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Fecha: 19/01/2017
A diario los estudiantes de las facultades de ciencias puras, se enfrentan a escuchar una
y otra vez las mismas preguntas: ¿A qué te vas a dedicar?, ¿Vas a trabajar como
profesor?, con esto deducimos que la mayoría de las personas poseen este único tipo de
pensamiento, lo cual es bastante triste ya que fomenta la desinformación y
desvalorización de estas carreras universitarias.
La cultura ecuatoriana, se ha caracterizado a lo largo de los años como una de las más
tercas y ciegas del mundo, debido a que, cada quien cree tener la verdad absoluta de
todas las cosas, nunca se toma la libertad de buscar en los diferentes medios algún tipo
de información, para satisfacer su ignorancia, sino que prefiere vivir en ella, es por esta
razón que millones de profesionales emigran a otros países, llevándose todo su nuevo
conocimiento consigo, dejando una patria sin progreso, hundida en la masificación de
alumnos, en carreras caducas y la pobreza, es como dice el dicho “Nadie es profeta en
su propia tierra”.
Es así como se puede afirmar que estudiar una carrera de ciencias, es para personas que
están entregadas a su carrera, además de que les gusta ser lógicas, precisas y que les
encanta pensar y razonar, además de que no es lo mismo ser ingeniero o licenciado a ser
científico, debido a que sin desmerecer a los demás profesionales, el mundo se a
desarrollado gracias a las ciencias puras como la matemática, la física y la química, es
por esta razón que en vez de que los jóvenes piensen en carreras comunes, las cuales no
benefician al mundo, deberían optar por carreras nuevas que les exige pensar y cambiar
la realidad en la que viven, para que el ser humano pueda salir de la mediocridad y
pueda abrir sus fronteras a algo mejor, dejando atrás el conformismo y la vagancia.
Referencias: