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ELISA PIMENTEL
2002-1350.
NELLY J. ALCANTARA R.
2002-3420.
OMAR MEDINA B.
2013-2363.
LUCAS PAREDES
2016-1781.
ALCIBIADES RAMIREZ
2016-1814.
Fecha de entrega.
10-08-18.
Antecedentes del Problema.
El pacto de tregua entre Bolivia y Chile fue firmado el 4 de abril de 1884 y a partir de
esta fecha se crearon una serie de comisiones bilaterales destinadas a determinar los
nuevos límites y los alcances de las compensaciones. En el tiempo estos acuerdos fueron
sistemáticamente diferidos, modificados y replanteados por la hábil diplomacia chilena,
contando además con la inefectiva y reactiva diplomacia boliviana que en muchas
situaciones por falta de una adecuada coordinación a nivel de gobierno no consiguieron
obtener mayores compensaciones y beneficios de parte de Chile, consiguientemente la
mayoría de los tratados resultaron enteramente favorable a los invasores.
En 1900 el Ingles Josías Harding emite un informe a la compañía inglesa The Antofagasta
and Bolivia Railway Company Limited, en sentido que en el sector boliviano del Silala
existían reservas de agua cuya cantidad era suficiente para abastecer por completo las
necesidades de la empresa. Este informe dio lugar al inicio de los estudios de explotación,
uso, aprovechamiento de las aguas en el sector de la estación ferroviaria de San Pedro.
En 1908 la compañía inglesa The Antofagasta and Bolivian Railway Company Limited
se adjudicó el uso, aprovechamiento y explotación de las aguas del Silala. Esta
adjudicación estuvo basada en la ley del 28 de noviembre de 1906 en la cual se elevó a
rango de ley el "Reglamento de Aguas" promulgado por decreto del 8 de septiembre de
1879.
El artículo 204 de esta ley señala que "En concesión del aprovechamiento de aguas
públicas se observará el siguiente orden de preferencia":
Abastecimiento de Poblaciones.
Abastecimiento de Ferrocarriles.
Riegos.
Canales de Navegación.
Molinos y otras fábricas; Barcas de paso y puentes flotantes.
Estanque para viveros o criaderos de peces.
Dentro de esta clase, se dará preferencia a las empresas de mayor importancia y utilidad,
y en igualdad de circunstancias a las que antes hubiesen solicitado el aprovechamiento de
las aguas.
Cronología de Sucesos
Año 1889 La compañía Huanchaca forma una sociedad anónima con una compañía
inglesa denominada "The Antofagasta (Chili) and Bolivian railway Company Lmt." Que
contiene capitales ingleses y chilenos.
Posteriormente se les otorga los derechos de usos y aprovechamiento de las aguas del río
San Pedro (Afluente del río Loa), cuyas aguas nacen en las faldas del volcán San Pedro
(50 kilómetros de la frontera con Bolivia).
Año 1904 La firma inglesa "The Antofagasta (Chili) and Bolivian railway Company
Lmt." Se hace cargo de la explotación y administración de la compañía ferrocarrilera
FCAB y de los derechos de exploración, uso y explotación de las fuentes de agua en
Antofagasta incluyendo los manantiales de Palpana, Ujira, Ujira Grande y Puquios.
En la época, por la utilización de las aguas de los ríos Loa y San Pedro, la empresa era
obligada a dar gratuitamente el 5% del agua distribuida a la población y el 10% a las
poblaciones
Asentadas a lo largo de la ruta. Todos los demás usuarios estaban obligados a pagar 1,4
pesos chilenos por metro cúbico comercializado.
Año 1906-1907 El gerente de FCAB, Josías Harding es autorizado por el gobierno chileno
a incursionar en territorio boliviano a objeto de aprovechar los numerosos manantiales de
donde brotaban de forma natural el agua de los acuíferos subterráneos.
Año 1908 La FCAB solicita a la subprefectura de Potosí la concesión del uso de las aguas
subterráneas de las pampas del Siloli o Silole. La autoridad boliviana autoriza el 30 de
septiembre de 1908. El objetivo de la concesión es dotar de agua a las locomotoras de
vapor y destinar una tercera parte del agua al consumo de la población boliviana.
