1064-2013-MP-FN, de fecha 24 de abril de 2013, que aprobó la
“Guía de procedimiento para la Evaluación para la Psicológica de Abuso y
Violencia Sexual atendidas en consultorio” y “Guía de Psicología Forense
para la Evaluación en caso de Violencia Familiar”. Artículo
tercero. DISPONER que la Gerencia General disponga las acciones
pertinentes para la difusión e implementación de las guías aprobadas en el
artículo primero de la presente resolución. Artículo cuarto. ENCARGAR a la
Escuela del Ministerio Público, desarrollar un programa de capacitación en
coordinación con los miembros de la comisión conformada mediante
Resolución de Fiscalía de la Nación N.° 1196-2016-MP-FN, presentando
para tal efecto un plan de trabajo al despacho del Fiscal de la Nación.
Artículo quinto. DISPONER que la Oficina Central de Tecnologías de la
Información publique las guías antes mencionadas en la página web del
Ministerio Público para su respectiva difusión. Artículo sexto. Hacer de
conocimiento la presente resolución al Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Ministerio de
Economía y Finanzas, Ministerio del Interior, Ministerio de Salud, Corte
Suprema de Justicia de la República, Presidencias de las Juntas de Fiscales
Superiores a nivel nacional, Secretaría Técnica del Equipo Técnico del
Ministerio Público para la Implementación del Código Procesal Penal,
Gerencia General, Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Escuela
del Ministerio Público, y Oficina de Racionalización y Estadística.
Finalmente, es importante precisar que dichas guías aún no se encuentran
publicadas en los portales web de los ministerios respectivos. Fuente:
Ministerio Público, Resolución de la Fiscalía de la Nación N.º 3963-2016-MP-
FN:Aprueban cuatro Guías elaboradas en mérito a lo dispuesto por la “Ley
para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los
integrantes del grupo familiar”.

