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AVISO A LOS COLABORADORES.

1. —Se recomienda, una vez más, la necesidad de remitir artículos que


se refieran —de preferencia— a materias de índole profesional o
de cultura general orientados a temas que se relacionen con los
problemas de la Defensa Nacional.

2. —Las traducciones deberán adaptarse a una relación lógica, de


acuerdo con las modalidades de nuestro idioma y no ser hechas en
forma literal, pues no se dispone de personal ni de tiempo para
corregirlas y modificarlas.

3. —En el deseo de estimular el esfuerzo de los colaboradores, la Di-


rección del "Memorial del Ejército de Chile" -—a partir del bi-
mestre julio-agosto— pagará a razón de $ 500, 00 los artículos
originales y de $ 300, 00, las traducciones no menores de cinco
páginas de la revista, que sean publicados. -

4. -Se suprimen los premios de estímulo a los colaboradores, esta-


blecidos por el "Memorial del Ejército de Chile", dejándose sola-
mente los estatuidos por el Sr. Comandante en Jefe del Ejército
por O|Cdo. E. M. G. E. P. I. N. º 114, de 23. V. 947. (B|O. N. º 21,
pág. 725).

5. —La Dirección del "Memorial del Ejército de Chile" se reserva el


derecho de calificar los trabajos para su publicación.

6. —El dinero que se acumule por capítulo de premios no retirados


dentro de un año, a partir de su publicación, pasará a incremen-
tar los fondos del "Memorial del Ejército de Chile".
JULIO - AGOSTO DE 1949.

MEMORIAL
DEL

EJERCITO DE CHILE
Revista bimestral
Organo divulgador de cultura militar, publicado bajo la
autoridad del Estado Mayor General del Ejército.

Oficinas: Alonso Ovalle 1187 — Teléfono 65271 — Anexo 223


Director de la Revista: Tte. Coronel Oscar Soriano Besoaín

AÑO XLIII. N. ° 231 2. ° Semestre

SUMARIO:
Pág.

1. —Cuna de libertad ........................................................................................... 5


2. —Holocausto de gloria ..................................................................................... 7
3. —En qué consiste el Interés científico del continente Antártico—
Teniente coronel Gregorio Rodríguez Tascón 13
4. —Criterio Jurídico sobre dominio de reglones polares y reflexiones al
respecto. —Capitán Hugo Schmidt Prado ............................................ 17
5. —No hay nada de nuevo bajo el sol. -Sra. Cecilia C. de C e r v a n t e s . . 29
6. —El Pacto del Atlántico Norte. -Capitán Fernando Montaldo Bustos 35
7. —¿ La victoria por la Fuerza Aérea o por la acción coordinada de las
tres instituciones de la Defensa Nacional?. —Teniente coronel J ulio
Campo Sepúlveda 39
8. —La nación y su defensa. —Departamento de Publicaciones E. M. G. E. 55

(a la vuelta)

Imp. I. O. M. O|T. 630-49.


(De la vuelta)
Pág.

DE NUESTRO CANJE.
Es necesario meditar sobre el problema de las reservas 67

Los 25 principios que todo oficial norteamericano debe c o n o c e r . . . 75

Arma móvil de actividad inalterable ............... 85

El empleo del arma blindada r u s a . . 107

¿Pueden los aviones solos ganar una guerra? 111

Una visión de conjunto sobre los elementos blindados 117

Introducción a la Geografía Militar. (Conclusión) .. 129

El enigma del Servicio de Informaciones alemán bajo el régimen de


Hitler 141

C R O N I C A .

Visita del Sr. Comandante en Jefe del Ejército a los EE. UU. de N. A. 153

Dos rolos "chatres". —Edgardo Andrade Márchant 161


MEMORIAL DEL EJERCITO
I. —A NUESTROS LECTORES.

La Dirección de la revista, impulsada por el mejor deseo de


ofrecer a sus lectores, el material mas provechoso, mejor presen-
tado, ameno y novedoso ha adoptado algunas medidas que tiene
el agrado de darles a conocer:
A) Subscripción y canje con las mas acreditadas revistas pro-
fesionales del mundo.
B) Mejoramiento de la calidad del papel en que se imprime.
C) Intercalación de anécdotas patrióticas, correspondencia,
hechos memorables de nuestra historia, etc., entre un artículo y
otro.
D) Traducción directa de artículos aparecidos en revistas u
otras publicaciones pertenecientes a instituciones modelos.
Por otra parte, existe el propósito de invitar a colaborar en
" E l Memorial" a los organismos y personas que tienen a su car-
go las misiones más importantes de la Defensa Nacional, como
ser: Dirección de los Servicios, Inspección General de Instrucción,
Dirección de Reclutamiento, etc., etc., como igualmente a aquellos
miembros de la institución que hayan hecho estudios especiales
en el extranjero o en el país.
De esta manera, la revista desea vincularse aún más con los
componentes de las tres instituciones de la Defensa Nacional para
lo que admitirá cualquier sugerencia, que se, estime beneficiosa
para el progreso de la publicación, dirigida al Jefe del Departa-
mento de Publicaciones, Estado Mayor General del Ejército, San-
tiago.

II. —A LOS COLABORADORES.

A. —Los colaboradores deben remitir sus trabajos, en duplica-


do hasta e1 20 del mes inmediatamente anterior al del bimestre en
que desean ver publicadas sus colaboraciones.
B. —La Dirección del '' Memorial'' seleccionará los trabajos
según su mérito, actualidad y materia, para publicar, —según or-
den de llegada— aquellos que sean de interés para la revista.
C. —El "Memorial" no se hace responsable de las ideas emi-
tidas por los colaboradores.
D. —Los trabajos que, por su extensión, necesiten publicarse
en varios números consecutivos, deben ser enviados completos,
para su estudio integral.
E. —Los trabajos deben venir escritos a máquina, a dos es-
pacios, empleando un solo lado del papel y con un margen iz-
quierdo de cuatro centímetros. Al final se estampará la firma del
autor y bajo ésta su nombre completo, grado y unidad o repar-
tición en que presta servicios.
4 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Los dibujos, fotografías, etc., no se deberán intercalar en el


trabajo mismo, sino colocarse como anexos, al final. Aquellos de-
ben hacerse siempre con tinta china de color negro.
F. —Los originales quedarán en poder de la Dirección de la
revista, siendo necesario el duplicado, para el control de la imprenta.
G. —Con el fin de uniformar el concepto, respecto a las cola-
boraciones que se remiten para su publicación en la revista, a con-
tinuación se detallan los temas a que ellas se podrán referir:
1. —De carácter técnico. —Se conceptúan como tales aquellos
trabajos que tratan asuntos netamente profesionales y de apro-
vechamiento general, exceptuándose, —por consiguiente— los que
por su índole particular,, corresponden a temas propios de las es-
pecialidades técnicas y que deban publicarse, por lo tanto, en la
revista respectiva.
Los temas relacionados con unidades militares deben tratar,
como escalón mínimo, las unidades de combate.
2. —De carácter informativo. — Se considerarán como tales,
aquellas colaboraciones relacionadas con la preparación de la De-
fensa Nacional (economía de guerra, reclutamiento, instrucción pre
y postmilitar, servicio del trabajo, etc: ).
3. —De crónica. —Se conceptúan como tales, los trabajos de des-
cripción de grandes ceremonias, actos sociales, noticias deportivas
de especial relieve, relacionadas con la Institución, (concursos
hípicos internacionales, olimpíadas, etc. ). Estos trabajos deberán,
en lo posible, ser acompañados de fotografías.
H. —La Dirección del Memorial se reserva la calificación de
los artículos para su publicación.

III. —PRECIOS DE LAS SUBSCRIPCIONES PARA EL AÑO 1949


A. —Para el interior del país.

P o r un año $ 100, 00
Por un año (Para alféreces "y personal de tropa del
Ejército)........................ 80, 0 0
Número suelto del año o atrasado 18, 00
B. —Para el extranjero.
Por u n año . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . $ 200, 0 0
Número suelto del año o a t r a s a d o . . . . . . . . . . . . . . . 20, 00
Los pagos deberán hacerse por giro postal, letra, cheque o
giro internacional, a la Administración de Caja del Estado Mayor
General del Ejército, Santiago.
La cancelación deberá efectuarse por semestres adelantados,
en los meses de diciembre y junio, acompañando la relación corres-
pondiente, en conformidad con la O|Cdo. DlP. I. N. º 252, de 23.
X. 947., (B|O. N. ° 4 2 , de 24. X 947., p á g . 1695).
CUNA DE LIBERTAD. 5

CUNA DE LIBERTAD.

Corre el mes de agosto con días llenos de nubes, de ventiscas y


lluvias. Y, por ello, cruda está la noche de la fecha veinte. Silba el
viento y en la plaza vetusta de Chillan crujen, los robles y las en-
cinas centenarias. La torre del convento, solamente, blanquea el ins-
tante de aguas y penas, porque mucha, mucha pena hay en la casa
de la esquina: tristezas y cuitas de honras mancilladas; niña de los
ojos negros cerrados para afuera y muy abiertos y muy hondos para
mirarse adentro del propio corazón, donde late otro corazoncito del
ser que ya lo siente bullir en plena flor de vida.
El viejo pueblo duerme su cansancio colonial, pero la Hora Sa-
grada de un destino que es Patria y Libertad, lanza su primera
campanada de oro en el primer grito del infante que llega entre pa-
ñales de lágrimas tibias de la niña Isabel; envuelto en las mantillas
6 MEMORIAL DEL EJERCITO.

de sonrisas tristes y de pena alegre de la madre pálida, que sabe


agradecer el retoño de su primavera ingenua al que ya lo siente
mordido por la gente cruel y sus prejuicios.
Mientras tanto, repican los carillones de la lluvia: retumba el
trueno sobre los campos feraces y las montañas de nevadas cumbres.
Horada el silencio de la villa vieja el llanto del recién nacido y es
la Esperanza que ya toca su primer clarín de gloria sobre la tierra,
el mar y el cielo de este Chile, en un 20 de agosto del año de gracia
de la patria, 1778.
¿Quién hubiera podido decir, entonces, que de un niño que
¿apenas se llamaba Riquelme, nacido entre las sombras y los dolores
físicos y morales, brotaría el fundador de una república y un pró-
cer de la libertad americana?
Los hombres no podrían haberlo dicho, pero sí la Divina Pro-
videncia de esta tierra, que sabía darle fraguas y yunques durísimos
a quien tenía que ser espada de una redención.
Con él tiempo que pasa, se agiganta la figura de don Bernardo
O'Higgins porque su sombra se proyecta, cada vez más, en el esce-
nario continental. Hombre republicano, sin ambiciones de ninguna
especie y que probó, con hechos, su democracia y su preocupación
por la independencia integral de las Américas, tenía que ser aquél
que fue capaz de salir de la ergástula espiritual en que lo sumió su
nacimiento y que supo transmutar el hierro de sus cadenas interio-
res en el oro más puro del sacrificio per los demás, en su desinterés
personal y en su mística por un Chile libre y soberano.
La fecha de nacimiento de don Bernardo es una efemérides de
todos los pueblos americanos, porque en otro 20 de agosto de 1820,
el cumpleaños se lo regaló a la libertad de Sudamérica, cumpliendo
deseos, ideales, proyectos, que habían germinado desde sus años mo-
zos, en, la fría Inglaterra. Porque O 'Higgins, en su tiempo con Mi-
randa el precursor, formó una conciencia política que consideraba
la independencia de todas las naciones coloniales españolas en un
solo problema y solución. Su idea de libertad, enraizada en su Chi-
le, cubría igualmente desde el Caribe hasta la Antártida y desde el
Pacífico al Atlántico.
Cuándo asumió el poder, la expedición al Perú fue su foco de
atención permanente. ¿Qué sacaríamos, si derrotados los realistas,
podía llegar desde el Callao la expedición de un Osorio, o si más
tarde, consolidado un virreinato se consolidaba otro y otro ? Y esta
idea, compartida por todos los altos jefes que lo acompañaban, lo
movió a realizar la gigantesca empresa de la Expedición Liberta-
dora.
El país, desangrado por la guerra de la Patria Nueva, sin mer-
cados exteriores para su comercio de cereales, charqui, sebos y vi-
nos, respondió hipotecándose por más de cuarenta años. En las na-
ves que se mecían en la rada porteña el día 20 de agosto de hace
CUNA DE LIBERTAD. 7

129 años atrás, iban soldados de los dos países trasandinos herma-
nos de Chacabuco y Maipo; sangre chilena bajo la bandera chilena
que ondeaba como insignia oficial de la expedición, pero, más que
sangre de combatientes iba sangre de la riqueza del país: las últi-
mas gotas de la paupérrima economía nacional y escuálidas arcas
particulares.
Aquella mañana, desde el Alto del Puerto, O`Higgms contem-
plaba la salida de la escuadra. Había escogido esa fecha porque
era su cumpleaños. Era el regalo suyo, el que regalaba a la liber-
tad continental. No pensaba en su gloria, sino en su ideal político
americano. Retumbaban los cañones de la despedida y resonaban
los ecos de las músicas marciales y el clamor de la gente. Se vio el
lento zarpe de las naves embanderadas hacia el norte, pincelando
el horizonte de alas blancas y de estrellas solitarias de les estan-
dartes chilenos tensos en el viento. Don Bernardo O'Higgins, dijo
solamente. "DE ESTAS CUATRO TABLAS PENDEN LOS
DESTINOS DE LA AMERICA".

EXPEDICION LIBERTADORA DEL PERU, 1820

Fragmento de oficio del Ministro de Relaciones Exteriores de Chile a


don Antonio José de Irisarri, de 23. VII. 1819:
" L a escuadra, a las órdenes de Lord Cochrane, dará la vela para
el Gallao a la mayor brevedad, con la mira de destruir la escuadra que allí
mantiene el virrey del Perú, antes que se le reúnan los buques que vengan de
España. Igualmente se organizan nuevos cuerpos de tropas, y se continúan
los preparativos para la expedición libertadora del Perú. La disposición que
generalmente tienen aquellos habitantes para uniformarse a nuestra causa,
es demasiado conocida, como lo comprueban las comunicaciones oficiales de-
Lord Cochrane, y mucho mas la correspondencia secreta. y este Gobierno está
resuelto a no dejar perder tan favorable oportunidad de consolidar la inde-
pendencia"...

(Del Archivo de don Bernardo O'Higgins. Tomo I V ) -


8 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Fragmento de oficio del Ministro dé Relaciones Exteriores de Chile a


don Antonio José de Irisarri, de 12. VIII. 1820:
" Entretanto continúa este Supremo Gobierno tomando las me-
didas oportunas para poner fuera de riesgo la seguridad del país. La escuadra
dará la vela para el Callao dentro de quince días, provista de todo cuanto
Lord Cochrane ha juzgado necesario para destruir a la enemiga. La propues-
ta que han hecho dos compañías de comerciantes a competencia, para facili-
tar al Gobierno de Chile los medios de realizar la expedición de 4. 000 hombres,
o más al Perú, para el l. º de enero próximo, se están examinando para acep-
tar la más ventajosa a los intereses del Estado, y han salido oficiales de la
capital para reclutar gente en varios puntos, y aumentar el número de tropas
al máximo posible.
La tranquilidad del país, aunque perturbada un poco en el Sur, de resul-
tas de los movimientos de Prieto y sus secuaces, se va consolidando cada día
más sobre todo con la aprehensión de Zapata y la justicia hecha en otros
varios f a c c i o s o s " . . .

(Del Archivo de don Bernardo O'Higgins, Tomo IV).

Fragmento de oficio del Ministro de Relaciones Exteriores de Chile a


don Antonio José de Irisarri, de 15. II. 1820:
"A pesar de las infaustas divisiones que agitan a las Provincias Unidas
del Río de la Plata, y de que apenas podemos contar con más auxilios de
aquel Gobierno que el que presta la fuerza del Ejército de los Andes, que se
halla aquí, no se ha perdido nunca de vista la realización de la libertad del
Perú.
Se han conferido facultades amplías al Excmo. señor Capitán General
don José de San Martín, en todo lo concerniente a la expedición; y no dude
V. S. que ésta se verificará dentro de cuatro meses. Como medida preliminar
vuelve a salir la escuadra para el Callao en estos días para mantener el bloqueo
de aquel puerto y dejar el camino franco para el desembarco".

(Del Archivo de don Bernardo O 'Higgins. Tomo I V ) .


HOLOCAUSTO DE GLORIA. 9
10 MEMORIAL DEL EJERCITO.

HOLOCAUSTO DE GLORIA.

Todos los años, en los días 9 y 10 de julio, el alma chilena


peregrina hacia el pasado y; despejando la bruma y el tiempo,
divisa el pueblo de La Concepción enclavado en el paisaje de ce-
rros y quebradas adustas; con su plaza y las casonas; con su
iglesia emergiendo del humo del incendio; con su casa parroquial
pintada por la sangre roja; con una bandera tricolor flameando
en el viento de la sierra y dorada por los reflejos de las llamas.
Enseña patria de la Cuarta Compañía del Batallón N.° 6 de Línea
'' Chacabuco'' que preside una fiesta sagrada, porque 77 chilenos
se inmolan por su honor y su gloria inmarcesibles.
Holocausto en los altares de la patria, como el de Prat y
los de Iquique; como el de Eleuterio Ramírez y del 2.° de Línea
en Tarapacá. Sobre el ara santa que la raza erigió, a veces, so-
bre las olas del océano, en las arenas del desierto, en la felpa
verde de los valles, o como ahora, en el corazón de Los Andes
de granito, milenario y nieves armiñadas.
Mientras más pasan los años, más barnizan los soles los
perfiles de la epopeya,'y más fulgores aureolan a los Héroes,
porque fueron capaces de regalarle al orgullo nacional un sím-
bolo eterno del valor del soldada chileno.
Los Chacabucanos que mandaba Ignacio Carrera Pinto
eran gavilla dé juventud; una síntesis criolla y campesina que se
comprueba al leerla lista de sus hombres: Lindor, Manuel, Ru-
deéindo, Avelino, y hasta un Emigidio, entre otros, traen el sa-
bor del natalicio a la vera de los álamos con el nombre del
Santo del día; en los apellidos de la tropa empieza un Chandía
y termina un González. El único más de la ciudad era Carrera'
Pinto, pasó su juventud en Peñaflor; su andanza de negocios
en que iba y venía transmontando la Cordillera, y su vuelta al
campo desde el cual lo sacó la guerra, lo hacen ser la espiga más
ubérrima del haz brotado del corazón de la tierra chilena.
En cuanto a los otros oficiales, juntaban entre ellos no más
de medio siglo, y habían trocado sus "libros y cuadernos liceanos
por las páginas de la historia que se encontraban capaces de
escribir con las espadas, reemplazantes de sus lápices y plumas.
Entre el fragor de los combates, desde el Olimpo vieron burbu-
jear sus años y apagando el drama escucharon sus risas. Los ele-
gidos de los Dioses mueren jóvenes, y se los llevaron por una ruta
que ascendía entre el oro de las llamas.
HOLOCAUSTO DE GLORIA. 11

La bandera de la Concepción no era la enseña rutilante de


bordados que tenían los Cuerpos de Línea, sino el tricolor fami-
liar tatuado en los ojos y en el corazón desde la niñez, por la
fiesta poblana, por el Dieciocho vocinglero o por el tijeral de la
heredad. Los Chacabucanos, durante los pocos días de ocupación,
siempre lo vieron ondear sobre la puerta del cuartel improvisa-
do, y en sus colores comulgaron la patria y sus recuerdos.
Morir por ella fue un holocausto de los cuerpos, pero una
fiesta de sus almas, y así, de uno en uno, fueron convirtiéndose'
en fulgores de la estrella solitaria.
Cuando entró al pueblo la División del Canto, para incor-
porarlos a su marcha, la bandera flameaba como solemne testi-
monio del sacrificio de sus hijos para que no la profanaran. Su
augusta presencia contestaba con eco de inmortalidad los nom-
bres de los ausentes; glorificaba el cumplimiento del deber del
soldado chileno; y daba a la posteridad un ejemplo imperecedero-
de raza militar con mística de patria. Era la bandera del verbo
eterno de Chile, y por eso, todos los años, las nuevas generacio-
nes de soldados juran defenderla hasta la muerte.
Si una historia, como la nuestra, muestra pródigamente glo-
rias que significan santas inmolaciones por defender el honor de
nuestros signos patrios y por cumplir las consignas del deber,
más de un orgullo debe campear una fe. Fe, en un futuro que será
superación, porque la raza enciende el fuego de "sus ideales, en
exponentes genuinos de ella, como los 77 soldados de La.
Concepción.

"Vivirán con la decencia y decoro debido a su clase, pero frugalmente y


bajo la más dura disciplina, como es propio y conviene a un estado republi-
cano; pero brillará el decoro, el aseo, la propiedad y los principios de buena
educación que en nada les son incompatibles. No se exige más pruebas de no-
bleza que las verdaderas que forman el mérito, la virtud y el patriotismo".

(Del Reglamento Orgánico de la Escuela Militar, funda-


da por el general O'Higgins, el 16. I I I . 1817, con el
nombre de Academia Militar).
12 MEMORIAL DEL EJERCITO.

VISPERA DE HUAMACHUCO

"Gorostiaga en persona, cuentan numerosos testigos, ayudó a desatala-


j a r ese Krupp; y es fama que cuando el distinguido y experimentado tenien-
te don Aníbal Fuenzalida, con la mirada calculaba la distancia y apuntaba
:su pieza, el coronel chileno le dijo: Las presillas de capitán, teniente Fuen-
ealida, juega usted en su primer disparo.
—Con su permiso, mi coronel, respondió Fuenzalida y, después de obser-
var su cañón y el campo enemiga agregó: dos mil doscientos cincuenta metros !
— ¡Apunten... Fuego!
"Y el primer proyectil chileno, el de ustedes, —contaba días después el
bravo coronel peruano prisionero en nuestro campo, don Leoncio Prado—,
cayó medio a medio de las piezas del Morro Alto de Las Flores, de la Artille-
r í a de Recabarren, dejando fuera de combate trece hombres"

(De "Historia de la Batalla de Huamachuco", por Nicanor Molinare)

SOLDADOS CULTOS Y HUMANOS

" A l día siguiente, a primera hora la tropa se puso nuevamente en movi-


miento; se marchó sin ningún contratiempo y sin obtener noticias del enemi-
go, y a las tres de tarde, hacía su entrada a Tarata. En el pueblo reinaba la
mayor tranquilidad, y a poca distancia se vio venir al encuentro de la divi-
sión, una comisión de vecinos, encabezada por el cura párroco del lugar.
El señor cura, enarbolando una bandera blanca, se dirigió al mayor
Subercaseaux y le manifestó que a nombre de la humanidad) pedía a los sol-
dados uno poco de compasión para el pueblo. El jefe chileno le contestó que
esa petición era inútil, porque "los soldados del Ejército de Chile siempre
eran fieles, en el cumplimiento del deber que la cultura y la humanidad im-
ponen a los grandes corazones".

(Ocupación de Tarata, en noviembre de 1883, según Angel


Moreno Guevara, en su obra "Combate de Pachía").
EN QUE CONSISTE EL I N T E R E S . . . 13

EN QUE CONSISTE EL INTERES CIENTIFICO


DEL CONTINENTE ANTARTICO.
Tte. coronel GREGORIO RODRIGUEZ T.

Las Bases que las Fuerzas Armadas de Chile tienen estable-


cidas en el Continente Antártico están cumpliendo, junto con la
misión de mantener nuestra soberanía en el sector que nos per-
tenece, la no menos importante de recoger observaciones cientí-
fidas en esas regiones. Esta labor es necesaria irla intensificando
y, al efecto, se va abriendo paso la idea de variar la composición
de los destacamentos que en la actualidad guarnecen las bases
antárticas, incluyendo hombres de ciencia, especialistas en aqué-
llas disciplinas para las cuales hay ancho campo de investigación
en la zona polar austral.
Ya en 1895 en un Congreso Geográfico Internacional cele-
brado en Londres, se hizo notar la urgencia que existía en ex-
plorar las regiones antárticas en vista del alto interés científico
que representaba su conocimiento.
Chile, poseedor de la parte más atrayente del Continente
Antártico en todos sus aspectos, necesita incorporarse en forma
decidida a la labor de investigación científica. Soldados, marinos
y aviadores han demostrado que allí la vida es posible, sin gran-
des sacrificios, y han adquirido una valiosa experiencia sobre la
forma de comportarse y actuar en ese medio. A esta primera fase
debe suceder una segunda que tenga a la ciencia como centró dé
gravedad; con ello cumpliremos con la humanidad y habremos
reunido los antecedentes necesarios para iniciar exitosamente una
tercera etapa la de la explotación económica de ese territorio.
Veamos cuales son esas disciplinas científicas que deben me-
recer nuestra atención:
El Continente Antártico es un verdadero laboratorio donde
se genera el clima del hemisferio austral. En estas regiones, el
estudio de la presión barométrica, la fusión de los hielos, las pre-
cipitaciones de agua y nieve la curva termométrica, la dirección
de los vientos, etc., hará de, la meteorología tina ciencia tan pre-
cisa que podrá rendir importantes servicios a la navegación ma-
rítima y aérea, como también a la agricultura continental ameri-
cana. Asimismo, la actividad pesquera puede obtener en este
orden de ideas valiosas informaciones: ¿es sabido que las condi-
ciones meteorológicas ejercen gran influencia sobre la fisiolo-
14 MEMORIAL DEL EJERCITO.

gía animal, de tal manera que es posible predecir si la pesca de


determinada especie será buena o mala en cierta época del
año.
Desde el punto de vista de la física debemos considerar en
primer término al magnetismo. Las investigaciones que en ese
sentido se realicen permitirán establecer una carta magnética
exacta.
Otro aspecto interesante es lo referente a la aceleración de
gravedad. La intensidad de ella en un punto de la tierra varía
con la distancia a que dicho punto se encuentra del centro del
planeta; luego, la medición de esta intensidad en diferentes pun-
tos de la superficie del globo, nos permitirá determinar su ver-
dadera forma. Igual cosa puede decirse de los movimientos sís-
micos ; el estudio y observación de la manera como se propagan
puede llevarnos a un conocimiento más completo de la composi-
ción íntima del astro que nos sirve de morada. De acuerdo con
esta idea se gestiona actualmente la instalación, para el año
próximo, de un observatorio sismológico en la Base O 'Higgins.
Lo anterior incide también en el campo de la geología en el
cual hay mucho que investigar, sobre todo en relación con la
riqueza minera. Se ha constatado ya la existencia de un gran
número da substancias minerales, muchas de las cuales consti-
tuirían apreciables reservas a las que habrá que recurrir a corto
plazo.
No es menor el interés que ofrece la Antártica a la biología.
Una fauna numerosa y variada que va desde las especies de ma-
ypr tamaño, como la ballena, hasta otras del tipo microscópico,
mueve la curiosidad de los naturalistas que pueden estudiar en
este medio las costumbres de los animales marinos, las causas de
sus migraciones y de su distribución a través de los océanos.
Se han encontrado en la Antártida, plantas fósiles de una
flora tropical que están indicando que el desolado panorama
actual no fue siempre el mismo. Una, vegetación lujuriosa debió
cubrirlo en un pasado remoto. Hay allí para el paleontólogo pro-
blemas del más alto interés.
La Antártida puede encerrar la clave de un apasionante pro-
blema etnográfico, el del origen de las razas indígenas de la
Patagonia y Tierra del Fuego.
Hay antropólogos que sostienen que estás razas provienen
de la parte oriental de Australia. Existirían —según ellos— entre
los pobladores de uno y otro continente muchos rasgos comunes.
En el aspecto antropológico la similitud entre los cráneos y la
igualdad de grupos sanguíneos; en lo étnico sus elementos cul-
turales son semejantes. Unos y otros ignoran la cerámica, no co-
nocen la hamaca, usan mantas de piel, fabrican sus embarcacio-
EN QUE CONSISTE EL INTERES... 15

nes de corteza de árboles, practican parecidas ceremonias reli-


giosas y, lo que es más importante, sus lenguas tienen una sor-
prendente similitud. Siendo los australianos navegantes muy me-
diocres se estima poco probable que hayan podido llegar a Amé-
rica a través de mares tan tormentosos como los australes; en
cambio se sabe que los hielos del continente antartico tuvieron en
otra época una extensión mucho mayor que la que tienen en
nuestros días, formando con las islas antepuestas un puente
fácil de utilizar.
Dadas las condiciones presentes se cree que sería imposible a
un pueblo primitivo el subsistir, aunque sólo fuera en tránsito,
en tales regiones; sin embargo, se sostiene en apoyo de la hipó-
tesis migratoria sobre el Continente Antártico, que un período de
regresión glacial pudo dejar libre de hielos una faja en la costa
antártica por la cual sé habría verificado el paso. Falta hasta
ahora encontrar restos arqueológicos que vengan a comprobar
esta teoría.
Fuera de los enunciados quedan, sin duda, muchos otros pro-
blemas de astronomía, psiquiatría, glaciología, etc., que están
llamando a los sabios a la Antártica para que acudan en busca
de la solución.
Llevar un hombre hasta el sexto continente, proporcionarle
allí los medios para vivir y una remuneración adecuada para los
gastos de su familia y que esté en relación con el sacrificio de
la empresa, significa incurrir en gastos cuantiosos que no se jus-
tificarían si no se obtiene de él un alto rendimiento. Tener, por
ejemplo, un enfermero, para que en alguna ocasión preste sus ele-
mentales servicios, cuando tal función puede ser cumplida con
mucho más eficacia y seguridad por un médico que sea a la vez
especialista en algunas de las ciencias a que nos hemos referido,
es una modificación que se impone dentro de la constitución de
nuestros equipos. Muchas de las sencillas tareas que hoy cum-
plen los componentes de las Bases Antárticas pueden ser ejecu-
tadas por animosos y desinteresados hombres de ciencia que
aguardan ansiosos la oportunidad de poderse entregar con cierta
tranquilidad a los estudios de su predilección. Felizmente, en
Chile tales hombres existen y confiamos en que el año próximo
los tendremos ya laborando provechosamente.
16 MEMORIAL DEL EJERCITO.

"PATRIOTA EJEMPLAR"

Excmo. señor:

El Estado me adeuda ocho meses de sueldos, mi familia se halla en esa


capital, destituida de toda clase de numerario para su manutención y decoro;
no tiene más con qué poder contar que lo que le proporcione mi trabajo; si
los apuros de la nación no son tantos que embaracen este desembolso, deberá
a V. E. el favor se sirva mandar, se entregue a mi señora madre doña Isabel
Riquelme el importe que se me adeuda; pero si en lo menor con la entrega de
este dinero se perjudicase la tesorería pública, no quiero que con alivio mío
Carezcan los ejércitos del principal móvil de la guerra y conservación de la
patria.

Dios guarde A V. E. ¡muchos años. Rancagua, septiembre 22 de 1814.

Excmo. señor.

Bernardo O'Higgins.

Excmo. señor Presidente y general en jefe de los ejércitos del Estado


chileno.

(Del "Archivo de don Bernardo O'Higgins", tomo I I ) .


CRITERIO JURIDICO SOBRE DOMINIO... 17

CRITERIO JURIDICO SOBRE DOMINIO DE


REGIONES POLARES Y REFLEXIONES
AL RESPECTO.
Capitán HUGO SCHMIDT PRADO

Queremos abordar el problema sin prejuicio alguno, a fin de


obtener deducciones verdaderas, libres de desfiguraciones engaño-
sas que obscurezcan el análisis del caso ante el Derecho.
Primeramente, veamos qué es y qué fuerza tiene el Derecho
Internacional.
Entendemos por Derecho Internacional el conjunto de prin-
cipios y normas naturales, consuetudinarias y convencionales, que-
reglan los derechos y deberes de las personas internacionales.
El Derecho Internacional se divide en Público y Privado.
El Derecho Internacional Privado se codificó en América por
la Convención de La Habana,celebrada en 1928. Dicho Código fue
ratificado por Chile en 1938 y se le conoce por Código Bustamante.
El Derecho Internacional Público no esta codificado aún.
Luego, abordemos la pregunta que fluye espontáneamente:
¿Qué fuerza tiene el Derecho Internacional?
Lógicamente, la dignidad del género humano y el respeto que-
jas seres civilizados deben tener por las personas y las cosas, im-
pelen a creer en el Derecho Internacional porque creemos en la.
existencia del derecho Natural, es decir, en el conjunto de reglas
y principios qué encuentran su promulgación en la razón misma.
Sin embargo, al respecto también se dejan oír los realistas que
no asignan al Derecho Internacional más fuerza que la que son ca-
paces de asignarle el potencial defensivo de los Estados, cobrando
pleno vigor ante ello el lema " P o r la razón o la fuerza".
Bueno: seamos razonables y creamos en la luz de la razón hu-
mana y en la bondad que debe guiar los actos; pero, no desoiga-
mos tampoco la voz de la realidad histórica que nos muestra cuan
estériles son las esperanzas de justicia en materia internacional
para los pueblos débiles y pequeños. Luego, cada caso en materia
de derecho Internacional, será particular y para él, e1 alcance de
la justicia estará condicionado por la respetabilidad potencial que
la situación del momento le asigne.
No pretendemos, en modo alguno, negar la superación cre-
ciente de la razón humana y el aporte positivo que todo ser cons-
M. del E. 2.
18 MEMORIAL DEL EJERCITO.

cíente tiene la obligación de entregar en beneficio de la depuración


y la idealización de la vida y de las relaciones mutuas de la especie;
sólo queremos traer' al tapete un candente problema para colocarlo
frente al criterio personal de cada cual, a fin de que los juicios crí-
ticos y conclusiones a que lleguemos en nuestro caso antártico se
hallen ambientades en un terreno de realidad y cordura. No insis-
tiremos sobre la respetabilidad del Derecho ante la Historia ni
adelantaremos juicio personal al respecto; nos conformamos con
ubicar al que reciba este recuento antártico y le dejamos la tarea
de sentar su criterio personal en el asunto.
Finalmente, antes de terminar esta breve introducción, dire-
mos que existen numerosos tratados y convenciones relativos' al
Derecho Internacional. Como tales, entre otros; podemos citar:
-Declaración de París de 1856.
—Convenciones de La Haya para el arreglo pacífico de los
conflictos internacionales y sobre guerras marítimas y terrestres,
del 23 de julio de 1899.
—El Pacto de la Sociedad de las Naciones, firmado en Versa-
lles el 28 de agosto de 1919.
—El Tratado Briand-Kellog sobre proscripción de las gue-
rras, firmado en París el 27 de agosto de 1928.
—La Carta de las Naciones Unidas, firmada en San Francisco
el 26 de junio de 1945, documento que tal vez sea el más trascen-
dente al respecto.
Ahora recordemos los preceptos jurídicos sobre ocupación, ac-
cesión, descubrimientos, expiraciones y declaraciones de dominio,
ya que son estas las formas con que los Estados abocados a los li-
tigios polares pretenden 'justificar sus derechos.
Hasta el siglo XVI, las adquisiciones territoriales no se apo-
yaban exclusivamente en descubrimientos' ni posesiones efectivas:
el Papa otorgaba derechos antojadiza y arbitrariamente. Tales
prebendas, a veces, eran discutidas y no reconocidas por los intere-
ses antagónicos.
Ante el Derecho Internacional, existe ocupación cuando un
Estado se adueña de una cosa sin dueño, siempre que aquella sea
susceptible de aceptar soberanía.
El año 1885, el Congreso Africanista de Berlín aporta nue-
vas normas jurídicas- con relación a la repartición del Continente
Negro, siendo las más importantes las que establecen que todo terri-
torio, para ser susceptible de apropiación, debe ser res nullius, es
decir, sin dueño, y que la ocupación sea real, efectiva y notificada
a los demás Estados. Aquí también se plantea y acepta el caso de
que particulares, sin representación oficial, sino con mera autori-
zación de su Gobierno, pueden tomar posesión, debiendo el Estado
interesado ratificarla.
CRITERIO JURIDICO SOBRE DOMINIO... 19

Además, el asunto africano da margen a aplicar la teoría de


Zonas de Influencia. Ello entraña la idea de que, por acuerdos in-
ternacionales, se determinaban y demarcaban las zonas de ocupa-
ción y protectorados, con exclusión de otros Estados contratantes
o ajenos al asunto.
Por último, la Convención de Saint Germain-in-Laye, en 1919,
deroga las anteriores normas y establece que, para existir ocupa-
ción, los territorios deberán dotarse de autoridades y organismos
administrativos acordes son las características locales.
Lo último existente al respecto, y que actualiza la declaración
del Instituto Internacional de Derecho, de 1888, en relación con el
asunto de Laussanne, es el siguiente precepto:
"La ocupación debe ser real y efectiva".
Esta teoría es sustentada por notables jurisconsultos mundia-
les como Vattel, Klüber, Ortolán, Rivier, Calvo, Martens, Geffeken,
Holtzendorff, Bluntschli, etc.
En este aspecto nos permitimos manifestar disconformidad con-
el criterio del Sr. Pinochet de la Barra, quien, entre los anteceden-
tes jurídicos de su obra "La Antártida Chilena" —de los cuales
extractamos nuestro material de información en lo tocante a De-
recho Internacional— establece que las regiones polares no son sus-
ceptibles de ocupación real y efectiva. Nosotros creemos que sí. Más.
adelante volveremos sobre este asunto.
De paso diremos que al hablar de ocupación real y efectiva,
entendemos que se trata de la disposición plena de un territorio y
del hecho de ejecutar obras y realizar actividades que entrañen
establecimiento.
Con los antecedentes expuestos hasta el momento, aboquémo-
nos al problema polar.
En primer lugar, veamos si la legislación corriente respecto
a propiedad y dominio terrestre rige sobre las zonas polares y so-
bre la Antártida en particular.
Al respecto," cabe adelantar que sólo a partir del 1900 se han
presentado problemas jurídicos polares y aún son contados los tra-
tadistas que han sentado cátedra sobre el asunto.
Desde luego, debe establecerse diferencia entre tierras cubier-
tas de hielo, ya sean islas o continentes, y mares temporal o perma-
nentemente helados.
Tales son los caracteres diferenciales esenciales entre Antárti-
da y Artico: mientras éste es solamente un mar helado con algunas-
islas circundantes, la Antártida es un continente geológicamente
definido, con una capa de nieve y hielo más o menos continua y
permanente. Así, se trataría de problemas jurídicos distintos:
mientras en el Artico los diferendos se refieren a aguas territoria-
20 MEMORIAL DEL EJERCITO.

les, a mares libres o a la propiedad respecto a hielos flotantes, en


la Antártida el caso se reduce a establecer, primero, que se trata
fundamentalmente de tierras aunque éstas se encuentren o no cu-
biertas de hielo y, segundo, a concluir en que, por ser tierras, los
preceptos jurídicos sobre soberanía y propiedad corrientes les son
aplicables en toda su extensión y fuerza.
Por lo demás, resalta al elemental raciocinio el hecho indiscuti-
ble que una porción de tierra sigue siendo tal aunque su cubierta
tenga una determinada característica, sea nieve, hielo, bosques, etc.;
sin embargo, no basta con que nosotros estemos convencidos de ello;
es' preciso hacerlo aceptar por los interesados que pudieran inter-
pretar distintamente el caso, en beneficio de sus pretensiones. Por
ejemplo, un mar libre, de bajo fondo, intencionadamente podría
considerarse como una porción de tierra cubierta de agua; pero
aquí se yergue la definición de mar universalmente acatada por to-
dos los países.
En el caso antártico, el único argumento para quitar la cali-
dad de continente a la Antártida, sería la suposición de que los hie-
los se asientan en arrecifes separados por trechos marítimos tan
extensos que entre ellos se interponen mares libres que, por la tem-
peratura, se mantienen helados. Pero, es el caso que la Antártida,
cada día más conocida, ha evidenciado la consistencia geológica y
los caracteres de tierras afloradas y de envergadura continental.
Vale la pena considerar estas especulaciones para prever el
rechazo de la soberanía chilena sobre nuestro Territorio, invocando
los caracteres de los mares libres y el principio jurídico sentado al
respecto: Esta tesis carece de solidez y puede desvirtuarse experi-
mentalmente,.' A propósito, se recuerda que hoy el hombre cuenta
con instrumentos tales como el magnetómetro, capaces de detectar
el suelo y sus caracteres pese a la capa de hielo.
Por lo demás, los hielos del Artico, teniendo durabilidad y con-
sistencia tales que se habla de hielos permanentes, derivan alrede-
dor del Polo Norte, acusando la carencia de una base continental;
se extienden formando llanuras horizontales lisas, desprovistas de
montañas y, aunque piques de kilómetro y medio en las cercanías
del Polo no acusan mar líquido, tampoco se ha constatado zócalo
terrestre.
Pese a que el punto ya no nos interesaría por haber estableci-
do la diferente condición, veamos qué criterio jurídico internacio-
nal existe respecto a los hielos marítimos y flotantes de mares li-
bres, y a que conclusiones se ha llegado en el Artico;
1.—Balch estima que los hielos, por ser agua en uno de sus tantos
estados, físicos, deben estar sujetos a lo prescrito para las aguas;
y tratándose de hielos fuera de los límites de las aguas territo-
riales, deben considerarse simplemente como aguas de mares
libres.
CRITERIO JURIDICO SOBRE DOMINIO... 21

2.—Waultrin estima que sobre una capa de hielo permanente in-


móvil puede ejercerse propiedad y soberanía.
3.—Pinochet de la Barra dice que los hielos permanentes e inmó-
viles del Polo Norte son esencial y jurídicamente distintos de
las aguas marítimas libres,; que presentan analogía con las for-
maciones terrestres, por lo cual deben quedar bajo los precep-
tos aplicables a estas últimas. Agrega que la similitud entre los
hielos permanentes e inmóviles y las formaciones terrestres se
acentúa por el hecho de poseer ambos flora y fauna caracte-
rísticas.
4.—Algunos tratadistas, incluso Pinochet de la Barra, refuerzan la
tesis de considerar jurídicamente análogos a los hielos inmóviles
y permanentes del Polo Norte con las formaciones terrestres
mediante el hecho de que, en aquellos, también es posible la vi-
da humana y aún la apropiación; hacen observar que el movi-
miento de las masas de hielos de1 Polo Norte alrededor de éste
no entraba la vida y la actividad humana, siendo tales movi-
mientos sólo misibles e interesantes científicamente.
5.—Fauchille estima que las regiones polares son característicamen-
te diferentes de otras y deben, por lo tanto, regirse por precep-
tos ad-hoc.
Como no nos incumbe ni tiene mayor trascendencia para el ob-
jeto de este informe, concluímos la exposición de criterios jurídicos
sobre el Artico permitiéndonos presentar la siguiente interrogante:
¿Hasta qué punto es aceptable y conveniente a nuestros intere-
.ses la teoría de algunos tratadistas —incluso el Sr. Pinochet de la
Barra— en el sentido de considerar territorios sui-géneris a las zo-
nas polares por el hecho de ser sólo susceptibles de ocupación, de
explotación y no de ocupación de habitación?
Comprendemos perfectamente el objeto de la memoria acadé-
mica y del juicio en derecho puro sustentado por el Sr. Pinochet
de la Barra; pero, nosotros queremos referirnos a la idea desde el
punto de vista intereses nacionales.
Creemos que las zonas polares son susceptibles de ocupación y
todos los aspectos jurídicos consecuenciales, tanto desde él punto de
vista explotación como habitación. Desde luego, lo uno trae pareado
necesariamente a lo otro. Se trata de que los habitantes se adapten
al medid y superen los obstáculos. Algo similar pasaría con la raza
blanca en el trópico y las mismas razones de carencia de autosufi-
ciencia pueden aplicarse a muchos de los lugares habitados del globo.
Porque no puede hablarse de que en el Artico ni en la Antárti-
da los medios de vida les sean negados al hombre por la naturaleza.
En Base O 'Higgins, como registramos en otro de nuestros informes,
hemos constatado que, tanto o menos restringidamente que en la
Puna de Atacama, el Sahara o cualquier desierto del globo, el hom-
bre puede vivir relativamente de la comarca. Allí teníamos carne de
22 MEMORIAL DEL EJERCITO.

mamífero comestibles, aves y peces, como también la comprobada


posibilidad de obtener hortalizas de invernadero. El hombre puede
vivir en las regiones polares, naturalmente que con rigores y sin
regalías; pero, puede subsistir y radicarse. Pensamos que es sentar
elementos de juicio negativos a nuestra causa el reunir anteceden-
tes o estimaciones que coloquen a nuestras pertenencias antárticas
bajo la posibilidad de propiedad dubitativamente adquirida y, más
que eso, induzcan a superestimar la inhospitalidad del medio geo-
gráfico.
Luego, hoy por hoy, país alguno puede aducir como razón acep-
table para justificar el no ejercicio de ocupación real y efectiva, la.
inhospitalidad de la Antártida; pero, nótese que Chile fundamenta
su derecho en la heredad y que el hecho de que otros Estados con
pretensiones sobre porciones antárticas fundamenten sus tesis en
la ocupación efectiva, ante la evidencia de que ésta es alcanzable y
que no la han ejercitado, constituye un antecedente más en apoyo-
de la exclusividad del derecho chileno.
Ahora nos. referiremos al derecho de propiedad por accesión y
empezaremos por decir que tal acepción entraña una modalidad de-
la adquisición de dominio y de ella deriva la conclusión de que, el
dueño de algo, es también dueño de los productos y de todo lo que
forme conjunto con él. '
Ejemplo de modalidad de dominio por accesión es el caso sus-
tentado por Canadá con respecto a su correspondiente sector del
Artico.
La teoría canadiense; sustentada por el Senador Poirier, dice-
que las regiones polares no son sino prolongaciones de los países
que rodean el Polo.
Creemos que tal teoría nos interesa, puesto que en su texto di-
ce que las delimitaciones se materializan trazando sectores polares
enmarcados por las prolongaciones de los extremos de los países
circundantes del Polo convergentemente hacia el Polo mismo.
Otro caso de adquisición de dominio por accesión es la incor-
poración al Imperio Japonés de las islas surgidas en las inmedia-
ciones de dicho país.
Naturalmente que el caso de dominio por accesión podría ana-
lizarse desde distintos puntos de vista según se trate del caso japo-
nés, canadiense o del problema antártico, puesto que mientras en
el Ártico los países se adentran en el Círculo Polar, en el caso an-
tártico, los territorios polares distan 1.000 kilómetros de la tierra
más próxima; pero, no debe olvidarse que tampoco la continuidad
del suelo canadiense es completa y permanente con su sector polar
a través del pack durante todo el año.
Ahora nos adentraremos en el análisis de la adquisición del de-
recho de dominio por vías del descubrimiento, exploraciones y de-
claraciones teóricas.
CRITERIO JURIDICO SOBRE DOMINIO. 23

Al respecto, juristas como Waultrin dicen que el descubrimien-


to parece ser condición provisoria de soberanía; nuestro investiga-
dor Sr. Pinochet de la Barra —que cito y seguiré citando por ser
su Memoria el texto más completo y documentado al respecto-
piensa que el descubrimiento no crea derecho de dominio; pero, le
concede valor como, antecedente preparatorio.
Sin embargo, debe decirse que Waultrin acepta la condición de
derecho provisorio de dominio atribuida a los descubrimientos po-
lares, por el hecho de que a estas regiones no se le, podría aplicar
las exigencias de otras zonas; pero, naturalmente, ello es discutible,
como ya vimos.
En cuanto al derecho de dominio por vía de las exploraciones,
Bluntschli concluye en que tales actividades son meros actos cien-
tíficos y no políticos. Ello es obvio y no merece mayores comentarios.
A continuación nos ocuparemos de las declaraciones teóricas
como antecedentes de dominio. Cabe decir que éstas son las de me-
nor valer jurídico cuando no tienen respailo de ninguna índole si-
no el mero deseo de ejercer dominio posterior. De tal condición son
las declaraciones de supuesto dominio que hiciera Inglaterra sobre
la Antártida y las Falkland en Decreto Especial de 1908. Muy dis-
tinto es en el caso de nuestro De3reto de Incorporación que se fun-
damenta en antecedentes de efectiva validez y variada índole, tanto
en los aspectos geológicos, históricos, de hecho y de derecho. .
Como hemos visto, hasta aquí no existe aún una teoría jurídi-
ca internacionalmente aceptada respecto a la modalidad de adqui-
rir el dominio de regiones polares; el problema es particularmente
interesante —y de palpitante y creciente actualidad— en la An-
¿ártica,- pues se trata de un Continente de comprobadas y enormes
posibilidades económicas.
Antes de proseguir, queremos poner énfasis y gravar fuerte
—entre nosotros y ante todo el mundo— que nuestros derechos al
Chile Antártico nacieron juntos con nuestra nacionalidad, y que,
aunque entremos a analizar todo antecedente, idea o teoría, ello no
entraña aceptación, sino el mero deseo de probar hasta la saciedad
ante los pueblos y el derecho de gente, la buena fé y la justicia del
dominio y de la soberanía que ejercemos sobre el casquete nacional.
Un solo argumento bastaría: la heredad hispana; sin embargo
queremos recordar que, además, nos asisten otros derechos.
Luego como puede apreciarse, no se trata de buscar un antece-
dente para iniciar la reclamación de algo, sino simplemente de ha-
cer valer lo existente para desvirtuar racionalmente las pretensio-
nes de otros Estados.
Sintetizando las ideas en boga respecto a los antecedentes ad-
misibles para conseguir hoy la propiedad, sobre las regiones polares
—nótese bien: para conseguir, nosotros no tenemos problemas de
consecución— diremos que dos son los antecedentes más destacados:
24 MEMORIAL DEL EJERCITO.

