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El nuevo gobierno de México legalizaría la marihuana y amapola

Debate. ¿Será la despenalización de la marihuana en México una forma de


encarar la violencia? El historiador Javier Buenrostro destaca que se deben
explorar todas las alternativas, incluyendo un amplio debate y una legislación a
conciencia.

23 Jul 2018 | 7:00 h

Acciones. Miembros del ejército mexicano desmantelan un sembrío de marihuana


en Nueva California, México. Proponen más debate sobre el problema. Créditos:
EFE
Redacción:

Javier Buenrostro, de RT
Solamente un par de días después del triunfo electoral de Andrés Manuel López
Obrador, Olga Sánchez Cordero, quien ha sido designada como futura secretaria
de Gobernación (ministra del Interior), declaró que el gobierno de AMLO estaba
dispuesto a iniciar un amplio debate alrededor de la despenalización de
las drogas. Es, afirma, una forma distinta de encarar la violencia que
vive México.
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Las primeras propuestas (no formales todavía) consisten en despenalizar la
producción y uso de marihuana, así como el uso de la amapola con fines
farmacéuticos. La urgencia por cambiar la política de drogas en México se debe a
que el enfoque prohibicionista castiga al pequeño consumidor en lugar de a los
grandes productores de la droga.
Canadá y Estados Unidos no solo cuentan con una mayor cantidad de
consumidores, sino que la comercialización y el pago de impuestos de los
productos pueden arrojar importantes cantidades de ingresos adicionales a las
arcas públicas que se pueden destinar a los sistemas de salud en lugar de a los
de seguridad. De mantener el carácter ilegal de este producto, México seguirá
poniendo los muertos y la violencia, y el Estado verá cómo en lugar de obtener
ingresos por impuestos se produce cada vez una mayor sangría en el presupuesto
social por destinársele a cuestiones de combate al narcotráfico.

El debate en México

La visión de la futura secretaria de Gobernación no es una mirada aislada. Ya


otras voces dentro del mismo gobierno actual han hecho eco de esta propuesta
con anterioridad. El actual titular de Turismo, Enrique de la Madrid, ha sugerido
legalizar la marihuana en el país. También se han manifestado a favor el
expresidente Vicente Fox y otros secretarios de Estado.
La política prohibicionista y el esquema punitivo con el que se ha hecho frente a la
cuestión en los últimos 12 años nos brindan un panorama desolador. 250.000
muertos, ola de violencia en muchos de los estados de la república y ninguna
disminución en el consumo y el tráfico muestran el fracaso del paradigma actual y
la necesidad de cambiarlo.
La necesidad de la despenalización de las drogas tiene en Méxicomatices más
profundos y complejos que en otras partes del globo. La legalización de la
marihuana en lugares como Holanda, Uruguay o Canadá es un símbolo de
ciudadanías y gobiernos progresistas, por ejemplo. En México ya no es solo un
reflejo de progresismo sino una necesidad puntual ante la violencia que viven las
comunidades en la mayor parte del territorio nacional.
La justicia transicional y la pacificación del país son tareas mayúsculas. La
despenalización de la marihuana y quizás del cultivo de amapola se impone como
una necesidad concreta, como una parte entre otras muchas que puede abonar a
la reconciliación nacional y a una cultura de paz.
¿Es compleja y polémica la temática? Sí, lo es. Pero México merece vivir en paz y
para hacerlo hay que explorar todas las alternativas con sus puntos a favor y en
contra. Todas. Incluyendo un debate amplio y una legislación a conciencia.

