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CALVARY CHAPEL DE LA CRUCETA – SURCO, LIMA, PERÚ

1ª DE JUAN 1:1-4 Por: Juan Sergio Moreno Stagnaro

TESTIGOS PRESENCIALES
NOTA: Todas las referencias bíblicas son tomadas de la versión Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de
América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998, a menos que se indique lo contrario.

Primera de Juan, una carta dirigida a los creyentes en general, no menciona al autor, no tiene
destinatarios, dedicatoria, ni ninguna otra cosa que nos indique que Juan dirigía su carta a alguien
en especial, inclusive tampoco tiene despedidas ni saludos. Puede ser llamada “la carta de las
certezas”. Esto se ve desde el principio de la carta, en estos primeros cuatro versículos donde el
apóstol declara en forma positiva de su conocimiento personal con Cristo. La carta no tiene forma
de tal, sino más bien parece un sermón o un estudio especial, sin embargo no es un estudio teológico
impersonal ya que llama a los creyentes como “hijitos míos”. Esta carta tiene tres temas
principales:

1. El pecado y nuestra posición frente a el;

2. El amor fraterno;
3. La sana doctrina.

DEL AUTOR
Hay quienes afirman que Juan no pudo escribir algo que tenga un contenido tan profundo como los
que se encuentran en las cartas y en el evangelio atribuido a él. Algunos afirman que fue “otro”
Juan. Pero este planteamiento no tiene sustento legal sólido que pueda defenderlo. Como dijimos
anteriormente la carta no menciona al autor, no tiene destinatarios, dedicatoria, ni ninguna otra
cosa que nos indique que Juan dirigía su carta a alguien en especial, inclusive tampoco tiene
despedidas ni saludos. Sin embargo, tenemos evidencias históricas externas que apuntan al apóstol
Juan como el autor de esta carta. Papías, obispo de Hieráplis (cera a Laodicea), alrededor del año
125 dC, utilizó citas de la Epístola de Juan a lo que Ireneo, obispo de Lyon y Viena nos informa que
Papías era oyente de Juan y compañero de Policarpo discípulo de Juan. El mismo Ireneo citó parte
de esta epístola y se la atribuyó a Juan.

PROPOSITO
Advertir a los creyentes contra falsas enseñanzas que presentaban ideas extrañas en cuanto a la
persona de Jesucristo. Entre las que tenemos:

Gnosticismo.- Movimiento religioso de los primeros siglos de la era cristiana considerado herético,
aunque no existe consenso acerca de sus orígenes. Sus raíces vienen del helenismo grecorromano.

Sus principales enseñanzas fueron:

i) El conocimiento (gr. gnosis) es superior a la virtud;
ii) el sentido no literal -esotérico- de la Escritura es correcto y sólo puede ser
entendido por unos pocos selectos (la élite de los iniciados);
iii) el mal que existe en el mundo nos impide creer que Dios es el único Creador;
iv) la encarnación es algo que no puede creerse, puesto que la deidad no puede unirse
con algo materialmente impuro como el cuerpo (docetismo); y
v) no hay resurrección de la carne.

Cerinto.- Sostenía que el Espíritu divino vino sobre el hombre Jesús en el bautismo y lo dejó antes
de su crucifixión, eliminando así una genuina encarnación. Personaje contemporáneo de San Juan,
apóstol, Cerinto recibe influjo de los ebioinitas al negar la divinidad de Cristo y su nacimiento
virginal. Además, también comparte con muchos judeo-cristianos de Asia un mesianismo muy
materialista (restauración del culto, triunfo humano del cristianismo). Sostiene la necesidad de
continuar con las prácticas mosaicas y la circuncisión.

Sin embargo, lo más característico de Cerinto es el dualismo que profesa. Cree que el mundo no ha
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sido creado por Dios, sino por el Demiurgo, un ser poderoso al margen de Dios. Esta es la
característica principal del gnosticismo, del cual Cerito vendría a ser el primer representante
entre los judeo-cristianos.

