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All content following this page was uploaded by Bastián Olea Herrera on 07 November 2016.
Resumen:
Este artículo corresponde a un análisis del capítulo séptimo, Discutir con lo real, del libro “Cuerpos que
importan: Sobre los límites materiales y discursivos del ‘sexo’”, de Judith Butler. Se estudia el problema
de la resignificación política del lenguaje a través de la descripción del proceso de constitución de los
significantes políticos, y en base a dicho marco teórico, posteriormente se analiza lingüísticamente la
negativización de la gordura, con miras a la evaluación de la posibilidad de una resignificación política
del término. El presente artículo podría ser dividido en dos partes: La teoría identitaria de la constitu-
ción de los significantes políticos de Judith Butler, y La belleza como significante político y su resignifi-
cación en el contexto de la estigmatización de la gordura.
gentes en un concepto factible por sí mismo (But- “gordo”, “obeso”, “bello”, “feo”, opera a través de
ler, 2014a, p. 234). Esto significa que la defini- su referencia mediante imágenes valorizadas o
ción de belleza requiere de un contexto social de- positivadas, dotando de sentidos básicos a los
terminado para obtener un significado específico, significantes: tal concepto es socialmente desea-
que la identidad de género debe enmarcarse bajo do, tal concepto es un valor al cual se debiese as-
una ideología patriarcal y heteronormada para pirar. A su vez, se generan exclusiones discursivas
que resulte en las categorías occidentales con- que figuran los límites de los significantes y la
temporáneas (y que puede tomar otras formas de abyección de ciertos referentes, imposibilitando,
acuerdo a la ideología presente), y que la gordu- por ejemplo, que lo bello sea gordo, o que lo gor-
ra, como significante político, obtiene su signifi- do se relacione positivamente a la belleza, la fem-
cación simbólica –y por ende, su valoración so- inidad, o la moda. Así, la performatividad discur-
cial– de acuerdo a una plétora de discursos que siva ejercida en el contexto mediático (que no es
se entrelazan, y que revisaremos al final del pre- más que una discursividad investida de poder y
sente artículo. alcance global) construye las posibilidades de
“ser” de los referentes de cada significante a
Performatividad en el lenguaje través de la representación (nombramiento), so-
bre-representación (reiteración), y la des-repre-
El lenguaje, mediante su atributo performativo, sentación (exclusión) de cuerpos, constituyendo y
tiene la capacidad de establecer lo que “es” medi- reproduciendo las cadenas históricas de signifi-
ante actos de reiteración y exclusión. Es decir, el cación que solidifican las palabras como fuentes
uso social y reiterado de palabras da lugar a su de privilegio y estigmatización (Butler, 2014a, p.
reconocimiento, y por ende, a su significado y 229).
validez comunicacional. Las reiteraciones o
A pesar de lo anterior, es necesario considerar la
repeticiones mediante las cuales opera la perfor-
existencia de una historicidad en las normas
matividad son el conjunto de acciones constreñi-
lingüísticas, entendidas como “cadenas” históricas
das por las normas sociales, prohibiciones,
de iteración, que limitan la posibilidad de agencia
tabúes, amenazas, y violencias existentes en
en el acto lingüístico/performativo: no todo sig-
nuestra cultura, que compelen a los sujetos a ac-
nificante puede ser deliberadamente alterado en
tuar de manera que reproduzcan ciertos patrones
un acto de resignificación que itere políticamente
simbólicos determinados (Butler, 2014c, p. 120).
su significado, puesto que existe una cadena
En otras palabras, la performatividad es la it-
histórica detrás que actuará contra el nuevo sig-
eración de una repetición regulada de normas, y
nificado que no le corresponda como rechazo so-
la enactación de discursos modulados por dichas
cial al significante rearticulado (Butler, 2014a, p.
reiteraciones. En este sentido, la repetición que
228). Dicho en sencillo: la resignificación política
define a la performatividad no es efectuada por el
de una palabra no depende meramente de la vol-
sujeto, sino que el sujeto es constituido por su
untad política de un grupo en disputar su signifi-
repetición (Ídem).
cado, puesto que el lenguaje es social e histórico.
