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R E V I S T AR D

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S AT AC EDPEA LL A7 4 C •E P A G
L O7S4T O 2001 7

Retomar la agenda
del desarrollo

José Antonio Ocampo

Secretario Ejecutivo de la
Comisión Económica para En este ensayo se resumen algunas de las reflexiones más im-
América Latina y el Caribe portantes en que se sustentan las propuestas a favor de una
(CEPAL) nueva agenda de desarrollo y se resalta la necesidad de lograr
Jaocampo@eclac.cl un nuevo equilibrio entre el mercado y el interés público y de
entender por “políticas públicas” toda forma de acción organi-
zada tras objetivos de interés común, y no sólo las acciones es-
tatales. El autor plantea cinco propuestas a favor de una nueva
agenda de desarrollo: i) Se requiere una globalización más
equilibrada, con verdadero respeto por la diversidad; la exis-
tencia de una red de instituciones regionales, respetuosas del
orden global pero con mayores grados de autonomía, constitu-
ye la mejor opción para construir una institucionalidad inter-
nacional más sólida y equilibrada. ii) Es fundamental tener una
visión amplia de la estabilidad macroeconómica y del papel que
desempeñan las políticas anticíclicas; está claro que la inestabi-
lidad real tiene un costo muy elevado y que, además, el costo
de los déficit del sector privado es tan alto como el de los
desequilibrios del sector público. iii) No basta con las políticas
macroeconómicas; la definición de estrategias de desarrollo
que apunten a inducir innovaciones y construir complemen-
tariedades productivas parece ser un camino que las econo-
mías abiertas de la región no pueden dejar de tomar. iv) Es
preciso mejorar los encadenamientos sociales; el progreso so-
cial puede concebirse como el producto de tres factores bási-
cos: una política social de largo plazo que incremente la equi-
dad y garantice la inclusión, un crecimiento económico que
genere un volumen adecuado de empleo de calidad y una re-
ducción de la heterogeneidad estructural de los sectores pro-
ductivos. v) El sistema económico debe estar subordinado a
objetivos sociales más amplios; en este sentido, es importante
fomentar los lazos de solidaridad que se han ido perdiendo.

RETOMAR LA AGENDA DELA DESARROLLO


G O S T O 2 0 0 1• JOSE ANTONIO OCAMPO
8 REVISTA DE LA CEPAL 74 • AGOSTO 2001

I
Introducción

La liberalización económica fue presentada al mundo ritmo significativamente inferior a las cifras registra-
en desarrollo como la respuesta a estrategias ineficien- das durante las tres décadas de industrialización
tes asociadas a la protección comercial, a los altos nive- liderada por el Estado, entre los años cincuenta y seten-
les de intervención estatal y a la captación de rentas ta (5.5% por año). El desempeño del Africa subsaha-
(rent seeking) por parte de los agentes económicos, que riana y, en general, de los países menos desarrollados,
dichas estrategias generaban. Fue presentada también sigue siendo muy insuficiente. Varias de las economías
como la forma de aprovechar plenamente las opor- en transición mantienen niveles de actividad económica
tunidades que ofrecía la globalización. Esta visión re- inferiores a los registrados antes de la “gran eclosión”.
presentó un cambio significativo frente a la idea que La mayor parte de las economías asiáticas afectadas
sirvió de base a las estrategias de desarrollo durante por la crisis ya se han recuperado, pero aún tienen que
varias décadas, según la cual la “industrialización tar- enfrentar las repercusiones de las crisis financieras. Las
día” exigía una amplia intervención del Estado. El Con- excepciones más notables son, como es obvio, China
senso de Washington fue uno de los mejores resúme- e India, que no figuran en todo caso entre las econo-
nes de esta agenda de reformas, aunque por cierto no mías con mayores niveles de reforma. Incluso en el
representaba las versiones más radicales, que reclama- mundo industrializado el crecimiento de los años no-
ban un Estado minimalista (Williamson, 1998). Igual- venta fue muy inferior al de la “edad de oro” (1950 a
mente, fue una manifestación del optimismo que des- 1973); los Estados Unidos alcanzaron las tasas de cre-
pertaba la agenda de reformas hace una década. cimiento que caracterizaron dicho período, pero sólo
En los últimos años se ha producido un intenso en la segunda mitad de la década.
cuestionamiento acerca de la sabiduría de esta visión. Por otra parte, las tensiones distributivas son agu-
Es probable que la crisis asiática haya sido su peor re- das y es probable que estén aumentando. Las dispa-
vés, al hacer patente que la liberalización financiera ridades de ingreso entre los países desarrollados y los
puede ser fuente de una profunda inestabilidad macro- menos desarrollados siguen acentuándose (PNUD, 1999).
económica cuando no está acompañada de un marco La distribución del ingreso se ha deteriorado en un gran
institucional apropiado. La fuerte reacción de la “so- número de países, tanto desarrollados como en desa-
rrollo. De acuerdo con un cálculo existente, el 57% de
ciedad civil global” a partir de Seattle revela que la glo-
la población mundial vive en países cuya distribución
balización misma está siendo cuestionada, lo que refle-
del ingreso se ha deteriorado, frente a sólo un 16% en
ja básicamente el descontento existente en el mundo
aquellos en que ha mejorado, mientras en los demás
industrializado. En los países en desarrollo, la desilu-
no se observa ninguna tendencia definida (Cornia,
sión con las reformas es creciente, pero sus manifes-
1999). El aumento de los diferenciales de ingreso en
taciones políticas son menos organizadas y su agenda
función del grado de calificación de la mano de obra
está todavía por definir.
es un fenómeno de alcance mundial, aunque sus ex-
En términos más generales, la insatisfacción con
plicaciones alternativas —la liberación del comercio,
los resultados de las reformas es cada vez mayor. El
tendencias tecnológicas o el debilitamiento de las ins-
comercio y la inversión extranjera directa han crecido
tituciones de protección social— siguen siendo objeto
notablemente, pero la “Tierra prometida” de altas ta- de debate. No obstante, es indudable que obedece, al
sas de crecimiento se percibe cada vez más como un menos en parte, a la asimetría que existe entre la mo-
espejismo. En América Latina, la región en donde más vilidad internacional de algunos factores de producción
se ha avanzado en el proceso de reformas, el crecimien- (el capital, la mano de obra altamente calificada) y las
to de los años noventa fue tan sólo de un 3.2% anual, restricciones a la movilidad de otros (mano de obra po-
co calificada), así como a la creciente dificultad de los
gobiernos para proporcionar instrumentos eficaces de
Una versión previa de este ensayo se presentó en el panel de la protección social (Rodrik, 1997).
reunión anual de la American Economic Association “Toward a Estos hechos y el descontento que provocan han
Post-Washington Consensus on Development and Security”, reali-
zada en Nueva Orleans del 5 al 7 de enero de 2001. dado origen, a su vez, a un debate positivo, que segura-

