Vous êtes sur la page 1sur 9

INTRODUCCIÓN

El filósofo y novelista francés Jean Paul Sartre (1946) creía que los
humanos somos “los primeros de todos los seres en una situación”.
“No podemos distinguirnos de nuestras situaciones, pues ellas nos
forman y deciden nuestras posibilidades”. La Psicología social es
una ciencia que estudia la influencia de nuestras situaciones, con
especial atención en la manera en que nos percibimos y afectamos
unos a otros; dicho de otra manera, es el estudio científico de la
forma en que las personas piensan, influyen y se relacionan con los
demás, y lo hace planteando preguntas que nos intrigan a todos los
seres humanos.

El ser humano es un animal social, necesita relacionarse con otros


de su especie, interactuar con ellos. Esa retroalimentación
lingüística, gestual y comunitaria, ayuda a asentar un idioma, a
crear una sociedad fuerte y elaborar toda una realidad cultural,
económica, folklórica, etc., y todo esto influye directamente en la
psicología de las personas.

La clave está en que todo lo que compartimos con otro, ya sea una
un idioma, sentimientos, incluso nuestra forma de ser o cómo nos
comportamos, influye directa e indirectamente a otras persona de
tal forma que, gracias a todo esto, las relaciones sociales son
posibles. Estamos hablando de que la psicología social es la clave
para la convivencia.

Precisamente es importante tener presente que una sociedad, la


que sea, hay que considerarla como tal en tanto en cuanto
comparte no sólo un mismo territorio, sino que comparte una
lengua, unas costumbres, unos ritos, unos intereses comunes, unas
leyes, una economía y, sobre todo, un camino que todos sienten
como suyo. Paralelamente a ese interés común, pueden existir, en
función de las diferentes zonas del territorio, otros intereses más o
menos particulares que enriquecen ese bien comunitario. Lo
esencial es tener la sensación de que las diferencias, entre las
distintas opciones sociales, juntan y aúnan.

Todo esto hace que sea fundamental el estudiar cuáles son esos
mecanismos que hacen que las personas se junten, compartan
espacios, ideologías. Entender cómo el vivir en un sitio concreto
influye en cómo se interpreta la realidad de lo que vemos y como
somos capaces de transmitir eso a otras personas creando todo tipo
de relaciones personales.
Importancia de
la Psicología
Social
En la vida animal, se plantea un problema fundamental que es
donde los hechos observados muestran la influencia del grupo
sobre el comportamiento de los individuos (por ejemplo, las
relaciones jerárquicas de dominación y de sumisión). En el plano
humano, la dimensión social en el contexto de la cultura
contemporánea, desde Hegel, Comte, Spencer, Darwin y Marx,
interviene como nunca en la historia, y en la psicología misma, al
tener por objeto el comportamiento individual, esta ciencia se ha
dado cuenta de que no puede hacer abstracción de las relaciones
entre los hombres, ni de aquellas que los vinculan con sus medio.
La preocupación por aprehender la vida psíquica en sus
manifestaciones concretas engendró la “psicología social”, cuyo
término aparece a finales del siglo XIX con Émile Durkheim y con el
psicólogo inglés J.M Baldwin.

Por un lado, se puede pensar en un “hombre aislado” y por el otro


en las “representaciones colectivas”, que emergen de las
interacciones de los hombres en sociedad; el hombre está
“modelado y dominado” por el medio social. Lo anterior, brinda dos
aristas con las cuales es difícil definir el núcleo de la psicología
social. Es necesario estudiar a profundidad estas dos aristas:
individuo y grupo social, para que ejerzan una atracción en el
campo de la psicología social.
Para Moscovici, una representación social es “una característica
peculiar de conocimiento cuyo fin es la creación de estructuras
entre el comportamiento y la comunicación de los individuos”. El
cúmulo de conocimientos y la actividad cognitiva del sujeto permite
hacer accesible la realidad física y social, permitiendo la integración
en un grupo o relación ordinaria, desprendiéndose así de lo
imaginativo.

