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La historia de los injertos cutáneos no es tan reciente como se cree; desde el año 3000 A.C. en la
India, Potrees y Tilemakers reconstruían narices que eran mutiladas como castigo a ciertas
actividades indebidas. Según textos de la época, ellos tomaban piel de los glúteos, que preparaban
golpeándola con un palo hasta que se tornara eritematosa y congestiva, para luego seleccionar el
segmento necesario que se colocaría en la nariz. A pesar de este comienzo temprano, pasarían
siglos hasta desarrollar técnicas avanzadas de trasplante cutáneo.
En el siglo XIV, en Italia, se avanzó en las técnicas reconstructivas con el doctor Brancas quien
injertó la nariz de un esclavo a su amo; sin embargo, no recibió mayor reconocimiento por esto.
Posteriormente, el italiano Tagliacozzi fue considerado el pionero de la cirugía plástica moderna
por haber publicado en 1597 su libro De Curtorum Chirurgia Per Insitionem, en el que relataba su
propia experiencia reparando heridas faciales de soldados en combate, y por describir el método
de Brancas de injerto cutáneo.
Gaspare Tagliacozzi. Bologna, Italia (1545 – 1599) considerado el “Padre de la Cirugía Plástica
Reconstructiva”. Entre el siglo XIV y XVII fueron pocos los adelantos que se hicieron en el área;
existen algunos reportes de 1663 de la Royal Society of London en los que se describen intentos
fallidos para fijar injertos en un perro, que fueron abandonados por el poco éxito y por el escape
del animal.
Anatomía.
La piel es la barrera protectora que tenemos para aislar nuestro organismo del medio, y a su vez
para interactuar con este, por lo cual, según su localización, se adapta para especializarse en las
funciones que tiene que cumplir, tales como sensación, secreción, excreción, termorregulación y
protección.
La piel consta de tres capas principales que, de superficie a profundidad, son: epidermis, dermis e
hipodermis; además, de ella dependen unas estructuras llamadas anexos cutáneos, que son las
uñas, pelos, glándulas sudoríparas y glándulas sebáceas.
Capas de la piel.
Epidermis: Es un epitelio escamoso estratificado de espesor variable según su ubicación,
compuesto principalmente de keratinocitos, que constituye la capa más externa de la piel. Su capa
germinativa, profunda, se multiplica y va keratinizándose hasta eliminarse en la superficie. Carece
de vasos sanguíneos, por lo cual, toma los nutrientes de la dermis a través de la capa basal por
difusión.
Dermis: La dermis es una estructura mas compleja (1 – 2 mm), compuesta por dos capas: una
superficial, la dermis papilar, y una profunda, la dermis reticular. La papilar es delgada, compuesta
de tejido conectivo y contiene capilares, fibras elásticas, fibras reticulares y colágeno. La reticular
es una capa más gruesa del tejido conectivo denso que contiene vasos sanguíneos más grandes,
fibras elásticas entrelazadas estrechamente, fibroblastos, terminaciones nerviosas y vasos
linfáticos. Rodeando los componentes de la dermis se encuentra una sustancia gelatinosa
compuesta de mucopolisacaridos (principalmente ácido hialurónico), condroitinsulfato y
glicoproteínas.
Hipodermis: Es una capa de tejido conjuntivo laxo bajo la dermis, que según la localización y la
nutrición del organismo contiene cierta cantidad de tejido adiposo, desde un grosor de 3cm o más
en el abdomen, hasta zonas como el pene y los párpados en los cuales no se encuentran células
adiposas. Está sujeta a fascias, aponeurosis o periostio subyacente. Sus fibras colágenas y elásticas
se continúan directamente con las de la dermis. En esta capa se hallan numerosos vasos
sanguíneos y troncos venosos, al igual que un número considerable de terminaciones nerviosas.
Definición.
Injerto cutáneo se refiere a la separación completa de una porción de tejido de un sitio donante,
privándolo completamente de su aporte sanguíneo, que es transferido a un lecho receptor, del
cual adquiere los nutrientes necesarios para la viabilidad de las células transplantadas.
Clasificación.
