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CONSTRUIR
EN LO CONSTRUIDO
La arquitectura como modificación
NEREA
r
Parte tercera
LA ACCION MODIFICADORA
CAPITULO 7
CONSTRUIR
EN LO CONSTRUIDO
Cualquier clasificación, cuadro, organigrama, etc., que pudiera Intervenir equivale a actuar conscientemente en el proceso diná-
confeccionarse para ilustrar lo anterior, tendría siempre un valor mico de la ciudad; debiendo añadirse que, en todo caso, habría de
31_rigormomosslará la rerrezarp sana para que a orma
permitirá aproximarnos con relativas garantías a cada caso particu- urbana, en sus partes y en el todo, prolongue una identidad que ha
lar en la convicción de que alterar los lugares existentes sólo se sido conseguida lenta y trabajosamente. Como se ha dicho en otro
justifica si los hacemos más adecuados para la vida del hombre. pasaje, la ciudad es un patrimonio del pasado a transferir hacia el
La herencia moderna ha dejado un rastro de patitos intervencio- futuro y, si es posible, mejorado por el presente.
nista con tendencias homogeneizadoras. Aunque en muchas ocasio- Para intervenir conscientemente en el proceso dinámico de la
nes no se traspasaran los límites del papel, según queda ilustrado por ciudad, lo primero es reconocer los límites del área afectada por la
algunas propuestas como las de Hilberseimer, éstas son presentadas operación que se proyecta. Es decir, se trata de definir cuál es el
como inquietantes injertos en el tejido tradicional de la ciudad. Las marco de incidencia donde se actúa, siempre más amplio que el
grandes operaciones urbanas representan el nivel superior de la ámbito de la operación misma. Sólo las labores de conservación de
escala modificadora y, en cuanto superan las condiciones del proyecto un edificio quedan rigurosamente circunscritas a los límites del
de arquitectura, se salen también del cerco teórico que hemos estable- propio objeto. Pero, ¿dónde acaba realmente la conservatión y,
cido. empieza la modificación? Los límites imprecisos habría que encon-
En el otro extremo de la escala, transformar un edificio, ampliar- trarlos entre las nociones de restauración y rehabilitación..
lo, construir uno nuevo, conectar dos o más existentes, etc., supone Como se sabe, Viollet-le-Duc ha sido el máximo representante de
alterar el genius loci. Aunque no resulta fácil definir el espíritu del la llamada restauración reconstruetiva. Frente al mantenimiento román-
lugar, ya que su aura y su atmósfera transcienden las descripciones tico de la ruina como simple objeto de fruición estética formando
arquitectónicas y sólo parecen conciliarse con el lenguaje poético. La parte de un paisaje, Viollet representa una postura positivista al
psicología de la percepción ha venido haciendo hincapié en concep- reconstruir o terminar monumentos introduciendo su personal inter-
tos como imagen de la ciudad, preexistencias ambientales, memoria pretación en aquellas partes donde interviene. Pero en ningún caso
colectiva, permanencias y otros: se ha querido informar sobre la puede pensarse que eso supusiera una frivolidad. El bagaje de
necesidad de estabilizar las imágenes de la ciudad. Como han señala- conocimientos de este arquitecto francés convertía sus intervenciones
do Brandolini y Croset: en prácticas eruditas de la modificación.
«La emergencia en estos últimos veinte años de la noción de lugar, la re- Las críticas a Viollet-le-Duc por parte de la corriente vinculada a
cuperación de la idea de permanencia de los trazados, la importancia que la restauración conservativa tal vez debieran contrapesarse con el
ha asumido la memoria colectiva y subjetiva, el interés por lo arquetípico y justo reconocimiento de que sus intervenciones, y las de quienes
lo simbólico que prevalece como deseo insatisfecho en muchos de los siguieron su criterio, se han revelado bastante convincentes con el
proyectos contemporáneos, son otros aspectos de esta tensión a favor de la tiempo, tal como se pone de manifiesto en la ciudad de.Carcassone 4.
pertenencia a un contexto» 2. Es la misma convicción que trasmiten algunos monumentos re-
Frente a lo anterior, la dinámica urbana no parece entender de construidos en este siglo, que por su importante papel en la caracteri-
cuestiones psicológicas y sentimentales: ejerce una tensión dialéctica zación de la imagen de la ciudad, hoy se perciben con el mismo
frente a la necesidad individual y social de estabilidad formal. Sea o distanciamiento histórico cual si fueran los originales. La solvencia
no conveniente, el conflicto es inevitable. Por ello puede afirmarse formal de reconstrucciones totales o parciales como el Campanile de
que la ciudad permanece pero nunca se mantiene igual a sí misma, San Marcos de Venecia, el teatro de La Scala de Milán o la catedral
ilustrando la antigua interpretación presocrática acerca del devenir o de San Esteban de Viena, está fuera de toda duda en cuanto que su
del ser como proceso ininterrumpido. Aquí interviene de manera compromiso significativo con la ciudad resulta inestimable y, por
decisiva la caducidad, tanto fisica como significativa, de la arquitec- contra, su desaparición una considerable pérdida urbana 5. Todo ello
tura: sin olvidar la lúcida observación de Gadamer:
«Aceptar la dimensión temporal de la arquitectura, tanto en el uso como
en la práctica proyectual, significa reconocer el inevitable proceso de modifi- «En realidad, la supervivencia de los grandes monumentos arquitectóni-
cación a través del tiempo no sólo por medio de procesos de entropía y de cos del pasado en la vida del tráfico moderno y de sus edificios plantea la
usura, o de cambio de función, sino sobre todo de cambio de significado tarea de una integración pétrea del antes y el ahora. Las obras arquitectóni-
dentro del contexto» 3. cas no permanecen impertérritas a la orilla del río histórico de la vida, sino
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85. Beige Bafinger, un gesto expansivo de dentro hacia fuera que rompe la caja de muros
Museo de la produciendo una colisión formal no existente en el Museo de Ar ui-
Cinematografia c-tura;wpor—ello—result mas ramatica, o menos
serena, si se quiere expresar de esta manera.
•Tanto.en operaciones como las de Alberti y Palladio, de marcado
carácter exógeno, como en las citadas pocas líneas atrás, manifiesta-
mente endógenas, la intervención del arquitecto se aleja de cuantos
postulados y aforismos pudieran haberse escrito acerca de la incuestio-
nable correspondencia biunívoca entre interior, exterior arquitectónicos como
principio alimentado por el Movimiento Moderno. La equivalencia
acaba ahí, ya que la operación llevada a cabo por los maestros
renacentistas es extrovertida intentando potenciar la condición mo-
numental del edificio en la ciudad; mientras que los otros ejercicios -
de diserto suponen invenciones compositivas enquistadas.
Nada de todo esto es restauración, desde luego. La actividad
restauratoria se mantiene hoy notablemente aislada como especiali-
zación disciplinar y expresión de un control administrativo respecto
al riesgo de frivolidad arquitectónica que presenta la actual práctica. Y
eso porque la restauración:
sino que se plantean como problemas concretos sobre estructuras concretas. para desclasificar a la arquitectura como bella arte. De tal manera que
Quizás por ello, dejar hablar al edificio es aún hoy la primera actitud de lo anterior se sigue una curiosa paradoja: las actuales sociedades
responsable y lúcida ante un problema de restauración» ". desarrolladas museologizan el arte de la arquitectura mientras la
cultura contemporánea se ha venido negando a producirlo.
Puesto que los problemas de restauración representan el primer Confirmada la imposibilidad contemporánea de hacer arquitec-
escalón de la escala de intervención en ámbitos históricos, lo anterior tura homologable con la antigua, le justifica la actitud defensiva de
cobra validez porque puede hacerse extensivo a todos los niveles de quienes protegen los edificios históricos de la agresión de unos arqui-
intervención sobre las preexistencias. La convicción, no obstante, en tectos que sólo pueden actuar desde su fórmación (deformación)
la imposibilidad de cerrar la práctica de la intervención en un cuerpo moderna, de la que nos habla Roger Scruton en un auténtico ensayo-
doctrinal aparece en una declaración de Rossi con motivo del primer manifiesto de la contramodemidad:—
Seminario Internacional de Arquitectura en Compostela (SIAC),
donde dirá: «Ahora los arquitectos salen de las escuelas de arquitectura sin capacidad
para dibujar ya sea la figura humana, de cuya percepción depende todo el
«En primer lugar, yo no creo que sea posible una teoría general del centro sentido del orden 'visual, o incluso las formas de construcción; ignoran, por
histórico, una nueva Carta de Atenas» ' 2. regla general, los órdenes de la arquitectura clásica, no conciben la luz y la
sombra, o la función de las molduras en su articulación, y no tienen otra
idea del edificio que no sea la de una solución de ingeniería a un problema,
Aquí la expresión teoría general resulta equívoca. Entendemos que
expresada en una planta»''.
más bien se refiere a una doctrina general, so pena de que un gesto de
modestia le impida reconocer que su libro La arquitectura de la ciudad es
Desconocedores de un corpus cultural, histórico y compositivo
de hecho una teoría general de la ciudad aplicable al centro históri-
como el que conocía Viollet, por ejemplo, difícilmente estos arquitec-
co, ya que dicho texto está fundamentado precisamente en el análisis
tos estarán capacitados para intervenir con solvencia a partir de la
de la ciudad histórica. •
arquitectura histórica. Si, para Scruton, la ignorancia contemporá-
Lo que hoy ya no pueden dictarse, con independencia del nivel
nea es insolente, la falsificación postmoderna es encubridora:
de intervención a considerar, son reglas adscritas a pensamientos
escolásticos. Por movernos en el ámbito de la teoría de la restaura-
«El postmodemismo es una reacción contra la censura moderna. Juega con
ción: ahora estamos en condiciones de superar la simplificación por los detalles clásicos y góticos que su estricto padre había prohibido y, de ese
la cual entre Ruskin y Viallet-le-Duc ha de situarse Boito. Según los modo, los vacía de los últimos vestigios de significado. No es el redescubrí-
casos, tan modélica puede resultar la negativa a intervenir como la miento de la historia, sino su disolución» ' 4 .
invención reconstructiva o el restauro scientifico. No está nada claro
que para prolongar la sustancia histórica de edificios y conjuntos sea Puede añadirse en este sentido que las argumentaciones a favor
mejor una u otra escuela: su enseñanza será válida si, cualquiera de de ingeniosos y festivos modos de intervención en edificios y conjuntos
ellas, se presenta desprendida de la estructura ideológica que pudiera antiguos se han fabricado a posteriori, a fin de disponer de una
limitar su comprensión y adaptación diacrónicas. justificación para la modificación arbitraria.
Sin necesidad de remontarse a Ruskin, desde Boito hacia nuestros El problema de la implantación de nueva edificación en centros
días se ha venido fomentando el respeto arqueológico por los monu- históricos adquirió amplitud al introducirse con pujanza la idea de
mentos y los conjuntos, en gran medida por el tácito reconocimiento conservación ambiental, impulsada por un documento como la Carta de
de la imposibilidad moderna de hacer arte como el del pasado. Esto contiene Atenas de 1931. De ahí nace una desviación consistente en Preservar
una alta dosis de neohegelianismo, como ya se ha dicho, al recono-. únicamente el valor escenográfico de los ámbitos urbanos. Lograda
cerse implícitamente la radical subversión de las condiciones de la apariencia histórica del decorado, cuya resolución se llevaría a
producción artística en la era moderna, por no hablar de la muerte cabo con formas expresivas del pasado generalmente adulteradas,
misma del arte. Ciertamente la arquitectura contemporánea perdió una modernidad de segundo orden por no decir de ínfima calidad
la capacidad de intervenir en las mismas condiciones de artisticidad podía expresarse en la estructura formal interna del edificio. El
que dieron lugar al edificio histórico o al monumento. Y no debe patrocinio administrativo de este tipo de práctica ha desviado esfuer-
menospreciarse el hecho de que la propia intelectualidad arquitectó- zos hacia posturas que representan una auténtica obstrucción cultural
nica de nuestro siglo creara las condiciones teóricas e ideológicas para el desarrollo específico de la arquitectura de nuestra época. En
CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO 107
Otra manera de crear ligaduras entre dos unidades en relación 89. Relación
mediante conectar
topológica de exclusión consiste en utilizar algún conector específico. especifico.
