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LA GRAN ESTRATEGIA NACIONAL COMO TAREA DEL ESTADO

Entendemos por gran estrategia nacional como tarea del


estado, a los parámetros de toma de decisiones en cuanto
a la realidad externa de un país, nos referimos con esto al
plan de un país respecto de salvaguardar su soberanía,
su población y su nación de posibles amenazas, sean
actuales o futuras, si bien esto nos indica una serie de
pasos a tomar, una concatenación de planes, no quiere
decir que el estado seguirá su estrategia al pie de la letra
si en su aplicación se revela algún desperfecto o no
presenta una solución para la situación, el Estado como
órgano garantista de la protección del ciudadano y de su
nación, se desvinculara de su estrategia en política
externa si esta no da resultados favorables, podrá
responder tomando decisiones basadas en los hechos
presentes, confrontara problemas tomando en cuenta los
actos de su adversario si fuera el caso o tomara como
fuente de ejemplo alguna política externa de un país con
cual tenga metas afines.
LA GRAN ESTRATEGIA NACIONAL COMO TAREA DEL ESTADO

1. FUNDAMENTOS TEORICOS DE LA ESTRATEGIA

Según el diccionario de la Real Academia, estrategia es el arte de dirigir


operaciones militares o también, habilidad para dirigir un asunto.

No obstante, el vocablo se ha extendido a numerosos campos del quehacer


humano, aplicándose a la formulación de determinadas concepciones
económicas, políticas e incluso, deportivas. Existe además confusión entre los
términos estrategia nacional, gran estrategia, estrategia total, gran política y otros
similares, lo que hace necesario aclarar conceptos sobre el particular.

En relación con lo que debe entenderse por estrategia, los autores que se han
ocupado del tema pueden agruparse en tres corrientes de pensamiento
fundamentales, a saber:

Corriente inspirada en el pensamiento de Clausewitz: Tiende a vincular a la


estrategia con la guerra vale decir, con la conducción de los otros medios que se
agregan a la política en situaciones de conflicto bélico.

Corriente inspirada en el General Beaufre: Concepto extendido de estrategia,


aplicada a la conducción de todos los medios que conforman al poder nacional, en
la paz o en la guerra aunque siempre en situaciones de conflicto, para el logro de
objetivos fijados por la política.

Corriente anglosajona: También vincula a la estrategia con situaciones de paz o


de guerra pero en ambos casos, limitada a la utilización del poder militar.

No obstante, debemos hacer notar que los más recientes autores de origen
británico o norteamericano parecieran, aunque por razones distintas de aquellas
que en su momento indujeron al General Beaufre a proponer su concepto
ampliado de estrategia, inclinarse hacia ideas más afines con las del prestigioso
autor francés.
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1.1. CORRIENTE INSPIRADA EN CLAUSEWITZ

Para el autor prusiano, la dirección de la guerra es igual a la disposición y


dirección de la lucha. Esta se libra en actos aislados: combates. Por lo tanto, la
táctica consiste en la disposición y dirección de los combates y la estrategia, en el
arte de ligarlos para alcanzar la finalidad de la guerra. El concepto de estrategia
queda de esta manera vinculado con la conducción superior de la guerra.

En otro orden de ideas, resulta interesante hacer notar que Clausewitz también
afirma: "El conflicto es un acto de fuerza, por lo que no existen límites en el uso de
dicha fuerza". De este concepto derivan algunas teorizaciones que conducen, por
ejemplo, a Moltke y a Schlieffen a intentar independizar a la estrategia de
eventuales restricciones impuestas por la política, en su búsqueda del
aniquilamiento de las fuerzas armadas del adversario y a von del Goltz y
Luddendorff a llegar aún más allá, colocando a la política al servicio de la
estrategia.

En tal sentido debemos hacer notar que Clausewitz, en el Capítulo III del libro VIII
de su obra De la Guerra, aboga por la sujeción del punto de vista militar al político,
con lo que en cierto modo anticipa el concepto de guerra limitada que habría de
ser desarrollado más tarde. Esta aparente dualidad, no adecuadamente
comprendida por muchos lectores del autor prusiano, explica la circunstancia de
que dentro de esta escuela de pensamiento convivan teóricos de la guerra
irrestricta como los ya mencionados Moltke, Schlieffen, von der Goltz y
Luddendorff, a los que podríamos agregar al Mariscal Foch, en Francia, junto a
quienes han reconocido la necesidad de saber limitar y adecuar los esfuerzos
bélicos en función de los requerimientos políticos, como Liddell Hart y más
recientemente, Raymond Aron.

1.2. CORRIENTE INSPIRADA EN EL GENERAL BEAUFRE.

Podemos reconocer como precursor de esta escuela al Almirante Collins, algunas


de cuyas ideas centrales son:
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- Asignación de máxima prioridad a los modos de acción diplomáticos.

- Consideración de la estrategia como plan de acción para el logro de un fin.

- Importancia de que el objetivo de la guerra (objetivo político perseguido mediante


el recurso a la violencia armada), sea limitado en sus aspiraciones.

La gran estrategia del Almirante Collins es así una concepción básicamente


política, un elogio a la libertad de acción en el que se destacan la importancia de
los objetivos secundarios y la idea de que amenazar es, muchas veces, preferible
a la acción.

No obstante, esta escuela encuentra su expositor m s preciso en el General


Beaufre para quien, la estrategia es "el arte de emplear la fuerza o la violencia
para obtener objetivos fijados por la política" o bien, "el arte de la dialéctica de las
voluntades respaldadas por la fuerza, para la solución del conflicto".

Para Beaufre, la noción de una estrategia total, lejos de subordinar la política a las
necesidades militares, es algo que por el contrario "reduce la autonomía de la
estrategia militar".