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mente enriquecerá la agenda del desarrollo. En efecto, zo. El primero es el llamado a un nuevo equilibrio entre
en los últimos años este debate ha adquirido un carác- el mercado y el interés público. Este llamado no debe
ter algo más pluralista, del cual empiezan a surgir ser visto como contrario al mercado, ya que las accio-
nuevas visiones del desarrollo. Nuevos énfasis —en- nes en favor de la provisión de bienes públicos, de
tre otros en la importancia del desarrollo institucional, completar mercados, de ayudar a que los mercados no
en las redes de protección social, en el “sentido de competitivos funcionen adecuadamente, de explotar las
pertenencia” (ownership) de las políticas de desarro- externalidades positivas y evitar las negativas, o de
llo— han penetrado con fuerza en el debate interna- garantizar una participación equitativa en los frutos del
cional. ¿Significa esto que la agenda del desarrollo está desarrollo, pueden operar, a través de diferentes cana-
cambiando? Es posible, pero aún no es evidente. En les económicos, sociales y políticos, como poderosos
muchos casos, los nuevos conceptos y énfasis son sim- mecanismos en beneficio del mercado. Si es aplicada
plemente añadidos a lo que sigue siendo esencialmen- correctamente, una política activa de este tipo será más
te la misma agenda de los últimos años, en una con- “amistosa con el mercado” que los enfoques alternati-
cepción lineal según la cual se van agregando nuevas vos que tendieron a predominar durante la primera ola
“generaciones” de reformas a las que se consideran de reformas.
buenos cimientos. En las condiciones menos favora- El segundo tema es que las “políticas públicas”
bles, son exclusivamente nuevos ropajes para las mis- deben ser entendidas como toda forma de acción or-
mas ideas. Los mercados, en particular los financieros, ganizada en favor de objetivos de interés común, más
no han internalizado realmente la necesidad de una que exclusivamente como acciones estatales. Este con-
nueva agenda de desarrollo y en esencia siguen recla- cepto es consistente con el llamado a abrir nuevas
mando una mayor liberalización, tanto a nivel nacio- oportunidades para la participación de la sociedad ci-
nal como mundial, es decir simple y llanamente más vil y con la necesidad de superar la crisis del Estado
reformas de “primera generación”. Esta sigue siendo que afecta al mundo en desarrollo y, en realidad, al
la fuerza dominante en un mundo en el cual la capaci- mundo entero. Busca corregir tanto las “fallas del mer-
dad de acción de los gobiernos nacionales se ha debi- cado” como las “fallas del gobierno” y, más en gene-
litado y hay tan sólo una transición precaria hacia ral, busca construir y reconstruir instituciones (o, en la
políticas globales. terminología de la nueva literatura institucional, insti-
En el presente ensayo se resumen algunas de las tuciones y organizaciones), sin duda una de las tareas
reflexiones más importantes en las que se fundamen- más complejas que enfrentan las economías en desa-
tan las propuestas a favor de una nueva agenda de rrollo y en transición hoy e, incluso, la tarea más urgen-
desarrollo.1 Dos temas transversales que permean la te y aún insuficientemente abordada en el proceso de
literatura existente deben resaltarse desde un comien- construir un mejor orden internacional.

II
Una globalización más equilibrada
con verdadero respeto por la diversidad

La necesidad de “civilizar” la economía global (He- la globalización responde a procesos tecnológicos y


lleiner, 2000) o, como se expresó en la Declaración del económicos dinámicos, no cabe duda de que puede ser
Milenio de las Naciones Unidas, de “conseguir que la moldeada. De hecho, la forma que ha ido adoptando
mundialización se convierta en una fuerza positiva para ha estado determinada, en gran medida, por decisio-
todos los habitantes del mundo” (Naciones Unidas, nes explícitas de política.
2000) es, sin duda, el tema más importante. Aunque En este sentido, el rasgo más preocupante es el
carácter incompleto, e incluso desequilibrado, del ac-
1 Aunque la literatura sobre el tema es extensa, las referencias se tual proceso de globalización y de la agenda interna-
han limitado a un mínimo. cional de políticas que lo acompaña, que reproduce