Por otro lado, las exclusiones son tan relevantes Entonces, ¿De qué manera es posible que existan
como las reiteraciones, debido a que son capaces palabras, específicamente significantes políticos,
de definir lo que “es” al marcar los límites de la que estén hoy en día en disputa, y que fruto de
significación (Butler, 2014a, p. 229), produciendo diversos movimientos sociales (principalmente
lo abyecto (lo despreciado, negado). movimientos queer y feministas) han logrado ser
La reiteración mediática de aquello que se refiere resignificadas?; ¿Qué permite que ciertos signifi-
con significantes acerca de la estética, tales como cantes tengan la cualidad de ser inherentemente
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Bastián Olea H., 2016.
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médico, que opera como el argumento de poder iteración. Dicho de otro modo: la fragilidad de los
que legitima la constitución del sujeto “bello y significantes políticos y la dependencia de su re-
sano”, y a su vez vuelve imposibles, invisibles, producción en circunstancias culturales y de
innarratibizables, a otros cuerpos “insanos” y “de- poder posibilita que los individuos puedan dis-
sagradables”, como los no-delgados. El discurso putar la palabra y alterar su significado política-
médico sería la fuente del poder y autoridad mente. Pero la incapacidad descriptiva también
(científica) para un discurso mayor (llámese pa- constituye a los significantes políticos en sitios de
triarcado, misoginia, u otro) que es capaz de sell- investidura fantasmática; es decir, donde las imá-
ar ideológicamente una lógica cultural mediante genes imaginarias internalizadas por los sujetos
la violencia discursiva, volviendo imposible la (la “presencia estructurante de la alteridad en la
mera consideración de cuerpos disidentes. formulación del yo” [Butler, 2014c, p. 133])
llenan de contenido –generalmente negativo y
Resignificación política figurado como amenaza– al significante (Butler,
2014a, p. 233).
Como ya vimos, los significantes políticos no son
Otra oportunidad política que brota de este pro-
capaces de describir, sino que son signos vacíos
ceso yace en el hecho de que las exclusiones con-
que son conformados mediante un antagonismo
stitutivas, en tanto subjetividades socialmente
constituyente, y son llenados de contenido por
negativizadas y vetadas de condiciones de repre-
otros discursos e imágenes (investiduras fantas-
sentatividad positiva, tienden a demandar por su
máticas). La incapacidad de describir de los sig-
inclusión en los términos de la constitución del
nificantes políticos radica en la condición de mé-
significante (lo que Mouffe llama el horizonte
connaissance de cada significante (Butler, 2014a,
aún-no-asimilable de la comunidad) (Butler,
p. 233): el proceso de conformación del signifi-
2014a, p. 235). En otras palabras, el mecanismo
cado en la palabra es un proceso de negatividad
de exclusión, como procedimiento de nega-
definitoria, donde se marcan los límites del senti-
tivización, genera inevitablemente a un otro nega-
do y del ser al instituirse la alienación de la de-
tivizado, y simultáneamente, lo tipifica como un
terminación simbólica del ser. Esto significa que,
otro en necesidad de ser incluido, o bien, como
a pesar de que los significantes políticos procuren
un sujeto en espera (o necesidad) de una in-
significar una expectativa de unidad, esta unidad
clusión futura. Excluir, discriminar e inferiorizar,
no se realiza agrupando las características simi-
no es más que imponer barreras de poder entre
lares de los referentes, sino definiendo las difer-
los sujetos, las cuales tarde o temprano caerán (o
encias al volverse un sitio de investidura donde
serán hechas caer).
