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EL ORDEN PÚBLICO

I. INTRODUCCIÓN

Orden público es el estado de legalidad normal en que las autoridades


ejercen sus atribuciones propias y los ciudadanos las respetan y obedecen
sin protesta. Está estrechamente relacionado con el concepto de
legitimidad en el ejercicio del poder político y el de consenso social. Como
expresión, muy a menudo se restringe en su uso a su sentido negativo: la
"alteración del orden público", asimilada a distintas formas
de delincuencia, marginalidad, protesta pública, revuelta y, en los casos más
graves, revolución o subversión; especialmente desde una
concepción autoritaria del "orden", que lo equipara al mantenimiento de
la jerarquía social, las instituciones y el sistema político, considerando
"desorden" cualquier alteración en "lo establecido" (the establishment).

Se puede definir al orden público como «un conjunto de principios e


instituciones que se consideran fundamentales en la organización social de
un país y que inspiran su ordenamiento jurídico».[cita requerida] Sin
embargo, en esta amplia definición caben toda clase de fenómenos jurídicos
(los principios generales del derecho, la constitución política de
cada Estado, la costumbre jurídica, el ius cogens (normas imperativas),
etc.).

Desde el punto de vista del Derecho Civil, el orden público es el "conjunto


de principios jurídicos, políticos, morales y económicos obligatorios para
conservar el orden social del pueblo en una época determinada".
Finalmente el orden público no es solamente la protección de la propiedad
privada. Concepto ultraliberal surgido del contexto histórico.

El orden público no escapa a la dinámica social, por ello, el actual, el


necesario, es aquel que, entre otras cosas, debe asegurar el acceso a los
bienes a todos los habitantes del Estado. Para tal fin, las políticas de Estado
deben promover el trabajo digno, facilitar el acceso a la salud real para toda
la población y no solamente para quienes tengan medios para el pago de
una buena asistencia. Deben preservar el medio ambiente y los derechos
humanos ampliamente entendidos y no vistos con un solo ojo.

En este sentido el presente trabajo estudia que es el orden el orden público,


sus características y la importancia de la policía como institución del orden
en el mantenimiento de este aspecto de la seguridad ciudadana, definiendo
que es el orden público, que es la Ley y las leyes de Orden Público,
determinando la jerarquía de las leyes en el mantenimiento del orden
público.
II. OBJETIVOS

II.1. Objetivo General

Llegar a establecer de manera concreta y objetiva que es el orden público,


sus características y la importancia de la policía como institución del orden
en el mantenimiento de este aspecto de la seguridad ciudadana

II.2. Objetivos Específicos

- Definir que es el orden público


- Especificar claramente sus características
- Conceptualizar que es la Ley y las leyes de Orden Público
- Determinar la jerarquía de las leyes en el mantenimiento del orden
público
- Establecer las conclusiones del trabajo
III. DESARROLLO DE TEMA

III.1. EL Orden Público

El orden público es un concepto amplio que engloba las nociones de


seguridad, orden en sentido estricto, tranquilidad y sanidad pública.

Cuando la Administración persigue la seguridad se dedica a prevenir


accidentes de todas clases, ya sean naturales (inundaciones, incendios,
etc.) u ocasionados por el hombre (robos, accidentes de tráfico, etc.).

La idea de orden, como concreción del orden público, hace referencia al


orden externo de la calle en cuanto condición elemental para el libre y
pacífico ejercicio de los derechos fundamentales; supone, por tanto,
la ausencia de alteraciones, algaradas, coerciones, violencias, etc., que
puedan dar lugar a la ruptura de ese orden externo.

Por consideraciones a la tranquilidad, se puede iniciar una campaña


de silencio, regular los ruidos nocturnos, etc. Finalmente, el orden
público supone también el mantenimiento de un estado de sanidad pública,
previniendo epidemias e intoxicaciones de todas clases.

La ruptura del orden público o puesta en peligro del mismo puede dar lugar
a la imposición de una sanción administrativa. El concepto de orden
público ejerce, además, una función importante como límite del ejercicio de
los derechos, bien como límite normal (p. ej., del derecho de reunión y
manifestación), bien como límite excepcional (suspensión de ciertos
derechos en estados de excepción y sitio).

