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es i we WILLIAM SCHNOEBELEN TA SANGRE LOS POSTES DE LA PUERTA LA SANGRE EN LOS POSTES DE LA PUERTA UN CURSO AVANZADO SOBRE GU ESPIRITUAL WILLIAM SCHNOEBELEN Ontario, California, EUA Derechos reservados ©2014 William Schnoebelen Todos los derechos estén reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, archivada o trasmitida por cualquier forma o medio (electrénico, mecénico, fotocopias, grabacién u otro) sin permiso escrito del propietario de los derechos reservados. ISBN: 978-0-7589-0965-7 Chick Publications P.O. Box 3500, Ontario, CA 91761-1019, EUA Telf.: (909) 987-0771 * Fax: (909) 941-8128 Fuera de los EUA, pida informacién sobre el distri- buidor més cercano a usted 0 vea la lista completa en: www.chick.com/distrib.asp www.chick.com Email: orderdesk@chick.com Impreso en los Estados Unidos de América Printed in the United States of America Aunque todos los incidentes descritos en este libro son verdaderos, hemos cambiado casi todos los nombres y detalles menores para proteger la confidencialidad. Se reconstruyeron las conversaciones hasta donde Ja memoria y las notas lo permitieron. Sin embargo, la sustancia esencial es exacta conforme a lo que nuestra capacidad humana ha hecho posible. Este libro no se hubiese podido escribir sin el amor y apoyo de Sharon, mi primera esposa. Por medio de sus oraciones e intercesi6n, este libro se desarroll6 para beneficio del Cuerpo del Mesias. Cuando ella partié para estar en la presencia de nuestro Salvador después de una prolongada enfer- medad, en verdad me senti devastado. Con amor dedico este libro a su memoria y al maravilloso Espiritu de unci6n que le fue dado. Después de la muerte de Sharon, por medio de intercesi6n y oracién (algunas oraciones se incluyen en este libro) y el ministerio del Espiritu Santo, el quebranto de mi coraz6n fue sanado milagrosa- mente. Luego, en una mafiana primaveral resplan- deciente, el Espiritu me abrié los ojos y me hablo respecto a una esposa. Mas adelante, ese mismo afio, Maria, mi amiga y compajiera de oracién de tanto tiempo, lleg6 a ser mi esposa. Maria y yo pedimos a Dios en oraci6n que todo aquel que lea este libro sea bendecido con amor, sanidad y la liberacién de opresién que sélo nuestro bendito Mesias puede conceder. Shalom y bendiciones, William Schnoebelen Contenido 1 “Los Gritos Mas Tiernos’ ...... 2“\Si No Se Van, Llamaré a la Policia!”......... 3 Enel Sofé con el Dr. Frankenstein 4 Aprendiendo a Desatar las Ataduras. 5 “Legion me llamo, porque somos muchos”... ee 4 6 Pufaladas en la Oscuridad 7 El Suefio de la Serpiente..... 8 La Maldicién de Moloc. 9 Meditaciones Antes de la Batalla e+e 126 10 El Caso de la Aguja en el Pajar........ ++ 136 11 “Higiene Espiritual” ........ 12 El Manual de Armas del Cristiano 13 ¢Le Falta Parte de su Armadura?..........000+ ee 172 14 Drogas y Entradaz....... +++. 187 ec ewer creer er ccce 15 “Como Uno que Tiene Autoridad’” .... + 196 16 Poniéndole Dientes a la Iglesia Otra Vez..... +--+ 202 17 Maldito Sea el Lazo que Ata... evo 222 18 Entrando en el Proceso de Liberaci6n.... ++ 234 19 jDestruyendo las Fortalezas de Satanas! 20 El Seguimient0.......ssssssseesssee ose 263 21 Problemas de la Iglesia en General... eee 271 22 Apéndice 1..... +292 23 Apéndice 2..... + 295 24 Apéndice 3... +++ 307 25 Apéndice 4...... 320 26 Apéndice 5 27 Apéndice 6..... 334 28 Notas Bibliograficas.............. 338 1 “Los Gritos Mas Tiernos” “E hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y agiieros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehova, provocandole a ira”. 2 Reyes 17:17 MILWAUKEE, 1979 jLa llamada telefonica era histérica! La madre que estaba en el otro lado de la linea apenas podia dejar de llorar. “(Nuestra hijita esta en el hospital! |Esta tan trauma- tizada que ni nos reconoce!” La Sangre En Los Postes De La Puerta “¢Por qué nos llama a nosotros?”, le pregunté. “El que me dio su nombre fue...” La desolada mujer mencion6 al hombre que administraba la libreria ocul- tista en Milwaukee. “Dijo que usted sabe algo sobre satanismo” . “Eso dicen...”, respondi. En realidad, mi esposa Sharon y yo estébamos profundamente involucrados en el satanismo extremo. Incluso yo participaba en la practica de sacrificios de animales y vampirismo. Ademas, en nuestra casa habiamos hospedado a Orién, un sumo sacerdote sata- nico y representante de la jerarquia de la Hermandad Satdnica del medio oeste de EUA.1 “éMe puede decir qué tiene que ver el satanismo con su hija?”, le pregunté. “Tiene que comprender”, dijo llorando. “Mis padres se llevaron a mi hija de 9 afios por el fin de semana y, cuando la trajeron, jestaba como zombi!” La mujer no podia controlar sus emociones. “¢Qué pas6?”, pregunté. “Lo nico que podia decir era que no queria volver al cuarto negro”. “Pensé que no se sentia bien, asi que le sugeri que tomara un bafio caliente y se acostara. Como no res- pondi6, empecé a ayudarla a desvestirse”, jpero se des- may6 y cay6 al suelo como mufieca de trapo!” “Al quitarle la ropa para acostarla, jvi que su cuerpo estaba cubierto con dibujos sangrientos, more- tones y marcas de quemaduras! Alguien habia dibujado a i As Tit a” ‘Los Gritos Mas Tiernos 10 con sangre una estrella en su pecho y le habian que- mado las nalgas. Sus mufecas se veian desgarradas y amoratadas, como si hubieran estado atadas y ella hubiese luchado para soltarse; también tenia marcas de agujas en los brazos, como si la hubiesen inyectado con drogas”. Por mi mente cruzaban muchos pensamientos. Aunque yo era satanista, nunca habia visto que hicie- ran esas cosas, excepto a personas adultas que mas 0 menos eran victimas dispuestas. Habia oido rumores sobre la tortura de nifios, por medio de Orién, pero no se hablaba mucho de ese tema. “El doctor la interné en el hospital pero ella esta casi como en coma. Nuestro médico dice que abusaron sexualmente de ella. Nuestra hija no come, no habla ni nos reconoce. Cuando las enfermeras tratan de ayudarla para ir al bafio, comienza a gritar acerca del cuarto negro. ;Puede ayudarnos?” La histeria hizo que la voz de la mujer sonara aguda. Mi boca estaba seca. “(Qué quiere que hagamos?” “ {Es esto un tipo de hechizo satanico? Llamé a mi parroco, pero no quiere involucrarse en nada de esto. Sélo dijo que rezaria por nosotros. ;Puede usted hacer que nuestra hija vuelva a la normalidad?” “(Qué