1.—Vecindad.
2.—Ocupación efectiva.
Analicemos el aspecto vecindad y recordemos lo expresado an-
teriormente respecto a la consecución del dominio por vía de la
modalidad de accesión.
Como vemos, es ésta una teoría nueva, lanzada en 1907 por
Pascual Poirier, senador canadiense, en apoyo de la tesis de su país
paramentar dominio en parte del Ártico.
Esta teoría asigna derechos sobre los correspondientes trián-
gulos esféricos a los países circundantes del Ártico; en la Antárti-
da, esta idea está representada, en germen, por la división del Con-
tinente en cuadrantes:
El Cuadrante Africano se extiende del meridiano de 0o al 90°
de longitud Este; el Cuadrante Australiano, del 90° al 180° Este;
el Cuadrante Pacífico, del 180° al 90° longitud Oeste; y el Cuadran-
te Sudamericano, desde el 90° longitud Oeste al 0 o .
Geógrafos eminentes —entre ellos el chileno Risopatrón— es-
tán acordes en esta división; cientistas y exploradores la aceptan
y usan.
Puede decirse que, tácitamente, está universalmente acordada.
Para ir discriminando ordenadamente, queremos recordar aho-
ra la célebre y respetable Doctrina Monroe: "América para los
Americanos". Luego, en tal virtud —y confiamos que todos los
americanos sigamos pensando así, máximo en esta época de necesa-
ria solidaridad continental— es de esperar que América no acepte
la intromisión de potencias extracontinentales en el Cuadrante Sud-
americano.
Como es fácil deducir, hasta este momento todo concurre en de-
fensa del derecho chileno. .
Ahora sigamos analizando la aplicación de la teoría de los sec-
tores al caso Sudamericano.
Según esta idea, tendrían derecho en el Cuadrante Sudame-
ricano los países americanos meridionales circundantes del Conti-
nente Helado.
Y en tal caso se encuentra Chile y Argentina.
Siguiendo la teoría, ambos países tienen derechos sobre los
casquetes esféricos que subtienden sus extremidades australes; lue-
go, por un simple proceso geométrico establecemos que a Chile co-
rresponde el sector comprendido entre el meridiano de 53° Oeste
de Greenwich y el extremo del Cuadrante Sudamericano, vale de-
ew, los 90° longitud Oeste del citado meridiano de Greenwich. El
resto del Cuadrante, indiscutiblemente correspondería a Argentina.
Sin embargo, antes de pasar a otro concepto elemental, discu-
tamos la posibilidad de que el aspecto de vecindad sea puesto en-
tela de juicio por intereses extra sudamericanos.
CRITERIO JURIDICO SOBRE DOMINIO... 25

Al efecto, cabe considerar que la cercanía o lejanía son con-


ceptos relativos, que bien pueden medirse en espacio como en tiem-
po. Y, en tal caso —máximo en esta Era de Velocidad— la proxi-
midad del extremo de Sudamérica al Continente Helado es efectiva.
Por otra parte, cabe preguntar si existe otra porción continental-
más cerca a la Antártida. Sin duda que no, por lo que es acertado
decir que el extremo meridional de América es vecino de la Antár-
tida y que allí es aplicable, como en el Artico, la idea jurídica de
la accesión por vecindad. Si se quiere buscar exquisiteces, tampoco
el hielo permanente del Artico conserva su vecindad próxima a
los países circundantes durante ciertas épocas del año.
En teoría, según los tratadistas, la accesión por vecindad con-
serva su valer en la Antártida; algunos creen ver modalidades
peculiares, mas todos concuerdan que, en esencia, el concepto ju-
rídico es aplicable.
Los tratadistas y jurisconsultos estiman que el. solo hecho de
ser vecino de un territorio polar no crea derecho de dominio. Ló-
gicamente que no, si a ello no se suman otro antecedentes de hecho
y de derecho.
De paso, nótese que Chile cuenta con éstos.
Vamos ahora al otro concepto fundamental: la ocupación efec-
tiva. .
El Derecho Internacional está acorde en considerar terminada
la adquisición de la soberanía territorial cuando la toma de la po-
sesión se ha realizado efectivamente y no en forma ficticia.
Decir que se toma posesión no basta:eso es sólo intención.
La posesión efectiva se materializa por la ocupación y el uso;
es decir, con el ejercicio de la soberanía, ya sea otorgando patentes,
concesiones o permisos, como montando empresas y organizaciones
administrativas.
Como puede comprenderse, la ocupación efectiva no es un acto
súbito, sino un proceso de cierta duración y de costosa envergadura.
En Derecho, se establecen dos modalidades para adquirir la
soberanía, modalidades que se identifican y complementan con lo
anteriormenteexpuesto.
1.—Realizar la ocupación de una vez, lo que entraña la deter-
minación y voluntad de ocupar seguidas de actos materiales que
demuestran la autoridad exclusiva. Es decir, la. ocupación es súbita
y rápida; pero, es la modalidad de excepción.
2.—La ocupación, efectiva lenta, y gradual, hasta materializar
la autoridad exclusiva. Es lo normal.
Precedentes de este último criterio se registran en el reciente
arbitraje (1931) que el Rey Víctor Manuel I I I realizó con ocasión
de las rivalidades entre México y Francia respectó a las islas De
la Pasión.
26 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Los juristas difieren más o menos en la forma de exponer la


idea de ocupación efectiva y el grado de efectividad según las zonas
en particular; pero, todos concuerdan en que la ocupación efectiva
es requisito sine qua non para pretender Dominio y Soberanía.
La valorización del grado de efectividad de la ocupación no
acepta definiciones ni marco rígido; cada caso será particular y
motivo de sanción de Juez.
Por ejemplo: en el aspecto de ocupación efectiva, tan dubita-
tiva es la soberanía peruana como la colombiana en el caso de la
frontera del medio Amazonas, que constituye un sector caracterís-
ticamente distinto de otros
Por lo tanto, lógico es pensar que la tonalidad de, la ocupación
efectiva se mide con un diapasón sui géneris en los sectores polares.
Palpables constancias de la relatividad del concepto jurídico
tenemos en muchos casos; es buen ejemplo el litigio de la Groenlan-
dia Oriental definido en favor de Dinamarca por la Corte Perma-
nente de Justicia Internacional en 1933. Nos interesa particular-
mente el precepto sustentado por el tribunal en el sentido de que
la colonizacin puede no ser permanente y total sobre toda la exten-
sión de los territorios.
Invocando la contratesis, cualquier estado podría pretender,
por ejemplo, derechos sobre el interior del Brasil.
Así podría condicionarse al concepto de ocupación efectiva por
la voluntad y la actitud o capacidad de ejercer soberanía.
Nuestro investigador Sr. Pinochet de la Barra habla de que
"la exigencia de efectividad puede concretarse al ejercicio de una
actividad económica y establecimiento de alguna autoridad encar-
gada de proteger personas y bienes".
También expresa que "la explotación de los recursos naturales
constituye una base jurídica satisfactoria que significa y represen-
ta ocupación efectiva". Chile ha cumplido y cumple con estas ex-
quisiteces jurídicas de los tratadistas y jurisconsultos que han in-
formado las investigaciones de derecho chileno antártico del citado
abogado.
Surge inmediatamente la interrogante respe3to a la validez de
las actividades particulares en beneficio de las pretensiones de los
Estados.
Al respecto, el tratadista Goebel, de gran ascendiente y presti-
gio, dice que "el Estado ejerce derecho o interés sólo a través de
los ciudadanos".
Pero, como puede apreciarse, esta tesis exige el estudio de ca-
da caso particular y tiene sus limitaciones.
En lo tocante al ejercicio de funciones administrativas por au-
toridades ad-hoc, todos concordaremos con Westlake y Lindley,
quienes piensan que cada caso particular está condicionado por el
medio geográfico físico, económico y humano.
CRITERIO JURIDICO SOBRE DOMINIO. 27

Finalmente, consignaremos sintéticamente el parecer jurídico


generalizado en el sentido de estimar que, la ocupación efectiva en
territorios deshabitados y extensos se concreta a sentar animus pos-
sidendi sobre todo el territorio, pudiendo ejercerse corpus posses-
ñonis solamente en los sectores apropiados y convenientes.
Asimismo, dejamos constancia que los tratadistas de Derecho
Internacional concuerdan en que el Estado que primero emprende
actividades de colonización en un territorio sin dueño —no en el
caso actual de la Antártida— tiene derecho preferente para pro-
seguirla.
Al cerrar este acápite, queremos resumir las conclusiones jurí-
dicas sentadas y aceptadas en el Artico.
Ellas sen:
1.—El hecho del descubrimiento no tiene valor como antece-
dente para adquirir soberanía.
2.—Todos los Estados riberanos del Artico que poseen antece-
dentes jurídicos competentes, tienen casquetes esféricos de in-
fluencia.
3.—Los Estados poseedores de sectores realizan en ellos los
actos de posesión compatibles con las condiciones geográficas y
climatéricas.
4.—Labores colonizadoras de intereses ajenos al sector no
otorgan derechos de soberanía.
Entonces, las ideas jurídicas matrices para optar a derechos
sobre territorios polares sin dueño serían —repetimos— las si-
guientes :
I.—Vecindad.
II.—Ocupación efectiva.
En el caso antártico, éstas conservan su valer y competencia;
a Chile sólo le ratifican sus indiscutibles derechos. Pero, nótese
bien que, en ningún caso, ello quiere decir negación de otros aspectos
jurídicos como heredad, por ejemplo, y que dichas teorías rezan
sólo para los territorios sin dueño.
Y la Antártida, por lo menos en lo que al casquete esférico
chileno se refiere, tiene dueño y su incorporación a la heredad his-
pana se remonta a la época del descubrimiento y conquista de
América.
28 MEMORIAL DEL EJERCITO.

"EL CONGRESO Y LAS REFORMAS"

"Rosales y Mackenna, comprendían que, en vez de malgastar el tiempo


en reformas, que podían esperar mejores días, lo cuerdo era concentrarse en
la defensa militar contra la expedición peruana y el pronunciamiento de medio-
país por el rey, que ya todos veían próximos. El astuto expediente que ya
conocemos, los había librado de los simples majaderos. Mas, no era posible
proceder en la misma forma con don Manuel de Salas, con O'Higgins, con
don Juan Egaña, con Camilo Henríquez y otros empecinados en implantar
reformas 'políticas, económicas y sociales, de preferencia a la organización
militar. Si se recorren estas reformas, a excepción de las' extravagantes lucu-
braciones políticas de don Juan Egaña, casi todas eran cuerdas y útiles. Si
no se logró implantarlas como realidad Viva, no fue por las resistencias de
los reaccionarios ni por la falta de tiempo, como han dicho los historiadores,
sino por otra causa que no repararon. Desde mediados del siglo XVIII, el
pueblo chileno había sido espoleado desaforadamente por e l a f á n de mejo-
ramiento social del despotismo ilustrado. Se le había obligado a latigazos a
adoptar un tipo dé vida y a sostener un gobierno y una administración que
rebasaban mucho sus. aptitudes. Antes de responder a nuevas exigencias, ne-
cesitaba un período de reposo, para que se produjera el ajuste entre los gran-
des avances impuestos y su estado social. El 18 de septiembre de 1811 la ha-
bía sorprendido en el preciso momento en que, ya casi desvencijado por los
cambios y progresos, pedía un alto".

(De "Historia de Chile", por P. A. Encina, tomo VI).


NO HAY NADA DE NUEVO BAJO... 29

NO HAY NADA DE NUEVO BAJO EL SOL.


CECILIA C. DE CERVANTES.
Secretaria de la Subdirección. Técnica
del Hospital Militar.

Mal que nos pese, estas palabras encierran una tan grande
verdad, que por lo común ni reparamos en ellas. No obstante,
condensan todo un principio universal.
Olvidándolo tal vez más de lo, conveniente, muy a menudo
nos encontramos sorprendidos al saber que tal o cual hecho,
invento o descubrimiento, que lo estimábamos como una erup-
ción de genialidad de nuestra exclusiva época, o ya más genero-
samente, de nuestro siglo, ha venido a resultar que para los chi-
nos de la Edad de Confucio, o para los griegos de la Magna Gre-
cia, tal cosa significaba una simple rutina: ¡ cómo nos maravi-
llamos entonces! De inmediato acuden, a nuestros labios las sen-
.tenciosas palabras: "no hay nada de nuevo bajo el sol"
Y en efecto, hablando sobre el tema que inspira estas líneas,
¿quién iba a imaginar que los egipcios sabían de transfusiones
sanguíneas, de su técnica, peligros y ventajas? Más aún, cami-
nando por la ruta que marca la historia, se encuentran numerosas
versiones, que si bien en cierto no pueden ser interpretadas como
hechos científicos propiamente tales, sino más bien de leyendas,.
en todo caso logran obligarnos a recibir el peso de lo que acaba-
mos de llamar principio universal. Esto, a lo menos, nos impele-
a sentirnos un poquito más humildes.
P e r o . . . continuemos con lo que estimamos la historia de la
transfusión, o, con más propiedad, su prehistoria: tenemos así,
que en las lides de gladiadores, en Roma, éstos bebían la sangre
del compañero muerto, cuando no lo hacían los miembros del
público asistente, con el fin de incrementar el vigor propio.
La primera descripción de una transfusión; sanguínea, la
encontramos en el año 1615. Descripción, hecha por el médico-
Andrés Libaius,. y que, en virtud de su forma un tanto pinto-
resca, la transcribimos a continuación: "Permítasenos dos hom-
bres: uno joven, robusto, lleno de sangre espirituosa; Otro viejo,
flaco, emaciado, sus fuerzas exhaustas, que apenas es capaz de-
retener su propia alma. Permítase al que va a efectuar la opera-
ción, dos tubos de plata que ajusten el uno en el otro. Déjesele
que de inmediato abra la arteria del anciano y coloque el otro-
tubo en igual forma, uniéndolos en seguida. La sangre espirituosa,.
30 MEMORIAL DEL EJERCITO.

ardiente, del hombre joven, entrará en la del viejo como si fuera


una fuente de vida y la debilidad será expulsada".
Hé aquí los albores de la técnica de la transfusión sanguínea.
A través del tiempo, deberá pasar desde su exitosa apreciación
de remedio maravilloso, hasta el descrédito de una terapéutica
mortal. No poseían aún el secreto mecanismo que hace de la trans-
fusión sanguínea, ora un milagro, ora un tóxico capaz de termi-
nar con la vida de un enfermo. Ese misterioso resorte sólo hoy
nos pertenece, o sea: los grupos sanguíneos y sus leyes de com-
patibilidad e incompatibilidad.
Es apenas en 1900 cuando se llega a desentrañarlo. En esta
forma, ]a transfusión de sangre deja de ser un arma de doble filo;
ya se puede confiar en ella, pues se ha transformado en un me-
dio de tratamiento activo que salvará más vidas que ningún otro
conocido.
En el siglo actual, la transfusión de sangre ha recibido su
más vigoroso impulso, gracias a los conflictos nacionales o inter-
nacionales: Primera y Segunda Guerra Mundiales y la Guerra
Civil Española. Ello es fácilmente explicable, puesto que la causa
de muerte más común en gran número de individuos que padecen
heridas, no es tanto la infección o la gravedad de las mismas,
como la pérdida de sangre, la hemorragia.
Durante la guerra de 1914 al 18, se practicó especialmente
la transfusión directa (de persona a persona), aún cuando es ya
conocido el medio de conservar la sangre sin que coagule, cono-
cimiento que todavía no estaba lo suficientemente difundido.
Queda dado así el primer paso hacia lo que posteriormente,
salvando su perfeccionamiento, se ha denominado '' BANCO DE
SANGRE".
Son los mismos soldados en los hospitales de la retaguardia,
los familiares, los amigos, o simplemente personas llevadas por
un alto espíritu de solidaridad humana quienes constituyen las
primeras organizaciones de dadores voluntarios de sangre.
En los grandes hospitales europeos, junto a las guardias de
enfermeras y médicos, existe la guardia de dadores de sangre,
que van a llenar las exigencias de los casos que la requieren. Se
trata de un Banco de Sangre viviente.
La Guerra Civil Española, da pié para un mejor estudio, o
más bien un mejor perfeccionamiento del uso de sangre con-
servada. Ante el acontecimiento que origina una gran demanda
de transfusiones para salvar vidas, es obvio que se hace necesario
disponer de ella en abundancia, sin limitaciones. Aquí viene,
aparejada a su conservación, su traslado a puntos geográficos
distintos. Desde los primeros puestos de auxilio, hasta la enfer-
mería más distante. En suma, que la transfusión vaya hasta
NO HAY NADA DE NUEVO BAJO... 31

donde el herido se encuentra, y no que éste sea llevado al centro


médico en que la transfusión se esté practicando.
Ya tenemos el Banco de Sangre: es la institución a donde los
seres que lo desean van a donar sangre y desde la cual se entrega
a los enfermos.
Como derivado de la sangre conservada, se utiliza el plasma,
que no es otra cosa que sangre desprovista de glóbulos rojos. La
separación se efectúa por los procedimientos de sedimentación o
centrifugación. Este último es el sistema empleado por el Hos-
pital Militar, cuyo servicio de transfusión tiene anexa, una má-
quina centrifugadora.
Es otra vez la guerra la que viene a dar impulso a esta nueva
forma de transfusión, que aventaja a la forma de transfusión de
sangre total. Puede conservarse por tiempo prácticamente
limitado: (la sangre no permanece sin alterarse más de 15 a 20
ds.) puede conducirse a distancias y por los medios más diversos,.
pues no le afecta. En cambio, la sangre al ser agitada se inutiliza.
Finalmente, es posible la disecación, quedando así reducido con-
siderablemente su volumen y no requiere refrigeración.
En esta forma el Ejército de los Estados Unidos de N. A.
pudo disponer, en cada uno de sus frentes de batalla, del susti-
tuto ideal de la sangre, que salvó tanta o más vidas que el bisturí
del cirujano.
El banco de sangre norteamericano, expresión máxima d«l
"BANCO DE SANGRE", se encuentra ligado a los grandes
centros hospitalarios. Durante la guerra recientemente pasada, la.
sangre fue depositada en casi todo el país, bajo la autoridad de
la Cruz Roja Internacional.
Este último organismo se encarga de recolectar la sangre de
los dadores voluntarios, de extraer el plasma, desecarlo y, final-
mente, distribuirlo de acuerdo con las solicitaciones.
La emergencia de una gran demanda les obliga a buscar
otros medios que la donación voluntaria, por simple propaganda.
Se establece, entonces, la unidad móvil, consistente en un furgón
de extracción y en un furgón frigorífico, que recorren en esta
forma los centros más distantes del país, con el fin de recolectar
la mayor cantidad posible de sangre, que ha de ser conducida
a un organismo central, el que es encargado de distribuirla trans-
formada en plasmaj etc.
El Banco de Sangre, es hoy en día, un complemento tan im-
portante en todo centro médico quirúrgico especialmente, que su.
existencia es estimada fundamental como un servicio de rayos X,
un laboratorio bioquímico, una máquina esterilizadora, o el con-
tar con un técnico especializado en lo que a la aplicación de-
anestesia se refiere. El banco de sangre es, pues el sitio a donde
32 MEMORIAL DEL EJERCITO.

acuden los parientes de un enfermo, sus amigos, a donar sangre,


que es extraída previo examen de salud general del donante. Así,
ingresa este elemento a los "haberes" del banco, que contrae
cierta deuda con quien la cede. Se puede girar a cuenta de ella.
Quien recurre al banco por una emergencia, siempre podrá soli-
citar un crédito de su producto, crédito que lo obliga moralmente,
comprometiéndose a cubrirlo. Bien administrado, siempre habrá
un sobrante que puede destinarse a aquellas personas que vi-
niendo de fuera, no cuentan con parientes o amigos que estén
dispuestos a proporcionarla. Nadie, por humilde que sea, se verá
privado de esta fuente de energía y salud.
Es el banco quien reduce el angustioso problema de encon-
trar tal o cuál grupo de sangre para restituir la vida al que se
desangra. Ahora resulta tan simple: ir al banco de sangre y re-
tirar uno, dos o más litros de ella, y salvar una vida. Este banco
es el único que cree y tiene fe en el buen espíritu de sus acreedo-
res; cree en el más elemental principio de solidaridad. Piensa que,
no obstante ser frágil la memoria, (cuando no existe documento
destinado a recordar y es "conducido por, el cartero para aguarnos
el día), el reconocimiento a un servició oportuno que salvó nues-
t r a existencia, no puede quedar en las tinieblas de la ingratitud
o del olvido.
¿Se ha detenido alguno de nosotros a pensar que un poco de
nuestra sangre puede salvar una vida anónima? Seguramente sí,
más nunca se nos há ocurrido realizar el regalo de ella... porque
sí, simplemente: porque hoy hemos venido al Hospital Militar
a visitar a nuestro camarada enfermo y disponemos de más tiem-
po del que habíamos proyectado. ¿Entonces?... Vamos al ser-
vicio de transfusión, admiremos su pulcritud, su especializado
personal y roguémosle que nos entregue el documento, según el
cual se establece nuestra" calidad de dador de sangre voluntario
y el grupo a que ella pertenece. En ese cartón, aunque no escritos,
van muchos agradecimientos.
Naturalmente que a muchos interesados en pertenecer a los
imponentes a este banco extraordinario, asaltan dudas como las
siguientes: ¿no me hará daño?, ¿podrá esto debilitarme?, ¿me
ocasionará mucho dolor?, o . . . . . . ¿no me provendrá, a conse-
cuencia de ello, alguna fatiga? Bueno, es a quiénes ignoran los
procedimientos usados a quienes dirigimos estas palabras, con le-
tra de molde: ¡ NO, NADA DE PELIGROSO ACONTECE AL
QUE DONA UNAS GOTAS DE SU SANGRE!
¿Y si, por último; alguna pequeña molestia ocurriera? Ello
nada significaría; comparado con la tortura de los que contem-
plan una vida que se va, porque no se cuenta con la cantidad de
sangre necesaria para' rescatarla a la muerte. Y no es porque en
NO HAY NADA DE NUEVO BAJO... 33

el Hospital Militar, no exista quienes estén dispuestos a conce-


derla toda tez que se presenta la necesidad de ello, sino porque a
veces los grupos no sincronizan.
No faltará quien, leyendo estas líneas, pretenda ver a través
de ella una insinuación más o menos Velada a tan especial invi-
tación, o un golpe dado a la susceptibilidad. Nada de ello se ha
pretendido. Solamente, es un débil llamado a la conciencia, al
instinto gregario del hombre, que en casos como éstos suele estar
adormilado, pero no muerto, ya que es capaz de impulsar al indi-
viduo a dar algo tan absolutamente propio como es su sangre,
sin solicitar ni esperar recompensa.
La devolución sólo le será concedida con el mismo tipo de
moneda.

VISPERAS DE RANCAGUA

" Septiembre 14 a las 8 de la mañana. Mi amigo: Nos toma el enemigo


el único lugar de defensa, el punto de Rancagua: desde el momento que suceda,
casi preveo la. infeliz suerte de Chile — Las Angosturas de Paine no san su-
ficientes para contenerlo; hay otro camino por Aculeo, que aunque difícil
para artillería gruesa no lo es para la de montaña y dirigiéndose por él pus-
den dejar burlada la División .de Angostura. Ya es tiempo de reunir el gran
Ejército. Ud debe ocupar el lugar de Generalísimo; es preciso salvar a Chile
a costa de nuestra sangre;.yo a su lado serviré ya de Edecán, ya dirigiendo
cualquiera División, pequeña partida o manejando simplemente el fusil; es
necesario para la salvación del Estado no perdonar clase alguna de sacrificios.
El influjo de Ud. en el Ejército, alguno pequeño mío reunido, será alguna
ayuda. Si aguardamos al enemigó en el llano de Maipo soy de. dictamen es
ventajoso a los piratas, así por el mejor manejo de armas en las nuevas tro-
pas invasoras, como porque las nuestras se corromperán en la vecindad de
Santiago y desertarán a sus casas,
Rancagua es el punto que debe dirigir nuestra suerte. No quiero demorar
el correo. Adiós, mi amigo, soy el de siempre"

Bernardo O'Higgins.

(Carta al general Carrera, el 14. IX. 1814).

M. del E. 3.
34 MEMORIAL DEL EJERCITO.

"PARTE DE BUERAS SOBRE LA ACCION EN EL MANZANO"

"Excmo. señor:

A Ja hora de haber salido de la villa de Quirihue con dirección a Itata,


supe por los espías que el enemigo se hallaba en Doñimuelo con gran canti-
dad de bueyes, vacas, mulas y caballos. Dirigí mi marcha a dicho punto, don-
de lo encontré. A consecuencia le quité los ganados en número de quinientos
animales, le hice diez prisioneros, le tomé siete fusiles y algunas municiones.
Por los insinuados prisioneros supe que una división enemiga se hallaba en
Güelemu. Indagué su número y hallé era doble más fuerza que la mía; mas cono-
ciendo en mi tropa aquel ardor marcial que inspira la amable libertad, mar-
ché luego hacia El Manzano, COR el fin de cortarle la retirada a Chillán y
atacarlo. Uno y otro logré, mas no el no ser sentido del enemigo, quien, luego
que me vio, tomó una posición ventajosa. Fuimos a él con bayoneta calada;
la ala derecha de él se dio a la fuga, por lo que varió de situación y tomó
otra haciéndome un vivo fuego el cual' sostuvieron mis soldados con intrepi-
dez por espacio de tres horas, hasta que la noche me obligó a tomar un punto
fuerte distante un cuarto de legua del enemigo, a quien en la propia noche
le llegó más gente, tomando éste de alba distinto camino del que traía, sin
que a mí se me reuniese el que S. E. me despachaba.
Murió del enemigo un oficial y seis soldados y tuvo algunos caballos
muertos y heridos; de los míos saqué seis heridos, dos gravemente; un caba-
llo muerto y seis heridos:
No olvide, señor, el mérito del digno sargento Juan Antonio Guerrero y
el de los soldados Justo Bernal, José Alvarez, Manuel Núñez, Santiago Canto,
José Antonio Villalón y del valiente Paulino Silva.
Dios guarde a V. E. muchos años. La Raya, 13 de enero de 1814.

SANTIAGO BUERAS.

Señor general en jefe don Bernardo O'Higgins".

(Del "Archivo de don Bernardo O'Higgins", tomo I I ) .


EL PACTO DEL ATLANTICO NORTE. 35

EL PACTO DEL ATLANTICO NORTE.


Capitán FERNANDO MONTALDO BUSTOS.

1.—Generalidades.

El mundo de post-guerra quedó virtualmente dividido en


dos: las potencias encabezadas por Rusia y el mundo , europeo y
americano de occidente.
La NU desde un comienzo vio aparecer las dos opiniones, y
al consultar en sus procedimientos el " v e t o " para los Grandes,
hubo quienes vaticinaron su muerte prematura.
No ha ocurrido un lustro y el organismo internacional ve
como su existencia se apaga. La ineficacia de sus resoluciones, lo
irreal de sus procedimientos, hicieron que los países de occiden-
te, al margen de la NU, formularan un tratado que es la ad-
vertencia más enérgica y severa que pueden estipular contra
la política del pueblo ruso.
En efecto, cinco países de Europa y EE. UU. y Canadá,
respetando los principios de la NU, pero independientes de ella,
acordaron poner término a la política de Moscú y al pactar ayuda
mutua, refuerzo de sus ejércitos, defensa y agresión colectiva
ante un ataque armado, han advertido al otro medio mundo que
el " v e t o " ya no les interesa, que la NU no pudo cumplir su
finalidad y que el enemigo tendrá que reflexionar una y otra vez,
si resuelve tomar posesión de un territorio, actuar contra una
fuerza de ocupación, buque o avión en el Atlántico Norte o en
las zonas europeas de ocupación.
El pacto es una advertencia oportuna y un mentís para los
que veían en Noruega e Italia, títeres de la política rusa.

2.—El Pacto.
Un ligero comentario al texto del pacto hará resaltar algunos
aspectos de verdadero interés en el campo del Derecho Interna-
cional.
En efecto, en su preámbulo "reafirma la fé en los principios
de la Carta de las Naciones Unidas"; es decir, a pesar de ser una
36 MEMORIAL DEL EJERCITO.

iniciativa al margen del organismo, internacional o NU, mantiene


sus principios y orientaciones.
Es un pacto que busca aunar esfuerzos, para salvaguardiar
los ideales de libertad, democracia e imperio de las leyes, en la
zona geográfica del Atlántico Norte.
El tratado no se contrapone ni afectaba los derechos y obli-
gaciones de la NU, ni a la responsabilidad, que le incumbe a ese
alto organismo de mantener la paz y la seguridad.
Los signatarios: Bélgica, Canadá, Luxemburgo, EE. UU.,
Francia, Países Bajos y el Reino Unido, "invitan" a aquellos
países de Europa que estén en condiciones de ¡apoyar el Pacto, a
adherir a él.
Es el bloque más formidable que suscriben, sobre pilares
positivos y reales, LAS FUERZAS ARMADAS:un pacto en fa-
vor de la paz y para amparar los principios de libertad, demo-
cracia e imperio de las leyes.
Las finalidades del tratado serán alcanzadas mediante el
"fomento de la capacidad individual ó colectiva para resistir el
ataque". Es decir, las partes se comprometen a instruir a sus
ciudadanos en el manejo de las armas y a dotar a sus ejércitos
de to3o lo- necesario mediante "autoayuda y ayuda mutua, con-
tinua y efectiva" para resistir y rechazar un ataque armado.
El principio, tan discutido en doctrina, de la "paz armada"
se ratifica ampliamente.
El pacto mira, también, hacia el campó económico y reconoce
tácitamente la causa actual de las guerras; la economía de los
pueblos que tratan de ganar mercados para sus industrias; de
ahí que estipula: '''procurar eliminar los conflictos económicos
internacionales'', motivos de las dos últimas guerras y causas
inmediatas de ellas".
Reaparece, además, la institución de la CONSULTA, relati-
vamente nueva en el campo del Derecho Internacional. Mediante
ella las partes, —ante una amenaza—, fijarán si la integridad
territorial, independencia política y seguridad están ama-
gadas.
Esta institución de la CONSULTA aparece por primera vez
durante el desarrollo de la II Guerra y tiende a generalizarse,
por sus positivos resultados.
EL PACTO DEL ATLANTICO NORTE. 37

Un aspecto atrevido y enérgico del pacto es lo relacionado


con la agresión de hecho o ataque armado contra cualquiera de
las naciones contratantes, en Europa o América del Norte y el
cual será considerado como un ataque contra todas ellas.
Es así como cada signatario hará uso del derecho de defensa,
reconocido por el Derecho de Gentes desde tiempos inmemoriales,
y "Ayudará ante un ataque armado con el empleo de la fuerza".
Cae así. otra vez más, el principio básico de la Liga de las Na-
ciones, el que la hizo ineficaz; no usar la fuerza armada para
mantener la paz, reducir los ejércitos y desmovilizarlos.
La doctrina opuesta, la de la paz armada, se levanta como
una realidad. "Si quieres paz, prepárate para la guerra".
Y fija el legislador, a continuación, lo que es ataque armador
—Agresión contra el territorio de un signatario, sea en:
—Europa.
—Norteamérica.
—Departamentos argelinos de Francia.
—Islas en el Atlántico Norte.
—Fuerzas de ocupación en cualquier parte de Europa.
—Buques en la región ,del Atlántico Norte, al N. del
Trópico de Cáncer.
—Aviones en la misma.
No pueden ser más explícitos los que redactaron el pacto.
Todo está previsto y aclarado. Agresión de hecho contra
tropas, materiales, territorios, será ataque armado.
Los contratantes estipulan no contraer compromisos interna-
cionales que estén en pugna con la letra y el espíritu del pacto.
Se amarran así a lo acordado y queda nulo o existente
cualquier otro compromiso posterior que atente contra lo firma-
do. Y declaran no tener otro compromiso que se contraponga
con lo expresado.
Un organismo colegiado o '' CONSEJO", en el cual habrá
miembros de todos los países signatarios tendrá atribución
para estudiar todo asunto relacionado con el pacto y su cum-
plimiento.
Un "COMITE DE DEFENSA" será el encargado de dictar
normas y recomendar medidas destinadas a fomentar la capaci-
38 MEMORIAL DEL EJERCITO.

dad combativa y la manera de emplear la fuerza armada en caso


de ataque.
3.—Conclusiones.
Desde el día en que se ratificó el pacto en Washington, se
pueden confirmar las siguientes conclusiones:
—La Organización de las Naciones Unidas marcha hacia el
ocaso por la ineficacia de sus procedimientos.
—La suerte de Europa se amarra a la de Norteamérica.
—Se fija definitivamente la tambaleante política noruega e
italiana, al adherir al pacto.
—Se notifica a Rusia que el mundo europeo y norteamericano
pueden llegar a un acuerdo, sin su consentimiento.
—La paz se consolida o la guerra estalla a corto plazo entre
Oriente y Occidente; no habrán conflictos individuales.
—La doctrina de la paz armada se impone definitivamente.
—ESPAÑA y PORTUGAL serán invitados a adherir.

LA BANDERA DE TRANSICION

" S e nombrarán dos oficiales portaestandartes, en la clase de capitán, uno


del Ejército de Chile y otro del de los Andes, para conducir los pabellones na-
cionales, entendiendo que el del Ejército de Chile llevará el de las Provincias
y vice-versa.... Los pabellones se colocarán en el presbiterio en dos pedestales
llevando siempre el de la derecha el de Chile... Finalizada la función, vol-
verán los portas a tomar los pabellones; y bajando a tomar si centro de la
compañía que estará formada en el atrio del templo regresarán a la pasada
del general acompañándolo con la comitiva".

(Orden del Día, de 21. V. 1817, del general Breyer,


Jefe del Estado Mayor del Ejército de los Andes).
LA VICTORIA POR LA FUERZA... 39

¿LA VICTORIA POR LA FUERZA AEREA O POR


LA ACCION COORDINADA DE LAS TRES
INSTITUCIONES DE LA DEFENSA
NACIONAL?
Tte. Crl. JULIO CAMPO SEPULVEDA.

INTRODUCCION.

1.—Teorías y ficciones científicas.


Tras la búsqueda de una explicación satisfactoria de fenóme-
nos complejos, no es extraño hallar, entremezcladas, teorías miste-
riosas y fantásticas, que mueven, para obtener sus fines, agentes
divinos y metapsíquicos escondidos en perfiles racionales difusos.
Sus creadores suelen ser, ya poetas de rica imaginación, ya espiri-
tualistas puros, que, remontándose por sobre los fenómenos que
pretenden aclarar, a la postre los pierden de vista, estructurando
remedos de solución, a veces inquietantes, y otras, desilusiona-
dores.
Aldous Huxley, en su utopía novelada "Un ¡Mundo Feliz", nos
regala con las bases más sólidas de la ciencia actual, un panorama
de lo que será el mundo futuro. El escenario es Londres y, el lugar,
un edificio de treinta pisos designado para "centro de incubación
inglés". En él, y mediante complicadas maquinarias, se generan,
por series, cinco tipos de seres, desde el alfa al epsilon. Dentro dé
esta escala humana" de cinco gradientes, se hallan representadas las
características macho y hembra necesarias para el funcionamiento
correcto de dicha civilización, desde el "grupo director" hasta el
"grupo siervo". Cada «asta tiene su cometido y, lo que es más cu-
rioso, está animada del orgullo de clase, al extremo que un epsilon
se encuentra satisfecho de sí y no querría convertirse en alfa.
En este mundo de Huxley, todo ha sido previsto y resuelto. Por
fabricación, la contextura orgánica de los seres responde a su finali-
dad, y, por procedimientos hipnóticos de repetición de sentencias y
máximas durante el sueño, se moldea su psiqui. A los gamas, deltas
y epsilones, que precisan poseer una constitución esencialmente
práctica, se les somete, durante la infancia, a prosesos educativos
que les hagan- odiar actividades innecesarias, como son las inquie-
tudes artísticas e intelectuales. Para ello, los niños se ven rodeados,
años tras años, de hermosos libros y flores de colores vistosos, y,
40 MEMORIAL DEL EJERCITO.

en el momento en que su entusiasmo alcanza al máximo, se les asus-


ta mediante estridentes sonidos de sirenas y descargas eléctricas
lanzadas desde dichos objetos.
Los principios que rigen este mundo, son ultrasociales. La cien-
cia es un peligro si se la deja libre, por lo cual es indispensable di-
rigirla y condicionarla, limitando el campo de sus investigaciones:
La felicidad descansa en la supresión de todo deseo inaprehensible
y, cada vez que el ánimo desfallece, hasta ingerir dosis diversas de
una substancia activa y excitante denominada "soma", para que
Jos problemas molestos sean eliminados.
En esa existencia, hay palabras y procederes de escándalo in-
discutible, v. g. padre, madre, familia, fidelidad erótica. El indivi-
duo es una célula del todo social y, si no piensa así, es porque, algo
anduvo errado en su construcción de laboratorio. En tal sentido es
pecado capital contra el colectivismo el que una mujer se entregue
a un hombre por más de una semana, pues ello indicaría preferen-
cia, personalismo, conciencia individualista y atavismo insano.
El contraste entre este siglo XX y esa vida futura, se advierte
nítido en los lugares llamados "reservas de salvajes". Huxley des-
cribe uno, en Méjico, con superficie de 560.000 kilómetros cuadra-
dos, rodeada de tela metálica por la que circula corriente eléctrica
de 60.000 voltios. Allí, los seres conservan nuestras escandalosas
costumbres: matrimonio, nacimiento, Dios, enfermedades, alcoho-
lismo. Para los componentes del mundo feliz, el panorama es incom-
prensible; y no podría serlo de otro modo, tratándose de organis-
mos altamente desarrollados, con sus secreciones internas manteni-
das en equilibrio juvenil hasta los sesenta años y con su metabolis-
mo permanente estimulado. Hay escenas horribles en la visita a
ese medio de salvajes, entre las cuales destacamos dos: una madre
gorda y satisfecha, dando de mamar a su hijo, y un viejo, débil y
arrugado, que avanza paso a p a s o . . . .
Hasta aquí Aldous Huxley.
Para mi entendimiento, su obra representa el más hermoso
ejemplo de ficción científica. Las bases en que descansa tal fanta-
sía novelada, spn del más puro material moderno. La biología y
las conquistas médicas le entregaron la idea de una vida joven; la
moral social le dio el motivo para sus cinco tipos, desde el alfa al.
epsilon; la ética le hizo estructurar el sentimiento de felicidad; el
maqumismo y el industrialismo le permitieron concebir esa existen-
cia futurista. Asimismo, Freud y Jung contribuyeron con sus estu-
dios sobre' el inconsciente, en los procedimientos hipnóticos a tra-
vés del sueño, y Pavlov prestó su valioso concurso, mediante el
"reflejo condicionado",' dictando la clave para educar a las castas
inferiores, con ayuda de descargas eléctricas, tras el proposita de
impedirles amar las inquietudes intelectuales y artísticas del libró,
la pintura y la flor.
LA VICTORIA POR LA FUERZA... 41

Por este caso comprenderemos la distancia entre teoría y ficción.


científicas. Apenas, es cuestión de proporciones: Mientras la teoría
se acomoda al hecho y le interpreta sin perderle de vista, la ficción
salta por sobre él y se remonta, desconociendo las ataduras de la
comprobación. Ambas aceptan el terreno científico, sólo que la
teoría no rompe el encadenamiento de "antecedentes - consecuen-
tes", en tanto la ficción consigue destruirlo, para entretenimiento
del autor. Una observa hacia abajo, mientras la otra apunta a la.
estratósfera y se pierde en ella.
Hay grados de ficción.
Queda en sus límites el imaginativo que, aunque parta de he-
chos comprobados, se salta varios escalones científicos que él esti-
ma modestos, pero que rompen la jerarquía de las conquistas téc-
nicas. También hace ficción el soñador que, sin mayor motivo, crea.
una nueva contextura anímica, sobreestimando o, aun, subestiman-
do los valores morales. Y la realiza, en proporción mayor, quien.
concibe hemisferios orientando su industria y actividad vital hacia.
el logro exclusivo de un arma destructora, para más tarde perfilar
un mundo destrozado con ciudades en ruinas, generaciones desa-
parecidas y culturas devastadas.
No hay prohibición para querer soñar, aunque sean los sueños
hermosas utopías o tristes pesadillas. Sólo que debe haberla cuando
el durmiente pretende sostener que su imagen onírica es la más.
absoluta realidad, y vale por igual para altos y pequeños, sin que-
interese el mirador desde donde se observa. Huxley no desearía se~
le aceptara su ficción científica, acomodando nuestra conducta hu-
mana de acuerdo con su vida feliz de siglos venideros. Pero otros.-
intelectos, con tantos fundamentos como aquéllos, nos quieren pre-
sionar para acatar sus tesis, y, con arreglo a ellas, organizan el orbe
bajo una forma nueva.

2.—Objeto de la conferencia.
El 28 de abril del año en curso, Santiago y el "frente bélico"
de la capital y zonas adyacentes, sufrieron gustosos el sacudón in-
telectual de la palabra del Mayor de Seversky. El conferenciante
venía precedido por una indiscutible autoridad técnicoestratégica-
evidenciada a través de las páginas de su libro revolucionario: '' La.
Victoria por el Poder Aéreo", y el deseo de oirlo había hecho presa,
tanto de aviadores como de terrestres y marinos.
En esa ocasión, el Mayor de Seversky perfiló, con trazos vigoro-
sos, un cuadro escalofriante de la guerra futura, en donde el triun-
fo iba a ser alcanzado, a diferencia de épocas pasadas, no en la.
superficie sino en la tercera dimensión u océano del aire. Con
ejemplos captados de la Segunda Guerra y en virtud de la marcha.
ascendente de la técnica, él quiso relegar, a ejércitos y marinas del
42 MEMORIAL DEL EJERCITO.

globo, al papel de satélites, aduciendo que su era trascendental se


había extinguido definitivamente. Asimismo, y como fundamento
decisivo, imaginó un cataclismo bélico intercontinental, en donde el
Polo Norte sería la frontera, América del Norte la base y trampolín
de la gran ofensiva, y América del Sur, la trastienda aeronáutica.
E1 asuntó era grave, no sólo en el aspecto sentimental del ofi-
cial terrestre y de marina, que, ampliando el criterio del Mayor de
Seversky, eran representantes de edades olvidadas, sino también
porque dicho sentir, según aseguraban los interiorizados, se había
apoderado del "coloso del Norte", el cual daba sus pasos para una
organización de tipo severskyano. En esas circunstancias, habría
sido errado observar el problema con indiferencia, despreciando
tales puntos de vista, que conseguían adueñarse del pensamiento
vivo de la estrategia actual.
Han pasado los días... Miles de kilómetros distancian la "pre-
sencia" del Mayor de Seversky; sin embargo, su esencia" palpita
entre nosotros. Los ánimos de algunos continúan latiendo conforme
a las sentencias expresadas por él, y, lo que es más grave, suponen
que su metro calza para esta tierra, con igual validez que es exacta
medida para el superindustrializado hemisferio del Norte.
Sin el menor prestigió; con el simple derecho de la duda, he
querido observar el panorama bélico desde la mira empleada por
Severaky, para luego enfocar el mismo panorama, detrás del cata-
lejo del marino, del anteojo del oficial terrestre, de la lupa del ló-
gico. .. No fuera a suceder que el autor aludido, en su creencia de
aprehender la verdad, hubiese interpretado el asunto complejo de
Ja ¡guerra, desde un punto de vista más bien particular. Asimismo
—me dictaba la duda— tal vez era posible que él generalizara sin
razón suficiente, que las premisas de su silogismo se edificaran so-
bre bases supuestas, que por su mismo impulso innovador, des-
preciara escalones del "conocimiento", saltando de la duda y la
opinión, a una " certidumbre" que los 'hechos históricos se resistían
a acatar mansamente. Aun, era factible que hubiera exagerado,
tras el propósito de hacer más evidente el imperativo de mayor aten-
ción hacia una Fuerza Aérea Norteamericana, acaso postergada
injustamente por las otras dos Fuerzas conocidas.
Sin desear ir más lejos, y después de seguir la evolución de un
concepto aéreo que se basta a sí mismo, coloqué en la balanza de
mi discernimiento, en un platillo a un últraindustrialismo, y en el
otro a una industria incipiente... No había formas de guardar
equilibrio..... Mientras que para un caso los horizontes redondeaban
la tierra, en el otro chocaban con mares y, montañas. Aunque la
fantasía duplicara la fuerza ascencional, nuestro "techo" era. ba-
jo, ya que el impulso de nuestra economía nos limitaba el vuelo.
De ahí que decidiera entrar a analizar el "criterio Seversky".
¿Sería, la victoria, unidimensional? ¿Convendría despreciar a la
LA VICTORIA POR LA FUERZA... 43

histora y volverle la espalda a su principio básico de "éxito"


moldeado en las tres dimensiones? ¿ Será capaz, el hombre, de crear
un futuro, cortando de raíz la amarra del pasado? En las guerras
que vengan, ¿ podremos suponer a un bando omnipotente en el te-
Eténo técnico, y al otro, distanciado, sin que halle la herramienta
para neutralizar a esas puntas de lanza que cruzan el espacio y re-
gresan al nido, sin bases intermedias Entonces, concluí que el Ma-
yor de Seversky había imaginado una "ficción científica".

