Vous êtes sur la page 1sur 15

Theoria

ISSN: 0717-196X
theoria@pehuen.chillan.ubiobio.cl
Universidad del Bío Bío
Chile

Vidal Rojas, Rodrigo Alejandro


Del medio ambiente al espacio público. Precisiones conceptuales
Theoria, vol. 16, núm. 1, 2007, pp. 63-76
Universidad del Bío Bío
Chillán, Chile

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29916108

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Theoria, Vol. 16 (1): 63-76, 2007 ISSN 0717-196X

Revisión / Revision

DEL MEDIO AMBIENTE AL ESPACIO PÚBLICO.


PRECISIONES CONCEPTUALES
FROM THE ENVIRONMENT TO PUBLIC SPACE.
CONCEPTUAL PRECISIONS

RODRIGO ALEJANDRO VIDAL ROJAS*


* Escuela de Arquitectura, Universidad de Santiago de Chile.
Alameda 3677, Santiago de Chile, fono: 56-2-718-43-01, fono-fax: 56-2-779.27.32, e-mail: rvidal@lauca.usach.cl

RESUMEN

Conceptualizar significa insertar un término o una noción en un conjunto organizado de términos, nocio-
nes e ideas, un sistema lógico de pensamiento al interior del cual cada componente recibe un significado y
una connotación específica. Conceptualizar es contextualizar, es decir, poner un término en el contexto de
una construcción intelectual objetivada por el problema estudiado. Es dentro del contexto de un pensa-
miento coherente que el concepto adquiere sentido y sustancia. En esta breve revisión, se define el espacio
público como redimensionamiento de la esfera de la vida a la escala de la ciudad, al interior de un conjunto
ordenado de conceptos y nociones tomados de la ecología urbana y del urbanismo. Esta conceptualización
desembocará en los conceptos de intersticio y de espacio intermedio, como fundadores del espacio público
contemporáneo, de forma que el lector pueda familiarizarse con el uso actual que esas dos nociones tienen
en el discurso urbano occidental contemporáneo.
Palabras claves: Conceptos urbanos, espacio intermedio, espacio público, intersticio.

ABSTRACT

Conceptualize means to insert a term or a notion in an organized set of terms, notions and ideas. It is also
a logical system of thought to the interior of which each component receives a meaning and a specific
connotation. Conceptualize is to set in context, that is to say, to put a term in the context of an intellectual
construction with precise objectives defined by the problem in study. It is within the context of a coherent
thought that the concept acquires sense and substance. In this brief revision, the public space like re-
dimensioning of the sphere of life at city scale is defined, in the inner space of an ordered set of concepts
and knowledge taken from the urban ecology and urbanism. This conceptualization will get to the con-
cepts of interstice and intermediate space, as founders of the contemporary public space, so that the reader
can become familiar with the present use that these two notions have in the urban western contemporary
approach
Keywords: Urban concepts, intermediate space, public space, interstice.
Recepción: 12/01/07. Revisión: 13/03/07. Aprobación: 29/05/07.

63
Theoria, Vol. 16 (1): 2007

PALABRAS DE INTRODUCCIÓN En ese marco condicionante, el espacio


público es redefinido como el lugar donde
El propósito específico de este texto es reve- es posible reconstruir los vínculos sociales;
lar que, en el debate contemporáneo, se si- permitir la transacción social reproductiva,
túa cada vez más al espacio público en un para estimular la creatividad y la participa-
contexto mayor que aquel suministrado por ción; y, muy especialmente, generar una at-
el espacio urbano de la ciudad, como resul- mósfera de calidad ambiental en medio de
tado de la puesta en situación de nuevos una urbanidad agresiva. En otras palabras
conceptos en el debate urbano. Ese contexto un nicho ecológico vitalizante, al interior de
mayor es el de la biosfera, o esfera de la vida. un nicho ecológico deteriorado (la ciudad).
En ese entendido, el espacio público ad- En esta nueva concepción, el espacio
quiere hoy en día un nuevo rol al interior de público es no sólo situacionista, para respon-
la deteriorada ciudad contemporánea: situar der a la pregunta dónde estoy, al interior del
físicamente al individuo colectivo en la inmen- espacio urbano, sino que adquiere además
sidad del Universo, y no sólo socialmente, en el un papel existencialista, para satisfacer la pre-
Estado Nación. gunta de cómo estoy, al interior de ese espa-
Desde la percepción del espacio público cio urbano.
como garante del derecho de ciudadanía, pa- Para entender el carácter de este nuevo
sando por el espacio público como funda- espacio público, revisaremos los principales
mento de la producción y reproducción social, conceptos que nos permiten situarlo como
como también por el espacio público como redimensionamiento de la esfera de la vida a
escenario de representación de la significación la escala de la ciudad.
cultural, nos interesa revelar el nuevo rol que
se le atribuye en la construcción del espacio
urbano del siglo XXI: el espacio público como LOS CONCEPTOS FUNDADORES
redimensionamiento de la esfera de la vida a DEL NUEVO ESPACIO PÚBLICO
la escala de la ciudad.
El origen de esta nueva concepción que Biosfera
se instala progresivamente en la teoría y en
la práctica urbana es transparente: se trata La biosfera1 es la esfera de la vida. Aquella
de una reacción positiva frente al deterioro parte de la Tierra, de aire, tierra y agua, ocu-
evidente de la calidad de vida en el espacio pada por seres vivientes. Está constituida por
urbano contemporáneo. Este deterioro tie- zonas de la litosfera, la hidrosfera y la atmós-
ne tres características mayores: 1) mala cali- fera, donde es posible la vida. La biosfera
dad de las condiciones ambientales (aire, constituye una delgada capa de dimensio-
agua, tierra, ruido, radiación ultravioleta); nes irregulares, que se extiende desde los 10
2) mala calidad de las condiciones sociales km. de altura hasta los 150 m. de profundi-
(delincuencia, adicciones, violencia urbana, dad en océanos, y hasta algunos metros por
transporte urbano, distancias); 3) el modelo
económico imperante (excesivo tiempo des-
tinado a la actividad laboral en desmedro 1
Para mayor información, consultar los siguientes si-
del tiempo de ocio y recreación; falta de fi- tios en Internet: www.cambioclimaticoglobal.com/
nanciamiento estatal y comunal para el de- biosfera.html ; www.wikipedia.org/wiki/Biosfera ; www.
geocities.com/RainForest/Canopy/7800/es-biosfera.html
sarrollo de espacios públicos de calidad; des- ; www.astromia.com/glosario/biosfera.htm ; www.rena.
interés de la inversión privada frente al de- edu.ve/SegundaEtapa/ciencias/Labiosfera.html ; www.
sarrollo de espacios públicos no lucrativos). cricyt.edu.ar/enciclopedia/terminos/Biosfera.htm