opinan los médicos?”, le pregunté, tratando de darme mas tiempo para pensar en maneras de ayudarla. “Dicen que probablemente haya experimentado algo tan horrendo que su mente y sus emociones que- daron paralizadas”. un La Sangre En Los Postes De La Puerta “¢Qué dicen sus abuelos?” “Niegan que haya pasado algo. Dicen que ella tuvo un fin de semana divertido y estaba bien cuando la dejaron en mi casa. jEstan tratando de que parezca que mi esposo y yo hicimos esto!” En su voz ahora habia una mezcla de ira y miedo. “Es alguna clase de maleficio 0 qué es?” Yo estaba en el proceso para obtener un titulo de maestria en teologia y consejeria pastoral, asi que habia tomado cursos de sicologia a nivel de posgrado. “Es dificil saber. Podria ser una maldicion, 0 podria ser una reacci6n sicologica normal al horrible maltrato que sufrié. Pudiera ser una combinaci6n de ambas”. En aquel tiempo no habia mucho material impreso acerca del abuso sexual de nifios, y casi nada en cuanto al Abuso Ritual Satanico (ARS). La idea de que adul- tos torturasen y violasen sexualmente a nifias era algo imposible de entender. Era extremo aun para alguien que estaba tan inmerso en la perversidad y maldad como lo estaba yo. “Por favor, gpuede hacer algo?”, interrumpié la voz de la madre mientras me hallaba inmerso en mis pensamientos. Senti una terrible mezcla de emociones. En parte estaba indignado por el relato. Pero otro elemento - muy, muy oscuro- dentro de mi se sentia intrigado y aun sexualmente estimulado por el problema de la nifia. Esa COSA susurr6: “;Me hubiese gustado estar alli!” Luché contra aquello y me di cuenta, con un “Los Gritos Mas Tiernos” 12 incémodo estremecimiento, de que -yo mismo- no estaba muy lejos de cometer tales atrocidades. Era increiblemente incongruente que esta mujer me estu- viese pidiendo ayuda. “Bueno...”, al fin logré balbucir con mi boca total- mente seca, “podriamos realizar algunos rituales en nuestro Circulo para curar a su hija, y con suerte podre- mos romper los maleficios que le hayan hecho”. Sin expresarlo, me hacia preguntas respecto a los abuelos. Si estaban participando en algo tan atroz, quizds poseian mas poder del que nuestro aquelarre podia resistir. Dependeria de qué tan numeroso era su aquelarre y a quiénes mas podria yo poner de nuestro lado. “¢Cuadnto sabe usted sobre la participaci6n de sus padres en esto?”, pregunté. “\Nada! jJamés vi indicio alguno! jSon catdélicos que van fielmente a la iglesia! {Es posible que nos hayan engafiado todos estos afios?” “Es posible”, respondi. “Hace cuanto tiempo que se cas6 y no ha vivido con ellos?” “Unos diez afios. Terri es nuestra primera hija”. “Tal vez sus padres hayan estado involucrados en esto siempre, 0 quizas hayan empezado después que usted se fue de la casa. gHubo algun cambio dramatico en la vida de sus padres en la ultima década?” Pensé que algo pudiera haber forzado a los padres a quedar “en deuda” con un aquelarre satanico. Mis aque- larres habian hecho “contratos” para hacer maleficios a B La Sangre En Los Postes De La Puerta personas para que éstas murieran, y usualmente eso le costaba algo de dinero al “cliente”. “Bueno”, dijo la mujer tratando de recobrar la calma, “hace unos cinco afios el negocio de mi padre empez6 a decaer. Entonces, en forma repentina empez6 a llegar mucho dinero de alguna parte, y todo mejor6”. “4No sabe de donde vino el dinero?” “No. Papa sélo dijo que se trataba de un inversio- nista sin voz que deseaba permanecer desapercibido”. “¢Fue mucho dinero?” “Creo que fue mas de medio millon de dolares”. Lancé un suspiro. “Es posible que su padre -o él y su madre- hayan hecho pacto con un grupo satdnico. Ellos pueden tener esa cantidad de dinero sin ningun problema”. “¢Qué quiere decir?”, pregunté la mujer deseando saber mas. “Tal vez él haya firmado una especie de cheque en blanco con la Hermandad sin entender totalmente lo que implicaba. Luego, cuando su hija cumplié nueve afios de edad, quizas hayan demandado que se la entre- garan y la hayan dedicado al diablo”. “No puedo imaginar a mis padres aceptando algo asi . “Sucede. En el momento no sabian a qué se estaban comprometiendo. Después, cuando la Hermandad demand6 su pago, no tuvieron otra opci6n”. “No entiendo”. “La manera en que estas cosas ocurren es que, “Los Gritos Mas Tiernos” 14 Satands debe haber amenazado con tomar control de toda su familia: de usted, sus hermanos y hermanas, sus hijos Y su hija, a menos que sus padres permitieran que el aquelarre hiciese lo que deseara con su hija”. “iEso es monstruoso!”, exlamé ella. “zExiste esa clase de gente?” “Me temo que si’, admiti, ocultando cuidadosa- mente que yo era uno de ellos. “tY qué se puede hacer?” “No estoy seguro. Definitivamente necesitaremos un mechén de pelo y algunos trozos de ufias de su hija, y por lo menos una pieza de su ropa”. La mujer se mostr6 aun mas incrédula. “Para qué?” “Senora, somos brujos blancos, wiccanos”, le menti. “Necesitamos esas cosas como objetos de conexién - maneras en que nuestra magia buena pueda tener un impacto mas poderoso en su hija y su salud. Ademas, si le parece bien, quisiéramos saber dénde viven sus padres”. “(Ustedes son brujos?”, pregunt6 casi sin poder tespirar. “Si, sefiora”, le expliqué pacientemente. “Eso es lo que consigue cuando va a una libreria ocultista en busca de ayuda. Pero, somos brujos BUENOS. No hacemos dajio a la gente. Sélo la magia blanca puede contrarrestar a la magia negra”, dije mintiéndole otra vez. La mentira es necesaria cuando uno sirve al padre de la mentira. 