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Orlando J. Gallo1
Para asegurar ese objetivo los hombres del Siglo XVIII planearon
organizar el aparato estatal con garantías internas que dificultaran o impidieran su
violación. Dieron origen a las constituciones que García Pelayo, en conocida
clasificación, ha llamado racional-normativas2. La definición de su contenido se
encuentra sucintamente expresada en el art. 16 de la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano: “Toda sociedad en la cual la garantía de los derechos no esté
asegurada, ni determinada la separación de poderes, carece de constitución”. Conforme
a dicha expresión los derechos y libertades debían ser consagrados expresamente,
siendo la división de poderes el resguardo para impedir o dificultar que fuesen
violados.
1
Presidente del Centro de Derecho Constitucional(UCA). Profesor Titular Ordinario de grado, posgrado y
doctorado (UCA). Director del Posgrado de Especialización en Derecho Constitucional (UCA). Doctor en
Derecho (Univ.Complutense de Madrid). Miembro del Inst. de D. Constitucional de la Academia Nac. de
Derecho.
2
Derecho Constitucional Comparado. Ed. Revista de Occidente. 7ma. Ed. Madrid 1964. pág. 34 y sgtes.
1
escrita3. A fines del siglo XVIII se consagra una especie de culto al positivismo, que
perdura durante todo el siglo XIX y gran parte del XX.
2
hacía la ley, asignándose su titularidad al pueblo. Los antiguos, desde los griegos en
adelante, adoptaron criterios funcionales para el buen gobierno; encaminaban su
encargo a quienes consideraban más eficaces o adecuados para realizar la tarea ya que,
muy distinto es el temperamento de quien gobierna, de quien legisla y de quien juzga.
Cada una de esas funciones requiere criterios prudenciales distintos.5
3
cambio, se encontraba huérfano o debía buscar su herencia y prestigio en el lejano
pretor romano.
4
Fue en la república norteamericana donde a la administración de
justicia se le dio un rol verdaderamente preponderante, al punto tal que el judicial
mereció verdaderamente el nombre de poder, a través de la estructuración con ese rango
y de la posterior creación por el chief justice Marshall del sistema de control de
constitucionalidad.
14
En cuanto a la cuestión coyuntural planteada y el razonamiento de Marshall vide: Bidegain, Carlos
María. Curso de Derecho Constitucional. Ed. Abeledo-Perrot. 1ra. ed. Bs.As. 1994. T. I. pág. 125 y sgtes.
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Muchas veces grandes creaciones históricas, se hacen por obra de circunstancias coyunturales y
operadores geniales, pero sin real conciencia de la trascendencia , entidad y dimensión de lo que se esta
creando. Ello ocurrió también con la creación constitucional norteamericana de la forma federal de
gobierno. Los mismos norteamericanos dirimieron con la sangre de más de medio millón de muertos, en
la guerra de secesión, el real alcance de su creación. Fue la Corte Norteamericana en “Texas vs. White”
quien definiera en una frase breve, lúcida y clásica, las características del federalismo.
16
Op. Cit. Capítulo 76.
17
Así por ejemplo en “Pérez de Smith” ( Fallos 297:340; y 300:1286; también en “Berrueta” (Fallos
301:205).
5
Dichas facultades las ha ejercido también por vía de
reglamentación o creación de normas procesales. Así lo ha hecho con el recurso
extraordinario, tanto en la diagramación de sus requisitos como en la creación de vías
procesales para superar impedimentos en su procedencia como es el caso de las
sentencias arbitrarias o el de gravedad institucional. Más aún también en la creación de
vías procesales autónomas como es el caso de la creación pretoriana del amparo o más
contemporáneamente el diseño de las acciones de clase .
6
departamentos; enfocado desde esa perspectiva, aparece como repugnante que un
organismo técnico pudiese impedir la tarea del parlamento, representante y depositario
de la soberanía popular.
