Vous êtes sur la page 1sur 16

 E – 14-648

Fracturas patológicas del adulto


y del niño
A. Felden, P. Anract, V. Tlemsani, C. Scemama, D. Biau

Las fracturas patológicas presentan particularidades diagnósticas y terapéuticas que no


deben pasarse por alto para evitar el riesgo de comprometer al menos el pronóstico fun-
cional, o incluso el pronóstico vital del paciente en caso de tumor maligno. El carácter
patológico de una fractura debe sospecharse ante cualquier anamnesis que se salga de
lo habitual, en particular en ausencia de traumatismo, basándose en la simple explora-
ción física y la radiografía ósea. A continuación, se confirman el carácter patológico y
el diagnóstico causal mediante pruebas complementarias orientadas por la exploración
inicial. Entre las distintas causas posibles de fractura patológica, se pueden identificar
tres grupos de patologías. La fractura que se produce en un hueso tumoral, en la mayo-
ría de los casos en una metástasis, la fractura en una enfermedad ósea adquirida y la
que se produce en una patología ósea congénita. En la mayoría de los casos, la biopsia
ósea realizada según unas reglas estrictas es un prerrequisito de cualquier tratamiento
de una fractura en un hueso tumoral. Cuando se establece el diagnóstico etiológico de
la patología, conviene definir una estrategia terapéutica clara y saber si la prioridad
terapéutica corresponde a la fractura o a la patología subyacente. En los casos de tumo-
res óseos malignos, esta estrategia debe establecerse obligatoriamente en una reunión
de concertación pluridisciplinaria. Conviene tratar de forma simultánea la fractura y la
patología causal. El tratamiento de la fractura se basa en unas reglas claras y se adapta
al contexto de cada patología. En caso de osteosíntesis de fractura en una metástasis,
siempre hay que tratar de obtener la consolidación y la radioterapia postoperatoria es
la norma.
© 2018 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Fractura patológica; Biopsia; Metástasis; Cirugía reconstructiva

Plan  Introducción
■ Introducción 1 Una fractura patológica es aquélla que se produce en un

tejido óseo debilitado y que se ha vuelto anormal por un
Etiología 2
proceso patológico, con independencia de las tensiones
En los niños 2
que la hayan provocado. Aunque la etiología tumoral es
En adultos 3
la primera en la que debe pensarse, cualquier patología
■ Estrategia diagnóstica 5 adquirida o congénita que altere la estructura ósea podría
¿Cuándo sospechar el carácter patológico de la fractura? 5 ser la causa. Se debe diferenciar el contexto y la edad de
■ Tratamiento de las fracturas patológicas 7 aparición de esta fractura. En los niños, los tumores benig-
Tratamiento de las fracturas patológicas en caso nos son la etiología más frecuente con gran diferencia,
de tumor óseo primario 8 encabezados por el quiste óseo esencial, seguido del quiste
Tratamiento de las fracturas patológicas en caso aneurismático, la displasia fibrosa, el defecto cortical y
de enfermedad ósea adquirida o congénita 8 el fibroma no osificante [1–5] . Los tumores óseos prima-
Tratamiento de las fracturas patológicas en las metástasis rios, como el osteosarcoma osteogénico y el sarcoma de
óseas 8 Ewing, deben descartarse sistemáticamente; las metástasis
Tratamiento de las fracturas del hueso irradiado 14 de neuroblastoma y de rabdomiosarcoma son mucho más
■ Conclusión 14 infrecuentes, mientras que las de un sarcoma renal o de
un retinoblastoma son excepcionales. Las enfermedades

EMC - Aparato locomotor 1


Volume 51 > n◦ 2 > junio 2018
http://dx.doi.org/10.1016/S1286-935X(18)90602-7
E – 14-648  Fracturas patológicas del adulto y del niño

óseas congénitas también son causas posibles de fractu-


ras patológicas del niño y se producen en un «contexto
sindrómico», como la osteogénesis imperfecta y la osteo-
porosis juvenil idiopática; por último, la osteomielitis
también es una etiología posible de estas fracturas [6] .
En los adultos, la principal etiología de las fractu-
ras patológicas corresponde a las metástasis de cánceres
osteófilos (pulmón, mama, próstata, riñón) o a las conse-
cuencias de la radioterapia de un cáncer (fractura en un
hueso irradiado) [7, 8] . El mieloma múltiple es la patolo-
gía ósea maligna que causa la mayoría de estas fracturas A
patológicas [9] . Los tumores óseos benignos son otra causa
posible, pero con mucha menos frecuencia que en los
niños, en particular los tumores de células gigantes (TCG)
entre los 20 y los 40 años, el quiste óseo benigno y el quiste
aneurismático (adulto joven) y el condroma (al nivel de
los dedos) [10–12] . Una fractura patológica complica en oca-
siones la evolución de un tumor óseo maligno primario
(TOMP), pero pocas veces es el modo de descubrimiento.
En la mayoría de los casos, revela con más frecuencia un
condrosarcoma (5.a o 6.a década) que un osteosarcoma
(en adolescentes y adultos jóvenes) [13–15] . Las hemopatías B C
como el linfoma no Hodgkin (LNH) o las leucemias pro- Figura 1. Fractura patológica en un quiste óseo benigno (imá-
vocan de forma excepcional una fractura patológica [16, 17] . genes del profesor Glorion, Hospital Necker, París).
Las enfermedades óseas adquiridas (enfermedad de Paget, A. Quiste óseo esencial en un niño pequeño con imagen típica
osteomalacia, hiperparatiroidismo) o congénitas también en «cáscara de huevo».
pueden ser la causa de estas fracturas [18–20] . B. Fractura patológica.
Una fractura patológica cuyo origen tumoral es evi- C. Curación tras reducción-osteosíntesis y raspado de la lesión.
dente obliga a sospechar un tumor óseo maligno primario,
aunque su incidencia es baja. En este caso, el tratamiento
en un centro especializado antes de cualquier procedi- llamarada son típicas en la RM y reflejan los depósitos
miento invasivo es esencial para evitar errores que podrían de hemosiderina. El quiste óseo se diagnostica después
tener consecuencias graves. Las fracturas en huesos osteo- de una fractura patológica en un tercio de los casos; se
poróticos no se describen en este artículo. consolida generalmente sin permitir su curación [2] .
Los fibromas no osificantes se localizan en el 80% de los
casos en la metáfisis de los miembros inferiores. Se inte-
 Etiología gran en el síndrome de Jaffe-Campanacci si son múltiples
y asociados a manchas café con leche, retraso mental e
La causa más frecuente de fractura patológica del hipogonadismo [1] . Las fracturas en un fibroma no osifi-
adulto, constituida por las metástasis óseas, se detallará cante presentan un potencial excelente de consolidación,
a continuación. Las otras causas más raras y la patología por lo que existe un bajo riesgo de fractura reiterada a
pediátrica sólo se citarán y se invita al lector a consultar pesar de la persistencia de la lesión.
una descripción detallada del diagnóstico y del trata- Las lesiones de displasia fibrosa provocan una fractura
miento en los artículos correspondientes. patológica en la mitad de los pacientes afectados de una
forma monostótica y en todos los pacientes con la forma
poliostótica. En tal caso, son reiteradas y pueden causar
En los niños deformaciones ortopédicas (fémur proximal en «cayado
de pastor», escoliosis), en particular en el síndrome de
Tumores óseos benignos McCune-Albright [3] .
Los tumores óseos benignos son la primera causa de
fractura patológica durante las dos primeras décadas de la Fracturas patológicas en el contexto
vida. Los quistes óseos benignos son los más frecuentes
de una enfermedad ósea congénita
con gran diferencia, seguidos de los quistes aneurismá-
ticos y, en muchas menos ocasiones, de los fibromas no Algunas enfermedades óseas congénitas inducen una
osificantes o las lesiones de displasia fibrosa [2–5] . Se han fragilidad ósea causante de fracturas patológicas múlti-
descrito también casos raros de fracturas patológicas en ples y a menudo precoces. La osteogénesis imperfecta
granulomas eosinófilos (forma localizada de la histiocito- (enfermedad de Lobstein o «enfermedad de los huesos
sis X). de cristal») es un grupo heterogéneo de osteopatías gené-
Los quistes óseos benignos constituyen una lesión ticas autosómicas dominantes, de las que se distinguen
lítica, bien delimitada, centrada, con un ribete de esclero- 5-12 formas de gravedad variable, que afectan al colágeno
sis variable, típicamente en «cáscara de huevo», localizada de tipo 1 y se caracterizan por una fragilidad excesiva y
sobre todo en la metáfisis proximal de los huesos largos una escasa masa ósea [6] (Fig. 2). Otras enfermedades raras
(húmero en el 50% de los casos y fémur en el 20%). Se también causan fracturas patológicas en los niños y aquí
manifiestan por una fractura patológica en el 75% de los sólo se citarán. Por ejemplo, la osteoporosis juvenil idio-
casos, que se consolida normalmente pero sólo produce pática que afecta siempre a la columna vertebral (vértebras
la curación en el 10% de los pacientes. El signo radio- aplanadas) y la metáfisis de los huesos largos en los niños
lógico de «caída del fragmento» (fallen fragment sign) es mayores, las enfermedades genéticas condensantes como
patognomónico de estos quistes [5] (Fig. 1). la osteopetrosis y la picnodisostosis, la mastocitosis ósea o
El quiste óseo aneurismático puede ser secundario a otra la osteólisis masiva idiopática (enfermedad de Gorham).
patología ósea (30% de los casos); debe biopsiarse siste- En estas fracturas patológicas, en ocasiones es difícil dis-
máticamente, porque puede enmascarar un osteosarcoma tinguir inicialmente entre un diagnóstico de osteopatía
telangiectásico. Constituye una lesión multiloculada, cen- debilitante y un síndrome de Silvermann (síndrome del
tral, con niveles líquidos en la tomografía computarizada niño maltratado) con las dificultades médico-legales que
(TC) o en la resonancia magnética (RM). Las imágenes en esto implica.

2 EMC - Aparato locomotor


Fracturas patológicas del adulto y del niño  E – 14-648

escasa abundancia de calcificaciones asociada a erosio-


nes subendoteliales, así como la presencia de aposiciones
periósticas obligan a sospechar una degeneración condro-
sarcomatosa y a realizar una RM y una biopsia [22] . Los
tumores descritos previamente en los niños también pue-
den observarse en adultos jóvenes.