Los vecinos del norte

La mayoría de la marihuana producida en México tiene como objetivo los


mercados de Estados Unidos y Canadá. A pesar de eso, la política prohibicionista
de México ya va a contracorriente de lo que está sucediendo con sus vecinos del
norte. Desde noviembre de 2012 los estados de Washington y Colorado, en
Estados Unidos, aprobaron la legalización de la marihuana para uso recreativo.
Actualmente, la marihuana es legal con fines medicinales en 29 estados y con
fines lúdicos en nueve de ellos.
Por su parte, el Senado de Canadá aprobó en junio pasado el proyecto de ley C45
que permite consumir, producir y vender marihuana de forma legal con fines
recreativos.
Senado de Canadá aprueba ley para legalizar la marihuana

Canadá presentó una ley que permitirá que cada vivienda pueda cultivar un
máximo de cuatro plantas de marihuana.
El Senado de Canadá aprobó el proyecto de ley que legalizará el consumo
recreativo de marihuana, buscando que el primer ministro, Justin Trudeau,
despenalice la marihuana.

El controvertido proyecto de ley fue aprobado por la Cámara Alta del Parlamento
de Canadá por 56 votos a favor, 30 en contra y una abstención.
Sin embargo, la votación en el Senado es sólo uno de los pasos que quedan
antes de que Canadá se convierta en el primer país industrializado que aprueba el
consumo recreativo de marihuana.

Una de las principales enmiendas aprobadas por el Senado deCanadá permitiría


que las provincias del país puedan prohibir el cultivo doméstico de marihuana.

El proyecto de ley presentado por el Gobierno de Canadá permitía que cada


vivienda pueda cultivar un máximo de cuatro plantas de marihuana.

Una vez que el proyecto de ley pase este trámite, el texto legislativo tendrá que
regresar al Senado de Canadá para una última votación.

Una vez que sea aprobado por el Parlamento y reciba la firma de la gobernadora
general del país, que ejerce la función de jefa de Estado en nombre de la reina
Isabel de Inglaterra, el Gobierno de Canadá concederá tres meses a las
provincias para que se preparen antes de autorizar la venta legal de marihuana.

Cannabis medicinal: advierten debilidades en reglamentación

Controversia. Observaciones de especialistas apuntan a que el proyecto cuenta


con parámetros muy altos en seguridad y que pacientes se mantendrán en
la ilegalidad.
El proyecto de reglamento del uso medicinal del cannabis en el Perúcuenta con
parámetros de seguridad muy altos, con los que se pone en riesgo la accesibilidad
de estos productos a los pacientes con enfermedades de difícil tratamiento.
Uno de estos, por ejemplo, es que se pone como condición que la vigencia de la
receta médica sea de solo 3 días y que las dosis sea aplicada cada 24 horas al
paciente.
"Si no vas dentro de esos días (a la farmacia) vas a tener que volver al médico,
volver a pagar consulta para que te den la receta", criticó Mario Ríos, docente de
la Universidad Cayetano Heredia y asesor de la Federación de Cannabis
Medicinal (Fecame).
El reglamento dispone un registro de pacientes de cannabis medicinal; sin
embargo, Ríos criticó que este sea también una condición para acceder al
tratamiento. "Si un paciente está usando cannabis, si tiene receta y si tiene
diagnóstico debería darse el registro a partir de eso, pero no impedirle el uso de
medicamento".
Apuntó que se debe evitar que haya un proceso burocrático donde se pide historia
clínica, informe médico, receta, prescripción médica, certificado de antecedentes
penales y judiciales. "No todos van alcanzar a ser registrados así, sobre todo en
regiones".
Otra observación de los pacientes, médicos y especialistas es la restricción que
establece el reglamento para estas preparaciones: no pueden tener más de 0,5%
de tetrahidrocannabinol (THC), uno de los compuestos del cannabis. La crítica
apunta a que el nivel de THC es una decisión médica y que depende de lo que
necesita el paciente. Este nivel de contenido, para las asociaciones de cannabis
medicinal, es muy bajo y no beneficiará a todas las patologías, como cáncer,
epilepsia, fibromialgia que –en casos– el nivel es de 20, 50% de THC.
Pedro Wong, químico farmacéutico y miembro de la Sociedad Médica
del Cannabis, dijo que el proyecto de reglamento considera que la Digemid
incluya al cannabis medicinal en la lista de sustancias más fiscalizadas al igual
que la cocaína, la morfina y la petilina.
Wong advirtió que existe muchas restricciones para la producción, distribución,
importación y disposición, lo que generará que los pacientes sigan en la ilegalidad.
"Para estos productos, las farmacias tendrán que presentar un balance trimestral
en el que detallen cuántos miligramos compró y cuantos vendió. Si no lo hace,
está sujeto a sanción o multa. Si el médico se equivoca en la receta podría tener
una sanción o ser investigado por tráfico ilícito", explicó.