El aporte esencialmente novedoso de Beaufre es que aplica su concepto de


estrategia a la época de paz, destacando que "el fenómeno de coacción no implica
necesariamente la guerra".

La estrategia así concebida, actúa por la disuasión o por la acción y en este caso,
por los modos directo o indirecto, según tenga preeminencia el factor militar u
otros de los factores del poder nacional. Beaufre, como el mismo reconoce, no da
solución definitiva al problema de la distinción entre política y estrategia.

Dentro de esta corriente podemos situar a los tres geopolíticos brasileños


Travassos, Couto e Silva y Meira Mattos, pese a que el primero produce su obra
en la década del 30, resultando en consecuencia anterior a Beaufre. También al
General y expresidente de Chile, Augusto Pinochet Ugarte .
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Entre los autores argentinos, puede mencionarse al Cnl (R) D Jose Felipe Marini y
al General, Jose Teófilo Goyret. Las definiciones de la doctrina militar conjunta
vigente en las FFAA argentinas, se sitúan también dentro de esta corriente de
ideas. Por ejemplo, la estrategia nacional o general (consideradas como
sinónimos), está definida como "arte de emplear el potencial nacional, en la paz o
en la guerra, para concretar la política establecida".

1.3. CORRIENTE ANGLOSAJONA.

Estructurada a partir de la Segunda Guerra Mundial, comienza a influir en nuestro


país desde la finalización de la década del 70. Para los autores enrolados en esta
corrientes, en general británicos y norteamericanos, la estrategia es algo que se
vincula con la utilización del poder militar, en la paz por disuasión o compulsión o
en la guerra mediante su empleo efectivo, para lograr objetivos fijados por la
política.

Se pone de relieve la importancia del mantenimiento de la paz o, de no ser ello


posible, de ganar y sobrevivir a una guerra. La estrategia utiliza como elemento
fundamental a la coerción armada y su misión primordial consiste en apoyar a la
política de defensa nacional. A su vez, esta política se define como " área que
promueve el interés nacional mediante la presencia, amenaza de empleo o
empleo efectivo del poder militar".

Para los autores anglosajones, la política de defensa adopta dos tipos de


decisiones:

- Sobre estructuras organizativas (aspectos financieros, presupuesto militar,


relaciones cívico - militares, organización, equipamiento, etc).

- Sobre estrategia, vinculadas con el emplazamiento, despliegue y empleo efectivo


del poder militar en apoyo, muy especialmente, de las relaciones internacionales.

Entre los autores más importantes ubicados en esta corriente de pensamiento


podemos ubicar a T.Schelling, T.C.Osgood, Hermann Kahn y Edward Luttwak.
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En nuestro país, los conceptos fundamentales de esta corriente de pensamiento


han sido expuestos por la licenciada Virginia Gamba.

1.4. AUTORES CONTEMPORÁNEOS

En varios de los últimos y más importantes autores y pensadores estratégicos


norteamericanos se advierte, aún sin expresarlo de manera taxativa, una
tendencia a alejarse de la consideración de la estrategia desde puntos de vista
básicamente militares, tal como fué‚ habitual en la escuela anglosajona de la
época de la guerra fría, aceptando en cambio la necesidad de adoptar conceptos
estratégicos más amplios, a fin de poder enfrentar en las mejores condiciones a
los desafíos perceptibles en el próximo siglo.

Sobre el particular, conviene hacer mención de Paul Kennedy, Alvin Toffler,


Samuel Huntington y Noam Chomsky.

Paul Kennedy, se ocupa de los problemas que la explosión demográfica, las


grandes migraciones, la degradación del medio ambiente, la revolución en las
finanzas y comunicaciones, las posibilidades de expansión de la producción
agrícola, la biotecnología, la robótica y la automatización, han de presentar para el
futuro. En tal sentido, efectúa prospecciones hasta el año 2025, deduciendo la
existencia de una serie de desafíos que por exceder el plano de lo puramente
militar, aunque sin descartarlo y aun pudiendo potenciarlo, requieren respuestas
estratégicas integrales, en las cuales se utilicen de manera armónica todos los
recursos del poder nacional.

Alvin Toffler aborda el tema de los cambios producidos en los que considera tres
factores del poder: Capacidad para aplicar la fuerza, riqueza y conocimiento. En
tal sentido, destaca el valor que en los tiempos recientes y con toda seguridad
para el futuro, ha adquirido este último, no solamente por su gravitación específica
sino también por su influencia sobre los otros dos. Como prueba de ello señala la
importancia que posee el factor conocimiento para que una nación pueda
enfrentar con alguna probabilidad de éxito a las guerras altamente tecnificadas y
súper profesionalizadas del futuro, así como para que pueda dominar las técnicas
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que en el marco de los últimos y revolucionarios avances en la industria, en las


finanzas y en las comunicaciones, se requieren para poder acceder a las fuentes
de las cuales depende la riqueza de las naciones.

Obviamente, este planteo permite derivar la necesidad de implementar


estrategias que no pueden estar limitadas a lo estrictamente militar, sino que
deben ser de mucha mayor amplitud.

Samuel Huntington, prevé que los conflictos del futuro se han de originar no tanto
por razones ideológicas o económicas, sino culturales. En tal sentido, reconoce la
existencia de ocho civilizaciones: Occidental, chino-confuciana, japonesa,
islámica, eslava

- ortodoxa, hindú, africana y latino-americana. La conciencia de pertenecer a


diferentes culturas, favorecida por los medios masivos de comunicación que
permiten percibir las diferencias entre la cultura propia y las ajenas, determina la
existencia de "líneas de fractura" entre una y otras, a lo largo de las cuales se
crearán las condiciones determinantes de los conflictos del porvenir.

Las previsiones a adoptar y acciones a implementar para prevenir conflictos de


este tipo, en los cuales tendrían especial relevancia aspectos psicológicos,
religiosos, políticos y económicos, exceden el marco de una estrategia concebida
en función de elementos de juicio excluyente o básicamente militares.

