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APELACIÓN DE SENTENCIA EN AMPARO

EXPEDIENTE 15-2008

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, 23 de mayo de dos mil ocho.

En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de uno de octubre de dos mil siete,
dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio, en el amparo promovido por el
Estado de Guatemala contra a Sala Segunda de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social. El
postulante actuó con el patrocinio de la abogada de la Procuraduría General de la Nación, Ana Lucrecia Pérez
Gómez de Méndez.

ANTECEDENTES

I. EL AMPARO

A) Interposición y autoridad: presentado el veintiséis de julio de dos mil seis, en la Corte Suprema de
Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio. B) Acto reclamado: sentencia de diez de mayo de dos mil seis,
dictada por la autoridad impugnada, que declaró con lugar (parcialmente) la demanda en única instancia
promovida por Griseldo de Jesús Say López en contra del Estado de Guatemala, y condenó a este último al
pago de prestaciones laborales. C) Violaciones que denuncia: al derecho de defensa y al principio jurídico
del debido proceso. D) Hechos que motivan el amparo: de lo expuesto por el postulante y del análisis de
los antecedentes se resume: D.1) Producción del acto reclamado: a) Griseldo de Jesús Say López inició
relación laboral con el Estado de Guatemala (Ministerio de Educación), el uno de agosto de mil novecientos
ochenta y tres, que finalizó el treinta y uno de enero de mil novecientos noventa y nueve, estando
presupuestado durante dicha relación laboral bajo el renglón cero once (011), b) posteriormente fue obligado
a renunciar para ser recontratado bajo el renglón cero veintinueve (029), finalizando ese período el treinta y
uno de mayo del mismo año; c) el uno de junio de mil novecientos noventa y nueve fue contratado una vez
más, ahora bajo el renglón presupuestario cero veintidós (022), finalizando su relación laboral con el Ministerio
de Educación, en forma definitiva, el veintisiete de enero de dos mil cuatro, por haberse rescindido su contrato
mediante acuerdo Ministerial número cuarenta y siete (47) de veintiséis de enero de ese mismo año; d) dicho
funcionario inició en la Oficina Nacional de Servicio Civil -ONSEC- la solicitud de pago de indemnización por el
período laborado, la cual fue declarada sin lugar, habiendo agotado la vía administrativa. Griseldo de Jesús Say
López inició juicio ordinario laboral en única instancia ante la autoridad impugnada la que declaró con lugar
(parcialmente) la demanda promovida, condenando al postulante al pago de las prestaciones laborales que en
derecho le corresponden (incluyendo indemnización por el tiempo laborado); lo que constituye el acto
reclamado. D.2) Agravios que se reprochan al acto reclamado: considera que con la emisión del acto
reclamado, la autoridad impugnada viola sus derechos, debido a que: a) no consideró que la temporalidad de
los servicios prestados por el trabajador se fundaba en lo preceptuado en el Acuerdo Gubernativo doscientos
doce-noventa y nueve (212-99), que establece que las personas contratadas bajo el renglón presupuestario
cero veintidós (022), no se les reconocerá el pago de indemnización al vencerse el plazo o rescindirse el
contrato; b) no advirtió que la autoridad nominadora contrató los servicios del trabajador de manera temporal,
por lo que al producirse el vencimiento del plazo establecido en el contrato, esa situación no configuró un
despido injustificado, tal como pretende el ex servidor público; por ello, no está obligado a pagar la
indemnización pretendida; y c) en la emisión del acto reclamado no se valoraron los medios probatorios
diligenciados, que hubieran fundado un pronunciamiento en sentido absolutorio, porque con ellos se demostró
que el demandante aceptó ratificó cada una de las cláusulas de los contratos suscritos con el Estado de
Guatemala para prestarle sus servicios en el renglón presupuestario cero veintidós. D.3) Pretensión: solicitó
que se le otorgue el amparo solicitado. E) Uso de recursos: ninguno. F) Casos de procedencia: invocó los
contenidos en los incisos a), d) y h) del artículo 10 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad. G) Leyes violadas: citó los artículos 108 y 110 de la Constitución Política de la República
de Guatemala; 191, 192 y 193 del Código de Trabajo; 1, 3, 4, 7, 9, 13 y 16 de la Ley del Organismo Judicial;
y 2, 3, 4, 5 y 8 numerales romanos VIII y IX del Acuerdo Gubernativo 212-99.
II. TRÁMITE DEL AMPARO

A) Amparo provisional: se otorgó. B) Terceros interesados: a) Griseldo de Jesús Say López; y b)