Año 1940 El Sr. Pablo Baudain establece el 24 de junio, una demanda en La Paz en
sentido que la FCAB estaba utilizando las aguas concesionadas de las vertientes del Silala
para la venta de agua potable a la población de Antofagasta y para uso industrial de la
región; que de hecho resultaba contrario a los objetivos iniciales de la concesión.
Ese mismo año el Cónsul Boliviano en Chile confirma la distorsión en el uso de las aguas,
resaltando además el importante volumen de reservas de la región.
Año 1962 Una comisión oficial del gobierno boliviano presidida por el Ing. Augusto
Valdivia Altamirano viaja a la región del silala y comprueba que las aguas de los
manantiales y vertientes han sido colectadas mediante la construcción de canales. En esta
oportunidad el Ing. Valdivia indica que se trata de un río por basarse en un mapa del IGM
en el cual se lee "Río Silala" canalizado.
Año 1965 Se realiza una nueva inspección a la región a cargo de funcionarios y técnicos
de la Dirección General de Límites quienes en su recorrido confunden las aguas con un
río de curso sucesivo (al ver correr las aguas por medio de un canal colector general),
estableciendo también el volumen de agua traspasada a territorio chileno (0,45 Mt3/seg).
Año 1997 El periódico "Presencia" publica un artículo del Ing. Antonio Bazoberry
titulado "En la región del Silala no hay ningún río", lo cual causa una sorpresa general en
todos los que sostenían que existía un desvío de las Aguas del "río" Silala.
Año 1997 La Cancillería contrata a la firma consultora Gómez García, en cuyo informe
final se establece que no se ha encontrado ningún río en la zona, sino más bien se tienen
construcciones y obras civiles para la recolección de sus aguas y para su transporte a
territorio chileno.
La posición chilena es que las aguas del silala provienen de un río de curso internacional,
cuyo nombre aparece inclusive en el tratado de paz y amistad firmado en 1904 y que sería
un error de parte de Bolivia el tocar esas aguas o licitarlas, pues significaría afectar el
normal aprovisionamiento de agua en las regiones del norte chileno.
La Haya extiende plazo a Bolivia en el litigio con Chile por aguas del río Silala. El país
altiplánico anunció que la Corte Internacional de Justicia le dio dos meses adicionales
para presentar sus alegatos escritos.
LA PAZ.- Bolivia anunció este sábado que la Corte Internacional de Justicia de La Haya
(CIJ) le otorgó dos meses adicionales para la presentación de su defensa en el juicio
planteado por Chile por el uso de las aguas del Silala, río ubicado en la frontera entre
ambas naciones. "Teníamos que haber presentado (el alegato escrito) el 3 de julio, pero
pedimos ampliación (...) Nos han dado dos meses de ampliación", informó esta jornada
el canciller boliviano, Fernando Huanacuni. NOTICIA RELACIONADA Las claves para
entender la demanda de Chile contra Bolivia ante La Haya por el río Silala 84 De acuerdo
con el jefe de las relaciones exteriores de Bolivia, Chile aceptó la postergación porque los
equipos jurídicos de ambos países aún deben recabar información técnica sobre el
acuífero fronterizo. Chile se querelló hace dos años contra La Paz para que la CIJ dirima
si el Silala es un río internacional, lo que entregaría derecho al uso equitativo de sus aguas.
Sin embargo, el Gobierno de Evo Morales aseguró que se trata de un afluente que fue
canalizado artificialmente a territorio chileno. Chile entregó su memoria en carácter de
demandante el 6 de junio de 2016, mientras que Bolivia debía presentar su contramemoria
con fecha tope del 3 de julio de este año, la que finalmente fue prorrogada. En 2009, La
Paz y Santiago negociaron sin éxito una salida a la controversia a partir de
compensaciones por el usufructo de esos recursos hídricos que llegan hasta el desierto de
Atacama y son utilizados por la industria minera. La CIJ deberá definir si el Silala es un
río de curso internacional o un ojo de agua (bofedal) que está en territorio boliviano.