64
Del medio ambiente al espacio público... / R.A. VIDAL R.

debajo del nivel del suelo hasta donde pene- tramos diversos ecosistemas y microclimas
tran las raíces de los árboles y plantas y exis- generadores de una variedad de entornos
ten microorganismos. Es, por tanto, una naturales que, por su influencia sobre las
zona de espesor relativamente delgado, que formas de interacción entre los seres vivos,
está formada por los océanos, lagos y ríos, la se denominan medio ambiente.
tierra firme y la parte inferior de la atmósfe-
ra, que es capaz de mantener la vida en el
planeta. Fuera de esta capa no existen for- Medio ambiente
mas de vida terrícolas.
El término fue acuñado por el geólogo La ambivalencia de la noción de medio am-
Eduard Suess en 1875, pero el concepto biente (Ballesteros y Pérez Adán, 1997; Fa-
ecológico de biosfera fue elaborado en la dé- riña Tojo, 1998) se puede explicar por dos
cada del 20 por el minerólogo y geoquímico razones esenciales: por una parte, por que se
ruso-ucraniano Vladimir Vernadsky quien, trata de una noción en plena evolución y
en 1926, publicó su famoso libro La biosfera. redefinición. Los orígenes contemporáneos
La biosfera incluye a todos los ecosistemas de su pertinencia responden a causas tan
de la tierra, ya sean grandes o pequeños. Es diversas como un mejoramiento en la edu-
por que los seres vivos sólo sobreviven en cación en el tema, la conciencia ideológica
presencia de oxígeno, con alimento y calor creciente acerca de la importancia de su pre-
suficientes, que la vida en esta zona depen- servación para la vida, los desastres natura-
de de la energía del sol y de la circulación les provocados por el hombre y cuyas conse-
del calor y nutrientes esenciales. La biosfera cuencias se hacen sentir claramente en la sa-
ha permanecido lo suficientemente estable lud de la población; un efecto de moda; el
a lo largo de cientos de millones de años prestigio mediático de equipos científicos in-
como para permitir la evolución de esas di- ternacionales (Jacques Cousteau, Greenpeace,
versas formas de vida que hoy conocemos. etc.), el nuevo acercamiento de las colectivi-
Eso provoca que en la biosfera la vida se dades urbanas hacia el medio natural, entre
manifieste en numerosos individuos perte- otros. Una segunda razón que explica esta
necientes a unas dos millones de especies ambivalencia es que esta noción se encuen-
conocidas. tra en una suerte de encrucijada donde con-
La biosfera también afecta los flujos de vergen diversas disciplinas y oficios. Ella nace
ciertos gases invernadero, tales como el de esa encrucijada al tiempo que ella es la
dióxido de carbono y el metano. El plancton encrucijada. Si atendemos a esta segunda
de las superficies oceánicas utiliza el dióxido razón podemos afirmar que el medio am-
de carbono disuelto para la fotosíntesis. Esto biente constituye una referencia pluridisci-
establece un flujo del gas, con el océano, fi- plinaria obligatoria, si no esencial, en el que-
jando gas desde la atmósfera. Al morir, el hacer de científicos y profesionales. Esto re-
plancton transporta el dióxido de carbono a sulta evidente si se considera que el medio
los fondos oceánicos. Esta productividad ambiente, entendido como noción antropo-
primaria reduce en un factor 4 la concen- céntrica, coloca al ser humano como el pro-
tración atmosférica del dióxido de carbono tagonista de la historia y del espacio al mis-
y debilita significativamente el efecto inver- mo tiempo que él es considerado como el fin
nadero terrestre natural. último del conocimiento. En la medida en
Al interior de la biosfera es posible dis- que el estudio del medio ambiente se eman-
tinguir una importante diversidad de zonas cipa de la biología, él se acerca (justificada o
biogeográficas, dentro de las cuales encon- injustificadamente) al ser humano abando-

65
Theoria, Vol. 16 (1): 2007

nando en un rol subyacente a los demás se- cuya madurez se revela en la diversidad de
res vivos. las especies que los habitan, las cuales son a
En consecuencia, se entenderá por me- su vez expresión de la coexistencia de una
dio ambiente al entorno que nos rodea y que diversidad de nichos ecológicos (Grafmeyer y
afecta y condiciona especialmente las cir- Joseph, 1990), es decir, de lugares apropia-
cunstancias de vida de las personas o la so- dos por una especie dominante y condiciona-
ciedad en su conjunto. Comprende el con- dos por la función, las espacialidades y el com-
junto de valores naturales, sociales y cultu- portamiento de los miembros de esta especie.
rales existentes en un lugar y un momento En el caso de las organizaciones de indi-
determinado, que influyen en la vida del viduos humanos, esta apropiación puede ser
hombre y en las generaciones venideras. Es exclusiva (propiedad privada), comunitaria
decir, abarca el espacio en el que se desarro- (propiedad colectiva de una corporación,
lla la vida y los seres vivos, objetos, agua, organización, autoridad territorial menor) o
suelo, aire y las relaciones entre ellos, así estatal (propiedad pública o bien nacional).
como elementos tan intangibles como la Esta diversidad le otorga al nicho ecológico
cultura. una gran resistencia a los cambios de todo
Desde esta perspectiva, consideraremos orden, pero no los hace menos vulnerables a
que el medio ambiente es el campo de la in- la destrucción ante la acción indiscriminada
teracción dinámica de agentes naturales, so- del hombre. Es oportuno añadir que se uti-
ciales y culturales que condicionan al ser hu- liza, por comodidad, la noción de nicho
mano en la medida en que inciden en su com- ecológico antrópico para facilitar la transposi-
portamiento, en su desarrollo y en sus formas ción conceptual de la noción bio-ecológica
de socialización. al contexto humano, para referirnos a la es-
pecificidad de la apropiación de lugares en el
medio habitado por el hombre.
Ecosistema y nicho ecológico