DESTINATARIOS
Los lectores de esta primera carta no eran en su mayoría nuevos conversos. Esto se deduce de las
referencias a “padres” y “jóvenes” (2:13-14) que habían creído el evangelio desde el principio (2:7,
24; 3:11), conocían las enseñanzas de Cristo (3:23), obedecen sus mandamientos (2:7) y confiesan
su nombre (2:23, 5:10). Eran concientes de los ataques del enemigo (2:13-16; 3:10; 4:3; 5:19), del
anticristo (2:18, 22; 4:3), de falsos profetas (4:1) y de mentirosos (2:4, 22; 4:20).

FECHA
La mayoría de los estudiosos e investigadores sitúan la fecha de redacción entre los años 90 a
95dC. El argumento se fundamenta en el propósito de la carta: combatir las enseñanzas gnosticas
que florecían a fines del primer siglo.

TEMAS
Encontraremos en el estudio de la carta de 1ª de Juan los siguientes temas teológicos importantes
para la fe cristiana:
1. Características de Dios
2. Hijo de Dios
3. Fe en Dios
4. Conocimiento de Dios
5. El pecado
6. La vida eterna
7. El regreso de Jesucristo

BOSQUEJO
El siguiente bosquejo es muy simple y nos ayudará a tener un vistazo muy amplio de la carta.
1:1-4 Prefacio
1:5 – 2:17 Andad en la luz
2:18 – 3:24 Creen en Jesús
4:1 – 5:12 Amad a Dios
5:13 – 21 Epílogo

OBJETIVOS PRÁCTICOS
1. Que tengamos comunión
2. Que tengamos gozo
3. Que no pequemos
4. Que venzamos el error
5. Que tengamos seguridad

EL APÓSTOL JUAN
¿Qué es lo que Juan nos está diciendo en estos primeros 4 versículos? Esta introducción es
fundamental. Antes de continuar tenemos que conocer un poco al autor. ¿Quién era Juan?

Juan, un pescador, hijo de Zebedeo. Fue llamado por el Señor Jesucristo cuando se encontraba,
junto con su hermano, en sus labores diarias (Marcos 1:16-20 “16Andando junto al mar de Galilea,
vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 17Y les dijo
Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. 18Y dejando luego sus redes, le
siguieron. 19Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano,
también ellos en la barca, que remendaban las redes. 20Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo
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en la barca con los jornaleros, le siguieron.”). Más adelante fue escogido como uno de los doce en
Marcos 3:13-19 “13Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. 14Y estableció
a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, 15y que tuviesen autoridad para sanar
enfermedades y para echar fuera demonios: 16a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; 17a Jacobo
hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno;
18
a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananista, 19y Judas
Iscariote, el que le entregó. Y vinieron a casa.”

El apellido “hijos del trueno” (Marcos 3:17), se les dio probablemente porque eran galileos impetuosos y
vivaces, de celo indisciplinado y a veces mal orientado (Lucas 9:49). Este aspecto de su carácter se
demuestra en su reacción contra una aldea samaritana que había rehusado recibir a su Maestro (Lucas
9:54).

En tres ocasiones de importancia, en las primeras etapas del ministerio de Jesús, Juan aparece en
compañía de su hermano Jacobo y Simón Pedro, con exclusión de los otros apóstoles: en la resurrección
de la hija de Jairo (Marcos 5:37), en la transfiguración (Marcos 9:2), y en el huerto de Getsemaní
(Marcos 14:33); y, según Lucas, Pedro y Juan fueron los dos discípulos enviados por Jesús para preparar
la cena final de la pascua (Lucas 22:8).

