LA EVOLUCION FIOLOGENETICA DEL CEREBRO se ha cumplido quemando estadios
sucesivos, científicamente establecidos de esta manera:
A) Primer Estadio, PREVISCERAL (vegeto/animal), cuando tan solo era un tallo vegeto/neural, tiempo de transición de lo vegetal a lo animal, (75%o vegetal y ya 25% de animal/básico). Luego, con el transcurrir de milmillones de siglos terrestres (?), apareció "un follaje" coronando la cima de este tallo, la organela LÓBULO LÍMBICO, y con esta creación, el proceso evolutivo forzó su entrada y alcanzó su… .. B) Segundo Estadio, "VISCERAL", conquista evolutiva por supuesto de mayor complejidad neuronal jerárquica, decididamente proanimal, agregado estructural anatómico que cobija, encierra y potencia significativamente el estadio primario vegeto/animal anterior. Y… … finalmente ya con este incipiente pero significativo "arbusto neural", más animal que vegetal (75%/25%), este cerebrito primitivo sigue su proceso creador de exitosa transformación y… . otros tantos milmillones de siglos después, aparece una nueva organela arborescente, LA CORTEZA, la cual engloba y deja oculta a la estructura visceral anterior, ganancia que reforza, repotencia y promueve total y definitivamente ya, a este órgano neural como una superestructura psiconeurológica, con lo que termina encumbrándose como el más grande trofeo producto del proceso evolutivo universal, con lo que alcanza el … … C)Tercer Estadio, "CEREBRAL" y, ya de esta manera, estructurado finalmente como órgano jerárquico, con lo que potencialmente se encumbra por encima de la seudointeligencia animal conviviente, ya mentalmente regimentado por una conducta moderna que resulta de la suma de: SENTIMIENTOSs (unidades básicas EMOCIONALES previsceral), sumada a los RECUERDOS (conducta básica de MEMORIA) propia de esta etapa intermedia visceral, lo cual determina una conducta integrada, mezcla de SENTIMIENTOS Y RECUERDOS (propia del estadio animal), la cual regimenta adecuada y naturalmente el comportamiento primitivo animal. Amalgama conductual de raices por supuesto animalesca, que aún persiste y convive en paralelo como coprotagonista de nuestra actual conducta Moderna Inteligente y Creadora, conjunto de matices que de ordinario conforman unidades de carácter, que puede ser canalizado "inteligente y apropiadamente" en cada circunstancia, hasta prudentemente mediante el libre albedrio, aderezado con el refinamiento cultural, por lo que ya no es sorprendente por lo cotidiano, las salidas muchas veces viscerales (animalescas) y, otras veces, inteligentes por oportunas, complejas, calculadas y hasta impredecibles, que exhibe el individuo humano para solventar lo más pragmáticamente posible los obstáculos que nos retan y finalmente, cada triunfo que el hombre suma, estimula su capacidad creadora, enrumbamiento plausible que sublimiza y enriquece su autoestima, para proseguir el viaje hacia lo desconocido, figura caricaturizada apropiada y artisticamente sobre un "potro" de comportamiento variable: unas veces salvaje, indómito y violento, intranquilo (visceral- emocional), otras veces tomados por las riendas: pacífico, solidario, predispuesto e impredecible (cerebral). Registros psíquicos productos de fluctuaciones de la balanza, por el agregado unas veces de mayor peso en el extremo FUNCIO-VISCERO-PRECONCIENTE o, en otras en el extremo FUNCIO-CONCIIENTE, conductas variopintas, producto de la dinámica competencia entre esta trinidad conductual (emocional/memoria/cortical), que aún sobreviven en contigüidad simbiótica dentro de un frágil equilibrio, variaciones o fluctuaciones de nuestro aún inmaduro carácter, que se puede graficar como "el jinete humano cabalgando sobre el potro (lo inteligente) y… . otras veces, la arista animalesca: el potro cabalgando al desbocado humano", virtudes, defectos, debilidades y desequilibrios propios de los tropiezos sobre este camino aún empedrado de la evolución, que nos alienta a pensar que la meta final aún está en el horizonte distante, con las aulas de las escuelas despejadas, con la esperanza de una oportuna educación enaltecedora, por lo que…