7MA. SEMANA DEL 16JUL AL 21JUL2018


PRIMER EXAMEN PARCIAL

8VA. SEMANA DEL 23JUL AL 28JUL2018

VIOLENCIA SEXUAL

Violencia sexual en las relaciones de género Según la ENDES 2013, a


nivel nacional un 8.4% y en Lima Metropolitana un 8.1% de mujeres
manifestaron que alguna vez su esposo o compañero las obligó a tener
relaciones sexuales contra su voluntad y/o a sostener relaciones sexuales
que ellas no aprueban. La ENDES 2013 señala que a nivel nacional el 7.6%
de mujeres fueron obligadas a tener relaciones sexuales sin su voluntad y el
4.2% de mujeres fueron obligadas a realizar actos sexuales sin desearlo.
Violencia sexual por edad
La violencia sexual no se restringe a las mujeres alguna vez unidas, los
delitos contra la libertad sexual tienen como víctimas mayoritariamente a las
mujeres menores de edad (72.4%).
¿Dónde acuden las mujeres?. La ENDES 2013 reportó que a nivel
nacional el 40.9% de mujeres buscaron ayuda en personas cercanas y solo
el 25.7% en una institución; de éstas la gran mayoría acude a las comisarías
(70.8%), en segundo lugar se encuentra los juzgados (12.8%) y en tercer
lugar la fiscalía y la DEMUNA (9.9% cada una). En el caso de Lima
Metropolitana, 84.3% acude a la comisaria. Entre las razones reportadas por
las que las mujeres no buscan ayuda, destacan “no era necesario” a nivel
nacional el 40.1% y en Lima Metropolitana el 51.0%; y “no sabe dónde ir” el
12.2% a nivel nacional y un 10.2% en Lima Metropolitana.
Violencia sexual
La violencia sexual consiste en cualquier tipo de relación sexual no
consentida o cuando la persona no es capaz de dar su consentimiento. Las
formas de expresión de la violencia sexual son: abuso sexual, violación,
acoso, incesto, actos contra el pudor, exhibicionismo, prostitución forzada,
etc.
La violación sexual es un delito y por tanto el Código Penal establece tipos
penales específicos. El delito de violación sexual protege nuestra libertad a
decidir con quién y cuándo deseamos tener relaciones sexuales.
Puede ser cometido por un extraño o por alguien conocido, incluyendo los
esposos o convivientes. Las victimas pueden ser personas mayores de edad
y también menores de edad. Cuando las víctimas son personas mayores, las
relaciones se producen usando la fuerza y/o grave amenaza. Las relaciones
sexuales con o entre personas menores de 18 años son consideradas
violación sexual pues estas no pueden decidir tener relaciones sexuales,
según el Código Civil. Las relaciones sexuales consentidas entre o con un
mayor de 16 años no configuran delito porque desde esa edad está
permitido el matrimonio por el Código Civil.
La violencia sexual sigue siendo una de las modalidades menos
denunciadas y con más problemas de acceso a la justicia. Puede darse tanto
en el espacio privado como en el público, en tiempos de paz o de conicto
armado y más aún puede constituirse en delito de lesa humanidad cuando
es perpetrado de forma sistemática contra las mujeres de una nación o
grupo étnico, como forma de humillar a los varones vencidos y dar una
prueba de hegemonía (Defensoría del Pueblo, 2011). Por sus
características, la violencia sexual se constituye en un verdadero indicador
de las desigualdades de género en todos los ámbitos de la vida social, que
limitan el ejercicio de derechos de las mujeres La violencia sexual abarca
una gran diversidad de situaciones contra la integridad sexual de la persona,
que tienen como base la desigualdad de género, y en la cual intervienen
además otros determinantes. En la Ley 30364, se señala que la violencia
sexual se reere a “acciones de naturaleza sexual que se cometen contra
una persona sin su consentimiento o bajo coacción. Incluyen actos que no
involucran penetración o contacto físico alguno. Asimismo, se consideran
tales la exposición a material pornográfico y que vulneran el derecho de las
personas a decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva,
a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación, artículo 8,
inciso c. Como es recogido en la nueva Ley aprobada, y de acuerdo a la
jurisprudencia internacional y en concordancia con las reglas de
procedimiento provenientes de la Corte Penal Internacional, no es preciso
que haya penetración para que se configure un caso de violencia sexual.
Basta con que haya abuso de naturaleza sexual que afecte la 12 integridad
moral y física de una persona y su dignidad, ejercido a través de coerción,
amenaza o intimidación.
“Los factores asociados al problema son conocidos: las desigualdades de
género y discriminación sexual que interactúan con otros estratificadores
sociales tales como el estatus socioeconómico, la edad, el nivel educativo, el
origen étnico, residencia urbana o rural, estatus migratorio, discapacidad,
tipo de trabajo, orientación sexual, religión, entre otros.
Estos determinantes estructurales definen los riesgos y las vulnerabilidades
socialmente construidas de las mujeres en todas las etapas del ciclo vital
frente a la violencia sexual, así como su acceso a mecanismos de
prevención, cuidado, apoyo social y reparación de los derechos vulnerados”
(UNFPA, 2011, p.12).
El que la violencia sexual haya sido reconocida como una vulneración de
derechos humanos ha facilitado que el problema se vea como un asunto de
interés público y de competencia del Estado, superando esquemas que la
colocaban como un problema privado e individual.
Por otro lado, pese a no existir suficientes evidencias para establecer el peso
específico de la violencia basada en género en la transmisión del VIH,
definitivamente se trata de un factor de riesgo y a la vez un factor
desencadenante de la violencia contra las mujeres, que genera un círculo
vicioso que marca la vida de muchas mujeres viviendo con VIH (OMS, citado
por Velarde y Chávez, 2013, p. 13).
La Regla 70 de las Reglas de Procedimiento y Prueba de la Corte Penal
Internacional, establece los principios de la prueba en casos de violencia
sexual: El consentimiento no podrá inferirse de ninguna palabra o conducta
de la víctima cuando la fuerza, la amenaza de la fuerza, la coacción o el
aprovechamiento de un entorno coercitivo hayan disminuido su capacidad
para dar un consentimiento voluntario y libre El consentimiento no podrá
inferirse de ninguna palabra o conducta de la víctima cuando ésta sea
incapaz de dar un consentimiento libre; c) El consentimiento no podrá
inferirse del silencio o de la falta de resistencia de la víctima a la supuesta
violencia sexual; d) La credibilidad, la honorabilidad o la disponibilidad sexual
de la víctima o de un testigo no podrán inferirse de la naturaleza sexual del
comportamiento anterior o posterior de la víctima o de un testigo. El Acuerdo
Plenario N° 1-2011/CJ-116 emitido por la Corte Suprema de Justicia del Perú
señala además que “la constatación de si el agente doblegó o no la
resistencia de la víctima de abuso sexual, en absoluto constituye objeto de
dilucidación preponderante en el proceso”. Asimismo, indica que en caso de
contradicción por parte de la víctima, prevalezca la declaración con
contenido de inculpación, dado que es común que haya relación de
subordinación entre el agresor y la víctima. Agrega además que en caso de
violencia sexual en el entorno familiar más cercano, se supere la retractación
de la víctima como obstáculo al juicio de credibilidad.
Respecto de la violencia sexual, la ENDES 2014 reporta que el 7,9% de las
mujeres alguna vez unidas señaló que alguna vez fue víctima de alguna
forma de violencia sexual por parte del esposo o compañero.
La violación como un tipo de violencia en el espacio público se da en todos
los países y contextos. Si bien es cierto que los hombres se constituyen en
el mayor número de victimarios y víctimas en los homicidios, cuando se trata
de
las violaciones o intento de violación, la información señala claramente que
se trata de un delito dirigido particularmente contra las mujeres.
En un estudio realizado en el 2005 por la OMS sobre violencia doméstica, se
estableció que entre el 10 y el 12 por ciento de las mujeres en Perú, Samoa
y Tanzania han sufrido violencia sexual fuera de la pareja después de los 15
años de edad. Otros estudios de población revelaron que en Canadá, un
11,6 por ciento de mujeres denunciaron casos de violencia sexual inigida
fuera de la pareja en el transcurso de su vida. Asimismo, entre el 10 y el 20
por ciento de las mujeres en Nueva Zelanda y Australia han experimentado
distintas formas de violencia sexual fuera de la pareja, que incluyen hechos
de tocamiento sexual no deseado, intento de violación y violación.
En Lima Metropolitana y el Callao, las cifras del Observatorio de
Criminalidad han registrado un total de 56,362 presuntos delitos de violación
de la libertad sexual entre enero de 2000 y diciembre de 2011, los cuales
equivalen a un promedio de 391 delitos por mes (1 delito cada 2 horas), de
los cuales el 93% de agraviados son mujeres y un 98% de los presuntos
imputados son varones. El 63.1% corresponde a menores de 18 años y
ahondando en el tipo de delito específico, el 51.2% (18,193) corresponde a
violación sexual, el 39.2% (13,943) a actos contra el pudor y el 9.6% (3,417)
a seducción ¿Qué es el abuso sexual? participan de esta interacción,
estando la persona abusadora, en una posición de autoridad y poder que se
utiliza para someter al niño, niña o adolescente a las actividades sexuales.
Es un abuso de la confianza y un aprovechamiento de la vulnerabilidad e
inexperiencia del o la menor de edad para realizar acciones que se dirigen a
la satisfacción de la persona abusadora. Muchas de las violaciones a los
derechos de los niños, niñas y adolescentes se cometen dentro del hogar y
por parte de quienes tienen la responsabilidad de protegerles. Abuso sexual
18 Entendemos como abuso sexual a los contactos e interacciones entre
una persona adulta con una menor de 18 años con la finalidad de obtener
gratificación sexual y/o estimularse sexualmente él mismo o a otra persona.
El abuso sexual también puede ser cometido por una persona menor de
edad, siempre y cuando medie una situación de abuso de poder por razón
de edad, sexo, clase social, coerción, amenazas entre otros. Se le llama
“abuso” precisamente porque existe una relación desigual entre quienes 7.
¿Qué tipos de abuso sexual existen? Generalmente se asocia el abuso
sexual únicamente con la violación sexual, esto no es correcto ya que
existen muchas modalidades de abuso sexual. Se pueden clasificar en
abusos con contacto físico y sin contacto físico. a. Tipos de abuso sexual
con contacto físico: El contacto físico abusivo se puede dar de las siguientes
maneras: • Contactos bucales en zonas genitales u otras vinculadas a la
actividad sexual y que suelen estar cubiertas por la ropa (pecho, vientre,
pelvis y gluteos). Estos contactos pueden incluir besos y otras formas de
gratificación oral como lamer o morder. • Caricias, frotamientos o
tocamientos de las zonas del cuerpo ya señaladas, con la finalidad de
excitarse o explorar el cuerpo del o la menor de edad. Esto incluye la
estimulación de los órganos sexuales del niño o niña. Igualmente, los
frotamientos que la persona abusadora efectúa “como por descuido”, o
aprovechando situaciones en donde el cuerpo de la o el menor de edad es
accesible, por ejemplo al pasar por un lugar estrecho, cuando se está en el
microbús, cuando se comparte la misma cama, y aprovechando situaciones
de expresión de afecto. • Realización del acto sexual o coito, lo cual se
denomina violación sexual. Esto puede darse mediante la penetración del
pene en la vagina o en el ano. Incluye también la penetración con otras
partes del cuerpo (los dedos) o con objetos. El denominado sexo oral
también se ha definido como una modalidad de violación sexual.
El sexo interfemoral que consiste en la realización del acto sexual sin
penetración. El órgano sexual masculino se excita por frotamiento entre las
piernas de la o el menor de edad. Algunos abusadores suelen recurrir a este
acto y evitar la penetración que tiene penas de cárcel más severas. En la
legislación peruana, los actos en los cuales no ha habido penetración ni
lesiones extra - genitales se denominan actos contra el pudor y también
tienen pena de cárcel. Se detallan los tipos penales: Violación sexual de
menor de edad (Art 173° Código Penal) El que tiene acceso carnal por vía
vaginal, anal o bucal o realiza otros actos análogos introduciendo objetos o
partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías con un menor de edad
será reprimido con las siguientes penas privativas de la libertad: 1. Si la
victima tiene menos de diez años de edad, la pena será de cadena perpetua.
2. Si la victima tiene entre diez años de edad y menos de catorce, la pena
será no menor de treinta años, ni mayor de treinta y cinco. 3. Si la víctima
tiene entre catorce años de edad y menos de dieciocho, la pena no será
menor de veinticinco ni mayor de treinta años. Si el agente tuviere cualquier
posición, cargo o vínculo familiar que le dé particular autoridad sobre la
víctima o le impulse a depositar en él su confianza, la pena para los sucesos
previstos en los incisos 2 y 3 será de cadena perpetua.
Actos contra el pudor en menores(Art 176° Código Penal) El que sin
propósito de tener acceso carnal regulado en el artículo 170°, realiza sobre
un menor de catorce años u obliga a este efectuar sobre si mismo o un
tercero, tocamientos indebidos en sus partes íntimas o actos libidinosos
contrarios al pudor, será reprimido con las siguientes penas privativas de la
libertad: 1). Si la víctima tiene menos de siete años, con pena no menor de
siete ni mayor de diez. 2). Si la víctima tiene de siete a menos de diez años,
con pena no menor de seis ni mayor de nueve años. 3). Si la víctima tiene de
diez a menos de catorce años, con pena no menor de cinco ni mayor de
ocho años. 4). Si la víctima se encuentra en alguna de las condiciones
previstas en el último párrafo del artículo 173º o el acto tiene un carácter
degradante o produce grave daño en la salud física o mental de la víctima
que el agente pudo prever, la pena será no menor de diez ni mayor de doce
años de pena privativa de libertad.
Tipos de abuso sexual sin contacto físico: Existen otras formas de abuso
sexual en las que no hay contacto físico. Suelen acompañar o servir de
antesala para el contacto físico posterior: 1). Espiar al niño, niña o
adolescente cuando se viste. 2). Exponer los genitales ante el o la menor de
edad o masturbarse delante de él o ella. 3). Utilizarle para elaborar material
pornográfico (tipificado en el código penal Art. 183 a). 4). Tomarles fotos o
filmarles desnudos. 5). Hacer que vea pornografía. 6). Incitación, por parte
de la persona abusadora, a que el niño, niña o adolescente toque sus
genitales. 7). Incitar la sexualidad del menor de edad mediante
conversaciones e imágenes de contenido sexual a través del chat, correo
electrónico, redes sociales entre otros. Esto último está tipificado como delito
en el artículo 183 del Código Penal: Será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años el que, en lugar público,
realiza exhibiciones, gestos, tocamientos u otra conducta de índole obscena.
Asimismo, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni
mayor de seis años: 1). El que muestra, vende o entrega a un menor de
dieciocho años, por cualquier medio, objetos, libros, escritos, imágenes,
visuales o auditivas, que por su carácter obsceno, pueden afectar
gravemente el pudor, excitar prematuramente o pervertir su instinto sexual.
2). El que incita a un menor de dieciocho años a la práctica de un acto
obsceno o le facilita la entrada a los prostíbulos u otros lugares de
corrupción. 3). El administrador, vigilante o persona autorizada para controlar
un cine u otro espectáculo donde se exhiban representaciones obscenas,
que permita ingresar a un menor de dieciocho años." No solo la penetración
o violación sexual es abuso sexual. Abuso sexual es cualquier acción con o
sin contacto físico, que ejecuta una persona mayor con una menor de edad,
con la finalidad de obtener gratificación sexual. Las formas de abuso sexual
sin contacto físico vulneran la intimidad, la dignidad y la honra, y pueden
causar tanto daño como el abuso sexual con contacto físico.
9NA. SEMANA DEL 30JUL AL 04AGO2018
PROCEDIMIENTOS ESPECIALES EN CASOS DE VIOLACIÓN SEXUAL
Protocolo de Atención en Comisarías a víctimas de violencia familiar y
víctimas del delito contra la libertad sexual - violencia sexual: 1).
Evaluación del parte o acta de intervención, si la hubiese. 2). Asegurar a la
víctima separándola del agresor. 3). Saludar a la víctima de inmediato, de
forma amable y sin esperar que sean ellos/as quien/es saluden primero,
brindándoles el nombre y apellido del efectivo/a PNP y brindándole la
contención emocional (Equipo Técnico o Centro de Emergencia Mujer-
MIMP). 4). El/la efectivo/a PNP inicia la entrevista y evalúa el hecho,
registrando la denuncia en el Sistema de Denuncia Policial (SIDPOL), e
identifica al presunto autor o autores. 5). El intervenido es remitido a la
Sección de Investigación de Familia con todos los actuados. 6). Solicitar el
reconocimiento médico legista al Instituto de Medicina Legal del Ministerio
Público o los centros de salud, tanto para la víctima como para el agresor. 7).
Comunicar inmediatamente el hecho al representante del Ministerio Público
para el cumplimiento de sus funciones asignadas en la Constitución y la ley.
8). Elaboración de la manifestación de la agraviada/o por parte del efectivo/a
PNP; y los actos de investigación realizarlos con presencia de un abogado/a
defensor/a y el representante del Ministerio Público. 9). Finalmente, se
remite la documentación policial a la autoridad competente (Fiscalía de
Familia o penal, Juzgado de Familia o de Paz).
¿Cuál es el rol central de los y las policías en la investigación de las
denuncias por violencia sexual?. La Policía cumple un rol fundamental en
la investigación de las denuncias por delitos o infracciones a la libertad
sexual debido a que usualmente son los primeros operadores del sistema de
justicia penal que tienen contacto con la víctima. Por ello, al tomar
conocimiento de los delitos, los y las policías deben “dar cuenta inmediata al
Fiscal, sin perjuicio de realizar las diligencias de urgencia e imprescindibles
para impedir sus consecuencias, individualizar a sus autores y partícipes,
reunir y asegurar los elementos de prueba que pueden servir para la
aplicación de la ley penal” (Art. 67 del CPP). Los y las policías deben
ejecutar sus acciones bajo la dirección del Ministerio Público y garantizar
que la investigación operativa en esta clase de delitos se realice bajo los
siguientes criterios: 1). Las evidencias o pruebas sobre delitos o infracciones
a la libertad sexual, deben recuperarse o perennizarse de manera inmediata
con procedimientos que garanticen su posterior validez en el sistema de
justicia. 2). La atención y protección a la víctima de delitos o infracciones a la
libertad sexual debe brindarse sin distinción alguna, esto es, sin perjuicios o
estigmatizaciones de ningún tipo. 3). Los actos urgentes e imprescindibles
que los policías deben realizar ante los delitos o infracciones a la libertad
sexual, deben ser informados inmediatamente al Ministerio Público. El
nuevo sistema procesal penal es de corte acusatorio y está basado en la
calidad de la prueba y la evidencia; por lo tanto, los y las policías deben
actuar en un nivel operativo superior, de conformidad a las exigencias del
nuevo modelo, lo cual implica el respeto a las formalidades previstas para la
investigación y un mayor cuidado en la investigación de las denuncias por
delitos de esta naturaleza, así como acciones para atender y proteger a la
víctima, evitando que sufra más daño psicológico o físico.
¿Qué acciones inmediatas deben realizar los y las policías al tomar
conocimiento de un caso de violencia sexual?. La Policía, de
conformidad con las atribuciones que les confiere el Código Procesal Penal,
deben realizar las siguientes acciones ante la presunta comisión de un delito
de delitos de violencia sexual: 1). Recibir las denuncias escritas o sentar el
acta de las verbales, en materia de delitos o infracciones a la libertad sexual.
(Art. 68 del CPP). 2). Registrar la denuncia por delitos o infracciones a la
libertad sexual. 3). Acoger las denuncias por delitos o infracciones a la
libertad sexual, sin distinción alguna. 4). Tener especial cuidado en los casos
en que el presunto agresor sexual es una persona del entorno familiar de la
víctima, factor que la coloca en un grado de indefensión aún más grave. 5).
Tratar de estabilizar emocionalmente a la víctima y si fuera urgente, remitirla
de inmediato a un centro de salud para que reciba la atención médica
necesaria, o derivarla a un centro especializado en atención de víctimas de
violencia sexual. 6). Poner el hecho en conocimiento del Ministerio Público
por la vía más rápida y también por escrito, indicando los elementos
esenciales del hecho y los elementos de prueba esencialmente recogidos,
así como la actividad cumplida, sin perjuicio de dar cuenta de toda la
documentación que pudiera existir. (Art. 331 –Inc.1 CPP). 7). Cumplir con las
diligencias ordenadas por el Ministerio Público. 8). Apoyar a los fiscales en
todas las diligencias de investigación de los delitos o infracciones a la
libertad sexual. 9). Tomar las declaraciones a los denunciantes y víctimas de
delitos o infracciones a la libertad sexual. (Art. 68 del CPP). 10). Vigilar y
proteger el lugar de los hechos (si este se conociera), a fin de que no sean
borrados los vestigios y huellas de los delitos o infracciones a la libertad
sexual. (Art. 68 del CPP). 11). Prestar el auxilio que requieran las víctimas de
delitos o infracciones a la libertad sexual. (Art. 68 del CPP). 12). Recoger y
conservar los objetos e instrumentos relacionados con los delitos o
infracciones a la libertad sexual, así como todo elemento material que pueda
servir a la investigación. (Art. 68 del CPP). 13).Practicar las diligencias
orientadas a la identificación física de los autores y partícipes de los delitos o
infracciones a la libertad sexual. (Art. 68 del CPP). 14). Recibir las
declaraciones de quienes hayan presenciado la comisión de los hechos. (Art.
68 del CPP). 15). Otras operaciones técnicas o científicas, dirigidas a
esclarecer los delitos o infracciones a la libertad sexual. (Art. 68 del CPP).
16). Capturar a los presuntos autores y partícipes en caso de flagrancia,
informándoles de inmediato sobre sus derechos. (Art. 68 del CPP). 17).
Recibir la manifestación de los presuntos autores o partícipes comprendidos
en los delitos o infracciones a la libertad sexual, con presencia obligatoria de
su abogado defensor. Si éste no se hallare presente, el interrogatorio se
limitará a constatar la identidad de aquellos. (Art. 68 del CPP). 18). Reunir
cuanta información adicional de urgencia permita la criminalística para
ponerla a disposición del Fiscal. (Art. 68 del CPP). 19). Sentar actas
detalladas que entregará al Fiscal. (Art. 68 del CPP).
¿Cuál es la actitud que deben tomar los y las policías ante la víctima de
violencia sexual?. Los y las policías deben actuar con prontitud, respeto y
amabilidad, y proporcionar seguridad y confianza a la víctima de los delitos o
infracciones a la libertad sexual, mostrando una actitud de paciencia y
responsabilidad en su desempeño. En este punto, es esencial reiterar a la
víctima que ha sido valiente al denunciar el hecho y buscar la ayuda policial
ante el hecho cometido en su agravio. La Policía debe brindar una atención
humana a la víctima durante toda su permanencia en la sede policial,
tratando de explicarle los procedimientos que es necesario realizar y
solicitándole su consentimiento para realizarlos. La declaración ante la
Policía debe realizarse procurando que el interrogatorio sea eficiente pero
mostrando al mismo tiempo sensibilidad y respeto a la víctima. Los y las
policías deben proporcionar tranquilidad verbal cada vez que sea necesario
durante la diligencia. Si la víctima inicialmente no desea hablar, se respetará
su derecho al silencio, pero se deberá propiciar un clima de confianza para
que pueda explicar el modo y circunstancias en que ocurrieron los hechos en
su agravio. En caso que la víctima de un delito o una infracción a la libertad
sexual tuviera una crisis nerviosa, los y las policías deben ejercer
mecanismos psicológicos apropiados para calmarla, propiciando su
tranquilidad y recuperación. Los y las policías deben evitar estar
influenciados por prejuicios o estereotipos hacia la víctima de los delitos o
infracciones a la libertad sexual; en tal sentido, deben ejercer sus funciones
sin ningún tipo de discriminación.
¿Qué resultado debe elevar la Policía ante el Ministerio Público en los
casos de violencia sexual?. La Policía, en todos los casos que
intervengan, elevarán al Fiscal un informe policial (Art. 332 –Inc. 1 y 2 del
CPP), en cual contendrá: a. Los antecedentes que motivaron su
intervención. b. La relación de las diligencias efectuadas. c. El análisis de los
hechos investigados, absteniéndose de calificarlos jurídicamente y de
imputar responsabilidades. 1.5.
¿Qué documentos deben adjuntar los y las policías al Informe Policial
sobre una denuncia de violencia sexual? a). La Policía adjuntará al
Informe Policial respectivo, los siguientes documentos: b). Las actas
levantadas (Art. 332 –Inc. 3 del CPP), pudiendo ser de reconocimiento de
personas (Art. 189 del CPP), de examen corporal (Art. 212 del CPP), de
examen corporal para prueba de alcoholemia (Art. 213 del CPP), entre otras.
c). Las manifestaciones recibidas (Art. 332 –Inc. 3 del CPP). d). La prueba
documental: documentos los manuscritos, impresos, foto, copias, fax,
disquetes, películas, fotografías, radiografías, representaciones gráficas,
dibujos, grabaciones magnetofónicas y medios que contienen registro de
sucesos, imágenes, voces; y, otros similares (Art. 185 del CPP). e). El
examen médico legal de la víctima. En los casos de agresión sexual, el
examen médico será practicado exclusivamente por el médico encargado del
servicio con la asistencia, si fuera necesario de un profesional auxiliar. Sólo
se permitirá la presencia de otras personas previo consentimiento de la
persona examinada9 (Art. 199 –Inc. 2 del CPP). f). Las pericias realizadas
(Art. 332 –Inc. 3 del CPP), pudiendo ser: Pericias biológicas, patológicas,
químicas, balísticas, etc., protocolos de necropsias. g). Las
recomendaciones sobre actos de investigación (Art. 332 –Inc. 3 del CPP). h).
Todo aquello que se considere indispensable para el esclarecimiento de la
imputación, así como la comprobación del domicilio y los datos personales
de los imputados (Art. 332 –Inc. 3 del CPP).
¿Qué infraestructura debe ofrecer la Policía a las víctimas de violencia
sexual?. La Policía Nacional del Perú debe contar con una infraestructura
adecuada para atender las víctimas de delitos o infracciones a la libertad
sexual, a fin de garantizar el respeto a su dignidad y privacidad en su
condición de agraviada o agraviado. Las Comisarías u otras unidades
policiales deben destinar un ambiente privado y confortable, donde la víctima
pueda sentirse segura, confiada y protegida, a fin de que pueda expresarse
correctamente y narrar los hechos sucedidos en su agravio. Asimismo, las
sedes policiales deben acondicionar un ambiente propicio para efectuar el
reconocimiento del agresor, el mismo que debe contar con una ventana
especial polarizada que no permita que el presunto agresor distinga a la
víctima que está practicando el reconocimiento.
¿Cuál es el rol central de los fiscales en la investigación de casos de
violencia sexual?. El Código Procesal Penal establece dos roles esenciales
de los y las fiscales con relación a las víctimas de violencia sexual. Por un
lado, ejercer la persecución penal en el caso concreto, y por otro lado, debe
brindarle asistencia y protección a la víctima. La persecución penal del delito
es la principal función de los y las fiscales. En la investigación de las
denuncias por delitos o infracciones a la libertad sexual, los y las fiscales
deben conducir la investigación preparatoria y obtener los elementos de
convicción necesarios para la acreditación de los hechos delictivos, así como
para identificar a los presuntos autores o partícipes (Art. 65 –Inc. 1 CPP). En
el ámbito de la persecución penal de los delitos de violencia sexual, los y las
fiscales deben coordinar sus actividades con los policías y supervisar el
desarrollo de las mismas, a fin que cuenten con los estándares y calidad
necesaria para ejercer la persecución penal a nivel judicial. Para garantizar
la mayor eficacia en la lucha contra el delito, el Ministerio Público y la Policía
Nacional deben cooperar y actuar de forma conjunta y coordinada (Art. 65 –
Inc. 1 CPP). Además de la persecución penal del delito, de acuerdo al
Código Procesal Penal, al Ministerio Público le corresponde la atención y la
protección de las víctimas. En la investigación preparatoria, los y las fiscales
deben apreciar racionalmente un peligro grave para la víctima de delitos o
infracciones a la libertad sexual, de oficio o a instancia de las partes,
debiendo adoptar según el grado de riesgo o peligro, las medidas de