El orden público es un concepto jurídico indeterminado, pero no cabe hoy


hacer una interpretación extensiva del mismo que pudiera resultar contraria
a los principios constitucionales.

Es el estado de legalidad y normalidad en el cual las autoridades ejercen


sus atribuciones propias, y los ciudadanos las respetan y obedecen sin
protestar.

Las crisis graves del orden público son afrontadas por el Gobierno con los
estados de excepción.

El Orden Publico es la institución jurídico-social de nivel constitucional que


garantiza el equilibrio y la paz social dentro del Estado.

Está caracterizado por 4 elementos:

• La tranquilidad,
• La seguridad,
• La salubridad y
• La moralidad pública, que cuando son aplicadas a nivel local o
vecinal se denominan Seguridad Ciudadana.

Ejemplos de situaciones que alteran el Orden Público son las siguientes:


Huelgas, paros, bloqueo de carreteras, etc.
La seguridad ciudadana es una expresión del Orden Público aplicada al
ámbito local, manteniendo los aspectos derivados de la Constitución Política
y prevista en los Planes Nacionales.

Ejemplos de situaciones que alteran la Seguridad Ciudadana son los Robos,


asaltos, pandillaje, prostitución, etc.

III.2. Evolución del Término

El concepto de orden público ha ido modificándose a lo largo del tiempo.


Originariamente, este es el concepto liberal que emana y que regula en la
Declaración de los Derechos del hombre.

Nadie puede ser inquietado por sus opiniones, incluso las religiosas,
siempre y cuando su manifestación no altere el orden público establecido
por la ley. Este tema, tiene que ser interpretado sistemáticamente y puesto
en relación con Todas las constituciones de Sud América.

La libertad consiste en poder hacer todo lo que no sea perjudicial al otro.


Así, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tienen otro
límite que aquellos que aseguren a los otros miembros de la sociedad el
disfrute de estos mismos derechos; Estos límites sólo pueden estar
determinados por la ley. Por lo tanto, el concepto de orden público del
ámbito estricto de la libertad ideológica será: El orden público se establece
como garantía y límite de la libertad y, como ésta, consiste en que nadie
puede hacer nada que sea perjudicial a los demás.
Entonces no debemos de perder nunca de vista, libertad y seguridad son
dos caras de la misma moneda: Sin seguridad no hay libertad (ya que la
falta de ésta, inquieta el libre ejercicio de los derechos y libertades del
ciudadano) y sin libertad no puede haber una auténtica seguridad (ya que la
seguridad sin libertad comporta un régimen autoritario).

Con la globalización, este concepto de orden público, evolucionará hacia el


de seguridad ciudadana mucho más amplio, y que incorpora los valores del
Estado social y democrático de Derecho. Ahora bien, en general, en el
Mundo no se ha producido un cambio de denominación, sino de contenido
del concepto.

En efecto, hoy por hoy en la Europa continental, la expresión orden público


sigue utilizándose como garantía de la seguridad pública, lo que ha
cambiado es el contenido del concepto que paulatinamente ha ido pasando
desde el forzar a los ciudadanos a la obediencia de la norma, lo más
primario, a la garantía de la calidad de vida de los mismos.

El origen moderno del concepto seguridad ciudadana es consecuencia


directa de otro concepto del siglo XVIII al inicio de la Edad Contemporánea:
el orden público.3 Este es un concepto liberal que aparece en el artículo 10
de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789,
documento fundamental de la Revolución Francesa: Nadie puede ser
inquietado por sus opiniones, incluso las religiosas, siempre y cuando su
manifestación no altere el orden público establecido por la ley.
Además el artículo cuatro del mismo documento relaciona la libertad
individual con este concepto: La libertad consiste en poder hacer todo lo que
no sea perjudicial al otro. Así, el ejercicio de los derechos naturales de cada
hombre no tienen otro límite que aquellos que aseguren a los otros
miembros de la sociedad el disfrute de estos mismos derechos; estos
límites sólo pueden estar determinados por la ley.

