El Caso O. J. Simpson: Una sociedad dividida por intereses.

El asesinato de su ex esposa Nicole Brown

Simpson y Ron Goldman, ese arduo seguimiento llevado por la prensa, analistas, juristas, manifestantes
y parte de la sociedad acerca de todo lo acontencido en un juicio tan polemico, “el cual tuvo una
duracion de 252 dias, 488 evidencias presentadas, 58 testigos interrogados, 10 millones de dólares
gastados en el Equipo de Defensa Abogados “Dream Team”, 150 millones de espectadores escuchando
el veredicto según «HistoryChannel».

Luego de apreciar y analizar varios de los elementos del caso tan controversial, considero lo siguiente: La
recoleccion de pruebas para sustentar una buena acusacion fue afectada por el mal manejo de los
detectives encargados, los cuales contaminaron la escena del crimen y perdieron la fuerza probatoria
ante el juez y los jurados.

La presion de la sociedad dividida en dos lados para esos tiempos, el apoyo de la clase social Blanca, que
afirmaban O.J. Simpson culpable y la clase social de Color que manifestaba lo contrario, dando apoyo a
que por su color de piel no podian justiciarlo de una manera atropeyante y sin salvaguardar sus
derechos, ya que existia una descrimnacion en cuanto a eso.

Las posiciones tomadas por el ente acusador, no se valieron de alegatos y pruebas que imposibilitaran a
la defensa encontrar una brecha hacia una duda razonable, en cambio, se basaron en hechos anteriores
de violencia domestica y género queriendo sensibilizar parte de los 8 jurados de sexo femenino de color
oscuro, para hacerlos entender que es sin duda un criminal. Luego, solicitar que el imputado en plena
audiencia introduzca su mano en los guantes encontrados en la escena del crimen, resultando que estos
no encajaban con él, contradiciendo la prueba que anteriormente los analistas determinaron en que
dichos guantes el ADN encontrado era de O.J. Simpson, disminuyendo su valor probatorio.

En fin, parte de los descuidos de una investigacion, el mal manejo de las pruebas, la presion social que
habia en el caso, mas el poder economico de O. J. Simpson y su gran defensa de abogados, escabuyaron
para encontrar cualquier brecha dejada por la parte acusatoria, alcanzando un veredicto como no
culpable a O. J. Simpson del asesinato de su ex esposa y su supuesto amante. Pero, para una parte de la
sociedad era un reincidente en violar la ley y no debio quedar libre, tanto asi que cumple condena por
robo agravado de unos 30 años.