He aquí mi propósito:
Si el criterio aludido no cuenta con soportes de hechos compro-
bados: si es posible oponerle una ficción mayor, captada de la cien-
cia; si el adversario tiene un medio sutil ideológico, que por su con-
dición desmaterializado se sabe invulnerable a las bombas aéreas;
si, por último, la duda colectiva corroe los cimientos del edificio que
se pretende alzar, el Mayor de Seversky dejará de inquietarnos...
Y volveremos a respirar tranquilos, sabedores de que las dudas no
autorizan para destruir una organización, aniquilar conceptos de-
eficiencia probada y continuar el juego con una sola carta.

EL SILOGISMO DE SEVERSKY. — ANALISIS DEL MISMO..

1.—La primera premisa.


Con la finalidad expresada en el tema, y mediante el estudio
de la obra y la charla del Mayor de Seversky, vamos a presentar su
idea bajo la forma de dos premisas y de una conclusión.
La primera premisa puede indicarse así: La guerra se decidirá
por la Acción de la Fuerza Aérea. El Ejército y la Marina desem-
peñarán funciones de satélites.
La labor secundaria entregada a las dos viejas ramas de la-
Defensa Nacional, es una concesión de última hora del autor alu-
dido. En su libro, él había supuesto una contienda bélica de exter-
minio moral, en donde el vencido pediría la paz, sin que el vence-
dor quisiera concedérsela. Son sus palabras: "Con la precisión de
operaciones perfectamente planeadas, los gigantescos invasores del
aire golpean los centros nerviosos y las venas yugulares de una
gran nación. Ellos alcanzan sin dificultad los objetivos: centros in-
dustriales y fuentes de fuerza motriz, lugares de gobierno y depó-
sitos de combustibles, especialmente aeródromos y fábricas de avio-
nes... Comienza el tedioso e incesante proceso de destrucción to-
t a l . . . Bajo un nuevo bloqueo en forma de, cúpula, el enemigo es
gradualmente sofocado... Mientras prodigue el asalto y cuando el
país empieza a ceder por el bloqueo sofocante, una nación presa del
pánico se pregunta, ansiosa, si no llegó el momento de la invasión
por millones de soldados adversarios... Entonces, el pueblo prin-
44 MEMORIAL DEL EJERCITO.

cipia a comprender que no habrá "invasión" en el viejo sentido de


la palabra".
El autor es explícito, tal vez con el deseo de qué su idea no
acepte dobles interpretaciones. Así, él prosigue: "La voz de orden
ya no es ocupación, sino destrucción... El objetivo del enemigo no
busca la rendición. Es quebrar nuestra resistencia, destruir nuestra
civilización, reducir nuestras ciudades a ruinas, diezmar nuestra po-
blación y vernos resurgir de los destrozos, costosamente, dolorosa-
mente... El gobierno propone al adversario la cesación de las hos-
tilidades. Pero los atacantes no toman conocimiento de la propues-
ta. La finalidad de la guerra total es la total destrucción, y el con-
trario prosigue en la tarea macabra de devastación para alcanzar
«se objetivo, buscando él desaparecimiento de la nación como fac-
tor mundial, económica y políticamente, por generaciones y genera-
ciones".
Así reza la obra del Mayor de Seversky.
Aquel dantesco cuadro, según pronosticaba, era sólo la síntesis
de cuanto le podía ocurrir a su patria, cuando se hallaba en lucha
con Japón y Alemania. Los grandes bombarderos irían a cruzar
por sobre los dos polos y por los dos océanos, sin que se repitieran
los añejos conceptos de los "frentes de guerra" y "desembarcos
de tropas", que eran sólo resabios de una estrategia rutinaria. Y
si bien nada de eso ocurrió, en cambio sobrevino la prolija opera-
ción de Normandía, y la caída de Alemania por la ofensiva concén-
trica desde direcciones, todo ello condicionado mediante la ac-
ción conjunta desde tres dimensiones.
Ni éste, ni otros hechos, consiguen hacer vacilar a Seversky. El
sabe refutar y acomodar sucesos de acuerdo con su tesis. ¿Que la
victoria aliada se maduró conforme a los procedimientos de la es-
trategia clásica ? El asunto no cuenta pues, al acatar su método, el
triunfo habría sido alcanzado en menos tiempo y con menores pér-
didas. La historia no le alcanza y sólo la utiliza si se muestra de
acuerdo con su punto de vista; caso contrario, la interpreta a su
modo: Si la Luftwaffee fracasa en su ataque a Inglaterra, es porque
Hitler la había organizado para cumplir misiones subalternas de
"paragua aéreo". Si Cassino trae la duda de la eficacia del poder
destructor de la aviación, es porque ella no debe emplearse en ac-
ciones modestas, en donde interviene la topografía de un país mon-
tañoso.
Estos ejemplos pueden darnos la pauta del método Seversky.
Aquí yace la fuerza en apariencia lógica, de su razonamiento: El
Mayor de Seversky trabaja con hipótesis, y de ahí la invulnerabili-
dad de sus afirmaciones. Como su armadura es inmaterial, pues está
construida a base de "supuestos", los hechos no la hieren.. . Sólo
que con cimientos de tanta sutileza, no es justo edificar sentencias
absolutas,
LA VICTORIA POR LA FUERZA... 45

Ahora, me pregunto, observando a Berlín de la postguerra:


¿ Qué habría resultado si los occidentales, en la Segunda Guerra,
emplean su aviación de tipo severskyano, y el aliado oriental, apro-
vechándose de la victoria aérea, ocupa el escenario con su fuerzas
de tierra? ¿Acaso no era Rusia la que cosecharía el triunfo del
equipo, amoldando a la Europa según sus conveniencias, mientras
las democracias mirarían el cuadro desde su indisputado océano del
aire? .
El Mayor de Seversky no gusta del pasado; es "lo que puede
ser'', no "lo que ha sido", el trampolín desde el cual imagina y crea
su doctrina. Su solución no calza dentro del aforismo, para él ruti-
nario, de que el pasado es norte para hallar el presente y prever el
futuro. 'Las bases de sus juicios no aceptan la experiencia, pues por
dicho criterio sólo fomentaríamos un futuro servil, producto de un
pasado que ya cerró su ciclo.
Entonces, nos afirma que la Tercera Guerra será sin semejan-
zas a la guerra pasada: una pugna mundial de cortes nunca vistos,
en donde el contendor quedará aniquilado por el martillo aéreo,
que moverá una industria superdesarrollada.
Se abre paso, para ello, la segunda premisa.

2.—La segunda premisa.


La expresamos así: En la Tercera Guerra, la aviación de ma-
yor potencial hará suyo el océano aéreo y, atacando el corazón del
adversario, producirá el colapso.
Sirven de fundamento tres órdenes dé causas: de índole políti-
ca, de origen geobélico y de orden militar.
En cuanto a lo político, el autor atestigua dos conceptos de
vida que dimidian el mundo. Fuera de esos conceptos, no cabe lo
intermedio; las naciones del orbe tendrán que intervenir, pues no
asiste el derecho a ser espectador. El teatro de la lucha será el globo
terráqueo...
Para lo geobélico, Seversky nos explica lo que va a acontecer,
siempre que se obedezca su criterio: Desde Norte América, en don-
de están situadas las fajas del "deplazamiento" y de la "industria
aérea", partirán los ejércitos del aire hasta el plexo solar euroasiá-
tico y, con bombas de inmenso poder, lo destruirán. América del
Sur y Centro América, ¡constituirán la "trastienda aeronáutica",
que tonificará, con alimentos y materiales estratégicos, a la zona
vital de América del Norte.
Referente al asunto militar el escritor expresa que el "concep-
to estratégico" se ha modificado, pues, luego de conquistar el do-
minio del aire, cualquiera operación -de superficie se torna secun-
daria.
46 MEMORIAL BEL EJERCITO.

El Mayor de Seversky afirma su premisa con ejemplos tomados


de la Segunda Guerra: La resistencia y la victoria de la R. A . F .
en 'Dunkerque; el triunfo de los nacis en Noruega; el fracaso ale-
mán en su ataque a los cielos de Londres y centros industriales; la
caída de Creta... En éstos, y otros casos, el dominio del aire es el
antecedente, siendo la consecuencia la acción de superficie, por lo
cual él deduce la condición del triunfo por el poder aéreo.
Cuestión de apreciaciones.
Querer jerarquizar con las Fuerzas Armadas, sólo trae tropie-
zos. En ciertas ocasiones habrá una herramienta que destaque del
resto, o que, por su carácter, se la emplee primero; no obstante, en
el conjunto y hasta la decisión, las tres se complementan. Con igua-
les razones del Mayor de Seversky, podemos sostener que el bom-
bardeo aéreo marca, el ablandamiento, y que en la superficie se es-
tructura el final de una contienda bélica en donde el vencedor dicta
su voluntad y determina el éxito. Mas, nuestra idea es otra: consiste
en aceptar que en toda empresa armada se señalan períodos, tases-
consecutivas, y en cada uno de ellos, las armas se utilizan conforme
a sus principios. Nos parece muy cuerdo que la estrategia aérea ini-
cie las acciones: ¿Cómo, si así no fuera vamos a validar su condi-
ción de arma de la velocidad, facultada, por eso, para dar la sor-
presa y restringir al máximo Ja resistencia bélica del país conten-
dor? Sólo que concebimos que a la primera fase la seguirán las.
otras, en dónde estará claro que la victoria es fruto de la labor con-
junta desde tres dimensiones.
Seversky pide "el todo", para obtener "la parte"; lo que-
es una manera muy hábil de pedir. De ahí que sus sentencias se-
muestren absolutas y vulneren la lógica.
Citó sus argumentos para un triunfo exclusivo por el poder
aéreo: " E l hecho de que los alemanes fracasaran en el ataque
aéreo a Inglaterra no significa la imposibilidad, de obtener una,
victoria decisiva por medio de la fuerza aérea. Significa simple-
mente que Alemania no estaba suficientemente preparada para
conseguirlo. La afirmación de que la fuerza aérea puede, en cier-
tas circunstancias, ganar una batalla o una guerra, presupone, sin
duda, la estrategia, táctica y armas adecuadas para tal fin".
No estimo necesaria demostrar la falacia de dicho razonar;
es una "afirmación de negativa" que, por su naturaleza, nada
comprueba... Y como ésta, hay muchas en su libro.
Sigamos adelante en nuestro análisis.
¿En dónde está la esencia, el motivo profundo que conduce
a Seversky a sostener la tesis de una victoria aérea?. Su mira es,
a mi juicio, de índole financiera y, mejor, industrial: No habrá
"frente económico" capaz de sustentar a un respaldo armado
que satisfaga el monto que le exige Seversky para la rama aérea,
y que logre, asimismo, saciar las justas peticiones de las otras dos
¿LA VICTORIA POR LA FUERZA... 47

ramas. La industria no daría para tales pedidos desde tres direc-


ciones. ¿ Qué hacer, en ese caso ? La solución es clara: Destronar
estas ramas, negarles trascendencia, para entonar la otra. Y ese
temperamento haría que la industria estuviese orientada en un
solo sentido, pues el respaldo armado descansaría, entonces, sobre
una soda arista. .
Pero hay una valla difícil de salvar: Es la experiencia his-
tórica de que la ocupación del país enemigo marca el punto final
de una contienda bélica. Aceptar este hecho es consentir un triun-
fo en las tres dimensiones, y eso no le conviene al "criterio Se- '
versky".
El asunto no inquieta al citado escritor. El sale del apuro
enunciando una ley de perfil nunca visto: En las próximas gue-
rras habrá eliminación del pueblo contendor; ya no (habrá po-
sesión.
He aquí sus palabras: "¿El atacante tiene por objetivo la po-
sesión del país enemigó, o su eliminación como factor económico
y político? Respuesta consiguiente: "Cuanto más honda es la ci-
vilización y el orgullo nacional de un pueblo, tanto más estará él
expuesto; al método de exterminio, ya que tal pueblo difícilmente
se resignaría a la suerte de los vencidos". Y un consejo a Ingla-
terra, cuando se hallaba en lucha con Alemania: " E l objetivo de
guerra británico debe ser la destrucción de la economía germáni-
ca, con preferencia a su apropiación; bien fresco está todavía el
recuerdo de la manera cómo una Alemania batida y debilitada
consiguió rehacerse rápidamente, porque poseía el núcleo de una
civilización mecánica y orgullo nacional".
Desestimando el juicio apresurado referente al resurgimien-
to de Alemania por sus propios y exclusivos esfuerzos, nos interesa
destacar el significado de este concepto bélico de aniquilamiento,
que sustituye el clásico de ocupación o posesión.
Al respecto, nos hacemos las siguientes preguntas;
¿Puede, un continente, proseguir viviendo con una nación ani-
quilada, con un cadáver en su seno? ¿Puede, el mundo moderna,
continuar existiendo, sobre la ruina económica y política de un con-
tinente? Y, por último: ¿No es, acaso, cierta la interdependencia
industrial y económica de las diversas partes del globo?
El triunfo de Seversky es el suicidio...
3.—La conclusión del silogismo.
En el terreno de la lógica, cuando las dos premisas de un silo-
gismo se demuestran falsas, la conclusión no vale para el objetivo
de la comprobación.
Queremos, sin embargo, plantear el resultado a que llega Se-
versky, y también anotar el monto de exigencias que su idea re-
quiere si se lleva a la práctica.
48 MEMORIAL DEL EJERCITO.

La conclusión sería: Orientemos el impulso vital del bando de-


mocrático hacia el logro exclusivo de una Fuerza Aérea incontrarres-
table. Abandonemos la estrategia "aire, mar y tierra", de pasado
reciente, y optemos por la estrategia aérea interhemisférica, hecha
accesible para la aeronáutica moderna.
La petición es mínima, si tenemos en cuenta la organización
que Seversky planea para Estados Unidos. Su estructura es así:
a) 'Fuerza Aérea de Ataque, subdividida en Fuerza.de Bata-
lla, Fuerza de Bombardeo y Fuerza de Transporte. A ella pertene-
cen los grandes bombarderos, y sus auxiliares: los aviones de caza,
aviones de combate y aviones dé Convoy.
b) Fuerza Aérea de Defensa, que comprende: Comando In-
terceptador de Combate, Comando de Gazas, Comando de Persecu-
ción, Reconocimiento, Transporte Interno y Defensa Terrestre. Por
esta defensa serían controlados tres anillos: un anillo exterior, un
anillo intermedio y un anillo doméstico.
c) Fuerza Aérea de Cooperación, destinada a misiones tácti-
cas en provecho de problemas terrestres y navales.
El equipo aéreo, en cuanto a altitud, se dividirá en "fuerza
del nivel del mar" con techo hasta 9.000 metros, y "fuerza estra-
tosférica", desde ¡los 6.000 metros y hasta la estratósfera. Refe-
rente al alcance, se impone la necesidad de un radio de acción del
orden de los 10.000 kilómetros contados desde las fronteras de
América del Norte.
Con esto bastaría...
Nos parece curioso, y muy halagador, que Seversky consienta
en la tercera Fuerza, la de Cooperación.¿No se habían borrado
los frentes de batalla y la lucha en el mar? ¿Por qué esta com-
placencia?.
Lo cierto es que el autor cae en contradicciones^ En su obra
hay dos partes bastante diferentes: en una nos rechaza, niega
nuestro papel, habla de destrucción que obedece a un plan y no
de ocupación, procrea una victoria partida desde el aire y defini-
da ahí; en otra nos soporta, nos suministra aviones y hasta olvida
llamarnos fuerzas auxiliares. En donde alcanza el máximo el con-
traste es cuando, al pretender la autonomía de la Fuerza Aérea
Norteamericana, expresa textualmente: "La segmentación artifi-
cial de nuestra Fuerza Aérea es fuente de malentendidos y com-
petencia jurisdiccional entre el Ejército y la Marina. La elimina-
ción de una disposición anacrónica ayudará a hacer de esas dos
armas y de la otra arma independiente, un grupo de tres, que po-
sea confianza en sí mismo y recíprocamente'".
¿Hay derecho a dudar de una persona que tiene un pensa-
miento tan flexible?.
Frente a esa conclusión del silogismo, mucho podrían agregar
los, técnicos de la sociología, de la geopolítica y de la economía.
LA VICTORIA POR LA FUERZA... 49

Como yo no lo soy, quiero abrir el paréntesis, para que otros lo.


cierren.
De llevar a la práctica el criterio Seversky, y a fin de produ-
cir esa arma que él pregona nos dará la victoria sin ayuda de otras.
o afianzará la paz por su supremacía, sería necesario que la nación
entera estuviese orientada a su estructuración. Sabemos cuánto-
puesta vaciar la economía y la industria de paz, en industria de
guerra, y eso que, hasta el; momento, se persigue obtener un poten-
cial armado de tres instituciones, en donde las tres ramas, más su-
aspecto logística, tienen su aplicación en la fase prebélica. Esta di-
ficultad se amplificaría si la transformación mirase a un solo can-
to, a una institución. Al recordar la industria que trabaja, en pro-
vecho de las fuerzas terrestres y de las fuerzas marítimas, no co-
rresponde hablar de "intereses creados". Es una situación que, al
modificarla, desquiciará el sistema de vida nacional.
¿Cuál es la perspectiva de la paz de Seversky? Para el bando-
vencido, el panorama es claro: destrucción sistemática de su base
económica, de su valer político, de su raíz social. ¿Y para el vence-
dor? ¿Cómo va a transformar una industria de guerra superdesa-
rrollada y unidimensional, en industria de paz, después de la vic-
toria? No desconocemos los males que origina un período bélico, y
eso que la preguerra iba a la formación de un bloque triangular.
¿Qué nos resultaría con un respaldo armado de tipo severskyano?
¿Deflación, cesantía, muerte por consunción?
Cualquier economista nos podría decir que la "paz severskya-
na'' es mejor no vivirla...
4.—Apreciación de conjunto.
Hemos analizado la tesis de Seversky, siguiendo, paso a paso,
sus concepciones básicas, escritas en su libro y en trabajos de pren-
sa, y dictadas en charlas.
Ahora, reunimos nuestras apreciaciones.
Sentencias de Seversky.
a) No hay fundamento alguno, ni ejemplo en que asirse, para
pontificar que la clave del triunfo es el "poder aéreo".
b) No es justo imaginar que se hayan suprimido los frentes de
batalla y la guerra marítima. Si hay ocupación, la estrategia pla-
neada desde tres dimensiones sigue siendo esencial.
c) No puede concebirse una victoria a base del aniquilamiento
del país contendor, mediante un bombardeo que logre eliminar su
cimiento político y raíz económica. La interdependencia de las par-
tes del globo, impide suponer un triunfo de esta índole.
M. del E. 4.
50 MEMORIAL DEL EJERCITO.

d) La experiencia adelanta que un desequilibrio de potencial


aéreo, aun de 5 a 1 en el "caso polaco", y hasta de 6 al en el "ca-
o de Francia", no resuelve el problema, y siempre se precisa la
acción de superficie.
e) La organización que Seversky reclama para su Fuerza
Aérea, impone remover el cimiento industrial que rige en el presen-
te, en el marco mundial y en el nacional. Los efectos se advierten
de índole imprevisible.
Situaciones inadvertidas

a) Imperativos físicos, y de orden matemático, aceptan el


principio: "a mayor extensión, menor concentración". Y la terce-
ra guerra, que nuestro autor prevé, tiene por escenario, en el bando
-oriental, a casi todo el Asia y gran parte de Europa. El mismo lo
-expresó, cuando enjuiciaba a China, y vale recordarlo: "Los posi-
bles objetivos de bombardeo están esparcidos a través de un país
inmenso, y no concentrados, como en Inglaterra, Alemania o Esta-
dos Unidos, en pocos puntos... la guerra total, de los aires, contra
un pais o región poco desarrollados, es ilusoria'''.
b) A un avance técnico, a una creación, hay la contra respues-
ta del grupo contendor. Y todo el fundamento del "criterio Se-
versky" para darnos el triunfo, está en un bombardero dé gran
radio de acción y gran capacidad. ¿Por qué no "suponer" —afi-
ción severskyana— que el contrario es capaz de hallar una aerona-
ve o un medio de evitar la peligrosidad dedichos mastodontes? En-
tonces, el asunto no tendría remedio, ya que sacrificamos, creyén-
dole a Seversky, a las otras dos ramas: Ejército y Marina.
c) El autor crea un arma de índole material. Sólo que el ad-
versario está empleando otras armas, de "carácter sutil y aun más
peligrosas, que actúan en la sombra, bajo la superficie, y minan-
con doctrinas al terreno enemigo.

REALIDAD DEL MOMENTO.


1.—Observación desde otros miradores. .
Para rebatir a Seversky, no deseamos emplear citas de hom-
bres de superficie". Sabemos que él los desaonocería, enjuiciándolos
que poseen mentalidades de "línea Maginot".
Por eso, acudiremos a personajes responsables de la técnica y
estrategia aeronáuticas.
Al:Sr. Rentschler, constructor norteamericano de motores de
aviación, se le pregunta si, en las, exigencias por imponerse a los
motores, deberán considerarse operaciones en una zona restringida
del globo, o a gran distancia, en el mundo entero. Su respuesta es
¿LA VICTORIA POR LA F U E R Z A . . . 51

clásica tridimensional: "Nuestro Ejército, Marina y Fuerza Aérea,


deben estar en una posición táctica capaz de constituir una defensa,
apropiada en cualquiera parte del mundo".
El General Sturgis, ingeniero de aviación de los Estados Uni-
dos, imaginando un futuro conflicto, expresa textualmente: "Las-
primeras etapas de la guerra —en el futuro previsible, al menos-—
incluirán una encarnizada lucha alrededor del Globo con vista.
a apoderarse de bases en regiones situadas dentro del radio opera-
tivo practicable de la nación enemiga. Esta lucha exigirá operacio-
nes combinadas de aire, mar y t i e r r a . . . "
En conocimiento de les proyectos del Estado Mayor Aéreo, los
ingenieros de aviación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, es-
tablecieron las siguientes conclusiones: "Durante cierto número de
años venideros, no habrá guerra automática a base de proyectiles
de largo alcance. Por ahora, el empleo de nuestra Fuerza Aérea no
puede basarse únicamente en el bombardeo intercontinental a gran
distancia. Por lo menos durante los próximos cinco años, las bases
intermedias en ultramar o en zonas menos accesibles del Hemisferio-
Occidental, seguirán constituyendo una necesidad ineludible para,
realizar operaciones de gran alcance con superbombarderos pesa-
dos o con bombarderos medianos (B. 29) que operen desde el He-
misferio Occidental..."
Con estas tres citas, advertimos que el Mayor de Seversky no-
logra aún convencer a sus mismos entusiastas colegas norteameri-
canos, y, tal vez, la razón provenga de que éstos afrontan una res-
ponsabilidad seria... Curioso sería que el famoso escritor hubiese-
conquistado sus más fieles discípulos en aguas extraterritoriales...

2.—La Aviación y la Estrategia actual.


Cuando los años enfrían los locos entusiasmos juveniles, nos
parecen inconcebibles las rivalidades de armas. Sin embargo, des-
pués de cada guerra, criterios reposados vuelven a discutir sobre-
supremacías institucionales, en el marco más amplio de la defensa
nacional.
El asunto no tendría importancia, si no fuera por los perjui-
cios que origina en el entendimiento colectivo y en el enlace moral
e intelectual del frente bélico.
¿Qué trascedencia tiene la Aviación en la estrategia actual ?
De la respuesta dada a esta interrogante depende la confian-
za recíproca de las Fuerzas Armadas. La subestimación de una, ha-
rá que ella se sienta defraudada y reclame lo que lógicamente es.
de su derecho; asimismo, la sobreestimación repercutirá desfavora-
blemente en las restantes.
Con Ja experiencia de la Segunda Guerra, con los avances téc-
nicos de la era presente, nadie puede desconocer el valer efectivo
52 MEMORIAL DEL EJERCITO.

de la Fuerza Aérea como factor de la victoria. Donde observemos,


sea en Polonia, Francia, Noruega, Balcanes, Italia, Japón y Alema-
nia, comprobaremos la verdad de dicha afirmación. Sin exclusivis-
mos, y con alegría, hemos tenido que corregir, de nuestras concep-
ciones estratégicas, que el triunfo no es asunto único dé superficie,
y que la lucha en las tres dimensiones representa la realidad del
momento. Ya no hay movilidad, ni centro de gravedad ni comu--
Tiieaciones, si no se cuenta con la seguridad aérea, que protege y'
entona las operaciones terrestres y marítimas y cubre las activida-
des de la vida nacional. Ahora, los hambres de superficie, no sólo
miran al frente y a los flancos cuando planean sus resoluciones,
pues sobre ellos pesa una tercera dirección vulnerable: el envolvi-
miento vertical.
Sin embargo, no por estas confesiones impuestas por los hechos,
es" justo sostener que la victoria- es unidimensional y que, en los
factores del triunfo, hay jerarquías y posiciones de servidumbre
estratégica. Cada fuerza juega su papel y condiciona el resultado
general, en conformidad a sus características, y la "decisión es hoy,
más que nunca, obtenida por la feliz coordinación tridimensional.
Nuestro criterio, al sostener tal juicio, no se basa en suposicio-
nes o hipótesis, sino que está respaldado por la experiencia. ¿No
imaginamos ni advertimos las conquistas de la técnica "aeronáutica ?
Lo hacemos; pero diferenciando a la ilusión, de la especulación
consentida; al ensueño, de la imagen realista.
En el tranquilo paisaje militar chileno, no es éste un asunto
que valga para divorciar los ánimos. Antes que eso, corresponde
deducir otras conclusiones de mayores alcances, y la que, a mi en-
tender, mejor encajaría, es de que un mando estratégico de educa-
ción moderna precisa de una elasticidad y de una preparación in-
telectual que ya no pueden darlas los horizontes recortados de una
institución.

3.—Las situaciones geobélicas son particulares.


El espíritu humano individual, quizás con el deseo de despren-
derse de las limitadas proyecciones dé sus asuntos domésticos, gusta
de abrazar teorías fantásticas por lo desmesuradas, sin detenernos-
a pensar si ellas calzan en el modesto panorama ambiente. Es lo
que ocurre con las situaciones y soluciones geobélicas de las gran-
des naciones, tal vez ajustadas a la magnitud de los factores que
las originaron, pero imposibles de aplicarse a otros horizontes me-
nos abarcadores.
Hacia donde miremos; concluímos que tina doctrina de guerra
y la, consiguiente organización del respaldo estratégico, precisan
responder a una geografía, a una economía, a un medio social y a
un conjuntó vecinal que caracterizan, reunidos, al país que las adop-
LA VICTORIA POR LA FUERZA. 53

ta. Es así como Alemania estudió su problema e ideó, en vista de


su posición amenazada desde dos frentes, de sus materias primas
limitadas y de sus adversarios despreocupados e ilusos, un sistema
de guerra relámpago. Y fue así también que Inglaterra, poseedora
de un dilatado imperio colonial, con una industria orientada a lo.
náutico y aéreo,-y segura en su isla por el coeficiente que, en tal
sentido, .podía darle el ejercito francés, inclinó la balanza de sus
presupuestos a la consesución de una Marina y de una Fuerza
Aérea que le permitieran pesar seriamente en el terreno bélico
europeo.
Estados Unidos de Norteamérica tiene, asimismo, en el momen-
io actual, su problema geobélico. Los perfiles del mismo son de tal
magnitud que contornan el globo, y su potencialidad es de tales
alcances que le autorizan la solución del caso. Hay, dentro de los
factores, una industria base desarrollada al máximo, que sirve de
sostén a formidables fuerzas armadas.
El cuadro chileno es de índole bastante diferente. La visión
nacional geoestratégica queda detenida, por una cordillera y un
desierto, y aun observando telescópicamente desde el más atrevido
picacho andino, nuestro suelo está rotulado con la denominación de
"trastienda aeronáutica". Nuestros más hermosos y fecundos ob-
jetivos van tras la ¡búsqueda de da trilogía "pan, techo y abrigo", y
los mejores esfuerzos se amasan para superar una economía de tipo
semicolonial.
¿Nos retrata o encaja, en estas condiciones, la "concepción Se-
versky"? ¿'En dónde se. halla la base industrial que permitirá es-
tructurar una Fuerza Aérea omnipotente,, que dé paz y sosiego y
nos cubra con su escudo protector? ¿Acaso no se combinan, armó-
nicamente, costas y cordilleras, valles y lagos? Y esta anguila geo-
gráfica, ¿tiene ya sus venillas de comunicaciones mínimas vitales,
como para creer que nos espera el transporte de propulsión a
chorro?
. No sería necesario abordar el triste asunto de compararnos con
Estados Unidos, si no fuera que algunos, entusiasmados por la pré-
dica profética del Mayor de Seversiky, han estimado advertir la
solución de nuestro problema, mediante la panacea por él ideada.
El ameno conferenciante "vino, no vio, y predijo", deleitándonos
con su charla, arrullándonos con esperanzas, pero, desgraciadamen-
te, dejando después de su partida, una estela de inquietudes diso-
ciadoras... Va siendo tiempo de sacudirse y liberarse de su influen-
cia hipnótica, y mirar de nuevo, sin los cristales amplificadores del
entusiasmo apasionado, la realidad de Chile.
54 MEMORIAL BEL EJERCITO.

"GENESIS DE LA DICTADURA"

Entre las múltiples consecuencias de la ataraxia del ejecutivo, vamos a


notar sólo dos, que influyeron decisivamente en los acontecimientos que incu-
baron la dictadura dé Carrera. La primera es el retardo en la preparación
militar del país "y sus efectos morales." Este factor, que ha pasado enteramen-
te inadvertido de los historiadores, fue, sin disputa, el que más pesó en el
curso de los acontecimientos entre 1810 y 1814. Si durante el primer año de
la revolución, el tiempo que malgastaron los bandos en aniquilarse, los violen-
tos en perseguir españoles y los políticos leídos en idear reformas, se hubiera
empleado en crear un ejército eficiente de cinco mil hombres con su armamen-
to y su dotación de oficiales, Chile según todas las probabilidades, no habría
conocido la dictadura de Carrera ni los amargos días de la Reconquista. El
efecto moral de una fuerza efectiva, habría tornado patriotas a la gran masa
de los indecisos y a los dos tercios de los españoles, dándoles la certidumbre
de que nada podía Abascal contra el nuevo estado. Y, junto con robustecer la
revolución y tornarla invencible, habrían afianzado al gobierno, ofreciéndole
una amplia base de opinión y de elementos de orden, tranquilos y fáciles de
manejar, en qué apoyarse. La debilidad, la conciencia de que bastaban mil
hombres de línea bien armados para dar en tierra con el régimen patriota,
retrajo al enorme grueso de los que querían un gobierno criollo, de compro-
meterse en la aventura, reanimó los sentimientos realistas de los que lo tolera-
ban y privó al gobierno de los cimientos que requería para su estabilidad''

(De "Historia de Chile", por I1. A. Encina, tomo V I ) .


LA NACION Y SU DEFENSA. 55

LA N ACIO N Y S U D E F ENS A
I—LA PREPARACION DE LA DEFENSA NACIONAL.
EL PLAN DE ACCION

Si recordamos lo anteriormente tratado con respecto a la se-


guridad nacional, podríamos sintetizarlo expresando que ello tu-
vo por motivo central, precisar las responsabilidades frente a este
problema y plantear la forma de resolverlo. Siguiendo el método
expuesto u otros que se determinarán con el mismo fin, se llega-
rá por su intermedio, a precisar cuál es el problema concreto de
la Defensa Nacional y cuáles serían, en líneas generales, las nor-
mas que deberían seguirse para abordar su solución con posibi-
lidades de buen éxito. Quedaría, sin embargo, por abordar otro
problema "que, como veremos, no es menos complejo: la efectiva
preparación y realización de la Defensa Nacional de acuerdo con
la idea fundamental que precise la "Doctrina".
Esto supone considerar numerosas materias, entre las cuales
sólo enunciaremos las fundamentales para poder plantear y des-
arrollar una forma de resolver las cuestiones que implican. Las
agruparemos por ' T r e n t e s " según cuales sean las actividades a
las cuales atañen.
En lo que respecta al "Frente Exterior" corresponderá pre-
cisar de acuerdo con los antecedentes, fundamentos y normas de
la "Doctrina".
¿Cuál ha de ser la actitud que adopte el país frente a los
problemas mundiales, regionales y ¡vecinales? ¿Con qué países
debe estrechar vínculos especialmente cordiales ?. ¿ Qué compromi-
sos puede suscribir? ¿ Qué derechos debe hacer respetar o por lo
menos defender en las conferencias internacionales ? etc., etc.
En cuanto al Frente Económico:
¿Hacia qué campos debe orientarse su economía para lograr
bienestar social y progreso, afianzar o mantener su independen-
cia?' ¿De qué recursos dispone para ello; cuáles debe procurarse
en el exterior, con qué medios? ¿Qué sistema financiero conviene
a su finalidad económica? ¿Qué intereses económicos debe, en con-
secuencia, servir la política exterior? etc., etc.
El Frente Interior deberá definir:
¿Se dispone del potencial humano requerido para el desarro-
llo de la economía nacional? ¿Reúne éste las condiciones morales,
intelectuales y físicas indispensables? ¿Satisface la división poli-
56 MEMORIAL DEL EJERCITO.

tica y administrativa del país? ¿Qué orientación debe recibir


nuestro sistema educacional? ¿Nuestra legislación? etc., etc.
Finalmente preocupará esencialmente al Frente Bélico:
¿Está el país en condiciones de preparar y mantener las Fuer-
zas Armadas que le permitan afianzar eventualmente con la fuer-
za sus derechos? ¿Qué magnitud y capacidad debe tener para
ello? ¿En qué plazos sería posible disponer de dichas fuerzas? ¿Qué
cooperación deben presentarle para ello los otros frentes? etc., etc.
Este breve e incompleto cuestionario permite, someramente,
apreciar la magnitud y complejidad del problema que plantea la
seguridad nacional y la imposibilidad de que la "Defensa Na-
cional" sea estudiada y resuelta exclusivamente por las Fuerzas
Armadas. También nos demuestra que la Defensa Nacional no pue-
de ser improvisada y finalmente, que su solución conveniente su-
pone una preocupación' y actividad constante: '' Planes'' que per-
mitan alcanzar los objetivos con la ayuda del tiempo.
Conviene además hacer notar, antes de establecer la forma
de abordar la realización de la Defensa Nacional, la necesaria
coordinación que deberá existir entre los diferentes "Frentes",
en relación con los diversos problemas que aquella implica.
Evidente es la correlación qué debe existir entre las activi-
dades del "Frente Exterior" y el "Frente Bélico" ya que la ac-
ción de éste no será sino la continuación de la acción del prime-
ro, con medios más violentos. Por' otra parte, el Frente Bélico, en
vista de las posibilidades económicas y el potencial humano, la
mayoría de las veces sólo será capaz de hacer frente a ciertas
posibilidades o hipótesis de guerra, esto es, a conflictos que se
presenten demarcados por circunstancias bien concretas. Si estas
variaran en vista de una errónea orientación diplomática, sería
muy problemático que una Fuerza Armada afrontaba con buen
éxito una situación para la cual no ha sido preparada o no ha
sido posible prepararla. Un tal fracaso "político" acarrearía sin
duda alguna la derrota militar.
Aspecto semejante puede hacerse notar igualmente entre el
Frente Económico y el Frente Bélico. Si por ejemplo, para lograr
una conveniente preparación y dotación de las Fuerzas Armadas
se invirtieran sin limitaciones las "divisas" de que dispone el país
para su desarrollo económico, se dispondría indudablemente de
una, poderosa Fuerza Armada, pero se correría el riesgo, en caso
de conflicto, que el debilitado, Frente Económico no pudiera man-
tenerla durante la lucha. Sin embargo deberá tenerse siempre
presente que, si un conflicto es inminente, cualquier sacrificio de
la nación en beneficio de las Fuerzas Armadas está plenamente
justificado. La peor catástrofe económica es sin lugar a dudas,
una guerra perdida.

,
LA NACION Y SU DEFENSA. 57

Evidente resulta también la íntima relación que debe exis-


tií entre la preparación de los Frentes Económico, Bélico e Inte-
rior, ya que esté último debe procurar el potencial humano para
la herramienta económica y militar, satisfaciendo exigencias de
número y calidad.
Lo expuesto basta para hacer notar la importancia de una
bien coordinada "planificación" de la Defensa Nacional a ba-
se de le- que podría denominarse un "Plan de Acción Nacional"
el que comprendería:
Un Plan de Política Exterior.
Un Plan de Economía de Defensa.
Un Plan de Organización Civil, y
Un Plan de Preparación Bélica.,
Antes de terminar el análisis de este problema de la seguri-
dad nacional, es indispensable hacer notar que este "Plan de
Acc. Nacional", que como objetivo fundamental persigue la coor-
dinada preparación de la Defensa Nacional en los cuatro frentes,
no puede desentenderse de la ineludible necesidad de atender al
bienestar y progreso nacional. No se trata en consecuencia de so-
meter al país en forma indefinida a una movilización para la gue-
rra, sino que, muy por el contrario, de aprovechar económicamen-
te su natural y normal desarrollo en tiempo de paz, para tonifi-
car en forma progresiva y sin mayores sacrificios su defensa.
Por último, cabe hacer presente que la "planificación" a la
cual someramente nos hemos referido enceste capítulo, es la lógi-
ca, tarea de las Secretarías de Estado agrupadas según los cuatro
frentes. Los "Planes" que ellas desarrollen deberán ser sancio-
jiados por el Poder Legislativo, el cual deberá igualmente aprobar
las "leyes" destinadas a realizar los Planes.
Este coordinado esfuerzo en todos los campos de la actividad
nacional, fuera de cumplir con los imperativos de una Defensa
Nacional efectiva, satisfaría sin duda alguna, una aspiración
nacional.
II.—LA METODICA PREPARACION DE LA DEFENSA NA-
CIONAL FRENTE AL DERECHO Y A LA POLITICA INTER-
NACIONAL Y FRENTE A LAS DOCTRINAS POLITICAS.
El derecho de cada nación a defender su soberanía está am-
pliamente reconocido en todas las conferencias y tratados inter-
nacionales. Su preparación no puede, en consecuencia, ser obje-
tada, mientras se mantenga en relación con esta finalidad, esto
es," no se adopten medidas de carácter ofensivo que tiendan a
imponer hegemonías.
58 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Es evidente que resulta difícil distinguir el carácter defen-


sivo u ofensivo de las. medidas tendientes a preparar la Defensa
Nacional y en la mayoría de los casos, esta dificultad ha provo-
cado las denominadas "carreras armamentistas", consecuencia
de una política internacional de carácter individualista: Cada
país tiende a fundamentar su seguridad en sus propios medios.
Esto induce, una vez más,-a recalcar la influencia de la po-
lítica internacional en la preparación de la Defensa Nacional y
la incuestionable ventaja, sobre todo económica, que implica un
sistema defensivo internacional. Sin embargo, la organización de-
un tal sistema, sólo resulta de utilidad práctica, si las naciones
que lo integran, definen claramente sus objetivos, derechos e in-
tereses y subordinan éstos a un objetivo, derechos e intereses co-
munes y se comprometen a afrontar idénticos riesgos y sacrificios
para defenderlos. Las complejidad y dificultad de resolver estos.
problemas, con franco y sincero espíritu de cooperación, está so-
bradamente demostrado por la historia.
El sistema planteado, de organizar y preparar la Defensa Na-
cional, considerándola como un problema de carácter integral, que
debe ser resuelto coordinadamente en cada uno de los frentes en
que pueden agruparse las actividades nacionales, ofrece optimis-
tas perspectivas para organizar "sistemas defensivos internacio-
nales". Esta afirmación se basa en las siguientes razones:
a) Para lograr un acuerdo sobre un tema determinado, es
cuestión previa que cada una de las partes sepa perfectamente
qué objetivos persigue y cuáles son sus razones o fundamentos.
Esto se logra gracias a una bien planteada y resuelta "Doctrina
o Política de Defensa".
b) Conocidos los objetivos, derechos e intereses dé cada una
de las partes con respecto a una materia determinada, existe la po-
sibilidad de establecer su similitud o antagonismo y la de fijar ob-
jetivos, derechos e intereses superiores y comunes. Si cada nación
interesada en formar un sistema defensivo internacional tiene de-
finida su "Política de defensa" y la plantea con franqueza y sin-
ceridad, se abren entonces las posibilidades de establecer un obje-
tivo más amplio, que respete y sirva los objetivos parciales, eviden-
temente más modestos.
c) Si las ventajas de una asociación o federación, que implica.
un sistema defensivo, se buscan no sólo en el campo militar, sino
que se coordina la acción defensiva en los campos políticos, eco-
nómicos y sociales, en la misma forma como se ha planteado el pro-
blema de seguridad nacional, evidente que una tal asociación o fe-
deración, tendrá una utilidad práctica definida.
Lo expuesto basta para establecer que la "planificación" de
una Defensa Nacional sobre la toase de una solución integral, re-
sujta no ser opuesta al derecho internacional y favorece una po-
LA NACION Y SU DEFENSA. 59

lítica que tienda a lograr un sistema defensivo regional más o me-


nos amplio.
Cabría aun por dilucidar, si la "planificación" de una Defen-
sa Nacional integral, resulta contraria a determinadas doctrinas po-
líticas por la función directora del estado que ella implica, no solo
materia "política" y "militar", sino que también en asuntos "eco-
nómicos" y "sociales". En este sentido debe reconocerse en pri-
mer término que este sistema o procedimiento de planear y lograr
la seguridad nacional, en nada lesiona el ideal democrático, siem-
pre que se respete en su realización, las normas y preceptos cons-
titucionales y legales. El hecho que el Estado desempeñe una fun-
ción orientada a dirigir y coordinar una acción que se geste en for-
ma legal, no contradice en principio doctrina política alguna, sino
que muy por el contrario, tiende a estimular su organización de
acuerdo con los imperativos de la hora presente: Capacidad téc-
nica. De éste se desprende como consecuencia lógica, que para abor-
dar el problema de la Defensa Nacional, no es necesario una evolu-
ción política doctrinaria, sino que solo basta dar al Estado una
estructura tal, que pueda abordar con eficiencia su función direc-
tora y de coordinación de las actividades nacionales. Se trata en
consecuencia de resolver un problema orgánico.

III.—EL PROBLEMA ORGANICO DE LA DEFENSA


NACIONAL.

El problema orgánico de la Defensa Nacional radica en buscar


una estructura del Estado; que facilite el estudio, solución y rea-
lización de una bien concebida "Doctrina o Política de Defensa".
Característica de esta solución orgánica debe ser:
1.° Que ella no sea obstáculo para el cumplimiento de otras
funciones de gobierno.
2.° Que ella contravenga disposiciones constitucionales y le-
gales vigentes, salvo que efectivos beneficios impongan modificacio-
nes substanciales a este respecto.
3.° Que ella no cree una burocracia especial, destinada exclu-
sivamente al estudio, solución y realización de las tareas que di-
gan relación con la Defensa Nacional.
4.° Que ella asegure una labor continuada y facilite en lo po-
sible la labor del gobierno en general.
Organización que daría satisfacción a estas exigencias sería,
tal vez, la siguiente:
El Presidente de la República, como Director' Supremo de la
Defensa Nacional, requerirá necesariamente un órgano asesor y de
trabajo que Je permita estudiar y resolver sobre todos aquellos
asuntos que se sintetizan en una Doctrina o Política de Defensa Na-
cional. En la actualidad este organismo existe y está representado
60 MEMORIAL DEL EJERCITO.

por las Ministerios o Secretarías de Gobierno. Para encauzar una


labor de investigación, estudio y planificación coordinada, sería
conveniente si, que este "Ministerio" se reagrupara según los cua-
tro frentes, esto es, según los cuatro rubros específicos en que es
posible clasificar las actividades nacionales.
Así tendríamos que para la reunión de antecedentes, para ha-
cer su análisis y estudio, para encontrar una solución o planear
una realización en materias relativas:
Al Frente Exterior, laboraría el Ministerio de Relaciones Ex-
teriores;
Al Frente Económico, trabajarían bajo la tutela del Ministe-
rio de Economía, las secretarías de Hacienda, Obras Públicas,
Agricultura y Tierras y Colonización.
Al Frente Interior, actuarían bajo la acción coordinadora del
Ministerio del Interior, las Secretarías de Educación, Justicia, Tra-
bajo y Salubridad, y
Al Frente Bélico, laboraría el Ministerio de Defensa Nacional.
Una "Secretaría General de Gobierno" aseguraría la acción
coordinada de todo el Ministerio, en beneficio de todas las materias
relativas a la Defensa Nacional u otras que igualmente requieran
la concentración de todos los esfuerzos hacia un mismo objetivo.
Para revisar y aprobar el trabajo elaborado por este organis-
mo asesor y de trabajo el Presidente dispondría de un órgano de
consulta o Consejo Superior de la Defensa Nacional, integrado por
los Secretarios de Gobierno, directores de cada Frente y por los
técnicos que en cada caso particular (según la materia de que se
trate) ¡se justifiquen. .
De acuerdo con las "Directivas" que emanen de da Secreta-
ría General de Gobierno, esto es, según la orientación que haya
resuelto darle el Presidente.de la República a los problemas de la
defensa, en vista de los resultados obtenidos en el Consejo Supe-
rior, los "Directores" de cada " F r e n t e " disponen la elaboración
de los "Planes" por los organismos que de ellos dependen, según
la especialidad ¡técnica de éstos.
Éstos "Planes" y los correspondientes proyectos de leyes que
los pondrían en vigencia, previa aprobación del Consejo Superior
de Defensa, serían elevados al Parlamento para su discusión y san-
ción, de acuerdo con las modalidades que la trascendencia y natu-
raleza que de las materias impongan.
Es evidente, que también en lo que respecta a estas materias.
sería conveniente una reestructuración de los organismos de la ad-
ministración pública, de suerte que, facilitando una dirección uni-
taria, se permitiera una realización descentralizada pero coordina-
da de sus actividades. No es posible pretender, sin mayores ante-
cedentes, dar normas particulares sobre esta materia; sin embargo,
LA NACION Y SU DEFENSA. 61

cabe hacer presente que en general, para una correcta orientación


de las actividades de cada Frente será indispensable que Se dis-
pusiera
. a) De un órgano central de información, que reuniera antece-
dentes y estadísticas que sirvan de base a los estudios de los pro-
blemas que deben abordarse;
b) De un órgano de planificación, que estudie y resuelva los
problemas a base de los antecedentes recopilados y trabajados que
le proporcione la Central de Informaciones respectiva; ,y
c) De un órgano director encargado de dirigir y controlar la
realización de las medidas de gobierno, de acuerdo con las leyes
que se promulgasen.
Consejos de Política Exterior, de Economía, y de Política In-
terior', constituidos por Jefes de Servicios, y Técnicos que en cada
caso aconsejase disponer constituirían organismos asesores y de con-
sulta de cada Director de un Frente.
El Director del Frente Bélico se asesoraría por el Estado Ma-
yor de las Fuerzas Armadas. '
Esta organización que tiene el mérito de no crear un nuevo
servicio, sino que de aprovechar los existentes reestructurándolos
en forma que permitan una coordinada y eficiente labor "técni-
ca", sin duda no obstaculizan, sino que facilitan la acción de Go-
bierno, cualesquiera que sean las tareas a las cuales las circunstan-
cias obligan dar atención preferente y no, solo a las medidas que
implique la preparación de la Defensa Nacional.

