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Aunque una multitud se adelante y “te quite el puesto”, o, aunque muchos lleguen antes

que tú por diferentes razones, Dios tiene para todos igual calidad de bendición.
El amor y el favor de Dios es más que suficiente para todos, tanto para los que llegan
temprano como para los que llegan en la ultima hora.

Es normal sentirse mal cuando algo que hemos planeado no se logre; o lo que estamos
esperando no llegue. Pero no es normal quedarse allí aferrado al fracaso, a lo que no ha
funcionado.
He conocido personas que se sienten muy mal porque en largo tiempo no hay tenido
progresos significativo en su vida, no han logrado grandes cosas, y que su vida en los
últimos años no ha cambiado significativamente.
Creo que para muchos el problema radica en que no tienen fe.
Incluso me atrevo a asegurar que aunque dicen creer en Dios no tienen fe en el poder que
Él tiene para cambian las situaciones.
Estas personas asumen una actitud negativa, están siempre haciendo pronósticos
desfavorables, se ven siempre envueltos en situaciones que son desventajosas y esto les
ayuda a justificar su comportamiento. Los pudiéramos llamar “los creyentes del no se
puede”, o también los declaradores de “esto es muy difícil” y otra serie de malos augurios.
Su mente, sus emociones y su cuerpo están completamente confinados a sus creencias,
atrapados, encarcelados y detenidos en el tiempo. Probablemente creyendo lo que alguna
persona alguna vez les sentencio, o le hizo sentir; que fue tan impactante que les afectó su
capacidad para amar y para creer; pudo haber sido un amigo, o su padre, tal vez algún
profesor o cualquier otra persona que intencional o no dejaron un hueco en la fe,
quebrantaron la capacidad de creer de dichas personas.
Hoy vengo a declarar para todos, que se despierta un “espíritu emprendedor”, cargado de
fe, con una “mente libre” que es aquella que cree que “si se puede”.
Te recuerdo que cuando estás pensando que algo es muy difícil y que no crees que
sucederá, te estás encarcelando voluntariamente en un ciclo de fracaso. Estás
condenándote a una vida resignada donde nada se puede. Por el contrario, cuando crees y
actúas, el milagro comienza a ocurrir, aparecen las oportunidades por doquier, y todo lo
que necesitas se te va acercando de la mano de Dios.
No importa que ahora no tengas recursos. Lo que importa es que creas que podrás hacer
algo, porque cuando nace la fe, comienzas a ver las posibilidades por todos lados; sabes
que si se puede hacer, que si se puede llegar, sabes que Dios te ayudará en el proceso y te
asistirá en todos los imposibles; pero todo surge desde la activación en ti de un granito de
fe.
Te invito a creer que si se puede, que pones tu fe en Dios, sin dudar; te digo que sí se
puede cuando tienes fe en tu capacidad, la que Él te dio, se puede, y se puede mucho,
mucho más de lo que eres capaz de imaginar.
Oremos: “Señor, mi fe es firme, creo en ti, en Tu Palabra, creo que me has dotado con las
capacidades para realizar lo que me has llamado a hacer. Declaro que empiezo a ver las
cosas que no son como si fueran y que Tú harás el milagro de aquello que yo no alcanzo a
lograr, lo creo en el Nombre de Jesús, Amen”
Versículo: “Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras». Pues bien,
muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras.”. Santiago. 2:18(NVI).
Buen Dia
Pr Juan C Quintero
NO importa lo que enfrentes en la vida,Nunca te sueltes de la mano de Dios. ¡Éles tu fuerza! En mi angustia
invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de Él, a sus
oídos.Salmo 18:6

Muchos buscan tener éxito en la vida. ¿Cómo definir éxito? El éxito es arbitrario y en
muchas ocasiones es pasajero. Esfuérzate en hacer todas las cosas que tengas que
realizar lo mejor que puedas. No busques tener éxito; mas todo lo que hagas hazlo
para agradar a Dios y darle gloria a Él.

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo
presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor
de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro

Tener expectativa de algo es equivalente a creer que algo va a ocurrir.


