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^ TOMO III
POR
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DE D A ACADEMIA FRANCESA
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L A R E V O L U C I O N
TOMO II
L A C O N Q U IS T A J A C O B IN A
TRADUCCIÓN POR
t ES T B R . Ì L K T
íí Profesor en el Ateneo de Madrid.
if te ^ # i fe;
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MADRID
. L A ESPAÑ A MODERNA
LOPEZ DE HOTOS, 6
(esquina & Serrano, 114)
f ; 26 8 7
Otras obras de H. Taine, que se lraiian de venta en la
Administración de LA ESPAÑA MODERNA
L 03 O R IG E N E S
DELA
f KAN a r CONTEMPORAÑÉ A
por KC_ T^USTIE
CAPITULO PRIMERO
□
Formación del nuevo órgano político.1-!. Principio del
□
partido revolucionario.—Sus aplicaciones.—II. Forma
ción del jacobino.—Los elementos de su carácter consi o
derados en la especie humana.— Cómo se desarrollan en
el nuevo régimen.—Efecto del medio sobre la·im agina- .
ción y4as ambiciones.—Provocación á la utopía, desbor
□
damiento de la palabra, desarreglo de las ideas.—Pues
tos vacantes, codicias, desorden del corazón.—III. Psi
□
cología del jacobino. — Su procedimiento intelectual.—
Dominio de las fórmulas y supresión de los hechos.—A l
teración del·equilibrio mental. —Indicios de esta altera
□
ción en el estilo revolucionario.—Lenguaje y alcance del
espíritu jacobino.—En qué es pernicioso su procedimien
□
to.—En qué es eficaz.—Ilusión que produce. IV . Pro
mesas de la teoría . —Cómo halaga al amor propio que
r
6 LOS ORÍGENES DE L A FRANGIA
III
□
18____________ LOS ORÍGENES DE LA FRA N CIA
>-** · · -
POR H. TAINE 19
POR H. TAINS 21
D
ese club, no distingue nada, y en ese más allá confu
D
so pasan los Idolos vacíos de sus utopias. Pero, cuando
se trata de tomar al asalto el poder ó de ejercer arbi
□
trariamente la dictadura, su rigidez mecánica le sir □
ve, en vez de perjudicarle. No se vé entorpecido, como
el hombre de Estado, por la obligación de informarse,
de tener en cuenta los precedentes, de consultar las
estadísticas, de calcular y seguir por adelantado, en
veinte direcciones, los contragolpes próximos y leja
nos de sus obras, al contacto de los intereses, de los
a
hábitos-y de las pasiones de diversos géneros. Todo
esto es rancio, superfino: el Jacobino sabe en seguida
cuál es el gobierno legítimo y cuáles son las buenas le
yes; para construir como para destruir, su procedi
miento rectilíneo es el más pronto y el más enérgico. o
Porque, si se requieren largas reflexiones para des
-sJ
entrañarlo que conviene á los veintiséis millones de
franceses, basta con una ojeada para saber lo que quie
ren los hombres abstractos de la teoría. En efecto, la
teoría los ha cortado á todos por el mismo patrón y
no les ha dejado sino una voluntad elemental; por de
finición, el autómata filosófico quiere la libertad, la L J
IV
O
C A PITU LO II
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ri
POR H . TAINE 37
— □
42 LOS ORÍGENES DE L A F R A N C IA
D
46 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
se aplaza la causa.
Cítase de nuevo en varias ocasiones, y ahora se tra
ta de obligar á los jueces. Un tal Mandart, autor de un
folleto sobre la soberanía del pueblo, se levanta en me
dio de la concurrencia y declara que Bailly, alcalde
de París, presidente del tribunal, debe recusarse en
aquel asunto. Bailly accede, según costumbre, disimu
lando su debilidad bajo un pretexto digno: «Aunque un
juez, dice, no debe ser recusado sino por las partes,
basta que un solo ciudadano haya manifestado su de
seo, para que acceda y deje este puesto.» En cuanto
á los otros jueces, insultados, amenazados, concluyen
•por doblegarse también, y, por un sofisma que pinta
bien la época, descubren en la opresión que sufre el
oprimido un medio legal de dar color á su negación de
la justicia. M. Etienne les ha significado que no podía
comparecer en la Audiencia, como tampoco su defen- '
sor, porque corren riesgo de la vida; el tribunal decla
ra qúe «á Etienne, por no haber comparecido en per
sona, ó representado por un defensor, no se le admite
sudemanda y se le condena al pago de costas».
Los dos periodistas entonan en seguida un canto de
victoria, y sus artículos, esparcidos en toda Francia,,
propagan la jurisprudencia encerrada en la senten- .
POR H . TAINE 47
□
O
50 LOS ORÍGENES DE L A FRANCIA
IV
En efecto, no hay en Francia soeiedad más autori
zada ni más antigua; nacida antes de la Revolución,
data del 30 dé Abril de 1789.
Apenas llegados á Versalles, los diputados de Quim-
per, de Hennebon y de Pontivy, quienes desde los es
tados de Bretaña habían aprendido la necesidad de
concertar sus votos, alquilaron una sala en común, y
enseguida, con Mounier, secretario de los estados del
Delfinado, y varios diputados de las otras provincias,
■· fundaron una reunión que había de durar. Hasta el 6
i" de Octubre no comprende más que representantes; en
seguida, trasladada á París, á la calle de Saint-Hono-
ré, en la biblioteca del convento de los jacobinos, ad-
■ mite entre sus miembros hombres importantes ó eono-
cidos; en primera línea Condoreet, después Laharpe,
Chenier, Chanfort, David, Taima, escritores y artis
tas, llegando pronto á más de mil personas notables.
Nada más serio que su aspecto: hay allí doscientos,
trescientos diputados, y sus estatutos parecen combi
nados para congregar á personas verdaderamente
selectas. No se admite á nadie sin previa presentación
de diez miembros y mediante votación. Para asistir á
52 LOS ORÍGENES DE L A FRANCIA
- □
54 LOS ORÍGENES DE L A FR AN CIA
V
A primera vista su triunfo parece dudoso, porque
no son más que una minoría, una minoría muy pe
queña. · — — — — — — --------- :—
Revolucionarios de todos matices y de todos grados*
en Besançon, en Noviembre de 1791, de más de tres
mil electores, no se encuentran arriba de quinientos ó
□
POR H . TAINE 57 □
seiscientos, y en Noviembre de 1792 no aumenta la □
cifra entre los seis á siete mil electores.
E n P a rís, en N oviem bre de 1791, son seis m il sete
□
cientos entre m ás de ochenta y un m il inscritos; en
Octubre de 1792, de seiscientos sesenta m il in scrito s,
hay menos de catorce m il.