protección necesarias para preservar la identidad del protegido, su domicilio,
profesión y lugar de trabajo, sin perjuicio de la acción de contradicción que
asista al imputado (Art. 247 CPP).
¿Qué acciones inmediatas deben realizar los y las fiscales al tomar
conocimiento de un caso de violencia sexual?. Los y las fiscales pueden
actuar de oficio o a petición de parte (Art. 329 del CPP). Deben recibir todas
las denuncias sobre delitos o infracciones a la libertad sexual, las mismas
que deben ser registradas y derivadas a la Fiscalía Provincial Penal, si el
presunto agresor es adulto; o Fiscalía Provincial de Familia si el presunto
agresor es menor de edad. Si se trata de una denuncia interpuesta ante la
Policía, el Ministerio Público debe recibir el informe policial respectivo,
evaluar su contenido y decidir las acciones a seguir en el marco de sus
funciones. Al conducir la investigación y ordenar la realización de las
diligencias preliminares en las denuncias de violencia sexual, los y las
fiscales tienen el deber de la carga de la prueba al recabar los elementos de
convicción de cargo y descargo. En este sentido, deben tener en cuenta las
siguientes directrices: a). Orientar y dirigir la investigación de un hecho de
presunta violación sexual. b). Diseñar una estrategia o teoría del caso
basada en la evidencia o pruebas, que permita lograr una condena en caso
de haber responsabilidad. d). Velar para que los medios de prueba sean
adquiridos en forma legal y que cumplan con todos los rigores necesarios
para ser admitidos como prueba de delitos o infracciones a la libertad sexual.
e). Velar por los derechos y garantías procesales de la víctima de delitos o
infracciones a la libertad sexual, así como del imputado del mismo hecho. f).
Disponer la conducción compulsiva de los presuntos implicados en delitos o
infracciones a la libertad sexual, para los fines de los actos de investigación.
¿Cómo deben realizarse las diligencias preliminares por parte de los y
las fiscales en la investigación de casos de violencia sexual?. El
Ministerio Público debe conducir la investigación de los hechos denunciados
y ordenar la realización de las diligencias necesarias a fin de determinar si
hechos tienen relevancia penal. Para ello tiene un plazo para lograr sus
finalidades que es de 60 días, salvo que hubiera la detención del imputado,
en cuyo caso el término es 24 días; sin embargo el fiscal puede fijar un plazo
distinto, según las características del hecho investigado. La obtención de los
indicios y/o evidencias, asegurados y con la formalidad y rigurosidad que se
requiere permitirá tener mejores resultados en la investigación, esta
acuciosidad debe ser mayor en los casos de delitos o infracciones a la
libertad sexual, a fin de determinar la conducta delictiva y al responsable. La
importancia de las diligencias preliminares en los casos de delitos o
infracciones a la libertad sexual, radica en recoger toda la información
valiosa y posible, a fin de reunir los requisitos necesarios para realizar la
investigación preparatoria o formalizar la denuncia penal. La eficacia de
estas actuaciones, permitirá proveer, en todas las etapas del proceso, el
fundamento necesario para dictar resoluciones sobre medidas cautelares,
peticiones, incidentes, archivo, apertura al juicio oral y sentencia
condenatoria.
¿Cómo deben realizar los y las fiscales la investigación de los casos de
violencia sexual en agravio de niños, niñas y adolescentes?. En todos
los casos de delitos o infracciones a la ley penal contra la libertad sexual, así
como en las denuncias de trata con fines de explotación sexual en agravio
de niños, niñas o adolescentes, los fiscales deben conducir la investigación
desde su inicio hasta su culminación, en sede fiscal o en sede policial, según
se disponga. En este marco, un factor esencial en la investigación de delitos
de esta naturaleza, es la realización de la Entrevista Única. En los lugares en
donde se encuentre vigente el Código Procesal Penal, corresponde al
Presidente de la Junta de Fiscales Superiores del Distrito Judicial respectivo,
efectuar las coordinaciones con los operadores de justicia de otras
instituciones, tales como con el Poder Judicial y el Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos, a fin de dotar al procedimiento de entrevista única el
valor de prueba anticipada, para lo cual realizará las acciones necesarias
para que se cumplan las exigencias del debido proceso.
¿Cómo deben realizar los y las fiscales el procedimiento de entrevista
única en los casos de violencia sexual?. Para la realización de la
Entrevista Única, los y las fiscales deben tener en cuenta los siguientes
lineamientos, a fin de garantizar su correcto desarrollo: a. La Entrevista
Única puede ser dirigida por el o la fiscal penal, de familia o mixto, según
corresponda; y es dirigida por el psicólogo(a), quien cuenta con los
conocimientos teóricos y técnicos para lograr obtener los elementos fácticos
que requieran los fiscales para lograr el esclarecimiento de los hechos15. b.
La Entrevista Única se realiza en la Cámara de Gesell16 (si existe una en la
localidad) o en la Sala de Entrevista Única (siempre que se encuentre
adecuadamente implementada) en los lugares en los que no se encuentre
instalada la primera. c. Cuando el investigado es mayor de edad, quien dirige
el procedimiento de entrevista única es el o la fiscal penal. d. El o la fiscal de
familia participa velando por el respeto de los derechos y garantías del niño,
niña y adolescente. Si el investigado es menor de edad, éste último dirige el
procedimiento de entrevista única. e. En caso que haya investigados
mayores y menores de edad, quien dirige la entrevista es el o la fiscal penal,
previa coordinación con el fiscal de familia a fin que se comunique al
psicólogo(a) cuáles son los elementos fácticos que son necesarios conocer.
f. El o la fiscal penal, de familia o mixto, o la Policía, cuando el fiscal lo
disponga, emite el oficio respectivo para que el niño, niña o adolescente
asista a las evaluaciones médico legales, esto es el reconocimiento médico
legal para delito contra la libertad sexual. g. En los casos de flagrancia, la
evaluación médico legal, entrevista única y evaluación psicológica del niño,
niña o adolescente se realiza dentro de las 24 horas, y a la brevedad,
siempre y cuando sus condiciones de salud física, y/o mental lo permitan. h.
En los supuestos previstos en los párrafos anteriores, concurren a la
entrevista única: • el niño, la niña o adolescente. • el/la fiscal de familia,
penal o mixto, según corresponda. • los padres o responsables de niño, niña
o adolescente. • el abogado/a defensor/a del niño, niña o adolescente. • el
abogado/a defensor/a o de oficio del investigado. • el Policía cuando
corresponda. i. Es imprescindible considerar la irrepetibilidad de la entrevista
con el niño, niña o adolescente, por lo que se debe garantizar que la
entrevista sea realizada en los ambientes adecuados y con los artefactos de
captación de imagen y sonido en perfecto funcionamiento, a fin que la
prueba sea preservada. j. Sólo tratándose de estricta necesidad y legitimidad
comprobada o cuando el requerimiento de la asistencia lo justifique, el/la
fiscal puede autorizar la visualización de la entrevista. k. En caso que el
fiscal disponga la realización de la investigación a nivel policial, se entrega
una copia del acta de entrevista al instructor policial, pero no el medio
magnético de almacenamiento que contiene el material audiovisual de la
entrevista.
¿Cuál es la actitud que deben tomar los y las fiscales ante una víctima
de violencia sexual?. En su calidad de conductores de la investigación y
persecución penal del delito, los y las fiscales deben proporcionar respaldo y
seguridad a la víctima de un hecho de violencia sexual, tomando medidas
para evitar su doble victimización. En este marco, los y las fiscales deben
realizar un interrogatorio profesional, manteniendo un clima de amabilidad y
de respeto en la diligencia, procurando obtener detalles fundamentales de
los hechos, sin perturbar psicológica ni físicamente a la víctima. Ante las
denuncias de violencia sexual, los y las fiscales deben aplicar un enfoque de
género, buscando que, con base a las evidencias y pruebas, el mayor
porcentaje de estos casos reciba una condena judicial. Para ello, es
necesario que los y las fiscales recopilen los elementos probatorios con las
garantías del debido proceso y coordinen con las diversas agencias del
sistema penal a fin de generar procedimientos idóneos para el respeto a la
dignidad de las víctimas y evitar los prejuicios respecto a las mismas.
¿Qué infraestructura debe ofrecer el Ministerio Público a las víctimas
de violencia sexual?. El Ministerio Público debe ofrecer una infraestructura
adecuada para las víctimas de violencia sexual, que garantice que las
mismas puedan efectuar su declaración sin temor ni presiones, respetando
su dignidad y privacidad en su condición de agraviada (o), debiendo
destinarse un ambiente privado para su declaración. Asimismo, las Fiscalías
deben acondicionar un ambiente propicio para efectuar el reconocimiento del
agresor, el mismo que debe contar con mecanismos que no permitan que el
presunto agresor distinga a la víctima que está practicando el
reconocimiento, siendo idóneo contar con una ventana especial polarizada
¿Cuál es el rol central de los jueces y juezas en la investigación de
casos de violencia sexual?. A diferencia del sistema procesal penal
inquisitivo, en el sistema acusatorio, los jueces y juezas ejercen un rol
sustancial de valoración y de decisión, con base al principio de la
imparcialidad judicial. De esta manera, en los procesos judiciales de
violencia sexual, los jueces y juezas deben velar por el respeto a los
derechos de todos los intervinientes, en especial de las víctimas, resolviendo
con imparcialidad y con base al derecho, los conflictos propios de la
investigación, los requerimientos y las solicitudes de las partes, con énfasis
en exámenes médicos y pericias, pronunciarse sobre las medidas limitativas
de derechos, las medidas de protección y los medios de defensa, ejecutando
la prueba anticipada, controlando los plazos legales y evitando la doble
victimización.
¿Qué medidas de protección pueden ejercitar los jueces y juezas
respecto a las víctimas en los casos de violencia sexual?. El Código
Procesal Penal señala que los jueces y juezas, de oficio o a instancia de las
partes, pueden disponer una serie de medidas de protección para las
víctimas de delitos o infracciones a la libertad sexual, tales como (Art. 248 –
Inc. 2 CPP): a. Protección policial. b. Cambio de residencia. c. Ocultación de
su paradero. d. Reserva de su identidad y demás datos personales en las
diligencias que se practiquen, y cualquier otro dato que pueda servir para su
identificación, pudiéndose utilizar para ésta un número o cualquier otra clave.
e. Utilización de cualquier procedimiento que imposibilite su identificación
visual normal en las diligencias que se practiquen. f. Fijación como domicilio,
a efectos de citaciones y notificaciones, la sede de la Fiscalía competente, a
la cual se las hará llegar reservadamente a su destinatario. g. Utilización de
procedimientos tecnológicos, tales como videoconferencias u otros
adecuados, siempre que se cuenten con los recursos necesarios para su
implementación. Esta medida se adoptará para evitar que se ponga en
peligro la seguridad del protegido(a) una vez desvelada su identidad y
siempre que lo requiera la preservación del derecho de defensa de las
partes. h. Siempre que exista grave e inminente riesgo para la vida,
integridad física o libertad del protegido o la de sus familiares y no pueda
salvaguardarse estos bienes jurídicos de otro modo, se podrá facilitar su
salida del país con una calidad migratoria que les permita residir
temporalmente o realizar actividades laborales en el extranjero. Si bien es
cierto que no se puede aplicar la totalidad de las medidas de protección
establecidas en el Código Procesal Penal en la magnitud ideal, deben
propiciarse las acciones e iniciativas pertinentes para posibilitar su uso. El
órgano judicial competente se pronunciará motivadamente sobre la
procedencia de mantener, modificar o suprimir todas o algunas de las
medidas de protección adoptadas por el o la fiscal o juez durante las etapas
de investigación preparatoria o intermedia, así como si proceden otras
nuevas (Art. 250 –Inc. 1 CPP).
¿Cuál es la actitud que deben tomar los jueces y juezas ante la víctima
de violencia sexual?. Los jueces y juezas deben aplicar un enfoque de
género, brindándole a la víctima de delitos o infracciones a la libertad sexual,
la garantía y seguridad de que van a obtener una tutela jurisdiccional
efectiva. Asimismo, si detectaran un indicio de perjuicio o una clasificación
por estereotipo, de parte de los policías, de los fiscales o de la defensa,
deben filtrarlos, como una extensión de su función de vigilancia en la
investigación. Además, los jueces y juezas deben orientar sus esfuerzos en
evitar cualquier forma de discriminación a las víctimas, así como mejorar su
situación en la etapa de investigación preliminar y dar respuestas de mejor
calidad y favorables a sus demandas de justicia. En la investigación de los
delitos de violencia sexual, se debe evitar la impunidad, porque ello
permitiría la perpetuación de la violación de los derechos de las víctimas, así
como la generación de una sensación de inseguridad en las mismas y la
desconfianza en el sistema penal.
¿Cuáles son los criterios rectores que deben respetar los jueces y
juezas al momento de efectuar la apreciación de la prueba en los
delitos contra la libertad sexual?. Los jueces y juezas deben valorar y
aplicar el Acuerdo Plenario N° 1-2011/ CJ-116, emitido por la Corte Suprema
de Justicia de la República en el marco del VII Pleno Jurisdiccional de las
Salas Penales Permanente y Transitoria –Apreciación de la prueba en los
delitos contra la libertad sexual, el cual resolvió: “ESTABLECER como
doctrina legal, los criterios expuestos en los fundamentos jurídicos 21° al
38°”22. Asimismo, se determinó “PRECISAR que los principios
jurisprudenciales que contiene la doctrina legal antes mencionada deben ser
invocados por los jueces de todas las instancias judiciales, sin perjuicio de la
excepción que estipula el segundo párrafo del artículo 22° de la LOPJ,
aplicable extensivamente a los Acuerdos Plenarios dictados al amparo del
artículo 116° del citado estatuto orgánico”. Estos principios jurisprudenciales
se refieren a los siguientes puntos: (a). Irrelevancia de la resistencia de la
víctima de agresión sexual (b). Declaración de la víctima (c). La prueba en el
Derecho Penal Sexual. (d). Evitación de la Estigmatización secundaria.
¿Qué infraestructura debe ofrecer el Poder Judicial a las víctimas de
violencia sexual?. Con la finalidad de proporcionar una mejor atención a las
víctimas de delitos o infracciones a la libertad sexual, los jueces y juezas
deben propiciar medidas que permitan optimizar la infraestructura de las
sedes judiciales, tales como: a. El diseño de un sistema de seguridad en las
salas de audiencias, que sirva para dar tranquilidad y confianza a la víctima,
pues si ésta se siente segura, podrá afrontar con entereza la diligencia
programada, así como arriesgarse a ver, escuchar, o confrontarse con el
presunto agresor. b. La instalación de un sistema de vigilancia en video. c.
La adecuación de salidas múltiples. d. El establecimiento de una sala de
espera con servicios higiénicos y la custodia de un efectivo policial,
destinada a que las víctimas y testigos de delitos o infracciones a la libertad
sexual, puedan esperar el inicio de la audiencia, o su turno para declarar. e.
La implementación de una ventana especial polarizada que no permita que
el presunto agresor distinga a la víctima que está practicando el
reconocimiento. f. La implementación de directivas para una respuesta
inmediata ante la violencia o la amenaza de violencia que podría producirse
en la sala de audiencia, las mismas que incluyen el aislamiento de víctimas y
testigos, evacuación de emergencia, cierre del edificio, g. La disposición de
sanciones rápidas y adecuadas para los actos o amenazas de violencia en la
sala del juzgado.
ACUERDO PLENARIO N° 1-2011/CJ-116 - CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA - VII PLENO JURISDICCIONAL DE LAS
SALAS PENALES PERMANENTE Y TRANSITORIA - APRECIACIÓN DE
LA PRUEBA EN LOS DELITOS CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL:
“21°. El proceso penal incorpora pautas probatorias para configurar el delito
de violación sexual. Una de estas es la referida a la correcta determinación
del objeto procesal y lo que es materia a probar. Tal consideración
condiciona el derrotero sobre el cual deberá discurrir la actividad probatoria,
pertinente y útil, que permita arribar a la determinación de la autoría del
hecho y a la aplicación de una consecuencia jurídico penal. El delito se
configura con la realización del agente del acto sexual indeseado,
involuntario o no consentido, y que, por ende, no existe forma en que la
resistencia de la víctima se erija en presupuesto material sine qua non para
la configuración de este ilícito penal. En consecuencia, la constatación de si
el agente doblegó o no la resistencia de la víctima de abuso sexual, en
absoluto constituye objeto de dilucidación preponderante en el proceso,
pues existen supuestos como el abuso sexual practicado con amenaza
grave coetánea a la consumación del acto, o se realizan bajo un contexto
objetivamente intimidatorio anterior y contemporáneo a la consumación del
abuso sexual. De igual modo, se presentan cuando acontecen
circunstancias de cautiverio, en contexto análogo, o dicho abuso es
sistemático o continuado. Es decir, son casos en los cuales la víctima no
explicita una resistencia u opta por el silencio, dada la manifiesta inutilidad
de su resistencia para hacer desistir al agente, o asume tal inacción a fin de
evitar un mal mayor para su integridad física”.
“22°. La Corte Suprema de Justicia ha tenido la oportunidad de pronunciarse
en relación a dos tópicos vinculados al que es materia del presente Acuerdo
(supuestos de retractación y no persistencia): i) Respecto a la validez de la
declaración de los testigos hecha en la etapa de instrucción -y en la etapa
policial sujeta a las exigencias legales pertinentes- a pesar de que éstos se
retracten en la etapa del juzgamiento (ver Ejecutoria Vinculante emitida en el
R.N. N° 3044-2004); y ii) Referente a los criterios de valoración que deben
observarse en los supuestos de las declaraciones de agraviados (testigos
víctimas). -véase Acuerdo Plenario N° 2-2005/CJ-116-“.
“23°. Se ha establecido anteriormente -con carácter de precedente
vinculante- que al interior del proceso penal frente a dos o más
declaraciones carentes de uniformidad o persistencia -en cuanto a los
hechos incriminados- por parte de un mismo sujeto procesal: co-imputado,
testigo víctima, testigo, es posible hacer prevalecer como confiable aquella
con contenido de inculpación por sobre las otras de carácter exculpante.
Dicho criterio encuentra particular y especial racionalidad precisamente en
este ámbito de delitos sexuales en los que es común la existencia de una
relación parental, de subordinación o de poder entre agente y víctima”.
”24°. La retracción como obstáculo al juicio de credibilidad se supera en la
medida en que se trate de una víctima de un delito sexual cometido en el
entorno familiar o entorno social próximo. En Anexo 24 tanto en cuanto se
verifique (i) la ausencia de incredibilidad subjetiva –que no existan razones
de peso para pensar que prestó su declaración inculpatoria movidos por
razones tales como la exculpación de terceros, la venganza, la obediencia,
lo que obliga a atender a las características propias de la personalidad del
declarante, fundamentalmente a su desarrollo y madurez mental-, y (ii) se
presenten datos objetivos que permitan una mínima corroboración periférica
con datos de otra procedencia –la pluralidad de datos probatorios es una
exigencia de una correcta y segura valoración probatoria, sin perjuicio de
que la versión de la víctima (iii) no sea fantasiosa o increíble y que (iv) sea
coherente- [MERCEDES FERNÁNDEZ LÓPEZ: La valoración de pruebas
personales y el estándar de la duda razonable. A los efectos del requisito de
(v) uniformidad y firmeza del testimonio inculpatorio, en los delios sexuales
ha de flexibilizarse razonablemente. Ha de tenerse en cuenta que la
excesiva extensión temporal de las investigaciones genera espacios
evolutivos de sentimientos e ideas tras la denuncia, pues a la rabia y el
desprecio que motivó la confesión de la víctima se contraponen sentimientos
de culpa por denunciar a un familiar, o a una persona estimada. La
experiencia dicta que no es infrecuente reproches contra la víctima por no
cumplir con el mandato de mantener unido al grupo familiar, así como
vivencias, en algunos casos, de las dificultades por las que atraviesa la
madre para sostener económicamente a los miembros de la familia. Todo
ello genera una sensación de remordimiento de la víctima por tales
consecuencias, a lo que se suma, en otros casos, la presión ejercida sobre
ésta por la familia y por el abusador, todo lo cual explica una retractación y,
por tanto, una ausencia de uniformidad”.
“25°. Por tanto, en esta línea la persecución de los delitos sexuales escapa
de la esfera privada. La voluntad familiar no puede impedir o limitar la
intervención penal, pues las consecuencias de estos delitos trascienden
dicho ámbito y su tratamiento es de autonomía pública. Lo propio ocurre si el
agente es también cercano a la víctima por motivos de confianza –vecino-, o
haber tenido una relación de autoridad -padrastro, profesor, instructor,
etcétera-; o también por móvil de temor a represalias en caso de residencia
próxima del agente respecto de la víctima”. “26º. La validez de la retractación
de la víctima está en función de las resultas tanto de una evaluación de
carácter interna como externa. En cuanto a la primera, se trata de indagar: a)
la solidez o debilidad de la declaración incriminatoria y la corroboración
coetánea –en los términos expuestos- que exista; b) la coherencia interna y
exhaustividad del nuevo relato y su capacidad corroborativa; y, c) la
razonabilidad de la justificación de haber brindado una versión falsa,
verificando la proporcionalidad entre el fin buscado -venganza u odio- y la
acción de denunciar falsamente. Respecto de la perspectiva externa, se ha
de examinar: d) los probados contactos que haya tenido el procesado con la
víctima o de su objetiva posibilidad, que permitan inferir que la víctima ha
sido manipulada o influenciada para cambiar su verdadera versión; y, e) la
intensidad de las consecuencias negativas generadas con la denuncia en el
plano económico, afectivo y familiar. A estos efectos, el propio relato de la
víctima se erige en la herramienta más sólida para advertir estos
indicadores, al igual que la información que puedan proporcionar sus
familiares cercanos”.
“27°. Cabe puntualizar, conforme lo establecido en el literal d) de la Regla 70
de las Reglas de Procedimiento y Prueba de la Corte Penal Internacional, la
credibilidad, la honorabilidad o la disponibilidad sexual de la víctima o de un
testigo no podrán inferirse de la naturaleza sexual del comportamiento
anterior o posterior de la víctima o de un testigo. El juicio de atendibilidad o
credibilidad, por tanto, no puede sustentarse únicamente en la conducta de
la víctima. Con razón ha señalado la Corte Constitucional Colombiana, en su
Sentencia T-453/05, del dos de mayo de 25 2005: “…de la experiencia
sexual anterior de la víctima no es posible inferir el consentimiento a un acto
sexual distinto y ajeno a los contextos y a las relaciones que en ella pudiere
haber consentido a tener contacto sexual con personas diferentes al
acusado”. Por otro lado, en reglas que se explican por sí solas, cuya
legitimidad fluye de lo anteriormente expuesto, es del caso insistir en la
aplicación de los literales a) al c) de la Regla 70 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba de la Corte Penal Internacional. Son las siguientes:
A. El consentimiento no podrá inferirse de ninguna palabra o conducta de la
víctima cuando la fuerza, la amenaza de la fuerza, la coacción o el
aprovechamiento de un entorno coercitivo hayan disminuido su capacidad
para dar un consentimiento voluntario y libre. B. El consentimiento no podrá
inferirse de ninguna palabra o conducta de la víctima cuando ésta sea
incapaz de dar un consentimiento libre. C. El consentimiento no podrá
inferirse del silencio o de la falta de resistencia de la víctima a la supuesta
violencia sexual”.
“28º. El Juez es soberano en la apreciación de la prueba. Ésta, empero, no
puede llevarse a cabo sin limitación ni control alguno. Sobre la base de una
actividad probatoria concreta -nadie puede ser condenado sin pruebas y que
éstas sean de cargo-, y jurídicamente correcta -las pruebas han de ser
practicadas con todas y cada una de las garantías que le son propias y
legalmente exigibles-, se ha de llevar a cabo con arreglo a las normas de la
lógica, máximas de la experiencia -determinadas desde parámetros
objetivos- y los conocimientos científicos; es decir, a partir de la sana crítica,
razonándola debidamente (principio de libre valoración con pleno respeto de
la garantía genérica de presunción de inocencia: artículos VIII TP, 158°.1 y
393°.2 NCPP) .
“29º. La selección y admisión de la prueba en el proceso penal se informa
del principio de pertinencia de la prueba –de expresa relevancia
convencional-, así como los principios de necesidad –que rechaza la prueba
sobreabundante o redundante-, conducencia o idoneidad, y utilidad o
relevancia. El primero exige la vinculación lógico-jurídica entre el objeto de
prueba y el medio de prueba. Tal circunstancia no cambia para el caso del
procesamiento de delitos sexuales, donde es en función de las
particularidades situacionales del hecho sexual que se distingue, escoge y
prefiere entre los distintos medios de prueba que se tienen al alcance para
determinar, confirmar o rechazar la tesis inculpatoria objeto de prueba”.
“30º. La recolección de los medios de prueba en el caso de delitos sexuales
no constituye una selección acostumbrada, uniforme y cotidiana aplicada por
igual a todos los casos de agresión sexual, menos aún su valoración. Atento
al principio de pertinencia, el medio de prueba debe guardar estrecha
relación con la materia que se quiere dilucidar, distinguiéndose: a) por el
grado de ejecución: la de un hecho tentado o consumado; b) por el objeto
empleado para la penetración: miembro viril o un objeto análogo; c) la zona
corporal ultrajada: vaginal, anal o bucal; d) por la intensidad de la conducta:
penetración total o parcial; e) por el medio coaccionante empleado: violencia
física, violencia moral o grave amenaza; f) por las condiciones personales de
la víctima: mayor de edad, menor de edad, aquella que no pudo consentir
jurídicamente, el incapaz porque sufre anomalía psíquica, grave alteración
de la conciencia o retardo mental”.
“31º. El Juez atenderá, en concreto, las particularidades de cada caso para
establecer la relevancia de la prueba como consecuencia de la declaración
de la víctima o testigo, y la adecuará a la forma y circunstancias en que se
produjo la agresión sexual (unida a su necesidad –aptitud para configurar el
resultado del proceso- y a su idoneidad –que la ley permite probar con el
medio de prueba el hecho por probar). A manera de ejemplo, si para el
acceso carnal medió únicamente grave amenaza -en cuyo caso ni siquiera
requiere algún grado de resistencia- no es exigible que el examen médico
arroje lesiones paragenitales que evidencien resistencia física por parte de la
víctima. Se ha de acudir a otros medios de corroboración, tal es el caso de la
pericia psicológica, u otras que se adecuen a las peculiaridades del hecho
objeto de imputación”.
“32º. Las variadas combinaciones que la multiplicidad de conductas
reguladas puede arrojar y aplicarse en la praxis a un supuesto determinado
de la realidad exige al Juzgador valerse de los distintos medios de prueba
actuados en la causa que por su naturaleza puedan corroborar una
incriminación. Así la problemática que advierte respecto a la indebida
valoración de la pericia mé- dico legal que no consigna lesiones
paragenitales y/o himeneales, se despeja sin más a través de una atenta
aplicación del principio de idoneidad de la prueba penal en relación a las
circunstancias y medios empleados por el agresor para conseguir el quiebre
de la voluntad de la víctima. Si los medios delictivos consisten en la
amenaza, la penetración vaginal fue incompleta, o la agresión sexual radicó
en la práctica genitalica-bucal, resulta absurdo admitir a trámite la referida
prueba técnica, actuarla y, menos, valorarla. Será la declaración de la
víctima la que, finalmente oriente la dirección de la prueba corroborativa. De
este modo, se desmitifica la prueba médico forense como una prueba de
actuación obligatoria ante la sola mención del tipo legal imputado”.