IV.—LA ORGANIZACION Y PREPARACION


DE LAS FUERZAS ARMADAS.

El análisis de este problema de la Defensa Nacional no resul-


taría completo, si no divulgara ciertos conceptos de organización
militar que deben ser conocidos por todos los ciudadanos y espe-
cialmente por aquellos que deben procurar a las Fuerzas Armadas
los medios para que se organicen, mantengan y desarrollen pro-
gresivamente, de acuerdo con las necesidades y posibilidades del
país.
Fundamental para la organización de una Fuerza Armada es.
que el gobierno precise su finalidad, esto es, establezca en "forma
concreta para qué eventualidad deben estar en condiciones de ac-
tuar, qué- circunstancias deberán ser capaces de hacer frente, de
qué medios dispondrán para ello y en qué plazo deberá ser alcan-
zada su eficiencia orgánica máxima.
Fuerzas destinadas a actuar exclusivamente en caso de con-
flictos armados o de alteración del orden público, esto es, en mo-
62 MEMORIAL DEL EJERCITO.

mentos especiales en la vida de los pueblos, entre los cuales sue-


len transcurrir largos períodos de inactividad, no pueden mantener
durante estos lapsos de tranquilidad su estructura de lucha, de-
nominada '' Formación de Guerra''. Son, por decir así, fuerzas que
se mantienen en estado embrionario, que en un momento dado
deben alcanzar, en plazos que las circunstancias actuales hacen
cada vez más cortos, su estado adulto. Esto sólo será posible si
durante los períodos de aparente inactividad, han preparado cui-
dadosamente todos los elementos que requieren para adquirir en
el más breve plazo su desarrollo pleno, para enfrentar con posi-
bilidades de buen éxito en sus -tareas específicas; ya sea en el
campo internacional o en el interno.
Entre sus elementos constitutivos se encuentran, sin duda al-
guna, muchos que sin mayores transformaciones o preparación es-
pecial, pueden integrar una formación de guerra, aprovechándo-
se sus actividades o usos en tiempo de paz; médicos, ingenieros,
funcionarios de la administración pública; instalaciones hospita-
larias, de abastecimientos y transportes; vehículos, maquinarias,
herramientas, etc., etc. Sin embargo, los más, son elementos hu-
manos y materiales especializados, que requieren preparación téc-
nica o característica específicas. Tales son sus cuadros profesio-
nales (oficiales y tropa), sus armamentos y el variado material
de guerra en general. De estos no se puede disponer en la canti-
dad y calidad requerida, sino que en plazos bien determinados,
ya sea por el tiempo que se requiere para su preparación profe-
sional o para su elaboración, adquisición y conocimiento adecuado.
Consecuente con lo expresado, la organización de paz de una.
Fuerza Armada, constituye una etapa del desarrollo de una For-
mación de Guerra, establecida como indispensable para que las
Fuerzas Armadas sean capaces, en un momento dado, de cumplir
sus misiones específicas. El plazo en que pueden desarrollarse pro-
gresivamente los elementos requeridos por la mencionada Forma-
ción de Guerra, dependerá de la situación política interna o in-
ternacional, según ésta haga más tímenos probable, más o menos
próxima una conmoción o conflicto, y de las posibilidades econó-
micas, financieras y sociales de la nación. Es evidente que resulta
difícil en la época actual, prever el plazo en el cual se requerirá
de una Fuerza Armada plenamente desarrollada, lo que induce a
considerar, por. razones de seguridad mínima, la conveniencia de
prepararla en el menor plazo compatible con las posibilidades na-
cionales. Esta medida resulta tanto más conveniente, si se tiene
presente que un país debe temer tanto más un conflicto o conmo-
ción interior, mientras más debilitado, mientras menos preparado
se encuentre para enfrentarlo.
LA NACION Y SU DEFENSA. 63

Aceptando este razonamiento, el problema aún no se despeja,.


especialmente en países que, como el nuestro, deben importar su
material de guerra (Armamentos, municiones, vehículos, medios
de telecomunicaciones, etc.), pues la completa preparación de su
Fuerza Armada sólo podrá lograrse si se tuviera y mantuviera en
el país los acopios del material que se ha enumerado, necesarios
para cubrir las necesidades de su Formación de Guerra. Estos
"acopios" envuelven sin embargo un peligro, el cual radica en
el hecho, de que adelantos científicos o técnicos pronto pueden
contribuir a que los elementos almacenados resulten anticuados,
comparados con los materiales que, con posteridad adquieran o .
fabriquen los probables adversarios. Las ventajas que a este res-
pecto alcanzan países que desarrollen su industria pesada es evi-
dente : capacitando a esta industria para adaptarse oportunamente
para satisfacer los requerimientos de material bélico, se le da in-
dudablemente una solución más adecuada y económica a este pro-
blema.
Queda además otro aspecto por considerar: la preparación de
los "Cuadros profesionales" de las Fuerzas Armadas. La masa
humana que integra un Ejército, si "bien no puede improvisarse
como combatiente, pueda, sin embargo prepararse en plazos relati-
vamente cortos, si su calidad física, moral e intelectual ha sido
una-permanente preocupación del Estado. Sin embargo sus '' Cua-
dros profesionales", esto es, la preparación del "mando" de las
Fuerzas Armadas en todos los escalones de su. jerarquía orgánica,
no puede improvisarse y supone conocimientos que no otorga nin-
guna otra profesión o actividad civil. Esto trae como consecuen-
cia que las "Plantas" de paz de un Ejército, Marina o Fuerza.
Aérea, a menudo no guarden relación con los contingentes que,.
de acuerdo con las posibilidades nacionales, anualmente se lla-
man a reconocer cuartel. El número de su personal en actividad
y el número de las reservas que se produzcan por las eliminacio-
nes anuales, deben guardar relación con las plantas que consulta
la "Formación de Guerra" que habrá de completar, cualquiera
que sea el número de conscriptos que este "Cuadro o Planta pro
fesional" anualmente debe instruir. El siguiente ejemplo aclarará
este concepto: Un Hospital Policlínico destinado a atender 1.000"
enfermos, deberá disponer lógicamente, de una " P l a n t a " de mé-
dicos, practicantes, enfermeros y enfermeras y auxiliares adminis-
trativos determinada, cualquiera que sea el número de pacientes
que tenga en un momento dado. A nadie se le ocurriría licenciar
una parte de este personal, si por razones fortuitas ha tenido, du-
rante 30 días sólo 500 enfermos, pero en cambio ha debido negar,
en otras épocas de epidemias, la hospitalización a numerosos en-
fermos. Tal sucede con una "Formación de Guerra"; ella exije-
para entrar en funciones, determinado número de personal técnico-
64 MEMORIAL DEL EJERCITO.

que en todo momento debe estar disponible, ya sea en actividad


o en la reserva, cualquiera que sea el número de conscriptos que,
por razones- varias, tengan que instruirse en un momento dado.
Aprovechar económicamente esta Planta Profesional indis-
pensable para servir una "Formación de Guerra", establecida
por razones que atañen a la "Política",es sin lugar a dudas un
imperativo. Sin embargo su aprovechamiento en otras activida-
des no debe desvirtuar su función específica, sino que permitir
se aprovechen sus condiciones de "mando" y "didácticas" en fun-
ciones secundarias de carácter utilitario: preparación de obreros
especializados, (cursos de tractoristas, Servicio Nacional del Tra-
bajo) para citar sólo un ejemplo. En todo caso la preparación y
mantenimiento de una Fuerza Armada debe estudiarse y resol-
verse de acuerdo con las características de cada país y sus posi-
bilidades, siendo determinante la Política de Defensa que se siga.
Hay sin duda varios sistemas o modalidades para formar eco-
nómicamente una Fuerza Armada capaz de cumplir sus funciones,
especialmente en lo que atañe a la formación y preparación de
su material humano y cuadros profesionales de reemplazo. Tal
finalidad puede lograrse con una bien orientada instrucción pre-
militar en las escuelas y el desarrollo de ciertas cátedras en 'las
Universidades. Estas medidas no cuentan sin embargo, la mayo-
TÍa de las veces, con la aprobación de la opinión. pública, que vé
en ellas, no una modalidad económica de abordar la solución de
un problema de la Defensa Nacional, sino que las manifestacio-
nes de una propaganda belicista.
Quienes profundicen los estudios que tan escuetamente se han
enunciado, comprenderán fácilmente que tal forma de apreciar
modalidades defensivas, ocasionan a una económica preparación-
de la Defensa Nacional.

V.—CONCLUSIONES.

A través de los diferentes capítulos de la presente exposición


se espera haber logrado que se acepte, como concepto fundamen-
tal de la seguridad nacional, que el problema de la defensa que
implica, interesa a la nación entera y es ella la que debe asumir
decididamente las responsabilidades. Es la nación la que decide
ir o afrontar una guerra; es ella la qué mantiene y sufre la lucha
y será también la Nación la que obtenga las glorias y ventajas
de una victoria y asuma plenamente las responsabilidades de tina
derrota. En tal sentido ningún ciudadano es ajeno a los proble-
mas de la defensa y debe por lo tanto interesarse por ellos, a fin
de que se resuelvan de acuerdo con los intereses generales de la
LA NACION Y SU DEFENSA. 65

colectividad. Esta es la forma en la cual debe afrontar su defensa


una nación democrática.
Igualmente se espera que se haya comprendido y se acepte,
que la función de la política exterior es directora en materia de
seguridad nacional y sus decisiones no pueden por ello desenten-
derse de las reales posibilidades defensivas de la nación. Las
Fuerzas Armadas actuarán sólo cuando lo exija la política exte-
rior y encauzadas hacia los objetivos que esta política les fija. La
Economía y política interior deben poder servir tal política. Las
posibilidades de una victoria o derrota de las Fuerzas Armadas
están condicionadas por estos conceptos esenciales. Sirva el si-
guiente ejemplo para aclarar una vez más estos conceptos:
En el "Box", los participantes de un encuentro, deben per-
tenecer a una categoría o peso determinado. La eficiencia que ca-
da boxeador adquiera en su categoría dependerá de la preocupa-
ción y atención que le prodiguen su manager y sus entrenadores
y naturalmente, de sus condiciones físicas, morales e intelectuales.
Consideremos que un boxeador haya logrado, gracias a sus es-
fuerzos y a la preocupación de aquellos, cualidades de campeón
de peso pluma. ¿ justificaría esto para que su manager lo obligue
a enfrentar a un peso pesado y a vencerlo? ¿Sería lógico y huma-
no que una vez derrotado fuera tildado de incapaz y sancionado
por su derrota?
Para terminar, se estima haber desarrollado una labor pri-
maria de Defensa Nacional, si las materias expuestas han logrado
interesar y han despertado inquietudes de estudio. Significaría to-
do un éxito si el futuro demostrara que el problema de la Defen-
sa Nacional, dejó de ser asunto reservado a los militares y "ta-
b ú " para los civiles, a fin de que todos en armonía y patriótica
labor de conjunto, lograrán hacer menos onerosa y más efectiva
nuestra Defensa Nacional.
Departamento de Publicaciones del E. M. G. del E.

" E l bravo brigadier O'Higgins reúne los batallones 7 y 8; el comandan-


te Cramer y Conde, forma columnas cerradas de ataque, y con el 7 a la ca-
beza carga a la bayoneta sobre la izquierda enemiga" y pone en fuga al ba-
tallón Chiloé y al Talavera, mientras que '' el coronel Zapiola al frente de
sus escuadrones 1.9, 2.° y 3.9, con sus comandantes don José Melián y don
Manuel Medina, rompen su derecha, y todo fue un esfuerzo instantáneo''.
(Parte oficial del general San Martín, después de
la Batalla de Chacabuco).
M. del E. 5.
66 MEMORIAL DEL EJERCITO.

O'HIGGINS, EL MEJOR AMIGO DE SAN MARTIN

"Señor don Juan Antonio Bauza.

Grand Bourg, 9 de junio de 1843.

Mi mas querido amigo y bravo patriota:

Loado sea Dios, que ha prolongado sus días, y yo espero nos los continua-
rá a ambos, para que tenga el placer de abrazarlo, en su feliz patria, para
donde ya hubiera partido, si la repentina muerte de uno de mis mejores ami-
gos, no me hubiera dejado encargado de la tutela de sus hijos, y cuyo encargo
no me es dado abandonar, sin cubrirme de oprobio y de la más negra ingra-
titud: así es que, en el momento mismo que el menor de estos niños llegue a
su mayoridad, que será de aquí a cuatro años, me dirigiré a Chile con toda
mi familia, con la firme resolución de dejar en él mis huesos.

¡Qué podré decir a Ud. de la muerte de mi mejor amigo, el General


O'Higgins! Esta es una de aquellas pérdidas que dejan por toda la vida sen-
timientos muy penosos. Yo he escrito a su Sra. hermana, y ahora lo hago por
duplicado, ignorando si aun permanece en Lima o bien ha regresado a Chile.
Mi salud ha sufrido mucho desde el año 1837, pero en el día me he res-
tablecido ;' sin embargo las piernas comienzan a flaquear, pero no dudo que
con el benigno temperamento de Chile y la sociedad de mis viejos amigos,
mis días se prolonguen en tranquilidad y contento.
A Dios, mi rancio y querido amigo, sea Ud. tan feliz como lo desea su
invariable.

José de S.n. Martín.

(De "Nuevo Ziz-Zag", de 9. VII. 949., carta dirigida a


Santiago y cuyo original pertenece a la familia Crucha-
ga Tocornal).
DE NUESTRO CANJE

ES NECESARIO MEDITAR
SOBRE EL PROBLEMA DE LAS RESERVAS
De la revista "INFORMATIONS MILITAIRES"

Las circunstancias producidas por la ocupación alemana y las


dificultades consiguientes, han creado una solución de continuidad
asi absoluta en la instrucción de las reservas de 1940 a 1948.
El problema de las reservas que se presenta en el ejército no
es ya, como en períodos normales, un sencillo problema de conser-
vación y perfeccionamiento, sino sobre todo, un problema de ins-
trucción y de formación tendiente a transformar en unidades or-
gániaas aptas para la guerra, urna masa poco o nada instruida:.
Esperando que esta situación sea restablecida, es necesario con-
siderar un período transitorio cuya duración dependerá de los me-
-dios disponibles y de la masa por instruir. El presente estudio tie-
ne por objeto emitir una opinión sobre este problema.

A.—OBJETIVO POR ALCANZAR


Es necesario:
—Mantener los reservistas ya formados (reservistas que han.
lecho la guerra desde 1940 y ciases llamadas desde 1945) ;
—Instruir la masa restante.
—Repartir el total, según necesidades del servicio.
En el primer lapso, teniendo en cuenta las posibilidades, el
problema planteado es sobre todo, un problema de selección. Lo
que importa es, sacar de la masa, los cuadro y los especialistas in-
dispensables, para la ejecución del plan dé movilización.
La búsqueda, la formación y por fin la constitución en uni-
dades orgánicas del personal retenido por el ejército, exigen un plan
de conjunto que tienda a realizar una instrucción obligatoria y
esencialmente práctica y que permita una utilización inmediata en
caso de movilización.
68 MEMORIAL DEL EJERCITO.

B.—RECURSOS DE LAS RESERVAS

En términos generales, el cuerpo de oficiales y suboficiales de


reserva, materializado en 1939, está inadaptado a las necesidades
actuales, a causa de la paralización de la instrucción, de la suspen-
sión de los adelantos y del envejecimiento natural desde 1940. Es
así como, entre los cuadros conocidos, un tercio puede considerarse
anticuado y otro tercio no tiene ninguna experiencia de- la guerra
moderna.
El empadronamiento emprendido por las Subdivisiones en lo
referente a oficiales de reserva y por las Direcciones regionales! de
Reclutamiento, en lo que concierne a los aspirantes, suboficiales y
demás individuos de tropa de la reserva, ha permitido recobrar
el contacto con una gran parte de los cuadros.
Este trabajo ha puesto en evidencia la anomalía de aquellos
aspirantes de reserva que, llamados en las Subdivisiones a recibir
instrucción junto con los suboficiales de reserva, no son conocidos
administrativamente sino par el servicio de Reclutamiento. Algu-
nos detentan su grado desde 1940 y aún antes; su caso está actual-
mente en estudio y será resuelto en algunos meses más.

C—PROBLEMAS DE INSTRUCCION
1.—Repartición de las reservas
El personal de las reservas está especialmente llamado a for-
mar parte de las fuerzas de intervención, de las fuerzas regionales
y a proporcionar las reservas disponibles.
La repartición entre estas diferentes categorías depende del
Plan de movilización, pues es este el que condiciona el conjunto
de los reservistas, (edad, grado, especialidad, arma o servicio) por
formar y mantener.
El problema de las reservas disponibles (1) debe ser resuelto
desde el tiempo de paz. Es importante, en efecto, si no se quiere
repetir los pasados errores y se desea, por otra parte, evitar inúti-
les faenas de instrucción (las reservas disponibles, movilizadas en
su puesto, no teniendo sino que participar en la autodefensa del
establecimiento en que trabajan), fijar temprano, la repartición
de los reservistas entre las formaciones, por una parte, y el sector
civil, por otra.
Será indispensable, además, proceder a efectuar cambios de
arma en función de las especialidades de los interesados, ya que
(1) Es de esperar que estas no sean designadas como tales, sino cuando
hayan dejado de pertenecer a la disponibilidad.
ES NECESARIO MEDITAR SOBRE... 69

ciertas armas sufren déficit, sobre todo si se las sitúa en el marco


de una movilización regional; deberán igualmente preverse cam-
bios de institución.
Esto requiere pues:
—Conocimiento exacto de los reservistas, tanto desde el punto
de vista de las aptitudes militares, como desde el profesional.
-—Procedimiento de instrucción de acuerdo con su nueva des-
tinación.
2.—Procedimientos de instrucción
Antes de abordar este estudio, conviene prescribir ciertos mé-
todos de instrucción que no constituirían remedios radicales o que
han sido desterrados por la experiencia, como ser:
—Las Escuelas de perfeccionamiento establecidas antes de la
guerra.
Su rendimiento es insuficiente, porque la enseñanza militar es
allí demasiado teórica y no se considera bastante a los especialis-
tas ni las destinaciones de movilización.
—Las sesiones de información o de propaganda.
Además de que los reservistas jóvenes no se interesan comun-
mente por ellas, esta información, si bien tiene por objeto princi-
pal la instrucción, pertenece exageradamente al dominio de las ge-
neralidades, para rendir sus verdaderos frutos. Es esta la razón
por la cual estas sesiones no pueden representar en general más que
un aporte de orden moral o psicológico, que permite mantener el
contacto con una categoría bien determinada de auditores.
Parece más razonable considerar períodos obligatorios de sufi-
dente duración (25 a 30 días) dirigidos enérgicamente. Pero, para
obtener un rendimiento satisfactorio, es necesario disponer de cua-
dros instructores y de medios materiales importantes, así como de
fondos que permitan dar una instrucción acelerada esencialmente
práctica. La falta de instructores puede, sin embargo, ser compen-
sada dividiendo esta instrucción en dos fases:
Primera fase: durante la cual se formarán los oficiales de re-
serva, los comandantes de sección y ciertos especialistas;
Segunda fase: interesante para la masa de los reservistas, par-
cialmente bajo las órdenes de aquellos formados durante la primera
fase.
a) Instrucción de oficiales de reserva, comandantes de sección
y especialistas.—Pasemos revista a los medios de que debe disponer
el ejército para ello:
1.°—-Cuerpos de tropa. La solución que consistiría en desarro-
llar esta instrucción en los cuerpos de tropa es inadecuada a causa
de los precarios medios de que dispone actualmente el "ejército. La
penuria de éste en cuadros instructores, las cargas que pesan sobre
70 MEMORIAL DEL EJERCITO.

él, su repartición independiente de la demografía, las dificultades


que de ello resultarían para coordinar la instrucción, son otros fac-
tores desfavorables que demuestran que los cuerpos de tropa no
bastan para esta tarea.
2.°—Las Escuelas (escuelas de cuadros y de aplicación de las
armas). Su saturación casi constante no les permite emprender una
instrucción vasta de los reservistas. Sería interesante, sin embargo,
utilizar los cuadros instructores escogidos y el material, de instruc-
ción dé estos establecimientos durante los períodos de menos tra-
bajo, en instrucciones especiales, (telecomunicaciones, observación
aérea, mecánica, etc.).
Por otra parte, con ocasión de su paso por Eos campos de ins-
trucción, cierto número de oficiales de reserva podría ser instruido
por el personal de estas escuelas.
3.°—Los campos de instrucción. Parece posible organizar cam-
pos especiales de instrucción donde los oficiales de reserva serían
preparados según su especialidad, a ritmo acelerado. Es la fórmula
más provechosa, pero necesita medios muy abundantes en perso-
nal y material (procedimiento americano de instrucción "en se-
Tie").
4.°—El Servicio militar preparatorio puede desempeñar un pa-
pel importante en esta instrucción, pues su implantación esencial-
mente regional le permtie -por el conocimienrto que tiene de los
cuadros de la reserva— participar efectivamente en la búsqueda
y en la selección que debe preceder a los ¡diversos períodos en el
programa de generalidades: diplomas de comandantes de sección,
especialidades tales como paracaidismo, automovilismo, radiotele-
grafía, etc.
b) Instrucción de suboficiales y tropa.—Esta sería emprendida
en el curso de una segunda fase de instrucción por los cuadros de
reserva instruidos en el curso de la primera, retozados por perso-
n a ! en servicio activo de los cuerpos de tropa o del Servicio militar
preparatorio y por cuadros de reserva que hayan hecho la guerra
desde 1940.
Para esto los cuadros de reserva prepararían esta instrucción
con ayuda de cierta documentación entregada durante su período
(cartillas, apuntes), y por medio de un control realizado durante
sesiones preparatorias de instrucción.
Las unidades de reserva constituidas de preferencia en los cam-
pos de instrucción recibirían una instrucción esencialmente prácti-
ca (tiro, instrucción de combate, etc.) con el mismo material de
guerra que emplearían durante la movilización (dotaciones de gue-
rra).
Al fin del período de instrucción estas unidades deberían ser
capaces de participar en ejercicios en el terreno y de hacer vida
de campaña.
ES NECESARIO MEDITAR SOBRE... 71

La idea matriz de estos períodos sería que la instrucción en las-


unidades bases de maviltización, constituidas desde tiempo de paz,
es la condición esencial para obtener reservas fogueadas y movili-
zables en el mínimo de tiempo y que cada hombre y muy especial-
mente cada suboficial o especialista debe ser entrenado y empleado
en su puesto de movilización.
3.—Mantenimiento de la instrucción
Acabamos de estudiar la manera de reconstituir nuestra cuo-
ta de personal instruido, pero será necesario mantener esta he-
rramienta en condiciones, cuando lo hayamos conseguido.
Esta preocupación se dirige especialmente :
1) A los cuadros aptos y movilizables;
2) A las clases que han sido instruidas en el curso de los
períodos ya mencionados;
3) A los reservistas que han participado en campañas pos-
teriores a 1940;
4) A las clases jóvenes instruidas desde 1945.
Ciertos períodos podrán efectuarse según un ritmo deter-
minado :
a) En los cuerpos de tropa para los reservistas destinados a
las fuerzas de intervención. Estos vendrían entonces a llenar, los
déficits de efectivos, sin constituir una carga excesiva para es-
tas unidades.
b) En los campos de instrucción o en las unidades de cuadros
del servicio militar preparatorio para los reservistas destinados a
las fuerzas regionales. .
Estas medidas serían ventajosamente completadas, para las
categorías más interesantes de reservistas, con una participación
efectiva en los ejercicios de los cuadros en servicio activo, en
los ejercicios de cuadros, en sesiones de instrucción y de infor-
mación acertadamente organizadas y en cursos de especialidades.

D.—MEDIOS NECESARIOS
El ejército activo está en condiciones de emprender y de
llevar a cabo la instrucción de las reservas, pero ¿es capaz de-
afrontar la instrucción propiamente dicha de la masa que no ha
recibido noción alguna de la guerra moderna o de las clases sin
instrucción? Es permitido dudarlo y el hecho de que estas cla-
ses no hayan sido todavía convocadas parece confirmar esta opi-
nión. Si la necesidad de reemprender esta instrucción básica fue-
ra reconocida, sería necesario mejorar al máxima el rendimien-
to de tal empresa, por una concentración máxima de los esfuer-
72 MEMORIAL DEL EJERCITO.

zos en campos de instrucción organizados especialmente con per-


sonal idóneo y suficiente material de instrucción.
Bajo esta hipótesis, se podría establecer en el cuadro del
plan de movilización y en relación con las obligaciones legales
de los reservistas, así como de las posibilidades del ejército, un
plan de conjunto de formación de las reservas, escalonado en
varios años y tendiente a asegurar:
—La instrucción de los reservistas por medio de su paso por
las unidades en servicio activo;
—La instrucción de la masa restante por períodos en los
campos de instrucción.
Tal plan debe conducir evidentemente a:
—Un programa de acondicionamiento, de mantención y de
renovación del material de instrucción. Es en efecto esencial, ins-
truir y entrenar el personal de las reservas con el material que
será llamado a emplear en la hipótesis de un conflicto;
—Un presupuesto de las reservas en relación con la ampli-
tud del objetivo perseguido.

E.—GESTION Y MOVILIZACION DE LAS RESERVAS

I.—Planteamiento del asunto


A consecuencia de la desaparición de los centros de movili-
zación, el personal de las reservas depende:
1) De las Subdivisiones (oficiales de reserva).
2) De las Direcciones regionales y Oficinas de Reclutamien-
to (suboficiales y tropa de reserva).
Estos organismos carecen de personal para dirigir a los re-
servistas y, eventualmente, proceder a su movilización. De suer-
te que no solamente no pueden controlarlos, sin que tropiezan
con las mayores dificultades para mantener al día, los informes,
documentos y archivos que se relacionan con sus aptitudes mi-
litares.
Parece, pues, poco razonable instruir a los reservistas para
devolverlos al seno de organismos que no están en condiciones de
dirigirlos y movilizarlos.
No parece deseable tampoco volver a la solución 'de los cen-
tros de movilización, bajo la forma que tenían en 1939. La rapi-
dez con que se desencadena un conflicto no permitiría, a los mo-
vilizados, llegar a sus unidades alejadas (desorganización de los
transportes) y comprometería la integración de las unidades y
formaciones.
ES NECESARIO MEDlTAR SOBRE... 73

II.—Solución propuesta
La movilización debe, pues, efectuarse, en principio, con un
plan regional, con una máxima descentralización y dirigirse la.
instrucción en este sentido.
Al efecto, es esencial crear en las Regiones, un organismo ca-
paz de tratar los problemas de gestión, repartición, destinación e-
integración de las reservas con vistas a la movilización.
Este organismo se apoyaría:
—En los cuerpos de tropa en lo concerniente a las fuerzas de-
intervención ;
—Y por intermedio de las Subdivisiones en los batallones de-
instrucción del Servicio Militar preparatorio que, por su implan-
tación ampliamente descentralizada y su contacto con los reser-
vistas, estarían aptos —después de un ligero refuerzo— para tra-
tar el problema de alistamiento de las fuerzas regionales.

CONCLUSION

Problemas por resolver


De la exposición precedente, se deduce que los problemas que
permiten allegar una solución al asunto de las reservas son:
1.°—Problema de selección y destinación. Efectuados los cam-
bios de arma necesarios, los reservistas movilizables serán clasi-
ficados en relación con su grado, edad, aptitudes militares, espe-
cialidades, lugar de residencia y, por último, con las destinaciones.
especiales que resulten de las necesidades de la movilización in-
dustrial.
Ellos podrán ser repartidos entonces, a excepción de las re-
servas disponibles, en las unidades del interior en las cuales po-
drán efectuar su ciclo completo de instrucción.
2.°—Problema de instrucción y de mantenimiento. Deberá esta-
blecerse un plan preciso de instrucción y de mantenimiento de las
reservas, en función de las posibilidades actuales del ejército.
La instrucción debe efectuarse en las unidades constituidas, se-
gún los datos del plan de movilización. No estando actualmente los
cuerpos de tropa en condiciones de asegurar la totalidad de esta
tarea, con éxito, parece que la fórmula de los- campas de instrucción
es la más conveniente.
El mantenimiento podría, por el contrario, qstar asegurado pa-
ra las fuerzas de intervención en los cuerpos de tropa, por las fuer-
zas regionales en el Servicio militar preparatorio.
En todo caso, la organización y en particular las colocaciones;
y las fechas de convocatoria deberán ser previstas de tal suerte
74 MEMORIAL DEL EJERCITO.

que los beneficiarios saquen de ellas un provecho real, al mismo


tiempo que un estímulo moral.
La instrucción debe recomendarse desde de la base para todos
los individuos que' no hayan hecho vida de campaña desde 1940.
Debe ser obligatoria. Como dato ilustrativo, se puede admitir que
apenas un décimo de los oficiales de reserva han demostrado in-
terés por las sesiones facultativas de información y de manteni-
miento organizadas desde 1945. La mitad, al menos, de los asiduos
no era utilizable en campaña.
3.°—Problema de administración. Es necesario prever el alis-
tamiento de organismos territoriales descentralizados que tendrían
como misión especial:
—Dirigir, seleccionar, movilizar este personal de la reserva.
4.°—Problema de material. Siendo actualmente demasiado redu-
cidos, los medios materiales del ejército, es esencial disponer de
elementos de instrucción en cantidad y calidad suficientes para
asegurar uña instrucción y un mantenimiento convenientes.
5.°—Problema de presupuesto. Es necesario prever un presu-
puesto en relación con la amplitud del objetivo perseguido.
6.°—Problema de coordinación: Debe designarse una autoridad
encargada de establecer y de poner en ejecución un plan de con-
junto de instrucción de las reservas en relación con las necesida-
des de la movilización y en estrecho enlace con todas las Asocia-
ciones, Uniones y Federaciones.
(Traducción del teniente coronel Oscar Soriano Besoain)

"Excmo. Señor, las reflexiones que hace el teniente coronel don Bernar-
do Cuevas en carta que a V. E. adjunto, sobre el interés que debe tener el ene-
migo de posesionarse de la villa de Rancagua son muy conformes a razón y
a lo mismo que otra vez tenía insinuado a V. E. sobre el particular. El pue-
blo de Rancagua es de suma importancia para aquél y para nosotros no hay
otro igual en todo el Reino. Se puede hacer en él una vigorosa defensa sin
exponer mucha tropa, ni aventurar la acción aun cuando nuestras fuerzas
sean la quinta parte menor. Estamos todavía en tiempo de poderlo salvar,
pero para ello se han de activar tanto las cosas que antes de dos días pueda
marchar el Ejército hacia aquel destino.—Maipo, septiembre 14 de 1814.—
Bernardo O'Higgins".

(De " L a Patria Vieja", por Augusto Orrego Luro).


LOS 25 PRINCIPIOS QUE TODO... 75

LOS 25 PRINCIPIOS QUE TODO OFICIAL


NORTEAMERICANO DEBE CONOCER

1.—El trabajo operativo y de inteligencia requiere ser centralizada'


y la responsabilidad de su 'ejecución, recaer en una bien de-
terminada autoridad.
Las oficinas de Estado Mayor, con responsabilidad y auto-
ridad para la preparación de órdenes tácticas o estratégicas y su
impartición en nombre del jefe, como aquellas encargadas de ac-
tividades de inteligencia (l) (incluyendo la recolección, valua-
ción e, interpretación de la información concerniente a un enemi-
go real o posible y la diseminación de la información resultante),
deberán trabajar como equipo único. Solamente si las órdenes e
instrucciones se hallan en consonancia con la información reco-
gida o disponible, se podrán tomar medidas ventajosas frente a la
situación y capacidad de un enemigo real o posible. La responsa-
bilidad de la coordinación inicial compete conjuntamente a las ofici-
nas de Estado Mayor, de Informaciones y de Operaciones. Cuando
las órdenes o requerimientos no se hallen en concordancia con las'
informaciones disponibles, debido a diferencias de puntos de vis-
ta, estas diferencias pueden ser resueltas por el Jefe de Estado»
Mayor, si es que está autorizado para ello y si no lo está, entonces,
por el propio Comandante. La responsabilidad y la autoridad fi-
nales descansan en el Comandante.
2.—Los oficiales superiores no pueden arriesgarse a dar nada por-
seguro en la información a los subordinados.
Las órdenes impartidas a los subordinados deben ser claras y
explícitas y tan breves como sea posible. Cuando más urgente es-
la situación, mayor es la necesidad de laconismo. Cuando se re-
quiere una acción definida, deberá impartirse una orden definida.
En la guerra nada debe presuponerse y ninguna presunción pue-
de ser autorizada sin una supervisión, con el objeto de asegurarse-
que han sido entendidas las intenciones del Comandante. Cuando
es necesario colocar a un subordinado en una posición en la cual
deberá actuar por propia iniciativa, el objetivo a ser alcanzado
Jebe especificarse claramente y además deberá ser munido de to-
da información al respecto.

(1) Servicio de Informaciones.


76 MEMORIAL DEL EJERCITO.

3.—Cualquier duda sobre si deberá darse o no información a los


subordinados, se resolverá en favor de suministrar tal infor-
mación.
La unidad de esfuerzo hacia un objetivo común, no puede
ser obtenida si los subordinados que tienen que actuar bajo su
propio criterio no son munidos de todo lo que es o pueda ser ne-
cesario que ellos conozcan. El secreto de la fuente de información
no deberá tomarse como una razón para no hacer conocer a los
Comandantes, para quienes es vital tal información. Mientras se
da la información, la seguridad de la fuente deberá ser asegura-
da. Es, por lo tanto, deber primordial de los Oficiales de Infor-
maciones (2) de todos los escalones de Comando, mantener a sus
Comandantes y a todos los otros que se hallan en la cuestión, bien
informados en cuanto a la situación y capacidad de un enemigo
real o posible. A falta de instrucciones de sus Comandantes, en
cuanto a lo que es recomendable hacer conocer a los Comandantes
subordinados, deberán tener en cuenta que es mejor errar por
dar mucha información, que dar poca.

4.—La delegación de \la autoridad y de la impartición de órdenes,


abarca el deber de inspección para determinar que el mandato
oficial es debidamente ejercido.
Los Comandantes subordinados deberán entender no sólo las
órdenes de sus superiores, sino también las intenciones que las
han inspirado. De esta manera las responsabilidades de un Coman-
dante y de su Estado Mayor no terminan al impartirse las órde-
nes. Deben asegurarse del recibo de las órdenes por parte de los
subordinados y de que ellas han sido entendidas y favorecer su
ejecución efectiva. Es una práctica sana reconocer como implíci-
ta en la delegación de la autoridad y en la impartición de órde-
nes, la responsabilidad de inspeccionar y supervisar, para deter-
minar que la autoridad delegada se halla bien administrada y las
órdenes son cumplidas.

5.—El cumplimiento de las órdenes debe ser cuidadosamente ob-


servado.
El principio de la supervisión de subordinados se halla bien
entendido. Deberá, sin embargo, acentuarse, que cuando un subor-
dinado está a tal distancia de su Comandante, que hace imposible
la supervisión personal, los planes de acción de los subordinados

(2) Se refiere al Servicio de Informaciones y del llamado de "Inteligencia".


LOS 25 PRINCIPIOS QUE TODO... 77

deberán ser cuidadosamente verificados para ase'gurar de que


coincidan con las instrucciones dadas. Por lo común, deberá darse
a los subordinados un concepto más completo de la situación y ca-
pacidad del enemigo. Deberán además emplearse Oficiales de En-
lace, como representantes del Comando Superior, los que, hallán-
dose bien informados en cuanto a la situación y a las intenciones
del Comandante, deben asegurar que el subordinado y el Coman-
dante tengan información completa y concordante y un mutuo
entendimiento de planes y órdenes.
Cuando el subordinado sé halla a mano, deberán realizarse
conferencias entre el Comandante Superior y los subordinados que
han de ejecutar sus órdenes, de manera que éstos puedan llegar
a un entendimiento correcto de los planes e intenciones del su-
perior y puedan interpretar correctamente las órdenes impartidas.
Dentro de libertad de autoridad! delegada a él, el Estado Mayor
debe supervisar la ejecución de los planes y órdenes y tomar las
medidas necesarias, con el objeto de cumplir las intenciones del
Comandante.

6.—El mantenimiento de la alerta debe asegurarse mediante repe-


tición periódica de las órdenes.
Planes y estimaciones de largo alcance, pueden ser vigoriza-
dos por repetición periódica. Continuamente deberán recordarse
las instrucciones, para asegurar su ejecución efectiva o su modi-
íicaeión al debido tiempo para ajustarse a un cambio en la situa-
ción. La repetición con el objeto de intensificar y asegurar la
alerta, es especialmente apropiada en situaciones 'críticas que se
extienden sobre un considerable período de tiempo.

7.—La complacencia y la vacilación están fuera de tugar cuando es


necesario una acción preventiva y decisiva.
Durante las relaciones tirantes que preceden a un estado de
guerra y en períodos de relativa calma en la batalla, es vital que
los Comandantes y Oficiales de Estado Mayor estén en alerta pa-
ra descubrir indicaciones de cualquier cambio de intenciones de
un enemigo posible o real. En tales momentos, el significado de
la información y aún hasta la ausencia de la misma, asumen im-
portancia grande e inmediata. Las dudas en cuanto a las proba-
bles intenciones del enemigo, deberán resolverse a favor de una
positiva y agresiva acción de su parte. Una aceptación ciega de
la continuidad del statu quo, puede ser fatal.
78 MEMORIAL DEL EJERCITO.

8.—La coordinación y la debida valuación de la información en.


tiempo de tirantez, debe asegurarse por la continuidad en el
servicio y la centralización de Va responsabilidad en oficiales:
competentes.
Una buena apreciación de la capacidad de un enemigo real o-
posible, requiere un estudio largo' y penoso, basado en el conoci-
miento detallado, logrado en la búsqueda coordinada de informa-
ción y en su debida valuación e interpretación, como en la distri-
bución de la información resultante. Esto indica la necesidad de
una oficina de informaciones central, unida o combinada, donde
actúa un equipo capaz y experimentado de personal de inteligen-
cia y contrainteligencia de los servicios interesados, el cual reú-
ne la. información del enemigo real o posible, la avalúa, interpre-
ta y distribuye a todos los Comandantes, oficinas y Cuarteles Ge-
nerales concernientes. Los cambios frecuentes en el personal de-
inteligencia' y contrainteligencia, acarrean la posibilidad de una
estimación e inteligencia errónea por parte de los Comandantes y,
lo que es más importante, puede destruir la plena confianza de
los Comandantes responsables en la inteligencia presentada a ellos.
Los Comandantes no disponen de mucho tiempo para hacer estu-
dios detallados que los lleven a firmes conclusiones en cuanto a
la capacidad del enemigo; por ello deben confiarse en sus Ofi-
ciales de Estado Mayor. Si, además, las oficinas de informaciones;
son incompetentes o carecen de la plena confianza del Comandan-
te, los resultados pueden ser desastrosos. Tal como se indica en-
el principio 1, la responsabilidad final, para asegurar la informa-
ción que él debe tener en cuenta en una situación particular y
sobre la cual debe basar sus decisiones para cumplir la misión que
un enemigo real o posible pueda realizar, descansa sin embargo-
en el Comandante.

9.—La inaccesibilidad del superior es fatal: nunca deberá poner


inconvenientes para aclarar instrucciones o dar consejos sobre-
cuestiones que están en duda.
Un Comandante deberá ser accesible a sus subordinados y de-
berá evitar cuidadosamente crear la impresión de que no lo es.
Deberá tener en cuenta que, ningún hombre tiene tari firme poder-
sobre su negocio o ha llegado a un entendimiento tan completo
como para no considerar las opiniones de sus subordinados. Un
Comandante no deberá ser intolerante acerca del pedido de acla-
ración por parte del subordinado; este contacto deberá ser alen-
LOS 25 PRINCIPIOS QUE TODO... 79

tado por el comandante, quien inducirá a sus subordinados a ha-


blarle con franqueza, no los reprenderá por opiniones equivocadas
y animará sus confidencias, para obtener un paternal dominio. El
Comandante que oye con consideración la opinión de sus subor-
dinados, hace que éste se sienta unido con él de la manera más
efectiva. Incumbe al Comandante subordinado, buscar una acla-
ración de cualquier duda de su parte, en cuanto al significado
de las órdenes recibidas, teniendo en cuenta la actitud del Co-
mandante Superior. Un Comandante deberá tratar siempre a sus
subordinados con la máxima consideración. Deberá ser rápido en
reconocer el mérito de ellos, puesto que ningún Comandante pue-
de esperar lealtad por parte de sus subordinados, si no lleva la
convicción de lealtad hacia ellos. En el Comando hay una ley in-
violable de reciprocidad.

10. —Las informaciones y su distribución.


El ejercicio de las funciones del Comando requiere imagina-
ción, visión y una apreciación intuitiva de los principios de gue-
rra. Cualquier procedimiento que limita la imaginación o la ini-
ciativa del Comandante subordinado, deberá normalmente ser evi-
tado. Es de capital importancia que los Oficiales de Informaciones
y Estado Mayor se hallen en posesión de un alto grado de recur-
sos, con el objeto de que toda información disponible pueda ser
cumplimentada y explotada, con el fin. de que los informes resul-
tantes puedan ser puestos a disposición de todos los Comandan-
tes, de manera tal que puedan hacer el más efectivo uso de ellos.
El secreto de ciertas fuentes de información no debe cegar a la
oficina de informaciones, en cuanto a su habilidad para distribuir
la noticia revelada; La fuente de información puede ser todavía
reservada, aun cuando la noticia sea dada a conocer a quiénes
es de vital importancia.

11. —Las comunicaciones deberán caracterizarse por la claridad, co-


rrección y propiedad.
Todo Comandante debe asegurarse de que entiende los deseos
e intenciones de sus superiores. No solamente deberá entender sus
órdenes, sino la intención que hay detrás de las mismas. Es esen-
cial en las órdenes que no haya obscuridad por parte de ningún
subordinado, del exacto significado de todos los términos utiliza-
dos. La utilización del lenguaje técnico o aún del técnicomilitar,
no deberá efectuarse cuando existe peligro de equivocarse. Es esen-
cial que las órdenes sean claras y precisas.
80 MEMORIAL DEL EJERCITO.

12. —Hay gran peligro en la ampliación descuidada de la informa-


ción recibida y deberán hacerse todos los esfuerzos posibles pa-
ra que él material recibido refleje el verdadera significado.
La práctica de ampliar mensajes recibidos en códigos, es un
procedimiento útil que se hace con el objeto de preservar el se-
creto de los códigos, pero al llevar a cabo esta dificultosa tarea,
es esencial que, mientras se protege el código, el significado del
mensaje no se pierda o altere. El descuido al ampliar mensajes,
conduce inevitablamente a la no comprensión de los mismos y dan
una falsa idea del significado original del texto. Para ampliar, el
principio guía, debe ser el de reproducir el correcto significado-
del mensaje, aunque tal cosa signifique comprometer el código.

13. —Los procedimientos deben ser lo suficientemente elásticos co-


mo para hacer frente a situaciones fuera de lo común.
Procedimientos inflexibles, que no pueden ser objeto de s u -
ficientes alteraciones como para satisfacer las exigencias de una
situación dada, conducen generalmente al fracaso El procedi-
miento a través de canales es normal y deberá ser seguido, pero-
no en cuanto a la extensión "that a grooved pattern", sin con-
siderar la demanda de una acción distintiva. La flexibilidad de-
berá caracterizar todas las operaciones y organizaciones milita-
res. La tentativa para seguir reglas preestablecidas, donde la si-
tuación requiere otras, puede ser fatal. Las decisiones militares-
se basan en la razón y en el juicio, que son el resultado de la com-
paración de ideas bien pensadas y no de un conjunto de métodos
preestablecidos.

14. —Restitución de información confidencial a un número mínimo-


de oficiales, pero no deberá ser llevada a cabo ai punto de
perjudicar el trabajo de la organización.
La base sobre la que se funda todo el trabajo de información,
es el deber de todo individuo y cuartel general, de transmitir
prontamente todos los ítems de la información enemiga, a escalo-
nes superiores, inferiores o paralelos a quienes les serán de valor.
La distribución abundante de material altamente secreto es peligro-
sa, pese a lo cual debe ser accesible a todos aquellos que necesitan
del conocimiento de su contenido. Mediante una hábil preparación,
la información contenida en un documento altamente secreto pue-
de ser dada a conocer y aún protegido el secreto de su fuente. Es-
to es particularmente importante, en cuanto se refiere a la distri-
bución de información concerniente a las capacidades enemigas. La
amplia distribución de tal información no compromete el éxito de
LOS 25 PRINCIPIOS QUE TODO... 81

la propia acción de un comandante. La información militar no


tiene ningún valor, a menos que llegue a poder de aquellos que tie-
nen necesidad de ella, en tal forma y en tal tiempo, que pueda ser-
vir a sus propósitos.

