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Marcela Josefina González Necoechea A01096448

Filosofía de la Cultura H4009 Ph.D. Miguel Agustín Romero Moret


26 de septiembre de 2010

Act. 11 Categorías e ideas centrales de la fenomenología: intereses fácticos

Con la fenomenología de Edmund Husserl se inicia un nuevo modelo filosófico


que sienta las bases para la comprensión de la razón en nuestros días, a partir
de éste modelo nos replantamos múltiples soluciones al problema
antropológico, en donde la razón univoca y universal fracasa después de la
crisis de la ciencia de finales del siglo XIX y principios del s. XX.

Podemos a través de la fenomenología estudiar las relaciones entre hechos o


fenómenos y la conciencia. Esta nueva forma de concepción de la realidad y de
conocimiento solo es posible haciendo a un lado todo prejuicio, pre concepción,
y conocimiento adquirido que pudiesen interferir con la conciencia esencial: la
epojé, cuya característica pone entre comillas a todas las cosas. La enseñanza
de este método y corriente de pensamiento se expresa en la curiosidad
intelectual, en la pausa para la elaboración de juicios, con tolerancia y en la
omisión de ansiedad y conflicto, asumiéndonos como funcionarios de la
humanidad.

Edmund Husserl nos introduce al mundo se las esencias, obviando el exterior y


eliminando todos aquellos objetos extra mentales para concentrarnos en la
estructura pura de la conciencia, de nuestros pensamientos y del proceso para
conseguirlos, a este método le llamó reducción fenomenológica. Se le atribuye
la relación entre hechos o fenómenos y nuestra conciencia. La fenomenología
de Husserl abarca dos etapas, la trascendental y la de resolución de
planteamientos filosóficos o metafísicos para los cuales la razón había
fracasado.

La guerra de Hitler confronta a Husserl con la idea de que su pensamiento


filosófico fue usado por los poderes fácticos, y luego del fracaso de la cultura
europea inició una reflexión sobre la ética y sus aplicaciones. Este nuevo
concepto de subjetividad trascendental lo lleva a reflexionar sobre las graves
consecuencias de vivir en una sociedad totalmente tecnificada y científica,
lejos del ser humano y de la ética.

Actualmente la grandeza de la ciencia y la tecnología es proporcional a la


pobreza espiritual de nuestra sociedad, este progreso también obedece a
intereses fácticos haciendo a un lado a la comunidad humana. Debemos
reflexionar que aun si estamos sometidos a la particularidad religiosa, de
lengua, o de diferencia sexual, también somos participes de la estructura
universal, es ahí donde radica la base común del mundo de la vida. La
diferencia no anula otras diferencias. Pero, ¿qué tanto estamos dispuestos a
asumirnos como seres humanos subjetivos trascendentales teleológicamente
traspasados por la exigencia racional? ¿Realmente podemos poner entre
comillas lo que nos rodea? Sin duda el bagaje cultural, social, moral, religioso,
político, económico y hasta geográfico, son un obstáculo para el problema
antropológico. Y, qué decir de los poderes fácticos inherentes a todas las
sociedades, le llamamos la guerra de Hitler, pero podría tener cualquier otro
nombre.

Los intelectuales orgánicos han pasado por alto la reflexión ética de Husserl, su
producción discursiva es acorde al poder.

Bibliografía

San Martin, Javier. La fenomenología y la crisis de la cultural, I. La


fenomenología de Husserl: de la crisis de la epistemología a la crisis
antropológica. En: González García, Moisés (Comp.) (2003) Filosofía y cultura.
Siglo XXI de España Editores. Madrid. Básica

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