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Tutoría en Educación Superior: análisis desde diferentes corrientes psicológicas e


implicaciones practices

La autora empieza señalando la importancia de la Tutoría en los espacios educativos


superiores; tomando en consideración que ayuda a brindar un espacio de enseñanza más
personalizado, hecho muy bien aprovechado por las nuevas poblaciones universitarias
caracterizadas por su heterogeneidad. (Diversos niveles intelectuales, clases socioeconómicas,
socioculturales, etc.) A su vez, resalta el éxito de la tutoría con el disminuir el abandono y
fracaso estudiantil. Así también, menciona el aumento a través de los años de las
investigaciones relacionadas con la Tutoría, realizando una tabla comparativa de diversas
bases de datos de habla hispana y habla inglesa, identificando un aumento de artículos e
investigaciones que contemplen los términos de “Tutoría” y “Educación superior/Universitaria”.
Finalmente, en esta primera parte también identifica carencias en el actual estudio de la
Tutoría. Señala que, a pesar del éxito obtenido en el ámbito estudiantil, sigue careciendo de un
corpus teórico que la respalde y de terminología necesaria que permita facilitar la creación de
nuevos modelos de intervención, así como también identificar con mejor exactitud el propósito
de la Tutoría, el rol del Tutor y el rol del Tutorado. Es así como se propone analizar 6 enfoques
teóricos y su relación con la tutoría, señalando lo siguiente.

Psicoanalisis: Resalta que, aunque es un enfoque de corte clínico, posee similitudes en tanto
su abordaje con la Tutoría. Siendo dos personas las que comparten el cubículo en una
interacción relativamente privada. Resalta dentro del psicoanálisis el propósito de edificar un Yo
estable y balanceado. Siendo este el encargado de las labores intelectuales, conviene prestarle
atención durante el proceso de Tutoría. Eso sí, resalta la necesidad del Tutor a solo contemplar
cuestiones académicas y derivar a otros especialistas problemas de diversa índole.

Conductismo: El aprendizaje es analizado por este enfoque como la manifestación de


conductas nuevas en determinados contextos que permitan adquirir recompensas con más
eficacia o, en su defecto, evadir castigos. El tutor modela nuevas conductas compatibles con
los objetivos académicos planteados. Señala que en Mejico ya se están implementando
principios conductuales de recompensa positiva tanto a tutores como al tutorado, por la
adquisición de logros educativos gracias a la Tutoria (desde reconocimientos académicos,
becas o recompensas monetarias). Finalmente, sugiere fomentar medidas de Autoregulamiento
en el tutorado más que recompensas externas, haciendo a los estudiantes responsables del
monitoreo de sus propios éxitos y de sus autoreforzamientos. Señala también la
implementación de las teorías Cognitivo-Conductuales y la importancia de un discurso interno
positivo que acompañe las nuevas conductas obtenidas.
Cognitivismo: La implementación del cognitivismo a la Tutoría facilita una mayor atención a los
procesos psicológicos que se relacionan los logros académicos. Se estimula la memoria a largo
plazo y promueve la creación de técnicas tales como los Mapas conceptuales o
Mnemotécnicas; que produzcan la Jerarquización, Codificación y Organización de información
nueva con mayor facilidad. Así también, el Tutor no es solo responsable de ayudar a la
adquisición de nuevo conocimiento, sino también de instruir en sus implementaciones
prácticas.
Humanismo: La terapia centrada al cliente de Carl Rogers permite implementar técnicas que
facilitan el proceso de la Tutoria. El docente puede usar tales recursos terapéuticos para
facilitar las relaciones interpersonales entre él y el estudiante, generando una relación
horizontal que facilite la comunicación asertiva y, con esta, la adquisición de nuevos
conocimientos. Así también prioriza los objetivos personales del estudiante, planteando metas
que apunten al autodesarrollo del estudiante.
Constructivista Psicogenetica: Las teorías piagetanas resaltan la importancia de adquirir
nuevos esquemas de conocimientos mediante la asimilación y la acomodación con otros
esquemas ya existentes. La labor del tutor es la de ayudar a confrontar esquemas relacionados
a temas académicos presentes en el alumno con nuevos conocimientos. El alumno se
convierte en un elemento activo responsable de su propio aprendizaje mediante este ejercicio
dialectico.
Constructivista Sociocultural. Las teorías de Vigotsky realzan la importancia del lenguaje y la
cultura con la adquisición de nuevos conocimientos. El tutor debe tomar en cuenta los
conocimientos actuales del alumno (Zona de Desarrollo Actual) y la capacidad de desarrollo
que el alumno posee para adquirir los conocimientos requeridos (Zona de Desarrollo Próximo),
luego, debe facilitar las estrategias necesarias para el logro de los objetivos planteados
(andamiaje). Teniendo en consideración la necesidad de la interacción social para la
construcción de nuevo conocimiento, el tutor deberá también promover la participación del
estudiantado en actividades que ayuden no solo a promover el saber científico, sino también la
labor profesional.

Finalmente, la autora sugiere tomar estos enfoques como puntos de partida para la elaboración
de nuevos modelos de intervención y señala que estos pueden ayudar a personalizar el tipo de
intervención necesaria. Un enfoque Constructivista Sociocultural puede ir de la mano con el
proceso de prácticas de un estudiante universitario; enfoques cognitivos o conductuales
pueden ayudar tanto a mantener la excelencia académica o mejorar el desempeño de alumnos
con bajos puntajes mediante el manejo de la autorregulación; así también, un enfoque
humanista o psicoanalítico ayudara el planteamiento y logro de metas personales y proyectos
de vida que vayan de la mano con una excelencia profesional.

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