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antiguas asimetrías de la economía mundial y crea otras hoy. No cabe duda de que el desequilibrio del proceso
nuevas. Hay cuatro aspectos que predominan en la y de la agenda actual de globalización es un reflejo de
actual agenda: el libre comercio, los derechos de pro- la mayor influencia que ejercen los países más gran-
piedad intelectual, la protección de las inversiones, y des y las grandes empresas multinacionales. Pero tam-
la liberalización financiera y de la cuenta de capital. bién refleja la desorganización de los actores, particu-
A esta última se le han impuesto ciertas condiciones larmente de los países en desarrollo, en los debates in-
adicionales a raíz de las crisis más recientes: debe rea- ternacionales. Este comportamiento no sólo está vin-
lizarse siguiendo una secuencia adecuada, y se debe culado al debilitamiento de los mecanismos históricos
otorgar prioridad a los flujos a largo plazo y al desa- de acción concertada entre los países en desarrollo
rrollo institucional. Más aun, en el ámbito del comer- (entre otros, el Grupo de los 77), sino también a la
cio, la liberalización es incompleta y asimétrica: los “competencia de políticas” que ha generado la globali-
productos “sensibles” de gran interés para los países zación misma: el incentivo a que cada uno de los paí-
en desarrollo están sujetos a los mayores niveles de ses se muestre individualmente como el más atractivo
protección en el mundo industrializado. para las inversiones, en una época de movilidad del
Por el contrario, otros aspectos han sido claramen- capital y de creciente producción susceptible de reloca-
te marginados de la agenda actual: la movilidad de la lización. Por lo tanto, las asimetrías en las relaciones
mano de obra; las normas internacionales sobre tributa- mundiales de poder y el alto costo de establecer coa-
ción, especialmente sobre el capital, esenciales para liciones internacionales para compensarla han adqui-
garantizar la tributación adecuada de este factor de alta rido cada vez mayor importancia.
movilidad; la formulación de normas auténticamente La situación se ve indudablemente afectada por
internacionales sobre competencia y códigos de con- un elemento de política y economía política: la resisten-
ducta aplicables a las empresas multinacionales, y el cia de la mayoría de los países a ceder su soberanía
financiamiento compensatorio para asegurar la incor- económica a las organizaciones internacionales. Bajo
poración de aquellos países y grupos sociales que tien- las vigorosas fuerzas del mercado que caracterizan a
den a quedar rezagados en el proceso de globalización.
la globalización y tienden a debilitar a los Estados-na-
Lo anterior refleja, a su vez, la asimetría más im-
ción, y los procesos unilaterales de liberalización em-
portante: la que existe entre la rápida globalización de
prendidos simultáneamente por los países, las regula-
(algunos) mercados y la notoria ausencia de una ver-
ciones gubernamentales se han debilitado en el mun-
dadera agenda social internacional. Esta última se li-
do entero. Para muchos analistas esto constituye un
mita a la definición de principios internacionales co-
adelanto, pero también es una fuente de graves distor-
munes (en cumbres de las Naciones Unidas) y a una
siones y riesgos, sobre todo, aunque no exclusivamen-
incipiente legislación internacional. La reducción de la
te, en el ámbito financiero. Además, si bien el regio-
asistencia oficial para el desarrollo es la demostración
nalismo abierto es uno de los rasgos característicos de
más evidente de la falta de un adecuado compromiso
la globalización y en muchas regiones del mundo en
con una agenda social auténticamente internacional, al
desarrollo (entre otras América Latina y el sudeste de
igual que la creciente condicionalidad que caracteriza
el apoyo financiero internacional en general. Asia) se han desplegado grandes esfuerzos de integra-
En términos más amplios, se reconoce creciente- ción, éstos no se han traducido en fuertes coaliciones
mente que la globalización ha hecho más evidente la entre países en desarrollo. De hecho, fuera de la Unión
necesidad de proporcionar ciertos “bienes públicos Europea, los países no están dispuestos a ceder su sobe-
globales” (políticos, sociales, económicos y ambienta- ranía ni a organizaciones regionales (y en la Unión
les), en vista de que muchos bienes públicos que an- Europea sólo en forma limitada).
tes eran “nacionales” (y, mucho antes, “locales”) han Estas características de la política y de la econo-
ido transformándose en bienes públicos globales (Kaul, mía política tienen importantes consecuencias para la
Grunberg y Stern, comps., 1999). Sin embargo, hay un reforma internacional. La más evidente es que los es-
indiscutible contraste entre el reconocimiento de este fuerzos por lograr una reforma sustantiva serán débi-
hecho y la debilidad de las estructuras internacionales les, lo que posiblemente impedirá responder a la ne-
destinadas a proporcionar este tipo de bienes y los fon- cesidad de una globalización equilibrada y una mejor
dos que se les asignan para cumplir esa función. gobernabilidad mundial. Además, hace más difícil un
Estas asimetrías reflejan los rasgos fundamenta- proceso equilibrado de negociación y podría conducir
les de la política y la economía política del mundo de a que se subestimen o ignoren por completo los intere-

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ses de algunos actores. La falta de instituciones auténti- que le permitan florecer son elementos esenciales de
camente internacionales también implica que las ins- un orden mundial democrático orientado al desarrollo.
tituciones que se han creado en el pasado a nivel na- Una última y crucial consecuencia de lo anterior
cional no existirán a nivel global o sólo tendrán fun- es que ninguna arquitectura internacional es neutra en
ciones muy limitadas. términos de equilibrio en las relaciones internaciona-
Los arreglos internacionales incompletos que se les. En este sentido, un sistema internacional que de-
pueden prever indican que los actores débiles deben penda de unas pocas instituciones de alcance mundial
seguir reclamando autonomía nacional en áreas de será menos equilibrado que un sistema basado en una
importancia crítica, en particular la definición de la red de instituciones regionales y la posición de los
estrategia de desarrollo económico y social. Más aun, la países con muy escaso poder en el ámbito internacio-
autonomía nacional es el único sistema coherente con nal mejoraría si participaran activamente en los esque-
el fomento de la democracia a nivel mundial. En efec- mas regionales. De hecho, estos esquemas pueden ofre-
to, no tiene ningún sentido fomentar la democracia si cer un grado de autonomía y de apoyo mutuo que los
no se permite que los procesos nacionales de repre- países no podrán alcanzar en forma aislada. Por consi-
sentación y participación influyan en la determinación guiente, el orden internacional debe ofrecer un amplio
de las estrategias de desarrollo económico y social. Lo espacio para el funcionamiento de instituciones regio-
anterior concuerda con la idea de que el desarrollo nales fuertes, evidentemente respetuosas de un orden
institucional, la cohesión social y la acumulación de global basado en reglas claras (es decir, un sistema de
capital humano y capacidad tecnológica (“capital co- “regionalismo abierto”, para utilizar un término pro-
nocimiento”) son procesos esencialmente endógenos. veniente de la literatura sobre integración económica).
Empleando un término del estructuralismo latinoame- Efectivamente, las instituciones regionales pueden ser
ricano, el desarrollo sólo puede darse “desde dentro” el mejor conducto para llevar a cabo el proceso de
(Sunkel, 1991). El apoyo a estos procesos endógenos, estructurar gradualmente un mejor orden internacional.
el respeto de la diversidad y la formulación de normas

III
Una visión amplia de la estabilidad
macroeconómica y el papel de las
políticas anticíclicas

El concepto de estabilidad macroeconómica experi- no hay una correlación simple entre sus posibles defi-
mentó mutaciones importantes en el discurso econó- niciones y que pueden existir, por lo tanto, significati-
mico en las dos últimas décadas. En el período de vas disyuntivas de política. En esta materia, hay dos
posguerra, dominado por el pensamiento keynesiano, lecciones particularmente importantes. La primera es
este concepto se definía fundamentalmente en térmi- que la inestabilidad real tiene un costo muy elevado.
nos de pleno empleo y crecimiento económico estable, Por este motivo, un concepto limitado de estabilización
indudablemente acompañado de una baja inflación y basada en un objetivo inflacionario puede tener un
cuentas externas sostenibles. Sin embargo, con el paso impacto tan negativo como las antiguas prácticas ma-
del tiempo el equilibro externo y la estabilidad de los croeconómicas en las que se subestimaba el costo de
precios pasaron al primer plano, mientras el énfasis la inflación. Las recesiones provocan una gran pérdi-
keynesiano en la actividad real perdía importancia en da de recursos, que puede tener efectos prolongados,
el discurso e incluso tendía a desaparecer. entre otros una pérdida irreversible de activos empre-
La consistencia que debe caracterizar a las políti- sariales, tanto tangibles como intangibles (conocimien-
cas macroeconómicas debería apuntar a una definición tos tecnológicos y organizacionales “tácitos”, contac-
amplia de estabilidad, en la que se tenga presente que tos comerciales, capital social acumulado y reputación