15. —Hay gran peligro de ser cegado por la propia evidencia.


El objetivo de cualquier comandante militar es engañar al ene-
migo en cuanto a sus intenciones. Como regla general, el engaño-
es realizado a través de actividades calculadas para dejar en la men-
te del enemigo ciertas falsas presunciones, con el objeto de que el
golpe que se aplique resulte sorpresivo. La propia evidencia jamás
deberé ser aceptada sin gran precaución y un comandante nunca
deberá olvidar que es responsable en todo momento de la protección
de sus fuerzas contra toda sorpresa desde cualquier dirección que
pueda ser posible, es decir, un ataque por tierra, mar o aire.

16. —Los oficiales deberán en todo momento dar a sus subordinados


los beneficios de información significativa.
Pocas cuestiones requieren tanto estudio en la guerra, como co-
nocer la cantidad de informaciones que es ventajas dar a conocer
a los comandos subordinados y qué cantidad debe ser ocultada. Co-
mo regla general, los oficiales de todos los cuadros y grados deben
tener en cuenta que la unidad de esfuerzos hacia un fin común,
no puede ser obtenida si los subordinados que tendrán que actuar
tajo su propio criterio, no son munidos de toda información que
deberán conocer. El éxito de una operación no debe" ser obstáculit
zado por precauciones secretas.

17. —Un oficial que elude familiarizarse en detalle con su organiza-


ción, deberá perder su responsabilidad.
Una de las cualidades esenciales para el éxito en el ejercicio
del mando, es el conocimiento profesional y. el entrenamiento. Estas
cualidades son de poco valor, a menos que el comandante los apli-
que para mejorar las condiciones dentro de su comando.
Esto requiere que él sepa qué es lo que hacen y qué es lo que
no hacen, pues, sus jefes subordinados. A medida que aumenta el
tamaño del comando, el problema del contacto personal entre el je-
fe y sus tropas se hace más dificultoso, pero no pierde en nada su
importancia. Es vital para el oficial general que ejercita un alto
comando, así como para el jefe de pelotón que conduce éste a la
batalla, conocer qué es lo que pasa en su organización El jefe que
M. del E. 6.
82 MEMORIAL DEL EJERCITO.

ha de obtener éxito, debe ser un jefe profesionalmente capacitado:


el comando y la conducción son inseparables.
¡Si más de un servicio se Halla comprendido en la defensa de
una posición, es importante que cada jefe conozca los planes y ope-
raciones del otro, de mañera que la defensa pueda ser eficientemen-
te coordinada. Puede resultar falsa la presunción, por parte de uno,
de que los otros están actuando correctamente, si no se realiza una
verificación previa.
18. —Puede evitarse el fracaso solamente por medio de la prepara
ción, para cualquier eventualidad.
La doctrina básica, de que solamente el jefe es responsable
de todo lo que su unidad hace o no hace, conduce al hecho de que
él mismo deberá estar siempre preparado para hacer frente a cual-
quier enventualidad, por más imposible que ésta parezca ser den-
tro de la capacidad de un enemigo real o posible. Lo que más pa-
rezca que un enemigo pueda realizar, no deberá conducir al jefe.
a descuidar la consideración de todas las posibilidades dentro de
la capacidad hostil enemiga.
Con el objeto de que un jefe esté a resguardo de toda sorpresa,
sus estimaciones, en cuanto a la capacidad del enemigo, deben ser
completas y seguras, sus medidas de seguridad deben ser adecuadas,
sus reconocimiento debe ser efectivo y requerir que todas las uni-
dades subordinadas estén listas para la acción en cualquier mo-
mento.. '
19. —Los oficiales, por iniciativa propia, nunca deberán oponerse a
las instrucciones oficiales.
Las órdenes claras y firmes son el resultado lógico de decisio-
nes definidas y seguras. Generalmente, son precedidas por largos
y detallados estudios por parte de los jefes subordinados, a través
de la cadena normal del mando. Cualquier traspaso de los canales
del mando, por conversación personal o cartas, deberá resolverse
solamente en las más urgentes situaciones.
Sin embargo, cuando esto se realiza, el estado mayor deberá
ser informado inmediatamente acerca de todas las decisiones toma-
das y de todas las órdenes impartidas puesto que si no resultará
una confusión, mala interpretación y un mal conocimiento de las
órdenes en el Estado Mayor.
20. —Los celos personales y oficiales harán naufragar cualquier or-
ganización.
La celosa adherencia a prerrogativas y el desinterés por parte
«de los jefes de hacer concesiones en favor del bienestar común, es-
LOS 25 PRINCIPIOS QUE TODO... 83

pecialmente cuando las fuerzas se hallen empeñadas en una misión


similar, conducen al fracaso en el cumplimiento de la misión. El
egoísmo nunca deberá dictar las acciones de un jefe o de un Oficial
de Estado Mayor.
21. —Los superiores deben, en todo momento, hacer que sus subor-
dinados estén adecuadamente informados e, inversamente, los
subordinados a los superiores.
La amistad personal y los contactos sobre una base social, ex-
celentes como son, no pueden ser utilizados como substituto para el
enlace de Comandos. Las altas responsabilidades de un jefe hacen,.
que las materias oficiales sean llevadas a cabo en términos oficia-
les, de modo de asegurar que todos tengan el mismo conocimiento
de la situación y que todo esfuerzo en el cumplimiento de uña ta-
rea que se tiene a mano, sea integrada y coordinada.
22. —Ninguna consideración deberá ser permitida como excusa en el
fracaso del cumplimiento de una tarea fundamental.
Sin considerar las varias responsabilidades de supervisión o ad-
ministración que recaen sobre un jefe, en virtud de su posición, su
responsabilidad fundamental es llevar a cabo su misión. Ninguna
excusa o explicación pueden justificar o siquiera atemperar su fra-
caso para cumplir tal misión. El ejercicio del mando produce una.
acción militar individual o colectiva por parte de los subordinados.
El jefe es responsable de todo lo que su comando haga o deje de
hacer. La introducción de un Estado Mayor no altera en nada esta
premisa básica de comando y responsabilidad. Los miembros del'
Estado Mayor asisten al jefe, realizando en su nombre. Tales deta-
Hes pertinentes a sus funciones de comando pueden ser delegadas
a ellos, pero el jefe retiene la plena responsabilidad como si ni exis-
tiera el Estado Mayor. El jefe que trata de entregar toda la res-
ponsabilidad a sus subordinados, no merece ejercer un comando.
23. —Los superiores deberán mantener informados a sus subordina-
dos en forma adecuada e, inversamente, los subordinados de-
berán mantener informados a sus superiores.
Él jefe es responsable de observar que su estado mayor y otras
oficinas subordinadas estén informadas de sus actividades como tal
Por medio de su Jefe de Estado Mayor, deberá asegurarse que las
informaciones y las operaciones del Estado Mayor se hallen coordi-
nadas y que haya una corriente suave e ininterrumpida de infor-
maciones desde los superiores a los subordinados y desde éstos a
los cuarteles generales superiores. Cuando es vital y urgente que
ciertas informaciones lleguen bien a los Comandos inferiores o bien-
84 MEMORIAL DEL EJERCITO.

superiores, deberán ser impartidas por los medios más rápidos, sin
considerar las prácticas usuales militares.

24. —La organización administrativa de cualquier establecimiento


debe ser designada para localizar fracasos y para indicar res-
ponsdbiMdades.
Un jefe, por medio de su, Jefe de Estado Mayor, debe tener
un procedimiento uniforme para el manejo de los papeles del Es-
tado Mayor. Debe ser simple y debe asegurarse que se mantenga
una lista de todas las personas que tienen acceso a los papeles, de
manera que pueda el jefe determinar definitivamente dónde buscar
la responsabilidad, en cuanto a la inacción o al fracaso en el cum-
pllimiento de las instrucciones. Esto se explica particularmente en
la utilización de asuntos muy secretos, desde que existe una ten-
dencia natural a sobreconsiderar el secreto de tales papeles.

25. —En una organización bien equilibrada hay correlación íntima


de responsabilidad y autoridad.
Siempre deberá haber una íntima correlación entre responsa-
bilidad y autoridad, porque es injusto investir a un jefe o a un
Oficial de Estado Mayor de la responsabilidad y no de la corres-
pondiente autoridad. Un jefe deberá dejar en claro a sus subordi-
nados, quien, puede ejercer el comando en una emergencia durante
su ausencia. La sucesión en el 'Comando, se hala claramente defi-
nida en los reglamentos. Es de capital importancia, en vista de los
progresos atómicos y otros científicos, que sea claramente definida
a través de varios niveles. En los casos en que las órdenes de un
jefe especifican tareas únicamente, ellas, por consecuencia, com-
prenden todos las métodos y todos los medios para cumplir tales
tareas. Los Oficiales de Estado Mayor no ejercen Gomando pero
asisten al jefe en la extensión por él requerida. Si un Oficial de Es-
tado Mayor, por virtud de autoridad delegada, imparte una or-
den en nombre del jefe, la responsabilidad sigue recayendo sobre
el jefe, aunque él no la conozca.
(Del Comité Unido del Congreso de Es-
tados Unidos de Tí. A., Investigador de
la sorpresa de Pearl Harbour).
ARMA MOVIL DE ACTIVIDAD INALTERABLE.
Tte. Crl. J. H. GARCÍA.

(Traducción de la "Revista Militar BRASILEIRA


por E. G. S. ).

"LA CABALLERIA EN LA ERA DE LA MECANIZACION"


del Tte. Crl. José María Menéndez del Ejército Argentino en
dos volúmenes, es un trabajo que todos los oficiales de caballería
deben leer, pues su autor estudia prolijamente en el 2. ° volumen,
la evolución de esta arma, desde la guerra de 1914, campañas del
Chaco, de España, de Etiopía,, de la China, hasta la invasión de
Polonia, la lucha de Rusia con Finlandia, el avance a través de
Francia, la invasión de Grecia, la guerra de Yugoslavia y Siria
y, por fin, la lucha en Rusia.

¿QUE CONCLUSIONES SE OBTUVIERON RESPECTO DE LA


ORGANIZACIÓN Y EMPLEO DE LA CABALLERÍA AL
TERMINAR LA CONTIENDA DE 1914-1918?

La caballería fracasó en algunas situaciones, pero debido a


causas que pudieron ser eliminadas en el futuro; pero —por otra
parte— se le reconocen acciones por demás notables. Se observa
gran diferencia entre sus actuaciones de antes y después de 1915,
particularmente en los últimos tiempos de guerra.
86 MEMORIAL DEL EJERCITO.

El terreno representó un papel importante en los resultados


de las operaciones de nuestra arma: operaciones en el frente
oriental y N. O. europeo superpoblado y de poca amplitud: in-
convenientes de las regiones montañosas y desérticas
Además del terreno, otros factores fueron decisivos en esta
diferencia de actuación, como la instrucción, por ejemplo. El
combate a pié no había sido ejercitado, en ninguno de los dos
bandos. Existía desprecio por esta forma de empleo. Ambos con-
tendores se empeñaron a fondo sin recurrir a esta modalidad com-
bativa ni a la acción por el fuego y los resultados no se hicieron
esperar.
Pese a que en la guerra anglo-boer de 1900 se había señalado
la superioridad de fuego de la caballería inglesa sobre la adver-
saria, los combatientes de la guerra mundial no supieron apro-
vechar estas enseñanzas, ni las de la guerra ruso-japonesa y bal-
cánica; tanto la caballería alemana como la francesa se presen-
taron sin armas de fuego.
Existía el concepto de que la intervención en la batalla era
la excepción y que la lucha contra la caballería enemiga y otras
acciones secundarias eran de importancia capital. A pesar de
eso, podemos señalar hechos notables como:
—la hazaña del general Conneau, - al cubrir el intervalo entre
el 1. º y 2. º ejércitos franceses después de la batalla de
Sarrebourg;
—las acciones de la caballería del general Espec en Cham-
pagne, frente al 3er. ejército alemán;
—las acciones de la caballería alemana delante del ejército
inglés después de la batalla del., Mame;
—la audaz y profunda penetración de la caballería francesa
contra los flancos y retaguardia de los alemanes en reti-
rada hacia el Aisne.
Todas sus flaquezas eran consecuencia de la falta de potencia
de fuego; por tanto, serán aumentadas sus ametralladoras,
apoyada el arma, con infantería transportada; la artillería de
apoyo será aumentada y se le dará zapadores y pontoneros. De allí
en adelante su intervención en lia batalla será más decisiva.
Los rusos también reforzaron su caballería, llegando a te-
ner más artillería que los alemanes y compensando, así, su infe-
rioridad de instrucción.
El último año de la guerra, después de la caída de Rusia y
debilitamiento alemán, los campos de Francia, las serranías
agrestes de Serbia y las arenas calcinadas del desierto, vieron ac-
tuar a una caballería con tanta capacidad combativa como la
infantería.
ARMA MOVIL DE ACTIVIDAD... 87

En la campaña de Uskub, con artillería a lomo, podría seguir


a los regimientos por la sierra, contribuyendo a acelerar el triun-
fo y a economizar esfuerzos y sacrificios.
En Palestina fue decisiva su actuación para derrotar a los
turcos, al penetrar profundamente, contra sus comunicaciones:
Y un año después, en las guerras "bolcheviques", la caba-
llería poseía artillería poderosa, ametralladoras en vehículos, au-
tomóviles blindados e infantería transportada.
Este examen ha sido hecho bajo el punto de vista de la cali-
dad.. Entretanto los efectivos reducidos concurrirán en medida
apreciable al poco brillo de las operaciones de la caballería.
Felizmente se había llegado a conclusiones terminantes res-
pecto de la importancia del' fuego y, en consecuencia, se habían
aumentado los efectivos de la infantería y artillería, pero se con-
sideraba exagerado el. nivel alcanzado por los efectivos de la ca-
ballería entre los años 1900 y 1920.
En la guerra ruso-japonesa los efectivos de la caballería ni-
pona eran irrisorios. Por eso la lucha se prolongó más de lo nece-
sario y la victoria no terminó con el aniquilamiento completo del
ejército del Zar. Dice el autor que a la caballería japonesa le faltó
cantidad y, a la rusa, calidad.
En la guerra del 14 la caballería alemana estaba reforzada por
batallones de cazadores, pero tenía 10 divisiones frente a las 10
divisiones francesas y 1 división frente a las 10 divisiones rusas.
Pero donde la escasez de caballería fue más acentuada, fue en la
batalla de Tanneniberg. Si en vez de 1 brigada, hubiesen tenido
los alemanes 5 divisiones, habrían podido —por cierto— cerrar
1 cerco en la región de Willemberg, la única puerta a retaguar-
dia del ejército del Narew. Más tarde la caballería alemana de
este frente fue reforzada por otra división, pero se le dio la mi-
sión de envolver el ejército del Niemen, impidiendo su retirada.
Estabilizado el frente occidental, una parte de la caballería
alemana combate en las trincheras como infantería y la otra, es
transportada al teatro oriental. En un grupo de ejércitos encar-
gado de las operaciones ofensivas de abril de 1915 en Prusia
Oriental, en Lituania y Curlandia, la proporción era de 3 D. I.
por 3 D. C. En la batalla del Vilna, en septiembre, el VI. C. C.
—compuesto de 4 D. C. y de 1 brigada mixta— provocó la reti-
rada rusa, pero fue insuficiente para explotar la victoria y opo-
nerse a la" acción de la caballería adversaria, en la línea de co-
municaciones de éste.
En la campaña de Rumania, en 1916, se repite otra vez la
falta de caballería para cortar la línea de comunicaciones del
enemigo, 'además de ser insuficiente para atacar y encubrir.
88 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Fue en el desierto que la proporción de caballería, con res-


pecto a las otras armas, fue mayor. En Palestina la caballería abre
una brecha y corta la retirada a los turcos.
Otro ejemplo lo constituye la caballería de Budienny, (cam-
paña ruso-polaca), compuesta de 4 divisiones de caballería, 1 bri-
gada independiente y fuerzas transportadas; en resumen, 22. 000
jinetes y 16. 000 infantes. Los polacos, con un ejército mayor, pero
con caballería débil, vieron sus líneas rotas varias veces.
En la guerra, greco-turca, en 1922, la batalla de Dumlupinar
nos muestra 1 división atacando el flanco del ejército griego, en
tanto una numerosa caballería era lanzada a su retaguardia, obte-
niendo un triunfo magnífico.
Vemos, entonces, que las enseñanzas recogidas en la guerra
del 14, en cuanto a los efectivos de la caballería, fueron bien
asimiladas, quedando demostrada la eficiencia del arma móvil,
a medida del aumento de sus efectivos, pues tanto en los campos
de Francia, como en los de Palestina, de Polonia y Turquía, la.
actuación de una caballería proporcionalmente más numerosa que
en 1914, resultó mucho más lucida que en aquel entonces.
Tras lo relativo a potencia de fuego y a efectivos, el autor pasa
a hacer observaciones sobre el el modo de empleo del arma. A
las crecientes dificultades de organización y empleo de la caba-
llería, se sumaron otros factores que se pueden reunir a los ya.
analizados más atrás. Los comandos superiores, como asimismo
los de caballería, no supieron obtener del arma su mejor rendi-
miento. Por esta razón se explica el envío de la caballería en ex-
ploración cuando no existía el espacio necesario entre los beli-
gerantes; cuando se le fracciona y dispersa en todo el frente;
cuando se la agota en marchas y contra-marchas, como aconte-
ció con el Cuerpo Sordet, que —luego de haber sido destacado
a la frontera alemana—, se le hizo avanzar hacia Bélgica.
No había un concepto claro sobre el empleo del arma; cumple
misiones de infantería, se desprecia su movilidad,, se desea ver su
acción en todas partes.
Pasa, en seguida el autor a exponer varios casos del mal
empleo del arma, por parte del Alto Mando. El empleo del II.
C. C. alemán, durante el avance a través de Bélgica y de Fran-
cia, es un ejemplo típico de lo que deseamos demostrar: este cuer-
po recibe órdenes de avanzar hacia el sur, después hacia el oeste,,
recibiendo, en seguida, nuevas misiones hasta que —por fin— es
lanzado en persecución del cuerpo inglés batido en Mons. Todo-
esto, después de varias marchas y contramarchas por demás
penosas.
ARMA MOVIL DE ACTIVIDAD. 89

Son interesantes, para nosotros, estas informaciones del lado


alemán, pues —en general— estudiamos las operaciones según el
punto de vista aliado.
El autor vuelve a comentar el empleo de la caballería en la
batalla de Vilna, donde 2 D. C. avanzaron flanqueadas por divi-
siones de infantería propia, a través de un terreno cubierto de
bosques y pantanos, subordinando su velocidad a la de éstas. Este
error fue corregido pasando una D. C. a cada flanco. Pero con ello
no se hizo sino comprobar una vez más el inconveniente de estar
modificando las misiones del arma, trastornando todo su disposi-
tivo y disposiciones anteriores. Cuando llegó la orden, la explo-
ración ya se encontraba en pleno funcionamiento, siendo necesa-
rio replegar las patrullas y escuadrones, mientras se lanzaba otra
ola de exploración hacia el nuevo rumbo.
El autor termina estos comentarios advirtiendo que todos es-
tes hechos confirman la necesidad de la selección de los jefes de
cabañería. Pasa luego a tratar del "comando" y vuelve a lo dis-
persión de las fuerzas, ya condenadas,; opina —como Moltke, von
Bernhardi, y von Bassing— que tiene grandes ventajas la reunión
de la caballería bajo un comando único.
Después de la "carrera al mar" los franceses reúnen 2 C. C.
bajo el mando del general Conneau en el flanco del dispositivo
alemán. Ajsu vez, los alemanes —en la misma época y en el mismo
sector— tienen 2 C. C. bajo las órdenes de von der Marwitz..
El autor sintetiza, como causas de la deficiencia de la caba-
llería a comienzos de la contienda de 1914, las siguientes:
—falta de preparación para el combate a pie;
—debilidad de los efectivos;
—debilidad de la potencia de. fuego;
—dispersión de las fuerzas, y
—deficiencia de los comandos.
Completando este período llega a la conclusión que la acción
de nuestra arma al final de la 1ra. Gran Guerra, tanto en Francia
como en Serbia y Palestina, como en Polonia durante las guerras
bolcheviques de 1919 y 20 y como en la campaña greco-turca de
1922, fue excelente. "Fue un espléndido final. Una verdadera
consagración. Ya poseía los medios para vencer las resistencias
que antes la paralizaban o retardaban".
Ya. al final de la 1ra. Guerra Mundial, surgía esta pregunta:
¿Podrán las unidades mecanizadas y motorizadas sustituir a
las unidades de caballería en la penetración y acción sobre las lí-
neas de comunicaciones enemigas? Ya que precisaban una potencia
de fuego móvil para llevarla rápidamente al punto decisivo ¿ por
qué no recurrir a la infantería transportada en camiones?
90 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Fue el problema en estudio en los primeros años de la post-


guerra. Alguien dijo, erradamente, que el desarrollo de la avia-
ción nos dispensaría de las misiones de exploración. En esta su-
cesión de ideas penetramos al dominio del arma aérea, del blin-
daje y los motores. Esta predilección era particularmente acen-
tuada en la Alemania nacional-socialista.
Entre tanto, siempre había alguien que osaba preguntar:
¿ Serán siempre las fuerzas motorizadas, en toda circunstancia y
terreno, más rápidas que la caballería?
En seguida el autor pasa a comentar los factores adversos a
las fuerzas motorizadas, diciendo que si se tratase siempre de des-
plazamiento sobre autopistas, no habría razón para discutir; pero,
como todos sabemos, no es esto lo normal.
Llega, luego, a citar ejemplos de operaciones en el teatro de
Bélgica en 1914, donde los pocos buenos caminos existentes obli-
garon a organizar columnas con más de 80 km. de profundi-
d a d . . . . y que se movían en territorio enemigo.
Todos conocemos que las dificultades encontradas por los-
italianos durante el invierno lluvioso en Grecia, así como el tiem-
po que medió entre el final de las operaciones en Polonia y la in-
vasión de Francia, fueron debidas al estado de las vías de comu-
nicaciones en otoño e invierno.
Hay quien dice que es preciso esperar el buen tiempo. Pero
otros preguntan: ¿una situación política o estratégica lo
permiten? ,
Las dificultades para desplazar unidades motorizadas durante
el invierno, impidieron que los alemanes auxiliasen a los italia-
nos en Albania. La montaña de obstáculos no pudo detener a los.
elementos motorizados en las campañas de Polonia, Noruega,
Holanda, Bélgica y Francia, ni nos llevará a afirmar su inutilidad
para el futuro. Ello se debió a causas ajenas al barraje en sí, a
causas circunstanciales, entre las que podrían citarse:
—negligencia con que se procedió a ejecutar las proyecta-
das voladuras de puentes y caminos.
—la desesperada urgencia con que se producía la evacuación
de la población civil, que ocupaba ininterrumpida y desordenada-
mente los pasos que habrían de destruirse.
—el menguado ascendiente de los militares holandeses, bel-
gas y franceses sobre sus pueblos indisciplinados, que clamaban
por la conservación de los puentes locales.
—la eficaz y rápida intervención de agentes extranjeros y
paracaidistas que, además de obrar sobre la moral de los defen-
sores, se posesionaban sorpresivamente de los lugares importantes,
impidiendo su destrucción.
ARMA MOVIL DE ACTIVIDAD. 91

—el temor de destruirlos prematuramente, antes que pu-


dieran ser utilizados por las tropas que se replegaban en el úl-
titno momento.
—la actitud de los quinta-columnistas.

INFLUENCIA DE LAS CONDICIONES ATMOSFERICAS


Y MANTENIMIENTO DE LOS VEHICULOS.
Muy atrás de las líneas del frente no hay limitación para
el tráfico de vehículos, pero en las zonas de combate donde éstos
son obligados a abandonar los buenos caminos y recorrer gran-
des distancias a campo traviesa, la influencia de las' condiciones,
atmosféricas es preponderante.
Llegamos a la conclusión que la ejecución de operaciones im-
portantes a base de elementos motomecanizados, tiene que ser
condicionada a la estación del año.
Pero hay otra cosa que impide la utilización ininterrumpida
del automóvil en las operaciones militares: es su enorme desgaste
después de unas cuantas jornadas de intensa actividad. Alemania
debió exigir el doble de trabajo en sus fábricas en el período de
1939-40, para efectuar reparaciones de sus máquinas; lo mismo
aconteció después de la capitulación de Francia; en África, tanto
los británicos como los italianos, fueron obligados a limitar el
alcance e intensidad de sus acciones para reajustar el material
rodante.

LA CABALLERÍA RUSA.

Por varias razones, existe gran curiosidad entre nosotros, en


torno a las acciones de la caballería rusa: las grandes extensiones
de terreno de que dispuso para sus operaciones y la naturaleza
del terreno en que actuó, dotado de pocas y malas vías, son dos
problemas interesantes de analizar.
Rusia entró a la guerra con grandes efectivos de caballería
hipomóvil y motomecanizada, muy bien dotados de ametrallado-
ras, morteros, lanzaminas, artillería pesada, antitanque y anti-
aérea, como asimismo fuertemente apoyados por fuerzas aéreas.
Él jinete ruso se presentó bien instruido, hábil en el manejo
de las armas y aprovechamiento del terreno, disponiendo magní-
ficos caballos y de resistencia sorprendente en cualquier terreno.
-Y, como dice el autor, se observó:
—"La caballería disputa el terreno ocupado por los alema-
nes.... ".
—La caballería ha tenido una participación preponderante en
las, operaciones de ".
92 MEMORIAL DEL EJERCITO.

—"La caballería hostiga los flancos y las comunicacio-


n e s . . . . ".
— . . . . "la eficacia de esa caballería de ponies siberia-
n o s . . . . ".
—"La caballería viene obligando a distraer fuerzas germa-
n a s . . . . ".
—"Ha estado activa la caballería rusa".
Pasa, en seguida, el autor a tratar la "caballería, arma móvil
de la actividad inalterable".
En tanto que las fuerzas mecanizadas desarrollaron una acti-
vidad descollante en el verano y parte del otoño y primavera,
para detenerse Juego y permanecer relativamente estacionadas en
el invierno, y durante las lluvias otoñales y el deshielo de la pri-
mavera, la caballería —con su reconocida aptitud para desempe-
ñarse en cualquiera clase de terreno y estación— continuó sus
operaciones durante todo el año.
Por otra parte, mientras el recíproco desgaste de esas má-
quinas blindadas obligó a ciertas pausas en determinados secto-
res del extenso frente, la caballería continuó ininterrumpidamente
su acción debido a sus reservas inagotables en personal, ganado y
armamento.
A fines de 1941, cuando los rusos hicieron el balance de su
eficaz resistencia, incluyeron entre los factores que las sustenta-
ron a la caballería "que se trasladaba, casi sin tener obstáculos
en la nieve y el frío y que, por el contrario, redujeron en buena
parte la posibilidad de acción de las divisiones mecanizadas".
A principios de 1942, cuando fue desencadenada la contra-
ofensiva rusa, fuerzas de choque eran organizadas para que —por
terrenos difíciles— cayeron sobre los flancos y retaguardia del
enemigo. Fue entonces cuando a la caballería le cupo el honor de
encabezar este movimiento, marchando por sendas a través de los
bosques. Si bien quedó empantanada una parte de las formaciones
mecanizadas, pudo continuar la cantidad suficiente como para
apoyar a los jinetes y llevar a un punto donde menos lo esperaba
el enemigo: sus espaldas.
Los ingleses, siendo tan escépticos en cuanto a las posibili-
dades de la caballería, reconocieron —ante tal evidencia— que en
tan desfavorables condiciones climatéricas y pese a la escasez de
buenos caminos la caballería supera a las fuerzas mecanizadas
A principios de marzo de 1942, cuando comenzaron los des-
hielos en el frente meridional, en tanto los alemanes se mante-
nían aferrados a las ciudades en ruinas, fuertes destacamentos, a
base de caballería, penetraron en su retaguardia. A comienzos de
abril, sintieron dificultada su contraofensiva debido a las escasas-
vías pavimentadas, a que los caminos secundarios estaban cubier-
ARMA MOVIL DE ACTIVIDAD... 93

tos de barro y a que las vías férreas eran más escasas aún. Pero
innumerables y continuas filas de carros a tracción hipomóvil,
compensaban estas faltas, permitiendo un ritmo conveniente.
En la acción retardatriz la caballería rusa tuvo un desempeño
brillante. De tal orden era esta acción sobre los flancos y reta-
guardia de las veloces columnas alemanas, que éstas, al continuar
avanzando, se exponían al peligro de dejar atrás —e intacta— a
la caballería enemiga.
Más adelante el autor llama la atención sobre el hecho que
el arma haya obtenido un rendimiento de marcha tres veces supe-
rior al de la infantería.
Cuando la ofensiva germana avanzaba victoriosa en la región
de Smolensk, en la 2. ª quincena de julio, la caballería recibe la
misión de retardar a la infantería que viene en apoyo de las pun-
tas de lanza. En Kiew, en Orel, al sur de Moscú, le cabe el mismo
papel y lo cumple en forma igualmente airosa. Pero fue en las
operaciones de cerco, en torno del 16. ° ejército alemán en el frente
Staraia Rusa, que tuvo una de sus más importantes participacio-
nes. Por la importancia que tiene copiamos textualmente lo que
dice el autor sobre el particular: "Demostró siempre una habili-
dad extraordinaria para emplear estratagemas y ardides de toda
especie y fueron varias las veces en que llegaron hasta los pues-
tos de comando o que sorprendieron a los estados mayores alema-
nes en sus desplazamientos, obligándoles a emplear fuertes escoltas-
y a empeñarse en duros y largos combates".
Por esto deducimos que en el estudio de las acciones de la
caballería, no debemos contentarnos con acciones en el campo-
táctico o estratégico; es necesario que vamos a analizar su pre-
paración, su instrucción, origen de sus componentes, sus hábitos,
la remonta caballar, etc.
En la segunda quincena de agosto, en la región de Gomel,
la caballería bolchevique —reforzada con artillería y tanques—
se introdujo en la retaguardia alemana, desorganizando sus sis-
temas de comunicaciones. Para los abastecimientos de estas fuer-
zas tan profundamente internadas en el dispositivo enemigo, se
recurrió —en gran parte— a las existencias almacenadas en las-
ciudades que iban quedando atrás y sin rendirse. Minsk, por ejem-
plo, cayó ocho días después de haber sido sobrepasada por las
fuerzas alemanas. El regreso de la caballería después de haber
penetrado tan profundamente, se hizo por las brechas existentes
en el extenso frente de batalla. La historia registra el caso de un
fuerte contingente de jinetes que, después de operar durante un.
mes a retaguardia del enemigo, consiguió reunirse a su ejército.
Los alemanes redoblaron su seguridad para hacer frente a
los jinetes soviéticos; pero éstos, ante la certeza de que el enemi-
94 MEMORIAL DEL EJERCITO.

go no disponía de un elemento capaz de avanzar por donde ellos


avanzaban, lo hacían impunemente en todo, tiempo y lugar.
Hay en esta parte de la obra, párrafos como el que va a
continuación y que —como oficiales de caballería— no podemos
dejar de transcribir integralmente: "En estas difíciles operacio-
nes (contraofensiva rusa de invierno) bajo las más desfavorables
condiciones atmosféricas, la caballería evidenció su eterna mo-
vilidad; no la detuvieron ni ríos, ni pantanos, ni campos he-
l a d o s . . . . ".

CABALLERIA CONTRA BLINDADOS.


A principios de julio de 1941 un escuadrón destruye 16 tan-
ques enemigos. En la misma época, unidades de caballería, coope-
rando con los grupos de "tanques exterminadores" empleados
por el mariscal Timoschenko, comienzan a obtener éxitos no-
tables.
'Más tarde, a principios de agosto, una fuerza de caballería
soviética vence, en las ruinas de una localidad, a un batallón de
carros. Las divisiones de caballería, lanzadas en diciembre de
1941 en persecución de los alemanes, se infiltran en medio de sus
potentes unidades acorazadas, dividiéndolas y venciéndolas con
sus fusiles antitanques y granadas de mano.

COOPERACION CON LA AVIACION Y LOS BLINDADOS.

La caballería rusa, apoyada por la aviación y elementos blin-


dados, realizó lo que no pudo hacer la desarmada caballería po-
laca: retardar el avance de las potentes columnas alemanas. Fue
muy común el empleo de grandes unidades de caballería en apoyo
de grandes unidades blindadas.
El propio ataque a caballo, tan despreciado y ridiculizado por
'"nuestros sabios copistas indígenas", demostró todo su valor con
el apoyo de la aviación y de los carros: vióse jinetes galopando
entre tanques; vióse a los aviones en picada permitiendo, con sus
ataques, que la caballería cayese sobre unidades en posición.

CABALLERIA Y PARACAIDISTAS..
Los paracaidistas reforzaban a la caballería que, filtrándose
en la retaguardia enemiga, quedaba aislada. Esto se vio en Cri-
mea, en 1942 y en la región de Smolensk, a mediados de febrero
del mismo año.
ARMA MOVIL DE ACTIVIDAD... 95
EL COMBATE A CABALLO.
Vamos a transcribir las palabras del autor del libro que esta-
mos comentando: "Difícil hubiese sido suponer que en esa época
del fuego y de la mecanización se llegase a efectuar un número
tan grande de cargas a caballo". Continúa: "Y lo más notable
fue que no sólo se realizaron en la persecución o contra fuerzas-
quebrantadas, o por sorpresa, sino también contra formaciones
intactas".
Durante la fase épica de la lucha para detener la invasión
alemana, se hacía referencia a cargas de caballería. De éstas la más-
importante fue la efectuada en el frente de Rumania, el 25 de junio
de 1941, en la región del río Pruth. Unidades de tanques y de
infantería transportada, fueron atacadas por la aviación r u s a , con
bombas y ametralladoras, paralizando su avance y llevando la-
confusión a sus filas, que aprovechó una brigada de caballería
Soviética para cargar sobre ellas por escalones. La sorpresa fue
completa y, el invasor inició una retirada desordenada.
Pasa, en seguida, el autor a citar varias cargas fracasadas,
verdaderas galopadas hacia la muerte y cuyo epílogo era un cua-
dro horrible, "caballos y caballeros confundidos en los estertores
de la muerte''. Examinando las causas del fracaso, cita el autor
particularmente la falta de apoyo de fuego y la gran distancia a
que se lanzaban los escuadrones.
LOS GUERRILLEROS.
La enorme extensión territorial de Rusia, la escasez de vías
importantes, la inclemencia del clima, la agreste topografía de
su suelo, la abundancia de ganado y de forraje y, sobre todo, el
espíritu legendario de sus habitantes —tan enlazados a las vieja.
prácticas rurales— hizo que el caballo llegara a ser el principal
atributo del guerrillero.
Al principio estos combatientes estaban pésimamente arma-
dos, pero luego contaron con cañones anti-tanque, algunos tan-
ques, automóviles y bicicletas. Sus jefes eran oficiales que no-
habían podido reintegrarse a sus cuerpos —durante el repliegue—
o caudillos de cada zona, como asimismo oficiales retirados.
CUALIDADES QUE DEBE POSEER UNA CABALLERIA
MODERNA.
1. —El problema de los efectivos.
Una caballería reducida, sin los efectivos necesarios, no me-
rece tal nombre. Por otro lado, en teatros como como los de Sud
América —con "grandes extensiones territoriales, excelentes pas-
96 MEMORIAL DEL EJERCITO.

tizales y escaso poder industrial—la proporción de caballería con


relación a las otras armas, deberá ser mucho mayor que en los
viejos países industriales de Europa con densa red ferroviaria.
Aquí, en nuestro continente, en lugar de ser la caballería la
auxiliar de los elementos blindados serán éstos —al contrario—
los auxiliares de aquélla. En resumen, un país capaz de movilizar
un ejército de un millón de hombres, deberá poder movilizar
100. 000 jinetes, amén de las unidades motorizadas y mecanizadas.

2. —La división de caballería y número de regimientos.


Siendo la D. C. una unidad operativa, es natural que debe
reunir a una gran movilidad una potencia suficiente para desem-
peñarse independientemente en la guerra moderna.
La división a 3 o 4 regimientos resultará muy liviana, y
de escasa potencia, lo que- le impedirá desarrollar su velocidad,
pues deberá detenerse largamente ante cualquiera resistencia
adversaria.
3. —Potencia de fuego.

Además de 9 regimientos, la D. C. precisa la artillería y ar-


mas auxiliares en número suficiente. Cuando los artilleros de la
D. C. se sienten poseídos de un verdadero espíritu de caballería,
sus piezas no se detienen; son llevadas "en el aire" y llegan
donde llegan los jinetes.
Las columnas deben ser motorizadas para permitir la lle-
gada de los abastecimientos a tiempo.

4. —Artillería liviana y pesada.


Para 1 D. C. a 3 brigadas se necesita —como mínimum- ade-
más de las baterías de acompañamiento por brigada, 3 grupos a 3
baterías de 105. La caballería rusa empleó — en la guerra de 1914-
20, en la campaña de Polonia y en la 2. ª Guerra Mundial— bate-
rías, secciones y, aún, piezas aisladas. En la defensa misma, la
artillería así empleada rindió óptimos resultados. Por. lo tanto,
en teatros extensos como los de Rusia y América del Sur, la ar-
tillería de acompañamiento será altamente útil.
Además de esta artillería, advierte el autor que hay necesi-
dad de más artillería pesada para los cuerpos de caballería. La
creencia de que en los teatros sudamericanos la caballería no debe
sobrecargarse con artillería pesada, resulta evidentemente
arcaica.
ARMA MOVIL DE ACTIVIDAD... 97

5. —Medios anti-aéreos y aviación.


Nada se sabe hasta qué punto pueden los ejércitos sudameri-
canos ser reforzados desde el exterior. La guerra civil de España
terminó con fuerte aviación en ambos bandos.
Los regimientos deben poseer cañones antiaéreos. Una caba-
llería que no posee tales elementos se expone a perder su ganado
y a sufrir pesadas pérdidas, dice el autor. Agrega que la aviación
es necesaria a la D. C.
6. —Defensa anti-tanque.

El autor comienza recalcando las necesidades de la D. C. Cita


ejemplos de acometividad de los medios blindados y desciende a
las necesidades de cañones para la defensa de los escalones, regi-
mientos, brigadas y alas:
9 en la D. C.
3 en la Brigada.
3 en el regimiento.
—Total: 45 cañones en la D. C.
En Europa, la tracción mecánica será la mejor, pero acá
nuestros escasos recursos industriales quizas no nos permitan esa
rapidez, debiendo optarse —en parte— por vehículos livianos ti-
rados por caballos, en condiciones de acompañar a los escua-
drones.
Trata, en seguida, de la necesidad de la instrucción a la tro-
pa en cuanto al uso de las granadas de mano y de los fusiles anti-
tanques. Recomienda, luego, una disciplina y energía serenas, ne-
cesarias al combatiente ante la presencia impresionante de los ele-
mentos blindados.
Termina recordando que, ante la probable pequeña densidad
de los elementos blindados entre nosotros, habrá necesidad de re-
forzar los medios para que las tropas puedan defenderse por sí
mismas.
7. —Unidades mecanizadas y motorizadas.
El ataque será la forma más frecuente de acción de los ca-
rros, abriendo camino a la caballería, que se presta mejor que la
infantería para actuar en combinación con ellos. En cuanto a las
divisiones motorizadas, agrega que no deben formar parte
de la D. C.
M. del E. 7.
98 MEMORIAL DEL EJERCITO.

8. —E1 espíritu de caballería.


Así como no pueden servir los cañones, carros y aviación,
cuando no existe el propósito decidido de dar la vida por la Pa-
tria, de nada valen tampoco estas máquinas que el progreso da
a las caballerías modernas, si no hay alma, si no hay fé en sus po-
sibilidades, de acuerdo con su virtudes esenciales. ¿Qué puede sig-
nificar toda esa fuerza material si un raciocinio lento, si un as-
pecto nuevo e irreal substituye al entusiasmo y a la audacia que
siempre caracterizarán a las acciones de caballería?
Y concluye el autor: de ahí la necesidad de esforzarse para
mantener, siempre vivo, en ios oficiales y la tropa, el verdadera
espíritu del arma.
9. —El caballo de guerra.
La falta de caballos y la dificultad para mantener los sub-
sistentes fue uno de los factores que más influyó en la disminu-
ción de los efectivos de la caballería. Más fácil fue incrementar
la industria automovilística que cuidar desde la paz el fomento
de la raza caballar, hasta que los acontecimientos vinieron a de-
mostrar el error de tal procedimiento. Alemania, por ejemplo, de-
bió reunir en 1941 y 1942, durante el invierno, los caballos de
toda la Europa para reforzar sus agotados servicios automóviles.
Fue esta heterogénea masa de caballares de los' países conquista-
dos y neutralas que permitió, que lenta, pero ininterrumpida-
mente, se mantuviera el tránsito en invierno, asegurando la regu-
laridad-de los abastecimientos y el arrastre de gran parte de la
artillería y de otras armas. Sólo en la Francia ocupada, Alemania
pidió 50. 000 caballos de una vez.
Al contrario, la abundancia de caballos en Rusia ha permiti-
do una actuación permanente.
Dice el autor que las posibilidades en Argentina, en este-
sentido, son superiores a las de Rusia: invierno benigno, permi-
tiendo que los pastizales continúen en buenas condiciones. Y con-
cluye que habrá pocos países en el mundo capaces de producir
tantos y tan buenos caballos como ellos. Continúa el autor hablan-
do del caballo argentino: "Nuestras estancias se encuentran po-
bladas por un gran número de caballos. Pero como son criados a
potrero, no llegan adquirir el desarrollo y la corpulencia exigidos
para la guerra.. Poseen la rusticidad necesaria, pero se encuentran
desnutridos y carecen de fuerza y resistencia. Nuestros ganaderos
se ocupan, preferentemente, de los vacunos, que les ofrecen ma-
yores perspectivas pecuniarias y para ellos es todo el mejor fo-
rraje y las atenciones más esmeradas. Los caballos no ocupan ma-
ARMA MOVIL DE ACTIVIDAD... 99

yor espacio en la atención pública y privada, Y de ahí su notoria


y gradual degeneración que puede llevarnos a extremos irrepa-
rables".
"Se trata de un egoísmo que las autoridades debieran
evitar.... Los hacendados debieran ser obligados a criar en ópti-
mas condiciones una reducida cantidad de ganado equino, propor-
cional al volumen de sus ganancias". Este aumento de producción
sería absorbido por las ciudades, por las labores campesinas y un
gran número, por un fomento inteligente de la equitación en todo
el país. Opina el autor que el gobierno debiera subvencionar estos
clubes de equitación, como lo hace con los de gimnasia y tiro.
Continúa: "Nuestro1 polo ha estructurado ya un interesante tipo
de caballo mestizo de fama mundial, pudiendo disponer el ejército,
en caso de guerra, de más de 20. 000 de estos ejemplares selectos".
El autor nos considera (Brasil) un óptimo mercado para sus
caballares y dice que últimamente les hemos comprado gran can-
tidad' de ellos, como asimismo otros países de América del Sur.
Todo esto sería cuestión de propaganda y trabajo, así como fruto
de una eficaz y útil dedicación oficial....
No debemos olvidar que si Alemania, a pesar de su enorme
poder industrial, tuvo que recurrir —en gran escala— a la utili-
zación del caballo durante la campaña de Rusia, nosotros, con
recursos industriales muy inferiores, seremos llevados a un em-
pleo mayor de este noble bruto.
Pasa, en seguida, el autor a estudiar las razas y tipos de ca-
ballos: el de polo, el mestizo de gran alzada o criollo argentino.
Los últimos conflictos han probado que los caballos regionales
han dado buenos resultados. Se refiere, enseguida y largamente,
al criollo argentino, demostrando sus cualidades. A continuación
habla de la doma, de los cuidados y del entrenamiento, antes y
durante la movilización y la concentración.
Su tema siguiente es el abastecimiento, en otras palabras, el
problema del forraje. Luego de hacer comentarios en torno a las
vías de comunicaciones que permiten la llegada, al frente, de las
subsistencias para el ganado y de las dificultades de nuestros pro-
bables teatros de operaciones en épocas lluviosas, llega a la nece-
sidad de resolver dicho problema por un forraje de menor volu-
men. Termina este capítulo diciendo que su país ya posee este
tipo de forraje sintético.
No nos animamos a hacer comentario alguno en torno de este
asunto. Que otros, que estén más en contacto con él, digan a los
jinetes del Brasil cual es nuestro tipo de caballo de guerra, como
está siendo producido, como es oficialmente estimulada su crian-
za, cual es la situación de nuestro abastecimiento forrajero, etc.
100 MEMORIAL DEL EJERCITO.

10. —Subordinación y conducción.


¿De qué vale una poderosa potencia de fuego si el Clamando
en Jefe no sabe elegir los momentos y lugares más apropiados pa-
ra su empleo? ¿Qué podría significar una caballería de movilidad
inigualable si el Comando retardase sus movimientos con vacila-
ciones y contradicciones?
Es necesario que el Comando y auxiliares inmediatos conoz-
can bien las características y posibilidades de la caballería, así
como las misiones que le incumben actualmente. Tratándose de
un arma frágil, de demorosa y difícil reorganización, de un arma
cuya movilidad y rendimiento de marcha se agotan rápidamente
si se le exigen esfuerzos desmesurados, deberá el Comando em-
plearla cuidadosamente, evitándole toda actividad secundaria.
Termina el autor citando el empleo altamente correcto, hecho
por Foch, en la primavera de 1918 y opinando sobre la necesidad
de un comando general para la caballería, como realmente tiene,
lo que traerá, en la paz, grandes ventajas para la instrucción y
existencia del arma y en la guerra, una. más viva y oportuna,
intervención.
De ahí, concluye el autor, la necesidad de que no sólo los
generales de caballería, sino los comandantes medios y subalter-
nos, se esmeren en conquistar y demostrar las singulares cualida-
des que los reglamentos atribuyen a los oficiales del arma. ¿Qué
posibilidades habrá de conducir un arma tan compleja y difícil
en sus vertiginosas y flexibles intervenciones, en sorprendentes
y potentes intervenciones, que exigen las más enérgicas y arries-
gadas decisiones en situaciones mal definidas?
Entretanto el afán de proceder rápidamente, no debe condu-
cir a decisiones nerviosas y precipitadas. Es que se necesita, ade-
más de la preparación profesional, una rápida facultad de-
raciocinio.
Aquí el autor pasa a tratar un asunto muy interesante: el
mando de unidades de caballería por oficiales de otras armas u
oficiales de Estado Mayor de otras armas en los Estados Mayores
de la gran unidad de caballería. En parte, este punto está resuelto
por nosotros pues excepcionalmente generales no pertenecientes
al arma, podrán comandar la gran unidad de caballería. En cuan-
to a la segunda parte podríamos discutirla, pero dejemos que los
camaradas reflexionen sobre el particular, especialmente aquellos
de otras armas que han sido G. 3 en el Estado Mayor (Brasil).
Agrega que la afirmación de que cualquier oficial puede mandar
la caballería, porque combate como las otras armas, es inadmisi-
ble. Tenemos la impresión que este punto sobre Comando es motivo
de discusiones en Argentina y por eso el autor se alarga en sus
comentarios.
ARMA MOVIL DE ACTIVIDAD... 101

RESUMEN Y CONCLUSIONES.