Según los primeros relatos del libro de Hechos, Juan, junto con Pedro, con quien permaneció
íntimamente relacionado, tuvo que soportar el peso principal de la hostilidad de los judíos contra la
iglesia cristiana primitiva (Hechos 4:13; 5:33, 40). Ambos mostraron tal audacia en palabras y hechos
que asombraron a las autoridades judías, que los consideraban “hombres sin letras y del vulgo” (Hechos
4:13). Parecería que Juan, durante algunos años, continuó desempeñando un papel principal en la iglesia
de Jerusalén. En nombre de los otros apóstoles, él y Pedro impusieron sus manos a los samaritanos que
se habían convertido merced al ministerio de Felipe (Hechos 8:14), y pudo ser descrito como verdadera
“columna” de la iglesia de Jerusalén en la época en que Pablo visitó la ciudad, alrededor de 14 años
después de su conversión (Gálatas 2:9).1

Juan fue uno de los 12 apóstoles de Jesucristo.

APÓSTOLES
La palabra “apóstol” (apostolos) en el griego significa “un embajador, uno quien es enviado, una
autoridad delegada.” La palabra fue usada por oficiales navales de alto rango en tiempos griegos clásicos.

Jesucristo fue apóstol de Dios enviado para salvar al mundo (Hebreos 3:1), aunque se aplica más comúnmente a la
personas que fueron enviadas en comisión por el mismo Salvador.

Los apóstoles fueron considerados como los jefes superiores de la Iglesia primitiva y depositarios directos de la
tradición cristiana. Eran tenidos en gran respeto, pero ninguno de ellos ejerció primado infalible y supremo.
Aunque hay varias tradiciones respecto a la vida, trabajos y fin que cada uno de los apóstoles tuvo, después de lo
narrado en Hechos, nada se sabe de ello a punto fijo. El <<Credo de los Apóstoles>> no fue escrito por ellos, pero
se llama así porque encierra en compendio las doctrinas principales que profesaba la Iglesia primitiva, basándose
en las enseñanzas apostólicas. (Tomado del Diccionario Bíblico Ilustrado)

Un apóstol de Jesucristo era un oficial de alto rango en las iglesias locales, 1ª Corintios 12:28.

Apóstoles de Jesucristo fueron nombrados por Dios el Padre con el propósito de establecer iglesias y
extender la nueva verdad, Efesios 3:1-10.

Allí estaban ambos, el don espiritual y el oficio de apóstol. El don espiritual es la capacitación divina de
actuar como un apóstol, Efesios 4:11. El oficio del apostolado fue la autoridad para actuar como un
apóstol, Romanos 1:5, Hechos 1:25, Gálatas 2:8.

En el NT, los apóstoles de Jesús son de dos clases:

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Douglas, J. D., Nuevo Diccionario Biblico Certeza, (Barcelona, Buenos Aires, La Paz, Quito: Ediciones Certeza) 2000, c1982.
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• Los apóstoles de Jesucristo a Israel, Lucas 6:12-16. Estos fueron asignados por Jesucristo de
acuerdo a la voluntad de Dios el Padre. Estos hombres fueron autorizados a anunciar a Israel que su
Mesías estaba presente; y ellos dotados de milagrosos poderes, Lucas 9:1,2.
• Los apóstoles de Jesucristo para la Iglesia. Esto incluye a los doce discípulos (Hechos 1:26), Pablo
(Romanos 1:1), Santiago el hermano de Jesús (Gálatas 1:19), Barnabás (Hechos 14:14).

Los requisitos de un Apóstol

El apóstol recibió su regalo y oficio por la soberana decisión de Dios el Padre, 1 Corintios 1:1; 12:18;
Efesios 1:1; Colosenses 1:1.

El apóstol tenía que haber sido testigo de la resurrección del Señor, Hechos 1:22; 1ª Corintios 9:1.

Las credenciales de un Apóstol

Un apóstol estaba dotado de increibles poderes de milagros, Hebreos 2:4; 2ª Corintios 12:12.

Un apóstol tenía éxito en evangelizar, 1ª Corintios 9:2; 2ª Corintios 3:1-3; Galatas 2:7-9.