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de la empresa); una pérdida permanente del capital cipal función de la política macroeconómica es el con-
humano de los desempleados o subempleados, y una trol de éstos con herramientas anticíclicas apropiadas.
deserción escolar definitiva. La volatilidad del creci- La experiencia de los países en desarrollo demuestra
miento genera una alta subutilización promedio de la que el control de la volatilidad exige una combinación
capacidad productiva instalada, que reduce la produc- de tres conjuntos de políticas, cuya importancia relati-
tividad y las utilidades y, por ende, afecta adversamente va varía de acuerdo con las características estructura-
la inversión (Ffrench-Davis, 1999). La incertidumbre les y la tradición de política macroeconómica de cada
que produce la inestabilidad de las tasas de crecimiento país (Ocampo, 2000). El primero de ellos está integra-
puede tener, así, efectos más severos sobre la acumu- do por políticas macroeconómicas —fiscales, moneta-
lación de capital que una inflación moderada. De he- rias y cambiarias— consistentes y flexibles, destina-
cho, tal incertidumbre acentúa las estrategias micro- das a evitar que los agentes públicos o privados acu-
económicas “defensivas” (es decir, aquellas orientadas mulen deudas cuantiosas, y a que se produzcan
a proteger los activos de las empresas frente a un am- desequilibrios en los precios macroeconómicos de ma-
biente poco amigable) en vez de las estrategias “ofen- yor influencia (el tipo de cambio y las tasas de inte-
sivas”, que conducen a altos niveles de inversión y de rés) y en el precio de los activos fijos y financieros. El
cambio tecnológico. segundo es un estricto sistema de regulación y super-
La segunda lección indica que los déficit del sec- visión prudenciales, con una clara orientación anticí-
tor privado tienen un costo tan alto como los desequi- clica. Esto significa que en los períodos de euforia fi-
librios del sector público. Aun más, los balances de los nanciera se deben aplicar normas más estrictas de regu-
agentes privados con un alto nivel de riesgo pueden ser lación y supervisión financieras, para contrarrestar los
tan nocivos como el desequilibrio de los flujos. En las riesgos cada vez mayores en que incurren los interme-
economías liberalizadas desde el punto de vista finan- diarios financieros. El tercer elemento es una “políti-
ciero, los dos pueden interactuar en forma no lineal con ca de pasivos” destinada a asegurar que se mantenga
choques que afecten la cuenta de capitales. La falta de un perfil adecuado de vencimientos de las deudas in-
una regulación y una supervisión prudenciales estric- terna y externa de los sectores público y privado. Las
tas en los países, característica de las primeras etapas normas prudenciales sobre la cuenta de capital, es decir
de la liberalización financiera, es un factor muy im- las aplicadas en períodos de euforia para evitar el en-
portante pero evidentemente no es el único. Los ciclos deudamiento excesivo, pueden jugar un papel esencial
de auge y colapso son inherentes al funcionamiento de como política de pasivos, fomentando los flujos de
los mercados financieros. La expansión del gasto pri- largo plazo, y como instrumento que proporciona una
vado y los balances con un alto nivel de riesgo tien- mayor libertad para adoptar políticas monetarias
den a acumularse en los períodos de euforia financie- anticíclicas.
ra, dando origen a crisis cuando las condiciones excep- El manejo de las políticas macroeconómicas anti-
cionales desaparecen. En la etapa de euforia se suele cíclicas no es una tarea fácil, ya que los mercados fi-
subestimar la posible inconsistencia intertemporal del nancieros generan fuertes incentivos a gastar en exce-
gasto corriente y de las estructuras de financiamiento. so durante los períodos de euforia financiera y, por el
Cuando las crisis involucran descalabros financieros contrario, a ajustarse igualmente en exceso durante las
tienen un costo extremadamente alto. La pérdida de crisis. Por otra parte, la globalización establece lími-
activos puede implicar la pérdida de capital acumula- tes objetivos a la autonomía de los países y genera
do durante varios años. Para evitar una crisis sistémica, costos elevados a la pérdida de credibilidad cuando los
puede ser inevitable una socialización, bien sea parcial instrumentos nacionales de política se manejan inade-
o significativa, de las pérdidas, pero ello afecta el des- cuadamente. Por este motivo, puede ser necesario que
empeño fiscal (o cuasifiscal) futuro. La recuperación el manejo de la política macroeconómica esté respal-
de la confianza en el sistema financiero es un proceso dado por instituciones e instrumentos de política que
lento y el sector financiero mismo incrementa su aver- realcen la credibilidad, incluidos fondos de estabiliza-
sión al riesgo, reduciendo su capacidad para desempe- ción fiscal y bancos centrales independientes. En cam-
ñar sus funciones económicas fundamentales. bio, la renuncia explícita a la autonomía en materia de
Estas dos lecciones están estrechamente vincula- políticas (como la adopción de regímenes de converti-
das, ya que los ciclos de auge y colapso financiero han bilidad o una moneda extranjera) dista mucho de ser
sido la fuente predominante de los ciclos económicos una solución a este dilema. Por el contrario, predeter-
en los países en desarrollo. Por consiguiente, la prin- mina la naturaleza de los ajustes, lo que, entre otras

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cosas, puede traducirse en ciclos económicos más in- de los mercados financieros, suavizando en su origen
tensos. En tal caso, es posible que el mercado no vali- los ciclos de auge y colapso financiero mediante una
de, mediante una reducción del riesgo país, el hipoté- regulación adecuada, y ofreciendo mayores grados de
tico aumento de la “credibilidad” que se deriva de la libertad para que los países adopten políticas anticícli-
renuncia a la autonomía en materia de política econó- cas (mediante una vigilancia adecuada e incentivos que
mica. disminuyan los riesgos macroeconómicos y financie-
La solución más importante al dilema planteado ros en los períodos de euforia, y mecanismos que per-
por la falta de grados de libertad para adoptar una mitan suavizar los ajustes frente a interrupciones abrup-
política macroeconómica anticíclica se encuentra, sin tas de los flujos de capital). Una segunda función,
embargo, en el ámbito internacional (Eatwell y Taylor, igualmente esencial, es ayudar a contrarrestar la con-
2000; Ocampo, 2001). Esto significa que una primera centración del crédito, poniendo recursos a disposición
función esencial de las instituciones financieras inter- de los países y agentes que suelen tener un acceso li-
nacionales, desde la perspectiva de los países en desa- mitado al crédito en los mercados privados de capital
rrollo, es precisamente compensar el efecto procíclico internacionales.