Ministerio de Educación. C) Remisión de antecedentes: a) expediente administrativo ciento cuarenta y
ocho-dos mil cuatro (148-2004) de la Oficina Nacional de Servicio Civil -ONSEC-; y b) expediente veintisiete-
dos mil seis (27-2006), de la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social. D)
Pruebas: se relevó. E) Sentencia de primer grado: la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y
Antejuicio, consideró: "(...) Del análisis legal efectuado y del estudio de los antecedentes del presente amparo,
esta Cámara concluye lo siguiente: a) que Griseldo de Jesús Say López mantuvo su relación laboral con el
Estado de Guatemala (Ministerio de Educación) por más de veinte años de forma ininterrumpida,
desempeñándose últimamente en cargo de Director Ejecutivo IV, terminando su relación laboral a través del
Acuerdo Ministerial número cuarenta y siete (47) suscrito por el Viceministro de Educación de fecha veintiséis
de enero de dos mil cuatro Por decisión unilateral del Despacho Superior del Ministerio de Educación, sin
responsabilidad para la autoridad nominadora; b) luego del despido que fue objeto, solicitó a la Oficina Nacional
de Servicio Civil el pago de las prestaciones laborales, misma que fue declarada sin lugar. Posteriormente inició
el juicio ordinario laboral en única instancia ante la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones de Trabajo y
Previsión Social, en el que pretendía el pago de las prestaciones, solicitud que fue declarada parcialmente con
lugar; c) esta Cámara, luego del análisis respectivo de las constancias procesales, las pruebas aportadas y
todo lo que de hecho y derecho corresponde, arriba a la conclusión que el amparo debe denegarse por cuanto
que la Sala recurrida al emitir la sentencia del diez de mayo de dos mil seis que declaró parcialmente con lugar
la demanda y considerar que '(...) existe reiterada jurisprudencia en las salas de trabajo que la indemnización
y la jubilación no son excluyentes, en el presente caso el trabajador no fue despedido y por ese motivo (sic),
sino se acogió a la jubilación y en forma voluntaria terminó su relación de trabajo con el Estado, si bien es
cierto del uno de febrero al treinta y uno de mayo de mil novecientos noventa y nueve prestó sus servicios por
el renglón cero veintinueve, no existe prueba alguna que durante ese período haya prestado sus servicios bajo
la dirección continuada de ninguna autoridad ni que estuviera sujeto a un horario de trabajo hechos que
hicieran presumir a este tribunal que durante el período del uno de febrero al treinta y uno de mayo de mil
novecientos noventa y nueve hubiese existido continuidad de la relación laboral, por lo que al revisar el
expediente administrativo no existe evidencia de ello, razón por la cual no, puede prosperar ninguna
reclamación del demandante con relación al Período anteriormente descrito (…)’, actuó dentro de las
atribuciones que las leyes y principios aplicables al caso concreto le otorgan, no evidenciando como
consecuencia violación a derecho constitucional alguno. Por la forma en que se resuelve, se deniega el presente
amparo, porque no se dan los presupuestos necesarios para otorgar el mismo; no obstante ello, no procede
la condena en costas ni imposición de la multa respectiva, debido a que la compareciente actúa en defensa
de los intereses y derechos del Estado de Guatemala." Y resolvió: "I) Deniega, por notoriamente
improcedente el amparo planteado por El Estado de Guatemala, y en consecuencia: a) se revoca el amparo
provisional decretado en resolución de fecha dieciséis de agosto de dos mil seis; b) no se condena en costas
y no se impone multa a la abogada patrocinante por lo considerado;(...). Notifíquese, (...)."

III) APELACIÓN

El postulante apeló.