Se trata entonces de definir una nueva pieza que permite unir A y B,
aunque estas unidades no tengan contacto directo alguno. El elemen-
to C de la figura 89 actúa como conector específico, presentando un
carácter subsidiario respecto a los elementos A y B.
Dos unidades formales que se excluyen entre sí pueden agruparse
y constituir otra unidad de rango superior si, aun preservando su 1. Los niveles de intervención
identidad formal, se conjuntan formalizando el contacto. En arqui-
tectura ese contacto se materializa en el muro límite, que puede ser Como se ha señalado, el límite inferior de la modificación viene
trabajado como peché. Se trata, en consecuencia, de un acomodo marcado por las operaciones de restauración y rehabilitación de los
compositivo mediante la manipulación de la masa mural entendida objetos arquitectónicos. En el otro extremo, en la frontera con el
como realidad bilátera moldeable y exfoliable. Dos formas A y B, planeamiento urbano, donde se hacen impracticables los instrumen-
caracterizadas geométricamente, pueden compatibilizarse preservan- tos propios del proyecto de arquitectura, allí está el límite superior de
do su identidad figurativa si trabajamos el poché como elemento de las intervenciones a considerar. La razón es bien sencilla: la noción
sutura (figura 90). Puede deducirse que estamos hablando de un de construcción de la ciudad requiere áreas de trabajo limitadas. Cuando
acomodo mediante manipulación del contacto como fundamento el área de intervención es enorme, el planeamiento urbano define
mismo de una práctica compositiva que resiste la sensibilidad hetera- leyes de formación que dificilmente pueden ser deudoras de la ciudad
tópica, por más que se formule gracias a la aportación académica. existente. En tal caso la subdivisión sería imprescindible para volver
Así pues, a las ligaduras físicas definidas de acuerdo con la a aplicar los procedimientos del proyecto de arquitectura.
topología hay que añadir los vínculos determinados por las relaciones Enunciados estos límites podemos ahora precisar cuáles pueden
compositivas y figurativas. Desde el punto de vista del proyecto de ser los niveles o grados intermedios que presentan una caracteriza-
arquitectura lo anterior se concreta de acuerdo con los siguientes ción propia como peculiaridad modificadora.
instrumentos:
a) Búsqueda de correspondencias métricas, geométricas y de
proporción con intención de conseguir la congruencia gestiál- Primer nivel: La modificación circunscrita
Abbiategrasso (1970).
niveles del foyer—, en general domina una recomposición tipológica 93. Hans Di5lIgast,
reconstrucción parcial
—y en ciertos aspectos filológica— a partir del Teatro de Barabino. de la Alce Pinakothek
Se trata de una nueva síntesis que recoge los elementos tipológicos (1952-57), Munich.
fundamentales —unidades volumétricas, pronaos, foyer, porche peri-
metral, etc.— y los reinstaura sobre todo en su presencia externa.
En la intervención se percibe el convencimiento de los autores de
que operando en la misma clave arquitectónica que un autor neoclá-
sico es posible sustituir con ventaja al edificio primitivo. Esto tam-
bién es un ralgo .alberfiano, sólo posible en nuestros días si se actúa
desde la posición alcanzada gracias a la recuperación de algún
método arquitectónico más allá de los impulsos poéticos de la sensibi-
lidad espontánea.
Consideremos ahora otro caso donde los efectos de la Segunda
Guerra Mundial también se dejaron sentir, aunque no fueran tan
definitivos como en el ejemplo genovés. En la ALTE PINAKOTHEK DE
MUNICH, Hans Dollgast (entre 1952 y 1957) realizó una reinterpre-
tación esquemática de la obra original de Leo von Klenze (1826-
1836) con el fin de volver a construir parte de la caja mural destruida
durante la guerra. Varios eran los factores favorables a no desviarse entre 1816 y 1830, y destruido durante la última guerra. Lo recons-
de una fiel reconstrucción de la fachada del edificio: la destrucción truyó Josef Wiedemann (1967-1972) manteniendo su identidad tipo-
era sólo parcial; el museo es de uno de los arquitectos más importan- lógica y volumétrica, pero desvirtuando la original interrelación
tes del neoclasicismo europeo, aunque en esos años la arquitectura de entre contenedor y piezas escultóricas expuestas.
Klenze tenía significados políticos nada favorables; la dimensión Caso aparte es el proyecto reconstructivo de Giorgio Grassi para el
funcional en un museo induce de manera menos determinante que la CASTILLO DE ABBIATEGRASSO (1970). Como en otros ejemplos
de un teatro a la transformación formal de un edificio. donde se trabaja a partir de un edificio en ruinas, prolongar algunos
La ruina parcial indicaba perfectamente la lógica formal a seg'uir de los caracteres formales de lo antiguo parece desprenderse de una
en la reconstrucción. Respetándola se formalizó de nuevo el edificio, posición racional; la cuestión es decidir cuáles y en qué nivel de la
procurando no ocultar la silueta de la mutilación bélica de acuerdo estructura formal. Si, como dice Solá-Morales, «Grassi descubre que
con el principio de identificación de la obra moderna. Algunos la llave metodológica para la organización de la intervención estaba
aspectos emotivos se consiguieron reforzar, como lo atestigua la en la misma arquitectura del edificio existente» l a, ello, por sí solo, no
procesioñal escalinata de acceso. resulta decisivo y se ha venido haciendo con mayor o menor fortuna
En general la reconstrucción de lo arruinado se ha basado en la desde el Renacimiento.
depuración de los rasgos estilísticos mediante esquematización figu- Un proyecto tan comentado como éste ha dado lugar a diversas
rativa y manteniendo lo sustancial de la forma tectónica. Esta se interpretaciones. Desde nuestro punto de vista destaca el que Grassi,
presenta escueta y desprovista de ornamento (figura 93). manteniendo claramente los postulados de la Carta de Atenas de
Criterios semejantes se manejaron en la reconstrucción de la 1931 —según la cual lo añadido debe manifestarse distinto a lo
Gliptoteca, también edificio original de Leo von Klenze, realizado original—, agudiza la presencia diferenciadora frisando los límites de
i96 CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO 197
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97. James Stirling y mural, aunque se adulteran incluso los orígenes tipológicos del edificio
Michael Wilford,
alzado de la
primitivo.
ampliación de la Rice El volumen de la ampliación es importante pero su repercusión
School of perceptiva es escasa dada esa correspondencia externa. Aleros, im-
Architecture.
postas, verdugadas, etc., se prolongan en la ampliación estableciendo
la identidad figurativa con el edificio original de Cram. Se pone de
manifiesto una vez más la eficacia de una mimesis plásticofigurativa
de cara a una percepción distraída encuadrada en el marco éoncep-
tual del tomstape.
Llama la atención el giro dado por Stirling en su actitud canta-
tual si comparamos esta obra con sus intervenciones en Cambridgc u
Oxford, mucho más si se reconoce la calidad monumental de los
en Villa Strozzi. La sentencia de Thcodor W. Adorno según la cual 96. James Stirling y campus británicos. La actitud contextualista seguida en este edificio
Michael Wilford, de la Rice parece responder a una reflexión crítica contra la fervoro-
«sólo los dilettantes confunden la tabula rasa con la originalidad»
planta de la
parece sintetizar el juicio crítico que merecen propuestas de interven- ampliación de la Rice sa individualidad practicada en los años sesenta, giro en el que algún
ción como las mencionadas. .School of Architecture papel tuvo Léon Kricr como circunstancial colaborador. Como dice
(1979).
Avanzando •en el sentido de recoger otros casos peculiares de Paul Goldberger la postura de Stirling parece contener «una filosofia
modificación, resueltos en la aceptación de la propia escala y caracte- de diseño que sugiere, al menos como consecuencia, la posibilidad de
rización figurativa del edificio como objeto particular, habría que que ser discreto es mejor que ser original»". Aunque esto, como se
considerar algún caso de ampliación moderada mediante el recurso ha indicado, sólo rezaría para el exterior de esta intervención,
de la mimesis externa. Así ocurre con la agregación de un nuevo primera que realizó Stirling en Estados Unidos.
cuerpo en la RICE UNIVERSITY SCHOOL OF ARCHITECTURE (1979) El caso de las operaciones inclusivas supone una actitud de diseño
por parte de James Stirling y Michael Wilford. donde, respetándose en términos generales la presencia externa del
Los edificios principales de la Rice University fueron diseñados edificio, el esfuerzo modificador se concentra en el interior. Uno de
por Ralph Adams Cram a partir de 1920. Este era un importante los ejemplos contemporáneos más conocidos es el MUSEO ALEMAN
arquitecto del eclecticismo tardío que practicó el neomedievalistno, DE ARQUITECTURA EN FRANCFORT.
el neorrenacimiento italiano y la arquitectura de resonancias colo- Ante la posibilidad de construir ex novo el interior de una caja de
niales españolas. Stirling y Wilford actúan según una estrategia de muros, Oswald Mathias Ungen intenta museologizar la arquitectura
proyecto inducida por los primitivos arquitectos del campus (Cram, mediante una forma caracterizada por su tectónica elemental e
Goodhue y Ferguson) consistente en añadir alas o bloques, vincula- incluso nal/. Se diría que esa forma abstracta y reducida simboliza un
dos figurativamente, a los que definen el square central. En este caso arquetipo situado entre la cabaña primitiva de Laugier y una esbelta
se procura un tratamiento externo integrado mediante continuidad construcción palafitica idealizada. La construcción, en su validez
de figura, color y textura. En cambio, en el interior, la violación de repres'entativa universal, se expresa a través de formas adinteladas
las leyes compositivas del academicismo tardío es evidente a través de sucintas a medio camino entre el racionalismo y el minimal art.
las plantas. Este distanciamiento tipológico significa que el procedi- Hay también una dimensión clasizante en la operación de Un-
miento analógico sólo se aplica en la epidermis, de ahí que podamos gers al construir un tabernáculo (baldaquino,. cella) como elemento
denominar esta intervención como ampliación mimética del receptáculo nodal de la intervención (lámina XII). Quedan así constituidos tres
200 CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO
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ámbitos espaciales sucesivamente inclusivos: el definido por los linde- 98. Oswaid Malicias
Ungen, Museo
ros de la parcela, cuya altura virtual la definen las copas de los
Alemán de
árboles incorporados al museo, y presente en la fachada principal Arquitectura (1984),
como si de un peristilo se tratara; el determinado por la caja de Francfort.
LATIINA XIV. Richard Meter, Museo de Artes Aplicadas (1979-85), Francfort. LAMINA XVI. James Stirling y Michael Wilford, ampliación de la Staatsgalerie (1977-82),
Stuttgart.
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LAMINA XVII. James Stirling y Michael Wilford, ampliación de la Tate Gallery (1981-87), LAMINA XIX, James Stirling y Michael Wilford, Centro Científico de Berlín (19114-118).
Londres.
LAMINA XVIII. Dietrich Bangert, Bernd Jansen, Sedan Scholz y Axel Schultes, casas en el área
central de Rómerherg, Francfort. LAMINA XX. Plaza de San Marcos, Venecia.