Proyecto alterno

Wong, así como Ríos, cuestionó que se exija antecedentes penales y judiciales a
los pacientes. Ellos explicaron que se presentará un proyecto de reglamento
alterno. El Ministerio de Salud aún está dentro del plazo de 90 días para recibir
observaciones, el cual vence a fines de agosto.

Marihuana medicinal: pacientes cuestionan proyecto de reglamento de ley


Por 90 días se recibirán comentarios de ciudadanos. Organizaciones de
pacientes consideran que la propuesta plantea restricciones a los
tratamientos.

El Ministerio de Salud (Minsa) publicó ayer el proyecto de reglamento de la Ley


30681 que regula el uso medicinal y terapéutico del cannabis y sus derivados,
sobre el cual se podrá plantear observaciones, sugerencias y comentarios por un
plazo de 90 días.

La propuesta, emitida seis meses después de la promulgación de la Ley 30681,


establece los lineamientos para la emisión de licencias de investigación,
producción, comercialización, importación y consumo de los medicamentos
derivados de la marihuana.

Asimismo, fija una lista de productos que podrán ser importados por los
establecimientos que la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas
(Digemid) autorice para tal fin. Se trata de aceites, resinas, tinturas y extractos, así
como derivados sintéticos del cannabis.

Aydé Farfán, representante de Buscando Esperanza [asociación de padres de


pacientes que usan los derivados del cannabis en sus tratamientos], señala que
les preocupa la eficacia de los productos importados ya que las dosis que
actualmente necesitan sus hijos son personalizadas. El colectivo que representa y
otros como Purpley Joy y Mamá Cultiva Perú vienen solicitando desde hace varios
meses reuniones con el Minsa para que se tome en cuenta sus experiencias con
el uso del aceite de cannabis.

—Fármacos preparados—
Yuri Cutipé, miembro del Comité Multisectorial que elaboró el proyecto de
reglamento, señala que la alternativa a la importación son los preparados
farmacológicos. “En establecimientos de salud, públicos o privados, se podrán
obtener estos preparados con prescripción médica”, detalló.

Otra observación de los pacientes es la restricción que establece el reglamento


para estas preparaciones: no pueden tener más de 0,5% de tetrahidrocannabinol
(THC), uno de los compuestos de la planta.

Para Francesca Brivio, activista y usuaria de la marihuana medicinal, esta


limitación imposibilita que pacientes con Alzheimer, cáncer, esclerosis múltiple,
dolor crónico, entre otras enfermedades, puedan tratarse.
Por ejemplo, el aceite que le ha ayudado a mitigar los síntomas de su mal está
compuesto por entre 3% y 5% de THC. “A mí me están matando o me están
obligando para siempre a ir al mercado negro”, señaló. 

MÁS INFORMACIÓN DEL PROYECTO


Según la propuesta existirá un registro nacional de pacientes usuarios.

También se establecerá un listado de las instituciones autorizadas para investigar,


producir, importar o comercializar los derivados del cannabis.

Las licencias de importación, comercialización y/o producción se otorgarán solo a


establecimientos farmacéuticos autorizados (entidades públicas y laboratorios
autorizados) certificados por Digemid. En el caso de la licencia para investigación,
la podrán solicitar las universidades e instituciones de investigación. El Instituto
Nacional de Salud llevará el registro de entidades autorizadas.

El Proyecto prohíbe la promoción y publicidad de cannabis y sus derivados, sea


como muestra médica o de originales de obsequio.

