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TEMA: El problema de Bolivia y Chile y el Silala.

PRESENTACION DEL GRUPO 2.

ELISA PIMENTEL

2002-1350.

NELLY J. ALCANTARA R.

2002-3420.

OMAR MEDINA B.

2013-2363.

LUCAS PAREDES

2016-1781.

ALCIBIADES RAMIREZ

2016-1814.

Fecha de entrega.

10-08-18.
Antecedentes del Problema.

El 14 de febrero de 1879 el Ejército chileno invadió Antofagasta y se dio inicio a la guerra


del Pacífico que enfrentó a los países de Perú y Bolivia que firmaron una alianza para
enfrentarse a Chile.

Como resultado de la guerra se tuvieron desmembraciones territoriales de parte de Perú


y Bolivia, que fue el más afectado ya que perdió su zona Litoral y por consiguiente su
espacio de salida al mar.

El pacto de tregua entre Bolivia y Chile fue firmado el 4 de abril de 1884 y a partir de
esta fecha se crearon una serie de comisiones bilaterales destinadas a determinar los
nuevos límites y los alcances de las compensaciones. En el tiempo estos acuerdos fueron
sistemáticamente diferidos, modificados y replanteados por la hábil diplomacia chilena,
contando además con la inefectiva y reactiva diplomacia boliviana que en muchas
situaciones por falta de una adecuada coordinación a nivel de gobierno no consiguieron
obtener mayores compensaciones y beneficios de parte de Chile, consiguientemente la
mayoría de los tratados resultaron enteramente favorable a los invasores.

Durante la fase de demarcación final de límites participaron comisionados ingleses,


bolivianos y chilenos, y ya entonces se pudo percibir la importancia que iba a tener el
agua en la economía y el desarrollo del norte chileno. En uno de los recorridos al sector
del Silala ya se realizaron algunas excavaciones que permitieron identificar la riqueza
acuífera del sector.

Las locomotoras de la época utilizaban grandes cantidades de vapor para generar la


energía la fuerza de locomoción, en ese entonces las aguas del río San Pedro estaban
quedando insuficientes para abastecer semejante cantidad de energía requerida.

En 1900 el Ingles Josías Harding emite un informe a la compañía inglesa The Antofagasta
and Bolivia Railway Company Limited, en sentido que en el sector boliviano del Silala
existían reservas de agua cuya cantidad era suficiente para abastecer por completo las
necesidades de la empresa. Este informe dio lugar al inicio de los estudios de explotación,
uso, aprovechamiento de las aguas en el sector de la estación ferroviaria de San Pedro.
En 1908 la compañía inglesa The Antofagasta and Bolivian Railway Company Limited
se adjudicó el uso, aprovechamiento y explotación de las aguas del Silala. Esta
adjudicación estuvo basada en la ley del 28 de noviembre de 1906 en la cual se elevó a
rango de ley el "Reglamento de Aguas" promulgado por decreto del 8 de septiembre de
1879.

El artículo 204 de esta ley señala que "En concesión del aprovechamiento de aguas
públicas se observará el siguiente orden de preferencia":

 Abastecimiento de Poblaciones.
 Abastecimiento de Ferrocarriles.
 Riegos.
 Canales de Navegación.
 Molinos y otras fábricas; Barcas de paso y puentes flotantes.
 Estanque para viveros o criaderos de peces.

Dentro de esta clase, se dará preferencia a las empresas de mayor importancia y utilidad,
y en igualdad de circunstancias a las que antes hubiesen solicitado el aprovechamiento de
las aguas.

Cronología de Sucesos

Año 1889 La compañía Huanchaca forma una sociedad anónima con una compañía
inglesa denominada "The Antofagasta (Chili) and Bolivian railway Company Lmt." Que
contiene capitales ingleses y chilenos.

Esta compañía pasa a controlar toda la red de ferrocarriles de Antofagasta a Bolivia


incluyendo ramales y desvíos, además de monopolizar el uso y aprovechamiento de las
aguas en el departamento de Antofagasta y la concesión de las aguas del Cebollar y
Polapi.