Las representaciones
tienden a ser una manera de
pensamiento natural, un
conocimiento empírico,
gestado al interior de la
colectividad dando por
resultado un beneficio
funcional. Cuando se habla de psicología social, se refiere a una
representación que subyace a la misma, que a su vez se fortalece
de conocimientos de la sociología, la psicología, la antropología
entre otras ciencias; sin embargo existen diferencias entre cada una
de éstas; la psicología social se representa a sí misma por su
capacidad de realizar casi de forma inmediata innovaciones
positivas para sus fines; la capacidad de mejora es un rasgo
característico de los humanos, pues brinda la posibilidad de resolver
problemas mediante la creatividad. Así mismo los sociólogos y los
psicólogos sociales comparten un interés en el estudio de la forma
en que las personas se comportan en los grupos, mientras que la
mayoría de los sociólogos se enfoca en agrupaciones, desde las
más pequeñas hasta las más grandes (sociedades y sus
tendencias), la mayoría de los psicólogos sociales analiza a los
individuos promedio, es decir, lo que piensa una persona, en un
momento dado, acerca de los demás, la forma en que los otros
influyen en él y cómo se relaciona con ellos. Estos estudios incluyen
la manera como los grupos afectan a las personas de forma
particular y cómo los
individuos afectan al
grupo.

Aunque los sociólogos y


psicólogos sociales
utilizan algunos métodos de investigación similares, éstos emplean
mucho más los experimentos en los que manipulan un factor, como
la presencia o ausencia de la influencia de los semejantes para
observar su efecto; los factores que estudian los sociólogos suelen
ser difíciles de manejar o no resultan éticamente manipulables (nivel
socioeconómico).

En otra idea, las representaciones son inmanentes en el ser


humano, en el quehacer diario de cada individuo. El ser humano se
moldea, llegando a ser un todo ordenado en el “universo al que
pertenecemos”.

Para Serge Moscovici la psicología social es “la ciencia del conflicto


entre el individuo y la sociedad” (Moscovici, S. EL CAMPO DE LA
PSICOLOGÍA SOCIAL. Pp.3), mientras que para G. W. Allport
(1897-1967) es el “Intento de comprender y explicar cómo el
pensamiento, el sentimiento y la conducta de las personas
individuales resultan influidos por la presencia real, imaginada o
implícita de otras personas”. (Morales, J. y Moya M. Definición de
Psicología social. Capítulo 1, pp.6).
Estos dos conceptos de lo que es la psicología social (Moscovici y
Allport), se cimientan en la presencia del ser humano y en su
pensamiento; en las relaciones, ya sea con su mundo interno, el
imaginario y el mundo real. Su importancia, el sujeto y objeto no
están separados, son factores unidos. Mientras que la psicología y
la sociología separan al sujeto y al objeto, la psicología social no lo
hace, se enfoca en la relación del sujeto con la información externa,
cómo la aprende, organiza y transforma en un comportamiento
definido. He aquí la importancia de la psicología social; ésta se guía
por las teorías y observaciones precisas de las relaciones entre los
individuos y los grupos en un medio social determinado. Con la
ayuda de las investigaciones realizadas, los psicosociólogos tratan
de explicar la naturaleza de dichas relaciones y de inventar
prácticas para cambiarlas. Los objetos de estudio de la psicología
social surgen de la relación que se establece entre tres
entidades. Ego, alter, objeto.

