ETICA DE LA PROFESIÓN: PROYECTO PERSONAL Y

COMPROMISO DE CIUDADANÍA1

EMILIO HERNÁNDEZ GÓMEZ 2018234676-8

PABLO ENRÍQUEZ GARCÍA 201765342-34
ESTHER MUNGUÍA PRIETO 2018789532-7

Estudiantes de las Carreras de Enfermería, Psicología e Ingeniería Eléctrica de

la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula
Sólo sé que nada sé
Sócrates
Resumen
Cualquier ocupación que aspire a ser profesión debe preguntarse por lo que mueve a sus
profesionales y por los valores ético-morales que la sociedad demandará de esos
profesionales. La ética de la profesión orienta a las profesiones en ambos aspectos, no
para mejorar su apariencia o para que la empresa o institución mejores sus beneficios,
sino para que el profesional se identifique plenamente con su profesión y haga de ella un
proyecto de vida para que los consumidores tengan confianza plena en sus bienes y
servicios.
Abstract
Any occupation aspiring to be a profession should ask what it is that moves its
professionals and which ethical-moral values will society demand from them. Professional
ethics guides professions in both aspects, not to improve their appearance or to improve
the benefits of a company or institution, but in order to allow the professional to fully
identify himself with his profession and turn it into a life project leading to consumers’ full
confidence in the goods and services he has to offer.
Palabras clave: ética, profesión, ciudadanía, moral, ocupación, bien, valor.
Key words: Ethics, profession, citizenship, morals, occupation, good, value.
Toda profesión tiene dos polos complementarios: Lo que mueve al profesional y lo que
legítimamente demanda la comunidad a los profesionales. La ética2 orienta los
comportamientos en ambos aspectos:

1
Este ensayo forma parte de las evaluaciones de Filosofía I, sección 0803, del II-PAC-2018 de la UNAH-VS
servida por Melvin Hernández. Valor 20 puntos, 12/06/18.

1
  Cómo la profesión debe ser parte de un proyecto vital
 Qué valores ético-morales del profesional genera confianza en la sociedad

Si nos preguntamos qué es la ética profesional y cuándo es correcto el ejercicio de una

profesión desde el punto de vista ético, nos daremos cuenta de que históricamente ha
habido cambios, tan grandes que hoy en día, y sobre todo en nuestro entorno, algunas
profesiones como la ética profesional han llegado a descrédito y desconcierto. Así que las
profesiones están en crisis. Esta crisis es de identidad por varias razones:

 algunas profesiones se vuelven elitistas y monopolista, rompiendo el principio de

igualdad de derechos y deberes.
 Por otra parte, cualquier dedicación o empleo aspira a convertirse en una honorable
profesión.
 La mayor parte de las profesiones no se ejercen en solitario sino en el seno de una
institución, pública o privada, que administra los recursos y separa las funciones a
desempeñar.

Las profesiones y su historia

Las profesiones son instituciones sociales con una larga historia. Históricamente el
concepto de profesión se reservaba sólo a tres actividades humanas o profesiones clásicas:
Sacerdotes, médicos, juristas, jueces y gobernantes. Tienen altas responsabilidades: los
sacerdotes cuidan del alma, los médicos cuidan de la salud y los jueces cuidan de la
comunidad. Todas las demás actividades eran oficios. Las profesiones clásicas tenían un
estatuto especial que diferenciaba a los profesionales:

 El acceso al ejercicio profesional estaba reducido a un pequeño número de

personas.
 Se exigía algún tipo de juramento solemne para acceder a la profesión
 El ejercicio profesional no es considerado un trabajo por el que percibe un
salario, sino una noble y elevada dedicación que exige honorarios
 Los profesionales gozan de cierta inmunidad jurídica, teóricamente compensada
por su alta responsabilidad. De esta manera los profesionales sólo pueden ser

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 juzgados por sus propios colegas, de allí que formen colegiaturas o
corporaciones.
 Las profesiones son actividades liberales o nobles de los mejores, pues requieren
el ejercicio del entendimiento, mientras que los oficios requieren el uso de las
manos.

A lo largo del tiempo, otras actividades humanas, es decir, militares, oficiales de

marina, arquitectos, profesores, y cada grupo de nuevos expertos en distintas áreas de la
actividad social, tratan de ser reconocidas como profesionales para gozar de
reconocimiento y de prestigio social. Ahora bien, cuando muchas actividades humanas
adquieren las características típicas de una profesión, la antigua distinción entre profesión y
oficio pierde sentido: se han perdido los privilegios tradicionales de las profesiones, y los
antiguos oficios reclaman ser profesiones. Esto puede ir consonancia con la idea de los
Estados de Derecho donde todos los ciudadanos, formalmente, gozan de derechos y deberes
fundamentales. Todo es cambio vino como consecuencia de la Revolución Liberal Europea
(justificación política y jurídica) y la Reforma Protestante (justificación teológica-
religiosa): se valora que cada persona realice como vocación personal en la vida secular
común. Concretamente, Calvino enseña que a través del fracaso o éxito de la actividad
profesional se comprueba si uno está salvado o condenado para la eternidad (Marx Weber:
la ética protestante y el espíritu del capitalismo), desde aquí entendemos cómo las personas
se van a esforzar por alcanzar la excelencia y el éxito, sea cual sea mi labor, pues todas las
ocupaciones son dignas ante Dios, sea que proporciones bienes inmateriales (servicios de
salud, educación, cultura) como si brindan bienes materiales (producción de riqueza a
través de las empresas.