Los injertos cutáneos pueden provenir del mismo individuo o ser externos a él, por ello se ha
creado una clasificación según el origen del injerto, así:
Clasificación.
- Injerto Autógeno o Autoinjerto, cuando la zona donante proviene del mismo individuo.
- Isoinjerto, el que se hace entre individuos genéticamente idénticos (gemelos univitelinos)
- Aloinjerto u Homoinjerto, entre individuos de la misma especie no relacionados genéticamente.
- Xenoinjerto o Heteroinjerto, cuando el tejido proviene de un individuo de otra especie.
Un injerto cutáneo puede variar de espesor según las necesidades del defecto a corregir, por lo
cual, es muy usada la clasificación según el espesor de piel tomada. Puede ser de espesor total o
de espesor parcial, así:
Injertos de espesor total: Están constituidos por epidermis y dermis en forma total. Los injertos de
espesor total preservan mejor las características originales de la piel como color, textura y espesor
en relación a los injertos de espesor parcial; además la contracción del tejido durante la curación
es menor, por esto son utilizados en áreas visibles del cuerpo como la cara y áreas especialmente
funcionales como la palma de la mano, donde una retracción impediría la adecuada función.
Los injertos de espesor total son los mas adecuados en niños debido al crecimiento. De todos
modos la aplicación de estos injertos se limita a zonas relativamente pequeñas, no contaminadas y
bien vascularizadas. Al sitio donante de este tipo de injertos se le hace cierre primario o se cubre
con un injerto de espesor parcial de otro lado.
Injertos de espesor parcial: Este tipo de injertos están constituidos por epidermis más dermis de
forma parcial. Se dividen en tres tipos, finos, intermedios y gruesos de acuerdo con su espesor, el
cual varía entre 0.30 a 0.45 mm. Cuanto más delgado es el injerto, menor demanda nutricional y
por lo tanto, mayor será la posibilidad de sobrevida, sin embargo éste tendrá una mayor fragilidad
ante el traumatismo.
Comparándolos con los injertos de espesor total, los de espesor parcial puede tolerar mejor
condiciones poco aptas para sobrevivir y tienen un rango amplio de aplicación. Son usados en
heridas superficiales extensas, deficiencia de superficie en mucosas, corrección de sitios donantes
de injertos de espesor total y para cerrar heridas temporalmente en lesiones que requieren
estudios patológicos antes de la reconstrucción definitiva.
Los sitios donantes de injertos de espesor parcial cierran espontáneamente a partir de células
remanentes de los apéndices cutáneos, y una vez han sanado completamente se puede obtener
una nueva cosecha de tejido. Una desventaja de los injertos de espesor parcial es que son mucho
más frágiles, especialmente en áreas con poco tejido subyacente o tejido inadecuado como es el
caso del tejido expuesto a radioterapia. Los injertos de espesor parcial sufren mayor contracción
secundaria, es decir en el proceso de curación del injerto, además no crecen uniformemente con
el paciente, tienden a ser mas planos y brillantes que la piel normal adyacente debido a la
ausencia de apéndices cutáneos en el injerto. Tienden a tener una pigmentación anormal, bien sea
hiper o hipopigmentados, particularmente en sujetos de piel oscura. Esta textura y profundidad
anormal, la ausencia de pelo y la pigmentación anormal hace estos injertos más funcionales que
cosméticos.
Los injertos cutáneos son utilizados para cubrir heridas imposibles de cerrar primariamente. A
veces se utilizan injertos para cubrir de forma temporal un defecto que va a ser reparado
posteriormente de forma mas precisa y estable.
La elección del área donante usualmente se basa en la ubicación y las características de la lesión a
corregir, de esta forma, sí lo que se quiere es conservar los atributos del sitio receptor como
textura, profundidad, pigmentación o pilificación, se preferirá un injerto de espesor total de un
sitio que mantenga similitud con el tejido adyacente a la lesión; por regla, entre mas cercana esté
la zona donante del lecho receptor, más parecido será el tejido. En niños se debe tener en cuenta
que al tomar piel de espesor total de ciertas zonas como la ingle, axila, pubis, muslo y pecho, en la
pubertad crecerá pelo, pudiéndose ser indeseable en la nueva localización. Otra cosa a tener en
cuenta para la elección del sitio donante debe ser la discreción de la herida y su fácil cierre. Por lo
general se utilizan injertos del muslo, región glútea, pared abdominal y en general de zonas fáciles
de ocultar bajo la ropa.