Posteriormente se les otorga los derechos de usos y aprovechamiento de las aguas del río
San Pedro (Afluente del río Loa), cuyas aguas nacen en las faldas del volcán San Pedro
(50 kilómetros de la frontera con Bolivia).
Año 1904 La firma inglesa "The Antofagasta (Chili) and Bolivian railway Company
Lmt." Se hace cargo de la explotación y administración de la compañía ferrocarrilera
FCAB y de los derechos de exploración, uso y explotación de las fuentes de agua en
Antofagasta incluyendo los manantiales de Palpana, Ujira, Ujira Grande y Puquios.

En la época, por la utilización de las aguas de los ríos Loa y San Pedro, la empresa era
obligada a dar gratuitamente el 5% del agua distribuida a la población y el 10% a las
poblaciones

Asentadas a lo largo de la ruta. Todos los demás usuarios estaban obligados a pagar 1,4
pesos chilenos por metro cúbico comercializado.

Año 1906-1907 El gerente de FCAB, Josías Harding es autorizado por el gobierno chileno
a incursionar en territorio boliviano a objeto de aprovechar los numerosos manantiales de
donde brotaban de forma natural el agua de los acuíferos subterráneos.

Año 1908 La FCAB solicita a la subprefectura de Potosí la concesión del uso de las aguas
subterráneas de las pampas del Siloli o Silole. La autoridad boliviana autoriza el 30 de
septiembre de 1908. El objetivo de la concesión es dotar de agua a las locomotoras de
vapor y destinar una tercera parte del agua al consumo de la población boliviana.

Año 1940 El Sr. Pablo Baudain establece el 24 de junio, una demanda en La Paz en
sentido que la FCAB estaba utilizando las aguas concesionadas de las vertientes del Silala
para la venta de agua potable a la población de Antofagasta y para uso industrial de la
región; que de hecho resultaba contrario a los objetivos iniciales de la concesión.

Ese mismo año el Cónsul Boliviano en Chile confirma la distorsión en el uso de las aguas,
resaltando además el importante volumen de reservas de la región.

Año 1962 Una comisión oficial del gobierno boliviano presidida por el Ing. Augusto
Valdivia Altamirano viaja a la región del silala y comprueba que las aguas de los
manantiales y vertientes han sido colectadas mediante la construcción de canales. En esta
oportunidad el Ing. Valdivia indica que se trata de un río por basarse en un mapa del IGM
en el cual se lee "Río Silala" canalizado.
Año 1965 Se realiza una nueva inspección a la región a cargo de funcionarios y técnicos
de la Dirección General de Límites quienes en su recorrido confunden las aguas con un
río de curso sucesivo (al ver correr las aguas por medio de un canal colector general),
estableciendo también el volumen de agua traspasada a territorio chileno (0,45 Mt3/seg).

Año 1997 El periódico "Presencia" publica un artículo del Ing. Antonio Bazoberry
titulado "En la región del Silala no hay ningún río", lo cual causa una sorpresa general en
todos los que sostenían que existía un desvío de las Aguas del "río" Silala.

Año 1997 La Cancillería contrata a la firma consultora Gómez García, en cuyo informe
final se establece que no se ha encontrado ningún río en la zona, sino más bien se tienen
construcciones y obras civiles para la recolección de sus aguas y para su transporte a
territorio chileno.

Situación Actual del Conflicto.

La posición chilena es que las aguas del silala provienen de un río de curso internacional,
cuyo nombre aparece inclusive en el tratado de paz y amistad firmado en 1904 y que sería
un error de parte de Bolivia el tocar esas aguas o licitarlas, pues significaría afectar el
normal aprovisionamiento de agua en las regiones del norte chileno.
La Haya extiende plazo a Bolivia en el litigio con Chile por aguas del río Silala. El país
altiplánico anunció que la Corte Internacional de Justicia le dio dos meses adicionales
para presentar sus alegatos escritos.