Noam Chomsky, aborda el tema de la globalización de la economía, proceso al


cual considera instrumento de determinados círculos de poder económico en los
países industrializados, para asegurar el sometimiento del llamado "Tercer Mundo"
y aún el de sus propias poblaciones, en forma tal de poder acceder libremente a
las materias primas del planeta y contar con mano de obra barata para su
industrialización. Los bienes así producidos estarían destinados no a la mejora de
las condiciones generales de vida, sino a mantener el "status" de reducidas elites
privilegiadas en los pases ricos del Norte y en aquellos grupos selectos de los
pases del Sur que se prestaran a servir los intereses de los primeros.
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Está demás señalar que las sombrías apreciaciones de este autor conducen a
formulaciones estratégicas que para resultar adecuadas a las exigencias de un
conflicto de este tipo, no pueden ser sino integrales.

2. DEFENSA NACIONAL Y ESTRATEGIA

La defensa nacional comprende la acción integrada y coordinada de todas las


fuerzas de una nación, para resolver determinados conflictos.

Según se retengan como conflictos de interés para la defensa nacional solamente


a aquellos cuya solución requiera el empleo disuasivo o efectivo del poder militar,
ante agresiones exclusivamente externas o también internas, o bien se refiera la
defensa nacional a cualquier tipo de conflictos, ya sea que su solución dependa de
manera preeminente del empleo del factor militar o de cualquier otro de los
factores del poder nacional, nos encontraremos, tal como sucede con la
estrategia, ante un concepto restringido o amplio sobre dicha defensa.

3. LA "POLÍTICA DE DEFENSA"

Consiste en la determinación de los parámetros o de los grandes cauces de las


acciones encaminadas a preservar de eventuales agresiones, a objetivos e
intereses considerados como trascendentes para una nación.

Este concepto responde al que se expresa en la Sección II sobre el sentido de la


palabra "políticas" y es asimilable a la definición proporcionada en la PC 00-02
(Diccionario para la Acción Militar Conjunta), según la cual la política de defensa
es "el modo de acción que aplica el Gobierno Nacional tendiente a preservar y
asegurar el acervo espiritual y los bienes materiales de la Nación".

4. SINOLOGIA: ANALISIS

La irrupción de china comunista en la guerra de Corea, tomo por sorpresa a


WASHINGTON, CHINA entro a la guerra no por defender las usinas de Corea del
Norte o la base industrial de machuria, su paso estuvo ligado a una preocupación
general por las consecuencias internas que podría acarrear la existencia de un
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enemigo poderoso en los umbrales mismos de china, no tenían férrea confianza,


ni propósitos expansionistas.

4.1. POSTURA NACIONAL ACERCA DE LA FUERZA MILITAR

¿Qué es lo que determina la postura que adopta una nación en lo relativo a la


fuerza militar? Los analistas intentan explicar la postura de una nación con
respecto a la fuerza militar, entendiéndola como los medios elegidos para
implementar objetivos estratégicos y doctria militares.

Cuando menor es la información sobre asuntos internos de una nación o gobierno,


mayor es la tendencia a respaldarse en el modelo clásico.

Si una nación tiene limitaciones en el presupuesto destinado al desarrollo de


armas, solo se desenvolverán aquellos programas que prometan los reditos mas
altos en valor militar, teniendo en costo el costo de desarrollo.

Raymond aron arguye que los gobiernos persiguen un espectro de fines, si bien
retenidos por el riesgo de la guerra, se ven obligados a calcular sus fuerzas o sus
medios. Con todo, el actos, inmerso en un sistema internacional particular y con
fines sociológicamente determinados, aparece bajo la forma de un gobierno
nacional, racional y capaz de cálculo.

5. MODELO I: ACTOR RACIONAL

El modelo 1, denominado Modelo Racional parte del supuesto que el decisor


político actúa como un actor racional que, mediante un conjunto de acciones
deliberadas, procura llegar a un resultado calculado y previsto. Basado en los
intereses nacionales, el gobierno selecciona la decisión que le permita maximizar
sus logros y objetivos estratégicos y llega a ella después de un examen de las
posibles opciones y la elección de la más conveniente.

La unidad de análisis de este modelo sería el Estado-nación en el que el gobierno


actúa de modo racional y analítico, con una gama de objetivos a cumplir en base a
una estrategia que delimita y prevé las consecuencias que se derivarían si tal o
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cual política fueran implementados. En este modelo no existe una realidad


abstracta sino que hay una realidad a través del individuo. En este sentido, el líder
genera las características de La política exterior de un país.

Graham T. Allison en su libro ``La Esencia de la Decisión´´ de su concepto de


actor racional: `` ¿Cómo proceder cuando nos enfrentamos con un acontecimiento
internacional sumamente complejo?, por ejemplo, como respondería uno a la
siguiente consigna: ``explique la instalación sovética de misiles en cuba´´. El
analista o el hombre común típico comienzan por considerar los diversos
propósitos que los soviéticos podrían tener en mente, por ejemplo, poner a prueba
las intenciones norteamericanas, defender a cuba o mejorar su posición
negociadora. Examinando tanto los problemas que debieron afrontar los soviéticos
como el carácter de la acción que eligieron, el analista elimina algunos propósitos,
por no considerarlos plausibles, cuando logra elaborar un cálculo que muestra
cómo, en una situación particular, teniendo en cuenta ciertos objetivo, el hubiera
elegido instalar los misiles en cuba, el analista que nos ocupa considera que la
acción esta explicada. Más aun, la afirmación ``no puedo entender´´ (o explicar)
por qué los soviéticos actuaron de tal o cual manera´´ indica una incapacidad de
balancear determinada acción con un cálculo plausible. El intento de explicar los
acontecimientos internacionales a través del recuento de los propósitos y cálculos
de naciones o gobiernos constituye la marca distintiva del modelo del actor
racional.