IV) ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA

A) El amparista manifestó que la parte actora tenía conocimiento sobre la forma en que ingresó a prestar
sus servicios al Estado de Guatemala, específicamente en el Ministerio de Educación, de conformidad con los
contratos de trabajo a plazo fijo que suscribió, es decir bajo el renglón presupuestario cero veintidós. A lo
anterior se aúna el hecho esencial de que la prestación de sus servicios se estableció a través de los contratos
mencionados, por lo que el demandante, al suscribir los mismos y aceptar cada una de las cláusulas, estaba
enterado de que su relación contractual en la prestación de dichos servicios tenía un plazo fijo y determinado,
por lo que no puede hablarse de un despido directo o injustificado. Los contratos que se suscriben bajo el
renglón cero veintidós claramente establecen la facultad de la entidad nominadora para rescindir los mismos
sin responsabilidad alguna, por lo que no se da el supuesto jurídico esencial establecido en la norma
constitucional para declarar procedente el pago de indemnización a Griseldo de Jesús Say López. Solicitó que
se revoque el numeral romano I) y literal a) de la sentencia dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara
de Amparo y Antejuicio, de uno de octubre de dos mil siete y se declare con lugar el recurso de apelación
planteado y asimismo, el amparo interpuesto. B) Ministerio de Educación, tercero interesado, expresó
que los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia omitieron considerar que la resolución objeto de la acción
de amparo viola, como bien lo expresó la Procuraduría General de la Nación, la disposición contenida en el
artículo 110 de la Constitución Política de la República, debido a que el pago de la indemnización que se
reconoce a favor de Griseldo de Jesús Say López no procede, dado que la indemnización que tal norma prevé
está reservada para las relaciones laborales en que ocurra un despido sin causa justificada, lo que no sucedió
en el presente caso, según consta dentro del proceso, puesto que la relación laboral con tal servidor público
terminó con base en lo que establece el Reglamento para la Contratación de Servicios Directivos Temporales
con Cargo al Renglón Presupuestario cero veintidós, que expresamente excluye el pago de tal prestación.
Solicitó que se declarare con lugar el recurso de apelación presentado. C) Griseldo de Jesús Say López,
tercero interesado, manifestó que la Corte de Constitucionalidad ha sostenido que el principio de realidad o
de primacía de la realidad, en donde se otorga prioridad a los hechos, a lo que efectivamente ha ocurrido en
la realidad sobre las formas o apariencias o lo que las partes han convenido, debe primar en todo contrato de
trabajo. En ese orden de ideas, en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de
documentos suscritos por las partes, se debe dar preferencia a los hechos y en este caso se comprobó que la
relación laboral fue por tiempo indefinido, ya que no hubo interrupción de la relación laboral y cuando termina
la misma por decisión unilateral de la empleadora, es decir, sin causa justa de despido, es imperativo legal que
se indemnice al trabajador. Solicitó que se declare sin lugar la apelación del amparo y, como consecuencia, se
confirme el fallo impugnado. D) El Ministerio Público manifestó que la autoridad contra la que se reclama,
al conocer el proceso dentro de la esfera de sus atribuciones y de conformidad con las normas subjetivas de
trabajo, consideró dictar la sentencia que hoy se reclama, actuando dentro de sus facultades legales y conforme
a la potestad de interpretar y valorar los hechos y disposiciones legales invocados, tal y como se lo confiere
el Código de Trabajo; por lo anterior se advierte que el acto reclamado no le produjo agravio, y que el amparista
pretende que por esta vía se revise lo resuelto, lo que constitucionalmente no es posible porque, como
repetidamente se ha sostenido, la potestad de juzgar y ejecutar lo juzgado corresponde con exclusividad e
independencia a los tribunales de justicia ordinaria, por lo que el amparo no puede convertirse en una instancia
revisora de lo resuelto. La violación denunciada no se da en este caso, en que consta que el accionante tuvo
oportunidad e hizo valer los medios de defensa que permite la ley, no pudiendo ni debiendo estimarse que el
solo hecho de que lo resuelto le haya sido contrario a sus intereses sea causa suficiente para la procedencia
del amparo. Solicitó que se declare sin lugar el recurso de apelación interpuesto y se confirme la sentencia de
uno de octubre de dos mi siete dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio y,
como consecuencia, se deniegue el amparo interpuesto.

CONSIDERANDO

-I-

A) No causa agravio la decisión de los tribunales de Trabajo y Previsión Social que, aplicando el
principio de primacía de la realidad, establece que es nulo el contrato de trabajo celebrado a plazo fijo, cuando
la naturaleza de la prestación o la tarea, obligan a que éste se perfeccione por tiempo indefinido.

B) El artículo 43 de la Ley Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad prescribe que la


jurisprudencia que se produzca, después de haber tres fallos contestes de esta Corte, al resolver casos
similares, constituye doctrina legal que debe respetarse por los tribunales porque tiene la función de mantener
la debida observancia de la ley y unificar su aplicación.