He notado que muchas personas han perdido la expectativa y se han convertido en
espectadores, es decir, solo observan lo que pasa a su alrededor, pero no esperan que algo
vaya a ocurrir.
Todo ocurre por la fe en Jesús, tenemos un Dios grande, pero las personas han dejado de
esperar, de creer o de tener la expectativa en lo que Él pueda hacer.
La pregunta correcta no es, “¿Quién creo que soy?”; sino, “¿Quién creemos que es Dios?”…
porque la realidad es que Dios puede hacer cualquier cosa.
Jesús dijo: “Se hará con ustedes conforme a su fe” (Mateo 9:29 NVI).
Dios quiere usarte. Él quiere bendecirte, quiere hacer cosas asombrosas en tu vida. Él
quiere que tú seas una persona que cambie el mundo. Pero Él está esperando para que tú
puedas confiar en Él. Tienes que dejar de decir: “No puedo”; “no tengo suficiente”, “eso es
imposible que pueda pasar” … ¡todo eso es mentira… porque todo es posible para Dios!
Hoy te reto a creer, a aumentar tu expectativa de lo que Dios va a hacer; porque sé que
tienes un enorme potencial, más grande de lo que puedas imaginar.
Dios te quiere usar, pero será hecho conforme a tu fe.
Quiero que sepas que el mayor obstáculo a tu fe, no son los demás, ni tampoco las
situaciones, ni el mismo diablo, sino tu propia incredulidad, la falta de expectativa de lo que
Dios vaya a hacer.
Creer y confiar más en Dios es tu decisión, eso es algo que puedes hacerlo desde hoy en
adelante. Cada día, cuando te levantes puedes dar gracias al Señor y orar así: “Señor sé
que hoy me sorprenderás, espero con ansias el milagro que vas a hacer, lo creo en el
nombre de Jesús, Amen”.
Versículo: “Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo
que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros”.

Es importante experimentar al Señor, esto es, llegar a ser consciente de que todo lo que
ocurre a nuestro alrededor, absolutamente todo, este marcado por Su voluntad, es una
forma de ver Su creación y al descubrirlo la transformación ocurrirá.

Depende de Dios. No dependas de tus capacidades y tus recursos


económicos. No dependas de tus conocimientos y sabiduría. No
dependas de tus sentimientos. No dependas de otros. Depende de
Dios. Él sabe de que tienes necesidad, lo que te conviene y quiere
bendecirte.
COLOSENSES 3:17 “Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias a DIOS el Padre por medio de él”.

Colosenses 3:23 “Y todo lo que hagas, hazlo de corazón, no como para los hombres sino
como para DIOS”

Si estas luchando y discutiendo con Dios porque no quita esa piedra de tu camino mejor
hoy pregúntale como te puedes ejercitar con ella o para que necesitas desarrollar esa
fortaleza.

Nada en tu vida es por casualidad Dios tiene control absoluto sobre tu vida, tu situación y
tu entorno.

�La fuerza de la vida no está en la certeza de que podamos hacer cualquier cosa, sino en la perfecta certeza
de que Dios las hará.�

Cualquier preocupación demasiado pequeña para ser dicha en oración, es también

demasiado pequeña para que se convierta en una carga.

¿Qué pasaría si eliminaras los obstáculos y las limitaciones para:


Estudiar?, Empezar un negocio?, Pedir un aumento de salario?, Predicar el evangelio de
Jesús?; etc…
Dios nos ha dado muchas promesas, pero, aunque las conozcamos, no nos servirán de
nada si nuestra mente esta encasillada en conceptos limitados y preconcebidos.
Hay viejos y obsoletos paradigmas (modelos, patrones mentales) que nos limitan a tener
un destino común y corriente, en el cual solo se llega a ser un espectador y pocas veces los
protagonistas.
El primer paso es identificar aquello que nos limita, si es un concepto, un miedo, las
amistades, las creencias; para luego poner esta limitación en las manos del Señor para
poder ser libres para avanzar.
Te invito a que hagas esta declaración: “No me cerraré a cosas nuevas que Dios quiere
hacer, recibo cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni habían sido imaginadas porque Dios las
preparó para mi”
Proponte a eliminar los límites que están en tu mente. Para ello necesitas tener la fe puesta
en Jesús, es decir, aceptar el regalo de la redención en Él.
Hay muchos tipos de fe, por ejemplo, fe para salvación, para confiar en Dios, para recibir
provisión, para sanidad, etc. Pero hay una fe que es de avance y conquista, una fe que no
ve límites, solo ve posibilidades y expansión.
Clama diariamente: “No me limito solo a quedarme en logros pasados ni presentes, voy por
más conquistas, por más influencia, por más expansión en el nombre de Jesús”.
Estas a tiempo para rectificar lo que no esté bien, para iniciar algo nuevo, para cambiar
viejos hábitos, para iniciar nuevos emprendimientos, ministerios, aventuras de fe.
Es tiempo para alcanzar a los que no conocen al Señor, es tiempo de hacer que tu vida, la
de tu familia, la de tu congregación vaya de “más en más” y no de “menos a más”.
Siempre avanzando, por eso, rectifica, revisa tu vida y verás cómo las cosas comienzan a
cambiar.
Oremos: “Señor, en muchas áreas de mi vida tengo limitaciones, reconozco que he estado
en un punto de estancamiento, hoy clamo para que tu Santo Espíritu me ayude a identificar
y liberar cada pensamiento y acto limitante, tengo la fe puesta en Jesús y creo que “todo lo
puedo en Cristo que me fortalece”, lo creo y declaro en tu nombre, Amen”
Versículo: Jesús les dijo: «Porque ustedes tienen muy poca fe. De cierto les digo, que, si
tuvieran fe como un grano de mostaza, le dirían a este monte: “Quítate de allí y vete a otro
lugar”, y el monte les obedecería. ¡Nada sería imposible para ustedes!»