Marihuana medicinal: publican proyecto de reglamento de ley

En 90 días calendario, las entidades públicas o privadas y ciudadanos


podrán enviar sugerencias y comentarios sobre el documento

Seis meses después de la promulgación de la Ley N° 30681 que regula el uso


medicinal y terapéutico del cannabis y sus derivados, esta mañana fue publicado
el proyecto de reglamento de la norma cuya implementación fue solicitada por
pacientes que utilizan el aceite de marihuana para aliviar graves enfermedades.

En los próximos 90 días calendario, ciudadanos y entidades públicas o privadas


podrán presentar sus sugerencias y comentarios sobre el documento que ha sido
publicado el Portal Institucional del Ministerio de Salud (Minsa) (Lee el
documento en este enlace). Estas deberán ser enviadas al correo:
webmaster@minsa.gob.pe, según establece Resolución Ministerial N” 435-
2018/MINSA.

El proyecto del reglamento fue elaborado por una Comisión Multisectorial del
Minsa y contiene disposiciones que regulan aspectos relacionados a la
investigación, producción, importación y comercialización del cannabis y sus
derivados destinados exclusivamente para fines medicinales y terapéuticos.
Por esta razón, de acuerdo al Minsa, constituye “un reglamento técnico,
requiriendo por tanto ser puesto de conocimiento de la comunidad a efecto de
garantizar que sus disposiciones no constituyan obstáculos técnicos al comercio”.

La propuesta define a las autoridades de control competentes, así como los tipos
de licencias para investigación científica, producción, importación y/o
comercialización, la prescripción médica, la adquisición, almacenamiento,
custodia, dispensación y control de derivados y productos terminados del
cannabis. Asimismo, plantea la creación de un Registro Nacional de Pacientes
Usuarios, propone una serie de medidas de control y fiscalización que abarca las
actividades para la obtención de la planta del cannabis y sus partes desde la
semilla, siembra, manejo, cosecha y post cosecha, hasta la obtención de un
derivado de esta planta, su proceso de manufactura y envasado hasta llegar al
producto terminado, entre otros.

Marihuana medicinal: pacientes marcharon para pedir reglamento de ley

Por el Día Mundial de la Marihuana, este sábado se realizó una marcha


pacífica en el Centro de Lima

Pacientes, familiares y colectivos que promueven el uso medicinal del cannabis


salieron a las calles esta tarde para participar de la Marcha Mundial de
la Marihuana.

Desde las 12 del mediodía, se concentraron en el parque Washington, en el


Cercado de Lima, desde donde se movilizaron por la avenida Arequipa hasta la
plaza Francia.

El principal pedido de los participantes a la marcha es que se incluya sus aportes


en la reglamentación de la Ley 30681 que legaliza el uso medicinal y terapéutico
del cannabis. Esta norma fue promulgada por el ex presidente Pedro Pablo
Kuczynski en noviembre pasado; sin embargo, aún no puede aplicarse por la falta
de reglamento.

La marcha fue encabezada por niños que padecen enfermedades degenerativas


quienes utilizan el aceite del cannabis como tratamiento alternativo a los fármacos.

Esta semana, César Cabezas Sánchez, jefe del Instituto Nacional de Salud (INS)
e integrante de la comisión multisectorial del Ejecutivo encargada de elaborar el
reglamento, informó a El Comercio que la primera versión será publicada la
próxima semana en la página web de la Presidencia de Consejo de Ministros
(PCM).

Cannabis medicinal: reglamento sigue pendiente

La próxima semana se difundiría una primera versión del documento que


regula el uso de
la marihuana en pacientes. Familias y colectivos marcharán para que se
tome en cuenta su opinión.

Aydé Farfán infringe la ley desde que descubrió que el aceite


de marihuana reduce las convulsiones de su hija. Ello, debido a que el producto lo
debe conseguir de forma clandestina.

Hace casi seis meses, el ex presidente Pedro Pablo Kuczynski promulgó la Ley
30681 que legaliza el uso medicinal y terapéutico del cannabis, pero como esta
norma aún no ha sido reglamentada, Aydé sigue con el miedo de ser detenida.
“Nuestros niños no esperan la reglamentación. ¿Qué nos queda? La
desobediencia”, dice.