“33º Lo expuesto no importa disminuir el alcance probatorio de la pericia


médico-legal, sino identificar el contexto en la que sus conclusiones
adquieren real vinculación y potencialidad con la acción delictiva objeto de
imputación. Dicha prueba pericial será trascendente cuando se atribuya
-usualmente por parte de la propia víctima- el empleo de agresión física,
penetración violenta o sangrado producto de los hechos, las que de no
evidenciarse, pese a la inmediatez de la actuación de la pericia, será
relevante para debilitar el alcance de la declaración de la víctima o
considerar la ausencia de corroboración”.
“34º. El principio de pertinencia y el derecho constitucional de la víctima a
que se proteja su derecho a la intimidad transforman las pruebas solicitadas
para indagar respecto a su comportamiento sexual o social, anterior o
posterior al evento criminal acaecido, en pruebas constitucionalmente
inadmisibles, cuando impliquen una intromisión irrazonable, innecesaria y
desproporcionada en su vida íntima. Éste sería el caso cuando se indaga
genéricamente sobre el comportamiento sexual o social de la víctima, previo
o posterior a los hechos objeto de investigación o enjuiciamiento –esta es la
base de la regla 71 de las Reglas de Procedimiento y Prueba de la Corte
Penal Internacional-. Por el contrario, ningún reparo se advierte en los actos
de demostración y de verificación de las circunstancias en que se realizó la
agresión sexual imputada”.
“35º La regla expuesta, en clave de ponderación, está limitada por la
garantía genérica de defensa procesal y en el principio de contradicción.
Frente a un conflicto entre ambos derechos fundamentales y garantías
constitucionales, para proceder a la indagación íntima de la víctima, en
principio prohibida (Regla 71 ya citada), deberá identificarse una vinculación
lógica entre la prueba indagatoria restrictiva de la vida íntima y la tesis
defensiva correspondiente, por lo que dicho examen sólo cabría si (i) tal
indagación está dirigida a demostrar que el autor del ilícito es otra persona y
no el procesado; (ii) o si como, consecuencia de impedir esa indagación, se
vulnera gravemente la garantía de defensa del imputado. Por ejemplo,
cuando éste trate de acreditar anteriores o posteriores contactos sexuales
con la víctima que acrediten de ese modo el consentimiento del acto. A estos
efectos, deberá superarse, además, el test de proporcionalidad que
finalmente justifique la idoneidad de la prueba indagatoria al objeto de la
prueba en prevalencia del derecho de defensa del imputado. Este test exige,
en primer lugar, analizar el fin buscado para ver si es imperioso para 27 la
defensa; en segundo lugar, examinar si el medio para llegar a dicho fin es
legítimo; y, en tercer lugar, estudiar la relación entre el medio y el fin
aplicando un juicio de necesidad. Luego, de ser razonable a la luz de estos
pasos, se aplicará el juicio de proporcionalidad en sentido estricto para
determinar si el grado de afectación del derecho a la intimidad es
desproporcionado [Sentencia de la Corte Constitucional Colombiana T-
453/05, del dos de mayo de 2005]”.
“36º Estas previsiones jurisprudenciales persiguen evitar innecesarios
cuestionamientos de la idoneidad moral de la víctima, los cuales legitimarían
una gama de prejuicios de género, orientados a rechazar la imputación penal
con base a su comportamiento sexual. Tales cuestionamientos son
innecesarios y conllevan una irrazonable intromisión en la vida íntima de la
víctima sin que aporte ningún elemento probatorio de lo sucedido en la
relación entre víctima y acusado”.
“37°. El Estado ha de mostrar una función tuitiva respecto a la víctima que
denuncia una agresión sexual, como criterio de justicia y por fines de eficacia
probatoria. La victimización secundaria hace referencia a la mala o
inadecuada atención que recibe una víctima por parte del sistema penal, e
instituciones de salud, policía, entre otros. La re victimización también
incluye la mala intervención psicológica terapéutica o médica que brindan
profesionales mal entrenados para atender situaciones que revisten
características particulares. La víctima de una agresión sexual sufre por el
propio hecho en sí; y por la dolorosa experiencia de repetir el suceso vivido a
los profesionales de las diferentes instituciones sucesivamente: familia,
pediatra, trabajadora social, médico forense, policía, psicólogo, juez,
abogado del acusado. En efecto, el trauma de la víctima del abuso sexual se
prolonga cuando debe enfrentarse a los interrogatorios que contempla el
sistema de justicia”.
“38°. A efectos de evitar la victimización secundaria, en especial de los
menores de edad, mermando las aflicciones de quien es pasible de abuso
sexual, se debe tener en cuenta las siguientes reglas: a) Reserva de las
actuaciones judiciales; b) Preservación de la identidad de la víctima; c)
Promover y fomentar la actuación de única declaración de la víctima. Esta
regla es obligatoria en el caso de menores de edad, valiéndose para ello de
las directivas establecidas por el Ministerio Público en la utilización de la
Cámara Gesell, especialmente respecto a la completitud, exhaustividad y
contradicción de la declaración. En lo posible tal técnica de investigación
deberá estar precedida de las condiciones que regula la prueba anticipada
del artículo 242º.1.a) del Código Procesal Penal 2004 y siguientes. La
irrepetibilidad o indisponibilidad en su actuación radica en el retraso de la
misma hasta el juicio oral, dada la corta edad de los testigos y las inevitables
modificaciones de su estado psicológico, así como un eventual proceso de
represión psicológica. Su registro por medio audiovisual es obligatorio. De
modo tal que, si a ello se agrega la nota de urgencia –que autoriza a las
autoridades penales distintas del Juez del Juicio para su actuación (artículos
171°.3 y 337°.3.a NCPP)- de no existir cuestionamientos relevantes a la
práctica probatoria, sea posible su incorporación al juicio a través de su
visualización y debate. Excepcionalmente, el Juez Penal, en la medida que
así lo decida podrá disponer la realización de un examen a la víctima en
juicio cuando estime que tal declaración o exploración pre procesal de la
víctima: a) no se ha llevado conforme a las exigencias formales mínimas que
garanticen su derecho de defensa; b) resulte incompleta o deficiente; c) lo
solicite la propia víctima o cuando ésta se haya retractado por escrito; d)
ante lo expuesto por el imputado y/o la declaración de otros testigos sea de
rigor convocar a la víctima para que incorpore nueva información o aclare
sectores oscuros o ambiguos de su versión; e) evitarse el contacto entre
víctima y procesado, salvo que el proceso penal lo requiera”.
10MA. SEMANA DEL 06AGO AL 11AGO2018
JUSTICIA CON ENFOQUE DE GÉNERO
JUSTICIA Y GÉNERO
La Comisión de Justicia de Género del Poder es una instancia que ha sido
creada para institucionalizar el enfoque de género en todos los niveles de la
administración de justicia a nivel nacional, que pone de manifiesto la
voluntad política de este Poder del Estado para alcanzar la meta de la
igualdad de género y eliminar la discriminación hacia las mujeres en nuestro
país.
Esta instancia viene trabajando a partir de cuatro objetivos estratégicos que
responden a la transversalización del enfoque de género, aprobación de
normatividad e implementación de políticas institucionales que promuevan la
igualdad entre mujeres y hombres, el fortalecimiento de capacidades de
Juezas y Jueces, personal jurisdiccional y administrativo incorporando el
enfoque de género y, el desarrollo de un sistema de información que brinde
insumos para la implementación de políticas institucionales.
En tal sentido, la Comisión tiene como reto fortalecer un Poder Judicial que
permita el acceso a la justicia en condiciones igualitarias de todas las
ciudadanas y ciudadanos, garantizándoles un servicio de justicia de
calidad.

JUSTICIA CON ENFOQUE DE GÉNERO


La atención prioritaria y efectiva por parte del Estado, en todos sus
niveles, para enfrentar los casos de violencia que sufren las mujeres en el
Perú, instó el Tribunal Constitucional (TC) en reciente sentencia que en
materia de derechos fundamentales representa no solo un avance
importante en la perspectiva de género sino también en el derecho a una
vida libre de violencia.
Así, el TC desarrolla la obligación constitucional de modo especial para
lograr la eficiencia en la impartición de justicia en casos de violencia
contra la mujer y, en específico, los de agresión sexual, en un esfuerzo
por evitar que se perpetúen injusticias en el país por razón de género.
Esto, al advertir que dicha situación constituye un problema estructural en
nuestra sociedad que ha colocado a sus ciudadanas en una posición de
especial vulnerabilidad.

Sin duda, una decisión justificada tanto en datos estadísticos como en


declaraciones normativas internacionales y de políticas públicas. En
efecto, el Tribunal nos recuerda que, según el INEI, el 68.2% de las
mujeres han sufrido algún tipo de violencia por parte de su esposo o
compañero en el 2016; y que apenas el 27.2%, menos de un tercio del
total, buscó ayuda en una institución como la Policía Nacional, las
defensorías municipales, el Ministerio Público, el Poder Judicial o el
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

En ese sentido, se reconocen los esfuerzos de desarrollo legislativo y del


diseño de políticas públicas para atender la situación de vulnerabilidad de
la mujer peruana en normas como la Ley Nº 30364, para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del
grupo familiar; y en cuyo artículo 9 se garantiza el derecho de las mujeres
a una vida libre de violencia, así como el actual Plan Nacional contra la
Violencia de Género 2016-2021.