Un apóstol tenía la capacidad de sufrir pacientemente, 2ª Corintios 12:12.

La función de un Apóstol
Los apóstoles recibieron y comunicaron la revelación de la gracia de Dios, Efesios 3:2-6.

Los apóstoles comunicaban el evangelio efectivamente y las personas aceptaban a Cristo en respuesta a
su predicación, 1ª Corintios 9:1; Gálatas 2:7-9.

Los apóstoles ayudaron a organizar las iglesias locales asignado responsables, Hechos 14:23; Tito 1:5.

Los apóstoles entrenaron a los nuevos creyentes en doctrina, 1ª Tesalonisences 1:5 a 2:12.

Los apóstoles tuvieron la autoridad de administrar disciplina a los creyentes, Hechos 5:1-10; 1ª Timoteo
1:20; 1ª Corintios 4:21; 2ª Corintios 13:2.

El apóstol tenía autoridad sobre todas las iglesias locales porque el fue el canal de la revelación del NT.
Desde el tiempo de los apóstoles, nadie más ha recibido autoridad sobre más de una iglesia local.

Podemos decir que hay dos tipos de apóstoles: Los 12, quienes pusieron el fundamento de la fe
cristiana y los que son enviados en comisiones especiales de evangelización y fundación de iglesias.
En la actualidad ya no existen los del primer tipo porque el fundamento ya fue puesto, los segundos
son los que comúnmente se conocen como misioneros. Estos no tienen autoridad alguna sobre
ninguna iglesia local excepto con la que ellos fundan o levantan.

Juan era de los primeros, de los doce, aquellos que el Señor escogió para que estuvieran a su lado y
quienes pusieron el fundamento de nuestra fe (Efesios 2:20-21 “edificados sobre el fundamento de
los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21en quien todo el
edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;”)

Luego de esta breve introducción entremos al estudio de la 1ª carta de Juan:

1
Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos
contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida 2(porque la vida fue manifestada, y
la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos
manifestó); 3lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis
comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo
Jesucristo. 4Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.
¿Por qué Juan empieza su carta de esta forma? ¿Qué importancia encontramos en esta
introducción?
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Juan está anunciando algo, el está trasmitiendo un mensaje de características particulares.
Ilustremos esto de la siguiente forma: cuando queremos tener la certeza de la veracidad de un
hecho o situación determinados, tratamos por todos los medios de buscar la fuente más fidedigna.
Si podemos escuchar al testigo presencial, al que estuvo allí, entonces tendremos la seguridad de
que la historia o hecho es verdadero.

Juan está asumiendo la posición de un testigo presencial.

La fe cristiana no se fundamenta en historias mitológicas ni experiencias que vivieron terceros.

Esto quiere decir que mi fe no está fundamentada en algo que me contó alguien que a su vez le
contó algo. Tenemos la evidencia contundente, escrita por aquellos que estuvieron cara a cara con
Jesús. ¿Sobre que fundamento estás edificando? Lamentablemente el día de hoy muchos que se
llaman cristianos edifican sobre fundamentos equivocados. Personas que día a día aparecen
proclamando nuevas revelaciones por parte de Dios, nuevas estrategias, nuevos métodos, etc. Otros
ponen por fundamento la tradición religiosa u otras cosas. Si somos cristianos, ¿a quiénes debemos
acudir para construir nuestra fe? Obviamente a aquellos quienes estuvieron al lado de Jesucristo:
los apóstoles y profetas del NT.

¿Juan cumple con el requisito de testigo presencial?

Si, veamos:
1. Lo oyeron.- Los apóstoles habían oído personal y directamente las palabras de Jesucristo.
Habían recibido instrucciones de la doctrina que tenía que ver con las obra y las palabras
de Dios mismo.
2. Lo vieron.- Fueron testigos presenciales, estuvieron allí, no sólo lo oyeron. Esto es muy
importante ya que estamos hablando de un contacto físico. No fue una historia, un cuento o
una leyenda. Jesús tenía un cuerpo físico y ellos lo vieron.
3. Lo contemplaron y lo palparon.- Estuvieron frente a la evidencia física y corporal de
Jesucristo. No fue una aparición.

