Vous êtes sur la page 1sur 10

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0119/2014-S1

Sucre, 4 de diciembre de 2014

SALA PRIMERA
Magistrado Relator: Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
Acción de amparo constitucional

Expediente: 07039-2014-15-AAC
Departamento: Tarija

En revisión la Resolución de 08/2014 de 16 de mayo, cursante de fs. 79 a 82 vta., pronunciada


dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Ruth Rosio Albarracín Ybáñez contra
Ernesto Félix Mur y Carolina Chamón Calvimontes, Vocales de la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia; y Magalí Calderón de Alemán, Jueza de Sentencia Segunda, todos de
Tarija.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 12 de mayo de 2014, cursante de fs. 54 a 65 vta., la accionante expresó
los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Dentro del proceso penal que se le sigue a instancia de Mauricio Lea Plaza, por la presunta comisión
de los delitos de injuria, calumnia y difamación, objetó la querella interpuesta, considerando la
existencia de contradicción de los delitos atribuidos, toda vez que el querellante a pesar de
reconocer que está siendo procesado y que incluso tiene acusación en su contra, considera que la
divulgación de ello se tipifica como difamación, mientras que el atribuirle los tipos penales se ajusta
al delito de calumnia, desconociendo que este último se configura cuando la atribución es falsa;
mientras que no presenta fundamentación jurídica sobre el delito de injuria, al no explicar de qué
manera se habría cometido el ilícito denunciado, por lo que no se cumplió con lo establecido en el
art. 341.3 del Código de Procedimiento Penal (CPP).

A pesar de lo expuesto la Jueza de Sentencia en lo Penal de Tarija, ahora demandada, mediante Auto
Interlocutorio 33/2014 de 17 de febrero, declaró sin lugar la objeción planteada, considerando que
los argumentos expuestos son de fondo, por cuanto no es posible ingresar a su análisis, mismos que
deberán ser tramitados en juicio oral, en contraposición a la prueba ofrecida, señalando que la
objeción de la querella se aplica sobre aspectos de forma, sosteniendo además que no es evidente la
falta de fundamentación de delito de injuria; aspectos que violentaban sus derechos al debido
proceso, en su elemento derecho a la defensa y a la comunicación efectiva de la acusación, por los
cuales impugnó en la vía incidental, que fue resuelta por Auto de Vista 62/2014 de 16 de abril,
dictado por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, declarando sin
lugar el recurso planteado, toda vez que, a) No toda irregularidad puede convertirse en un obstáculo
insalvable para la prosecución del proceso; b) La exigencia legal para la admisibilidad de la querella
se limita al cumplimiento de requisitos formales previstos en el art. 290 del CPP; y, c) No existe
vulneración del debido proceso ni quebrantamiento del derecho a la defensa, ni a la comunicación
con la acusación, toda vez que la querella fue puesta en conocimiento de la parte, en forma
oportuna, permitiéndole objetarla, establecer su defensa, sin limitarle su derecho a ofrecer pruebas,
plantear alegatos, excepciones u otra diligencia.

Fallo que carece de la debida fundamentación, puesto que se basa en la transcripción de solo una
parte del fundamento jurídico de la ratio decidendi de una Sentencia del Tribunal Constitucional
Español, mismo que refiere al acceso que las partes tienen a los recursos, siendo que los requisitos
para su admisión no deben ser exigentes, ya que ello impediría el acceso a la justicia lo que violaría
el derecho a la tutela efectiva, con lo que acomodan la jurisprudencia a sus intereses vulnerando los
principios de imparcialidad y fundamentación.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

Estima lesionados sus derechos a la tutela judicial efectiva, al debido proceso y a la defensa, citando
al efecto los arts. 115.I y II de la Constitución Política del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicitó se le conceda la tutela, se deje sin efecto el Auto de Vista 62/2014, emitido por la Sala Penal
del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija a los efectos de restituir sus derechos vulnerados.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

La audiencia pública se realizó el 16 de mayo de 2014, en presencia de la accionante y su abogado;


ausentes las autoridades demandadas, quienes presentaron informe escrito.