Desde la modernidad hasta nuestros días, el aura religiosa que acompañaba el

ejercicio de las profesiones se ha perdido, pues ahora la vocación, la llamada de Dios o
divina por su significado religioso, se ha sustituido por un servicio competente a la
sociedad, pues se trata de responder a la propia vocación, ahora no como llamada divina a
desempeñar una misión en el mundo, sino como despliegue de las propias aptitudes y
actitudes para prestar un servicio excelente a la comunidad a través del ejercicio
profesional.

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 Actualmente, las profesiones como actividades ocupacionales tienen los siguientes
rasgos:

 Es una actividad humana que presta un servicio específico institucionalizado

exclusivo a la sociedad.
 La profesión como vocación
 La profesión se ejerce de forma estable y es el medio de vida
 Los profesionales forman colegios profesionales
 Se accede a la profesión después de un largo proceso de capacitación teórica y
práctica, a través de estudios reglados para obtener acreditación o licencia.
 Las profesiones reclaman un ámbito de autonomía
 Asume la responsabilidad por los actos y técnicas de la profesión
 Se espera de los profesionales que no ejerzan su profesión sólo por afán de lucro
(interés subjetivo), sino siguiendo el objetivo y los hábitos de una profesión (interés
objetivo)

Ética de las profesiones: marco de la ética cívica

Una ética de las profesiones debe ser un discurso coherente y capaz de orientar la acción de
las personas interesadas en ser buenos profesionales. Lo primero que hemos de hacer es
observar un marco común, una ética cívica. Esta ética cívica contiene unos valores
convivenciales: libertad, igualdad, solidaridad, respeto y la actitud de diálogo, y los
derechos humanos de primera, segunda y tercera generación, respetar los derechos de los
usuarios y de los demás colectivos afectados por el ejercicio de la profesión. Además,
tomar en cuenta el punto de vista de las personas afectadas por su labor profesional.

Más allá del marco de la ética cívica: bienes internos de las profesiones

Respetar el marco de la ética cívica propia de todo Estado de Derecho y

democrático, no agota el contenido de la ética de cada profesión. Pues cada profesión deber
preguntarse por los bienes internos que le corresponden como fines de su labor, por
ejemplo, la medicina tiene a la salud de las personas, la educación, la formación de
personas cultas y críticas; el periodismo, informar de forma veraz.

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Bienes externos

Lo anterior no es obstáculo para que los buenos profesionales obtengan bienes externos:
reconocimiento, poder y dinero. Estos bienes externos se consiguen con cualquier actividad
y su logro es un medio para el bien interno de su profesión.

Lo que exige una ética profesional es el compromiso con el bien interno de nuestra
profesión para lograr la excelencia. Alguien es de esta manera “un buen médico”, “un
excelente profesor”, etc.

Una vez que tenemos el marco cívico y los bienes internos, tenemos que acordar
mediante qué medios y actitudes vamos a lograr la promoción de los bienes internos para
prestar un servicio de calidad a las personas concretas del modo más excelente posible, para
que el profesional no cubra solamente los mínimos legales y contractuales.

La profesión como proyecto ético personal

Si admitimos que los profesionales son aquellas personas que saben hacer bien su labor y
dedican la mayor parte de su tiempo al ejercicio de la misma, entonces podemos concluir
que una profesión es la actividad propia de una vida adulta, por tanto necesitamos un
mínimo de criterios para elegir aquella profesión que colme sus aspiraciones. Esto criterios
son los siguientes:

1. ¿Estoy eligiendo una profesión propiamente dicha o más bien una dedicación
injusta? Brindar un beneficio a la sociedad
2. ¿Estoy eligiendo una profesión que voy a ejercer de modo competente o, por el
contrario, sólo podré hacerlo de manera parcial? Elegir una profesión
razonablemente accesible para mis capacidades.
3. ¿Estoy eligiendo una profesión que me va a permitir realizar más eficazmente
los valores en los que creo, o, por el contrario, estoy eligiendo un que me aleja
de mis aspiraciones éticas? Una profesión compatible con las propias creencias
y valores.

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 4. ¿Estoy eligiendo una profesión que voy a poder ejercer en un plazo
relativamente breve? Sobre todo, después de un plazo de formación
5. ¿Estoy eligiendo una profesión que me motiva lo suficientemente como para
dedicarme a ella sin reservas? De lo contrario es posible que no cumpla mi
profesión excelentemente.

La profesión como compromiso de ciudadanía

Comencemos con unas interrogantes:

1. ¿Tiene sentido mantener a las profesiones como instituciones en un mundo que

proclama la igual ciudadanía de todas las personas y si es posible su abolición de
privilegios especiales, incluidos los antiguos privilegios gremiales y profesionales?

2. ¿Tenemos aun la idea elitista de las profesiones que dice que las profesiones han de
gozar de privilegios especiales y de un rango especial elevado, a diferencia de otras
actividades humanas?

Podemos dar respuesta a estas preguntas diferenciando entre igualdad y uniformidad o

igualitarismo. Pues, aunque las profesiones, desde el punto de vista de la ética cívica, son
todas dignas (igualitarismo dictatorial), esto no significa que todas las profesiones aporten
lo mismo a la sociedad o que todas tengan el mismo grado de responsabilidad (igualdad con
libertad).

Referencias

Hortal, A. (2000). Docencia. España: Planeta.

Navarro, E. M. (2015). Ética de los docentes universitarios. Murcia: Desclée de Brouwer.
Tedesco, J. (1997). Fotalecimiento del rol de los docentes. En J. Tedesco, fortalecimiento del rol de
los docentes (págs. 36-65). Madrid: Narcea.