Vous êtes sur la page 1sur 1

Los adivinos

Desde que fui iluminado, hace unas semanas, mi vida ha cambiado por completo. Ahora que soy creyente fiel de los fenómenos
paranormales, no dejo de pensar en que las personas comunes y corrientes como yo, estamos en desventaja, somos estafados
continuamente y lo peor de todo, es que las autoridades están como el chinito… milando.

¿Cómo es posible que no exista un registro público de los adivinos, videntes, psíquicos, madames y entes similares, que viven
en México? ¿De qué sirve que haga mi vaquita con mis cuates y compremos entusiasmados un entero de lotería, si Madame
Zuzzet ya sabe cuál será el número ganador? ¿Con qué confianza puedo apostar a que gana el equipo de mis amores en el
futbol si pudiera ser que mi contrincante posea información de un vidente? Éstas y muchas incógnitas más me acechan en todo
momento.

¡Claro! Entiendo que Madame Zuzzet (a quien puse como ejemplo) no es la única vidente, y por lo tanto no es la única que sabe
qué número de lotería saldrá premiado… y de hecho, si desea el boleto, se lo tiene que ganar a los otros videntes. ¿Pero,
acaso estos premios sólo son disputados entre los adivinos y no entre el pueblo mexicano en general? ¿Acaso no es trampa?

Por razones como ésta es que yo propongo que se instaure el Listado Público Oficial de Videntes, Adivinos y Psíquicos
Residentes en México, el LPOVAPRM. Y que el gobierno federal, por supuesto después de realizar todas las pruebas de
comprobación que consideren necesarias, les otorgue una credencial oficial con fotografía y todas las barreras de seguridad
existentes y al alcance del organismo asignado al asunto.

De esta forma, no sólo obtendremos beneficios los mortales como yo, sino también el propio gremio de adivinos. ¿No es cierto
que todos los que imprimen sus volantes propagandísticos siempre mencionan que nos cuidemos de imitaciones? ¿Que no
caigamos con charlatanes? Qué ellos sí garantizan resultados…

¡Ajá!, seguramente dirá un perceptivo… ya está, no es necesario implementar todo el mecanismo de credenciales de
identificación, basta con solicitar el volante, pues obviamente los adivinos que no cuentan con volantes con la leyenda “no nos
confunda con charlatanes”, deben ser fraudulentos… pero ¿y si un hombre sin poderes psíquicos quiere hacerse pasar por
adivino y manda a hacer su volantes? Ahí es justamente donde está el beneficio de la credencial para los verdaderos adivinos.

- Buenos días Madame Futuré, ¿puede enseñarme su credencial por favor?


- Por supuesto, joven amigo, compruebe usted que tengo el holograma de la última verificación…

Porque ustedes estarán de acuerdo conmigo de que tal vez algunos videntes puedan llegar a perder sus habilidades, quizá por
algún accidente o simplemente por la edad. No sería justo para el cristiano que junta su dinerito para su sesión, que los
resultados de la misma hayan salido totalmente equivocados porque la Madame ya está chocheando, ¿no cree usted?

Por otro lado, sugiero incluir en las credenciales, los íconos oficiales de las habilidades manifiestas en el adivino en cuestión. Es
decir, el ícono del Tarot, las flores de Bach, amarres y desamarres, magia blanca, astrología, huesitos africanos, mal de ojo,
consultoría espiritual, etc., etc. Así, con una sola mirada a la credencial, sabríamos si nuestro interlocutor está o no registrado
ante las autoridades, y si es considerado capaz en un área específica.

Ahora que estoy platicando de todo esto, me acuerdo de mi época de escéptico cuando analizaba las dos posibles opciones:
1. Si existen los adivinos, ¿por qué no están registrados en el gobierno? Y no me preocupa que se ganen la lotería…
¿por qué no están trabajando arduamente para mejorar la salud y la calidad de vida de los mexicanos? Con tan sólo
decirnos hacia dónde hay que investigar, en qué hay que invertir, qué productos mexicanos tendrán gran demanda en
el extranjero, qué debemos producir, qué debemos dejar de producir…
2. Si los adivinos no existen, ¿por qué las autoridades no arrestan a todas las personas que se están haciendo pasar por
adivinos y que están engañando y robando a las personas de buena fe?

HECHO:
“El mundo y sus demonios. La ciencia como una luz en la obscuridad” de Carl Sagan, es un excelente libro.

Vous aimerez peut-être aussi