15 La Sangre En Los Postes De La Puerta Luego dije: “Tal vez podamos hablar con sus padres y ver si podemos rescatarlos de ese grupo; quizas logre- mos que entren en razon. De lo contrario, este tipo de cosas continuaran”. “¢Qué quiere decir?” “Satands es como un chantajista. Nunca queda satisfecho con una demanda. Si en verdad a su hija le sucedié lo que imagino, él ahora la considera como su juguete personal. Querra que ella vuelva, una y otra vez, hasta que sea totalmente suya: cuerpo, alma y espiritu’”. Esto provocé un terrible grito en el otro lado de la linea: “; Quiere decir que el diablo anda tras nues- tra pequefia Terri?” Sin darme tiempo para tomar un lapiz, la mujer me dio los nombres y la direccion de sus padres. Un dia después, busqué a Orién, y fuimos en el auto al vecindario elegante donde vivian los padres transgresores. Orién estaba conmigo porque era de un nivel mucho mas alto en el satanismo y, por tanto, supuestamente tenia mds poder. También sabia mas sobre el funcionamiento interno de la Hermandad. El declaraba haber sacrificado animales y personas para la gloria de Satanas. Llegamos a la entrada de la amplia casa de los padres. Era bonita pero no era una mansi6n. Después de mucho titubeo tocamos el timbre, pero no habia nadie en la casa. Ori6n, que era un hombre bajo, de tez oscura y del- gado, astuto y rudo, dijo con una risita: “Examinemos alla atras”. a i 4s Tit ” ‘Los Gritos Mas Tiernos 16 El lugar era como cualquier casa comun y corriente. Sin embargo, Orion y yo podiamos percibir una energia maligna en el jardin trasero. Después de dar una vuelta por la propiedad, Orion me gui6 otra vez a la parte de atras de la casa. “Hermanito, mira esto”, dijo sonriendo y sefialando las ventanas del sotano. Uno de los habitos més irritan- tes de Ori6n era Ilamarme “hermanito”, aunque yo le llevaba como una cabeza en estatura y tal vez pesaba 75 libras (34 kilos) mas que él. Era algo que uno tenia que tolerar de un “Sumo Sacerdote Rey Ipsissimus de la Estrella de la Mariana”, el titulo oficial de Orién. Al mirar abajo, donde Orion apuntaba con el dedo, vi que todas las ventanas del s6tano estaban mas abajo del nivel del terreno; ademas, barras enormes y firmes protegian el espacio cavado alrededor de las ventanas para permitir que entrara luz por ellas. Y las ventanas estaban cubiertas con una pintura negra opaca. Orion solt6 una risita. Sonaba como si escapara aire de la llanta de una motocicleta. “Podrias cortar cualquier cosa 0 persona que quisieras en ese sétano, hermanito, y nadie podria ver adentro”. Dio vuelta y extendié los brazos como si quisiera abarcar todo el terreno. “No sélo eso, sino que no hay vecinos cerca. Los gritos no llegarian muy lejos de estas ventanas, espe- cialmente si usaron el medio apropiado para apagar los sonidos”. Movi la cabeza. “;Realmente suceden cosas como ésta?” Orion asinti6 demostrando conocimiento. “Créelo... 7 La Sangre En Los Postes De La Puerta algunos de los gritos més tiernos provienen de nifias pequerias”. Poniendo fin a la visita sin los resultados esperados, nos fuimos de la casa sin mayor incidente. La madre nunca me dio los cabellos ni los trozos de ufias, y no se comunicé conmigo otra vez. En forma poco usual, los medios de comunicaci6n no tocaron el tema. Quizas la madre recibi6 un mejor consejo y deci- di6 no tratar de combatir la magia “negra” con magia “blanca”. A Sharon y a mi nos tom6 cinco afios mas escapar en verdad de las garras de Satands y realmente nacer de nuevo. S6lo entonces comprendimos plenamente que la magia blanca y la negra eran dos lados de la misma moneda satdnica, y que lo tinico que esa moneda nos compraba era un pasaje de ida al lago de fuego (Ap. 21:8). No sabemos si Orion al fin salié del satanismo porque desaparecié de nuestras vidas antes de que fué- semos salvos. Sin embargo, esa experiencia perturbadora y des- concertante nos dejé con preguntas. ;Habria encontrado ayuda la mujer en algiin otro lugar, ojala de cristianos? ¢Acaso la Hermandad se acercé a ella y la forzé a callar con amenazas? Fue realmente un caso de Abuso Ritual Satanico (ARS) que surgi6 mas 0 menos un afio antes de que el libro Michelle Recuerda, que fue el primero en discutirlo publicamente, lo pusiera en el escenario popular?” jNo sabiamos cuan profético seria ese breve encuen- tro con el abuso satdnico para impulsar gran parte de nuestro ministerio tiempo después, siendo ya Cristianos Nacidos de Nuevo! “Los Gritos Mas Tiernos” 18 Hoy, catorce afios después de la tragica historia de Terri, el ARS esta apareciendo en innumerables oficinas pastorales y oficinas de consejeria en todo el mundo. Miles de adultos y una cantidad significativa de nifias se estén presentando con historias similares a la que relaté la mama de Terri. jNosotros mismos hemos orado por docenas, tal vez cientos de personas! Aunque algunos que trabajan en profesiones que brindan ayuda piensan que estas personas reportan experiencias genuinas, otros opinan que son individuos con “perturbaciones mentales”. Creen que las historias son inventadas para despertar simpatia 0, por otro lado, son provocadas por los siquiatras mediante las preguntas que hacen o cuando incluso hipnotizan a los clientes, haciéndoles creer que sufrieron abuso ritual; y esto porque el siquiatra (0 ministro) tiene un interés establecido en creer que tal abuso es muy comin. Este libro no es el lugar para debatir la veracidad de los relatos sobre abusos.* Pero, el claro testimonio de la Biblia es que, en todo el mundo pagano, los padres eran impulsados por dioses demoniacos como Moloc o Baal para ofrecer a sus hijos en rituales abominables de tor- tura y asesinato (lea Lev. 18:21 y otros pasajes). Sin embargo, nuestro propésito aqui es sugerir formas en que estas personas puedan recibir la mejor ayuda. Hemos ministrado a un numero muy grande de sobrevivientes como para reducir su lucha a un debate académico. Ya sea que sus “recuerdos” 0 abuso sean hechos reales 0 no, el punto es que esas personas estan experi- mentando dolor. S6lo Jesucristo puede ministrar verda- deramente a ese dolor. Al fin de cuentas, los siquiatras no pueden ayudar. Los consejeros no pueden ayudar. 19 La Sangre En Los Postes De La Puerta Aun los pastores, a menos que lidien con la dimension de guerra espiritual en el problema de la persona, se veran limitados en su eficacia. Es tan solo mediante el Poder Liberador del Senor Jesucristo que esas personas pueden ser sanadas, res- tauradas y liberadas. Este libro trata sobre como tener acceso a ese Poder para ayudar a aquellos que sufren dolor, jy liberarlos para la adoraci6n, servicio y gozo en el Sefior! 