No obstante, expone también las observaciones del Comité para la


Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de las Naciones Unidas
respecto a los supuestos obstáculos a los que deben enfrentar las
mujeres para acceder a la justicia, esto es, la prevención de la violencia,
castigo a los agresores y el servicio reparador para las víctimas. Un reto
para la función jurisdiccional en el país.
Se espera, de ese modo, que conforme lo recomienda el Comité, nuestra
sociedad pueda seguir con la concertación de esfuerzos para cambiar los
arraigados estereotipos de género, reforzar las capacidades de los
magistrados, defensores, profesionales de la salud y médicos forenses,
en la atención a las mujeres víctimas de la violencia que acudan a la
justicia considerando debidamente las cuestiones de género; alentar la
denuncia de todos estos casos de violencia, tanto dentro como fuera del
hogar, incluida la agresión sexual; e incrementar los medios de protección
disponibles para las mujeres víctimas de la violencia.
Inclusive, por medio del fundamento de voto de la magistrada Marianella
Ledesma Narváez, se deja como un desafío en la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional, el desarrollo del contenido y alcances del derecho
de las mujeres a una vida libre de violencia, pese al reconocimiento, en
otras sentencias, de diferencias históricamente muy arraigadas y que han
situado a grupos de la población en posiciones no solo desventajosas,
sino también contrarias a la dignidad de la persona, lo cual es plenamente
aplicable a la situación de las mujeres, sobre todo en el caso de las
pobres y extremadamente pobres en el Perú.
Se han constituido las Comisiones Distritales de Justicia de Género en las
Cortes Superiores de Justicia del país, con la finalidad de implementar la
transversalización del enfoque de género en todos los niveles y estructuras
organizacionales del Poder Judicial. Así se ha decidido mediante el
Correlativo N° 476111-2017 publicado el 17 de enero de 2018 en el diario
oficial El Peruano. El objetivo principal de estas es dirigir la política judicial
con enfoque de género, mediante la adopción de medidas y acciones
tendientes a mejorar la calidad y acceso a la justicia con igualdad de género,
en coordinación constante con la Comisión de Justicia de Género del Poder
Judicial.
En tal sentido, se ha previsto que las comisiones estén integradas por un/a
juez/a especializado/a titular y un/a juez/a de paz letrado/a titular, de las
especialidades de familia, penal o constitucional; y cuya estructura se
compone por un/a secretario/a técnico/a y un órgano de apoyo. Además, se
ha precisado que dichas comisiones desarrollen entre otras, las siguientes
funciones principales en coordinación con la Comisión de Justicia de Género
del Poder Judicial: a) Formular, dirigir, coordinar, ejecutar, monitorear y
supervisar las políticas, planes y acciones institucionales y de gestión
dirigidas a garantizar la igualdad de género; b) Promover e implementar
herramientas de gestión con enfoque de género; c) Impulsar la
institucionalización de una cultura con perspectiva de género; d) Formular
propuestas de creación y/o conversión de órganos jurisdiccionales, y e)
Promover propuestas normativas con enfoque de género. En respuesta a la
problemática de la violencia contra la mujer y los integrantes del grupo
familiar, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial dispuso la capacitación
obligatoria, desde una perspectiva de género, de los magistrados de
todas las dependencias jurisdiccionales y administrativas del país. La
iniciativa, denominada Plan Nacional de Capacitación de Jueces sobre
Justicia con Perspectiva de Género-período 2016, tiene el objetivo de dotar a
los operadores de justicia de herramientas que les permita conocer
adecuadamente, prevenir y atender de manera integral los casos de
violencia de género. Marcha contra la violencia de género en el Perú
será un hito histórico, La capacitación permitirá que los jueces emitan
medidas de protección eficientes, protejan adecuadamente a las víctimas,
detengan la iolencia en su contra y faciliten el cumplimiento de las medidas
que se dispongan en cada caso.
11AVA. SEMANA DEL 13AGO AL 18AGO2018

ACCESO A LA JUSTICIA DE LAS MUJERES EN SITUACIÓN DE


VIOLENCIA Y LA DEBIDA DILIGENCIA.
El acceso a la justicia penal de las mujeres víctimas de violencia de
género
Por Cynthia Silvia, Abogada por la Pontificia Universidad Católica del Perú
Máster de Derecho Penal por la Universidad de Salamanca, España.
Investigadora del DEGESE (Grupo de Investigación en Derecho, Género y
Sexualidad de la PUCP). Consultora en temas de justicia penal y género.
Durante el año 2014, el Ministerio Público reportó 19,406 denuncias por
delitos de violación sexual a nivel nacional, es decir, 53 denuncias por día en
el Perú. Respecto al resultado de la actuación del Estado frente a estos
casos, no se cuenta con un registro que brinde información acerca de si
concluyeron en condena o absolución. En el año 2011, el Presidente del
Poder Judicial, el Dr. César San Martín, reconoció que el 90% de casos de
violación sexual que llegaron a la Corte Suprema, concluyeron en absolución
por aplicación de estereotipos de género. Este dato nos muestra un
escenario en el que la impunidad predomina.
Otro escenario preocupante lo encontramos a partir del dato de que una
mayoría de víctimas de estos delitos no denuncian debido al temor, la
vergüenza, las represalias y la revictimización que se produce en el marco
de una investigación y procesamiento de los delitos sexuales, sin
perspectiva de género. Adicionalmente, según ha señalado la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, la ineficacia judicial propicia un
ambiente de impunidad que transmite un mensaje de tolerancia frente a la
violencia de género, de parte del Estado, lo cual contribuye a desincentivar
la denuncia por parte de las víctimas.
Por ello, es importante que el Estado pueda fortalecer su capacidad de
respuesta frente a estos casos, de acuerdo a los alcances de sus
obligaciones para con las víctimas de violencia de género, sobre las que
expondremos sus contenidos y fuentes: 1). El Estado peruano está obligado
a garantizar el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia de
género, adoptando medidas integrales para actuar con debida diligencia no
solo genérica –derivada de la Convención Americana de Derechos
Humanos-, sino reforzada a partir de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la Mujer. 2). El derecho de
acceso a justicia de las mujeres víctimas de violencia no se limita a la
recepción de la denuncia, sino que se garantiza a través de la observancia
de seis componentes esenciales, relacionados entre sí :a) La
justiciabilidad: acceso irrestricto a la justicia para las mujeres. Capacidad y
poder de las mujeres para reclamar sus derechos. 3). La disponibilidad de
órganos de justicia, tanto en zonas urbanas como rurales y remotas; su
mantenimiento y financiación. 4). La accesibilidad de órganos de
justicia seguros, físicamente accesibles a las mujeres; adaptados y
apropiados a sus necesidades, considerando formas compuestas de
discriminación. 5). La buena calidad de los sistemas de
justicia: competencia, eficiencia, independencia e imparcialidad y
oportunidad; recursos apropiados y efectivos para la resolución sostenible de
problemas de las mujeres con enfoque de género. 6). La aplicación de
recursos para una protección viable y una reparación significativa de
cualquier daño que puedan haber sufrido. 7). La rendición de cuentas de
los sistemas de justicia se garantiza mediante la vigilancia de su
funcionamiento. 8). La garantía de acceso a justicia, además, de manera
explícita debe comprender el respeto de la dignidad de las agraviadas, ya
sea que decidan participar o no de la investigación, considerando que se
trata de delitos de acción pública, es decir, que los sigue de oficio la fiscalía.
En ese sentido, incluso cuando no se encuentre previsto de manera expresa
en las normas nacionales, las agraviadas deben contar con condiciones
adecuadas que contribuyan con evitar la revictimización, particularmente,
un espacio cómodo, seguro y privado; así como que se evite la necesidad de
la repetición de su declaración. 9). Otro aspecto ineludible relacionado con la
afectación de los derechos a la dignidad, la libertad, la intimidad es el que se
produce cuando se presentan criterios basados enestereotipos de
género, de parte de quienes están encargados de conocer los casos de
violencia de género; este criterio se ha identificado como discriminatorio e
incluso afecta el derecho de acceso a justicia de las agraviadas, cuando
influye en la ineficacia judicial. La Corte Interamericana ha señalado que los
estereotipos de género constituyen causas y consecuencias de la
violencia de género en contra de la mujer.
De acuerdo a lo señalado por el Comité CEDAW, si el Estado no actúa frente
a la violencia de género con debida diligencia reforzada puede
determinarse su responsabilidad internacional aún tratándose de actos
originados por particulares. Se ha previsto que dicho estándar de actuación
se medirá, en relación con: i. el deber estatal de prevención basado en el
conocimiento del Estado de la problemática particular de violencia de género
en su territorio y su reconocimiento como comportamiento ilícito; ii. en
relación con la inmediatez para la atención de los casos y la realización de
determinadas diligencias urgentes para la investigación y iii. la exhaustividad
de la investigación y procesamiento de los casos necesario para salvar una
gran cantidad de casos que concluyen por archivos liminares.
En atención a ello, el marco normativo diseñado por el Estado peruano para
prevenir, investigar y sancionar la violencia de género debe considerar los
estándares desarrollados por organismos de protección de derechos
humanos, en esta materia.
El Código Procesal Penal vigente a nivel nacional, salvo en Lima y Callao,
a diferencia de la normativa procesal penal vigente en ellas,
reconoce derechos de las víctimas de manera explícita. De ese modo, en
su artículo IX, inciso 3, establece que “el proceso penal garantiza, también,
el ejercicio de los derechos de información y de participación procesal a la
persona agraviada o perjudicada por el delito. La autoridad pública está
obligada a velar por su protección y a brindarle un trato acorde con su
condición”.
Otra norma que regula procesalmente la violencia de género, es la
recientemente aprobada Ley 30364 para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar. Esta
Ley destaca por ser la primera en Perú que recoge explícitamente el
principio de debida diligencia. Asimismo, se centra especialmente en la
protección de las agraviadas por estos casos. Esta protección se operativiza
a través de medidas que, en el término de 72 horas contadas desde que se
interpone la denuncia, buscan poner a salvo a las víctimas de nuevos
ataques de parte del/los mismo/s agresor/es. Otro aspecto importante de la
Ley es que refuerza penalmente el cumplimiento de las obligaciones legales
de operadores y operadoras de justicia frente a estas denuncias y el
cumplimiento de las medidas de protección de parte de los agresores.
No obstante, aún hay aspectos que precisar y ajustar con el fin de responder
con inmediatez, exhaustividad y eficacia frente a estos casos, por lo que
urge la aprobación del Reglamento de la Ley 30364; así como la
implementación de los programas de capacitación previstos por la misma
para sus operadores/as que incidan en el cuestionamiento y erradicación de
los estereotipos de género, e, ineludiblemente, la asignación de un
presupuesto que pueda hacer realizables los fines de la Ley.
A modo de conclusión, podemos afirmar que en el Perú la garantía del
derecho de acceso a justicia de las mujeres víctimas de violencia de género
constituye actualmente un desafío, más considerado el contexto de cambio
de gobierno. Coyunturas políticas como estás generalmente juegan en
contra de las políticas públicas para enfrentar la violencia de género pues
postergan su abordaje. Por ello es importante que el gobierno saliente, deje
sentados los cimientos de la implementación de la Ley 30364 con el fin de
que cuente con condiciones para cumplir su finalidad: la protección y
reparación de las víctimas y la sanción eficaz y rehabilitación de los
agresores.
El estándar de debida diligencia es una herramienta que se utiliza para
analizar y medir el cumplimiento de la obligación que tiene el Estado de
garantizar los derechos humanos Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la violencia contra la mujer (Convención Belém do
Pará). Art. 7 b).
Reconocido en la Constitución Política del Perú, en el artículo 44 sobre la
garantía de la plena vigencia de los derechos humanos, la protección de la
población de las amenazas contra su seguridad; y la promoción del bienestar
general que se fundamenta en la justicia; así como, el artículo 139 inciso 3
sobre debido proceso y tutela jurisdiccional y 139, inciso 8 sobre el principio
de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley.
Obstáculos en el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia de
género María Luisa Piqué y Romina Pzellinsky* Históricamente, y hasta no
hace mucho tiempo atrás, el mensaje del sistema penal hacia las mujeres
era claro: las violencias que sufrían en sus relaciones de pareja estaban
justificadas o constituían un problema menor y propio del ámbito privado, en
el que el sistema penal no debía intervenir.1 Esta “falsa” dicotomía entre el
ámbito público y privado fue superada normativamente al sancionarse y
ratificarse la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer – Convención de Belém do Pará-,2
entre las que se reconoce la violencia que tenga lugar dentro de la familia o
unidad doméstica (art. 2.a) y se obliga a los Estados a prevenirla,
investigarla y sancionarla con la debida diligencia. Aún así, en nuestro
sistema de justicia penal todavía se advierten obstáculos en el acceso a la
justicia de las mujeres víctimas de violencia.3 Algunos responden a
problemas estructurales o normativos, y otros se vinculan con la presencia
de prejuicios y estereotipos que muchas veces van acompañadas de la
ausencia de formación específica en el tema. Entre las limitaciones
normativas, la multiplicidad de fueros que intervienen en casos de denuncias
de mujeres contra sus parejas o ex parejas aparece como el primer escollo,
que aumenta considerablemente la revictimización, descontextualiza los
hechos y dificulta la respuesta integral.
El acceso a la justicia se puede definir como el derecho fundamental a
reclamar por medio de los mecanismos institucionales la protección de un
derecho legalmente reconocido, lo que implica el acceso a las instancias
administrativas y judiciales competentes para resolver conflictos y reconocer
derechos.
Siendo lo anterior un tema de importancia para la Corporación Excelencia en
la Justicia, se decidió estudiar dentro del marco del proyecto ¨Necesidades
Jurídicas Insatisfechas¨, en el cual se tomaron los municipios de Armenia y
Chía para realizar el diagnostico de cuáles son las necesidades jurídicas que
tienen los habitantes de estrato 1, 2 y 3 de dichos municipios. Una de las
necesidades jurídicas insatisfechas que se logró detectar por medio de la
encuesta realizada por la Corporación y Deproyectos Ltda en la ciudad de
Armenia, es el obstáculo para acceder a la justicia en este municipio. Como
se puede observar en la gráfica, un 25% de los encuestados manifestaron
como obstáculo el costo económico de llevar y mantener un proceso, costo
que los usuarios en la mayoría de casos no pueden cubrir. Con un 14% se
tiene que los habitantes de Armenia encuentran como obstáculo para
acceder a la justicia el desconocimiento del derecho y un 6% la falta de
confianza en un abogado, entre otros.
La cifra que refleja la falta de confianza en un abogado, es preocupante
debido a que los profesionales del derecho son un mecanismo importante
para el acceso a la justicia en un sistema como el colombiano el cual, en la
mayoría de litigios, exige la intervención de dicho profesional.
12AVA. SEMANA DEL 20AGO AL 25AGO2018