Metástasis
Las metástasis óseas son la primera causa de fractura
A B C patológica tras la osteoporosis y son cada vez más fre-
cuentes, debido a la prolongación de la esperanza de vida
Figura 2. Fractura patológica en una osteogénesis imperfecta
de los pacientes oncológicos. Algunos cánceres metastati-
(imágenes del profesor Glorion, Hospital Necker, París).
zan preferentemente al hueso: en tal caso se denominan
A. Fractura patológica de la diáfisis femoral.
«osteófilos» (Cuadro 1).
B. Aspecto de huesos wormianos típico de los huesos del cráneo.
Las metástasis óseas tienen una distribución preferente
C. Platispondilia vertebral típica.
en el esqueleto axial y la metáfisis de los huesos largos,
donde se sitúa la mayor parte de la médula ósea hemato-
poyética. La ralentización del flujo sanguíneo a este nivel,
las propiedades moleculares de las células de la médula
ósea (quimiotaxis, osteomimetismo) y la secreción de fac-
tores de crecimiento por ellas permiten una interacción
con las células cancerosas atraídas a ese nivel, lo que da
lugar al concepto de «nicho premetastásico» [23] . Por tanto,
en el momento de su diseminación, las células tumora-
les son atraídas preferentemente a estas zonas, a las que
se fijan, tras lo que pueden permanecer quiescentes en
A B C D ellas varios años gracias al control que ejercen sobre el
microambiente óseo. Estas zonas se denominan entonces
Figura 3. Fractura patológica en el tratamiento de un tumor «nichos metastásicos». A continuación, el desencadena-
de células gigantes (TCG) del fémur distal derecho. miento de la osteólisis se debe a una proliferación de
A. TCG tras raspado-llenado. estas células tumorales, que alteran la remodelación ósea
B. Fractura patológica en la lesión operada (imagen radiológica). al desregular las funciones normales de los osteoblastos
C. Fractura patológica en la lesión operada (imagen de tomogra- en beneficio de los osteoclastos. Las células tumorales
fía computarizada). producen prostaglandina E, así como una gran varie-
D. Reintervención quirúrgica para llenado y osteosíntesis. dad de citocinas y de factores de crecimiento (factor de
crecimiento transformante ␣ y ␤ [TGF-␣ y ␤], factor de
En adultos crecimiento endotelial [VEGF], factor de necrosis tumo-
ral [TNF], interleucina-1, 6, 8 y 11 [IL-1, 6, 8 y 11]) que
Tumores óseos benignos estimulan la actividad osteoclástica e inhiben la activi-
dad osteoblástica a través del receptor RANK (receptor
En los adultos, los tumores de células gigantes represen-
activador del factor nuclear kappa B); lo contario sucede
tan el 20% de los tumores óseos benignos, pero pueden
en las metástasis osteocondensantes. Los precursores de
ser localmente agresivos; suelen diagnosticarse entre los
los osteoclastos (preosteoclastos) expresan este receptor
20 y los 40 años. La lesión se localiza en muchas oca-
de superficie RANK que forma parte integrante del recep-
siones cerca de la rodilla y siempre es epifisometafisaria
tor del factor de necrosis tumoral (TNFR). El ligando de
(Fig. 3). En la radiografía simple, la lesión es puramente
RANK (RANKL), que existe como molécula de superficie
lítica con límites netos, sin ribete de esclerosis periférica,
de los osteoblastos, activa a RANK y estimula la madura-
excéntrica y afecta al hueso subcondral. La ausencia de
ción de los preosteoclastos en osteoclastos. La destrucción
matriz intralesional es constante. Una reacción perióstica
de la matriz ósea calcificada por los osteoclastos libera a
refleja en la mayoría de las ocasiones una fractura patoló-
su vez factores de crecimiento y calcio, que tienen una
gica. Estas lesiones suelen conllevar un riesgo de fractura
acción mitógena sobre las células tumorales, lo que da
importante. La TC aporta poca información, salvo sobre la
lugar al automantenimiento del fenómeno osteolítico de
afectación cortical; la RM proporciona más datos, con una
la metástasis [24] .
señal intermedia en T1 y, por lo general, una hiposeñal
T2 heterogénea que se realza después de la inyección de
gadolinio. La biopsia es necesaria y suele mostrar un tejido
Tumores óseos malignos primarios (TOMP)
«pardo beis» antes del tratamiento con raspado-llenado. La evolución de un TOMP se complica en ocasiones con
La vigilancia radiológica es sistemática ante el riesgo de una fractura patológica: 10% en los sarcomas de Ewing
recidiva [21] . y un poco menos del 15% en los osteosarcomas, que
Los condromas son los tumores más frecuentes de los son los tumores óseos malignos primarios más frecuentes
huesos de la mano y de los dedos, y durante mucho (150 nuevos casos anuales en Francia) [13, 25] (Fig. 4).
tiempo son asintomáticos. Se manifiestan por una frac- Las fracturas son más frecuentes en los condrosarcomas,
tura patológica en menos de un tercio de los casos; se donde aparecen en el 30% de los casos, y estos tumores se
localizan en las falanges y los metacarpianos. Los condro- producen en una población de mayor edad que los dos pri-
mas pueden ser centrales (encondromas) o superficiales meros citados [14] (Fig. 5). Una fractura patológica aumenta
(yuxtacorticales) y suelen diagnosticarse entre los 20 y los el riesgo de recidiva local, incrementa el tamaño de los
40 años; el 10-30% se manifiestan por una fractura pato- márgenes de resección y puede incluso comprometer la
lógica [10] . Su aspecto radiológico es típico, con una lesión realización de una cirugía conservadora; en cambio, no
lítica menor de 5 cm, generalmente metafisaria o meta- ha demostrado influir en la supervivencia, a excepción del
fisodiafisaria, pero puede localizarse al nivel diafisario en osteosarcoma, donde persisten las controversias [13] . En las
las falanges. Sus límites son netos y tienen un contenido lesiones cuyo aspecto sugiere un tumor primario maligno,
homogéneo, con una matriz cartilaginosa y calcificacio- el diagnóstico, la biopsia y el tratamiento deben realizarse
nes intralesionales. En caso de presentación típica, el en centros de referencia especializados en el tratamiento
tratamiento quirúrgico puede proponerse de entrada. Una de los tumores óseos.

EMC - Aparato locomotor 3


E – 14-648  Fracturas patológicas del adulto y del niño

Cuadro 1.
Características radiológicas de las metástasis óseas de los principales cánceres osteófilos.
Tipo de cáncer Número de Promedio de Presencia de Tasa de Aspecto Eventos óseos Porcentaje
primario casos/año en edad en el metástasis metástasis radiológico relacionados de fracturas
Francia momento óseas en el óseas con estas patológicas
del diagnóstico durante la metástasis (%)
diagnóstico del cáncer enfermedad
(V/M) primario (%)
Mama 48.763 NA/63 20 65-73 Mixto con 50-68 25-34
predominio
osteolítico
Broncopulmonar 39.495 66/65 34 20-40 Osteocondensante 50 7
(cáncer de células
pequeñas),
osteolítico (cáncer
no de células
pequeñas:
osteólisis
apolillada)
Próstata 54.000 70/NA 2-10 68-100 Osteocondensante 44-50 20
Riñón 11.090 65/65 20-35 35-75 Osteolítico extenso 100 42
Glándula 8.000 45/45 44 13-42 Mixto 50-78 27
tiroidea

NA: no aplicable; V/M: varones/mujeres.

tricoleucemias, pueden causar fracturas patológicas que


predominan en el cuello o en la cabeza del fémur [16] . Se
han descrito algunos factores de riesgo de fractura patoló-
gica en estos pacientes en la literatura: un antecedente
de fractura patológica (riesgo multiplicado por 1,8), la
toma de corticoides orales y la actividad biológica de la
enfermedad.

Fracturas patológicas en el contexto


de una enfermedad ósea adquirida
Cualquier patología causante de osteopenia puede pro-
vocar una fractura patológica. La osteoporosis primaria
común involutiva es la primera causa en adultos; se pro-
ducen en el 50% de las mujeres y en el 20% de los varones
mayores de 50 años, en quienes cualquier fractura obliga
Figura 4. Fractura patológica del fémur proximal izquierdo en a buscar una osteoporosis, descartar una causa secunda-
un osteosarcoma (obsérvese la producción de matriz ósea típica). ria y, si es preciso, tratarla. La osteomalacia debida a una
carencia de vitamina D (alimentación vegetariana o ano-
rexia nerviosa, exposición cutánea escasa a la radiación
ultravioleta, hepatopatía, nefropatía) causa un retraso de
la mineralización de la matriz ósea [19] .
En ocasiones es paraneoplásica; en este caso, es resis-
tente a la vitamina D y se manifiesta a menudo antes
que el tumor responsable. Las fracturas patológicas de
la osteomalacia suelen situarse en las costillas, el marco
obturador y el extremo proximal del fémur; las estrías de
Looser-Milkmann son características en la radiografía. El
hiperparatiroidismo primario causa un hipercatabolismo
que predomina en el hueso cortical y provoca un riesgo de
fractura que se correlaciona con la concentración sérica
A B C
de parathormona [18] . Suele asociarse a un déficit previo
Figura 5. Fractura patológica diafisaria en un condrosarcoma de vitamina D, cuya concentración se recomienda deter-
del fémur inmovilizada mediante fijador externo en una radio- minar sistemáticamente y suplementar si es inferior a
grafía simple y en resonancia magnética (A-C). 20 ng/ml. La osteodistrofia renal es una causa de hiperpa-
ratiroidismo secundario. La enfermedad de Paget es una
osteosis condensante hipertrófica responsable de defor-
Hemopatías malignas maciones características (vértebras en marco, tibia en hoja
La fractura patológica es en ocasiones el modo de des- de sable) que afecta a alrededor del 1% de la población
cubrimiento o una complicación de la evolución de una mayor de 50 años. Puede causar fracturas patológicas con
hemopatía maligna. El mieloma múltiple es la afección alto riesgo de seudoartrosis, por desorganización de la
ósea maligna responsable del mayor número de fractu- arquitectura ósea trabecular o, en pocas ocasiones, por
ras patológicas, de las que un 40% se producen antes del transformación sarcomatosa que debe sospecharse ante
diagnóstico y más de la mitad de los pacientes presen- cualquier recrudescencia del dolor antes de la fractura
tarán una o varias a lo largo de su enfermedad [9] . Los o de cualquier lisis radiológica; en estos casos, la RM es
LNH se complican con fracturas patológicas en el 20-40% una ayuda diagnóstica importante y orienta la biopsia [20]
de los casos [17] . Las leucemias agudas, en particular las (Fig. 6). Hay que destacar la posibilidad de una fractura

4 EMC - Aparato locomotor


Fracturas patológicas del adulto y del niño  E – 14-648

los casos se produce una seudoartrosis [28] . Al igual que en


la enfermedad de Paget, siempre hay que pensar en una
fractura que aparece en un sarcoma postirradiación. En la
articulación coxofemoral, la aparición de una fractura del
cuello femoral se incluye en el marco de una coxopatía
postirradiación y requiere un tratamiento específico [29] .

 Estrategia diagnóstica
Ante cualquier fractura con un contexto o una anam-
nesis sugestivos, hay que pensar en buscar una fractura
patológica. Aunque nunca es posible descartar con certeza
el carácter patológico de una fractura, se deben emplear
los métodos suficientes y adecuados para decidir que no lo
es y continuar con un tratamiento convencional o, por el
contrario, decidir que lo es y garantizar al paciente un tra-
tamiento adecuado. La exploración física y las radiografías
simples suelen ser los únicos elementos de los que dispone
el cirujano para sospechar el carácter patológico de una
fractura y sólo cuando existe una anomalía se solicitan
otras pruebas.
A B C
Figura 6. Fractura patológica en un paciente con enfermedad
de Paget.
¿Cuándo sospechar el carácter
A. Deformación tibial pagética típica en «sable». patológico de la fractura?
B. Fractura patológica transversal en una tibia hipertrófica.
C. Radiografía frontal de la tibia tras osteosíntesis con placa.
Exploración física
La exploración física sigue un esquema estandari-
zado común a cualquier exploración ortopédica de un
paciente que presente una fractura. El cirujano debe pres-
tar atención a ciertos elementos susceptibles de orientarle
hacia una fractura patológica, que debe sospecharse ante
cualquier anamnesis dudosa o inusual. Por ejemplo, la
presencia de dolor o de una tumefacción preexistentes
a la fractura debe llamar sistemáticamente la atención
del clínico y se observa en el 85% de las fracturas en
una metástasis [30] . La aparición «espontánea» de la frac-
tura, sin que exista ningún antecedente traumático, se
observa en el 75% de las fracturas en metástasis y consti-
tuye una auténtica «señal de alerta». La anamnesis sobre
los antecedentes debe insistir en las patologías de riesgo,
como un antecedente personal de cáncer y una enferme-
dad ósea constitucional, metabólica o secundaria (toma
de corticoides). La evaluación se continúa siempre con
la exploración física completa del paciente que, además
de los elementos que se buscan clásicamente ante cual-
A B quier fractura (lesión vasculonerviosa, cutánea), se orienta
según su edad y sus antecedentes.
Figura 7. Osteítis postirradiación grave del ala ilíaca derecha
asociada a una osteorradionecrosis grave de la cabeza femoral
tras radioterapia de 55 Gy por un sarcoma del muslo derecho.
Radiografías
A. Radiografía simple preoperatoria. Las radiografías que se realizan sistemáticamente ante
B. Radiografía simple a los 24 meses de una reconstrucción cualquier fractura son las que orientan en la mayoría de
mediante prótesis total cementada con refuerzo acetabular los casos hacia el carácter patológico de ésta (Figs. 4, 6 y 8).
mediante cruz de Kerboull (trocanterotomía). El análisis radiológico consta de dos etapas: en pri-
mer lugar, la evaluación global del hueso y de los tejidos
patológica en las secuelas de infartos óseos drepanocíticos circundantes, seguida de la evaluación de la lesión respon-
(homocigosis) o de osteítis crónica curada debido a su fre- sable de la fractura patológica. Mediante el análisis global
cuencia en la población general, aunque se han publicado del hueso, se busca una osteopenia (adelgazamiento de las
pocos casos. corticales y desaparición del aspecto trabecular) o, por el
contrario, una condensación ósea, deformaciones o anti-
Fracturas en pacientes con secuelas guos callos (Figs. 2 y 6). Puede haber una reacción o una
infiltración de los tejidos blandos adyacentes.
de radioterapia Una osteólisis puede estar bien delimitada; en este
La radioterapia suele utilizarse en el tratamiento de neo- caso, refleja un proceso de crecimiento lento (osteólisis
plasias primarias o secundarias y provoca, por encima de «geográfica») (Fig. 4). Si sus límites son borrosos y difíciles
los 30-40 Gy, lesiones complejas del hueso trabecular, de identificar, refleja un proceso agresivo, que puede adop-
responsables de una esclerosis denominada osteítis por tar un aspecto «apolillado», e incluso permeativo (Fig. 8).
irradiación [26] (Fig. 7). Su evolución y su aparición son La evaluación de la esclerosis visible en el hueso que con-
imprevisibles y pueden diferirse varios años después de tacta con la lesión permite una evaluación adecuada de su
la radioterapia [27] . Se produce una fractura patológica en actividad y de su velocidad de crecimiento (bajas en caso
la mitad de los pacientes, dependiendo de la zona irra- de esclerosis compacta, o elevadas si existe un ribete fino
diada, la dosis y el fraccionamiento, y en el 40-90% de o ausente) sin prejuzgar su carácter benigno o maligno.