20
Es una característica del pensamiento norteamericano tener por ejemplar su sistema jurídico político y
la incomprensión respecto de los que carezcan de características semejantes. Así ha ocurrido respecto de
nuestro país con la presión para la implementación del juicio oral en materia penal y más tarde para la
instauración del sistema de jurados, cosa que hasta ahora no ha tenido acogida, pero para el que se
presentan continuamente proyectos de ley. En Europa influyeron para el establecimiento del control de
constitucionalidad, con la autoridad propia de quienes se consideraban sus liberadores y aseguraban su
libertad manteniendo en ella sus fuerzas.
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Reforma, con la confiscación de los bienes de la Iglesia, llevaron a un enfrentamiento de
esos intereses con el poder real. Ello termina en la llamada Gloriosa Revolución.
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sancionada la Constitución que es, para los norteamericanos, una especie de contrato
social que da nacimiento a su existencia.
23
La iniciación del conflicto fue de neto corte local y republicano: se aplicaban mayores impuestos a esas
regiones, que no se encontraban representadas en el Parlamento.
9
Llevó dos años la ratificación de la Constitución, lo que se logró
con grandes dificultades y gracias a la habilidad política de Hamilton y sus partidarios.24
24
Un detallado relato de la cuestión entre federalistas y antifederalistas se encuentra en Benegas Lynch y
Carlota Jackish. Límites al Poder. Los papeles antifederalistas. Ed. Lumière Bs.As. 2004.-
25
Inglaterra había vencido unos años antes a Francia e incorpora Canadá a sus dominios, de modo que
tenía en forma permanente la posibilidad de invasión desde el norte.
26
Bandieri, Luis M. destaca que la norteamericana y la francesa son dos concepciones enfrentadas que
arrancan desde la idea misma del poder constituyente y que se refleja en la polémica entre Sieyès y
Lafayette (El poder Constituyente: su sentido y alcance actual. EDCO 2007-232).
27
Dicen los autores ingleses que existen dos clase de constituciones: la de los ingleses y todas las demás.
28
Ver lo expresado “ut supra” con cita de nota 19.
10
Así: los franceses tuvieron varias constituciones a partir de la primera de 1791, España
no le anduvo en zaga y las otras naciones de Europa siguieron, en su mayoría, el mismo
camino.
Para los europeos siempre hubo una primacía de la ley, que era el
derecho aplicable de un modo insoslayable; las constituciones eran tan sólo guías de
conducta para dictar la ley, mandatos para las Asambleas o Parlamentos, pero lo
supremo era la ley. Para los europeos el derecho es la ley.
29
Para le análisis y diferencia entre ambos ver: Pereira Menaut, Carlos: Rule of Law o Estado de
Derecho. Ed. Marcial Pons. Colección Prudencia Iuris. Madrid 2003. Gustavo Zagrebelsky marca
asimismo las diferencias (El derecho dúctil. Ed. Trotta. 9na. Ed. Madrid 2009. pág. 24 y sgtes. También
analiza el tema Bianchi, Alberto: Dinámica del Estado de Derecho. Ed. Abaco. Bs.As. 1996. pág. 81 y
sgtes.
30
Paradojalmente, quienes se horrorizaban del “gobierno de los jueces”, terminaron favoreciéndolo.
11
En el caso de los tribunales constitucionales europeos, instalados
luego de la posguerra; si bien su intervención se encontraría más restringida, una vez
incitada su actuación, sus facultades son constitucionalmente más amplias, como las de
anular la ley o bien impedir el inicio de su vigencia.
31
Conf.: Bianchi, Alberto B. Control de Constitucionalidad. Ed. Abaco. Bs. As. 1992. T.I pág. 228.-
32
Esa era la razón de la desconfianza, de los europeos continentales, respecto de los jueces, en las épocas
revolucionarias. Eran magistrados formados en el derecho y costumbres que querían cambiar.
12
invasión en otras competencias, que podían hacer desbordar todo el sistema
constitucional.33
33
En nuestro país, seguidor del sistema norteamericano el liderazgo de esas posturas lo tuvo Germán
Bidart Campos, quien sostenía con singular fuerza, la inexistencia de cuestiones no justiciables,
propiciaba también el control de constitucionalidad por omisión y sostenía la pertinencia del control de
constitucional de oficio. Esa postura, fue también seguida por muchos constitucionalistas.