SEGUNDO EXAMEN PARCIAL

13AVA. SEMANA DEL 27AGO AL 01SET2018


CALIDAD DE ATENCIÓN PARA GARANTIZAR EL ACCESO A LA
JUSTICIA DE LAS MUJERES DESDE LA ACTUACIÓN POLICIAL.
Calidad de la atención
La violencia hacia la mujer requiere de la intervención multidisciplinaria y
coordinada de diferentes instituciones que actúan como parte del sistema de
salud, protección social y de acceso a la justicia, como: los establecimientos
de salud, hospitales, Policía Nacional, Instituto de Medicina Legal, los
centros de emergencia mujer, Ministerio Público y el Poder Judicial. La
calidad de la atención está referida a un servicio que satisface las
expectativas y necesidades de las víctimas de violencia de género y que va
a permitir darles bienestar. Aquí se considera desde el trato adecuado que
brinda un personal policial, de salud, o judicial a los/as usuarias/os hasta la
investigación que se realiza por la denuncia.
La calidad de atención significa también dar respuestas adecuadas que
contribuyan a dar soluciones viables a las necesidades de las víctimas de
violencia familiar y sexual y al cese de la misma. Una atención de calidad
garantiza un buen servicio y es señal de que se está trabajando bien. Es
necesario mostrar respeto, amabilidad e interés por el problema. La persona
que atiende a una víctima de violencia familia o sexual debe ofrecer un
ambiente de seguridad, privacidad y confianza, debiendo tener en cuenta lo
siguiente: 1). Acceso oportuno a los servicios y que estos respondan a las
necesidades de las usuarias. 2). Atender con prontitud y amabilidad. 3). El
trato respetuoso, personalizado y el reconocimiento de la víctima como
sujeta/o de derechos. 4). Es importante la privacidad y confidencialidad del
servicio para lograr la aceptabilidad de las/os usuarias/os. 5). Brindar
información adecuada sobre los procedimientos, servicios y todos los medios
que permitan a las mujeres el cese de la violencia y la recuperación física y
emocional. 6). Para enfrentar situaciones de crisis se debe tratar de calmar a
la persona, esta actitud ayudará a que la víctima se tranquilice. 7). Si el
tiempo a emplear en la atención no es suficiente, es recomendable informar
a la persona del tiempo que disponemos para atenderla.
14AVA. SEMANA DEL 03SET AL 25AGO2018
GUIAS DE ATENCIÓN INTEGRAL DE LOS CENTROS DE EMERGENCIA
A LA MUJER.
ETAPAS DE LA ATENCION.- La atención consta de cuatro etapas:
admisión, atención básica, atención especializada y seguimiento y
evaluación del caso. La atención se inicia con la detección de la situación de
violencia y el ingreso de la persona al servicio. En esta etapa se identifica el
motivo de la consulta. Si la persona es afectada por hechos de violencia
familiar o sexual, se registran sus datos en la Ficha de Registro de Casos de
Violencia Familiar y Sexual. La atención básica comprende la primera
entrevista, valoración del riesgo y brindar información especializada. En los
casos en los que se detecte un riesgo para la vida o salud, el CEM moviliza
todos los recursos disponibles a fin de salvaguardar la integridad de la
persona afectada. La atención especializada implica recibir acompañamiento
psicológico para el proceso legal, asistencia legal gratuita desde la etapa
policial hasta la conclusión del proceso y atención social orientada a
fortalecer sus redes socio-familiares. Finalmente, la atención concluye con el
seguimiento y evaluación del caso, a fin de verificar los avances en la
protección, recuperación, acceso a la justicia y fortalecimiento de
capacidades y redes socio-familiares de la persona afectada:
ADMISIÓN
1. Identificación de situaciones de violencia familiar o sexual.
2. Obtención y registro de datos.
3. Identificación de la urgencia de la atención.
4. Derivación para la atención básica.
II. ATENCION BASICA
1. Acoger a la persona afectada.
2. Realizar la primera entrevista.
3. Brindar atención de intervención en crisis.
4. Evaluar el riesgo y gravedad en el que se encuentra la persona
afectada.
5. Brindar información y orientación especializada.
6. Valoración inicial de las estrategias de afronte y plan de seguridad.
7. Elección y puesta en marcha de un plan de intervención.
8. Derivación para la atención especializada.
III. ATENCION ESPECIALIZADA
1. Intervención interdisciplinaria a través de acompañamiento psicojurídico,
patrocinio legal, gestión social y fortalecimiento sociofamiliar.
2. Intervención interdisciplinaria para el diseño e implementación de las
estrategias de intervención.
IV. SEGUIMIENTO Y EVALUACION
1. Seguimiento del caso.
2. Evaluación de las estrategias y del logro de los objetivos.
GUIAS DE ATENCIÓN INTEGRAL DE LOS CENTROS DE EMERGENCIA
A LA MUJER.
ADMISION.- En esta etapa, el admisionista o el profesional que haga sus
veces, identifica el motivo de la consulta y determina si los hechos referidos
por la persona solicitante constituyen violencia familiar o sexual para su
ingreso al servicio, registra los datos generales para la atención y determina
la prioridad o urgencia de la misma.
Objetivos: a). Garantizar la adecuada recepción de la persona solicitante,
identificar el motivo de la consulta y orientarla respecto a los servicios
ofrecidos. b). Derivar los casos que no constituyen violencia familiar y sexual
a las instituciones competentes. c). Registrar los casos en la Ficha de
Registro de Casos de Violencia Familiar y Sexual. d). Derivar a las personas
afectadas por hechos de violencia para su atención Básica. e). Identificar los
casos prioritarios o urgentes: personas que se encuentren en crisis
emocional, urgencia de salud física y mental, situación de riesgo inminente o
violencia física o sexual reciente. Derivarlos de inmediato para su atención
por los profesionales del CEM.
Formas de Ingreso: Para el ingreso es necesario detectar el caso de
violencia familiar o sexual. Puede hacerse: a) Cuando la persona acude
directamente al servicio y refiere ser víctima de violencia familiar o sexual. b)
Cuando la persona acude al servicio por otro motivo y se observa que sufre
violencia. c) En una campaña, feria de servicio u otra actividad del CEM. d)
Cuando un tercero refiere conocer un hecho de violencia y proporciona
información mínima que permita indagar sobre el hecho referido (presunto
maltrato). e) Cuando la línea de ayuda telefónica del MIMDES (Línea 100)
deriva un presunto caso de violencia que pueda ser verificado. 2.1.3 Pautas
de la atención: a) Cuando la persona afectada notifica el caso. El/la
admisionista solicita el nombre y ocupación de la persona afectada por
hechos de violencia e identifica el motivo de la consulta, sus necesidades y
expectativas. Brinda información acerca de los servicios que ofrece el Centro
“Emergencia Mujer” y determina si la persona es o no víctima de violencia
familiar o sexual. Cuando la persona afectada por hechos de violencia tiene
dificultades para reconocer la violencia vivida, el o la admisionista debe
prestar atención a señales que pueden revelar una situación de violencia: a)
Presencia de lesiones físicas en cualquier parte del cuerpo que parecen no
tener relación con lo narrado: moretones, heridas, contusiones, fracturas,
quemaduras, entre otras. b) Abortos producidos por golpes o caídas
explicadas de manera confusa. c) Ansiedad, nerviosismo, escasa
concentración y atención. d) Dolores de cabeza, espalda, gastritis crónica,
espasmos musculares, que pueden ser síntomas de situaciones de tensión
permanente relacionada con la violencia vivida. Pág. 13 e) Llanto sin razón
aparente, poca afectividad, rigidez o falta de expresión, apatía, baja
autoestima, descuido de la apariencia física, estado de alerta permanente,
agresividad, en general síntomas que pueden hablarnos de un cuadro de
depresión. f) Fantasías o intentos de suicidio. g) La detección de violencia
contra las y los niños y adolescentes debe de llevar a indagar sobre violencia
contra la mujer. Sin perjuicio de lo anterior, todas las y los profesionales del
servicio deben conocer y aplicar en su trabajo diario las tablas de
indicadores y factores de riesgo para la detección y validación de los
distintos tipos de violencia. (Anexo I) Si el servicio de admisión no logra
determinar si se trata o no de un caso de violencia familiar o sexual, la
persona es derivada al servicio de psicología o, si ello no fuera posible a
cualquier otra/o profesional del equipo especializado del CEM, a fin de
determinar si corresponde al servicio a través de una entrevista o del
proceso de validación establecido en el numeral 2.1.4 Si identifica que es un
caso de violencia familiar o sexual, el o la responsable de la admisión debe
solicitar autorización a la persona afectada para registrar sus datos
generales en la Ficha de Registro de Casos de Violencia Familiar y Sexual.
(Anexo II) Seguidamente el o la admisionista orienta a la persona sobre las
características y alcances del servicio, ruta a seguir y tiempos reales de
espera. Debe dirigir a la persona hacia el lugar donde se va a realizar la
atención básica o señalarle la zona en la que puede esperar, hasta que el
servicio correspondiente solicite su ingreso. En coordinación con el equipo
de profesionales del CEM, el o la responsable de admisión prioriza la
atención inmediata de las personas que se encuentren en crisis emocional,
situación de riego inminente o abuso físico o sexual reciente o urgencia de
salud física y mental. En este último supuesto, coordina inmediatamente a fin
de acompañar a la persona a un establecimiento de salud y contactar a un
familiar o red social. Las personas adulto mayores, con discapacidad, niña,
niño o adolescente y madre gestante, deben recibir atención preferente. Si
las necesidades de la usuaria no son competencia del CEM se le deriva a
otras instituciones que figuren en el directorio institucional, según su motivo
de consulta. La labor del servicio de admisión consiste en identificar si el
motivo de consulta es compatible con la oferta de servicio del CEM. Una vez
identificado el caso como violencia familiar o sexual, el personal de admisión
no debe buscar indagar más sobre el detalle de los hechos de violencia. b)
Cuando terceros o la línea de ayuda telefónica notifican el caso La
información que un tercero proporcione al CEM respecto de un presunto
caso de violencia familiar o sexual debe ser registrada por el o la
responsable de admisión. Si la persona informante desea conservar el
anonimato, el o la admisionista le garantiza la confidencialidad del reporte y
agradece su colaboración. Asimismo, brinda información respecto a las
acciones inmediatas que va a realizar el CEM. Registra la información en la
Ficha de notificación de casos de presunto maltrato. (Anexo III) Cuando la
línea de ayuda telefónica remita un caso, se procede a su registro en el
archivo específicamente destinado para tal fin. Pág. 14 Cualquiera sea la
Ficha, el o la admisionista la deriva al servicio social del CEM para la
validación de la información allí consignada. Si no hubiera este servicio, se
deriva al servicio de psicología o finalmente al servicio legal. Recibida la
Ficha correspondiente el o la profesional: a) Interviene de inmediato y
notifica a la Policía Nacional del Perú o Fiscalía de turno correspondiente. Si
de la información proporcionada se pueden obtener datos suficientes como
para considerar que existe o puede existir una situación en la que la salud o
integridad de la persona supuestamente afectada se encuentran dañadas o
en peligro, el servicio legal interviene necesariamente. b) Toma acciones
para verificar o complementar la información de la ficha de notificación.
(Indagaciones telefónicas con instituciones, redes de la zona, etc.) y se
desplaza al lugar donde se encuentre la persona afectada a fin de establecer
contacto con ésta o con quienes puedan brindar información sobre los
hechos notificados. c) Archiva las fichas que no proporcionen suficiente
información para localizar el lugar donde ocurre la agresión (domicilio, centro
educativo, etc.) o donde se encuentra la persona afectada. 2.1.4. Protocolo
de validación de caso La validación de un caso probable se realiza cuando
se requiere verificar que los hechos referidos por la persona que accede al
servicio (solicitante, terceros, líneas de ayuda telefónica) constituyen
violencia familiar o sexual. Incluye acciones de recojo de información y su
correspondiente evaluación. a) Recojo de Información A través de visitas
domiciliarias, entrevista a vecinos, consultas con instituciones, familiares y
otros se debe corroborar y registrar la siguiente información en la Ficha de
notificación de caso probable o Ficha de derivación de casos de la línea de
ayuda telefónica: Información relativa a la persona afectada por hechos de
violencia:  Nombre, edad, sexo, dirección, referencia domiciliaria y
teléfono.  Confirmar el hecho referido con la presunta persona afectada y
ofrecer e indagar si requiere el apoyo del CEM.

 Si se trata de niñas, niños o adolescentes indagar además el nombre de


la institución educativa en la que se encuentra estudiando.  Indicadores
observados: físicos, conductuales u otros.  Si se busca información sobre
la persona afectada a través de terceras personas, se debe garantizar la
confidencialidad de la información que brinda y de la identidad de la persona
afectada por violencia. Muchas veces ésta no se acerca al servicio por temor
o por vergüenza. Información relativa a los hechos:  Descripción precisa
de los hechos ocurridos.  Tipo, lugar, severidad y frecuencia de los hechos
de violencia.  Nombre y referencia de testigos de los incidentes o
informantes (colegio, vecinos, familiares, agraviado, etc.)  Nivel de riesgo
Pág. 15 Datos del agresor:  Relación con la persona afectada.  Nombre,
edad y dirección o lugar donde puede ser localizado.  Posibilidad de
acceso a la víctima.  Antecedentes de violencia. Composición familiar y
redes con que cuenta la persona afectada:  En el caso de niñas, niños y
adolescentes: la posición de las y los cuidadores frente a la violencia.  En
el caso de personas adultas, la posición de los parientes cercanos y
familiares frente a la violencia.  Redes de soporte familiar y social con las
que cuenta.  Estado de salud física y mental, nivel intelectual y
antecedentes de maltrato.  Adicciones de los progenitores, cuidadores o
familiares cercanos. b) Evaluación de la información Recabada la
información, el servicio social reúne a los profesionales del CEM para
determinar si el caso es de violencia familiar o sexual. Si no lo fuere, se
consigna en la ficha de notificación o derivación las conclusiones del equipo.
En el caso de comprobarse la violencia, se abre la Ficha de Registro de
Casos de Violencia familiar y Sexual y se procede a realizar la intervención
especializada, consignando las acciones inmediatas tomadas. En los casos
en los que el Equipo Técnico advierta un riesgo para la persona afectada,
debe comunicar los hechos de inmediato a las autoridades
correspondientes, acompañando los informes que elabore para tal efecto.
Validación urgente Se asigna esta prioridad a los casos en los que la
información obtenida indica que la salud tanto física como mental o la
seguridad de la persona afectada se encuentran en riesgo o seriamente
amenazadas. En violencia familiar son factores de riesgo: la intensidad,
frecuencia y duración de la violencia (maltrato) referida, la ausencia de redes
socio-familiares o de comunicación por parte de la víctima, los antecedentes
de violencia (maltrato), la utilización o tenencia de armas o el consumo de
sustancias psicoactivas por parte del agresor. En los casos de maltrato
infantil son factores de riesgo: la conducta de los progenitores o personas a
cargo del cuidado (cuidadores) respecto de la violencia (maltrato) y la edad y
capacidad del niño/a para defenderse o escapar de la situación referida. Sin
perjuicio de los criterios señalados anteriormente la intervención urgente se
realiza en los siguientes casos: a) Notificación de casos de violencia sexual
cometidos por familiares o parientes que tienen acceso a la víctima. Pág. 16
b) Cuando el denunciante de maltrato es una niña o niño directamente
afectado. c) Cuando una institución (Educativa, ONG, OSB, etc.) informan
del caso y aportan datos que indican que la violencia /el abuso ha ocurrido.
d) Cuando se trata de niñas/os encerrados en sus hogares y que por su
corta edad o condición de discapacidad no pueden atender sus necesidades
básicas o autocuidarse. e) Cuando se refiere maltrato a niñas/os que se les
escucha gritar o llorar por periodos prolongados de tiempo o con frecuencia.
La intervención urgente se inicia en el plazo máximo de 30 minutos de
recibida la ficha de notificación de caso o de derivación de la línea 100. El
equipo de profesionales del CEM dentro de las 48 horas siguientes como
máximo debe validar el caso y realizar las primeras acciones a fin de
proteger a la persona afectada. El servicio social puede requerir la
intervención del servicio psicológico y legal de ser necesario para actuar de
inmediato. Tratándose de casos de personas con discapacidad, adultos
mayores y niñas, niños o adolescentes, el servicio de psicología acude
conjuntamente con el servicio social al domicilio o institución donde se
encuentre la persona afectada a fin de realizar una impresión diagnóstica. El
servicio legal actúa en los casos en los que se presuma un riesgo y se
requiera de la intervención policial o fiscal.
ATENCION BASICA.- Es la primera intervención profesional que recibe la
persona afectada y comprende las acciones dirigidas a orientar, contener,
evaluar la situación de riesgo o daño y contribuir a su protección inmediata.
La atención básica está a cargo de un/a profesional de psicología y un/a
trabajador/a social, debidamente capacitados en temas de género, violencia
familiar o sexual y técnicas de intervención en situaciones de crisis. La
atención básica comprende las siguientes acciones: Explorar el motivo de
consulta. Escuchar y orientar respecto a la violencia vivida. Brindar
información respecto a los derechos de las personas usuarias de los
servicios del CEM y las alternativas frente a su problemática. Evaluar el
riesgo en que se encuentra la persona usuaria y elaborar un plan de
seguridad de ser necesario. Valorar inicialmente las alternativas de
solución. Elegir y poner en marcha un plan de intervención. Insertar a la
persona afectada, de acuerdo a su necesidad prioritaria, en un proceso de
acompañamiento psicológico, brindarle patrocinio legal gratuito y realizar
gestión social para el fortalecimiento de sus capacidades y de su red familiar.
2.2.1 Objetivo La atención básica tiene como objetivo atender al pedido de
ayuda de la persona afectada respecto a la situación de violencia vivida,
construyendo de manera conjunta una adecuada estrategia de abordaje del
caso. Pág.
Atención Psicológica a. Primera entrevista psicológica En esta primera
entrevista se realiza la función de Evaluación y Diagnóstico inicial de la
persona afectada por hechos de violencia familiar o sexual que debe
consignarse obligatoriamente en la Ficha de registro de casos de violencia
familiar y sexual. En esta etapa se abordan los siguientes indicadores:
físicos, cognitivos, emocionales y comportamentales, impresión diagnóstica,
acciones realizadas y el tipo de intervención a realizarse. Objetivos  Brindar
alivio al estado emocional de la persona y facilitar un espacio para la
expresión de su situación, análisis y toma de conciencia de la misma. 
Ampliar la información obtenida en el proceso de admisión y conocer con
mayor profundidad la problemática, para lo cual se debe explorar sobre la
historia de vida, los antecedentes de la violencia, el impacto de la
experiencia vivida, los recursos y estilos de afrontamiento con los que cuenta
la persona.  Realizar la evaluación del caso que permita construir una
adecuada estrategia de trabajo respondiendo al pedido de ayuda de la
persona.  Brindar información y orientación especializada sobre su
problemática, derechos, recursos a los que puede apelar y las alternativas
con las que cuenta para enfrentar la situación (terapia, proceso legal)
incluidas las derivaciones correspondientes. Si se advierte la existencia de
algún trastorno psicopatológico de gravedad que deba ser atendido en una
institución especializada, el o la psicóloga/o realiza la derivación
correspondiente. En caso que el servicio legal del CEM lo solicite o frente a
una situación de alto riesgo debe realizarse el Informe psicológico de parte
que de cuenta del estado en que se encuentra la persona en el momento en
que acude al servicio. La evaluación y diagnóstico inicial realizado son los
insumos utilizados para la elaboración de dicho informe.
Características: La entrevista debe ser realizada por el personal de
psicología del CEM, debidamente capacitado en temas de género, violencia
y manejo de técnicas de entrevista. La sesión dura aproximadamente de 30-
45 minutos. Sin embargo, puede haber algunas atenciones que requieran de
una segunda sesión para terminar de explorar y com Pág. 18 En todo
momento se debe reconocer lo difícil que debe ser para la persona afectada
hablar de lo vivido y valorar el pedido de ayuda como un recurso personal
que expresa sus ganas de superar o terminar con la violencia que vive.
Mensajes Es importante hacer llegar a la usuaria/o los siguientes mensajes:
 Que se cree su versión y que es entendida.  Que nada justifica un hecho
de violencia.  Que la violencia es exclusiva responsabilidad del agresor. 
Que no debe pretender cambiar el comportamiento del agresor. Las
disculpas o promesas generalmente son parte del ciclo de la violencia. 
Que existen diversas formas de violencia, además de la física.  Que la
violencia familiar en particular tiene una dinámica propia (circulo de la
violencia) y está legitimada por mitos y prejuicios.  Que se reconoce lo
difícil que es para la persona afectada hablar de lo vivido y que se valora el
pedido de ayuda como un recurso personal que expresa sus ganas de
superar o terminar con la violencia que vive.  Que los efectos de la
violencia pueden ser perjudiciales para ella y sus hijos e hijas, aun cuando
no sean testigos de lo que sucede.  Que no está sola/o y que se le brindará
apoyo y protección.  Que se respetarán sus decisiones. Que no se le
retirará el apoyo, porque puede no estar preparada para tomar algunas
decisiones; sin embargo, es esencial no reforzar la conducta de regreso a la
situación de peligro.  Que la violencia atenta contra los derechos humanos
y que las leyes la protegen.  Que tiene derechos como persona usuaria de
los servicios del CEM, así como derecho a acceder procedimientos legales y
demás instancias estatales de apoyo. Condiciones generales y pautas para
la entrevista:  El ambiente debe ser cómodo, privado y carente de
distractores o ruidos molestos. Se debe prohibir las interrupciones durante el
desarrollo de la entrevista.  Atender a la persona sola, asegurando la
confidencialidad.  Se debe permitir que la persona se exprese con amplitud
y escuchar con atención lo expresado y mantener el contacto visual de tal
forma que genere tranquilidad y confianza. La persona debe sentirse
valorada y segura.  No hacer gestos o expresiones de desaprobación, ni
reaccionar con sorpresa o disgusto. No utilizar frases como “¿Qué ha
hecho para que la maltrate?”, “¿Por qué lo permite?”, “¡yo nunca dejaría
que me pase!”. Estas expresiones refuerzan en la persona afectada su
sentimiento de debilidad y menoscaban su autoestima. Cambiar el uso del
¿por qué? por ¿cómo así? El ¿por qué? tiene una connotación de
cuestionamiento y de confrontación que pueden hacer sentir a la persona
que está siendo juzgada.  No se debe hacer sentir a la persona, culpable
de la violencia, ni se emiten juicios sobre su conducta, ni se debe dudar de la
veracidad del relato.  Se debe abordar directamente el tema de violencia
preguntando con tacto y cautela.