Entramos ahora talvez, a la parte más interesante de la obra


que estamos resumiendo para nuestros oficiales de caballería.
1. —En el comienzo de las guerras la caballería constituía el
único elemento potente y veloz, capaz de aniquilar al enemigo y
conducir a la victoria.
2. —Más tarde se le pasó a dar misiones menos importantes,
esto es, misiones fuera de la batalla. '
3. —La batalla de Tannemberg, en 1914, demostró que para
aniquilar al enemigo no era preciso contar con caballería, pero
—por otro lado— dejaba la duda si esto sería posible contra un
enemigo prevenido y de adecuada preparación.
4. —La infantería montada jamás alcanzó la eficacia comba-
tiva de la infantería y, rara vez pudo lograr la movilidad y el
rendimiento de la caballería.
5. —La caballería volvió a ocupar el pensamiento de los Es-
tados Mayores. Se reconoció la utilidad que pudo representar en
las jornadas previas y posteriores a Tannemberg, así como en los
teatros principales del Oeste.. Y, como consecuencia, a poco co-
menzó a asignársele misiones de combate, cada vez más impor-
tantes.
6. —Se olvidaba, empero, que no estaba armada ni preparada
para tan difícil tarea.
7. —Su intervención en la batalla fue haciéndose cada vez
más vigorosa, hasta culminar en las memorables campañas
de Uskub y Palestina, donde su actuación contra las espaldas de
los ejércitos búlgaro-alemanes y del ejército turco, respectiva-
mente, tuvo un carácter decisivo.
8. —Los rusos aprovecharon todas estas enseñanzas y dos
años más tarde, en la campaña contra Polonia, emplearon una po-
derosa caballería, que tuvo una actuación por demás notable. Sus
efectivos muy superiores a los de la guerra 1914-18, su potencia
de fuego y habilidad combativa, le permitieron obtener por sí
misma la ruptura, cayendo a retaguardia del enemigo y espar-
ciéndose, como un torrente, por las planicies y pantanos de la
región invadida. "Lo que no pudo el Ejército ruso con sus ata-
ques frontales, lo había conseguido su caballería provocando el
terror y la fuga de las fuerzas nacionales".
9. —Dos años más tarde, en las ásperas y solitarias regiones
de Turquía Asiática, a la caballería turca le cupo el honor de pro-
ducir la decisión mediante su aparición sorpresiva en la retaguar-
dia del ejército griego. Arrasó las protecciones de flanco del ad-
versario, batió su escasa caballería, interceptó las comunicacio-
102 MEMORIAL DEL EJERCITO.

nes, a la reserva general, se antepuso a las fuerzas en retirada y


se posesionó de Esmirna, cortando definitivamente la retirada del
invasor.
10. —A pesar de lo cual, pocos años después estos hechos eran
obscurecidos por el fulgurante desarrollo de la aviación y de las
fuerzas motomecanizadas. Como consecuencia, la mayoría de las
potencias europeas fue asignando a la mecanización de sus
ejércitos un lugar cada vez más preponderante.
11. —Surgió, entonces, la idea de que la caballería sería subs-
tituida, con ventaja, por esta aviación y elementos motomecani-
zados.
12. —Victoriosa marchaba la mecanización de los ejércitos
cuando estallaron las guerras del Chaco, de Etiopía, de. España
y de la China. Era el momento de las experiencias.
13. —Chaco y Etiopía ofrecían condiciones climatéricas ad-
versas a la caballería y todos sufrían escasez de equinos y de
forraje.
14. —De ahí que se mirase con pesimismo un arma tan costosa
en esas regiones....
Los hechos mostraron, entre tanto, que ya en la China, como
en España y, anteriormente, en Etiopía y en el Chaco, los carros
de combate y los vehículos motorizados nunca consiguieron cercar
completamente al enemigo.
15. —Para todo esto se encontró una explicación: dificultades
del terreno, regiones vírgenes y de precario desenvolvimiento an-
tropogeográfico, pequeños efectivos, etc.
16. —Las fuerzas mecanizadas aéreas y terrestres, pese a
construir el más poderoso medio' para acelerar la formación de
la masa y ejercer una rápida gravitación en el punto decisivo,
no son mas que nuevas armas que —en vez de desplazar a las
antiguas— necesitan de aquellas para aumentar su potencialidad,
asegurando su mutua y máxima eficacia en la batalla moderna.
17. —El territorio de España constituyó el primer escenario
donde operaron hábilmente entrelazadas las nuevas y las viejas
armas. La caballería, reforzada en fuego y en efectivos, actuó en
cooperación con las fuerzas motorizadas. Y fue tal su eficacia que
se comenzó a vislumbrar lo mucho que se podía esperar de este
nuevo y armónico conjunto.
18. —Por otro lado, no era cuestión de confiar en una actua-
ción inalterable de los elementos mecanizados. Las lluvias de
otoño, los meses de invierno o cualquiera circunstancia que pu-
diera alterar la transitabilidad del terreno, podrían impedir o res-
tringir, durante semanas o por toda la estación, la actividad de
esos medios.
ARMA MOVIL DE ACTIVIDAD... 103

19. —Además no existía ningún país con la capacidad indus-


trial necesaria y con la cantidad suficiente de combustible como
para motorizar una parte importante de su ejército y sostener.
ininterrumpidamente, la guerra mecanizada y aérea durante más
de dos años frente a enemigos de fuerzas semejantes.
20. —Pero nada amenguaba la fé en esos medios.
21. —De ahí que al estallar la 2.a guerra mundial encontrara
a la mayoría de las naciones sin caballería, fuera de Polonia,
Rusia, Grecia y Siria; especialmente Alemania consideraba que a
ella no le haría falta para una victoria rápida y las campañas de
Polonia, Noruega, Holanda, Bélgica, Francia y Grecia confirma-
ron esta idea.
22. —Delante de la desproporción de medios no era posible
obtener conclusiones exactas.
23. —Muy distinto fue el aspecto de la lucha cuando se pre-
sentaron fuerzas más o menos equivalentes en Rusia y en Libia
24. —En aquellas campañas de evidente desequilibrio de
fuerzas, varias fueron las veces en que los tanques —insuficien-
temente apoyados por fuerzas motorizadas que no alcanzaban los
efectivos necesarios— hubieron de detenerse para esperar la lle-
gada de la infantería, perdiendo oportunidades espléndidas.
En otras situaciones, cuando para aprovechar oportunidades
favorables o explotar éxitos iniciales, se continuó audazmente la
penetración en la retaguardia enemiga —aún a riesgo de la segu-
ridad— los tanques y las fuerzas motorizadas que los seguían lle-
garon a encontrarse casi aislados, demasiado alejados de sus fuer-
zas principales y con sus comunicaciones desguarnecidas. Estu-
vieron, pues, en serio peligro de ser atacados en sus flancos y co-
municaciones.
Así ocurrió en la región de Peronne, en mayo de 1940, du-
rante el avance alemán hacia el mar. La solución no estaba en el
refuerzo de las columnas de apoyo, pues éste era siempre insufi-
ciente y era necesario esperar muchas veces la llegada de la lenta
infantería.
25. —Si Alemania, en mayo de 1940, hubiese dispuesto de ca-
ballería, el arma de la velocidad intermedia, para apoyar más rá-
pidamente sus columnas mecanizadas, no habría pasado por las
dificultades que empañaron su gran éxito en Dunkerke, ni habría
sufrido la incertidumbre de Peronne.
26. —La potente e irresistible acción mecanizada, restablecien-
do la guerra dé movimiento, en contraposición a las afirmaciones
de fines de la 1ra. guerra mundial, abría para la caballería gran-
des perspectivas.
27. —En la América del Sur, donde los ejércitos tendrán siem-
pre un flanco no apoyado, habrá posibilidades de envolvimientos.
104 MEMORIAL DEL EJERCITO.

28. —Las pausas en las operaciones a base de elementos me-


canizados, ya debido a las condiciones de tiempo y de terreno,
ya a desgaste de material, hicieron perder grandes oportunidades;
esto aconteció en Francia y, particularmente, en Grecia; a Alema-
nia no le fue posible atacar a Francia y a Inglaterra, después de
la derrota de Polonia; Italia necesitó siete meses para terminar
con Grecia. (1).
29. —A esta altura de la guerra, antes de conocerse lo que
acontecería en las vastas planicies rusas, se veía que no era po-
sible confiar tan ciegamente en las fuerzas motomecanizadas: no
podían ser las únicas. Era preciso disponer de fuerzas capaces de
continuar las operaciones en cualquiera época y terreno.
30. —Los barrajes contra elementos motomecanizados iban
siendo más perfeccionados y cuando eran puestos en acción, en
la hora deseada, producían óptimos resultados: así aconteció en
Grecia, en las arenas de Siria, en el desierto líbico y en las estepas
rusas.
31. —Durante la invasión italiana de Grecia, la caballería
nacional tuvo una actuación magnífica. La inclemencia del in-
vierno, las precarias condiciones del tránsito y su eficacia parali-
zaron la ofensiva fascista.
La caballería griega, con apoyo aéreo y mecanizado, tuvo no-
table desempeño no sólo en acciones retardatrices, sino en enér-
gicos contraataques que arrojaron a los italianos más allá de las
fronteras. Sólo seis meses más tarde, mejorada la transitabilidad
con la llegada de la primavera y ante la intervención de Alema-
nia, sucumbió la caballería, como sucumbieron las otras armas.
32. —Tanto la guerra civil de España, como la de Grecia con-
tra Italia y la de Siria, fueron guerras de limitados contornos,
pero pródigas en enseñanzas. Ciertas características geográficas,
lo mismo que su fisonomía económica y militar, las asemeja a lo
que podría ser una guerra sudamericana. En todas ellas, la caba-
llería tuvo una actuación sobresaliente, pero la aviación y las
fuerzas mecanizadas y motorizadas, no obstante no haber alcan-
zado proporcionalmente el poder exhibido por las de Alemania,
demostraron en las buenas épocas su gran utilidad multiplicando
el poder de las otras armas. "De ahí que tenga todo esto una
importancia singular para nosotros".
33. —Entre nosotros, aquí en la América del Sur, las incle-
mencias atmosféricas desfavorables no se prolongan por mucho
tiempo, al contrario de algunas partes de Europa donde el otoño
y el invierno no dan tregua. De ahí que, no obstante nuestra pre-
caria red ferroviaria, las restricciones del invierno para el empleo
de los elementos motorizados, no sean mayores que allá,.
1) Cuando intervino Alemania. Nota de la Dirección.
ARMA MOVIL DE ACTIVIDAD... 105

Por eso debemos extremar los esfuerzos para conseguir la,


más amplia difusión de la aviación, los tanques y las fuerzas mo-
torizadas. Es preciso no olvidar las trágicas enseñanzas del mo-
mento.
34. —La caballería, entre nosotros, cooperará con estas nuevas
armas y tendrá acrecentada su potencia de fuego y su movilidad.
35. —Los períodos de mal tiempo no serán aquí lo suficiente-
mente prolongados como para interrumpir las operaciones en estos.
momentos de crisis motomecanizada. Debemos disponer de ejércitos.
con numerosa caballería para emplearla en acciones que exijan
mayor velocidad que la de la infantería.
36. —En la guerra germano-soviética, el desenvolvimiento de
las fuerzas más modernas alcanzó proporciones gigantescas. Nun-
ca se vio tanta aviación en los cielos, se vieron tantos carros, ca-
aniones y ferrocarriles en los campos de batalla y en las retaguar-
dias. Fue entonces que la caballería alcanzó su mayor y más glo-
riosa eficiencia. Metódicamente instruida y bien comandada,
combatió con bravura y logró éxito.
No tuvo descanso ni en invierno ni en verano. La nieve, los.
campos anegados, los pantanos traidores y profundos, no consti-
tuyeron un obstáculo para su avance.
37. —Los ejércitos del Eje, en cambio —no obstante haber
reforzado su caballería— no alcanzaron los efectivos necesarios.
Pudo comprobarse que las columnas motorizadas no eran sufi-
cientes para apoyar a las columnas blindadas, siendo necesaria un
arma de velocidad intermedia para seguirlas más de cerca que
la infantería.
38. —"Un arma con las características y poder que se han
venido señalando, inspirada además en la técnica combativa de
la infantería, sabiamente adaptada a su especial modalidad, una
caballería así, pero que sepa al propio tiempo conservar el espí-
ritu intacto, lo mismo que su aptitud para desplazarse velozmente
a caballo en todo terreno y circunstancias continuará siendo el
arma indicada para accionar en donde a la infantería no le sería
posible llegar oportunamente".
"Arma ágil y potente, que al acelerar el ritmo de las opera-
ciones, y al ampliar y densificar "el arco de círculo en torno al
adversario, sea apoyando e impulsando más cerca y directamente
a las armas mecanizadas, sea actuando en un plano superior a
éstas, pero contando siempre con su valioso auxilió, contribuirá,
en íntima armonía con el todo, a la rápida materialización de la
victoria ".
"Y así será la caballería. Lo será a pesar y a favor de la
deslumbrante potencialidad actual. Así permiten afirmarlo las
enseñanzas recogidas en las heroicas y siniestras jornadas de las
106 MEMORIAL DEL EJERCITO.

guerras contemporáneas. Así nos es dado suponerlo en base a su


moderna y sólida eficiencia, forjada bajo el inspirado impulso de
una patriótica comprensión y mediante el entusiasmo y la fé in-
quebrantable de sus cuadros".
"Los hechos, pues, han venido a confirmar —luego de las
confusas alternativas de los últimos tiempos— la supervivencia
de la hermosa arma. Es con el recuperado resplandor de un fuego
inextinguible. Y ya no se hallarán tan distantes ni podrán consi-
derarse como cosa ida e irreproducible todas esas hazañas magní-
ficas de la caballería del pasado. Acciones legendarias que con-
movieron los ámbitos, y que entre nosotros fueron extendiéndose,
desde las selvas y los riscos salteños hasta las verdes llanuras del
sur, desde las suaves ondulaciones del este hasta las escarpadas
regiones andinas".
"Los escuadrones galopan por los campos y el regio perfil
de sus jinetes se destaca —como un mensaje de auspiciosas po-
sibilidades— sobre el fondo azul del horizonte".

"O'HIGGINS ASCENDIDO A BRIGADIER"

Al constituir esta Suprema Dirección el empleo de, brigadier del Estado


en la digna y benemérita persona de V. E., no hace otra cosa que correspon-
der en parte al mérito, a la virtud y a lo que le debe la patria por sus in-
comparables servicios. Tengo la satisfacción de ser el instrumento y el órgano
por donde se transmita esta gracia, y la complacencia de comunicársela.
Dios guarde a V. E. muchos años. Santiago, 20 de abril de 1814.

FRANCISCO DE LALASTRA.

Nota. —Queda tomada la razón por separado en las oficinas del Estado.

Señor brigadier don Bernardo O'Higgins".

(Del "Archivo de don Bernardo O'Higgins", tomo I I ) .


EL EMPLEO DEL ARMA BLINDADA RUSA. 107

EL EMPLEO DEL ARMA BLINDADA RUSA.


GENERAL NIESSEL.

Se le ha dado gran importancia al hecho de que los tanques;


deben ser usados en ataques por sorpresa, formaciones en masa
y protegidos por otras armas. Especialmente, al entrar en acción,
los tanques deben ser apoyados por la artillería. Además, el apo-
yo de la aviación es muy útil. El Mariscal Rotruistov del Ejército
Ruso (Fuerzas Blindadas) ha insistido en que la fuerza aérea.
desempeñe esa misión.
Cuando los tanques no están en combate deben estar cuida-
dosamente ocultados y enmascarados. El Coronel General Ron-
denko (Fuerza Aérea Soviética) ha dicho que el rastro dejado
por' las orugas revela la presencia de los tanques. En la batalla
de Kursk en julio de 1943, numerosos tanques alemanes estaban
cuidadosamente ocultados en los bosques, pero sus huellas habían
sido descubiertas por aviones rusos que esperaban el momento
para atacarlos. Cuando los tanques alemanes empezaron su avan-
ce, los aviones los bombardearon violentamente, incendiando a
muchos de ellos y demorando considerablemente el ímpetu del
ataque.
Muchos artículos han tratado de las precauciones que deben
tomar los tanques antes de entrar en combate. Primeramente, de-
ben agruparse en una zona de reunión a una distancia de setenta
o cien kilómetros del frente. Poco antes de lanzar el ataque deben
ir a una zona de espera a veinte o treinta kilómetros del frente
más o menos, donde permanecerán ocultos. Cuando el ataque va a
dar comienzo, los tanques se mueven a las bases de partida. Estas.
posiciones deben estar lo más cerca posible del frente, a no más-
de diez a doce kilómetros de distancia y hasta más cerca conside-
rando la configuración del terreno. Aun cuando los tanques tuvie-
ran que salir de la zona de espera por distintas rutas de acerca-
miento, deben estar en sus posiciones oportunamente para comen-
zar el ataque. Es sumamente importante que la aviación de caza
proteja a los tanques cuando están en formaciones concentradas
contra los ataques aéreos del enemigo.
El empleo del arma blindada está inspirado en la táctica de
la caballería. Requiere prontas decisiones, maniobrabilidad y mo-
vimientos rápidos. El Coronel General Galitzky ha insistido mu-
cho en el cuidadoso adiestramiento de las unidades blindadas, y
108 MEMORIAL BEL EJERCITO.

numerosos escritores militares son de opinión que en un ataque


por sorpresa entre dos fuerzas blindadas, la primera en romper
fuego tiene la mejor oportunidad de vencer.
En una batalla entre tanques, los rusos recomiendan atacar
al oponente por los flancos para de esta manera obtener superio-
ridad de fuego. En un encuentro frontal, las dos líneas de tan-
ques se cruzan y no se obtiene un resultado decisivo.

En la Ruptura.

La ruptura es una fase muy importante en la táctica del blin-


daje. Debido a las presentes defensas antitanque, la ruptura de
las primeras líneas fue, en el año 1944 así como en 1916, una tarea
metódica de destrucción por la artillería y la aviación, pues los
tanques no estaban en acción hasta después que los primeros obs-
táculos eran eliminados. La mayoría de los escritores son contra-
rios al empleo de los tanques durante esa fase de la acción. La
preparación artillera y de la aviación es indispensable, pero la
infantería en esta fase siempre fue ayudada por los tanques,
aunque en pequeños números, para así tener en reserva los tan-
ques necesarios para organizar grupos grandes y rápidos. El Ma-
xiscal Rotruistov sostiene que es recomendable encomendar esa
misión a los regimientos independientes de tanques y sugiere que
se incorpore uno a cada división de infantería y también consi-
dera adecuado un promedio de treinta tanques por kilómetro de
frente. Algunos autores opinan que los tanques no deben distri-
buirse uniformemente, pero sí usarse principalmente para apoyar
el ataque principal. Los tanques salen de sus puntos de partida
a fin de pasar las líneas de la infantería en el momento que ésta
comienza su ataque. En esta forma las armas de tiro directo y el
fuego de morteros los protegen contra los cañones antitanque
enemigo. La infantería sigue a los tanques lo más cerca posible.
Si la infantería se detiene, los tanques no retroceden sino que
tratan de neutralizar el fuego que ha contenido el. avance de la
infantería. Cuando la infantería penetra la primera trinchera los
tanques se mueven hacia la 'siguiente. A veces, cañones autopro-
pulsados apoyan a los tanques siguiéndoles a una distancia de
200 metros. Cuando un objetivo ha sido alcanzado, los tanques
se reúnen, manteniéndose ocultos y disponibles para otras tareas.
En principio, hasta que la penetración no es completa, los grandes
grupos blindados no se lanzan a la explotación del éxito.
EL EMPLEO DEL ARMA BLINDADA RUSA. 109

Rebasando Puntos de Resistencia.


Los tanques no deben detenerse para combatir los puntos de
resistencia; sino que se limitan a esquivar el fuego y rebasarlos.,
Entonces la infantería motorizada que los acompaña o preferi-
blemente las unidades de armas combinadas que les siguen, los
neutralizan. En la batalla de Don Moyen, el 16 de diciembre de
1942, el primer Ejército de la Guardia fracasó al intentar pene-
trar las posiciones italianas el primer día. Al día siguiente, una
parte del 25° Cuerpo de Ejército Blindado fue empleado para ayu-
dar a la infantería a realizar la penetración; el resto de dicha
unidad, más el 17° y el 24 Cuerpos de Ejército Blindado y algu-
jios regimientos independientes, fueron reunidos y preparados
para explotar el' éxito, lo cual resultó en un avance de 200 kiló-
metros. Como norma, los grupos blindados no tomaban parte en
al penetración hasta que la ruptura estaba asegurada. La con-
quista de la parte este de Prusia Oriental es otro ejemplo. El
Coronel General Volsky (Fuerzas Blindadas) dijo que el grupo
blindado pasó por la brecha en el sur de dicha provincia (después
de una marcha nocturna) el cuarto día; para esa fecha la pene-
tración era de treinta kilómetros de profundidad. Dicha unidad
entonces cubrió 230 kilómetros en siete días, alcanzando el valle
del Vístula y cortando la retirada a los alemanes. En la ofensiva
procedente del este no fue hasta después de cinco días de encar-
nizada batalla, en que las tropas rusas aniquilaron cuarenta y dos
líneas de trincheras en una profundidad de veinte kilómetros, que
el grupo blindado del General Gondkove usó la brecha para ata-
car a las tropas alemanas por la retaguardia.
En la explotación del éxito o la persecución, se trata de di-
vidir la fuerzas enemigas de manera que facilite el envolvimiento
los tanques no detienen su avance, excepto por falta de com-
bustible.

El Blindaje en la Defensa.
Los tanques están destinados primordialmente a las acti-
vidades ofensivas. Sin embargo, en las batallas defensivas de 1941
y el verano de 1942, desempeñaron una parte muy importante.
En esos casos los tanques ocupaban posiciones ocultas desde las
cuales contraatacaban por sorpresa, o aumentaban el fuego de las
defensas. Al comienzo de la batalla de Kursk, la defensa de cier-
tos sectores les fue encomendada a los tanques, convenientemente
reforzados con artillería e infantería. Unidades de tanques incor-
poradas al 6. ° Ejército de Guardias tomaron, parte en la contra-
110 MEMORIAL DEL EJERCITO.

preparación general de artillería, aunque no participaron los re-


gimientos antitanque para no revelar sus posiciones.
El General Vakonbovitch ha expresado que en los encuentros
imprevistos entre unidades blindadas, la rapidez de maniobra es-
un factor decisivo. Un sistema frecuentemente usado en casos
como éste es el de empeñar las unidades blindadas que están en
reserva y reorganizar detrás de éstas aquellas unidades que esta-
ban desplegadas.
La Caballería y los Tanques.

Es significativo el empleo de las grandes unidades de caba-


llería conjuntamente con fuerzas blindadas. Esta táctica fue usada
en la batalla de Moscú en diciembre de 1941. En el sitio de Stalin-
grado en noviembre de 1942, tres cuerpos de ejército de caballe-
ría colaboraron con las fuerzas blindadas.
Desde antes de efectuarse el envolvimiento de las tropas ale-
manas en el margen derecho del Dniéper en 1944, la caballería
colaboraba estrechamente con las fuerzas blindadas. Después la
caballería estableció un frente exterior para detener los esfuerzos
enemigos por romper el envolvimiento.
Batallas nocturnas.

El concepto de los franceses difiere del de los rusos en cuanto


al uso de los tanques en un punto muy importante. Los primeros
opinan que es impráctico emplear el blindaje en operaciones noc-
turnas. La prensa militar soviética cita numerosos ejemplos de
marchas nocturnas efectuadas por el blindaje y de batallas noc-
turnas en que participaron los tanques. El Coronel Kamarov ha
escrito que las operaciones nocturnas eran práctica corriente y
que en muchas ocasiones empeñaron grandes grupos blindados-
iluminando el terreno con reflectores. El comienzo de la batalla
de Berlín es un ejemplo admirable. A medianoche, después de una
intensa preparación de artillería que duró veinte minutos, los
tanques rusos avanzaron en un ancho frente iluminado por po-
tentes reflectores. Al amanecer, la infantería había progresado de-
dos a tres kilómetros. Este no es un caso excepcional. Una revista
inglesa cita dos casos durante la última etapa de la guerra en
Italia, donde fuerzas blindadas efectuaron ataques nocturnos ayu-
dadas por iluminación artificial.
(De "Military Review", de enero de 1949).
¿ PUEDEN LOS AVIONES... 111

¿PUEDEN LOS AVIONES SOLOS GANAR


UNA GUERRA?
LOS GRANDES AVIONES DE TRANSPORTE NECESITAN
BASES Y BARCOS.
(De U. S. "News and World Report" de 1. º
de abril de 1949).

La potencia aérea sola, lanzada desde bases de EE.


UU., aparentemente no puede ganar una guerra.
Los estudios de la Marina demuestran que un puente
aéreo de Estados Unidos a Europa ocuparía la mitad
de la producción de petróleo de EE. UU., costaría
billones y necesitaría 36 campos de aviación en
ultramar.
Después de un análisis se llega a la conclusión de
que convoyes de la Marina y bases del Ejército en el
extranjero son vitales para una guerra aérea
victoriosa.

Posiblemente se discutirá en el Congreso el problema de si la


fuerza aérea sola puede ganar la próxima guerra. Esta discusión
ha tenido como origen la expansión de la Fuerza Aérea, a expen-
das de fuerzas equilibradas para el Ejército y la Marina.
Los miembros del Congreso consideran el avión moderno, con
su pesada carga de bombas y su gran capacidad de carga, como
un medio de ganar una guerra a un costo no muy subido, fácil y
rápidamente. Este punto de vista es justificado por el puente
aéreo de Berlín, por los vuelos alrededor del mundo, por expresio-
nes de funcionarios de la Fuerza Aérea, que indican que cual-
quiera parte del mundo podría, en cualquier momento, ser ata-
cada con éxito por E E . UU.
Louis A. Johnson, nuevo Secretario de Defensa, se verá
prontamente obligado a estudiar lo que el avión puede y no puede
realmente hacer en la guerra. Se considera al Sr. Johnson como
un decidido, partidario de la Fuerza Aérea. Esta le ha dado una
entusiasta bienvenida. Sin embargo, tendrá que encarar el pro-
blema de ganar cualquiera guerra futura, a base "de fríos cálculos
lechos por planificadores militares y no basándose en el entu-
siasmo de partidarios que abogan por una u otra arma.
El estudio de un simple problema, que acaba de hacer la
Marina, ayudará al Sr. Johnson a comprender la "lección" que
ya aprendieron los que hacen los planes de las operaciones de
112 MEMORIAL BEL EJERCITO.

conjunto del Ejército, Marina y Fuerza Aérea, en términos de


una guerra verdadera. Este estudio se refiere a lo que enseñó el
puente aéreo a Berlín y a los problemas que se presentan en la.
experiencia. El puente aéreo a Berlín significa el transporte da
4. 500 toneladas de mercaderías diarias —equivalentes a casi la
mitad de la carga de un buque, en una ruta de 322 millas de
longitud. — Es algo insignificante, si se le compara con problemas
militares y de transporte a los que hay que hacer frente en una
guerra.
Lo que la Marina ha hecho es trasladar el problema de abas-
tecer por aire a Berlín desde Wiesbaden, el problema de llevar
diariamente la misma carga de 4. 500 toneladas por aire a Wies-
baden desde New York. La distancia es 12 veces mayor. El costo
en combustible y materiales, si el nuevo puente aéreo se ha de
sostener a sí mismo, se multiplica fuera de toda proporción, El
propósito del estudio es ver si ésto es posible en tiempo de guerra,
como un medio para llevar por el aire a una zona de combate
en Europa una corriente pequeña,, pero continua de cargamento
de guerra. Sus conclusiones también pueden aplicarse al proble-
ma de llevar bombas en grandes cantidades.
Los costos de los superpuentes aéreos, determinados por el
estudio oficial, aparecen en el pictograma que se anexa. Se basan
en un puente aéreo establecido, por economía, en tres etapas
—New York a Newfoundland, a Irlanda, a Wiesbaden. — Los
aviones que se ocuparían serían los C - 124 A, los mayores y más
eficientes aeroplanos de carga que se van a fabricar y que pueden
llevar aproximadamente una carga de 36 toneladas cada uno.
El más difícil problema lo constituye el combustible que ne-
cesitará este puente aéreo transatlántico. Si no hay buques tan-
ques, y si se dice que el avión puede operar en cualquier lugar,
teniendo como base a EE. UU., el combustible debe ser llevado
por los aviones de transporte para vuelcas "redondos" (de ida y
vuelta). Esto ocupa gran parte de lo que podría llevarse en car-
gamento. La cantidad de combustible que habría que llevar llega a
las siguientes cifras:
El actual puente aéreo a Berlín requiere sólo una libra de ga-
solina por cada siete libras de cargamento, pero una proporción
mucho mayor de combustible cargamento debe llevarse en el viaje
"redondo" (ida y vuelta) de 7. 728 millas de este superpuente
aéreo. La gasolina debe ser llevada en aviones a bases situadas a do
largo de la ruta.
El vuelo de Irlanda a Wiesbaden de este superpuente aéreo,
828 millas de ida y otras tantas de vuelta, ocuparía una libra de
combustible por dos de cargamento.
¿ PUEDEN LOS AVIONES... 113

La etapa Newfoundland a Irlanda, 2001 millas, ida y otras,


tantas de vuelta, necesita entonces 12 veces tanto combustible
como cargamento, Además los aviones de esta etapa deben llevar
combustible para la etapa Irlanda - Wiesbaden.
La etapa New York a Newfoundland, primera parte del su-
perpuente aéreo de 1. 035 millas de largo, supone llevar combus-
tible para todo el puente. Esto supone más de 23 libras de gasolina
por cada libra de carga que se lleve.
Como resultado de esta gran cantidad de combustible que
requiere este superpuente aéreo, los aviones que se necesitarían
para las 3. 864 milla de puente aéreo que se sostiene por sí misma-
plegarían a un número 140 veces superior al necesitado para el
puente aéreo de 322 millas que llega a Berlín, suponiendo que se
empleen grandes y eficientes aviones. Para la operación de Berlín,.
19 grandes C - 124 A. podían hacer el recorrido si trabajaban
constantemente, en tanto que 2. 651 de los mismos aviones estaban
volando constantemente en el puente transatlántico.
El costo de los aviones que trabajarían en esas condiciones,.
en la proporción actual de $ 35 por libra de cada avión fabricado
llegaría a U. S. $ 8. 780. 000. 000. Actualmente, los aviones de trans-
porte no pueden volar más del 75% del tiempo, sin incluir el tiem-
po ocupado en cargar, descargar, mantenimiento y. reparaciones.
Es así como si se agregara él tercio necesario de aviones para
reemplazar a los que no están en el aire, el costo se elevaría, sólo
para los aviones a $ 11. 700. 000. 000.
El informe de la Marina estima que la gasolina que se nece-
sitaría alcanzaría, por lo menos, a 34. 917. 000 galones diarios, o-
sea, 150 veces más la cantidad que ocupa el puente aéreo a Berlín,.
aún cuando la distancia recorrida es sólo 12 veces mayor. Más
importante aun que eso, es que la cantidad representa mucho más
gasolina para la aviación que la producida actualmente por todas»
las refinerías de EE. UU., casi tres veces más que la producida
en el momento álgido de la II. Guerra Mundial.
Esta es una cantidad mayor de combustible que la que toda
la aviación podría disponer si sobreviene de nuevo la guerra, se-
gún lo indica el informe de la Marina. Para obtener la gasolina.
que necesitaría la aviación habría q u e . emplear diariamente
2. 719. 368 barriles de petróleo crudo, o sea, más de la mitad de-
la producción total de petróleo de E E . UU. En seguida, para lle-
varia a la base del puente aéreo de New York, se necesitarían
tres nuevos oleoductos semejantes al que actualmente parte a
Texas.

M. del E. 8.
114 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Los costos adicionales del superpuente aéreo, si se instalara


en tiempo de guerra, serían los que se detallan a continuación
según las apreciaciones del estudio de la Marina:
Se necesitarían por los menos 36 nuevos campos aéreos, cada
uno de los cuales costaría «alrededor de U. S. $ 10. 000. 000, para
que hubiera un número suficiente de ellos en las bases de New
York, Newfoundland e Irlanda y para que los despegues y aterri-
zajes de los aviones se efectúen, por lo menos, cada tres
minutos.
En la práctica habría que aumentar la capacidad del puente
aéreo, para abastecer a los varios cientos de miles de obreros que
han de tomar parte en una operación de esta envergadura. Ba-
sándose en la experiencia de Berlín, se sabe que miles de tone-
ladas de abastecimientos tendrían que ser semanalmente llevadas
por el aire a los obreros de cada base, a lo largo de la ruta, para
que la operación pueda continuar en buenas condiciones.
En condiciones de combate, un puente aéreo semejante re-
queriría, en tiempo de guerra, por lo menos un 5% más de com-
bustible para la táctica evasiva en el aire. Eso significa 1. 745. 580
galones más de gasolina diariamente, o sea, siete veces el com-
bustible empleado por el puente aéreo a Berlín.
El uso de aviones con propulsión, propuesto para conseguir,
un transporte más rápido y más seguro de abastecimientos de
guerra bajo condiciones de combate, se traduciría en costos astro-
nómicos.
El estudio de la Marina estima que el costo de los aviones
de esta clase se duplicaría a $ 23. 400. 000. 000, y la cantidad de
combustible consumido sería 10 veces superior a la cantidad que
necesitarían los aviones C - 124 A. La razón de esto es que cada
avión con propulsión a chorro emplea, por milla, más o menos
cuatro veces más de gasolina, de modo que se necesitarían más
aviones para transportar sólo el combustible. En el Hemisferio
Occidental no se produce una cantidad tan grande de petróleo.
La conclusión del estudio aéreo de la Marina es que un puen-
te aéreo que se sostenga por sí solo en tiempo de guerra, de Esta-
dos Unidos a Europa, es posible en teoría, pero que el costo en
combustible y en aviones sería prohibitivo en la práctica, en un
futuro previsible.
Sólo aumentando él abastecimiento de gasolina para la avia-
ción, o sea, empleando para ese fin más de la mitad de la produc-
ción de petróleo crudo de EE. UU., podría la Aviación mantener
ese puente en 4. 500 toneladas diariamente, en una ruta de 3. 864
millas, con los aviones cuya producción ya se ha planificado. En
esta forma, los aviones de carga podrían llevar abastecimientos
¿ PUEDEN LOS AVIONES... 115

para 6 o 7 divisiones de combate en Europa, o la carga equiva-


lente en bombas para un asalto aéreo. .
Aún así, no quedaría gasolina para ninguna otra operación
aérea.
Es así como, del estudio de la Marina, se desprenden única-
mente soluciones prácticas para el problema de una operación de-
pnente aéreo de largo alcance y ellas pueden serlo.
1) perfeccionamiento, de un combustible aéreo más compacto,
Como por ejemplo, energía atómica, o
2) uso de barcos de superficie, protegidos por convoyes a.
través de su ruta en el Atlántico, para abastecer de gasolina y
aceite a las bases aéreas establecidas a lo largo de la ruta.
Naturalmente, si llegara a ser posible ganar una guerra lan-
zando unas pocas bombas atómicas u otras armas de destrucción.
en masa, se eliminaría la necesidad de una corriente continua de
cargamento de guerra al extranjero.
Por otra parte, todavía son aparentes las limitaciones que
existen en el uso de los aviones' en la guerra moderna. Hasta que
se pueda perfeccionar la energía atómica y pueda ser usada en
forma eficiente y generalizada como combustible en aviación; éste
y los abastecimientos aéreos deben transportarse por mar. Las
rutas aéreas deben ser protegidas hasta ahora contra la creciente
amenaza de los submarinos. La potencia aérea, aún cuando es una.
fuerza de ataque principal, un medio de transporte de largo al-
cance de bombas y de tropas de combate, debe siempre depender
de los convoyes de la Marina y de las bases mantenidas por el
Ejército para operar en gran escala fuera del país.
Es esto lo que el Sr. Johnson debe estudiar, cuando enfrente
el entusiasmo del Congreso por una Fuerza Aérea todopoderosa,.
contra las duras realidades de la planificación militar. Su decisión
respecto a cuanto puede ampliarse la potencia aérea, a expensas
de las fuerzas terrestres y marítimas, determinará la forma en
que el Congreso aumentará el poder aéreo, conservando bases
en ultramar y convoyes marítimos.
(Traducción del Departamento de Informaciones
del E. M. G. del Ejto. ).
116 MEMORIAL DEL EJERCITO.

INEFICACIA DEL NUEVO EJECUTIVO: LOS APRESTOS MILITARES


Y LA ADMINISTRACION

" P o r su parte, los ochocientos que hacían parte de la misma casta a pe-
sar de contar con el concurso de un militar europeo inteligente como Macken-
na, no dieron mayores pruebas de capacidad organizadora. Aunque librea de
oposición revolucionaria y de la necesidad de apoyarse en la benevolencia
realista, en los dos meses y medio que duró su gobierno, no acertaron a plan-
tear la defensa nacional. De los cuatro renglones de que constaba: los cursos
de oficiales; la compra de armas; la disciplina de cinco mil soldados; y el
aniquilamiento del concurso que el enemigo tenía en el propio pueblo chileno,
abandonaron los tres primeros para contraerse sólo al último, que era inalcan-
zable. La mitad del pueblo no podía imponer sus sentimientos a la otra mitad
por otros medios que el afecto moral y material de las armas. Las amenazas
y las violencias aisladas, eran recursos contraproducentes".

(De "Historia de Chile", por F. A. Encina, tomo VI).

AVALANCHA DE PROYECTOS

" E l único resultado práctico de esta avalancha de proyectos, fue absor-


ber el tiempo y la escasísima capacidad de. los dirigentes de la época y des-
viarlos de la organización militar. Desde el punto de vista revolucionario, la
conducta de sus autores fue la de un capitán de buque que, en los momentos
de desencadenarse un temporal, convoca a su tripulación para deliberar sobre
las reformas que conviene introducir en la nave, a fin de hacerla más cómoda
y mejorar sus condiciones marineras.

(De "Historia de Chile", por F. A. Encina, tomo V I ) .


UNA VISION DE CONJUNTO SOBRE... 117

UNA VISION DE CONJUNTO SOBRE


LOS ELEMENTOS BLINDADOS.
CAPITAN. MICHELET.

PRIMERA PARTE
Generalidades. — Clasificación.
Se entiende por elemento blindado lo que es capaz de transpor-
lar por sus propios medios un armamento permanente pronto para
Actuar garantizando, al mismo tiempo, a sus órganos cierta protec-
ción contra el fuego del adversario.
Las características de un elemento blindado, en general y en
orden de importancia son: armamento, movilidad, protección.
1. —Armamento. —¡Es la posibilidad de hacer fuego centra el
enemigo, lo que es la razón de ser del arma blindada: esta vale,
antes que nada, lo que vale su armamento.
2. —Movilidad. —Comprende:
—velocidad en línea recta, por buen camino.
—aptitud para la marcha en terreno variado.
—velocidad y rendimiento en pendiente.
—facilidad y seguridad en la dirección.
—radio de acción.
—seguridad de funcionamiento y duración de los diferentes
elementos.
3. —Protección. —El armamento y la seguridad ya son factores
importantes de la protección: el armamento, porque es el mejor me-
dio de defensa: la movilidad, porque permite utilizar en cualquier
momento, por medio de la maniobra, la protección natural que
ofrece el terreno y también porque una máquina blindada en movi-
miento es menos vulnerable que un objetivo fijo.
La pequeñez de la silueta, el perfilamiento y el camouflage,
facilitan la disimulación y dificultan la identificación y la puntería.
A eso se agregan el grado de instrucción táctica y técnica de
la tripulación, la cooperación íntima con la infantería y las unida-
des de reconocimiento, el conocimiento del terreno, etc.
Todos estos factores de protección tienden a un solo fin; impe-
dir que el carro sea alcanzado por el fuego del adversario. Pero
aun estos factores no son suficientes. Por eso se ha dado en llamar
especialmente, a la resultante de un blindaje definido por el espe-
sor y la inclinación del mismo. Esta protección opera solamente
cuando el carro es tocado. Es tan relativa como las otras, porque
prácticamente:
118 MEMORIAL DEL EJERCITO.

a) existen proyectiles perforantes o de carga dirigida, capaces


de perforar cualquier coraza;
b) aunque ninguno de esos proyectiles consiga perforar el
blindaje, si alcanzan puntos importantes, acaban por producir ave-
rías en él, atacando los puntos débiles (flancos, rodamientos, órga-
nos de visión, rodamientos de la torre, articulación del cañón o de
la ametralladora); y aun, incomodando seriamente a la tripulación
con la proyección de los cascos de los proyectiles o con la inflama-
ción del carro;
c) un carro considerado como a "prueba de ciertos calibres", pa-
ra volverse invulnerable al calibre superior exige, en general, que se
aumente su blindaje en proporciones tales, que desapareen sus de-
más cualidades: el aumento de peso exigirá un motor mayor, lo-
que aumentará su volumen transformándolo en un blanco magní-
fico.
Conclusión. —El carro será destruido por un cañón mayor a
aquel contra el cual se procuró defenderlo, al paso que conservan-
do su concepción primitiva, podrá escapar por la maniobra y la
exigüedad de su silueta.
Se ha perdido, entonces, la protección que se pensaba ganar
por la coraza, porque es preciso aumentar mucho peso para obte-
ner poco como protección. Cualquier aumento del peso en favor del
armamento, la movilidad es más ventajosa que el que se obtiene por
el blindaje.
Así se demuestra como es de ilusoria para un elemento blinda-
do, la protección obtenida por la coraza y cuanto más importantes
son el armamento y la movilidad. Y no es, precisamente, lo que
resulta de las expresiones consagradas por el uso corriente actual
de arma e ingenio blindado. Sería mucho más lógico decir: ingenia
mecánico de combate o arma mecánica.

CONCEPCION Y FORMULA TACTICA DE UN ELEMENTO


BLINDADO.
El éxito de un tipo determinado de sarro blindado, en un pe-
ríodo de las hostilidades, depende de tres factores muy importantes
que son:
a) la seguridad de su funcionamiento.
b) su número.
c) la fórmula táctica.
1. —Seguridad de su funcionamiento.

Se aplica tanto al motor y a los diferentes elementos de trans-


misión y rodamiento, como al armamento y a las municiones. Todo
UNA VISION DE CONJUNTO SOBRE... 119

carro que sufre una panne seria en la marcha, está perdido para
e1 combate del día siguiente. Todo carro que funciona deficiente-
mente durante una preparación, corre el riesgo de perderse defini-
tivamente y de arrastrar al sacrificio a su tripulación y comprome-
ter el éxito de la empresa en que se ha empeñado.
Un carro que no funciona bien no es solamente un carro nulo;
es también un peso muerto. Si es solamente un ejemplar, es fácil
desembarazarse de él; si se trata de una serie o de un tipo errado,
ese error puede ser fatal al país que lo cometió.
No es suficiente que un carro funcione bien en el día D. Es
necesario estar seguro que ese día trabajará bien; para eso, es in-
dispensable que la seguridad de su funcionamiento sea obtenida y
que nadie dude de eso. Es un factor moral de primera importancia.
La experiencia de todos los Ejércitos ha demostrado que en
campaña, una unidad de carros tiene siempre más carros deterio-
rados por causa de pannes mecánicos que por el fuego del enemigo.
2. —El número.
No se puede apreciar este factor, en un carro, sino por milla-
res. Desde el punto de vista táctico, el número permite el empleo
en masa, la. superioridad numérica y la substitución de los inser-
vibles (permanencia). Son los tres factores más importantes del
éxito. ..
Desde el punto de vista técnico, el número exige la fabrica-
ción en serie, lo que supone:
a) potencia industrial considerable,
b) simplificación extrema de los diferentes órganos y espe-
cialmente, de las diversas operaciones de fabricación, ¡lo que no
excluye ni la perfección ni el terminado.
Al término de la guerra, en 1945, norteamericanos y rusos
fabricaban, cada cual por su lado, 3. 000 carros por mes. Los ale-
inanes nunca pasaron la cifra de 1. 000 por mes.
3. —La fórmula táctica.
La concepción de un elemento blindado debe corresponder,
tanto cuanto sea posible, a las exigencias del Estado Mayor, en lo
que se refiere a un empleo definido, esto es, a ciertas misionas por
cumplir contra un adversario y un terreno determinados.
La fórmula táctica no es más que la dosificación armónica de
las características generales: armamento, movilidad, blindajes,
adecuados al empleo fijado.
Entre esas características, algunas pueden ser consideradas
por el Estado Mayor como determinantes y serán impuestas numé-
ricamente. Las otras, serán determinadas automáticamente, por el
estado actual de la técnica y de las posibilidades industriales.
120 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Por ejemplo: si el Estado Mayor impone: un cañón dadlo


(calibre, velocidad inicial, peso de la munición), para ser montado
en la torre o en el eje; una velocidad determinada en los caminos;
la espesura, inclinación del blindaje anterior y lateral, resultaría,
de ahí, poco más o menos automáticamente:
—el peso total.
—el espacio ocupado.
—la potencia del motor.
—número de cambios de velocidad.
—ancho de la carrocería.
—tren de rodamiento, etc.
Ensayo de clasificación de los elementos blindados.

Acabamos de ver que un elemento blindado está concebido


para satisfacer las necesidades del Estado Mayor, esto es, para
cumplir un empleo o una misión determinada.
Pero en el momento en que ese elemento blindado ha sido fa-
bricado, las condiciones de la guerra pueden haber variado y su
fórmula táctica no corresponda al empleo previsto. Con mucho-
mayor razón, algunos años más tarde, ya sea por la fisonomía de
las operaciones o por la aparición de nuevas armas, el empleo que
se quería dar a ese elemento puede ser muy diferente de aquel
para el cual fuera creado.
Conviene, pues, responder a la siguiente pregunta: ¿Dadas,
da fórmula táctica y las características de base de un elemento
blindado, cuál será, en e1 estado actual de las cosas, el empleo que
de él deberá hacerse o qué misiones podrán dársele? En otros
términos: las necesidades del Estado Mayor, los tipos de empleo
y las misiones, cambian constantemente; las características técni-
cas permanecen.
He aquí por qué una clasificación lógica y duradera deberá
basarse en las características del elemento blindado y no en el em-
pleo para el cual fue concebido. Por otra parte, a una misión bien
determinada, han correspondido, en diferentes países o en épocas
diversas, elementos de fórmulas tácticas totalmente diferentes.
Se ve así claramente que el empleo de un elemento blindado-
no puede constituir argumento definitivo de clasificación, porque-
depende esencialmente del terreno, del momento, de las necesida-
des de la batalla y hasta de la personalidad del jefe que decide
su empleo.
La clasificación que proponemos aquí se basa en el estudio
profundo de la evolución de las fórmulas tácticas: ella se justi-
fica por la historia de todos los materiales de los principales
beligerantes de 1939 a 1945. y se esfuerza por distinguir nítida-
mente las fórmulas anticuadas y las que pueden substituirlas en
el futuro.
UNA VISION DE CONJUNTO SOBRE... 121

Clasificación.