I.2.1. Ratificación de la acción

La accionante ratificó los términos de la demanda, agregando que el cumplimiento de las formas se
encuentra previsto en los arts. 290 y 341 del CPP y son necesarias para el ejercicio de los derechos al
debido proceso y a la defensa; por lo que la acusación debe ser clara, precisa y concreta,
características que no fueron cumplidas por Mauricio Lea Plaza, en la querella interpuesta en su
contra, por lo que fue objetada, esperando que la jueza a quo se pronuncie, para luego presentar la
prueba y ejercer el derecho a la defensa.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

Felix Ernesto Mur y Blanca Carolina Chamon Calvimontes, Vocales de la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, mediante informe escrito cursante de fs. 76 a 77,
expresaron: i) La objeción de la querella es un mecanismo procesal por el que el imputado o el fiscal
tienen la posibilidad de cuestionar solo su admisibilidad formal, o la personería del querellante, no
alcanzando al análisis de fondo, por lo que cualquier otra circunstancia debe ser debatida en el
momento procesal que corresponda, conforme a las normas que regulan el procedimiento penal en
delitos de acción privada; ii) No es evidente que el Auto de Vista 62/2014, vulnere el derecho al
debido proceso, en su vertiente derecho a la defensa, toda vez que la ahora accionante lo ejerce
plenamente y sin restricción, al haber asumido conocimiento oportuno de la querella e impugnado,
reconociendo que este derecho no impone el deber de que todo lo solicitado le sea favorable, sino
que corresponderá a la justicia resolver conforme a derecho; y, iii) La objeción de la querella admite
apelación incidental sin recurso ulterior, no implicando la apertura por si de la jurisdicción
constitucional, lo que daría lugar a una tercera instancia, que no es el rol del Tribunal de garantías, al
que no le está permitido ingresar al ámbito de la jurisdicción ordinaria, entendimiento confirmado a
través de la SCP 0939/2012.

Magalí Calderón de Alemán, Jueza de Sentencia Segunda de Tarija, en el informe escrito, cursante a
fs. 73 y vta., señaló: 1) Mediante Auto Interlocutorio 35/2014, su autoridad declaró sin lugar la
objeción de la querella interpuesta por la ahora accionante, toda vez que ésta debe ser planteada
para cuestiones de forma, como la admisibilidad y personería, evidenciándose que se cumplieron los
requisitos establecidos en los arts. 290 y 341 del CPP y que las cuestiones de fondo como la supuesta
contradicción expuesta entre la calificación jurídica de la difamación y calumnia, deben ser
verificadas en juicio, de acuerdo a la prueba, para ser resuelta a través de la Sentencia, mientras que
no se evidenció la falta de fundamentación del delito de injuria; 2) El mencionado fallo fue apelado y
confirmado por el Tribunal de alzada; y, 3) la Resolución que pronunció no vulneró ningún derecho,
al haberse dictado dentro del plazo establecido y conforme a la norma.

I.2.3. Intervención del tercero interesado

Mauricio Adolfo Lea Plaza Peláez, en calidad de tercero interesado, en audiencia expresó que, la
querella interpuesta por su persona cuenta con todo el respaldo documental y las pruebas
suficientes para sustentar los delitos atribuidos. Considera que la objeción, apelación y amparo son
parte de una estrategia dilatoria, adhiriéndose a todo lo expresado por las autoridades demandadas.

I.2.4. Resolución

La Sala Social y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, constituida en


Tribunal de garantías, por Resolución 08/2014 de 16 de mayo, cursante de fs. 79 a 82 vta., denegó la
tutela solicitada; sobre la base a los siguientes fundamentos: a) Las Resoluciones objeto de la
presente acción cumplen en su cabalidad con los requisitos estructurales contemplados en la parte
final del art. 123 del CPP, reconociendo que conforme a la ley procesal penal la objeción de la
querella se analiza en relación a la omisión de requisitos formales de admisibilidad y la personería,
por lo que la acusación particular planteada por Mauricio Adolfo Lea Plaza Peláez contra la ahora
accionante cumple con lo previsto en los arts. 290, 341 y 375 del CPP; b) Los Autos observados
contienen la debida fundamentación y motivación exigida y prevista por el arts. 124 del CPP, por lo
que la pretensión de fondo de la impetrante no puede resolverse en base a una objeción dirigida a
subsanar aspectos formales, por cuanto se cumplió con el debido proceso, el derecho a la defensa,
fundamentación y acceso a la justicia; c) no se aprecia que las autoridades demandadas se hayan
apartado de los marcos legales de razonabilidad y equidad; y, d) La revisión de decisiones judiciales
que son materia propia de la jurisdicción ordinaria, corresponde a los jueces ordinarios, por cuanto
el amparo constitucional no es un recurso alternativo, sustitutivo, complementario o una instancia
adicional a la que pueden recurrir los litigantes, frente a la determinación judicial.