La literatura académica, las notas con comentarios políticos la prensa y las


conversaciones informales muestran hasta qué punto la mayor parte del
pensamiento contemporáneo acerca de la política exterior se desenvuelve dentro
de este modelo conceptual. Veamos algunos ejemplos. La explicación de la
instalación de misiles soviéticos en cuba que se cita mas fue propuesta por Arnol
Horeclick y Myron Rush, dos sovietólogos de la Rand Corporation. Según ellos ``la
introducción de misiles estratégicos en Cuba estuvo principalmente motivada por
el deseo que tenían los líderes soviéticos de superar el amplio margen de
superioridad estratégica de los estados unidos. ¿Cómo llegaron a esa conclusión?
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Al estilo de Sherlock holmens, magnificaron ciertas características de la acción y


utilizaron esos criterios como parámetros para verificar distintas hipótesis sobre los
objetivos soviéticos. Por ejemplo, la magnitud del despliegue soviético y el
simultaneo emplazamiento tanto de los costosos y más visibles misiles de rango
intermedio como de los misiles de rango medio excluye, según ellos, una
explicación de la acción en términos de la defensa de Cuba pues tal objetivo se
podría haber alcanzado con un número mucho menor de misiles de rango medio.
Por ende, la explicación en cuestión presenta una línea argumental según la cual
solo un objetivo permite interpretar los contornos de la conducta soviética,
considerándola una elección orientada a la maximización de ciertos valores.´´1

Una pregunta típica de los analistas es: porque en un momento dado, la estructura
militar o sistema de armamento de un país particular se configuran de una manera
y no de otra?. Explican esto entendiéndolas como los medios elegidos para
implementar objetivos estratégicos y doctrinas militares. De hecho, los analistas
militares, pertenezcan o no al grupo de inteligencia norteamericano, dedican una
cantidad considerable de esfuerzos al intento de relacional los objetivos
estratégicos de una nación con las evidencias sobre la estructura militar y el
sistema de armamentos de dicha nación. Como consecuencia de ello, tales
analistas construyen un cuadro coherente en el que la postura nacional acerca de
la fuerza militar aparece como la deducción más o menos lógica de sus objetivos y
doctrinas.

La estrategia del actor racional supone alguien que decide y una elección entre
alternativas que guardan referencia a algún fin. La política significa la realización,
a través de una serie de instancias particulares, de ciertos objetivos de un agente
dado. Los conceptos en cuestión identifican los fenómenos en tanto acciones
realizadas por agentes dotados de propósitos. A su vez, tal identificación implica
una simple extensión del generalizado supuesto cotidiano según el cual lo que los
seres humanos hacen es al menos ``intencionalmente racional´´; un supuesto de
comprensión de la conducta humana.

1
GRAHAM T. ALLISON; La Esencia de la Decisión (1971); P. 31.
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5.1. El Enfoque del Actor Racional y El Enfoque de la Racionalidad


Limitada

La ciencia política surgió de la ‘teoría de la decisión’, que estuvo referida a la


optimización de todos los efectos de las decisiones y al cálculo de los costos y
beneficios vinculados a esas decisiones. La ciencia política se centró en el
comportamiento de un actor (racional) que alcanzaría una decisión en una
situación de estar completamente informado y con una jerarquización clara y
completa de la preferencia (Braybrooke y Lindblom, 1963). Por supuesto, este
modelo surgió de la economía. No sorprende que Lindblom incluya la economía
del bienestar en su crítica al enfoque del actor racional o, como él lo llamó, el
‘modelo sinóptico’. En el enfoque del actor racional, el tomador de decisiones
aspira a un ‘escudriñamiento sistemático de todas las políticas posibles, para un
análisis sistemático similar de las consecuencias de cada alternativa posible, y
para una opción de política que sirva a las metas u objetivos establecidos de
alguna forma separadamente’ (Braybrooke y Lindblom, 1963:38). El modelo del
actor racional asume que los procesos de las políticas suceden en fases
(formulación de la política, decisión e implementación), basado en una visión en la
que el tomador de decisiones primero analiza el problema y las alternativas y
luego toma una decisión racional acerca de cuál opción deberá escoger.

El enfoque racional, fue fuertemente atacado en los cuarenta y cincuenta por


académicos destacados como Simon y Lindblom, quienes preferían un enfoque
que pudiera ser denominado ‘de racionalidad limitada’. Enfatizaron en la
imposibilidad de una situación con información completa. El análisis completo de
los problemas no es posible ni deseable, dados el costo de la información y la
limitación de oportunidades disponibles para que los tomadores de decisiones
procesen toda esa información (Lindblom, 1979:518). Los procesos de políticas
son impredecibles debido a la información incompleta y los valores ambiguos
(Braybrooke y Lindblom: 1963:23.31). A pesar de que la crítica de analistas como
Simon y Lindblom es fuerte y convincente, no afecta la esencia del modelo clásico
del actor racional, esto es, la suposición de que los procesos de políticas pueden
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ser dirigidos por la perspectiva de un solo actor, o al menos ser interpretados


desde ésta. Parte de la literatura de la implementación (Pressman y Wildavsky,
1983) y la mayor parte de la literatura sobre instrumentos de políticas (Hood, 1983;
De Bruijn y Hufen, 1992), se incluyen en este enfoque de racionalidad limitada.

Un nuevo enfoque de la política por procesos representaba, sin embargo, una


ruptura con el tradicional enfoque de decisión. En los setenta varios enfoques
teóricos conceptualizaron los primeros rasgos de un acercamiento de proceso
hacia la política pública: por ejemplo el modelo de la política gubernamental de
Allison (1971), las teorías de la construcción de agenda de autores como Cobb y
Elder (1983) y el enfoque de interacción de Lindblom (Lindblom y Cohen, 1979).
En todas estas teorías, la política pública es el resultado de la interacción entre
varios actores que intentan influenciar el proceso político en una dirección
favorable a sí mismos. Lindblom, cuyo trabajo muestra un cambio de un enfoque
de racionalidad limitada (Braybrooke y Lindblom, 1963) hacia un enfoque de
proceso (Lindblom y Cohen, 1979), escribe que ‘un resultado puede surgir de la
interacción entre los tomadores de decisiones, cada uno de los cuales está en
busca de soluciones a sus propios problemas más que a un problema manifiesto’
(Lindblom y Cohen, 1979:34).

5.2. FINES Y OBJETIVOS DEL ACTOR RACIONAL

Los fines representan el valor o la utilidad de los distintos conjuntos de


consecuencias. Al comienzo del problema de la decisión, el agente tiene una
función de redito que ordena todos los conjuntos de consecuencias posibles de
acuerdo a sus valores y objetivos. Cada haz de consecuencias contendrá una
cantidad dada de efectos colaterales. Sin embargo, como mínimo, el agente debe
ser capaz de ordenar en una escala de preferencias cada posible conjunto de
consecuencias que podrían resultar de una acción particular.
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5.3. ALTERNATIVAS DEL ACTOR RACIONAL

El agente racional debe elegir entre un conjunto de alternativas que se despliegan


ante el en una situación dada. En la teoría de la decisión tales alternativas están
representadas como un árbol decisional. Los cursos de acción alternativos pueden
incluir mas de un simple acto, pero la especificación de un curso de acción dado
debe ser lo suficientemente precisa como para diferenciarlo de otros cursos
posibles.

5.4. CONSECUENCIAS:

Cada alternativa se vincula a un conjunto de consecuencias o resultados de la


elección, que sobrevendrán de adoptarse determinada alternativa. En este punto
aparecen variaciones, generadas por estimaciones diversas provenientes de la
precisión del conocimiento que el que toma las decisiones tiene de las
consecuencias que siguen a la elección de cada alternativa.

5.5. ELECCION

La elección racional consiste, simplemente en la selección de aquella alternativa


cuyas consecuencias estén en el nivel más alto dentro de la escala de los
beneficios que puede obtener quien toma las decisiones.

6. MODELO II : EL MODELO DE PROCESOS


ORGANIZACIONALES

Un modelo organizacional, también llamado estructura organizacional, define a


una organización a través de su marco de trabajo, incluyendo las líneas de
autoridad, las comunicaciones, los deberes y las asignaciones de recursos. Un
modelo está dirigido por las metas de la organización y sirve como el contexto en
el cual se operan los procesos y el negocio es hecho. El modelo ideal depende de
la naturaleza del negocio y los desafíos que enfrenta. A su vez, el modelo
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determina el número de empleados necesitados y sus grupos de habilidades


requeridas.

Un modelo organizacional incluye un número de elementos. Las unidades


organizacionales identifican los empleos que funcionan juntos para completar un
proceso específico. El modelo puede incorporar varias ubicaciones físicas. La
estructura de reporte, también llamada cadena de comando, identifica las
relaciones de reportes a lo largo de la organización e incluye el ámbito de control,
el número de empleados que le reportan a un gerente. El ámbito de control
determina el número de gerentes en la organización. Por ejemplo, en un negocio
con 50 empleados, un ámbito estrecho de control puede significar que hay 10
gerentes, cada uno con cinco empleados, mientras que un ámbito amplio de
control podría tener a cinco gerentes, cada uno con 10 empleados.

6.1. MODELOS ORGANIZACIONALES

Generalmente, los modelos organizacionales están clasificados como funcionales,


basados en el producto (divisionales) o con estructura de matriz. Las
organizaciones funcionales son negocios con jerarquías tradicionales cuyas tareas
están agrupadas por área funcional, como las ventas, la administración, la
producción, la ingeniería y los servicios al cliente. Los modelos funcionales son
más efectivos en un negocio donde se realizan a tiempo unos procesos de rutina o
donde hay solo unos cuantos productos o líneas de servicio. Por ejemplo, una
empresa de contabilidad que atiende a empresas con menos de 50 empleados
tendría un modelo funcional. En los modelos divisionales, los empleados son
agrupados por un factor común como el producto, la ubicación o la población de
clientes. Por ejemplo, un servicio de limpieza puede tener divisiones separadas
para servicios de oficina, restaurantes o escuelas. La organización matriz combina
los elementos funcionales y de modelo del producto, usando equipos funcionales
cruzados en los cuales los empleados trabajan en proyectos y le reportan a un
gerente funcional y a un gerente del proyecto.
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6.2. MODELO PARA PEQUEÑOS NEGOCIOS

El modelo para negocios pequeños está construido en equipos. Los empleados


son asignados a trabajar en uno o dos proyectos a la vez y pueden servir como
respaldos o consultores en otros proyectos. Los negocios pequeños tienen que
usar lo mejor de las habilidades de los empleados y la innovación para hacer
crecer al negocio; el enfoque del equipo les permite responder rápidamente a las
necesidades del cliente y a los cambios del producto y del mercado. Existe una
comunicación constante a lo largo de la organización y los empleados son
animados a colaborar y compartir ideas e información. El equipo líder o el dueño
se centran en establecer la dirección estratégica de la empresa, definir los
parámetros de las operaciones, administrar los recursos y monitorear los
resultados.

