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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN

FACULTAD DE CIENCIAS HISTORICOS SOCIALES

ESCUELA PROFESIONAL DE HISTORIA

FIESTA Y PODER EN LOS CARNAVALES DE AREQUIPA

CONTEMPORÁNEA: 1900 – 1960

Tesis presentada por las Bachilleres:

CONDORI HUAMANI, JULIA ESTELA

NINA ESCALANTE, YENY. Para optar el


grado de licenciadas en HISTORIA

Arequipa - Perú

2016

i
DEDICATORIA

Esta tesis la dedicamos:

A nuestros padres por a ver dado la vida a nuestros


hermanos, a quienes apreciamos. A nuestros maestros
universitarios, por sus enseñanzas y constante apoyo.

i
AGRADECIMIENTOS

A los catedráticos de la Facultad de


Ciencias Históricos Sociales de la Universidad
Nacional de San Agustín de Arequipa,
quienes han contribuido significativamente en
nuestra formación profesional.

ii
Índice

Contenido
DEDICATORIA ............................................................................................................................ i

AGRADECIMIENTOS................................................................................................................ ii

INTRODUCCIÓN........................................................................................................................ v

CAPÍTULO I............................................................................................................................... 12

EL CARNAVAL EN EUROPA: ORIGEN Y TRAYECTORIA (S.V-XVI). .......................... 12

1.1. Definiciones Del Término Carnaval A Través De La Historia................................ 13

1.2. Orígenes De Una Fiesta Pagana ............................................................................... 13

1.3. La Festividad Durante El Imperio Romano............................................................... 18

1.4. El Carnaval En La Edad Media .................................................................................. 24

1.5. El Carnaval En El Renacimiento ................................................................................ 40

1.6. El Significado Del Carnaval ........................................................................................ 44

CAPITULO II ............................................................................................................................. 47

DE EUROPA A LOS ANDES: LA FIESTA DEL CARNAVAL ............................................ 47

2. De Europa a los Andes: la fiesta del Carnaval ............................................................ 48

2.1. El Carnaval en América............................................................................................... 48

2.2. La festividad en el Perú colonial y republicano........................................................ 49

2.3. El Carnaval del norte del Perú: Cajamarca .............................................................. 64

2.4. El Carnaval andino ....................................................................................................... 65

2.5. El Carnaval cusqueño.................................................................................................. 70

2.6. La festividad de Puno o Altiplano............................................................................... 72

2.7. El Carnaval de Bolivia: Oruro. .................................................................................... 80

CAPITULO III ............................................................................................................................ 85

FIESTA Y PODER EN EL CARNAVAL DE AREQUIPA .................................................... 85

3.1. Contexto Histórico de Arequipa en la Historia del Perú ......................................... 86

3.2. Organización Municipal de la Festividad .................................................................. 89

iii
3.3. Elecciones de Reinas y su rol social ....................................................................... 108

3.4. Lista de las Reinas del Carnaval ............................................................................. 124

3.5. El Comercio Carnavalesco........................................................................................ 127

3.6. El Poder en la Fiesta Carnavalesca. ....................................................................... 132

3.7. Consecuencias del desarrollo de la Fiesta............................................................. 134

BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 141

WEBGRAFIA........................................................................................................................... 146

iv
INTRODUCCIÓN

A lo largo de la historia de la ciudad de Arequipa, en la República del Perú,


podemos identificar claramente la posición política de sus habitantes en
diferentes circunstancias como cuando se dieron las guerras civiles entre
conquistadores, la rebelión de José Gabriel Condorcanqui Túpac Amaru II, la
invasión de la ciudad a cargo del cacique Mateo García Pumacahua y los
hermanos Angulo, la visita del Libertador Simón Bolívar, las cinco revoluciones
que refiere el Deán Juan Gualberto Valdivia en el siglo XIX y
contemporáneamente tres o cuatro incidentes de protestas sociales contra el
gobierno de turno.

Estos acontecimientos con el correr del tiempo, han forjado el carácter e


identidad regional del poblador, que se exterioriza en las diferentes expresiones
artísticas o populares de la llamada Ciudad Blanca, resaltando las festividades
religiosas a vírgenes, santos y las andas procesionales de la Semana Santa,
las ceremonias civiles más íntimas de familias y las paganas más numerosas y
populares.

La historiografía arequipeña sobre los estudios de festividades desarrolladas en


la ciudad, es escasa, hay pocos estudios que muestran el comportamiento de
la cultura popular arequipeña, que se ha distinguido por tener un alma altiva,
rebelde y un perfil contestatario. En especial la fiesta del Carnaval ha merecido
estudios publicados en folletos, libros y tesis. Han sido estudios en base a
tradiciones orales, libros antiguos de familias, memorias municipales y escasos
periódicos; por ello, hemos elegido nuestra fuente principal impresa el diario “El
Pueblo”, con cuyos artículos hemos podido realizar un seguimiento de los
acontecimientos generados por la fiesta y sus posteriores consecuencias.

Consideramos que la presente investigación como tesis, posee relevancia


histórica y es inédita, por ser la primera en enfocar en la fiesta del Carnaval el
poder social al cual tienen acceso ciertas familias y su comportamiento en la
estructura y jerarquía social arequipeña, en base a la consulta periódica de la
prensa arequipeña desde el año 1900 hasta 1960, ubicando las noticias y
avisos relacionados a dicha fiesta, a partir de los cuales podemos tener una

v
visión panorámica del desarrollo del comportamiento festivo y analizar los
grupos o familias que obtienen prestancia social, así mismo también
estudiamos los cambios y permanecías del Carnaval arequipeño.

Desde la perspectiva histórica, podemos analizar una fiesta, consideramos que


en base a las fuentes y su interpretación a partir de un modelo o esquema
teórico a seguir lograremos un aporte historiográfico sobre un tema poco
estudiado y desde una nueva perspectiva y metodología, como hemos
mencionado. El historiador Raúl Rivera Serna indica sobre el rol del historiador:
“no se trata solo de narrar los hechos, si no de analizarlos e interpretarlos en
función a los actores, que como los de índole social, económico y cultural
forman parte de la coyuntura histórica”.1 Por su parte el famoso historiador de
la República don Jorge Basadre Grohman afirmaba: “es hacer del pasado eso:
pasado. Ello lleva a aceptarlo como carga de gloria y remordimientos, pero
implica, además percibir que lo muerto, por el hecho de haber vivido en forma
irrevocable, ya dejo de ser y hay que asimilarlo al patrimonio del pasado…”.2

Nuestra investigación es descriptiva y a la vez explicativa, por ello, nos hemos


planteado las siguientes interrogantes de trabajo:

- ¿Cuál es el origen y trayectoria del Carnaval como fiesta histórica?

- ¿Cómo fue el proceso de desarrollo del Carnaval en la ciudad de


Arequipa y que elementos culturales surgieron?

- ¿Cuáles fueron los escenarios de los grupos sociales en la fiesta y que


símbolo de poder podemos identificar?

- ¿Quiénes fueron los protagonistas involucrados en las actividades de la


fiesta del Carnaval?

La hipótesis de nuestro trabajo la planteamos de la siguiente manera: dado que


la fiesta del Carnaval a lo largo de varios días trastorna las reglas sociales
establecidas, sólo ciertas familias son las que a partir de mecanismos sociales,

1 RIVERA SERNA, Raúl. “Historia de la historia”. En: Historia del Perú. Tomo X. Ed. Juan Mejía
Baca.p.285.
2
BASADRE, Jorge. Historia de la República. Lima. 1962. p. 36.

vi
aprovechan las circunstancias para obtener poder y prestancia social en la
ciudad.

Las fuentes que hemos consultado son impresas y están atesoradas en la


Hemeroteca Municipal de Arequipa, concretamente son los periódicos
denominados “El Pueblo” y “El Deber”, de cada uno hemos fichado año a año
de 1900 a 1960, las noticias, los diversos anuncios y avisos relacionados al
Carnaval. La información la hemos sistematizado cronológicamente, la
organizamos para analizarla, interpretarla y presentarla principalmente en el
capítulo tercero con sus correspondientes conclusiones, enfocando la dinámica
de la sociedad en la festividad días antes, durante y al final.

Nuestro objetivo general, es explicar los mecanismos sociales del poder en el


desarrollo de una festividad traída de Occidente denominada Carnaval en la
ciudad de Arequipa.

Nuestros objetivos planteados en esta investigación son:

a. Describir el origen y proceso de la fiesta “Carnaval” en el proceso histórico


hasta llegar al Perú en el siglo XVI.

b. Explicar la dinámica de la festividad del Carnaval en la ciudad de Arequipa


entre 1900 a 1960.

c. Analizar la dinámica de esta festividad, identificando a los principales actores


los mecanismos de poder y prestancia social en dicho evento.

La metodología que hemos empleado, se basa en analizar las noticias


vinculadas al Carnaval e interpretar los acontecimientos desde una perspectiva
del poder social, por ello el rol de las reinas de los diferentes sectores socio-
económicos de la ciudad. El protagonismo femenino es el que se pretende
mostrar con nuestro trabajo, por ello, las variables que hemos elegido son:

- Tipología del origen de cada reina según los patrocinadores.

- Lugares donde se realizaron los bailes y festejos agasajando a su reina.

vii
- Rol de las casas comerciales para lograr sobresalir entre sus similares,
al auspiciar el evento.

- Tipología de las consecuencias del Carnaval.

En nuestra investigación veremos que en medio siglo y una década hay dos
períodos bien definidos, el primero desde el inicio del siglo XX hasta 1923, año
que se promueven los reinados de belleza y organización de numerosos bailes
y pasacalles, el segundo desde esa fecha hasta fines de la década de los años
cincuenta, con las numerosas migraciones se introducen nuevos elementos del
Altiplano. En ambos períodos hay un determinado comportamiento social en los
distintos sectores sociales, que fue transgredido en los días del Carnaval.

Para nuestro marco teórico, hemos consultado a los autores Humberto Eco y
Mijael Bajtín, sus obras han sido los pilares de este trabajo. Consideramos que
los aportes Bajtín son fundamentales para estudiar el Carnaval, sobre todo
para analizar el aspecto lúdico en función a la prohibición establecida. También
hemos tomado en cuenta los estudios de otros investigadores como, Julio Caro
Baroja, Eloy Benito Ruano, José Antonio Flores Martos, Jacob Burckhardt,
Natalia Lema, consultando libros y artículos de su autoría.

Al revisar la historiografía sobre el tema, encontramos sólo trabajos realizados


que se encargan del estudio del Carnaval enfocado desde el aspecto cultural,
social y económico, por Helard Fuentes Pastor: “Análisis histórico-social de las
fiestas del Carnaval en Arequipa durante el siglo XX: 1923-1960”, tesis para
optar el grado de licenciado en Historia en la Universidad Nacional de San
Agustín de Arequipa, y el otro trabajo fue de la bachiller Angelita Balcázar
Rojas “Uso de la fiesta popular como medio de comunicación comercial: el
caso del Carnaval de Cajamarca” presentada para obtener el grado de
licenciada en la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación de la
Pontificia Universidad Católica del Perú. Ambas investigaciones, no analizan el
comportamiento de la sociedad dentro de los días festivos, tiempo en el que
surge y se articula un mundo subalterno, en donde prima lo prohibido, alcanzar
el prestigio social para obtener una posición singular en la jerarquía social
arequipeña.

viii
No podemos dejar de mencionar a Rolando Rojas Rojas, quien se encarga de
describir a esta fiesta en su dimensión popular y cultural, lo cual nos sirvió
bastante para nuestra investigación, otros autores consultados fueron José
Carlos Mariátegui, José María Argueras, Thomas Abercrombie, quienes hablan
del Carnaval como un proceso de transformación de los participantes y un
retorno a la vida cotidiana. Sin embargo es la apreciación de Rosa María
Acosta de Arias, la que nos permite plantear periodos en el proceso de la fiesta
a nivel nacional.

En cuanto a los estudios del Carnaval en Arequipa, no contamos con libros que
hablen específicamente del mismo, pero existen algunos artículos cortos en
periódicos que nos brindan algunas referencias. En cuanto al contexto local
encontramos a Francisco Mostajo, quien es el autor de los arequipeñismos en
la fiesta, lo cual nos permite un acercamiento histórico, ya que en ella se
resalta la participación popular, este enfoque es más antropológico que
histórico.

El sociólogo Héctor Ballón Lozada, en su libro: “Mostajo y la historia de


Arequipa”, describe que en la cultura arequipeña hay estratificaciones y en
estas a la vez hay dislocaduras. La sociedad arequipeña no era totalmente
cristiana, ya que practicaba costumbres paganas, a pesar de ser conservadora.
El historiador Eusebio Quiroz Paz Soldán, en su libro: "Visión histórica de
Arequipa", explica que a partir del año de 1960 Arequipa toma un nuevo rostro,
con la llegada de los migrantes y con ella sus costumbres, es así que el aporte
andino se incrementa. El arquitecto Ramón Gutiérrez en su obra: "Evolución
histórica urbana de Arequipa", señala que el proceso migratorio, no solo
aumento la población, sino también cambió el modo de vida, ya no existía el
dominio blanco, sino predominaba lo mestizo y lo indígena, así surgió una
nueva burguesía.

Ballón Lozada en su publicación: "Mostajo y el folclore arequipeño", considera


que el primer Carnaval que se desarrolló en la ciudad de Arequipa tuvo que ser
en febrero, marzo o abril de 1541, es así que la sociedad arequipeña criollizó
esta fiesta pagana, convirtiéndola paulatinamente en un Carnaval popular.
Cada vez tomó mayor fuerza colectiva el Carnaval de Arequipa, con sus

ix
características lugareñas. También fue editada una revista sobre el Carnaval
loncco de Cayma, la cual describe las costumbres del distrito como la
tradicional entrada de ccapo y entrada de un muñeco vestido con ropajes
elegantes con serpentina llamado Ño Carnavalón.

El religioso arequipeño Carlos Escudero, en su libro titulado: "Vivencias",


describe del Carnaval de antaño en la ciudad de Arequipa, donde narra sus
vivencias y como se festejaban los días de Carnaval, que con el trascurso del
tiempo esta fiesta va perdiendo la importancia y sus costumbres.

Al conmemorarse el IV Centenario de la fundación de la ciudad, se editó el libro


de Adela Pardo Gámez de Belaunde “Arequipa su pasado, presente y futuro”,
considera que en las fiestas del Carnaval, uno de los personajes que
sobresalen son las reinas del Carnaval, así como reinas infantiles, las cuales
son elegidas mediante votaciones y desempeñan labores sociales, todas las
reinas proceden de familias distinguidas o de la élite arequipeña.

Edgardo Rivera Martínez, en su obra titulada: "Imagen y leyenda de Arequipa"


señala que en las fiestas del Carnaval se podía observar el grado de
civilización que pudiera tener esta sociedad, no eran decentes y eran farsas
bufandas igual a la Semana Santa. La gente se preparaba durante todo el año
y guardaba las cascaras de los huevos para luego jugar, en estas fiestas se
aseguraba los negocios.

Nuestra principal fuente es el periódico El Pueblo, suplementos o revistas de


diferentes épocas como, La Bolsa, El Deber, Noticias. También, nos ha sido de
utilidad la Municipalidad del distrito de Cayma y las memorias, como también
entrevistas de algunos pobladores, y la fuente documental consultada en la
Biblioteca Municipal “Ateneo”, CENDOC, Biblioteca general de la UNSA, en tal
medida nos ocupados de investigar y describir el proceso histórico de las
fiestas del Carnaval.

Hemos organizado la tesis en tres capítulos: el PRIMER CAPITULO desarrolla


las definiciones del término Carnaval a través de la Historia de la humanidad,
los orígenes de dicha fiesta en el Mundo Antiguo y con el surgimiento del
cristianismo que se dan en los días precedentes al miércoles de ceniza.

x
Estudiamos al Carnaval durante la Edad Media, desde sus inicios tuvo un
sentido liberador ayudado por el uso de disfraces y máscaras que permitían el
goce en el anonimato, puesto que ocultaban el origen social de cada uno de los
participantes de este festejo, reafirmando la idea de libertad y ruptura con las
normas. En el renacimiento adquirió gran importancia en Italia, sobre todo en
Venecia; también en esta época se señala el punto culminante de la vida
Carnavalesca, pierde casi por completo su carácter público, su papel en la vida
del hombre disminuye considerablemente, sus formas se empobrecen y se ve
nacer y florecer una fiesta de corte y de baile de máscaras.

El SEGUNDO CAPÍTULO, se ocupa de los antecedentes del Carnaval en


América, con la llegada de los conquistadores, que en su acervo cultural
trajeron esta fiesta costumbrista, entre ellas el Carnaval. Veremos la festividad
en la ciudad de Lima llamada de Los Reyes en la época colonial, y los más
representativos del sur andino: Cusco, Puno y Arequipa.

El TERCER CAPITULO, aborda la fiesta y el poder social en el Carnaval de


Arequipa, describiendo su contexto histórico en la Ciudad Blanca, la
organización municipal del evento y su gestión de los diferentes actos
culturales desarrollados también por intereses privados, hacemos un perfil del
comercio carnavalesco, mostramos a las personas y familias que obtienen
poder social en dicha festividad, y las consecuencias sociales del desarrollo de
la fiesta.

Finalmente, en las conclusiones se corrobora nuestra hipótesis planteada y el


alcance de nuestros objetivos a través de las variables seleccionadas y
analizadas. Incluimos la web grafía que hemos utilizado como fuentes en el
ciberespacio.

Arequipa, 17 de Diciembre del 2016

Julia Estela Condori Huamani

Yeny Nina Escalante

xi
CAPÍTULO I

EL CARNAVAL EN EUROPA: ORIGEN Y TRAYECTORIA (S.V-XVI).

12
1.1. DEFINICIONES DEL TÉRMINO CARNAVAL A TRAVÉS DE LA
HISTORIA.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, define:


carnevale, de carne 'carne' y levare 'quitar', calco del gr.
ἀπόκρεωςapókreōs. Se refiere a los tres días que preceden al comienzo
de la Cuaresma, a la fiesta popular que se celebra en Carnaval y
consiste en mascaradas, comparsas, bailes y otros regocijos bulliciosos.
También lo definen como un conjunto de informalidades y actuaciones
engañosas que se reprochan en una reunión o en el trato de un
negocio.3

En latín, a comienzos de la Edad Media la Iglesia Católica propuso una


etimología del término Carnaval, señala: del latín vulgar carne-levare que
significa “abandonar la carne”, era la prescripción obligatoria para todo el
pueblo durante todos los viernes de la Cuaresma; posteriormente, surgió
otra etimología que es la que actualmente se maneja en el ámbito
popular: la palabra Italiana carnevale que significa la época durante la
cual se podía comer carnes.

Otra aseveración indica que la palabra Carnaval viene del latín medieval
carnelevarium, que indica la prohibición de comer carne en tiempo de
Cuaresma. También se cree que deriva de las palabras más antiguas:
Carnestolendas y Antruejo. El término Carnaval se opone al de
Cuaresma, por ello es que este tiempo se caracteriza por la libertad y la
complacencia.

1.2. ORÍGENES DE UNA FIESTA PAGANA

Para intentar entender mejor la fiesta del Carnaval, hay que estudiarla
contextualizada en los rituales que integran el ciclo de la pasión y muerte
de Jesucristo. Esta ritualidad se inicia el día denominado miércoles de
Ceniza, luego continúa el periodo de Cuaresma y termina con la Semana

3
Real Academia Española http://dle.rae.es/?w=carnaval&m=form&o=h

13
Santa; desde el punto de vista conceptual, el Carnaval está íntimamente
ligado al tiempo de Cuaresma, es decir los cuarenta días especialmente
dedicados a la preparación espiritual de la Pascua de Resurrección de
Jesús.

El Carnaval ha sido considerado como el tiempo de desenfreno, obligado


antes de iniciar el ayuno y otros rituales de abstinencia establecidos por
la religión cristiana. En este marco, el Carnaval simboliza la necesidad
de desahogo social, un tiempo en que está permitido romper con el
orden establecido y las normas de comportamiento cotidianas, el tiempo
de las grandes libertades, del travestismo, del escándalo, de las injurias,
bromas, sátiras a personajes públicos, de la guía y la sexualidad
desenfrenadas, se reían los placeres de la carne sobre el recogimiento
del espíritu.

El Carnaval es por excelencia la fiesta de la diversión. En él se permite


romper todas las reglas y rebasar todos los límites sociales establecidos
y las fantasías no solo pueden convertirse en realidad, sino que se
materializan en lo cotidiano tras el disfraz más descabellado o con un
sencillo antifaz o máscara es posible cantar y bailar hasta el desenfreno.
La esencia del Carnaval está impregnada de un simbolismo de muerte y
resurrección de los ciclos vitales de la naturaleza y en mayor o menos
medida todos los ritos relacionados con el nos hablan de la reviviscencia
de la vegetación en la primavera. Es la misma vida que ha sido
expresada en celebraciones a dioses antiguos relacionados a la
fertilidad, a las plantas y de las sociedades.

Es este el concepto simbólico de las festividades celebradas en Grecia y


en la Roma cercana al surgimiento del cristianismo, el tránsito
conceptual de una cultura a otra se verifica en otros muchos rituales de
la religión católica. Es un hecho ampliamente reconocido que Jesucristo
es la síntesis histórica de los dioses solares redentores de las culturas
que lo precedieron, dioses representantes dual de la muerte y el renacer
que rigen la vida de los hombres y los fenómenos de la naturaleza.

14
Detalle de la pared de un templo sumerio en el cual se representa una
escena de una fiesta, en la cual los personajes han bebido mucho vino,
además está una mujer que ameniza musicalmente con una flauta.

http://jose-maria-naturalmente.blogspot.pe/2013/02/dias-de-carnaval-en-la-
vida.html

Escena en la que llega en un carro alegórico el rey Momo, acompañado


de músicos y gente bailando a su alrededor, mostrando que dicha
festividad era compartida por diversos sectores sociales.

http://jose-maria-naturalmente.blogspot.pe/2013/02/dias-de-carnaval-en-la-
vida.html

15
Otros autores indican que de esta celebración de las cuales deriva es
tan apreciado Carnaval fueron las Dionisias o Bacanales, dedicadas a
Dionisios, dios griego de las vides y del vino, su padre fue el dios Zeus y
su madre la mujer llamada Semele, hija de la reina Armonía y del rey
Cadmo soberano de Tebas.

Se practicaban dos tipos de festividades: las Grandes Dionisias, que


dieron origen al teatro griego, y las Pequeñas Dionisias, más antiguas
que las primeras y de carácter campestre. “En las Grandes Dionisias, los
seguidores de Baco bailaban frenéticamente al ritmo de música
concupiscente y se dedicaban a beber hasta la embriaguez. Machos
cabríos y toros se sacrifican, ya que estos animales simbolizaban la
potencia viril. También se realizaban escenificaciones de la muerte y
resurrección de Dionisios que acontecían en primavera. Existen algunos
elementos con los que podemos encontrar alguna similitud entre las
celebraciones dionisiacas y la intención primordial de desenfreno que
conlleva la fiesta de Carnaval4.

El Carnaval tuvo su origen en las Lupercales, festividades romanas


dedicadas a Fauno o Luperco, dios de la fecundidad, identificado con
Pan, deidad de los rebaños de las manadas. En Roma, los fieles de
Luperco se reunían en una gruta del Monte Palatino, la misma donde
vivió la célebre loba que amamanto a Rómulo y Remo, los fundadores
míticos de la ciudad. En dicha gruta, se le sacrifican perros y cabras; las
últimas se desollaban y los lupercos se ponían las pieles a manera de
capa. Así ataviados, recorrían las calles propinando latigazos a las
mujeres jóvenes que les salían al paso, con el fin de otórgales fertilidad.
Este ritual se llevaba a cabo el 15 de Febrero, día del “Toisón” o “piel”.5

El pueblo y los nobles se disfrazaban y salían a las calles, se divertían y


gozaban de mil maneras. Cesaban el 26 de marzo, día en que
reposaban y se preparaban para continuar el 27 con una procesión que
salía de Roma hasta el arroyo Almo. La imagen del dios, tallada en

4 IGLESIAS, Sonia “Las fiestas tradicionales de México”. 2009. p. 75


5
IGLESIAS, Ibídem. p. 76.

16
piedra negra, se trasladaba en una carrera tirada por bueyes, a la que
precedían los aristócratas romanos descalzos, caminando al compás de
música de flautas y tambores. Al llegar a orillas del Almo, un sacerdote
vestido de color purpura lavaba la carreta y la imagen con agua del
arroyo. De regreso a Roma, los fieles arrojaban pétalos de las
primaveras.

Las saturnales romanas eran festividades en las que también se


cometían excesos como todo tipo de irreverencias a las normas sociales
en forma de ritos de igualdad o de inversión de jerarquías. Eran
momentos de libertinaje que le gustaba a la sociedad y así se
consolidaba el orden establecido, por vía de contraste. Su continuidad
en la edad media introdujo muchas transformaciones, en consonancia
con las nuevas estructuras eclesiásticas y sociales.6

Algunos historiadores del Mundo Antiguo, afirman que las raíces de la


festividad llamada Carnaval, se remontan a más de 5,000 años a las
culturas sumeria y egipcia adoraban al buey Apis.

En la Biblia, figura en el primer libro de Reyes 18:26, 28, 29, que los
Profetas de Baal tomaron carne de buey y la prepararon para holocausto
sin poner fuego debajo, e invocaron el nombre de Baal, en el medio
danzas, bullicio y saltos de bailarines, clamando a grandes voces a su
dios, que descendiese y consumiese con fuego su ofrenda, sajándose
con cuchillos y lancetas hasta chorrear la sangre sobre ellos conforme a
su costumbre, con gritos frenéticos, hasta la hora del sacrificio.
Sabemos, por el texto de las Escrituras, que esperaron en vano ya que
nunca descendió fuego del cielo.

La expresión “carne a Baal” parece aproximarnos etimológicamente al


término “Carnaval”, pero, como luego veremos hay otro origen más
probable. Otros estudiosos sitúan el origen del carnaval en el Imperio
Romano, procedente de las fiestas paganas de Saturno (saturnales,
fiestas de invierno en Roma) las lupercales y las celebraciones en honor

6
IGLESIAS, Ibídem. p. 86.

17
de Baco, el dios del vino (de ahí viene la palabra “bacanal”, que era una
fiesta sin limitaciones en la búsqueda del placer carnal). Al dios Baco se
le representaba viniendo desde el mar en un suntuoso “carrus navalis”
Durante la Edad Media, en las zonas bajo influencia católico-romana,
estaba ya bastante extendida la práctica del ayuno a lo largo de la
Cuaresma. Como reacción al rigor cuaresmal, tomó auge la celebración
del Carnaval durante los tres días anteriores al miércoles de Ceniza,
fecha en que comienza la Cuaresma católica. El carnaval tiene pues, su
probable origen etimológico en el término “carne-levare” es decir, un
preparatorio a “quitar la carne”, y en este sentido, adquirió una cierta
tolerancia religiosa ante la perspectiva de pasar cuarenta días en
abstinencia de ciertos alimentos. La gente se hartaba de asados y
frituras, entre el domingo y el martes, pero además se pintaban, se
disfrazaban y conforme aumentaba la ingestión de alcohol se perdía el
dominio propio, se criticaba y se hacía burla aún de lo sagrado, haciendo
caso omiso a sus señores, líderes religiosos, y demás autoridades7.