IV
Las políticas macroeconómicas no son
suficientes: el papel de las estrategias
de desarrollo productivo

La idea de que la combinación de una economía abierta institucional o una acumulación de capital humano
y una macroeconomía estable —en el sentido limita- insuficientes. Estos factores son evidentemente esen-
do en que se utiliza actualmente este término, es decir ciales, pero estas interpretaciones deben explicar por
como sinónimo de equilibrio fiscal y baja inflación— qué fue posible un crecimiento acelerado en períodos
puede impulsar, por sí sola, el crecimiento económi- en los cuales ellos eran aún más limitados. En la se-
co, se ha visto frustrada hasta ahora. Esto ha llevado a gunda explicación se sostiene que deben adoptarse
un debate, aún no resuelto, sobre las causas de tal re- políticas “mesoeconómicas” de gran alcance para que
sultado. Según la interpretación ortodoxa, la liberali- los mercados liberalizados funcionen eficientemente,
zación de los mercados ha sido insuficiente. Esta in- es decir políticas activas sobre competencia, regulación
terpretación se enfrenta, sin embargo, a la constatación pública de mercados no competitivos o con grandes
de que la etapa de mayor crecimiento de los países en externalidades y corrección de las fallas en los merca-
desarrollo en la posguerra y los episodios más prolon- dos de factores, sobre todo en los de capital de largo
gados de expansión acelerada (los “milagros” del su- plazo, tecnología, capacitación laboral y tierras. La
deste asiático y, en los últimos años, de China y la adopción de políticas para corregir las fallas del mer-
India, así como los períodos de rápido crecimiento de cado es una condición esencial para que éstos sean más
Brasil y México en el pasado) no coinciden con las eficientes y también puede influir favorablemente so-
fases o episodios de mayor liberalización económica, bre la equidad, pero la relación entre dichas fallas y el
incluso cuando se han basado en un amplio aprovecha- crecimiento no es del todo clara. Desde este punto de
miento de las oportunidades que ofrecían los merca- vista, las fallas más importantes son posiblemente las
dos internacionales (lo que es un elemento más común, que afectan a los mercados de capital de largo plazo y
aunque tampoco generalizado). tecnología.
Dos interpretaciones alternativas hacen hincapié Las variantes históricas del pensamiento econó-
en otros factores determinantes del crecimiento econó- mico estructuralista, definido en términos amplios,
mico agregado o en fallas del mercado. En el primer ofrecen una alternativa más promisoria, que desta-
caso, el lento crecimiento se atribuye a un desarrollo ca la estrecha relación que existe entre la dinámica

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estructural, la inversión y el crecimiento económico. denamientos). En este contexto, debe considerarse in-
Acorde con esta corriente de pensamiento, el creci- novación toda actividad económica que aporta nuevas
miento económico no es un proceso lineal de expan- formas de hacer las cosas. La mejor definición de in-
sión de “empresas representativas” o de incorporación novación fue proporcionada por Schumpeter (1961,
de nuevas empresas de este tipo que producen un con- cap. II) hace casi un siglo: nuevos bienes y servicios o
junto determinado de bienes en mayor escala, sino un nuevas características de éstos; nuevos métodos de
proceso mucho más dinámico en el cual algunos sec- producción o nuevas estrategias de comercialización;
tores se expanden mientras otros se contraen, y algu- apertura de nuevos mercados; nuevas fuentes de ma-
nas empresas avanzan mientras otras se estancan, trans- terias primas, y nuevas estructuras de mercado. El
formando por completo las estructuras económicas. segundo concepto destaca el papel de las sinergias
Este proceso involucra un fenómeno reiterado de “des- estratégicas que determinan el grado de “competiti-
trucción creativa”, para usar la metáfora de Schumpeter vidad sistémica” de las estructuras productivas perti-
(1962, cap. VIII). No todos los sectores tienen la mis- nentes (CEPAL, 1990), a través de las externalidades que
ma capacidad de dinamizar la economía, de “propagar se crean entre los agentes económicos (Hirschman,
el progreso técnico”, para emplear el concepto clásico 1961). La existencia de economías de escala dinámi-
desarrollado por Prebisch (1952). Debido a la comple- cas es la característica esencial de la innovación y su
mentariedad (externalidades) entre empresas y secto- difusión, así como del desarrollo de complementa-
res productivos, los efectos macroeconómicos y distri- riedades. El desarrollo institucional puede considerar-
butivos pueden provocar una brusca aceleración del se como una innovación, pero también como un com-
proceso de crecimiento o pueden detenerlo (Rosens- ponente esencial en el desarrollo de complementa-
tein-Rodan, 1943; Taylor, 1991; Ros, 2000), lo que da riedades.
origen a sucesivas fases de desequilibrio, como lo se- Estas ideas han sido utilizadas recientemente por
ñala el planteamiento clásico de Hirschman (1961). diferentes autores para resaltar la necesidad de una
Dado que el conocimiento técnico y el conocimiento estrategia de desarrollo productivo como ingrediente
en general no se trasmiten por medio de manuales deta- fundamental de una economía en desarrollo dinámica
llados, la trayectoria de crecimiento de las empresas y abierta, un tema antiguo de la literatura sobre “in-
pasa por un intenso proceso de adaptación y aprendiza- dustrialización tardía” (o, mejor, de desarrollo tardío).
je, intrínsecamente vinculado a la experiencia que se Entre otros, Rodrik (1999) ha argumentado en favor
adquiere en el proceso productivo y que determina en de una “estrategia nacional de inversiones” que permita
gran medida la acumulación de conocimientos técni- dar un impulso inicial al crecimiento, en tanto que la
cos, comerciales y organizacionales (Katz, 1976; Ams- CEPAL se refiere a la necesidad de adoptar una estrate-
den, 2001). gia de transformación estructural (CEPAL, 2000). Ams-
El postulado común de estas teorías es que el den (2001) destaca la función crucial de una estrecha
crecimiento económico está intrínsecamente vincula- colaboración entre el Estado y el sector empresarial, y
do al contexto estructural, constituido por el aparato la necesidad de “mecanismos de control recíproco” que
productivo y tecnológico, la configuración de los mer- establezcan un vínculo entre incentivos y resultados,
cados de productos y factores, las características de los para que la primera no se traduzca simplemente en una
agentes empresariales, y la forma en que estos merca- fuente de “captación de rentas”.
dos y agentes se relacionan con el contexto externo. En Esta interpretación pone de relieve una de las ca-
este caso, el liderazgo que ejercen algunos sectores y racterísticas más importantes de los casos de desarro-
empresas es el factor dinámico esencial que da impul- llo exitoso del pasado: un fuerte proceso de industria-
so al crecimiento económico. En los países en desa- lización basado en una estrecha y firme colaboración
rrollo, muchas de las fuerzas dinámicas están asocia- entre el Estado y el sector privado. ¿Será posible lo-
das a la exitosa adaptación de actividades desarrolla- grar los mismos resultados con la apertura de los mer-
das anteriormente en el mundo industrializado, ya sea cados mediante incentivos neutros, una relación débil
a través de la sustitución de importaciones, la promo- entre el gobierno y el sector empresarial y la imposi-
ción de exportaciones o una combinación de ambas. ción de limitaciones multilaterales (Ronda Uruguay) a
Aunque se podrían emplear formulaciones alter- los instrumentos tradicionales de desarrollo? En otros
nativas, una particularmente promisoria en términos de términos, ¿será posible que la apertura de los merca-
orientación de políticas se centra en dos conceptos dos elimine la necesidad de adoptar políticas activas
esenciales: innovación y complementariedades (enca- de desarrollo productivo? Queda por verse pero, en