EMC - Aparato locomotor 5


E – 14-648  Fracturas patológicas del adulto y del niño

máxima comodidad. Para los huesos largos, la inmovi-


lización con una férula rígida posterior temporal o más
prolongada mediante un yeso circular alivia con efica-
cia el dolor a la espera del diagnóstico. Un yeso circular
pelvipédico (en las fracturas femorales bajas) o pelvima-
leolar (fractura del fémur proximal) se utiliza después de la
reducción y el realineamiento de los fragmentos óseos por
tracción manual, usando MEOPA (mezcla equimolecular
de oxígeno y de protóxido de nitrógeno) o anestesia gene-
ral. En las fracturas del húmero proximal, se puede realizar
una inmovilización flexible con una férula de Dujarrier o
con un chaleco ortopédico. La colocación de una tracción
con venda adhesiva, e incluso transcondílea o transtibial,
equivalente al 3-5% del peso del cuerpo, también se puede
utilizar en las fracturas femorales proximales o diafisarias
altas si existe un dolor importante. En tal caso, hay que
procurar situarse lo bastante lejos de la lesión para no
comprometer las posibilidades de resección. Estas medi-
A B
das se asocian a un tratamiento farmacológico adecuado
Figura 8. Fractura patológica de la diáfisis humeral derecha con analgésicos por vía oral o intravenosa de escalones
en una metástasis lítica excéntrica de un cáncer de mama (A, B). 1 a 3. En la fase aguda, puede ser necesario administrar
morfínicos por vía intravenosa mediante un sistema de
La presencia de una reacción perióstica refleja un pro- analgesia controlada por el paciente tras el ajuste de dosis.
ceso anterior a la fractura y establece de entrada el Un bloqueo femoral anestésico o la colocación de un caté-
diagnóstico de fractura patológica (Fig. 4). Puede ser ter mediante ecografía con anestésicos de larga duración
homogénea y gruesa o, por el contrario invasiva (patrón de acción permiten aliviar temporalmente el dolor en las
espiculado paralelo, laminar en «capas de cebolla» o roto, fracturas del miembro inferior.
formando el «triángulo de Codman») sugestivo de un El objetivo de estas pruebas es reunir una serie de argu-
tumor óseo maligno. mentos suficientes para atribuir la fractura a una patología
Por último, debe evaluarse la producción de matriz determinada y decidir su tratamiento en consecuencia.
tumoral (calcificaciones, osificaciones, imagen en vidrio Mediante la exploración física, se buscan factores de
esmerilado). riesgo o signos orientativos de la patología causal, en par-
Es importante recordar que la visualización de un foco ticular tumoral. En la anamnesis, puede observarse una
lacunar en una radiografía sólo es posible si existe una «alteración del estado general», con astenia, anorexia y
destrucción ósea suficiente y, ante la más mínima duda, pérdida de peso. El antecedente de febrícula fluctuante en
se realiza una TC [31] . La aparición de una fractura aislada un adolescente orienta la exploración hacia la búsqueda
del trocánter menor obliga a sospechar sistemáticamente de un sarcoma de Ewing o de un linfoma. En los adultos,
una fractura patológica en una metástasis ósea [32] . el antecedente de tabaquismo es importante, así como la
palpación mamaria en las mujeres. Se realiza una palpa-
ción de las áreas ganglionares en las zonas de drenaje de
la región fracturada y también a distancia, en busca de
“ Punto importante adenopatías únicas o múltiples, apreciando el número,
la consistencia y la movilidad. Por último, la evaluación
del esqueleto axial y periférico en zonas distantes a la
Datos sugestivos de una fractura patoló- fractura permite buscar lesiones múltiples (en la mayo-
gica ría de los casos, metastásicas). En un niño con sospecha
• Historia clínica: de presentar una enfermedad ósea constitucional (MOC),
– antecedentes: cáncer o enfermedad ósea se debe precisar el estatus puberal (clasificación de Tan-
constitucional o metabólica; ner) y cualquier dismorfia tiene utilidad orientativa. Las
– anamnesis inusual: dolor o tumefacción pre- pruebas solicitadas se orientan inicialmente por los datos
de la exploración física y del análisis de la radiografía.
existentes a la fractura, sin traumatismo.
Las pruebas no invasivas de primera línea proporcionan
• Radiografía simple (proyecciones frontal y late-
una orientación diagnóstica antes de seleccionar, si es pre-
ral centradas en la fractura y el segmento óseo ciso, pruebas más invasivas o más exhaustivas en busca
fracturado completo): de un cáncer primario, de localizaciones múltiples o para
– osteólisis (geográfica, apolillada, permeativa); precisar la naturaleza de la lesión causante de la fractura.
– reacción perióstica;
– matriz (ósea o cartilaginosa); Biopsia
– desorganización trabecular y deformación;
Generalidades
– desmineralización o engrosamiento trabecu-
lar. La biopsia permite confirmar el carácter patológico de
la fractura y, en la mayoría de los casos, realizar el diag-
nóstico etiológico.
Si se sospecha un tumor maligno óseo primario, debe
realizarse en un centro especializado, de forma urgente
Exploración física y pruebas diferida, por el mismo cirujano que vaya a efectuar el trata-
complementarias de primera y segunda miento a continuación, porque una realización incorrecta
compromete las posibilidades de cirugía conservadora.
línea En los tumores óseos primarios malignos de tipo osteolí-
Cuando se sospecha el carácter patológico de una tico, la propia biopsia puede complicarse con una fractura
fractura, se debe confirmar estableciendo su diagnóstico patológica. La descarga mediante dos bastones ingleses
etiológico. A la espera de la realización de otras prue- suprimiendo el apoyo sobre el miembro afectado y la
bas, el segmento óseo se inmoviliza y se instaura un inmovilización con una férula rígida deben ser sistemáti-
tratamiento analgésico para proporcionar al paciente la cas ante cualquier lesión dolorosa en carga o que afecte a

6 EMC - Aparato locomotor


Fracturas patológicas del adulto y del niño  E – 14-648

elección de la vía de acceso es esencial; el trayecto debe ser

“ Punto importante lo más directo posible, sin despegamiento subperióstico


ni utilización de separadores penetrantes (tipo Homans,
contraacodado, etc.). Esta vía atraviesa el hematoma peri-
Pruebas complementarias de primera y de fracturario y es una fuente de diseminación tumoral; debe
ser monocompartimental, manteniéndose alejada de los
segunda elección ante cualquier sospecha
ejes vasculonerviosos y se debe poder resecar en monoblo-
de fractura patológica que con el posible tumor maligno tratado. Una porción no
• Primera elección: fragmentada se moviliza con un sacabocados en el hueso
– TC de todo el segmento óseo fracturado; patológico, tomando varias muestras de tejidos blandos
– pruebas de laboratorio: calcemia, fosfatasa en contacto con el periostio, de la cortical y del tejido
alcalina, hemograma completo, ionograma endomedular. Se efectúa un cierre minucioso, por planos,
sanguíneo, urea y creatinina, velocidad de y la hemostasia debe realizarse de forma meticulosa para
sedimentación globular y proteína C reactiva. evitar la diseminación. Se debe colocar un drenaje si la
• Segunda elección: hemostasia no ha sido perfecta, pero su orificio de salida
– búsqueda de cáncer primario; debe estar cerca y situado en el eje de la cicatriz para poder
resecarlo con el trayecto de biopsia.
– PSA;
– electroforesis de las proteínas plasmáticas;
– TC toracoabdominopélvica; Estrategia de biopsia cuando se descubre
– endoscopia digestiva si hay signos de alarma una fractura patológica
digestivos;
La regla consiste en no tratar nunca una lesión ósea sin
– estudio de extensión o búsqueda de osteopa- conocer la histología [36] . No se puede reprochar nunca a
tía: radiografías de todo el esqueleto o EOS, un cirujano haber realizado una biopsia quirúrgica de una
gammagrafía ósea con tecnecio o PET-TC; lesión cuyo aspecto radiológico sea benigno.
– estudio etiológico: RM de la lesión ósea y de A continuación, se detalla la conducta práctica en el
todo el segmento óseo afectado; marco de las fracturas patológicas en las que se sospe-
– biopsia ósea. che un origen tumoral, donde se presentan tres cuadros
nosológicos.
• en caso de cáncer conocido metastásico y de lesiones
más de un tercio de la cortical ósea en el miembro inferior. múltiples óseas y/o viscerales (metástasis óseas, mie-
En estos casos, la anticoagulación preventiva con hepa- loma, linfoma y otras hemopatías), la biopsia se puede
rina de bajo peso molecular es obligatoria. En el miembro realizar durante el tratamiento quirúrgico de la fractura
superior, en estas mismas indicaciones se debe realizar patológica. En caso de tratamiento mediante enclavado
una inmovilización mediante una férula de Dujarrier o un centromedular, el análisis del producto de fresado suele
chaleco ortopédico, mejor con una férula posterior rígida. ser suficiente; en cambio, se puede realizar una biopsia
El estudio de las muestras lo realiza un servicio de pato- directa del sitio si es preciso;
logía con experiencia en el diagnóstico de los tumores • en un paciente con un cáncer conocido o un antece-
óseos. Si el plazo de traslado de las muestras es reducido, dente de cáncer que presenta una fractura patológica
es aconsejable remitir los fragmentos óseos sin fijar, lo que en una lesión ósea única, sería un error grave atribuir
permitirá congelarlos y realizar así estudios de citogené- esta lesión al cáncer primario conocido y tratarla como
tica si fuese necesario (sarcoma de Ewing). Es obligatorio tal. En este caso, el diagnóstico patológico es necesario e
precisar en la solicitud de estudio que se trata de una frac- indispensable, porque en el 20% de los casos la primera
tura patológica, indicar cuándo se produjo, el diagnóstico lesión ósea de un paciente con un cáncer conocido no
de sospecha, proporcionar los datos clínicos y aportar el se debe a este cáncer [37] . En estos casos, la lesión debe
mayor número de pruebas de imagen posible. Se reco- biopsiarse antes del tratamiento de la fractura [38] ;
mienda encarecidamente un intercambio de información • cuando se produce una fractura patológica en una
directa entre el cirujano y el patólogo. La interpretación lesión ósea única sin antecedente conocido de cáncer,
patológica es difícil en este contexto, pues la reacción local es necesario realizar una biopsia antes del tratamiento
(hematoma, tejido de reparación) complica la interpre- de la fractura [38] . En la mayoría de los casos, se encuen-
tación; un callo óseo en formación presenta similitudes tra la metástasis de un cáncer, que se diagnostica
histológicas con un osteosarcoma. mediante un estudio más exhaustivo; en pocas ocasio-
nes, se trata de un tumor óseo primario; por último, en
Biopsia percutánea un poco menos del 4-10% de los casos, se confirma el
Las biopsias percutáneas realizadas con control radioló- carácter metastásico de la lesión, pero no se identifica
gico tienen una tasa de éxito diagnóstico mayor para las ningún cáncer primario [39] .
lesiones líticas que para las mixtas o condensantes, pero La ausencia de biopsia antes del tratamiento de una frac-
esta tasa es menor a la de las biopsias quirúrgicas [33] . El tura patológica de origen probablemente tumoral debe ser
tipo y el grado de los tumores son difíciles de determi- excepcional y sólo se puede prescindir de ella en las frac-
nar [34] . Deben realizarse en estrecha coordinación con el turas en quistes óseos esenciales típicos, los condromas de
cirujano que trate al paciente; el trayecto de la aguja debe los dedos, la displasia fibrosa y el fibroma no osificante (o
respetar los compartimentos sanos y seguir la posible vía defecto cortical). En cambio, en función de los elementos
de acceso quirúrgico. La biopsia percutánea se prefiere en etiológicos acumulados, en ocasiones puede prescin-
los tumores de acceso quirúrgico difícil (pelvis o columna dirse de la biopsia (enfermedad ósea constitucional o
vertebral), las recidivas tumorales, las sospechas de metás- metabólica).
tasis de un cáncer conocido, de hemopatía o de sarcoma
de Ewing.
Biopsia quirúrgica
La biopsia quirúrgica debe realizarse según unas reglas
 Tratamiento
estrictas [35] . La utilización de torniquete facilita el pro- de las fracturas patológicas
cedimiento; el miembro no debe vaciarse de sangre por
compresión, sino simplemente sobreelevarse unos minu- Después de haber identificado una fractura patológica
tos para minimizar el riesgo teórico de diseminación. La y de haber establecido el diagnóstico etiológico, se debe:

EMC - Aparato locomotor 7


E – 14-648  Fracturas patológicas del adulto y del niño

“ Punto importante
Estrategia de biopsia cuando se descubre
una fractura patológica B
• En caso de metástasis conocida y lesiones múl-
tiples óseas y/o viscerales: biopsia simultánea al
tratamiento de la fractura patológica.
• En caso de cáncer conocido o antecedente de
cáncer y fractura patológica en una lesión ósea
A C D
única: biopsia de la lesión previa al tratamiento
de la fractura (puede realizarse de forma perope- Figura 9. Fractura patológica del fémur proximal en una
ratoria). metástasis de un cáncer renal (A). Angiografía pre (B) y pos-
• En caso de fractura patológica en una lesión tembolización (C) de los vasos nutricios del tumor que muestra
ósea única sin antecedente conocido de cáncer: su hipervascularización. Resultado tras resección-reconstrucción
por hemiartroplastia mediante prótesis tumoral cementada con
biopsia antes de cualquier tratamiento.
cúpula móvil (D).

que confirme el diagnóstico, se puede realizar un raspado-


• decidir si la prioridad del tratamiento corresponde a la llenado asociado a la reducción-fijación de la fractura [11] .
enfermedad causal o a la fractura; Algunos de estos tumores se curan espontáneamente al
• establecer un plan de tratamiento global del paciente y, final del crecimiento, mientras que otros continúan evo-
sólo entonces, lucionando y deben ser objeto de una vigilancia clínica
• tratar al paciente. y radiológica prolongada, porque presentan riesgos de
A continuación, se detallará el tratamiento de las malignización.
fracturas en caso de metástasis óseas, que son las más fre-
cuentes con gran diferencia en la práctica de los cirujanos
ortopédicos. Se remite a los lectores a los artículos corres- Tratamiento de las fracturas patológicas
pondientes a las otras patologías para su tratamiento
específico, que aquí sólo se expondrá brevemente. en caso de enfermedad ósea adquirida
o congénita
Tratamiento de las fracturas patológicas Estas patologías requieren un tratamiento global
médico-quirúrgico y los pacientes deben someterse a un
en caso de tumor óseo primario seguimiento frecuente. El objetivo del tratamiento es pre-
Tumor óseo primario maligno venir los trastornos del crecimiento y las deformaciones
ortopédicas de los miembros o de la columna vertebral
El tratamiento inicial y el tratamiento de estas fracturas que provocan. Su tratamiento quirúrgico debe realizarse
patológicas deben realizarse sistemáticamente en un cen- en un centro con experiencia, en particular para las enfer-
tro de referencia en tumores óseos. En la actualidad, se medades óseas congénitas que deben tratarse y seguirse
ha demostrado que la amputación no mejora el pronós- en un medio pediátrico. El tratamiento de estos pacientes
tico vital respecto a un tratamiento conservador, cuyos jóvenes debe tener en cuenta su potencial de corrección,
resultados funcionales y de calidad de vida son mucho su crecimiento, la presencia de cartílagos de conjugación
mejores. En los condrosarcomas, el tratamiento de pri- y requiere la utilización de material específico, como los
mera elección es quirúrgico [13, 14] . Para los osteosarcomas clavos telescópicos en las fracturas de la enfermedad de
y los sarcomas de Ewing, el miembro debe inmovilizarse Lobstein, por ejemplo. Se debe señalar la posibilidad de
mediante un yeso o un fijador externo cuyas fichas se colo- degeneración maligna de algunas de estas enfermedades,
can a distancia del tumor. La cirugía se difiere 3-4 meses como la aparición de un sarcoma en la enfermedad de
para realizar una radioterapia y quimioterapia neoadyu- Paget [20] .
vantes [13, 15] .

Tumor óseo primario benigno Tratamiento de las fracturas patológicas


Una fractura en un tumor óseo benigno puede conso- en las metástasis óseas
lidar espontáneamente y permitir su curación al mismo
tiempo, como en el quiste óseo del húmero [40] . Para una Generalidades
fractura en caso de tumor benigno de crecimiento lento, Este tratamiento siempre es multidisciplinario y se
cuya evolución natural tiene pocas repercusiones, el tra- dirige a optimizar el estado del paciente antes de una
tamiento en primer lugar de la fractura proporciona más intervención cuyos objetivos son optimizar su calidad de
beneficios directos al paciente, porque permite aliviar el vida, aliviar su dolor y restaurar la función del miem-
dolor y una consolidación normal. El tratamiento de este bro afectado. Es urgente detectar y tratar los trastornos
tumor no es una urgencia y puede efectuarse secundaria- metabólicos (hipercalcemia, anemia, trombocitopenia)
mente. Este tratamiento de la fractura puede realizarse en o una desnutrición, que empeoran el pronóstico qui-
primer lugar sin biopsia previa en los tumores benignos rúrgico [7] . Las afectaciones viscerales pueden requerir
típicos, como en los quistes óseos esenciales, los condro- un tratamiento urgente (afectación cerebral o hepática)
mas de los dedos (raspado asociado a un injerto óseo y siempre se deben buscar otras metástasis óseas pre-
para los metacarpianos, tratamiento ortopédico para las vias a la fractura que deban inmovilizarse. Se debe
falanges), la displasia fibrosa (tratamiento ortopédico u efectuar una embolización selectiva de algunas metás-
osteosíntesis) y el fibroma no osificante (tratamiento orto- tasis hipervasculares (cáncer de glándula tiroidea, renal,
pédico u osteosíntesis). El tratamiento de la fractura y melanoma, carcinoma hepatocelular) en las 24-72 horas
de la lesión puede realizarse en el mismo tiempo quirúr- previas a la cirugía para minimizar las pérdidas de san-
gico en algunos casos; por ejemplo, en una fractura en gre [41, 42] (Fig. 9). La elección de la indicación y la de
caso de tumor de células gigantes, después de una biopsia la técnica quirúrgica dependen de la esperanza de vida

8 EMC - Aparato locomotor


Fracturas patológicas del adulto y del niño  E – 14-648

estimada del paciente, de su estado general y del beneficio de la pelvis y del sacro (6%) y, por último, de la tibia, la
esperado [43] . escápula y de los otros huesos largos [45] .

Prevención de la fractura en una metástasis ¿Osteosíntesis o artroplastia?


osteolítica La fractura debe tratarse siempre con la intención de
La destrucción ósea provoca una interrupción trabecu- obtener la consolidación; si la fractura no consolida, el
lar y da lugar a la aparición de microfracturas que reducen material fracasará necesariamente (Fig. 10). Una super-
la resistencia a las tensiones de carga del hueso trabecular. vivencia prolongada y una afectación de los miembros
Por tanto, las fracturas patológicas en caso de metásta- inferiores son factores de riesgo de las reconstrucciones
sis ósea son más frecuentes en las zonas de transmisión de las osteosíntesis [46] .
de las fuerzas de carga durante la marcha. El riesgo anual La estimación de la esperanza de vida mediante esca-
de fractura patológica en una metástasis ósea (en ausen- las pronósticas específicas, como la escala de Katagiri para
cia de bifosfonato) es del 20% en el cáncer de próstata y las metástasis óseas o la escala de Tokuhashi específica
del 40% en el cáncer de mama. Suele admitirse que las de las metástasis vertebrales es el principal elemento que
metástasis osteolíticas tienen más riesgo de provocar una orienta la elección terapéutica [47, 48] (Cuadros 2 y 3). La
fractura patológica que las lesiones mixtas u osteoconden- escala de Katagiri concede un valor numérico a los ítems
santes. La utilización de inhibidores de los osteoclastos siguientes: tipo de cáncer primario, presencia de metás-
(bifosfonatos) es fundamental en el tratamiento de estas tasis cerebrales o viscerales, escala ECOG, quimioterapia
metástasis [44] . Estos últimos no sólo corrigen las hipercal- previa y presencia de metástasis óseas múltiples. La suma
cemias, sino que también disminuyen la morbilidad y el de las puntuaciones de estos ítems proporciona la espe-
dolor relacionados con las metástasis óseas (a excepción ranza de vida estimada a los 6, 12 y 24 meses. Además,
de las compresiones medulares). Son análogos estructu- existen algunas aplicaciones en internet que se basan en
rales sintéticos del pirofosfato, resistentes a la hidrólisis. modelos estadísticos avanzados, que permiten predecir
Las características de las cadenas laterales R1 y R2 de los mejor la supervivencia a los 3 y 12 meses de un paciente
bifosfonatos les confieren una afinidad por la matriz ósea que presenta una fractura patológica. Si la esperanza de
y les permiten interferir en el círculo vicioso de las metás-
tasis óseas descrito previamente. Inhiben el reclutamiento
y estimulan la apoptosis de los osteoclastos, a la vez que
inhiben la secreción de prostaglandina y de interleucina
por los osteoblastos, lo que bloquea la estimulación de
los osteoclastos a diferentes niveles [21] . Las terapias diri-
gidas han mostrado su eficacia en el tratamiento de estas
metástasis. Por ejemplo, el denosumab es un anticuerpo
monoclonal anti-RANKL que inhibe la maduración osteo-
clástica inducida por el tumor. Los antiangiogénicos han
demostrado un control local eficaz, en particular en las
metástasis de tumores hipervasculares como los cánceres
renales.
En Francia, se diagnostican 335.000 nuevos cánceres
cada año, de los que un 20% ya presentan metásta-
sis óseas [24] . El esqueleto óseo es la tercera localización
metastásica tras el pulmón y el hígado. Los cánceres de
mama, broncopulmonares y de próstata suponen en con-
junto más del 80% de las metástasis óseas registradas [24] . A B
Las metástasis de cáncer renal y de glándula tiroidea
son hipervascularizadas y provocan destrucciones óseas Figura 10. Lesión diafisaria humeral metastásica de un cáncer
importantes y extensas (Fig. 9). Al contrario, por ejemplo, de mama no irradiado en el postoperatorio.
los carcinomas ováricos no son osteófilos y es excepcional A. Resultado a los 6 meses de un enclavado centromedular sin
que produzcan metástasis óseas. La columna vertebral es consolidación que provoca un desplazamiento en valgo.
la localización metastásica más frecuente, por delante de B. Resultado tras la retirada del clavo, raspado, cementación y
las diáfisis proximales del fémur o del húmero, y después reintervención de osteosíntesis mediante dos placas bloqueadas.

