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La motivación se puede definir como el proceso que inicia, guía y mantiene las conductas orientadas a lograr un

objetivo o a satisfacer una necesidad.

Es la fuerza que nos hace actuar y nos permite seguir adelante incluso en las situaciones difíciles. Ir a buscar un vaso
de agua cuando uno tiene sed, estudiar durante toda la noche para aprobar el examen de conducir que tanto se
desea o entrenar duro para ser el mejor de un campeonato, son posibles gracias a ésta.

Sin embargo, al igual que los retos y los proyectos que nos proponemos son muy variados, los tipos de motivación de
los que nacen nuestras fuerzas para lograr nuestros objetivos también lo son. Justamente de eso voy a hablar en este
artículo: de los tipos de motivación.

Una teoría que analiza las necesidades humanas: "La Pirámide de Maslow"

El interés de la psicología por la motivación

Muchos psicólogos se han interesado por el estudio de la motivación, pues es un principio básico en la conducta de
los seres humanos: nadie se mueve sin una sin motivación, sin una razón para ello. Estar motivado significa llevar a
cabo las tareas diarias sin que supongan una carga pesada y nos mantiene vivos. Pero no sólo eso, la motivación
tiene relación con otras variables psicológicas, como el nivel de estrés, la autoestima, la concentración, etc., y, como
muchos estudios han indicado, tiene un efecto en la salud y el bienestar de todos nosotros.

Por ello, son muchas las teorías que hablan de la motivación humana, entre ellas la ya mencionada Pirámide de
Maslow, los tres factores de McClelland o la teoría del factor dual de Herzberg. Al estudiar la motivación se han
desarrollado distintos enfoques que son aplicables a distintos ámbitos: trabajo, deporte, aprendizaje, etc. Esto ha
provocado que varios autores hayan clasificado la motivación con distintos nombres.

Tipos de motivación

El grado de motivación de cada individuo no es directamente proporcional al valor de aquello que lo provoca, sino
que es la importancia que le da la persona que lo recibe la que determina la fuerza o el nivel de motivación.

A continuación explicaremos los distintos tipos de motivación, así como las distintas fuentes de motivación que nos
impulsan a realizar ciertos actos.

Motivación extrínseca vs motivación intrínseca

1. Motivación extrínseca

La motivación extrínseca hace referencia a que los estímulos motivacionales vienen de fuera del individuo y del
exterior de la actividad. Por tanto, los factores motivadores son recompensas externas como el dinero o el
reconocimiento por parte de los demás. La motivación extrínseca no se fundamenta en la satisfacción de realizar la
cadena de acciones que compone aquello que estamos haciendo, sino en una recompensa quee solo está
relacionada con esta de manera indirecta, como si fuese un subproducto.Por ejemplo: un individuo puede trabajar
mucho para ganar más dinero o puede estudiar muy duro por el reconocimiento social que le proporciona un buen
empleo una vez haya acabado sus estudios. Una persona con motivación extrínseca por una tarea que debe entregar,
trabajará duro en ella pesar de tener poco interés, pues la anticipación del reforzador externo le motivará a acabarla
a tiempo.
2. Motivación intrínseca

La motivación intrínseca hace referencia a la motivación que viene del interior del individuo más que de cualquier
recompensa externa. Se asocia a los deseos de autorrealización y crecimiento personal, y está relacionada con el
placer que siente la persona al realizar una actividad, lo que permite que una persona se encuentre en “Estado de
Flow” al realizar la misma.

Por ejemplo: un individuo que asiste a los entrenamientos de su equipo de fútbol simplemente por el placer que le
supone practicar su deporte favorito.

La motivación intrínseca es el tipo de motivación más vinculado a una buena productividad, ya que allí donde se da el
individuo no se limita a cumplir los mínimos necesarios para obtener la recompensa, sino que se involucra
personalmente en lo que hace y decide poner en ello gran parte de su empeño.

Motivación positiva vs motivación negativa

3. Motivación positiva

La motivación positiva se refiere al proceso por el cual un individuo inicia o mantiene adherido una conducta gracias
a la obtención de una recompensa positiva, sea externa o interna (por el placer de la actividad).

4. Motivación negativa

La motivación negativa hace referencia al proceso por el cual una persona inicia o se mantiene adherida a una
conducta para evitar una consecuencia desagradable, tanto externa (castigo, humillación, etc.) o interna (evitar la
sensación de frustración o fracaso).

Otros tipos de motivación

La literatura especializada en psicología del deporte también ha aportado información sobre otros tipos de
motivación relacionados con el mundo de la actividad física y el deporte.

Motivación básica vs motivación cotidiana

5. Motivación básica

La motivación básica se refiere a la base estable de la motivación que determina el nivel de compromiso de un
deportista con su actividad. Se refiere al interés de un deportista por los resultados deportivos, su rendimiento
personal y/o los consecuencias positivas de ambos.

