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La economía de las empresas es muy cambiante, tanto así, que obliga a que la forma de
hacer negocio también sea diferente. En los años 50, las empresas solo se enfocaban en
satisfacer las necesidades de sus clientes locales, rara vez se pensaba en atender un
cliente fuera de su región. Pero en los últimos años se han dado cuenta que no era
suficiente solo con esto, la competencia cada día es más, por eso las empresas buscan
optar por modelos económicos más eficientes y eficaces que contribuyan en su desarrollo
económico.
En los últimos años, este tema ha evolucionado tanto hasta convertirse en algo
completamente nuevo; las empresas se han dado cuenta que es necesario la
implementación de un sistema de gestión de la calidad ajustado a sus necesidades, que
garanticen la mejora continua en cada uno de los procesos de la organización, todo esto
con el fin de cumplir con los requisitos de sus clientes, que son el principal enfoque de toda
empresa.
Es de mucha ventaja obtener una certificación, ya que, esta brinda a la organización una
mejor imagen, más confiabilidad a las partes interesadas y por tanto esta tiende a ganar
mejores posiciones en el mercado. El sistema de gestión de la calidad, busca que el bien
o servicio ofrecido por la organización satisfaga las necesidades de los clientes, pero
como había dicho anteriormente, para mantener este sistema es necesario la realización
de auditorías internas periódicamente con el fin de obtener resultados del estado de este
sistema y proponer acciones de mejora .Algunos empresarios piensan que sus
organizaciones son muy pequeñas como para implementar un sistema de gestión de la
calidad, Sin embargo, es importante que comprendan que una empresa lo es sin importar
el tamaño físico, el número de empleados o los ingresos anuales. Todas las empresas
tienen una estructura organizacional que puede verse como un sistema de procesos y por
tanto son sujetas de gestión de la calidad para garantizar la satisfacción de las
expectativas del cliente.
Para las pymes es de gran ventaja mantener un sistema de gestión de calidad, además,
este puede ser la base para buscar una certificación y con esta brindar mayor confianza
a sus partes interesadas. En las pymes la implementación de un SGC sería mucho más
fácil; al ser una empresa pequeña la comunicación es más fluida y con esto la política y
objetivos del sistema llega a todos los empleados; también reducirían errores con alto
coste, incrementarían la eficiencia mejorando el uso de tiempos y recursos; podrían
comercializar su negocio más eficazmente, explotar nuevos sectores de mercado y zonas
geográficas, gestionar crecimientos de forma más efectiva; en fin son muchos beneficios,
pero, uno de los pilares para la mejora continua en este sistema en cualquier empresa ya
sea pequeña o mediana es el compromiso de la alta dirección, el liderazgo más que todo,
la responsabilidad y la continuidad para que el sistema de gestión de la calidad perdure.