LA PAZ.- Bolivia anunció este sábado que la Corte Internacional de Justicia de La Haya
(CIJ) le otorgó dos meses adicionales para la presentación de su defensa en el juicio
planteado por Chile por el uso de las aguas del Silala, río ubicado en la frontera entre
ambas naciones. "Teníamos que haber presentado (el alegato escrito) el 3 de julio, pero
pedimos ampliación (...) Nos han dado dos meses de ampliación", informó esta jornada
el canciller boliviano, Fernando Huanacuni. NOTICIA RELACIONADA Las claves para
entender la demanda de Chile contra Bolivia ante La Haya por el río Silala 84 De acuerdo
con el jefe de las relaciones exteriores de Bolivia, Chile aceptó la postergación porque los
equipos jurídicos de ambos países aún deben recabar información técnica sobre el
acuífero fronterizo. Chile se querelló hace dos años contra La Paz para que la CIJ dirima
si el Silala es un río internacional, lo que entregaría derecho al uso equitativo de sus aguas.
Sin embargo, el Gobierno de Evo Morales aseguró que se trata de un afluente que fue
canalizado artificialmente a territorio chileno. Chile entregó su memoria en carácter de
demandante el 6 de junio de 2016, mientras que Bolivia debía presentar su contramemoria
con fecha tope del 3 de julio de este año, la que finalmente fue prorrogada. En 2009, La
Paz y Santiago negociaron sin éxito una salida a la controversia a partir de
compensaciones por el usufructo de esos recursos hídricos que llegan hasta el desierto de
Atacama y son utilizados por la industria minera. La CIJ deberá definir si el Silala es un
río de curso internacional o un ojo de agua (bofedal) que está en territorio boliviano.
Ambos países ya litigan en La Haya por un acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico,
cuyos alegatos finales fueron presentados en marzo.

Bolivia asegura que La Haya aprobó postergar presentación de su defensa en demanda


por río Silala

El equipo boliviano tendría dos meses más para preparar su defensa ante la Corte
Internacional de Justicia.

La contrademanda le habría posibilitado a La Paz presentarse como parte acusadora en el


diferendo del Silala, como lo es en el otro juicio ante el alto tribunal de la ONU sobre su
eventual salida al océano Pacífico.

Bolivia ha descartado presentar "una contrademanda" a Chile en su controversia por las


aguas del Silala, dijo su presidente Evo Morales, que partió hoy hacia China después de
reunirse en La Haya con el equipo jurídico que lleva el caso ante la Corte Internacional
de Justicia (CIJ).
"Inicialmente se ha pensado en la contrademanda, pero por recomendaciones jurídicas de
carácter internacional se ha descartado", puntualizó Morales en declaraciones a Efe.
La contrademanda le habría posibilitado a La Paz presentarse como parte acusadora en el
diferendo del Silala, como lo es en el otro juicio ante el alto tribunal de la ONU sobre su
eventual salida al océano Pacífico.

En su lugar, Bolivia entregará una contramemoria ante la CIJ antes del 3 de septiembre,
es decir, una respuesta a la memoria presentada por Chile hace un año.

Bolivia "acudió a organismos internacionales expertos para que nos aporten estudios para
la contramemoria", indicó Morales, que se interesó en la reunión con el equipo legal por
los argumentos "jurídicos, técnicos, geográficos e históricos" del documento.

"Al margen de las demandas, qué bueno sería buscar soluciones de carácter diplomático.
Nosotros tratamos porque el agua es un derecho humano. Agua es vida, y si nos
entendemos desde ese punto de vista, debería de haber acuerdos", añadió.

Morales apeló a la resolución que aprobó la ONU a petición de Bolivia en 2010, por la
cual se consideró como un derecho humano básico el acceso al agua potable.

"Hubo algunas abstenciones, pero no rechazos. Eso significa que tenemos una política
internacional sobre los recursos naturales", añadió el mandatario.

El Silala es un cauce de agua que nace en el Potosí y cruza la frontera hacia Antofagasta,
pero su uso y estatus ha erosionado las relaciones entre Santiago y La Paz en los últimos
veinte años.

La situación pareció cambiar en 2009, cuando se anunció un preacuerdo por el


cual Chile pagaría un 50 % de la utilización de los recursos hídricos, pero poco después
el pacto naufragó entre acusaciones mutuas.