Señor, haz en mí lo que yo no puedo hacer.

El arrepentimiento abre el camino para nuestro andar con Dios.

«Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene, que te guía por el
camino en que debes andar”. (Isaías 48:17 – NV

Señor, ayúdame a no desanimarme.

Esto está ilustrado en la parábola del sembrador (Marcos 4:1-20). La misma semilla cae
en cuatro terrenos diferentes: junto al camino, en pedregales, entre los espinos y en buena
tierra. Pero solo la buena tierra permite a la semilla llevar fruto.

¿Qué significado tienen estos cuatro terrenos? Jesús mismo da la explicación. El camino
representa un corazón en el cual los placeres y las distracciones del mundo ocupan todo el
lugar. Escuchamos la Palabra de Dios, pero no le prestamos atención. Somos indiferentes al
amor de Cristo y a su mensaje de gracia.

Lea También: Dar gracias... ¿por todo?

En los pedregales, la planta brota rápidamente, pero como no tiene raíz, no tarda en
secarse. Es el símbolo de aquellos que solo tienen el barniz de la religión. Tan pronto como
aparece la prueba, rechazan todo lo que pretendieron haber creído.

Los espinos evocan las preocupaciones y la seducción de las riquezas, que ahogan la
Palabra de Dios.
La buena tierra designa el “corazón bueno y recto” (Lucas 8:15) de aquel que reconoce sus
faltas, que siente la necesidad del perdón y del amor divino, y trata de poner en práctica el
mensaje bíblico.

Dios ha plantado semillas con el potencial de hacer grandes cosas en tu interior.


Intencionalmente Él ha predestinado capacidades y fortalezas en ti que pueden ser
desatadas y que tienen la capacidad para cambiar totalmente tu vida.
Puedes decir, “la realidad de mi vida es que solo he vivido dificultades e injusticias”; y
quizás sea eso lo que te tiene estancado(a); estás viendo sólo razones y justificaciones
para el fracaso. Pero al abrir tu corazón; al comprender que eres un propósito de Dios y no
un accidente de la vida, entonces vas a recibir la revelación de que tu pasado solo te está
preparando para el futuro, y que la manera en que lo asimiles será una indicación de que
tan alto vas a poder llegar.

La fe conecta nuestra debilidad con la fortaleza de Dios.

Todos necesitamos descansar, y si pasa


demasiado tiempo sin que lo hagamos,
sufrimos física y emocionalmente.
Además la falta de descanso
nos impide cumplir con nuestras
responsabilidades como deberíamos.

Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar


desierto, y descansad un poco.
Marcos 6:31a

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.


Mateo 11:28

Dios solamente quiero depender de Ti; Tu vara y Tu cayado


alientan mi alma. Junto a aguas de reposo me haces descansar; me
llevas a pastos frescos. Tú eres mi Dios.
La fe es el pilar para una vida de éxito. Fe es tener conocimiento de Dios, creer la Palabra
que sale de su boca y confiar plenamente en Él.

¿Estás hoy escuchando la voz de Dios cuando te habla?, ¿Estás más pendiente de la
vibración de un teléfono móvil que de la voz suave y apacible del Señor que nos llega a
través de su Palabra y de su Espíritu?
Oro para que el Espíritu Santo nos ayude a que, como Samuel, aprendamos a escuchar y a
discernir la voz del Señor para responderle: “háblame Señor que te estoy escuchando”.