34
No ha seguido el mismo criterio cuando los intereses de los Estados Unidos se encontraban afectados en
un sentido distinto, como es el caso de la puesta en prisión del presidente de Panamá General Noriega, o
la investigación y enjuiciamiento de terroristas luego de los sucesos del “11. S.”. Ver. Sofía Sagüés.
“Justicia para el terrorismo. El actual desafío de la Suprema Corte de los Estados Unidos de América”. En
Debates de Actualidad” Asoc. Arg. De Derecho Constitucional. Año XIX. Nº 192. pág. 19. y “Frente y
perfil de una decisión controvertida: ¿Ha asegurado la Suprema Corte de los Estados Unidos el respeto al
debido proceso de los detenidos en la base naval de “Guantánamo Bay” El Dial 22/9/2006 (DC9C9)
13
interpretaciones jurídicas discutibles pero dentro de la economía de su propia
constitución y sin desconocerla.35
35
Alfonso Santiago (h), considera a los fallos de la Corte Norteamericana antes citados, como expresión
de activismo judicial (La Corte Suprema y el control político. Ed. Abaco. Bs.As. 1999. Cap. XII). He
preferido adoptar el criterio de considerar activismo, más que interpretaciones amplias de normas
constitucionales o la creación de medios procesales para posibilitar la defensa de normas constitucionales
sustanciales, a los fallos que directamente contradicen normas legales o constitucionales o utilizan
criterios que importan considerar tratados, derecho internacional o interpretaciones de los mismos por
encima de las normas o invadir claramente esferas de los otros poderes.
36
Fallos 308: 2268.-
37
Fallos 318:2148.-
14
Ese rumbo toma cuerpo a partir de los primeros años del siglo XXI,
con una nueva integración de la Corte Suprema. en los casos “Arancibia Clavel” 38,con
relación al atentado que le costara la vida al general chileno Carlos Prats; “Lariz
Iriondo”39, respecto del pedido de extradición de un terrorista vasco, “Simon” 40, con
relación a la validez constitucional de las leyes de “punto final” y “obediencia debida”,
que habían implicado una suerte de amnistía parcial de ciertos hechos; y
“Mazzeo”,41.en el declara la nulidad de los indultos dictados por el Poder Ejecutivo de
acuerdo a textos constitucionales expresos.. En estos fallos la Corte no sólo se basa en el
“Jus Cogens” para calificar de lesa humanidad e imprescriptibles a ciertos hechos, sino
que también desconoce decisiones anteriores de la propia Corte, aunque parcialmente
compuesta por otros jueces.
38
Fallos 327:3294 (año 2004).-
39
Fallos 328:1268 (año 2005).-
40
Fallos 328:2056 (año 2005).-
41
Fallos 330:3248 (año 2007).-
15
Nuestro país en su origen provenía de un derecho de base
continental (romano-canónica), pero al dictarse una constitución escrita, lo hizo
siguiendo al modelo de la constitución norteamericana42. Esta exhibía, hacia mediados
del siglo XIX, el ejemplo más digno de ser imitado dentro de las constituciones escritas.
Las anteriormente sancionadas en Europa o no regían o no habían solucionado y, a
veces hasta habían agravado el estado de convulsión o anarquía en el que se
encontraban algunos de esos estados.43
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ingresaba a la sociedad motorizado por su superior espíritu 44. Ese hombre reclamaba
para sí una libertad indeterminada cuyo único límite no era su naturaleza, a la cual el
nominalismo imperante consideraba imposible de conocer. El fin de la sociedad, ya no
será el bien común sino la libertad del individuo.
44
Según palabras de Saint Just el hombre de la revolución “…es sencillo sin hacer ostentación del lujo de
la falsa modestia; es el enemigo irreconciliable de toda mentira, de toda indulgencia, de toda afectación…
es intratable para los malvados pero es sensible; se siente tan celoso de la gloria de su patria que corre al
combate, persigue a los culpables y defiende a la inocencia ante los tribunales” Cit. Por Hubeñak,
Florencio en “Historia Integral de Occidente” ed. EDUCA. Bs.As. 2007.p.247.nota 181.-
45
Conf. Castellano, Danilo: Racionalismo y Derechos Humanos. Sobre la anti-filosofía político-jurídica
de la modernidad. Ed. Marcial Pons. Madrid-Barcelona 2004. 153 págs.