Entonces el testimonio de Juan era directo. El estuvo con Jesucristo, caminó y estuvo con El
durante tres años, en su muerte, en su resurrección, en su ascensión. El era un testigo presencial.
Entonces lo que Juan está diciendo es que su testimonio es veraz y digno de toda confianza. A él no
se la contaron sino que la vivió en persona. Hechos 4:20 “porque no podemos dejar de decir lo que
hemos visto y oído.”

LO QUE HABÍAN VISTO

¿Qué era lo que habían visto? Pues la vida. Habían visto a Dios manifestado en carne, Jesucristo.
Juan de arranque está llevándose de encuentro a toda filosofía gnostica. La verdad no estaban en
el conocimiento, ni tampoco era cierto que la “bondad espiritual” no podía tener cuerpo. Dios se
había hecho hombre. Tal como el mismo lo declara en Juan 1:1-18. Juan está explicando que aquel
sempiterno y omnipotente Dios se había manifestado en un cuerpo de carne y hueso, semejante al
nuestro y que era posible establecer y tener una comunión íntima y personal con El.

PROPÓSITO DEL TESTIMONIO

Es importante este testimonio ya que lo que busca es establecer una real comunión con los
apóstoles. Es una especie de relación fundamental. Si tenemos comunión con los apóstoles entonces
tenemos comunión con Jesucristo. En otras palabras si queremos vivir y tener una comunión
correcta con Jesucristo y vivir la vida cristiana como debe ser, entonces tenemos, necesariamente
que aceptar el testimonio apostólico. En otras palabras, no podemos aceptar nuevas o diferentes
revelaciones ni enseñanzas ajenas a las que nos dejaron los apóstoles a través de la palabra escrita.
No hay otras fuentes de revelación que no sea la que ellos nos dejaron. ¿Por qué? Simplemente
porque ellos son testigos presenciales del mismo Señor Jesucristo.
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Incluso el mismo apóstol Pablo declara esto en Gálatas 1:6-9 cuando afirma que si alguien nos
anuncia otro evangelio, sea anatema.

GOZO COMPLETO
Muchos creyentes el día de hoy tienen muchos problemas internos relacionados con su fe. Dudan de
su salvación, son esclavos de la ley, de los ritos, de las diferentes creyentes. No saben ni están
seguros de que lo que les están predicando sea lo correcto y entran en conflictos mentales
perdiendo el gozo de lo que significa vivir la vida cristiana, en una amistad con Dios. Pues bien, hay
buenas noticias, dice Juan. Si escuchas (lees) nuestro testimonio, tendrás gozo. Tu gozo será
completo y no necesitarás nada más. Si los creyentes aplicáramos concienzudamente lo que la
Palabra de Dios nos enseña, lo que los apóstoles y profetas nos dejaron por escrito, entonces nos
evitaríamos muchos problemas personales e incluso internos.
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TAREA PARA LA PRÓXIMA CLASE

Responder a las siguientes preguntas:

1. ¿Quién era el apóstol Juan?

2. ¿Qué sectas o filosofías existían en la época en que Juan escribió
esta carta?
3. ¿Cómo el inicio del verso en esta epístola se compara al inicio del
verso en el evangelio según Juan? (Juan 1:1)
4. ¿Por qué es importante el testimonio de un testigo presencial?
5. ¿Cómo Juan dio testimonio de Jesús?
6. ¿Por qué el testimonio de los apóstoles es importante para nosotros?
(Efesios 2:20-21)
7. ¿Qué propósitos de esta epístola encontramos en 1ª Juan 1:1-4?

Memorizar: 1ª Juan 1:1-3