1.3. LA FESTIVIDAD DURANTE EL IMPERIO ROMANO

El Carnaval deriva de algunas festividades muy arcaicas que los


romanos llamaban las fiestas Saturnales, en otros idiomas europeos los
equivalentes de la palabra carnaval son: Fasching, Mardi-Gras,
Vastelaovend, Bacanalias y las Lupercales, siendo su referencia más
antigua la sociedad griega, hacia el año 1100 a.C.8 Las Saturnales eran
fiestas que se celebraban cada 17 de diciembre en honor al dios Saturno
por ser el patrón de la abundancia. Las Bacanalias eran las festividades
que los griegos y romanos celebraban para rendir homenaje a Dionisos
dios griego del vino o Baco dios romano de la vendimia. La otra fiesta
anual eran las Lupercales, celebradas el 15 de febrero en honor del dios
Pan o Fauno.9

7 ANONIMO, “Origen y breve historia del carnaval” http://cearagon.org/web/wp-


content/uploads/2015/05/Deben-o-no-participar-mis-hijos-en-CARNAVAL-1.pdf . 1 -2
8
HERNANDES, Yamila y otros “Balance social del museo del Carnaval” 2011. p. 15.
9
QUIROZ CASTAÑEDA, Eugenia Peregrina. “La Copla cajamarquina: las voces del carnaval”
Tesis para obtener el título de Licenciada en Literatura Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Facultad de Letras y Ciencias Humanas. 1997. p. 32.

18
Escena de una Bacanal o también llamada fiesta de lupercales.

http://laiglesiademerida.blogspot.pe/2013/02/carnabaal-carnaval-origen.html

Escena de la fiesta Lupercales en una pared de antigua casa romana.

https://www.google.com.pe/search?q=lupercales&tbm=isch&imgrc=wXEaR6pd
MJdA_M%3A&ei=IYhMVqKwNcKKmQHl-6y4Dw&emsg=NCSR&noj=1

La etimología más conocida para la palabra carnaval según Ber Essers,


viene de “carrus navalis”, nombre que los romanos dieron a una litera o
carro en forma de barco. Un carro, con estas mismas características,

19
sobre el cual estaba la imagen de Dionisos que era paseado
solemnemente en procesión por la ciudad de Atenas, cuando se
celebraba a lo largo de tres días la llegada de la primavera. Ambas
manifestaciones eran más enérgicas que en la actualidad expansión del
imperio y a la popularidad de sus fiestas, el carnaval se difundió en otras
regiones de Europa10.

Máscaras de Carnaval representadas en una pared de casa en Roma.

www.google.com.pe/search?noj=1&tbm=isch&sa=1&q=máscaras+de+carnaval
+antigua+roma

Los estudiosos afirman que fue el Imperio Romano quien difundió la


costumbre de celebrar el Carnaval en Europa y que luego, en el siglo XV
se la empezó a difundir en América por los colonizadores españoles y
portugueses. En la Roma antigua, la celebración se daba a modo de
desfile de una carroza decorada como una embarcación en la que venía
Baco, quien viajaba desde el mar. A este navío se le llamaba carrus
navalis, término al cual también se le acredita la etimología de la palabra
Carnaval.11

10
QUIROZ CASTAÑEDA, Eugenia Peregrina. Ibídem. pp. 33 - 34.
11 BALCAZAR ROJA, Angelita del Pilar. “Uso de la fiesta popular como medio de comunicación
comercial: el caso del Carnaval de Cajamarca” Tesis para optar el título de Licenciada en
Publicidad. Pontificia Universidad Católica del Perú. Facultad de Ciencias y Artes de la
Comunicación. Lima 2012. p. 20.

20
El carro se dedicó a la diosa egipcia Isis, que propagaba el culto a los
celtas y germanos. Las Saturnales eran una fiesta que los romanos
celebraban cada 17 de diciembre. En ellas se elegía por sorteo una
especie de rey de los jóvenes que ejercía su autoridad aquel día sobre
sus compañeros y además se practicaban algunos ritos de inversión,
como el de que los siervos se comparasen con los amos y viceversa.12

Todas estas ceremonias tenían un punto en común, estaban asociadas


a los fenómenos espirituales, astronómicos y a ciclos naturales, se
manifestaban a través de expresiones como la danza, los cánticos, la
sátira, las máscaras, y el desorden. En una sociedad con tantas
diferencias sociales, las fiestas suplían la necesidad de libertad para
todos. Pobres y ricos se mezclaban durante el carnaval sin reconocerse
por los disfraces que llevaban. Este desenfreno de baile y diversión sin
medida, en un principio no fue visto con buenos ojos por la Iglesia
Cristiana, que consideraba al Carnaval demasiado permisivo a las
emociones, placeres y deseos de la gente.

Escena en la que se están repartiendo las máscaras para salir a bailar a la


calle.
www.google.com.pe/search?noj=1&tbm=isch&sa=1&q=máscaras+de+carnaval
+antigua+roma

12
ANONIMO, ibídem p.2.

21
S e gú n lo s b a rr io s o zo n a s d e la c iu d a d , se lle va b a n a ca b o
representaciones teatrales, torneos, excentricidades artísticas,
chirigotas, desfiles y algunas barbaridades con los animales, como
lanzar cerdos desde una colina dentro de una caja, apalear una piñata
con un gato dentro, etc. Pero los Carnavales de Roma fueron los más
complejos y sofisticados, con mucho recreo popular. Durante el Carnaval
Romano las calles y las plazas más famosas de Roma se llenaban de
gente porque se le ofrecían muchos espectáculos, música, desfiles en
máscara y banquetes.

Escena de bacanal romana.

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+antigua+roma&oq=máscaras+de+carnaval+antigua+roma

El primer teatro del Carnaval Romano fue Plaza Navona donde se


desarrollaron los torneos de los caballeros que tenían que golpear un
blanco rotatorio o los juegos del anillo, un juego que consistía en
ensartar con una lanza un anillo unido a un grande recipiente lleno de
agua que se volcaba sobre el caballero. En el Monte Testaccio empezó
la práctica de la “ruzzica de li porci” una tradición durante la cual se

22
hacían rodar desde una colina unos carritos con unos cerdos vivos, al
final de la cerro estaban las personas que esperaban a los cerdos
aturdidos para llevárselos a su propia casa.

Aproximadamente en la mitad del siglo XV Papa Paulo II ordenó que


todas las celebraciones se organizaran en Plaza Venecia para que el
palacio de propiedad del pontífice adquiriera más importancia.

Escena de baile y música en la antigua Roma.

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A lo largo de Vía del Corso se desarrollaban también dos actividades


populares que existían desde hace el Primero Carnaval Romano, es
decir, la Corsa dei Moccoletti y la Corsa dei Barberi. La primera consistía
en una carrera competitiva durante la cual los participantes tenían que
apagar unas candilejas en las manos de sus adversarios. La segunda,
era la tradición más esperada y consistía en una carrera de caballos
bereberes famosos para sus propiedades físicas. Los caballos se
arrojaban sin sus jinetes profesionales desde Plaza del Popolo y tenían
que alcanzar hasta Plaza Venecia, mientras que los mozos de cuadra y

23
los beréberes tenían que lanzarse entre los caballos para pararlos.
Durante los años esta exhibición fue prohibida y la tradición del Carnaval
siguió durante los años gracias a los desfiles de máscaras, a los
espectáculos, a las representaciones de la Comedia del Arte y gracias a
muchos otros eventos alegóricos en las zonas más famosas de Roma. 13

1.4. EL CARNAVAL EN LA EDAD MEDIA

En sus orígenes medievales el Carnaval fue muy significativo, tanto para


las clases altas como para las más bajas, posibilitó en gran medida, la
ruptura de barreras por algunos días entre clases sociales, ya que fue
una fiesta en la que todos los presentes se despojaban de las ataduras
que les imponía la sociedad. Desde sus inicios tuvo un sentido liberador
ayudado por el uso de disfraces y máscaras que permitían el goce en el
anonimato, puesto que ocultaban el origen social de cada uno de los
participantes de este festejo, reafirmando la idea de libertad y de ruptura
con las normas.

Todos estos ritos y espectáculos siempre asociados a lo cómico


presentaban una diferencia notable, una diferencia de principio con las
formas del culto y de las ceremonias oficiales serias de la Iglesia o del
Estado Feudal. Ofrecían una nueva visión del mundo, creaban una
especie de dualidad que ya existía en el estadio anterior de la
civilización primitiva. En el folklore de los todos los pueblos primitivos se
encuentra, paralelamente a los cultos serios, la existencia de cultos
cómicos que convertían a las divinidades en objeto de burla y de
blasfemia.14

Este contacto libre y familiar fruto de la presencia de lo cómico era


vivido intensamente y constituía una parte esencial de la visión
Carnavalesca del mundo. El individuo parecía dotado de una segunda
vida que le permitía establecer nuevas relaciones, verdaderamente
humanas, con sus semejantes. La alienación desaparecía

13 FLORES MARTOS, Juan Antonio “Un continente de Carnaval: etnografía critica de


Carnavales Americanos” p. 29.
14
LEMA, Natalia “El Carnaval y su riqueza cultural, estética y religiosa” 2009. p. 8.

24
provisoriamente; el hombre volvía a sí mismo y se sentía un ser
humano entre sus pares.

Músico-arlequín divirtiendo al pueblo.

www.google.com.pe/search?noj=1&tbm=isch&sa=1&q

Es entonces que, durante el Carnaval en la plazas públicas, la abolición


provisoria de las diferencias y las barreras jerárquicas entre las
personas, y la eliminación de ciertas reglas y tabúes vigentes en la vida
cotidiana creaban un tipo de especial de comunicación a la vez ideal y
real entre la gente. Esa comunicación era imposible de establecer en la
vida ordinaria.

El control que el poder político tiende a realizar sobre la fiesta, y la


enorme importancia que este puede llegar a tener, cuenta desde hace ya
mucho tiempo con un ejemplo más significativo y curioso: el de los
Carnavales. Estas fiestas, llamadas también “Carnestolendas” o
“Carrestolendas”, eran una importante festividad de diversas máscaras
con la que se despedía el consumo de la carne, prohibido por la Iglesia
durante el periodo de la Cuaresma. Durante dos o tres días anteriores al
inicio de esta que comenzaba el miércoles de Ceniza y es una de las

25
manifestaciones lúdicas medievales más estudiadas y mejor
conocidas.15

La función social correspondía a la de un breve periodo de supresión de


los tabúes, que servía principalmente para resaltarlos y reforzarlos
durante el resto del año. Por tanto, el Carnaval, en tanto que
transgresión autorizada, no era otra cosa que una válvula de seguridad
que dejaba escapar no pocas tensiones sociales, y que facilitaba y
garantizaba que quienes ejercían un claro dominio social lo mantuvo y
aumentaran.

En toda Europa, a partir de siglo XI, se acentúa el carácter público de las


manifestaciones ligadas al Carnaval. En Londres, las crónicas hablan de
rituales públicos llevados a cabo por determinados grupos de personas.
Casi siempre se trata de jóvenes varones que se organizan en grupos
sobre la base de criterios territoriales, sociales o de edad y que
aprovechan este período para ritualizar el pasaje, no sólo de una época
del año a otra, sino también de una determinada condición, clase o
edad, a otra.16

Músicos con disfraces de animales.


www.google.com.pe/search?noj=1&tbm=isch&sa=1&q=máscaras+de+carnaval
+edadmedia

15
LEMA, Ibídem. p. 11.
16
LEMA, Ibídem. p. 14.

26
Especialmente en Italia, el Carnaval se convirtió en la ocasión preferida
para celebrar combates rituales, en los que se ponían en evidencia las
luchas entre los diferentes partidos entre sí; estos combates eran en
realidad, juegos donde lo más importante era demostrar valentía.17

Uno de los elementos definitorios de los carnavales de todas las épocas


son las máscaras. Su origen se pierde en el tiempo y, aunque
censuradas por la Iglesia, acaban convirtiéndose en el símbolo de esta
fiesta y tienen que ver con la idea de ocultarse dentro de un marco de
diversión, ya que “La risa carnavalesca es ante todo patrimonio del
pueblo…”18. Desde siempre, las máscaras se asocian con el Carnaval,
hasta el punto en que se establece una especie de identificación entre
los dos términos. Por este motivo, fueron condenadas por la Iglesia
desde el inicio, porque rompían la semejanza entre el hombre y su
creador, transformándose en ídolos diabólicos. Por otra parte, fueron
condenadas también por las autoridades civiles, porque todo tipo de
enmascaramiento o de disfraz podría plantear problemas de orden
público, puesto que convertía en irreconocibles a los autores de
posibles delitos.

Durante el Carnaval, se realizaban actos y procesiones extensas que


llenaban las plazas y las calles durante días enteros. “… Europa a partir
de siglo XI, contribuyó mucho, en los últimos siglos del medioevo, a
acentuar el carácter público de las manifestaciones ligadas al
Carnaval…”19. Todos estos ritos y espectáculos organizados a la
manera cómica, presentaban una diferencia notable, una diferencia de
principio con las formas del culto y las ceremonias oficiales serias de la
Iglesia o del Estado Feudal. Ofrecían una nueva visión del mundo,
creaban una especie de dualidad del mundo que ya existía en el estadio
anterior de la civilización primitiva.20

17
LEMA. Ibídem. p. 22.
18 BAJTÍN, Mijael “El renacimiento y la cultura popular”. p. 17.
19
BAJTÍN. Ibídem. p. 22.
20
LEMA. Óp. Cit. p. 29.

27
Escena teatral durante los días de Carnaval.

www.google.com.pe/search?noj=1&tbm=isch&sa=1&q=carnavaledadmedia

Durante la Edad Media, casi toda fiesta religiosa, el Corpus Cristi en


particular tenía su momento Carnavalesco de plaza pública, se
realizaban muchas fiestas regionales como las corridas por ejemplo
tenían un carácter carnavalesco nítidamente pronunciado, en las fiestas
de la viña, en los días de representaciones de milagros, de misterios,
etc. reinaba igualmente una atmosfera de Carnaval. Las grandes urbes
de la Baja Edad Media, como Roma, Nápoles, Venecia, Paris, Lyon,
Núremberg, Koin, etc. llevaban duramente tres meses al año una vida
carnavalesca.

Por todo ello, el hombre de la Edad Media tenía dos vidas: la una oficial,
monolíticamente seria y limitada, sometida a un orden jerárquico rígido,
penetrado de dogmatismo, de temor, de veneración, de piedad y la otra
de carnaval y de plaza pública libre, llena de risa ambivalente, de
sacrilegio, de profanaciones, de envilecimiento, de inconvenientes, de
contactos familiares con todo y con todos. Estas dos vidas estaban
perfectamente separadas por los límites temporales estrictos y al mismo
tiempo también eran dos vidas perfectamente licitas21.

21 MIJAEL BAJTIN. Carnaval y Literatura. Sobre la teoría de la novela y la cultura de la risa”


pp.322-323.

28
El Carnaval sintetizaba el contenido de todas las fiestas de invierno y
recogía o concentraba muchos ritos y elementos contenidos en ellas,
como ha demostrado el especialista Julio Caro Baroja al estudiar esta
fiesta: “representación del paganismo en si frente al cristianismo…hijo
prodigo del cristianismo pues… no existiera en la forma concreta en que
ha existido desde fechas oscuras de la Edad Media europea… sin la
idea de Cuaresma, sean cuales fueren sus raíces en la antigüedad. En
castellano, Carnaval es un italianismo que ha desplazado a las palabras
tradicionales: Carnestolendas y Antruejo. La primera quiere decir lo
mismo que Carnaval, pues se refiere a la inmediata abstinencia de
comer carne durante la Cuaresma (carne “levare”, “carnes tollendas”),
mientras que la segunda manifiesta el carácter que tiene la fiesta como
introducción a la Cuaresma (“introitus” “entroido” “antruejo”)22.

El Carnaval venía precedido por las comillas del jueves “gordo” o


“lardero” (de “lard”, tocino, “dijou gras” en la Cataluña, “giovedi grasso”
en Italia), y alcanzaba su culminación en el domingo, lunes y martes
anteriores al Miércoles de Ceniza, fecha de comienzo de la Cuaresma.
Sus prácticas lúdicas e injuriosas, sus manifestaciones de crítica y sátira
social y política, su inversión de valores, su descomedimiento,
adquirieron formas e intensidades diversas, que concluían siempre con
su entierro, tras haber sido derrotado por la Cuaresma, según relata el
tema literario medieval tan conocido en las diversas lenguas.23

22 CARO BAROJA, Julio “El Carnaval: Análisis histórico cultural”. p. 48.


23
BENITO RUANO, Eloy. “Tópicos y realidades de la edad media III”. p. 92.

29
El Carnaval en Europa medieval.

www.google.com.pe/search?noj=tbm=isch&sa=1&q=carnavaleuropamedieval

El Carnaval permitía la crítica de la incriticable, desde la ridiculización de


las formas de gobierno, de la manera de vida de la clase noble, hasta de
los ritos de una religión que impone su moral y los patrones de
comportamiento en otro tipo de festividades, esta capacidad de critica
junto con otros excesos permisibles son la base de la enorme
popularidad de lo carnavalesco en la Baja Edad Media24.

Se despoja de sus vestiduras al rey, se le quita la corona, sus insignias


de poder, se hace mofa de él, se le golpea, todos se burlan de él.

En los carnavales europeos había por lo general un aparato especial


(generalmente un carro con toda clase de artículos referentes al
Carnaval) llamado “infierno”; al final de la ceremonia se lo quemaba
solemnemente (a veces este “infierno” formaba una pareja ambivalente
con el cuerno de la abundancia). El rito de los Mocolis del Carnaval
romano era igualmente muy característico, cada participante llevaba un
cirio alumbrado (pedazo “de esperma”) e intentaba apagar el de los
demás gritando ¡sia ammazalo! (que muera).25

El lugar de desarrollo del Carnaval eran las plazas públicas y las calles
adyacentes que le servían de arena principal. Es cierto que el Carnaval

24
BENITO, Ibídem. p. 94.
25
BAJTIN, Óp. Cit. P. 316.

30
penetraba igualmente en las casas (se encontraba limitada de hecho en
el tiempo pero o en el espacio); no conocía ni el escenario ni la rampa
del teatro. Pero su lugar central solo podía ser la plaza, pues era por su
concepción universal y popular, todos deben tomar parte en el contacto
familiar. La plaza era símbolo de la cosa pública. Pero la plaza del
Carnaval, la de los actos carnavalescos adquiere un matiz
suplementario, más amplio y más profundo26.

El Carnaval florentino superaba al romano en cierto tipo de carros que


incluso ha dejado huella en la misma literatura. Así, entre la multitud de
máscaras de a pie, o cabalgaba corceles, aparecía un formidable carro
al que se había dado alguna forma fantástica y sobre el cual se veía una
figura alegórica predominante con sus debidos acompañantes, por
ejemplo, los celos con cuatro rostros alrededor de la cabeza, cada uno
de ellos provisto de anteojos, o los cuatro temperamentos con sus
planetas correspondientes, o también las tres Parcas, o la discreción
dominante el miedo y la esperanza, que yacen ante ella encadenados; o
los cuatro elementos, las tres edades, los vientos, las estaciones del
año, etc.

Escena carnavalesca con el rey Momo llevado en su anda.

www.google.com.pe/search?noj=1&tbm=carnavaleuropa&sa=1&q

26
BAJTIN, Ibídem. p. 321.

31
Tampoco era anormal que estos enormes carros presentaran escenas
mitológicas magníficamente dispuestas, como Baco y Ariadna, Paris y
Helena y otras semejantes, o un coro de personas representando a
todos los que pertenecían a una misma categoría o clase social, como,
por ejemplo, los mendigos, los cazadores acompañados de ninfas, las
almas en pena de las mujeres que en vida fueron despiadadas, los
ermitaños, los vagabundos, los astrólogos, los demonios, los vendedores
de un artículo determinado, e incluso en cierta ocasión il Popolo, la gente
misma, que en su canto se acusaba mutuamente de pertenecer a una
mala raza. Y dichos cantos, que han sido recopilados y archivados,
ofrecían determinados explicaciones sobre los elementos que
componían la procesión, ya de forma patética, ya caprichosa, o ya con
expresiones altamente indecentes.27

La relación entre Carnaval y religión, se hace necesario hablar de la


lucha entre Carnaval y Cuaresma. Unos de los cuadros más famosos de
Brueghel es el combate entre estos, en el cual un hombre gordo
montado sobre un barril lucha contra una mujer delgada sentada en una
silla. El significado literal de esta obra es bastante obvio, en la medida en
que las batallas fingidas de estos dos personajes eran parte común de
las celebraciones carnavalescas. Sin embargo, entre los especialistas
se han producido numerosos debates sobre otros posibles significados
de la representación citada. Se intenta interpretar a la figura de Carnaval
situado en el cuadro en la parte de la taberna como un símbolo de la
cultura popular tradicional, y a “Cuaresma” en el lado de la iglesia como
a los clérigos que en esos momentos (1559) estaban tratando de
reformar o suprimir muchas de las fiestas populares. 28

Hubo, entonces, intentos que de forma sistemática llevaron a cabo


algunas personas procedentes de las clases cultas para intentar
cambiar las actitudes y valores. En este proceso, sería incorrecto
sugerir que los artesanos y los campesinos fueron simples,

27 BURCKHARDT, Jacob “La cultura del renacimiento en Italia” ediciones Akal S.A. segunda
edición 2004. Madrid-España. p. 359.
28
LEMA, Óp. Cit. p. 31.

32
“receptáculos pasivos” de esta reforma, por el contrario también la
reforma la hicieron también muchos campesinos u otros pertenecientes
a las clases populares. Sin embargo, el liderazgo de este movimiento
estuvo en las manos de la elite cultural y especialmente en las del clero.

Este movimiento reformista no fue monolítico, sino que adquirió


diferentes formas de región en región y de generación en generación, y
presentó dos caras, la negativa y la positiva. El lado negativo fue el
intento de suprimir –o al menos de purificar– muchos de los elementos
de la cultura popular tradicional. El lado positivo del movimiento
consistió en intentar llevar las reformas católicas y protestante a los
artesanos y a los campesinos.

Los reformadores se oponían con especial intensidad a ciertas reformas


religiosas, a los sermones populares y, sobre todo, a las fiestas
religiosas, ya fuesen estas las celebraciones de los días de los santos o
las de las peregrinaciones. También se oponían a un gran número de
elementos de la cultura popular secular que incluiría a los actores, las
baladas, las luchas de perros y osos, las corridas de toro, los naipes, los
libretos populares, los charlatanes, los bailes, los dados, las
adivinaciones, las ferias, los cuentos populares, los echadores de
fortunas, los magos, las máscaras, los juglares, los titiriteros, las
tabernas o la brujería. Muchos de estos productos o actores de la
cultura popular solían estar asociados con el Carnaval, por lo que los
reformadores concentraron sus ataques en estas fiestas. Las reformas
culturales, además, no solo se limitaban a lo popular, en la medida que
los piadosos desaprobaban todas otras formas de espectáculos. Sin
embargo, la impresión que queda de este movimiento es que los
mayores ataques fueron dirigidos contra las formas de diversión
popular.

Si se considera al Carnaval como ejemplo de fiesta popular, los


reformadores hacían dos objeciones religiosas esenciales: en primer
lugar, el carnaval no era cristiano porque contenía restos del paganismo
clásico; en segundo lugar, porque con ocasión de su celebración el

33
pueblo daba rienda suelta al desenfreno.

La primera de las objeciones puede ser descrita como teológica. A los


reformadores les disgustaban muchas de las costumbres populares,
porque no eran más que vestigios paganos es decir, supersticiones en
el sentido original del término. La idea de que el Carnaval y otras fiestas
importantes eran reliquias precristianas tenía su razón de ser en el
paralelismo que hacían estos reformadores entre las fiestas antiguas y
las de su época.

Los dioses y diosas paganas eran considerados como demonios, eran


denunciaba las obras de teatro como la liturgia del diablo,
probablemente estaba hablando literalmente. Los reformadores
protestantes llegaron todavía más lejos al describir como precristianas
muchas de las prácticas de la Iglesia católica, comparando –por
ejemplo– el culto a la Virgen María con el que se dirigía a Venus, y
descubriendo a los santos como los sucesores de los dioses y de los
héroes paganos, de quienes habían tomado sus funciones de curar la
enfermedad y de protección contra los peligros. A San Jorge, por
ejemplo, se lo identificaron con un nuevo Perseo y a San Cristóbal con
un segundo Polifemo. Lo mágico también llego a ser denunciado como
una pervivencia pagana. Los protestantes acusaban a los católicos de
practicar una religión mágica, al tiempo que los reformadores católicos
se esforzaban en purificar de hechizos la cultura popular29.

29
LEMA, Ibídem. p.33.

34
Festejo del Carnaval, diversas escenas de la población.

http://blogbibliotecas.mecd.gob.es/2015/02/16/el-carnaval-como-fiesta-popular/

En este período se encuentran dos éticas opuestas, con dos formas de


vida en conflicto. La de los reformadores estaba inspirada por la
decencia, la diligencia, la gravedad, la modestia, la disciplina, la
prudencia, la razón, el autocontrol, la sobriedad y la frugalidad. Hasta
ahora se ha descripto el movimiento de reforma de la cultura popular
como algo que afecto a toda Europa, a pesar de la existencia de
diversas creencias religiosas.

En lo relativo a las críticas de la Iglesia, hay que recordar, una vez más,
como “la iglesia medieval lo dominaba todo y podía permitir toda clase
de sátiras y parodias dirigidas contra el clero sus rangos y ordenes de
monjes, los santos y sus fiestas, elementos del culto reliquias, sermones,
etc, sin que esto afectara la esencia de su ser”. Por contrario era un
modo de mitigar resentimiento; las restricciones vinieron cuando la
jerarquía se sintió menos segura o, mejor tal vez, cuando lo religioso se
sacralizo aún más y no se admitía parodias “profanadoras” que parecían
incompatibles con una realidad radicalmente seria30.

Lo más singular del Carnaval era el desfile de disfraces o máscaras,


paródico, y las danzas desenfrenadas al son de “instrumentos” “que
30
BENITO, Óp. Cit. p. 94.

35
tendían a la destemplanza, como cencerros o esquilones, bramadores o
remedadores altisonantes, cuyo objeto era la emisión de ruido y la
creación de un ambiente descontrolado”, “las formas de representación
carnavalesca incluyen dramatizaciones satíricas de la vida noble, de las
costumbres de los clérigos, de elementos populares de las formas
procesionales, como la tarasca del Corpus, o los gigantes festivos,
presentándolos en escenarios móviles. El Carnaval, como farsa por
excelencia que era, tenía sus creaciones teatrales propias.

El Carnaval en la ciudad de Roma durante el siglo XV, donde, en


tiempos de Paulo II (1464-1471), la autoridad pontifica agotaba las
energías de los ciudadanos con el siguiente programa: “Lunes, carrera
de jóvenes. Martes, carrera de judíos. Miércoles, carrera de viejos.
Jueves, el papa va de caza con su corte. Domingo, se corren tres palios.
Lunes, se corre el palio de los búfalos. Martes, se corre el palio de los
asnos; fin de fiestas”.31

Escena carnavalesca, estar dante con la cara del rey Momo pintada.
http://laregledujeu.org/2015/03/06/19615/lenterrement-de-la-sardine-et-le-lycee-
carnot/

31
BENITO, Loc. Cit.

36
La importancia de la Iglesia, y su decisivo peso a la hora de fijar los
ritmos festivos de la comunidad es harto evidente durante toda la Edad
Media. Así, la cristianización de ancestrales costumbres paganas y la
imposición de festividades propias había tejido, ya en el siglo XV, una
tupida trama festiva que organizaba el calendario en torno a los
principales actos litúrgicos. La apropiación del importante dominio de lo
temporal por parte de la Iglesia se pone de manifiesto, por ejemplo, al
comprobar que es esta quien marca los ritmos anuales de toda la
población, quien señala y levanta los principales hitos en el calendario.
Por si fuera poco, las principales fiestas cristianas trascendían
claramente el terreno de lo estrictamente religioso, y puede decirse que
constituían por si mismas unos importantes actos sociales a los que no
era fácil sustraerse. Esto ocurría en especial cuando se celebraban
procesiones religiosas.32

El poder político era el encargado de establecer y hacer cumplir con esta


obligatoriedad. Se hace así evidente la importante influencia que tenía la
Iglesia en la actuación de la ciudad. Hasta el punto que parece que estas
manifestaciones religiosas eran entendidas como un importante acto
comunitario de sociabilidad.