Este condicionamiento se explica, en primer Ecosistema construido:


lugar, porque el ser humano habita un me- La ciudad y lo urbano
dio específico (Park, 1926), es decir, un lu-
gar en el cual se encuentran o sobre el cual ac- Desde esta transposición, podemos obser-
túan estos agentes, los cuales, a su vez, mantie- var aquello que muchos han dado en llamar
nen entre sí vínculos estrechos. Aquí la noción el ecosistema construido, es decir, aquel
de medio puede ser asociada a la de sistema subsistema en el que las condiciones naturales
(Bertalanffy, 1973) y, por extensión, a la de han sido transformadas o eliminadas en fun-
ecosistema, es decir, a un conjunto jerárquico ción de las exigencias de la habitabilidad hu-
e interrelacionado de agentes que se desarro- mana. El principal ejemplo son las diversas
llan en un espacio conformado por un biotopo expresiones de organización urbana en la
y una biocenosis y cuya estructura posee un or- cúspide de las cuales encontramos la ciudad
den que le otorga su autosustentabilidad (Laborit, 1971; Bailly et al., 1995; Racine,
biótica. En otras palabras, un subsistema 1993; Remy y Voyé, 1992; Weber, 1982).
mundo, autosustentable pero no menos in- Esta última la entenderemos, en la prolon-
terdependiente con otros subsistemas. Ejem- gación de lo expuesto, como el medio cons-
plos de ecosistemas son los lagos, los desier- truido privilegiado de las diversas formas de
tos, la selva, los pantanos, las estepas, etc., interacción humana de proximidad; interac-

66
Del medio ambiente al espacio público... / R.A. VIDAL R.

ción y proximidad que se expresan a través de cultural, antes de observar sus manifestacio-
una intensidad edificada, una complejidad de nes en tanto que entidad material. La prác-
flujos y una densidad creciente de población. tica corriente de asimilación de lo urbano a
Un ecosistema construido interdependien- la ciudad nos impide mirar más lejos, inci-
te funcional y vitalmente del territorio en el tando todo el tiempo a clasificar de urbano
cual se inserta, que se nutre de los inputs re- o no urbano todo lo que observamos, por la
cibidos de su entorno y que nutre su entor- utilización de las mismas categorías de ob-
no de lo outputs que ella produce. Incorpo- servación que se emplean para la ciudad,
ramos aquí la noción de entorno para refe- habiendo esta última adquirido, en conse-
rirnos, específicamente, al conjunto de los cuencia, el estatus de medida de lo urbano.
componentes físicos, climáticos y morfológicos Ejemplos de ecosistemas construidos (ur-
que rodean una entidad. Distinguiremos en- banos) que no son ciudad –según el signifi-
torno de contexto para otorgar a este último cado social que se la ha atribuido– son los
el significado de campo referente cultural, so- condominios (Lomas de lo Aguirre, en San-
cial y económico de inserción de una entidad tiago), los conjuntos de parcelas de agrado
menor, el cual condiciona esa entidad bañán- (Chicureo, en Santiago), los conjuntos agro-
dola de las pre-existencias territoriales (socia- residenciales (Kibbouts, en Israel), las estruc-
les y físicas) y significativas (culturales y sim- turas urbanas flotantes (Alice-City, en Ja-
bólicas). Situar una obra en un contexto (o pón), las oficinas salitreras (en el norte de
contextualizarla) es concebirla en función de Chile), los balnearios inmobiliarios (Brisas
las cualidades de ese lugar condicionante. de Santo Domingo, en Chile), los campa-
Una obra no contextualizada no deja de ser mentos mineros (Sewell y Potrerillos, en
sino un edificio de la misma manera como Chile), los pueblos de explotación agrícola
un texto fuera de contexto es sólo un pretexto. en Suiza, las llamadas ciudades satélites o ciu-
Hemos señalado que la ciudad es el eco- dades dormitorios, etc.
sistema construido más evidente. Sin em- Una de las condiciones fundamentales de
bargo, no es el único, puesto que la ciudad esta urbanidad es la interacción social, ya que
es una expresión más de lo urbano, entre sin ella no hay urbanidad. Lo interesante es
otras expresiones. Lo urbano (Jaccoud et al., que esa interacción, para que sea social y no
1996; Remy y Voyé, 1976; Roncayolo y comunitaria o privada, debe realizarse de
Paquot, 1992) lo asociamos primeramente manera pública, en el espacio de lo público,
a una especificidad del ethos humano. La allí donde lo público es la característica prin-
etología estudia el comportamiento huma- cipal de la relación. Lo público define lo ur-
no en su expresión de socialización. En con- bano y es lo que hace que una ciudad sea
secuencia, lo urbano es una forma específica una ciudad y no un amontonamiento de
de comportamiento y socialización, la cual se edificios e infraestructuras.
expresa a través de diversas formas construidas
y de diversas modalidades de intercambio. La
ciudad posee una capacidad indiscutible pero Medio urbano
no exclusiva para materializar los valores de
lo urbano, en relación a otros lugares urba- Con el fin de resolver la errónea asimilación
nos que reproducen otros paisajes construi- de lo urbano a la pura ciudad, proponemos
dos. Esta independencia de lo urbano res- reservar la noción de medio urbano para re-
pecto de la ciudad alude a que lo urbano ferirnos a estas diversas manifestaciones del
debe ser pensado en sí mismo como valor ethos urbano. Entendemos así que el medio