II. CONCLUSIONES

De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se establece lo


siguiente:

II.1. Se evidencia que el 11 de febrero de 2014, la accionante interpuso objeción de admisibilidad


a la querella presentada por Mauricio Adolfo Lea Plaza Pelaez en su contra el 3 de febrero de 2014,
por la presunta comisión de los delitos de injuria, difamación y calumnia, con la que fue notificada el
6 de febrero del citado año; argumentando que, adolece de falta de fundamentación de acuerdo a lo
previsto en el art. 341.3 del CPP, hecho que restringe su derecho a la defensa, al no estar los
elementos fácticos debidamente detallados y acreditados, para que demuestren el necesario nexo
de causalidad, imposibilitando que su persona presente elementos de descargo (fs. 5 a 11 vta., 13 y
vta. y 15).

II.2. Por Decreto de 12 de febrero de 2014, la Jueza de Sentencia Segunda de Tarija, convoca a
las partes a audiencia oral para considerar la objeción de la querella, el 17 del citado mes y año,
fecha en la que mediante Auto interlocutorio 35/2014, se declara sin lugar la objeción presentada
por no tener sustento legal, disponiéndose la continuidad del proceso con costas, sobre la base de
los siguientes argumentos, 1) La objeción de la querella es un instituto jurídico cuya finalidad es
atacar la admisibilidad de la misma o la personería del querellante, regulado por los arts. 291 y 376;
2) La acusación presentada por Mauricio Adolfo Lea Plaza Pelaez, identifica claramente a la
imputada y su domicilio procesal, hace una relación precisa y circunstanciada del delito atribuido y
fundamentándose en elementos de convicción que la motivan y de los delitos que se atribuyen,
conforme a preceptos constitucionales enunciados y transcritos, por lo que carece de fundamento
jurídico válido; 3) La fundamentación realizada por la ahora accionante se refiere a cuestiones de
fondo, que serán ventiladas en juicio, en base a las pruebas que aporten las partes, con el fin de
determinar si los hechos descritos en la querella constituyen los delitos de difamación, calumnia e
injuria, o si existe contradicción entre estos; y 4) No se evidencia la vulneración de derechos de la
imputada (fs. 14 y 71 a 72 vta.).

II.3. Mediante memorial presentado el 19 de febrero de 2014, la accionante formula recurso de


apelación incidental al Auto Interlocutorio 35/2014, considerando que la Jueza de Sentencia
Segunda de Tarija no consideró los argumentos de la objeción de querella, que fue resuelta
mediante Auto de Vista 62/2014 de 16 de abril, declarando sin lugar el recurso interpuesto,
confirmando en su integralidad la resolución impugnada, toda vez que: i) La tutela judicial efectiva se
materializa poniendo a disposición del colectivo social, al órgano jurisdiccional en sus distintas
materias y juzgados, pero este derecho dejaría de ser efectivo si se diere lugar a formalismos y
dilaciones tendientes a desvirtuar el objeto esencial del proceso penal, que es la averiguación de los
hechos a la luz de las pruebas de acuerdo a los arts. 180.I de la CPE y 30 de la Ley del Órgano Judicial
(LOJ), que apuntalan la justicia, pronta y oportuna; ii) La objeción de la querella es un mecanismo
procesal, por el que el imputado o el fiscal tienen la posibilidad de cuestionar su admisibilidad o la
personería del querellante, conforme refiere el art. 291 del CPP, limitándose a requisitos formales,
reservando el análisis de fondo para el juicio oral público y contradictorio, en el que ambas partes
debatan sus posicionamientos, en virtud a elementos probatorios, debiendo demostrar la parte
acusadora los hechos que sindica y la defensa desvirtuar o probar una duda razonable, que en caso
de delitos de acción privada opera en juicio cuando las partes no solucionan sus diferencias en la
audiencia de conciliación; y, iii) Del análisis de la Resolución impugnada y de los argumentos de la
apelante, no se evidencia vulneración al debido proceso, ni quebrantamiento al derecho a la
defensa, ni a la comunicación efectiva de acusación; toda vez que la misma fue puesta en forma
oportuna a conocimiento de la ahora accionante, permitiéndole establecer su defensa, e incluso
plantear la objeción, sin limitarle el derecho a ofrecer pruebas, plantear alegatos, formular
excepciones y toda diligencia que sea pertinente, de acuerdo a los arts. 290 y 375 del CPP (fs. 21 a 24
vta. y 36 a 37 vta.).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