6. Motivación cotidiana

La motivación cotidiana hace referencia al interés de un deportista por la actividad diaria y la gratificación inmediata
que ésta produce.

Orientación motivacional centrada en el ego vs orientación motivacional centrada en la tarea

7. Orientación motivacional centrada en el ego


Este tipo de motivación se refiere a que la motivación de los deportistas depende de retos y resultados en
comparación con otros deportistas.

8. Orientación motivacional centrada en la tarea

La motivación depende de retos y resultados personales, e impresiones subjetivas de dominio y progreso.

Ambas orientaciones son ortogonales y no opuestas. Por tanto, pueden existir deportistas con ambas orientaciones
altas, ambas orientaciones bajas, con una orientación centrada en el ego alta pero baja en la tarea y con una
orientación por la tarea alta pero una orientación centrada en el ego baja.

Las 10 claves para motivarse a uno mismo


La motivación es necesaria para llegar a lograr tus metas. Pero... ¿cómo conseguir motivarnos?

Muchas personas creen que para lograr objetivos solo hay que ser trabajador y disciplinado. Esto es una verdad a
medias: en realidad, solo cuando estamos verdaderamente motivados somos capaces de lograr ciertas metas.

La motivación es la clave para entender por qué los seres humanos nos mantenemos tenaces persiguiendo ciertos
logros que no dan ningún fruto a corto plazo. En este texto nos encargaremos de explicarte algunas claves, trucos y
consejos para que puedas entender cómo funciona la motivación humana y puedas tener una pequeña guía para
conseguir todo aquello que te propongas en la vida.

Las 10 estrategias y claves psicológicas para motivarse a uno mismo

1. No olvides nunca pensar en positivo

Ten en cuenta que tus pensamientos van a influir decisivamente en cómo afrontar cada paso que das. Si afrontas el
día a día con una visión positiva de las cosas, serás capaz de avanzar hacia tus metas. Si, por el contrario, eres una
persona negativa a la que todo le parece imposible, no harás nada para mejorar.

Tu discurso interno es uno de los factores clave a la hora de motivarte. Todos tenemos una pequeña vocecilla interna
que puede ayudarnos o boicotearnos. Debemos aprender a gestionar su influencia y ser concientes de que nuestro
estado mental es la clave para que podamos fijarnos objetivos y cumplirlos. Si tienes demasiados pensamientos
negativos, ha llegado la hora de eliminarlos e ir sustituyéndolos por pensamientos y creencias que jueguen a tu
favor.

Para lograrlo: “7 técnicas para borrar de tu mente los pensamientos negativos”

Nunca subestimes el poder que tiene el pensamiento positivo cuando estás tratando de motivarte.
2. Elabora un diario personal que refleje tus progresos

Si eres una persona poco metódica, este truco puede resultarte muy útil. Una de las claves para motivarnos a lograr
un objetivo es tomar conciencia de los progresos que vamos dando en el corto plazo. Así, percibimos que nuestros
esfuerzos están dando sus frutos y por tanto es más probable que sigamos adelante. Es bueno fragmentar tu trabajo
en distintas mini-metas que supongan un aliciente para seguir batallando.

Si te gusta escribir, una buena manera de controlar tus progresos es redactar un pequeño diario en que expliques
qué has hecho durante el día y cuáles han sido tus progresos. De este modo podrás ver cuánto te falta para alcanzar
tu objetivo. También es interesante que anotes tanto lo positivo (avances, buenas sensaciones, etc) como lo negativo
(errores que has cometido, ideas para mejorar)... Te recomendamos que seas rígido y actualices tu diario cada día a
la misma hora.

Además, con el surgimiento de aplicaciones smartphone, puedes tener un diario de tus progresos de forma
prácticamente automática, en según qué campos. Por ejemplo, si tu objetivo es correr cinco kilómetros en el menor
tiempo posible, existen apps que monitorizan tu actividad por ti. De este modo puedes tener en tu ordenador un
montón de información que te dé feedback sobre tu rendimiento y tus progresos.

3. Imagínate logrando tus propósitos, cada día

Un truco psicológico altamente efectivo: visualiza mentalmente el resultado que deseas alcanzar, durante varios
minutos y con muchos detalles. Simplemente cierra los ojos y disfruta imaginando cómo percibes el momento de
éxito y satisfacción en aquello que te has propuesto. ¿Cómo te sentirías, con quién lo compartirías?

Cuanto más y mejor sepas imaginar ese momento, más motivado te mantendrás y durante más tiempo. Si practicas
esta imagen mental durante cinco minutos al día, tu éxito estará más cerca.

Más información: "Los 7 hábitos de las personas realmente efectivas"

4. Un día puedes fallar… pero no dos

Los seres humanos somos profundamente imperfectos. Si un día no conseguimos avanzar nada, debemos
relativizarlo. Todos tenemos un mal día en que la pereza nos paraliza. Pero la regla de oro es la siguiente: puedes
fallar un día, pero no dos días consecutivos.