1. —Elementos corrientes.
a) Carro torre (clásico, de cañón largo).
b) Obús torre (carro obusero).
c) Carro casamata (de cañón largo).
d) Obusero casamata (obusero de asalto).
e) Automotor de Artillería.
f) Automotor contra carros (antigua fórmula alemana).
g) "Tank", destroyer americano.
h) Autoametralladora.
2. —Elementos especiales.
i) Transporte de personal.
j) Carro D. D. A.
k) Tractor de auxilio.
1) Carro de trasposición.
m) Carro de Comando (radio).
n) Carro anfibio.
o) Carro detomina.
p) Carro lanzallama.
Características de los elementos blindados más corrientes.
a) Carro torre.
Armamento.
El armamento principal está montado en una torre de rota-
ción total y constituido por un cañón largo de gran velocidad ini-
cial. Este cañón es solidario con la torre, en dirección.
La potencia del armamento se caracteriza principalmente por
la velocidad inicial, así como por el poder perforante del proyectil
en las diferentes distancias.
Esté cañón puede a veces disparar obuses de carga dirigida y
obuses explosivos a distancias que van hasta el alcance máximo de
esas municiones.
La brevedad de la duración del trayecto y la rapidez de pun-
tería en dirección, permiten alcanzar, a corta distancia, objetivos
animados de cierta velocidad.
En algunos tipos de carros, un dispositivo giroscópico facilita
el tiro durante la marcha.
Por lo general, cuenta con tres ametralladoras: una ligada al
cañón, otra fija en la placa delantera de la caja, disparando al fren-
te y otra se destina al tiro de D. D. A.
124 MEMORIAL. DEL EJERCITO.

c) El carro Casamata.

Armamento.
El armamento principal es un cañón de gran velocidad inicial,
articulado en la casamata. Tiene algún campo de tiro en dirección
y en altura. La rotación total se hace por un pivote montado en la
carrocería, lo que lo hace menos liviano que el de torre.
En cuanto a la movilidad, su empleo previsto no exige veloci-
dades considerables. Es más manuable que los carros.
El mismo empleo exige un blindaje considerable, que en nin-
gún caso debe descuidarse, pues el carro casamata no puede buscar
su salvación en la maniobra. El carro casamata debe tener una pla-
ca frontal considerable y debe ser, en lo posible, invulnerable a los
obuses explosivos de calibre mediano.
Organización general.
En casi todos estos elementos, el motor está en la retaguardia,
la casamata en el frente y el puesto de pilotaje en la propia casa-
mata.
En un futuro estado de la técnica, será posible montar en un
chassis determinado un cañón más potente o permitirá economizar
un poco de peso en provecho del blindaje.
Permitirá, por otra parte, encontrar una silueta más baja y
menos vulnerable.
Empleo.
Contrariamente a lo que vimos en los carros torres, este ele-
mentó es esencialmente "direccional", esto es, que su dirección de
tiro casi se confunde con la dirección de marcha. Incapaz de defen-
der por sí solo sus flancos, no puede aventurarse a descubierto ni
empeñar una acción por su cuenta, a no ser en un caso muy parti-
cular: la acción retardatriz contra carros a gran distancia.
Fuera de este caso, es estrictamente tributario de la infantería,
a la cual prestará valiosos servicios. En compensación, ésta deberá:
a) garantizarle la protección de sus flancos y en las distancias
cortas.
b) efectuar para él los reconocimientos de posición, de itine-
rario y de objetivo. Debe fijarle una serie variada de misiones di-
reecionales, para las cuales la ausencia de la torre no constituye in-
conveniente.
Así, este elemento podrá actuar:
a) En la ofensiva. —Tornar a su cargo las obras y armas cuya
destrucción exija un cierto poder perforante (casamatas, casas for-
tificadas). Fué la misión del "Sturmgeschtz".
UNA VISION DE CONJUNTO SOBRE... 125

b) En la defensiva. —Garantizar el mantener cerrados ciertos


sectores contra carros enemigos.
c) En la acción retardatriz. —Participar en el Plan de Fuego
contra carros, a larga distancia o bajo la forma de emboscadas. Mi-
sión que fue de los "Panzerjager".
d) En ciertos terrenos. —Particularmente en los terrenos pla-
nos, desempeñar el papel de artillería de larga distancia (S. U. ru-
sos) en tiro direato o indirecto.
El carro casamata puede ejecutar esas misiones, aun sin la to-
rre, porque dispara a grandes distancias y está protegido por la
infantería.
Está favorecido por la potencia de su cañón, mayor, como ya
dijimos, que la de los carros de igual clase. Por su blindaje, casi
siempre más fuerte que el de los carros de su clase, lo que le permite
afrontar las concentraciones de la artillería que no dejan de caer
sobre todo elemento blindado condenado a estacionamiento más o
menos largo.
En efecto, el carro casamata, contrariamente a los otros carros,
permanece amarrado a las posiciones que la infantería le fija como-
garantía de su defensa y evoluciona muy poco. No podrá, por lo
tanto, en ningún caso, encontrar su salvación en la maniobra.
Desde el punto de vista de la diferenciación de los empleos,
puede decirse que los elementos livianos y medios, pueden emplear-
se en combates a corta distancia, con la infantería (Sturmgeschutz,
Panzerjager, S. U. 85) y que los elementos pesados y los muy pesa-
dos, son apropiados para la, acción retardatriz y para los tiros en
distancias largas (Jadger Panzer Jagd Tiger, S. U. 122, S. U. 152.
T. 28).
Los primeros elementos blindados de 1914 y 1918, o sea los ca-
rros Schneider, Saint Chamond, Mark V., eran carros casamatas.
El B. y el M. 3, representan soluciones mixtas, combinaciones-
de casamata y de torre.
Pero cronológicamente, el primer carro casamata moderno fue
el Sturmgesucht III (1940).
La defensa contra carros puede dividirse en defensa fija y de-
fensa móvil. La primera sólo puede ser garantizada por los carros-
casamatas medios; la segunda incumbe a los carros medios y pesa-
dos, mantenidos en la reserva en un centro de direcciones diver-
gentes.

d) El obús casamata.
Es el obusero de asalto del cual conocemos varios ejemplares-
alemanes y rusos.
La misión normal de estos elementos es en las filas de la in-
fantería. Pueden:
126 MEMORIAL DEL EJERCITO.

a) batir más rápidamente que la artillería y a pequeñas dis-


tancias, resistencias enemigas desenfiladas.
b) disparar con carga "dirigida" sobre los carros desenfilados
o más allá de los límites de perforación de los cañones largos.
La utilidad de los elementos como el Bruma Bar o el S. U. 122,
combatiendo en las filas de la infantería; ño deja dudas a nadie.
e) El automotor de artillería.
Armamento. —Puede ser constituido en principio, por todas las
bocas de fuego de la artillería clásica, comprendidos los llamados
"cañones de infantería".
Este cañón está montado en el eje del carro, pero de modo que
disponga de cierto campo de tiro en dirección.
Movilidad/. —El chassis es muchas veces el del carro medio o
pesado. Esto representa grandes ventajas, pero es posible sólo en un
país de gran potencia industrial, porque en ese caso, los automoto-
res de artillería serán construidos en vez de un carro propiamente
dicho. Es por eso que muchas veces se entregan a la artillería auto-
motriz, los chassis anticuados o tomados al enemigo.
Por otra parte, los automotores de artillería no se vuelven an-
ticuados tan rápidamente como los carros; la artillería podrá con-
servar, sin inconvenientes, por mucho tiempo, sus chassis, después
que los carros correspondientes hayan desaparecido del arma blin-
dada.
Un país de pobre potencial económico e industrial debía, por
consiguiente, construir toda su artillería automotriz desde el tiem-
po de paz y, llegada la guerra, emplear todas las usinas en la cons-
trucción de carros.
La artillería necesita, antes que nada, movilidad estratégica.
No exige posibilidades maniobreras ni de traslado tan amplias como
la de los otros carros. Exige, en compensación, poca presión unita-
ria, para evitar la destrucción del terreno en las posiciones.
Blindaje. —El automotor puede eludir la contrabatería por el
movimiento. No tiene que afrontar sino los pedazos de las granadas
de los obuses y, a veces, los proyectiles. Por esta razón, los elemen-
tos construidos hasta ahora sólo tienen una cabina a prueba de
fragmentes.
Organización general. —Por lo general, el cañón gira bien ha-
cia la retaguardia del chassis. El motor está casi siempre al frente,
para dar lugar a una cámara de tiro. Solamente el M. 7 conserva la
estructura general de un carro y tiene su cabina de tiro en el frente.
Existen: automotores de artillería, dotados de un cañón de
artillería. Tales son: el Wespe y el Hummel.
Automotores dotados de un cañón de infantería y destinados
a representar el papel de las compañías de cañones. Son: el Grille
y los demás montajes alemanes del cañón 15 cm. S. I. G. 33.
UNA VISION DE CONJUNTO SOBRE... 127

Piezas de artillería pesada norteamericana, en las cuales la-


tripulación no está protegida por el blindaje y cuya colocación en
batería exige el empleo de palas de contera.
Empleo. —El normal de la artillería o de las compañías de ca-
ñones de infantería, con nuevas posibilidades de maniobra. El
tiempo para entrar y salir en batería, es menor y la movilidad tác-
tica, considerablemente aumentada.
La artillería automotriz dio excelentes pruebas de su rendi-
miento y constituirá de aquí en adelante, la fracción más impor-
tante de la artillería.
Los detractores objetan:
1. —La exigüidad del campo de tiro en dirección. Esa exigüidad
puede ser fácilmente remediada.
2. —Que la menor panne mecánica inmoviliza un cañón lo que
no pasa nunca en la artillería tradicional. Es fácil responder que
la batería debe disponer de un elemento destinado a arreglar los
automotores en panne.
3. —Que sus posibilidades de transporte, en terreno montaño-
so, son limitadas. Esa objeción es válida para todo lo que sea moto-
rizado.
4. —Que en los ¡países poco industrializados, la construcción de-
cada, automotor se hace en detrimento de la construcción de un ca-
rro.
Parece que el interés de los cañones de infantería es secunda-
rio, a causa de los riesgos a que están expuestos. El obús rocasama--
ta parece, por lo tanto, adaptarse mejor a este objeto.

f) El automotor contra carros.


Armamento. —Una pieza contra carros montada en el eje y
dotada de cierto campo de tiro.
Movilidad. —Todo lo que se dijo de los chassis de los automo-
tores de artillería vale para los contra carros. Los alemanes, que
poco más o menos fueron los únicos que los construyeron, utiliza-
ron casi los mismos chassis para los dos fines.
Blindaje. —El blindaje es análogo a los automotores de artille-
ría. Pero lo que ha sido útil para esta arma, no ha dado resultados-
en las piezas contracarros. Este es el punto débil de estos elementos.
Organización general. —La misma que la de los automotores-
de artillería.
Empleo. —El más frecuente ha sido la emboscada y la interdi-
ción contra carros. Esta concepción parece haber sido condenada
por la experiencia.
Los alemanes renunciaron a esta concepción en provecho de
la fórmula "carrocasamata". El éxito de un automotor contra ca-
rros no blindados es el mismo que una pieza contracarros en tierra.
128 MEMORIAL DEL EJERCITO.

La misión contra carros no puede ser confiada sino a carros o


a carros casamatas, a casamtas o a torres fijas.
g) Los "Tank" destroyers americanos.
Este material fue dotado con un armamento contra carros po-
deroso. Su movilidad es aún mayor que la del carro de la misma
clase. Su blindaje fue sacrificada en beneficio de las otras caracte-
rísticas. La misma torre es ampliamente abierta arriba para facili-
tar la observación.
La organización de este material es la del carro clásico, sin el
cesto de la torre.
Tres materiales norteamericanos representan a esta categoría:
El M. 10, con cañón de tres pulgadas; el M. 36, en que las tres
pulgadas fueron substituidas por un 90 y, el M. 18.
Estos ingenios se destinaron a la lucha contra carros en todas
sus formas. Constituían, antes que nada, una, reserva poderosa en
las manos del Comando, en la lucha contra carros.
Prácticamente, desempeñaron todos los papeles: apoyo de la
infantería, reconocimientos, refuerzo de la artillería. La abertura
superior de la torre fue para ellos, muchas veces, un grave incon-
veniente.
Esta concepción parece, en último término, juntarse a la del
carro crucero, bien armado, poco blindado y de gran radio de acción.
Los propios norteamericanos la abandonaron.
Traducción del coronel Roger Soto Marín.
(DE LA REVISTA "A DEFESA NACIONAL").

A M O R P A T R I O
"Mis intereses personales son los que menos he cuidado en toda mi vida,
particularmente- cuando los de mi patria están de por medio. Sí: de esta
patria que desde los 15 años de mi primera edad fue el ídolo de mi corazón
en la tierra, y lo será hasta rendirle el último aliento''.

Bernardo O 'Higgins.

(Carta a Agustín López, 24 de agosto de 1842).


INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA... 129

INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA MILITAR.


Coronel H. M. FORDE.

(Terminación).
MONTES BAJOS MEDITERRANEOS.
Grupo III.

La característica de este grupo es su clima peculiar de vera-


nos secos e inviernos lluviosos. El clima del Mediterráneo consis-
te en un verano cálido, de días de sol brillante y un invierno
moderado con períodos irregulares de lluvia.
Los veranos se asemejan a los del desierto, él viento forma
polvaredas y la temperatura se mantiene alta, excepto en la
costa. En el invierno, rara vez se forma escarcha que, a pesar de
no ser muy severa, causa considerables daños.
Estas condiciones climatológicas excepcionales favorecen la
existencia de montes bajos que se adaptan a las variaciones en
humedad y sequía. Ciertas características en este grupo son apa-
rentes. Ya que la temperatura es moderada, no existe período de
defoliación. La nueva vegetación surge en el otoño y la propa-
gación de la primavera, esto es, antes y después de las lluvias.
Los arbustos bajos son comunes, v. g., el chaparro en América
del Norte, el "maquis" en Francia y el "macchia" en Italia. Los
pastos escasean debido a la maleza.
La Zona Mediterránea radica en las costas occidentales de
Los continentes entre los 30º y 40º de latitud. La mayor zona del
mundo rodea al Mar Mediterráneo, desde Portugal y Marruecos
en el oeste hasta Palestina y parte del Mar Negro en él este. En
América del Norte la zona se extiende desde Vancouver hasta
Los Angeles y en América del Sur, la región de Chile, desde Co-
quimbo hasta Concepción. El resto lo componen la zona alrededor
de la ciudad del Cabo en el Sur de Africa y dos zonas en Aus-
tralia, cerca de Perth y Adelaida.
El panorama en este grupo incluye casi siempre montañas y
océano, excepto en África y Australia donde faltan las elevadas
montañas.
Las montañas dificultan las operaciones militares, máxime
si su altura es tal que permanecen cubiertas de nieve durante el
M. del E. 9.
130 MEMORIAL DEL EJERCITO

invierno. En estas zonas los desbordamientos de los ríos son fre-


cuentes. La escasez de vegetación y las pendientes agrietadas fa-
vorecen el veloz descenso de las aguas y la correspondiente ero-
sión. Las orillas de los cursos de agua son escabrosas y, junto con
la amenaza de inundaciones de invierno y primavera, dificultan
la construcción de puentes. Durante la sequía el calor y el polvo
causan incomodidad física y hacen necesario proteger constan-
temente el equipo mecánico.
Se ha alcanzado un desarrollo de las tierras mayor que en
las zonas áridas o de bosques tropicales. Las facilidades de trans-
porte son adecuadas para operaciones militares en gran escala,
excepto en las montañas donde se necesitan tropas especialmente
adiestradas y equipadas.
Al igual que en los trópicos el problema de sanidad es muy
serio. El paludismo es endémico, particularmente en la zona del
Mar Mediterráneo. .
Desde el punto de vista táctico, las acequias constituyen obs-
táculos al tránsito de vehículos. Además, los bancales y viñedos
canalizan el movimiento.
La cuenca, del Mediterráneo fue la morada de la primera ci-
vilización. Los griegos creían que las tierras frías del norte sólo
servían para los bárbaros. Hoy día, esas zonas despreciadas por
los griegos forman el centro de la "civilización occidental" y
pertenecen al cuarto grupo, zonas de bosques mixtos en latitudes
intermedias.
ZONAS DE BOSQUES MIXTOS EN LATITUDES
INTERMEDIAS.
Grupo IV.
Dos quintas partes de la población del mundo habitan las tie-
rras de este grupo. Las dos civilizaciones principales del mundo,
la oriental y la occidental, han. eliminado los bosques, sustitu-
yéndolos con cultivos e instalaciones industriales. Sólo en parajes
remotos y alturas inaccesibles permanecen los bosques todavía.
Los climas de estas zonas median entre el tropical y el in-
vierno severo de las regiones norteñas. Los cambios de tempera-
tura se expresan en la vegetación. Generalmente el invierno en
estas regiones es benigno y los veranos calurosos. Anteriormente
se mencionó que los climas marítimos tienen menos variación en
temperatura que los climas continentales o del interior. La. va-
nación entre el verano y el invierno depende de la localidad con
respecto a la costa o al interior.
Con excepción de las zonas de los monzones en Asia, la hu-
medad es abundante todo el año. En la zona de los monzones,
INTRODUCCION A LA GEOGEAFIA... 131

las lluvias del verano acentúan el cambio que trae la estación


invernal.
Originalmente los bosques vírgenes de éstas zonas consistían
en coniferos y vegetación de hoja ancha. En general, cuando el
suelo y las condiciones climatológicas son favorables, abundan
mayormente árboles dé hojas caedizas. En las regiones de suelos
deficientes y clima severo, predominan los coniferos.
La transición de la vegetación de la zona de bosques tropi-
cales a la de bosques mixtos de latitudes intermedias es gradual
y depende de la temperatura.
Las tierras de este grupo se encuentran en las partes orien-
tal y occidental de los continentes y al norte y sur de los desier-
tos. En regiones de costas montañosas, tales como Noruega, Co-
lombia Británica, Alaska, el sur de Chile o Nueva Zelandia, existe
sólo una ancha faja en la costa y en la parte inferior de las lade-
ras. Donde las montañas no se interponen, los bosques se extien-
den hacia el interior. En Europa, al sur del Báltico, dichos bosques
llegan hasta Moscú. En América del Norte, al este de los desier-
tos y zonas herbosas, éstos bosques radican entre las regiones de
bosques tropicales y bosques septentrionales, esto es, al este del
río Mississippi entre 25° y 45° de latitud norte. En América del
Sur, se halla sólo una pequeña zona al sur del Brasil que puede
considerarse como parte de este grupo. En Africa, el área es más
pequeña aún y consiste en una faja estrecha en el extremo Su-
reste del continente. También cuéntase en este grupo a Nueva
Zelandia (sin incluir las montañas más altas) y el este de Aus-
tralia. Aunque desde el punto de vista climatológico pertenece a
este grupo, Japón se considera como zona montañosa debido a lo
escabroso de sus montañas y a lo reducido de sus llanuras
(Figura N. ° 4).
132 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Dijimos anteriormente que la mayor parte de la vegetación


virgen ha sido eliminada para permitir el cultivo del suelo. El
paisaje abarca en general una combinación de campos cultivados
y bosques alternadamente. A este grupo son comunes todas las
variadas formas topográficas, tales como llanuras, altiplanicies,
colinas y alturas.
Desde el punto de vista histórico, las principales guerras del
mundo se han librado en este tipo de terreno. Las tácticas, ejecu-
ción y tecnología modernas se fundan en las experiencias de di-
chas guerras y no ha quedado problema alguno de terreno o clima
sin estudiarse.
Se han desarrollado sistemas excelentes de transporte para
el movimiento de materias primas, víveres y toda clase de ar-
tícuíos fabricados. Por lo tanto, las operaciones militares en tales
zonas serán favorecidas por las disponibilidades de medios para
el movimiento de tropas y pertrechos de guerra.
Probablemente el mayor problema individual, desde el punto
de vista de utilización del terreno, lo constituirá el movimiento
a campo traviesa. La determinación de la transitabilidad del te-
rreno será más fácil mediante un examen de la vegetación. Debe
tenerse en cuenta la relación que existe entre los coniferos y el
suelo arenoso o la leve capa de tierra en las laderas empinadas.
Los terrenos cultivados húmedos forman lodazales y posiblemente
resultarán infranqueables para los vehículos. Las zonas en que
crecen los coniferos, con excepción de los terrenos bajos, casi
siempre contienen cursos de agua adecuados y son más transita-
bles cuando húmedas que cuando secas.

ZONAS HERBOSAS.
Grupo V.
Casi veinte por ciento de la superficie de la tierra está cu-
bierta de hierbas. Esta clase de vegetación es tan característica
como el clima. Las temperaturas igualan a las de regiones limí-
trofes, sean éstas desiertos o bosques, y su factor determinante
es la humedad.
La precipitación en zonas herbosas es mayor que en zonas
áridas, pero insuficiente para el crecimieto de árboles.
Deducimos de lo antes dicho que las zonas herbosas radican
entre las áridas y los bosques. La transición del clima es evidente
por la variada vegetación.
En las márgenes de las zonas áridas se hallan las estepas,
clasificadas como regiones semi áridas. Las hierbas de las estepas
tienen sólo varias pulgadas de altura y las raíces penetran muy
INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA... 133

poco. Según aumenta la humedad surgen las praderas con sus.


hierbas altas de raíces profundas. Los árboles, en la pradera
crecen junto a los arroyos. Estos dos tipos de zonas herbosas se
hallan en las márgenes más frías de los desiertos y bosques.
El tercer tipo de zona herbosa, la sabana existe en los bordes.
finas cálidos de los bosques tropicales. La sabana también es tran-
adicional y los árboles crecen a lo largo de los arroyos, rompiendo
la monotonía tan característica de la estepa y la pradera.
En Eurasia, la estepa se extiende desde la parte occidental
del Mar Negro hasta más allá del Lago Balkash, e incluye dos
pequeñas zonas en Manchukuo y Mongolia. En el norte del Africa
existe una faja estrecha entre las montañas o desierto y el mar.
fe fin América del Norte existen estepas al norte y este de las zonas
láridas, desde Tejas hasta Canadá. En América del Sur existe una
faja estrecha en Patagonia y parte de las pampas argentinas.
En el sur del Africano existen verdaderas estepas, pero las cuencas
de los ríos Murray y Darling en Australia son verdaderas estepas
(Figura M° 5).

En el mediano oeste de EE. UU., al sur de Canadá y al norte


de las pampas argentinas y Uruguay, existen praderas. Toda la
llanura de Hungría, parte de la Ucrania y una pequeña región
al sur de Africa son praderas.
Las mayores sabanas están en Africa, entre las zonas desér-
ticas y los, bosques tropicales. La costa de norte de Australia, y
altiplanicie de Brasil, los llanos del Orinoco y el Gran Chaco, son
todas sabanas mucho más pequeñas.
La mayoría dé las zonas herbosas del mundo existen en su-
perficies considerablemente llanas o altiplanicies y ofrecen un
panorama monótono.. Donde el terreno es ondulado, los valles an-
134 MEMORIAL DEL EJERCITO.

churosos tienen arroyos poblados de árboles que sirven de atrac-


ción a los colonizadores. La aridez de la zona hace muy importan-
te la búsqueda de fuentes para le obtención de agua.
La acumulación anual de humus, debida a la descomposición
de la hierba, ha dado a las zonas herbosas uno de los terrenos
más fértiles del mundo. Los, granos y carnes que alimentan las
poblaciones urbanas se deben a la fertilidad de los suelos de las
zonas herbosas.
El cultivo de estas zonas reviste considerable importan-
cia en el planeamiento de operaciones militares. Su rico suelo,
cuando húmedo, se convierte en un lodazal que dificulta el mo-
vimiento a campo traviesa durante las lluvias (casi siempre en la
primavera y a principios del verano). No debemos pasar por alto
la importancia económica que presenta el negar al enemigo la
cosecha de granos.
Las carreteras y vías férreas generalmente nacen en los cen-
tros mercantiles y se extienden en líneas rectas en todas direccio-
nes. El terreno llano facilita la construcción de esas vías de co-
municación. La economía de esas zonas se caracteriza por el mo-
vimiento de grandes cantidades de abastecimientos, lo que debe
resolver fácilmente las exigencias logísticas de una operación.

ZONAS DE BOSQUES SEPTENTRIONALES.


Grupo VI.
Estos bosques se extienden de este, a oeste a través de los
continentes del Hemisferio Septentrional, al norte de los desiertos,
zonas herbosas y bosques mixtos. Las condiciones climatológicas
no favorecen a la vegetación de hojas anchas, de manera que los
coniferos predominan. Estos bosques se llaman taiga, derivado
del nombre ruso de los bosques vírgenes del norte (Figura N. ° 6).
INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA... 135

El elemento más significativo del clima es la temperatura.


los inviernos son largos, oscuros y severos. Los veranos son cor-
tos y fríos, pero están acompañados de muchas horas de luz solar.
En el interior de los continentes, se experimentan cambios extre-
mados de temperatura, especialmente en las zonas de bosques
septentrionales. Verkhoyansk, el punto más frío del globo, radica
en el taiga. La precipitación, excepto en la costa, es de menos
de diez pulgadas de lluvia que cae casi toda en el verano.
La congelación es profunda y en algunos sitios el suelo per-
manece congelado a profundidades de cien o más pies. En otras
zonas, se encuentran extensos pantanos que hacen el tránsito casi
imposible, excepto en invierno cuando se congelan.
Hay tres tipos de formaciones topográficas en este grupo.
Tenemos las regiones de colina de bases rocosas en la zona com-
prendida por el río y Golfo San Lorenzo en América del Norte
y el Báltico y Siberia en Eurasia. En los bordes de estas alturas
nacen extensos valles. El tercer tipo lo forman las antiplanicies
de altura moderada. Las alturas siberianas al este del río Yenisei
se extienden a través del Mar de Bering hasta la altiplanicie del
Yukón en Alaska.
Como consecuencia de la congelación durante el período
pleistoceno han quedado millones de lagos. En Finlandia,1 por
ejemplo existen más de treinticinco mil lagos. Mediante el uso de
Aviones equipados con flotadores, tales lagos sirven de avenida
lacia las zonas vírgenes. Los mismos aviones, equipados con
esquíes durante el invierno usan los lagos congelados para sus
aterrizajes.
Las operaciones militares en estas regiones se complican con
el frío del invierno, los insectos en verano y los pantanos. Las
carreteras y ferrovías son escasas e inadecuadas. Allí el trans-
parte de abastecimientos y fuerza militares dependerá de los
lagos y ríos. Los medios de transporte confiables son: en verano,
transporte fluvial o transporte aéreo y, en invierno, por aviones
con esquíes.
Durante los últimos años nuestras fuerzas militares se han
dedicado a estudiar los problemas de la guerra en invierno y los
medios para combatir la severidad del tiempo. Los resultados de
los estudios pormenorizados indicarán más claramente cómo ven-
cer estos obstáculos.
LAS ZONAS POLARES.

Grupo VII.
Estas zonas se distinguen por el frío, prevaleciente aun en
el verano, y por la escasez o falta total de vegetación. Estas re-
136 MEMORIAL DEL EJERCITO.

giones son desérticas por no tener vegetación alguna. Generalmente


la precipitación es leve y las regiones están escasamente
pobladas.
Estas regiones están situadas en la demarcación al norte del
taiga. Sus límites coinciden con los de las áreas cuya tempera-
tura media en el mes más caluroso es menos de 50° F. De hecho,
casi todos los geógrafos modernos se refieren al isotermo de 50° F.
como línea demarcación de las regiones polares. Las temperatu-
xas de menos de 50° F. no permiten la existencia de árboles. La
vegetación de las regiones polares lleva el nombre de tundra. La
vegetación varía según cambia la temperatura. La tundra de
maleza ocurre en el borde del taiga y consiste en arbustos enanos,
principalmente angélica, salce, abedul y aliso. Más al norte de-
saparece la maleza y surge la tundra de juncias, musgo y líquenes.
Más al norte aún desaparece la capa continua y comienzan a apa-
recer espacios de rocas desnudas en que medra la tundra en lu-
gares bajos y abrigados. Esta última región se conoce como el
desierto tundra.
La tundra crece sobre una capa de subsuelo permanente-
mente congelado llamada "permafrost". El deshielo del verano
ablanda la superficie, pero el agua no escurre. Esta condición
húmeda y esponjosa de la tierra imposibilita el tránsito.
En la Antártida no existe la tundra, sólo existe hielo y roca
descubierta. El isotermo de 50º F. rodea la Antártida hasta mar
afuera y corresponde más o menos con la línea de 50° latitud sur.
La distancia desde el Ecuador es más o menos igual a la que hay
desde Cherburgo, Praga o Vancouver hasta la desembocadura del
río San Lorenzo. .
Generalmente las regiones polares del Hemisferio Septentrio-
nal están al norte del Círculo Polar Artico, en Eurasia. El límite
en América del Norte lo define la línea que se extiende aproxi-.
madamente desde el Estrecho de Bering hasta la entrada a la
Bahía de James y luego hasta el extremo norte de Terranova. Esté
grupo incluye a Groenlandia y la costa septentrional de
Islandia.
La superficie incluye todas las variedades de relieves, desde
las llanuras, bajas y pantanosas hasta las altiplanicies y montes
glaciales. El desgaste de la roca se debe principalmente a la ex-
pansión por congelación, el deshielo y el frío y resulta en el rom-
pimienta angular de la roca que, con el tiempo, se reduce a una
grava áspera y de filos cortantes. La erosión ocurre principal-
mente por acción glacial.
Las operaciones militares en gran escala resultan casi impo-
sibles allí. La región nada ofrece y no existen facilidades de trán-
sito. Habrá que combatir las temperaturas bajas constantemente.
INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA... 137

En una temperatura de 20" F. bajo cero el cuerpo humano pierde-


rápidamente su aptitud física, no sólo debido a las vestimentas.
pesadas sino también al efecto detrimental del. frío. La supervi-
vencia demanda máximo vigor y esfuerzo, tanto físico corno-
mental.
El equipo mecánico tampoco se desempeña eficazmente
en temperaturas bajas. Por ejemplo, para el arranque de un avión
en el Ártico es necesario calentarlo suficientemente por medio
de un pequeño generador para que así la máquina alcance una
temperatura propia para funcionar. Aún en el caso de los mo-
tores de propulsión a chorro, es necesario un período de calefac-
ción antes de poner las turbinas a funcionar, pues operan a altas
temperaturas.
La operación "High-jump", expedición de la Armada du-
rante el período 1946-1947 a la Antártida, constituye hasta la fe-
cha la mayor prueba con tropas y equipo. Sin embargo, todo el
personal que participó no iguala el número de efectivos de una
división de infantería y, de éstos, la mayor parte del personal
estaba apoyando la operación.
Las operaciones militares en las regiones polares serán ma-
yormente defensivas y consistirán principalmente en el manejo-
de puestos avanzados y puestos de observaciones meteoro-
lógicas.
Nuestras experiencias en operaciones árticas han sido muy
limitadas. Ciertamente Attu y Adak están más cerca del Ecuador
que Liverpool. Las operaciones en Alaska y las islas Aleutianas-
pueden clasificarse debidamente como subárticas, pues estas.
zonas radican dentro de la demarcación de las zonas de Bosques
Septentrionales. .

LAS ZONAS MONTAÑOSAS.


Grupo VIII.
Las zonas montañosas se definen como regiones en que el
relieve es suficientemente marcado para causar diferencias en los.
tipos de vegetación según cambia la altura.
Estas zonas se distinguen, en muchos aspectos importantes,.
de los otros siete grupos. En primer lugar, las zonas montañosas
quedan identificadas por la configuración y no por la vegetación..
En este caso la diferencia en altura y no la distancia horizontal es-
la que determina las diferencias en tipos de vegetación. Otro rasgo
es la distribución intrincada.. Las formaciones montañosas son
irregulares y las partes contrastan unas con las otras, Otra carac-
terística de importancia para el geógrafo militar la constituye la.
138 MEMORIAL DEL EJERCITO.

dificultad que presentan al tránsito sus escarpadas pendientes y


escabrosas superficies. Las montañas, a través de la historia,
han demostrado ser barreras infranqueables para las plantas, los
animales, los hombres y las ideas (Figura N. º 7).

Las zonas montañosas del mundo parecen originarse en la


altiplanicie del Tibet en Asia. Sólo existen unas pocas zonas ais-
ladas que son independientes de este sistema. Los geólogos han
ofrecido variadas e interesantes explicaciones de la formación de
las montañas y la erosión subsiguiente que les ha impartido las
formas que hoy tienen.
Esas configuraciones exhiben las cualidades resistentes de las
rocas en que se formaron las montañas. Las cordilleras, los des-
filaderos, los riscos y valles son muestras del proceso de erosión.
Las formaciones topográficas resultantes infunden carácter al pa-
norama, Un paraje que ofrezca un panorama impresionante o
espectacular no se presta para operaciones militares.
El relieve áspero, de agrias pendientes, trae por consecuencia
rápidos cursos de agua. Con frecuencia, las pendientes imposibi-
litan el movimiento de vehículos motorizados y la escasez de ca-
rreteras y ferrovías son evidencia de que las zonas montañosas
son impenetrables. Las vías de comunicación que existen en la
actualidad cruzan por puntos a bajo nivel o por brechas en que
resulta fácil y económica su construcción. Debemos reconocer lo
peligroso de un ataque contra el tránsito canalizado y, por lo
tanto, debemos dominar las alturas para poder utilizar sus
corredores.
INTRODUCCION A LA GEOGEAFIA. 139

En las zonas donde la altura de las montañas alcanza las de:


las nieves perennes, las condiciones climatológicas prevalecientes.
son iguales a las condiciones típicas' de los bosques septentrionales.
o de las regiones polares. En las latitudes bajas (0o -15°) la zona
de nieves perennes comienza a aparecer a alturas sobre 12. 000 a
14. 000 pies. En las latitudes medias (15°-45°) aparece a alturas
sobre los 9. 000 a U. 000 pies. En estas zonas, los planes de opera-
ciones deben comprender medidas especiales para confrontar
Condiciones de bajas temperaturas y formaciones glaciares.

GEOGRAFIA MILITAR.
« '

El estudiante de geografía militar debe siempre mantener su


atención en el conjunto y mantenerse constantemente alerta para
no enfrascarse en los. pormenores de características individuales.
que le distraigan de apreciar la significación de regiones exten-
sas. Algunas de las regiones mencionadas presentan facilidades
que serán de ayuda a las operaciones militares. Otras regiones
aún no han sido colonizadas o explotadas a cabalidad. En este
último caso, las operaciones militares sólo podrán conducirse con
éxito si se toma en consideración la región en su totalidad. Cuan-
do se conozcan cabalmente los factores que prohiben al hombre
morar en esas regiones, entonces podrán forjarse planes militares-
con la certeza de que no surgirán inesperadamente problemas,
logísticos, operativos o de supervivencia.
(De "Military Review", de marzo de 1949).

"Siento no depositar esta insignia ante la Asamblea Nacional, de quien


últimamente la había recibido; siento retirarme sin haber consolidado las ins-
tituciones que ella había creído propias para el país, y que yo había jurado
defender; pero llevo al. menos el consuelo de dejar a Chile independiente de
toda dominación extranjera, repetado en el extranjero, cubierto de gloria
por sus hechos de armas. Doy gracias a la Divina Providencia que me ha ele-
gido para instrumento de tales bienes y que me ha concedido la fortaleza de
ánimo para resistir al inmenso peso qué sobre mí han hecho gravitar las aza-
rosas circunstancias en que he ejercido el mando... "

(Palabras de O'Higgins al abdicar el mando, el 28. I. 1823).


140 MEMORIAL DEL EJERCITO.

O'HIGGINS, EL UNICO

" H a sido para mí una especial satisfacción; también, servir en un país con
instituciones tan similares a las nuestras, con conceptos democráticos tan pa-
ralelos a los nuestros, y que ha sido legado al pueblo de Chile por O 'Higgins,
el único libertador del Continente que tenia un verdadero concepto democrá-
tico de la sociedad".

(Del discurso del Embajador de Estados Unidos, en el Insti-


tuto Chileno Norteamericano, durante el acto académico en.
celebración del 17. 3° aniversario de la independencia de su
país).

'' El espíritu de O 'Higgins, cuyo nombre ilustra a este Establecimiento


Militar, continuará velando sobre estos contornos, los más australes de nuestro
territorio y también sobre vosotros, soldados de la República, a quienes el
Gobierno destaca en esta zona y Chile entero encomienda la custodia de una
de las porciones más caras de su tradicional legado histórico''.

(Del discurso de S. E. el Presidente de la Repúbli-


ca don Gabriel González Videla al inaugurar la
Base O'Higgins, el 18. II. 948. ).
EL ENIGMA DEL SERVICIO D E . . . 141

EL ENIGMA DEL SERVICIO DE


INFORMACIONES ALEMAN BAJO EL
REGIMEN DE HITLER
GENERAL RIVET.

(Continuación).

EL TABLERO DE LOS MEDIOS


El ambiente en el cual Beck y Canaris desarrollaban su acción
clandestina, no tiene límites geográficos; se confunde con el espa-
cio ocupado por los ejércitos alemanes, está en todas partes, en
Europa y en el mundo, allí "donde tiene acceso la diplomacia hi-
tleriana y el servicio de informaciones alemán. Y cada uno sabía
bien que el "sol no se ponía en sus dominios".
Dejemos a un lado la diplomacia alemana, que no interviene
sino en la medida, muy mediocre por lo demás, en que sus repre-
sentantes se encuentran implicados en las actividades de Canaris.
El único personaje de Relaciones Exteriores con el cual tenía
confidencias, era el Secretario de Estado, Barón Weizsacker, di-
plomático de carrera, conservador ponderado, comprensivo de las
finalidades de la "Abwehr". Veamos antes los elementos afiliados
a la conspiración o simpatizantes y, después, a "grosso modo",
la organización de la "Abwehr", sus cuadros y sus medios.
Desde el día en que von Beck tomó la dirección del movimien-
to, podría esperar que todos los elementos de la oposición le pres-
tarían su concurso, activo o pasivo, en la acción violenta que el
deseaba desencadenar; pero se encontrará en realidad con nume-
rosos timoratos que esperaban, conocer el curso que seguirá la
conspiración, antes de decidirse, es decir, no participarán.
Beck pudo contar personalmente con jefes de alta graduación
de la Wenrmacht y del Ejército de reserva (Ersatzheer), entre
los cuales se encuentran el Gral. Olbrich, Jefe del Departamento
de Ejército (Heeresamt), los generales Falkenhausen (1), Hop-
piíer, "Wagner, Stülpnagel (2), Lindemann, von Treskow. El ge-
neral Fromm, Comandante del Ejército de Reserva, después de

(1) Nombrado Gobernador de Bélgica por los alemanes.


(2) Gobernador de París, durante la ocupación.
142 MEMORIAL DEL EJERCITO.

haber accedido durante largo tiempo en forma condicional, ter-


minó en el último momento por colocarse contra Beck y, virtual-
mente, esta actitud determinó la de numerosos oficiales que ser-
vían a sus órdenes.
Beck recibió desde el primer momento la adhesión del Gene-
ral Reichenau, aunque de conocidas inclinaciones nacis y autor de
un trabajo dirigido a Hitler y en el cual pedía que se limitara
a los éxitos conseguidos en Polonia (3); desgraciadamente, Reiche-
nau morirá en 1941. Recibió la adhesión, —renovada periódica-
mente a Canaris—, de von Kluge, comandante de un Grupo de
Ejércitos en el frente oriental y que se ha demostrado como un
ardiente partidario de un atentado contra Hitler; la de, von Leeb,
comandante de un Grupo de Ejércitos' en ese mismo frente, pero
relevado luego de su comando por sus convicciones religiosas. En
fin, dispone de una pieza maestra en ]a persona del General von
Witzleben, jefe impetuoso que le ha de dar, hasta el final, todo
su concurso.
Sin duda alguna que en todos estos altos escalones del man-
do Beck ha de prever debilidades; pero la actividad de Canaris,
quien visita los diferentes frentes con cierta frecuencia, deberá
—según lo imagina—, corregir estas fallas. Cuidadoso del presti-
gio de Beck, así como del propio, Canaris recibe el estímulo del
General von Halder (4), —que es el lógico sucesor de von Beck
en el Estado Mayor General—; pero cuyo temperamento calmado,
algo dogmático, dejaba entender que aceptaría sólo un papel pa-
sivo contra el régimen; de von Sodenstern, Comandante. de un
Grupo de Ejércitos en 1941-42, cerebro despejado que considera-
ba la vida con un humor flemático y filosófico; pero que sabe
tener en la mano a sus oficiales, dispuestos a la sedición; de von
Paulus quién había adherido al proyecto cuando era Jefe del Es-
tado Mayor del VI Ejército en el Este; pero con el que hubo
más tarde divergencias con respecto a los métodos restrictivos
aplicados en Polonia, circunstancia que enfrió las relaciones en-
tre los conspiradores y él.
Así, pues, Beck, por intermedio de Canaris, se mantenía en
contacto con todos aquellos generales y Jefes de Estado Mayor
(3) Esta idea le fue inspirada por estimar en demasía el valor de la linea
Maginot y la voluntad de resistencia de los franceses. Reichenau hizo participar
de estas ideas a todos aquellos jefes encargados de algún Comando de impor-
tancia en el frente Oeste, quienes preavaluaban, no sin cierta timidez, las san-
grientas pérdidas a las que se expondría el Ejército Alemán en un ataque. Pue-
de juzgarse con que desprecio y sarcasmo acogería Hitler estas insinuaciones
de poner término, con Polonia, a sus deseos guerreros.
(4) Halder, a principios de noviembre de 1939, y con el objeto de impedir el
ataque contra el frente occidental, habría sugerido a Canaris el suprimir a
Hitler (El Ejército, La Nación, de Wullus-Rudiger).
EL ENIGMA DEL SERVICIO D E . . . 143

repartidos en la inmensidad de los frentes europeos y que supo-


nía dispuestos a compartir sus puntos de vista.
Pero, hagamos resaltar el hecho de que Beck, paralelamente
a la acción sobre el elemento militar, no había olvidado el culti-
var útiles amistades con los representantes de lo oposición bur-
guesa. Entre estos, citaremos al profesor Popitz, ex ministro de
Hacienda de Prusia; Ulrich von Hassel, antiguo Embajador ante
el Vaticano, Sack, Presidente del Tribunal Imperial; en fin, escu-
chará con agrado, a principios de 1939, las proposiciones del Dr.
Erich Kordt, primer consejero de Legación, adjunto a Ribbentrop,
y resuelto partidario de un atentado contra Hitler.
Ahora sabemos que militares y civiles, de acuerdo con el mo-
vimiento, estaban también de acuerdo para conferir a Beck, —en
el caso de obtener buen éxito—, el título de "Jefe Supremo" con
todos los poderes necesarios para instaurar un gobierno sobre
bases democráticas; pero sabemos también que todos aquellos je-
fes militares de alta graduación partidarios de Beck y que estaban
encargados de obtener del Ejército en el momento oportuno una
verdadera "media vuelta" revolucionaria, se fueron mostrando
menos dispuestos a ello a medida que se agravaban las condicio-
nes de la guerra hitleriana. Imbuidos en los deberes de su mando,
prefirieron, en general, eludir el riesgo de fracasar contra Hitler
y, talvez también, el de ir contra Alemania misma... Canaris, en
un tono desengañado, decía al día siguiente de una entrevista con
von Kluge: " Nuestros Mariscales no saben lo que quieren; en
cuanto consiguen el menor éxito táctico, se les hielan los pies y
desisten del asunto". Es que lo que. los mariscales alemanes no
quieren en caso alguno, es la defección delante del enemigo; entre
ellos no habrá defecciones (5): se batirán hasta el final.
El análisis de la "Abwehr" en manos de Canaris nos pone en
presencia de una organización más homogénea y firme que todas
las que puede concebir Beck, obligado a estar al margen de ella;
con el "Servicio de Informaciones" alemán, entramos en un orga-
nismo secreto que una mano experta no deja que se resquebraje
fácilmente y que ofrece múltiples posibilidades de trabajar sola-
padamente.
En Francia, así como en casi todas partes, se figuran en ge-
neral equivocadamente las formas, lo complejo y las funciones
especiales de un Servicio de Informaciones. Se ha hablado mucho

(5) "Ragusades", en el original. Sin traducción literal (N. del T. ).