La accionante arguye que, las autoridades demandadas vulneraron sus derechos a tutela judicial
efectiva, al debido proceso y a la defensa, toda vez que dentro de la objeción presentada contra la
querella interpuesta por Mauricio Lea Plaza en su contra, por la presunta comisión de los delitos de
injuria, calumnia y difamación, la Jueza de Sentencia Segunda de Tarija no consideró la existencia de
contradicción de los delitos atribuidos, además de falta de fundamentación; por lo que interpuso
recurso de apelación incidental, declarado sin lugar por Auto de Vista 62/2014, que ratificó la
resolución impugnada, con criterios equívocos, puesto que basan su fallo en la transcripción de solo
una parte del fundamento jurídico de la ratio decidendi de una Sentencia del Tribunal Constitucional
Español, misma que refiere al acceso que las partes tienen a los recursos, siendo que los requisitos
para su admisión no deben ser exigentes, ya que ello impediría el acceso a la justicia y violaría el
derecho a la tutela efectiva, con lo que acomodan la jurisprudencia a sus intereses, vulnerando los
principios de imparcialidad y fundamentación.

En consecuencia, corresponde en revisión verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.

III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional

La acción de amparo constitucional, consagrada en el art. 128 de la CPE como una acción de defensa
contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos y personas particulares,
individuales o colectivas, que restrinjan supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos
reconocidos por la Norma Suprema y la ley; en este mismo sentido, el art. 51 del Código Procesal
Constitucional (CPCo), prevé que esta acción tutelar: “…tiene el objeto de garantizar los derechos de
toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del Estado y la Ley, contra
los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los servidores públicos o particulares que los
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir”.

El Tribunal Constitucional Plurinacional en su SCP 0046/2012 de 26 de marzo, ha expresado que la


acción de amparo “Se constituye entonces en una de las acciones de defensa más amplia en cuanto
al alcance de su ámbito de tutela y protección de derechos, rigiendo para su interposición, los
principios de inmediatez y subsidiariedad, conforme lo establece el art. 129 de la Ley Fundamental;
denotándose de la naturaleza de esta acción su objeto de protección y resguardo de derechos en el
marco de los valores y principios ético-morales establecidos en la Constitución Política del Estado,
contribuyendo desde la justicia constitucional a efectivizar y materializar esos valores y principios
para una vida armoniosa, con equidad, igualdad de oportunidades y dignidad, entre otros valores, en
los que se sustenta el Estado Plurinacional y que son parte de la sociedad plural”.

Entonces, la acción de amparo constitucional, es una acción de defensa de derechos fundamentales,


contra los actos u omisiones ajenas a la norma, “…cuyo objeto es el restablecimiento inmediato y
efectivo de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados, a través de un
procedimiento judicial sencillo, rápido y expedito…” (SCP 0132/2012); empero, conforme a su
naturaleza jurídica, para su activación se rige sobre la base de los principios de inmediatez y
subsidiariedad.