No revictimizar.  Se debe respetar el proceso de reconocimiento y salida


de la violencia y no debe forzar ni presionar la toma de decisiones por parte
de la persona afectada. Nunca se debe tomar Pág. 19 decisiones por la
persona afectada. Sin embargo, si identifica situaciones de riesgo deben ser
señaladas como parte de la prevención y el cuidado en la atención.  El
silencio, la distracción y la falta de consideración o de interés al relato
constituyen un agravio a la persona.  No se debe dar la sensación de que
todo se va a arreglar fácilmente.  No infravalorar la sensación de peligro
expresada por la mujer.  En caso de violencia familiar no se debe
recomendar terapia de pareja ni mediación familiar, ni ningún tipo de
tratamiento en donde la víctima deba establecer una relación con el agresor.
 Promover en la persona un rol activo en la solución de su problemática. 
Explorar sobre sus recursos internos y externos, como redes de soporte
familiar, amigos/as de confianza.  Examinar la existencia de algún trastorno
psicopatológico de gravedad que deba ser atendido en una institución
especializada. En tal caso se debe realizar la derivación correspondiente. b.
Intervención en crisis: Se realiza frente a un estado de crisis, es decir,
cuando una persona se encuentra viviendo una experiencia en su vida que
parece ser insuperable con los métodos usuales de resolución de problemas
que ha utilizado en el pasado. Vive un periodo de desorganización y de
alteración durante el cual intenta diferentes soluciones, sin tener los
resultados que le permitan superar la experiencia. Al hablar de la violencia
familiar, la crisis es vivida por la persona cuando encuentra que los métodos
usuales con los que enfrentaba la violencia no están siendo eficaces, y
busca ayuda. La crisis es también una oportunidad que permite a la persona
tomar conciencia del daño y el riesgo en el que se encuentra. En el caso de
la violencia sexual, la persona debe enfrentar una experiencia que ha
irrumpido en su vida afectando su funcionamiento diario. Las personas en
crisis suelen presentar síntomas: ansiedad, sentimientos de desamparo,
confusión, cansancio, síntomas físicos y desorganización en el
funcionamiento de sus actividades familiares, laborales y sociales.

Objetivos:  Restablecer el equilibrio emocional de la persona. 


Fortalecer los recursos emocionales de la persona para hacer frente a la
situación de violencia vivida. Condiciones de la intervención La intervención
debe ser realizada por el personal de psicología del CEM capacitado en
temas de género, violencia y manejo de técnicas de entrevista. La
intervención en crisis suele producirse en la primera sesión, con un tiempo
de duración aproximado de 1 hora, pudiendo extenderse media hora más.
Sin embargo, dependiendo del estado en que se encuentre la persona, el/la
profesional evalúa el tiempo necesario para una adecuada atención. Pág. 20
En caso que la situación de crisis no permita brindar una atención individual,
se le pregunta si ha ido acompañada con alguien de confianza que pueda
estar presente en la atención. El/la profesional de psicología debe
permanecer calmado/a y transmitir serenidad, a pesar de lo que sienta
respecto a la situación. Debe contener y colocar límites con respeto y
cuidado. No debe infravalorar la sensación de peligro expresada por la
persona en crisis. Si fuera necesario tomar decisiones urgentes como
medida de protección frente a algún riesgo detectado, éstas deben ser
conversadas con la persona afectada. Nunca debe tomarse decisiones por
ella. En caso de violencia familiar, no se debe recomendar ningún tipo de
tratamiento que implique que la víctima establezca una relación con el
agresor. Si la crisis es muy severa y no se logra restablecer la calma o cierto
equilibrio emocional, la persona debe ser derivada a un establecimiento de
salud (centro o puesto de salud) donde se evalúa si es necesaria atención
médica. Luego de la primera intervención, se deben plantear dos o tres
sesiones de seguimiento en la misma semana o la siguiente semana como
máximo.

Pautas para la intervención en crisis  Realización de contacto


psicológico y establecimiento de la alianza terapéutica Se basa en la
empatía, la escucha y el reconocimiento de la experiencia de la persona. Se
le invita a que cuente el motivo de la consulta, sus afectos y su conducta
frente a la violencia vivida. La persona debe sentirse escuchada, aceptada,
entendida y apoyada, lo que a su vez conduce a una disminución en la
intensidad de la ansiedad.  Analizar las dimensiones del problema El
análisis se realiza a partir de la historia de la experiencia, explorando sobre
hechos relacionados con la situación ocurridos con anterioridad, el moment
Pág. 21  Seguimiento para verificar el progreso Se realiza a partir de los
pasos planteados como parte de la resolución de la crisis. Por ejemplo,
seguimiento a la derivación a la atención especializada. Consideraciones
generales Tanto en la evaluación y entrevista psicológica inicial, como en la
intervención en crisis, se debe tener en cuenta la edad de la persona
afectada. Se plantean las siguientes consideraciones: En el caso de niñas,
niños: Realizar la entrevista inicial a los progenitores o algún familiar a
cargo, sobre el abuso sexual o la violencia ocurrida. Si es una situación de
incesto, no entrevistar al agresor. Garantizar un espacio físico adecuado
para el trabajo con niños y niñas, seguro y privado. Realizar una entrevista
diagnóstica con el niño o niña. Realizar actividades que permitan, a través
del juego, colores, papel, muñecos, crear un clima de confianza para que el
niño o niña pueda expresar lo ocurrido. Recordar que ellos y ellas, a
diferencia de los adultos, comunican lo que sienten no necesariamente a
través de la palabra. Explorar sobre cambios en la conducta y síntomas
frecuentes. No exponer al niño o niña a la narración del hecho una y otra
vez. En el caso de adolescentes: Tener en cuenta las consideraciones
para el caso de niños y niñas. Realizar la entrevista inicial a solas con el/la
adolescente. Si está acompañada por algún familiar se le pide que espere
afuera hasta conversar con el o la adolescente. Informar al/la adolescente
que se conversará con su familiar, pero que lo tratado con el/ella es
confidencial y no será revelado. Si hubiera alguna situación de riesgo,
informar al/la adolescente que ésta será dialogada con su familiar. Luego se
hará pasar al familiar para conversar a solas con él o ella. Recordar que
los y las adolescente necesitan un clima de confianza y tener la seguridad de
que no serán culpados o castigados por el hecho. Tomar en cuenta la
decisión del/la adolescente sobre la denuncia.