Cuadro 2.
Escala de Katagiri que permite estimar la esperanza de vida de un paciente que presente metástasis óseas, determinada sumando el
resultado obtenido para cada uno de los ítems siguientes (de [47] ).
Factor pronóstico de la escala de Katagiri Puntos
Naturaleza del cáncer primario:
- mama, próstata, mieloma múltiple, linfoma, glándula tiroidea (crecimiento lento) 0
- otros carcinomas/sarcomas (crecimiento intermedio) 2
- pulmón, estómago, carcinoma hepatocelular (crecimiento rápido) 3
Metástasis cerebrales o viscerales 2
ECOG 3 o 4 1
Quimioterapia previa 1
Metástasis óseas múltiples 1
Escala pronóstica de Katagiri Tasa de supervivencia estimada
6 meses 12 meses 24 meses
0-2 98% 89% 75%
3-5 70% 49% 28%
6-8 31% 11% 2%

ECOG: Eastern Cooperative Oncology Group.

EMC - Aparato locomotor 9


E – 14-648  Fracturas patológicas del adulto y del niño

Cuadro 3.
Estatus funcional del ECOG (Eastern Cooperative Oncology
Group).
Escala ECOG
0 Plenamente activo, actividad idéntica al estado
previo a la enfermedad
1 Actividad física intensa restringida, pero
paciente capaz de deambular y de realizar una
actividad física ligera, trabajo doméstico o de
oficina
2 Paciente que deambula más o menos el 50%
del tiempo, autónomo pero incapaz de trabajar
3 Autonomía limitada en los cuidados
corporales, encamado o en sillón más del 50%
del tiempo.
4 Discapacidad completa, dependencia para los
cuidados corporales. Encamado o en sillón
permanentemente.
5 Fallecimiento.

vida se estima en menos de 6 semanas (e incluso 12 sema-


nas para algunos autores), no se puede esperar ningún
beneficio para el paciente de la intervención quirúrgica A B C
y el tratamiento es paliativo, analgésico farmacológico, Figura 11. Descubrimiento de una lesión ósea prefracturaria
asociado en ocasiones a la radioterapia. Si se estima que la única de la diáfisis femoral en un varón de 45 años cuya eva-
supervivencia será corta, pero mayor de 6-12 semanas, los luación muestra múltiples lesiones cerebrales de un carcinoma
procedimientos quirúrgicos simples pueden proporcionar bronquial. La biopsia de la lesión femoral confirmó su origen
un beneficio al paciente en términos de comodidad y de metastásico antes del enclavado preventivo bloqueado (A-C).
calidad de vida. Si la supervivencia estimada es mayor
de tres meses, las técnicas de reconstrucción deben ser
radioterapia. Al nivel de la columna vertebral, el riesgo no
duraderas en el tiempo [49] . Si la supervivencia estimada
es tanto el de la fractura como el de la inestabilidad secun-
es importante (6 meses o más), se prefiere una resección-
daria que provoca. La irradiación o la cementoplastia con
reconstrucción protésica cementada, porque proporciona
fines analgésicos son alternativas a la cirugía para la pelvis
una supervivencia del implante más larga y una tasa de
y la columna vertebral.
reintervención más baja que una osteosíntesis, una pun-
tuación comparable en las escalas funcionales y un mejor
control tumoral local [50] . La irradiación complementaria Tratamiento de una fractura patológica
es la norma en los tumores radiosensibles; por ejemplo, de huesos largos asociada a metástasis
las reconstrucciones por prótesis tumoral son preferibles Miembro superior
a las reconstrucciones por autoinjerto, aloinjerto o aloin-
El 20% de las localizaciones óseas metastásicas corres-
jerto compuesto, que deben evitarse, porque estas últimas
ponden al húmero, donde se produce la mayoría de
requieren una consolidación antes de reanudar el apoyo,
las fracturas patológicas del miembro superior [7, 45] . Las
lo que no se puede garantizar.
hemiartroplastias anatómicas cementadas, e incluso las
La amputación es excepcional y sólo debe plantearse
prótesis de reconstrucción, son el tratamiento de elec-
en caso de destrucción importante, con imposibilidad de
ción de las lesiones epifisarias o metafisarias altas del
reconstrucción o en caso de afectación neurológica o vas-
húmero, porque el hueso a ese nivel suele ser de mala
cular del miembro [7] . El tratamiento ortopédico de una
calidad para una osteosíntesis. La utilización de una
fractura en una metástasis prácticamente no tiene indica-
prótesis invertida, que puede estar enfundada en un
ciones.
aloinjerto masivo, se plantea cuando la inserción de los
músculos del manguito de los rotadores no se puede
¿Cuándo tratar una lesión prefracturaria? conservar, aunque se asocia a una tasa de luxación
Una lesión prefracturaria se define por una lesión que mayor del 20% [53] . Una afectación importante de la
destruye más del 50% del diámetro axial del hueso corti- cavidad glenoidea es una indicación resección de tipo
cal afectado y provoca en la mayoría de los casos un dolor Tikhoff-Lindberg.
importante (Fig. 11). Las escalas pronósticas permiten eva- Una fractura patológica diafisaria humeral se trata ideal-
luar el riesgo de fractura de estas lesiones [51] . mente mediante una o dos placas bloqueadas atornilladas
La escala de Mirels tiene en cuenta la localización, el y la adición de cemento (metilmetacrilato). Este montaje
dolor y la afectación cortical, pero trata en exceso ciertas ha demostrado una estabilidad mejor que el enclavado
lesiones en las que no se produciría una fractura (Cuadro centromedular que puede utilizarse en un paciente frá-
4). Una puntuación superior a 8 permite establecer la gil con una escasa esperanza de vida [54] . Los tornillos
indicación de fijación preventiva [51] . Al nivel femoral, deben extraerse después de la polimerización del cemento
los únicos factores predictivos independientes de fractura (metilmetacrilato), lo que aumenta las propiedades mecá-
patológica que se han observado son una afectación cor- nicas de la reconstrucción. Este montaje permite una
tical mayor de 30 mm en el plano axial o una afectación reanudación de la movilización más precoz. También
circunferencial mayor del 50% de la cortical [52] . Un dolor se puede realizar una resección segmentaria con acor-
mecánico, que aumenta durante la carga y que provoca tamiento del húmero, que se tolera bien en caso de
una limitación funcional, es el criterio más utilizado para defecto óseo importante. Las afectaciones metafisarias dis-
indicar una cirugía de la lesión prefracturaria. tales del húmero se reconstruyen mediante una prótesis
Los criterios de Harrington también son útiles: destruc- total de codo. Las afectaciones del radio y del cúbito son
ción cortical mayor del 50% del diámetro, lesión mayor más raras y se tratan con placas cementadas en caso de
de 2,5 cm del fémur proximal, avulsión patológica del tro- fractura diafisaria. Las afectaciones epifisarias proxima-
cánter mayor, persistencia de dolor en carga a pesar de la les del radio y del cúbito pueden reconstruirse mediante

10 EMC - Aparato locomotor


Fracturas patológicas del adulto y del niño  E – 14-648

Cuadro 4.
Escala de Mirels que evalúa el riesgo de fracturas de las lesiones óseas a .
Puntuación Localización Dolor Tipo de lesión Tamaño c
1 Miembro superior Leve Condensante <1/3
2 Miembro inferior Moderado Mixta 1/3-2/3
3 Peritrocantérea Funcional b Lítica >2/3
a
Una puntuación superior o igual a 9/12 indica un riesgo de fractura elevado (80% anual), mientras que una puntuación menor de 7/12 indica un
riesgo bajo (de [51] ).
b
Aparición de dolor funcional durante una actividad habitual, como la posición de pie en el caso del miembro inferior.
c
El tamaño de la lesión se define respecto a la circunferencia del segmento óseo en un corte en el plano axial.

una artroplastia. Una resección de la cabeza radial


con fines analgésicos proporciona buenos resultados
funcionales.

“ Punto importante
Tratamiento de una fractura patológica en
una metástasis humeral
• epífisis o metáfisis proximales: hemiartroplastia
anatómica > PTH invertida;
• metáfisis baja o unión diafisometafisaria: placa A B C D
atornillada o prótesis > enclavado centromedular Figura 12. Fracaso de un enclavado femoral sin atornillado del
bloqueado (ECMB); cuello.
• diáfisis: placa atornillada (simple o A. Metástasis diafisaria femoral de un hemangioendotelioma epi-
doble) ± cementación > ECMB; telioide.
• epífisis o metáfisis distales: prótesis total de B. Enclavado centromedular femoral sin atornillado del cuello.
codo. C. Desarrollo de una fractura patológica pertrocantérea en una
segunda lesión de aparición tardía.
D. Reducción y osteosíntesis por enclavado centromedular y
atornillado cervical.

Miembro inferior
El fémur concentra el 50% de las metástasis óseas y
la mayoría de las fracturas patológicas, porque consti- la protección de todo el segmento óseo en previsión de la
tuye una zona que está sometida a una gran carga [45] . formación de nuevas lesiones a distancia de la primera o
La región trocantérea es la localización más frecuente, del crecimiento de ésta [57] . Se efectúa un bloqueo distal
seguida de la diáfisis femoral, del cuello y de la cabeza de forma sistemática para aumentar la estabilidad rotato-
femoral. Se deben realizar siempre radiografías, una TC o, ria [59] . Se debe recordar que la resección-artroplastia debe
idealmente, una RM con contraste de todo el segmento ser la técnica de elección en caso de esperanza de vida
óseo antes de cualquier tratamiento para confirmar que el intermedia, porque garantiza un buen control tumoral,
material no termine al nivel de otra lesión, que sería una con una tasa de reintervenciones menor, una recupera-
zona con riesgo elevado de fractura por concentración ción más rápida y unos resultados funcionales al menos
de las tensiones [55] . La afectación de la cabeza del cue- igual de buenos que los de la osteosíntesis [56, 60] . En caso
llo femoral se trata mediante hemiartroplastia cementada de fractura diafisaria, el tratamiento mediante enclavado
con cúpula móvil si la esperanza de vida es intermedia [56] . centromedular con atornillado del cuello y distal siste-
Si existe una afectación diafisaria asociada, conviene utili- máticos es el tratamiento de elección [61] (Fig. 12). Una
zar una pieza femoral con un vástago largo que «puentee» osteosíntesis debe seguirse siempre de radioterapia de la
la segunda lesión, o realizar una resección-reconstrucción lesión para esperar su consolidación, que siempre se pro-
mediante prótesis tumoral cementada [55, 57] . La afecta- duce de forma retardada [28] . El enclavado retrógrado está
ción asociada del acetábulo es una indicación para una totalmente contraindicado (atornillado del cuello impo-
prótesis total; en este caso, conviene utilizar un sistema sible y riesgo de contaminación articular). La adición de
de doble movilidad ante el riesgo elevado (10-30%) de cemento con jeringa a presión se recomienda en caso de
luxación en esta población. En todos los pacientes en localización metafisodiafisaria o diafisaria [62] . Una lesión
quienes se haya administrado radioterapia pélvica o en que destruya la práctica totalidad de las corticales femo-
quienes se plantee dicho tratamiento, se debe asociar un rales indica una resección-reconstrucción mediante una
refuerzo acetabular mediante cruz de Kerboull a la recons- prótesis masiva o intercalar. Una fractura patológica meta-
trucción con prótesis total cementada. Cualquier otro tipo fisoepifisaria femoral distal o tibial proximal requiere una
de reconstrucción presenta tasas de fracaso del orden del resección y reconstrucción mediante prótesis masiva de
50% a los 2 años [29, 58] . En las afectaciones de la región rodilla cementada, que es la mejor opción. Permite una
trocantérea, puede realizarse una artroplastia según estos reanudación inmediata del apoyo y el control tumoral
mismos argumentos, siendo necesario en ocasiones efec- local. La utilización de una charnela rotatoria garantiza
tuar una reinserción de los glúteos si se lleva a cabo una una duración superior a las plataformas fijas, pero se pue-
resección-reconstrucción mediante prótesis tumoral [49] . den emplear ambas alternativas debido a la baja esperanza
Se debe dar prioridad a un implante acetabular retentivo de vida de estos pacientes. La osteosíntesis mediante placa
si la conservación de la inserción de los glúteos es impo- bloqueada y llenado con cemento es una alternativa de
sible. Estas fracturas también pueden tratarse mediante elección en las lesiones tibiales donde la resección incluya
osteosíntesis con un enclavado centromedular, que debe la tuberosidad tibial y requiera una reconstrucción del
ser de gran diámetro, lo más largo posible para permitir aparato extensor mediante colgajo muscular [63] .