III.2. Sobre el derecho al debido proceso y a la defensa con relación a la tutela judicial efectiva

El debido proceso entendido como: “el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en
el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a
todos aquellos que se hallen en una situación similar; es decir, comprende el conjunto de requisitos
que deben observarse en las instancias procesales, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar esos derechos
reconocidos por la Constitución Política del Estado así como los Convenios y Tratados
Internacionales” (SC 0683/2011-R de 16 de mayo), se encuentra constituido por diferentes
elementos entre los cuales el derecho a la defensa; así, el art. 115.II de la CPE determina: “El Estado
garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, oportuna, gratuita,
transparente y sin dilaciones”; entendimiento que ha sido expresado a través de la jurisprudencia
constitucional mediante las SSCCPP 0998/2014 de 5 de junio y 0380/2014, citando a las SSCC
1145/2010-R de 27 de agosto y 0952/2002-R de 13 de agosto, estableciendo que: “…todo tribunal o
autoridad que tenga como facultad juzgar o imponer una sanción, está obligado a respetar las
normas del debido proceso, entre las cuales, se encuentran el derecho a la defensa, que implica no
sólo ser citado al inicio de la acción interpuesta, sino también la notificación posterior de cada una
de las actuaciones, pues a partir de ellas, el procesado podrá presentar todas las pruebas que
considere demostrarán su inocencia, así como también podrá presentar cuanto recurso le faculte la
Ley”

En este sentido, la SCP 1076/2013 de 16 de julio determinó: “La Declaración Universal de Derechos
Humanos, adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución
217 A (III), de 10 de diciembre de 1948, en su art. 7 dispone: `Todos son iguales ante la ley y tienen,
sin distinción, derecho a igual protección de la ley´.

Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, determina que las garantías inherentes
al debido proceso, no únicamente son exigibles a nivel judicial, sino también que deben ser de
obligatorio cumplimiento por cualquier autoridad pública, señalando que: `De conformidad con la
separación de los poderes públicos que existe en el Estado de Derecho, si bien la función
jurisdiccional compete eminentemente al Poder Judicial, otros órganos o autoridades públicas
pueden ejercer funciones del mismo tipo (...). Es decir, que cuando la Convención se refiere al
derecho de toda persona a ser oída por un «juez o tribunal competente» para la «determinación de
sus derechos», esta expresión se refiere a cualquier autoridad pública, sea administrativa, legislativa
o judicial, que a través de sus resoluciones determine derechos y obligaciones de las personas. Por la
razón mencionada, esta Corte considera que cualquier órgano del Estado que ejerza funciones de
carácter materialmente jurisdiccional, tiene la obligación de adoptar resoluciones apegadas a las
garantías del debido proceso legal en los términos del artículo 8 de la Convención Americana´.

(…)

Así, la jurisprudencia constitucional, ha establecido que el debido proceso tiene una triple vertiente,
toda vez que debe ser considerado como un principio, un derecho y una garantía.

Principio, porque está dirigido a conservar el estado de inocencia de la persona durante todo el
trámite procesal, ello supone que se convierte en una directriz de la administración de justicia que
debe ser observada por todas las autoridades y servidores públicos encargados de ejercitar la
potestad punitiva del Estado, tanto en el ámbito punitivo como en todo el sistema administrativo
sancionador.

Derecho, porque es predicable respecto de todas las personas, vincula a todos los órganos de poder
y se encuentra reconocido como un derecho humano por los instrumentos internacionales como el
Pacto de San José de Costa Rica (art. 8.2) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art.
14.2), la Declaración Universal de los Derechos Humanos (art. 11.1), la Declaración Americana de
Derechos y Deberes del Hombre (art. 26) como en los instrumentos internacionales se encuentra
reconocido como un derecho humano” (las negrillas son nuestras).