En la ciudad de Florencia gobernada por los Medicis para exaltar el


poder y la independencia de la ciudad y representar apoteósicamente a
las familias aristocráticas mediante los desfiles de triunfos, carrozas y
máscaras, o a la organización del de Nuremberg por el municipio para
asegurar su buen gusto, o bien al paso de una fiesta as espontánea y
popular, con matices de descontrol e incluso de peligro, a otra
codificada, domesticadas, a lo largo del siglo XVI.

En Florencia entre 1497 y 1498, se intentó una auténtica revolución


cultural, cambiante el sentido del Carnaval, mediante la quema de libros
y objetos de cultura profana, considerados incitación a la vanidad del
mundo, la representación de piezas teatrales por niños mayores de 10

32 OLMOS HERGUEDAS, Emilio “Costumbres festivas en la baja Edad Media Castellana: El


ejemplo de la Villa de Cuellar” p. 13.

37
años (fanciulli) y una misa solemne con cantos religiosos en la mañana
del martes de Carnaval, y , por la tarde, una gran procesión de fanciulli
vestidos de blanco, con ramos de olivo y portando cruces rojas, seguidos
por otros niños, mujeres y varones, la procesión concluía en la Plaza de
la Signoria, donde se procedía a prender la gran “hogueras de las
vanidades” con múltiples objetos distribuidos en gradas, según el pecado
capital al que remitiera su empleo, añadiendo el uso pirotécnico de la
pólvora. 33

En el caso concreto de España el Carnaval del medievo tuvo gran


magnificencia gracias a que los árabes mostraron un gran entusiasmo
por él. A partir de este momento esta fiesta tendrá altibajos que estarán
directamente relacionados con las prohibiciones o el apoyo que recibe
de parte de las autoridades competentes.

El Carnaval es una licencia para que toda persona decente pueda correr
como loco por esas calles de Dios, con un rabo más grande que el de
luzbel, y un pedazo de cartón en la cara haciendo el oso delante de todo
el mundo. Los primeros sacerdotes cristianos se desgañitaban
declamando contra las bacanales; pero las locuras de aquellas épocas
habían echado demasiadas hondas raíces en las costumbres para que
las gentes renunciasen a ellas. Los catecúmenos no tenían
inconveniente a someterse al bautismo y adoptar la nueva ley, con la
condición de que no se les privasen aquellas diversiones favoritas. El
hombre era inseparable de la neófita, y la neófita apasionada de
aquellos placeres a los cuales quería hacerle renunciar el bautismo. En
esta lucha el ente positivo y el ente de razón, no siempre se llevaba el
último la victoria. Se apetecía el bautismo sin renunciar a las máscaras.
Tertuliano se queja de esto amargamente; pero hubo que ceder a la
fuerza de la costumbre y transigir. Así es que la institución del ayuno
preparatorio a la fiesta de la resurrección , o la pausa cristiana
imponiendo una dura penitencia de cuarenta días de austeras
privaciones dio motivo a que antes de entrar a esta rigurosa cuarentena,

33
OLMOS HERGUEDAS, Ibídem. p. 14.

38
permitiese el cristianismo todas las locuras del carnaval, pero no solo
eran permitidas en estas épocas. Los ministros de religión eran los que
más aprovechaban de semejante tolerancia para solazarse, en cambio
de sus privaciones, y llevaron el delirio hasta el extremo de disfrazarse
en muchas circunstancias solemnes y hasta en las pompas fúnebres y
entierros.34

El Carnaval jamás autorizado y siempre tolerado, se celebraba en


comunidades religiosas. Hace ya algunos siglos que el último domingo
de carnaval se celebraba en roma una fiesta a la que asistía el papa a
caballo, rodeado de todos los carnavales, la gente a pie, los pobres y los
ricos a caballo (esta es costumbre de todas las épocas) iban en
procesión al monte Testáceo, donde se hacía un sacrificio solemne.
Empezaba se la función de inmolar un oso. Era símbolo del diablo
tentador de nuestra carne. Mataban enseguida unos becerrillos que
decían significaba el orgullo de nuestras placeres. Que el diablo fuese
representado por un oso es concebible su fealdad podría justificar la
comparación; pero que los inocentes becerritos fuesen símbolo de la
voluptuosidad y del orgullo es difícil de concebir.

En el siglo XV tenían también los cardenales la costumbre de disfrazarse


y pasearse por las calles de Roma, en carrozas triunfales con la cara
tiznada, precedidos de trompetas y clarines; y como se disfrazaban en
las iglesias, lo prohibió en 1456 el concilio de Soissons; y por último el
concilio de Toledo prohibió en 1565, que los eclesiásticos se disfrazasen
; pero como los Frailes de España eran siempre alegres y aficionados a
la zambra y gresca, fueron los únicos que continuaren solemnidades
disfrazándose y bailando en algunos coros 35.

34 AYGUALS de IZCO D Wenceslao “Composiciones jocosas en prosa” colección de autores


españoles tomo VII.1867. p. 92.
35
AYGUALS de IZCO, Ibídem. p. 94.

39
1.5. EL CARNAVAL EN EL RENACIMIENTO

A partir del renacimiento; el Carnaval adquirió gran importancia en Italia,


particularmente en Venecia cuyo esplendor excedía al resto. En el siglo
XVI cuando Venecia era una potencia temida y triunfaba en el
mediterráneo hay referencias a su existencia. Pero no fue hasta 200
años más tarde cuando se declaró festividad pública aunque es
indudablemente en el siglo XVIII cuando el Carnaval de Venecia logra su
máximo apogeo. A el acudían aristócratas provenientes de lugares
diversos y no era raro que los príncipes y nobles europeos se escaparan
a divertirse y disfrutar de la riquísima estación lirica programada durante
las fechas.

Así esta costumbre se expandió luego entre todos los países europeos
católicos y poco fue moldeando sus características dependiendo de las
costumbres propias de cada país.36

Escena del Carnaval, festejando en el interior de una taberna.


https://rutasineditas.wordpress.com/2015/01/04/el-rey-de-la-faba/david-teniers-
rey-de-la-faba/

36
BAJTIN, Óp. Cit. p. 324.

40
En la época del renacimiento, e impulso carnavalesco ha echado abajo
muchas barreras y ha irrumpido en muchas esferas de la vida y de la
ideología oficial. El renacimiento señala el punto culminante de la vida
carnavalesca. Luego viene su ocaso a partir del siglo XVII la vida popular
carnavalesca retrocede: pierde casi por completo su carácter público, su
papel en la vida de los hombres disminuye considerablemente, sus
formas se empobrecen, se simplifican. El renacimiento ve ya florecer una
fiesta de corte y de baile de máscaras, heredada de un cierto número de
formas y de símbolos carnavalescos, pero cuyo objetivo es sobre todo
exterior, decorativo. Más tarde aparecen una serie de regocijos extraños
a la corte, y que puede calificar de corriente de la mascarada, esta
conserva algunas libertades y algunos pálidos reflejos de la percepción
del mundo carnavalesco, se ha suprimido el carnaval de plaza pública
propiamente dicho.

Hasta la segunda mitad del siglo XVII, los hombres participan


directamente todavía en el carnaval o mejor dicho en otra forma: este
era una forma de la misma existencia. Por ello el carnaval tenía un
carácter directo (algunos géneros estaban al servicio inmediato de las
festividades). Por otra parte la carnavalización creo géneros nuevos,
determinando principios de obras literarios a partir del siglo XVII37.

Trajo consigo un opacamiento de la fiesta. Una ley de 1523 establecía


que “porque del traer de las máscaras resultan grandes males, y se
disimulan con ellas y encubren; mandamos que no haya
enmascaramiento en el reino, ni vaya con ellas ninguna persona
disfrazada ni desconocida; so pena que el que trajere de día y se
disfrazara con ellas, si fuera persona bajo le den cien azotes
públicamente, y si fuera persona noble u honrada, le destierren de la
ciudad y villa donde la trajere por seis meses, y si fuera de noche sea la
pena doble”.38

En la ciudad de Bolonia en 1506, se realizó un torneo entre “Carnaval”,

37
BAJTIN Mijael Ibídem. p. 326.
38
LEMA, Op. Cit. p.34.

41
sentado sobre un caballo gordo, y “Cuaresma”, sobre uno delgado; los
dos apoyados por un escuadrón de seguidores. El último acto de la
fiesta a menudo era un drama en el cual “Carnaval” era sometido a
juicio, confesaba sus delitos, hacia su testamento, se le ejecutaba –
generalmente en la hoguera– y, por último, se celebraba el funeral.
Alternativamente, se decapitaba solemnemente a un cerdo –como
sucedía cada año en Venecia.

En Paris, en 1583, Enrique III y su sequito recorrieron las calles


enmascarados yendo de casa en casa. En los carnavales celebrados a
comienzo del siglo XVI en Núremberg, las familias patricias jugaron un
papel prominente. Las sociedades festivas, como las del convento de
los Cornados en Rouen, o la de la compañía de la Mere Folle en Dijon,
estaban dominadas por los nobles, pero se integraban con el resto de
los habitantes en los distintos espectáculos. El primero de mayo
Enrique III iba, como cualquier otro joven, de romería. El
emperador Carlos V tomaba parte en las corridas de toros durante las
fiestas y a su bisnieto Felipe IV le entusiasmaba asistir a ellas.39

Estos momentos de regocijo colectivo ritualizado no eran los únicos de


la cultura popular en los que tomaron parte las clases altas y educadas.
Al menos en las ciudades, ricos y pobres, nobles y comunes,
escuchaban los mismos sermones. Poetas humanistas como
Policiano o Pontano recordaban el hecho de haber permanecido en la
plaza como uno más, para escuchar a los cantores de cuentos, los
cantastorie, disfrutando del espectáculo. Entre los amantes de las
baladas se encontraban reyes y reinas, como Isabel la Católica, Iván el
terrible o Sofía de Dinamarca. Lo mismo podría decirse de la nobleza.

Si se considera a los cómicos, estos eran, a menudo, tan populares en


las cortes como en las tabernas. Zan Polo, el famoso bufón veneciano,
actuó ante el dogo en 1523. Las gracias de Richard Tarleton fueron muy
apreciadas por la reina Isabel I de Inglaterra y el bufón francés Tabarin

39
Loc. Cit.

42
actuó ante la reina María de Francia en 1619.40

No fueron únicamente los nobles los que participaron en la cultura


popular. Al menos durante el siglo XVI, también los clérigos lo hicieron.
Durante el Carnaval, los hombres de la iglesia tenían permiso para poder
divertirse. Los frailes organizaban juegos de pelota, representaban
comedias, se vestían según la costumbre, cantaban, bailaban y tocaban
diversos instrumentos. Incluso a las monjas se les permitía participar en
las fiestas, disfrazadas de hombres.

Era bastante común que los sacerdotes cantasen, bailasen u


organizasen mascaradas en la iglesia, con ocasión de las festividades
señaladas, y eran los clérigos más jóvenes los que organizaban el
Festín de los Locos, una de las fiestas más importantes en algunas
partes de Europa.

Estas celebraciones apenas se alteraron durante el paso del paganismo


al cristianismo, que las integró a su calendario religioso, marcando su
final el Miércoles de Ceniza como puerta de entrada a la Cuaresma.41

Príncipes, forasteros y embajadores, que normalmente eran invitados


con motivo del carnaval ocupaban las gradas ataviados con sus vestidos
más lujosos y con el rostro cubiertos por máscaras. Las cazas
generalmente eran seguidas por la representación de una pantomima,
espectáculo típicamente veneciano, que mezclaba con habilidades el
mimo y la danza para interpretar fábulas de argumento mitológico que
eran realizadas por actores enmascarados.

En Florencia, desde mediados del siglo XV, el espectáculo tradicional del


Carnaval era el torneo que tenía lugar en la plaza de la Santa Cruz. Se
trataba del encuentro frontal entre parejas de caballeros, armados con
una lanza y protegidos por una armadura, que recíprocamente
intentaban golpearse la cabeza protegida por un yelmo, es decir en el
momento precedente al encuentro armado, en el cual los participantes,

40
LEMA, Ibídem, p. 36.
41
Loc. Cit.

43
acompañados por donceles y escuderos, desfilaban por diferentes calles
de la ciudad, vistiendo lujosas indumentarias y haciendo ostentación de
objetos de delicada factura.42

Desde su nacimiento medieval, se realizaron desfiles de personajes


disfrazados o enmascarados, junto con carrozas alegóricas que, a partir
del XV, se asemejaban bastante a las actuales. Ya fueran utilizados por
las clases más bajas o ya por las más altas, los disfraces y las
máscaras mostraban un cuidado especial en su realización, aunque a la
sencillez de la gente más humilde, los ricos opusieron grandes bailes
con suntuosos trajes y máscaras, junto con lujosas cabalgatas.

Característicos del período del Carnaval, eran también los desfiles de


hombres enmascarados que cantaban canciones polifónicas,
denominadas cantos carnavalescos, lo que demuestra que la música
también estuvo ligada a los orígenes de esta fiesta. En épocas más
recientes, la música, el canto y el baile son inseparables de las
comparsas. Según su etimología la palabra “comparsa” remite a cierto
tipo de teatro improvisado y popular oriundo del norte de Italia, a
mediados del siglo XVI. 43
Fue en la Comedia Dell ‘Arte donde
aparecieron por primera vez los comparsas, personajes que salían a
escena sin hablar, cantar ni bailar. El vocablo se derivó del verbo
“comparecer”, toda vez que ésa era la única misión de tales personajes.
Cuando se integró a la lengua española, la palabra comparsa denominó
a grupos de personas disfrazadas, casi siempre durante las fiestas
44
de carnaval en diversas partes del mundo.

1.6. EL SIGNIFICADO DEL CARNAVAL

El carnaval supone en vísperas de la larga cuaresma, una licencia en la


que los hombres buscan una liberación de la vida cotidiana, del
aburrimiento y del trabajo rutinario. Todo está permitido: los disfraces, la

42
LEMA, Ibídem, p. 37.
43
Loc. Cit.
44
LEMA, Ibídem, p. 39.

44
música, los bailes, en definitiva, todo lo que proporciona momentos de
expansión y de libertad.

Se concibe el Carnaval como una segunda vida, diferente a la vida


normativa y oficial. Es una vida festiva, basada en la risa y en la burla a
las instituciones establecidas; supone la ruptura de los principios
sociales y el triunfo de la libertad. Esta segunda vida nos presentó un
mundo invertido, una parodia de la vida ordinaria. Las fiestas oficiales,
por el contrario, perpetuán el orden existente y marcaban las diferencias
y los privilegios sociales del régimen feudal.45

En la esencia de la cultura popular están las figuras carnavalescas. Su


visión del mundo representa el cambio de los valores tradicionales, la
eliminación de las clases sociales y la liberación del lenguaje. Cuando
este mundo universal e intemporal aflora a la obra literaria, se
personifica en los criados, los bobos, bufones y graciosos de los
diferentes textos. Estas figuras de la fiesta popular emergen de una
forma espontánea y se individualizan en diferentes obras de la historia
literaria. Pueden encarnarse en distintos personajes dramáticos, pero
todos ellos tienen un punto en común: su visión diferente del mundo.

Esta supresión temporal del orden establecido conlleva la creación de un


tipo de lenguaje peculiar que va unido a la fiesta: el lenguaje
carnavalesco. Es un lenguaje rico y expresivo; es el lenguaje de la plaza
que en el orden establecido no tiene lugar. Esta forma de expresión será
empleada por Erasmo, Cervantes, Shakespeare, Lope de Vega y
Quevedo.

Si la libertad es el principio que rige esta nueva visión del mundo, el


lenguaje se impregna de esta liberación, rompiendo las estructuras y
normas habituales. Aparecen las groserías, los insultos y las blasfemias
dirigidas hacia las divinidades. Todo está permitido en la cosmovisión

45 SARDON NAVARRO, Isabel S. “Formas del Carnaval en el teatro. Del realismo grotesco de
Aristófanes, a los criados de la comedia de Menandro”. p. 193.
dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1456043.

45
carnavalesca: los juramentos, las obscenidades y las injurias forman
parte del ambiente festivo. Estos fenómenos lingüísticos se manifiestan
en las obras de nuestro corpus dramático, en mayor o menor medida. 46.

46
SARDON NAVARRO, Ibídem. p. 194.

46
CAPITULO II

DE EUROPA A LOS ANDES: LA FIESTA DEL CARNAVAL

47
2. DE EUROPA A LOS ANDES: LA FIESTA DEL CARNAVAL

2.1. El Carnaval en América

Las festividades de Occidente, como actividades o representaciones con


distintos elementos culturales europeos, provienen de la Edad Media y el
Renacimiento, llegaron a América a fines del siglo XV en el acervo
cultural de los conquistadores hispanos, que intentaron recrear en
América y las Filipinas las características de su mundo del cual
provenían todas sus costumbres y tradiciones.

La presencia de la Iglesia Católica y la injerencia de las autoridades


virreinales en las fiestas populares fueron directas para lograr el control
total que en algunas oportunidades se desbordó. Para estas
instituciones, la celebración popular de las fiestas religiosas como
alegres celebraciones que rompían en el monótono ritmo de los días y
que permitían salirse de las normas habituales de comportamiento y
libertad deseos normalmente reprimidos, debía ser combatida con
decisión y empleando la fuerza bruta.

Las autoridades civiles se ensañaron especialmente contra dos


celebraciones religiosas que poseían una honda significación para los
habitantes de las poblaciones de la América colonial como el Carnaval y
el Día de los Muertos, ambas festividades generaban que el orden
natural se invierta. La mayoría de los integrantes de los sectores
populares como las distintas castas sociales, durante el Carnaval
invadían y controlaban las calles y plazas de Lima, espacio urbano que
en teoría era habitado y controlado exclusivamente por los españoles y
criollos.

La normas de conducta moral eran trastocadas, los roles sexuales se


intercambiaban y el uso de las máscaras para ocultar la personalidad
social de los participantes acentuaba su individualidad en un tiempo en
el que los seres humanos se definían no tanto por sus características
psicológicas y morales, si no por su ubicación dentro de la jerarquía

48
social, el mundo del trabajo, del linaje familiar y de la red de intercambios
recíprocos o desiguales.

La festividad del Carnaval fue reprimida por el poder civil como el cabildo
municipal, que dio medidas a través de sus ordenanzas municipales
prohibiendo el uso de máscaras y que los hombres se vistan de mujeres
y viceversa. Las autoridades coloniales consideraron que el desorden
nacía de la mezcla y la desaparición de las barreras entre gente de
distintos estratos sociales, sexos y condiciones, la disolución de las
diferencias de casta y estamento era considerada como altamente
perjudicial porque generaba un desequilibrio en el acostumbrado orden
social.

En el Perú colonial, desde que fueron traídos los africanos en calidad de


esclavos y sus descendientes cumplieron un rol importante ya que
siguieron practicando sus representaciones folklóricas, las cuales
adquirieron características particulares con el sincretismo religioso y las
prohibiciones a que dieron lugar, adscripto al Carnaval como una fiesta o
período en el ciclo anual festivo47.

Existe una idea que concibe a la fiesta como un espacio para la


recreación de lo tradicional y por lo tanto ajena al cambio y los procesos
contemporáneos. Algunos de los roles que cumple la fiesta concebida de
esta manera son: acumular prestigio y establecer distinciones de estatus
y jerarquías al interior de la comunidad.48

2.2. La festividad en el Perú colonial y republicano

El Carnaval es considerado por diversos científicos sociales como una


forma de espectáculo y también como una fiesta. Estas festividades
fueron una expansión violenta, aunque controlada, de tensiones sociales

47
FLORES MARTOS. Juan A. Un continente de Carnaval: etnografía critica de Carnavales
americanos. pp.31-32.
48
CÁNEPA KOCH, Gisela. “La fiesta en el Perú: el legado de la historia en MILLONES Perú: el
legado de la historia” Lima: Prom Perú. p. 6.

49
contenidos a lo largo del año por la imposibilidad de expresarlo de otro
modo.49

Las posturas más extendidas han sido las que relacionaban las fiestas
con actos de transgresión, ruptura de la vida común, trastorno y
desborde de la cotidianidad, exceso y derroche o indiferenciación e
indeterminación, por ejemplo, las fiestas, en todas sus fases históricas,
han estado ligadas a periodos de crisis, de trastorno, en la vida de la
naturaleza, la sociedad y del hombre; y de esta forma confluye en una
gran línea de estudios que tienden a ver en la fiesta una ruptura total con
el mundo cotidiano. La inversión significa fuente de liberación de las
fuerzas reprimidas, las reglas, los estatutos y las normas. Así,
observamos la fiesta como una suerte de mareaje que nos permite sentir
que se concluye algo, y se comienza de nuevo; porque de igual manera
ésta es una cadena que volverá a repetirse una y otra vez.50

En este sentido, coincidimos con el estudioso Velázquez Mejía51 que


enfoca a la fiesta como una forma metafórica de vivir la cotidianeidad, la
cual ve tensionados y dirigidos hacia un nuevo sentido sus mismos
elementos. Por eso, es congruente cuando plantea que la fiesta es una
celebración que nos habla de una historia con una fuerte división socio
cultural, lo cual se observa en la morfología de los distintos momentos
festivos, que muchas veces muestran la diferenciación de oficios y
labores dentro de una zona.

En nuestro país, una de las investigadoras que mejor ha trabajado el


tema de la fiesta es la antropóloga Gisela Cánepa Koch, para ella la
fiesta es: “un fenómeno religioso, social, económico y político muy
complejo que integra una serie de formas de expresión cultural y

49 ACOSTA DE ARIAS SCHREIBER. Rosa María. “Fiestas coloniales urbanas”.p.139.


50
AZOR, Ileana. “Los Carnavales en México teatralidades de la fiesta popular”. p. 59.
file:///C:/Users/Hp/Downloads/ASN_08_08.pdf [consultado 19-11-2015]
51
VELÁZQUEZ MEJÍA, Arturo. “La fiesta: espacio, manifestación y comunicación de
cotidianeidad histórica”. Estado de México, UAEM, 1984. p 23.

50
estética”52, tradicionalmente ha sido vista como un espacio para la
integración del individuo y los grupos a la comunidad local.

La fiesta del Carnaval es la antítesis del trabajo reglado, el juego


siempre ha ejercido una seducción singular sobre todos los individuos.
Cada sociedad tiene la necesidad de complementar el tiempo ordinario
de rutina con periodos en los que se altera el ritmo habitual de vida y ha
tratado de expresar estas realidades humanas de forma particular y
peculiar, dependiendo de sus propias condiciones ideológicas,
socioculturales o, incluso económicas53.

Los Carnavales en el Perú se desarrollan entre la segunda quincena de


febrero y la primera semana de marzo, esos días están determinados
por la fecha del Domingo de Pascua mediante un proceso complejo que
se basa en el calendario lunar.54 Dicha festividad está marcada por el
carácter festivo de las zonas andinas, que cíclicamente rompen con toda
solemnidad55.

El Carnaval de la costa del Perú es similar al que se festeja en los


Andes, sin embargo, existen características comunes, por ejemplo en la
Sierra se practica la Yunza que es el festejo en torno a un árbol los
participantes cantan, bailan y beben, y sistemáticamente van dándole
hachazos hasta hacerlo caer y todos corren a recoger los regalos, esta
fiesta también es conocida como Corta Montes56, en la el área
amazónica le llaman: Umisha.57

En las festividades están presentes dos componentes que son a la vez


antagónicos y complementarios, la representación que una sociedad se

52 CÁNEPA KOCH, Gisela.” Identidad y memoria en Romero Fiesta en los Andes: ritos, música
y Danzas del Perú”. 2008 . p. 49.
53
VERDU MACIA, Vicente y otros. “Fiesta, juego y ocio en la Historia”. .p.11.
54
FUENTES PASTOR, Helard A. “Análisis Histórico-social de las fiestas del Carnaval en
Arequipa durante el siglo XX: 1923-1960”. Tesis para optar el grado de licenciado en
Historia. Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Facultad de Ciencias Histórico
Sociales. p.22.
55
PROMPERU. Guía especializada del viajero. “Fiestas, Música y Arte popular en el Perú” p.5.
http://www.unique-southamerica-travel-experience.com/support-files/fiestas.pdf [consultado
20-11-2015]
56
Ibídem. p. 22
57
UMISHA corta montes en la Amazonia.

51
da a sí mismo para afirmar sus valores y perennidad, y la ruptura que se
esconde tras la ficción de un animismo y de la cual se encarga la fiesta
carnavalesca o subversiva; o sea, la festividad presenta un doble
propósito porque es integradora ya que se pueden materializar las
aspiraciones colectivas de una toma de conciencia común y es
subversiva porque va en contra de las costumbres o normas sociales y
morales establecidas.58

Las fiestas populares y profanas, por lo general de origen ancestral y


rural, aunque también adaptadas al medio urbano. Contienen
espontaneidad, exaltación colectiva, descontrol, exceso, transgresión de
las prohibiciones, inversión y ruptura del orden social convenido y
búsqueda ante todo de la diversión, estos son los elementos más
comunes de cultura popular que manifiestan este segundo tipo de
celebraciones festivas medievales, que suelen agruparse, de acuerdo
con el ciclo agrícola en dos estaciones: en invierno con el Carnaval,
donde además del disfraz y la mascarada, la crítica y la burla social, el
exceso de comida y de bebida preludia el ayuno y penitencia de la
Cuaresma; y, en el solsticio de verano, festejado en la noche de San
Juan, con el fuego y la quema del pasado59.

No se sabe con exactitud cuándo empezó a celebrarse el Carnaval en


Lima se conoce que en 1544, se celebraba en la ciudad de Los Reyes el
domingo de Cuasimodo. El Carnaval se iniciaba simbólicamente con el
paseo del Ño Carnavalón que era un enorme muñeco de trapos, y
concluía el Miércoles de Ceniza con el entierro del mismo para dar paso
al tiempo de la Cuaresma. Esta fiesta representaba que el Carnaval
resucitaba por un solo día para demostrar que no había muerto y que
retornaría al año siguiente. De manera que si en 1544 ya se celebraba el
domingo de Cuasimodo en Lima, resultaba probable que también se

58 PIZANO MALLARINO, Olga y otros. “La fiesta, la otra cara del patrimonio. Valoración de su
impacto económico, cultural y social”. p. 20.
59
VERDU MACIA, Vicente. Óp. Cit .p.11.

52
jugara en las calles el Carnaval, al menos entre los españoles y la gente
de su más cercano entorno60.

Personas de todas las clases sociales salían a jugar por las calles,
circulaban enmascarados, disfrazados o con los rostros pintados. Estas
fiestas, sin embargo, no eran de pura diversión. Solían ser esperados
para zanjar viejos rencores. Era muy frecuente ver al día siguiente de los
carnavales, españoles, mestizos, indios y hasta esclavos caídos por el
suelo con muchas heridas y algunas de muerte. Tanto hombres y
mujeres acostumbraban a salir en cuadrillas para protegerse
mutuamente de otras similares. Las damas de la aristocracia, llevaban a
sus criados para repartir dulces a la concurrencia, así como granos
confitados para tirarse entre ellas.

En Lima, otra de las costumbres que se podía apreciar durante esta


festividad eran de los negros y zambos que se colocan al pie de las
acequias o por las inmediaciones del río Rímac con sus mates llenos de
agua y diciendo: "agua bendita, si la persona a quien acorralaban no les
daba una moneda, inmediatamente le echaban agua sucia o lo
sumergían en la acequia”.61 También hay referencias que los
afroperuanos salían pintados y con máscaras de diablos, trajes de
colores llamativos y portaban como armas palos y látigos, bailaban y
hacían “diabluras” por todas las calles de la ciudad.

Realizaban frenéticas danzas y coloridas representaciones, que tenían


lugar al término de la Cuaresma y cerraba el ciclo del Carnaval; por lo
demás, en el primer tercio del siglo XVII el Carnaval fue una fiesta muy
popular, asimilada por todos los estratos sociales: mestizos, cholos,
esclavos, indios, etc.62

Con el tiempo, el juego con agua y harina, las mojigangas, los


papahuevos, los gigantes, los disfraces, las escenificaciones, los carros

60 ROJAS ROJAS, Rolando. “Tiempos de Carnaval: el ascenso de lo popular a la cultura


nacional (Lima, 1822-1922)” p.32.
61
ACOSTA DE ARIAS SCHREIBER. Rosa María. Óp. Cit. p. 139.
62
ROJAS ROJAS, Rolando. Óp. Cit. p. 33.