214 CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO 215
suficientemente en la necesidad de expurgar parte de esos significa- 104. Vista de la Hablamos en este apartado de las intervenciones que repercuten
Catedral de El Burgo
dos. Aquí nos interesa destacar la situación intermedia de la acción de Osma con la manifiestamente sobre los ámbitos urbanos constituidos. La escala de
modificadora llevada a cabo por Villanueva: de una parte se acomo- ampliación de referencia para evaluar el impacto de la modificación viene indicada
da a las determinaciones compositivas fundamentales del conjunto, Villanueva en primer por el entorno del edificio o edificios en los que se opera. Afecta, por
término.
concretándose una relación de hipotaxis o de subordinación composi- tanto, al sistema de relaciones que caracteriza ese lugar. El locos es
tiva de lo nuevo respecto a lo ya existente; de otra parte lo nuevo una de esas nociones teórico-filosóficas irrenunciables cuando se
adquiere un segundo compromiso, en este caso urbano, al provocar habla del espacio existencial, aunque, como concepto, resulta dificil
correcciones en el trazado y la consiguiente alteración del lugar. de definir. Podemos aceptar, junto con Rossi, que hace referencia a
En 1770, cuando Villanueva proyecta la intervención, ya poseía la «relación singular y sin embargo universal que existe entre cierta
esa conciencia ilustrada de la historia, desarrollada en el XVIII, que situación local y las construcciones que están en aquel lugar»".
le aleja de posiciones como las de Ventura Rodríguez, capaz éste de Consideramos aquí, por tanto, aquellas intervenciones que, sin
proponer la sustitución integral del templo gótico por otro de inspi- tener alcance urbanístico por estar limitadas a la escala de lo que
ración renacentista. Desde actitudes propias de una sensibilidad entendemos por proyecto de arquitectura, se caracterizan por la
clásico-académica, Villanueva no renuncia sin embargo a la posibili- peculiar repercusión derivada hacia el ámbito urbano donde se
dad de completar transformando el conjuntó burguense: coloca la producen, hasta el punto de poderse hablar con propiedad de una
capilla del Venerable Palafox a eje de la nave principal, aceptando alteración del genius loa. Pueden incluirse en este apartado amplia-
además. el orden prevalente de la catedral en la disposición de la ciones de cierta dimensión a partir de edificios existentes; cuerpos
girola. Un eje transversal que cruza el presbiterio marca el acceso autónomos con ligaduras o conectores específicos que los vinculan a
hacia la monumental sacristía. Capilla, sacristía, girola y otras piezas los edificios-nodriza; nuevos volúmenes capaces de actuar como nexo
menores quedan perfectamente articuladas gracias al trabajo realiza- entre otros preexistentes. Deben considerarse, en general, los edificios
do en el poché. La importancia fisica del poche era una exigencia de nueva planta que vienen a ocupar parte de los intersticios urbanos
ineludible si la ampliación quería dar una respuesta rigurosa y en cuanto contribuyen a reformalizar los espacios habitables de la
bilátera: tanto hacia el interior como en la definición del espacio ciudad. En este nivel de intervención los nuevos elementos son
urbano. En efecto, la agregación de Villanueva, levemente corregida formas dentro de un campo perceptivo, previamente acotado y
por Sabatini, participa de una dualidad nada común en su época: significativo, que presenta el carácter de locar.
216 CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO COAS TRUIR EN LO CONSTRUIDO 217
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En cuanto al impacto sobre el entorno, los ejemplos son variados.
Puede oscilar entre la desmesurada repercusión visual de la John
Hancock Tower de Boston (figura 81) y las controladas propuestas
de Kleihues y Battisti para Blankenheim y Milán respectivamente.
1 / 11
14:
11 :414/frifi
t Ight 411 I / 11/1
Otros ejemplos establecidos en este grado de intervención pueden ser '''' Ilanill la 0 4 i
los siguientes: la ampliación realizada por Kahn de la Galería de la tr iill 41 0 o 4
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1 44' NO 1 ov
1,
Universidad de Vale; la multiplicada extensión volumétrica de Villa
1 •
Metzler para convertir el conjunto en Museo de Artes Aplicadas de
Francfort, obra de Meier; la hetérónoma ampliación de la Staatsga-
lerie de Stuttgart realizada por Stirling y Wilford; o la pseudomimé-
tica ala Sainsbury de la National Gallery de Londres, obra del -,-d
IP-
equipo Venturi.
En su diversidad, todas estas intervenciones tienen en común la
incidencia sobre el carácter del lugar. En mayor o menor grado, y
IP 141I/
con independencia de las intenciones, estas propuestas alteran la
-017,,,\
situación local caracterizada por su genius loci sin llegar a proponer 111
una alternativa con desarrollo viable —tal vez el caso de Stuttgart,
-41 0
con una segunda intervención de Stirling, pueda suponer un ejemplo
aparte—. Con mayor o menor fortuna arquitectónica no suelen .....1.
proponer sino acontecimientos 'formales capaces de subvertir la memo-
ria estable de los lugares sin llegar a formalizar otros de calidad
equivalente, bien por su escasa repercusión, bien porque renuncian a
operar en clave de construcción de la ciudad.
Dado que ya hemos citado la John Hancock Tower podernos entonces facilitaron la ejecución de unos paralelepípedos exentos
capaces de alterar radicalmente la impronta del lugar, William
continuar con una intervención que presenta ciertas similitudes en
Curtis, refiriéndose al encargo del proyecto, dice lo siguiente:
cuanto a la falta de compromiso con la ciudad existente.
El conjunto THE ECONOMIST (1963-67) fue proyectado por
«El periódico The Economist les pidió que diseñaran sus nuevas oficinas en
Alison y Peter Smithson y presentado por la crítica como una
un solar próximo al club de caballeros Boodle's, del siglo XVIII, junto a St.
importante realización tardía de quienes habían sido máximos repre- James's Street. El contexto y la institución parecían requerir una solución
sentantes del new brutalism británico. Su construcción supuso una sosegada algo contraria a la insolencia intencionada que estos arquitectos
radical alteración del fondo perceptivo en el que podía observarse el habían estado cultivando»".
edificio del Boodle's Club, obra de los hermanos Robert y James
Adam. Desde luego los sofismas funcionalistas y tecnologistas seguían
La convicción moderna con la que se actuaba en aquellas fechas teniendo audiencia en los círculos arquitectónicos británicos. Debido
y el propio prestigio de los Smithson en los círculos progresistas de en parte a su tardía incorporación a la modernidad, los arquitectos
218 CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO 219
La operación de los Smithson deshace, desde luego, la lógica referencia fundamental para definir la matriz geométrica. Pero las
formativa del contexto sin crear una nueva alternativa. La presencia transformaciones proyectivas que maneja no proceden de la arqui-
convexa de los tres bloques supone un gesto displicente hacia la forma tectura sino de la plástica de vanguardia. En este sentido el resultado
del espacio urbano. es tan abstracto como un proun de Lissitzky.
Consideremos ahora el MUSEO DE ARTES APLICADAS DE FRANC- El proceso compositivo parte de la consideración de Villa Metzler
FORT. Si comparamos en planta la distribución de las masas cons- (lámina XIV) como un cubo de 17,60 metros de lado, pero lo
truidas en éste y en el anterior proyecto, advertimos que en ambos se intrincado y manierista del desarrollo hace que la experiencia per-
disponen definiendo una L virtual capaz de acoger en su abertura al ceptiva de la labor geométrica quede casi limitada al orden reticular
edificio histórico anejo. Los dos proyectos se ejecutan habiendo sido de algunas superficies, donde el módulo 1,10 x 1,10 m., utilizado
seleccionados en un concurso restringido y ambos constituyen, bajo como regularizador, queda impreso gracias al despiece de la epider-
fórmulas diferentes, ejercicios de diseño con clara vocación moderna. mis del edificio.
Por lo demás, las circunstancias son diferentes. Cabe señalar la utilización de tres cubos como figuras análogas a
Para el concurso del Museo de Artes Aplicadas, celebrado en Villa Metzler, pero tal analogía no pasa de una simple cuestión
1974, fueron invitados Hans Hollein, Robert Venturi y Richard métrica. La villa queda como un objeto figurativo aislado y rodeado
Meier, resultando ganador del proyecto este último. Hollein recurrió por una .macrocomposición abstracta. En esto radica la oposición
a su conocida descomposición heteróclita, Venturi absorbía en su gestáltica entre la villa y la ampliación, si bien queda atenuada por la
proyecto, casi fagocitándolo, el edificio de Villa Metzler, del que sólo presencia del arbolado intersticial. La MODIFICACION DEL LOCUS,
hubiera quedado parte del cascarón, y Meier basa su proyecto en en un paraje poco construido y con una fuerte presencia de los
una organizada confrontación dialéctica entre lo nuevo y lo viejo. jardines, proviene de la introducción de un orden geométrico-abs-
Richard Meier recurre a una compleja elaboración geométrica tracto. Esta nueva presencia, como manifestación suprema del orden
como infraestructura de apoyo, tratando de prolongar hacia su artificial, destaca por medio de sus atributos formales sobre el orden
proyecto algún orden básico del lugar. De hecho compone desde el 'natural de un lugar semiurbano (lámina XV).
plano del lugar recurriendo al dato de que la villa y la alineación de Si la obra de Meier en Francfort se caracteriza por la compleji-
la calle están giradas 3,5 grados, y este ángulo lo traslada como una dad de su estructura geométrica desarrollada a partir de bases muy
CONSTRUIR KV LO CONSTRUIDO CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO 221
108. James Stirling y dicha, no se accede ni se organizan los recorridos según un eje
Michael Wilford,
principal, y además la rotonda central no se trata de una forma
ampliación de la
Staatsgalerie inclusiva y nuclear que organiza el plan compositivo, corno en el
(1911-82), Stuttgart. Altes Museum, sino una pieza más de una organización heterotópica
situada baricéntricamente.
La importancia del proyecto, como ejercicio formal, radicaría en
la asunción del método heterotópico en términos muy parecidos a
como lo manejaba Aalto pero sin el virtuosismo de éste. En ese
sentido, las plantas inferiores ilustran perfectamente el carácter de
puzzle de la organización. A propósito de ésto Frank Werner señala lo
siguiente:
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110. James Stirling y como en el Allen, la ampliación lateral se ejecuta después de haberse -
Michael Wifford,
alzado al Támesis de
ampliado el edificio hacia atrás. Si en los proyectos de Stuttgart y
como las cualidades epidérmicas de los proyectos considerados. 109. James Stirling y la ampliación de la Düsseldorf Stirling propone un collage de fragmentos tipológicos,
Michael Wilford, Tate Gallery
Como mucho se trata de una apariencia fundamentada en la solvencia emplazamiento y
aquí se trabaja en un nivel microcósmico. De hecho el método
(1981-87), Londres.
hislórica de los materiales preindustriales, aunque casi siempre combi- planta de la seguido parece ir de lo particular a lo general rechazándose por tanto
nados con otros high-lech para evitar engorrosos equívocos sobre el ampliación de la Tate la noción tipológica y la idea de unidad.
Gallery (1981-87),
momento histórico. Tampoco parece correcto hablar de eclecticismo Londres.