En este entendido, la SCP 1727/2014 de 5 de septiembre, citando a la SC 0702/2011-R de 16 de


mayo, en un análisis del debido proceso refirió que: “…los elementos que componen al debido
proceso son el derecho a un proceso público; derecho al juez natural; derecho a la igualdad procesal
de las partes; derecho a no declarar contra sí mismo; garantía de presunción de inocencia; derecho a
la comunicación previa de la acusación; derecho a la defensa material y técnica; concesión al
inculpado del tiempo y los medios para su defensa; derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas;
derecho a la congruencia (); derecho a la valoración razonable de la prueba; derecho a la
motivación y congruencia de las decisiones (); sin embargo, esta lista en el marco del principio de
progresividad no es limitativa, sino más bien enunciativa, pues a ella se agregan otros elementos que
hacen al debido proceso como garantía general y que derivan del desarrollo doctrinal y
jurisprudencial de éste como medio para asegurar la realización del valor justicia, en ese sentido la
Corte Interamericana de derechos Humanos, en la Opinión Consultiva OC-16/99 de 1 de octubre de
1999, ha manifestado: 'En opinión de esta Corte, para que exista «debido proceso legal» es preciso
que un justiciable pueda hacer valer sus derechos y defender sus intereses en forma efectiva y en
condiciones de igualdad procesal con otros justiciables. Al efecto, es útil recordar que el proceso es
un medio para asegurar, en la mayor medida posible, la solución justa de una controversia”.

Este derecho, principio y garantía constitucional compromete a los administradores de justicia al


cumplimiento efectivo de los derechos de las partes, conforme a la normativa vigente. Así, la SCP
0531/2013-L de 18 de junio, a tiempo de referirse al compromiso que asumen jueces y tribunales de
alzada, en el marco de la Constitución Política del Estado, sostuvo que: “…tanto jueces y tribunales
jurisdiccionales de alzada, deben dar cumplimiento estricto a sus deberes, a los que se encuentran
compelidos por imperio de la Norma Suprema así como por las leyes, sólo dicha conducta garantiza y
cristaliza un debido proceso en segunda instancia, ello si consideramos que en nuestro sistema
procesal civil, se encuentra reconocido el principio de impugnación; en consecuencia, el
sometimiento a un segundo examen, la decisión del a quo, resulta ser delicada, por tanto la misma
no puede estar sujeta a una labor mecánica, sino por el contrario se debe asegurar al acceso
irrestricto a la justicia, brindando una tutela judicial efectiva en grado de apelación, conforme a los
presupuestos procesales que establece la ley”, garantizando el debido proceso, en su vertiente
derecho a la defensa.

III.4. De la querella y su objeción en delitos de acción privada

El art. 290 del CPP señala: “La querella se presentará por escrito, ante el fiscal y contendrá:
1) El nombre y apellido del querellante;
2) Su domicilio real y procesal;
3) En el caso de las personas jurídicas, la razón social, el domicilio y el nombre de su
representación legal;
4) La relación circunstanciada del hecho, sus antecedentes o consecuencias conocidas y, si
fuera posible, la indicación de los presuntos autores o partícipes, víctimas, damnificados y testigos;
5) El detalle de los datos o elementos de prueba; y,
6) La prueba documental o la indicación del lugar donde se encuentra”.
Pudiendo ser objetada su admisibilidad y la personería del querellante por el fiscal o el imputado, en
el plazo de tres días computables a partir de su notificación, de acuerdo al art. 291 del mismo cuerpo
legal, que en el caso de los delitos de acción privada de acuerdo al art. 375 del CPP “Quien pretenda
acusar por un delito de acción privada, deberá presentar su acusación ante el juez de sentencia por
sí o mediante apoderado especial, conforme a lo previsto en este Código”.

La querella podrá ser desestimada por el Juez, cuando el hecho no esté tipificado como delito; exista
necesidad de algún antejuicio previo; o, cuando se evidencie ausencia de alguno de los requisitos
previstos en el mencionado art. 290 del CPP, pudiendo el querellante repetirla por una sola vez,
previa corrección de sus defectos, en cumplimiento al art. 376 del citado Código.