Oremos: “Señor, gracias por hablar a mi vida, quiero disponerme para escucharte, colocar
tu voz y tu llamado por encima de toda tecnología, de toda distracción y de toda voz que
me impida escucharte. Aquí estoy Señor, te escucho. Lo declaro en el nombre de Jesús

No te esfuerces en agradar a los


hombres. Agrada a Dios. Mantén tu
mirada puesta en Jesucristo. Vive para
Él. Su amor obrando en ti hará que tu
vida sea de bendición para los demás.
Cuando mi mente se llenó de dudas, tu consuelo
renovó mi esperanza y mi alegría. Salmos 94:19

Fe y sabiduría
…4y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis
perfectos y completos, sin que os falte nada. 5Pero si alguno de
vosotros se ve falto de sabiduría, quela pida a Dios, el cual da a
todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.6Pero que
pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del
mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra.…

No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a


los más para hacer agravios.
Éxodo 23:2
En un rebaño de ovejas, cuando la cabeza del rebaño cambia de dirección, las
demás la siguen instintivamente a tal punto que si uno de los animales, asustado,
se echa por un barranco, todos los demás lo siguen. Rabelais, escritor francés del
siglo 16, ilustró este comportamiento en el relato sobre las ovejas de Panurge.

Agruparse para hacer todos lo mismo y al mismo tiempo, perdiendo así toda
individualidad y espíritu crítico, es actuar como las ovejas de Panurge. Una
multitud, influenciada por los líderes religiosos, fue la que pidió a grandes gritos
que Jesús fuese crucificado. Sin embargo, poco antes, una multitud parecida lo
había aclamado a la entrada de Jerusalén.

Hoy en día otros líderes influencian a la gente. A menudo uno trata de hacer
como los demás para ser bien visto por los demás. Entre nuestros
contemporáneos muchos consideran que Jesucristo solo es un hombre del pasado.
Pero si soy cristiano, ¿tengo el valor de decir que Jesús está vivo y que todavía
interviene a favor de todos los que han decidido confiar en él?

No vivamos una falsa seguridad imitando el comportamiento de la mayoría.


¡Tomemos una decisión personal! Nuestro futuro eterno es demasiado
importante para que, sin discernimiento, dejemos que la incredulidad
colectiva nos gobierne. Dios invita a cada uno a volverse a él para reconocer
quién es Jesucristo. Aunque hoy en día sea despreciado, un día tendremos que
rendirle cuentas personalmente.

Isaías 9 – Gálatas 5 – Salmo 39:1-6 – Proverbios 12:27-28

: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en


que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos“.
Salmos 32:8
“lo que Dios tiene para ti es tuyo y nadie te lo puede quitar”

Cree y pide con fe, no le des paso a la duda.

Amigos agobiados por las preocupaciones, prueben el remedio que Jesús proponía a sus
discípulos estresados. Permanezcan tranquilos, aunque solo sea un momento, para buscar
la compañía del Señor, en la cual su espíritu podrá recobrar fuerzas; esto, a menudo, con
gran provecho también para su cuerpo. Reserven, regularmente si es posible, un tiempo
apacible para la oración y la lectura de la Palabra de Dios.
“Bueno es el Señor a los que en él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar
en silencio la salvación del Señor” (Lamentaciones de Jeremías 3:25-26).
Experimentemos la realidad de esta promesa y pidamos a Dios la serenidad, hecha de
confianza, humildad y paciencia, poniendo en Sus manos los problemas que nos agitan y
nos superan.

Debemos orar, pero también debemos atender nuestras obligaciones. Dios no necesita
nuestra ayuda para hacer milagros, pero espera de nosotros que, por nuestra actitud y
forma de pensar, busquemos concretamente lo que le pedimos.

¿Es sorprendente que, a pesar de sus oraciones, los resultados no hayan cambiado? ¡Claro
que no! ¡No podemos pedir ayuda al Señor y hacer lo que nos place!

si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas
son hechas nuevas» (2 Corintios 5:17).

Antes de conocer a Jesús, nos dejamos llevar por nuestros deseos. Cuando nos
arrepentimos y empezamos a caminar con Cristo, las pasiones y los pecados que
dominaban nuestra vida quedan atrás (1 Corintios 6:9-11) y se desvanecen a medida
que somos transformados. «Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió
consigo mismo por Cristo»

El hombre que tiene a Dios por su posesión, tiene todo lo que es necesario tener

A.W. Tozer. Publicado originalmente en

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