Por algunas de las razones expuestas en ningún caso puede
al referirse a Stirling ya que el carácter heterónomo de sus composi- hablarse de una operación relacionada con el clasicismo, frente a lo
ciones, su sincretismo —en el mejor de los casos— se expresa median- indicado por Charles Jencks en su artículo Literal Eelecticism 3 ° . Nunca
te recursos asintácticos —abunda el paratactismo—; mientras que el como en este proyecto Stirling estuvo tan próximo a Venturi, tal vez
eclecticismo, en rigor, debe fundamentarse en la tradición sintáctica el contacto con la cultura americana, siendo profesor visitante en la
del academicismo. Universidad de Yale, explique las contradicciones y ambigüedades
La ampliación de la TATE GALLERY (1981-87), realizada con su de un edificio demasiado sometido a las veleidades de la moda.
colaborador habitual Michael Wilford, modesta en cuanto al ta- Junto a propuestas poco sometidas a la disciplina del contexto,
maño, adquiere cierta importancia contextual por dos razones funda- sea usando repertorios modernos o postmodernos, más o menos
mentales que no aparecían en la galería de Stuttgart: por una parte convencionales,-existen otras intervenciones tras las cuales se practica
el nuevo pabellón obstruye el trazado viario impidiendo la posible el rigor en la búsqueda de las leyes que determinan una coherente
apertura de una calle a la ribera del Támesis; por otra no se utiliza relación con lo circundante. Estos proyectos suelen estar influidos por
un conector específico en la unión con el edificio primitivo iniciado metodologías tipológicas y, en general, su afirmación como operacio-
por Sidney Smith en 1897. nes intelectuales no requiere de innecesarias aventuras formalistas.
A pesar de utilizarse una fachada tripartita en el cuerpo añadido, Diríase que el oficio de proyectar sustituye a la invención gratuita de
el encuentro con el edificio académico de Smith no transmite ningu- formas.
na sensación de buen enlace. Los alzados presentan una malla El MUSEO DE BLANKENHEIM pertenece a esta tendencia. Se
cuadrangular que no guarda correspondencia ni con la estructura planteó. inicialmente como un museo etnológico, prehistórico y de
formal general ni con la resistente y tampoco recoge las sugerencias ciencias naturales. En la propuesta de Josef Paul Kleihues (1976) se
suministradas por el edificio original. Se utiliza tm repertorio decora- mantienen dos edificios del siglo XVIII, los llamados Gilde Haus y
tivo que contribuye muy poco a ordenar la fachada y mucho menos Alte Post, con el característico entramado de madera vista típico de
a relacionarla con la del edificio principal (lámina XVII). la arquitectura popular de la región. Kleihues sigue un proceso de
Aunque ya son varias las extensiones de la Tate, aquí sería diseño que reproduce el tránsito desde la figuración vernácula a la
también de aplicación la observación hecha por Venturi, a propósito esquematización abstractizante basada en sólidos platónicos asocia-
de su ampliación para el Museo Allen en Oberlin, reconociendo la bles a los tipos formales de partida. En efecto, se mantienen resonan-
imposibilidad de ampliar correctamente un edificio académico que, cias tipológicas, pero la nueva arquitectura tiene una fuerte caracte-
por su propia razón compositiva, es concluso y perfecto. En la Tate, rización tecnológica.
CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO 251
CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO
250
concurso, 1979).
lan
1 111471^ •
ágiiitS ts—•1
gro,
119. Dietrich
Bangert, Bernd
Jansen, Stefan Scholz
y Fuel Schultes, casas
en el área central de
Rónierberg, Francfort.
a las diversas solicitudes del entorno inmediato. Así, se sustrae parte 115. Robert Venturi
y Denise Seott
del volumen frente a las edificaciones bajas de via Santa Radegonda. ampliación de
Siendo un proyecto discreto, destaca el intento de evitar tanto la National Gallery
una iea--del antiguo dificfo dpstroido en la (perspectiva de la
a ti ; ..ch
guerra como una respuesta insensible a las circunstancias locales. Se Londres.
recompone, por tanto, la manzana considerando aspectos estructura-
les o morfológicos del lugar tal cual es, destacando la atención
prestada al influjo urbano irradiado desde la Galería Vittorio Ema-
nuele II de Mengoni.
El diseño de las fachadas, mediante recursos geométricos y mate-
riales nada provocativos, facilita la integración perceptiva en una
observación distraída de la ciudad.
De los ejemplos anteriores cabe deducir que el contexto histórico
no dictamina formulas proyectuales. El lugar puede resultar signifi-
cativo para unos y hermético para quienes deseen descubrir el arcano
que se oculta tras la presencia poética del genius loci. Hacer contex-
tualismo epidérmico y pseudomimético, como lo viene practicando
Venturi, es la opción más inmediata si se quieren obtener adhesiones
de los post-ideólogos; en realidad lo practican también la mayoría de
quienes apuestan, en otros pagos culturales, por la mediocridad de
un populismo conservador.
La ampliación de la NATIONAL GALLERY DE LONDRES es un
acontecimiento ejemplar. Venturi y Scott-Brown limitan su acción
116. Robert Venturi
contextual a un entorno inmediato que es leído sólo en términos de y Denise Semi
estilo, curiosamente según la acepción que otorga Le Corbusier a esta Brown, vista de la
palabra. No aparece, de hecho, ningún dato compositivo verdadera- ampliación de la
National Gallery
mente relevante que permita asociar la denominada ala Sainsbury (desde el pórtico de
con las piezas más destacadas del lugar —Trafalgar Square— o de esta última), Londres.
un contexto histórico más amplio e intelectualmente elaborado. Lo
que se pretende —y en gran medida se consigue— es favorecer la
asociación de imágenes para ojos no demasiado exigentes; el londi-
nense .medio puede acordarse con facilidad de la Royal Arcade
cuando suba o baje la escalinata lateral de acceso al nuevo pabellón.
Decimos esto porque si bien «no hay ningún espectador que sea del
todo ingenuo», como señala Panofsky ", los parcialmente ingenuos
pueden satisfacerse encontrando similitudes entre su propia experien-
cia cultural y obras tan televisivas como las del estudio Venturi:
«Asi, el espectador ingenuo no sólo goza, sino que también, inconsciente-
mente, valora e interpreta la obra de arte, y no hay nadie que pueda
reprocharle el que lo haga sin preocuparse de que su valoración e interpreta-
ción sean justas o bien erróneas, y sin tomar en cuenta que su propio bagaje
cultural aporta algo al objeto de su experiencia» 33 .
4-?4141-4
0
En los dos ejemplos anteriores de Siza y Eisenman, con procedi- 139. Joser Paul
Kleihues, planta
mientos diferentes, se bordean los límites de la disciplina arquitectó- general del proyecto
nica en la elaboración de los proyectos. La geometría se utiliza de Park Leone (1976-77),
forma artificiosa como instrumento para el pensamiento formal Berlín.
Tan ordenado y categórico, tiene algo de Kahn este proyecto, 136. Plaza de San
Marcos (antes de la
pero, sobre todo, hay una búsqueda tipológica a partir de una intervención de
subliminal nostalgia por los grandes contenedores como Les Halles Sansovino y en la
actualidad), Venecia.
de París. La organización, además, delata una adscripción al racio-
nalismo compositivo del siglo XIX, de probada eficacia para la
creación de tejido urbano simplificando la gestión del suelo.
131 La plaza de
Covent Carden en
1858 y en 1986.
140. Ignacio
perceptivo. Algo que tiene sentido desde los supuestos implícitos en Gardella, plantas del
las nociones de paisaje urbano e imagen de la ciudad. edificio de viviendas
Promover la congruencia de las imágenes mediante el dominio en el Canal de la
Giudecca, (1954-58),
particular de los recursos figurativos o estilísticos no supone adoptar Venecia.
necesariamente una actitud mimética, más bien se trata de compro-
meterse con los principios descritos por los teóricos de la Gestalt. El
peligro que presenta intervenir según una concepción eminentemen-
te plástica de la forma arquitectónica estriba en la aparición de
algún manierismo —entendido como perturbación del equilibrio de
los géneros arquitectónicos, tal como lo recoge Hermann Bauer 46—,
cuya expresión más aguda se alcanza con modelos de intervención
donde el interior y el exterior de lo que se construye se desconocen
recíprocamente, como si de dos realidades autónomas se tratara.
Dentro de este patrón, fundamentado en la interrelación de los
aspectos figurativos, el recurso a la continuidad estilística tiene larga
tradición como instrumento metodológico para asegurarse la homo-
logación estética de lo nuevo asociado a lo antiguo. Piénsese a estos
efectos en el proyecto de Ch. Barry y A. W. Pugin para el Parlamen-
to de Londres, donde se pretendía una identificación estilística con
Westminster Hall. Tal manera de abordar el diálogo formal se
encuentra hoy desprestigiada, siendo poco común encontrar respues-
tas solventes basadas en una rigurosa fidelidad estilística: hemos
citado, no obstante, la ampliación de la Rice University School of
Architecture (figura 97), obra de Stirling, como un raro ejemplo de
prolongación parietal de los estilemos del edificio original; de otro El edificio de viviendas de Ignazio Gardella, construido en uno
modo, las circunstancias que concurrieron en el proyecto de amplia- de los muelles del CANAL DE LA GIUDECCA entre 1954 y 1958, supuso
ción del Banco de España en Madrid aconsejaron a Rafael Moneo promover unos modos arquitectónicos que incentivaban las reflexio-
proponer una reproducción literal sobre la que haremos algún nes teóricas en torno al problema que supone intervenir en. ámbitos
comentario más adelante (figura 30). También podría citarse la obra históricos-artísticos de alta consideración objetual y paisajística (lá-
de Quinlan Terry como defensor de los repertorios clásicos canoniza- mina XXI). Gardella demuestra que es posible intervenir junto a las
dos por la historia; su obra nos revela la distancia teórica entre piedras sagradas de Venecia auspiciando una opción bien alejada del
analogía y reproducción formal, basada ésta en el automatismo romanticismo ruskiniano. El proyecto se aborda reconociendo los
compositivo de los elementos recogidos por la tratadística. términos del problema —una cuestión de imagen ante todo— y
Reconocidas como muy minoritarias las actitudes anteriores, recurriendo a las posibilidades que ofrece el repertorio formal vene-
resulta más común, en cambio, encontrar arquitecturas resueltas a ciano. Se conseguirá una arquitectura de diálogo visual, sin renegar
partir de comportamientos analógicos, siempre por vía figurativa, de algunos compromisos modernos, como puedan ser el desarrollo
que eluden, no obstante, la mimesis literal. Lo común en estos casos, continuo del voladizo en planta superior y las distribuciones interio-
siempre que se logre una solución feliz, suele consistir en establecer res de las viviendas.
una sutil diferencia entre nueva . figuración y preexistencias estilísticas: La vinculación figurativa con las arquitecturas populares es
asi ocurre con—él edificio de vlinendrazado por Ignazio Gardella reconocida por el propio Gardella cuando dice:
en el canal de la Giudecca de Venecia. Que todo esto tiene marcadas
connotaciones plásticas resulta tan obvio como el propio hecho de «Encuentro justo que se vuelva hoy a valorar sin inhibiciones el detalle y
que las relaciones figurativas suelen establecerse mediante operacio- que también se retomen estilemas de la arquitectura dcl pasado. En la casa
nes de acicalamiento formal dirigidas a la sensibilidad empática del alle altere de Venecia escogí cornisas en piedra de Istria típicas de las casas y
público. de las arquitecturas menores venecianas» ".
264 CONSTRUIR EX LO CONSTRUIDO
CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO
265
La importancia del material se pone en evidencia cuando se trata 141. Ignazio
de conseguir efectos visuales en una arquitectura que quiere fundirse Gardella, edificio de
en un paisaje: viviendas en el Canal
de la Giudecca,
Venecia.
«En el caso de mi casa de Venecia, la decoración tiene un significado dife-
rente: quiere conectar con el valor pictórico de la arquitectura veneciana,
retomando aquellos detalles decorativos que dan a las casas una luminosi-
dad y una movilidad análogas a las de las formas reflejadas en el agua de los
canales» ".