67
Theoria, Vol. 16 (1): 2007

urbano es una expresión exosomática de un 1995; Vidal Rojas, 1996), la cual se concibe
fenómeno cultural específico que se manifiesta aquí en una perspectiva cultural y biológi-
en forma, en espacio y en materialidad, las ca. A las bien conocidas connotaciones del
cuales resultan de la interacción y de las obli- territorio como medio ambiente y del terri-
gaciones entre individuos cuya relación al te- torio como objeto, antepondremos la idea
rritorio depende de valores que están anclados del territorio como relación de identidad y
a una historia y a una memoria colectiva o como relación biótica. Según la primera idea,
que son condicionados por las exigencias de la el territorio es una relación de afectividad en-
contemporaneidad. El medio urbano se cons- tre el individuo y los lugares que marcan su
truye en la relación entre el ethos urbano y existencia. Mientras la tierra es un hecho na-
las exigencias que éste impone al territorio tural, el territorio es un hecho cultural. Emerge
y, recíprocamente, entre la constitución del como una representación individual y colecti-
territorio y su incidencia sobre el comporta- va del conjunto de lugares respecto de los cua-
miento social (Watzlawick, 1978). En ese les se construye la identidad y la memoria co-
sentido, el medio es, al mismo tiempo, ám- lectiva. El territorio es una noción excluyen-
bito dentro del cual habita un ser vivo, y te en la medida en que incorpora aquello
condición de ese habitar. que nuestra identidad requiere para su esta-
bilidad, discriminando aquello que queda
fuera de esta identidad. El territorio aparece
Medio ambiente y sustentabilidad urbana como terruño, como porción condicionante
del espacio geográfico. Hablar de un terri-
De esta manera, cuando se estudia el medio torio no es hablar de un hecho externo al
urbano como mediación entre los agentes individuo sino de una entidad con la cual se
naturales y su incidencia sobre el ser y el establece una afectividad que puede ser de
comportamiento urbano, hablaremos de asimilación o de rechazo. Territorializar el
medioambiente urbano (López de Asiaín, espacio terrestre es, entonces, apropiárselo
2001). Este último se concibe como el cam- concreta o imaginariamente, transformándo-
po de interacción dinámica entre factores lo en función de un sistema cultural y de obje-
medioambientales, comportamientos sociales y tivos bien precisos.
determinantes culturales, que condicionan las En razón de la segunda idea, el territorio
formas de territorialidad en medio urbano. Es es el espacio ocupado, apropiado, marcado por
en esta lógica que entendemos la sustentabi- una especie por razones de supervivencia, pro-
lidad urbana (Bettini, 1998) como la capa- tección y reproducción, espacio excluyente que
cidad y la oportunidad del medio urbano de rechaza otras especies. El territorio se distin-
lograr un equilibrio durable en el tiempo entre gue del lugar en la medida en que este últi-
factores, comportamientos y determinantes, con mo se refiere al conjunto de cualidades objeti-
la finalidad de permitir la reproducción huma- vas de una porción de espacio, cualidades que
na, la integración tecnológica y la adaptación provocan en el ser humano significaciones y
de las estructuras físicas al cambio social. percepciones subjetivas (Hall, 1971). La terri-
torialidad aparece así como la relación biótica
entre especie y territorio ocupado. Esta rela-
Territorio y lugar ción es posible gracias a los proceso de me-
diación, complejidad y diversidad segmen-
Más arriba hemos hecho alusión a la noción tada.
de territorio (Gumuchan, 1988; Sechet,

68
Del medio ambiente al espacio público... / R.A. VIDAL R.

Mediación, complejidad y diversidad pios del lenguaje de los arquitectos, de los


segmentada en el medio urbano urbanistas y de los geógrafos urbanos, en la
perspectiva de este estudio. La estructura fí-
La mediación es el conjunto de mecanismos sica del espacio urbano hace alusión al con-
por los cuales el medio natural se transfor- junto de elementos latentes, evidentes y tras-
ma y su incidencia sobre los seres urbanos cendentes que componen la osatura urbana.
adquiere el carácter de indirecta. Para situar Los elementos latentes son aquellos que no
la idea de mediación en el contexto urbano se perciben a primera vista y tienen que ver,
es necesario distinguir la noción de agente por una parte, con las pre-existencias geo-
natural de la noción de factor medioambien- gráficas, esto es, relieve, accidentes hidrográ-
tal. La primera se refiere a las características ficos, orografía, vegetación, tipo de sustrato,
objetivas de los componentes del medio natu- etc. Por otra parte, los elementos evidentes
ral: iluminación, irradiación, ventilación, pre- son las pre-existencias sociales de cuyas in-
cipitación, humedad, etc. La segunda se re- teracciones nacen formas de territorialidad
fiere a las cualidades subjetivas de esos compo- diferentes. Ambas pre-existencias condicio-
nentes, es decir, aquellas características que nan la configuración de tramas, de trazados,
adquieren como consecuencia de su ingreso en de tipologías de calles, de orientaciones del
el campo de la habitabilidad humana. Esto espacio construido, de nodos, de configura-
nos permite precisar que la incidencia medio- ción de bordes, que serán los elementos evi-
ambiental será un valor, o un parámetro se- dentes o visibles de la estructura física. Los
gún sea el caso, que sintetiza el impacto de un elementos trascendentes son aquellos que
factor medioambiental sobre el ser humano. emergen de la totalidad como hitos, traza-
La complejidad se refiere a que esa trans- dos jerárquicos, tramas pintorescas, lugares
formación genera formas y parámetros de de concavidad o convexidad geográfica, es-
incidencia indirecta que pueden modificar pacios de convergencia visual, etc., transfor-
en grados diversos y en condiciones especí- mándose en referentes de la estructura.
ficas distintas el impacto del medio natural
sobre el medio urbano. La diversidad segmen-
tada alude a la consecuencia de la compleji- Espacio, morfología y tejido urbano
dad, la cual se traduce en la configuración
de una gran diversidad de nichos ecológicos La noción de estructura urbana permite si-
antrópicos. Esta diversidad de nichos tuar las nociones de espacio urbano, morfolo-
ecológicos se expresa en las diversas estruc- gía urbana y tejido urbano (Malverti y Pinon,
turas que adquieren los constructos urbanos 1997; Roncayolo, 1990). La primera noción
en el contacto con el territorio real, enten- indica el complejo y disforme vacío existente
dida como relación biótica entre los indivi- entre los cuerpos edificados y las biomasas na-
duos y el medio. turales o artificiales (parques, por ejemplo). Por
extensión, y según la escala de aproximación,
el espacio urbano puede ser entendido como
Estructura del espacio urbano la totalidad del medio urbano edificado en
relación al medio natural o al entorno geo-
El incluir en esta discusión la noción de es- gráfico. La morfología urbana se refiere a las
tructura urbana (Dupuy, 1991; Sevcenko, formas edificadas, a las volumetrías concordan-
1981; Vidal Rojas, 1999; Vidal Rojas, 2002) tes, a las relaciones tipológicas, visuales y signi-
nos permite precisar algunos términos pro- ficativas que establecen entre sí esas formas y