En este sentido, si extendemos el concepto de orden público como


limitación a la libertad ideológica del artículo noveno, a la definición de
libertad individual del artículo cuarto, aparece el concepto de orden
público: El orden público se establece como garantía y límite de la libertad y,
como ésta, consiste en que nadie puede hacer nada que sea perjudicial a
los demás.

III.3. Características del Orden Público

El orden público, como límite de los Derechos Humanos tiene como


características fundamentales:

 La aplicación de la cláusula de orden público debe respetar


rigurosamente las garantías normativas, especialmente los principios
de legalidad y jerarquía normativa. A tenor de ellos, deben definirse
por la ley los supuestos que dan lugar a la excepción del orden
público; las competencias que corresponden a las autoridades
administrativas en la adopción de las medidas de que se trate; la
imposibilidad de que sus disposiciones violen normas de rango
superior, etc.
 Debe existir una congruencia y proporcionalidad entre los medios
empleados para mantener el orden público y los fines que se deseen
alcanzar, referidos necesariamente a la evitación o remedio de
efectivos desórdenes.
 La aplicación del orden público en la esfera de los derechos
fundamentales debe entenderse siempre de carácter excepcional, sin
que quepa una aplicación arbitraria, caprichosa o extensiva de esta
cláusula.
 Los tribunales deben ser en última instancia quienes salvaguarden
(especialmente a través de los recursos de constitucionalidad y
amparo) los derechos fundamentales ante posibles arbitrariedades
de la administración.

III.4. Distintas manifestaciones del orden público

En realidad, el orden público tiene para el mundo jurídico múltiples


manifestaciones, según sea el área en que se analice. En términos muy
generales puede decirse que integra el orden público todo aquello que viene
impuesto por la autoridad a las personas, y que actúa como límite a
su libertad.

De este modo, en Derecho privado, el orden público actúa como un límite a


la autonomía de la voluntad en virtud del cual resultan nulos los actos o
contratos cuyo contenido sea contrario a los intereses colectivos de una
comunidad, manifestados en principios y reglas de Derecho.

Según su contenido se habla de orden público económico, laboral, etc.


En cambio, en Derecho público, el orden público está representado por la
tranquilidad y paz social que proviene del respeto generalizado
al ordenamiento jurídico. El "mantenimiento del orden público" habilita a
la Administración pública, a través de la ley, para imponer órdenes,
prohibiciones y sanciones.

Desde el punto de vista del Derecho administrativo, la noción de «orden


público» constituye un «título de intervención». En un sentido similar, a
causa de los procesos de expansión del derecho penal que se vive en
algunos países iberoamericanos, el orden público es objeto de protección a
través de sanciones en el ámbito del Derecho penal. De este modo, los
«atentados al orden público», entendido como un determinado estado de
cosas en los espacios públicos, puede incluso constituir delito y llevar
aparejado el cumplimiento de una pena.

III.5. La Ley

Desde un punto de vista material o sustancial, ley es toda regla social


obligatoria, emanada de autoridad competente. Por lo tanto, no sólo son
leyes las que emanan del Poder Legislativo, sino también la Constitución,
los decretos, las ordenanzas municipales.

Desde un punto de vista formal, se llama ley a toda disposición sancionada


por el Poder Legislativo, de acuerdo con el mecanismo constitucional.
- Caracteres

1) La generalidad.

2) La obligatoriedad. Es de la esencia de la ley; para asegurar su


cumplimiento y real vigencia contiene siempre una sanción para el que la
viole, sanción que en el orden civil puede ser la nulidad del acto contrario a
la ley, la indemnización de los daños y perjuicios ocasionados a terceros,
etc.

3) Debe emanar de autoridad competente.

- Clasificación de las leyes

a) Por su estructura y la técnica de su aplicación: las leyes pueden ser


rígidas o flexibles.

Las rígidas son aquellas cuya disposición es precisa y concreta; al


aplicarlas, el juez no hace sino comprobar la existencia de los presupuestos
o condiciones legales e impone la única consecuencia posible, claramente
fijada en la ley.