En el caso de personas adultas:  Tener en cuenta las consideraciones


anteriores.  Si la persona va acompañada por algún amigo/a o familiar,
conversar con la persona afectada a solas y luego preguntarle si desea que
su acompañante ingrese a la entrevista.  Escuchar y respetar el proceso
personal respecto del reconocimiento y salida de la violencia.  Preguntar
sobre la violencia ocurrida y por episodios anteriores.  Si la violencia ha
ocurrido en otras oportunidades, preguntar cómo así esta vez se decidió a
pedir ayuda.  Reconocer junto con la persona este pedido de ayuda como
una oportunidad de cambio.  No juzgar, no criticar, no culpabilizar por lo
ocurrido. Pág. 22 2.2.3. Atención Social a. Valoración del riesgo En los casos
de violencia familiar o sexual la probabilidad de ocurrencia de un nuevo
evento de violencia es alta, por eso es necesario que en todos los casos se
valore la peligrosidad o riesgo en que se encuentra la persona afectada a
partir de la presencia o ausencia de factores de riesgo.
El /la trabajadora social debe analizar los siguientes factores para
valorar el riesgo:  Los antecedentes de violencia sufridos.  La gravedad,
intensidad y frecuencia de los actos violentos.  Fantasías, ideas o intentos
de suicidio o de daño a alguien más.  Las características del agresor y la
percepción que la persona tenga respecto de él.  El grado de vulnerabilidad
de la persona afectada.  La existencia o no de una red social y familiar. 
Los recursos emocionales con los que cuenta. A mayor sensación de
indefensión, mayor el riesgo al que está expuesta.  La identificación del
agresor y si existen o no posibilidades de contacto o de relación con él.  La
edad de la persona afectada por los hechos de violencia En caso se advierta
la presencia de alguno de los factores descritos a continuación, se debe
considerar el caso de alto riesgo:  Consumo de sustancias psicoactivas por
parte de la pareja.  Aumento de la frecuencia e intensidad de los episodios
violentos.  Lesiones graves.  Violencia hacia los hijos e hijas u otros
miembros de la familia.  Violencia sexual.  Conducta vigilante o celos
patológicos por parte del agresor.  Intentos o amenaza de suicidio 
Posesión de armas o accesibilidad a las mismas por parte del agresor  Uso
o amenaza de uso de armas en episodios anteriores de violencia Para la
valoración del riesgo se deben utilizar los siguientes instrumentos, según
corresponda al caso:  Ficha de evaluación de riesgo en violencia de pareja
(Anexo IV).  Criterios de evaluación de gravedad y riesgo en situaciones de
maltrato infantil (Anexo V).  Protocolo para la evaluación de la severidad de
la violencia sexual (abuso sexual), el daño hacia el niño, niña o adolescente,
el riesgo de recurrencia de la violencia (abuso) y la necesidad de alejar al
agresor o a la víctima del domicilio familiar. (Anexo VI) En todos los casos se
debe consignar en la Ficha de registro de casos de violencia familiar y
sexual, el nivel de riesgo en que se encuentra la persona afectada. En los
casos en los que se detecte riesgo para la integridad o la vida se debe
comunicar a los demás profesionales de inmediato y ejecutar el Plan de
Intervención para casos de riesgo, que incluye en primer lugar la elaboración
de un Plan de seguridad. Pág. 23 b. El Plan de Seguridad Valorado el riesgo,
se elabora conjuntamente un Plan de Seguridad (Anexo VII) y Cartilla de
seguridad (Anexo VIII), de acuerdo al riesgo detectado. Objetivo Incrementar
la protección de la persona. Intervención Se informa a la persona afectada
de la situación de peligro en que se encuentra, indicarle que lo primero es su
seguridad y plantear las posibles estrategias a seguir. En casos de violencia
familiar en situación de alto riesgo, las alternativas son retirarse del hogar o
quedarse en el domicilio. Se le indica que es posible también solicitar a la
autoridad del sistema de justicia que el agresor se retire del domicilio. Así
mismo, se le debe indicar que si decide retirarse del hogar se puede solicitar
su reingreso posterior y el retiro del agresor ante la instancia judicial
correspondiente. Si la víctima decide no retirarse del domicilio: a) Preparar
conjuntamente con la usuaria un plan de escape ante la sospecha de una
agresión. Este plan debe ser conocido por los hijos e hijas y por las personas
de apoyo con las que cuente. Indicarle que prepare una maleta o bolsa que
contenga básicamente documentos, dinero y ropa. b) Indagar y ubicar redes
de soporte familiar e involucrarlas en la seguridad. c) Indicarle que si no
puede huir antes del inicio del ataque debe intentar pedir ayuda por
cualquier medio: llamar a la policía, familiares, amigos, amigas o vecinos
gritando tan alto como pueda. d) Si la persona afectada tiene hijos e hijas
menores de edad o se advierte la comisión de un delito, se debe comunicar
los hechos a la autoridad correspondiente, a fin de que brinde las medidas
de protección a favor de la agraviada y de sus hijos. e) Considerando que la
persona se encuentra en riesgo inminente y se niega a abandonar el hogar,
se consignan las razones expuestas por ella en la ficha de registro de casos
de violencia familiar y sexual. Si decide retirarse del domicilio: a) Verificar
conjuntamente con la persona sus redes de apoyo a fin de posibilitar su
traslado a la casa de un familiar o de un/a amigo/a. Recomendarle que no
comunique al agresor de su intención de retirarse o el lugar al que acude y
que evite los lugares en los que pueda encontrarse con él. b) En el caso de
que la persona no cuente con redes, se debe coordinar su ingreso a una
casa refugio. De no encontrarse el/la Trabajador/a Social, cualquiera de los
profesionales gestiona el traslado. Pág. 24 c. Estrategias de afrontamiento:
Denuncia Una de las medidas más urgentes de afrontamiento de la violencia
de acuerdo al riesgo detectado, es la toma de decisión sobre la denuncia. Se
debe realizar un análisis de la motivación de la víctima para denunciar o no,
así como de los factores internos y externos que no le permiten tomar
decisiones al respecto. Se debe considerar entre las motivaciones para no
denunciar:  Miedo a las represalias del agresor al enterarse de la denuncia.
 Sentimientos de culpa y vergüenza.  Temor a la estigmatización,
principalmente en casos de violencia sexual.  Justificación de la violencia
como defensa frente a lo doloroso de la experiencia.  Estado de shock
frente a la violencia ocurrida.  Sentimientos ambivalentes de pena, cólera,
tristeza, cariño, que generan confusión.  Temor a la reacción de familiares y
del entorno social.  Dependencia emocional o económica con el agresor. 
Experiencias negativas en denuncias anteriores.  Falta de confianza en la
denuncia y el proceso legal como una alternativa de salida frente a la
violencia. Es muy importante que sea la persona afectada por la violencia
quien tome sus decisiones en todo momento: nunca se debe tomar una
decisión por ella. Una vez efectuado el análisis de la motivación de la
persona afectada para denunciar o no, se le proporciona la información
necesaria para ejecutar su decisión: 1. Si la persona está dispuesta a
denunciar los hechos, se le facilita información sobre el procedimiento, lugar
y forma de interponer una denuncia por violencia familiar o sexual. Se le
ofrece el patrocinio legal gratuito del servicio y se le inserta en el servicio
legal. En los casos de violencia sexual, el/la abogada del CEM acompaña a
la persona afectada a efectuar la denuncia o formula el escrito de denuncia
correspondiente. En caso de no encontrarse dicho profesional, le acompaña
cualquiera de los profesionales que se encuentren en ese momento en el
servicio. 2. Si la persona afectada decide no denunciar o retirar la denuncia,
se respeta su decisión salvo que los hechos constituyan delito o se advierta
un riesgo grave, en cuyo caso se comunicarán los hechos a la autoridad
correspondiente en coordinación con el servicio legal del CEM. Se le explica
y analiza con ella las razones esgrimidas y se insiste en las medidas de
seguridad que convienen adoptar. 3. Si la persona desiste de su denuncia,
se le deriva a un servicio psicológico externo que le permita iniciar un
proceso terapéutico orientado a apoyarla en el proceso de reconocimiento
de la violencia vivida y a tomar las decisiones respecto a su propio proceso y
alternativas de salida. No se debe dejar de señalarle la situación de riesgo
en la que se encuentra. Pág. 25 2.2.4 Planes de Atención Los planes de
Atención se aplican atendiendo al riesgo, urgencia y al tipo de violencia
detectado. Es posible aplicar de manera conjunta más de un Plan, por
ejemplo para casos en riesgo y para maltrato infantil cuando ambos factores
confluyan. El objetivo principal de la intervención es garantizar la seguridad
de la persona afectada, brindar apoyo emocional y detener la violencia. El
plan de Atención debe ser elaborado de manera conjunta por todo el
personal del CEM, principalmente el/la trabajadora social y el/la psicóloga. a)
De acuerdo al riesgo detectado Plan de Atención en casos de riesgo: a. Si la
persona decide denunciar, se le debe insertar en el servicio legal para el
patrocinio respectivo y en el servicio de psicología para el acompañamiento
psicológico del proceso legal. b. Si la persona decide no denunciar, se le
ofrece atención en el servicio psicológico. El/la psicóloga orienta a la
persona para tomar conciencia del proceso de violencia vivida, tomar
decisiones respecto a su propio proceso y plantear de manera conjunta
alternativas de salida, sin dejar de señalarle el riesgo en que se encuentra. c.
Si la persona afectada o su representante se niegan a denunciar y se trata
de un delito perseguible de oficio, se debe comunicar el hecho a la Fiscalía
Provincial Penal de Turno, adjuntando los informes correspondientes. d. En
los casos de violencia sexual, debe recomendarse la detección y atención
temprana de infecciones de transmisión sexual y administración de
anticoncepción oral de emergencia AOE. Se efectúa la referencia a los
servicios de salud integral formulándose la denuncia correspondiente Plan
de Atención en casos de alto riesgo: a. Informar a la persona de la situación
de peligro en que se encuentra y plantear las posibles estrategias a seguir.
b. Elaborar el Plan de seguridad. c. El/la Asistenta Social debe insertar a la
persona en un centro de protección o red familiar. d. El/la Psicóloga debe
evaluar y emitir una impresión diagnóstica a fin de proporcionársela al
servicio legal del CEM. e. El/la abogada debe solicitar las medidas de
protección pertinentes, adjuntando el informe psicológico correspondiente y
precisando los indicadores de riesgo detectados. f. El Equipo de
profesionales del Centro realiza el seguimiento del caso y consigna la
información en la Ficha de registro de casos de violencia familiar y sexual.
Dicho seguimiento se realiza dentro de los períodos de: una semana, un
mes y tres meses. g. El Equipo de profesionales del CEM inserta el caso
para el patrocinio legal, acompañamiento psicológico, gestión social y
fortalecimiento de redes socio-familiares. Pág. 26 b) De acuerdo al tipo de
violencia En casos de violencia sexual a) Se debe tener en consideración el
estado emocional de la víctima y el momento del proceso en que se
encuentra. b) Preparar a la víctima para los procedimientos médicos,
ginecológicos y legales que siguen a la denuncia. c) Se debe recomendar la
detección y atención temprana de posibles infecciones de transmisión sexual
y administración de anticoncepción oral de emergencia (AOE) ante la
eventualidad de un embarazo. Se efectúa la referencia a los servicios de
salud. d) Informar a la víctima que la violencia sexual es un delito y que tiene
derecho a denunciarlo. e) Se debe analizar junto con la víctima el impacto de
este hecho en su salud física y emocional. f) Se debe verificar las redes de
apoyo con que cuenta la víctima, las personas de confianza que la
acompañen durante el proceso de recuperación emocional y toma de
decisiones. En casos de abuso sexual infantil a) Sólo el servicio psicológico
debe entrevistar al niño, niña o adolescente víctima de la violencia sexual. b)
Se debe tener en cuenta las siguientes actitudes básicas:  Crea al niño,
niña o adolescente sin dudar o cuestionar lo que refiere.  Dígale que no es
culpable.  Hágale sentir orgulloso por haber contado el hecho.  Asegúrele
que no le ocurrirá nada malo.  Exprese afecto y comprensión. 
Reconozca lo doloroso que ha debido ser la experiencia vivida y también lo
difícil que es hablar de ello.  Asegúrese de que el niño, niña o adolescente
se encuentre bien de salud.  Asegúrese que el abusador no pueda volver a
acceder al menor.  Asegúrese que los hechos se hayan denunciado. 
Valorar el riesgo y garantizar su protección. Es importante conversar con los
padres o cuidadores a fin de orientarlos para que puedan asumir su rol de
protección. Indíqueles cuales son las respuestas adecuadas e inadecuadas
ante la revelación del abuso por parte del niño. (Anexo IX).  Se debe de
tener en cuenta los sentimientos ambivalentes y la confusión consecuencia
del abuso sexual infantil, principalmente en los casos en que el agresor haya
sido un familiar cercano, padre, tío, padrastro, hermano, entre otros, en
quien la víctima confiaba. Los sentimientos de culpa y el temor a “destruir” la
familia si se denuncia el hecho puede llevar a la víctima a ocultar la violencia
ocurrida.  En el caso de los y las adolescente se debe tener siempre una
primera entrevista individual en donde no estén los padres, para escuchar su
versión particular de la violencia ocurrida. En los casos de trata de personas,
se coordinará con las diversas instituciones a cargo y actuará conforme a lo
dispuesto en La Ley 28950, D.S. Nº007-2008-IN y otras normas que dicte el
Grupo de Trabajo Multsectorial Permanente contra la Trata de Personas.
Pág. 27 c) De acuerdo a la edad de la víctima Si la violencia es ejercida
contra un/a adulto mayor:  Identificar nivel de abandono y carencias. 
Identificar la relación con el/la cuidador/a.  Identificar redes de soporte
familiar.  Si persiste la violencia se debe comunicar los hechos a la fiscalía
correspondiente a través de algún familiar o de manera directa, cuando este
se rehúse. Se acompañan los informes correspondientes que identifiquen los
factores de riesgo e indicadores de violencia. Si la violencia es ejercida
contra un niño, niña o adolescente:  Identificar la situación de riesgo y el
vínculo que sostiene con el agresor/a para evitar que la violencia se repita. 
Si los familiares no están dispuestos a formular la denuncia correspondiente,
el/la abogado/a del CEM o en su defecto cualquiera de los profesionales,
debe comunicar el caso a la comisaría o fiscalía correspondiente.  Si se
requiriera la separación transitoria del entorno familiar a fin de salvaguardar
la integridad del menor de edad, se prioriza su inserción en una red familiar a
través de la autoridad competente.  Identificar otros familiares cercanos de
confianza que estén dispuestos a apoyar al niño, niña o adolescente.  La
actitud del/la profesional debe ser muy firme: el compromiso con el niño, niña
o adolescentes en primer lugar y no con la madre ni con el padre. Ese
criterio permite no perder de vista el interés superior del niño, niña y
adolescente y evitar alianzas con los progenitores que contravengan sus
derechos. 2.2.5. Inserción para la intervención especializada Elegido el Plan
de Atención, se debe insertar a la usuaria en los otros servicios del CEM. La
intervención especializada comprende el patrocinio legal del caso, el
acompañamiento psicológico y la gestión social para el fortalecimiento de las
redes socio familiares de la usuaria. 2.2.6. Referencia y seguimiento En
todos los casos en los que se requiera referir a la persona a otros servicios
públicos u organizaciones de la sociedad civil, que brindan servicios de
atención a la violencia familiar y sexual, es imprescindible establecer
coordinaciones intersectoriales e interinstitucionales para la atención
especializada y oportuna de las personas afectadas. El CEM brinda
orientación y asesoramiento a la persona referida y emite un oficio de
transferencia. En casos graves o urgentes, brinda acompañamiento y realiza
las coordinaciones de manera directa. Luego de la derivación de la víctima a
servicios complementarios, se verifica que haya accedido a los servicios
referidos y al resultado de los mismos como parte de la estrategia de caso
planteada. El CEM debe denunciar los casos en los que los servicios a los
que refieren a las víctimas sean inadecuados o incumplan sus
responsabilidades.
ATENCION ESPECIALIZADA.- Es la atención realizada por los
profesionales del CEM con el fin de contribuir a la protección, recuperación,
acceso a la justicia y fortalecimiento de las redes socio familiares de la
persona afectada. 2.3.1 Objetivos a) Brindar acompañamiento psicológico
durante el proceso legal que inicia la persona afectada. b) Contribuir al
fortalecimiento de las redes familiares o sociales de la persona afectada. c)
Contribuir a hacer efectivo el acceso a la justicia de la persona afectada.
2.3.2 De la Intervención Psicológica Tiene como objetivo brindar
acompañamiento psicológico a la usuaria del CEM durante el proceso legal.
Sus principales tareas: a) Promover en la persona afectada un rol activo en
la solución de su problemática. b) Trabajar sobre las expectativas, fantasías
y miedos de la persona afectada en cada etapa del proceso legal por la cual
atraviesa una persona que denuncia un hecho de violencia familiar o sexual.
c) Emitir informes psicológicos de parte para comunicar una situación de alto
riesgo que requiera la protección de la persona usuaria o cuando lo solicite
el servicio legal del CEM. d) Derivar a servicios de salud especializados los
casos que requieran un tratamiento terapéutico. 2.3.3. De la Intervención
Legal Tiene como objetivo fundamental la protección y defensa de los
Derechos Humanos de la víctima, promoviendo el acceso a la justicia, la
sanción de los agresores y el resarcimiento del daño. Consideraciones
generales: Toda intervención legal debe: a) Considerar el problema de la
usuaria no solo como un caso legal, sino como una situación humana. b)
Considerar que cada caso tiene matices diferentes que implican la
construcción de una estrategia legal personalizada y acorde con las
necesidades de la agraviada o agraviado. c) Identificar y denunciar cualquier
acción que justifique o menoscabe los Derechos Humanos de la persona
afectada por parte de cualquier operador de justicia. d) Tener en cuenta que
muchas mujeres abandonan los procesos legales e inclusive se arrepienten
antes de iniciarlo. Por lo que no debe juzgar ni culpabilizar a la usuaria. e)
Promover que la usuaria participe activamente en los procesos. Esto permite
a la usuaria conocer las dificultades que se presentan en las diferentes
instancias y la forma de sortearlas. f) Patrocinar los casos de violencia
familiar o sexual en cualquier etapa del proceso y procurar la culminación
satisfactoria de los mismos. g) Llevar un registro actualizado de los
expedientes en trámite según formato anexo. (Anexo X) h) Solicitar las
medidas de protección pertinentes con la finalidad de salvaguardar la
integridad física, psicológica y sexual de la víctima. i) Interposición de los
recursos necesarios para garantizar la adecuada defensa. Pág. 29
Intervención en violencia familiar La/el profesional debe: a) Consignar en la
Ficha de registro de casos la siguiente información: si la usuaria/o cuenta
con denuncia, su fecha de interposición, la instancia en la que se encuentra
y su estado. Asimismo, indaga respecto a las acciones legales iniciadas con
anterioridad y medios probatorios actuados. b) De ser el caso se inician las
siguientes acciones:  Interposición de denuncia policial o fiscal y demanda
al Juzgado de Familia.  Obtención de medios probatorios.  Solicitud de
medidas de protección. Intervención en maltrato infantil familiar Se debe: a)
Asumir la defensa legal del niño/a presentando denuncia ante la Fiscalía de
Familia de turno o Comisaría cuando los progenitores o responsables se
nieguen a interponer la denuncia o son los agresores. Se debe adjuntar el
informe social y psicológico. b) Solicitar la investigación tutelar en los casos
de presunto estado de abandono. Intervención en violencia sexual Se debe:
a) Acompañar a la persona afectada a interponer la denuncia. b) Verificar o
solicitar entre otros, la actuación de los siguientes medios probatorios, según
corresponda:  Examen médico legal o médico forense (físico y psicológico).
 Tratándose de un hecho reciente, solicitar la inspección técnico criminal o
inspección técnico policial en el lugar de los hechos, procurando la
perennización de la escena del crimen (ya sea a través de fotografías o
filmaciones) y el recojo de evidencias de interés criminalistico.  Pericia de
biología forense (Hematológica, Espermatológica; Tricológica; etc.) 
Pericias psicológica y psiquiátrica del agresor.  Exámenes
complementarios: etílico y toxicológico. (víctima y agresor)  Si el agresor es
detenido inmediatamente de ocurrido el hecho, solicitar o verificar: Examen
médico, pericia biológica forense y otras.  Manifestación o declaración
referencial de la agraviada. Tratándose de niños debe solicitar la presencia
obligatoria de la Fiscal de Familia de acuerdo a ley.  De ser el caso
presentar fotografías, grabaciones, videos, cartas, manuscritos,
testimoniales y otras pruebas pertinentes. d) Entre otras se debe realizar las
siguientes acciones para el patrocinio de los casos:  Acompañamiento en
todas las diligencias en las que participe la agraviada.  Constitución en
parte civil. Pág. 30  Presentación de Alegatos escritos e Informe oral. 
Oponerse a la preventiva de niño o niña cuando declaró en presencia del
representante del Ministerio Público en etapa policial a fin de evitar su
revictimización. Adjuntar informe psicológico.  En los casos de mandato de
detención apelada por el procesado, seguimiento riguroso y solicitar informe
oral fundamentando por escrito antes de la vista la causa.  Participación en
Juicio Oral. 2.3.4 Intervención Social Se propone contribuir al fortalecimiento
de las redes familiares o sociales de la persona afectada. En toda
intervención se debe:  Indagar los recursos y redes familiares y sociales
con los que cuenta la persona afectada y establecer una estrategia de
fortalecimiento o inclusión de las mismas.  Incentivar en la persona usuaria
del servicio y su familia la conciencia crítica para la identificación y desarrollo
de sus capacidades y habilidades.  Coordinar y realizar gestiones sociales
con instituciones, organizaciones de la sociedad civil y organizaciones
sociales de base a fin de brindar apoyo a las personas afectadas.  Emitir
informes sociales cuando se requiera la protección de la usuaria (o) o
cuando lo solicite el servicio legal del CEM.  Realizar acciones de
seguimiento y derivación a servicios complementarios. Intervención en
maltrato infantil familiar o abuso sexual infantil Se propone identificar la
situación socio familiar a fin de promover su protección. Se debe: a) Si el
denunciante es uno de los progenitores y éste no ejerce el maltrato, se
brinda orientación social respecto a la protección que debe recibir la niña,
niño o adolescente. Se coordina con el/la abogado/a del CEM. b) Si acude el
progenitor maltratador, se debe ubicar al otro progenitor a fin de que asuma
la protección. Se coordina con el/la abogado/a del CEM. c) En caso de que
ambos progenitores sean los agresores, se debe ubicar redes familiares
para apoyar y proteger a la niña, niño o adolescente y comunicar los hechos
a través de el/la abogado/a del CEM, a la Fiscalía de Familia de turno y/o la
Unidad Gerencial de Investigación Tutelar del Inabif d) Si el niño, niña o
adolescente concurre al CEM sólo o en compañía de otro menor de edad o
con terceras personas (vecinos, profesores, personal de la institución
educativa, etc.), se comunica de inmediato a la Comisaría o Fiscalía de
Familia de turno y ubica la red familiar. Coordinar con el servicio legal. e)
Realizar coordinaciones con la institución educativa del niño, niña o
adolescente a fin de obtener mayor información (antecedentes de maltrato,
datos familiares, rendimiento escolar, comportamiento, etc.). f) Orientación
social a la familia a fin de contribuir en la recuperación emocional del niña/o
o adolescente así como el fortalecimiento de las relaciones intrafamiliares
evitando la revictimización. Pág. 31 La intervención interdisciplinaria y diseño
e implementación de estrategias de intervención La intervención
especializada requiere la coordinación interdisciplinaria permanente para el
intercambio de información, definición y valoración de las estrategias de
intervención, determinación de los objetivos y los avances en la consecución
de los objetivos propuestos. Los profesionales deberán abordar el caso de
manera conjunta, colaborando para el logro de los objetivos y acciones
propuestas, debiendo considerar la opinión profesional de cada especialidad
respecto al estado de salud emocional, situación de riesgo y avance del
proceso legal en la defensa de los derechos de la persona afectada.
15AVA. SEMANA DEL 10SET AL 15SET2018
EXPOSICIÓN DE TRABAJOS DE INVESTIGCIÓN POR GRUPOS

16AVA. SEMANA DEL 17SET AL 22SET2018


EXAMENES FINALES

BIBLIOGRAFIAS:

- PROTOCOLO DE ATENCION A VICTIMAS DE VIOLENCIA SEXUAL


Y/O DOMESTICA EN EL DEPARTAMENTO DE CIENCIAS
FORENSES.-COSTA RICA 2008.

- PROPUESTA DE PROTOCOLO DE ATENCIÓN POLICIAL EN


VIOLENCIA FAMILIAR, SEXUAL, ACTOS CONTRA LA
SEGURIDAD Y DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES.-Centro
de la Mujer Peruana Flora Tristán.- Primera edición: Lima, Perú,
julio de 2014.

- CONSTRUCCIÓN DE ROLES DE GÉNERO A TRAVES DE LAS


PRÁCTICAS EDUCATIVAS DE LOS Y LAS DOCENTES.-Tesis de
investigación para obtener el Título de LICENCIADA EN
ETNOEDUCACIÓN Y DESARROLLO COMUNITARIO ASESORA:
ANTROPÓLOGA CECILIA LUCA ESCOBAR VEKEMAN.

- MANUAL PARA LA POLICÍA CONTRA LA DISCRIMINACIÓN-


2016.-Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.-Dirección General
de Derechos Humanos.-Ministro de Justicia y Derechos Humanos.-
Viceministro de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia.

- CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL GÉNERO: conceptos básicos.-


Elaborado por Xinia.-Fernández Vargas.

- MIMDES.-Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y


Sexual.- Guía de Atención Integral de los Centros “Emergencia
Mujer”.

- GUÍA BÁSICA DE ACTUACIÓN DE OPERADORAS Y


OPERADORES DEL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL PARA LA
INVESTIGACIÓN DE CASOS DE VIOLENCIA SEXUAL CON EL
CÓDIGO PROCESAL PENAL.-Elaborado por las consultoras Nataly
Ponce Chauca y Maeva Curazzi Apaza.-DEMUS.-Estudio para la
Defensa de los Derechos de la Mujer

- GUíA DE VALORACiÓN DEL DAÑO psíQUICO EN VíCTIMAS


ADULTAS DE VIOLENCIA FAMILIAR, SEXUAL, TORTURA Y
OTRAS FORMAS DE VIOLENCIA INTENCIONAL.-Dr. JOSÉ
ANTONIO PELÁEZ BARDALES.-FISCAL DE LA NACiÓN.

- ESTRATEGIA DE IGUALDAD DE GÉNERO PNUD PERÚ.-Lima,


Agosto 2012.

- LA CONSTRUCCIÓN DE LA IGUALDAD DE GÉNERO EN EL


ÁMBITO REGIONAL AMERICANO.-Yanira Zúñiga Añazco.-
Universidad Austral de Chile.

- LEGISLACIÓN PERUANA EN VALORACIÓN DEL DAÑO.- C.D.


ERIKA RUTH ALVARADO MUÑOZ.

- LINEAMIENTOS Y HERRAMIENTAS PARA LA


TRANSVERSALIZACIÓN DEL ENFOQUE DE GÉNERO EN LOS
PROGRAMAS SOCIALES DEL MIDES.

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