69
Theoria, Vol. 16 (1): 2007

volúmenes, a las modalidades de incidencia del espacio público, Jürgen Habermas, uno
sobre la forma del espacio o vacío urbano, a la de los íconos de la Escuela de Frankfort y
manera en que esas formas develan las relacio- cercano a Herbert Marcuse, propuso en His-
nes entre el interior edificado y el exterior con- toria y crítica de la opinión pública: La trans-
figurado. Por extensión, el tejido urbano es la formación estructural de la vida pública
relación de composición recíproca entre el va- (Habermas, 1986), tesis publicada en 19622,
cío urbano y la forma construida. que el espacio público es primeramente el
En esta trama de vacíos, llenos, biomasas, espacio político de la representación del in-
formas construidas, tipologías edificadas, terés colectivo y de la opinión pública.
interiores y exteriores configurados y confi- En L’espace public, Habermas describe el
gurantes, es posible reconocer espacios ca- proceso por medio del cual el público ocu-
paces de ubicar al individuo al interior de pa la esfera o ámbito público controlado por
esta complejidad urbana para lograr generar la autoridad y lo transforma en espacio (me-
condiciones más adecuadas de vida. Es lo tafóricamente hablando) donde la crítica se
que hemos llamado el nuevo espacio públi- ejerce contra el poder del Estado.
co. El concepto de publicidad (del francés
publicité, en el sentido de la amplia difusión
de la información y los temas de debates
EL NUEVO ESPACIO PÚBLICO mediante los medios de comunicación) es
un elemento clave de la teoría de Habermas:
El espacio público surge como espacio in- la publicidad (del acto de publicitar o hacer
tersticial en medio de la compleja trama de público) es una dimensión constitutiva de
formas y situaciones que el espacio urbano la opinión y del espacio públicos, y princi-
crea y recrea. A su vez, se diseña como espa- pio de control del poder político. Según
cio intermedio entre individuos, entre el in- Habermas, hasta cierto punto, la opinión
dividuo y la comunidad, entre el ser urbano pública se vuelve más visible mediante su
y el medio natural. Finalmente, se habita publicización.
como lugar de revitalización urbana. La investigación sobre el sentido y la his-
toria del espacio público y la opinión pública
ha sido una parte muy importante de la obra
La concepción tradicional del de Habermas. Desde sus primeros trabajos
espacio público hasta Facticidad y validez, vincula la diná-
mica del mundo simbólico a la interacción
Borja y Muxí (2003) proponen que el espa- comunicativa, generadora de opinión, con-
cio público es la expresión física y material senso, voluntad común y acciones coopera-
de la intensidad de las relaciones entre los tivas frente a los conflictos sociales.
miembros de una colectividad. Lugar de in- Desde la mirada de arquitectos y urba-
tercambio y de representación, lugar de sig- nistas, el espacio público es una forma edifi-
nificación y referencia, lugar de culturización cada y configurada de la expresión colectiva
y socialización. Espacio interno, intermedio del espacio social (Cerasi, 1990). Este último
o externo, arquitectónico o urbano, lo que se entiende aquí como la convergencia de
permite hablar de espacio arquitectónico de las condiciones que permiten el intercam-
uso público o espacio urbano de uso públi-
co. 2
El mismo texto, en francés, se publicó con el título
Con anterioridad, y como texto funda- L’espace public : archéologie de la publicité comme dimension
dor del pensamiento contemporáneo acerca constitutive de la société bourgeoise.

70
Del medio ambiente al espacio público... / R.A. VIDAL R.

bio y la reproducción de las relaciones so- bio. Vacío o lleno sin una identidad defini-
ciales, en un campo dado. Por extensión asi- da, propio de un tiempo evacuado.
milamos el espacio social al campo en el cual Por el contrario, se considerará el inters-
ese intercambio se desarrolla. El espacio so- ticio en su doble acepción de espacio-mo-
cial reconoce una distancia simbólica entre mento de concentración de energía y de evo-
aquellos que pertenecen a ese espacio y aque- lución indeterminada. La primera idea se
llos que están fuera de él. Se trata de un área refiere a que la confluencia de entidades,
de influencia, de formas específicas de apro- formas de apropiación del suelo, tipologías
piación del suelo y de control del espacio, morfológicas, convergencias de momentos
de mecanismos particulares de gestión del históricos diversos, intereses y proyecciones
territorio y de oportunidades de movilidad incongruentes provocan un alto grado de
espacial, de formas de comportamiento, de concentración de energía en torno a ese lu-
lenguaje, de códigos, de señas, de símbolos que gar reconocido como intersticio. La idea de
se entienden sólo al interior de ese espacio. energía se refiere a aquel campo de intensi-
Al mismo tiempo, el espacio público re- ficación de flujos y orientaciones diversas
fiere a una demanda y a un usuario. En una cuyas combinaciones generan fuerzas de di-
perspectiva no economicista, la demanda por sipación más o menos controladas. Es un
espacio público implica la necesidad de ex- poco lo que ocurre con la intensificación de
teriorizar los valores de una colectividad a energía en un volcán, la cual se disipa con la
través de formas construidas y los valores de erupción. Lo mismo ocurre con la superpo-
una culturalidad a través de los usos de esas sición de capas continentales cuya disipación
formas construidas. El demandante es un se expresa en el movimiento telúrico o en el
usuario potencial, es decir, un productor de caso de la atracción afectiva entre un hom-
valores colectivos y un consumidor del es- bre y una mujer cuya disipación se expresa
pacio público. Un ejemplo es el campus en la declaración de amor de uno o de otro
universitario, en el sentido americano del o de los dos. La indeterminación se refiere a
college. Una colectividad universitaria es un la imposibilidad de prever las formas en que
espacio social intenso que requiere de espa- esa energía acumulada será disipada. El in-
cios públicos para expresarse. Sólo allí, un tersticio es entonces un espacio-momento
conjunto unificado de edificios, pasillos y intenso, dinámico, cambiante y que evolu-
jardines adquiere la connotación de campus ciona constantemente. Lugar de expresión de
universitario, es decir, una entidad significa- energía creativa, inventiva, donde el espacio
tiva de una institucionalidad y de una orga- público asoma como el escenario de esa crea-
nización que expresa sus valores y símbolos tividad social: un edificio abandonado (rui-
a través de sus espacios públicos. na), un borde de río, un sitio eriazo en me-
dio del centro urbano, próximo a una im-
portante arteria peatonal, son algunos ejem-
El nuevo espacio público surge como plos de intersticios desde donde puede sur-
intersticio gir el espacio público.