Ella es representante del colectivo Buscando Esperanza, que reúne a más de 300
pacientes que, como su hija, con epilepsia refractaria, utilizan la marihuana
medicinal para mejorar su calidad de vida. En estos casos, la medicina
convencional no surte efecto. En dos años, la hija de Aydé pasó de tener hasta 10
crisis diarias a una cada tres días.

—Reglamento casi listo—


César Cabezas Sánchez, jefe del Instituto Nacional de Salud (INS) e integrante de
la comisión multisectorial del Ejecutivo encargada de elaborar el reglamento,
informó a El Comercio que la primera versión será publicada la próxima semana
en la página web de la Presidencia de Consejo de Ministros (PCM).

Según Cabezas, los interesados podrán revisar dicho documento y brindar sus
aportes durante un mes, los cuales se incluirán en la versión final del reglamento.
“Las madres o potenciales usuarios podrán dar sus opiniones y puntos de vista.
Se va a recibir el aporte de toda la comunidad”, precisó.
De acuerdo con el especialista, en esta primera versión, la comisión –que incluye
a representantes de los ministerios de Salud, Agricultura y Riego, Comercio
Exterior y Turismo, Devida, la Policía Nacional del Perú, entre otros– consideró los
aspectos técnicos para implementar la norma.

Asimismo, indicó que se está evaluando cómo se realizará la producción de los


medicamentos derivados de la planta, por parte de entidades públicas y
laboratorios certificados.

Sin embargo, el jefe del INS reconoce que los pacientes no pueden esperar este
largo proceso. Por ello, detalló que se tendrá como alternativa la importación de
medicamentos derivados del cannabis. Precisamente este es el temor de los
colectivos, pues consideran que con esta opción no todos podrán acceder al
tratamiento.

Por ejemplo, Juana Olazábal, también con epilepsia refractaria y representante del
colectivo Purple Joy, señala que un aceite importado llega a costar hasta US$300,
algo que la mayoría de pacientes no podría pagar. “El Estado tendrá que regular
eso”, señaló Cabezas al respecto.

—Pacientes a las calles—


Buscando Esperanza, Purple Joy y otras agrupaciones que promueven la
marihuana medicinal marcharán mañana sábado en el Cercado de Lima para
pedir que la comisión escuche sus aportes basados en la experiencia.

Además, insisten en que se autorice el autocultivo o cultivo colectivo regulado por


el Estado. “Estamos dispuestos a que nos supervisen, no tenemos nada que
ocultar y pedimos que no nos acusen de narcotraficantes”, enfatiza Aydé Farfán,
en referencia a los tres miembros de su colectivo que el año pasado fueron
denunciados por el delito contra la salud pública y el tráfico ilícito de drogas.

California: Legalización aniquila negocio de la marihuana medicinal

Las recomendaciones médicas para el consumo de marihuana medicinal se


venden a US$40, no todos los que las poseen realmente hacen uso de la
yerba de forma médica

Cuando Elías Zaldívar tenía 18 años y quería conseguir marihuana, no tenía que
recorrer los pasillos de la universidad en busca de ese muchacho con cara de
dopado que la vendía en su dormitorio. Iba derecho a un médico.
En una concurrida calle de Hollywood, descubría rápidamente una clínica
especializada en derivaciones para la yerba. Tras conversar por videoconferencia
durante 10 minutos con un médico, en la recepción le entregaban una carta de
aspecto oficial con un sello dorado estampado en relieve que le permitía
comprar marihuana medicinal en cualquier dispensario de California, Estados
Unidos.

Zaldívar, ahora de 21 años y entrenador de artes marciales mixtas, ha renovado


anualmente su certificado para adquirir marihuana medicinal, siempre con el
mismo pretexto. Ríe al recordar lo que le dijo al médico que le emitió la primera
receta: “Le dije que padecía ansiedad”.