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cualquier caso, los resultados alcanzados hasta el mo- que los viejos aparatos de intervención fueron desman-
mento no han sido alentadores, aunque es posible que telados o debilitados significativamente durante la fase
estén distorsionados por algunas de las características de liberalización en muchos (e incluso la mayoría) de
del proceso de transición. Los elementos “destruc- los países. También se necesita un esfuerzo para dise-
tivos”, derivados del cambio estructural adverso en la ñar instrumentos que, aparte de ser consistentes con las
relación entre crecimiento y déficit comercial, y de la economías abiertas de hoy, eviten las “fallas de gobier-
desintegración de los encadenamientos internos y los no” que caracterizaron a algunas de ellas en el pasado
sistemas nacionales de innovación, han sido más fuer- —captación de rentas y “amiguismo” (cronyism).
tes que las oportunidades “creativas” que ofrece el La incorporación efectiva de la agenda de desa-
acceso al mercado (aún insuficiente) y las innovacio- rrollo sostenible es una demanda adicional sobre las
nes generadas por la expansión de las empresas mul- estrategias de desarrollo productivo en la actualidad.
tinacionales (Ocampo y Taylor, 1998; UNCTAD, 1999, De hecho, el alto grado de deterioro ambiental alcan-
cap. IV; CEPAL, 2000). En cualquier caso, si lo aconte- zado por países en etapas intermedias o aun bajas de
cido en el pasado es una buena guía y las interpreta- desarrollo indican que la sostenibilidad no puede ser
ciones estructurales son válidas, las estrategias explí- vista de manera alguna como un lujo que puede
citas de desarrollo destinadas a fomentar la innovación posponerse. Este objetivo involucra mucho más que la
en el sentido amplio de la palabra y a crear comple- conservación de la base de recursos naturales. Es, en
mentariedades parecen ser una mejor alternativa, inclu- esencia, un llamado a movilizar inversiones hacia sec-
so para las economías abiertas de hoy. La comunidad tores productivos dinámicos que utilicen tecnologías y
internacional debería considerar dichas estrategias procesos de producción limpia, en donde la competiti-
como un componente esencial de un desarrollo satis- vidad se logre con la acumulación de capital en un
factorio y seguir buscando instrumentos para aplicar- sentido amplio —humano, social, físico y natural. La
las, que no terminen dando origen a una competencia transición de posiciones reactivas a políticas activas en
estéril entre los países con el fin de atraer industrias este frente por parte de los países en desarrollo es fun-
susceptibles de relocalización. damental, como lo es su contrapartida: un mayor flujo
De parte de los países en desarrollo, se requiere de recursos desde las economías industrializadas para
un esfuerzo institucional y organizacional significati- financiar la agenda ambiental global, de acuerdo con
vo para desarrollar los instrumentos adecuados para el principio de responsabilidades comunes pero dife-
formular políticas activas de desarrollo productivo, ya renciadas.

V
Mejorar los encadenamientos sociales

En términos económicos, el progreso social puede pobreza: creación de oportunidades, seguridad y otor-
concebirse como el producto de tres factores básicos: gamiento de espacios de poder (Banco Mundial, 2001).
una política social de largo plazo, destinada a incre- En una reformulación de estos objetivos, se podría
mentar la equidad y garantizar la inclusión; un creci- argumentar que la equidad y la inclusión deben enten-
miento económico que genere un volumen adecuado derse como un acceso amplio a los recursos, a las pro-
de empleos de calidad, y una reducción de la hetero- tecciones básicas, a la posibilidad de expresarse polí-
geneidad estructural de los sectores productivos que ticamente y a la participación. Un acceso equitativo a
reduzca las brechas productivas entre distintas activi- los recursos es la clave para una igualdad de oportuni-
dades económicas y distintos agentes. Evidentemente, dades, no sólo en el terreno económico, sino también
como se indica en la última sección de este ensayo, los en el social, cultural y político. En el caso particular
criterios económicos no son los únicos que deben te- de la inversión en capital humano, resalta el carácter
nerse en cuenta en el diseño de la política social. del gasto social como una inversión productiva. La
El Banco Mundial ha propuesto tres objetivos protección es indispensable para evitar los “riesgos
fundamentales para una estrategia de reducción de la negativos” (enfermedad, vejez, desempleo y, el peor