46
Efectivamente: los hombres del siglo XVIII obraban con las ideas nuevas, pero llevaban sobre sí, las
costumbres, los valores y las conductas asentadas en los siglos anteriores. Fueron necesarios casi dos
siglos para que esas ideas se reflejaran en los valores, las costumbres y la moral.
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Doscientos años después de la vulgarización de esas concepciones se proclama el derecho a la plenitud
sexual, el de la mujer a destruir antes que nazca al hijo que ha concebido, a cambiar de sexo, a tener igual
protección social las uniones del mismo sexo que las heterosexuales, el de consumir estupefacientes, etc.
Es que si se niega la existencia de una naturaleza humana cuya degradación trae consecuencias, el hombre
puede construir su naturaleza como le place y sus deseos transformarlos en derechos.
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La concepción del hombre como ser asocial, lleva inexorablemente
a establecer una antinomia entre el hombre y la sociedad en la que está inserto. Así: si la
sociedad no es imprescindible para la plenitud y felicidad humanas, la tensión entre
ambos va a resolverse a favor de quien es primero en el orden del ser, ya que los fines
sociales no serán prevalentes, dado que la sociedad no es un ser sustancial.
48
Filosóficamente el error es privación de ser, de modo que el error total sería la nada; estas
formulaciones filosóficamente desacertadas, encierran una parte de verdad, habida cuenta el carácter de
ser esencial que es el hombre y el carácter de ser accidental de la sociedad. El principio “pro homine”
tiene de verdadero que pone de resalto la dignidad humana, y de falso que llevado al extremo, por
concepciones que desestiman la sociabilidad del hombre, llega al extremo de ir contra el bien común y el
orden social. Por ello, siendo en su dinamismo peligroso, es inicialmente atrayente. (“los errores
prosperan por la parte de verdad que tienen”).
49
Así lo consideran modernas escuelas penales basadas en esa concepción. Un detallado desarrollo y
crítica de las mismas se efectúa por Héctor Hernández (compilador). Fines de la Pena, abolicionismo,
impunidad. Ed. Cáthedra Jurídica. Bs.As. 2010.-
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de lo social a que los deseos se transformen en derechos que pueden ser exigidos y al
constructivismo de la propia existencia humana y al de la sociedad.50
50
Ver: Segovia, Juan Fernando. “Derechos Humanos y constitucionalismo. Ed. Marcial Pons. Madrid
2004. 98 págs. Asimismo. Dip, Ricardo. Los derechos humanos y el derecho natural. Ed. Marcial Pons.
Madrid 2009. 147.pags.
51
Ello no significa que esos derechos no deban ser reconocidos según las circunstancias y evaluando el
esfuerzo y responsabilidad de quien lo reclama. Diríamos, parafraseando a Chesterton, que hoy, más que
nunca, los viejos derechos y libertades inspirados en el cristianismo se han vuelto locos.
52
Al escribirse esta nota acaba de realizarse en la Corte Suprema de Justicia la audiencia pública en autos:
“Quisberth Castro Sonia c/ Gobierno de la C.A.B.A s/amparo” en el que una mujer de nacionalidad
Boliviana que tiene un hijo discapacitado, presenta esa acción para que la ciudad le entregue una
vivienda. Es de destacar que la peticionante recibía cinco subsidios, si bien no muy abultados. La
peticionante había obtenido un resultado favorable en primera y segunda instancia, pero el Tribunal
Superior de la C.A.B.A. revocó esa decisión. Actualmente se encuentra pendiente de la decisión de la
Suprema Corte de Justicia.
19
La metamorfosis del derecho: Esa concepción del hombre basada
en una postura filosófica que niega reconocer la realidad objetiva encerraba en su propio
dinamismo la necesidad de superar los estrechos límites que ponía el positivismo.
20
Fue necesario implementar otra ejemplaridad jurídica que,
inicialmente juzgó los crímenes de guerra, pero luego se proyectó sobre todo el derecho.
La historia de esta nueva concepción nace con los juicios de Nuremberg y Tokio.