La controversia ha subido de tono desde entonces, hasta el punto de que Chile presentó
el año pasado una denuncia ante la CIJ porque temía que Bolivia cortara el flujo del Silala.

En el documento, le reclamó al tribunal que reafirme su derecho a un uso equitativo de


las aguas y que advierta a La Paz de su obligación de "tomar todas las medidas apropiadas
para prevenir y controlar la contaminación u otras formas de daño a Chile como resultado
de sus actividades".
Según Santiago, el país vecino violó sus obligaciones internacionales al no informarle de
la construcción de un estanque de peces, en el 2012, y de un puesto militar con viviendas
cuyos trabajos "podrían tener efectos en el río Silala e impactar adversamente en Chile".

Uno de los puntos de la controversia es una obra de canalización realizada a principios


del siglo XX por compañías chilenas en territorio boliviano que, según el presidente
Morales, fue "ilegal".

Este extremo es negado por el país vecino. "Las obras, que no son tan considerables, se
hicieron con autorización de Bolivia", dijo a Efe la coagente de Chile ante la CIJ María
Teresa Infante.

El objetivo era únicamente "mejorar el escurrimiento del agua", "mantener su pureza" y


"controlar mejor su flujo", aclaró Infante, quien aseguró que el agua pasa la frontera
"naturalmente, no inducida por medios mecánicos o artificiales, y hay un derecho
de Chile de aprovecharla".

Después de que Bolivia presente su contra memoria en septiembre, la CIJ consultará a las
partes si creen conveniente mantener una segunda fase de alegatos escritos.

Tras escucharlas, decidirá si establece fechas para una eventual réplica por parte
de Chile y dúplica por parte de Bolivia, ambas por escrito, o si por el contrario fija fecha
para las audiencias orales

Silala: Claves para entender el conflicto entre Chile y Bolivia

La Presidenta Michelle Bachelet recibió este lunes la Memoria de la demanda, mientras,


el presidente del país vecino, Evo Morales, anunció que no objetarán la demanda de Chile
y que responderán con una contramemoria, a modo de critica a la impugnación sobre la
competencia de la corte de La Haya que hiciera Chile respecto a la demanda por soberanía
y salida al mar que presentó Bolivia hace un tiempo en la misma instancia.

El documento (memoria) fue elaborado con la participación de científicos, técnicos y el


grupo de juristas chilenos en La Haya, Holanda. Entre ellos, la agente Ximena Fuentes, y
los coagentes María Teresa Infante y Juan Ignacio Piña. Al límite del plazo, junto con
entregarlo a la Presidenta Michelle Bachelet también se presentó a la Corte Internacional
de Justicia (CIJ).
En la Memoria se esgrimen detalladamente los argumentos del Estado chileno ante las
discrepancias con el país vecino por el uso y propiedad de las aguas del Silala.

¿Río o Manantial?

Una de las cosas que deberá dirimir la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya,
es si el Silala (o Silali) es un río, como lo plantea el equipo chileno, o bien un manantial
y bofedales como lo asegura Bolivia. Ambas partes señalan tener razón y han desplegado
a sus equipos jurídicos en base a una serie de documentos y antecedentes históricos para
reafirmar sus respectivas tesis.

Para el historiador y analista político chileno, Máximo Quitral, autor del libro; “Los
desafíos de una agenda bilateral: Chile y Bolivia entre las diferencias políticas y los
acercamientos económicos, 1970-1990″, ambas partes tienen suficientes argumentos
para fortalecer su posición en La Haya, sin embargo, según Quítral, la parte chilena ha
omitido un antecedente importante respecto a este conflicto. “Este tema (sobre el Silala)
no es nuevo y Bolivia ha venido el último tiempo pidiendo a Chile discutir el tema.
Así ocurrió el año 2006 cuando presentó la ‘Agenda de los 13 puntos’ de la cual, en
el punto 7 se pedía –por parte del país altiplánico- discutir el uso de las aguas del
Silala. Sin embargo Chile se negó sistemáticamente a tratar el tema, que hoy vuelve
a aflorar y que se resolverá en La Haya, aunque al no haber una impugnación a la
demanda presentada por Chile por parte de Bolivia, debería avanzar en un menor
plazo que los otros conflictos que ha enfrentado Chile en la CIJ”, asegura.

