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EL NIVEL SUPERIOR
INTRODUCCIÓN
Las reflexiones sobre el tema de la formación por competencias en la educación superior y
en consecuencia en la educación básica en nuestro país y el modo cómo se ha gestado su
diseño con los continuos cambios y evolución del conocimiento, hacen más grandes nuestras
necesidades de adentrarnos en este tema y conocer más a fondo de qué se trata en realidad
lo que estamos trabajando actualmente en las instituciones. Este ensayo representa
solamente un pequeño acercamiento a las reflexiones por muchos realizadas con antelación
y que de alguna manera nos han permitido sobrellevar nuestra labor como docentes en el
arduo proceso de enseñanza con un currículo basado en competencias y la tarea de los
estudiantes en el proceso de aprendizaje por empaparse de esta cultura educativa cada vez
más globalizada, así como de la misma evaluación en este sentido.
Es innegable que el concepto de competencias muchas veces se presenta casi como si fuera
la solución a todos los problemas educativos que se viven, por ello las reformas que se han
ido impulsando en países tales como Estados Unidos, Canadá, Australia y todos aquellos
que son miembros de la Unión Europea, así como de forma similar en muchos países de
América Latina (incluido México) y el Caribe han iniciado una serie de reformas que apuntan
a centrar la mirada en la figura de la persona que aprende (el alumno), más que en los
contenidos de la enseñanza. Esto ha llevado a replantarse como se mencionó antes no sólo
la educación superior, sino también la educación básica, desde luego en términos de las
competencias que se deben desarrollar en los estudiantes, para que una vez egresados
puedan responder de mejor forma a las necesidades de un mundo laboral y profesional en
constante cambio (globalizado).
Lo que se ha buscado con estas reformas es lograr ampliar y profundizar en los contenidos
a través de la transversalidad entre los niveles educativos (básica, media superior y superior).
Esto es con el fin de sentar bases sólidas para el logro de una educación integral y de calidad,
que brinde a los estudiantes las oportunidades para acceder al desarrollo personal,
profesional y a una vida digna a través del enfoque por competencias. Dichas reformas
pretenden responder a las expectativas y necesidades de la misma sociedad, formando
estudiantes competentes, con valores y conocimientos, capacitados y con las herramientas
necesarias para incorporarse a los niveles educativos y laborales superiores, además de
evolucionar hacia horizontes de productividad más altos en los diferentes ámbitos de su vida,
producto de los profundos cambios que nuestro país y el mundo presentan.
COMPETENCIA
Una definición común que se le suele dar al concepto de competencia es el que se entiende
como “la capacidad de movilizar varios recursos cognitivos para hacer frente a un tipo de
situación”. Contiene cuatro aspectos, según señala Ph. Perrenoud (citado en Moreno Olivos,
2009):
1) Las competencias no son en sí mismas conocimientos, habilidades o actitudes,
aunque movilizan e integran tales recursos.
2) Dicha movilización solo resulta pertinente en situación, y cada situación es única,
aunque se la pueda tratar por analogía con otras ya conocidas.
3) El ejercicio de la competencia pasa por operaciones mentales complejas, sostenidas
por esquemas de pensamiento, los cuales permiten determinar (más o menos de un
modo consciente y rápido) y realizar (más o menos de un modo eficaz) una acción
relativamente adaptada a la situación.
4) Las competencias profesionales se crean, en formación, pero también a merced de la
navegación cotidiana del practicante, de una situación de trabajo a otra.
En este sentido, es importante mencionar que una competencia así concebida, pretende dar
sentido a los aprendizajes al basarse en la resolución de problemas o construcción de
proyectos, acercando al estudiante a la realidad en la que debe actuar, busca hacer a los
estudiantes más eficaces y en consecuencia aumentar y mejorar los logros, así como
promover en ellos la adquisición de estrategias para gestionar nuevos aprendizajes.