53
Ver: Danilo Zolo. “La justicia de los vencedores”. Ed. Edhasa. 1ª ed. Buenos Aires 2007. pág. 36 y
sgtes.
54
El fallo del Tribunal Constitucional alemán y su comentario se encuentran en E.D. T.213 pág. 549 y
sgtes.
21
contra esa humanidad “Prometeica” que sustituye al concepto clásico de bien común.
Importa un concepto escatológico de humanidad en el cual desemboca un hombre
abstracto e ideal. Los enemigos de esa humanidad son privados de la condición humana
y arrojados a las tinieblas exteriores.55
55
Ver: Bandieri, Luis M. “El poder constituyente… cit. pag.245.-
56
Ver: Bandieri, Luis M. Ojeada sobre el globalismo jurídico. EDCO. 2009 pág. 343/350. Asimismo:
Palazzo, Eugenio L. Los fueros internacionales y la protección de los derechos. EDCO. 2010 pág. 655 y
sgtes.
57
Conf. Gil Domínguez, Andrés. El Estado constitucional de derecho, psicoanálisis y sexualidad. Ed.
Ediar. Bs.As. 2011. pág. 88 y sgtes.
58
Conf: Ferrajoli, Luigi. Derechos y garantías. Le ley del más débil. Ed. Trotta. 7ma. Ed. Madrid 2010.
pág.`22.-
59
Conf. Zagrebelsky, Gustavo. El derecho dúctil. Cit. Pág. 122 y sgtes.
22
Se prefieren los principios a las normas; éstas prohíben o permiten
algo en forma definitiva, principios, en cambio, son mandatos de optimización; la
medida del cumplimiento de un principio se encuentra en relación con la ponderación
respecto de un principio opuesto. Los principios son más convenientes para el derecho
que las normas por cuanto las normas exigen para su aplicación la subsunción a su
mandato, en cambio el principio requiere argumentación y ponderación para su
aplicación respecto de un principio distinto.60
60
Conf. Alexy, Robert. La construcción de los derechos fundamentales. Ed. Ad-Hoc. 1ra. ed. Buenos
Aires 2010. pág. 20 y sgtes.
61
Ver Alejandro Ordoñez La ideología neoconstitucionalista y las transformaciones del derecho en
VERBO Nº 463-464. Madrid, Marzo-abril 2008
62
Es significativo el plenario de la Corte Europea de Derechos Humanos en el caso “Lautsi”. Invocaba la
madre de una estudiante que la existencia de un crucifijo al frente del aula violentaba la conciencia de su
hija menor. Ver comentario y reflexiones de Débora Ranieri de Cechini en E.D. 242:590.
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la libertad de prensa, 63o bien una declaración de solidaridad contra el terrorismo que
pueda poner en riesgo la neutralidad de un estado64.
63
Conocido como el caso “La última tentación de Cristo”, la Corte Interamericana de Derechos Humanos
dictó un fallo que originó la reforma de un texto de la constitución chilena. (“Olmedo Bustos y otros
c/Chile”. L.L. 2001-C-134 y sgtes.)
64
Ver comentario de Néstor Sagues al fallo pronunciado 08/09/2004 por la Sala constitucional de Costa
Rica que declara la inconstitucionalidad de un acto de su gobierno de solidaridad en la lucha contra el
terrorismo islámico, porque podría originar actos de tipo bélico en contradicción con el valor “Paz” que
estaría implícito en el art. 12 de ls constitución de Costa Rica. “El tercer poder”. Cit nota 8. pág 296 y
siguientes.
24
resuelven y crean derecho sobre todas las cuestiones posibles que se plantean en el
universo mundo65
Jueces sin límites y derecho superador del Estado. Más que un neo-
constitucionalismo, indican la aparición de un post-constitucionalismo, cuyo nombre
definitivo está todavía por formularse.
65
Los ejemplos son infinitos pero baste nombrar la jurisdicción universal que se ha atribuído el juez
español Baltasar Garzón hasta, en el otro extremo, los jueces de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
que desestimaron la aplicación del Código Civil en materia matrimonial y que interpretan operativa y
expansivamente los derechos económico-sociales.
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