2 “Si No Se Van, Llamaré a la Policia ws MILWAUKEE, 1985 Siendo ya cristianos genuinos, Sharon y yo nos encontrabamos en las gradas de entrada a un pequefio edificio de apartamentos, tratando de hablar con la suma sacerdotisa mds poderosa entre los brujos de la ciudad. La mujer estaba parada a la puerta, con actitud arrogante y amenazadora. Sharon le dijo: “Cathy, ¢podriamos entrar y hablarte de Jesucristo?” Antes que pudiéramos reaccionar, Cathy se 1 La Sangre En Los Postes De La Puerta abalanz6 contra Sharon. Cathy era més alta y tenia sus manos alrededor de la garganta de Sharon. Lanzando un grunido de furia, Cathy la estrell6 contra la pared cercana a las gradas, alzdndola ligeramente del suelo. El rostro de Sharon empezé a ponerse morado por la fuerza con que Cathy la sujetaba. éPor qué estébamos en la entrada de un edificio de apartamentos, en una lucha de vida o muerte, con una mujer poseida por demonios? Varios meses antes, en los tltimos meses de 1984, tuvimos la bendita oportunidad de guiar a un segundo brujo satanista a conocer a Jesucristo como su Salva- dor. En Milwaukee, Gary habia sido uno de nuestros pupilos en el ocultismo por muchos aiios, y ahora él era cristiano. Viviamos a 170 millas (273 kil6metros) de dis- tancia, en Dubuque, Iowa. Debido a la conversion de nuestro amigo, ocasionalmente viajabamos a Milwaukee para ayudarlo en su discipulado. En esta ocasi6n, habiamos recibido noticias alarmantes. Gary atin mantenia cierto contacto con brujos, asi que era nuestra fuente de informacién acerca de anti- guos “colegas” en el satanismo y la wicca. Cuando fuimos salvos y renunciamos al ocultismo, hablamos con tantos miembros de nuestro aquelarre como nos fue posible, o les escribimos, daéndoles a conocer la libertad maravillosa que disfrutabamos después de ser salvos. j{Queriamos que nacieran de nuevo! La respuesta a la mayoria de nuestras cartas fue un silencio total. Algunos fueron lo suficientemente amables como para responder a la carta o Ilamarnos, “Si No Se Van, Llamaré a la Policia!” 2 aunque nuestra relaci6n se habia vuelto tensa. Una respuesta mas singular fue la de Cathy. Era una de nuestras sacerdotisas mas astutas y habia par- ticipado con nosotros en algunos de los aspectos mas peligrosos y perversos de la magia. Era una seguidora totalmente comprometida de Aleister Crowley -uno de los principales personajes satanicos de nuestro siglo- y ella misma se consideraba satanista. Al igual que nosotros, se habia involucrado en la magia negra, vudt, vampirismo e incluso rituales magicos de los nazis. Asimismo, como nosotros, habia invitado a un gran numero de demonios a entrar en su cuerpo. Unos dias después de recibir la carta con nuestro testimonio de Jesucristo, Cathy nos hizo una llamada que nos preocup6. Llena de ira nos informé que toma- ria el proximo autobis a Dubuque y enterraria una daga esmeralda en mi corazon. De mas esta decir que pasamos dias de ansiedad, orando y confiando en que el Sefior nos protegeria. Después de todo, éramos atin muy nuevos en la vida cristiana. Sin embargo, hasta donde sabemos, Cathy nunca lleg6 a Dubuque, con o sin su daga. Pero, ahora nosotros habiamos ido a Milwaukee. Sentados en la sala de Gary, nos enteramos de que la conducta de Cathy era cada vez mas extrafia, aun para los estandares del ocultismo. Gary escuché que ella no era capaz de conservar un empleo y pasaba sentada en el apartamento que compartia con su compafiero sumo sacerdote. Estaba bajando de peso en forma alarmante; permanecia sen- tada durante horas mirando el televisor apagado y se 23 La Sangre En Los Postes De La Puerta arrancaba mechones de pelo desde la raiz. Gary pregunt6 si pensébamos que ella estaba poseida por demonios. Le respondimos que seria increible que no estuviese poseida, considerando su alto grado de participacién en la magia negra. Cual- quiera que fuese su situaci6n, era sumamente des- esperada. Le habian informado a Gary que el sumo sacerdote de Cathy pensaba internarla en un hospital psiquiatrico. Entonces nos miramos, sintiendo esa carga sobre nuestros hombros. La mayoria de las actividades de esta mujer en la magia negra ocurrieron bajo nuestra instruccién o la de “espiritus guias” (en realidad, demonios) que habian hablado por medio de nosotros. Por tanto, si algo podiamos hacer, debiamos hacerlo. Habiamos estudiado lo suficiente del Nuevo Tes- tamento como para entender que, como cristianos, Jesus nos ha dado a todos la autoridad sobre espiritus malignos (lea Mr. 16:17). Sentiamos que si lograbamos que ella se sentara y nos escuchara para hacerle com- prender, era posible alcanzarla para Cristo. No obstante, ni Gary ni yo estabamos muy deseo- sos de contactarla. Nos sentiamos nerviosos ante la idea de hacer un “exorcismo”! a alguien que, proba- blemente, era la suma sacerdotisa satanica mds pode- rosa y con mas experiencia en Milwaukee, aun cuando fuese una antigua amiga. Sin embargo, Sharon asumi6 el rol de “Débora”, exhortando a hombres grandes y fuertes a entrar en la batalla (lea Jue. 4:4-9). Después de todo, estaba en juego el alma de nuestra amiga, ademas de su salud mental. Después de una reunién de oracién espontanea “Si No Se Van, Llamaré a la Policia!” 24 pero prolongada, nos dirigimos hacia el apartamento de Cathy. Gary acept6 acompajfiarnos para apoyarnos en oraci6n. Asi que, alli estabamos Gary y yo, aténitos al ver a Cathy tomar a Sharon por la garganta y sacudirle la cabeza hasta hacer que le sonaran los dientes. Nos parecié una aterradora eternidad aunque duré sélo unos segundos. Al fin, haciendo un esfuerzo, Sharon logr6 decir: “Satands... el Seftor... te... reprenda... en el nombre... de Jesus...” Sharon ni tuvo tiempo de pronunciar un “Amén”. Cathy lanz6 un breve grito, como animal acorralado, y retrocedié desplomandose contra la pared en el lado opuesto. Fue como si toda la fuerza se hubiese escu- rrido de ella como agua. Sharon cay6, tosiendo. Antes que alguno de nosotros pudiese moverse, Cathy subié las escaleras con la velocidad de un gato. Entr6 rapi- damente en su apartamento y cerré de golpe la puerta. Aun desde abajo oimos cémo ponia el seguro en la puerta. Ayudé a Sharon a ponerse de pie. Con un gesto me indic6 que se sentia razonablemente bien. Entre respiros pudo decir: “Debemos subir y hacer que abra la puerta”. Subimos por la escalera y golpeamos a la puerta de Cathy. S6lo hubo silencio absoluto. “Cathy, no queremos molestarte. Por favor, déja- nos entrar”, se atrevié a decir Sharon. Tampoco hubo respuesta, aunque del otro lado de la puerta surgié un sonido, como el ronroneo de un gato de 700 libras (317 kilos) de peso. “{Oremos!”, sugirié Gary mirandome. Sharon 25 La Sangre En Los Postes De La Puerta asinti6 con la cabeza. Nos tomamos de las manos y comenzamos a orar. “Senior, sabemos que es Tu voluntad que Cathy escuche el evangelio de Jesucristo. Sabemos también que Satands hara cualquier cosa para impedir que ella lo oiga. En el nombre de Jestis, te pedimos