Las flexibles, por el contrario, son elásticas, se limitan a enunciar un


concepto general, fluido; el juez al aplicar la ley, tiene un cierto campo de
acción dentro del cual se puede mover libremente.
- Estándares jurídicos

Estas fórmulas flexibles han tenido especial difusión en el derecho


anglosajón y pueden definirse como la medida media de conducta social
correcta.

Por la naturaleza de la sanción

1) Leyes perfectae son aquellas en que la sanción es la nulidad del acto.

2) Leyes plus quam perfectae son aquellas en que la sanción consiste no


sólo en la nulidad del acto sino también en una pena civil adicional.

3) Leyes minus quam perfectae son aquellas en que la sanción no


consiste en la nulidad del acto, sino en una pena que podemos llamar
menos importante.

4) Leyes imperfectae son las que carecen de sanción; asumen la forma de


consejo o indicación general, pero su violación no trae aparejada ninguna
consecuencia legal.

Por su validez en relación a la voluntad de las personas

1) Leyes imperativas: las que prevalecen sobre cualquier acuerdo de la


voluntad de las personas sujetas a ellas; deben cumplirse aun cuando
ambas partes crean preferible otra regulación de sus relaciones jurídicas.
En algunos casos asumen la forma de mandatos y en otro de
prohibiciones, pero en cualquier caso los particulares no pueden dejarlas
sin efecto. Este concepto se vincula con el de ley de orden público.

2) Leyes supletorias o interpretativas: son las que las partes de común


acuerdo pueden modificar o dejar sin efecto. Sólo tienen efecto en la
hipótesis de que los interesados nada hayan dispuesto sobre el particular.
Por eso se llaman supletorias, puesto que suplen la voluntad de las partes
inexpresada en los contratos. Es por ello que el legislador procura
interpretar lo que hubieran establecido los contratantes y por esto se llaman
también interpretativas. Además, si las partes no están de acuerdo con la
solución legal pueden, de común acuerdo, dejarla sin efecto y convenir
cualquier otra regulación de sus relaciones jurídicas.

A veces el carácter imperativo o supletorio surge de la misma norma legal,


pero otras veces la ley nada dice y se presenta entonces el problema grave
de si las partes pueden o no apartarse de aquélla. Entonces debe tenerse
en cuenta esto: si la norma se ha establecido en atención a intereses
sociales, públicos, colectivos, debe considerarse imperativa; si por el
contrario, sólo se ha tenido en cuenta los intereses de las partes, si
únicamente se ha querido reglar relaciones particulares, la ley es
supletoria.

III.6. Leyes de Orden Público

Existen dos teorías respecto de qué es una ley de orden público.


a) Punto de vista clásico : entiende que las leyes de orden público son
aquellas en las que están interesadas de una manera muy inmediata y
directa, la paz y la seguridad sociales, las buenas costumbres, un sentido
primario de la justicia y la moral. Dicho en otras palabras, las leyes
fundamentales y básicas que forman el núcleo sobre el que está
estructurada la organización social.

Esta postura entiende que:

a) estas leyes no pueden ser dejadas sin efecto por acuerdo de las partes
en sus contratos.

b) el principio de que las leyes no tienen carácter retroactivo no juega en


materia de estas leyes de orden público.

c) en el caso que los jueces deben aplicar una ley extranjera, estas leyes no
deberán aplicarse si esa aplicación importa desplazar una ley nacional de
orden público.

d) nadie puede invocar un error de derecho para eludir la aplicación de una


ley de orden público, dado que el error de derecho no puede jamás ser
invocado para eludir la aplicación de ninguna ley.

b) Teoría que identifica las leyes de orden público con las leyes
imperativas: Entiende que una cuestión se llama de orden público cuando
responde a un interés general, colectivo, por oposición a las cuestiones de
orden privado, en las que sólo juega un interés particular. Por eso las leyes
de orden público son irrenunciables, imperativas: por el contrario las de
orden privado son renunciables, permisivas y confieren a los interesados la
posibilidad de apartarse de sus disposiciones y sustituirlas por otras.