las imágenes fantasmáticas (internalizaciones
imaginarias de productos culturales que surgen al La imposibilidad de representación equitativa-
gatillarse) se reúnen, definiendo negativamente mente positiva, que es condición del proceso de
el significado, y construyendo un referente ideal definición negativa, produce al acto negativa-
inalcanzable. mente constitutivo como un fenómeno social que
marca el camino futuro de la política emancipato-
El punto políticamente relevante en este nivel del
ria: la representación positiva de todos los térmi-
proceso es que, justamente, la incapacidad de-
nos otrora excluidos.
scriptiva de los significantes respecto de lo que
nombran es lo que posibilita el ejercicio de
rearticulación discursiva; es decir, de introducir
agencia en el proceso performativo para modi-
ficar la referencia de la palabra en su cadena de
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otras palabras, la naturaleza social y política del constructo social que opera en pos de la manten-
significante belleza significa que el concepto vari- ción de una dinámica de poder determinada, y
ará de acuerdo a su contexto, por lo que se como tal, la creación de una superioridad identi-
tornaría imposible identificar objetivamente al taria requiere referir también a una inferior-
referente que describe (puesto que en una so- ización. Es por esto que la estigmatización de la
ciedad lo bello será x, en otra y, ad infinitum). Es gordura resulta vital para la constitución del priv-
en dicho sentido que el significante político es ilegio: los cuerpos inferiorizados deben ser sim-
entendido como vacío: una definición positiva y bólicamente marcados como tales, de manera que
rígida del significante provocaría contradicciones su negatividad sea percibida como la amenaza de
en cada contexto. lo que significa estar fuera del poder; la amenaza
significando también el privilegio de cumplir con
El acto de dislocación (verwerfung) en el mecan-
las prácticas que permiten al sujeto posicionarse
ismo oposicional del significante político belleza
en el sitio de privilegio y, por ende, evitar ser san-
es, de acuerdo a la especificidad del tema que es-
cionados. A su vez, la sanción proviene de la per-
tamos tratando, el antagonismo constituyente
cepción social negativa, de la internalización de
delgadez/gordura. Dentro del paradigma occi-
imágenes negativas por parte del sujeto y de los
dental, la gordura es identificada como la nega-
otros, de las expectativas respecto del otro gener-
tividad definitoria que puede dotar de sentido al
alizado, y de discursos estigmatizantes que infe-
significante político, marcando el límite referen-
riorizan a las corporalidades gordas, ya sea bajo
cial para el significado del concepto: todo lo bello
argumentos sexistas, morales, médicos, neolib-
no es gordo. Sobre esta estructura, el significante
erales (consumistas e individualistas), estéticos,
puede empezar a obtener un sentido más comple-
clasistas, u otros.
jo (aumentando la cantidad de descriptores con-
tingentes; por ejemplo, aquellos que versen sobre
la moda; e imágenes internalizadas acerca de los Conclusión: Sobre la resignificación
referentes de dichos descriptores, o culturales, o de la gordura
experienciales, etc.), asistido por la ideología su-
turante que valida al antagonismo. Aplicando la última parte del marco teórico pre-
viamente expuesto y las consideraciones re-
La dislocación, literalmente dis (separar) y locare
visadas en la breve aplicación del mismo, es posi-
(ubicar), ubica en el polo dicotómico negativo a
ble argumentar la existencia de múltiples factores
la gordura, y por lo tanto implica la positivación
capaces de propiciar un cambio lingüístico en
de su término opuesto, la delgadez. Dicho antag-
beneficio político de las corporalidades gordas. La
onismo produce que el término negativo –la gor-
condición inherente a los significantes políticos,
dura– resulte necesario para contraponerse a la
según se desarrolló, los describe como signifi-
delgadez; es decir, la gordura sería el referente
cantes frágiles, carentes por definición de un ref-
cultural contra el cual se opone la delgadez, y por
erente positivo y de capacidad descriptiva. Por
lo tanto es el punto que permite dar sentido a la
consiguiente, se trata de significantes vacíos, sólo
posición identitaria privilegiada.