El intersticio (Remy, 1986; Vidal Rojas, 2002)


no debe ser confundido con el residuo, es El nuevo espacio público se concibe
decir, ese espacio parásito resultante de la como intermediariedad urbana
demolición, de la expansión física, de la su-
perposición de tiempos en la ciudad. Espa- Utilizamos aquí la noción de intermediarie-
cio molesto, estático, del abandono y el ago- dad para referirnos a las modalidades de in-

71
Theoria, Vol. 16 (1): 2007

terrelación entre diferentes entidades urba- –La superposición de entidades que se yux-
nas (barrios, sectores, nichos ecológicos taponen parcial o totalmente. Es, por ejem-
antrópicos, zonas, edificios, plazas, etc.). plo, el caso de los sectores residenciales y
En un artículo anterior (Vidal Rojas, comerciales de un barrio que cohabitan en
2005) explicamos que una zona mixta. Esa zona mixta es lugar
apropiado para el diseño de un espacio pú-
el cuerpo y la mente requieren un deter- blico de alta intensidad comercial y cultu-
minado tiempo para adaptarse a los cam- ral.
bios que se producen en el medio que se
–La sutura, entre entidades contiguas. Es el
habita, como también para adaptarse a los
cambios entre los diversos medios por los caso de una calle que media entre un ba-
cuales transitan. Si la velocidad de los cam- rrio tradicional de gente mayor y un nue-
bios del medio supera la velocidad de adap- vo barrio de familias jóvenes. Un sitio eria-
tación de los individuos, o si la diferencia zo colindante con esa calle o las veredas de
entre las condiciones de los medios por los esa calle pueden ser diseñados como lugar
cuales transita es de una magnitud tal que
impide la adaptación de los individuos, se
de encuentro de ancianos y niños.
produce un malestar cuyo rango puede va- –La interposición de un tercer elemento, es
riar entre la mera percepción hasta trastor- decir, una tercera entidad que media entre
nos físicos, fisiológicos y psicológicos im- las dos primeras. Observamos esta situa-
portantes. ción en un parque (por ejemplo, The Cen-
tral Park en Nueva York) o en una expla-
Estos cambios pueden producirse por la nada (por ejemplo, La Défense, en París),
acción de condiciones atmosféricas, sociales capaces de hacer converger individuos y
y espaciales. grupos de diferente procedencia, en un es-
Lo anterior nos permitió afirmar que pacio que ofrece libertad de apropiación
para una diversidad de usos y actos.
intermediar es (…) mediar entre la vulne- –El campo de intermediación, donde las en-
rabilidad del individuo y la agresividad del
medio; permitir la transición temporal en- tidades se refieren a una condición territo-
tre recintos diversos; interponerse entre rial mayor, como en el caso de las islas de
ambientes distintos cuyas cualidades pue- Venecia flotando en el Adriático.
den ser perjudiciales al ser humano; crear –Las redes de intermediación, las entidades
un borde, una frontera donde los opuestos aparecen conectadas por vías materiales o
se funden; generar límites, confines de do- virtuales, como en el caso de la red de
minación y apropiación; construir pieles,
envolventes en torno al ser humano; cons- ciclovías y espacios públicos propuestos
truir el vacío como experiencia inquietan- para la comuna de Providencia, en Santia-
te de ser y de no ser, de estar y de no estar, go de Chile.
de presencia y de ausencia; construir la con-
tinuidad a partir de discontinuidades (…)
la arquitectura cumple su rol de interme-
El nuevo espacio público se habita como
diación entre el individuo y el medio en la
medida en que satisface las necesidades de lugar de revitalización urbana
los usuarios (Vidal Rojas, 2005).
Es esencial que el espacio público satisfaga
En el diseño del espacio público, la in- las exigencias de confort físico-ambiental de
termediariedad adquiere cinco modalidades los usuarios, para generar condiciones mí-
distintas: nimas de habitabilidad.

72
Del medio ambiente al espacio público... / R.A. VIDAL R.

El diseño de esos espacios públicos como sobre la base de condiciones de seguridad


concepción del habitat colectivo a través de social apropiada, y si ese espacio no es em-
formas, espacios y materiales que obedecen plazado en lugares estratégicos de visibilidad
a las condiciones del medio ambiente urba- y de apropiación colectiva, no tiene ningu-
no en una perspectiva de sustentabilidad na posibilidad de transformarse en un lugar
urbana, emerge como el mecanismo de cons- de redimensionamiento de la esfera de la vida
trucción del espacio físico de expresión de a la escala de la ciudad, es decir, de vitalidad
la sociedad a partir de sus espacios públicos urbana.
(Harrison y Swain, 1999; López Candiera,
2002).
Lo anterior nos permite avanzar la hipó- CONCLUSIONES
tesis según la cual el nivel de calidad ambien-
tal y social que el espacio público puede alcan- En otro texto3 hemos destacado que la pre-
zar –en el diseño de su localización, de su ocupación principal de los profesionales se
emplazamiento, de su orientación, de sus va a ir orientando progresivamente hacia los
elementos configurantes, de sus relaciones impactos del cambio climático y el calenta-
con la exterioridad natural, urbana y social, miento global, en la arquitectura y en la ciu-
como además en el diseño de su mobiliario dad.
y de sus elementos de confortabilidad– de- En ese contexto, hemos afirmado que,
termina su mayor o menor capacidad de revi- “no pudiendo los arquitectos y urbanistas
talizar el barrio y la ciudad. Cuando el espa- modificar la tendencia al calentamiento glo-
cio público satisface los requerimientos físi- bal, la tarea para ellos es desarrollar estrate-
cos, fisiológicos y psicológicos de los indivi- gias de adaptación que alivien los impactos
duos que lo utilizan, resulta ser un espacio de este cambio climático sobre la condicio-
apropiado colectivamente y, en consecuen- nes de habitabilidad de la población”. Ade-
cia, lugar de identificación y de significación más, hemos agregado que “el nuevo escena-
para una comunidad (cuadra, población, rio nos permite avanzar la hipótesis de un
barrio, condominio, distrito o ciudad) que cambio en uno de los paradigmas principa-
lo siente como parte integrante de su vida les del diseño arquitectónico (…) hasta aquí
cotidiana: lugar de distracción, recreación, los requerimientos de diseño cambian, cuan-
creatividad, producción y participación. do cambia el entorno territorial en que di-
Es común observar hoy en la ciudad la señamos”. A partir de ahora “los requeri-
creación de muchos espacios públicos, esté- mientos de diseño irán modificándose para
ticamente irreprochables y funcionalmente un mismo entorno territorial, a medida que
útiles, en los cuales se invierten presupues- las condiciones climáticas mutan”.
tos comunales y estatales importantes, pero
que, en la práctica, resultan un fracaso, en el En el nuevo escenario, las condiciones climá-
sentido de que se encuentran prácticamente ticas y el contexto social variarán en la mis-
despoblados. ma unidad territorial, además de las varia-
ciones estacionales y de las oscilaciones dia-
La razón, a la luz de lo que se ha desarro-
rias (…) Esto coloca a los profesionales en
llado anteriormente, es evidente: si el espa-
cio público no satisface las demandas de
confort ambiental de los usuarios, si ese es- 3
“Cambio climático y habitabilidad: ¿Nuevos esce-
pacio no surge en lugares intersticiales de alta narios para el diseño arquitectónico?”, artículo en edi-
ción que será publicado próximamente en la revista
energía social, si ese espacio no es diseñado ArteOficio, de la Universidad de Santiago de Chile.