Por su parte, la mandataria chilena recalcó este lunes que “la demanda pretende probar
que el río tiene carácter binacional y que Bolivia no se puede asumir como
propietario del caudal”. Además, expresó que para el país “es fundamental
resguardar este recurso hídrico que ha surtido de agua a varias localidades, como
Sierra Gorda o Baquedano en la región de Antofagasta, y que actualmente está
siendo usado por Codelco”.

Todo esto, precisó Michelle Bachelet, estaría fundamentado con evidencia científica y
tendría como primer dato la topografía del lugar: “se reconoce una pendiente en la
cuenca por la diferencia entre los 4.400 metros en Bolivia a los 4.200 metros de Chile,
donde el caudal puede correr solo hacia Chile”, enfatizó la Mandataria.

La legislación que rige a los ríos fronterizos que defiende la cancillería chilena
Chile sostiene que el Silala es un río (fronterizo y binacional) y por tal, rigen las normas
que se aplican al uso de las aguas en el caso de los ríos fronterizos.

El Silala es un curso de agua que nace en los faldeos del cerro Inacaliri, a más de 4.000
metros de altura, en el departamento boliviano de Potosí. En un punto, el caudal se une
con un segundo curso de agua y baja por un cañón hacia la frontera chilena para unirse
con el río Cajón y dar origen al río San Pedro de Inacaliri, que desemboca en el río Loa.

La directora del Centro de Derecho Ambiental, la abogada Valentina Durán, explicó que
el primer principio que los estados deben cumplir es que, pese al derecho soberano de
usar y explotar recursos naturales esa acción no puede afectar el medioambiente de otro
país.

Aquí es relevante el significado que adquiere el concepto de “recursos compartidos”,


explica la profesional, porque se tratan de recursos hídricos que fluyen y atraviesan ambas
naciones. Ante esto, los países deben generar comisiones técnicas para levantar
información e intercambiarla de buena fe y, en el caso de construir obras que puedan
modificar el caudal, los estados deben llegar a consensos ambientales. Valentina Durán
precisó las convenciones internacionales que rigen esta materia.

“De acuerdo a la Organización de Naciones Unidas (ONU) y al principio de derecho


internacional, los estados tienen el derecho soberano a explotar los recursos que se
encuentran en sus territorios, según sus propias políticas de desarrollo. Pero al
mismo tiempo tienen que velar por que las actividades que desarrollen en su
jurisdicción no causen daño a otro Estado“, señaló.

Además, agregó que: “La segunda fuente relevante en cuando a los recursos
compartidos es la Convención de la ONU específica que norma los causales que
tienen fines distintos de la navegación“. Esta última normativa mencionada por la
abogada corresponde a la Convención de 1997 que regula los caudales susceptibles de ser
calificados como ríos binacionales.

Por su parte la profesora de Derecho Internacional Público del Instituto de Estudios


Internacionales de la Universidad de Chile, Astrid Espaliat, explica que si bien Chile no
se ha hecho parte de esta convención, muchas de las normas contenidas en ellas tienen
carácter consuetudinario, es decir, son reconocidos solo por acuerdo aunque no estén
escritos. En esto se basa la argumentación del equipo chileno de juristas, aclaró la
académica.

Además, precisa que “esta convención recoge normas especialmente relativas a que
los recursos hídricos deben utilizarse en forma equitativa y razonable por los
estados“.

En tanto, la analista internacional Paz Milet recuerda que esta controversia también se
produjo en torno al rio Lauca, ubicado en la zona altiplánica entre Chile y Bolivia, que se
origina en la región de Arica y Parinacota y atraviesa la frontera para desembocar en el
Lago Coipasa, en el departamento boliviano de Oruro.

A su juicio, la controversia del Silala implica importantes intereses en los recursos


mineros y el agua que es aprovechada por las empresas de ambos estados.

“Aquí está también en disputa cómo se nutren de agua los recursos mineros. Para
Bolivia tiene una posición emblemática el río Silala y el tema lo ha venido planteando
hace bastante tiempo. En el tiempo de la Concertación se pidió una visita conjunta
de congresistas de ambos países pensando que podía ser un espacio de cooperación“,
explicó.

Y es que efectivamente Bolivia inició a finales de los 90’ varios estudios de factibilidad
respecto a la proyección y desarrollo en la utilización de recursos hídricos en esa zona.
De este modo, en el Departamento de Potosí, se iniciaron proceso de licitación para la
utilización de las aguas del Silala en diferentes áreas productivas. Fue de este modo que
una de las empresas que ganó la explotación del Silala en Bolivia (DUCTEC) inició el
proceso para cobrar factura por utilización del recurso hídrico a las empresas mineras
chilenas (Codelco y Antofagasta Minerals). Fue el año 2000 cuando dicha empresa
decidió cortar el suministro del Silala hacia Chile. Esto debido a la negativa de las
empresas chilenas a pagar por la utilización del recurso y tras las declaraciones –de apoyo
a esas compañías- que hiciera la en ese entonces canciller Soledad Alvear.

De este modo ambos gobiernos iniciaron en aquella oportunidad reuniones para lograr
acercamientos en el conflicto entre privados sin mayores resultados, así ocurrió con los
acercamientos bilaterales y con la denominada “Agenda de los 13 puntos” que terminó
sin avance.
Bolivia presentará su contramemoria

Por su parte, Bolivia contará con un año para preparar su respuesta que, según manifestó
el presidente de ese país, Evo Morales, a través de su cuenta de Twitter, será a través de
una contramemoria porque no objetarán la competencia de la demanda hecha por Chile.

En un artículo publicado este lunes por el diario boliviano La Razón, se aclaraba que la
postura del Gobierno altiplánico es que el Silala es un manantial finito que nace en el
cantón Quetena Chico, en Potosí, y que en reiteradas oportunidades se ha ratificado que
el agua proviene de bofedales que están en suelo boliviano de los cuales emana el recurso.
También, suman como antecedente que en 1908 estas aguas fueron canalizadas
artificialmente hasta suelo chileno para el uso del ferrocarril que cruzaba ambas naciones.

Así, el conflicto del Silala se suma a la tensa relación diplomática que han mantenido por
décadas Chile y Bolivia. Cabe recordar que en marzo pasado, el equipo jurídico de Bolivia
llegó hasta la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya para presentar la réplica
de su gobierno respecto del litigio sobre acceso soberano al mar del pacifico. Chile debe
reaccionar con una dúplica antes del 21 de septiembre de este año

Bolivia y Chile: Diálogo, mar y aguas del Silala

La Paz, 4 jul (PL) Más allá de los fallos que pudiera emitir la Corte Internacional de
Justicia de La Haya en los contenciosos entre Bolivia y Chile sobre reivindicación
marítima y las aguas del Silala, existe un protagonista esencial: el diálogo.

Antes de concluir 2018 se espera que el tribunal resuelva estos litigios -al menos el
primero- que por años arrastran estos países vecinos.

Por un lado, está la reclamación boliviana de negociar una salida soberana al océano
Pacífico, perdida tras la invasión chilena a Antofagasta en 1879, y que le costó a la nación
altiplánica 400 kilómetros de costas y 120 mil kilómetros cuadrados de territorio.

Por otro, Chile presentó en junio de 2016 una demanda en la que asegura poder usar las
aguas del Silala porque estas provienen de un río internacional y no de un manantial como
afirma Bolivia.
Hace 110 años la prefectura de Potosí, Bolivia, le cedió el uso de las aguas del Silala a la
Antofagasta Railway Company, una empresa chilena manejada por Inglaterra.

En 1997, Bolivia canceló dicha concesión alegando que Chile usaba las aguas para otros
fines. Este último, hizo caso omiso a la decisión de su par y continuó aprovechándose del
sistema hídrico.

La Paz defiende que el Silala es una reserva hídrica de aguas subterráneas, humedales y
manantiales, canalizadas artificialmente hacia territorio chileno tras un acuerdo firmado
en 1908 que ya expiró, y añade que el país vecino las usa de manera ilegal y abusiva, sin
pagar un centavo por ello.

El equipo jurídico nacional e internacional que representa a Bolivia en el proceso del


Silala, tiene hasta el 3 de septiembre para presentar la contramemoria, con todos los
argumentos y pruebas que demuestren sus posiciones.

Según dispone el Derecho Internacional, cuando la Corte se pronuncie, sus fallos serán
definitivos y de cumplimiento obligatorio; en tanto, eventualmente, se puede acudir al
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que estos no sean vulnerados.

Pero, amén de los procedimientos jurídicos, en diversas ocasiones el gobierno boliviano


ha reiterado su predisposición al diálogo, como vía para solucionar los diferendos con su
vecino.

El presidente boliviano, Evo Morales, ratificó el pasado lunes en conferencia de prensa,


su interés de que estos litigios sean resueltos por la vía diplomática.

Reveló que días antes la Cancillería recibió un comunicado desde Santiago de Chile para
analizar algunos asuntos bilaterales.

'Ojalá esto nos pueda facilitar el diálogo con la hermana República de Chile', resaltó
Morales.

Al referirse a la reivindicación marítima, remarcó: 'lo que nosotros estamos pidiendo es


que Chile cumpla con todos sus compromisos, con todos sus ofrecimientos, que cumpla
con las propuestas que hizo, un diálogo de buena fe; esa es la demanda'.

Sin embargo, si las cosas no han cambiado desde marzo -cuando se realizó la última fase
de alegatos orales ante la Corte en ese proceso- Chile no comparte igual pretensión.
Para el canciller chileno, Roberto Ampuero, su país está dispuesto a dialogar con Bolivia
y escuchar sus necesidades, pero, aclaró, eso no significa que esté obligado a resolverlas.

'Chile siempre ha estado dispuesto a escuchar las necesidades de Bolivia, pero no


podemos aceptar todas sus aspiraciones, demandas y planteamientos. Eso no significa que
uno tenga que estar obligado a cumplir aquello', dijo entonces a los periodistas presentes
en La Haya.

El 30 de junio el mandatario boliviano sostuvo un encuentro en el Vaticano con el papa


Francisco, con quien conversó, entre otros, acerca del tema marítimo, y destacó la
participación del Santo Pontífice en un posible escenario de diálogo, lo cual se suma a
similares intenciones declaradas por otras instituciones y personalidades del mundo.

Según la Real Academia Española, diálogo significa 'plática entre dos o más personas,
que alternativamente manifiestan sus ideas o afectos' o 'discusión o trato en busca de
avenencia'. Definitivamente, ese sería un camino acertado para dirimir desavenencias.

Como sentenció el canciller Fernando Huanacuni a finales de marzo, tras participar en un


encuentro convocado por los jueces de la Corte para reunir de manera social a las
delegaciones de ambos países: 'Bolivia siempre ha sido consecuente con lo que ha dicho
y nosotros lo reafirmamos de manera permanente: venimos de una cultura del diálogo,
apostamos por el diálogo'.

El Silala, también llamado Siloli, es un sistema hídrico ubicado en la zona


del altiplano andino, entre Bolivia y Chile. Su origen se ubica en
el departamento boliviano de Potosí y, desde allí, el curso de agua recorre 56
kilómetros, cruzando la frontera internacional entre ambos países, hasta
desembocar en los ríos San Pedro de Inacaliri y Loa, en la región chilena de
Antofagasta.

Este curso hídrico es el centro de una disputa entre los gobiernos de Bolivia y
Chile respecto a su denominación, naturaleza, curso y uso.

