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espectro autista. Esta estimación, es una media matemática obtenida del promedio de
diferentes estudios. Igualmente, es importante tener en cuenta, que en algunos estudios de
buena calidad y bien controlados, se registraron cifras aun mayores. Pero sí se puede decir que
todos estos estudios tienen como problema que, los datos obtenidos, en su mayoría,
provienen de países desarrollados, por lo cual, la prevalencia de TEA en muchos países en vías
de desarrollo o subdesarrollados, es aún desconocida.
Los TEA comienzan en la infancia, y persisten hasta la adolescencia y la edad adulta. Aunque
algunas personas con TEA, (la mayoría) pueden vivir de manera independiente, hay otras con
condiciones más graves, que necesitarán de constante atención y apoyo durante toda su vida.
Las intervenciones psicosociales basadas en la evidencia, como por ejemplo la terapia
conductual y los programas de capacitación para los padres, pueden reducir las dificultades en
la comunicación y comportamiento social, y tener un impacto positivo en el bienestar y la
calidad de vida de las personas con TEA y de sus cuidadores. Las intervenciones dirigidas a las
personas con TEA deben acompañarse de medidas más generales que hagan que los entornos
físicos, sociales y actitudinales sean más accesibles, inclusivos y compasivos. Las personas con
tea sufren estigmatización, discriminación y violación de los derechos humanos. Su acceso a
los servicios y al apoyo es insuficiente a nivel mundial en comparación con el resto de la
población. Tienen más necesidades sanitarias desatendidas y son más vulnerables que el resto
de la población en el caso de emergencias humanitarias
Los trastornos del espectro autista, de acuerdo a las estadísticas de la Asociación Argentina de
Padres de Chicos con Autismo (APAdeA) son un problema de impacto en la salud pública
argentina, ya que, se estima, afecta a 400000 personas. Igualmente, como se trata de un
espectro de trastornos clasificados de acuerdo a su mayor o menor grado de interacción,
comunicación y comportamiento, la mayoría de estos jóvenes y adultos son autoválidos. Pero
esta situación no quita la importancia de un diagnóstico certero, el cual se obtiene mediante el
conocimiento de las características de TEA, con el objeto de lograr una mayor inclusión en la
sociedad de los afectados.
La OMS se centra entonces en contribuir al aumento del compromiso por parte de los
gobiernos y a las actividades internacionales en relación con el autismo; orientar en la
formulación de políticas y planes de acción que aborden los TEA en el marco más general de la
salud mental y las discapacidades; y contribuir a la obtención de pruebas sobre las estrategias
que sean efectivas y aplicables. Se elaboró también un programa de capacitación de los
padres, que se evalúa mientras se está utilizando.
Causas:
Factores genéticos:
Factores ambientales:
-Exposición a metales pesados: estos se encuentran, sobre todo, en dietas pobres. Dicha
exposición puede ocurrir al ingerir alimentos altamente procesados que contienen
ingredientes con concentraciones admisibles de plomo y mercurio inorgánicos. Estos metales
pesados se acumulan en la sangre, especialmente su la dieta es pobre en otros
micronutrientes necesarios.
-Actualmente se sabe ya que no existe ninguna relación causal entre TEA y la vacuna triple
viral, otras vacunas, el timerosal usado como conservante, o el aluminio usado como
coadyuvante en las vacunas inactivadas; esta relación, fue analizada en estudios anteriores,
como el de Andrew Wakefield, publicado en The Lancet, que estaban llenos de errores
metodológicos, por lo cual fueron descartados.
Los trastornos del espectro autista, son un grupo de enfermedades del desarrollo que se
caracterizan por algún grado de alteración en el comportamiento social, la comunicación y el
lenguaje, y por un repertorio estereotipado, repetitivo y restringido de intereses y actividades.
Los TEA, aparecen en la infancia y tienden a persistir hasta la adolescencia y la edad adulta,
manifestándose, en la mayoría de los casos, durante los primeros cinco años de vida.
Si bien, pueden tener los mismos problemas de salud que afectan al resto de la población,
pueden tener otras necesidades asistenciales especiales relacionadas con el TEA, o sus
afecciones comórbidas, como epilepsia, depresión, ansiedad y trastorno de déficit de atención
e hiperreactividad. Suelen ser más vulnerables a tener enfermedades no transmisibles crónicas
por factores de riesgo individual como baja actividad física, o malas preferencias dietéticas.
Corren a su vez, mayor riesgo de sufrir violencia, abuso, lesiones. Cabe aclarar que el nivel
intelectual varía mucho de un caso a otro, y va desde un deterioro profundo hasta casos con
aptitudes cognitivas superiores a la media.
-Síntomas que comienzan en la primera infancia, generalmente los dos primeros años de vida.