que ates el poder de Satands para influir en Cathy en cualquier manera. En el nombre de Jestis, te pedimos que des a Cathy la libertad para hacer sus propias decisiones y nos permita entrar si lo desea. Padre, te ruego que aclares la mente y el coraz6n de Cathy para que pueda oir las Buenas Nuevas acerca de Jesucristo. En Su nombre oramos. Amén”. Continuamos orando de ese modo por casi tres 0 cuatro minutos. De pronto, oimos el sonido del seguro de la puerta. Nuestros corazones latian mas raépida- mente. Luego soné el pestillo de la puerta y ésta se abrié de par en par. Cathy estaba parada alli, con la mano en la perilla de la puerta, mirando abajo. No nos miraba ni hablaba. Se veia casi timida. Con cierta incertidumbre entramos en el aparta- mento. No parecia muy diferente de como estaba la Ultima vez que estuvimos alli. Habia un sofa hacia el lado opuesto de la puerta, frente a dos parlantes estéreos enormes y un sistema de sonido sumamente sofisticado. El sumo sacerdote que era pareja de Cathy era un buen electricista y aficionado a la musica. Cerca de las ventanas habia dos sillones frente al sofa. Un afio atras Cathy dirigia su propio aquelarre, resultado del aquelarre presidido por Sharon. Asi que nuestros ojos se dirigieron a la derecha, a una puerta que sabiamos llevaba al Cuarto del Templo de Cathy, donde se habian realizado docenas de circulos de “Si No Se Van, Llamaré a la Policia!” 26 brujeria y numerosos rituales de poder y dolor aun més increibles. La puerta estaba cerrada y nos pregun- tébamos qué habria al otro lado ahora. El apartamento no habia cambiado, jpero noso- tros tres si! La ultima vez que habiamos estado en ese cuarto, éramos brujos. Esta vez éramos siervos del Dios viviente. Cathy se senté en el sofa en medio de un silencio cada vez mas profundo. Nos sentamos frente a ella. Al fin Sharon hablo: “Cathy, gracias por permitirnos entrar. {Comprendes por qué estamos aqui?” Ella asinti6. “Comprendemos”, dijo con voz serena, pero dura y sin vida. Reconocimos que era la voz de uno de sus supuestos “espiritus guias”. Sharon insistié. “ Necesitamos hablar con Cathy”. “No esté aqui”, respondio la voz. “Eso es mentira”, Sharon afirm6 con calma. “Cathy ESTA aqui y ella tiene derecho a escuchar de Jesucristo”. Cathy lanz6 un suspiro cavernoso. “Habla si tienes que hacerlo. Tengo unos minutos para darte”. Su voz son6 mds normal. Gary oraba intensamente. “Cathy, ti sabes lo que nos sucedi6”, dijo Sharon. “jHallamos lo que estuvimos buscando todos esos afios! Estuviste con nosotros durante muchos de esos afios. Eres una de nuestras amigas mas amadas y que hemos conocido por mas tiempo. ¢No quieres darle una oportunidad a Jesucristo?” Cathy sonri6, pero era una sonrisa forzada que no se reflejaba en sus ojos. “Qué te hace pensar que no 27 La Sangre En Los Postes De La Puerta soy cristiana? ¢Acaso no soy miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias?” Con tristeza le respondi: “Cathy, sé que te uniste a la iglesia mormona siguiendo nuestra instruccién. Pero el Jestis que alli te ofrecen es un Jestis falso. El no puede salvarte”. Dando un resuello dijo: “Entonces, {hay mas de un Jestis? Qué exigentes, verdad?” Su voz vertia el sarcasmo como miel con veneno. “Tienes que ser exigente cuando se trata del des- tino de tu alma inmortal”, indicé Sharon. “El Cristo que te ha hablado cuando estas en trance... el Cristo que esta en la iglesia mormona... el Cristo en el movimiento de la Nueva Era... son falsos Cristos”. Sentandose en el borde del sofa, Cathy expres6 con furia: “;Quiénes son ustedes para decirme que adoro a un Cristo falso!” “Somos tus amigos. Nosotros te metimos en gran parte de este caos y queremos que veas que hay una salida”. “¢Amigos?”, dijo riendo sarcdsticamente. “|Uste- des se fueron de esta ciudad cuando mas los necesi- taba! jMe abandonaron cuando me encontraba en la peor desolacién!” “El Sefior tuvo que sacarme de Milwaukee para que al fin pudiera descubrir quién es El’, confesé. “Ahora que entendemos quién es realmente Jesus y lo que El ofrece, volvimos para hablarte de El’. “Escupo sus credos crapulosos”, exlam6 Cathy, “Si No Se Van, Llamaré a la Policia!” 28 citando de la revelacion obscena de Aleister Crowley, El Libro de la Ley “Ustedes son tontos y sus dioses son tontos”. La ponzofia en su voz era palpable. Quedaba flotando en el cuarto como gases fétidos. “No le des la espalda a Jestis”, insistié Sharon. “El puede quitar tu dolor”. De pronto Cathy se levanté del sofa. “Mi dolor es lo unico que ustedes me dejaron. Creo que lo conser- varé”, Caminé hasta la puerta y la abrié. “Es mejor que se vayan todos ahora”. Nos miramos el uno al otro con incertidumbre. ““Si no se van, llamaré a la policia!”, afirm6 ele- vando la voz. Nos paramos y salimos en fila. Cathy nos mir6; su rostro parecia una mascara de hierro. Sharon le sonrié levemente. “Estaremos orando por ti’. Un fuego extrafio se reflejé en los ojos de Cathy. “;NOSOTROS estaremos orando por ustedes también!” Asi concluy6 nuestro primer intento de realizar una liberacién. No quedara en la historia de la iglesia como una poderosa victoria. Sin embargo, ciertamente aprendimos lecciones valiosas que nos servirian mas tarde. Primero, aprendimos que normalmente es un error tratar de realizar este tipo de ministerio sin antes haber orado seriamente y MUCHO. También apren- dimos que es mas facil hacerlo en terreno conocido, como una iglesia o algun otro lugar, donde sabemos 29 La Sangre En Los Postes De La Puerta que el ambiente esta libre de profanacién y cubierto con oraci6n ferviente a Dios. Finalmente, aprendimos que aunque S{ tenemos autoridad sobre malos espiritus, esa autoridad esta limitada por el libre albedrio de la persona; es decir, su espiritu humano. Si una persona DESEA a sus espiri- tus malignos, es casi imposible liberarla. No sabiamos a donde nos Ilevaria este humilde - incluso humillante- comienzo en el ministerio. 