- II -

En el presente caso, el Estado de Guatemala acude en amparo contra la Sala Segunda de la Corte de
Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, señalando como lesiva la sentencia de diez de mayo de dos mil seis,
que declaró con lugar (parcialmente) la demanda ordinaria laboral promovida por Griseldo de Jesús Say López
en contra del Estado de Guatemala, y condenó a este último al pago de prestaciones laborales. Denunció como
violados su derecho de defensa y el principio jurídico del debido proceso.
Argumentó el amparista que la autoridad impugnada, al dictar la resolución que constituye el acto
reclamado, lo hizo en abierta violación de sus derechos, debido a que: a) no consideró que la temporalidad de
los servicios prestados por el trabajador se fundaba en lo preceptuado en el Acuerdo Gubernativo doscientos
doce-noventa y nueve (212-99), que establece que a las personas contratadas bajo el renglón presupuestario
cero -veintidós (022), no se les reconocerá el pago de indemnización al vencerse el plazo o rescindirse el
contrato; b) no advirtió que la autoridad nominadora contrató los servicios del trabajador de manera temporal,
por lo que al producirse el vencimiento del plazo establecido en el contrato, esa situación no configuró un
despido injustificado, tal como pretende el ex servidor público; por ello, no está obligado a pagar la
indemnización pretendida; y c) en la emisión del acto reclamado no se valoraron los medios probatorios
diligenciados, que hubieran fundado un pronunciamiento en sentido absolutorio, porque con ellos se demostró
que el demandante aceptó y ratificó cada una de las cláusulas de los contratos suscritos con el Estado de
Guatemala para prestarle sus servicios en el renglón presupuestario cero veintidós.

- III -

Los principios generales del Derecho del Trabajo son las reglas inmutables e ideas esenciales que
forman las bases sobre la cuales se sustenta todo el ordenamiento jurídico-laboral. Su finalidad es proteger la
dignidad del trabajador y proyectar su eficacia, tanto al iniciarse el vínculo laboral, como durante su desarrollo
y al momento de su extinción. Sirven también como una especie de filtro para la aplicación de normas ajenas
al derecho del trabajo. (Julio Armando Grisolía, "Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social", Decimoprimera
Edición ampliada y actualizada, Lexis Nexis, 2005, Buenos Aires, Argentina.)

Entre los principios mencionados, en el derecho guatemalteco se encuentra el de realidad o primacía


de la realidad como se conoce en otros países, el cual se encuentra reconocido en el inciso d), cuarto
considerando, del Código de Trabajo. Este principio otorga prioridad a los hechos, es decir, a lo que
efectivamente ha ocurrido en la realidad, sobre las formas o apariencias o lo que las partes han convenido. El
contrato de trabajo es un contrato realidad, que prescinde de las formas para hacer prevalecer lo que
efectivamente sucede o sucedió. Por lo tanto, a diferencia de lo que ocurre en el derecho civil, que le da
especial relevancia a lo pactado por las partes la quienes entiende libres para disponer de sus derechos), en el
derecho del trabajo, en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de documentos
suscritos por las partes o acuerdos celebrados entre ellos (lo que se pactó o documentó), se debe dar
preferencia a los hechos. En aplicación de este principio el juez debe desentrañar las verdaderas características
de la relación que unió a las partes, por sobre los aspectos formales de la misma.

El artículo 19 del Código Trabajo establece: “Para que el contrato individual de trabajo exista y se
perfeccione, basta con que se inicie la relación de trabajo, que es el hecho mismo de la prestación de los
servicios o de la ejecución de la obra...". Se podría agregar también que dicha presunción operará igualmente
aún cuando se utilicen figuras no laborales para caracterizar al contrato. En ese sentido, los artículos 106 de
la Constitución Política de la República y 12 del Código de Trabajo, determinan que "...serán nulas ipso jure y
no obligarán a los trabajadores, aunque se expresen en un contrato colectivo o individual de trabajo, en un
convenio o en otro documento, las estipulaciones que impliquen renuncia, disminución, tergiversación o
limitación de los derechos reconocidos a favor de los trabajadores en la Constitución, en la ley, en los tratados
internacionales ratificados por Guatemala, en los reglamentos u otras disposiciones relativas al trabajo". Si
tales circunstancias se produjeran, nos encontraríamos ante una simulación, porque con dicho accionar se
pretende eludir la verdadera naturaleza dependiente de la relación bajo el ropaje de figuras extralaborales
(locación de servicios, prestación de servicios profesionales, prestación de servicios técnicos o como en el caso
que nos ocupa, por medio de la suscripción de un contrato a plazo fijo, cuando la naturaleza de la función que
se va a desempeñar obliga a que exista continuidad en la prestación), todo ello, en detrimento de los derechos
del trabajador, a quien se le niegan los beneficios que la legislación laboral establece a su favor.