Por ello debemos repetir que leyes imperativas y de orden público son
sinónimos. Actualmente es el concepto que prevalece: si una ley es de
orden público, las partes no pueden dejarla sin efecto en sus contratos.
Además, se piensa que no tiene ninguno de los otros efectos que se le
atribuyen:

a) Con relación al problema de la retroactividad de la ley, la idea de la ley de


orden público no juega el más mínimo papel.

b) Con relación al error de derecho, la cuestión no existe en nuestro


derecho positivo.

c) Queda subsistente el problema de la ley de orden público como valla de


la aplicación de una ley extranjera. Se aconseja que toda legislación
determine, con la mayor precisión posible, cuáles son aquellas de sus leyes
que no podrán ser descartadas por una ley extranjera. Es lo que muchos
años antes había hecho nuestro codificador en el artículo 14 donde se
enumeraban las leyes que por ningún concepto podían ser descartadas por
las extranjeras.
III.7. Orden público y validez de los actos jurídicos

Se establece "que las convenciones de los particulares no pueden dejar sin


efecto las leyes, en cuya observancia estén interesados el orden público y
las buenas costumbres".

No cabe duda que este precepto sirve de clara apoyatura a la doctrina que,
para superar las dificultades de las definiciones de orden público, las
identifican con las leyes imperativas.

Se establece que: "las leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de


orden público, salvo disposición en contrario".

Así mismo se establece que el orden público interno impide la aplicación de


una ley extranjera. Ello no está ponderado así expresamente ya que se
establece los supuestos en los cuales la ley extranjera no puede ser
ponderada por un juez nacional para resolver un caso, aparece claro que lo
que impide o veda la aplicación de una ley extranjera es que ella se oponga
a un precepto o norma de orden público nacional.

III.8. Jerarquía de las Leyes

Supremacía de la Constitución Plurinacional

El derecho positivo está organizado sobre la base de la Constitución


Plurinacional. Todas las restantes normas (leyes, decretos y Resoluciones)
deben ajustarse a ella; y si no lo hicieren, la persona afectada puede pedir
la declaración de inconstitucionalidad por vía del recurso extraordinario ante
la Corte Suprema de Justicia. Este Tribunal es, por lo tanto, el guardián
supremo de la Constitución.

Por debajo de la Constitución Plurinacional están las leyes nacionales o


municipales. Subordinados a éstas están los decretos reglamentarios
dictados por el Órgano Ejecutivo. Finalmente, las ordenanzas municipales
deben subordinarse a la legislación local.

Leyes nacionales y Municipales

La Constitución Plurinacional deslinda el llamado derecho Departamental


(que interesa a la Nación como tal) y el derecho común o local, reservado
para las provincias. La idea central es que el derecho Departamental es de
excepción y que, por lo tanto, toda materia no delegada al Estado es propio
de los departamentos.

En la organización institucional de nuestro país, constituido en forma


Plurinacional existen dos legislaciones paralelas: la nacional y la
departamental.

Las leyes nacionales abarcan toda la materia reservada al Estado: aduanas,


contribuciones directas, relaciones con otros países, defensa nacional,
navegación de los ríos. También son leyes nacionales los Códigos Civil,
Comercial, Penal y de Minería. La Constitución Plurinacional, con el
propósito de unificar la legislación en todo el país, dispuso que debían ser
dictadas por el Congreso.
Las leyes departamentales comprenden todos los poderes no delegados en
el Gobierno Estatal por la Constitución Plurinacional o por convenios
posteriores realizados entre el Gobierno del Estado y las Gobernaciones. En
particular, les está reservado todo lo relativo a su organización interior, su
administración de justicia, régimen municipal, educación primaria, etc.

Vigencia de la ley; formas de derogación

La ley mantiene su vigencia hasta ser derogada por otra. La derogación


puede ser expresa o tácita. En el primer caso, la nueva ley dispone
expresamente la derogación de la anterior; en el segundo la nueva ley
resulta contradictoria o incompatible con la anterior. Esta colisión se
resuelve naturalmente por la prevalencia de la ley posterior; este principio
se expresa diciendo que toda ley posterior deroga la anterior en lo que se le
opone.
IV. CONCLUSIONES

El orden público es el núcleo, el aspecto central y más sólido y perdurable,


del orden social.