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de todos, el hambre) e incentivar a la población y per- ciudadanía sólida y, en términos más amplios, de la
mitirle que asuma los “riesgos positivos”, sobre todo realización personal. Sus efectos sobre la equidad han
los relacionados con el proceso de innovación. La pro- sido sobredimensionados en los debates recientes so-
tección contra los “riesgos negativos” es un elemento bre el tema. En una sociedad altamente segmentada,
intrínseco del empleo de buena calidad. La capacidad la educación también es un instrumento de segmenta-
de expresarse políticamente es esencial para que los ción. Esto debe tenerse en cuenta si se usa para mejo-
intereses de los pobres sean debidamente tomados en rar los niveles de equidad. Más aun, una generación
cuenta en las decisiones que los afectan. La participa- inadecuada de empleos de buena calidad puede derro-
ción permite a los pobres convertirse en actores prota- tar los esfuerzos que se realicen en el ámbito de la edu-
gónicos en la creación de su propio futuro. En muchos cación, tanto en términos de acumulación de capital
contextos, las comunidades organizadas han demostra- humano (que en situaciones extremas emigra y en cir-
do ser un instrumento fundamental del cambio social cunstancias más normales queda subempleado) y de
y económico y, por lo tanto, un elemento central del equidad (la segmentación laboral multiplica los efec-
desarrollo institucional. tos de la segmentación educacional). El nexo entre
Para alcanzar estos objetivos, la política social crecimiento económico y progreso social es, por lo
debe guiarse por tres principios básicos: universalidad, tanto, particularmente crítico en este contexto. De he-
solidaridad y eficiencia (CEPAL, 2000, cap. 3). En los cho, éste, al igual que otros encadenamientos que men-
últimos años se ha producido una gran confusión con cionaremos más adelante, resaltan claramente el hecho
de que la política social no es suficiente por sí misma:
respecto a este tema, ya que los instrumentos —focali-
para que rinda sus frutos debe estar apoyada tanto por
zación, criterios de equivalencia entre contribuciones
una buena macroeconomía como por estrategias acti-
y beneficios, descentralización, participación del sec-
vas de desarrollo productivo.
tor privado— y no los principios han guiado las refor-
En el entorno de cambio acelerado que caracteri-
mas del sector social. Más aun, los principios rectores
za a las economías modernas, la capacidad de adapta-
de las reformas hacen énfasis en el papel esencial de
ción de la mano de obra al cambio tecnológico y al
la política social como instrumento de cohesión (inte- ciclo económico adquiere cada vez más importancia.
gración) social. Por lo tanto, los instrumentos deben Los factores que contribuyen en forma más decisiva a
estar claramente subordinados a los principios señala- dicha adaptabilidad son los buenos programas de ca-
dos. Así, la focalización debe considerarse un instru- pacitación de mano de obra; las instituciones que fa-
mento para lograr que los servicios básicos tengan una vorecen la cooperación, tanto a nivel nacional (diálo-
cobertura universal y nunca como un sustituto de la go social) como en las empresas; una adecuada protec-
universalidad. Los criterios de equivalencia no debe- ción social, tanto de carácter permanente como aque-
rían entrar en contradicción con el principio de solida- lla dirigida a hacer frente a circunstancias adversas, y
ridad. Aplicados en forma adecuada, son un instrumen- una política prudente de salario mínimo. La flexibili-
to que contribuye a la eficiencia, al igual que la des- dad puede contribuir también a este resultado, si está
centralización y la participación del sector privado. acompañada de una mayor protección, pero es apenas
Para alcanzar la equidad, la política social debe uno de los instrumentos alternativos. Al respecto, es
influir en los determinantes estructurales de la distribu- necesario tener en cuenta que los mercados laborales
ción del ingreso: educación, empleo, distribución de la más flexibles pueden influir negativamente sobre otros
riqueza y dependencia demográfica, así como sobre sus factores que tienen efectos favorables sobre la adapta-
dimensiones étnicas y de género. Estos factores son la bilidad laboral, particularmente sobre la cooperación
clave de la transmisión intergeneracional de la desi- entre los trabajadores y las empresas. Aun más impor-
gualdad y la pobreza. Por lo tanto, romper estos enca- tante, la flexibilidad no debe considerarse un sustituto
denamientos intergeneracionales es la clave de una de políticas macroeconómicas inadecuadas. De hecho,
estrategia social exitosa. Esto debe reflejarse particu- en un contexto macroeconómico inestable o en condi-
larmente en políticas integradas de apoyo a los más ciones de crecimiento económico lento, la generación
pobres. de empleo será inevitablemente limitada y una mayor
La educación es la clave de un crecimiento equi- flexibilidad puede traducirse en un rápido deterioro de
tativo, especialmente en la era de la información y el la calidad del mismo. En otras palabras, la flexibilidad
conocimiento, pero sus objetivos van más allá de sus tiene externalidades negativas (afecta puestos de tra-
dimensiones de “capital humano”: es también un ele- bajo que de otra manera serían estables) que no deben
mento decisivo del desarrollo democrático y de una ignorarse.