144 MEMORIAL DEL EJERCITO.

de los servicios secretos sin conocerlos y se ha achacado gratuita-


mente a la "Abwehr", al "Intelligence Service", así como a cier-
to número de otros servicios extranjeros las actos más extrava-
gantes y los aciertos más inverosímiles. En ello, la novela ha en-
contrado la fuente más segura y más fecunda; pero la realidad
está muy lejos de estas fantasías.
El Servicio de Informaciones que nos ocupa es el producto.
de una larga y paciente labor, que ha tejido sobre Europa y so-
bre el mundo una malla fina de hombres desgranados a la bús-
queda de los secretos del adversario eventual^ y formados en una
disciplina que garantiza la hermeticidad y la seguridad del ser-
vicio; sabemos que ha tenido diversas fortunas. Ha elogiado su
propio valer cuando sus éxitos han sido constatados y contesta-
dos (6); pero se ha callado cuando ha tenido la conciencia llena
de gozo: hace tiempo, cuando Francia dividida en dos campos an-
tagónicos por el caso Dreyfus, solicitó confidencialmente a Alema-
nia que le diera la clave del enigma, el Estado Mayor Alemán, es
decir, el Servicio de Informaciones alemán guardó silencio. "Der
Nachrichtendienst est ein Herrendienst" (7).
Esta herramienta es la de Canaris. La guerra no ha modifica-
do su organización de tiempo de paz, sólo la ha acrecentado con
el aporte de personal de reserva. Su órgano directivo se encuentra
en Berlín, cerca del Comando Supremo.
Comprende un numeroso personal dividido en diferentes sec-
ciones (Abteilxungen) que corresponden, por lo general, a los paí-
Sea en guerra con Alemania y a aquellos cuya amistad o neutra-
lidad les interesa. Tiene, además, su servicio interno y sus órganos
de enlace con los organismos gubernamentales; como todo servi-
cio'de Informaciones está ligado estrechamente a sus fuentes de
información, pero no menos intimamente al Estado Mayor del
Alto Comando, destinatario esencial de sus informaciones. Pode-
mos también imaginarnos en este cuadro todos aquellos elementos
constitutivos de una dirección muy activa, ordenada y flexible,
en la cual juega un rol muy importante un material de enlace
y transmisión muy perfeccionado. No hablaremos de sus recursos
económicos que ya, en tiempos de Bismarck, representaban veinte
veces el del Servicio de Informaciones francés y que no le fueron
nunca disminuidos; pero, veamos lo esencial: su personal.
Canaris ha elegido inteligentemente el personal que necesita-
ba para sus intenciones, que tomaron el carácter de políticas prin-

(6) El Corone Nicolai, recién terminado 1918, ha escrito abundantemente


en elogio de su servicio de informaciones.
(7) "El Servido de Informaciones es un servicio de caballeros".
EL ENIGMA DEL SERVICIO D E . . . 145

cipalmente cuando Hitler desorganizó el Gran Estado Mayor. A


A sus colaboradores más íntimos, encargados de reclutar los oficia-
rles para el Servicio, tenía por costumbre, decirles: " El sentimien-
to antinaci está por encima de las cualidades profesionales'', con-
signa de peligrosa aplicación bajo el ojo sospechoso del partido-
que tenía especial interés en estar representado en la Abwehr..
Esto último lo concede Canaris con suma habilidad y previene el
posible ataque, introduciendo ostensiblemente en su Servicio, al—
gunos nacis auténticos que sabrá hacer inofensivos y mantenerlos
al margen de sus verdaderos secretos. En el hecho, le servirán de
"camouflage" y de "cobertura" ante las veleidosas intervencio-
iiies 3e la Policía del Estado y, bajo el control vigilante de Ca-
naris, la Abwehr será, en sus cuadros, y hasta promediar 1943,
el receptáculo de oficiales movilizados y de funcionarios cuyo
único objetivo es el derrocamiento del régimen: oficiales en acti-
vidad de tipo prusiano y kaiseriano, oficiales salidos de los par-
tidos de oposición y de organizaciones militaristas (Cascos de Ace-
ro, Cuerpos Libres, Sociedades Juveniles, etc. ) y representantes a c -
tivos de las opiniones liberales de todos los credos. Se encontrará,
asimismo, a judíos, y el Jefe de la Abwehr tendrá a este respecto,
más de un sinsabor; pero, ayudado por colaboradores de toda con-
fianza tendrá durante largo tiempo la herramienta en su mano.
Citemos algunos de estos hombres que, en su mayor parte, ter-
minaron trágicamente sin haber alcanzado su objetivo:
El coronel Oster, posteriormente general, sajón de marcado es-
píritu kaiseriano, fanático adversario del régimen nacionalsocialis-
ta, inclinado más a la acción que a la lentitud de las preparaciones
de aquella. Más tarde, será ejecutado conjuntamente con Canaris,
el 9 de; abril-de 1945. '
El General Piekenbrock. bella silueta westfaliana, tipo de mi-
litar "íntegro", desprovisto de sentido político; muy adepto a Ca-
naris v dócil a sus consejos.
El General Bentivegni. prusiano ambicioso, tipo oficial de la
Reichswehr, de mucha confianza de Canaris.
El Coronel Hansen, sucesor de Piekenbrock en 1942, tachado
por la Reichswehr, joven e impetuoso, aporta nueva savia a la or-
ganización Canaris; será ejecutado el 20 de julio de 1944.
El Coronel Barón von Freytag-Lothringhoven, báltico, anti-
bolchevista y antinaci, activo y convencido confidente de C a n a r i s
desde mucho tiempo antes. Se suicidará el 26 de julio de 1944, ante
la inminencia de ser arrestado.
El Conde Marogna-Redwitz, destinado a Viena por Canaris;
ciudad en la cual había sido el artesano de la colaboración austro-
alemana al plan del Servicio de Informaciones, en la época de Doll-
fuss. Será ejecutado el 20 de julio de 1944.
M. del E. 10.
146 MEMORIAL DEL EJERCITO.

El general X . . . , último confidente de Canaris y poseedor de


toda la confianza de los animadores del complot. La competencia
profesional y la habilidad política del general X . . . , le hicieron uno
-de los más preciados auxiliares de Canaris.
Podría continuarse largamente esta lista; podría nombrar mu-
chos otros personajes que hacían el juego a Canaris en los puestos
secundarios, que ocupaban. Así, el Dr. Dohany, acreditado abogado
adjunto a Canaris y que será ejecutado a raíz del 20 de julio de
1944; un tal Barón Ino, seudónimo del director de una sociedad que,
—procedimiento muy alemán—, disimula un tentáculo de la Ab-
wehr: la compañía "Transmare", judío del Levante, ciudadano tur-
co, viajero del mundo, fogoso, de espíritu satánico, Ino es, en resu-
men, el miembro internacional de la conspiración; sabrá desapare-
cer a tiempo.
Constatamos, por último, que la organización Canaris cuenta
entre sus adeptos un elemento destinado a actuar en primera línea
cuando haya sonado la hora de la violencia: se trata de la '' Divi-
sión Brandenburgo", de guarnición en Berlín, a las órdenes del
Mayor General Pfuhlstein, prusiano típico, representante clásico de
la Reichswehr y connotado enemigo del régimen. Con el general Os-
ter, planea y prepara la participación de sus tropas en la sedición;
el mayor Heinz, colocado en aquella unidad por la Abwehr, asegu-
ra el enlace entre Pfuhlstein y Canaris.
Tal es, a "grosso modo", este órgano central de la Abwiehr,
compuesto de un núcleo de oficiales profesionales en el servicio de
informaciones, y de un selecto grupo de oficiales leales, de extrac-
ción diversa, pero unidos férreamente por un espíritu de casta, por
un odio común y dispuesto a satisfacerlo. Frente al orden nacional-
socialista, que acaba de imponerse, ellos representan al Gran Esta-
do M a y o r . .
Pero este centro posee, como debe adivinarse, sus núcleos leja-
nos, ramificados en los países en guerra y en ilos que no lo están,
núcleos que llamamos "puestos" o "antenas" y que, en su lengua-
je técnico los alemanes llaman "Abwehrstellen" (puestos de Defen-
sa). En tiempo normal ellos encauzan hacia la Central esta miel tan
estimada que se lama "información militar". Bajo la era hitleria-
na, Canaris decidió que este cometido no se llenara así y que todos
los oficiales de los "Abwehrstellen", de Kiev a Dunkerque, dé Lis-
boa a Patras (8) cumplieran tareas suplementarias en las cuales
los ha instruido pacientemente y con prudencia una vez que se con-
venció de su lealtad. No trataremos de seguirles en esta actividad",
así como en sus estados de alma; pero sabemos que, cuidadosamen-
te controlados por Canaris, se han mostrado dóciles al rol prescrito
por su jefe y han trabajado a favor de la oposición. Algunas de

(8) En Grecia, sobre el mar Jónico. (N. del T. ).


EL ENIGMA DEL SERVICIO D E . . . 147

sus actividades que los servicios de informaciones adversarios in-


terceptaron mal cuando los sorprendieron, parecen tener allí su ex-
plicación.
Pasaremos en silencio, —porque son innumerables y percepti-
íijles sólo a los especialistas expertos—, estas múltiples ramificacio-
ppes del ¡Servicio de Informaciones en líos diferentes escalones de la
inda política, económica y administrativa de los países extranjeros.
y sobre los cuales fundaron también sus certidumbres e ilusiones, a
lo largo de su laboriosa existencia.
Las hemos conocido entre nosotros, donde un régimen liberal
excesivo les ha dado durante un tiempo desandado largo una hospi-
i4álidad y una impunidad contra la que se rebelaron sin cesar los
servicios de informaciones franceses. Bástenos decir, en. honor de
fistos últimos y de los últimos Jefes de Gobierno de la III Repúbli-
[ca, que en "1940 estas "inscrustaciones" habían sido eliminadas ca-
lai totalmente por nuestro servicio de contraespionaje. El espía y el
traidor habían sido extraídos de su madriguera cuando las vanguar-
dias alemanas penetraron en nuestro territorio' (9).
Deberían renacer, — por desgracia!—, en poco tiempo más,
favorecidos por nuestras desventuras...

EL "SABOTAJE" DE LA VICTORIA ALEMANA


Henos aquí ahora junto a Canaris en lo inverosímil; sin insistir
en los hechos que se refieren a la preparación del golpe de fuerza
que debía "liquidar" la persona de Hitler, sigamos al jefe de la
"Abwehr" en su sistemática oposición a las decisiones del Führer
y a los actos del régimen.
Canaris da, desde luego, consignas generales a sus colaborado»
res más íntimos; en el mes de mayo de 1938 las formulaba así a uno
de ellos: "Alemania y Europa están en situación crítica. Después
"de la fácil ocupación de Austria, Hitler, invocando la suerte de
" los sudetes se ha decidido ahora a invadir Checoeslovaquia y a

(9) SI se llama 5. ª Columna a la reunión y combinación de un conjunto de


medios que comprende una acción preliminar (desmoralización, intoxicación, orga-
nización de la traición) y una acción directa (destrucciones, huelgas y sabotajes
en fábricas, raptos o asesinatos de dirigentes, empleo le paracaidistas) está
comprobado que todo este instrumento, cuya implantación en Francia fue Inten-
tada por los alemanes, fue puesto fuera de acción por nosotros en 1940. Pero
no es menos ciertos que, bajo el colapso inesperado de nuestros ejércitos y la
lógica desmoralización que ello provocó, los franceses, conscientes o no de ello,.
propagaron tales desalientos que llegaron a tomar un carácter antinacional. Este-
estado de espíritu, explotado por los alemanes y avivado por un gobierno que
abdicaba de sus deberes, engendró una auténtica 5. ª columna.
148 MEMORIAL DEL EJERCITO.

desmembrar este país. Si este proyecto lo ejecuta, significa la


guerra europea porque las potencias del O. así como la U. R. S.
S., no aceptarán esta nueva provocación. Es necesario, en con-
secuencia, poner en acción todas aquellas fuerzas que conservan
una clara noción de la realidad actual, para oponerse a esta gue-
rra, que sería una desgracia para Alemania y para Europa".
Y Canaris precisaba sus directivas para este caso particular
de Checoeslovaquia: " E n los informes destinados al Alto Comando
hacer resaltar y exagerar todas aquellas informaciones y noticias
que mencionen la potencia de las fortificaciones checas y la vo-
luntad de resistencia del pueblo y gobierno checos. Dar como
cosa cierta la intervención de las potencias occidentales y de la
U. R. S. S. (Fuerza aérea). Prevenir y contrarrestar también las
informaciones oficiales impregnadas de optimismo e ideología
naci".
Esta posición, en presencia de una de las primeras y más gra-
ves determinaciones de Hitler, nos muestra el camino recorrido en
el orden de preocupaciones fundamentales en hombres que, la vís-
pera todavía, vivían bajo la idea fija de '' informaciones sobre el
enemigo". En lo sucesivo, la Abwehr va a vivir en la mentira bajo
la mirada acuciosa del poder establecido.
Canaris se protegerá, desde este punto de vista, por las órdenes
"oficiales" que dará a sus secciones y más ostensiblemente, por.
aquellas que enviará a algunos oficiales nacis. En ellas, se verán
inocentes prescripciones, de las usuales en el servicio, y que no lla-
marán la atención de nadie, talles como "'dedicarse a sus labores
militares y mantenerse alejado de todo acto político", "abste-
nerse de ejercer funciones que corresponden a la 8. D. (10) y
a la Gestapo: la lucha contra el enemigo se atendrá a los límites
que, en el pasado y en el presente, siempre han sido respetados
por lo beligerantes".
En verdad, es efectivo que el oficial alemán tradicional siem-
pre se ha declarado '' inepto para actuar disconforme con las reglas
leales del combate".
Pero, las instrucciones "secretas", únicas que nos interesan,
siguieron siendo dictadas para unir de arriba a abajo, las cadenas
de los rebeldes animados por Canaris (11).

(10) Sichereisdienst (policía especial) (Nota del A. ) "Servicio de Seguri-


dad" (Nota del T. ).
(11) Es deplorable que no hayamos conocido el complemento, es decir, el
"Mario" escrito por el Jefe de la Abwehr. Este documento cayó en manos de
la Gestapo y. con ella ha desaparecido, no solamente un comentario interesante
de las instrucciones de Canaris, sino que también un testigo inobjetable para
los llamados después "criminales de guerra", que ese documento fustigaba sin
debilidades.
EL ENIGMA DEL SERVICIO D E . . . 149

Escuchémoslo a raíz del drama de Checoeslovaquia: "Con la


desgraciada incorporación de este país en la esfera de la sobera-
nía del Reich, que ha significado el sacrificio del último Jefe
del Gran Estado Mayor Alemán consciente de sus responsabili-
dades (el General Beck), el camino de la guerra con Polonia está
libre para Hitler y su camarilla de criminales. Estoy convencido
que esta vez, las grandes potencias no se dejarán embaucar por
las artimañas de éste mentor patológico".
La guerra significa la catástrofe para Alemania; pero una
victoria del sistema "hitleriano sería una desgracia mucho más
grande e inimaginable aún que para Alemania, para toda la Hu-
inanidad. Esta victoria debe ser impedida por todos los medios".
De esta manera, habiendo fracasado el Gran Estado Mayor en
la voz de sus altos jefes, en la intención de convencer a Hitler de
no aventurarse en Checoeslovaquia y después en Polonia, Canaria
«calló sus últimos escrúpulos; cortó los puentes tras de sí. Sabe,
tan bien como lo supo Beck, que va a asumir una tarea enorme y
difícil y que durará, especialmente, tanto tiempo cuanto los ejér-
citos alemanes envíen a Hitler boletines de victorias. El apoyo de
los Comandantes de Ejércitos se debilitará porque muchos de ellos
estimarán que no habiendo podido impedir la guerra, no les que-
dará otra cosa que terminar, lo más luego posible, el ciclo de insen-
satas (lucubraciones de Hitler.
Carraris y los suyos se mantuvieron obstinadamente en la línea
adoptada; profundamente convencidos que, bajo las apariencias en-
gañadoras de éxitos efímeros se gestaba un derrumbe seguro, ine-
vitable, sólo se preocuparon de tratar de acelerarlo.
En todas las instrucciones del Jefe de la Abwehr se encuentra
la misma porfiada insistencia sobre los puntos esenciales que en su
ejecución precisaban: "desempeñar pasivamente el trabajo oficial
aparentando la más gran actividad. Abandonar todos aquellos
asuntos que no sean del resorte de un Servicio de Informaciones
o que entraben las intenciones del Jefe; tergiversar o descuidar
aquellas que tengan un carácter policial. En la relaciones con los
países aliadas de Alemania, o no beligerantes, mantenerse en es-
trecho contacto con los elementos antifacistas y alejado de los
otros. Orientar a aquellos elementos sobre la verdadera situación
política y militar de Alemania, considerando el sentido contra-
rio de lo que expiasen las informaciones tendenciosas emanadas
del Estado Mayor de la Wehrmacht, de los Agregados Militares
o de otros servicios militares oficiales alemanes. Es necesario
igualmente, —decía Canaris—, que el mundo sepa hasta qué
puntos estos hombres son culpables y con qué apasionamiento
criminal, exagerando al máximo los informes de nuestros servi-
cios, han desencadenado esta guerra".
150 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Canaris, Jefe de la Abwehr, obra deliberadamente al dar esta,


información dentro de los límites que su propia seguridad le mar-
caba; pero es evidente que se salía de los límites que fijaba la in-
dependencia de acción que normalmente concede el poder supremo
al Jefe del 'Servicio de Informaciones. Y sin duda, el Alto Comando
Aliado debió el haber conocido oportunamente ciertas decisiones hi-
tlerianas y un buen número de operaciones inminentes, al compor-
tamiento que observaba Canaris... así como a la habilidosa inter-
pretación, por sus subordinados, de una actitud que había adop-
tado pese a todos los riesgos (12).
En realidad, Canaris juega sobre una cuerda floja que el es-
píritu debe representarla con cierto espanto. En efecto, bastaría
una sola denuncia personal, una repentina irrupción de la S. D.
o de la Gestapo en cualquier combinación de Canaris a la que fal-
tara precisión, para que su jefe y todo el servicio fuera suprimido
brutalmente. Además, cuando sigamos investigando los pasos del
Jefe de la Abwehr, no tardaremos en notar el momento en que Hi-
tler, desconfiado, lo hace vigilar de cerca; pero aún, desde este mis-
mo momento, que no se le escapa a este sutil jugador que es Cana-
ris, continúa engañando al Führer, tergiversando sus órdenes y con-
servando al mismo tiempo en sus actividades la apariencia de una
lealtad que, si fuera sincera, no dejará de tener mérito dentro de
la situación sin salida a que había conducido Hitler a Alemania.
Paralelamente a las exageraciones e informes falsos que se tras-
miten sistemáticamente, en los puestos de informaciones estimulados
por Canaris se usa y abusa con los "Boletines de Triunfos" (Er-
folgsberichte) que anuncian al Puesto Central el completo buen éxi-
to de una operación prevista. Parque, hay que decirlo, la Abwehr
cuenta con equipos especializadas de saboteadores, de los cuales dis-
pone el Comando para cumplir misiones delicadas. Así, por ejem-
plo, cuando el Alto Comando alemán del frente del Oeste pidió,
a principios de 1940, el sabotaje de los barcos aliados en el Mar-

(12) No queremos establecer, por ésto, que Canaris haya tenido contacto direc-
to con los servidos extranjeros y mucho menos que haya traicionadlo delibera-
damente secretos militares propiamente dichos. Pero, sin duda ha estimulado
el contacto entre sus cómplices en la oposición y personalidades extranjeras. Así
por ejemplo, el DT. Muller, oficial de la Abwehr en Munich, estuvo en relaciones
con el Vaticano en el otoño de 1939. Igualmente el Pastor Dietrich Bonhofer se-
encontró en Estocolmo, en mayo de 1942, con el Obispo anglicano de Chichester.
Canaris se limitará a reprochar, en tono chancero, al Coronel Oster, su ayudan-
te, el que el 9 de mayo de 1940 haya revelado al Mayor Sas, —Agregado Militar
holandés en Berlín—, que el ataque se efectuarla al día siguiente al amanecer...
EL ENIGMA DEL SERVICIO D E . . . 151

Negro y en el Mediterráneo, se le proporcionó, a este respecto, re-


tados astronómicos (de 300 a 500. 000 toneladas hundidas), por
que el Almirantazgo, que había "olfateado" esta falsificación,
quedó mas furioso que satisfecho.
Otros ejemplos. A principios de 1942 el Comando Alemán te-
roía que la Flota Francesa, en la rada de Tolón, pudiera ser capaz
de evadirse en una sola noche, a pesar de ciertas medidas tomadas
para inmovilizarla; entonces, Keitel ordenó a Canaris que la para-
lizara en una forma más segura todavía por medio de un hábil
sabotaje de los instrumentos de navegación. Canaris, al trasmitir
esta orden a su fiel X . . . , se limitó a agregarle: "Naturalmente,
no haremos nada". Sin embargo, poco después la Abwehr presentó
a Keitel un croquis tan preciso, como imaginario, de los sabotajes
realizados. Otro día, habiendo dado el Comando Aéreo de la Avia-
ción alemana, ante Canaris, la orden de sabotear el "Clipper" que
hacía el servicio entre Lisboa y Estados Unides, el Jefe de la Ab^
wehr se apresuró a expresar que tal orden sería cumplida (riguro-
samente; pero inmediatamente partió para Lisboa a fin de poner
en guardia a su representante allí e invitarlo a que impidiera el
sabotaje. En otra ocasión anuló las instrucciones dadas por el Al-
mirante Schuster, encargado de la guerra económica, que tenía por
objetivo destruir las materias primas enviadas desde Inglaterra al
Portugal.
Hay otra actividad en la que la Abwehr parece absolutamente
determinada a no tomar parte: la de las "liquidaciones" brutales,
de las "ejecuciones", acciones repugnantes que la Abwehr estimó
papel de una policía subalterna. A lo menos, esforcémonos por creer-
lo así, a la luz de dos hechos que vamos a citar y aún cuando se-
pamos que tanto en la Abwehr como en cualquier servicio de In-
formaciones, tales "ejecuciones" se juzgan, en cada caso, un acto
vil o sagrado, según sea el motivo, bárbaro o patriótico, que las de-
termine.

EL CASO WEYGAND

Durante el desarrollo de las operaciones militares alemanas en


los años 1940-41, el Alto Comando Hitleriano no cesaba de observar,
con la mayor desconfianza, la actividad que en África del Norte
desarrollaba el General Weygand.
Un día Canaris fue invitado por Keitel a hacer desaparecer
(Beseitigung) al General Weygand por intermedio de una de sus
secciones; en realidad es presumible que esta orden emanaba, en
primer lugar, del mismo Hitler. Canaris, de acuerdo con su costum-
bre, la objetó sin resultados, la orden era formal:
152 MEMORIAL DEL EJERCITO.

El Jefe de la Abwehr tomó entonces el partido de demorarla;


informó de la decisión de Keitel a sus colaboradores más próximos,
los que estuvieron de acuerdo con él en que tal orden no debía ser
trasmitida a los escalones subalternos y que, en todo caso, no sería
ejecutada. ¡No ocultaron su indignación ante la petición del Coman-
do de pretender que se convirtieron en asesinos.
Canaris, cuyo ascendiente intelectual sobre Keitel era mani-
fiesto, astutamente engañó a su jefe y terminó por tranquilizarlo,.
dándole la seguridad de que tal proyecto estaba siendo estudiado
en detalle y que se haría todo lo necesario para cumplirlo. Así, se
ganó un tiempo, precioso y pronto Weygand regresaba a Francia;
desde luego, ya no había caso para "liquidarlo".
(De la "Revue de Defense National", t r a -
ducción del coronel Carlos Fernández P. )

(Terminará en el próximo número).

"Muero por mi patria, por el país que me adoptó entre sus hijos".

" U n bizarro coronel trata de detener a Pareja que desembarca en im-


puerto del sur. Luego vuelve a aparecer batiéndose heroicamente en Yerbas
Buenas y lo vemos caer, allí, herido gravemente. Poco después reaparece de-
fendiendo la plaza de Talca.
Un numeroso ejército entra a la ciudad. El coronel hace esfuerzos heroi-
cos, pero es imposible resistir ante una fuerza abrumadora.
El cuadro que sigue es horroroso, sangriento, pero por fin heroico.
El triunfo del enemigo y aquel valiente jefe cae acribillado por las balas,
pero envuelto en la bandera que había jurado defender hasta la muerte. Para
ella fueron sus últimas miradas y sus últimas palabras, las que han pasado
a la historia.
La bandera que cubría su pecho recogió los últimos latidos del noble, va-
liente y generoso corazón de Spano''.

(De " E l juramento a la Bandera", de P. V. Herrera). -


VISITA DEL SEÑOR COMANDANTE EN JEFE
DEL EJERCITO A LOS EE. UU. DE N. A.

El Comandante en Jefe del Ejército, general de división don


Ramón Cañas Montalva, el Secretario del Cuartel General del
Ejército, coronel don Vicente Martínez Araneda y los tenientes
coroneles señores Javier Díaz Donoso y Carlos Poblete Artigas,
por invitados por el Ejército de los EE. UU. de N. A. visitaron los
principales organismos del Ejército Norteamericano y centros in-
dustriales de la gran nación del Norte, entre el 9. V. 949., al 15.
VI. VI. 949.
El viaje lo realizó la comitiva de un bimotor DC3 de la Mi-
sión Aérea N. A., partiendo de los Cerrillos el 9. V. 949.
El día 10. V. 949., el avión aterrizó en All Brook (Panamá)
donde la representación de nuestro Ejército fue saludada por
el teniente general M. B. Ridgway, comandanta del Ejército del
Caribe, rindiendo un destacamento de infantería, los honores co-
rrespondientes al señor general Cañas.
El día 12. V. 949., después de tocar en Jamaica y en Miami
la comitiva arribó a la ciudad de Washington en la cual permane-
ció hasta el 16 inclusive.
El señor Comandante en Jefe, acompañado de su comitiva y
fiel Ayudante que se le designara, teniente coronel Harold J.
Pearson, hizo su primera visita protocolar al Jefe del Estado Ma-
yor del Ejército, general Ornar N. Bradley el 13. V. 949.
Durante la visita a los generales que componen al Alto Man-
do tuvo oportunidad de recorrer el Pentagón, sede del Comando
y de las altas reparticiones del Ejército, en donde el Comandante
en Jefe de nuestro Ejército fue objetó de recepciones afectuosas
y de franca camaradería.
En la tarde del mismo día en una ceremonia, impresionante
por su sencillez, el señor general Cañas depositó en nombre de
nuestra Institución una corana en la Tumba del Soldado Desco-
nocido, en el cementerio militar de Arlington.
154 MEMORIAL DEL EJERCITO.

El día 16. V. 949., tuvo lugar la visite a la Junta Interameri-


cana de Defensa, realizando esta Corporación una sesión en ho-
nor del señor Comandante en Jefe.
El teniente general Willis D. Crittenberger, Presidente de la
Junta, en su brillante discurso, expresó entre otros conceptos:
" La Junta, que representa a las Repúblicas Americanas y
cuyos esfuerzos son dirigidos hacia la conservación de la paz y
la seguridad Continental, se siente orgullosa dé recibir en su seno-
a tan ilustre soldado sudamericano".
Más adelante agregó:
" La sola presencia en esta sala de los representantes mili-
tares de tantos Gobiernos soberanos que consideran con apropia-
da deliberación y perfecto acuerdo los problemas comunes, es un
homenaje a los procedimientos democráticos que todos defienden''.

"Cada nación tiene una contribución vital que hacer hacia.


la estrategia general. Hoy día, el principio de la interdependencia
de las Américas en la defensa del Continente resalta dramática-
mente con la presencia en la Junta de su huésped de honor, cuya
esfera de responsabilidad abarca un área de tan vital importancia
en el mundo occidental".
El general Cañas, en parte de su discurso declaró que: era
profundamente grato evidenciar que la Junta —nacida en tiempo
de guerra como concreción lógica de un imperativo de defensa
colectiva, que, valía. decir, era salvaguardar el respeto del derecho
y la dignidad humanos— estaba cumpliendo con el más medular
de los objetivos que le señalaron sus fundadores. En efecto, dijo,
durante la sesión inaugural de la Junta, eminentes personeros de
la noble tierra de Washington habían abogado por una doctrina de-
paz y seguridad que, a la par de propiciar la comprensión y ave-
nimiento de los espíritus, constituyera el- más inexpugnable ba-
luarte contra quienes pretendían conculcar los democráticos prin-
cipios de justicia e igualdad, gloriosamente consagrados por los
próceres forjadores de las repúblicas tan dignamente representa-
das en la Junta. Agregó que sobre la piedra angular de la Polí-
tica del Buen Vecino, el mutuo entendimiento y la fe en los es-
fuerzos mancomunados, la Junta Interamericana de Defensa lle-
vaba siete años de incesante y fructífera labor que merecía el res-
peto y la admiración de todos. Como celoso prosélito de la causa.
americanista, había seguido con profunda devoción la grave ta-
rea que venía desarrollando la Junta, lo que explicaría suficiente-
mente la íntima complacencia que experimentaba en esos instan-
tes en que se le honraba con poder compartirla con tan selectos
VISITA DEL SEÑOR COMANDANTE... 155

El General Ramón Cañas Montalva, Comandante en jefe del Ejér-


cito chileno, recibe por segunda vez la Condecoración Legión al Mé-
rito en el grado de Comendador, de manos del General Ornar N. Brad-
ley, en una ceremonia efectuada en Washington D. C. Esta condecora-
ción le fue otorgada en reconocimiento a su labor para estrechar los
planes de defensa del hemisferio.
156 MEMORIAL DEL EJERCITO.

y distinguidos exponentes del pensamiento, la voluntad y la po-


tencia de América.
Dirigiéndose al Presidente, a los Delegados y Asesores, de-
claró que podía asegurar que Chile, su tierra de nacimiento y
forjación, vivía cada minuto más consciente de la seria tarea que
le correspondía ante la patria de afectos y extensión: el Conti-
nente Americano, abierto con magnífica amplitud a las redencio-
nes humanas. Férreamente enclavado, dijo el general Cañas, en
los espolones austral y antártico; apoyado con justa y sana alti-
vez en el macizo andino que había forjado el corazón y los mús-
culos de Arauco; tranquilo por la solidez de su organización po-
lítica; seguro de la potencialidad de su suelo, providencialmente
indicado para servir las grandes industrias, con preferencia la
pesada, Chile miraba con fe y optimismo hacia el Pacífico Sur
donde estaba trazada su inequívoca y trascendental misión—
y se preparaba para alcanzar un subido coeficiente de calidad en

El general Cañas Montalva revista la guardia de honor, a su lle-


gada a la Escuela Militar de West Point. Lo acompaña el teniente co-
ronel Francia W. O'Brien, Cdte. de la guardia; más atrás se divisa al
mayor general B. E. Moore, director de la Escuela.
VISITA DEL SEÑOR COMANDANTE. 157

do cuanto significaba cooperación a los ideales continentales.


agregó que sin dejar de reconocer lo que concernía a la cantidad
pero no pasando inadvertida la lógica relatividad de toda pro—
ción— el pueblo chileno estaba serena y tenazmente dedicado
la superación de otros valores que el heroico ejemplo y la po-
tente voz americanista del Libertador del Pacífico Sur, General
O`Higgins Riquelme, había trazado indeleblemente con su san-
gre derramada en aras de hondas convicciones democráticas.
De acuerdo con el itinerario fijado a la comitiva, el día 17.
1949. visitó la ESCUELA MILITAR DE WEST POINT. A su
gada, el señor Comandante en Jefe recibió los honores de una
guardia de honor, al mismo tiempo que tina batería de artillería,
vida por cadetes, disparabla una salva de 17 cañonazos.
fe La visita comenzó con el saludo al Director, mayor general-
E. Moore.
En esta oportunidad el general Cañas hizo entrega de un
gusto de O 'Higgins, de la figura de un cadete militar chileno y
un gallardete tricolor. Condecoró al director de la Escuela y
coronel Bukena, a este último por sus trabajos sobre geopo-
lica.
El general Cañas —a su vez— recibió una espada modelo "Es-
p e l a Militar de West Point".
Se dio término a la ceremonia con un desfile, en columna an—
posta, de todas las unidades y a las órdenes de los brigadieres, que
son los que tienen el mando directo, con fines de práctica. La ac-
ción de los oficialidad es docente y de supervigilancia.
En New York se visitó el CUARTEL GENERAL DEL EJER-
tolTO; en Detroit, el ARSENAL DE TANQUES; en Atlanta, el
CUARTEL GENERAL DEL III EJERCITO y la ESCUELA DE
INFANTERIA en Fort Benning, cuyo lema ¡ Fallow-me! se ha he-
cho famoso para la infantería americana. En la fecha de la visita
funcionaban 24 cursos de teniente coronel abajo. La comitiva tu -
vo oportunidad de presenciar una serie de interesantes ejercicios-
y el funcionamiento integral de este centro de instrucción, modelo-
en el mundo.. Comanda la Escuela el mayor general Withers A.
.

A las 16, 30 del día 24. V, 1949 la comitiva llegaba a Godman


Field, campo de aviación de Fort-Knox - sede de la ESCUELA DE
TROPAS BLINDADAS.
A la llegada del señor general Cañas fue recibido por el ma-
yor, general William Livesay, rindiéndosele los honores correspon-
dientes.
Como en Fort Benning pudo apreciarse, la organización, fun-
cionamiento de los cursos, medios de vida y la vasta significación
que este centro militar tiene para el Ejército norteamericano.
Fort-Knox, es además la sede de la 3. ª División Blindada, c u -
yas unidades presentaron una serie de ejercicios de alto interés
158 MEMORIAL DEL EJERCITO.

El Presidente del Comité Interamericano de Defensa, teniente ge-


neral Willis D. Crittenberger, saluda y conversa con el general Cañas
Montalva, el día que éste fuera recibido por la Alta Corporación de
Defensa Continental.
VISITA DEL SEÑOR COMANDANTE... 159

profesional para los visitantes. La división, con sus efectivos com-


completos, desfiló en honor del señor Comandante en Jefe de nuestro
ejercito. -
De. señalado interés para la comitiva fue el visitar el MUSEO
ATTON, en memoria del audaz y ejemplar comandante en jefe
al 3er. Ejército, en la II Guerra Mundial y, cuyo recuerdo cons-
pye una verdadera mística para las tropas blindadas del glorio-
Ejército norteamericano.
El 27. V. 949., día fijado por itinerario, permitía al señor ge-
neal y comitiva arribar a Fort-Leavenworth(Kansas) guarnición
la ESCUELA DE COMANDO Y ESTADO MAYOR, Instituto
rrespondiente a nuestra Academia de Guerra y en donde se
ha graduado ya un crecido número de oficiales de Estado Mayor
de nuestro Ejército.
De acuerdo con los deseos del señor general Cañas el itine-
rario señaló el día 31. V. 949. como fecha de arribo al CENTRO
DE INSTRUCCION DE MONTAÑA DE CAMP CARSON, en Co-
lorado Springs.
La visita a este centro de instrucción tiene una importancia
estacada en este viaje y las observaciones anotadas en el infor-
me completo de la comisión servirán como un valioso anteceden-
para el desarrolla futuro de nuestras unidades de montaña.
Un variado programa permitió presenciar el empleo comple-
del equipo de campaña; ejercicios de escalamiento en roca casi
vertical de 400 pies de altura en 35 minutos; construcción de an -
ariveles de cumbre a cumbre con inclinación de 30°; evacuación
de heridos; empleo del carro de montaña, el cual —con cuatro
tripulantes— asciende y baja en terrenos con inclinación de 65°,
conocimiento del nuevo cañón de montaña a lomo, etc., etc.
Junto al programa militar de la jira, la comitiva tuvo la opor-
Pratidad de visitar los principales museos, centros dé estudio y
centros industriales como la INTERNATIONAL GENERAL
ELECTRIC, en Schanectady, ciudad fabril de gran extensión y
donde la compañía da trabajo a 35. 000 obreros y en la cual se
emplea cobre chileno. Otra visita que se destaca dentro del va-
riado programa es el realizado a la FABRICA DE CAMIONES
DODGE en Detroit, ciudad de 3. 000. 000 de habitantes. La pro-
ducción actual de la fábrica es de 250 camiones diarios y la má-
xima de 800. El camión queda armado en 48 minutos.
En Charlottesville, se visitó la UNIVERSIDAD DE VIRGI-
NIA, obra de Jefferson; siguiendo una costumbre que demuestra
él respeto y consideración que la nación tiene por las Fuerzas Ar-
madas, como, en muchas otras Universidades frente a ésta en su
carácter de Presidente se encuentra el almirante en retiro Halsey,
simpáticamente conocido por el "Dogo del Pacífico".
El 2. VI. 949., el general Cañas y comitiva realizaron su visita-
de despedida protocolar al general Bradley. En presencia de nues-
160 MEMORIAL DEL EJERCITO.

tro Embajador en Washington Excmo. señor don Félix Nieto del


Río y del Alto Mando del Ejército norteamericano, el Jefe del Esta-
do Mayor del Ejército agració, por segunda vez, a nuestro general
con la condecoración de la Legión del Mérito en el grado de Co-
mendador.

Durante la visita del general Cañas Montalva a la Escuela de Uni-


dades Blindadas, en Fort - Knox, acompañado de su comitiva: general
de brigada Rafael Fernández Reyes; secretario del Cdte. en Jefe, co-
ronel Vicente Martínez Araneda y tenientes coroneles ayudantes Ja-
vier Díaz Donoso y Carlos Poblete Artigas.

Señalar en detalle la jira total del señor general Cañas y


comitiva, no corresponde a nuestra revista que ha querido, sin
embargo, dar una relación sucinta para conocimiento de nuestros
lectores; destacando así la proyección que el viaje señala tanto
por el conocimiento adquirido por los visitantes, como porque ello
ha servido para que muchas autoridades militares y civiles, de
la gran nación norteamericana, aprecien nuestros problemas y me-
Mliten sobre la importancia que nuestra posición frente al Pacífico,
adquiere día a día.
DOS ROTOS " C H A T R E S " . 161

DOS ROTOS "CHATRES".


EDGARDO ANDRADE MARCHANT

Cuando clareó el alba del 10 de julio de 1882, una Compañía


del Batallón Chacabuco N. ° 6 de Línea, se estaba formando en una
iinbe de bronce tiznada por el incendio que ardía, abajo en la tierra,
en la iglesia y en la casa parroquial del pueblo Ira Concepción. El
cerro El León, presidía las cumbres serranas, teñidas poco a poco por
la aurora, menos roja que las llamas de la plaza lugareña. Las úl-
timas estrellas titilaban en el nácar del cielo y no querían irse sin
ver que sería de la estrella solitaria, y blanca, que flameaba desa-
fiante en el tricolor de la puerta del que todavía era cuartel.
Desde arriba, se divisaban los ¡fogonazos, que fulguraban entre
la bruma de sombra que dejaban caer los cerros sobre el poblacho.
A ratos, subía el griterío confuso de los montoneros, y el crepitar
de los maderos y montones de paja para terminar de una vez con
los pocos que todavía estuvieran con vida.
Desde la nube de bronce, el capitán Carrera Pinto, reconoció
a los chilenos emperrados. Era el subteniente mocoso, Lucho Cruz
Martínez, el "Cabo Tachuela" como le pusieron en el primer bata-
llón a donde entró dejando sus libros del cuarto de año de humani-
áades. El otro, era el Sargento Clodomiro Rosas, roto curicano que
tenía él cuerpo zurcido en las batallas. Uno, alto y flaco, era el sol-
dado Emilio Ruibilar, que se lo habían agregado por enfermo. Pero,
el otro... no lo veía bien,... ni tampoco era tiempo de pasar lista,
ni se necesitaba para irse a la Gloria,...
Terció, Pérez Canto, y le dijo que era el soldado Lindor Gon-
zález.
Lindor González. ¡Ah! ¡El desastrado, bueno para las cholitas
repolludas, para el naipe, y para el corvo. El primero en los asaltos
del Calacuerda! Lindor González, que el día antes, al revistar las
tropa que iba a ir a la misa de nueve, se presentó sin corbatín, y
con los botones pegados con palitos ¡Hm! ¡Este Lindor González!!!
Pero ahora ño era el caso de decirle que su guerrera estaba su-
cia porque las manchas eran de sangre. Ni tampoco, decirle que el
quepí lo tenía sumido hasta las orejas porque lo había salvado de
un mazazo. Ni regañarlo porque tenía la cara cochina, si esas costras
eran de sudor y pólvora, y hollines del incendio, y jugo rojo de los
muertos. Acaso sangre de él mismo, porque recordaba a Lindor Gon-
zález, sosteniéndolo entre sus brazos, cuando preguntó si la bande-
ra del cuartel seguía flameando. Recordaba sus ojos de tabaco col-
162 MEMORIAL DEL EJERCITO.

chagüino, cuando antes de cerrar los suyos, para siempre, sus la-
bios le dijeron a sus tenientes: "Acuérdense, muchachos,.. que EL
OFICIAL QUE RECIBA LA ORDEN 'DE CONSERVAR UN
PUESTO, LO HARA".,
Y, ahora, desde la nube de bronce, los esperaban para marchar
hacia la patria todos juntos. Adelante él, con su caballo de la brida
que llevaría a la (Meche Monteemos que tuvo su hijo en el combate,
y a la grupa al Peyuco, el mocoso de cuatro años del soldado Tiburcio
Chandía. La cuarta Compañía estaba casi lista, pero faltaban los
últimos que peleaban allá abajo.
En la mañana, ya vestida, de oro, hubo un silencio. Desde arri-
ba, se vio salir a una mujer joven y llorosa. Atravesar la plaza del
pueblo, pringosa de sangre y gritar ante los escombros del cuartel:
"Ríndete Luis Cruz, que respetarán tu vida". También, de arriba,
se vio aparecer la cara del subteniente, ennegrecida y brava, y gri-
tar su respuesta de roto macho, al mismo tiempo que saludaba con
su espada.
—¡Es la niña Balladares! — Dijola figura pálida de Montt
Salamanca. ¡Lucho, la quería!
—¡ Más quiere a su bandera! — remachó Pérez Canto.
Y, así, debía ser, porque se oyó gritar a Luis Cruz, y salir a la
cabeza de sus tres rotos, arrojándose con la espada en alto sobre la
turba de enemigos. El sol espejeaba en el acero que remolineaba la
muerte. Un turbión de lanzas y culatas, mezcladas con disparos, im-
pedía ver la lucha desigual. Los uniformes de azul y rojo, desapa-
recían entre los blancos de los montoneros. En pocos minutos más
Luis Cruz y el soldado Rubilar, se presentaban ante el capitán Ca-
rrera Pinto a tomar su puesto inmortal. Pero, la cuarta Compañía
del Chacabuco no podía partir, porque, abajo, todavía quedaban
dos rotos esperando su destino.
El sargento Clodomiro Rosas y el soldado Lindor González, se
retiraron abriéndose paso con la bayoneta y la culata, hasta el atrio
fie la iglesia. Sus uniformes estaban desgarrados, y por algunos
portillos colaban la sangre de las heridas. Un lanzazo, le había inu-
tilizado el brazo izquierdo al sargento Rosas, pero en su diestra afe-
rraba el fusil Grass, para servirse de él como maza. González, tenía
un chirlo rojo en la mejilla, por donde le corría un hilillo escarlata.
Los dejaban respirar, porque frente a ellos, estaban formándoles un
semi círculo, como una jauría sedienta de sangre, los guerrilleros
enemigos. Alejados, como a diez metros, gritándoles denuestos, y
pidiéndoles que se rindieran. En algunas picas que blandían había
trozos humanos. El alcohol del cañazo había embrutecido a la india-
da. Ya nadie podía detenerlos, ni había para que.
El día era una fiesta de luz, que apagaba el fulgor de las lla-
mas que lamían las paredes del cuartel. Sólo el humo subía y subía,
como estela de muerte o como ruta hacia la nube de bronce.
DOS ROTOS "CHATRES ". 163

González, miró hacia la puerta y vio su bandera que ondeaba.


el aire caliente de los escombros. ¡Oiga, mi sargento, tá flamean-
Hfcodavía! ¡Nos está diciendo que no nos rindamos!
—¡Así, es! ¡Está más linda que nunca! Pero, oye González...
bís que estamos atrasados pa morir?
—¡ Así es, mi sargento! ¡Tamos faltando a lista, los dos solitos!
capitán debe tener forma la Compañía, allá arriba!
—¡Nos largamos entonces!
—Espérese, mi sargento: No quiero que cuando llegue arriba,,
capitán me diga... "Ya llegó el desastrado González" ¡Ahora,
hay que morir bien "chatres"! Hay que arreglarse como se pueda,.
que mi capi vea que hubo volunta!!!
Mientras tanto, la turba, frente a ellos, les oye hablar en voz.
y comprendiendo que en pocos minutos más todo concluirá,
relejan tranquilos; muchos creen que deben estar hablando de su
dición.. .
Los ven arreglarse los quepí mientras siguen dialogando. Gon-
lez le ayuda a su sargento, que sólo tiene una mano buena. En
mida, se apretina la faja colorada; estira el dolmán, lleno de san-
y abrocha cuidadosamente los botones. Se escupe las manos.
—¿Qué tal estoy mi sargento?
—¡ Como pa desfilar por la Alameda! ¿ Y, yo ?
—¡ Con la arregla, que le hice a las tirillas de su manga, allá.
rriba le puede dar la mano al Arcángel San Miguel!
—¡ Ya Lindor! ¡ Nos llegó la hora. Hay que morir matando!!
—¡Mi sargento! ¡Miremos la bandera por última vez y en se-
guida usté dá el grito... y, entonces ¡ los juimos detrás de la ba-
yoneta!
Y, ante el estupor de la turba, los dos hombres al grito ronco-
Viva Chile, se abalanzan contra el grupo que los encierra, y como-
siempre lo pensaron y lo hicieron los rotos, mueren matando.
Ahora, en la nube de bronce la cuarta Compañía está completa,
puede regresar por la ruta de los cielos inmortales. Abajo, la tie-
esta pintada de rojo, pero arriba el camino es azul. Fulgura un
que no pueden ver los ojos de los vivos. Hay rocío de luz que-
de los astros que tornasola las siluetas de los chacabucanos que-
envuelven a la patria lejana. Una estrella solitaria guía a la cuarta
compañía. La misma de la bandera que todavía ondea sobre la pla-
de La Concepción.
164 MEMORIAL DEL EJERCITO.

PLAN DE GOBIERNO DE EGAÑA

"Nos bastan pocas más tropas veteranas en actual servicio, 7 éstas para
conservar el orden público. Este país difícilmente será acometido por tierra.
La tropa inutiliza las manos industriosas, corrompe las costumbres, impide la
propagación y aumenta el despotismo''. Este convencimiento, impuesto por el
vigoroso cerebro de Egaña a los civiles que dirigieron el país entre 1810 y
1812, contribuyó poderosamente a limitar y aun a descuidar la preparación
militar, no llevando a la práctica siquiera el plan elemental de Mackenna,
que el propio Egaña subscribió más adelante. El desarme, lejos de preservar
contra las dictaduras, las justificó, y provocando la guerra civil, las expedicio-
nes de Pareja, Gaínza y Osorio y las bandas de Benavides y de los Pincheiras,
causó cien veces más quebrantos económicos que los sacrificios que habría
impuesto un buen ejército de cinco mil hombres".

(De "Historia de Chile", por F. A. Encina, tomo VI).

ENSAYOS Y ARBITRIOS

" E l tiempo y la actividad que debieron gastarse en establecer cursos rá-


pidos para 300 oficiales; en mandar a Mackenna con un comerciante hábil a
comprar armas en Estados Unidos y en instruir unos 2. 000 soldados de lineal
y 3. 000 milicianos, se malgastaron era gran parte en los proyectos de reformas
civiles, de Salas, Egaña, Henríquez, O'Higgins y los demás; los cementerios
laicos; el proyecto de Instituto Nacional; la moralización del clero; el reem-
plazo de. la yerba mate por la guillipatagua, etc. Y el que quedó libre, sel
empleó en ensayos y arbitrios reñidos con, el sentido común y ya desacredita-
dos por la experiencia". .

(De "Historia de Chile", por F. A. Encina, tomo VI).


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