En las heridas de cara se usan injertos de espesor total y frecuentemente se utiliza piel de la fosa
supraclavicular, la zona pre y postauricular y el parpado superior. Cuando se presenta una herida
en cara, se debe tratar de manejar lo mas estéticamente posible debido a las repercusiones
psicosociales que representan las cicatrices, por esto se deben seguir las unidades estéticas,
realizando las incisiones a lo largo de estas y no a través de ellas,aún cuando de sacrifique algo de
tejido.
Ciertos injertos merecen especial consideración, como es el caso de los que se hacen sobre
superficies flexoras, ya que estos deben inmovilizarse para prevenir retracciones. Cuando se
requiere pigmentación especial como en la areola, se puede tomar el injerto del prepucio o los
labios mayores. En el caso de las quemaduras, se prefiere en lo posible injertos de espesor parcial.
Supervivencia.
La supervivencia del tejido injertado depende la calidad del lecho receptor, la vascularización y
aporte nutricional que éste le pueda brindar y la estabilidad mecánica del injerto.
-Calidad del lecho receptor: La zona receptora del injerto debe estar en condiciones óptimas, no
debe tener procesos infecciosos activos y su vascularización debe ser adecuada, de tal manera que
pueda nutrir el tejido injertado. Tampoco se debe injertar sobre tejidos irradiados o sobre tejido
de granulación de larga evolución, pues son malos receptores de injertos.
El tejido de granulación no es otra cosa que un lecho muy vascularizado, que se forma durante la
evolución de una herida que no cicatriza por primera intención, constituido por numerosos
capilares rodeados de colágeno, convirtiéndose en un comienzo en tejido muy apto para ser
injertado, pero que al ser de larga evolución, se vuelve fibrótico y con mala vascularización.
Fases de la Vascularización
Imbibición plasmática:
El periodo comprendido entre el momento en que se hace el injerto y la revascularización de este
es llamado fase de imbibición plasmática. En esta fase, el exudado de la herida imbibe el injerto
por acción de los capilares a través de estructuras esponjosas en la dermis injertada, alcanzando
los vasos sanguíneos dérmicos.
Esto previene la disecación del injerto, mantiene los vasos sanguíneos viables y nutre el tejido.
Este proceso es responsable de la supervivencia del injerto por 2 a 3 días mientras la circulación
es reestablecida. Durante este tiempo el injerto típicamente se presenta edematoso e
incrementa su peso hasta en un 50%. Además en esta fase se forma una red de fibrina, la cual da
estabilidad al injerto.
- Contacto y estabilidad mecánica: Después de colocar el injerto en su lugar, hay una adherencia
inicial del injerto a la herida por medio de una capa de fibrina que temporalmente sujeta el injerto
hasta que la circulación definitiva y la conexión tisular son establecidas. Esta adherencia empieza
inmediatamente se hace el injerto y es máxima a las 8 horas aproximadamente.
Existen factores que regulan este contacto, y de estos, depende en gran parte la viabilidad y el
resultado estético del procedimiento. Ellos son:
Tensión: una excesiva tensión provoca disminución del contacto, pero la deficiencia de esta
también disminuye la aproximación debido a las arrugas que se generan.
Colecciones: la acumulación de sangre, suero o pus entre el lecho receptor y el injerto hacen que
este se separe.
Movilidad: la movilización y deslizamiento del injerto sobre su lecho receptor produce ruptura de
capilares y conexiones vasculares, disminuyendo los mecanismos de aporte sanguíneo al injerto.
