El Consultorio Naturopático

En este momento, en este contexto histórico, vivimos un tiempo de progreso imparable.

Cosas que hace sólo unos años formaban parte de la ciencia-ficción las vivimos hoy todos
los días. La televisión, ordenadores, teléfonos móviles, coches inteligentes, cirugías
increíbles... ya son cosa habitual.
Por desgracia también son habituales, y cada vez más, el deterioro físico, la
insatisfacción, las enfermedades físicas y mentales.... Y da la impresión de que no tenemos
los recursos necesarios para manejarnos con estos aspectos que nos reportan tanto
sufrimiento. Solemos conocer mejor el funcionamiento del televisor o el lavavajillas que el
de nuestro propio cuerpo.
¿Qué hacemos cuando se enciende una luz de avería en el coche? Lo llevamos al
mecánico claro... ¿y qué hace un buen mecánico?... Investiga, repara, sustituye, averigua por
qué apareció la avería, nos alecciona sobre el modo de mantener el coche en buen estado
conduciendo debidamente y procurándole un buen mantenimiento.
¿Qué solemos hacer nosotros cuando se nos “enciende “ una luz de avería (aparece un
dolor, una enfermedad)?... Lo más normal es que intentemos eliminarla sin preocuparnos de
la avería. Es como si el mecánico desenchufara la luz de aviso en vez preocuparse por la
avería real.
El consultorio proporciona a la persona que acude a él opciones mejores que simplemente
“apagar la luz” y sufrir los efectos secundarios y el deterioro que ello conlleva. El cuerpo es
sabio y, si se le da la oportunidad mediante unos hábitos de vida saludables, alimentación
adecuada y otras herramientas en armonía con la naturaleza... acaba sanando, la salud es su
estado natural.

¿Qué desórdenes pueden tratarse en el consultorio?

En principio, todos, y en todos los sistemas (digestivo, respiratorio, circulatorio, nervioso,

excretor, reproductor, inmunológico y osteomuscular) ya que todos ellos están
interrelacionados y convergen en la misma persona.
Desde un resfriado a un cáncer, pasando por cualquier otra patología, puede sanar o mejorar.
Ahora bien, el grado de mejora siempre estará en relación con la energía disponible en el
organismo del individuo y su predisposición a efectuar los cambios pertinentes en su estilo
de vida.

Es por esto que el consultorio cumple una función imprescindible es nuestra sociedad:
facilitar al individuo el aprendizaje sobre su propia naturaleza, dándole respuestas del por
qué de su sufrimiento actual junto con sus posibles soluciones. Información vital en nuestro
tiempo que los sistemas de salud convencional, por desgracia, no facilitan.