dotados de significado por las imágenes fantas-
La sanción cultural y social del término negativo máticas que ofrece la cultura a través de sus
gordura se vuelve el mecanismo práctico por diferentes vías enunciativas (medios comunica-
medio del cual se reproduce la condición positiva cionales, los discursos estigmatizantes recién
y privilegiada de la delgadez, y esto ocurre por el enumerados, la industria cultural, etc.), por la
sencillo hecho de que no existe nada inherente- cadena histórica de iteración de significantes, por
mente bello en la delgadez, sino que se trata de un los descriptores que llenen al significante, y por
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las condiciones socioculturales que varían la per- de conceptos tales como “mujer bella”, “hombre
cepción y valoración de las diferentes corporali- bello”, “mujer gorda”, “hombre gordo”, aunque
dades. no siempre en un sentido progresista o emancipa-
torio, pues ciertos estándares pueden verse
El peso de una historia de validación dialógica,
agudizados en su idealización.
etimológica y textual entrega rigidez a lo signifi-
cantes, dificultando la posibilidad de acción Pero la estigmatización de la gordura, que ve sus
política en la modificación del lenguaje. Pero es- inicios tan atrás como el siglo XIX en occidente
tas cadenas de iteración de los significantes son (Stearns, 2002), y cuya causa no fue entendida
también sociales, y cuando las condiciones so- como un problema de desigualdad social digno
ciales cambian, también cambian los referentes de movilización política sino hasta finales de la
materiales que anclan el significado de las pal- década de los 60 (Cooper, 2008), claramente se
abras, abriendo espacio para cierto nivel de re- enfrenta contra una imponente maquinaria sim-
significación política. Un ejemplo de lo más evi- bólica de negativización. Si se considera que la
dente es el imaginario detrás del concepto de discriminación de la gordura posee el respaldo de
“mujer”, el cual, dependiendo del nivel de pro- todo el aparato discursivo médico y de su corre-
gresismo en cada sociedad, gatillará diferentes spondiente industria, de la industria de la belleza
imágenes y conjuntos valóricos. y la moda, de ciertos discursos religiosos, de dis-
cursos moralistas, e incluso de otros tan disímiles
Sin duda, la resistencia mediática que se ha ejer-
como los discursos neoliberales acerca de la re-
cido principalmente en internet en contra de los
sponsabilización personal y los discursos estadis-
estándares de belleza opresivos contra mujeres y
tas que reprochan el gasto público que la gordura
hombres han logrado calar en la significación de
supuestamente significa, el panorama político-
ciertos conceptos, pero de forma limitada, pues
emancipador para los y las gordas del mundo re-
apuntan a reducidos sectores poblacionales (con
sulta aún más desolador. Pero la lucha política no
un cierto acceso a la tecnología, en círculos de
puede detenerse con la mera identificación de
información que no suelen ser los hegemónicos,
adversidades: las condiciones están dadas para
generalmente de edades jóvenes y/o con cierto
combatir, al menos desde los frentes simbólicos y
nivel educacional). De manera similar, la hiper-
performativos, a la tiranía de la delgadez como
exposición a corporalidades que ocurre en so-
otra dimensión de la opresión patriarcal contra la
ciedades de la información (siguiendo el concep-
emancipación femenina, y también como una de
to de Castells), o sociedades capitalistas con alto
las tantas facetas de un sistema neoliberal basado
nivel de consumo de contenidos mediáticos, logra
en la insegurización, docilización, y sumisión de
actualizar los referentes materiales que dotan de
las y los sujetos ante el consumo y sus fuerzas de-
sentido a los significantes, alterando las imágenes
spolitizantes.
Referencias bibliográficas:
- Bartky, S. L. (1988). Foucault, Feminity, and the Modernization of Patriarchal Power. En Feminism
and Foucault: Reflections on Resistance (pp. 25–45).
- Butler, J. (2014a). Arguing with the Real. En Bodies That Matter (pp. 228–270). Routledge.
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Bastián Olea H., 2016.
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Bastián Olea H., 2016.
gions: Results of the International Body Project I. Personality and Social Psychology Bulletin,
36, 309–325. http://doi.org/10.1177/0146167209359702
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