-Síntomas que hacen que la persona necesite ayuda en su vida diaria.
¿Por qué espectro? Porque son varios trastornos que presentan una amplia gama de síntomas,
fortalezas y grados de deterioro. Incluye afecciones como:
Semiología:
No todas las personas con un trastorno del espectro autista exhiben todos los
comportamientos nombrados a continuación, pero la mayoría tienen varios de ellos.
Tener un interés intenso y prolongado en ciertos temas, como números, detalles o datos.
Molestarse por algún cambio leve de rutina o por estar en un entorno leve que los estimule
demasiado
Rara vez intentar compartir los objetos o actividades que le gustan señalándolos o
mostrándolos a otros
Responder de forma inusual cuando otras personas muestran ira, angustia o afecto.
No responder o demorar para responder a su nombre u otros intentos verbales para captar su
atención
Usar palabras que parecen extrañas, fuera de lugar o que tienen un significado especial que
solo entienden los que conocen la forma de comunicarse con esa persona,
Tener expresiones faciales, movimientos y gestos que no coinciden con lo que se está diciendo
Tener un tono de voz que puede sonar como si estuvieran cantando, o un tono monótono y
similar al de un robot
Tener problemas para comprender el punto de vista de otra persona, lo que les impide
predecir o entender las acciones de otras personas
Pueden tener otras dificultades, como sensibilidad sensorial, trastornos del sueño, problemas
de digestión, e irritabilidad.
En algunos casos, los niños pueden parecer diferentes desde muy temprano en su desarrollo.
Otros parecen desarrollarse normalmente hasta el segundo o tercer año de vida, pero ahí los
padres comienzan a identificar los problemas
Diagnóstico:
En niños pequeños:
-Evaluación del desarrollo general durante los chequeos periódicos del niño: Como ya
sabemos, todo niño debe tener chequeos periódicos con un pediatra o un proveedor de
atención médica de la primera infancia. La evaluación específica para los trastornos del
espectro autista debe hacerse en las consultas de los 18 y 24 meses. A veces se requiere una
evaluación más temprana si un niño tiene un riesgo elevado de algún trastorno del espectro
autista u otros problemas del desarrollo. Los que tiene un alto riesgo son quienes tienen un
hermano u otro familiar con un trastorno del espectro autista; muestran algunos de los
comportamientos de los trastornos; nacieron prematuros o temprano, o tuvieron bajo peso al
nacer. Las experiencias e inquietudes de los padres, son muy importantes en el proceso de
evaluación de los niños pequeños. A veces, el médico les hará preguntas sobre el
comportamiento del niño y usará esa información en conjunto con sus propias observaciones.
-Los niños que muestran ciertos problemas del desarrollo durante este proceso, pasan a una
segunda instancia de evaluación, adicional. Esta segunda evaluación es realizada por un equipo
de médicos y otros profesionales de la salud, con una gran variedad de especialidades,
expertos todos ellos, en el diagnóstico de los trastornos del espectro autista; entre ellos se
incluye: un pediatra del desarrollo, que es un médico con formación especial en el desarrollo
infantil; un psicólogo o psiquiatra infantil, que se especialice en el desarrollo del cerebro y el
comportamiento; Un patólogo del habla lenguaje, profesional de la salud con capacitación
especial en los problemas de la comunicación. La evaluación puede medir las siguientes
habilidades cognitivas o del pensamiento, el lenguaje, y las habilidades necesarias para realizar
las actividades diarias de forma independiente, y apropiada para su edad, como comer,
vestirse, o ir al baño. Ahora bien, como son trastornos complejos, y pueden ser concomitantes
a otros tipos de enfermedades o trastornos del aprendizaje, la evaluación debe incluir: análisis
de sangre, y una prueba de audición.
Una vez identificado un caso de TEA, se le debe ofrecer al niño y a su familia la información y
los servicios que sean necesarios, derivarlos a los especialistas adecuados, e individualizar a
cada paciente de acuerdo a las necesidades particulares de cada uno.
Observando el comportamiento y el desarrollo del niño: Los niños más grandes y adolescentes
se deben evaluar para determinar si presentan algún trastorno del espectro autista, cuando
uno de los padres o un profesor expresa sus inquietudes basadas en la observación de su
comportamiento social, comunicativo y al jugar.
En los adultos, el diagnóstico es más difícil. Algunos de los síntomas de estos trastornos en los
adultos pueden coincidir con síntomas de otros trastornos de salud mental, como la
esquizofrenia, o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Lograr un diagnóstico
correcto de un trastorno del espectro autista en un adulto, puede llevar a esa persona a
entender ciertas dificultades, que haya tenido en el pasado, identificar sus fortalezas y obtener
el tipo adecuado de ayuda.
A menudo