El acaecimiento de las circunstancias descritas precedentemente, tienen como consecuencia, la sanción


de nulidad de las conductas denunciadas, que se produce por medio de la sustitución de los actos en los que
se denuncian vicios, por las normas desplazadas, es decir, la relación entablada entre las partes debe regirse
por las normas imperativas pertinentes -las del Derecho del Trabajo-.
Del análisis de los antecedentes se observa que Griseldo de Jesús Say López ocupaba el puesto de
Director Ejecutivo Cuatro en el Ministerio de Educación. Para cubrir esa plaza, fue contratado bajo el renglón
presupuestario cero veintidós (022), contrato que fue prorrogado en sucesivas oportunidades. El período
durante el que laboró en el Ministerio mencionado, fue desde el uno de junio de mil novecientos noventa y
nueve hasta el veintisiete de enero de dos mil cuatro. El contrato celebrado entre el Ministerio referido y el ex
trabajador establece una serie de obligaciones, funciones y atribuciones para el trabajador, que entre otras
son: a) planificar, coordinar y evaluar todas las funciones a cargo de la Administración General; b) rendir
informe mensual de las labores desarrolladas, con el visto bueno del Despacho Superior del Ministerio de
Educación; y c) la jornada de trabajo es de ocho horas diarias, comprendidas de nueve horas a las diecisiete
horas con treinta minutos. Por medio del Acuerdo Ministerial número cuarenta y siete (47), de veintiséis de
enero de dos mil cuatro, se le comunicó al trabajador la rescisión de su contrato, por lo que este después de
agotar la vía administrativa, acudió a la Sala de Trabajo correspondiente a solicitar el pago de su indemnización.

Lo considerado precedentemente permite concluir que entre el inicio del contrato de trabajo y la
extinción del mismo, no se interrumpió su continuidad porque la naturaleza de la prestación, las atribuciones
que tenía el trabajador, la jornada establecida y la subordinación a la que estaba sujeto obligaba a que la
relación fuera de tracto sucesivo y, siendo que esa característica es un elemento esencial en un contrato de
trabajo, la entidad empleadora, al celebrar con el servidor público un contrato a plazo fijo con la intención de
interrumpir la continuidad en la prestación, vulneró la ley y, por ende, la sanción para esa actuación es la
nulidad de lo actuado por ello, deben sustituirse los actos que contienen los vicios denunciados, por las normas
desplazadas, que para el caso concreto son las que están contenidas en el Código de Trabajo. Dentro de ese
contexto, al concluirse que el contrato de trabajo era por tiempo indefinido por la naturaleza de la prestación
y al haberse extinguido aquél sin causa justificada, resultaba precedente por imperativo legal el pago de la
indemnización solicitada por el ex trabajador, por lo que, al haber confirmado la autoridad impugnada la
decisión del pago de indemnización por el tiempo laborado, su actuación se encuentra enmarcada en ley y, en
consecuencia, no provocó el agravio denunciado por el accionante. Este criterio ha sido sostenido por esta
Corte en las sentencias de catorce de junio de dos mil siete, catorce de agosto de dos mil siete y veinticinco
de octubre de dos mil siete dictadas los expedientes ochocientos cincuenta y siete -, dos mil siete (857-2007),
un mil cuatrocientos ochenta y seis guión dos mil siete (1486-2007) y dos mil trescientos sesenta y cinco-dos
mil siete (2365-2007) respectivamente.

Lo anteriormente señalado evidencia la inexistencia de agravio que haya lesionado derechos y


garantías constitucionales del accionante y que deba ser constitucionales reparado por esta vía; razón por la
cual, el amparo planteado deviene improcedente, y siendo que el tribunal a quo resolvió en igual sentido
procede confirmar la sentencia apelada, pero por las razones aquí consideradas.

LEYES APLICABLES

Artículos citados y 295, 268, 272, inciso c), de la Constitución Política de la República de Guatemala;
1, 5, 6, 8, 27, 42, 44, 49, 50, 51, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 149, 163, inciso c), 185 y
186 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; y 17 del Acuerdo 4-89 de la Corte de
Constitucionalidad.

POR TANTO

La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas, resuelve: I) Confirma la


sentencia venida en grado. II) Notifíquese y, con certificación de lo resuelto, devuélvanse los antecedentes.

GLADYS CHACÓN CORADO

PRESIDENTA
JUAN FRANCISCO FLORES JUAREZ ROBERTO MOLINA BARRETO

MAGISTRADO MAGISTRADO

ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE MARIO PEREZ GUERRA

MAGISTRADO MAGISTRADO

JORGE MARIO ALVAREZ QUIRÓS VINICIO RAFAEL GARCÍA PIMENTEL

MAGISTRADO MAGISTRADO

MARTÍN RAMÓN GUZMÁN HERNÁNDEZ

SECRETARIO GENERAL

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