La estructuración del interior se basa en un fundido de las trazas 145. James Stirling y
Michael Wilford,
de ambos fragmentos mediante el uso de desarrollos geométricos ampliación del Fogg
sincopados resueltos con menor fortuna que los alzados. De cualquier Muscum (1979-84),
manera la planta definitiva no se aparta de una lógica compositiva Cambridge
(Massachusetts).
acorde con las fachadas. Es en éstas donde se concreta la intención
contextual mediante alusiones a los bow-windows originales de Chica-
go, pero también utilizados en Nueva York a principios de siglo, y
algunas sofisticadas referencias Art Déco tan significativas en otros
edificios de la ciudad. Aunque, por encima de todo, se trata de un 146. James Stirling y alzados presentan algunos equívocos argumentales: pretenden ser
caso de fidelidad figurativa con el edificio original, reforzando con la Michael Willord,
ampliación del Fogg amonumentales, pero no renuncian a significarse; la falta de corres-
unidad la imagen pública de la institución. Digamos por último que Museum, Cambridge. pondencia vertical de las ventanas se corrige mediante el uso de
la expresión plástica del exterior justifica todo el armazón teórico del franjas horizontales regularizadoras que reproducen el principio de
proyecto. inclusividad perceptiva descrito por Koffica. Bandas que carecen de
La ampliación del FOGG MUSEUM EN CAMBRIDGE (Massachu- cualquier fundamento tipológico o tectónico y que sólo se justifican
setts), proyectada por Stirling y Wilford en 1979, representa una según una interpretación pictórica de la forma arquitectónica.
posición ambigua entre el intento de homologación figurativa con el En .efecto, el exterior manifiesta claramente el rechazo al auto-
edificio primitivo del museo y una desinhibida contribución al más control figurativo favoreciéndose la disonancia frente a la armonía.
reciente pintoresquismo arquitectónico muy bien representado en No se observa, por ejemplo, la tradicional disposición tripartita que
Estados Unidos por Venturi y sus discípulos, como ya se indicó en hay en la fachada del edificio primitivo —separados ambos por una
otro lugar de este trabajo. En cualquier caso se trata de una calle—, y sin embai rna intervencion no deja de ser el resundo
figuración cuya disidencia está en relación directa con su arbitra- enfático de operar en clave de imagen. De hecho, toda la reciente
riedad. obra de Stirling y Wilford, que en términos de Foucault resulta
La sensibilidad sincrética, cuya presencia domina la obra reciente heterotópica y antisintáctica, abunda en significados nostálgicos que
de Stirling —se puede decir que desde 1972 en adelante—, sobresale sólo pueden conseguirse mediante elementos del repertorio figura-
por encima de cualquier ortodoxia figurativa de fácil legibilidad. Los tivo.
272 CONSTRUIR EY LO CONSTRUIDO COASTRUIR EN LO CONSTRUIDO 773
147. Banli,
Belgiojoso, Peressuit4 y Con Torre Velasca se elude el riesgo de isomorfismo y redundan-
Rogers (BBPR), Torre cia que presentan, por su tamaño, la mayoría de los rascacielos.
Velasen (1956-58), Banfi, Belgiojoso, Peressutti y Rogers optan por dar una forma
Milán.
característica a la torre, apartándola del edificio tipo-ortoprisma de
la tradición racional-esencialista, y trasladan de escala un tipo
medieval sublimado donde se destaca el tránsito entre el tronco de la
torre y su coronación mediante el uso de jabalcones gigantes con
fuerte expresividad plástica (lámina IV).
Torre Velasca puede rememorar numerosas torres y atalayas de
palacios y fortalezas italianas, pero su historicismo alusivo, entre
épico y lírico, no es fácil de descifrar. Se yergue entre la edificación
de Milán invitándonos a aceptarla como un verdadero monumento
de nuestro siglo, como un orgulloso emblema para la ciudad. Lo que -
tiene de ingenieril no ahoga su dimensión poética. La arquitectura
italiana, que acababa de salir del colapso bélico, encontró en Torre
Velasca un símbolo celebrativo. Aun siendo un rascacielos por su
El nuevo edificio para el Fogg Museum presenta una organiza- altura relativa, desacredita al rascacielos de la tercera generación" que
ción en planta basada en la convencional enfilade de salas de exposi- entonces se construía ante todo en Estados Unidos. Recuérdese que
ción, tan común a lo largo de la tradicional museografia académica. en esas fechas (1954-58) se erige el edificio Seagram de Mies van der
En otros aspectos la derogación de la norma académica aparece Rohe en Nueva York.
radical: tanto en este proyecto como en el de la Tate Gallery, por La asimilación diacrónica de la torre como monumento ha sido
ejemplo, las entradas a los nuevos pabellones rehuyen la fachada rápida, y en este sentido se demuestra la eficacia de su diseño,
principal y quedan dispuestas en las laterales. tachado en su momento de excesivamente historicista por unos y de
Como en otros proyectos recientes de Stirling y Wilford, la demasiado singular por otros. Hoy, en efecto, Torre Velasca es un
calculada ambigüedad figurativa, antes mencionada, se expresa monumento urbano, se ha incorporado con pleno derecho a una
combinando lo tradicional —hoy inactual— y lo moderno —sólo iconología urbana donde el Duomo, la Galería Vittorio Emanuele II
hoy actual— en un experimentalismo que abarca muchos frentes sin o el Palacio de los Sforza encuentran un moderno competidor.
orientar sobre el futuro.
Si hay una obra de múltiples lecturas, algunas de ellas encontra-
das, que por sus características sobresalientes —no sólo físicas— Cuarto patrón: Recreación de formas tipológicas
presenta una dificultad añadida para ser encuadrada en uno de los
patrones propuestos, esa es TORRE VELASCA (1958), obra del grupo Mediante la insistencia temática, operando en un plano más
BBPR. De tal manera que tanto puede ilustrar este apartado como abstracto de la estructuración formal que el correspondiente a la
utilizarse como primer ejemplo dcl patrón siguiente, donde quedan figuración, se puede lograr una controlada redundancia como fon-nu-
incorporados aquellos proyectos que pueden interpretarse a partir de la para el logro de la coherencia formal. Digamos que este patrón
una decantación tipológica. entraña un principio comparatista como fundamento de un hipotéti-
A finales de los años cincuenta se van a construir en Milán dos co método analógico. En las actuales condiciones de producción de la
edificios en altura que representaron posiciones bien diferentes: la arquitectura todo posible método tipológico conlleva un sesgo esque-
'Forre Pirelli de Gio Ponti afirma los valores del internacionalismo matizante que bien dirigido apunta hacia datos estructurales básicos,
moderno y de la indagación tecnológica autónoma —no se olvide de ahí la correspondencia con la propensión abstractizante.
que interviene Luigi Nervi—; la Torre Velasca, a pesar de su Ahora bien, partimos de la consideración de que los tipos se
tamaño, afirma el valor del regionalismo cultural, recurriendo a las constituyen mediante alguna filiación genética con el lugar: son
posibilidades expresivas y tipológicas de la memoria arquitectónica deudores, en cierta medida, de las condiciones locales donde se
italiana, mientras el dispositivo tecnológico se pone al servido de la produce la arquitectura, aunque sea posible reconocer la existencia
idea formal (figura 37). de rasgos formados gracias a instancias arquitectónicas supralocales.
274
CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO
CONSTRUIR Dr LO CONSTRUIDO 175
Desde el punto de vista que nos ocupa, serían especialmente perti- 148. Miguel Angel
nentes las caracterizaciones tipológicas que recogen los datos consti- Buonarroii, San-Bija
tutivos de una fidelidad al lugar, ya que, como señala Franco Purini: Nueva de San
Lorenzo, Morena.
dad se han venido concibiendo como aislados, aunque no siempre 153. Renzo Piano y
Richard Rogers,
estuvieran 'exentos. Centro Pompidou
Un caso manifiesto de expresión aguda de ese aislamiento lo (1972-77), Paris.
encontramos en el MUSEO GUGGENHEIM DE NUEVA YORK (1943-
58) que al decir de Venturi, «es una anomalía en la Quinta Aveni-
da» ", y sobre el que Zevi, en un exceso de entusiasmo, se atrevió a
afirmar que justificaba la reproyectación del fondo urbano sobre el
que se destaca. Lo que no cabe duda es que se trata de una invención
formal capaz de polemizar con el ortogonalismo de Manhattan.
Especialmente vinculado a la sensibilidad del Movimiento Mo-
derno, y entre los muchos ejemplos existentes donde se acentúa la
oposición entre novedad y tradición, la llamada CASA DEL FASCIO
DE COMO (1932-36) de Giuseppe Terragni es una obra emblemática
del racionalismo esencialista moderno. Relativamente sorprendente
al realizarse en los mismos años que el nazismo combatía la arqui-
tectura y el diseño modernos, representados en Alemania por la
Bauhaus. Lo cierto es que para un edificio institucional del régimen
fascista Terragni realiza un proyecto que desbarata las supuestas
correspondencias entre ideología y gusto, utilizando una proclama
formal congruente con la modernidad internacional, teóricamente
encarnada en opciones políticas de signo opuesto. No obstante con-
serva sutiles referencias a la tradición clásica italiana: mediante la
medida y la proporción como instrumentos de armonización interna,
y mediante la filiación a un esquema tipológico que recuerda leve-
mente un palacio renacentista.
Cuando se construyó el edificio, aunque en posición enfrentada
con el ábside de la catedral de Como, se encontraba en la semiperife-
da de la ciudad, fuera del recinto murario de la ciudad histórica.
Terragni pensaba que los monumentos antiguos y modernos debían
colocarse próximos y confrontarse (figura 46).
Como ya hemos señalado en otro capítulo la radicalidad abstrac-
ta de la pieza se opone a la figuración vernácula y al naturalismo del Cierto es, sin embargo, que no siempre manejó Terragni una
paisaje. Con la extraña aparición de este artefacto en la ciudad se actitud tan desinhibida. Hay en su obra algunos intentos de concilia-
promueve una colisión de estructuras con el medio cultural tradicio- ción con la forma de la ciudad, aunque sin llegar a esa «profunda
nal y una oposición a las formas orgánicas de la naturaleza presentes conciencia de la relación entre edificio e historia urbana y arquitec-
en el fondo orográfico de la sierra de Brunate. Resultando manifiesto tónica del contexto"'' que, con ineluctable frase lapidaria, proclama
lo que apunta Daniele Vitale: Enrico Mantero refiriéndose nada menos que a la obra que comenta-
mos.
«Lira; ruge-de-tma especie-de -geornétricu-coneeptualrtan -Si-la-Cata del Fascia opone su naturaleza abstracta a las preexis-
complejo y articulado cuanto privado de referencias directas a la realidad,
tencias figurativas —culturales y naturales—, el Tdificio parreter
construcción de un mundo absoluto y paralelo que se convierte en matriz de
la arquitectura. Este absolutismo de la construcción, esta autonomía del TRO POMPIDOU (1972-77) de Renzo Piano y Richard Rogers fo-
ambiente, hacen de la Casa del Fascio de Terragni el objeto mágico derivado menta la colisión mediante su propia naturaleza tecnológica. Se trata del
de un mundo de manipulaciones y de juegos, cristalizado en el suelo como orden mecánico frente al orden instituido en y desde la arquitectura,
una composición metafísica, lejana a cualquier problema de coloquio con el la condición de artefacto frente a cualquier ensimismamiento arqui-
entorno»''. tectónico sondeando la propia historia.
