Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Etimología
El concepto latino persona viene de personare, que significa “resonar, eco, sonar con
fuerza”. Y su raíz está en el griego prosopon (“aquello que se pone delante de los ojos”)
que era la máscara que se ponían los actores de teatro para que resonara la voz.
Una derivación latina es per se sonans, “que tiene voz por sí mismo”, que fue recogida por
el Derecho Romano, según el cual la persona es aquel individuo humano que, en virtud de
su nombre, es reconocido y puede desempeñar su papel en ella.
Tres observaciones:
Precisiones
Desde una perspectiva personalista, entonces, hay que distinguir dos planos de la persona:
Unidad sustancial: alma y cuerpo. Soy ambas cosas. Soy mi alma y soy mi cuerpo. Vivo,
muero, me enamoro y me enfermo entero. Cuando se enferma mi cuerpo, estoy (completo)
enfermo; no se me enferma el pulmón. Y cuando me enamoro, mi cuerpo arde junto con mi
alma.
1
Monismo Unidad sustancial Dualismo
El ser vivo tiene dos dimensiones. “Un cuerpo orgánico y material, y un principio vital que
organiza y vivifica esa materia” (García Cuadrado; 130). Una antropología que no tuviera
en cuenta estas dos dimensiones y el modo especial como se articulan, sería una
antropología desencarnada o desalmada; ambas inhumanas.
Mi cuerpo lo pose de un modo distinto a como poseo mi ropa; no soy mi ropa. Mi alma ama
a una persona, no a su cuerpo.
Primeros experimentos.
El hombre se posee a sí mismo en la experiencia concreta de sentir que tiene un
cuerpo
El hombre se gobierna a sí mismo en la experiencia concreta de sentir que controla
su cuerpo; el cuerpo hace lo que la persona quiere.
Por lo tanto, si hay algo en mí que está “por encima” de mi cuerpo, entonces soy algo más
que mi cuerpo. Es la ranura por donde uno se asoma a la libertad y a la trascendencia.
Al mismo tiempo, aparecen las primeras limitaciones. Yo no me di mi cuerpo ni puedo hacer
lo que quiera; mi cuerpo tiene limitaciones. No puedo modificarlo sustancialmente ni puedo
disponer de él como un objeto.
2
Libertad: Es la suma de las dos anteriores. Es una de sus características más radicales:
el hombre es el animal que tiene dominio sobre sus actos; no le ocurren.
Capacidad de dar: donar, regalar, amar. El don de sí mismo es el más grande de los
dones. Dimensión gratuita.
Capacidad de recibir: Correlativa de la anterior. Recepción igualmente gratuita (no se
puede pagar el don, sólo dar las gracias, recibirlo “agradecidamente”).
Diálogo con otra intimidad: Sumatoria de todo lo anterior. Si no existe esta posibilidad,
se frustra la persona completa; no existe. Personajes como Tarzán o Mowgli son ficción y
no pueden existir; existen solamente porque en la ficción, los animales hablan; están
personificados. (67).
Distorsiones
Las dos primeras “distorsiones” del concepto de persona tienen su origen en una valoración
exagerada de las dos principales potencias de la persona: la inteligencia y la razón.