Durante el siglo XX, la creciente sensibilización respecto al impacto de las
actividades humanas en el medio ambiente ha dado lugar al desarrollo y la utilización de diferentes métodos y tecnologías para reducir los efectos de la contaminación. En este sentido, los gobiernos han adoptado medidas de carácter normativo y político para minimizar los efectos negativos y garantizar el cumplimiento de las normas sobre calidad ambiental. Naturaleza La naturaleza contaminante es muy variada. Además de por su origen se clasifican en: Los primarios son sustancias vertidas directamente a la atmósfera, entre los que se encuentran los aerosoles o partículas, los óxidos de azufre, los óxidos de nitrógeno, el monóxido de carbono y los hidrocarburos. Los contaminantes secundarios son sustancias que se producen como consecuencia de las transformaciones, reacciones químicas y fotoquímicas que sufren los contaminantes primarios en el seno de la atmósfera. Fuentes de contaminación atmosférica Es la alteración en la composición de la atmósfera, por todos aquellos materiales o elementos extraños, que por las excesivas y continuas emisiones, aumenta en grandes concentraciones produciendo un daño irreparable al medio, por lo tanto el desmejoramiento del aire. Las fuentes de contaminación atmosférica son básicamente de dos tipos: • estáticas: a su vez pueden subdividirse en fuentes zonales (producción agrícola, minas y canteras, zonas industriales), y fuentes municipales (p. ej., calefacción de viviendas y edificios, incineradoras de residuos municipales y fangos cloacales, chimeneas, cocinas, servicios de lavandería y plantas de depuración), • móviles: como los vehículos con motor de combustión (p. ej., vehículos ligeros con motor de gasolina, vehículos pesados y ligeros con motor diesel, motocicletas, aviones incluyendo fuentes lineales con emisión de gases y partículas del conjunto del tráfico de vehículos).