Según lo expresó la SCP 0859/2013-L de 15 de agosto, citando a la SC 1069/2010-R de 23 de agosto:


ꞌ ”…de acuerdo a la jurisprudencia constitucional contenida en la SC 0115/2004-R de 28 de enero,
reiterada por la SC 0751/2004-R de 14 de mayo «La objeción de querella es una facultad que la Ley
le confiere al imputado para que observe la admisibilidad de la misma y la personería del querellante
por consiguiente debe ser resuelta antes de su admisión y antes de cualquier otro actuado
procesal». Conforme a la interpretación de los arts. 290 y 291 del CPP, primero debe notificarse con
la querella al imputado, quien puede presentar la objeción a su admisibilidad, para luego -si presenta
la objeción- celebrar una audiencia oral para que el juez la resuelva inmediatamente, y una vez
finalizada la audiencia, disponer -si corresponde- la admisión de la querella'. No obstante ser
evidente que el capítulo referente al procedimiento para delitos de acción privada no prevé de
forma expresa que el denunciado pueda objetar la querella y/o acusación planteada en su contra, en
atención al derecho a la defensa, este Tribunal considera que, resulta aplicable al caso lo establecido
por el art. 291 del CPP, es decir, la facultad que tiene de objetar la querella (acusación en procesos
de acción privada) y la forma de resolución, en el mismo sentido, el criterio esbozado por el
constitucionalista William Herrera Añez que señala: 'La querella se interpone ante el juez de
sentencia, quien la debe poner en conocimiento del imputado para que la examine y, en su caso,
pueda objetar su admisibilidad por cuestiones formales. Aunque en la práctica algunos jueces
admiten directamente la querella y señalan audiencia de conciliación, lo correcto es que con
carácter previo se corra en traslado para que el imputado tome conocimiento de la acusación
particular ejerza su derecho a la defensa y, como parte de la misma pueda pedir su desestimación u
objetarla.(…). El imputado también tiene el derecho de objetar la querella por cuestiones formales o
personería ante el juez, en el plazo de tres días computables a partir de su notificación (art. 291). En
este caso, el Juez convocará a las partes a una audiencia oral que deberá realizarse dentro de los tres
días de presentada la objeción y resolverá la misma en audiencia. En caso de que haya la omisión o
defectos de los requisitos formales de admisibilidad, el juez ordenará su corrección en el plazo de
tres días, caso contrario se la tendrá por no presentada'” (las negrillas son añadidas).

III.4. Análisis del caso concreto

Conforme a los antecedentes desarrollados dentro del proceso penal que sigue Mauricio Adolfo Lea
Plaza Pelaez, contra la ahora accionante por la presunta comisión de los delitos de injuria,
difamación y calumnia, ésta el 11 de febrero de 2014 presentó objeción de admisibilidad a la
querella o acusación privada, al considerar el incumplimiento de lo previsto en el art. 341 del CPP,
por existir contracción y falta de fundamentación entre hechos y los delitos atribuidos, restringiendo
su derecho a la defensa; pretensión que al ser analizada por la Jueza de Sentencia Segunda de Tarija,
fue declarada sin lugar mediante Auto interlocutorio 35/2014 de 17 del citado mes y año,
disponiendo la continuidad del proceso con costas, sobre la base de los siguientes argumentos: a) La
objeción de la querella es un instituto jurídico cuya finalidad es atacar la admisibilidad de la misma o
la personería del querellante, regulado por los arts. 291 y 376; b) La acusación presentada por
Mauricio Adolfo Lea Plaza Pelaez, cumple con lo previsto en el Código de Procedimiento Penal, por
lo que la objeción presentada carece de fundamento jurídico válido; c) La fundamentación de la
objeción planteada se refiere a cuestiones de fondo, que serán ventiladas en juicio, en base a las
pruebas que aporten las partes, con el fin de determinar si los hechos descritos en la querella
constituyen los delitos de difamación, calumnia e injuria, o si existe contradicción entre éstos; y, d)
No se evidencia la vulneración de derechos de la imputada.