6.3. CONSTRUIR UN MODELO EFECTIVO

Los dueños sabios de negocios y líderes examinan el modelo organizacional


regularmente para asegurar que soporte sus metas estratégicas y su misión. Los
análisis de modelos comienzan con una evaluación de la competencia, estudiando
a los competidores clave para determinar su estructura organizacional, el
mercadeo, la administración y los sistemas de producción. También aseguran que
las operaciones cumplan con los estándares de la industria y las mejores
prácticas. Monitorean su cumplimiento con la labor federal y estatal, de salud y
seguridad y otros requisitos legales. Finalmente, los líderes exitosos examinan sus
metas personales y estilo de liderazgo y los modifican como sea necesario para
apoyar a sus empleados a ser unos trabajadores productivos y dedicados.

Se basa en la premisa que las decisiones son tomadas por grupos que buscan
proteger sus interés de por medio de procedimientos operacionales
estandarizados. No toman en cuenta el interés nacional sino en resolver el
problema lo más pronto posible. Para este modelo la unidad básica de análisis es
la política como un rendimiento. Los hechos de la política internacional son
resultado de un proceso organizacional. Generalmente ocurren problemas por la
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descentralización del poder por ámbitos de competencia entre las distintas


agencias. Estas agencias están poco preparadas para enfrentar problemas
novedosos, generalmente resuelven los problemas en base a patrones ya
establecidos.

Desde la perspectiva de ciertos propósitos, es útil reseñar la conducta


gubernamental como una acción elegida por un sujeto unitario y racional, que
toma las decisiones. Tal toma de decisiones estaría controlada desde un centro,
poseería información exhaustiva y se orientaría a la maximización de ciertos
valores. Pero esta simplificación no debe hacernos perder de vista que un
gobierno consiste en un conglomerado semi-feudal de organizaciones articuladas
de manera difusa, poseyendo cada una de ellas una vida propia y sustantiva. Los
conductores gubernamentales están formalmente, y en parte de hecho, en la
cúspide de este conglomerado pero los gobiernos perciben los problemas a travez
de sensores organizacionales; definen alternativas y estiman consecuencias a
través de los procesos de información de las organizaciones que los componen.
Los gobiernos actúan en la medida que estas organizaciones practican ciertas
rutinas. Por Ender, la conducta gubernamental puede entenderse, de acuerdo con
un segundo modelo conceptual, no tanto como un conjunto de elecciones
deliberadas sino mas bien como los outputs de grandes organizaciones que
funcionan de acuerdo a patrones estandarizados de conducta.

Para poder responder a un amplio espectro de problemas los gobiernos deben


consistir en grandes organizaciones, entre las cuales se divide la responsabilidad
primaria con respecto a tareas particulares. Cada organización atiende a un
conjunto especiales de problemas y actúa sobre ellos dotada de una cuasi-
independencia. Pero son pocos los asuntos importantes que caen exclusivamente
dentro del dominio de una sola organización. En consecuencia, la conducta
gubernamental relativa a esos asuntos refleja el output de varias organizaciones,
parcialmente coordinadas por los conductores gubernamentales. Estos pueden
alterar la conducta de esas organizaciones, pero no llegan a controlarla
sustantivamente.
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6.4. SEGMENTACIÓN DE PROBLEMAS

Cuando los problemas son tan complejos que solo puede atenderse un número
limitado de aspectos por vez. Los individuos segmentan los problemas en partes
cuasi-independientes, y tratan con ellas una a una. Las organizaciones segmentan
los problemas complejos en un número de partes independientes, repartidas entre
diversas unidades organizacionales. Idealmente los problemas se segmentan de
acuerdo a un análisis de medios y fines que asignaría las partes separables de un
problema a las distintas subunidades organizacionales, poseedoras de subfines
específicos. En consecuencia, la estructura de una organización refleja los
problemas que cada una de sus subunidades se encarga de segmentar.

6.5. APRENDIZAJE ORGANIZACIONAL

La conducta organizacional es relativamente estable. Sin embargo, las


organizaciones son instituciones dinámicas. Cambian adaptativamente como
resultado de la experiencia. A través del tiempo los aprendizajes organizacionales
cambian sus fines, sus reglas y sus procedimientos de búsqueda.

6.6. CONCEPTOS ORGANIZADORES

1. Actores Organizacionales: el actor no es una nación o gobierno


monolítico, sino una constelación de organizaciones aliadas de manera
difusa, en la cima de las cuales se instalan los conductores
gubernamentales. Esta constelación actúa solo cuando las organizaciones
que la componen despliegan ciertas rutinas. En el caso del gobierno
estadounidense, los departamentos o agencias, por ejemplo; la armada, el
departamento de Estado, la CIA, son habitualmente los principales agente.
2. Segmentación De Problemas Y Fraccionamiento Del Poder: El control
que los múltiples aspectos de los asuntos internacionales reclama que los
problemas se dividan y repartan entre varias organizaciones. Dentro del
gobernó estadounidense, el departamento de Estado tiene bajo su primaria
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responsabilidad la diplomacia, el departamento de Defensa la seguridad


militar, el tesoro y los asuntos económicos y la CIA la inteligencia.
Cuando las organizaciones pueden hacer cualquier cosa, gran parte de lo
que hacen estará determinado dentro de los límites de la organización
misma. Por ende, cada organización percibe problemas, procesa
información y realiza un rango de acciones dentro de un marco de cuasi-
independencia (dentro de las amplias guías suministradas por la política
nacional).
3. Prioridades Y Percepciones Parroquiales: la responsabilidad primaria
hacia un conjunto limitado de problemas estimula el aprroquialismo
organizacional, que se ve reforzado por factores tales como: 1) información
selectiva accesible a la organización; 2) reclutamiento del personal para la
organización; 3) contratación de los individuos dentro de la organización; 4)
presión de pequeños grupos dentro de la organización; y 5) distribución de
las recompensas por la organización. Los clientes, los aliados
gubernamentales, las contrapartes Extra nacionales galvanizan el
parroquialismo en cuestión.
4. Coordinación Y Control Centralizados: la acción gubernamental requiere
descentralizar la responsabilidad y el poder. Pero los problemas no cuadran
bien en dominios separados. El funcionamiento de cada organización tiene
consecuencias considerables para los otros departamentos, y los
problemas importantes cubren las jurisdicciones de diversas
organizaciones. Por ende, la necesidad de descentralización corre paralela
con los reclamos de coordinación.
5. Decisiones De Los Líderes Gubernamentales: la persistencia
organizacional no impide cambios en la conducta gubernamental. Los
líderes gubernamentales están instalados en la cima del conglomerado de
organizaciones. A pesar de los límites que tiene la conducción en lo relativo
al control de cambios en los fines de una organización dada, muchos
asuntos reclaman la decisión de los conductores, determinando que
organizaciones y programas deben emplearse. Esto explica que puedan
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aparecer importantes cambios en la conducta de los gobiernos, sin que se