3 En el Sofa con el Dr. Frankenstein “... olvidando ciertamente lo que queda atras, y extendiéndome a lo que esta adelante, prosigo al blanco, al premio del supremo Ilamamiento de Dios en Cristo Jests”. Filipenses 3:13-14 Cuando se habla de la consejeria a sobrevivientes del Abuso Ritual Sataénico (ARS), por lo general surge otro tema. Se trata del sindrome psicolégico conocido como “Trastorno de Personalidad Multiple” (TPM). Aunque este libro no pretende ser una obra de psi- cologia (jalabado sea Dios!), es necesario sumergirse en las aguas turbias del estudio psiquiatrico a fin de 31 La Sangre En Los Postes De La Puerta poder ministrar a quienes Ilegan a la iglesia en busca de ayuda. Por mucho tiempo un gran nimero de pastores han “referido” a la gente a “consejeros profesionales”, en vez de ministrar ellos mismos en una manera biblica. Sin embargo, lamentablemente la psicologia es, en el mejor de los casos, una ciencia muy blanda. Es un idolo que muchos pastores, maestros y lideres cristia- nos adoran. Una critica de la psicologia “falsamente llamada ciencia” esta fuera del alcance de este libro. Muchos autores, que han escrito tanto desde adentro como afuera de las dreas de psiquiatria, psicologia cli- nica y consejeria, han realizado ya un trabajo admirable para mostrar las numerosas falacias de la supuesta psi- cologia “cristiana”.' Es cierto que existen verdaderos trastornos cere- brales causados por enfermedades bioldgicas, para los cuales los psiquiatras y sus tratamientos pueden brindar ayuda. No obstante, la VASTA mayoria de lo que se realiza en la oficina de consejeria podria hacerse mejor en la oficina del pastor. No siempre hay respues- tas claras y, lo que trataremos a continuaci6n, es una de las areas més dificiles cuando se trata de trazar lineas definidas. Es importante que el cristiano comprenda lo que la persona con TPM siente que esté sucediendo, porque a muchos sobrevivientes de ARS les dicen (los psico- terapeutas por lo general) que padecen de TPM. Por tanto, ya sea que el obrero o pastor cristiano crea que el TPM es genuino 0 no, es vital que pueda acercarse a la persona “donde ésta se encuentra”, con cierto enten- dimiento de lo que supuestamente esta ocurriendo, y cudles son las expectativas de la persona. En el Sofa con el Dr. Frankenstein 32 El mundo de la psiquiatria reconoce el TPM como un problema genuino. La “biblia” de la psiquiatria de EUA, el DSM-III-R, presenta esta definicion del TPM: “.. la existencia en la persona de dos o mas personalidades o estados de perso- nalidad distintos (cada uno con su propio patron relativamente duradero de percepci6n, relaci6n y pensamiento respecto al medio ambiente y a si mismo). Por lo menos dos de estas persona- lidades, 0 estados de personalidad, en forma recurrente toman control total de la conducta de la persona”.” Se clasifica el TPM como un tipo de “Trastorno Disociativo”.? Significa que es una perturbacién de la memoria o del sentido de identidad y consciencia de la persona. Los psiquiatras opinan que todos los indi- viduos se disocian en cierto grado. Sofiar despierto es un ejemplo leve. Sin embargo, la manera en que aqui se usa la disociaci6n, se refiere a una separaci6n 0 mar- ginacion de un grupo de procesos mentales, en forma tal que pierde su relacién normal con el resto de la personalidad.* Se considera el TPM como una “superdisociacién’, en la que personalidades completas y plenamente desa- trolladas existen unas con otras dentro de una persona, por lo general ignorantes de la existencia de las demas. Se supone que ocurre mayormente en la nifiez, aunque no se descubre sino hasta muchos afios después. Los estudios indican que, en casi todos los casos, el tras- torno es precedido por abuso (usualmente sexual) en la nifiez, o por algtin otro trauma en su temprana edad. Se diagnostica de tres a nueve veces mas en mujeres que en 33 La Sangre En Los Postes De La Puerta hombres.° Debido a la preponderancia de mujeres victi- mas, usaremos los pronombres femeninos al tratar este tema. Esto NO quiere decir que hombres o nifios nunca sean victimas de abuso 0 que no sufran de lo que llaman TPM. Simplemente no es tan comtn. Al parecer, cuando una de las personalidades emerge, las otras se sumergen y no pueden recordar lo que sucede durante ese tiempo. Asi, la gente con TPM supuestamente tiene pérdidas de memoria y sufre gran ansiedad debido a esos elementos desconocidos de su vida. Un cristiano genuino, si desconoce este concepto psiquidtrico, probablemente piense que la persona con sintomas de TPM esta endemoniada, 0 al menos que sufre de lo que el “lego” Ilamaria personalidad dividida. ~QUE CAUSA EL TPM? Mencionamos ya lo que opinan los psiquiatras: que el abuso infantil, o algun otro trauma extremo en la nifiez, es la causa predominante del fenémeno del TPM. Ademis hay otras teorias. La mas comun es la siguiente: Una nifia es severamente traumatizada, por ejem- plo, por abuso sexual. La experiencia es demasiado abrumadora como para hacerle frente, asi que ella “escapa” por medio de la “disociacién’; esto es lo que los psicélogos definen como “mecanismo de defensa”. Es un medio de adaptacién que la mente emplea para lidiar con el estrés, miedo u otro estimulo indeseado. Al parecer, algunas personas son mas héabiles que otras para disociarse. La mayoria de las personas con TPM supuesta- mente son victimas de abuso repetido, en docenas, si no cientos de ocasiones de trauma severo. La teoria es En el Sofa con el Dr. Frankenstein 34 que cuando la nifia se disocia, es como si parte de su personalidad se separara: la parte que “toma” ese epi- sodio particular de abuso. Puesto que la “personalidad central” (la personalidad original “no dividida’”) de la nifia se mantiene aislada de este fragmento disociado que se separ6, la nifia en si no recuerda el episodio de abuso. Este se encuentra sellado, lejos de los recuerdos principales de la personalidad central. Por tanto, se crea “otro yo” o “alter ego”. Si la nifia es horriblemente maltratada numerosas veces, podria haber muchos “Alter egos”, cada uno estancado en diferentes edades y etapas del desarrollo de la personalidad, segtin el momento cuando ocurrié el abuso. Asi, en una mujer de 30 afios de edad, pudiera haber Alter egos de cuatro afios, siete afios e incluso adolescentes. Esto se complica atin més porque (segtin la teoria) si la nifia es creativa e imaginativa, y hay muchos alter egos, ella inconscientemente crear Alter egos que mantienen organizados a los alter egos que sufrieron abuso, o protegeré a algunas de las personalidades mas fragiles. Algunos de estos casos tienen 20 6 30 persona- lidades, y tienen alter egos que controlan cual aparecera y cuando, y cual debe sumergirse; son como policias de transito internos. Estos alter egos adoptan nombres e identidades, a veces basados en la experiencia