En las dos décadas desde que California autorizó el consumo de cannabis por
razones médicas —fue el primer estado en hacerlo— ha sido un secreto a voces
que quien quiera marihuana por el motivo que sea puede encontrar un médico
que la recomendará casi con cualquier pretexto.

Técnicamente lo que emite el médico no es una receta sino una “carta de


recomendación”, porque es ilegal recetar una sustancia prohibida por el gobierno
federal, no importa lo que diga la ley estatal.

Obtenida la recomendación, la persona puede solicitar una cédula emitida por el


estado que, si bien no es obligatoria, siempre es conveniente para ser tomado en
serio como alguien que necesita consumir yerba para conservar la salud.

Aunque algunos médicos que toman el examen en serio cobran mucho más, los
honorarios de los lugares que lo hacen en 10 minutos son de unos 40 dólares.

Ahora que la marihuana para consumo recreativo se volverá legal para los
mayores de 21 años a partir del 1 de enero, algunos arrojarán sus cédulas
estatales a la basura.

Cannabis, una industria en debate

¿Podría el Perú cultivar, producir y exportar cannabis medicinal? Aprobada la ley


que regula el uso de la planta en el tratamiento de enfermedades raras y
degenerativas, múltiples voces se pronuncian sobre la posibilidad de abrir una
industria nacional.

Ana Álvarez es una técnica dental que en los últimos años se ha especializado en
el cultivo de sus propias plantas de cannabis medicinal.

De una de las habitaciones de su pequeño departamento saca un par de macetas


con plantas del tipo Shark Shock CBD. Las macetas están etiquetadas con el
nombre y la enfermedad del segundo de sus hijos: Anthony Joó Álvarez-esclerosis
tuberosa con síndrome de Lennox-Gastuat.

Son las once de la mañana y Anthony aún duerme, dice Ana, quien movida por la
desesperación y el deseo de aliviar las dolencias de su hijo optó hace dos años
por preparar su propio aceite de cannabis medicinal.

Eran cuarenta las convulsiones que tenía su hijo a diario debido a la enfermedad
que le fue diagnosticada a los 4 años y que, le advirtieron los médicos, era
degenerativa. Con el pasar de los años y debido a la aparición de tumores en sus
órganos, su hijo perdería capacidades motrices e intelectuales.

Tomaba 18 fármacos al día pero la medicina convencional no reducía los síntomas


de la enfermedad sino los potenciaba, dice Ana. El cannabis fue la luz en la
oscuridad para ella y las otras dos madres que conforman la asociación Buscando
Esperanza. Cada seis meses, y tras cosechar los cogollos (las flores) de sus
plantas, estas mujeres se reúnen para preparar de manera artesanal la medicina
para sus hijos.

Sumergen en alcohol la materia prima durante dos horas, cuelan la mezcla con un
cernidor casero, lo colocan a baño maría por cuatro horas para que se evapore el
alcohol y de la resina resultante obtienen una botellita de 50 mililitros de aceite de
cannabis medicinal.

La dosis diaria que Ana le provee a su hijo ha atenuado la sintomatología de la


enfermedad. El autocultivo y la elaboración casera del remedio la libera del pago
de 320 euros o hasta 1.200 soles que es el costo de una botella de aceite de
cannabis importado de Europa y los Estados Unidos.

Esta semana se cumplió el plazo para reglamentar la Ley Nº 30681, que regula el
uso medicinal y terapéutico del cannabis, y que fue aprobada en noviembre del
año pasado.

Múltiples voces se han sumado en este informe para sugerir al Estado la forma
más efectiva para poner en práctica la ley. Ana es una de esas voces y la cabeza
visible de un movimiento de más de 300 familias que ven en la planta una tabla de
salvación para aminorar los dolores de sus parientes.

¿Es posible crear una industria nacional de producción del cannabis medicinal y
así proveer a quienes lo necesiten de aceite de mejor calidad y a menor costo?

Hecho en Perú
Otra de las representantes del movimiento de usuarios de la marihuana
terapéutica es Francesca Brivio. La actriz y comunicadora social ha formado su
fundación Cannabis Gotas de Esperanza.

