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Comida chatarra
La noción de chatarra, por otra parte, hace referencia a un material de desecho.
La chatarra es algo que no sirve o que no tiene ningún valor.
De esta manera, entre otras cosas, queda patente como dicho protagonista
consiguió aumentar su peso en algo más de once kilos, como se incrementa lo
que es su masa corporal, como experimenta una serie de cambios de humor,
como sufre un amplio número de daños en el hígado y cómo llega incluso a
padecer lo que es disfunción sexual.
"Sirve avena en el desayuno", dice Chase Lapine. La avena cruda, que hay que
cocinar, en lugar de las avenas instantáneas, es preferible porque tiene más
fibra y la energía que produce dura más. Cocínala con leche, en lugar de agua y
añade unos arándanos para un iniciar el día de forma balanceada.
4. Salmón
5. Espinacas
6. Camote
"El camote previene los bajones bruscos de azúcar gracias a los hidratos de
carbono complejos", dice Chase Lapine, autora de un innovador libro para
ocultar los alimentos saludables en la comida de los niños (titulado en inglés The
Sneaky Chef: Simple Strategies for Hiding Healthy Foods in Kids' Favorite
Meals). "También añaden un toque dulce a los platillos y cortan la acidez del
tomate que tanto disgusta a algunos niños en las salsas de la pasta", agrega la
experta.
7. Yogur
NUTRICIÓN
La palabra nutrición está asociada al verbo nutrir. Esta acción consiste en
incrementar la sustancia corporal a partir de la ingesta de alimentos. Nutrir
también puede hacer referencia a reforzar o acrecentar algo, sobre todo lo
referente a cuestiones morales o culturales.
Nutrición
Por ejemplo: “Si quieres mejorar tu estado físico, debes cuidar la nutrición”,
“Cuando era adolescente tuve muchos problemas de nutrición”, “Ir al teatro
contribuye a la nutrición de mi espíritu”.
higiene personal. La higiene personal es el concepto básico del aseo, de la
limpieza y del cuidado del cuerpo humano. La higiene es el conjunto de
conocimientos y técnicas que aplican los individuos para el control de los
factores que ejercen o pueden ejercer efectos nocivos sobre su salud.
Alimento a cualquier sustancia sólida o líquida que ingieren los seres vivos con
el objetivo de regular su metabolismo y mantener sus funciones fisiológicas
como ser la de la temperatura corporal, es decir, los seres humanos
necesitamos sí o sí alimentos para reponer la materia viva que gastamos como
consecuencia de la actividad del organismo y porque necesitamos producir
nuevas sustancias que contribuyan al desarrollo de nuevos tejidos que ayuden
directamente a nuestro crecimiento.
Llegan los 6 meses y parece que el bebé empieza a hacerse mayor. Ahora
puede empezar a comer cositas, coge cosas con ambas manos y las manipula
(traquetea, más bien), llevándose a la boca todo lo que atrapa.
Algunos autores explican que ahora el bebé ya es “mayor” y que tiene la
capacidad de dormir toda la noche e incluso que sería recomendable pasarlo ya
a su habitación.
En esta entrada trataremos de aclarar estos conceptos y hablaremos sobre todo
lo que acontece en la vida de un bebé de seis meses.
Como he comentado, seis meses suena a “barrera”, un hito, una fecha marcada
en el calendario, un momento que se alcanza en que el bebé sigue siendo bebé,
pero al que se le atribuyen capacidades de niño grande.
Lo cierto es que el bebé sí está madurando y a pasos agigantados, sin embargo
los seis meses no son tan diferentes de los cinco y nuestra actuación como
padres no debería diferir demasiado: mucho cariño, mucho contacto y
sobretodo mucha empatía.
La alimentación del bebé de seis meses
El bebé ha estado tomando leche en exclusiva y a demanda hasta este
momento. En exclusiva porque no ha tomado nada más (o al menos esto es lo
que se recomienda) y a demanda porque ha podido tomar la cantidad que ha
querido cuando ha querido, tanto si ha sido amamantado como si ha tomado
leche artificial.
Al cumplir seis meses se le puede empezar a ofrecer la alimentación
complementaria, que es todo aquel alimento que, como su nombre indica,
complementa (pero no sustituye) a la leche, para que los bebés empiecen a
probar nuevos alimentos, nuevos sabores, texturas y nuevas maneras de comer.
Los bebés que han tomado leche materna pueden seguir tomándola, y de hecho
se recomienda que lo hagan, al menos, hasta los dos años.
Hasta entonces, la leche materna o la leche de fórmula aporta todas las calorías
y el valor nutritivo que tu bebé necesita y que su cuerpo puede absorber. Su
sistema digestivo no está preparado para los alimentos sólidos hasta
aproximadamente los 6 meses de edad.