281
CONSTRUIR EY LO CONSTRUIDO CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO 285
1nia4t-i *anal
Un caso más llamativo es el de la ALTE WACHE en Ratisbona
Cul
11111
;n (Regensburg). A lo poco convincentes que resultan las oposiciones -
abstractas de acompañamiento se añade la hipertrofia de la amplia-
ción, quedando subsumido el edificio primitivo entre los volúmenes
de un edificio comercial. Esta práctica, durante los años cincuenta y
sesenta fue considerada lícita para preservar algunos edificios históricos,
pero como dice Peter Zlonicky a propósito de este caso: «La opera-
ción ha sido un éxito, pero el paciente ha muerto» ".
Una vez examinados algunos ejemplos que de manera consciente
o inconsciente alumbran un conflicto de estructuras arquitectónicas,
experiencia práctica. Kahn propuso un anexo de inspiración miesiana 155. Pasquali y puede concluirse, al margen de cualquier consideración normativa,
Calimberii, edificio de
donde destacan tanto el esfuerzo de diseño para una losa reticulada oficinas en el Albergo que la COLISION DE ESTRUCTURAS FORMALES acompaña a la
de hormigón armado como la síntesis volumétrica del nuevo cuerpo. Corso (1959-60), rivalidad, mientras que la congruencia es expresión de una conformi-
Este enlaza su fábrica de ladrillo con la sillería del edificio original, dad con lo real construido. Si lo nuevo supone una exégesis de lo
manifestando ostensiblemente la adaraja de la junta. No hay ningu- antiguo, desde su contemporaneidad cultural, pudiera decirse que se
na intención de disimular la sutura ni de diseñar el encuentro (figura han optimizado las posibilidades críticas de una acción positiva.
105).
El elemento menor de enlace se retranquea respecto a la facha-
da, lo que permite un mejor reconocimiento de los límites del edificio a Las actitudes frente al contexto
primitivo, de acusado carácter neomedieval, como una unidad dife-
Llegados a este punto, ya en el último bloque teórico del libro, no
renciada. Frente a la verticalidad figurativa de la filigrana neogótica,
viene de más recalcar el tendencioso significado atribuido a la
Kahn propone el distanciamiento formal que suministra la neutralidad
de una sucinta estereometría: una caja sin atributos estilísticos. palabra moderno como oposición a lo histórico, identificando este
último término con pasado más o menos remoto y tratando de
En Milán los arquitectos Pasquali y Galimberti absorben en la
preservar a lo contemporáneo de su propia inmanencia histórica.
fachada general de su edificio de oficinas (1959-60) la vieja fachada
Bajo esos supuestos no es extraño que se aceptara de forma aprioristi-
Art Nouveau del ALBERGO CORSO, construido en 1907, enmarcán-
ca que la naturaleza o condición de la arquitectura moderna conte-
dola con un damero o retícula cartesiana que parece el andamiaje de
nía tales insuficiencias en el orden de los significados que dificultaban
una Fathadrdrp/aterrodaYlainacabatinkquiln oi to6umiiiixhitti n el roble-
su legración erdoreentros-W os—La e.. e e •
es neutral, sino que polemiza con la orgánica plasticidad de la
ma quedaban resumidas necesariamente a tres:
fachada primitiva.
Algo parecido ocurre en Nueva York con la ampliación del ME- 1. La de quienes defendían una arquitectura moderna orgullosa
TROPOLITAN MUSEUM (1967-81) realizada por Kevin Roche y John de su condición de tal que debía, mediante la descontextuali-
Dinkeloo, aunque aquí la ampliación no se apodera del edificio zación, ser capaz de confirmar la confrontación de lo históri-
original de Mckim, Mead y White. co con lo moderno.
288 CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO
impide asumir compromisos formalistas con el pasado, así que en su 159. Demetri
Porphyrios, Chepstow
proyecto, de inspiración constructivista, se contemplan algunos edifi- Villai (1968),
cios .del entorno únicamente para ilustrar su alejamiento crítico. Londres.
Tanto si la contrastación se induce desde el maximalismo funcionalis-
ta (Meyer), como si los recursos formales de la vanguardia se
manejan como repertorio distanciador respecto al realismo arquitec-
tónico (Oud), el resultado es equivalente (figura 22).
Remontándonos hacia nuestros días, y en un medio totalmente
diferente, dominado por las cualidades de la arquitectura doméstica,
Alvaro Siza realiza en Vila do Conde el pequeño edificio para la
BANCA BORGES & IRMAO (1982-86) (figura 2). Se trata de un objeto
único en la ciudad, bastante ajeno a la sensorialidad figurativa y
cromática de la arquitectura popular portuguesa:, resultado de un
proyecto volcado en una intelectualizada indagación espacial con
acusado desprecio hacia la materia. Pierre Alan Croset, después de
una entrevista con Siza, dice lo siguiente:
255 CONSTRUIR EX. ¿0 CORSTRUIDO CONSTRUIR ES 1.0 CONSTRUIDO 297
11111 111111111
CONSTRUIR EY LO CONSTRUIDO
CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO 299.
299
163. Ludovico
Quaroni, ampliación
del Teatro de la
Opera (proyecto,
1983), Roma.
164. Rafael Moneo, Adaro y Sáinz de la Lastra, ya ampliado con tal criterio por Yárnoz
Museo de Arte
Romano (198115),
Larrosa en 1927. Se establece así una continuidad manifestada de
Mérida. forma reproductiva en fachada, pero mucho menos explícita en
planta por la dificultad que supone la doble adyacencia que impone
el esquinazo (figura 30).
Argumentando sobre su proyecto, Moneo plantea tres considera-
ciones fundamentales que se hallan implícitas en su propuesta y cuya
interpretación podría ser la siguiente:
1. Pone en entredicho que construir en ciertos contextos no
deba condicionar la actitud proyectual del arquitecto, quien
por lo general tiende a defender la utilización de recursos
el pasado remoto, de modo que la refutación del contexto presente
ex'presivos modernos como concreción de un Zeitgeist contempo-
se hace desde la afirmación histórica de la antigüedad.
ráneo.
El proyecto para la ampliación del BANCO DE ESPAÑA EN
2. Defiende la posibilidad de trabajar en favor de la unicidad
MADRID, del propio Rafael Moneo, representó en estos últimos años
—al menos en España— el punto culminante de cualquier aporta- formal frente a la apología de la fragmentación. Reconoce,
en este sentido, la conveniencia :de acciones homotópicas
ción polémica en torno a la validez contemporánea de la mimesis.
frente al placer de la heterotopía.
Solá-Morales dice lo siguiente:
3. A diferencia de las propuestas postmodernas, basadas en la
.....hp",4,,,a44,,,fieoLompirta la fábrica existente dejándose anular a si ohsesitul-por-la-iinagen, ábog
mismo en un extremo, enfatizando hasta qué punto el edificio existente haciendo «de la construcción el soporte de la imagen» 80.
impuso sus propias exigencias. Aqui la analogía llega a ser tenue, casi
imperceptible, convirtiéndose en una mera tautología» 7,. Su obra posterior ha ratificado que estas consideraciones no se
habían formulado únicamente para justificar la solución propuesta
La base del proyecto consiste en cerrar y definir la manzana para la ampliación del Banco de España. En este proyecto parece
siguiendo la pauta compositiva del edificio original (1882-1891) de recogerse la sugerencia de Kahn en el sentido de que hay siempre un
300 CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO 301
orden, que precede al diseño, capaz de indicar qué quiere ser un Aquí no se pretende una observación científica ni de la historia ni
edificio. El reconocimiento de la integritas y de la composición acadé- de la componente antropológica de las culturas regionales. La mime-
mica está implícito al intentar completar el edificio original. • sis se practica mediante la máscara y la falsificación. Puede discernir-
Formulado el historicismo arquitectónico de modo genérico, en la se una corriente más culterana que recurre a citas formales ingenio-
relación con el contexto, algunos de los apartados siguientes quedan sas, pero banales, si bien queda absorbida por otras más insignifican-
justificados como ámbitos teóricos donde pueden analizarse respues- tes que no dudamos en calificar de productoras de sucedáneos
tas historicistas más precisas, como posibles poéticas subyacentes en la arquitectónicos. Por eso cabe afirmar que la actual cultura de ITIaSaS
práctica arquitectónica.
encuentra su correspondenciaen la arquiteCtura como imagen, cuya
expresión más aguda, como tuvo ocasión de destacar Venturi, se
d) Arquitectura folclórica alcanza en ciudades como Las Vegas o en instalaciones como Disney-
World,
En una primera acepción, la denominación de folclórico alude a En tercer lugar conviene añadir que con la expresión arquitectura
una sensibilidad favorable a la reproducción de pautas antropológi- folclórica podemos referirnos a una práctica proyectual capaz de
cas ligadas a ámbitos culturales preindustriales y, por tanto, en establecer una relación auténtica que opera con la especificidad
franco proceso crepuscular. Estas culturas populares más o menos cultural de una comunidad regional mediante la adopción de su
ancestrales dificilmente mantienen su vigor al confrontarse con la gusto dominante. En tal caso se produce un desplazamiento hacia
cultura de masas, de ahí que sólo puedan sobrevivir merced al posiciones intermedias entre la etnología arquitectónica y el histori-
subterfugio de la adulteración, expresándose mediante estereotipos cismo vernáculo.
de viejos modelos formales o de comportamientos rituales. En reali- Dé estas tres versiones, la primera tiene un escaso interés para el
dad lo popular deviene en populista y —no necesariamente, pero sí a desarrollo de este trabajo, por muy divulgada que pueda encontrarse
menudo— acaba por resolverse en la adopción de formas Kitsch. El en los ambientes institucionales y administrativos encargados de
caso de Ampuriabrava, una vasta urbanización en la costa gerun- velar por la arquitectura tradicional.
dense, ha sido ampliamente comentado en este sentido por Heinrich La segunda se desarrolla en un dominio impreciso al que no
Klotz como una pretendida reproducción de cierto regionalismo obstante acceden algunos miembros de la intelectualidad arquitectó-
mediterráneo y pseudo-rural realmente inexistente 81. nica cuando son favorables a la incorporación de la arquitectura a
Hay, desde luego, otras derivaciones populistas que no se basan los propios medios de divulgación de la cultura de la imagen.
tanto en las culturas locales o regionales como en el actual predomi- Arquitectos como Moore, Tigermann, Hollein o el mismo Venturi
nio, dentro de las llamadas sociedades desarrolladas, de una cultura nos han ofrecido sobrada constancia de esta actitud.
pop coincidente en gran medida con la cultura de la imagen produci- El repertorio venturiano que aparece en el concurso para el Musco
da y transmitida por los mass media. A este respecto Kenneth Framp- de Artes Aplicadas de Francfort, o en la reciente ampliación de la
ton dice lo siguiente: National Gallery de Londres, se fundamenta en la metáfora y los
guiños populistas. Una falta de respeto por el pasado se manifiesta en
«Tanto el neocapitalismo como la socialdemocracia se han comprometido la asunción del sucedáneo como alternativa más económica y, sin
últimamente en la gratificación superficial de un gusto hipotéticamente embargo, más efectista.
popular y, de una manera u otra, los arquitectos se ven de nuevo forzados a Hans Hollein se mueve entre la galante sofisticación de una
colaborar en la creación de un falso estilo vernáculo» n. decoración para la jet society y los gestos populistas tratados, eso sí,
con el distanciamiento propio del artista creador. En el proyecto
Esta falsificación antropológica entroncada en la cultura pop para el MUSEO DE ARTE MODERNO DE FRANCFORT demuestra, una
supone una desnaturalización de lo folclórico. También se pretende vez más, su horror por la forma sintética ofreciendo material visual de
la mimesis adscrita a un patrón de comportamiento histórico, pero amplia aceptación popular, aunque sólo sea por lo pintoresco (figu-
carece del soporte cultural de la historiografia. Por eso tiende a la ra 70).
reinvención estilística, utilizando a veces la ironía y la caricatura Más interés puede tener aquella práctica adscrita a la tercera
como fórmulas de distanciamiento. De este modo se reconoce una acepción de la expresión arquitectura folclórica. Como ya se ha
segunda acepción que cobra sentido con la presencia dominante de indicado, en este caso la acción arquitectónica conduce a una
la cultura de la imagen.
relación directa y autentificada con la sensibilidad autóctona. La
CONSTRUIR KR LO CONYTRUID(
CONSTRUIR F,.N LO CONSTRUIDO
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«La oposición . de la cultura tradicional y académica contra este edificio Esa búsqueda del esencialismo tipológico observada en Loos está
asumió aspectos grotescos y dio lugar a una campaña en defensa de esta hoy representada en algunas obras y proyectos de Ungers. Un
construcción, en la que participaron hombres eminentes de la cultura arquitecto que, desde hace algunos años, trabaja intencionadamente
vienesa. Bastaría citar, entre otros muchos, a Karl Kraus, que escribió una con un número muy reducido de recursos expresivos, denotando ese
defensa apasionada, y a Georg Trakl, el gran poeta expresionista»". intento de esencializar los tipos.