En 1792, en Troyes, de siete mil electores, y de ocho
mil en Strasburgo, no encuentran más que cuatrocien
tos ó quinientos.
Por lo tanto, constituyen á lo más la décima parte □
de la población electoral, y todavía si se ponen apar-
D
; téTos girondinos, los semimoderados,este número se ~
reduce á la mitad. A fines de 1792, en Besançon, de
veinticinco á treinta mil habitantes, no se descubren
más que trescientos jacobinos puros, y en París, de se
tecientos mil habitantes, tan sólo cinco mil; segura
mente que en la capital, en donde son más exaltados y □
más numerosos que en otras partes, ni aun en los días de
crisis, y pagando vagabundos y reclutando bandidos,
□
pasarán nunca de diez mil. En una gran ciudad como
e.
Tolosa, el representante comisionado del pueblo no ten
drá en su apoyo sino cuatrocientos hombres. Contad □
unos cincuenta en cada villa, quince ó veinte en cada
pueblo, cinco ó seis en cada aldea; por término medio □
de cada quince electores y guardias nacionales no se
encuentra más que un jacobino, y en toda Francia to □
ctos^lósl'acóbinÓsTéüñidós ño líégáñ á trescientos mil.
□
No-es un número para sojuzgar á seis ó siete millo------ -------
nes de hombres hechos y p a ra extender sobre un país □
que contiene vein tiséis m illones de habitantes un des-
potismo m ás absoluto que el de los soberanos a s iá ti- ------ □
eos. Pero la fuerza no se m ide por e l número; son una
agrupación en una m ultitud, y en una m u ltitu d des □
organizada, inerte, una agrupación decidida á todo
□
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58 LOS ORÍGENES B E LA F R A N C IA
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LIBRO SEGUNDO
□
La. p r i m e r a e ta p a d e la coxxq/ixista..
C A P I T U L O P R IM E R O
□
Sabida de los jacobinos al poder.—Elecciones de 1791.—
Proporción de los puestos que lian conquistado.-“-I. Sus □
instrumentos de sitio.—‘Medios empleados para rechazar
á la mayoría de los electores y á los candidatos mo dora □
dos. Frecuencia de las elecciones.—Obligación del ju ra
mento.—II. Disgustos y peligros de las funciones p ú bli
cas. —Los constituyentes excluidos de la Legislativa.—
III, El derecho de reunión retirado á los amigos de
orden. — Violencias contra sus círculos, en París y en
provincias.— Prohibición legal de las asociaciones con
servadoras.—IV. Violencias en las elecciones de 1790.— □
Las elecciones en 1791.—Efecto de la evasión del rey.—
Las visitas domiciliarias.—Mortagne durante el período
electoral. — V. Intimidación y retirada de los modera
□
dos.—Explosiones populares en Borgoña, en el Leone
sado, en Provenza y en las grandes poblaciones.— Proc e
□
dimientbs elector ales delosjacobin os; ejemplosen Aix,
D ax y Montpéllier.—I mpunidad de los perturb adores. — □
Denuncias Dominadoras.—Manejos sobre ios campes! nos
— Táctica general de los jacobinos. □
En Junio de 1791, y durante los cinco meses que □
siguieron, los ciudadanos activos son convocados para
nombrar sus representantes electivos, y sabido es que □
según la ley, los hay de todo grado y de toda especie;
* ■■ 1 . ■ - \ ‘■ 5 □
□
66 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
II
□
70 LOS ORIGENES DE L A FRANCIA
III
Si, á pesar de tan adversas condiciones, intentan la
lucha, se encuentran p aralizad as desde los primeros
pasos. Porque p a ra preparar una cam paña electoral,
se necesita previam ente congregarse, conferenciar,
ponerse de acuerdo, y la facu lta d de asociación que la
le y les concede de derecho, se la re tira n de hecho sus
adversarios.
P ara empezar, los jacobinos han insultado y «silba
do» á los miembros de la derecha que se reunían en el
Salón francés de la calle Real, y, según la regla ordi
POR H. TAINE 71
POR H . TAINE 73
□
¡ ellos oficíales, magistrados, las personas más cultas y □
•más corteses; en suma, lo m ejor de la población. R e
□
uníanse para razo nar y h a b la r juntos, y su círcu lo,
instituido desde hacía mucho tiempo, pasaba n a tu ra l
mente de la lite ratu ra á la política.
o
Contra todas estas sociedades p rovinciales ha salido □
tina orden de la ca lle de Saint Honoré: «Son focos de
conspiración; hay 'que vigilarlos» incesantemente y en □
seguida apagarlos.
U nas veces, como en Cahors, un pelotón de guar
□
dias nacionales,-que v u e lv a de una_ expedición contra
unos gentileshombres de las cercanías, quiere rem a
-ti
tar su tarea, invade el círculo, «tira los muebles por □
lá ventana y derriba la casa».
Otras veces, como en Perpiñan, el populacho, amo □
tinado, rodea el círcu lo bailando la faránd ula y g ri
tando ¡ A l a l i n t e r n a ! L a casa es saqueada, y ochenta
□
miembros, llenos de golpes, son encerrados en la ciu-
dadela p a ra que estén seguros.
□
E n otras ocasiones, como en Aix, el club jacobino □
va á in su lta r á sus adversarios en su misma casa y
provoca una reyerta: en seguida el m unicipio sélla la s □
puertas del círcu lo asaltado y manda prender á sus
miembros.
□
Siempre les castigan por la s violencias que sufren;
su sim ple existencia parece un delito; en Grenoble,
□
los dispersan apenas congregados. Efectivam ente, son □
sospechosos de «incivismo»; pueden tener m alas im
tenciones; en todo caso, dividen la población en dos □ '
campos, v esto basta. ___ ______
E n el Gard, por tendencia del departamento quedan □
disueltas todas sus sociedades, porque son. «centros dé
m alquerencia». E n Burdeos, el municipio, consideran
□
do «que se propagan rumores alarm antes, que los □
□
74 LOS ORÍGENES DE L A FRANCIA
IV
¿Podrán, por lo menos, votar libremente en aquel
día? La cosa no es segura, y, por los ejemplos del año
precedente, pueden ponerlo en duda.