73
Theoria, Vol. 16 (1): 2007

una importante disyuntiva: diseñar para el importante. Los analistas reconocen que la
corto plazo o diseñar según nuevas hipóte- cuestión de la sustentabilidad del desarrollo
sis de mediano y largo plazo. El primer caso, urbano depende directamente de la gestión
implica, entre otros aspectos, disminuir en
institucional de los recursos urbanos, como
la normativa y en las especificaciones tér-
micas las exigencias de durabilidad de la también de la gobernabilidad del espacio
obra y, por deducción, de su costo. El se- urbano (Da Cunha et al., 2005), mientras
gundo caso, inspira la creación de edificios la noción de ecosistema se afirma en el dis-
y asentamientos humanos de alta flexibili- curso ambientalista ligado a la cuestión del
dad para ir adaptándose progresivamente desecho urbano (Kevin Lynch, 2006).
a las condiciones climáticas cambiantes. En el discurso y la práctica actual, la cues-
tión urbana se emancipa de la ciudad y de la
La constatación de este nuevo dato tras- metrópolis, ambas cada vez menos urbanas,
cendental para la sobrevivencia humana, pero permite desmitificar la idea según la
implicará probablemente que la inversión cual la ciudad es lo urbano, o de restringir el
pública, estatal y comunal, preferentemente espacio público al solo límite de la ciudad.
en los países de economías menos desarro- A través del mismo fenómeno, el medio ur-
lladas, se orientará hacia la mitigación de los bano desata la noción de sitio y una relectura
probables efectos del calentamiento global del lugar, como detonador de la vida colec-
(es decir, satisfacer una necesidad primor- tiva y de la significación. Los estudios acer-
dial), postergando la tarea del mejoramien- ca del espacio y la morfología incorporan
to cualitativo del hábitat urbano (concebi- vagamente aún la cuestión ambiental, sobre
do por los responsables políticos como ne- todo en el entendido de que la ciudad es un
cesidad de segundo orden). lugar pre-existente, objeto de renovación,
Junto con ello no es difícil constatar que pero que las estructuras son determinantes
el diseño del espacio público, salvo impor- de este proceso.
tantes excepciones, continúa siendo cautivo El territorio continúa siendo proscrito a
de la estética y de la funcionalidad, en des- la descripción de lo que está fuera de la ciu-
medro de garantizar condiciones suficientes dad, como ordenamiento territorial macro,
de habitabilidad. En este último sentido ligado a la planificación regional, salvo en el
observamos que los conceptos de la ecología debate acerca de la relación entre arquitec-
urbana y del urbanismo, que hemos revisa- tura y territorio, entendido este como recur-
do, adquieren nuevas significaciones, las so para el diseño.
cuales podrían ser portadoras de un cambio El espacio público reaparece en el discurso
de actitud cultural frente al espacio público. urbano, hoy más que nunca, como la opor-
Sin embargo, la noción de nicho ecológico tunidad de reconstruir la solidaridad urba-
no se logró instalar como referente de dise- na, ya sea como escenario de eventos extraor-
ño o intervención en el discurso y la prácti- dinarios de gran significación para la ciu-
ca urbanos. Sin embargo, fue fundadora de dad (Irázabal, 2007), como espacios de legi-
la teoría alveolar de Jean Rémy, que concibe timación de algunos derechos urbanos
el territorio como un conjunto de áreas intransferibles (Borja y Muxí, 2003), como
detonadoras del dinamismo urbano. Tam- lugar de expresión de la opinión pública y la
bién ha inspirado la noción de fragmento democracia. Pero el tema de la incorpora-
urbano (Navez-Bouchanine, 2002; Vidal ción pasiva en el diseño del espacio público
Rojas, 2002). de la energía solar y eólica, como factor de
El debate en torno al concepto de medio cualificación de la habitabilidad, es aún muy
ambiente adquiere una dimensión cultural incipiente. El espacio público no es enten-