Ambos países ya litigan en La Haya por un acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico,
cuyos alegatos finales fueron presentados en marzo.
El equipo boliviano tendría dos meses más para preparar su defensa ante la Corte
Internacional de Justicia.
En su lugar, Bolivia entregará una contramemoria ante la CIJ antes del 3 de septiembre,
es decir, una respuesta a la memoria presentada por Chile hace un año.
Bolivia "acudió a organismos internacionales expertos para que nos aporten estudios para
la contramemoria", indicó Morales, que se interesó en la reunión con el equipo legal por
los argumentos "jurídicos, técnicos, geográficos e históricos" del documento.
"Al margen de las demandas, qué bueno sería buscar soluciones de carácter diplomático.
Nosotros tratamos porque el agua es un derecho humano. Agua es vida, y si nos
entendemos desde ese punto de vista, debería de haber acuerdos", añadió.
Morales apeló a la resolución que aprobó la ONU a petición de Bolivia en 2010, por la
cual se consideró como un derecho humano básico el acceso al agua potable.
"Hubo algunas abstenciones, pero no rechazos. Eso significa que tenemos una política
internacional sobre los recursos naturales", añadió el mandatario.
El Silala es un cauce de agua que nace en el Potosí y cruza la frontera hacia Antofagasta,
pero su uso y estatus ha erosionado las relaciones entre Santiago y La Paz en los últimos
veinte años.
La controversia ha subido de tono desde entonces, hasta el punto de que Chile presentó
el año pasado una denuncia ante la CIJ porque temía que Bolivia cortara el flujo del Silala.
Este extremo es negado por el país vecino. "Las obras, que no son tan considerables, se
hicieron con autorización de Bolivia", dijo a Efe la coagente de Chile ante la CIJ María
Teresa Infante.
Después de que Bolivia presente su contra memoria en septiembre, la CIJ consultará a las
partes si creen conveniente mantener una segunda fase de alegatos escritos.
Tras escucharlas, decidirá si establece fechas para una eventual réplica por parte
de Chile y dúplica por parte de Bolivia, ambas por escrito, o si por el contrario fija fecha
para las audiencias orales
¿Río o Manantial?
Una de las cosas que deberá dirimir la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya,
es si el Silala (o Silali) es un río, como lo plantea el equipo chileno, o bien un manantial
y bofedales como lo asegura Bolivia. Ambas partes señalan tener razón y han desplegado
a sus equipos jurídicos en base a una serie de documentos y antecedentes históricos para
reafirmar sus respectivas tesis.
Para el historiador y analista político chileno, Máximo Quitral, autor del libro; “Los
desafíos de una agenda bilateral: Chile y Bolivia entre las diferencias políticas y los
acercamientos económicos, 1970-1990″, ambas partes tienen suficientes argumentos
para fortalecer su posición en La Haya, sin embargo, según Quítral, la parte chilena ha
omitido un antecedente importante respecto a este conflicto. “Este tema (sobre el Silala)
no es nuevo y Bolivia ha venido el último tiempo pidiendo a Chile discutir el tema.
Así ocurrió el año 2006 cuando presentó la ‘Agenda de los 13 puntos’ de la cual, en
el punto 7 se pedía –por parte del país altiplánico- discutir el uso de las aguas del
Silala. Sin embargo Chile se negó sistemáticamente a tratar el tema, que hoy vuelve
a aflorar y que se resolverá en La Haya, aunque al no haber una impugnación a la
demanda presentada por Chile por parte de Bolivia, debería avanzar en un menor
plazo que los otros conflictos que ha enfrentado Chile en la CIJ”, asegura.
Por su parte, la mandataria chilena recalcó este lunes que “la demanda pretende probar
que el río tiene carácter binacional y que Bolivia no se puede asumir como
propietario del caudal”. Además, expresó que para el país “es fundamental
resguardar este recurso hídrico que ha surtido de agua a varias localidades, como
Sierra Gorda o Baquedano en la región de Antofagasta, y que actualmente está
siendo usado por Codelco”.