En una carta pública que esta semana le escribió al presidente Martín Vizcarra,
Brivio, quien padece de mastocitosis sistémica, una enfermedad rara que la ha
consumido los últimos ocho años, y que controla con el aceite medicinal, sugiere
la posibilidad de desarrollar una industria del cannabis en nuestro país que podría
"cubrir potencialmente más del 50% de la demanda mundial".

A su lado, el biólogo e ingeniero agrónomo graduado en Francia Andrés Vázquez


menciona: "El cannabis es un arbusto de ciclo corto que se cosecha cada seis
meses. El suelo del Perú es adecuado, la altura del valle interandino sería perfecto
para los cultivos, pienso en Majes, por ejemplo".

Vázquez labora en una consultora que asesora a una empresa productora de


cannabis medicinal en Colombia. Aquel país legalizó el consumo de la marihuana
medicinal en el 2016 y su ley es la más completa de América Latina.

Cada persona puede cultivar hasta 19 plantas en su residencia, se aceptan los


cultivos colectivos, las farmacias pueden hacer preparados con la planta, y el
gobierno promueve al cannabis como cultivo alternativo para los agricultores de
hoja de coca.

En enero pasado, según la revista Semana, 21 empresas con capitales nacionales


y extranjeros ya contaban con licencias para cultivar y transformar el cannabis
medicinal.

Una eventual industria nacional de cannabis medicinal, dice Vázquez, generaría


bajos costos en los productos derivados y mayor capacidad de compra de las
personas que lo necesiten. "Además, de 1.200 hectáreas de cultivo podemos
sacar 120 mil mililitros de aceite de cannabis medicinal que podrían generar 1.500
millones de dólares en exportación y esto solo cubriendo el 10% del mercado
actual", añade el biólogo.

"Y con una fracción de las divisas que generaría la exportación podríamos
subvencionar el aceite de cannabis medicinal de las familias que lo necesiten",
añade Brivio.

Ambos esperan que la reglamentación de la ley contemple el otorgamiento de


licencias por parte del Estado para que terceros puedan cultivar, producir y
exportar cannabis medicinal, eso sí, pasando todos los controles y estándares de
calidad que demanda la producción de esta medicina alternativa.

Sin embargo, hay quienes como Eduardo Cruz, especialista de la Comisión


Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), no comparten este guion.
Disidencias

Según Cruz, la actual ley no contempla el cultivo ni la exportación de cannabis


medicinal: "No es posible hablar de un mercado abierto de cannabis (...). No
estamos preparados como país para llegar a ese nivel, hay que tener una industria
avanzada que no tenemos, los países que hacen esto son los de primer mundo",
dice Cruz obviando a países como México, que ya exporta sus productos.

Para Cruz, el mecanismo más seguro para el consumo de cannabis medicinal


sería la importación de aceites de empresas extranjeras que aseguran los
estándares de calidad del producto, como los de Sativex, empresa que puede
cobrar 700 euros por tres frascos de 10 mililitros, utilizados para tratar la esclerosis
múltiple. Un precio imposible de pagar para madres como Ana Álvarez.

Por otro lado, Cruz señala que "el uso de la marihuana no es seguro y puede
producir muerte si se toma de manera inadecuada". Añade, además, que la
efectividad del cannabis no está comprobada por estudios científicos y que los
casos de éxito son anecdóticos: "no se puede liberar un producto para la salud
pública porque le hizo bien a tres personas", dice el funcionario.

Lo cierto es que no son casos aislados los que comprueban la efectividad del
cannabis.

El médico pediatra Alberto Gayoso, que fue presidente del Comité de


Medicamentos del Colegio Médico, confirma que hay abundantes estudios que
ratifican la eficacia de la planta en el tratamiento de enfermedades raras o
degenerativas, además, dice: "El cannabis es un producto natural que no produce
ningún daño a ningún órgano, eso ha sido comprobado por la Academia de
Ciencias de Estados Unidos, Israel y Holanda, tampoco provoca intoxicación".