74
Del medio ambiente al espacio público... / R.A. VIDAL R.

dido como agente mediador en esos térmi- BORJA J, MUXI Z (2003), El espacio público:
nos. ciudad y ciudadanía. Barcelona: Electa, 415
Cabe añadir que una serie de procesos pp.
sociales configura un contexto propicio para CERASI M (1990), El espacio colectivo de la
el fortalecimiento del debate y de la acción ciudad. Barcelona: Oikos-Tau, 182 pp. (Co-
lección de urbanismo 11).
concreta frente al espacio público: la recu-
DA CUNHA et al (ed) (2005), Enjeux du dé-
peración de la democracia, las nuevas for- veloppement urbain durable. Transforma-
mas de libertad de expresión, la exigencia tions urbaines, gestion des ressources et
de participación en la toma de decisiones, la gouvernance. Lausana: PPUR, 471 pp.
incorporación de nuevos actores en la vida DUPUY G (1991), L’urbanisme des réseaux:
ciudadana, el surgimiento de nuevos actos théorie et méthodes. París: Armand Colin,
de connotación pública, la reconquista de 198 pp. (Colección U Géographie).
los centros urbanos, la importancia de la FARIÑA TOJO J (1998), La ciudad y el medio
acción local frente a la embestida de lo glo- natural. Madrid: Akal, 342 pp.
bal, son algunos de ellos. GRAFMEYER Y, JOSEPH I (1990), L’Ecole
Se trata de un terreno fértil para desarro- de Chicago: naissance de l’écologie urbaine.
llar estrategias de diseño del nuevo espacio París: Aubier, 371 pp. (Colección Champ
público. urbain).
GUMUCHAN H (1988), De l’espace au terri-
toire: représentations spatiales et aménage-
ment. Grenoble: Université Joseph Fourier-
AGRADECIMIENTOS Grenoble 1, 214 pp.
HABERMAS J (1986), Historia y crítica de la
Agradecemos a la Dirección de Investigación opinión pública: La transformación estruc-
de la Universidad de Santiago de Chile por tural de la vida pública. México y Barcelo-
el financiamiento del proyecto de investiga- na: Gustavo Gili.
ción “Soleamiento y ventilación en la cons- HALL E (1971), La dimension cachée. París:
trucción de la calidad ambiental del espacio Seuil, 254 pp. (Colección Points-Essais).
urbano”, dentro de cuyo marco se desarro- HARRISON F, SWAIN B (1999), Guía de di-
lló esta revisión conceptual. seño del espacio público. Santiago de Chile:
Ministerio de Vivienda y Urbanismo, 489
pp.
IRAZABAL C (ed) (2007), Ordinary Spaces,
REFERENCIAS
Extraordinary Events: Citizenship, Democ-
racy, and Public Space in Latin America.
BAILLY A, BAUMONT C, HURIOT JM,
California, USA: Routledge (en prensa).
SALLEZ A (1995), Représenter la ville. Pa-
JACCOUD C, SCHULER M, BASSAND M
rís: Economica, 112 pp. (Colección Géo
(ed) (1996), Raisons et déraisons de la ville:
Poche).
approches du champ urbain. Lausanne: Pres-
BALLESTEROS J, PEREZ ADAN J (1997),
ses Polytechniques et Universitaires Roman-
Sociedad y medio ambiente. Madrid: Trotta,
des (PPUR), 381 pp.
398 pp. (Serie Medio Ambiente).
LABORIT H (1971), L’Homme et la ville. Paris:
BERTALANFFY L. Von (1973), Théorie géné-
Flammarion, 214 p. (Colección Champs)
rale des systèmes: physique, biologie, psy-
LOPEZ CANDEIRA J (2002), Tratamiento del
chologie, sociologie, philosophie, Paris:
espacio exterior. Madrid: Munilla-Lería, 213
Dunod, 296 pp.
pp.
BETTINI V (1998), Elementos de ecología
LOPEZ DE ASIAIN J (2001), Arquitectura,
urbana. Madrid: Trotta, 398 pp. (Serie Me-
ciudad, medioambiente. Sevilla: Universidad
dio Ambiente).

75
Theoria, Vol. 16 (1): 2007

de Sevilla y Consejería de Obras Públicas y rís: Larousse, 688 p. (Colección Textes


Transportes, 214 pp. Essentials).
LOPEZ DE ASIAIN, J (1997), Espacios Abier- SECHET R (1995), Territoire et lien social.
tos. Sevilla: ETSAS-Textos de Arquitectura, Travaux de l’Institut de Géographie de Reims.
133 pp. Marginalité et exclusions dans l’espace urbain
LYNCH K (2006), Echar a perder. Un análisis 91-92: 23-38.
del deterioro. Barcelona: Gustavo Pili, 256 SEVCENKO N (1981), Fragmentação, simul-
pp. (editado por Michael Southworth). taneidade, sincronização: o tempo, o espaço
MALVERTI X, PINON P (ed) (1997), La ville e a megalópole moderna. Revista de estudos
régulière: modèles et tracés. París: Picard, 215 regionais e urbanos 34: 18-22.
pp. VIDAL ROJAS R (1996), A cidade e seu terrtório
NAVEZ-BOUCHANINE F (2002), La frag- atrvés do ordenamento urbano em Santiago
mentation en question. París: L’Harmattan. do Chile. Projeto Historia 14: 183-215.
PARK R (1926), Human Communities : The VIDAL ROJAS R (1999), Fragmentos en ten-
City and Human Ecology. New York : Free sión: elementos para una teoría de la frag-
Press. mentación urbana. Revista Geográfica de
RACINE JB (1993), La ville entre Dieu et les Valparaíso 29/30: 149-180.
hommes. Ginebra: Presses Bibliques Univer- VIDAL ROJAS R (2002), Fragmentation de la
sitaires, 354 pp. ville et nouveaux modes de composition ur-
REMY J (1986), La limite et l’interstice: la struc- baine, París: L’Harmattan, 208 pp. (Colección
turation spatiale comme ressource sociale. In Villes et Entreprises).
PELLEGRINO P (ed) La théorie de l’espace VIDAL ROJAS R (2004), Senderos andados,
humain: transformations globales et struc- caminos por conquistar: hacia la bioclimati-
tures locales, Genève: CRAAL/FNSRS/ zación de espacios públicos exteriores. Re-
UNESCO, pp. 219-227. vista Contribuciones Científicas y Tecnoló-
REMY J, VOYE L (1976), La ciudad y la urba- gicas 132: 35-48.
nización. Madrid: Instituto de Estudios de VIDAL ROJAS R (2005), En torno a la noción
Administración Local, 301 pp. (Colección de intermediariedad en Arquitectura: afuera
Nuevo Urbanismo). y adentro; ni dentro ni fuera. Revista Con-
REMY J, VOYE L (1992), La ville, vers une tribuciones Científicas y Tecnológicas 133:
nouvelle définition? Paris: L’Harmattan, 174 1-9.
pp. (Colección Villes et Entreprises). WATZLAWICK P (1978), La réalité de la réa-
RONCAYOLO M (1990), La ville et ses lité: confusion, désinformation, communi-
territoires. París: Gallimard, 278 pp. Colec- cation, Paris: Seuil (Colección Points).
ción Folio-Essais). WEBER M (1982), La ville. París: Aubier Mon-
RONCAYOLO M, PAQUOT T (1992), Villes taigne, 218 pp. (Colección Champ urbain).
et civilisation urbaine: XVIIIe-XXe siècle. Pa-

76

Vous aimerez peut-être aussi