Todo esto, precisó Michelle Bachelet, estaría fundamentado con evidencia científica y
tendría como primer dato la topografía del lugar: “se reconoce una pendiente en la
cuenca por la diferencia entre los 4.400 metros en Bolivia a los 4.200 metros de Chile,
donde el caudal puede correr solo hacia Chile”, enfatizó la Mandataria.
La legislación que rige a los ríos fronterizos que defiende la cancillería chilena
Chile sostiene que el Silala es un río (fronterizo y binacional) y por tal, rigen las normas
que se aplican al uso de las aguas en el caso de los ríos fronterizos.
El Silala es un curso de agua que nace en los faldeos del cerro Inacaliri, a más de 4.000
metros de altura, en el departamento boliviano de Potosí. En un punto, el caudal se une
con un segundo curso de agua y baja por un cañón hacia la frontera chilena para unirse
con el río Cajón y dar origen al río San Pedro de Inacaliri, que desemboca en el río Loa.
La directora del Centro de Derecho Ambiental, la abogada Valentina Durán, explicó que
el primer principio que los estados deben cumplir es que, pese al derecho soberano de
usar y explotar recursos naturales esa acción no puede afectar el medioambiente de otro
país.
Además, agregó que: “La segunda fuente relevante en cuando a los recursos
compartidos es la Convención de la ONU específica que norma los causales que
tienen fines distintos de la navegación“. Esta última normativa mencionada por la
abogada corresponde a la Convención de 1997 que regula los caudales susceptibles de ser
calificados como ríos binacionales.
Además, precisa que “esta convención recoge normas especialmente relativas a que
los recursos hídricos deben utilizarse en forma equitativa y razonable por los
estados“.
En tanto, la analista internacional Paz Milet recuerda que esta controversia también se
produjo en torno al rio Lauca, ubicado en la zona altiplánica entre Chile y Bolivia, que se
origina en la región de Arica y Parinacota y atraviesa la frontera para desembocar en el
Lago Coipasa, en el departamento boliviano de Oruro.
“Aquí está también en disputa cómo se nutren de agua los recursos mineros. Para
Bolivia tiene una posición emblemática el río Silala y el tema lo ha venido planteando
hace bastante tiempo. En el tiempo de la Concertación se pidió una visita conjunta
de congresistas de ambos países pensando que podía ser un espacio de cooperación“,
explicó.
Y es que efectivamente Bolivia inició a finales de los 90’ varios estudios de factibilidad
respecto a la proyección y desarrollo en la utilización de recursos hídricos en esa zona.
De este modo, en el Departamento de Potosí, se iniciaron proceso de licitación para la
utilización de las aguas del Silala en diferentes áreas productivas. Fue de este modo que
una de las empresas que ganó la explotación del Silala en Bolivia (DUCTEC) inició el
proceso para cobrar factura por utilización del recurso hídrico a las empresas mineras
chilenas (Codelco y Antofagasta Minerals). Fue el año 2000 cuando dicha empresa
decidió cortar el suministro del Silala hacia Chile. Esto debido a la negativa de las
empresas chilenas a pagar por la utilización del recurso y tras las declaraciones –de apoyo
a esas compañías- que hiciera la en ese entonces canciller Soledad Alvear.
De este modo ambos gobiernos iniciaron en aquella oportunidad reuniones para lograr
acercamientos en el conflicto entre privados sin mayores resultados, así ocurrió con los
acercamientos bilaterales y con la denominada “Agenda de los 13 puntos” que terminó
sin avance.
Bolivia presentará su contramemoria
Por su parte, Bolivia contará con un año para preparar su respuesta que, según manifestó
el presidente de ese país, Evo Morales, a través de su cuenta de Twitter, será a través de
una contramemoria porque no objetarán la competencia de la demanda hecha por Chile.
En un artículo publicado este lunes por el diario boliviano La Razón, se aclaraba que la
postura del Gobierno altiplánico es que el Silala es un manantial finito que nace en el
cantón Quetena Chico, en Potosí, y que en reiteradas oportunidades se ha ratificado que
el agua proviene de bofedales que están en suelo boliviano de los cuales emana el recurso.
También, suman como antecedente que en 1908 estas aguas fueron canalizadas
artificialmente hasta suelo chileno para el uso del ferrocarril que cruzaba ambas naciones.