En el proyecto para la reestructuración y ampliación del MUSEO
El edificio de Loos manifiesta una actitud favorable a la pregnan- HISTORICO DEL PALATINADO EN SPEYER, no le interesa tanto el
cia: se observan cualidades como simplicidad, ritmo, redundancia, diálogo con el palacio original como la consecución de una arquitec-
simetría y rígida estructuración geométrica. Puede decirse, en suma, tura prístina, semejante en cierto modo a la de Tessenow, y a la vez
que se trata de un proyecto volcado hacia la consecución de la identificable por su pertenencia no ya a un tipo, sino a un arquetipo.
unicidad formal por medio de recursos compositivos de rancia tradi- Ninguna aportación estilística ameniza la imagen. Una imagen que
ción académica, por más que rechazara las aplicaciones decorativas puede asociarse al racionalismo éonstructivo de un edilicio fabril.
al uso (lámina XXIV). Para Ungers el esencialismo y el reticularismo contribuyen también a
La monumentalización del cuerpo bajo, colocando un orden una idealización formal que le permiten distanciarse de los compro-
clásico que abarca la planta baja y el mezzanino, supone un recurso misos plástico-matéricos de la construcción.
añadido para entroncar el edificio con los referentes históricos, La integración perceptiva de estas arquitecturas en el medio
irrenunciables, por cierto, en el pensamiento loosiano. En realidad las (fondo visual) resulta dificultosa al no haberse pretendido el camu-
objeciones formuladas contra el edificio se dirigían a su carácter flaje mediante el adecuado tratamiento de la epidermis. Su análisis y
escueto y desnudo, en una Viena acostumbrada a lo abigarrado y enjuiciamiento crítico deben resolverse, por tanto, lejos de la senso-
ornamental. rialidad inmediata.
No es extraño que el edificio haya despertado interés en Rossi y
los neorracionalistas italianos: el edificio viene a ser la decantación de J) Arquitectura del fragmento
un tipo obtenido tras un proceso de precisión esencialista. Tiende a
situarse entre el concepto de tipo manejado por Quatremére de Las actuaciones basadas en el fragmento, bastante frecuentes en
Quino), y el sentido que Le Corbusier dio a la expresión objet-type la actualidad, están teóricamente fundamentadas en cl reconaci-
o
O 30;
CONSTRUIR EH LO CONSTRUIDO
300 CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO •
g) Arquitectura cantextual
171. Alan
una rara simbiosis con el contexto; prolongándolo o revalorizándolo Colquhoun y John
mediante un esfuerzo de indagación formal orientado desde el con- Miller, ampliación de
texto mismo; tratando de salvar el conflicto entre la individualidad la Whitechapel Art
Gallery (1986),
de los objetos y las leyes establecidas en la construcción de la ciudad. Londres.
Hablamos de una arquitectura ambientalmente integrada, pero
reconocible como perteneciente a su momento histórico; esforzada en
establecer continuidades entre lo nuevo y lo viejo mediante una
investigación particularizada del lugar. No es antitipológica, pero
responde a impulsos culturales superadores de la pequeña cultura
local; no es antihistoricista, pero evita reproducir la historia; no
representa una simple mimesis, aunque pueda favorecer los nexos
•figurativos con el entorno. Se apoya siempre en una reflexión intelec-
tual y en la observación de las leyes de formación de la ciudad.
A este grupo pueden pertenecer arquitecturas que participen de
ciertas cualidades enunciadas en otros epígrafes, pero su particulari-
dad estriba en poner al servicio de la contextualización la globalidad
del problema de diseño. Digamos que su importancia radica en
comprometerse con el principio de continuidad diacrónica de la
forma de la ciudad. Debe entenderse, por tanto, que la continuidad
que estas intervenciones procuran no es redundante ni homogeneiza-
dora, pudiendo favorecer la presencia de elementos de excepción que
actúen como agentes de una dialéctica reformadora y creativa.
Ciertos ejemplos han salido ya a lo largo de este capítulo y no es
necesario insistir sobre todos ellos. Unicamente nos permitiremos
citar de nuevo algunos. Así, en el proyecto para la complementación
estructural del CASTILLO DE ABBIATEGRASSO, manteniéndose un
distanciamiento figurativo que permite excluir todo riesgo de mime-
sis, la contextualización se promueve en el nivel de la estructura
básica del edificio existente, considerada como matriz formal o
generatriz del nuevo edificio (figura 94).
Recordemos la controlada modernidad de la ampliación del
AYUNTAMIENTO DE GOTEBORG, aceptando algunos rasgos históri-
cos sustantivos en la búsqueda de un orden para la nueva fachada;
apoyándose en una homología esencial con la fachada del edificio
primitivo. También la rigurosa figuración de la sede para la BANCA
COMERCIAL ITALIANA, que particulariza el esfuerzo Por crear una
continuidad integradora entre lo viejo y lo mievo. Aquí se manejan
los rasgos estilísticos valorándose la materia plástica y se contextuali-
za en el nivel más aprehensible de la composición (figura 144).
En la ampliación4.e4a-WHITEGHAflLERY-rproyee -
da por Colquhoun & Miller, aparecen una serie de elementos muy
condicionados por el programa y el espacio disponible dentro de un
lugar tortuoso. No obstante se procura la coherencia morfológica
entre esos elementos y la galería original, así como su armonización
mediante un estudiado tratamiento de los paramentos externos. A
SI? CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO 313
•
172. C. H.
Townsend, portada
original de la
Whitechapel Art
Gallery (1901),
Londres.
Polin, se trata de una «modificación contextual atenta, pero no 179. Enrique Perca
y Gabriel Ruiz sionalmente los espacios urbanos; articula la orografía del lugar;
mimética; activa, sin ser agresiva» ". Un edificio dificil de asimilar en 175. Martnrell,
Cabrero, sede del Bohigas y Mackay
una ciudad donde ha gozado de predicamento el folclorismo arqui- Colegio de sutura y ordena el tejido urbano de transición entre la ciudad
(MBM), remodelación
tectónico, en su versión falsificadora, intentándose prolongar un Arquitectos de Sevilla de un sector de Siena. medieval y la moderna; y todo ello mediante oclusión del espacio con
(1977-B2). sólidos diseñados atendiendo al exterior. Es a esto, precisamente, a lo
casticismo adulterado representado en barrios como el de Santa
Cruz. que hemos venido llamando construcción de la ciudad.
En el proyecto se hizo un esfuerzo por establecer un tránsito La intervención supone una modificación del locos, pero ya en el
formal coherente entre espacios urbanos (calles y plazas) adaptándo- proyecto se advierte una inequívoca mejora de las condiciones loca-
se a una normativa que no siempre facilita la lógica del diseño les, cubriéndose el objetivo general de que toda nueva intervención
contextual. El edificio resulta decisivo para formalizar un lugar contribuya a transferir hacia el futuro los valores de la ciudad
—Plaza del Cristo de Burgos y aledaños— que en ese punto es más antigua sin renunciar a la propia sincronía histórica.
bien una encrucijada con demasiada dispersión formal. Sobrio y En el proyecto de Siena se hace además vívida la afirmación de
abstracto, sólo el detalle cromático y texturial facilita su asimilación Gravagnuolo según la cual «para construir de modo correcto hay
perceptiva inmediata. que haber pensado antes de modo correcto» 9° , reconociéndose la
Una intervención que, al margen de la recepción popular que necesidad de que el arquitecto sea: un hombre de cultura, muy
haya podido tener —en esto no se distingue de otras interesantes. especialmente al abordar problemas de intervención en lugares cons-
actuaciones—, recurre al esquematismo formal para evitar distrac- tituidos, ya que en nuestros días «la cuestión urbana se vuelve a
ciones respecto a su auténtica condición de edificio delimitador del proponer como una cuestión cultural antes incluso que política» g'
espacio urbano. Con todo lo escrito en este capítulo hemos reconocido las diversas
Si observamos un proyecto mucho menos condicionado que el del posiciones frente al contexto. Las ambigüedades y posturas interme-
caso anterior —constreñido a la ocupación de un lote edificatorio dias deben sobreentenderse a partir de los ejemplos manejados. El
nida_por alienaciones prerisas—,_swejemplaridadi, arto do -a o.al-Lnoáz-extensonleto tecle lo reeogido
a compromisos formales múlfiples. El proyecto de Bohigas, Martorell trata de operar en la realidad, porque creemos que sólo aleccionados
y Mackay para la REMODELACION DE UN SECTOR DE SIENA por la realidad e instruidos en el conocimiento de la ciudad podrá ser
—ganador en 1990 del concurso restringido— diversifica la propues- ésta transformada, evitándose el estrago urbano que las prácticas
ta formal para atender a diversos requisitos del contexto: define rudimentarias han venido produciendo tanto en las vastas y desola-
calles; concreta plazas —Gramsci y Matteoti—; prefigura tridímen- das periferias como en los lugares "de perenne belleza.
' CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO
CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO 317
NOTAS
posibilidad abstracta de las obras de arte. Por ello, todo artista auténtico es un poseso de sus
procedimientos técnicos; el fetichismo de las medios tiene también su rasgo legítimo.» Véase
' Christian Norberg-Schulz, Existencia, espacio y arquitectura, p. 23, Ed. Blume, Barcelona,
1975. Ed. orig. Existente, space and .amhitedure, Studio Vista, Londres. • Theodor W. Adorno, op. cié, p. 64.
" Erwin Panofsky, El significado de ¡asocies ámales, p. 31, Alianza Editorial, Madrid, 1987.
Sebastiano Brandolini y Pierre-Alain Croset; «Strategie della modificazione», en Casabe-
¡la, núm. 498-499, enero-febrero 1984, pp. 40-42.) • " Ibídem.
s Sebastian° Brandolini y Pierre-Alain Croset, op. cit., p. 20. 3 ' Colin Rowe dice: «Puede (loe fuera en París, con Le Corbusier, y en Berlin, con Ludwig
Hilberseimer y otros, donde por primera vez se fraguó o se planteó la disolución de la ciudad
' Federico Correa dice lo siguiente a propósito de Sri ciudad: «La cité de Carcassone,
corno un sólido continuo perforado por vacíos ocasionales.» En «La IBA entre respublica y
resultado de las veleidades de Viollet-le-Duc, hoy produce perplejidad no sólo en lo referente a
resprivatair, en zle31 V, núm. 2, p. 29.
su validez, sino también en lo referente a su eficacia». «Varsovia:. La resurrección patriótica»,
en Arquitecturas-bis, núm. 4, noviembre 1974, p. 28. " James Stirling y Michael IVillbrd, en James Mirling. Architecture; Design Profile, p. 64.