En Abril de 1790, en Bais-d'Aisy, en Borgoña, M r. de
POR H. TAINE 75
□
78 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
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POR H. TAINE 79
.Y
I
Si es cierto que una nación debe estar representada
por lo más selecto, F ra n c ia lo estuvo, singularm ente
durante la revolución. De .asamblea en asamblea, se
ve bajar el n iv e l político; sobre todo de la Constitu
yente á la L e g isla tiva , la caíd a es profunda. Los acto-
res reconocidos se han retirado en el momento en que
em pezaban á com prender sus papeles; más aún: se
han excluido eTlos mlsmós del teatro, «La A sam blea
precedente, escribe un embajador, encerraba en su
seno grandes talentos, grandes fortunas, grandes nom
bres; con esto se im ponía a í pueblo,- aunquerésfe o d ia
ra toda distinción personal. L a Asam blea actual no es
casi más que el consejo de abogados d@ todas las po
blaciones de Fran cia.»
86 LOS ORÍGENES DE L A FRANCIA
II
¿Cómo es posible que hombres serios h ayan escu
chado hasta el fin semejantes lucubraciones?
«Yo soy labrador, dice un diputado; me atrevo
ahora á a la b a r la antigua nobleza de m i arado. Unos
bueyes han sido los puros é incorruptibles notarios
ante los que mis buenos antepasados han hecho los
;"bontratos; su autenticidad, mejor trazada en la tie rra
•'que en-frágiles pergaminos, está a l abrigo de todas las
■revoluciones p osibles,»
¿Concíbese que el ponente de una le y por la que
, se v a á desterrar ó á en carce lar á cuarenta m il sa
cerdotes aporte, á m anera de argumentos, semejan
tes tonterías? «He visto en los campos las antorchas
del himeneo no a rro ja r sino una lu z p álid a y sombría,
ó cam biadas en teas de furias, el esqueleto odioso de
la superstición sentarse hasta en el lecho im p erial,
colocarse entre la n aturaleza y los esposos, y conte
ner la más im periosa de las inclinaciones.., ¿Estás
contenta, oh Roma? ¿Eres acaso como S atu rn o , á
quien h a y que ofrecer todos los días nuevos holocaus
tos?... Marchaos, artífices de discordias: el suelo d é la
lib ertad está cansado de llevaros. ¿Queréis ir á resp i
ra r el aíre del monte. Aventino? L a nave de la p a tria
estát-V-a-rB^ana^ada·:- nig-0 ---enÁa-.nrüla.lo^_grito.s impa-
cientes de los marineros; el viento de la libertad h in
chará las velas; iréis, cbmo^Terémaco, á "buscar á vues-:
tro padre por ios mares; pero nó tendréis que temer
los escollos de. S ic ilia n i las seducciones de una E u ca -
riá.» Conceptismos de pedante, prosopopeyas de retó
rico, in vectivas de energúmeno: éste es el tono re in a n
te, E n los mejores discursos aparece siempre el m is
mo defecto, la exaltación del cerebro, la m anía de las
90 LOS ORÍGENES DE L A FRANCIA
III
IV
En una asam blea asi com puesta y rodeada, pre-
vése de qué lado se in c lin a rá la b a la n za .
A través de la s m a lla s de la red e le cto ra l que los
jacobinos han tendido sobre todo e l te rrito rio , un cen
ten ar de personas honradas, de m érito ordinario, casi
sensatas y bastante resueltas, Mathieu, Dumas,T)u·
molard, Beequet, Gorguereau, Vanblanc, Beugnot,
Girardin, Eaoiond, Jancourd, han podido pasar y for
mar la derecha. Resisten lo mejor que pueden, y pa-
rece que se han conquistado l a mayoría. Porque, de
los 400 diputados que constituyen el centro, 164 están
inscritos con élló's en los fuldenses, y el resto, bajo el 1
nombre de independientes, pretende no ser de ningún
partido; además, por tradición-monárquica, todos es
tos 400 diputados respetan al rey; á su timidez y á su
buen sentido les repugnan las violencias; desconfían
de los jacobinos, tienen miedo de lo desconocido, qui
sieran hacer que se observara la constitución, y v i
vir tranquilos. Pero los dogmas'pomposos del catecis
mo revolucionario ejercen aún sobre ellos todo su
prestigio; no comprenden- que la constitución que
aman produce la anarquía que detestan; cometen «la
tontería de dolerse de los efectos jurando mantener
las causas; son una falta total de carácter, de'unión y
de atrevimiento», flotan entre deseos contradictorios,
y sus veleidades de orden no esperan para tornarse
en sentido contrario sino el Srñpulso fijo-de una fuerte
voluntad.
Sobre esta m ateria dócil, la izq u ie rd a puede tra b a
ja r eficazm ente. L a realid ad no com prende m ás que
POR H. TAINE 95
VI
r'"!
C A P IT U L O III
I •iS
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II
E n vano es que reclam en contra este desquiciam ien
to y este escándalo la s personas honradas á la A sam
blea; la A sam b lea, d irig id a y coaccionada por los ja
cobinos, no reform a la le y sino p a ra abrum ar á los
oprim idos y p a ra au to rizar á los opresores.
Sin d istin g u ir entre la s gentes arm adas de Coblentz,
á la s que tiene derecho á castig ar, y los fu g itivos tres
veces más num erosos, m ujeres, ancianos, niños, tantas
gentes ind iferentes é inofensivas, no solam ente los no
bles, sino tam bién los labradores, que no han m arch a-
108 LOS ORÍGENES BE LA FRANCIA
III
Con un poco de prudencia hubiera podido evitarlos.
Alegábanse dos agravias principales:unoporFran-
cia, otro por el Imperio.
De una parte, y muy justamente, Francia reclama
ba contra los agrupamientos de emigrados que el em
perador y los electores toleraban con perjuicio de
aquélla. Pero, en primer lugar, unos cuantos miles de
gentileshombres, sin soldados, sin almacenes y casi sin
dinero, no eran nada de temer, y, además, mucho an
tes de la hora decisiva, tal es agrupamientos fueron
dispersados al instante por el emperador en sus esta
dos propios, al cabo de quince días portel elector de
Trêves en su electorado.
De otra parte, en virtud de los tratados, los princi
pesAlemanés posesionados en Alsaeiá, reivindicaban
los'derechos feudales suprimidos en sus tierras fran
cesas, y la Dieta les prohibía aceptar la indemniza
ción ofrecida. Pero en la Dieta, nada era más usado
POR H . TAINE 113
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118 LOS ORÍGENES DE L A FRANCIA
IV
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122 LOS ORÍGENES DE L A F R A N C IA
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CAPITULO V i
•1
II
III
IV
□
No h a y en F ra n c ia un nido de bandidos sem ejante:
no es que una m iseria m ayor h aya producido a llí uña O -
jaq u e ría m ás salva je ; por e l co ntrario , antes de la re
volución, e l Condado era un p a ís de Jau ja: e l papa no □
im ponía contribuciones; los im puestos, m uy ligeros,
□:
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□ '
142 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
vora».
A l mismo tiempo, con la jaquería que desencadenan
desde la Dordogne hasta el Auyron, desde el Cantal
hasta los Pirineos y el Var, bajo pretexto de castigar
á los parientes de los emigrados, se forman un ejérci
ÿ to propio de ladrones y de indigentes, que, adelantán
dose á las hazañas del futuro ejército revolucionario,
mata, incendia, roba y se lanza en plena libertad so
- bre el indefenso rebaño de los propietarios de toda cla
se y categoría. En esta operación, cada Club tiene á
sus vecinos por aliados, y les hace ó recibe de ellos
152 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
II
III
IV
I
170 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
II
177
í
POR H TAINE
i
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(
278 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
■
supremos requerimientos y las últimas intimaciones.
¡Decepción profunda! Como en el 20 de Junio, él niega:
«Nunca ministros girondinos.»
Puesto que cierra una de las dos puertas, se pasará
por la otra, y si los girondinos no pueden reinar porg
él, reinarán sin él. En nombre de la comuna, llega Pe-
tion en persona á proponer el nuevo plan y reclamar
la destitución. «Una vez adoptada esta gran medida,
dice, como es muy dudoso que la nación pueda tener
confianza en la dinastía actual, pedimos que unos mi
nistros solidariamente responsables, nombrados por la
Asamblea nacional, pero, según la ley constitucional,
que no pertenezcan á ella, nombrados p o r él escrutinio
de los hombres libres votando en a lta voz, ejerzan previ"
sionalmente el Poder ejecutivo.» Mediante esta vota
ción en alta voz, se espera dominar los sufragios; no
será sino un nuevo decreto arrancado como tantos
otros, y hace ya tiempo que la mayoría sufre la mis
ma presión que el rey. «Si os negáis á lo que desea
mos, decía un pasquín del 23 de Junio, nuestros bra
zos están levantados, y caeremos sobre los traidores
allí donde se encuentren, incluso entre vosotros.»
«H ay entre vosotros, dice una petición del 6 de
Agosto, favoritos de la corte; perezca su inviolabili
dad, si tiene el poder funesto de poner impunemente
obstáculos á la voluntad nacional.»
En la Asamblea, las vociferaciones de las galerías
son espantosas, ahogan las voces de los diputados que
hablan en contra de la destitución; á fuerza de de-
POR H . TAINE
III
I
PO R H . TAINE 187
YI
X
188 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
V II
VIII
CAPITULO PRIMERO
II
¡fe
V Sigamos en la masa del partido el progreso de la
idea homicida. Constituye el fondo mismo del dogma
revolucionario, y así podrá decir con razón Collot-
d'Herbois, en la tribuna de los jacobinos: «El 2 de Sep
tiembre es el gran artículo del Credo de nuestra líber-
ip
tad.» La característica de los jacobinos es considerar»
se como un soberano legítimo y tratar á sus adversa
rios, no como beligerantes, sino como criminales. Son
criminales de lesa nación, están fuera de la ley y son
carne de cuchillo en todo tiempo y en todo lugar, has
ta cuando no se encuentren en condiciones de hacer
If/
•.daño. Así, el 10 de Agosto fueron pasados á cuchillo los
suizos que no se resistieron, en unión de todos los cria-
dos del castillo y hasta de personas, como M. de Oler-
mont-Tonnerre, que pasaban por la calle: esto, en len
guaje oficial, se llama ahora la justicia del pueblo, El
1 1 , los soldados suizos, recogidos en el edificio de los
Fuldenses, están á punto de ser asesinados; el popula
cho pide sus cabezas, «fórmase el proyecto de ir á todas
las cárceles de París para prender á los prisioneros y
hacer con ellos una pronta justicia». El 12 , «diversos
grupos de gentes del pueblo dicen que Pieton es un
malvado, porque ha salvado á los suizos en el palacio
Borbón». Los vencidos son «asesinos del pueblo», y el
14 de Agosto, los federados piden un consejo de gue
rra «para vengar la sangre de sus hermanos». Pero
»no basta con astigar los crímenes cometidos en. la
198 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
III
f. IV
m
POR H TAINE 213
í& * i 0 L IO T £ C A
r 81
CAPÍTULO II
I
û
Que cada pelotón jacobino se encuentra en su can-
I tón investido de la dictadura local, es cosa de derecho
natural, según los jacobinos, y desde que la Asamblea
nacional ha declarado la p atria en peligro, la cosa
entra en el derecho escrito. No solamente es esta la
teoría jacobina, sino también la teoría oficial. La
Asamblea nacional aprueba la insurrección, reconoce
el municipio, se disimula, abdica todo lo qué puede y
, no perm anece en su puesto provisionalmente, sino
para no dejar el puesto vacío. Sufre todas las imposi
ciones de lo que entonces se ilam a el pueblo soberano;
no se a trev e á oponerse á sus crímenes; más aún, con
\ là firma de sus ministros, los autoriza: Roland ha fir
mado la misión de Fournier en Orléans; Danton ha
v mandado á toda F rancia la circular de M arat; el con*
sejo de ministros servía p ara regenerar los departa
rnentos, á los más juiciosos del partido, quienes p re
gonan en toda su pureza el dogma jacobino: «Anun-
·, cían abiertam ente que ya no hay leyes, que cada cual
es amo, puesto que el pueblo es soberano; que cada
fracción de la nación puede tom ar las medidas que
le convenga en nombre del bien de la patria. «En
Lisieux, Dufour y Momoro predican la ley agraria. En
Dcuai otros predicadores parisienses dicen á la so
ciedad popular: «Alzad cadalsos, que los baluartes de
la ciudad estén llenos de horcas, y colgad á los que no
sean de nuestro parecer.» Todo esto se halla de p e r
fecto acuerdo con los principios, y los periódicos, sa-
I
218 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
1 II
I
I
I
POR H . TAINE 219
IV
·* ‘ a.
POR H, TAINE 29.3
tem plar el estado del país que adm inistra. Sus em
pleados han puesto sobre la mesa la correspondencia
de las diez últimas semanas, clasificada por orden; al
margen, encuentra el resumen de sus propias res
puestas; ante su vista hay un m apa de F ran cia, y,
partiendo del Mediodía, sigue con el dedo el gran c a
mino habitual. A cada etapa, hojea el legajo corres
pondiente, y despreciando innum erables violencias,
recoge solamente las grandes hazañas revoluciona
rias. Pienso que Im e . Roland tra b a ja con él, y los dos
esposos, solos á la luz de la lám para, reflexionan al
ver obrar á la bestia feroz que han soltado, tanto en
provincias como en París.
Miran prim eram ente al extremo meridional de Fran»
:cia. Allí, en el canal de los Dos Mares, en C arcasona,
el populacho se ha apoderado de tres barcos con car-*
gamento de granos, ha exigido víveres, después una
disminución en el precio del trigo, luego los fusiles y
cañones del entrepuente, después las cabezas de los
administradores; el inspector general ha sido herido á
hachazos y muerto el procurador síndico del d e p a rta
mento. El ministro sigue con la m irada el camino de
Carcasona á Burdeos, y á derecha é izquierda encuen
tra huellas de sangre. En Castres, habiendo corrido el
rumor de que un comerciante en trigo tra ta b a de subir
los precios, se ha amotinado la gente, y p a ra salv a r
al com erciante le han encerrado en el cuerpo de
guardia; pero los voluntarios h an forzado la guardia
y han tirado al hombre por u n a .v en tan a; después le
han rem atado k «palos y puñetazos». La víspera, en
Clairac, M. Laríigue-Langa, sacerdote no conformis
ta, perseguido en las calles por un grupo de hombres
y de mujeres que querían quitarle la sotana y p a se a r
le en un asno, consiguió refugiarse en su casa de cam -
228 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
f
POR H. TAINE 233
I
E n pleno día diciendo que van á m atar á M. de Gouy
• á los suyos. Advertido, se aleja con su familia, de I
jando todas las puertas abiertas. Pillaje general duran
te- cinco horas; beben los vinos generosos, roban la I
plata, exigen caballos p a ra llevarse el botín, y p ro
meten volver pronto p a ra obtener la cabeza del p ro i
pietario. Efectivam ente, al día siguiente, á las cuatro
de la m añana, nuevo pillaje, definitivo esta vez; sus
criados huyen en medio de las balas, y M. de Gouy, á
i
requerimiento del lugar cuyas viñas devastau, se ve
obligado á abandonar el país. En casa de M. de Saint- í
Maurice en Hondavílle, en casa del duque de Borbón
en Nointel, en casa del príncipe de Candá en Chantil- (
ly, en casa de M. de Fltz-Jam es y en otras partes, un
tal Gauthier, «comandante del destacamento de p e r í
secución de París y encargado de los poderes del c o
I
mité de vigilancia», efectúa su gestión patriótica, y
Roland sabe de antem ano en qué consiste: es una dra- í
gonada en regla en casa de todos los nobles, ausentes
ó presentes. i
H ay sin embargo una caza de predilección, el clero,
todavía más perseguido que los nobles, y Roland, e n l
cargado de m antener el orden, se pregunta cómo po
<
drá prolongar la libertad y la vida de los sacerdotes
inofensivos que le están recomendados por la ley.
La noche avanza, los legajos son demasiado num ero
sos y muy copiosos; Roland ve que, de ochenta y tres,
no podrá hojear sino cincuenta; hay que apresurarse,
y del Este sus ojos vuelven al Mediodía. Aquí también
hay raros espectáculos. El 2 de Septiembre, en Cha-
lons-sur-Marne, M. Chantaire, octogenario y sordo,
con un breviario en la mano, volvía del Mail, donde
todos los días iba á hacer sus rezos, unos voluntarios
que le encuentran, le ordenan que grite ¡viva la liber-
I
234 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
!
POR H TAINE 235
r. ./<
!.
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CAPITULO I II
■I .
II
III
IV
1
i
POR H . TAINS 251
VI
VII
■, 1
Situación precaria de un gobierno central encerrado en
una jurisdicción local. —-I. Ventajas de los jacobinos.—Bu
predominio en las Asambleas de sección.-—Mantenimien
to, reelección y perfeccionamiento de la comuna.—Sus
nuevos jefes? Chaumette, Hebert y Packe.—Reforma de-
la Guardia nacional.—Los jacobinos elegidos oficíales y
clases.—-La banda asalariada de los pega-duro.—Fondos
públicos y secretos del partido.— II. Los reclutas parla
mentarios.—Su carácter y espíritu. — Saint-Just. —Vio
lencias de la minoría en la Convención.—Presión de las
galerías.—Amenazas de la calle.—III. Defecciones en la
mayoría.—Efecto del miedo físic_Qt—Efecto de la timidez
moral.—Efecto de la necesidad política.—Desfallecimien
to interno de los girondinos.—Por sus principios son cóm
plices de los montañeses.—IV . Principales decretos de la
mayoría girondina.—Armas y medios de ataque que en
trega á sus adversarios.—V. Los Comités de vigilancia á
partir del 28 de Marzo de 1793.—Eestauración del régimen
de Agosto y Septiembre de 1792.—El desarme.—Los cer
tificados de civism o.-E l alistamiento forzoso.—El em
préstito forzoso.—Empleo délas sumas percibidas.—Vana
resistencia de la Convención —Marat, procesado de acu
sación? es absuelto.—Vana resistencia de la población,—
La manifestación de los jóvenes es reprimida.—Violen
cias y victoria de los jacobinos en las Asambleas de sec
ción.—V I. Táctica de los jacobinos para coaccionar á la
Convención.—Petición del 15 de Abril contra los girondi
nos.—Medios empleados para obtener firmas.—La Con
vención declara calumniosa la petición.—La Comisión de
los Doce y la prisión de Hebert.—Proyecto^ de matanza.
—Intervención de los jefes de la Montaña.—V II. El 27
de Mayo —El Comité central revolucionario.—El muni
cipio destituido. —Juego reinstalado.—Henriot coman-
PO R H . TA IN E 267
II
V r
272 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
III
□
IV
□
Se votó en p rin c ip io una g u ard ia departam ental, y
ante la s protestas de la M ontaña, no se atrevió á con V □
v e rtir e l p rin c ip io en hecho. H a sido protegida, du
ran te seis meses, y sa lv a d a e l 10 de M arzo por la asis □ ;
te n cia espQ ntáneajle J.os federados p ro v in cia le s, y ,
— O -
lejos de o rg a n iza r á esos a u x ilia re s de paso, los deja
dispersar ó corrom per por Pach e y los jacobinos. H a
decretado v a ria s veces e l castigo de los septem bris-
; ■o
ta s , y, ante su p etición am enazadora, a p la za in d efin i ' . o
dam ente e l asunto. V o ta la m uerte del rey, lo que es
tablece un m ar de-sangre infranqueable entre e lla y . □
la s personas honradas. L a n za á la nación en una gue
' " O
rra de p rin cip io s y p rovoca contra F ra n c ia una lig a
europea. F o rja de antem ano los peores instrum entos
del T e rro r próxim o, con el decreto que in stitu y e el
trib u n a l revo lu cio n ario , con F o u q u ie r-T in v ille como v o
abusador p ú b lico y la o bligació n p a ra cada jurado de
p ro n u n cia re n a lta v o z su veredicto; con e l decreto ;
que condena á la m uerte c iv il y á la conjuración de
••los bienes-á .todo, em igrado «desuno ó del otro sexo»; . □
con el decreto que pone «fuera de la le y á los a ristó
cratas y á los enem igos de la revolución»; con e l de
I:;1d·
creto que ordena «el em préstito forzoso de m il m illo □
nes sobre lo s ricos»; con e l deereto que, en cada p o b la
ción de im p o rtan cia, form a un ejército d e descam isa- — O
dos asalariado s «para tener á los aristó cratas bajo la s
picas»; en fin, con el decreto que, a l in stitu ir e l Co ■ □
m ité del bien p úb lico , fa b ric a un m otor ce n tra l p a ra
: □ ;
L . C L
282 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
□
□
□
286 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
VI
□
290 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
P O R H. TAINE 293
□
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V II
□
298 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
□
□
m
g| 302 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
□
306 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
□
POR H. TAINE 309
□
V III □
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310 LOS ORÍGENES DE LA FRANCIA
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INDICE
1.1 B K » PROTESO
*
Los jacobinos·
CAPITULO PRIMERO
INDICE
L IB R O P RI M E R O
□
D.
— — L o s Jacobinos.
C A PIT U L O PRIMERO □
¡FéügS.
□
Formación del nuevo órgano poli tico.—I. Principio
' del partido revolucionario. — Sus aplicaciones.—
¡II. Formación del jacobino. —Los elementos de su
carácter considerados en la especie humana.—Cómo
se desarrollan éñ el nttevó régimen.—Efecto del me
dió sobre la imagmación y las ambiciones.— Pro
vocación & la utopía* desbordáiñiento de la pala □
bra, desarreglo de las ideas. — Puestos vacantes,
Codicias, desorden del corazón. III. .Psicología del
jacobino.—Su procedimiento intelectual.—Dominio
□
de las fórmulas y ’ ¿Supresión deI los hechos. —Alte' □
ración del ^equilibriomental Indicios de esta ¡al
teración en el estilo revolución ario.—Lenguaje y
alcance del· espíritu j a c o b i n o E , n quées pernieio- □
so su tprocedimiehto. ^-En qué ,&& eficaz. —Ilusión
que ¿produce; —I V . Promesas de la teoría.— Cómo □
halagará! amor propio *que sufre í — P asión domi-
. nante del j acobina. -^Indicios de esta pasión-en ¿su
estilo y en su conducta ;-rA.sus ojos, únicamente él
es virtuoso y ¿sus .adversarios -son foragidos;-^En
consecuencia, debe suprimirlos .— Pérdida del ¿sen ET
tido bomúh yípérversióñSdel;Mentido moral.
□
□
320 Í1TDICE
n
C APITU LO II
n
I. Formación del partido,—Su reclutamiento,—Son
raras en la clase superior y en la gran masa popu
i lar.—Son numerosas en la burguesía media y en la
capa superior del pueblo.—^Situación y educación
n que alistan á un hombre en el partido.—II. Las
asociaciones espontáneas después del 14 de Julio
de 17S9.—Cómo se disuelven.—Retirada de los hom
. I bres sensatos y ocupados.—Número de los ausentes
en las elecciones.—Nacimiento y multiplicación de
- f las sociedades jacobinas,—bu influencia sobre sus
adherentes.—Sus manejos y su arbitrariedad.—III.
n Cómo entienden la libertad de la prensa. —Su papel
político. —IV. Su centro de unión.—Origen y com
n posición de la sociedad de París.—Afilíanse las so
ciedades de provincia.—Sus manejadores.—Los fa
náticos.—Los intrigantes.—Su fin.—Sus medios.—
I 1 Y. Escaso número de los jacobinos.—Fuentes de su
poder.—Constituyen una lig a.—Tienen fe.—No tie
nen escrúpulos.—En el interior del partido, la pre
°
ponderancia pertenece al grupo que mejor llena
* ' I tales condiciones.......................... ...................... 30
i.a L IB R O S E G U N D O
La p rim era etapa de la conqu ista.
‘ □
o C APÍTU LO PRIMERO
Pága.
elecciones en 1791.—Efecto de la evasión del rey.—
Las visitas domiciliarias. — Mortagne durante el
período electoral.—V. Intimidación y retirada de
los moderados.—Explosiones populares en Borgo-
ña, en el Leonesado, en Provenza y en las grandes
poblaciones.—Procedimientos electorales de los ja
cobinos; ejemplos en Aix, D ax y Montpellier.—Im
punidad de los perturbadores.—Denuncias nomi-
nadoras.—Manejos sobre los campesinos.—-Táctica
general de los jacobinos.................. ........... ........... 65
C APITU LO II ^
CAPITULO III
I. Política de la Asamblea.—Estado de Francia á
fines de 1791.—Impotencia de la ley.—II. L a Asam-
bleafhostil á los oprimidos y favorable á los opreso
res. Decretos contra la nobl eza y el clero.—Amnis
tía á los desertores y á los bandidos.—Máximas
anárquicas y niveladoras. - III. L a guerra. —Dispo
siciones dé las potencias extranjeras.—Repugnan
cias del rey.—Provocaciones de los girondinos.—r
Fecha y causas de la ruptura.—IV. Motivos secre
tos de los agitadores.—Su ascendiente comprometi
do por la paz.—Descontento de la clase acomodada
y culta.—Formación y crecimiento del partido del
21
322 ÍNDICE
P&gs.
CAPITU LO IV
CAPITULO V
Págs.
CAPÍTULO V I
I. Indignación de los constitucionales.—Cansa de su
debilidad.—Los girondinos reanudan el ataque.—
Su doblo plan. II. Presión sobre el r e y P e t i o n y
Manuel llevados al Ayuntamiento.—Los ministros
obligados á dimitir. Agitación jacobina contra el
rey.—Presión sóbrela Asamblea.—Petición de la
comuna de París.—Amenazas de los peticionarios
y de las galerías. Sesión del 8 de Agosto.—Doble
fracaso de la estrategia girondina.—III. Los g i
rondinos han trabajado para los jacobinos.—La
fuerza armada alejada ó desorganizada.—Llam a
miento de los federados. —Pablicidad de las sesio
nes de los Cuerpos administrativos.—Permanencia
délos Cuerpos administrativos y de las secciones.—
Efecto de estas dos medidas.—La oficina central de
las secciones en el Ayuntamiento.—Origen y for
mación de la comuna revolucionaria.—IV. Vanos
esfuerzos de los girondinos para encarrilar.—A la r
mas de los jacobinos: su exaltación, su programa.
—V. Noche de) 8 de Agosto.—Sesión del 9 de Agos
to.—Mañana del 10 de Agosto.—Purgación de la
Asamblea. —V I. La noche del 9 al 10 de Agosto.—
Las secciones.—Los comisarios de las secciones en
el Ayuntamiento.—V II El 10 de Agosto.—Fuerzas
del r e y . —Disolución de la resistencia.—El rey en
la Asamblea nacional.—Descarga de los suizos.—
El palacio evacuado por orden del rey.—Las ma
tanzas.—La Asamblea esclava y sus decretos.—
V III. Estado do París durante el interregno.—La
masa de la población.—Los jacobinos subalternos.
— Los agitadores jacobinos................. .......... . 172
LIBRO TERCERO
L a s e g u n d a e ta p a d e la c o n q u is ta *
CAPITULO PRIMERO
I. Gobierno de las bandas en tiempo de anarquía.—
Caso en que la anarquía es reciente y repentina.—
II. El tribunal del 17 de Agosto.—La fiesta fúnebre
324 ÍNIIIOK
Págs
CAPITU LO I I
C A PITU LO I I I
PkgB.
CAPITULO IV
Pkg·.
cionar á la Convención.--Petición del 15 de A b ril
contra los girondinos.—Medios empleados p ara ob*
tener firmas.—L a Convención declara calumniosa
la petición,— L a Comisión de los Doce y la prisión
de Hebert.— Proyectos de m atanza.-Intervención
de los jefes de la Montaña.—V I L El 27 de M ayo.—
El Comité central revolucionario.— E l municipio
destituido.— Juego reinstalado.— Henriot coman
dante general.— E l 31 de M ayo.— Medidas de la co*
muña.— E l 2 de Junio.— Prisión de los Doce y de los
Veintidós.— V IH . Calidad de los nuevos gobernan
tes.— Por qué les siguió Francia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 266
CATÁLOGO
por orden alfabético de autores y materias, de los libros publicados por
LA ESPAÑA MODERNA, que se venden en su Administración,
López de Hoyos, 6, Madrid.
A N T R O P O L O G ÍA F e r n á n F lo r . — Zorrilla, i peseta. —
Tamayo, í peseta.
F e r r i .^Antropología criminal, 3 pías. G a u t i e r .— Nerval y Baudelaire, 3 pese
W e s te rm a rc k . —El Matrimonio ©n la tas.—Madama de Girardín y Balzac, 3
especie humana, 12 pesetas. pesetas.—Heine, 1 pesóla.
Goncourt — María Antonieta, 7 pese
ARTE tas.— Las favoritas de LuÍ3 X V , 6 p§-
setas.—La Du-Barry, 4 pesetas.
Lem ek © — Estética, 8 pesetas.
G ladstone? — Lord Macaulay, i peseta,
Pintura ea los Países Bajos,
G oeth e. —Memorias, 6 pesetas.
3 pesetas.— El Ideal en el arte, 3 pese
H au ssp n v illa . —La Juventud de lord
t a — E l Arte en gracia, 3 pesetas·—
Byrpn, & p3j?e?as. r
Nápoles, 3 pesetasr— Roma, dos tpmos,
H e in e » —Memorias, 3 pesetas .
6 pesetas.— Florencia, 3 pesetas.— Ve-
IiangG.— Luis Vives, 2,50 pesetas.
necia, 3 pesetas.— Milán, 3 pesetas,
M a c a u la y ·— Vida, jnepiorias y cartas,
dos tomos, 14 pesetas.—La Educación
B IO G R A F ÍA
de lord Macaulay, 7 pesetas.
A r a u j o — Goya, 3 pesetas. M au p assan t. — Zola, i peseta.
A se n sio . — Pinzón, 3 pcsetss, Fernán M e n ó n d e z y P e la y o . — Núñez de
Caballero, 1 peseta. Arce, 1 peseta.—Martínez de la Rosa, 1
B a r b o y . —El Dandismo y Jorge Brum- peseta.— ' ^ ^ ------
mell, 3 pesetas. M e n e v a l . — María Stuardo, C pesetas.
B e c e rro d e B e n g o a .— Trueba, i pe- M o l i n a — Bretón de los Herreros, 1 pta.
* seta. , F a r d o B a z á n . — El P . Colóma, 2 pe*
B e r g é re t.— Mouton (Merinos), 1 peseta.” ~ setas. — Áiarcón, i peseta. — Campo*
B o u rg e t — Taine, 0,50 pesetas. amor, 1 peseta.
C á m p o am o r.— Cánovas, 1 peseta. Fassarge.—Ibsen, 1peseta.
D o ra d o .— Concepción Arenal, t peseta. F ie Ó n .— Ayala, i peseta.
F e r n á n d e z G u e rra .— Hartzenbuscb, R e n á n —Memorias íntimas, dos tomos,
i peseta. 6 pesetas.
S a i n t e - B e u v e . — Tres mujeres, 3 p®- Carne vale.— Filosofía jurídica, 5 peíeff:
satas.— Retratos d© mujeres, S pesetas. tas.,— La Cuestión de la pena de
T o ls t o y .— Mi infancia, 3 pesetas.—Mi te, 3 pesetas. ;-Ji-
confesión, 3 pesetas. Pouillée.— Novísimo concepto del Dé*
V a l e r a . — Ventura de la Vega, 1 peseta. recho en Alemania, Inglaterra y Fran
W a g n e r . —Recuerdos de mi vida, 3 pe cia, 7 pesetas.
setas. P r a m a rin o . — Lógica de las pruebas
Z o la .— Jorge Sand, i peseta.— Víctor (en Derecho penal), dos tomos, 15 ptas.
Hugo, 1 peseta.— Balzac, 1 peseta.— G a b b a . —Derecho civil moderno, dos to
Daudet, 1 peseta.- Sardou, i peseta.— mos, 15 pesetas.
Dumas, 1 peseta.—-Flaubert, i peseta. G a r o f a l o . —L a Criminología, 10 pese
— Chateaubriand, 1 peseta.— Goncoart, tas.—Indemnización á las víctimas del
1 peseta.— Musset, i peseta.— Gautier, delito (2.a parte de L a Criminología),
i peseta.— Stendhal, 1 peseta.— Sainte- 4 pesetas.
Beuve, i peseta. G i u r i a t i .— Los Errores judiciales, 7 pe-
pesetas,
Cr ít ic a , l it e r a r ia González.— Derecho usual, 5 pesetas.
G oodnow . — Derecho administrativo
A r n o l d · — La Critica en la actualidad, 3
comparado, dos tomos, 14 pesetas.
pesetas.