Así, el conflicto del Silala se suma a la tensa relación diplomática que han mantenido por
décadas Chile y Bolivia. Cabe recordar que en marzo pasado, el equipo jurídico de Bolivia
llegó hasta la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya para presentar la réplica
de su gobierno respecto del litigio sobre acceso soberano al mar del pacifico. Chile debe
reaccionar con una dúplica antes del 21 de septiembre de este año
La Paz, 4 jul (PL) Más allá de los fallos que pudiera emitir la Corte Internacional de
Justicia de La Haya en los contenciosos entre Bolivia y Chile sobre reivindicación
marítima y las aguas del Silala, existe un protagonista esencial: el diálogo.
Antes de concluir 2018 se espera que el tribunal resuelva estos litigios -al menos el
primero- que por años arrastran estos países vecinos.
Por un lado, está la reclamación boliviana de negociar una salida soberana al océano
Pacífico, perdida tras la invasión chilena a Antofagasta en 1879, y que le costó a la nación
altiplánica 400 kilómetros de costas y 120 mil kilómetros cuadrados de territorio.
Por otro, Chile presentó en junio de 2016 una demanda en la que asegura poder usar las
aguas del Silala porque estas provienen de un río internacional y no de un manantial como
afirma Bolivia.
Hace 110 años la prefectura de Potosí, Bolivia, le cedió el uso de las aguas del Silala a la
Antofagasta Railway Company, una empresa chilena manejada por Inglaterra.
En 1997, Bolivia canceló dicha concesión alegando que Chile usaba las aguas para otros
fines. Este último, hizo caso omiso a la decisión de su par y continuó aprovechándose del
sistema hídrico.
La Paz defiende que el Silala es una reserva hídrica de aguas subterráneas, humedales y
manantiales, canalizadas artificialmente hacia territorio chileno tras un acuerdo firmado
en 1908 que ya expiró, y añade que el país vecino las usa de manera ilegal y abusiva, sin
pagar un centavo por ello.
Según dispone el Derecho Internacional, cuando la Corte se pronuncie, sus fallos serán
definitivos y de cumplimiento obligatorio; en tanto, eventualmente, se puede acudir al
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que estos no sean vulnerados.
Reveló que días antes la Cancillería recibió un comunicado desde Santiago de Chile para
analizar algunos asuntos bilaterales.
'Ojalá esto nos pueda facilitar el diálogo con la hermana República de Chile', resaltó
Morales.
Sin embargo, si las cosas no han cambiado desde marzo -cuando se realizó la última fase
de alegatos orales ante la Corte en ese proceso- Chile no comparte igual pretensión.
Para el canciller chileno, Roberto Ampuero, su país está dispuesto a dialogar con Bolivia
y escuchar sus necesidades, pero, aclaró, eso no significa que esté obligado a resolverlas.
Según la Real Academia Española, diálogo significa 'plática entre dos o más personas,
que alternativamente manifiestan sus ideas o afectos' o 'discusión o trato en busca de
avenencia'. Definitivamente, ese sería un camino acertado para dirimir desavenencias.
Este curso hídrico es el centro de una disputa entre los gobiernos de Bolivia y
Chile respecto a su denominación, naturaleza, curso y uso.
El 6 de julio de 2016, la CIJ calificó el título específico del caso, que es el que
figura en sus registros, como «La disputa por el estatus y uso de las aguas del
Silala». Aclara que hay una disputa sobre estos dos aspectos, la naturaleza y el
uso que tienen estas aguas del Silala; no hay ninguna referencia a que se trate
de un río o un manantial. La Corte fijó el plazo hasta el 3 de julio de 2017 para
que Chile presente su memoria y hasta el 3 de julio de 2018 para que Bolivia
entregue su contramemoria.
Rodrigo Fernández señala: Por los diversos estudios e investigaciones
realizados por especialistas en el campo, se puede concluir que las aguas del
Silala son manantiales y que, por consiguiente, no configuran, en sentido
estricto, un río. Si bien estas aguas discurren de un lugar a otro, no lo hacen de
manera natural, pues ha sido necesario construir diversas obras para su
recolección y transporte".