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El crecimiento económico lento afecta a la equi- las microempresas. Estas políticas deben complemen-
dad por otro canal de importancia decisiva en los paí- tarse con una expansión gradual de los sistemas de
ses en desarrollo: incrementa la heterogeneidad estruc- seguridad social a los trabajadores de pequeñas empre-
tural. Esta expresión, utilizada por la escuela estructura- sas y a quienes laboran por cuenta propia.
lista latinoamericana, es preferible a la de “dualismo”, La interacción entre el capital humano y el empleo
porque la heterogeneidad que caracteriza a los países de buena calidad y los efectos de una mejor distribución
y las sociedades en desarrollo no puede describirse de los activos productivos son sólo algunos de los nexos
como una dualidad entre un “sector moderno” y un positivos entre desarrollo y equidad. También puede
“sector tradicional” y porque los sectores de baja pro- haber encadenamientos favorables de economía políti-
ductividad se crean y transforman constantemente y ca, efectos positivos en el mercado de capitales y nexos
sólo unos pocos segmentos que van quedando rezaga- entre cohesión social, inversión y productividad. Las
dos pueden definirse como “tradicionales”. Esto fue lo relaciones entre equidad y desarrollo fueron uno de los
que aconteció en América Latina en los años noventa: temas favoritos de la literatura sobre desarrollo de los
la región generó más empresas de “clase mundial”, años sesenta. Afortunadamente, han vuelto a ocupar un
capaces de integrarse exitosamente a la economía primer plano en el pensamiento económico (véase en
mundial, muchas de ellas filiales de empresas Aghion, Caroli y García-Peñalosa, 1999, una reseña
trasnacionales; al mismo tiempo aumentaron las acti- reciente sobre la materia).
vidades de baja productividad, que absorbieron a siete
Dada la innegable relación existente entre desa-
de cada diez trabajadores durante la etapa de expan-
rrollo económico y desarrollo social, es indispensable
sión que culminó con la crisis asiática (CEPAL, 2000,
diseñar marcos integrados de política. Estos marcos de-
cap. 1). En realidad, no existen mecanismos automáti-
ben considerar explícitamente las relaciones mencio-
cos que garanticen que la rápida innovación tecnoló-
nadas, al igual que aquellas que existen al interior de
gica en sectores dinámicos fomente un crecimiento
las políticas sociales (refuerzo mutuo entre distintas po-
económico acelerado. En ausencia de encadenamien-
líticas sociales, sobre todo a través de programas inte-
tos internos adecuados o cuando predominan los efec-
grados de erradicación de la pobreza) y entre las polí-
tos “destructivos” de la reestructuración productiva y
ticas económicas (conexiones entre la macro y la meso-
las estrategias microeconómicas defensivas que los
economía, especialmente para facilitar el desarrollo de
acompañan, puede simplemente acentuar la hetero-
geneidad estructural. Si esto acontece, los efectos sobre sectores dinámicos de pequeñas empresas). Uno de los
el crecimiento económico serán débiles y se experi- puntos más débiles en esta esfera es la falta de institu-
mentarán presiones adicionales sobre la equidad. ciones que permitan la adopción de marcos integrados
Los encadenamientos entre la modernización de de política. Las instituciones correspondientes deberían
los sectores líderes y el resto de la economía son, por lo caracterizarse por una activa participación de distintos
tanto, importantes, no sólo para el crecimiento sino actores sociales, con una capacidad efectiva de inter-
también para la equidad. Las estrategias de desarrollo vención de los sectores pobres; sistemas eficaces de
productivo pueden jugar un papel trascendental en am- coordinación entre las autoridades económicas y socia-
bas dimensiones. Esto resalta igualmente el papel de les, en los que las prioridades sociales se incorporen
una buena distribución de los activos productivos. De efectivamente a la política económica; y normas que
hecho, la evidencia demuestra que una buena distribu- den “visibilidad” a los efectos sociales de las políticas
ción de activos, que genera un universo de empresas económicas. Esto último exige, entre otras cosas, el
pequeñas sólidas, está asociada con una mejor distri- examen periódico de dichos efectos por las autorida-
bución del ingreso y una menor concentración del po- des macroeconómicas, incluidos los bancos centrales;
der en general. Por lo tanto, las políticas destinadas a normas que dispongan que los proyectos de ley de pre-
democratizar el acceso a los activos productivos —ca- supuesto incorporen un análisis de los efectos distri-
pital, tecnología, capacitación y tierras— juegan un butivos del gasto propuesto, los cuales deben tomarse
papel trascendental, tanto en términos de crecimiento en cuenta para su aprobación en el Congreso; prácti-
como de equidad. Entre estas políticas se cuentan las cas similares en relación con los proyectos de reforma
de desarrollo rural y aquellas destinadas a formalizar tributaria, etc.

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VI
Objetivos más amplios

Uno de los cambios más positivos de la última década pósitos colectivos y la necesidad de crear lazos de
fue el pleno reconocimiento de que el desarrollo tiene solidaridad. Este hecho pone de manifiesto la importan-
objetivos más amplios (Stiglitz, 1998). El concepto de cia de fomentar esos lazos, con el fin de “crear socie-
“desarrollo humano” y el concepto más reciente de “de- dad”, una conciencia más amplia de las responsabili-
sarrollo como libertad” (Sen, 1999) son expresiones de dades sociales de los individuos y los grupos. La ini-
esta perspectiva, pero ella tiene indudablemente raíces ciativa correspondiente puede provenir del Estado o de
profundas en los debates sobre desarrollo. Su principal la sociedad civil. En este sentido, como lo señalamos
manifestación es la difusión gradual de ideas y valores al comienzo de este ensayo, el ámbito de “lo público”
globales, entre ellos los de derechos humanos, desarro- debe concebirse como el punto de encuentro de los
llo social, equidad de género, respeto de la diversidad intereses colectivos más que como un sinónimo de las
étnica y cultural, y protección del medio ambiente. La actividades del Estado. En otras palabras, todos los
mejor expresión de esta “globalización de los valores” sectores de la sociedad tienen que participar más acti-
es la serie de declaraciones de las cumbres de las Na- vamente en las instituciones políticas democráticas,
ciones Unidas realizadas en los años noventa, incluida desarrollando una amplia gama de mecanismos, den-
la Declaración del Milenio. Los valores globales, y so- tro de la sociedad civil, para fortalecer las relaciones
bre todo, los derechos humanos, en su doble dimensión de solidaridad y responsabilidad social y, sobre todo,
de derechos civiles y políticos, por una parte, y de de- consolidar una cultura de desarrollo colectivo basada
rechos económicos, sociales y culturales, por otra, de- en la tolerancia frente a la diferencia y en la disposi-
berían considerarse hoy como el marco ético para la ción al compromiso.
formulación de las políticas de desarrollo. Los enormes desafíos intelectuales y las tareas
Las consecuencias de esta nueva perspectiva son prácticas que supone el reconocimiento de estos fac-
más profundas de lo que la mayoría de los economis- tores nos lleva a concluir con una nota de humildad.
tas están dispuestos a aceptar. Siguiendo a Polanyi Creer que “ya sabemos lo que se debe hacer” es sim-
(1957), significa fundamentalmente que el sistema plemente una expresión de arrogancia de los economis-
económico debe estar subordinado a objetivos socia- tas, que incluso se ha acentuado con el predominio de
les más amplios. Un tema que ha venido adquiriendo las visiones ortodoxas del pensamiento sobre el desa-
cada vez más importancia en este sentido es la necesi- rrollo desde los años ochenta. Las reflexiones sobre los
dad de enfrentar las poderosas fuerzas centrífugas que resultados frustrantes de las reformas y el descontento
caracterizan actualmente al ámbito privado. Efectiva- social deberían convencer a muchos de la necesidad de
mente, en muchos países en desarrollo (e industria- repensar la agenda de desarrollo. Y así está sucedien-
lizados), la población viene perdiendo el sentido de do, pero éste es apenas un proceso en marcha, aún in-
pertenencia a la sociedad y de identificación con pro- completo.

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