53
alegóricos, las danzas, los bailes, el vino, el licor y los banquetes
hicieron del Carnaval una fiesta nacional y esperada por todos.

En las primeras celebraciones del Carnaval en la costa del Perú, se


adoraba al dios Saturno, mientras que en el Sierra la celebración
veneraba al rey Momo que es el dios de la burla, de la sátira.

A pesar que la nobleza participaba en el Carnaval, hubo ciertos sectores


que se opusieron a él. En primer lugar la Iglesia Católica, estableció que
durante esos días se realice la fiesta de la oración de las cuarenta horas,
mediante la cual procuraba crear un espacio de refugio para los fieles
que optaban por no participar del juego, la propuesta era concentrar al
pueblo en estos tres días en ejercicios de servicio de Dios. En Lima, el
sermón se celebraba en el templo de San Pablo de la Compañía de
Jesús, asistían el virrey y los oidores de la Audiencia, las autoridades
ediles y religiosas.

Existieron posiciones más decididas aunque solitarias, una de ellas fue


cuando el padre Francisco del Castillo, un religioso místico se sintió
invocado por Dios para llevar a cabo una cruzada personal contra el
Carnaval, sacó en procesión la imagen de Jesucristo para desagraviarlo
de los innumerables pecados y desvergüenzas que los limeños cometían
durante esos días. El religioso se sintió escogido por Dios y en las
plazas públicas y en los distintos mercados de Lima, declamó muchos y
severos sermones, exhortando a los habitantes a reconciliarse con la
religión. Tuvo la particularidad que algunos de sus sermones, los hizo en
quechua y además asumía conductas cómicas, como subirse a una
mesa o improvisar un escaño para hablar a la gente, salió fuera de lo
común63.

En 1780, bajo la influencia de las ideas ilustradas el Virrey Guirior,


prohibió el juego del Carnaval, aunque esta medida no pareció acatarse,
en sus memorias la autoridad manifestaba que si bien esos juegos

63
Ibídem. p.36.

54
debían erradicarse, por los desórdenes, esta no llegaba a cumplirse
porque no hubo una política estatal en contra de la fiesta.

Escena de Carnaval en Lima.

Fuente: Juan Mauricio Rugendas. El Perú romántico del siglo XIX. Editorial
Carlos Milla Batres, Lima, 1975.

En general, las diversiones eran concebidas por esos sectores como


una suerte de relajo social, algunas diversiones como el Carnaval eran
toleradas porque servían para reforzar la noción de la cultura “baja” y de
otra “elevada”. Mientras que a la plebe le correspondía las costumbres
consideradas vulgares, como la práctica de juegos de naipes, las peleas
de gallos y el Carnaval, a la clase alta o elite le tocaba el estudio de las
letras, ciencias y las artes, además de distracciones más moderadas
como frecuentar los cafés y realizar los paseos campestres.

El Carnaval, cumplía la función de identificar a las clases bajas con


costumbres poco elevadas. Como es obvio, se trataba de un recurso
ideológico pues ya se ha visto que el Carnaval nunca fue una diversión
exclusiva de las clases populares los miembros de la clase alta y el clero
también participaban en él. No obstante el arraigo del Carnaval durante

55
el período colonial contagiaba a la mayoría de habitantes, pero algunos
no hacían caso a la festividad y continuaban las actividades de su vida
cotidiana, la Iglesia realizó enormes esfuerzos por ganarse un espacio
entre los fieles en esas ocasiones64.

La carnavalización alcanzó también a las ceremonias cívicas, a los actos


oficiales de las autoridades coloniales, en 1602 con motivo de la
celebración en Lima del nacimiento de la infanta de España, la gente
realizó el llamado juego de alcancías, que consistía en arrojarse bolas
de barro seco rellenas con pétalos de flores, ceniza y agua de olor,
semejantes a los cascarones de huevos rellenos de tinturas usadas en el
Carnaval. Así, lo carnavalesco se manifestó en las ceremonias oficiales
a través de las cascaras, los papahuevos, los gigantes y los diablillos
que poblaban las calles y plazas del corazón del virreinato peruano.

Corresponden al periodo de las reformas borbónicas los primeros


intentos de formular una política estatal que, a la par que modernizara la
vida cultural limeña, introdujera cambios en las diversiones populares,
que comenzaron a percibirse como espacios de desorden y distorsión
del sistema colonial. Y corresponde al virrey Amat, la decisión de poner
bajo estricto control a ese tipo de diversión. Así, ante el desorden de las
corridas de toros que se realizaban en plena Plaza Mayor y en las calles
aledañas, Amat ordenó construir la plaza de todos de Acho en 1768.
También dispuso la edificación de un coliseo de gallos que pusiera fin al
descontrol que se originaba debido a que las peleas se hacían en las
casas, lejos del ojo vigilante de la autoridad. 65

En el siglo XIX, con los años republicanos, diferentes gobiernos se


propusieron promocionar algunos hábitos culturales que como el teatro y
la ópera, también surgió la preocupación por educar a las clases
populares para incorporarlas a la naciente vida nacional.

64
Ibídem p.39.
65
Ibídem. p.44.

56
Fuente: Juan Mauricio Rugendas. El Perú romántico del siglo XIX. Editorial
Carlos Milla Batres, Lima, 1975.

El Carnaval, era un tiempo propicio para la burla. Una de las bromas


más usadas era la de arrojar a los transeúntes un saco fuertemente
amarrado a la base de un balcón, lleno de fragmentos de porcelana,
hojalata, vidrio y fierros, que quedaban colgado al ras de la cabeza de
quien pasaba por la calle. Como es natural, hacia un ruido horrible que
asustaba al transeúnte.

La alegría se sentía en todos los actos del Carnaval, en los disfraces,


bailes y canciones, y en especial en aquellas cuadrillas de gente de color
que salían a representar el son del diablo, una danza frenética, sensual y
muy popular. Otras cuadrillas de afroperuanos enmascarados recorrían
la ciudad, bailando y haciendo gracias diversas. En muchas casas de
familias pudientes se les permitía entrar y ahí se improvisaban breves
fiestas. El dueño del hogar tenía la obligación de ofrecerles licor o
dinero, después de los tres días de locura, la calma retornaba a la
ciudad o sea el regreso a la normalidad.

57
El Carnaval, como resulta obvio, despertó la fobia y la oposición de
ciertos sectores de la clase dominante. Salvo por la elite tradicionalista,
continua con ciertos hábitos coloniales relacionados con su antiguo
prestigio social una buena parte de la clase dominante. Estas
instituciones como la Iglesia y el Estado se manifestaron a favor de
cancelar o reformar la festividad. Todos los espacios sirvieron para ese
objeto: la escuela, la prensa e incluso las iglesias.

Desde 1828, Felipe Pardo y Aliaga se puso a la cabeza de la elite culta


que se opuso al Carnaval, según Riva-Agüero ese año compuso su
primera sátira de costumbres: El Carnaval de Lima. Otros intelectuales
como Manuel A. Fuentes y Ricardo Dávalos y Lissón, también hicieron
campaña en contra de la popular costumbre, sus argumentos se
basaban en que era una costumbre plebeya y bárbara, un rezago de los
tiempos coloniales.66

El carnaval limeño también era mulato y jaranero, no podía subsistir en


una época de desarrollo urbano e industrial. En esta época tenía que
imponerse el gusto europeizante y modernista de los nuevos ricos, dé la
clase media, de las categorías sociales, en suma que no podían dejar
de avergonzarse de los gustos populares. La ciudad aristocrática podía
tolerar, señorialmente durante el carnaval la ley del suburbio, la ciudad
burguesa aunque parezca paradójico, debía forzosamente atacar en
pleno proceso de democratización, este privilegio de la plebe.

La fiesta se aburguesó a costa de su carácter. Lo que no es popular no


tiene estilo. Algunos autores afirman que la burguesía carece de
imaginación creativa, sin embargo, consideramos que el carnaval criollo
un poco brutal y grosero, pero espontáneo, instintivo, era el de la
preferencia del pueblo.

En los desfiles del Carnaval, Lima enseña su alma melancólica,


desganada y apática, la gente circula por la calle con un poco de
automatismo, su alegría es una alegría sin convicción, tímida, floja,

66
Ibídem. pp.77-78.

58
medida, que se enciende a ratos para apagarse en seguida como
avergonzada de su propio ímpetu. El Carnaval adquirió cierta
solemnidad municipal, cierto gesto cívico, que cohíbe en las calles el
instinto jaranero de las masas.

Jinetes con globos de agua atacando a un balcón

Fuente: http://limalaunica.blogspot.pe/2011/02/el-carnaval-en-lima.html

Los estudios del sociólogo Fredy Bravo, se centran en el distrito de


Barranco de Lima, en los últimos 20 años se han desarrollado diferentes
actividades como la práctica de juegos de agua y los ataques con pintura
de colores, batallas de flores y papel picado. Se usaban chisguetes de
éter, serpentina, antifaces y el advenimiento de la matachola de los años
30, con que se golpeaba a la gente sin piedad67.

En otro aspecto el Carnaval desarrollado a partir de 1922, representaba


la mezcla de los elementos de distintas culturas, contenidos que se

67 BRAVO ESPINOZA, Fredy. “Historia de los Carnavales del distrito de Barranco (Lima, Perú)”
Articulowww.margencero.com/articulos/articulos3/carnaval/carnaval_repor.htmconsultado
23/11/2015.

59
integraron a la vida social contemporánea. El Carnaval limeño de gran
parte del siglo XX, se caracterizó por los bailes en Barranco en su
tradicional plaza vecinal y en el Puente de los Suspiros, reuniendo a
numerosos ciudadanos.68 El teatro municipal se vestía de gala, donde
podía observarse el desfile de los más sofisticados disfraces. Y en la
Punta y Chorrillos se llevaba a cabo el miércoles de ceniza la quema del
rey Momo o Ño Carnavalon69.

La fiesta de Carnestolendas en el puerto del Callao se desarrollaba en


los solares y callejones, en algunos otros barrios solían cerrarse las
calles, que eran adornadas por guirnaldas y las famosas palmeras70.
También se da cuenta de una serie de fiestas chalacas, incluyendo la
quema del Ño Carnavalón con la lectura de un testamento y los llantos,
lamentos y quejidos de la viuda, que normalmente era un hombre
disfrazado de mujer con ademanes graciosos, irónicos y llenos de
humor. Luego de la incineración del Ño Carnavalón, las comparsas de
los diferentes barrios se dirigían a los salones de baile, donde el primer
tema musical era el “Gato Montés” de Silverio Pérez71.

Considerando que se trata de una colectividad predominantemente


jaranera y salsera, no faltaban los discos de Dámaso Pérez Prado, la
Sonora Matancera, Miguelito Valdez y Celia Cruz. Una vez prohibidos
los Carnavales, durante el gobierno de Manuel Prado, Víctor Morón
menciona que: “las fábricas de chisguetes de éter, que habían en el
Callao cerraron sus puertas, la primera fue la de Chichito y otra en el
barrio de las Chacaritas, que se incendió”72.

El Carnaval en el Callao, para algunos, probablemente es una fiesta en


decadencia, representa una supervivencia pagana que conservaba

68 Anónimo. “Carnavales de Antaño” en: La imagen (dominical del diario “La Prensa”). Lima. 1
de febrero de 1981. p.7.
69
ANONIMO. “Pierrot y colombina con el Carnaval de antaño”. en Revista “Variedades” Lima
17-febrero de 1980.p.11.
70
Eran conocidas como “guirasueños”.
71
MORON DIAZ, Víctor “! Apuro chalaquismo ¡ Carnavales chalacos los de mi tiempo” en:
Diario “El Callao” http://diarioelcallao.wordpress.com/tag/carnaval-chalacos-los-de-mi-
tiempo/. Consultado 23/11/2015.
72
Loc. Cit.

60
intactos sus estímulos en el medioevo cristiano, es entonces un instante
de retorno a la alegría pagana. Desde que esta alegría regresó a las
costumbres, los días de Carnaval perdieron su intensidad.

Algunas personas se reunían en los clubes deportivos, sociales y


culturales, de las colonias extranjeras, de los diarios y revistas, de la
Universidad Nacional Mayor San Marcos, los industriales y
comerciantes, y los gremios y sociedades de trabajadores. La comisión
era encabezada por el teniente alcalde e integrada por algunos
concejales y notables de Lima. Así, se elaboró un programa que incluía
un desfile de carros alegóricos, varias cuadrillas de disfraces y bandas
de música, la elección y paseo público de la reina del Carnaval, jinetes
disfrazados, juego con serpentinas y flores, un muñeco de cuatro o cinco
metros que presentaría al rey del Carnaval, y, como colofón, una gran
fiesta popular en la Plaza de Armas. Con el objeto de apoyar esta nueva
celebración, se determinó que las licencias para el uso de disfraces y
para la venta de flores, serpentinas y confeti en la vía pública fueran
gratuitas. Por su parte, el municipio limeño adquiriría en cantidad
suficiente serpentinas, papel picado, confeti y toda la clase de artículos
carnavalescos para obsequiarlos a los que concurrieran al corso y a la
batalla de flores. También se acordó que se liberaría de impuestos y
licencias municipales73.

En las últimas décadas del siglo XIX la transición del carnaval “bárbaro”
al “civilizado” configura una metáfora bien elocuente de otra
transformación “criollo” al “moderno”, a través de un proceso que en
términos generales supuso la adecuación de nuestra estructura
económica social a las demandas de los países centrales. Para la elite
social y cultural que lideró el disciplina miento, los “tres días de locura”
fueron asociados al ocio, el desorden, el despilfarro, la irreverencia, al
descontrol y a la confusión de sexos y de roles, representaron una
suerte de “caja de pandora” depositaria de todos los excesos, que de

73
ROJAS ROJAS, Rolando. Óp. Cit. p.143.

61
una u otra manera, implican siempre una amenaza para el orden
establecido.74

Los integrantes del mundo oficial y los partidarios de la racionalidad


económica comprenden las virtudes de las fiestas, son las que articulan
el tiempo y ordenan el ritmo de la vida cotidiana, también son ellas las
que paradójicamente garantizan las “buenas costumbres”, dado el
carácter excepcional y efímero de sus excesos.75

A fines del siglo XIX, la concepción del disfraz como elemento para
embellecerse, para exhibirse, para elevarse de categoría social, era
expresión de una máscara distinta de vivir el juego. Todo un ciclo de
organización se genera durante los Carnavales, reunirse para ensayar,
disfrazarse, cantar, bailar por las calles, recorrer toda la ciudad, conocer
otra gente, amanecer en cualquier lado con acompañamiento rítmico de
bombos y platillos, cantores y bailarines recorrían el barrio de origen las
noches de Carnaval.76

Uno de los actos más importantes eran los concursos entre clubes y los
corsos entregaban premios en dinero a las mejores agrupaciones. La
competencia por los premios generaba problemas que a veces
acababan en sangrientas peleas. La provocación más ofensiva era la
“tapada”, los bombos sonaban hasta tapar al otro que era derrotado
cuando perdía el ritmo. Este duelo entre bombos podía culminar en
golpes, peleas y la máxima humillación: la rotura de la bandera y los
estándares77.

Los tres días previos al inicio de la Cuaresma, eran jornadas de alegría y


libertad en las que abundaban los componentes de inversión social en
los que la laxitud de las normas y la simulación de roles diferentes
recordaban que la vida cotidiana no era la única que se valoraba ya que

74 ALFARO, Milita. “Carnaval una historia social de Montevideo desde la perspectiva de la


fiesta”. p.14-47.
75
Ibídem. p. 31.
76
Ibídem. p. 47.
77
MARTIN, Alicia. “Fiesta en la calle Carnaval, murgas e identidad en el folklore de Buenos
Aires”. 2011. p.11.

62
las jerarquías allí de nada valían “ante la igualdad ética y religiosa de los
hombres”, igualmente, estos espacios constituían el momento propicio
para las defensas de derechos tradicionales, así como para frenar y
poner límites al dominio de los poderosos78.

Cada barrio o institución presentaba un programa original con el cual


intentaba agenciarse fondos económicos para efectuar la confección de
disfraces y decorar los carros alegóricos. Los días de Carnavales son
días alegres, de festividad, sin considerar por cierto el día de la elección
de la reina de Reinas del Carnaval, actividad que se desarrolla con
prolija anticipación, en acto central79.

La esperanza por perdurar como el Rey de la festividad el “Ño


Carnavalón” finaliza repentinamente en horas de la tarde del día martes
de Carnaval, procediéndose al velorio correspondiente, al acto asisten
las “viudas” del Rey Momo y gran cantidad de público, procediéndose a
incinerarlo el “miércoles de ceniza”, previamente se da lectura a su
jocoso testamento.80

Últimamente solo lo usan los jefes de pandillas, sea por su escasez o


debido a su elevado costo, pero especialmente por la extinción de los
artesanos que las confeccionan como: Víctor Bastidas, Gregorio
Jiménez de Núñez, German Baldeon, Isaac Baldeon y Joaquín López
Antay, en las dos últimas décadas, el uso de las máscaras han entrado
prácticamente en decadencia. La introducción de máscaras de material
plástico, no tuvo mayor impacto en la desaparición de las máscaras
tradicionales.81

La llegada del Carnaval, el sonar de cajas, chicas, violines, banda de


música, la actividad de los molinos para la elaboración de harina de
trigo, ya que es costumbre tradicional la preparación de pan, aun en los

78
JIMENEZ, Meneses Orian. “El frenesí del vulgo fiestas, juegos y bailes en la sociedad
colonial. Fiestas, juegos y bailes un balance historiográfico”. 2007. p.16.
79
GORRITI Delgadillo, Hernán. “Perú misterioso: imagen de un pasado desconocido”. 1994.
p.360.
80
Ibídem. p. 364.
81
Ibídem. p. 399.

63
hogares más modestos; la chicha de jora, el correteo de los compadres y
comadres que preparan sendos obsequios; las pacayadas y
chiarquiadas toman su giro propio al congregar familias y amigos82.

Los días de Carnaval son los más festivos y alegres por las reuniones
reciprocas entre vecinos y familiares, por los juegos de harina flores: los
tres días salen por los campos que están verdes y floridos, se ven
grupos de hombres y mujeres con sus banderas, cantando y bailando al
son de los toques de las flautas y de los tamboriles; y locos de alegría
corren por diversa direcciones. En esos días, se realizan las actividades
denominadas “chacos”, que cacerías de venados, guanacos, vicuñas y
zorros83.

2.3. El Carnaval del norte del Perú: Cajamarca

Una Carnaval muy singular y numeroso fue y es el del departamento de


Cajamarca, las fantasías se desplegaban el día sábado de Carnaval en
horas de la mañana o de la tarde. El Carnavalón o dios Momo,
representando por un gran muñeco de burlona y grotesca figura a la vez,
recibía la bienvenida de la población cajamarquina y hacían un triunfal
ingreso a la ciudad, recorriendo las principales calles, acompañado de
una numerosas multitud de hombres, mujeres, niños y adultos, con
desenfrenado júbilo, dispuestos al juego carnavalesco, del que participan
gran parte de los visitantes, así como los humildes pobladores del
campo.

En esperanza por perdurar al rey de la festividad “Ño Carnavalon”, se


acaba repentinamente en horas de la tarde del día martes de Carnaval,
procediéndose al velatorio correspondiente, cuya capilla ardiente es
levantada tradicionalmente en el barrio de Santo Apolio. Al velatorio
asisten diferentes personas como las desconsoladas “viudas” el Rey
Momo y gran cantidad de público que repletan las graderías de cantería
que llevan a la colina. Durante este acto en horas de la noche, se realiza
un singular concurso de antorcha y disfraces con máscaras de la ciudad

82 ANGELES CABALLERO, Cesar “Folklore peruano”. 1990. p 84


83
Ibídem. p.108.

64
y los organizadores distribuyen licor, cigarrillos, café y caldos verdes a la
concurrencia.

El día “Miércoles de ceniza”, el difunto Ño Carnavalón parte en el cortejo


fúnebre desde la ciudad al distrito del Inca, no sin antes darse público
lectura a su jocoso testamento. El muñeco revestido de corona, de flores
y tarjetas de pésame, remitidas por barrios e instituciones, es llevado en
hombros por encapuchados y acompañado por las dolientes viudas,
patrullas agitadas y gran cantidad de público que supera, en demasía, al
que concentra cualquier personaje importante de Cajamarca.84

Carnaval de Cajamarca, sobre todo de Namora, se celebra con música,


teniendo como instrumentos principales a el pincullo y la tinya, bailes, y
como escenario principal tienen a la Plaza del pueblo. En las plazas
reinan estos dos instrumentos en toda la semana de Carnaval, y desde
un mes antes anuncian su inicio.

En Namora los grupos entran a la plaza, con sus largos ponchos


oscuros, casi todos de un solo color, y las puntas de adelante tirados
sobre el hombro, que se reúnen en las puertas de las tiendas para
cantar.85

2.4. El Carnaval andino

La festividad en el mundo andino tiene otra connotación, ya que está


relacionada a las creencias politeístas, mitos y leyendas, además de
vinculaciones con las constelaciones y estrellas, que fueron tomadas en
cuenta para organizar su vida cotidiana y principalmente definir los
tiempos de lluvias y de sequías. Con la llegada de la cultura hispana. Se
mesclan están fiestas con otras de carácter religioso y de tipo civil-
político.86

84
ROJAS ROJAS, Rolando. Óp. Cit. p. 77.
85 ARGUERAS, José María “Indios, mestizos y señores”. 1989. p 81.
86
MUÑOZ C. Lidya I. “Historia del Carnaval andino de blancos y negros en San Juan de Pasto”
Instituto Andino de Artes populares del Convenio “Andrés Bello”.p.5.

65
El testimonio escrito y gráfico del cronista Felipe Guamán Poma de
Ayala, señala que las festividades andinas estaban ofrecidas a diversos
dioses, posiciones estelares, costumbres, etc., realizadas con toda una
ritualidad de ceremonias y danzas, existió un calendario de fiestas que
se celebraba en simultáneo en todo el Tahuantinsuyo, entre las
principales resaltan:

La gran maduración (Hatun Puquy), febrero.

La fiesta de la cosecha (Ayma o Aymoray), mayo.

La fiesta al dios sol (Inti Raymi), junio.

La fiesta ofrecida al inca (Q´apaq Raymi), diciembre.

Con la llegada de los españoles, las fiestas andinas fueron suprimidas y


fueron cambiando paulatinamente, los religiosos católicos
permanentemente intentaron desaparecerlas, prohibiéndolas y
destruyendo las máscaras, instrumentos musicales y trajes de los
danzantes, sólo el interés de la comunidad indígena logró salvar sus
tradiciones festivas87.

La fiesta que hoy conocemos como Carnaval se asoció con la fiesta


andina Hatun Puquy, que se daba gracias a la Madre tierra o
Pachamama, realizaban danzas y juegos de regocijo o pucllay. Los
estudiosos cronistas Bernabé Cobo, el Padre Velasco, López, Cristóbal
de Molina, Alonso Ramos Gavilán, consideran esta celebración como
una de las más importantes en el calendario prehispánico.

El cristianismo impuso un calendario religioso y unas reglas morales muy


estrictas. En los Andes el Carnaval correspondía cronológicamente al
periodo de lluvias, y por tanto, hay mayor abundancia de agua, este es
también momento de afloración de las plantas. El que corresponde hoy
al mes de febrero era el periodo en que el mundo quechua ofrendaba a
las divinidades del mundo natural y pedía por la protección del ganado.

87
Ibídem. p.13.

66
Es en general una etapa de renovación, cuando los animales entran en
un periodo de celo, y se considera también ocasión idónea para la
formación de parejas en la generación de jóvenes de la comunidad. El
resultado es un Carnaval andino que es en realidad un homenaje a los
elementos vitales de la agricultura y una invocación a las fuerzas de la
fecundidad el amor, equiparando el ciclo natural en el ciclo vital
humano88.

En la época republicana, la festividad tubo su apogeo, tuvo el desarrollo


de acuerdo a su zona geográfica, en la parte andina se considera la
tradición de prácticas ancestrales, danzas, flores, frutas; y en las
ciudades cosmopolitas, se conocen reinas en carros alegóricos, juegos
con agua, misturas y fiestas con máscaras y trajes.89

La resolución No. 2067/INC, indica que: “el Carnaval andino es una de


las mejores muestras de la capacidad adaptiva de las poblaciones
andinas a los patrones impuestos en la colonia, sobre las cuales
desplegaron su excepcional capacidad creativa. Sabido es que el
Carnaval europeo, descendiente de las saturnales romanas, era una
fiesta de ruptura temporal de las reglas sociales, por tanto de regocijo y
disipación, previa a una época de recogimiento y purificación, que en el
cristianismo correspondió con la semana santa.

En nuestras pequeñas poblaciones andinas, los Carnavales se realizan


en forma uniforme, como en las ciudades. Por consiguiente no se
preocupan en elegir reinas fugaces, ni tampoco se afanan en preparar
coros, ni menos formar comparsas, ni mucho menos en realizar bailes
de fantasía. Estos pueblos tienen sus costumbres propias y tradicionales
para festejar los Carnavales. Se puede decir que en este sentido son
conservadores90.

88
Ibídem.p.16.
89 Municipalidad distrital de Cayma. “Carnaval loncco de Cayma”.p.15.
90
EHNOFRE G. Ricardo “Carnavales Andinos” en: diario Noticias. Arequipa, 13 de Febrero
1956.p.3.

67
2.3.1. Las yunzas y los cortamontes

En las comparsas o pandillas que bailan en Carnavales por plazas y


calles en la que los bailarines representan a sus barrios, comunidades o
clubes sociales, del mismo modo que en los bailes alrededor del árbol
cargado de regalos denominados “umisha”, “yunza”, ”sacacuchuy” o
“cortamonte”, están muy organizados los pueblos para afirmar su
tradición continuando con antiguos ritos o celebraciones en homenaje a
la vida, en la que se denomina pucllay, que es juego y duelo entre dos
que compiten pero que no se eliminan. Es una suerte de Carnaval
indígena, que se inicia luego del solsticio del verano que se cumple el 21
o 22 de diciembre y que coincide casi con la Navidad.

La población baila celebrando la Yunza, alrededor de un árbol cargado de


diferentes regalos que serán recogidos cuando caiga.

Fuente: http://arteyantropologia2010.blogspot.pe/2012/09/los-carnavales-
peruanos.html

A partir de enero se llevan a cabo una serie de actividades festivas que


forman parte del pucllay, estas incluyen el cambio de autoridades

68
comunales y la celebración entre compadres y comadres. Los
Carnavales andinos desbordan, pues el concepto de Carnaval europeo,
reafirmando los lazos familiares sociales, culturales y desarrollando los
lenguajes artísticos propios, como la poesía en las coplas, con contenido
tanto erótico como político, los juegos y duelos de los jóvenes
enamorados que expresan su deseo de formar pareja y que muchas
veces son parte de las danzas; la música con diversidad de ritmos e
instrumentos que afirman una memoria colectiva e histórica con sus
propios valores estéticos.91

Participante de la Yunza en el momento que hace caer al árbol, por ello se


convierte en el siguiente encargado de organizar la próxima fiesta.

Fuente: http://arteyantropologia2010.blogspot.pe/2012/09/los-carnavales-
peruanos.html

91
Municipalidad distrital de Cayma. Óp. Cit. p.17.

69
2.4. El carnaval cusqueño

El Carnaval en el Cusco ha dejado constancia de la participación de la


nobleza en esa fiesta, pero en los Carnavales todo el mundo enloquece
por lo que es ocioso persuadir a la nobleza del Cusco de que conserve
su juicio en tales días. El Carnaval lograba imponerse incluso a los
tiempos de guerra, como sucedió durante la revolución de Túpac Amaru,
cuando los seguidores del cacique rebelde no dejaron de celebrarlo92.