Fallo apelado en la vía incidental y resuelto por Auto de Vista 62/2014 de 16 de abril, declarando sin
lugar el recurso interpuesto, confirmando en su integridad la resolución impugnada, toda vez que, 1)
La tutela judicial efectiva dejaría de efectivizarse si se diere lugar a formalismos y dilaciones
tendientes a desvirtuar el objeto esencial del proceso penal, que es la averiguación de los hechos a
la luz de las pruebas de acuerdo a los arts. 180.I de la CPE y 30 de la LOJ, que apuntalan la justicia,
pronta y oportuna; 2) La objeción de la querella permite el cuestionamiento del imputado o del fiscal
de requisitos formales, reservándose el análisis de fondo para el juicio oral público y contradictorio,
en el que ambas partes debatan sus posicionamientos, en virtud a elementos probatorios, debiendo
demostrar la parte acusadora los hechos que sindica y la defensa comprobar, desvirtuar o probar
una duda razonable, que en caso de delitos de acción privada opera en juicio cuando las partes no
solucionan sus diferencias en la audiencia de conciliación; y, 3) No se evidencia la existencia de
vulneración al debido proceso, ni quebrantamiento al derecho a la defensa, ni a la comunicación
efectiva de acusación; toda vez que la misma fue oportuna en conocimiento de la ahora accionante,
permitiéndole establecer su defensa, e incluso plantear la objeción, sin limitarle el derecho a ofrecer
pruebas, plantear alegatos, formular excepciones y toda diligencia que sea pertinente, de acuerdo a
los arts. 290 y 375 del CPP.

Resoluciones por las cuales la accionante considera que las autoridades demandadas lesionaron los
mencionados derechos, al desconocer y desestimar los fundamentos expuestos en su objeción de
querella, hecho que presuntamente no le permite tener un conocimiento efectivo de los hechos que
se le atribuyen; sin embargo, de acuerdo a la notificación cursante a fs. 15 del expediente en análisis,
la Jueza de Sentencia Segunda de Tarija, puso a su conocimiento la querella interpuesta en su contra
por Mauricio Adolfo Lea Plaza Pelaez, evidenciándose de esta manera el cumplimiento de su
derecho a la comunicación efectiva de la acusación, que le permitió presentar la objeción dentro del
plazo de los tres días, que al ser analizada por la Jueza a quo fue rechazada; situación que no puede
considerarse como vulneración de su derecho a la defensa, que conforme al Fundamento Jurídico
III.2 del presente Fallo implica el conocimiento de todo lo actuado dentro del proceso, hecho que se
garantizó, permitiéndole efectuar las acciones que en derecho le correspondieran, de acuerdo a la
Norma Suprema así como a las leyes, garantizando el debido proceso y la tutela judicial efectiva a
través de una resolución fundamentada y razonable emitida por autoridad competente, sobre todos
los puntos observados.

Auto Interlocutorio que al ser analizado por el Tribunal de alzada fue confirmado, reconociendo que
la objeción de querella establece a favor del imputado o del fiscal la posibilidad de cuestionar su
admisibilidad o la personería del querellante y no así aspectos de fondo, entendimiento concordante
con la jurisprudencia constitucional desglosada en el Fundamento Jurídico III.3 de esta Sentencia
Constitucional Plurinacional, que al respecto determina que, la facultad de objetar la querella o
acusación privada refiere a cuestiones formales de admisibilidad o personería; entendiendo que las
cuestiones de fondo de acuerdo al art. 329 del CPP “…es la fase esencial del proceso. Se realizará
sobre la base de la acusación; en forma contradictoria, oral, pública y continua, para la
comprobación del delito y la responsabilidad del imputado, con plenitud de jurisdicción”,
determinando que es en ese momento procesal cuando corresponde analizar si existe o no el delito
y no antes como pretende la ahora accionante, al cuestionar la contradicción de los hechos
expuestos con los delitos atribuidos o la falta de sustento del delito de injuria, que son aspectos de
fondo; es así que la no aceptación de la objeción interpuesta sobre la base de los argumentos
expuestos no constituye suficiente sustento legal para acreditar la vulneración de los derechos
cuestionados.

Por las consideraciones precedentes, el Tribunal de garantías al denegar la tutela impetrada, evaluó
correctamente los antecedentes del proceso y las normas aplicables al mismo.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera Especializada; en virtud de la autoridad


que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 08/2014 de
16 de mayo, cursante de fs. 79 a 82 vta., pronunciada por la Sala Social y Administrativa del Tribunal
Departamental de Justicia de Tarija; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez


MAGISTRADO

Fdo. Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado


MAGISTRADO

Vous aimerez peut-être aussi