traumatica; otras veces, basados en personajes ficticios o en su funci6n. Muchas personas con TPM poseen un Alter ego “fuerte”, que existe tan solo para “recibir” cualquier abuso que pudiera surgir. También tendran un Alter ego cari- fioso y amoroso, y otro cuya tnica funci6n es impedir que la personalidad central se entere del abuso para 35 La Sangre En Los Postes De La Puerta “protegerla” de ese conocimiento. Algunos seran masculinos y otros femeninos. Algu- nos quizés ni sean capaces de hablar porque se “ separa- ron” a una temprana edad. Algunos pudieran ser castos 0 recatados, y otros, lascivos. Algunos tal vez posean habilidades que la personalidad central no tiene (por ejemplo, hablar en un idioma extranjero) porque el alter ego aprendié ese idioma cuando la personalidad central estaba sumergida. Usualmente estas personas llevan una vida normal pero con la sensaci6n de que algo no esta bien, en especial si los Alter egos han aprendido a funcionar bien juntos. La mayoria de los que sufren de TPM tienen Alter egos que hablan el uno con el otro, y a menudo se ponen de acuerdo en lo que haré cada uno. De este modo, afirma la teoria, una nifia puede crecer sin saber: a) que sufrié abuso, o: b) que tiene muchas personalidades que viven en su mente. Ella experimentaré sélo una vaga sensaci6n de ansiedad y desasosiego, pero no podra indicar la causa. Por lo general, algo ocurre que precipita el descu- brimiento de los alter egos. Alguna crisis en la vida de la mujer trastorna la tranquilidad de su rutina normal: la muerte de un ser amado o la nueva relaci6n con un hombre. En algunos casos, la mujer gradualmente adquiere consciencia de que hay partes de su vida que faltan, o que esté experimentando lagunas en su memo- ria. Entonces acude a un médico o terapeuta y le diag- nostican que tiene TPM. ~UN TRATAMIENTO PEOR QUE LA ENFERMEDAD? Dependiendo del terapeuta, hay varias formas de En el Sofa con el Dr. Frankenstein 36 tratamiento. Lamentablemente, entre los psicélogos seculares (e incluso algunos cristianos), a menudo la terapia preferida es la hipnosis. La mayoria de los tera- peutas son cautelosos y no diagnostican de inmediato que se trata de TPM; ademas, un gran mimero de ellos ni siquiera cree que el trastorno sea genuino. No obs- tante, si durante las sesiones surge un “Alter ego”, por lo general se usa la hipnosis, supuestamente para facili- tar el proceso de curaci6n y recuperacién. En algunos casos, el terapeuta ni siquiera le comu- nica de inmediato a la mujer lo que ha descubierto. A veces los alter egos (0 el alter ego) pediran no ser reve- lados a la personalidad central de la mujer hasta que ellos (los alter egos) sientan que ella esta preparada. Se piensa que muchos de los alter egos han dedicado bastante tiempo y energia protegiendo y aislando a la mujer para que no sepa lo que sufrié. Por tanto, con frecuencia sienten que guardar “el secreto” es lo mejor para ella. Sin embargo, aquellos que tratan el TPM consideran que, excepto en casos leves, se emplea tanta energia emo- cional para mantener esas diferentes personalidades que seria mejor para la mujer hacer frente al dolor que las personalidades le ocultan. Por tanto, el objetivo usualmente es “forzar” a los Alter egos para que se revelen a la clienta y después se inicia un proceso de integracién. Se cree que mediante diversas técnicas psicodindmicas -incluyendo la terapia orientada al autoconocimiento, a menudo reforzada por la hipnosis- los diferentes alter egos pueden incorpo- rarse gradualmente a la personalidad central. Esto se logra a medida que se exponen los ago- nizantes fragmentos de su vida, se pasan por una 37 La Sangre En Los Postes De La Puerta “catarsis” en la cual se reviven los recuerdos dolorosos (a veces de modo espectacular), y se abren con una lan- ceta -como un foranculo psiquico escondido- para que puedan sanar. Se usa la hipnosis (y a veces ciertas drogas) prin- cipalmente para reducir la ansiedad y el estrés de los encuentros entre las diferentes personalidades, haciendo posible que emerjan y dialoguen con el tera- peuta. En el Capitulo 7 veremos por qué la hipnosis tal vez sea la peor técnica que se pueda usar en una clienta con TPM. Ademias, esta clase de procedimiento terapéutico toma meses, si no afios de consejeria. Algunos terapeu- tas hacen consejeria a cada alter ego, dedicando semana tras semana para ayudarles a resolver y enfrentar el epi- sodio doloroso que los creé. jEs obvio que esto puede convertirse en una enorme operacién! Algunos consejeros cristianos con quienes he hablado procuran lograr que cada “Alter ego” experi- mente el nuevo nacimiento. Otros creen en la oracién para la liberacién de cada “Alter ego”, hasta que todos estén integrados y purificados. No niego que estos terapeutas sean hombres y mujeres que trabajan por la mejoria de sus clientes. jY estoy seguro de que los que son cristianos son buenos cristianos! Es evidente que lo que hacen, ayuda a algunos. Pero, ges todo esto realmente necesario? Mas importante atin, es biblico?® ZQUE DE LA CRUZ? No perderé tiempo hablando de los terapeutas que no son salvos y tratan de hipnotizar y aconsejar a sus En el Sofa con el Dr. Frankenstein 38 clientas para llevarlas a la “recuperacion integral” y al “bienestar’. Al final, los egos fracturados de estas clientas acabaran parchados (quizds) y probablemente varios miles de délares hayan desaparecido de sus car- teras. Terminarén satisfechas consigo mismas (y ojala también con su terapeuta), sintiendo que han logrado una gran victoria personal. También acabarén yendo directamente al infierno y a mas velocidad que un roda- miento engrasado que desciende por la caferia. El problema con toda terapia centrada en el ser humano es que -no importa cudn severo haya sido el dolor original causado a la persona- la terapia no es sino una tirita o curita sobre el tumor del pecado. Lamen- tablemente, aun los terapeutas cristianos en ocasiones dejan a sus clientas s6lo un poco mejor de como las halla- ron. Una mujer por quien oramos habia gastado mas de $10,000 (dolares) con un supuesto terapeuta cristiano y, acab6é mucho peor que antes. En algunos casos, la falla es del terapeuta. Hay terapeutas buenos y malos (y competentes e incom- petentes), tanto entre cristianos como no cristianos. Sin embargo, creo que parte del problema se debe a la metodologia y al conocimiento en