La fiesta tiene tanto elementos andinos como hispanos y se adecuó


fácilmente a la sociedad inca, pues el sistema de compadrazgo traído de
España es muy semejante a los vínculos que se establecían entre las
antiguas panacas93 o familias reales de la corte cusqueña del imperio
inca. En las alegorías se parodiaron a personajes y situaciones de esta
ciudad94.

La fiesta de los compadres y comadres, una alegre antesala del


Carnaval cusqueño, cuyos orígenes en el Perú se remontan a la colonia,
la fiesta de compadres solo se realiza en las parroquias donde el patrono
es un santo masculino, en tanto que la de comadres se celebra en las
parroquias donde la patrona es una santa o una virgen. Antiguamente la
fiesta de comadres más grande era la que se realizaba en la parroquia
de Belén, ahora ha decaído y ha sido superada por la fiesta que se
realiza en la plaza del templo de la Virgen de la Almudena95.

Dos jueves del mes de febrero antes del último domingo del mismo mes,
las mujeres visitan y agasajan a sus compadres burlándose de ellos, en
el cual cuelgan en las calles muñecos de trapo de tamaño natural y los
hombres hacen lo mismo con sus comadres al jueves siguiente, el plato

92
ROJAS ROJAS, Rolando. Óp. Cit. p.34.
93
Panaca: Eran familias formadas por toda la descendencia de un monarca, excluyendo de ella
al hijo que sucedía en el mando. La institución social básica de los incas eran los ayllus.
http://es.wikipedia.org/wiki/Panaca
94
ZORA-CARVAJAL, Fernando. “Tradicional fiesta cusqueña: Que vivan los compadres” en
Revista “Variedades” (semanario del diario oficial “El Peruano” año 100, 3era etapa, n° 113)
Lunes 16 de marzo 2009. p. 4.
95
Loc. Cit.

70
favorito de la fiesta es el timpu o puchero, muy parecido al sancochado
de la costa.

Estas fiestas unen a la población o comunidades cusqueñas por la


alegría que brota o desbordan los lugareños que consiste en echar agua,
talco y perfumes. El día central de los Carnavales se concentra en la
plaza de armas del Cusco con representaciones de entidades del estado
y particulares donde ofrecen lo mejor de sus danzas y coloridos de sus
vestuarios, acompañados de una competición gastronómica. La fiesta de
los Carnavales de extiende a los distritos y provincias de todo el Cusco,
donde plantan un árbol decorado con regalos, y pueden bailar parejas de
casados o de solteros y participar cortando el árbol hasta que caiga96.

La fiesta de comadres de la plazoleta de la Almudena es la más popular


y costumbrista por su celebración con serpentinas y mixtura, dice
orgullosa doña Nilda Oporto, organizadora de la fiesta que se celebró
este año el último jueves de febrero y a la que acudieron 250 personas
para festejar como Dios y los Apus mandan. La fiesta se desarrolló todo
el día. Como toda celebración religiosa, se inicia con una solemne misa
en honor a los santos. Luego, empiezan los primeros brindis con
ponches y otras bebidas espirituosas, bocaditos y pasteles. El grupo,
animado por bandas de k'aperos, va danzando a la casa de la
mayordoma, en esta ocasión doña Nilda Oporto. A la hora del almuerzo,
ella sirvió a sus alegres invitados adobo de chancho y, a las tres de la
tarde, remató con el tradicional puchero, comida típica de carnavales. Al
promediar las cinco de la tarde se realizó el cortamonte o yunza,
costumbre carnavalesca trasplantada de Apurímac que se ha adaptado
en Cusco desde hace unos 30 años.

La fiesta es armada por una banda de músicos que con profusión entona
alegres huainos y música tropical, llamando la atención de centenares
de curiosos que también hacen suya la celebración bailando y

96 Anónimo, “Bailes y trajes típicos: La Wuallata, Carnaval Cusqueño” Serpost 2014. p. 2.

71
consumiendo chicha, cerveza, chicharrones y el tradicional chiriucho97,
que compran en numerosos caramancheles98 instalados con motivo de
la fiesta”.99

Una costumbre infaltable es colgar en un balcón un muñeco de trapo de


tamaño natural, para que represente a alguien del barrio o a alguna
autoridad que merece ser ridiculizada: alcalde, obispo, prefecto, policía,
etc. También es un modo de ridiculizar al compadre y a la comadre
también es una forma de control social que solo se da en esta fiesta, en
que el esquema del respeto se quiebra durante esos días, irrespetando a
quien se respeta todo el año. A veces, el muñeco porta letreros en los
que se leen críticas e insultos; y es vestido con la ropa de la persona que
es sujeto de burla100.

2.5. La festividad de Puno o Altiplano

Si bien el Carnaval es traído por los europeos, la fiesta andina tiene


connotaciones y rasgos prehispánicos identificables, diferenciándolo del
Carnaval medieval de tradición europea. El tiempo del Carnaval coincide
con el brote de los primeros frutos, y en este sentido es una fiesta que
celebra la fertilidad de la tierra y la renovación de la vida. En la lengua
aimara, además, febrero se dice “anata”, término que significa juego,
pues es un mes que se juega y se celebra en familia.

En las comunidades altiplánicas, el Carnaval se celebra por varios días,


cada uno de ellos con diversas características, lo que le da cierta
complejidad. En el Carnaval se encuentra cierta preeminencia y
protagonismo de los tenientes gobernadores, quienes con sus
sombreros y trajes de pan y frutas representan, de alguna manera, la
fertilidad a la cual se está invocando en esta fiesta. Además, cada día

97
Chiriucho: Es considerado el plato bandera de la región Cusco, porque une ingredientes que
al ser combinados pueden someter a cualquier paladar, y es precisamente en la celebración
del Corpus Christi que este potaje se convierte en una estrella de la mesa cusqueña.
diariocorreo.pe/ciudad/la-estrella-del-corpus-christi-cusqueno-el-97528/
98
Caramacheles: conjunto de peroles viejos (ollas de cocina).
99
ZORA-CARVAJAL, Fernando. Óp. Cit. p. 3.
100
Ibídem. p. 4.

72
está pautado por diferentes características: hay un día de baile, otro de
concurso y otro de visitar las casas, lo cual se relaciona con los ritos a la
pachamama referidos en otros estudios101.

Una vez en territorio americano el Carnaval se habría transformado


profundamente, los procesos de conquista, colonización y de resistencia
cultural de los pueblos indígenas configuraron diferentes “modos” de
celebrar el Carnaval en todo el continente y en el mundo andino. Es por
esto que se considera al Carnaval americano como una festividad de
formación colonial, y que ha perdurado transformándose hasta la
actualidad.

No se conoce en realidad cómo era la fiesta de la cosecha en tiempos


prehispánico (Qapaj Raymi), muchos de los actuales integrantes de las
agrupaciones Carnavaleras humahuaqueñas lo vinculan con dicha
festividad en especial por la centralidad de Pachamama en la ritualidad y
subrayan su festejo como un acto de resistencia étnica y cultural contra
la dominación española, esta última conducida en el plano religioso por
la Iglesia Católica102.

Personajes llamados los morenos que representan a los afroamericanos que


eran obligados a trabajaban en las minas de plata.
Fuente: http://arteyantropologia2010.blogspot.pe/2012/09/los-carnavales-
peruanos.html

101 MINISTERIO DE CULTURA “Aimaras y comunidades rurales en Puno” primera edición


Lima-2014. p. 87.
102
PODJAJCER, Adil, MENNELLI, Yanina “La mamita y Pachamama en las performances de
Carnaval y la fiesta de nuestra Señora de la Candelaria en Puno y en Humahuaca” 2009. p.
77.

73
La celebración de la “anata” se hace generalmente en el mes de febrero,
de fecha movible pero se realiza en el tiempo de lluvias, cuando las
plantas están en pleno florecimiento. Para el mundo andino es un tiempo
ritual, y por lo tanto, sagrado donde se conjura a las divinidades andinas,
los Apus, Achachilas, Uywiris y fundamentalmente a la Pachamama o
Madre Tierra. En el modo de ser andino las familias Aymaras Ch'allan
(agradecimiento) a la Pachamama por los primeros frutos de la siembra.
Y este agradecimiento se extiende a todo el conjunto de la naturaleza,
animales, casa, bienes, etc.103.

En la región de Puno destaca la pandilla puneña, danza exclusiva de los


Carnavales que se ejecutaba ya desde antes de 1880, para los puneños
la pandilla es una danza muy especial que no se incluye en los
concursos de Carnaval, sino más bien tiene concursos exclusivos de
pandilla. Otras danzas autóctonas asociadas al Carnaval de Puno son:
104
los q´ajhelos, la wifala, las tarkeadas, 105chacalladas, 106pinkilladas,
107 108 109
el tokoro, las ch'ullas, kashuas,110 mohoceñadas111, entre las
principales.

En el caso del q'ajelo, k'ajelo o karabotas, es una danza de


Carnestolendas en las zonas de pastoreo en la cual los hombres
representan el rapto de las mujeres. La wifala o wiphala, es una danza
de Carnaval que se divide en 3 partes: la pandilla, la guerra y el

103
MENDOZA SALAZAR, David “Anata o Carnaval andino” U.M.S.A. La Paz-Bolivia, 2010.p.3.
104
TARQUEADA :La tarqueada o tarkeada es una danza autóctona tocada y bailada
en Bolivia, Perú, Chile y el norte de Argentina, musicalizada a través de una flauta de
madera denominada tarka.
105
CHACALLADA: El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la Danza
“La Chacallada de Chucuito”.
106
PINKILLADAS: La tarka y el pinkillu son de la familia de las flautas de pico y provienen de la
región del altiplano andino.
107
EL TOKORO: el Tokoro es un instrumento indígena, que consiste en un grueso tubo de
embocadura a bisel con sonido bajo, tocándose generalmente a dúo.
108
C’HULLAS: Del quechua ch'ulla 'impar'. adj. Bol., Ec. y Perú. Dicho de un objeto que se usa
en número par: Que se queda solo.
109
KASHUAS: La cachua o cashua es el nombre que se le da a una danza de orígenes
indígenas que es típica de las zonas de Bolivia, Ecuador y Perú.
110
MOHOCEÑADAS: La Danza Moseñada (o Mohoceñada) está ejecutada durante las fiestas
del Carnaval.
111
WIFALAS: Palabra que proviene del quechua cuyo significado es enseña o bandera, Pinkillo
Pequeña flauta de bambú, sin nudos, usada por los aborígenes de Ecuador, Perú y Bolivia.

74
cacharpari, esta danza es acompañada musicalmente por un grupo de
pinquillos112.

El Carnaval de Arapa, es otra de las danzas símbolos del Carnaval


regional originaria de los alrededores de la laguna de Arapa, al norte de
la ciudad de Puno, específicamente en la provincia de Azángaro. Es una
danza erótica y agrícola que rinde culto al amor, la fecundidad y
la Pachamama. En la ciudad de Juliaca también destacan la danza
del Carnaval de Qopamayo y el Carnaval de Santiago de Pupuja fue
declarado por el INC113 como patrimonio cultural de la nación peruana114.

La festividad se inicia cuando se desentierra, el sábado anterior al


Miércoles de Ceniza y termina con el “Entierro”, el domingo de la
semana siguiente. Ambos rituales implican una serie de acciones que
celebran a Pachamama, a través de prácticas rituales en los “mojones”
dar le de comer y beber (challa), sahumar, darle coca, cigarrillos-. Las
cuadrillas, como la mayoría de los grupos carnavalescos poseen su
mojón en el cerro. El contacto con el “mundo de abajo” comporta ciertos
peligros, los que pueden ser “controlados”, sin embargo, si se respetan
las reglamentaciones rituales, y en este sentido, “ofrecerle a la Pacha”,
lo que se toma y se come, cantarle, compartirle aseguraría un buen
Carnaval115.

113
INC: Instituto Nacional de Cultura.
114 Varios autores, “Folklore”. Gran enciclopedia del Perú Puno. Barcelona: Lexus, 1998.
115
PODJAJCER, Adil. Óp. Cit. p.80.

75
Personajes del baile la Diablada, en la danza rinden homenaje a la Virgen
Candelaria.
Fuente: http://arteyantropologia2010.blogspot.pe/2012/09/los-carnavales-
peruanos.html

Las fiestas de Carnaval siempre han sido motivo de fiesta agrícola por el
florecimiento de los productos sembrados, por los primeros productos
que nos da la tierra, a ello se suma el verdor del pasto, el nacimiento de
las crías del ganado ovino, vacuno, porcino y equino y que junto al Lago
Titicaca conforman un paisaje maravilloso digno de un paseo campestre,
a más de ello con el favor del calor solar se invita a la alegría, la broma
elegante y al juego por carnaval entre varones y damas, entre jóvenes y
señoritas.

La conformación de grupos musicales con características propias que


luego se denominó en Puno como “Estudiantinas” fue el inicio de “La
Pandilla Puneña”, los que en una armoniosa combinación de baile y
música dio lugar a esta expresión cultural netamente puneña.

Los bellos paisajes naturales, las bellas explanadas que ofrecía y sigue
ofreciendo la ciudad de Puno, todos con vista al Lago Titicaca fueron
cuna y el escenario del nacimiento de la Pandilla, es así que en dichos
lugares se dan los tradicionales paseos campestres de viernes de
Carnaval por aquellos años, se ofrecía atenciones a los amigos y demás
invitados, siempre acompañados de las bellas jóvenes quienes con traje
de la Cholita Puneña, engalanaban tales reuniones, todos ellos
degustando sabrosas viandas y bebidas, las cuales a su final daban

76
lugar a la alegría, al juego de Carnaval propio de aquella época,
invitando a la música y al baile pandillero, ejecutado hábilmente y de viva
voz por la estudiantina, donde los invitados con sus parejas retornaban
bailando a la ciudad de Puno, realizando los remates en la Plaza de
Armas y el Parque Pino; esta costumbre se ha ido olvidando en su
esencia por el devenir de sus años, y hoy es compensada de alguna
manera el sabor de un paseo campestre y demás con el paseo al cerrito
Huajsapata, con la presentación al aire libre de los conjuntos
pandilleros116.

Por los años 1900 a 1905, específicamente en la ciudad de Puno, se


guardaban celosamente las costumbres sociales propias de las
tradiciones coloniales y aristocráticas, las que claramente marcaban
clases sociales sea por el apellido o por la fortuna; los bailes propios de
este tipo de sociedad eran los legados por esa época colonial y entre
otras como el vals, el “aguanieve”, la aristocrática cuadrilla de lanceros,
el schotis que se bailaban en parejas. Por otro lado la realidad del Perú
impone en el campo y a la población rural la actividad colectiva del ayllu
y por ende la danza de tradición vernácular convertida en el Carnaval o
“Anata”.

Posteriormente, en el Carnaval de 1907 se inicia formalmente la Pandilla


Puneña con su propia estructura, en la que aparecen el bastonero
(guía), las parejas pandillera, acompañamiento de una estudiantina y
organizada toda ella por una junta directiva, todo esto gracias a un cultor
de esta misma.

La alegría y elegancia de la Pandilla Puneña, depende mucho del buen


acompañamiento y calidad interpretativa de la estudiantina y por
supuesto de una buena selección de huayños pandilleros. La
estudiantina es el grupo que anima a las pandillas con la música, y que
se conforma primeramente con instrumentos de cuerda como la guitarra,
guitarrones, mandolinas que son la base principal de la de este grupo

116 Anónimo. “Viernes de Carnaval, paseo de Huajsapata” [consultado 24/11/2015]


http://www.punomagico.com/carnavales%20pandilla%20punena.htm

77
musical, a las que se unen el charango, el contrabajo y los violines,
enriquecidos con el sonido característico de los acordeones, desde
1950, los instrumentos viento como la trompeta con sordina, el saxofón y
el trombón integran a estas estudiantinas117.

La “pinkillada” es la expresión musical y coreográfica que se acompaña


con un conjunto de “pinqullus”, instrumento que es una flauta vertical de
pico, con canal de insuflación, seis orificios anteriores y ninguno
posterior. Esta música está ligada de manera imprescindible a la fiesta
de los Carnavales (español) pukllay (quechua) o anata (aymara) que
celebra la llegada de las lluvias, rinde homenaje a la fertilidad y la vida,
se inicia el emparejamiento de jóvenes solteros y solteras, junto a
modalidades como la “wifalita”, este género reconocido como “Carnaval
campesino” se interpreta en febrero y también en las fiestas de
celebración por la construcción de las casas o wasichakuy y en la fiesta
de Todos los Santos118.

En la ciudad de Puno, las fiestas de Ntra. Sra. de la Candelaria y el


Carnaval son las más significativas, tanto por la cantidad de
participantes, como por su organización institucional y sus implicancias
económicas. Su festejo convoca a la mayoría de los habitantes de
ambas ciudades, así como a personas que han migrado y regresan para
esta fecha, a los que se suman miles de turistas de nuestro país y el
resto del mundo119.

Casualmente el inicio de Carnaval del año que viene coincidirá con la


festividad religiosa también tradicional como lo es el día de la Virgen de
la Candelaria, patrona de la ciudad histórica. Tanto la Iglesia como los
organizadores del carnaval no expresaron reparos u objeciones ante

117
Anónimo. Ibídem. [consultado 24/11/2015]
http://www.punomagico.com/carnavales%20pandilla%20punena.htm
118
PUERTAS, Humberto, MANGA, Dimitri, VASQUEZ, Chalena “! Ch’amampi!: Vientos del
altiplano” Pontificia Universidad Católica del Perú, serie musical peruana, volumen III.
119
PODJAJCER, Abil. Óp. Cit. p. 72.

78
tamaña concurrencia de festejos. Por el contrario, cada uno hará lo suyo
por el bien de la comunidad.120

Unas semanas después, de la fiesta de la Candelaria, viene la semana


de Carnaval, los quechuas y aimaras se embriagaban y danzaban con
sus mejores trajes y disfraces.121

En este sentido, todos los días son distintos y cada uno de ellos
comprende un significado diferente, el último día o cacharpari se despide
la fiesta, pero también se hace el compromiso de renovación para el
siguiente Carnaval a través de la elección de los guías para el próximo
año, lo que marca un tiempo cíclico122.

La despedida se realiza a la semana de haber comenzado la celebración


de la Anata o Carnaval andino. La comunidad en conjunto se reúne en la
cancha o bien la escuela para despedir el tiempo de jallupacha. El
tiempo del juego ritual del hombre y la naturaleza se ha consumado, el
tiempo transcurre y ha dado sus frutos. Las deidades del mundo andino,
han sido pagadas con ritos y ceremonias ancestrales, el mundo renueva
el ciclo de la vida y la muerte continua. La comunidad despide el tiempo
de jallupacha, la Anata se va pero volverá el próximo año. Después de la
Anata Paxsi (mes del Carnaval) comenzará la cosecha de la papa, la
quinua y de todo lo que la Pachamama les ha dado.

El Jilaqata y las autoridades del sindicato convocan a las comunidades a


reunirse en el pueblo a despedir a la Anata. A muchas pueblos del
altiplano llegan desde la ciudad la tropa de Ch'utas con la banda de
bronce. En muchos casos este día es aprovechado por las parejas de
jóvenes para decidir vivir juntos. Los waynas o jóvenes se roban a las
tawaqus o doncellas andinas para llevárselas a sus casas. Quizá por eso
este día se le conoce con el nombre de tentación. Es decir, que los
jóvenes no resisten la tentación de la mujer y deciden casarse de hecho.

120
Ibídem. p. 75.
121 ORTIZ RESCANIERE, Alejandro “Carnaval y humor andinos” revisado en la revista
Antropológica. p. 20.
122
MINISTERIO DE CULTURA, Óp. Cit. p. 88.

79
Después de la fiesta cuando la vida haya vuelto a la normalidad y al
tiempo cotidiano, se formalizarán los matrimonios. Los futuros esposos
junto con sus padres van a las casas de sus esposas a pedir que les
acepten como a sus yernos o tullqas.123

Como hemos podido apreciar, la festividad del Carnaval al ser traída por
los conquistadores a América, incorporó elementos locales o regionales
y se sincretizó la devoción a la ritualidad, con nuevos personajes,
música, bailes e indumentaria, resultando una festividad en la zona
urbana caracterizada como una fiesta dividida por la elite y el pueblo; en
cambio, en la zona rural fue más homogénea ya que participaban todos
los campesinos integrándose sin distinciones sociales.

2.6. El Carnaval de Bolivia: Oruro.

Cada año durante la época de Carnaval en el país vecino de Bolivia en


la ciudad de Oruro, los integrantes de la elite social de la ciudad dejan a
un lado su usual desprecio por las costumbres, supersticiones y trajes de
los pueblos indígenas y clases populares para bailar por las calles en
ropas indias, representando dramas indígenas, en un complejo
espectáculo donde participan bailarines de ambos sexos. Por un lado, su
baile es parte de un desfile folklórico con fuertes insinuaciones
patrióticas.124

123
MENDOZA SALAZAR, David. Óp. Cit. p.11.
124 REVISTA ANDINA “Música y danza en los andes” ABERCROMBIE, Thomas “La fiesta de
Carnaval postcolonial en Oruro: Clase, etnicidad y nacionalismo en la danza folklórica”. p.
279.

80
Danzarines del baile de los Morenos, en el Carnaval de Oruro declarado
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Fuente: www.boliviaturismo.com.bo

Celebran como herencia local y nacional, la participación en estos


dramas de máscaras como una forma de homenaje penitencial a la
Virgen del Socavón, patrona de la ciudad. El Carnaval, es un evento
masivo donde participan más de 50000 bailarines y numeroso público,
hoy en día es solo uno y no precisamente el más importante de tales
festivales. En otras ciudades de Bolivia, tienen lugar eventos similares
en diferentes fechas del calendario religioso. Las procesiones religiosas
dedicadas a santos milagrosos tienen creciente popularidad en
Bolivia125.

Las representaciones ejecutadas en el Carnaval de Oruro muestran que


se representa una historia sobre la lucha del ciudadano boliviano por
tener una identidad. El centro del Carnaval es una procesión religioso-
folklórica en la cual se ejecuta un drama litúrgico que trata sobre la
condición salvaje del indio que existe dentro de cada uno, se quitan las
máscaras, el desfile termina con una misa de arrepentimiento, día que
en Oruro coincide con la Cuaresma que es el final del Carnaval. Esta

125
Ibídem. p. 280.

81
representación moral estipula que el ciudadano completamente civilizado
puede realizarse así mismo solamente a través de la redención de una
situación de pecado hacia la cual es llevado por las peligrosas
tentaciones localizadas en los cuerpos de las mujeres indígenas. A
través de este mensaje subliminal, estas fiestas asimilan el romance
pastoral nacionalista con la naturaleza indígena.

La aventura plena de contradicciones de la elite con las costumbres,


vestidos y danzas carnavalescas indígenas es una respuesta a la
variedad que surgió en el siglo veinte, de un conflicto más antiguo y
difundido, en cuyas raíces se encuentran algunos de los requisitos,
aparentemente inevitables, del proceso de construcción de un estado-
nación126.

Desde fines del siglo XVII, las danzas urbanas tales como las del
Carnaval de Oruro no han sido representadas por los indios rurales, sino
de los indios urbanos, es decir integrantes de la esfera mestizo-chola. Es
así que los premios de artesanos monopolizaron las danzas del
Carnaval de Oruro hasta la mitad de la década de 1940.

La representación de la muerte del inca Atahualpa en manos de Pizarro,


fue uno de los medios a través de los cuales los trabajadores urbanos
trataron de marcar su pertenencia a los gremios, y romper con la
condición indígena en la cual las elites trataron de mantenerlos. La ironía
que nos ocupa aquí reside en el hecho de que estas representaciones
dancísticas, que insisten en tan absoluta dicotomía étnica-racial, han
sido el medio por el cual un sector medio, internamente estratificado, se
ha definido a sí mismo como no indio, mientras que a través de su
participación en tales actividades se distinguieron como no españoles, lo
que se define, en los términos aplicados por las elites sobre ellos desde
fines del siglo XVIII, como un vulgo o plebe de la identidad indígena127.

En los espectáculos urbano-nacionalistas como el Carnaval de Oruro, es


poco común que la gente del campo se una a las procesiones para
126
Ibídem. p.282.
127
Ibídem. p. 286.

82
danzar sus propias historias e identidades. En cambio, son
representados de acuerdo con los cánones conocidos como tipos de
nobles salvajes fieros, incivilizados y anticristianos. Pero en el campo, la
participación en festivales colectivos de los santos tomando parte de los
sistemas de fiestas de cargo en donde se eligen y legitiman a las
autoridades locales forma el bastión de la identidad corporativa de la
comunidad. Solo ahora están llegando al campo las nuevas alegorías de
las comparsas urbanas y nacionalistas128.

Personajes femeninos que representan a las Cholitas con máscaras y finos


sombreros, chales y polleras.

Fuente: www.boliviaturismo.com.bo

Al igual que en España los gremios de artesanos en Indias estaban


organizados en confraternidades, con santos patronos y deberes
religiosos. Aunque podemos imaginar que tales formas de organizativas
fueron alentadas en la primera centuria de la colonia, hacia mitad del
siglo XVIII, se habían convertido en motivo de preocupación para las
fuerzas del orden. En un proceso de separación del ceremonial la elite
con respecto al de la plebe, no solamente en España, sino también en
Indias, tal como sugiere la documentación sobre la “Rebelión del
Carnaval” de los Q’áqchas.129

128
Ibídem. p. 288.
129
Ibídem. p. 296.

83
A inicio del siglo XX, existían dos desfiles de Carnaval en Oruro, uno
pertenecía a la elite que era el sábado de Carnaval realizado con una pequeña
procesión, adornada con una variedad de visiones orientalistas, la que
terminaba en bailes de gala, y la otra, perteneciente a las clases populares y
masas indígenas que en la procesión del domingo de Carnaval - que sucesivas
ordenanzas municipales buscaron prohibir-, representaban los viejos temas del
teatro colonial.130

130
Ibídem. p. 298.

84
CAPITULO III

FIESTA Y PODER EN EL CARNAVAL DE AREQUIPA

85
3.1. CONTEXTO HISTÓRICO DE AREQUIPA EN LA HISTORIA DEL
PERÚ

Dentro de las periodificaciones propuestas por los historiadores, el


tiempo histórico que estudiamos abarca los períodos identificados como
la República Aristocrática (1899 a 1919), caracterizada por una sociedad
gobernada por las clases altas y se formó un orden señorial, una
democracia limitada en un país desintegrado socialmente, para algunos
autores fue el inicio de la consolidación de una oligarquía o plutocracia
unida por los lazos de parentesco que practicaba el nepotismo en un
monopolio de poder, marginando o neutralizando a las capas medias y
populares, que abrió las puertas al capital extranjero, al que terminó
subordinado y que estuvo aliada con los gamonales de la sierra.

También se propone que un grupo oligárquico, definido así por su


pequeño número (algunos se referían a las cuarenta familias o
doscientas familias que se erigían como los dueños del Perú) y por sus
íntimos lazos entre sí, que no tenía ni aspiraban a tener una ideología o
un proyecto de desarrollo que incluyese al resto del país, y de la toma de
importantes decisiones políticas entre amigos que se reunían en Lima en
el Club Nacional. Según estas percepciones, la República Aristocrática
es una reelaboración de los abismos sociales internos y la dependencia
económica extensa presente en el orden colonial, que perdió legitimidad
y fue cuestionado parcialmente en los años treinta, y que sólo se
resquebrajó en los años setenta de del siglo XX.131

El segundo período definido como el Oncenio de Leguía (1919 a 1930),


en el cual el lambayecano recién llegado de Londres se presentó y ganó
las elecciones contando con el respaldo de sectores medios urbanos y
universitarios de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos que lo
nombró “Maestro de la Juventud”.132 Leguía representó la aparición de

131 CONTRERAS, Carlos y CUETO. Marcos. “Historia del Perú Contemporáneo. Red para el
Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú”. Lima. 1999. p.164.
132
Ibídem. p.186.

86
nuevos grupos e intereses locales, empresariales, profesionales y
estudiantiles, que habían incrementado las clases medias urbanas.