De acuerdo a estos tres


conceptos, se puede
interpretar lo siguiente:
en qué medida la
relación con el otro
modifica la relación con
el medio, se trate de
fenómenos tales como la diferenciación, la relaciones entre grupos,
la identidad, el poder, sólo por enumerar algunos. Se puede
observar que estos constructos de investigación se originan a partir
del mismo esquema generado. Es muy posible que el sujeto esté
revestido con diferentes características referidas, por ejemplo, a su
estatus, a su personalidad o a su pertenencia social. Además, el
alter puede estar presente o ausente, definido como minoría o
mayoría. Lo que se refiere al medio puede estar constituido por una
opinión, un objeto físico, una ideología o incluso una representación
particular de la imagen de uno mismo. Con todo lo anterior, el
psicólogo social, deberá tener la capacidad de comprender esta
relación triple, con todo y las variantes que se presenten en cada
situación, con el firme propósito de explicar los fenómenos que se
vayan descubriendo.

Es importante
comprender que la psicología
social se refiere a las
personas, no como individuos
aislados, sino como actores
sociales activos caracterizados por su inclusión social que conduce
a pensar en dos aspectos de la vida cotidiana que se extienden
siempre, a un contexto social. Por un lado, la participación en una
trama de relaciones con los otros actores, a través de la
comunicación social y por otro lado, la posesión o pertenencia
social al nivel de posicionamiento en la estructura social, al nivel de
la inclusión en los grupos sociales y culturales que determinan la
identidad.

Por otro lado, también es necesario para entender cómo se forman


grupos y cómo estos surgen para realizar todo tipo de actividades
en una sociedad, un país, ya sea partidos políticos y organizaciones
de todo tipo, asociaciones culturales, etc. Este conocimiento
también nos puede hacer entender como las personas nos
juntamos para responder a estímulos relacionados con todo tipo de
espectáculos, concentraciones, reivindicaciones de todo tipo, etc.

Como vemos, la psicología social pone el foco en una de nuestras


dimensiones básicas: la social. Desde fuera es una gran
desconocida y una de las que más sorpresa causa a la persona que
decide estudiar psicología. Esto es porque muchas veces
subestimamos el poder que tienen los demás directa o
indirectamente sobre
nosotros. En este sentido nos
gusta vernos como personas
plenamente independientes y
con una forma de actuar y
sentir sobre que la que el
entorno influye muy poco.

Otro de los puntos fuertes de la psicología social es la influencia


que tienen todos los estímulos externos, que no tienen nada que ver
con la interacción con otras personas, en nosotros. Dentro de esto,
podemos encontrar elementos tan importantes como la climatología,
si el territorio es más de costa o de interior, la ciudad, el campo, el
tipo de industria, la gastronomía, etc.
CONCLUSIÓN

El ser humano no puede abstraerse de la influencia social, lo que


ocasiona los cambios de actitud. Los individuos tienen la capacidad
de apropiarse y expresar opiniones que provienen del exterior, sin
lugar a dudas esto acontece cuando los seres humanos se reúnen,
se comunican formando grupos. Indudablemente, existe la
influencia que el grupo ejerce en el comportamiento y el juicio de los
individuos, pero también es necesario recordar que los individuos
en grupo no actúan de la misma manera que aisladamente.

Se estudia al ser humano desde las distintas perspectivas de las


disciplinas académicas. Éstas van desde las ciencias básicas, como
la Física y la Química, hasta disciplinas integradoras, como la
filosofía y la teología; hoy y siempre, la pregunta fundamental ha
sido: ¿Qué es el hombre?, ¿Qué lo motiva a relacionarse?,
etcétera. Se trata de un “hombre”, producto de la naturaleza, objeto
de estudio de diferentes disciplinas, y del hombre como sujeto
social. De esta manera concluyo que los principios de la psicología
social pueden aplicarse a la vida cotidiana, pues cada individuo
construye su realidad social, las intuiciones sociales son poderosas
y las actitudes moldean el comportamiento, de aquí se deriva el
pensamiento social: así mismo las influencias sociales y la
disposición moldean el comportamiento, pues existen influencias
sociales. El comportamiento social también es biológico, los
sentimientos y los actos hacia las personas en ocasiones son
positivos y en otras son negativos, de aquí se derivan las relaciones
sociales.

Vous aimerez peut-être aussi