Vous êtes sur la page 1sur 2

Control social

Es el conjunto de prácticas, actitudes y valores destinados a mantener el orden establecido en las


sociedades. Aunque a veces el control social se realiza por medios coactivos o violentos, el control
social también incluye formas no específicamente coactivas, como los prejuicios, los valores y las
creencias.

En este sentido, también se puede afirmar que el control social, es pues, un conjunto
de procedimientos, recursos o dispositivos, por medio de los cuales la sociedad u
otros grupos dentro de ella, consigue que la conducta de sus unidades componentes (individuos o
grupos) se conforme a lo que de los mismos se espera.

La paternidad científica de la expresión Control Social pertenece al sociólogo norteamericano


EDWARD ROSS , quién la utilizó por primera vez como categoría enfocada a los problemas del
orden y la organización social , en la búsqueda de una estabilidad social integrativa resultante de la
aceptación de valores únicos y uniformadores de un conglomerado humano disímil en sus raíces
étnicas y culturales.

La ulterior evolución de la categoría Control Social se asocia al desarrollo de


la sociología académica norteamericana y más concretamente a la influencia de la conocida
" Escuela de Chicago ", en el marco de la cual autores tales como: PARK, MEAD, DEWEY,
BURGESS, SHAW, etc., hacen referencia a los procesos de interacción como base de
la comunicación social.

Definición y panorama histórico


Cuando se habla de control social, se hace referencia al grupo de normas y regulaciones de
diferente tipo que son establecidas explícita o implícitamente por una sociedad para
mantener el orden de los individuos y permitir el desarrollo de un nivel de vida organizado
y controlado. El control social puede hacerse presente de diferentes maneras, tanto a través
de prácticas formales como prácticas informales, a través de regulaciones socialmente
aceptadas y también a través de coacción del mismo individuo sobre sí mismo.

El control social, un concepto sociológico genuinamente formulado como expresión de


autorregulación del orden social, ha sido muy bien admitido por los enfoques funcionalistas del
consenso social, mientras que a su vez tiende a asumirse como sinónimo de respuestas del sistema
de control social punitivo, en el sentido de actuaciones de vigilancia-sanción, represión y castigo
llevadas a cabo por diferentes mecanismos de control formal. No pocas veces las aplicaciones
historiográficas de este concepto denotan imprecisión. Se hace necesario conocer su historia
teórico-conceptual, para poder hacer un uso crítico del mismo además de sortear los riesgos del
sociologismo y el anacronismo.
Importancia y relevancia del control social

La conducta que ha llegado a ser normalizada y predecible debe ser


permanente, con el fin de mantener el nivel necesario de organización social y
de orden dentro de una sociedad. Todas las sociedades socializan sus
miembros en la esperanza de que ellos podrán comportarse de una manera
aceptable, cuando esta socialización falla, los procesos de control social
propios se activaran a fin de mantener el orden necesario

La estructura normativa

Estructura Normativa del Control Social:


Consiste en los patrones o reglas
Que se deben seguir o a las que se deben ajustar las conductas, tareas y
actividades del ser humano de una comunidad determinada. Clasificación de
las Normas según la forma:

Informales: No institucionalizadas.
Valores: Sentimientos arraigados.
Tradiciones: Actuaciones habituales.
Costumbres: Tradiciones más importantes.
Formales: Normas institucionalizadas.
Leyes: Costumbres formalizadas

Conflictos de normas

podríamos definir el conflicto social como una situación en que al menos dos
actores intentan anular mutuamente sus acciones. Estas acciones se estorban
las unas a las otras a fin de que el otro no consiga sus objetivos.
Existen conflictos sociales en diferentes niveles de la sociedad: entre roles
(producidos por las diferentes expectativas existentes sobre el cumplimiento
del mismo papel dentro de una misma sociedad), entre individuos (como por
ejemplo el divorcio) i entre grupos (por ejemplo entre familias).
Uno de los factores que más favorece la continuación e intensificación de los
conflictos, es la falta de información sobre los objetivos propios y del
"adversario". Si no existe información, o si no es de confianza, o si es
incompleta, aumentaran las probabilidades de que el conflicto estalle y se
convierta en lucha.

Vous aimerez peut-être aussi