Gayoso considera que el cannabis medicinal debe cultivarse, producirse y


distribuirse en las farmacias con todas las regulaciones de ley.

Estos son algunos de los puntos de vista que se discuten para la pronta
reglamentación de la ley del cannabis medicinal que se espera beneficie ante todo
a quienes más lo necesitan.

Ana Álvarez espera que la ley contemple el autocultivo para seguir sorteando la
enfermedad de su hijo.

De 1.200 hectáreas de cultivo podemos obtener 120 mil mililitros de aceite de


cannabis medicinal que generarían US$ 1.500 millones. El cannabis medicinal es
un producto natural que no produce ningún daño a los órganos, lo dice la
Academia de Ciencias de EEUU.

Cannabis: ¿Podríamos ser productores y exportadores?

En la costa peruana se podrían obtener hasta 2,5 cosechas por año en


invernaderos con una inversión por hectárea de US$100 mil, señala Tony
Salas, presidente de la consultora en agronegocios ACM

“Todo indica que la importación va a ser aprobada”, dice a Día1 Mario Grieco,
presidente de Knox, fabricante y comercializador global de derivados
de cannabis en Canadá, Estados Unidos, Australia y Brasil. El empresario se
refiere a los alcances del proyecto de reglamento para el uso medicinal y
terapéutico de esta hierba en nuestro país, en consulta pública hasta el 16 de
agosto próximo.

La propuesta de reglamento de la ley 30681 -aprobada por el Congreso en


noviembre pasado- contempla en efecto que laboratorios registrados puedan
importar productos como aceites, resinas, tinturas y extractos de preparados.

Grieco entiende la norma como una oportunidad para aterrizar en el Perú. De


allí que haya llegado a Lima a mediados de mayo para buscar un almacén,
cuenta, seguro de que no es el único que está explorando el mercado. Calcula
que una veintena de laboratoriosextranjeros llegarán apenas se apruebe la
regulación.

Pero su visión del negocio en nuestro país va más allá. Le gustaría producir
cannabis, lo que estima demandaría una inversión de US$20 millones en una
planta procesadora.

No es el único interesado. Maritza Reátegui, socia senior del Estudio Muñiz y


experta en regulación sanitaria, ha asesorado a dos laboratorios que evalúan
establecerse en el país para desarrollar la comercialización, diferentes a Knox.
“Están interesados en la producción y la exportación”, señala.

Dicha posibilidad también es anhelada por los pacientes, quienes advierten


que contar con producción local reduciría el costo de los productos y facilitaría el
acceso. De acuerdo al proyecto, la producción de cannabis estará limitada a
entidades públicas y laboratorios ‘debidamente’ autorizados. Sobre la exportación,
el proyecto de norma no hace ninguna referencia.
OPORTUNIDAD Y RIESGOS

“No supieron entender la trascendencia [del negocio] a nivel mundial”, opina Tony
Salas, presidente de la consultora en agronegocios ACM, quien ha asesorado en
el cultivo a inversionistas en el continente. Apunta que hoy se estima que el
mercado global de derivados de cannabis equivale a US$20 mil millones y
llegará a US$150 mil millones en el 2028.

Agrega que en la costa peruana se podrían obtener hasta 2,5 cosechas por año
en invernaderos o a cielo abierto con una inversión por hectárea de US$100 mil,
incluida la seguridad.

Este último aspecto es importante, porque la actividad podría convertirse en “una


pantalla” para la producción de cannabis recreacional, recuerda Moisés Méndez,
ex decano nacional del Colegio Químico Farmacéutico del Perú. Esta fue una
advertencia realizada por la Policía Nacional durante el debate de la ley.

En el Minsa destacan el avance del Perú en la adopción de la legislación y


comentan que esperan que el Minagri “pueda desarrollar parte de la oferta”.
También son cautos sobre la posibilidad de abrir el reglamento a la exportación.
“Para eso se necesita otra ley”, responden.

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