Existen varios métodos para tomar injertos de espesor parcial, estos métodos dependen del tipo
de dermátomo que se va a utilizar:
Dermátomos Tipo Tambor: Los dermátomos tipo tambor como el de Reese, son menos usados,
aunque siguen siendo útiles en necesidades especiales. Con estos instrumentos, la lámina
oscilante se acciona manualmente mientras que el tambor rueda sobre la superficie de la piel.
Estos dermátomos se pueden utilizar para tomar amplias capas de piel. También son utilizados
cuando se va a tomar tejido de áreas irregulares, cóncavas, convexas o con prominencias óseas
debido a que la piel que se va tomando se va pegando al tambor mediante un pegamento
especial. Las desventajas incluyen el riesgo de lesión por la lámina al personal quirúrgico, la
necesidad de utilizar agentes inflamables, tales como acetona o éter para limpiar el sitio donante
y para quitar la grasa de la superficie de la piel para asegurar la adherencia de esta al tambor del
dermátomo.
Es útil lubricar la piel y el dermátomo para facilitar el deslizamiento del dermátomo sobre la piel.
El dermátomo se toma en la mano dominante del operador con un ángulo de 30-45° de la
superficie de la piel. Con la mano no dominante se proporciona tracción detrás del dermátomo y
el ayudante proporciona la tracción y tensión de la piel delante del dermátomo, el dermátomo se
avanza sobre la piel en un movimiento plano y continuo con presión hacia abajo. Después de que
se haya tomado la longitud apropiada, el dermátomo se retira para cortar el borde distal del
injerto. El injerto se lava para quitar el lubricante y se mantiene en solución salina o en una gasa
humedecida hasta que esté listo para ser utilizado.
Aplicación del injerto.
Enmallado.
Una vez se ha tomado un injerto de espesor parcial este puede ser enmallado para aumentar su
tamaño. Esto se hace cuando existen lesiones extensas con escasez de zonas donantes, como
cuando existen quemaduras que comprometen gran parte de la superficie corporal, o cuando el
sitio receptor no es lo suficientemente bueno, sea porque su forma no permite colocar una hoja
completa de injerto o porque el aporte nutricional que le puede brindar al tejido injertado es
deficiente. El enmallado consiste en pasar el tejido por un instrumento mecánico, el cual le hace
cortes lineales que al estirar toman un aspecto de rombos. Este método tiene grandes ventajas
funcionales, pero su cicatriz no es muy estética, se debe evitar en cara, palmas y zonas muy
visibles, ya que produce la llamada “piel en ajedrez” o “piel de cocodrilo”.
Una vez se obtiene el injerto y se ha asegurado un adecuado lecho receptor, el tejido puede ser
colocado en el sitio receptor. Aunque parezca obvio, se debe tener cuidado en colocar la
epidermis arriba y la dermis abajo, pues cuando se tiene el injerto suelto pueden parecer muy
similares, sobre todo cuando el injerto proviene zonas desprovistas de pelos. No se debe aplicar
tensión excesiva ni deficiente al injerto. El injerto entonces se debe asegurar para brindar
estabilidad durante la adherencia inicial. Esto se puede lograr suturando o sujetando con grapa el
injerto a la piel que lo rodea; generalmente se aseguran primero las esquinas para dar la
orientación apropiada, después se sutura alrededor. Es aconsejable pasar la aguja primero a través
del injerto y luego a través de la herida para prevenir la elevación del injerto. La perfecta
aproximación epidérmica asegura resultados cosméticos óptimos. Las suturas deben aproximar,
no estrangular los bordes de la piel.
Contracción de la Herida.
Contracción Primaria: Se debe a las fibras elásticas de la dermis que hacen que el
injerto disminuya de tamaño momentos después de su corte. Este tipo de
contracción es mas fuerte en injertos de espesor total gracias a que las fibras
elásticas se encuentran en la dermis.
Contracción Secundaria: Se produce sobretodo en injertos de espesor parcial, entre mas delgado
el injerto mayor contracción secundaria. El tejido cicatrizal produce contracción de la herida que
empieza aproximadamente entre el sexto y décimo día, y finaliza entre el décimo y décimo-
octavo mes. Las secuelas de la contracción se pueden mejorar con los dispositivos de entablillado
o de compresión tales como máscaras faciales o ropa elástica. Estos dispositivos deben ser
usados tanto como se puedan tolerar cada día por lo menos los primeros 6 meses después de
injertar.
Pigmentación.
Reinervación.
La reinervación se inicia por conexiones directas entre fibras nerviosas del injerto y fibras
nerviosas del lecho receptor. Luego, se presenta una invasión de tejido nervioso nuevo dentro del
tejido injertado. La sensibilidad dolorosa es la primera que se recupera, seguida de la táctil y por
último la térmica. La sensibilidad se recupera en la periferia y se va haciendo central a medida que
pasa el tiempo. Este proceso comienza en el primer mes después del injerto, pero se completa
meses o años mas tarde. Los injertos de espesor parcial son reinervados más rápidamente, pero
los injertos de espesor total son reinervados más completamente. De todos modos, la
reinervación siempre será incompleta, y cierto grado de daño será permanente.
Pelo: A menos que el injerto sea muy grueso, el pelo no crece en injertos de
espesor parcial. Cuando se requiere que crezca pelo en la zona injertada se
prefieren los injertos de espesor total, o también se pueden realizar injertos de
folículos pilosos como en el tratamiento de la alopecia.
Glándulas Sudoríparas: De nuevo, son más probables de regenerar en injertos de espesor total,
porque se transfieren como unidad funcional completa. En injertos de espesor parcial, solamente
una porción de la glándula se transfiere, y puede no regenerar. La regeneración de la glándula
sudorípara es dependiente de la reinervación del injerto. Una vez que haya ocurrido esta
inervación, el injerto asume las características sudantes del sitio receptor, más que conservar las
características del sitio donante.
Cuidados postoperatorios.
Inmovilización de injertos.
Férulas: Son utilizadas en zonas de flexión donde la contracción de los injertos es mayor,
manteniéndolas hasta meses de forma intermitente.
Evacuación de colecciones:
Ante la aparición de un hematoma, seroma o cualquier acumulo de líquido debajo del injerto,
debe evacuarse exhaustivamente hasta no quedar ningún exudado.
Manejo de infecciones:
Usualmente no se presenta fiebre el primer día del injerto, se manifiesta al segundo o tercer día.
Se trata con las medidas generales de una infección de sitio operatorio, desbridando el tejido
necrótico y realizando el respectivo manejo antibiótico.
La zona donante de injertos de espesor parcial cura sola por un proceso de reepitelización a partir
de las células epiteliales que quedan en las unidades pilocebáceas y las glándulas sudoríparas. El
cuidado se debe hacer cubriéndola con gasa engrasada, gasas y vendaje elástico. Las curas se
empiezan a retirar en las primeras 24 a 72 horas. Una vez expuesta la lesión en su totalidad
necesitará hidratación. Actualmente existen otros métodos, como la utilización de materiales
adhesivos, que se unen a la piel manteniéndola húmeda hasta que se dé la reepitelización
completa.
En algunos casos la cicatriz resultante del injerto se torna hipertrófica, para lo cual existen medios
físicos que deben aplicarse como prevención y tratamiento de estas. La utilización de prendas
compresivas (presoterapia), así como la utilización de gel de silicona, se han mostrado útiles para
mejorar el aspecto final de estas cicatrices. Las cicatrices hipertróficas son más frecuentes en los
pacientes de raza negra y en los niños pequeños. Las prendas compresivas mas utilizadas son los
trajes en lycra. Estos trajes son usados bajo la ropa, sobre la cicatriz. Deben usarse idealmente las
24 horas del día durante dos años, tiempo de remodelación cicatrizal, o hasta que se observe
adecuada maduración de la cicatriz. La presoterapia, aparte de sus efectos benéficos mecánicos,
disminuye la producción de histamina y de Alfa Macroglobulina. Además, disminuye la hidratación
cicatrizal.
Concepto
Un injerto de piel consiste de epidermis y una parte o toda la dermis que se separan de unaregión
de la superficie corporal (zona donante) privándolo completamente de su aportesanguíneo antes
de transferirla al lecho receptor del que se deberá nutrir