G ross.—Manual del juez, 12pesetas.
Caro.— Nuestras costumbres literarias, 3
G um plow icz — Derecho político-filo
pesetas. " ...
sófico, 10 pesatas.
Z o l a . — EstMios literarios, 3 pesetas.—
H u n t e r .— Sumario de Derecho romano;
Mis odio^^ pesetas. —Nuevos estudios
4 pesetas.
literariofi^^e'setaV.'·—Estudios críticos,
K r ü g e r . — Historia, fuentes y literatura
3 pesetáj^^-El Naturalismo en el tea
deÍDerecho romano, 7 pesetas.
tro, dos.*^ÉLÓs, 6 pesetas.— Los Nove
Iiom broso, F e rry , G a r ofalo y Pió·;
listas naturalistas, dos tomos, 6 pesetas.
r e t t i . — La Escuela criminológica po
----- L a Novela experimental, 3 pesetas. b'
sitivista, 7 pesetas. > :
M acaulay. — Estudios jurídicos, dos te-2·.ó
D ER EC H O
naos, 6 pesetas.
A g u a n n o · —L a Génesis y la evolución M a n d u c a · — El Procedimiento penal y
del Derecho civil, 15 pesetas.— La Re su desarrollo científico, 5 pesetas. ,r
forma integral de la legislación civil Martens.— Derecho internacional (pú
(2/ parte de la Génesis), 4 pesetas. blico y privado), tres tomos, 22 pesetas*
A re n a l·—El Derecho de gracia, 3 pese- M irag lia .—Filosofía del Derecho, do$
tas.— El Visitador del preso, 3 pesetas. tomo:?, 15 pesetas.
— El Deiito colectivo, 1,50 pesetas. M om m sen . — Derecho público roma
A rn ó. — Las Servidumbres rusticas y ur no, 12 pesetas.—-Derecho penal romane
banas, 7 pesetas. (dos toncos),-18pesetas.;
Asser. — Derecho internacional privado, N e u m á n n ·—D i recho internacional pú
6 pesetas. s blico moderno, 6 pesetas.
B u r g e S S -— Ciencia política y Derecho RÍC Ci. —Tratado de las pruebas en De*
constitucional comparado, dos tomos, recho civil, dos tomos, 20 pesetas.-^
14 pesetas* Derecho civil (doce tomos), 83 pesetas.
S a v i g n y . — De la vocación d© nuestro K ells In g r a m —Historia de la Eco
siglo para la legislación y para la cien nomía política, 7 pesetas.
cia del Derecho, 3 pesetas. K ro p o tk in . — Campos, fábricas y ta
S o h m . —Historia é instituciones del De lleres, 6 pesetas,
recho privado romano, un gran volu L a v e le y e . — Economía política, 7 pta3.
men, 14 pesetaB. L e r o y - B e a u lie u . — Economía políti
S p e n e e r ___La Justicia, 7 pesetas.— Ex ca, 8 pesetas.
ceso da legislación, 7 pesetas.— De las B -O gers.— Sentido económico de la His
leyes en general, 8 pesetas.—Etica de toria, 10 pesetas .
las prisiones, 10 pesetas. V i r g i l i i . — Manual de estadística, 4 pe
S t h a l .— Historia de la filosofía del De- setas.
* recho, 12 pesetas.
6 u m n e r M a in e . — El Antiguo Dere F IL O S O F ÍA
cho y la costumbre primitiva, 7 pese
tas.— La Guerra según el derecho inter A m i e l . — Diario íntimo, 9 pesetas.
nacional, 4 pesetas.— Historia del De C a r o . — El Pesimismo en el siglo xix, 3
recho, 8 pesetas. — Las Instituciones pesetas,— El Suicidio y la civilización,
primitivas, 7 pesetas. 3 pesetas.— Littró y el positivismo, 3
S u p i n o .■—Derecho mercantil, 12 pesetas, pesetas.— El Derecho y la fuerza, 3 pe
T a r d e . — Lás Transformaciones del De“ setas.
recho, 6 pesetas.— El Duelo y el delito C o llin s . — Resumen de la filosofía de
político, 3 pesetas. — La Criminalidad Spencer, dos tomos, 15 pesetas.
comparada, 3 pesetas. E m e r s o n . — La Ley de la vida, 5 pese
T o d d .— El Gobierno parlamentario en tas.^—Hombres simbólicos, 4 pesetas.
Inglaterra (dos tomos), 15 pesetas! F i e h t e . — Discursos á la nación alema
V a r i o s a u to re s .— (Agüanno, Alás, Az- na, sobre regeneración y educación de
. cárate, Banees, Benito, Bustamante, la Alemania moderna, 5 pesec&s.
Buylla, Costa, Doradp, F. feello, F. Pri- F o u illé e .^ -H isto n a de la Filosofía, dos
da, García Lastra, Gide, Giner de los tomos, 12 pesetas.
Ríos, González Serrano, Gumplovricz, G-uyau.— La Moral inglesa contempo
López Selva, Menger, Pedregal, Pella y ránea, ó Moral de la utilidad y de ía
Forgas, Posada, Rico, Richard, Sela, ,evolución, 12 pesetas. *
Uña y Sarthou, etc.)—-El Derecho y la HeinOiT-Alemania, 6 pesetas.
' Sociología contemporáneos, 12 pesetas. X iéster W a r d . — Factores psíquicos de
V i v a n t e . - “Derecho mercantil, 10 pe la.pivilización, 7 pesetas. .
setas. L u b b o c k — El Empleo de lá vida, 3
, pésetas.— Lá Vida dichosa, 3 pesetas.
E CO N O M IA T íi e t z c b e . — Así hablaba Zaratustra, 7
pesetas.—Más allá del bien y del mal, 5
A n t o i n e . — Cursq de Economía social. .pesetas.— Genealogía de la moral, 3 pe
B u y lla , N e u m a n u , K le in w a c h - setas.
te r, K asse, W a g u e r, M lt lio f y S c b o p e n h a ii e r . — Fundamento de la
L e x i s . — Economía, 12 pesetas. moral, 5 pesetas.-—El Mundo como vo
G o s e h e n . — Teoría sobre los cambios luntad y como representación (tres to
extranjeros, 7 pesetas. mos), 30 pesetas. V
Stahi. Historia de la filosofía del De« W o l f . —Historia de las literaturas a»
recho, i 2 pesetas. . . llana y portuguesa, con notas,de M. Me#
T a in a .— Los orígenes de la Francia con néndez y Pelayo, dos volúmenes, 15pe-
temporánea (dos tomos), 17 pesetas. setas.
H IG IE N E M IS C E L Á N E A