Es el conjunto de aquellas características y valores de la convivencia que


una sociedad considera como "no negociables".

Se lo considera sinónimo de convivencia ordenada, segura, pacífica y


equilibrada. Es objeto de una fuerte reglamentación legal, para su tutela
preventiva, contextual, sucesiva o represiva.

El orden público es un elemento esencial que el Estado debe custodiar,


mantener y proteger a efectos que las políticas que el mismo persiga, no lo
alteren, no lo distorsionen y por otra parte necesita que el mar donde el
mismo coexiste con otros diversos parámetros sociales no se agite como
producto de los reclamos del pueblo, originado-a veces- por ciertas medidas
contrarias a sus expectativas, más aun, opuestas a los derechos que le
asisten.

Ese orden público, también, es muy tenido en cuenta en la principal norma


que regula nuestro derecho privado. En efecto, el Código Civil hace
referencia a este instituto en varios de sus artículos.

En el Derecho Constitucional se lo considera como el límite para el ejercicio


de los derechos individuales y sociales. En el Derecho Privado, es el límite
para la autonomía negociadora de las partes. En el Derecho Internacional
Privado, es el límite para la aplicación del reenvío: la aplicación de la norma
extranjera, que sería viable según otros criterios, no resulta aplicable si
afecta el orden público del país de aplicación.

El Derecho Internacional Público también considera la existencia de un


orden público internacional, formado por los principios constitucionales de la
comunidad de naciones; es considerado el límite de la actividad contractual
y de la práctica consuetudinaria interestatal.

El orden público no constituye una noción que pueda configurarse a partir


de la declaración formal contenida en una ley. Por el contrario, ha sido
criterio constante de la Suprema Corte de Justicia que corresponde al
juzgador examinar su presencia en cada caso concreto, de tal suerte que se
perfila como un concepto jurídico indeterminado de imposible definición
cuyo contenido sólo puede ser delineado por las circunstancias de modo,
tiempo y lugar que prevalezcan en el momento en que se realice la
valoración.

En todo caso, para darle significado, el juzgador debe tener presentes las
condiciones esenciales para el desarrollo armónico de la comunidad, es
decir, las reglas mínimas de convivencia social; en la inteligencia de que la
decisión que se tome en el caso específico no puede descansar en meras
apreciaciones subjetivas, sino en elementos objetivos que traduzcan las
preocupaciones fundamentales de la sociedad, siempre buscando no
obstaculizar la eficacia de los derechos de tercero.
BIBLIOGRAFÍA

 ANGARITA CAÑAS, PABLO EMILIO. “La Seguridad Ciudadana:


Nuevo Reto en la Defensa de los Derechos Humanos. Junio 2012.
 BLANCO, RAFAEL; HUGO FRÜHLING. (2013) “Proposiciones de
políticas públicas en materias de seguridad ciudadana”. En
“Seguridad ciudadana y políticas públicas”. Blanco Rafael; Hugo
Frühling y Eugenio Guzmán (Universidad Andrés Bello, CED e
Instituto de Libertad y Desarrollo).
 BOLIVIA. POLICÍA NACIONAL. Manual de organización y funciones:
Escuela de Seguridad Ciudadana. La Paz, PN, 2013. 39 p.
 CABANELLAS. Diccionario Jurídico. 8va. Edición actualizada y
ampliada. Editorial Interamericana. México DF – México. 2004.
 GARCÍA GARCÍA, EMILIO. Derechos humanos y calidad de vida, en
Graciano González (ed.), op. cit.
EL ORDEN PÚBLICO

INDICE

I. INTRODUCCIÓN

II. OBJETIVOS
II.1. Objetivo General
II.2. Objetivos Específicos

III. DESARROLLO DE TEMA


III.1. EL Orden Público
III.2. Evolución del Término
III.3. Características del Orden Público
III.4. Distintas manifestaciones del orden público
III.5. La Ley
III.6. Leyes de Orden Público
III.7. Orden público y validez de los actos jurídicos
III.8. Jerarquía de las Leyes

IV. CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

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