El tercer período llamado militarismo y sus resistencias (1930 a 1950), o


también llamado por Jorge Basadre como el “tercer militarismo”, se inició
en 1930 con el gobierno de Luis Sánchez Cerro y continuó hasta 1939
con el del general Oscar R. Benavides, el sucesor fue un civil el
banquero Manuel Prado, cuyo gobierno estuvo marcado por el régimen
militar que lo precedió. Entre los años de 1945 y 1948, el país vivió un
respiro democrático bajo el gobierno del abogado arequipeño José Luis
Bustamante y Rivero, caracterizándose esa esta atapa como una
prolongación del orden oligárquico.

Para el desaparecido historiador Alberto Flores Galindo133, durante el


siglo XX el sur andino pasó dos grandes momentos, un período
caracterizado por la expansión de las casas comerciales arequipeñas y
las haciendas de Puno que es hasta 1930 y luego la crisis del
capitalismo. En la década de los años cuarenta se planteó el problema
del desarrollo del capitalismo, se intentó mejorar la infraestructura
industrial desde la década de los años treinta hasta mediados de siglo,
aparecen las sociedades ganaderas que importaron ganado, y con el
desarrollo del latifundio se terminó de constituir una nueva clase en la
región: la oligarquía arequipeña.

Arequipa en 1950, como menciona Francisco Mostajo es: “un crisol de


mestizaje”134, porque en ella se fusionaron la cultura occidental con la
cultura propia de su identidad, “tanto el uno como el otro no fueron
componentes perfectamente definidos, el componente hispano era
resultante de un largo y complicado mestizaje histórico, tenía mucho de
árabe, latino, judío, etc. En nuestro mestizaje la cosa es mucho más
complicado de definir, según Máximo Neyra Avendaño, podemos afirmar
que en la época prehispánica, en este territorio que hoy conocemos

133
FLORES GALINDO, Alberto. “Arequipa y el sur andino”. Siglos XVIII-XX. Editorial Horizonte.
Lima. 1977.
134
QUIROZ Paz Soldán, Eusebio. “Visión Histórica de Arequipa 1540-1990”. UNSA. p. 344.

87
como Arequipa, confluyeron y se superpusieron diversas culturas”135,
dando nacimiento a un mestizaje único que se caracteriza en su
arquitectura, su población, su música, sus poesías, su folklore y sobre
todo en sus costumbres populares. A partir de 1960 con el aporte de la
migración del sur esta identidad está siendo fuertemente modificada, y
no solo en el aspecto cultural sino que también en el plano económico y
electoral, ante estos cambios lo único que podemos hacer es un
esfuerzo por preservar y rescatar nuestra propia identidad cultural.

Con el golpe militar dado por general Odría se clausuró un ciclo en el


que se intentó reorganizar la política económica hacia la industrialización
y la redistribución del ingreso. Ese nuevo régimen fue bautizado como
“el ochenio” (1948-1956) tuvo una política económica más liberal, ya que
contaba con una escasa intervención del Estado en el aparato
productivo. El control social sobre los movimientos, fue una mezcla de
autoritarismo y paternalismo hasta la década de los años sesenta.

A mediados del siglo XX, el día 13 de junio los arequipeños tomaron la


plaza mayor, improvisaron una Junta de Gobierno y construyeron
barricadas pero fueron derrotados por las fuerzas militares. La política
fue confiar en el sector exportador como impulsor del desarrollo, para
ello se redujo los impuestos y se devaluó la moneda, el tipo de cambio
pasó de un dólar por 6.50 soles en 1949 a uno por 14 soles a fines de la
siguiente década.

En 1950, de dieron unas lecciones irregulares, ya que sólo había un


candidato: Odría, quien persiguió a los otros candidatos políticos como
por ejemplo a Víctor Raúl Haya de la Torre, lo cual generó muchas
protestas que fueron aplacadas por el carro rompe manifestaciones
llamado “rochabus” aludiendo al Ministro del Interior Temístocles Rocha.

135
NEYRA Avendaño, Máximo, GALDOS Rodríguez, Guillermo, MALAGA Medina, Alejandro,
QUIROZ Paz Soldán, Eusebio, y CARPIO Muñoz, Juan: “ Historia General de Arequipa”.
p. 45.

88
Por esos años, se produjo una explosión demográfica y posteriormente
la migración de los andes a las ciudades. Arequipa poseía una población
de 388,881 habitantes distribuidos en 64.5% en zona urbana y 35.5% en
rural, con una tasa de crecimiento anual de 1.9.136

3.2. ORGANIZACIÓN MUNICIPAL DE LA FESTIVIDAD

La institución medular de una ciudad es su municipio, desde la fundación


de Arequipa el Cabildo Civil cumplió el rol de articular la dinamicidad de
la vida cotidiana de los habitantes propios y extranjeros, a partir de la
emisión de las ordenanzas municipales que regulaban todo tipo de
actividad política, comercial, religiosa, y de esparcimiento como las
fiestas entre ellas el Carnaval.

Desde de fines del siglo XVIII el Cabildo Civil tornó su nombre – de


acuerdo a los libros de actas de cabildo civil - con más frecuencia a
municipio o municipalidad, término que se consolidaría después de la
independencia del Perú. Como mencionamos, los acuerdos ediles que
figuran en las actas nos ayudan a poder reconstruir la organización
festividad del carnaval con todas sus prácticas, situaciones y
consecuencias.

Al inicio de la etapa denominada República Aristocrática, el municipio


arequipeño iniciaba las gestiones a inicios de cada año, en enero en las
sesiones ordinarias los integrantes del cuerpo edil coordinaban para
nombrar una comisión encargada del desarrollo de las diferentes
actividades para el festejo. La comisión era presidida por un regidor que
rotaba cada año, se planificaba cada evento y era difundido en el
periódico El Pueblo.

Los Juegos Florales por primera vez se organizaron en 1912, por


iniciativa del Centro de Instrucción y patrocinado por la municipalidad
provincial, posteriormente, las fiestas fueron amenizadas por el célebre

136
Perú. Instituto Nacional de Planificación. Sexto Censo Nacional de Población: censo de
1961. Lima. 1964.

89
artista don Luis Dunker Lavalle, quien compuso varias piezas musicales,
entre las que destacan el Himno a las Flores y la Marcha Triunfal137.

Desde el mes de enero ya se organizaban las comparsas de máscaras


que recorrían los salones, en 1915 se rompió con esta costumbre y no
se vieron dichos grupos, y el jueves de compadres día en que se abrían
los salones de baile, se vaticinó que el carnaval la pasarían muy tristes a
causa de la situación económica que atravesaba Arequipa y por la
matanza de obreros del 30 de enero que afligía a la población.

Siempre se dieron muchas veladas, en beneficio del bien social, resalta


entre las primeras la velada social que se realizó el 22 de Marzo de
1919, en el teatro Olimpo para recaudar fondos para auxiliar a los
compatriotas de Tacna y Arica.138

Ese año, el subprefecto e intendente de la policía Arturo Noboa


fundamentó que eran necesarias dar a conocer algunas medidas de
comportamiento de la población, por lo que decretó que estaba
absolutamente prohibido arrojar agua y otras sustancias en la vía pública
y a otras personas que no tomen parte del juego, igualmente prohibió el
uso de anilinas, agua sucia y materiales nocivos, así como las carreras a
caballo por las calles de la ciudad, y de los coches y demás vehículos.
La infracción de estos disposiciones sería penada con la multas de 5 y
20 soles139.

El recorrido del Corso de la Flores se iniciaba en el bulevar Parra y


recorría las calles: La Merced, el Portal de la cárcel, Ejercicios, San
Camilo, Piérola, Guañamarca, Santa Teresa, San Francisco,
Mercaderes, Pizarro, Santo Domingo, Plaza de Armas140.

Fueron innumerables las veces que la gente transgredió el orden,


echando agua a quien no debía como policías, militares, vecinos, etc.,
por lo que las autoridades decidieron dar algunas disposiciones, la

137 PARDO DE BELAUNDE, Adela. “Arequipa su pasado, presente y futuro”. p. 253.


138
Ibídem. p. 255.
139
Diario El Pueblo. Arequipa. Domingo 14 de Febrero de 1915 N° 3677. p. 2
140
Diario El Pueblo. Arequipa sábado 1 de marzo de 1919. N°4958. p. 2.

90
subprefectura publicó un bando prohibiendo las carreras de caballos por
las calles, arrojar agua sobre los vehículos y personas que transitan por
la vía pública, y el uso de anilinas, bajo pena de multa141.

La disposición fue desobedecida año a año y en 1923, el regidor Juan


Cardín Allison presentó un proyecto para transformar el juego del
Carnaval y que guarde relación con el grado de la cultura arequipeña,
propuso lo siguiente:

 Quedaba prohibido bajo pena de multa el uso de cascarones,


aguas coloreadas, pinturas, baldazos y el arrojó de agua con
cualquier recipiente.

 Se permitía jugar con agua sin colorantes, sólo agua.

 Quedaba organizado un corso carnavalesco en uno de los días de


la festividad, siendo permito jugar sólo con serpentinas, flores y
confeti, quedó prohibido el uso de agua y chisguetes.

 Se ampliarían las penas acordadas, para las personas que arrojen


agua aunque sea con globos a las personas que transitan por las
calles sin que sean parte del juego142.

La Comisión Municipal de Policía y Espectáculos del municipio, en base


a esa propuesta, dispuso lo siguiente:

a. Se prohíbe terminantemente bajo pena de multa y cárcel el uso de


cascarones, pinturas, anilinas, aguas coloreadas, así como arrojar
baldes de agua a los transeúntes, se permite solo el uso de
globos de jebe.

b. Que se oficie a la autoridad política solicitando el apoyo de la


policía para el cumplimiento de esta disposición.

c. Que se organice y lleve a cabo, por una comisión municipal,


prohibiéndose el uso de agua mientras se desarrolla la fiesta.

141
Diario El Pueblo Arequipa. Domingo 15 Febrero 1920 N° 5244. p. 4.
142
El Deber Arequipa. Viernes 26 de enero. 1923. N°14280. p. 2.

91
d. Que la inspección de la policía queda encargada del cumplimiento
de estos acuerdos haciéndose las publicaciones y distando, por
sus partes, las disposiciones que crea conveniente para su mejor
realización con excepción de la que se refiere al corso. Alcalde
Bustamante Ugarte143.

Lo curioso fue cuando el concejal que propuso las disposiciones,


solicitó S/ 1,000 para los festejos y le fueron negados, por lo que
renuncio a la comisión de festejos.

Ese año de 1923, por primera vez se eligió a la reina por parte de
toda la ciudadanía, en un artículo periodístico se resalta: “el consejo
provincial invita al pueblo a la elección de la reina, la que junto a su
corte presidirá el corso del Carnaval. Todo el pueblo puede elegirla,
sin ninguna distinción”.144

A inicios del mes de febrero, se publicó un artículo en el cual se


mencionaba que los jóvenes no mostraban mucho entusiasmo, por lo
que no esperaban que se vean mascaritas ni juegos en las calles,
también aludía que ni la clase popular se mostraba entusiasta. Y así
fue, un carnaval con escasa alegría y jolgorio, sino apagado y
melancólico.

Dos años después, en el mes de febrero se presentaban días muy


lluviosos, los aluviones del año 1925, fueron muy destructivos
inundaron calles, viviendas y edificios políticos y militares145. La
prensa mencionaba lo siguiente: “la población ha quedado en la
miseria, que los preparativos realizados por la municipalidad y el
presupuesto destinado a este festejo, se debería destinar a la ayuda
de los damnificados. Es por eso que se abrió un fondo económico al
cancelarse los festejos y se destinaron S/2,000.00 para los
damnificados”.146

143
Diario El Deber Arequipa. Miércoles 21 de enero. 1923. N°14273. p. 2.
144
Diario El Deber Arequipa. Sábado 27 de enero de 1923. N°14281. p. 2.
145
Diario El Pueblo Arequipa Miércoles 11 Febrero de 1925. N° 7635 AÑO XXI. p. 2
146
Diario El Pueblo Arequipa Jueves 12 Febrero de 1925. N° 7638 AÑO XXI. p. 4

92
Existió una reglamentación para el uso de los disfraces, el sábado 21
de enero, el director de la policía le dirigió a la prefectura, un
despacho aclarando el uso de los disfraces por parte de la población,
estableciendo que sólo podrían usarlos los que tengan licencia
expedida por las autoridades, que era a través de un carnet con los
datos personales, se pagará S/01.00 por día a la compañía
recaudadora que entregara el carnet a las autoridades policiales y
luego a los solicitantes, además nadie será exonerado del pago.147

A los pocos días, el clima se tornó inclemente y las lluvias


torrenciales que impidieron que el jueves de compadres se abran los
salones de baile, el único local fue el cine Pathe pero los pocos
asistentes no han tenido el entusiasmo de antaño. La única
manifestación de alegría carnavalesca, fueron los teatros locales,
donde se jugó con serpentinas, flores y confeti. Casi todo el día hubo
mucho desgano y poco entusiasmo, solo en algunas casas se
observó cierta alegría en los recorridos por las calles de la oficialidad
y soldados de los Regimientos de Infantería N°7 al frente de su
banda de músicos.148

En el diario El Pueblo, fue publicado un artículo en el que se


menciona la ausencia de entusiasmo en las partidas de mascaradas,
que en otras ocasiones desde el día jueves de compadres se abrían
salones para recibir las comparsas de máscaras, en esta oportunidad
sólo el sábado abrieron algunos salones, ni siquiera ha sobresalido el
Teatro Pathé la primera noche el domingo y se apagó la luz a las 2
de la madrugada. 149

Un año después el municipio tuvo más cuidado en la organización del


carnaval, coordinó la elección de la reina, se planteó un nutrido
programa de actividades, se creó un presupuesto para solventar los
gastos, se derogó la ordenanza municipal del año 1923 que prohibía

147
Diario El Pueblo Arequipa Sábado 21 Febrero de 1925. N° 7644 AÑO XXI. p .2.
148
Diario El Pueblo Arequipa Jueves 26 Febrero de 1925. N° 7645 AÑO XXI. p. 1.
149
Diario El Pueblo Arequipa Jueves 26 Febrero de 1925. N° 7645 AÑO XXI. p. 1.

93
el juego con agua y huevos con sustancias de colores. Los bailes que
fueron organizados se realizaron en el Club Arequipa, la Sociedad
Patriótica Tacna y Arica, y la Compañía de Bomberos, y además la
población disfrutó de tres días de verbenas realzadas en las afueras
del mercado San Camilo.

En el Corso de las Flores, participaron carros alegóricos de diferentes


distritos y luego se dirigieron a los teatros Olimpo y Fénix donde
recibieron obsequios y jugaron con serpentinas y confites, finalmente
la multitud cantaba el tradicional Carnaval Arequipeño. De la campiña
arequipeña, un agricultor envió una carta al diario El Pueblo
indicando que como es el mes del trigo relacionado a la diosa Ceres,
solicitaban la elección de su propia reina del campo al alcalde que no
los habían tomado en cuenta.150

La municipalidad dispuso que los vehículos motorizados que se


estacionen en los alrededores de la Plaza de Armas, debieran pagar
de acuerdo a la cantidad de horas aparcados. La Cámara de
Comercio donó cierta cantidad de dinero para premiar a las reinas, la
empresa de los señores Nava y Valcárcel se aunaron al festejo
financiando funciones cinematográficas en honor a las reina en el
teatro Olimpo, Fénix y Pathe.

Las actividades organizadas por la municipalidad, figura un baile para


las reinas las cuales fueron condecoradas con insignias y títulos, y
posteriormente se fueron a los distintos locales a su baile respectivo.

El corso de las flores y el desfile de los carros alegóricos, recorrió las


calles: La Merced, portal de la municipalidad, Morán, Santo Domingo,
Piérola, Mercaderes, San Francisco, Ugarte, Santa Catalina y retornó
a la plaza de armas. Luego se realizó el baile popular en el mercado
San Camilo, al día siguiente fue el entierro del Ño Carnavalón en la
tradicional pampa de Kinsamoco en Miraflores.151

150
Diario El Pueblo Arequipa Miércoles 10 Febrero de 1926. N° 7929. p. 3.
151
Diario El Pueblo Arequipa Viernes 19 Febrero 1926. N° 7984. p. 3

94
La Municipalidad de Arequipa, días antes del Carnaval, informaba a la
colectividad en la prensa, de las gestiones a realizarse si se deseaba
participar en el festejo.

FUENTE: Diario El Pueblo Arequipa Viernes 17 de febrero de 1928

Hubo la disposición de prohibir el uso de globos con agua y


juegos pirotécnicos de garbanzo, solo se permitió el empleo de
serpentinas, confites y chisquetes. Se resaltó la participaron todas
las clases sociales quienes mostraron en los tres días orden y la
cultura en el juego.152 Las reinas fueron homenajeadas en un
estrado integrado por las familias más notables o pudientes e
influyentes de la ciudad, a la reina de la ciudad se le obsequió un
porta buquet de oro y a las otras de plata, luego fueron a los
bailes en su honor.153

152
Diario El Pueblo Arequipa Jueves 11 Febrero 1926. N° 7931. p. 4.
153
Diario El Pueblo Arequipa Jueves 18 Febrero 1926. N° 7983. p. 5.

95
.

A través de los anuncios de publicidad, podemos ver que familias de


comerciantes son los que periódicamente ofrecen sus productos importados.

FUENTE: Diario El Pueblo Arequipa Jueves 11 Febrero 1926.

Los vecinos del distrito de Miraflores eligieron a su reina, fue la señorita


Laura Muñoz Najar que obtuvo 682 votos. El Club Social Miraflores le
ofreció una recepción en sus instalaciones y fue coronada como Laura I
por el presidente de dicha institución señor Julio H. Pérez. También, la
Sociedad Femenina Pro Cultura, preparó un baile de máscaras de sus
asociadas y familias para el lunes de Carnaval, dicha reunión fue en la
Sala Imperio.154

El desfile y corso se realzó desde las 2.00 pm de la tarde partiendo del


boulevard Parra, recorriendo las siguientes calles: La Merced, portal de
la Municipalidad, Morán, Santo Domingo, Piérola, Mercaderes, San
Francisco, Ugarte, Santa Catalina y retornó a la plaza de armas.155

154
Diario El Pueblo Arequipa Jueves 11 Febrero 1926. N° 7931. p. 4.
155
Diario El Pueblo Arequipa Jueves 11 Febrero 1926. N° 7931. p. 4.

96
Los dueños de las empresas Nava & Valcárcel, y Miguel Francisco
Rodríguez, organizan funciones cinematográficas en honor a las reinas
en los teatros Olimpo, Fénix y Pathé, las funciones empezaron a las 6.45
pm, y a los asistentes se les obsequió serpentinas y confeti, se acordó
cobrar entrada sólo a los varones. En la premiación de los carros
alegóricos, ganaron la Copa de Champagne y El Carrusel que
empataron, el segundo lugar para la comparsa Caja de Muñecas y se
declaró desierto al premio al mejor automóvil, por ello su premio fue
otorgado al automóvil que trajo a la reina de Miraflores, los premios los
entregó el alcalde de la ciudad el señor Federico Emmel. 156

El municipio estableció lo siguiente:

a. Prohíbase el uso de aguas nocivas de colorantes como anilinas y


otros productos. (Menos el airampo)

b. Prohíbase arrojar de aguas y harinas a los miembros del ejército, la


policía y a los transeúntes que no manifiesten el deseo de jugar,
igualmente a los autos, tranvías toda clase de vehículos.

c. Queda prohibido el uso de mascarillas o disfraces sin la respectiva


licencia que será recabada por el cuerpo de seguridad.

d. Todos los contraventores a estas disposiciones serán multadas o


arrestadas según la falta.

e. El cuerpo de seguridad hará cumplir este decreto municipal.157

Ese año, fueron numerosos los participantes cómo casas comerciales,


instituciones, fábricas y particulares quienes formaran parte del corso.
Distintos eventos se realizaran en estas fiestas, como bailes de
máscaras en el cinema Pathe, en la plaza de armas se realizó la
coronación de las reinas en el municipio, el domingo será el Corso de la
Flores, los días lunes y martes también hubo recorrido de corso.

156
Diario El Pueblo Arequipa Miércoles 10 Febrero 1926. N° 7929. p. 3
157
Diario El Pueblo Arequipa Miércoles 10 de febrero de 1926.N° 7929.p.3.

97
Automóvil decorado con serpentinas, pasea a la reina y su corte integrada por
otras señoritas.

FUENTE: “Historias de las fiestas del Carnaval en Arequipa” de Helard


Fuentes. 2016.

La elección de las reinas infantiles, se realizó en el atrio de la Catedral


regalando dulces, serpentinas y confeti a los niños pobres. Las
movilidades del corso, como es costumbre pagarán si es carro grande
S/10.00 y si es pequeño S/5.00.158

Cabe resaltar que ese año se distinguió el distrito de Tiabaya,


principalmente en la casa y jardín de la familia Ballón, los vecinos
jugaron todos los días por todas las calles con máscaras, globos y
cáscaras.

En Miraflores, también se organizó la fiesta en honor al Ño Carnavalón,


así mismo el municipio organizo bailes, también en honor a su reina, el
miércoles se realizó el entierro del Ño Carnavalón, asistieron una gran
cantidad de personas y por otro lado los indígenas también realizaron su
propia fiesta en un apartado con sus típicos bailes y cantos.

158
Diario El Pueblo Arequipa Viernes 17 de febrero de 1928.N° 8531 .p.3.

98
Las verbenas populares se realizaron en la plazoleta del mercado San
Camilo, el municipio otorgó licencia gratuita a todos los que deseaban
instalar sus kioscos, ramas, toldos construidos de calamina o de madera,
así mismo se podrá vender cualquier cosa, también podrán realizarse
bailes populares. El municipio otorgara premios a los kioscos mejor
organizados con 5, 3, 2 Libras Peruanas, inscripciones en el
departamento de la policía.159

Frontis del Mercado San Camilo, se aprecian los quioscos en los que se
vendían serpentinas, globos, perfumes, etc.

FUENTE: Diario El Pueblo Arequipa Martes 14 de febrero de 1928.

En 1930, a causa de las consecuencias económicas internacionales


peligró la realización de las actividades y hasta se propuso cancelar
dicha fiesta, sin embargo se tuvo en consideración que en el festejo se
venden los artículos carnavalescos y esa era una forma de ganarse
algún dinero de parte de los pequeños comerciantes, por ello de todas
formas debería realizarse.

Después de una larga sesión de consejo municipal se acordó que sólo


se premiaría con 200 libras al ganador del corso, no se subvencionaría
ninguna fiesta, pero si se permitirá el libre juego. No se organizó un

159
Diario El Pueblo Arequipa Martes 14 de febrero de 1928.N° 8528. p. 6

99
programa como en otros años y el corso fue el 2 de marzo, con carros
alegóricos y comparsas, y kioscos y toldos que participaron vendiendo
sus productos en las verbenas populares.160

En el distrito de Miraflores, el Club Deportivo Rayo organizó un concurso


de disfraces infantiles, premió a los mejores disfraces, así mismo
organizó un encuentro deportivo con otro club. El entierro del Ño
Carnavalón no fue en Miraflores, sino en Cerro Colorado en donde se
organizó un atractivo programa para la celebración. El grupo de
periodistas representados por el Círculo de la Prensa, homenajearon a la
reina del Carnaval, que ganó el concurso organizado por el diario El
Pueblo, ya que el municipio decidió suprimir la elección de la reina y
todos los festejos que solían realizarse en estas fiestas, por lo tanto El
Pueblo decidió realizar un agasajo a las reinas elegidas.

En el diario El Pueblo, se crearon las páginas para las fotografías de los foto
aficionados que cubrían distintos eventos.

FUENTE: Diario El Pueblo Arequipa Miércoles 12 de febrero de 1930.

160
Diario El Pueblo Arequipa Miércoles 12 de febrero de 1930.N° 9012. P. 4

100
El subprefecto Daniel Zapata, dispuso que se publique un bando en el
cual se establecía que quedaba completamente prohibido el juego con
material de colorante, anilina y otras sustancias que causen daño a las
personas o a sus prendas, se prohibió arrojar aguas sucias, harinas y
cascarones a los miembros de la policía, del ejército o a la población que
no desee jugar, de igual forma a los tranvías y vehículos. No se pudo
usar máscaras sin licencias y serán sancionadas las personas que
desacaten estas medidas, con una multa o el arresto.161

Las autoridades de la ciudad, decidieron suprimir las verbenas


populares, ya que no contaban con la seguridad sanitaria, los quioscos
que se instalan en la calle Corbacho eran un foco infeccioso, tenían los
toldos sucios brindando un espectáculo deplorable y “pueblerino”. La
empresa de tranvías puso a disposición un tranvía a los pobladores de
Tingo, para que puedan acudir a la ciudad y participar del evento.

En Paucarpata, por primera vez la población eligió a su reina, por lo que


el municipio distrital organizó un nutrido programa de festejos, las
cantinas realizaron sus propias fiestas por el acontecimiento y la
empresa de tranvías brindó servicio toda la noche a dicho distrito.

En la ciudad se realizó la fiesta en el teatro Olimpo organizada por parte


del Círculo de Periodistas de Arequipa, quienes homenajearon las reinas
en medio de una numerosa asistencia de diferentes estratos sociales,
marcando la diferencia en los carnavales pasados. Ante la prohibición
del uso de máscaras sin licencia, es que decayó tal actividad y fueron
escasos los enmascarados que recorrieron las calles. El carnaval criollo
se inició con las verbenas populares cerca a la calle Corbacho en donde
las dos cuadras estuvieron repletas de toldos, con música de las
orquestas, el municipio repartió bizcochos y confeti a los asistentes y
pequeños obsequios a los niños huérfanos, a los ancianos del asilo y a
los presos en la cárcel. Ese año, el entierro del Ño Carnavalón fue en

161
Diario El Pueblo Arequipa Jueves 27 de febrero de 1930. N° 9027. p. 4

101
Challa pampa, actividad organizada por el gremio de regantes de Cayma
y Cerro Colorado.

En 1930, nuevamente el municipio y el subprefecto Daniel Zapata,


difundieron el siguiente bando:

a. Prohíbase en absoluto el juego con agujas, material de colorante, con


anilina y otras sustancias, que causen daño a la persona o a sus
prendas.

b. Se prohíbe arrojar aguas, harinas, cascarones, a los miembros de la


policía o del ejército o a la población que no desee jugar, así mismo a los
tranvías y vehículos.

c. Queda prohibido el uso de máscaras sin licencia.

d. Los que no cumplan con este decreto tendrán que pagar una multa o
ser arrestados.

e. Los cuerpos de seguridad y la guardia civil harán cumplir con estos


decretos.162

En 1932, la situación económica no cambió mucho, por lo que el


municipio decidió que la elección y baile de la reina del carnaval lo
organice como anteriormente lo hizo el Círculo de Periodistas,
encargándose además del corso de las flores, los bailes populares y
premiación a los ganadores del corso infantil, el concurso de la canción
al Carnaval, los bailes populares bailes como la marinera, pampeña y
huayno, y concurso de palcos arreglados.163

En los preparativos previos, el Círculo de Periodistas de Arequipa


decidió elegir su propia reina del periodismo, y se inscribieron varios
participantes para el concurso de canción, baile y arreglo de palcos. Por

162
Diario El Pueblo Arequipa Jueves 27 de febrero de 1930. N° 9027. p. 4.
163
Diario El Pueblo Arequipa Miércoles 27 de febrero de 1932. N° 9639. p. 5.

102
primera vez los canillitas o vendedores de periódicos participaron en el
corso de las flores164.

El señor Guillermo Zaconet, obsequió sus triconomías fotográficas como


premios. La velada fue en el teatro Olimpo.165

En el concurso musical, el maestro Aurelio Díaz fue el ganador, luego de


varias evaluaciones fue galardonado por su composición titulada:
"Arequipa en Carnaval".166 Por primera vez se organizó una fiesta en el
balneario de Tingo por parte de la empresa de los tranvías eléctricos,
invitando a las reinas y Círculo de Periodistas de la ciudad, también el
Club Melgar organizó un baile y partido de futbol.167

En 1934, nuevamente fue publicado un bando de la subprefectura,


firmado por el subprefecto intendente de la policía del Cercado, señor
Mario A. Dávila, decretando lo siguiente:

a. Quedó absolutamente prohibido el uso de pirotécnicos como


Napoleón o de garbanzo, así como de pepino.

b. Prohibido mojar o jugar con las personas que no participen en estos


juegos.

c. Las personas que usen disfraces deben de portar su licencia dada por
la policía.

d. Queda prohibido arrojar agua sucia o que contenga cualquier


colorante que dañen los vestidos.