Si el día anterior no lograste sentirte motivado para llevar a cabo las acciones cotidianas que te acercan al objetivo, el
segundo día es clave. No te permitas que ese segundo día también te boicotee la pereza o cualquier otra excusa. No
puedes perder dos días seguidos porque entonces estarías labrando un precedente mental que justifique tu
holgazanería futura.
Para saber más: “Las 10 excusas que siempre usan las personas improductivas”

5. La sana competencia entre amigos es una gran fuente de motivación

A todos nos gusta la competición sana, sobre todo cuando nos rodeamos de personas que nos hacen sentir bien. Esta
predisposición a la competencia puede sernos muy útil para incentivarnos a luchar por nuestros objetivos.

Si conoces a un familiar, un amigo o un compañero de trabajo que tiene unas metas parecidas a las tuyas, puedes
“reclutarle” para tener una sana competencia que pueda ayudaros a ambos. Semana tras semana, podéis poneros al
día de quién ha logrado correr más kilómetros, fumar menos cigarrillos, conseguir más ventas, hacer más flexiones,
etcétera.

De todos modos, esto debe ser un incentivo, no un lastre: tus metas deben estar ponderadas y deben ser equitativas
respecto a la otra persona. Por ejemplo, sería absurdo que alguien que empieza a correr se comparara con un
fondista profesional. La clave no es compararse constantemente sino apoyarse en el otro para seguir avanzando, y
que cada uno vaya logrando sus propias metas.

6. Prepara tu mente para los momentos de bajón

A lo largo de un largo camino, puede que pases por momentos buenos y momentos malos. En estos momentos en
que no nos salen las cosas como desearíamos, puede venirnos a la cabeza ciertos pensamientos derrotistas y la
urgencia irrefrenable de abandonar el barco.

No tengas miedo cuando estos pensamientos te aborden, ya que es completamente natural que de vez en cuando
surjan y te inviten a dejar de luchar. Si eres consciente de ellos, puedes gestionarlos para que no te afecten. Por cada
momento de bajón que experimentes, ten pensado un motivo de peso para seguir luchando.

También te puede ayudar: “25 frases positivas cortas para vivir el día a día con optimismo”

7. Haz una lista con tus razones para seguir motivado

Ahondemos en el punto anterior. Si conoces tus motivos que te empujan a seguir tirando del carro y esforzándote
cada día, tienes mucho ganado. Es el antídoto perfecto para las excusas, la pereza y los secuestros mentales.
Muchas personas se motivan pensando en sus seres queridos. Otras personas lo enfocan desde un sentido más
individual o por la gran motivación intrínseca que sienten hacia esa actividad que practican. Sea como sea, es bueno
que escribas en un papel cuáles son tus motivaciones.

8. La importancia de un buen consejero

Cuando persigues un sueño, es probable que otras personas ya lo hayan conseguido antes que tú. Contar con el
apoyo de una persona con una larga experiencia puede ser clave para que te explique algunos trucos y reflexiones
para que puedas lograr lo que te propones.

También puedes buscar cursos o seminarios de personas que hablen sobre aquello que te interesa. No conviene
despreciar el conocimiento que pueden aportarte otras personas. En nuestra sociedad, ya casi todo está inventado.
Pero sin embargo hay pocas personas que tengan la capacidad para innovar y buscar nuevas formas de resolver
problemas. Si eres capaz de empaparte de mucho conocimiento proveniente de distintas fuentes, es probable que
puedas motivarte y seguir por el buen camino.

9. Descubre tus verdaderas pasiones

Esto es básico. Cuando disfrutamos genuinamente con una actividad, conseguimos tener un Estado de Flow que nos
permite rendir al máximo de forma que hasta que perdemos la noción del tiempo. Antes hemos hablado de la
motivación intrínseca: es aquella motivación que sentimos por el placer mismo de realizar algo.

Cuando conseguimos descubrir qué nos apasiona y tenemos la suerte de podernos dedicar a ello, nuestra motivación
intrínseca nos permitirá afrontar la tarea y el día a día de un modo realmente efectivo. Si, por contra, no nos agrada
aquello a lo que nos dedicamos y por tanto no contamos con una buena dosis de motivación intrínseca, solo
podremos estar motivados gracias a la motivación extrínseca, es decir, si tenemos incentivos (económicos o de otro
tipo) para seguir adelante.

Por tanto, es importante que escojas tu vida en base a lo que te gusta hacer, puesto que estarás más motivado.

Descubre la importancia de dedicarte a lo que te gusta: "La ley de las 10.000 horas de experiencia de Gladwell"

10. Inspírate con las pequeñas cosas del día a día

La clave para motivarse es ser una persona abierta al mundo y encontrar inspiración en los pequeños detalles
cotidianos. La inspiración puedes encontrarla en casi cualquier cosa.
No solo te va a permitir motivarte en un momento dado (que también), sino también a mantener tu motivación
durante largas temporadas.

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