experimenten cambios significativos en el parroquialismo de una
organización dad. Con todo, la magnitud de t ales cambios se ve limitada
por el rango de los programas organizacionales existentes.

7. MODELO III: POLITICA GUBERNAMENTAL

Se considera a la acción gubernamental como un output organizacional,


parcialmente coordinado por un grupo de líderes. Se equilibran así los esfuerzos
realizados por el modelo clásico (actor racional), dirigidos a entender la conducta
gubernamental como una elección realizada por un sujeto unitario que toma las
decisiones. Pero el enfoque del modelo II no debe fascinarnos al punto de
impedirnos acceder a otro enfoque. Los líderes instalados en la cumbre de las
organizaciones no constituyen un grupo monolítico. Por el contrario, cada individuo
en dicho grupo es, por derecho propio, un participante en un juego fuertemente
competitivo. Política es el nombre de dicho juego: pactos entre jugadores dentro
de la jerarquía gubernamental puede entenderse a partir de un tercer modelo
conceptual, no ya como outputs organizacionales sino como resultados de esos
juegos de pactos. En contraste con el modelo I, el modelo de la política
gubernamental(o burocrática) no considera a un actor unitario sino a varios
actores como jugadores, jugadores que no solo atienden cuestiones estratégicas
específicas , sino también diversos problemas intra-nacionales; jugadores que
actúan no en base a un conjunto consistente de objetivos estratégicos, sino de
acuerdo a variadas concepciones relativas a fines nacionales, organizacionales y
personales; jugadores que toman decisiones gubernamentales no a través de una
elección única y racional, sino a través del tira y afloja característico de la política.

El aparato de cada gobierno nacional constituye una arena compleja, donde se


despliega el juego intra-nacional. A los líderes políticos en la cúpula del aparato se
suman los hombres que ocupan posiciones en las cúpulas de las principales
organizaciones, formando en conjunto un círculo de jugadores centrales. Aquellos
que se suman más tarde llegan al círculo con cierta posición independiente. Por
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añadidura, el espectro de problemas relacionados con la política exterior es tan


amplio que las decisiones deben descentralizarse, dando a cada jugador
considerable independencia.

Pero la naturaleza misma de dichos problemas da lugar a desacuerdos


fundamentales sobre el modo de resolverlos; y esto, entre hombre razonables. Los
análisis desembocan en recomendaciones conflictivas. La distribución de
responsabilidad entre distintos individuos estimula las diferencias con respecto a lo
que se ve ay juzga importante. Pero las acciones de la nación son lo que
verdaderamente importa. Una elección errónea puede acarrear daños
irreparables. Por ende, los hombres responsables se sienten obligados a luchar
para defender aquello que consideran lo correcto.

7.1. TIPOS DE POLÍTICAS GUBERNAMENTALES


7.1.1. Política Exterior

La política exterior es la norma de comportamiento entre un estado soberano y


otros estados soberanos. Un buen ejemplo de ello es la prohibición que se puso
sobre el comercio entre Estados Unidos y Cuba. El embargo comercial fue una
forma de política exterior.

7.1.2. Política Económica

La política del gobierno que refleja las normas y reglamentos de cómo funcionará
la economía se conoce como política económica. Presentar el patrón oro y la
eliminación del de la plata fue una forma de política económica. Más
recientemente, el paquete de estímulo económico de 2009 fue una política
económica única.

7.1.3. Política De Justicia Criminal

Cuando un gobierno establece reglas para el comportamiento criminal, incluyendo


las acciones que se consideran criminales, sus posibles castigos y otros detalles,
crea la política de justicia criminal. Esta área de la política está a menudo
cambiando, con ciertas acciones que son despenalizadas, como fumar marihuana
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en algunas partes del país, y las nuevas acciones que se dictan en el código penal
todos los días. Este tipo de política también puede ser alterada por los tribunales
mediante la creación de un precedente, o por la Corte Suprema al declarar
inconstitucional una política mediante la revisión judicial.

7.1.4. Superposición

Estos tipos de políticas están lejos de la totalidad de las variedades de la política


gubernamental. También hay una gran cantidad de superposición entre las
políticas. Por ejemplo, se trata de una política de regulación que una persona
tenga que conducir a un límite de velocidad, y la imposición de una multa puede
ser vista como una política de justicia penal y económica. Además, es importante
recordar que si un gobierno decide activamente no hacer nada, es en sí mismo
una decisión política. La política sólo pasa a ser no tomar ninguna medida.

8. GUERRA ASIMETRICA Y COOPERACION PARA LA SEGURIDAD, DOS


CONCEPTOS QUE COBRAN VIGENCIA EN LATINOAMERICA

La guerra asimétrica se establece como un fenómeno vigente, que hace parte de


la existencia de un actor fuerte y un actor débil, de acuerdo con criterios tales
como la asimetría física, entendida como un diferencial de potencial; la asimetría
conceptual, denotada por un desbalance doctrinal; el interés asimétrico y la
asimetría ontológica. Es decir, el sistema de valores, la cultura y los aspectos
políticos propios de cada actor; los cuales, a su vez, van a tener incidencia en la
forma de interacción estratégica y, por lo tanto en el resultado esperado como
producto de este conflicto.

