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Habla del rey Don Enrique, sucesor de don Juan, que tenía muchos poderes y riquezas conseguidas por don
Juan, aquí también se puede ver el tópico de vanitas vanitatis , envanecerse, que perdió todo por ser blando
y lisonjero. Dice de él que era poderoso y que tenía riquezas, pero murió, y todo eso se le quedó atrás
(muerte igualadora). La temática de estas coplas sigue siendo la misma que en las anteriores, a través
del Ubi sunt? recuerda el esplendor de la época de don Juan, hablando de los edificios, las vajillas, las
monedas, los caballos, etc. y se pregunta dónde estarán ahora. Además hay que tener en cuenta que el rey
don Enrique y el padre de Jorge Manrique eran enemigos.
Podemos ver que utiliza dentro de una pregunta retórica , una metáfora donde dice que todo lo
material era rocío de los prados, para recordarnos un vez más que el tiempo pasa muy rápido y
nada material es eterno (Tempus Fugit)
La temática de estas coplas sigue siendo la misma que en las anteriores, a través del Ubi sunt? recuerda el
esplendor de la época de don Juan, hablando de los tesoros, los vestidos, los edificios, las vajillas, las
monedas, los caballos, etc. y se pregunta dónde estarán ahora. En los últimos versos remarca la idea de que
la muerte llega y acaba con todo. También habla en un segundo plano, de los validos de don Enrique, que se
hicieron casi más poderosos que él, ya que que eran los que tomaban decisiones, estos validos se hicieron
poderosos y vanidosos y ahora están muertos, y se pregunta que dónde estarán.
- ¿A quiénes se refiere Manrique en las coplas XX y XXI? ¿Qué se comenta acerca de ellos?
Se refiere al hermano de Don Enrique y al maestre. La situación entre el padre de don Manrique y la familia
real era muy tensa ya que la familia de Manrique era una familia noble y poderosa. Ambos son hombres que
habían sido poderosos en vida , pero murieron, y dejaron todo lo que tenían atrás. Murieron igual que
muere un campesino (muerte igualadora)
Se comenta del maestre, que no era una persona digna de hablar de él, y que de qué le sirvieron
todos sus tesoros y su poder (Vanitas vanitatis) si al final acabó llorando antes de morir (muerte
igualadora) .
- En la copla XXII se recuerda a los privados de Enrique IV, Juan Pacheco y Pedro Girón. Explica qué se dice
de ellos.
Eran validos del rey, las personas que mandaban en el reino (Vanitas vanitatis). Estos validos eran muy
importantes en la época debido a que tenían casi el mismo poder que el rey, eran los que decidían por él.
Dice Manrique que recibieron el mismo trato que un rey y que aquella prosperidad que tanto brillaba fue
apagada de repente, porque al final murieron como el resto de las personas, y al morir fueron iguales que
todos los demás (muerte igualadora).
- ¿A quién se apela en la copla XXIII y qué se le increpa? ¿qué se le sigue diciendo en la copla siguiente?
Se apela a la muerte, se le increpa que mata a cualquiera, aunque haya sido un gran marqués o un gran
conde o un caballero valiente. Que mata a todas las personas aunque estén resguardadas en un castillo con
murallas altas y lleno de trampas. Se ve el tópico de muerte igualadora, todos somos iguales a los ojos de la
muerte y el de vanitas vanitatis ya que habla de gente de alto linaje con grandes posesiones. n la copla XXV
empieza la elegía del maestre, es decir, comienza a hablar sobre su padre.
XIX: Metáfora de las riquezas con el rocío de los prados, lo rápido que se van.
Copla XX: Metáfora, cuando mas ardía el fuego (cuando más tenía) echaste agua (murió).
Copla 18
Copla 19
Esta copla vuelve a las alusiones genéricas centradas en la extinción del boato
cortesano. De nuevo aparece la relación de elementos y la minuciosidad descriptiva,
que abarca desde las “dádivas”hasta los “atavíos”. En esta relación de elementos
aparece el dinero en las alusiones “llenos de oro”,” enriques e reales”. Los enriques
eran monedas de oro acuñadas con la esfinge del rey. En último término, la idea es
que tampoco el poder del dinero puede enfrentarse con la fugacidad del tiempo. Esta
idea se opone al Arcipreste de Hita y a Quevedo, donde el dinero es un poder que
traspasa el tiempo.
Se cierra la copla con una metáfora de tipo campesino para ejemplificar el ubi
sunt: rocíos y prados con idéntica significación que “verduras de las eras”, algo
instantáneo (el rocío desaparece rápidamente con el calor del sol).
Copla 20
Copla 21
Copla 22
Y los otros dos hermanos,
maestres tan prosperados
como reyes, 255
que a los grandes y medianos
trajeron tan sojuzgados
a sus leyes;
aquella prosperidad
que tan alta fue subida 260
y ensalzada,
¿qué fue sino claridad
que cuando más encendida
fue amatada?
Prosiguen las referencias históricas. Los dos hermanos fueron don Juan
Pacheco, Marqués de Villena, y don Pedro Girón, Marqués de Calatrava. Destacaron
por su carácter intrigante y por su concepción absolutista del poder. Curiosamente ese
absolutismo es ensalzado por Manrique (tan sojuzgados/a sus leyes).
La segunda sextilla presenta la alternancia de momentos álgidos y negativos a
través de una nueva imagen cromática: la claridad, poderío, da paso a la oscuridad,
muerte.
Coplas 23 y 24
Estas dos coplas cierran la primera parte del poema y suponen un colofón a la
destrucción del boato cortesano, centrado sobre todo en los aspectos militares de la
corte.
La visión que presentan ambas coplas de la muerte es negativa, antítesis de la
muerte positiva que se desplegará en las últimas coplas. En la copla 23 la muerte se
identifica con la crueldad (cruda), una crueldad que se enfrenta al estamento militar,
venciéndolo. Este enfrentamiento adquiere dos vías de tratamiento: la aliteración
(cuando tú, cruda, te ensañas/ con tu fuerza las atierras) y la redundancia (atierras e
desfaces).
En la copla 24 se enumeran una serie de elementos de defensa militar,
fácilmente vencidos por la muerte, incluso la cava honda, chapada que es el foso
fortificado.
El final presenta una muerte enfadada, airada, al que Manrique otorga un
instrumento distinto a la guadaña, la flecha.
Copla 25
Copla 26
Coplas 27 y 28
En ventura Octaviano;
Julio César en vencer
y batallar; 315
en la virtud, Africano;
Aníbal en el saber
y trabajar;
en la bondad, un Trajano;
Tito en liberalidad 320
con alegría;
en su brazo, Aureliano;
Marco Tulio en la verdad
que prometía.
Según Menéndez Pidal estas coplas son “una nómina pedante” que en nada
favorecía la belleza del poema. Son dos coplas en las que la figura de su padre queda
oscurecida, arrinconada entre una serie de referencias clásicas. Lo salvable de ambas
coplas es el atisbo de humanismo, en el sentido de presencia de la antigüedad
clásica. Serían clasificables como prerrenacentistas.
Destaca la mención de Africano, Escipión, general romano que protagonizará
una de las primeras obras teatrales de Cervantes, La Numancia.
De Marco Aurelio destaca su estoicismo (igualdad del semblante) y que
supone una conexión con el Marco Aurelio de Fray Antonio de Guevara. Alejandro
Magno supone la identificación de la valentía de este personaje con la del padre de
Manrique.