EMC - Aparato locomotor 11


E – 14-648  Fracturas patológicas del adulto y del niño

realizar una resección amplia y reconstrucción mediante

“ Punto importante prótesis de Saddle o «cucurucho de helado» [67] .

Tratamiento de las fracturas patológicas


de la columna vertebral
Tratamiento de una fractura patológica en
En el 10% de los cánceres metastásicos existe una afec-
una metástasis femoral tación vertebral [68] . El segmento raquídeo más afectado
• Cabeza y cuello: hemiartroplastia con cúpula por las metástasis es la columna vertebral torácica (70%
móvil (vástago largo en caso de lesión a distancia), de los casos). En el 2,5-5% de los casos, existe compresión
PTC de doble movilidad si existe una afectación medular. Los síntomas asociados a las lesiones metastá-
acetabular asociada (± refuerzo acetabular en caso sicas vertebrales son el dolor raquídeo o radicular en el
de radioterapia). 83-98% de los casos, una debilidad de los miembros con
• Región trocantérea: hemiartroplastia con sensación de pesadez y torpeza en el 35-85% de los casos;
cúpula móvil superior mejor que ECMB largo. esta debilidad se asocia a un trastorno importante de la
• Diáfisis: ECMB largo con atornillado cervi- marcha en el 50-68% de los casos. Se observa una afecta-
ción sensitiva en el 61-78% de los casos y signos perineales
cal ± cementación.
en el 57-69% [69] .
• Epífisis o metáfisis distales: resección + PTR
Las pruebas de imagen de una lesión metastásica ver-
masiva mejor que placa atornillada. tebral deben incluir una RM y una TC raquídeas. Una de
las dos pruebas de imagen debe englobar toda la columna
vertebral, para determinar el número de segmentos ver-
tebrales afectados y guiar el tratamiento. En la RM, las
metástasis vertebrales son hipointensas en T1 (salvo en
caso de radioterapia previa) e hiperintensas en T2 y en
STIR (recuperación de la inversión de TI corto). La RM
es la mejor prueba para evaluar las repercusiones sobre el
saco dural y las raíces nerviosas de la epiduritis metastá-
sica. La TC permite definir el carácter condensante o lítico
de la lesión metastásica y evaluar su estabilidad [70] .
Los objetivos del tratamiento son prevenir o restau-
A rar la afectación neurológica, aliviar el dolor y estabilizar
las lesiones vertebrales. El tratamiento de las metástasis
vertebrales es pluridisciplinario. La decisión quirúrgica
depende de varios factores: el cáncer primario, la estabili-
dad de la lesión, el estado neurológico, la localización de
la metástasis y el estado general del paciente [71] .
La radiosensibilidad del cáncer primario influye en la
B C D decisión terapéutica. Los cánceres primarios pueden divi-
dirse en tres categorías: muy radiosensibles, radiosensibles
Figura 13. Metástasis periacetabulares.
y refractarios a la radioterapia. Los tumores muy radio-
A. Metástasis líticas periacetabulares (estadio IV de Harrington)
sensibles (tumores hematopoyéticos) pueden tratarse
con fractura patológica del techo del acetábulo.
mediante radioterapia, incluso en caso de compresión
B, C. Vistas mediante tomografía computarizada.
medular [72] . Los tumores radiosensibles (p. ej., mama, pul-
D. Reconstrucción protésica cementada mediante una prótesis
món, próstata) pueden tratarse con radioterapia exclusiva
total de tipo cucurucho de helado y refuerzo mediante clavos de
si no existe riesgo neurológico ni inestabilidad vertebral.
Steinman y cementado de tipo Harrington.
En lo que respecta a los tumores considerados refractarios
a la radioterapia, como los tumores renales, ya no está
Tratamiento de las fracturas patológicas del acetábulo justificado realizar cirugías agresivas, desde el desarrollo
En las lesiones metastásicas de la pelvis y del acetábulo, de las técnicas quirúrgicas estereotáxicas. La indicación
sólo existe una indicación de tratamiento quirúrgico si del tratamiento quirúrgico depende entonces del riesgo
está afectada una zona de apoyo [7, 64] . Estas metástasis se neurológico y de la estabilidad de la lesión. La rapidez
exploran mediante una RM asociada a una TC, que per- de progresión del cáncer primario también debe tenerse
miten reconstrucciones tridimensionales. La clasificación en cuenta en la decisión quirúrgica. En los tumores de
de Harrington basada en consideraciones biomecánicas crecimiento rápido (y, por tanto, de pronóstico desfavo-
permite orientar la decisión del tratamiento de las frac- rable), el tratamiento quirúrgico tendrá un beneficio más
turas periacetabulares patológicas [65] . La cementoplastia limitado.
permite prevenir la protrusión acetabular en las lesiones La estabilidad raquídea en caso de lesión neoplásica se
periacetabulares de riesgo. Una lesión de tipo I corres- puede evaluar mediante la escala SINS (inestabilidad ver-
ponde a un defecto cavitario que respeta las corticales tebral en la enfermedad neoplásica), que va de 0 a 18; esta
laterales, así como el techo y el muro medial, donde una última se basa en la localización y el tipo de la lesión,
cementoplastia radioguiada es suficiente en un paciente el dolor, las consecuencias radiológicas sobre la estática
con una columna posterior intacta; en el caso contrario, raquídea, la pérdida de altura vertebral y la afectación
se debe dar prioridad a un raspado-llenado con cemento de los elementos posteriores [73] (Cuadro 5). Una puntua-
y prótesis total cementada reforzada con una cruz de ción de 0 a 6 indica una lesión estable, de 7 a 12 una
Kerboull [66] . El tipo II muestra una afectación del muro lesión con riesgo de inestabilidad posible y, por encima
medial y del techo únicamente, mientras que las corti- de 12, corresponde a una lesión inestable, que requiere
cales laterales y el techo están afectados en el tipo III. una estabilización quirúrgica preventiva formal.
Estas afectaciones requieren una reconstrucción mediante El estado neurológico también se tiene en cuenta a
refuerzo acetabular de tipo cruz de Kerboull o anillo de la hora de tomar la decisión quirúrgica. Se ha demos-
Burch. Dicha reconstrucción puede reforzarse con un ras- trado que, si existen signos de compresión neurológica
pado y un relleno de la cavidad con cemento que se coloca sintomática, la asociación de cirugía descompresiva con
usando agujas de tracción transcalcáneas con rosca cen- la radioterapia postoperatoria proporciona mejores resul-
tral (técnica de Harrington) [65] (Fig. 13). Cuando todas tados que la radioterapia exclusiva. La radioterapia debe
estas estructuras están afectadas, en el tipo IV, se puede efectuarse después de la cirugía, tras un plazo mínimo de

12 EMC - Aparato locomotor


Fracturas patológicas del adulto y del niño  E – 14-648

Cuadro 5.
Escala SINS (inestabilidad vertebral en la enfermedad neoplásica) a .
Ítems de la SINS Puntuación
Localización:
- de la unión (occipucio-C2, C7-T2, T11-L1, L5-S1) 3
- segmento móvil (C3-C6, L2-L4) 2
- segmento semirrígido (T3-T10) 1
- segmento rígido (S2-S5) 0
Dolor en decúbito y/o dolor durante los movimientos/carga de la columna vertebral:
- sí 3
- no (dolor ocasional pero no mecánico) 1
- lesión no dolorosa 0
Lesión ósea
- lítica 2
- mixta (lítica/condensante) 1
- condensante 0
Equilibrio radiológico de la columna:
- subluxación/translación 4
- deformación de novo (cifosis/escoliosis) 2
- alineamiento normal 0
Aplastamiento vertebral:
> 50% 3
< 50% 2
- ausencia de aplastamiento vertebral pero con > 50% del cuerpo vertebral afectado 1
Ninguno de los ítems precedentes 0
Invasión de los elementos vertebrales posterolaterales (apófisis articulares posteriores, fractura del pedículo o de la
articulación costovertebral o invasión completa de una o varias de estas estructuras):
- bilateral 3
- unilateral 1
- ninguno de los ítems precedentes 0
a
0 ≤ lesión estable ≤ 6; 7 ≤ lesión de riesgo de inestabilidad posible ≤ 12; lesión inestable e indicación absoluta de estabilización preventiva > 12.

3 semanas para evitar las complicaciones, en particular la renales) [77] . Se puede proponer una cirugía mínimamente
cicatrización. En cambio, el beneficio de la cirugía des- invasiva, dependiendo de las preferencias del cirujano.
compresiva sobre la recuperación neurológica no se ha Esta cirugía ha demostrado unos resultados parecidos,
demostrado cuando existe un déficit profundo de más de sobre el dolor o el estado neurológico, a los de la cirugía
24-48 horas de evolución [74] . La localización de la metás- abierta, pero proporciona la ventaja de reducir la pérdida
tasis influye en el tipo de acceso quirúrgico al que se debe de sangre peroperatoria y de disminuir la duración del
dar prioridad. Las metástasis afectan principalmente al ingreso respecto a la cirugía abierta [78] . La cementoplastia
cuerpo vertebral (80%), que es la parte más vascularizada asociada a la radioterapia está indicada en caso de fractura
de la vértebra. La epiduritis se observa mayoritariamente vertebral compresiva que no comprometa el pronóstico
en la parte posterior del cuerpo y lateralmente. Al nivel neurológico ni la estabilidad vertebral. La cementoplas-
cervical superior (C0-C2), dado que el conducto es ancho tia permite obtener una analgesia mediante numerosos
y el acceso anterior presenta morbilidad, se prefiere la ciru- mecanismos: efectos exotérmicos, tóxicos y químicos del
gía por vía posterior. Al nivel cervical inferior (C3-C7), la monómero sobre las células tumorales, isquemia relativa y
cirugía anterior de descompresión suele ser la más utili- compresión inducida por la penetración de los pequeños
zada. Puede ser necesaria una cirugía circunferencial si vasos.
existe una afectación tumoral circunferencial, de varios
segmentos o si la calidad ósea es escasa. Al nivel torácico
Indicaciones de resección oncológica
alto de T2 a T5, se prefiere la cirugía posterior. Por debajo
de T6 y hasta L5, el acceso depende de la localización de de las metástasis
la metástasis, de la resección deseada y de las preferencias El tratamiento oncológico puede estar motivado por
del cirujano [75] . Al nivel sacro, la cirugía pocas veces está tres circunstancias. Por una parte, es necesario lograr el
indicada, pues el volumen tumoral necesario para causar control local de una metástasis destructiva rápidamente
trastornos neurológicos e inestabilidad es importante. Si progresiva que puede comprometer la estabilidad del
se requiere una cirugía, se debe dar prioridad al acceso montaje, sin que exista un tratamiento adyuvante eficaz.
posterior [76] . Por último, en caso de afectación metastá- Se prefiere la resección-reconstrucción, pero se plantea un
sica escalonada, la prioridad del tratamiento quirúrgico raspado-osteosíntesis si la esperanza de vida es limitada.
corresponde al nivel más sintomático. Un ejemplo son las metástasis de carcinomas de célu-
Si no existe una indicación neurológica absoluta de las renales radio y quimiorresistentes, con pacientes que
cirugía urgente, se debe tener en cuenta el pronóstico mantienen una esperanza de vida prolongada [79] .
de supervivencia del paciente para la elección del trata- Por otra parte, la resección de la metástasis influye en el
miento. El pronóstico puede evaluarse mediante distintas control general de la enfermedad y permite disminuir el
escalas, como las de Tokuhashi, de Tomita o de Bauer [48] . volumen tumoral y mejorar la eficacia de los tratamientos
Si se opta por la cirugía, la embolización preoperatoria adyuvantes. Por ejemplo, la resección de las metástasis de
permite reducir significativamente la hemorragia perope- los carcinomas tiroideos mejora la radioterapia con yodo
ratoria en caso de metástasis hipervascularizada (tumores 131 y la esperanza de vida de los pacientes. Por último,

EMC - Aparato locomotor 13


E – 14-648  Fracturas patológicas del adulto y del niño

la resección extratumoral disminuye la producción hor- que evalúen todo el segmento óseo afectado para no pasar
monal de las metástasis de cánceres endocrinos secretores por alto una segunda localización a distancia de la primera
(tumores corticosuprarrenales, feocromocitomas) [80] . En y que debe tenerse en cuenta a la hora de escoger el mate-
lo referente a la columna vertebral, está indicado reali- rial. Además, el tratamiento puede ser sencillo y parecido
zar una resección completa, además de los casos citados al de una fractura habitual o requerir una cirugía más com-
previamente, si existe progresión tumoral pese a la radio- pleja de tipo resección y reconstrucción mediante prótesis
terapia con compresión medular y/o una inestabilidad tumoral. Finalmente, hay que recordar que el objetivo de
evidente (pérdida de altura de más del 50%, deforma- cualquier osteosíntesis es obtener la consolidación, que
ción escoliótica o translación importantes, afectación de sólo se puede lograr mediante radioterapia secundaria en
las dos columnas anterior y posterior) [81] . Nunca hay las fracturas que se producen en metástasis.
indicación de un tratamiento curativo de las metástasis
múltiples sincrónicas.