5. El juego con agua será desde las 12.00 pm hasta las 6pm, y no fuera
de esas horas.

164
Diario El Pueblo Arequipa Jueves 28 de febrero de 1932. N° 9640. p. 4.
165
Diario El Pueblo Arequipa Viernes 29 de febrero de 1932. N° 9641. p. 5.
166
Diario El Pueblo Arequipa Jueves 04 de febrero de 1932. N° 9646. p. 4.
167
Diario El Pueblo Arequipa Viernes 05 de febrero de 1932. N° 9647. p .4.

103
Las personas que incurran a estas disposiciones serán multadas o
arrestadas por 24 horas.168

En esa década ya se puede apreciar un programa más sofisticado, en


1942, se difundió en El Pueblo:

“LA MEJOR PROGRAMACION DE PELICULAS PARA ESTOS


ALEGRES DIAS!

- JUEVES 12- Viernes 13 y Lunes de CARNAVAL una romántica y


deliciosa comedia de M. G. M. LOS QUE SOMOS JOVENES, con
LANA TURNER – JOHN SHELTON.

- JUEVES 12 – GRAN VELADA del CIRCULO DE ARTISTAS,


Proclamación de MIS FENIX Y MISS ATENEO!

- VIERNES 13 – NOCHE - grandiosa coronación de la REINA DE


LOS OBREROS.

Función de la Confederación de Trabajadores:

- SABADADO 14 y DOMINGO DE CARNAVAL La más feliz


comedia musical de 20th Century Fox, CONTIGO ME HE DE
CASAR.

- SABADO 14 MATINEE DE CORONACION de la REINA


INFANTIL”169.

El municipio difundió al público en general que quedaba abierta la


matrícula para la inscripción de los carros alegóricos, comparsas, etc.
para el corso del Carnaval que se realizara el domingo, los premios
fueron los siguientes: 1er. premio S/. 300.00, 2do. Premio S/. 200.00,
3er. premio S/.100.00, 4to. Premio S/. 50.00.170

168
Diario El Pueblo Arequipa Sábado 10 de febrero de 1934. N° 10183. p 6.
169
Diario El Pueblo Arequipa Martes 20 de Enero de 1942. N° 12545. p. 5.
170
Diario El Pueblo, Arequipa miércoles 13 de Enero de 1942. N°12539. p. 5.

104
Dos años después, por primera vez intervinieron carros alegóricos y de
propaganda comercial, lo mismo que algunas comparsas. Se los premió
con siete premios de S/ 100.00 cada uno. El recorrido se inició desde el
boulevard Parra, por las calles de la Merced, Santa Catalina, Ugarte,
San Francisco, San Juan de Dios, Avenida Olímpica y finalizando en el
estadio Melgar, donde se realizó una feria de Carnaval. El jurado fue
integrado por los directores de los diarios locales171.

A mediados de siglo, la comisión municipal de Carnaval, con


intervención de los señores representantes de las entidades de
empleados y obreros de Arequipa, acordaron auspiciar la formación de
grupos femeninos representativos del trabajo, para que participen en las
fiestas del Carnaval. Por ello, solicitaron a todos los centros de trabajo
de empleados y obreros, para que nominen una o dos señoritas que
figuraran como candidatas para formar dichos grupos. La comisión y los
representantes de las entidades de trabajo, procederán a efectuar un
sorteo entre todas las candidatas para la formación de los referidos
grupos172.

El Corso de Carnaval, fue premiado con los aportes de las empresas


comerciales e industriales de la ciudad, siendo los siguientes premios a
los carros alegóricos presentados: 1er.premio S/.600.00, 2do. Premio
S/.400.00, 3er. premio S/.250.00, 4to. Premio S/.200.00173

171
Diario El Pueblo, Arequipa sábado 24 de enero de 1945. N° 12549. p.3.
172
Diario El Pueblo, Arequipa viernes 23 de Enero de 1951. N° 16078. p. 3.
173
Diario El Pueblo, Arequipa viernes 23 de enero de 1951. N° 16078. p. 5.

105
Anuncio del segundo festival carnavalesco, con el programa y conjuntos
musicales, 1950.

FUENTE: Diario El Pueblo, Arequipa Jueves 22 de Enero de 1950.

En ese mismo año 1951, el municipio estableció que para poder realizar
un baile por Carnaval se tenía que solicitar licencia y el compromiso de
entregar el 10% de lo recaudado en la actividad.174

A fines de la década de los años cincuenta, el programa del Carnaval se


dada de la siguiente manera: Festival carnavalesco día sábado 11 en la
plaza de armas a las 9.00 pm. Desde un tabladillo, se llevara a cabo la
presentación de diversos conjuntos musicales, siendo premiados con
S/.250.00 y S/.100.00 respectivamente para los mejores conjuntos.175

En 1956, los premios a los carros alegóricos fueron más onerosos:


1er.premio S/.2.000.00, 2do. Premio S/.1.000.00, 3er.premio S/.800.00.
Los premios a las mejores comparsas: 1er.premio S/500.00, 2do. Premio
S/250.00, 3er. premio S/150.00. Para los ganadores del concurso de

174
Diario El Pueblo, Arequipa miércoles 20 de febrero de 1951. N° 15810. p. 5.
175
Diario El Pueblo. Arequipa, Viernes 27 de Enero de 1956. N°17214. p. 5.

106
disfraces los premios fueron: 1er. premio S/300.00, 2do. Premio
S/200.00, 3er. premio S/100.00176.

Los carros alegóricos reflejaron la creatividad temática que los podía hacer
ganadores del concurso, como el que se aprecia.

FUENTE: Diario El Pueblo. Arequipa, Viernes 27 de Enero 1956.

Como mencionamos anteriormente, el clima a veces condicionó la


realización del Corso de las Flores, en 1956 por la amenaza de las
lluvias, la comisión municipal decidió que el corso de carros alegóricos
fuera por mañana y se inicie a las 10 de la mañana, partiendo del parque
Selva alegre177. También quedó establecido que no se armen quioscos
en la plazoleta del mercado San Camilo ni calles aledañas.

Un año después, el festival musical que se realizó en la plaza de armas


desde las 9.00 pm. La comisión municipal pudo conseguir más recursos
económicos y estableció dos premios de S/. 300.00 y S/. 150.00 para
los dos primeros puestos. Los premios para los carros alegóricos fueron

176
Diario El Pueblo. Arequipa, Viernes 27 de Enero de 1956. N°17214 .p. 5.
177
Diario El Pueblo. Arequipa, Martes 31 de Enero 1956. N°17220. p. 7.

107
de la siguiente manera: 1er. premio S/2,500.00, 2do. Premio S/.1,500.00,
3er. premio S/1,000.00. Para las mejores comparsas de bailarines los
premios fueron: 1er. premio S/500.00, 2do. Premio S/300.00, 3er. premio
S/200.00. El concurso de disfraces, fue en la plaza de armas a las
11.00.am. se efectuó el concurso infantil de disfraces para que la
comisión otorgara valiosos juguetes.178

Como vimos la organización del carnaval con todos su diferentes actos


se fue haciendo cada vez más compleja ya que se incorporaron nuevos
actos o concursos, la municipalidad fue la institución que reguló y
estableció la normativa para los concursos y premios a las reinas de
belleza, a los carros alegóricos, a las comparsas, a los disfraces, y a los
kioscos y tiendas que aparecían en dichos días festivos.

La responsabilidad de la organización del festejo del Carnaval en la


ciudad, la asumió el municipio, previamente coordinó y organizó las
comparsas, veladas, el Corso de las Flores con todos sus participantes
como los carros alegóricos, comparsas, músicos, etc., y paulatinamente
se fueron integrando municipios como Miraflores, Paucarpata y Tiabaya
al festejo general que los resaltó entre los otros distritos que no
participaron por austeridad o poco interés.

3.3. ELECCIONES DE REINAS Y SU ROL SOCIAL

El mecanismo para la elección de la reinas de belleza, era adquirir una


cédula de votación al precio de 10 céntimos en la oficina de Policía del
Concejo y en los establecimientos comerciales de los señores Vizcarra,
Somocurcio y los hermanos Rivera, los votantes eran todas las personas
que lo deseen y adquieran la cédula.179

178
Diario El Pueblo. Arequipa, Martes 07 de Febrero 1957. N°17227. p. 1.
179
Diario El Pueblo, Arequipa miércoles 25 de enero de 1928. N° 7909. p. 2.

108
La Municipalidad a través de la prensa invitaba a la colectividad a la elección
de la reina, indicando días y lugar donde depositar los votos.

FUENTE: Diario El Deber, Arequipa, 27 de Enero de 1923.

En 1923 es elegida por primera vez la reina del Carnaval, la señorita


Doris Iriberry Gibson obteniendo una cantidad de 1010 votos y Carolina
Bustamante con 543 votos, siendo la ganadora la señorita Iriberry. Es
por tal motivo que el consejo provincial emite un comunicado dando a
conocer la elección de la reina del Carnaval, para ello pone a su
disposición un carruaje municipal debidamente engalanado en compañía
de la corte de damas de honor y los pajes que tenga, el domingo 11 para
que en el presida el corso de flores que se realizan ese año.180

180
Diario El Deber, Arequipa, martes 6 de febrero de 1923. N° 14289. p. 2.

109
Anuncio del escrutinio de votos de cada señorita, indicando a la ganadora,
señorita Doris Iriberry Gibson, primera reina de la ciudad.

FUENTE: Diario El Deber, Arequipa, martes 6 de febrero de 1923.

En 1926, el municipio después de hacer un recuento de votos, proclamó


reina de la ciudad a la señorita Carmen García Bustamante por excusa
de la señorita Eloísa Rivero Delgado, así mismo, en la misma sesión edil
se proclamaron como damas de honor a las señoritas Blanca
Bustamante Garcés, Hortensia Llosa, Angélica Rivera, Lucila
Somocurcio, Alicia Barclay, Celia García, Delia Zavala y Mercedes Llosa
Belaúnde. Se proclamó reina del trabajo a la señorita Rosa Olazabal
empleada del Banco del Perú y Londres, reina del Mercado a la señorita
Consuelo Monjarás. La reina de Arequipa fue al Club Arequipa y presidió
el baile de trajes, la reina del Trabajo a la Sociedad Patriótica Tacna y

110
Arica, y la del Mercado al local del Cinema Pathé donde el baile fue
organizado por la Sociedad Mixta de Empleados del Mercado.181

En ese mismo año los campesinos solicitan su reina, por ser esta
estación a la de Ceres diosa del trigo, reina del campo, por ser justo,
carta enviada por un campesino solicitando que también tengan su
propia reina, pidiendo al director del pueblo le comunique su petición al
alcalde quien no los tomo en cuenta (se invitara a la reina de los
campesinos a participar del corso, así mismo a que la inviten a los
bailes). 182

En 1928 dos ex reinas enviados dos listas: la primera ex reina de la


ciudad Elsa Lira Gámez y la ex reina del trabajo Graciela Carrillo, en las
que figuran las siguientes señoritas:

Para reina de la ciudad: Elvira Olivares, María Teresa Forga, Antonieta


López de Romaña, Isabel Iriberry, Blanca Tejada, Adela Llosa Velando,
Isabel Lira, Carmen Rivero Velando, Isabel Ward, Elsa Forga, Carmen
de Romaña Plazoles, Alicia Barber, Elsa Puch, Mercedes Llosa
Belaunde, Mercedes Zereceda, Lucila Ruiz de Somocurcio.

Para reina del trabajo: Mary Gómez de la Torre, María Galdós Vargas,
Graciela Méndez, Angélica Llerena Fierro, Josefina Rivera Santander,
Evangelina Talavera, Laura Olazával, Victoria Méndez Mc Dowall, María
Rivera Santander, Evangelina Talavera, Elena Salinas, María Llerena
Fierro.183

181
Diario El Pueblo, Arequipa martes 09 de febrero de 1926. N° 7928.p.3.
182
Diario El Pueblo, Arequipa Miércoles 10 Febrero de 1926 N° 7929. p 3.
183
Diario El Pueblo, Arequipa lunes 30 de enero 1928. N° 7914.p.5.

111
La señorita Carmen II reina de la ciudad, la señorita Merita I reina del trabajo y
la señorita Rosa II reina del mercado.

FUENTE: Diario El Pueblo, Arequipa Sábado 12 de febrero 1928.

Los días de votación fueron el sábado de 1.30 a 6.00 pm, y el domingo de 9.30
a 1.00 pm., en el Portal de la Municipalidad.

112
Cada Carnaval necesitaba una reina principal y otras para las diferentes
instituciones o distritos, según el status social de la señorita
candidateaba a la corona respectiva y diferentes instituciones las
apadrinaban.

Casa reina fue coronada por el alcalde de la ciudad, deferencia que muy pocas
tuvieron y que muchas ansiaron.

FUENTE: Diario El Pueblo, Arequipa Lunes 30 de Enero 1928.

El día que se realizaba el Corso de las Flores, que por lo general era
domingo, constituía el día central, los carros alegóricos tenían la
particularidad de estar adornados con flores naturales, quien presidía
este cortejo era la reina del Carnaval, que era designada por una junta
de vecinos notales ligados a la municipalidad, aunque hubieron años en
que se eligió por voto popular a la soberana. A la reina, la acompañaron
en sus presentaciones en sociedad, un selecto grupo de señoritas que
eran las que integraron su corte.

113
Todas las familias asistían al corso y participaban desde los balcones,
ventanas, azoteas y aceras de las calles y la Plaza de Armas, “todas las
familias se esforzaban para que sus hijos tengan vestidos de estreno en
el corso del Domingo de Carnaval. Incluso los más pequeños eran
primorosamente disfrazados por concurrir a ver el corso, de pierrots, de
colombinas, de japonesitas, de turcos, de chunchos, de diablitos, de
chinitas, etc.184 Todos sabían y respetaban la tradición de no jugar con
agua y hasta con polvos ese da en lugares públicos y, por supuesto, en
el corso de flores. Para eso estaban las “serpentinas de conversación”
con piropos y otras frases galantes; la mixtura colorida de papel picado;
los “chisguetes de éter” cuyos chorros provocaban una sensación
helada, pasajera y localizada; los confites más pequeños. Los señoritos
de daban el lujo de rociar con agua florida y hasta con perfumes finos a
las damiselas más atractivas.”185

Al medio día todos regresaban a sus casas, y daban de tomar la chicha


del Carnaval, estas podían ser de dos clases la chicha dulce o chica de
frutas, que era la más conocida, que era hecho de membrillos,
manzanas, granuja de unas, piñas maduras, higos secos y otros frutos y
especies; y el otro tipo de chicha era la chicha de masa, por tener como
ingrediente principal la harina de trigo. Era una tradición que todas las
familias celebraran con estas chicas el almuerzo, servían “puchero con
carnes de pecho de vaca, de cordero, lonja de chancho, cecina, papas,
camote, choclo en rodajas, zapallo, chuño blanco, ocas, peras,
manzanas y hasta duraznos, por supuesto que con abundante repollo y
llatan”186.

Otra de las tradiciones en los días del Carnaval era que en el almuerzo
se servía un banquete de frutas naturales como: “la sandía, el blanquillo
y hasta la uva italiana, teniendo como súbditos al melón, a los duraznos
de carne amarilla, a los duraznos de corazón rojo, a los aurimelos, a los
damascos, a los higos blancos y negros, a los mangos y a la uva negra.

184 ESCUDERO, Carlos “Vivencias” p.28.


185
CARPIO MUÑOZ, Juan Guillermo “Arequipa sus fiestas y comida típica”. Club de Leones
Yanahuara - Arequipa p. 49.
186
Ibídem p. 37.

114
En realidad, ningún día en el año la fruta brilla tano en la mesa
arequipeña como el Domingo de Carnaval.”187

Las señoras de las familias enviaban a sus amigas y familiares jarras de


chicha, canastas o bandejas de frutas y hasta pedazos de chancho, esta
conducta era recíproca, en cada casa se verificaba una especie de
concurso de chicas de Carnaval y las familias se estrechaban entre sí
con los lazos de gratitud.188

El día lunes, se permitía públicamente el juego con agua, es así que


muchos lo llamaban “lunes de agua”, los jóvenes salían a las calles de la
ciudad a mojar a aquellos que quisieran jugar con ellos. “La diversidad
de uniformes, equipos y hasta composición de las pandillas, dependía
del poder adquisitivo de los integrantes, todos utilizaban para la guerra:
los cascarones…las pandillas de los “niños bien” eran vistosísimas,
todos sus integrantes más o menos doce se vestían completamente de
blanco (camisa, pantalón y zapatillas), indumentaria que ex
profesamente se hacían para un día Carnaval y en la que los cascarones
que les caían marcaban heridas coloridas imborrables, además de sus
miembros, estas pandillas llevaban contratados a cargadores que en sus
espaldas y brazos llevaban canastas y balayes llenos de cascarones con
agua colorada. En las pandillas el más pudiente se daban el lujo de
contratar adema una banda de caperos, para que no les faltase, en cada
uno de sus ataques.”189

187
CARPIO MUÑOZ. Óp. Cit. p. 49.
188
Ibídem. p. 50.
189
Ibídem. p. 50-51.

115
La música de los primeros años del siglo XX reinaban las cuadrillas,
mazurcas, jotas, galopas, pasodobles, valses y marineras. “entre la
primera y segunda guerra mundial, época del esplendor del Carnaval en
Arequipa, los arequipeños demostraron sus dotes dancísticos y
enamoraron, a los compases del “fox-trot”, del “blues”, del “one step”,
entre otros. Pero por sobre todos esos ritmos, siempre brillo nuestro
autóctono Carnaval Arequipeño, contagiosa pampeña que constituye la
música popular más difundida de la Historia de Arequipa”190

En 1932 se dio la participación de las canillitas (vendedores ambulantes


de periódicos) en donde la comisión de festejos del Carnaval da un
comunicado para que dicho grupo puedan participar en el corso de las
flores, se invita a la participación de todos los vendedores.191

Para el año 1934 se resalta celebración en el barrio de la Casa Rosada,


donde se contara con la participación de dos reinas, la del deporte y la
del trabajo. Para lo cual se celebrara una fiesta en su honor.192 Así
mismo otra celebración que llama la atención es la de Miraflores, donde
se hará la coronación de su reina indígena Cusi Coyllor, así mismo se
dará concursos de baile entre otros.193

En 1937 por primera vez se eligió a la reina de Deporte, para ello se


realizó una reunión con la Federación Femenina de Deportes, donde se
acordó que el 24 del presente mes se realizaría un evento deportivo, a
fin de recaudar fondos para el corso carnavalesco donde se presentara
un carro alegórico propio.194

Este mismo año el diario “El Pueblo” auspicio la elección de la reina


infantil y del Deporte, para los cuales se publicara cupones para las
votaciones hasta fin de mes.

190
Ibídem. p. 54.
191
Diario El Pueblo, Arequipa Jueves 28 Enero de 1932. N °9640. p. 4.
192
Diario El Pueblo, Arequipa Jueves 1 Enero 1934 N° 10175. p. 3.
193
Diario El Pueblo, Arequipa Sábado 10 Febrero 1934 N° 10183. p. 6.
194
Diario El Pueblo, Arequipa Lunes 01 Febrero 1937 N° 10985. p. 5.

116
En las páginas de los periódicos, salían estos modelos de voto para reina
infantil.
FUENTE: Diario El Pueblo, Arequipa Lunes 01 Febrero 1937.

Modelo de voto para la reina del deporte, se consignaba el nombre de la


señorita y la firma del votante.
FUENTE: Diario El Pueblo, Arequipa Sábado 06 Febrero 1937.

En 1940 el consejo provincial nombro la comisión encargada de las


fiestas del Carnaval, la cual está integrada por los señores concejales
Ernesto Canepa, Don Héctor Bedoya y Don Juan Chabaneix.

Por primera vez se elige al rey de los feos para lo cual también se darán
cupones de votaciones para definir al ganador.

117
Carlos Ruiz de Somocursio, fue electo el rey de los feos. Nótese que en el
mismo voto también se incluía a Mis Alegría Infantil.
FUENTE: Diario El Pueblo, Arequipa Viernes 26 Enero 1940.

Para el año de 1942 la comisión de festejos del Carnaval estuvo


presidida por el Dr. Alberto Vargas Ruiz de Somocurcio, para lo cual
hace llegar un comunicado invitando a que participen diversas
instituciones a fin de dar mayor realce al Corso de las Flores.195

DESCRIPCION: Instituciones invitadas para la participación del Corso de las


Flores 1942.

FUENTE: Diario El Pueblo, Arequipa Miércoles 18 de Febrero 1942.

195
Diario El Pueblo, Arequipa Viernes 26 Enero 1940 N° 11930. p. 2.

118
Es así que se elige a una reina para ciudad y mises para los teatros
Fénix y ateneo; señorita Soledad del Rio con 269 votos y señorita Luz
Bustamante con 254 votos respectivamente.

Este mismo año se eligió a la reina de la Radio, contando con la


participación de Radio Landa y Radio Continental, siendo la ganadora la
señorita Alma América Cornejo.196

FUENTE: Diario El Pueblo, Arequipa Viernes 30 Enero 1942.

Para 1945 la comisión de festejos del Carnaval estuvo presidida por el


señor Víctor T. Vela, Luis Bedoya Mercado y Raúl Herrera Montoya. En
ese año se destaca la participación de la reina del Comercio e industria,
para lo cual La Fecia designa a las siguientes señoritas Ethel Smith de la
Casa Gibson, Guillermina Córdova F. del Banco de Crédito, Rosa Pérez
de Neiser y C y Teresa Ponce de Pedro P. Díaz. Siendo la ganadora la
señorita Guillermina Córdova Fernández.197

196
Diario El Pueblo, Arequipa Miércoles 11 Febrero 1942. N° 12564. p. 6.

197
Diario El Pueblo, Arequipa Miércoles 14 Febrero 1945 N° 13462. p. 3.

119
La reina Guillermina, soñaba con participar en las películas en las que las
escenas son de damas árabes.

FUENTE: Diario El Pueblo, Arequipa Miércoles 14 Febrero 1945.

Los alumnos de colegios prestigiosos de la ciudad, a inspiración de la


belleza de las señoritas, enviaron al diario El Pueblo, el siguiente poema:

A Teresa I

Composición de un alumno de 12 años del Colegio La Salle.

La reina de la ciudad

Es una niña muy bella,

Que por su gracia y bondad

No hay en el mundo como ella.

Por nombre tiene Teresa,

En simpatía es primera,

120
Para Momo es gran promesa

Por ser toda Primavera.

Por vos enorme Alegría

Sienten tus fieles vasallos

Y listos a complaceros

Están todos preparados.

Y ahora, mi bella Reina.

Gustavo Ballón Z.B.

Para la fiesta de Carnaval de 1948, fue electa la Reina Infantil la niñita


Medalit Galindo Rey de Castro, conto con sus damitas y corte de honor,
luego dirigió algunas palabras e iniciar el baile español.

Ramillete de niñitas que fueron elegidas por primera vez, entre ellas destaca la
primera Reina Infantil la niñita Medalit Galindo Rey de Castro.

FUENTE: Arequipa, su presente y futuro. P. 258.

También hubieron diversas reinas como la señorita Olga Lazarte que elegida
Reina de la Farándula y fue coronada en el teatro Real, por ella votaron 864

121
personas. El rey de los feos fue elegido Carlos Ruiz de Somocurcio con 1103
votos. La Señorita Alegría Infantil fue Elsa Suárez Valcárcel, electa con 1265
votos.198

Como hemos apreciados hubieron reinas de distintos sectores sociales como la


vinculada al municipio, a asociaciones patrióticas, a asociaciones de
comerciantes y obreros, además paulatinamente se fueron integrando las
reinas distritales. Se estableció una jerarquía desde la más importante que
presidía el baile en el Club Arequipa institución de la élite arequipeña, hasta la
reina de un baile o comparsa que también era la que presidía dicho baile pero
en otras condiciones, más modestas y con habitantes de los sectores
populares o subalternos.

Las cédulas de votación, nos permiten distinguir que las candidatas casi
siempre fueron señoritas de familia acomodada y hasta cierto punto de
solvencia económica. Paulatinamente fueron surgiendo a proposición, otras
reinas como las infantiles, de otros distritos e instituciones.

La reina del 1951, Su Majestad Rosario I

FUENTE: Diario el Pueblo Miércoles 31 de Enero de 1951.

En 1956 por razones de no contar con el Consejo Provincial, no se elegirá a la


reina de la ciudad, ya que no habrá quien la nombre y la corone, pero esto no

198 PARDO Gámez de Belaunde, Adela “Arequipa, Pasado, Presente y futuro” impr. Litográfica
del Perú. 1967 p. 517. p. 258.

122
fue motivo para que no se nombren reinas en Miraflores y en los club’s,
teniendo soberanas a las señoritas: Gloria Escobedo y Elena Valdivia,
respectivamente.

La belleza arequipeña siempre engalanó las primeras páginas de los diarios de


la ciudad.

FUENTE: Diario el Pueblo Arequipa Domingo 12 de Febrero de 1956.

Para el año de 1957 si hubo la reina de la ciudad, quien era la señorita María
Eugenia I.

Las reinas obsequiaban su fotografía autografiada a los medios de


comunicación, como presente recordatorio.

FUENTE: Diario el Pueblo Martes 29 de Enero de 1957.

123
3.3.1. LISTA DE LAS REINAS DEL CARNAVAL

 1923: Fue elegida como la primera reina del Carnaval de Arequipa la


distinguida señorita Doris Iriberry Gibson, siendo sus pajes Eduardo
Belaunde H., Hernán Bedoya Forga y Manuel Ugarteche.
 1924: Fue elegida la señorita Carolina Bustamante.
 1925: No hubo reina.
 1926: Fue elegida la Señorita Carmen García Bustamante
 1927: Reina de la ciudad fue elegida la señorita Elsa Lira Gámez.
 1928: Se colocó una nueva reina del Carnaval de la ciudad la
señorita Antonieta López de Romaña.
 1929: Fue elegida como reina de la ciudad la señorita Blanca Tejada.
En ese año también se eligió por primera vez a un rey de los feos,
siendo elegido el Dr. Guillermo López de Romaña.
 1930: Fue elegida la reina de la ciudad la señorita María Talavera
Doering.
 1931: Se desconoce si se produjo reinado.
 1932: Fue proclamada como reina del trabajo la señorita Carmela
Cáceres Ruiz de Somocursio.
 1933: Fue elegida como reina para los festejos del Carnaval la
señorita Doris Postigo.
 1934: Se realizó la coronación de la reina del Sport, del Trabajo y de
la Casa Rosada a la señorita Aurelia Oporto.
 1935: Se produjo la coronación de la reina infantil, Rosa Delgado
Calle, cuya gracia y simpatía conquisto a muchos.
 1936: Se corono a otra reina infantil, S. M. Graciela Cabrera Ponce.
 1937: Estas actividades fueron presididas por otra reina infantil, S.M.
Hilda I. también se eligió a una reina del deporte coronándose
Brunilda Franco. Como Miss del teatro Fénix estuvo la señorita
Teresa Harmsen Portugal.
 1938: Una reina infantil vuelve a ser símbolo del regocijo del
Carnaval bajo la denominación de “Miss Arequipa infantil” ganadora
la niñita Antonieta Lozada Benavente.

