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Impulso nervioso

Durante el reposo, las neuronas se encuentran polarizadas. El continuo accionar de la bomba de


Na+ y K+ (que extrae tres cationes por cada dos que introduce), sumado a la presencia de
aniones no difusibles en el interior celular, determina que a través de las membranas se
produzca un ligero desequilibrio de cargas. Las membranas presentan un interior negativo en
relación al exterior. Esta diferencia de carga recibe el nombre de potencial de membrana. El
valor del potencial de membrana en reposo es de -70 milivoltios. El milivoltio es una unidad de
potencial eléctrico. El signo se coloca convencionalmente, teniendo en cuenta las condiciones del
medio intracelular; el potencial lleva signo negativo porque en el medio intracelular predominan
las cargas negativas.
En las membranas existen canales iónicos no regulados para el Na+ y el K+. A través de ellos,
cada ión escapa siguiendo su gradiente. El Na+ ingresa a la célula y el K+, para el cual la
membrana es mucho más permeable, va hacia el líquido intersticial. Sin embargo, las
concentraciones iónicas se mantienen desiguales, pues la bomba de Na+ y K+ trabaja
permanentemente.

Cuando un estímulo físico o químico actúa sobre la membrana excitable, que mantiene
un potencial de reposo, la membrana reacciona. Si el estímulo es suficientemente intenso, es
decir si supera el umbral, la membrana convierte a ese estímulo en un impulso nervioso.
El mecanismo por el cual un estímulo desencadena el impulso nervioso consiste en una
alteración de la permeabilidad de la membrana. Las membranas de las neuronas tienen canales
iónicos regulados por voltaje (por el potencial eléctrico). Los estímulos abren los canales de Na+
regulados por voltaje. La apertura de estos canales es muy rápida; cuando se abren, el Na+
ingresa a la célula en forma masiva. A medida que ingresa el Na+, el interior celular se hace
cada vez más positivo. Esta inversión del potencial de reposo recibe el nombre
de despolarización o potencial de acción.
La despolarización en el sector de la membrana donde actuó el estímulo provoca la
despolarización de los sectores vecinos. El nuevo potencial positivo en la cara interna de la
membrana gatilla la apertura de los canales de sodio regulados por voltaje de la zona adyacente.
Secuencialmente se abren más canales y el Na+ sigue ingresando. Así se autopropaga el
potencial de acción. El potencial de acción autopropagado es lo que llamamos impulso
nervioso.
El papel de la membrana en la conducción del impulso nervioso no es pasivo como el de un cable
por donde pasa la corriente eléctrica. Por el contrario, la onda de despolarización se compara
con el fenómeno que se produce al encender el extremo de un reguero de pólvora. Al
encenderse las primeras partículas, éstas producen la combustión de las siguientes y la llama se
mueve sin parar hasta el final del camino.
Los canales de Na+ regulados por voltaje se abren muy rápidamente pero permanecen abiertos
por poco tiempo. Cuando el potencial llega a +35 milivoltios, los canales de Na+ cierran sus
compuertas y el flujo de sodio hacia el interior de la célula se interrumpe.
Al mismo tiempo que los canales de Na+ se cierran, se abren más canales de K+ con
compuertas de voltaje. Éstos tienen una apertura más lenta y prolongada que los canales de
Na+. Al abrirse estos canales, el K+ sale de la célula. La pérdida de cargas positivas a través de
los canales de K+ provoca que el interior de la célula se torne nuevamente negativo. Así, el
potencial de la membrana retorna al valor de reposo. La recuperación del potencial de reposo
negativo recibe el nombre de repolarización. Los canales de K+ se cierran cuando la
repolarización se completa.
Durante el potencial de acción hay una primera fase en la que se produce el ingreso de Na+ y
una segunda fase en la cual el ingreso de Na+ se detiene y ocurre la salida de K+, haciendo que
la membrana se repolarice. Entonces, cuando se alcanza nuevamente el potencial de reposo, las
concentraciones iónicas quedan invertidas, con el K+ fuera de la célula y el Na+ en el interior.

La bomba de Na+ y K+ restablece los gradientes iniciales, introduciendo nuevamente el K+ y


extrayendo el Na+ de la célula. El 70% del ATP de una neurona es consumido en el trabajo de la
bomba de Na+ y K+.
Todo el proceso de despolarización y repolarización de un sector de la membrana puede
acontecer en menos de 1 milisegundo (mseg). A medida que el potencial de acción avanza, la
parte de la membrana que queda por detrás se repolariza.
Mientras dura el potencial de acción, la neurona se halla en un período refractario absoluto,
en el cual no responde a ningún estímulo. A éste le sigue un período refractario relativo, de
varios milisegundos, durante el cual la neurona puede responder, pero con un umbral más alto.
El disparo de un nuevo potencial de acción requiere el restablecimiento completo del estado de
reposo.
Las neuronas se comportan según la ley del todo o nada. Si un estímulo alcanza el umbral, se
inicia el potencial de acción y éste tiene siempre la misma intensidad. Si el estímulo no alcanza
el umbral necesario, el potencial de acción no se inicia.
La diferente intensidad de nuestras sensaciones no depende de la intensidad del impulso, sino
del número de neuronas estimuladas.

La cantidad de fibras nerviosas


que conducen un estímulo
sensitivo depende de la cantidad
de receptores presentes en el área
donde se aplica el estímulo. Por
ejemplo, en el esquema, se
muestran las áreas 1, 2 y 3, con
densidad de receptores creciente.
Cuantos más receptores capten el
estímulo, más fibras conducirán el
impulso hasta un centro nervioso y
más intensa será la sensación. Las
zonas más sensibles de la piel
(como las yemas de los dedos)
son aquéllas que poseen un mayor
número de receptores por unidad
de área.

Conducción continua y conducción saltatoria

En las fibras que carecen de vaina de mielina (amielínicas) la conducción del impulso nervioso
es continua. En las fibras mielínicas, en cambio, la conducción es saltatoria. En estas fibras, la
vaina de mielina actúa como aislante, impidiendo el intercambio de iones a través de la
membrana del axón. Las únicas zonas que pueden despolarizarse son los nódulos de Ranvier,
donde la vaina de mielina se interrumpe. El impulso nervioso se propaga entonces “saltando”
desde un nudo de Ranvier a otro. Esto hace que el impulso se propague más rápidamente, y
también con menor gasto energético, pues requiere la despolarización y repolarización de
pequeñas partes de la membrana. La velocidad de conducción varía desde 0,25m/seg en las
fibras amielínicas más lentas hasta 100m/seg en las fibras mielínicas más rápidas.

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