Tratamiento de las fracturas del hueso “ Puntos esenciales


irradiado
Conducta práctica ante una sospecha de
Según las series, hasta la mitad de los pacientes irra- fractura patológica
diados por metástasis óseas sufrirían fracturas, con tasas • Se debe sospechar el carácter patológico de la
de seudoartrosis del 35-90% y con un riesgo de infección fractura con ayuda de la exploración física y las
mayor [8] . Por tanto, el riesgo de amputación no es irrele- radiografías óseas.
vante y se debe explicar al paciente. Las indicaciones de • Hay que confirmar el diagnóstico etiológico de
osteosíntesis preventiva deben ser amplias; la retirada del
material de osteosíntesis en caso de hueso con alteracio- la enfermedad causal mediante las pruebas com-
nes postirradiación debe contraindicarse absolutamente plementarias.
y siempre se debe pensar en la posibilidad de un sar- • Se debe determinar si la prioridad del trata-
coma radioinducido. En las fracturas metafisarias, se debe miento corresponde a la fractura o a la patología
plantear un reemplazo protésico si el estado de los teji- causal.
dos blandos lo permite [58] . En las fracturas patológicas de • Hay que adaptar el tratamiento quirúrgico de la
cadera tras radioterapia pélvica, la implantación de una fractura a las condiciones locales que impone la
prótesis total o intermedia, cementada o no, expone a un enfermedad.
riesgo de fracaso cotiloideo del 50% a los 2 años [27, 58] . • Hay que asegurarse del tratamiento especiali-
El hueso con cambios postirradiación presenta una per-
zado y completo del paciente y de la patología
turbación de sus propiedades biológicas y mecánicas, por
lo que no puede soportar las tensiones de carga fisiológi- causal.
cas. Sólo la adición sistemática de un refuerzo acetabular
mediante cruz de Kerboull o de metal trabecular con pró-
tesis cementada ha demostrado una disminución de los
fracasos de reconstrucción, que son del 3% y del 0% a los
4 y 5 años, respectivamente [29] (Fig. 7). En caso de reem-  Bibliografía
plazo protésico de la articulación de la rodilla, se aconseja
el uso de quillas de extensión. [1] Cherix S, Bilde Y, Becce F, Letovanec I, Rudiger HA. Multi-
ple non-ossifying fibromas as a cause of pathological femoral
fracture in Jaffe-Campanacci syndrome. BMC Musculoskelet
 Conclusión Disord 2014;15:218.
[2] Gibbs Jr CP, Hefele MC, Peabody TD, Montag AG,
La aparición de una fractura patológica plantea varios Aithal V, Simon MA. Aneurysmal bone cyst of the extre-
problemas. El diagnóstico del carácter patológico de la mities. Factors related to local recurrence after curettage
with a high-speed burr. J Bone Joint Surg Am 1999;81:
fractura es difícil en ocasiones si el contexto no es evi-
1671–8.
dente. Si se ignora, puede efectuarse un tratamiento
[3] Ippolito E, Bray EW, Corsi A, De Maio F, Exner UG, Robey
inadecuado que puede comprometer el pronóstico tanto PG, et al. Natural history and treatment of fibrous dysplasia of
vital como funcional del paciente. Una vez sospechado bone: a multicenter clinicopathologic study promoted by the
el diagnóstico de fractura patológica, debe hacerse todo European Pediatric Orthopaedic Society. J Pediatr Orthop B
lo posible para establecer el diagnóstico etiológico, que 2003;12:155–77.
orientará el tratamiento. Se debe realizar una biopsia ante [4] Leithner A, Windhager R, Lang S, Haas OA, Kainberger F,
la mínima duda y, en este contexto, el tratamiento de la Kotz R. Aneurysmal bone cyst. A population based epide-
fractura nunca es una urgencia. En presencia de una frac- miologic study and literature review. Clin Orthop 1999;363:
tura en una metástasis supuestamente de un cáncer sin 176–9.
extensión metastásica conocida, sería un error atribuirla [5] Reynolds J. The “fallen fragment sign” in the diagnosis of
a este cáncer y realizar su osteosíntesis inmediata, al igual unicameral bone cysts. Radiology 1969;92:949–53, passim.
que tratar de entrada una lesión supuestamente metas- [6] Van Dijk FS, Sillence DO. Osteogenesis imperfecta: clinical
tásica sin cáncer primario identificado. En estos casos, es diagnosis, nomenclature and severity assessment. Am J Med
obligatorio realizar una biopsia previa al tratamiento de la Genet A 2014;164:1470–81.
fractura, según unas reglas precisas y teniendo en cuenta [7] Biermann JS, Holt GE, Lewis VO, Schwartz HS, Yaszemski
MJ. Metastatic bone disease: diagnosis, evaluation, and treat-
la vía de acceso prevista para la resección-reconstrucción
ment. J Bone Joint Surg Am 2009;91:1518–30.
si se descubre un tumor primario maligno. Este tumor
[8] Helmstedter CS, Goebel M, Zlotecki R, Scarborough MT. Pat-
debe tratarse en centros de referencia especializados en hologic fractures after surgery and radiation for soft tissue
cirugía tumoral ósea. Si se identifica una metástasis, la tumors. Clin Orthop 2001;389:165–72.
elección del tratamiento depende de la esperanza de vida [9] Melton 3rd LJ, Kyle RA, Achenbach SJ, Oberg AL, Rajkumar
del paciente estimada mediante escalas pronósticas, de la SV. Fracture risk with multiple myeloma: a population-based
importancia y de la localización de la osteólisis, del tumor study. J Bone Miner Res 2005;20:487–93.
primario, así como de los tratamientos neoadyuvantes y [10] Ablove RH, Moy OJ, Peimer CA, Wheeler DR. Early
adyuvantes realizados o previstos. En este caso, es esencial versus delayed treatment of enchondroma. Am J Orthop
disponer de pruebas de imagen (preferentemente una RM) 2000;29:771–2.