124
 1939: Siguiendo la idea de “Miss Arequipa infantil” fue elegida
Carmela Chirinos Stein.
 1940: Arequipa tuvo como reina infantil a Gabriela I y como mises de
los teatros Olimpo y Fénix Helena Smith Jefferson y Yolanda Krateil
San Martin respectivamente. También se eligió al rey de los feos
quien fue Don Carlos Ruiz Somocursio y como reina de la ciudad
Teresa Harmsen Portugal.
 1941: Trae consigo nobilísimos títulos, tal es el caso del rey de los
solteros siendo elegido el Dr. Luis de la Jara, también se eligió una
reina de la radio, S.M. Olga Alegre; en el reinado de la juventud la
pareja compuesta por Rosario Montesinos y don Ángelo Cardenal.
 1942: El evento especial de dicho año fue el “Miss Municipal” siendo
elegida por primera vez la señorita Hilda Llosa Johnson, la reina de la
ciudad la señorita Yolanda krateil San Martin.
 1943: Fue coronada como reina infantil la niñita Ella Meier Chavez.
 1944: Se eligió como reyes de la simpatía, la pareja Lucy Rodrigo y
Mario Zoledad.
 1945: Las reinas del Trabajo; y de los Empleados y de los Obreros,
fueron las señoritas Guillermina Córdova Fernández y Nadia Pinto,
proclamadas por el Alcalde de la Ciudad, Don Benjamín Benavente.
 1946: Se eligió como reyes de la Simpatía (equivalente al Reinado
de la Juventud y la Alegría), a la Srta. Amparo Cayo y a Enrique I.
ambos coronados por la Alcaldesa de la Ciudad, Eva Morales.
 1947: Se nombró como reina Infantil a la niñita Susana Molina, y
como reina Juvenil a la Srta. Marcela de la Fuente Delgado.
 1948: Se escogieron como reina a la niñita Rosa Vargas Mata
Lavagna y Yolanda Portillo Arauzo, coronadas por el Alcalde de la
ciudad el Dr. Carlos A. Ricckettes.
 1949: El Consejo Provincial no auspicio las actividades públicas del
Carnaval, pese a aquella circunstancia se realizaron los reinados
infantil y juvenil, en el Teatro Municipal, siendo así elegidas la niñita
Consuelo García Bustamante la Srta. Teresa Chocano Marina.

125
 1950: La reina del Carnaval fue la Srta. Nora Zegarra Ballón San
Romana, la soberana de la Juventud, Eliana de Rivero y la reina
Infantil la niñita Paquita de Vinatea Collins.
 1951: Se eligió a la Srta. Rosario Gómez de la Torre, como reina
juvenil, como reina de la radio y la Farándula a la Srta. Anita Dávila
Núñez; como reina Infantil a la niñita Marcia Benavidez Cuadros.
 1952: Tuvo como reina Juvenil a la Srta. Marcela I. Y como reina
infantil a Roxana I.
 1953: Se corono en el Teatro Municipal como reina de la Ciudad a la
Srta. S.M. Rosa Lazo Taboada del Solar, siendo coronada por el
Alcalde el Sr. Alberto de Rivero.
 1954: Se dieron las elecciones para la reina Infantil y Juvenil del
Carnaval, resultando ganadoras; Lourdes Velásquez Ureta y la Srta.
Lourdes del Solar, respectivamente
 1955: No hubo reina del Carnaval, siendo esta presidida por la reina
del Trabajo, siendo la ganadora la Srta. Rose Mary Guillen S.
 1956: Otra niñita tomo el cetro de reina Infantil, Ela Romero Guinassi.
 1957: Como reina de la Ciudad fue elegida la Srta. María Eugenia
Chirinos Pacheco.
 1958: No hubo reinado debido a los estragos del terremoto del 15 de
Enero de 1958, a la huelga de los policías con el enfrentamiento
contra el Ejército y a las medidas tomadas por el gobierno de
Manuel Prado, que impidieron la elaboración del programa del
Carnaval.
 1959: Pese a las prohibiciones se lanzaron las bases para el reinado
del Trabajo, que precisaba candidatas mayores de 18 años que
estén prestando servicios a un centro de trabajo, y que se
comprometan a participar en las fiestas oficiales, para lo cual figuro
como reina del Trabajo la Srta. Betty Vivanco Ortega.
 1960: No se realizó ningún reinado debido al segundo terremoto que
azoto a la Ciudad de Arequipa, producido en el mes de enero,
apagando todas las fiestas del Carnaval.

126
3.4. EL COMERCIO CARNAVALESCO

Los establecimientos comerciales que vendían todo tipo de productos


para la fiesta del Carnaval, se promocionaban en los medios de prensa,
así los que poseían dinero para pagar un anuncio lo hacían ofertando los
productos importados en su mayoría.

En la primera década del siglo veinte resalta la tienda de Domingo L.


Vizcarra, quien se promocionaba resaltando: “Viva el Carnaval. Se
fabrican caretas y antifaces de terciopelo con encajes, de raso, seda y
otras telas, a precios equitativos y que hacen competencia a las
extranjeras. Ver y creer. No hay que confundirlas con las que andan
vendiendo por las calles, porque esas no son bonitas ni duraderas. Se
venden y fletan preciosos disfraces nuevos y usados de seda y de lindos
y escogidos colores. Hay un gran surtido de máscaras y tipos enserados
y de cartón por mayor y menor”, estaba ubicado en la calle San
Francisco N°27, frente al Seminario Conciliar de San Gerónimo199.

Otro establecimiento publicitaba:

“Ojo Mascaritas Ojo.

En la Agencia de Suscripciones calle de San Francisco N°18 (frente a la


Empresa de Teléfonos) se venden y fletan disfraces a precio bastante
módico. Chisguetes con olores finos, caretas chicas y grandes de varias
clases por mayor y menos”.200

No podían estar ausentes las dulcerías, la más popular y conocida


señalaba lo siguiente: “Para el Carnaval! En la dulcería de la calle Guaña
marca N°31 frente a la imprenta de La Bolsa, se ofrece al público en
general y familias en particular, excelentes y bien elaborados confites de
las siguientes clases: De almendra, coco, maní, nuez, ajonjolí y anís,
hechos con azúcar de 1ª clase y con el más esmerado aseo. El color con
que se tiñe el confite, es el “airampo” y no anilina, como se emplea en

199
Diario El Pueblo, Arequipa viernes 13 de enero de 1910. p. 2.
200
Diario El Pueblo, Arequipa jueves 21 de enero de 1910. p. 2.

127
otros establecimientos con daño de la salud del consumidor. Además los
confites son del día y garantizados por su buena calidad. Se venden por
mayor y menor. Acudid con tiempo201.

Anuncio de venta de chisguetes de estaño importados de distintos tamaños, en


la conocida calle Mercaderes.

FUENTE: Diario El Pueblo, Arequipa 20 de enero 1920.

En los años veinte aparecieron los globos de jebe, el establecimiento de


E. Fernán Zegarra, ofrecía: “Globitos de jebe frescos, agua de florida
legítima, perfume por onzas, lanza-perfumes, chisguetes, mixtura extra,
polvos Iris y corrientes, serpentinas, confites, caretas, en el Almacén de
artículos eléctricos. Calle Piérola 229. Apartado de Correo N°267”202.
Otro aviso ofrecía agua florida en botella grande, globitos para agua y
mistura, en la tienda de Calderón & Rivera. La competencia de ellos era
el establecimiento de José Elías Adahui quien ofrecía agua de florida
alemana, chisguetes llenos y vacíos, serpentinas nacionales y de color
entero, mistura en sobres y por kilo, globitos para agua con pito, aguas
de colonia y perfumes Colgate, polvos de magnolia, en la calle Piérola
208, 210, 212. Casilla 219.203

Para el festejo no podían estar ausentes los licores importados, la tienda


Aragón & Montoya antes F. Agostini Sucesores, ofrecía: coñac Pedro
Domec, vino Copas de Oro, vinos de mesa de Isela, espumantes

201
Diario El Pueblo, Arequipa jueves 27 de enero 1910. p. 4.
202
Diario El Pueblo, Arequipa 20 de enero de 1920. p. 3.
203
Diario El Pueblo, Arequipa 10 de Enero de 1920. p. 3.

128
italianos y españoles. Aperital, ginebra aromática holandesa, Fernet
Branc, crema de mandarina y cherry brandy, oporto, jerez, vinagre de la
casa Marqués del Mérito. 204

Los importadores Suggars and Berrier Sucs. Arequipa, ofrecían jamones


ingleses en perniles y en latas de 6 libras, dulces y licores extranjeros,
confites de almendras, coco, nuez, avellanas, maní, huesillos, anís y
ajonjolí con azúcar de primera clase, así como el mejor airampo y sin
ingredientes, en la calle Mercaderes 210a.205

También figuran las tiendas que proporcionaban los disfraces y vestidos


para alquilar o comprar, el establecimiento de Miguel B. Torreblanca en
el portal de San Agustín N°109, y calle Santo Domingo N°205, bajo el
lema: “donde veréis algo que no ha existido en Arequipa”, ofrecía
disfraces de geishas, pierrot, gitanas, chunchos y dominós.206

Dos décadas transcurrirían y aparecieron las ventas de cortes de encaje


para vestidos de verano y para las fiestas del Carnaval en la calle
Mercaderes 400207.

La Fábrica América de Pedro P. Díaz publicitaba: “Se complace en


ofrecer a sus distinguidos favorecedores un selecto surtido de: guantes y
carteras para señoras y señoritas, en los últimos estilos y colores de
moda, confeccionadas en cuero de excelente calidad. MALETAS Y
MALETINES para viaje. ZAPATILLAS especiales para playa en todo
tamaño y una inmensa cantidad de objetos de joyería de fantasía. Visite
usted sin compromiso su establecimiento de venta en: PUENTE
BOLOGNESI N° 137. TELEFONO N° 785”208.

Algunos establecimientos como José M. Valencia y Cía. Ofrecía objetos


especializados y vinculados al Carnaval, como: serpentinas de
conversación Llama, serpentinas marca Ratón, confeti en colores vivos,

204
Diario El Pueblo, Arequipa jueves 19 de febrero 1925 N°7642. p 2.
205
Diario El Pueblo, Arequipa 10 de Febrero de 1926. p. 3
206
Diario El Pueblo, Arequipa Domingo 26 de enero de 1920 N°7618. p. 3.
207
Diario El Pueblo, sábado 31 de enero de 1942 N°12539 p. 3.
208
Diario El Pueblo, jueves 22 de Enero de 1942 N° 12547 p. 5.

129
sobres en colores para mistura, globitos de jebe, polvos Bailarina, papel
celofán, papel crepe, papel cometa, papel sulfito, papel glasé en colores
para chocolates, servilletas de papel para comidas, sorbetes para
frescos, gelatina royal, cola pez blanca, encortaduras para guitarra,
champagne Ventura, San Germán, Pierre Viese209.

A mediados de siglo ya se vendían Tocadiscos eléctricos adaptables a


cualquier tipo de radio, con aguja fonográfica DUOTONE que no
malograban los discos y de larga duración, en IMPORTADORA LUCIONI
S. A. Sucre N°102210. Las repercusiones de los movimientos sociales en
Estados Unidos de Norteamérica sobre la situación de los ciudadanos
afroamericanos en el resto de Latinoamérica se reflejaba en un anuncio
que decía: “DISFRACES. Se alquilan trajes de noche y Ku Klux Klanes
de seda para comparsas. Precios sin competencia. Calle Nueva N°
419”211.

También la oferta de disco a S/05.00, un anuncio ofertaba: “FORME SU


DISCOTECA CON DISCOS REGALADOS. GERMAN M. ALVAREZ
SUCS. Portal de la Municipalidad N°120 – casilla 293”212.

Para la animación musical de las fiestas y bailes, se importaron discos


norteamericanos con los éxitos de la década.

FUENTE: Diario El Pueblo, Sábado 27 de Enero 1940.

209
Diario El Pueblo, jueves 24 de febrero de 1949 N° 14872. p. 4.
210
Diario El Pueblo, sábado 16 de febrero de 1951 N°15808. p. 3.
211
Diario El Pueblo, martes 19 de febrero de 1951 N° 15810. p. 3.
212
Diario El Pueblo, miércoles 20 de febrero de 1951 N° 15810. p. 5.

130
Hubieron otros objetos cuyos precios se establecían y eran: chisguetes
de éter “CARNAVAL de VENECIA”S/6.90, jabón carbólico S/02.20, focos
Westinghouse S/02.50, anteojos WILSON norteamericanos S/04.80,
medias de nylon S/17.90.

La demanda de cerveza era alta por ello se publicaba el siguiente


anuncio: “CERVECERO: Le recomendamos formular con anticipación
sus pedidos para CARNAVAL. CIA. CERVECERA DEL SUR DEL PERU
LTDA. AREQUIPA casilla 43”213.

Hacia 1951, ya se ofertaban máscaras de jebe y el establecimiento


“AMERICA” PEDRO P. DIAZ S.A. ofrecía carteras y bolsos
confeccionados en finas pieles de antílope, gamuza, cocodrilo y becerro,
guantes de piel de gamuza, pretil, moka y pecarí, y también: aretes,
collares, prendedores, guardapelos, camafeos, pandantif, anillos,
hebillas, cabuchones y otras fantasías de la maravillosa y finísima
fabricación “CORO” (U.S.A). La Casa Zamora traía chisguetes con
perfume alemán marca COUNTRY CLUB, serpentinas, mistura,
antifaces, lentes protectores de mica, globos y globitos para Carnaval –
joyería de fantasía de última novedad214.

La empresa SAIKI HNOS. en la calle Santo Domingo 130, vendía:


chisguetes de éter de 100 gramos “Carnaval de Venecia”, globitos de
jebe para agua “1956” de lástex japonés, talco perfumado en conos,
pistolas de plástico para agua, anteojos de mica contra el éter, globos de
pito, cornetas de cartón215.

Los establecimientos CARTIG S.A. promocionaron un sorteo de 50


bicicletas inglesas marcan “FAGAS”, 2 cortes de casimir ingleses para
sacos, 6 juegos de pluma fuente de oro y lápiz Waterman, 37 acuarelas
en caja de metal. Por cada paquete de 20 serpentinas reclamaban un
cupón216.

213
Diario El Pueblo, Arequipa Domingo 26 de enero 1956 N° 16078. p 3.
214
Diario El Pueblo, Arequipa viernes 13 de Febrero de 1951 N° 16094. P. 2.
215
Diario El Pueblo, Arequipa viernes 13 de enero de 1956 N° 17202. P. 2.
216
Diario El Pueblo, Arequipa viernes 13 de enero de 1956 N° 17202. p. 4.

131
La empresa CORSUR ofertaba radios R.C.A. VICTOR con un gran
surtido de discos de famosos cantantes217.

La peletería ALASKA, por Carnaval ofertaba: vestidos de algodón a


S/150, vestidos de cocktail S/400, carteritas para cocktail S/75, en la
calle Mercaderes N°132-134218.

A fines de la década, radio Continental transmitía por las noches de los


días festivos las actuaciones especiales de la Orquesta Hermanos
Contreras, animación y dirección de GAME PARDO- ENRIQUE
FLOREZ. También se vendían discos “SONO RADIO” que traían
novedades de música vernacular, novedades internacionales de Sono
Radio, RCA Víctor, Capítol, Decca, Columbia, M.G. M. La Lotería de
Arequipa, realizó por primera vez un sorteo muy gratificante, porque
fueron S/100,000 soles, cada billete costó S/05.00219.

Las casas comerciales semanas antes del Carnaval ya publicitaban en


los periódicos locales sus productos en stock o que llegarían importados
de Europa o Estados Unidos. Paulatinamente vemos que se van
sofisticando desde la llegada de los globos de agua en la década de los
años veinte hasta la venta de tocadiscos y disco de vinilo con los últimos
temas de moda.

3.5. EL PODER EN LA FIESTA CARNAVALESCA.

Desde los preparativos del Carnaval a cargo del municipio, los clubes,
las asociaciones, empresas comerciales y particulares, la publicación de
avisos promocionando los bailes, funciones cinematográficas, elecciones
de reinas, competencia entre las comparsas y carros alegóricos, se inicia
una dinámica competencia en diferentes planos por lograr sobresalir
entre los habitantes de los distintos sectores sociales para ser
reconocido o reconocida al momento de participar en la fiesta.

217
Diario El Pueblo, Arequipa sábado 04 de febrero de 1956 N° 17224. p. 4.
218
Diario El Pueblo, Arequipa martes 07 de febrero de 1956 N° 17227. p. 7.
219
Diario El Pueblo, Arequipa miércoles 15 de enero de 1958 N° 17912. p. 9.

132
Las reinas fueron las señoritas más lúcidas en los bailes y actividades
vinculadas a la festividad, entre ellas se creó una jerarquía en base a la
institución que organizaba o proponía el concurso para elegir a su reina,
señorita que recibía las insignias que la identificaban como la más bellas
entre las elegidas de su estamento.

Como los votos en uno de los mecanismos de elección se compraban,


las familias más pudientes tuvieron ventaja sobre las más humildes, al
adquirir una buena cantidad de votos se entraba en competencia entre
las familias de la élite, de la clase media y de la clase popular o baja,
además de las reinas de los distritos en los cuales se daba el concurso.

Las reinas electas representarían a un sector o institución de la ciudad


que sobresaldría entre sus similares logrando posesionarse ante la vista
de los participantes como la mujer más bonita o simpática, engalanada
recibía varios regalos de acuerdo a su estatus, si era la reina de la
ciudad era homenajeada en el Club Arequipa por las familias de la élite
arequipeña. La reina, era deseada como la futura mujer de algún joven
aristócrata que al desposarla luciría una mujer hasta cierto punto “única
e inalcanzable” para otros jóvenes o señores de otras clases sociales, ya
que ella era la reina del Carnaval de ese año de toda la ciudad.

Los carros alegóricos de flores y las comparsas presentados o


auspiciados por alguna institución, también participaron de su propia
competencia para ser elegidos como los mejores de ese año, fue clave
llevar a la reina de la ciudad o alguna de importancia y prestigio.
Paulatinamente, año a año se fue incrementando el premio que era
solventado por la municipalidad y algunas empresas particulares de la
ciudad.

En los sectores populares las personas que podían haber conseguido un


pequeño status en su segmento social, hacían ostentación en presentar
y candidatear a una de sus hijas o familiar, sólo jugaban con baldes, los
chisguetes de agua perfumada fueron para la aristocracia de la ciudad,
ya que constituían artículos caros.

133
El poder que proporcionaba la fiesta del Carnaval en la ciudad de
Arequipa a las reinas, fue su distinción entre las demás arequipeñas
elevando su status social y distinguiéndola como la mujer más resaltante
de la ciudad, al igual y en menor proporción las otras reinas se perfilaban
en sus propios sectores sociales o distritos.

Las casas comerciales sobresalieron entre sus competidoras gracias a


sus generosos auspicios como la organización de las veladas, bailes y
funciones cinematográficas en las que hicieron gala de su poder
económico, que año a año se incrementaba gracias al consumo de los
productos ofrecidos tanto importados como locales.

El poder social del Carnaval se reflejaba en los días de festejo, ya que la


población se trastornaba y adoptaba comportamientos en los cuales su
máximo deseo fue resaltar socialmente y demostrar que lo lograba
gracias al poder de dicha festividad.

3.6. CONSECUENCIAS DEL DESARROLLO DE LA FIESTA.

Toda festividad trae sus consecuencias positivas y negativas, ya que


siempre el comportamiento de los participantes no será homogéneo,
siempre habrá individuos que realizarán lo prohibido, se excederán en la
bebida y en el baile y causarán problemas al resto, también la euforia
provocará que jueguen mojando con agua hasta a las personas que no
desean participar, generando quejas, denuncias, intentos de
encarcelamientos y cobros de multas.

El municipio publicó el Bando de Carnaval, que ordenaba:

Artículo 1. Queda prohibido arrojar aguas y otras sustancias en la vía


pública y contra las personas que no tomen parte del juego.

Artículo 2. Queda igualmente prohibido el uso de anilinas, aguas sucias


y materias nocivas.

Artículo 3. Prohíbase asimismo las carreras a caballo en las calles de la


población, así como de los coches y demás vehículos.

134
La infracción de lo establecido será penada con una multa de S/.5. 00 a
S/. 20. 00soles.

Subprefectura de Arequipa, 12 de febrero de 1915.

Arturo Noboa.220

En 1928, la policía multó a 15 casas comerciales porque sus empleados


arrojaron agua con anilina y colorantes al público transeúnte, la multa fue
entre S/15 y S/10 soles.221 El municipio dio licencia gratuita a todos los
que quieran colocar sus quioscos en las afueras del mercado San
Camilo, así como ramadas, toldos construidos de calamina o de madera
y se vendió diferentes objetos, además el municipio otorgó premios a los
quioscos mejor organizados con 5,3 y 2 Libras Peruanas.222

En la prensa salió la noticia: “Consecuencias del carnaval. Desgracias a


granel”. Víspera de Carnaval fue robada la casa de Ruperto Vera, en el
pago de San Isidro, 480 soles, las autoras fueron María Muñoz
empleada del señor Vera, y su cómplice fue Rosario Zúñiga, ambas
fueron atrapadas por la policía.

Hubo un herido de bala, el domingo en la noche a las 11.30 en la calle


Arica en el distrito de Miraflores, fue Justo Claverías quien hirió de un
balazo a Alberto de los Ríos, a causa de celos por una joven. En el
mismo distrito, se dio una pelea entre el sastre Tomás Juárez y
Guillermo Rodríguez, en la lucha intervino Lorenzo Zamudio y resultó
herido con un corte de un puntazo que Juárez le propinó en la pierna.

Un domingo en el Huayco, la menor María Estela Rodríguez de un año y


seis meses de edad, murió al derramarse un caldero de alimentos que el
sirviente hizo caer, la merienda para agasajar los dueños de la casa a
sus familiares y vecinos por carnaval.

220
Diario El Pueblo, Arequipa viernes 13 de Febrero 1915 N°3676
221
Diario El Pueblo, Arequipa Lunes 22 de Febrero 1928 N° 7936.
222
Diario El Pueblo, Arequipa Lunes 22 de Febrero 1928 N° 7936.

135
A la hora del juego con agua también ocurrieron incidentes como un
lunes por la tarde una niña de 12 años, María natural de Puno, estaba en
la vivienda ubicada en la calle Ranchería N°137, arrojando agua desde
el balcón hasta que en una oportunidad le venció el cuerpo y con el peso
del balde y su contenido se cayó a la vereda, inmediatamente fue
llevada al hospital Goyeneche donde se recuperó del accidente.223

La subprefectura año a año publicó un bando en el que se prohibían las


carreras de caballos por las calles de la ciudad, arrojar agua a los
transeúntes y vehículos, uso de anilinas, bajo pena de multa.

En una oportunidad, fueron multados 15 propietarios de viviendas por


haber arrojado agua sucia y con anilina desde sus techos y azoteas, a
los transeúntes y miembros de la Policía y el Ejército. Los multados
fueron 14 que pagaron 5 soles de multa y uno 10 soles porque mojó a un
policía de uniforme. 224

Las consecuencias del Carnaval, fueron desórdenes que ocurrieron en


todo nivel social y principalmente en los sectores bajos o populares, que
asistían a los festejos en las calles aledañas al Mercado San Camilo y
siempre generaron desorden en su organización, además de presentar
una imagen de insalubridad y escasa higiene.

Como hemos visto, desde inicios del siglo XX hasta los años sesenta, la
festividad del Carnaval en la ciudad de Arequipa se fue organizando de
manera más coherente gracias a la gestión municipal a través de las
ordenanzas municipales que regularon y hasta prohibieron malas
prácticas de la población con los habitantes que no querían tomar parte
de la celebración. Las casas comerciales que muchas veces su rubro
económico era distinto, se tornaron a vender insumos y alimentos y
bebidas importadas para los bailes y festividades carnavalescas,
ofreciendo sus productos de temporada a través de la prensa en los

223
Diario El Pueblo, Arequipa Miércoles 18 de Febrero 1925 N°7635.
224
Diario El Pueblo, Arequipa Viernes 13 de Febrero 1915 N° 3676.

136
avisos económicos y de publicidad que hemos analizado. Las reinas o
señoritas representativas de un sector social fueron jovencitas electas a
través de los votos que salían en los diarios locales, incluso se
propiciaron reinas de la radio, de la farándula y hasta niñitas con su corte
como soberanas del festejo.

Con las olas migratorias, la idiosincrasia de la población fue tornándose


a incluir bailes altiplánicos y costumbres como la Yunza o corta montes
que antes no se realizaban porque eran ajenas a la ciudad,
paulatinamente fueron desapareciendo las numerosas reinas que
tornaron a llamarse misses y también la elección de los feos del carnaval
desaparecieron para dar paso a otras prácticas que hasta la fecha se
siguen realizando y constituyen parte de la cultural mestiza arequipeña.

137
CONCLUSIONES

PRIMERA: En el Mundo Antiguo, se originaron las festividades consideradas


como paganas según la religión oficial y con el tiempo se fueron
validando pero sólo ciertos días, entre 7 y 10 y de preferencia en el
mes de febrero, tiempo en el cual los integrantes de la sociedad de
los diferentes segmentos podían transgredir las normas y leyes
sociales teniendo cierta licencia para realizar lo prohibido.

SEGUNDA: Con el transcurrir de los siglos, la festividad identificada como


Carnaval - que se festejaba entre los meses de febrero y marzo-,
cobró importancia porque fue la fiesta en la cual algunos miembros
de la sociedad desfogaban con el juego y los bailes, sus deseos
reprimidos acumulados todo el año, con el disfraz o antifaz podían
realizar las acciones deseadas y no ser identificados, ya que
percibían que adoptaban otra identidad temporalmente.

TERCERA: La festividad del Carnaval, fue traída a América y al Perú en el


siglo XVI por los conquistadores españoles en su acervo cultural,
llegando a encajar con algunas festividades andinas del mes de
febrero, posteriormente se fue mestizando incorporando elemento
andinos como “Yunza o Cortamontes”, práctica que se generalizó
en los Andes.

CUARTA: En el sur del Perú, resaltan los Carnavales del Cusco y Puno por
sus propias características que fueron logradas a lo largo del
tiempo y los diferencia entre si los trajes, reinados, música, bailes,
etc. concretamente en Arequipa, es una manifestación singular
desarrollado a lo largo de los sesenta años del siglo XX, mostrando
cambios y continuidades en el desarrollo de la festividad y sus
participantes.

QUINTA: El Carnaval de la ciudad de Arequipa, fue organizado por la


municipalidad a través de una comisión que definió las actividades
a lo largo de los días de festejo, siendo el primer certamen para

138
coronar a una reina en 1923, marcando el inicio de una continuidad
hasta la fecha.

SEXTA: El rol femenino de las tres señoritas elegidas como reinas del
Carnaval, se refleja en que cada una representa un segmento
social de la ciudad: el Club Arequipa, del Trabajo, y del Mercado,
así como una cuarta del barrio más influyente, Miraflores;
posteriormente, aparecieron los reinados de la niñez, la juventud,
de las radios, instituciones, etc. generando una mayor cantidad de
opciones para otras reinas.

SEPTIMA: Por seis décadas podemos ver que las casas comerciales van
desapareciendo o surgen nuevas en la venta de artículos para el
Carnaval, su prestigio reside en el desprendimiento de solventar la
organización de bailes y champañadas a las reinas, mostrando su
un ascenso social gracias al poder económico y una red de
amistades que colaboraban en la festividad.

OCTAVA: En los bailes más lujosos, se consumieron muchos productos


importados como conservas y licores europeos promocionados en
avisos publicitarios en los medios de prensa para los segmentos
pudientes; en cambio, en los sectores más populares y de escasos
recursos económicos, resaltan las bebidas preferidas por ser más
baratas, como la chicha, el aguardiente de uva y de caña.

NOVENA: Las consecuencias de la fiesta, se reprimieron con multas y hasta


algunos días de cárcel por haber infringido las disposiciones de la
autoridad, mojando a las personas que no deseaban jugar, pero
siempre se dieron estos incidentes.

DÉCIMA: El mecanismo de poder social, se manifestó cuando cada jovencita


se convirtió en reina de su estrato social y por consiguiente en una
mujer afortunada que disfrutaría de privilegios: desfiles, bailes, etc.,
obsequios: joyas, ropa, etc. y hasta podría conseguir un esposo de
un sector social más pudiente e influyente para tener a futuro una
familia con más prestancia social.

139
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