Vous êtes sur la page 1sur 2

¿ZONA DE IN-CONFORT?

Resulta muy difícil ver cómo, familias enteras deben ver como aquellas pocas cosas
que les quedan, se ven expuesta para cubrir las necesidades más básicas de la
subsistencia mientras, unas, pocas cuantas, se aferran casi que espiritualmente a
objetos inanimados que no viven, sino, que extraen hasta lo último del bagazo de la
vida de las personas que, desesperadamente, buscan la comunión con estas dichas
cosas.

Es muy fácil enmascarar la verdad en estos tiempos de modernismo. Unos


por lastima, otros por pena, otras más, por descanso y claro, no puede faltar la más
aclamada de todas: por falta de tiempo. Bien dice el dicho que desde se inventaron,
todo el mundo queda bien, ¿o mal? Yo diría: peor…

La realidad de las cosas, de la vida en general, es que, niéguese, pruébese


o refútese, todos tenemos un propósito. De estos, muchos estilos, tan diversos son
como existentes; pero tan verdadero como ellos son el hecho que las excusas nos
seducen, nos postergan.

Sin más excusas que presentar, para evitar enseñar mi tema en cuestión, he
aquí: La conciliación, el contrato, el pacto o el acuerdo de paz que nosotros mismos
(nuestra conciencia) firma con todas aquellas excusas que consideramos muy
relevantes para impedir encararnos con los aprendizajes de nuestro “yo mejor”. Este
acuerdo se mal llama zona de confort.

Después de haber detallado los artículos de algunos cuantos acuerdos de


esta clase, me fije en que este término (confort) cumple dos funciones, una obvia y
otra, descaradamente, no tanto. La primera, como lo habrá advertido cualquier
contratista, viene del inglés cómodo, pero la segunda, es una abreviación de
conformismo, con un ligero y sutil acento para camuflar su naturaleza bi-sintáctica,
¿Qué más se podría esperar de ella?
Ciertamente genera mucha tristeza ver como familias luchan contra el afán que trae
cada dia, Pero ver a alguien que habita, aisladamente, en su zona de confort, es
algo despreciable. El no lucha, ni lo hará, no porque no pueda, o no quiera hacerlo,
sino porque acordó consigo mismo el no hacerlo, sea consciente o no de haberlo
pactado.

Hago una invitación a todos los estudiosos en este campo del saber humano
a pronunciar el nombre verdadero de esta bestia vestida de oveja para hacerlo salir
de su cueva. Porque algo que solo luce como bueno, no debe ser más llamado
como confortable. En especial si es algo que aletarga, además de la misión de cada
ser humano en esta vida y su felicidad, irónicamente su propia comodidad. No
llames más de otra forma tu zona de incorfort.

Vous aimerez peut-être aussi