14 EMC - Aparato locomotor


Fracturas patológicas del adulto y del niño  E – 14-648

[11] Gupta SP, Garg G. Curettage with cement augmentation of [35] Leithner A, Maurer-Ertl W, Windhager R. Biopsy of bone and
large bone defects in giant cell tumors with pathological soft tissue tumours: hints and hazards. Recent results in cancer
fractures in lower-extremity long bones. J Orthop Traumatol research Fortschritte der Krebsforschung. Prog Rech Cancer
2016;17:239–47. 2009;179:3–10.
[12] Salunke AA, Chen Y, Chen X, Tan JH, Singh G, Tai BC, et al. [36] Bryson DJ, Wicks L, Ashford RU. The investigation and mana-
Does pathological fracture affect the rate of local recurrence gement of suspected malignant pathological fractures: a review
in patients with a giant cell tumour of bone?: a meta-analysis. for the general orthopaedic surgeon. Injury 2015;46:1891–9.
Bone Joint J 2015;97:1566–71. [37] Clayer M, Duncan W. Importance of biopsy of new bone
[13] Bramer JA, Abudu AA, Grimer RJ, Carter SR, Tillman RM. Do lesions in patients with previous carcinoma. Clin Orthop
pathological fractures influence survival and local recurrence 2006;451:208–11.
rate in bony sarcomas? Eur J Cancer 2007;43:1944–51. [38] Ruggieri P, Mavrogenis AF, Casadei R, Errani C, Angelini A,
[14] Albergo JI, Gaston CL, Jeys LM, Khajuria A, Carter SR, Till- Calabro T, et al. Protocol of surgical treatment of long bone
man RM, et al. Management and prognostic significance of pathological fractures. Injury 2010;41:1161–7.
pathological fractures through chondrosarcoma of the femur. [39] Destombe C, Botton E, Le Gal G, Roudaut A, Jousse-Joulin S,
Int Orthop 2015;39:943–6. Devauchelle-Pensec V, et al. Investigations for bone metastasis
[15] Yang M. Prognostic role of pathologic fracture in osteosar- from an unknown primary. Joint Bone Spine 2007;74:85–9.
coma: evidence based on 1677 subjects. J Cancer Res Ther [40] Hagmann S, Eichhorn F, Moradi B, Gotterbarm T, Dreher T,
2015;11:264–7. Lehner B, et al. Mid- and long-term clinical results of surgical
[16] Kobayashi D, Satsuma S, Kamegaya M, Haga N, Shimomura therapy in unicameral bone cysts. BMC Musculoskelet Disord
S, Fujii T, et al. Musculoskeletal conditions of acute leuke- 2011;12:281.
mia and malignant lymphoma in children. J Pediatr Orthop B [41] Ozkan E, Gupta S. Embolization of spinal tumors: vascular ana-
2005;14:156–61. tomy, indications, and technique. Tech Vasc Intervent Radiol
[17] Scoccianti G, Rigacci L, Puccini B, Campanacci DA, Simon- 2011;14:129–40.
tacchi G, Bosi A, et al. Primary lymphoma of bone: outcome [42] Pazionis TJ, Papanastassiou ID, Maybody M, Healey JH.
and role of surgery. Int Orthop 2013;37:2437–42. Embolization of hypervascular bone metastases reduces intra-
[18] Dutta P, Mandal A, Bandyopadhyay U, Santra S, Sarkar PS. operative blood loss: a case-control study. Clin Orthop
Management of pathological fracture in patients with pri- 2014;472:3179–87.
mary hyperparathyroidism. J Indian Med Assoc 2013;111: [43] Bickels J, Dadia S, Lidar Z. Surgical management of metastatic
835–6. bone disease. J Bone Joint Surg Am 2009;91:1503–16.
[19] Reginato AJ, Falasca GF, Pappu R, McKnight B, Agha A. [44] Wong R, Wiffen PJ. Bisphosphonates for the relief of pain
Musculoskeletal manifestations of osteomalacia: report of 26 secondary to bone metastases. Cochrane Database Syst Rev
cases and literature review. Semin Arthritis Rheum 1999;28: 2002;(3):CD002068.
287–304. [45] Hage WD, Aboulafia AJ, Aboulafia DM. Incidence, location,
[20] Moore TE, King AR, Kathol MH, el-Khoury GY, Palmer R, and diagnostic evaluation of metastatic bone disease. Orthop
Downey PR. Sarcoma in Paget disease of bone: clinical, radio- Clin North Am 2000;31:515–28, vii.
logic, and pathologic features in 22 cases. AJR Am J Roentgenol [46] Wedin R. Surgical treatment for pathologic fracture. Acta Ort-
1991;156:1199–203. hop Scand Suppl 2001;72:1–29.
[21] Clezardin P, Gligorov J, Delmas P. Mechanisms of action [47] Katagiri H, Okada R, Takagi T, Takahashi M, Murata H, Harada
of bisphosphonates on tumor cells and prospects for use H, et al. New prognostic factors and scoring system for patients
in the treatment of malignant osteolysis. Joint Bone Spine with skeletal metastasis. Cancer Med 2014;3:1359–67.
2000;67:22–9. [48] Tokuhashi Y, Matsuzaki H, Oda H, Oshima M, Ryu J. A revised
[22] Murphey MD, Flemming DJ, Boyea SR, Bojescul JA, Sweet scoring system for preoperative evaluation of metastatic spine
DE, Temple HT. Enchondroma versus chondrosarcoma in the tumor prognosis. Spine 2005;30:2186–91.
appendicular skeleton: differentiating features. Radiographics [49] Wedin R, Bauer HC. Surgical treatment of skeletal metastatic
1998;18:1213–37 [quiz 44-5]. lesions of the proximal femur: endoprosthesis or reconstruction
[23] Kaplan RN, Rafii S, Lyden D. Preparing the “soil”: the preme- nail? J Bone Joint Surg Br 2005;87:1653–7.
tastatic niche. Cancer Res 2006;66:11089–93. [50] Rompe JD, Eysel P, Hopf C, Heine J. Metastatic instability at
[24] Coleman RE. Clinical features of metastatic bone disease and the proximal end of the femur. Comparison of endoprosthe-
risk of skeletal morbidity. Clin Cancer Res 2006;12:6243s–9s. tic replacement and plate osteosynthesis. Arch Orthop Trauma
[25] Fuchs B, Valenzuela RG, Sim FH. Pathologic fracture as a Surg 1994;113:260–4.
complication in the treatment of Ewing’s sarcoma. Clin Orthop [51] Mirels H. Metastatic disease in long bones: a proposed scoring
2003;415:25–30. system for diagnosing impending pathologic fractures. 1989.
[26] Dalinka MK, Edeiken J, Finkelstein JB. Complications of Clin Orthop 2003;415(Suppl.):S4–13.
radiation therapy: adult bone. Semin Roentgenol 1974;9:29–40. [52] Amanatullah DF, Williams JC, Fyhrie DP, Tamurian RM. Tor-
[27] Cho MR, Kwun KW, Lee DH, Kim SY, Kim JD. Latent period sional properties of distal femoral cortical defects. Orthopedics
best predicts acetabular cup failure after total hip arthroplasties 2014;37:158–62.
in radiated hips. Clin Orthop 2005;438:165–70. [53] Kassab M, Dumaine V, Babinet A, Ouaknine M, Tomeno B,
[28] Sternheim A, Saidi K, Lochab J, O’Donnell PW, Eward WC, Anract P. Twenty-nine shoulder reconstructions after resec-
Griffin A, et al. Internal fixation of radiation-induced patho- tion of the proximal humerus for neoplasm with mean 7-year
logical fractures of the femur has a high rate of failure. Bone follow-up. Revue Chir Orthop 2005;91:15–23.
Joint J 2013;95:1144–8. [54] Al-Jahwari A, Schemitsch EH, Wunder JS, Ferguson PC, Zdero
[29] Felden A, Vaz G, Kreps S, Anract P, Hamadouche M, Biau DJ. R. The biomechanical effect of torsion on humeral shaft repair
A cemented acetabular component with a reinforcement cross techniques for completed pathological fractures. J Biomech
provides excellent medium-term fixation in total hip arthro- Eng 2012;134:024501.
plasty after pelvic irradiation. Bone Joint J 2015;97:177–84. [55] Capanna R, Campanacci DA. The treatment of metasta-
[30] Hu YC, Lun DX, Wang H. Clinical features of neoplastic patho- ses in the appendicular skeleton. J Bone Joint Surg Br
logical fracture in long bones. Chin Med J 2012;125:3127–32. 2001;83:471–81.
[31] Hendrix RW, Rogers LF, Davis Jr TM. Cortical bone metasta- [56] Steensma M, Boland PJ, Morris CD, Athanasian E, Healey
ses. Radiology 1991;181:409–13. JH. Endoprosthetic treatment is more durable for pathologic
[32] James SL, Davies AM. Atraumatic avulsion of the lesser proximal femur fractures. Clin Orthop 2012;470:920–6.
trochanter as an indicator of tumour infiltration. Eur Radiol [57] Ward WG, Holsenbeck S, Dorey FJ, Spang J, Howe D. Metas-
2006;16:512–4. tatic disease of the femur: surgical treatment. Clin Orthop
[33] Kaur I, Handa U, Kundu R, Garg SK, Mohan H. Role of 2003;415(Suppl.):S230–44.
fine-needle aspiration cytology and core needle biopsy in diag- [58] Massin P, Duparc J. Total hip replacement in irradiated hips.
nosing musculoskeletal neoplasms. J Cytol 2016;33:7–12. A retrospective study of 71 cases. J Bone Joint Surg Br
[34] Skrzynski MC, Biermann JS, Montag A, Simon MA. Diag- 1995;77:847–52.
nostic accuracy and charge-savings of outpatient core needle [59] Chesser TJ, Kerr PS, Ward AJ. Pathological fracture after
biopsy compared with open biopsy of musculoskeletal tumors. prophylactic reconstruction nailing of the femur. The need for
J Bone Joint Surg Am 1996;78:644–9. distal locking. Int Orthop 1996;20:190–1.

EMC - Aparato locomotor 15


E – 14-648  Fracturas patológicas del adulto y del niño

[60] Peterson JR, Decilveo AP, O’Connor IT, Golub I, Wittig JC. [74] Patchell RA, Tibbs PA, Regine WF, Payne R, Saris S, Kryscio
What are the functional results and complications with long RJ, et al. Direct decompressive surgical resection in the treat-
stem hemiarthroplasty in patients with metastases to the pro- ment of spinal cord compression caused by metastatic cancer:
ximal femur? Clin Orthop 2017;475:745–56. a randomised trial. Lancet 2005;366:643–8.
[61] Sarahrudi K, Hora K, Heinz T, Millington S, Vecsei V. [75] Polly Jr DW, Chou D, Sembrano JN, Ledonio CG, Tomita K.
Treatment results of pathological fractures of the long An analysis of decision making and treatment in thoracolumbar
bones: a retrospective analysis of 88 patients. Int Orthop metastases. Spine 2009;34:S118–27.
2006;30:519–24. [76] Nader R, Rhines LD, Mendel E. Metastatic sacral tumors.
[62] Kim YI, Kang HG, Kim JH, Kim SK, Lin PP, Kim HS. Neurosurg Clin North Am 2004;15:453–7.
Closed intramedullary nailing with percutaneous cement aug- [77] Clausen C, Dahl B, Frevert SC, Hansen LV, Nielsen MB, Lonn
mentation for long bone metastases. Bone Joint J 2016;98: L. Preoperative embolization in surgical treatment of spinal
703–9. metastases: single-blind, randomized controlled clinical trial
[63] Piccioli A, Maccauro G, Scaramuzzo L, Graci C, Spinelli MS. of efficacy in decreasing intraoperative blood loss. J Vasc Inter-
Surgical treatment of impending and pathological fractures of vent Radiol 2015;26, 402–12.e1.
tibia. Injury 2013;44:1092–6. [78] Hansen-Algenstaedt N, Kwan MK, Algenstaedt P, Chiu CK,
[64] Wunder JS, Ferguson PC, Griffin AM, Pressman A, Bell RS. Viezens L, Chan TS, et al. Comparison between minimally
Acetabular metastases: planning for reconstruction and review invasive surgery and conventional open surgery for patients
of results. Clin Orthop 2003;415(Suppl.):S187–97. with spinal metastasis: a prospective propensity score-matched
[65] Harrington KD. The management of acetabular insufficiency study. Spine 2017;42:789–97.
secondary to metastatic malignant disease. J Bone Joint Surg [79] Jung ST, Ghert MA, Harrelson JM, Scully SP. Treatment of
[Am] 1981;63:653–64. osseous metastases in patients with renal cell carcinoma. Clin
[66] Li Z, Butala NB, Etheridge BS, Siegel HJ, Lemons JE, Eber- Orthop 2003;415:223–31.
hardt AW. A biomechanical study of periacetabular defects and [80] Goodwin CR, Clarke MJ, Gokaslan ZL, Fisher C, Laufer I,
cement filling. J Biomech Eng 2007;129:129–36. Weber MH, et al. En bloc resection of solitary functional secre-
[67] Cottias P, Jeanrot C, Vinh TS, Tomeno B, Anract P. ting spinal metastasis. Glob Spine J 2016;6:277–83.
Complications and functional evaluation of 17 saddle prost- [81] Boriani S, Bandiera S, Donthineni R, Amendola L, Cappuccio
heses for resection of periacetabular tumors. J Surg Oncol M, De Iure F, et al. Morbidity of en bloc resections in the spine.
2001;78:90–100. Eur Spine J 2010;19:231–41.
[68] Siegal T, Siegal T. Current considerations in the manage-
ment of neoplastic spinal cord compression. Spine 1989;14:
223–8. Si desea saber más
[69] Shiue K, Sahgal A, Chow E, Lutz ST, Chang EL, Mayr NA,
et al. Management of metastatic spinal cord compression. Anract P, Biau D, Boudou-Rouquette P. Fractures métastatiques des
Expert Rev Anticancer Ther 2010;10:697–708. os longs des membres. In: Conférences d’enseignement. Trau-
[70] Bilsky MH, Lis E, Raizer J, Lee H, Boland P. The dia- matologie adulte, Paris: Elsevier Masson; 2016. p. 107–11.
gnosis and treatment of metastatic spinal tumor. Oncologist Anract P, Tomeno B. Biopsy. Londres: Churchill Livingstone; 1998.
1999;4:459–69. Blomlie V, Rofstad EK, Talle K, Sundfør K, Winderen M, Lien
[71] Ivanishvili Z, Fourney DR. Incorporating the Spine Instability HH. Incidence of radiation-induced insufficiency fractures of
Neoplastic Score into a treatment strategy for spinal metastasis: the female pelvis: evaluation with MR imaging. AJR Am J
LMNOP. Glob Spine J 2014;4:129–36. Roentgenol 1996;167:1205–10.
[72] Bilsky M, Smith M. Surgical approach to epidural spi- Kaa AK, Jørgensen PH, Søjbjerg JO, Johannsen HV. Reverse shoul-
nal cord compression. Hematol Oncol Clin North Am der replacement after resection of the proximal humerus for
2006;20:1307–17. bone tumours. Bone Joint J 2013;95:1551–5.
[73] Fisher CG, DiPaola CP, Ryken TC, Bilsky MH, Shaffrey CI, NetSarc-ResOs. www.netsarc.sarcomabcb.org/.
Berven SH, et al. A novel classification system for spinal ins- PATHFx. www.pathfx.org/.
tability in neoplastic disease: an evidence-based approach and Pointillart V, Fabre T. Traitement chirurgical des métastases osseuses.
expert consensus from the Spine Oncology Study Group. Spine EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Techniques chirurgicales
2010;35:E1221–9. – Orthopédie-Traumatologie, 44-101, 2009.

A. Felden (arnaud.felden@aphp.fr).
P. Anract.
Service de chirurgie orthopédique et traumatologique, Hôpital Cochin, 27, rue du Faubourg-Saint-Jacques, 75014 Paris, France.
V. Tlemsani.
Service d’oncologie, Hôpital Cochin, 27, rue du Faubourg-Saint-Jacques, 75014 Paris, France.
C. Scemama.
Service de chirurgie orthopédique et traumatologique, chirurgie du rachis, Hôpital de La-Pitié-Salpêtrière, 47-83, boulevard de l’Hôpital,
75013 Paris, France.
D. Biau.
Service de chirurgie orthopédique et traumatologique, Hôpital Cochin, 27, rue du Faubourg-Saint-Jacques, 75014 Paris, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Felden A, Anract P, Tlemsani V, Scemama C, Biau D. Fracturas
patológicas del adulto y del niño. EMC - Aparato locomotor 2018;51(2):1-16 [Artículo E – 14-648].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

16 EMC - Aparato locomotor

Vous aimerez peut-être aussi