En esta misma línea, Delors (1996), en el informe a la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) de la Comisión Internacional sobre la
educación para el siglo XXI, se refiere a los cuatro pilares de la educación, es decir, que la
educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales que en el
transcurso de la vida serán para cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento:
1) aprender a conocer; 2) aprender a hacer; 3) aprender a vivir juntos; y 4) aprender a ser.
Así también, afirma que la educación deberá transmitir, masiva y eficazmente un volumen
cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, adaptados a la civilización
cognoscitiva, porque son las bases de las competencias del futuro.
Como podemos darnos cuenta, definiciones existen muchas y muy variadas, sin embargo no
hay una sola que defina explícitamente el concepto que aquí nos interesa, por lo tanto, es
menester continuar dando seguimiento a esta investigación. En este sentido y con base en
las definiciones anteriores, podemos decir que la calidad de la educación de los jóvenes
depende en buena medida de la calidad de la educación de los propios maestros (tema
también ampliamente analizado por muchos investigadores) y demás actores del proceso
educativo. De manera que, con la implementación de un currículo basado en competencias,
se pretende lograr que los estudiantes adquieran la capacidad y la motivación para continuar
aprendiendo de manera autónoma, que realicen la búsqueda y utilización de la información,
los conocimientos básicos bien integrados, las actitudes de tolerancia y de respeto hacia los
demás, en un sentido integrador de la educación.
Entonces, la principal finalidad de la evaluación debe ser “evaluar para mejorar” los procesos
de enseñanza y aprendizaje, lo que parte de la convicción de que los profesionales que se
desempeñan en el aula y en la institución educativa, son educadores comprometidos con la
formación de sus estudiantes y se involucran como personas en esta tarea con todas sus
capacidades y valores. Por tanto se busca contribuir al mejoramiento de su labor y por
consiguiente al mejoramiento de los aprendizajes y desarrollo de los estudiantes y
profesionales en un mundo cada vez más cambiante.
En conclusión, la educación superior y básica busca ser el pilar desde la formación de sus
bases educativas, sin dejar de lado todos los elementos que la constituyen y que son
indispensables para su aseguramiento y evolución, siendo así generadora de estudiantes y
profesionales formados en un enfoque por competencias, mismos que proveerán los
cambios, desde la educación inicial, hasta pretender una formación permanente necesaria
para la vida de cada ciudadano. Este enfoque responde por una parte a escenarios actuales
donde quien desempeña un trabajo, debe tener la capacidad de prever o resolver los
problemas que se le presentan; y por otro lado, responder a las investigaciones sobre el
aprendizaje y, por tanto, el enfoque formativo propone una organización que favorece los
aprendizajes significativos y duraderos. Es así como resulta imprescindible para la educación
actual adaptarse a los rigurosos escenarios presentes, no sólo por las motivaciones
económicas que mueven las decisiones empresariales, sino también, por la necesidad de
favorecer la gestación de nuevas generaciones de profesionales acordes a los procesos de
cambio social, cultural, laboral y tecnológico, donde se requieren sujetos que sean capaces
de dar respuesta a las nuevas exigencias de manera integral y efectiva.
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FUENTES DE CONSULTA
Perrenoud, Philippe (citado en Moreno Olivos, Tiburcio 2009). Competencias en Educación
Superio. Un alto en el camino para revisar la ruta de viaje. Antología de Didáctica de Nivel
Superior de la Maestría en Ciencias de la Educación. IEU. México. D.F.
Delors, Jacques (1996). La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la
Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI.
(unesdoc.unesco.org/images/0010/001095/109590so.pdf)
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
(www.deseco.admin.ch/bfs/.../2005.dscexecutivesummary.sp.pdf)
SEP (2006). Plan de estudios de Educación Secundaria 2006. México. D.F. SEP
Tobón, Sergio (1996). Aspectos básicos de la formación basada en competencias.
(www.sepbcs.gob.mx/Pronap/Lectura%205.pdf)