cuanto al fendmeno del TPM. Incluso, la mayoria de los terapeutas cristia- nos no le dana la cruz del Calvario el espacio suficiente como para que trabaje. Hablemos sobre el método por un momento. Casi todos estos terapeutas, sean cristianos 0 no, estan profundamente dedicados al concepto de que, para que una persona que fue victima de abuso alcance una recuperaci6n integral o bienestar, debe enfrentar y pasar a través de todo el dolor que experiment6 y no mante- nerlo encerrado en el subconsciente. Esto es lo que toma 39 La Sangre En Los Postes De La Puerta gran parte del tiempo de terapia. Hemos aconsejado a muchas personas que vivieron terribles experiencias con estos terapeutas. Cada semana se espera que la clienta se sumerja en el laberinto de su inconsciente y emerja con un nuevo pedazo de dolor. Luego, este nuevo episodio doloroso es revivido con la mayor EMOCION posible. Si la clienta no logra esto, entonces se dice que esta bloqueando el dolor y no esta actuando como una “buena” clienta. A veces estos episodios catarticos son sumamente emotivos y dramaticos, en los que la clienta (a menudo bajo hipnosis) llora, grita y aun cae al piso 0 se desmaya; asimismo, vuelve a experimentar todo el dolor del epi- sodio inicial de abuso. Esto, por lo general, deja tanto a la clienta como al terapeuta completamente exhaustos.” Tengo que preguntar: ;dénde esta la cruz en todo esto? Suponiendo que la clienta es cristiana (y el terapeuta también), ,cudl precepto BIBLICO demanda que vuel- van a experimentar todo el dolor de una herida pasada para facilitar la sanidad? Este es el escenario: 1) El abuso inicial infligido a la clienta cuando era nifia. 2) Cuando la mujer llega a ser salva, el Sefior Jesu- cristo, en la cruz, toma sobre Si mismo cada pizca de ese abuso por ella (Is. 53:4-5). 3) La mujer, ya adulta, se apropia otra vez del abuso infligido sobre ella en #1 y lo revive. La pregunta es: Si Jesus sufrié el dolor por la mujer, épor qué necesita ella apropiarse de ese dolor otra vez? éNo es la experiencia del Calvario totalmente suficiente? ‘Veamos estas preciosas promesas: En el Sofa con el Dr. Frankenstein 40 “El Espiritu del Sefior esta sobre mi [fests]: Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazon: Para predicar libertad a los cautivos: Y a los ciegos vista: Para poner en libertad a los quebrantados”. Lucas 4:18 “Porque también Cristo padecié una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para Ilevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado por el Espiritu”. 1 Pedro 3:18 “Porque me consumi6 el celo de tu casa; y las afrentas de los que te injuriaban [al cristiano], han caido sobre mi [Jestis].” Salmos 69:9 “Al que no conocio pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en El”. 2 Corintios 5:21 “Cristo nos redimio de la maldicion de la ley, hecho por nosotros maldicion (porque escrito esta: Maldito todo aquel que es colgado en un madero)”. _Galatas 3:13 Si Cristo carg6 sobre Si en la cruz todo el dolor, la humillaci6n y la maldici6n por el cristiano sobrevi- viente, puede ser una terapia divina el tomar nueva- mente el dolor que carg6 Jestis y hacer que la persona lo sufra otra vez? UMACHACANDO EN HIERRO FRiO? Esta clase de terapia -no importa cuantas frases ela- boradas se usen- esté basada en la perspectiva freudiana a La Sangre En Los Postes De La Puerta de la naturaleza humana y la emoci6n humana. Este “modelo” de terapia no puede tomar en cuenta la obra terminada de la cruz porque no cree en ella ono la acepta. Adopta una perspectiva “hidrdulica” del dolor y emocién humanos que no tiene apoyo de la investigaci6n cientifica ni de la Biblia. Este “modelo hidrdulico” afirma que todo el dolor y emociones negativas a los que uno no reacciona de inmediato, son reprimidos en el inconsciente, como un compactador de basura emocional. Ahora bien, no existe evidencia cientifica ni biblica de que TENGAMOS un inconsciente, pero no entremos en ese tema. El con- cepto freudiano en que se basa este tipo de terapia es la idea de un sistema hidraulico psiquico. En la hidrdulica real, se fuerza el agua hacia cAmaras. La fuerza del agua en movimiento puede empujar hacia arriba un pist6n y mover pesos enormes. Este concepto supone que, toda emocién o dolor al que no se responde de inmediato, es empujado a las profundidades del psique humano, lo que hace que algo mas sea EMPUJADO a la superficie. Por esta razon, dicen ellos, la gente con TPM acaba sufriendo de adic- ci6n a drogas. Su ira, enojo y dolor compactados (repri- midos) son empujados y emergen como la necesidad de beber alcohol, drogarse o algtin otro comportamiento disfuncional (pecaminoso). Por esto hay terapias que llevan a la persona a gritarle a su almohada 0 golpear el sofa, pretendiendo que estén “descargando” su ira hacia sus padres. Esto quizds ayude al que no ha experimentado la regene- racién (aunque existe poca evidencia cientifica de tal ayuda); pero, para una persona cristiana que fue victima En el Sofa con el Dr. Frankenstein a2 de abuso, qué bien le hace resucitar viejas heridas y dolores cuando ya se deshizo de ellos en la cruz? éD6nde queda el consejo de Pablo? “... pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrds, y exten- diéndome a lo que esta adelante, prosigo al blanco, al premio del supremo Iama- miento de Dios en Cristo Jesas. Asi que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentis, esto también os lo revelara Dios”. Filipenses 3:13-15 Pablo esta diciendo que, los cristianos que desean caminar con el Seftor, deben olvidar su pasado y prose- guir adelante hacia el premio del supremo llamado que Jesus tiene para ellos. Algunos terapeutas afirman que estas experien- cias se reprimen tan profundamente que llegan a ser “memorias corporales”, jy son parte del cuerpo y sis- tema muscular de la persona! Otra vez, Pablo tiene la respuesta: “Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mi; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amé y se entreg6 a si mismo por mi’. Galatas 2:20 éVio? Si la persona nacié de nuevo, su viejo yo esta crucificado con Cristo. jEso incluye a la pequefia nifia que fue traumatizada tan horriblemente! Esa nifiita ya no vive; esta “muerta en Cristo”. Recuerde, cuando una persona nace de nuevo, el Espiritu Santo realiza en ella una “operacion” espiritual:

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