Es importante anotar que estas nuevas guerras se evidencian en la proliferación


de conflictos derivados de reivindicaciones culturales, étnicas y religiosas, así
como por el protagonismo de actores no estatales. De acuerdo a esto, los Estados
ven la necesidad del establecimiento de relaciones de coordinación que se
manifiestan en el diseño de estrategias, cuyo principal objetivo es la reducción de
la sensación de amenaza. Para el diseño de estas estrategias, los Estados deben
tener en cuenta tanto la naturaleza de su oponente como la estructura mental y
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doctrina de estos, lo cual puede llegar a constituir un escenario de guerra


asimétrica, en donde no solo se presenta un diferencial de potencial en términos
físicos, sino también ontológicos y procedimentales entre los actores involucrados.

8.1. NUEVOS ACTORES NUEVAS ESTRATEGIAS

A diferencia de los actores que se enfrentaban en los conflictos convencionales,


en donde la principal característica que determinaba el proceso era la condición de
estatalidad con la que cada uno establecía sus objetivos e implementaba sus
estrategias, en los escenarios de guerra asimétrica, son los agentes no estatales
los que empiezan a adquirir protagonismo, bajo diferentes formas de organización
y estructuras de pensamiento que motivan las acciones de los mismos.

De igual forma, el proceso de globalización ha llevado a la construcción de


espacios transnacionales, cuyos fenómenos han desbordado los límites
territoriales de cualquier país, lo cual ha afectado no solo a las esferas políticas y
sociales, sino también a las condiciones de seguridad. Por esta razón, y
dependiendo de los motivos por los cuales se genera determinado tipo de
conducta, se va a promover la consolidación de redes constitutivas por actores no
estatales, con capacidad de acción en el ámbito local, regional e incluso global,
como lo es el caso del estado islámico (ISIS) por sus siglas en inglés, donde un
actor no tradicional ha planteado el establecimiento de un califato, que pretende
materializar una forma de Estado dirigido por un caudillo, líder político y religioso,
en concordancia con la ley coránica o sharia. Dentro de sus pretensiones,
encontramos diversos ingredientes como lo es la intención de controlar un
territorio, pero a su vez, pretende recibir el apoyo total del mundo musulmán y no
circunscribir sus acciones, bélicas o no, al espacio territorial pretendido. Por el
contrario, ha demostrado un alcance transnacional comparable a otras
organizaciones como Al Qaeda y ha manifestado la intención estratégica de
expandir su espacio de influencia al Líbano y Jordania con el fin de aunarse los
interés de otros grupos que militan en la llamada ``causa palestina´´.
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En este sentido, los escenarios de guerra asimétrica se configuran a partir de la


participación de un actor fuerte, que se caracteriza por una capacidad física
relevante en términos de posesión de material bélico y del número de soldados a
disposición del conflicto y por un actor débil, quien busca negar esas capacidades
por medio del empleo de métodos impredecibles, cuyo objetivo es generar un alto
impacto derivado de la sorpresa y de la limitación en el margen de respuestas que
tiene el actor fuerte frente a dichas condiciones. Teniendo en cuenta esto, los
actores débiles pueden estar representados tanto por agentes no estatales como
por Estados con una reducida estatura estratégica.

De esta manera, el diseño y ejecución de las estrategias en este tipo de


escenarios se basan, según Buhlmann, en el aprovechamiento de lo siguiente:

 Asimetrias Fisicas: determinadas por las diferencias en términos de


recursos, espacios geográficos y capacidades tecnológicas.
 Asimetrias Conceptuales: establecidas a partir de un desbalance
doctrinal, representado en el empleo de métodos de lucha diferentes,
dentro de los que se incluyen estrategias directas e indirectas.
 Asimetria Ontologicas: las cuales aluden a la divergencia en términos de
cultura y de valores políticos.
 Asimetrias de voluntad: que hacen referencia a la motivación de los
actores involucrados y al análisis por parte de estos de la relación costo-
beneficio que implica involucrarse en determinado conflicto.

Con respecto a la asimetría física, es importante señalar que, mientras los actores
débiles generalmente no estatales, se basan en la aplicación de un principio de
dispersión y el uso de la propaganda, los actores fuertes implementan métodos
convencionales, a partir de las cuales buscan elementos de precisión a través de
la maximización de la potencia de fuego. Dichas disposiciones físicas llevan a la
configuración de escenarios de combate determinados por estrategias indirectas,
ejecutadas generalmente por los actores débiles y por estrategias directas,
llevadas a cabo en su mayoría por actores fuertes.
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En lo que se refiere a las estrategias indirectas, estas son efectuadas por los
actores débiles, considerando la desventaja que tienen en relación con la posesión
de material bélico de los ejércitos convencionales. Así, dentro de este tipo de
estrategia, se implementa una táctica de guerra de guerrillas, teniendo en cuenta
que esta hace referencia a la organización de una parte de la sociedad con el
propósito de imponer costos al adversario usando fuerzas armas y tratando de
evitar confrontaciones directas.

Es así como, en este espacio de batalla, la población civil se establece como un


factor determinante desde dos puntos de vista. Por un lado, al estar sometida bajo
los parámetros de los actores no estatales, la población civil puede representar
una estructura de apoyo, por medio de la cual, los grupos irregulares buscan
evadir confrontaciones directas con los ejércitos convencionales, y, por otro lado,
es precisamente la población civil la que tiene mayor vulnerabilidad, teniendo en
cuenta que uno de los principales propósitos de los actores irregulares es la
desacreditación del Estado como una institución efectiva en la garantía de los
principios constitucionales y en el establecimiento de condiciones de seguridad.

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