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Universidad de Chile

Facultad Filosofía y Humanidades


Departamentos Ciencias Históricas
Licenciatura en Historia
Cátedra: Historia de la Historiografía
Alumna: Solange Riquelme

Entre los muchos elementos que nos rodean y que son parte de nuestra cotidianeidad,
hay algunos que resaltan y nos llaman la atención, ya sea por su importancia histórica,
su monumentalidad o simplemente por su belleza, en cambio, existen otros que nos
espantan, porque quiebran la armonía con el entorno.
No obstante, según la época, estos elementos nos ayudan a entender los procesos
históricos, tal como sucede con el Partenón ubicado en Atenas construido en la etapa
más gloriosa de la civilización griega, el siglo V a.C, el cual debe ser una de las obras
más imponentes de la historia de la humanidad.
En una primera instancia y a través de sus ruinas, logramos viajar en el tiempo y
situarnos en la Grecia Clásica, y maravillarnos con su majestuosidad, signo inequívoco
de los alcances culturales que consiguió aquel pueblo. Este viaje en el tiempo viene
lleno de preguntas que van surgiendo a medida que apreciamos la grandeza y delicadeza
con la que fue construido, como las siguientes: ¿Cómo lograron mover y dar forma a tan
grandes piezas de mármol? ¿Cómo el hombre fue capaz de realizar tamaña
construcción? Estas preguntas nos hace recordar lo rudimentario de la arquitectura pues
no se poseía la tecnología actual que permite realizar cualquier cosa que nuestra
imaginación nos brinde.
La grandeza esta a la vista, no hay que entrar en tantos detalles para saber a que nos
referimos con ello, pero sí es necesario explicar la delicadeza que envuelve a aquella
construcción. Cuando apreciamos el Partenón con mayor atención, nos damos cuenta de
los detalles en sus columnas, las cuales nos indican que este trabajo no fue algo hecho a
la rápida, sino que la dedicación de cada uno de los participes en esta obra fue absoluta,
brindando de esta manera, detalles que nadie creería posible en la actualidad, pues no
está construido en barro u otro elemento que sea fácil de amoldar, sino que está
fabricado en mármol, un material solido que no permite errores al momento de su uso,
ya que cualquier fallo humano, hace que la pieza quede inutilizable. Además de la
sencillez, la simetría y el equilibrio que se consiguió en toda la construcción es
magnífica, pues nos ilustra la genialidad de sus autores, los cuales lograron con escasas
y rusticas herramientas, dar vida a uno de los monumentos más imponentes de la
Historia.
Al ser una obra sencilla, el Partenón resalta por la magnificencia y delicadeza que le
entrega el mármol y no el exceso de ornamentación, que caracteriza a muchas otras
construcciones, haciendo de ellas algo difícil de ver, pues poseen demasiada
información para procesar en poco tiempo.
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En una segunda instancia, el Partenón nos permite entender los procesos históricos que
se vivieron durante el siglo V a.C, y la llegada al poder del legislador que hizo posible
aquellas obras, como lo fue Pericles, el cual, a través de varias obras monumentales
intentó demostrar el poderío de Atenas, la cual venía de ser destruida por los persas. No
obstante este supuesto poderío económico, cada una de estas obras y en especial el
Partenón fueron realizados de la forma más austera posible, pues en Grecia nunca
abundó la riqueza.
Si bien, estas obras de mármol lograban, y aun logran, transmitir cierto poderío de
Grecia, pero especialmente de Atenas, lo que más queda claro es la riqueza intelectual y
cultural que existía en ese momento, tanto así, que hubo un rissorgimento de su
arquitectura como de su arte en general, la cual maravilla por la delicadeza con que fue
trabajado el mármol.
El Partenón es una obra arquitectónica que nos deslumbra, pero que nos intriga, ya que
al estar en ruinas, no nos otorga la oportunidad de apreciar, en su totalidad, la
importancia y prestigio que gozó durante el siglo V a.C, puesto que no podemos saber
realmente como lucía por dentro, haciendo que nuestra experiencia frente a este edificio
sea fascinante pero incompleta.
Otra pregunta que surge al contemplar el Partenón es ¿Cómo, a pesar de los años, ese
edificio ha logrado sobrevivir a los diversos eventos climáticos y a las malas decisiones
humanas? Si bien, en la actualidad este edificio está protegido y resguardado, lo cual ha
permitido que aun se conserve su estructura original, no deja de llamar la atención la
resistencia que ha demostrado tener, una resistencia que se ha visto a prueba, en
especial, con las malas decisiones que diferentes Estados han tomado, lo cual ha
perjudicado en la conservación de aquella obra, que ha quedado como símbolo de una
grandeza intelectual y arquitectónica que no tiene parangón, pues a pesar de las
imitaciones realizadas alrededor del mundo, ninguna contará con la superioridad que
cuenta el Partenón pues en ella se mezclan la elegancia, la riqueza y sencillez de una
manera tal, que hace imposible que otra construcción de ese tipo la supere.

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