" Colin Rowe se refiere a esta cuestión de la siguiente manera: «..si bien la guerra dio
La apuesta por las reconstrucciones fieles sigue estando en pie. El reciente proyecto de 1.
como resultado la destrucción despiadada de incumplir:dilos encarnaciones de la esfera pública,
Gardella, A. Rossi y F. Reinhart para la reconstrucción del Teatro Carlo Felice de Génova
como Dresde, tras ella una reconstrucción igualmente sin sentido ha exarcerbaclo los resulta-
reproduce en el exterior la misma actitud seguida después de la guerra con la Scala de Milán o
dos. Desde 1945 las llamadas artes de la paz se han demostrado tan lamentables en su influencia
el Teatro de la Opera de Viena. Véase al respecto la revista Casabella, núm. 502, mayo 1984,
. pp. 52 y ss.. como, antes de 1945, las llamadas artes de la guerra, y me refiero por supuesto a esa tendencia
' Hans Georg Gadamer, Verdad y método, p. 208, Ed. Sigueme, Salamanca, 1988. Ed. orig. fatal de la arquitectura moderna a no imaginar nunca una coalición entre los edificios y el
Wahrheit und Methode, J.C.B. Mohr, Tübingen, 1975. espacio, atribuyendo siempre, por el contrario, una misión figurativa al edificio y concibiendo -
el espacio nada más que como una extensión naturalista o un ambiente». En «La IBA entre
Ignasi de Sola-Morales, «Teorías de la intervención arquitectónica», en Quaderns, núm.
155, diciembre 1982, p. 32. . respublica y resprivata», A& F, núm. 2, p. 28.
Comentado por Alexander Tzonis en Hacia un entorno no opresivo, p. 47, Ed. Hermann " Oswald Mathias Ungen, «II loro della cultura», en Lotus iniernalional, núm. 43, p. 95.
13Iume, Madrid, I977.• " Si bien el minirnalismo lbrmal es común a Mies van der Rohe y a O.M. Ungers, éste no
comparte la inclinación hacia la desmaterialización tecnológica de aquél.
' Aunque, como observa Solá-Morales, esta especialización «no tiene un cuerpo teórico
" En Arquitectura, núm. 239, noviembre-diciembre 1982, p. 22.
mínimamente sólido», «Teorías de la intervención arquitectónica», en Quadems, núm. 155, p.
37. " Sebastian° Brandolini y Pierre-Alain Croset, op. cié, p. 40. .
1 " Ignasi de SolásMorales, op. oil., p. 33. " James RUE-ling, «Nuestras intervenciones en contextos históricos», en AA.VV., Proyecta)
" Ignasi de Solá-Morales, op. cit., p. 37. ciudad histórica, p. 212.
' Aldo Rossi, «Ciudad y proyecto», en AA.VV., Proyecto y dudad histórica, " Luciano Semerani, «Estructuras polifuncionales y expansión urbana». en 2C-Constructión
p. 18. de la ciudad, núm. 12, diciembre 1978, p. 28.
'3 Roger Scruton, «Principios arquitectónicos en una edad del nihilismo», en Composición
Arquitectónica, núm. 5, febrero 1990, p. 100. " Demetri Porphyrios, Source of modem eclecticism, p. 91.
Roger Scruton, op. cit., p. 96. " eremy y 1:tuella Dixon, «The Royal Opera House of Covent Carde ir en Composición
Arquitectónica, núm. 2, febrero 1989, p. 30.
Liciseo Magagnato, «Historia y génesis de la intervención en el museo de Castel-
vecchio», en Queden:, núm. 158, julio-agosto-septiembre 1983, p. 28. " ,Jeremy y Fenella Dixon, op. cit., p. 35.
" Hermann Bauer manifiesta textualmente lo siguiente: «La Arquitectura, como se
" Francesco Dal Co, «Carlo Scarpa», en Quadems, núm. 158, p. 92.
observa en el palladianismo y, conjuntamente, en el siglo Num, puede ser un objeto plástico, es
Vittorio Savi, «II nuovo teatro Carlo }Hice», en Domas, núm. 719, p. 42.
decir, sólo un objeto a contemplar en el marco de un jardín inglés, un exterior con cualidad
'a Ignasi de Solá-Morales, «Dal contrasto all'analogia», ell Lotus Mantillona!, núm. 46,
(pictórica) de objeto plástico. Las épocas clásicas, como el alto Renacimiento, son caracteriza-
bles mediante un equilibrio interno de los géneros. Manierismo significa perturbación de este
Theodor W. Adorno, Teoría estética, p. 64, Ed. l'aurus, Madrid, 1980. Ed.
Asthetache Theorie, Suhrkamp Verlag, Francfort, 1970. equilibrio, con lo cual no se determina una medida valorativa a disposición de los géneros, sino
una posibilidad de describir variacioneari En Historiografía del arte. Introducción crítica al estudio de
" Paul Goldberger, «Building in contexto,, en James Stafing. Archilectural Dmitri Profile,
p. la historia del arte, p. 58, Ed. Taurus, Madrid, 1981.
80, Academy Editions/St. tvilartin's Presa, Londres/EE.UU., 1982.
21 Giacomo Polin, «II Palazzo ditiustizia di Ferrara», en Casabella, " Entrevista de Daniele Vitale a lgnazio Gardella, en Arquitectura, núm. 259, marzo-abril
núm. 479, abril 1982, 1986, p. 16.
Pi 2.
" Alejandro de la Sota, en Arquitectura, núm. 252, enero-febrero 1985,. p. 56. 48 Ibídem.
" Gabriel Ruiz Cabrero, «El recurso al cubo», en Arquitectura, " Giulio Carlo Argan, Proyecto 1 destino, p. 292.
núm. 252, p. 53. " Ibídem.
" Un análisis de la evolución histórica de la catedral de El Burgo de Osma puede
encontrarse en: Antón Capitel, Metamorfosis de monumentos y tortas de la restauración, 51 Rafael Moneo, en Arquitectura, núm. 71, p. 49.
Alianza " Ibídem.
Editorial, Madrid, 1988.
" Aldo Rossi, La arquitectura de la ciudad, p. 185. • " Alexander Turna y Liarse Lefaivre, a propósito de unas conferencias patrocinadas en
• 1985 por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, definen el regionalismo critico de
IVilliam J.R. Curtis, La arquitectura moderna desde 1990,
p. 319, Ed, Mermara) Blume, esta forma: «El regionalismo crítico es un concepto acuñado a lin de explicar una tendencia
Madrid, 1986. Ed. orig. Modem architedure sin« 1900, Phaidon Presa, 1982.
" Federico Correa, op. cit., p. 26. importante de la arquitectura actual. Critico tiene aquí el sentido de Kant o Hegel, de forma de
pensamiento vuelta sobre sus propias reglas, de autoconciencia que desarma y reconstruye el
" Frank Werner, «The new Acropolis of Stuttgart», en Lotps. International, núm. 43, p. 27.
esquema del saber arquitectónico. Por regionalismo se designa una forma de hacer ligada a la •
" Mirko Zardini, «L'ampliamento del museo», en Lotus International, núm. 35, p. 108.
memoria y experiencia colectivas de un territorio concreto.» Del artículo «El regionalismo
" Charles Inch, «Literal eclecticism», en James Stirlbtg. Archilectural Design &afile,
p. 92. critico y la arquitectura española actual», en A«1 1:, núm. 4, p. 4.
'' Para entender el sentido de la frase de Adorno tal vez convenga transcribir aquí el
" Rafael Moneo, de la memoria del proyecto publicada en Arquitectura, núm. 271-272,
párrafo dónde se incluye: «Muchas de las situaciones con las que la obra confronta a su autor
tienen una pluralidad de soluciones, pero esa misma pluralidad es finita y abarcable. El oficio marzo-junio 1988, p. 33.
" Rafael Moneo, op. cit., p. 35.
es el que pone los limites a una mala infinitud en las obras de arte. El es quien hace concreta la
Ibídem.
obra, quien Irace determinado lo que con un concepto de la lógica hegeliana podría llamarse la
" Rafael Moneo, op. cit., p. 33.
sil CONSTRUIR EN 1.0 CONSTRUIDO
" Entendemos que la historia del 'rascacielos puede resumirse según cuatro apartados o
periodos generacionales en cierta medidá superpuestos:
Primera generación: Edilicios en altura de•la Escuela de Chicago. .
Segunda generación: Edilicios apuntadas o telescópicos que aparecen hacia 1910-1920.
Tercera generación: Orroprismas acdstalados.
Cuarta generación: Rascacielos vinculados a la sensibilidad postmoderna. INDICE ANALITICO
" Franco Purini, La arquitectura didáctica, pp. 97-98. .
" Manfredo Tafuri, La arquitectura del humanismo, p. 56.
Roger Scruton, op. di., p. 96..
AALTO, Mvar, 135, 155, 158, 160, 164, gen), 92 107, 272, 303. (lám. IV; fig. 37,
" Colin Rowe y Fred Koetrer, Ciudad Callase, p, 74.
165, 221. (Rg. 73) 147, 166)
" Ibídem.
Abbiategrasso, 78, 190;195, 196, 310. (fig. Beaux Arta, 106.
" Giuseppe Samoná, «La modernidad que no fue», en Ac?il; núm. 8, p. 25. BEHRENS, Pelee, 93, 131.
29, 94)
" Samoná escribe lo siguiente: «No participo de esa visión del pasado excepcionalmente BELFIORE, Pasqualc, 62.
ADAM, Robert y James, 186, 216.
optimista y, desde luego, no me causa ningún pesar su desaparición, ya que no se corresponde BENEVOLO, Leonardo, 81, 82, 83.
ADARO, Eduardo, 299.
ron la realidad histórica que sí seriara en ese pasado la crueldad y la ferocidad, la miseria, la BENTHAbl, Jeremy, 157.
ADORNO, Theodor W., 198, 225.
caresria y la tiranía, las guerras y la violencia que también entonces envilecían a la ciudad y a Bérgamo, 38.
los ciudadanos.» En oft. cit., p. 26. ALBERTI, Leone Battista, 59, 181, 183,
247. (fig. 18, 19) BERLAGE, Hendrik Petrus, 93.
GLICenneth,Frampron, Rithard Alain in Europe: recen! work, Véase «Progetti in Europa di
ALMN1, Franco, 92. Berlín, 37, 56, 62, 131, 136, 137, 138, 139,
Richard bleier & Partners», en Cambella, núm. 574, diciembre 1990, p. 61.
Allenveri (véase valor de antigüedad), 73, 74. 140, 181, 220, 231, 235, 239, 244, 249,
" Aldo Rossi, «Tipologia, manualística y arquitectura», en Para una arquitectura de tendencia,
ambiente, 13, 30, 33, 54, 57, 58, 264. 252, 274, 279,292,294. (lám. VIII, XIX;
p. 188.
ampliación neutral, 285, 286. fig. 10, 16, 53, 58, 59, 60, 61; 62, 75, 120,
" Hermann Bauer, «p. dé, p. 48.
Ampuriabrava, 300. 121, 122, 123, 124, 125, 131, 132, 133,
" Aquí el sentido del término abstracción nos remite al rechazo de la representación
anabólico, 152. 134, 135, 152, 168)
objetual, a la liberación que supone la creación concretada en la pura forma Sin relato, Blankenheim, 216, 223, 225, 274. (fig. III)
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