Bolivia asegura que se trata de un manantial –llamado manantial Silala–,


originado en una serie de ojos de agua y bofedales, que al unirse conforman un
cuerpo de agua, el cual habría sido canalizado artificialmente por Chile, a fin de
desviar sus aguas a dicho territorio para su uso, principalmente industrial. Chile
afirma que se trata de un curso de agua nacido en Bolivia pero que escurre en
forma natural hacia el oeste, debido a la pendiente del terreno, cruzando así la
frontera, lo cual lo convierte en un curso hídrico sucesivo y transfronterizo, es
decir, un río internacional –denominado río Silala o río Siloli–, que pertenece a
la cuenca hidrográfica del río Loa y por ende a la hoya hidrográfica del Océano
Pacífico, sometido al Derecho internacional que regula los cursos de agua
internacionales para fines distintos de la navegación, al tratarse de un recurso
hídrico compartido, donde ambas naciones tienen derecho a usar sus aguas de
manera razonable y equitativa, indicando que las obras de ingeniería que se
hicieron en su cauce fueron menores, sin alterarlo, y únicamente a objeto de
reducir la pérdida de agua por infiltración

El Silala nace en las faldas del cerro Inacaliri (5689 m) y el cerro de


Silala (5703 m), en el extremo norte de la Reserva nacional de fauna andina
Eduardo Abaroa, en la provincia de Sud Lípez, departamento de
Potosí, Bolivia. La fuente principal se ubica a unos 4 km de la frontera con
Chile, en 22°0′34″S 68°0′12″O, desde donde el curso de agua se dirige al
oeste; a unos 2,5 km de su nacimiento, se encuentra con un segundo curso de
agua nacido 400 m más arriba, en 22°0′18″S 68°1′24″O.

Luego de unirse ambos cursos hídricos e iniciar un pequeño cañón, el Silala


baja unos 720 m hasta llegar a la frontera de Bolivia y Chile; desde ese punto
recorre aproximadamente 7 kilómetros hasta unir sus aguas
en 22°2′31″S 68°4′44″O con el río Cajón, en Chile, para dar origen al río San
Pedro de Inacaliri. Este último río luego llega al Loa, el río más largo de Chile y
el principal afluente hídrico que cruza el desierto de Atacama, que desemboca
en el Océano Pacífico.

La Guerra del Pacífico enfrentó a Chile con Bolivia en 1879, ocupando el


ejército chileno todo el territorio del entonces Departamento del Litoral, un
territorio rico en recursos minerales en el que se ubicaban diversas inversiones
mineras, principalmente chilenas y británicas. Una vez finalizada la guerra,
Chile mantuvo dominio del territorio y lo incorporó rápidamente a su territorio
nacional, dando origen a la antigua provincia de Antofagasta.

La existencia de un río que nacía en territorio boliviano tras la línea de tregua


(que dio origen luego a la frontera internacional) para llegar al río San Pedro
fue descrita por primera vez por el ingeniero neozelandés Josiah Holding en
1884, cuando trabajaba en el diseño y construcción de la línea férrea entre
Antofagasta y Ollagüe.

Tras años de negociación, la frontera entre Chile y Bolivia fue establecida en


el Tratado de Paz y Amistad 1904, siguiendo principalmente la línea que une
las principales cimas de la cordillera de los Andes. En dicho tratado, se indica
que la frontera “irá por un contrafuerte al cerrito de Silala ([hito] 16), y después
en línea recta al cerro de Inacalari o del Cajón ([hito] 17)”. De acuerdo al
gobierno chileno, el mapa con la demarcación de la frontera ya incluía el curso
actual del Silala, lo que indicaría su reconocimiento con un río de carácter
internacional.
El 21 de junio de 1908, la empresa británica The Antofagasta-Bolivia Railway
Company Limited solicitó a la prefectura del departamento de Potosí, la
concesión del uso de las aguas del Silala para el abastecer con agua a las
máquinas del tramo del tren entre el puerto de Antofagasta y la ciudad boliviana
de Oruro, debido a que su funcionamiento era totalmente a vapor. La concesión
fue entregada ese año a la compañía por las autoridades de Potosí el día 23 de
septiembre del mismo año, siendo el primer uso registrado de sus aguas.

La compañía ferroviaria utilizó dicho recurso hasta 1961, cuando la compañía


renovó su flota a petróleo diésel. Sin embargo, las aguas habrían continuado
siendo utilizadas por diversas empresas del norte de Chile, principalmente
la Corporación Nacional del Cobre de Chile, y a algunas empresas sanitarias
de Antofagasta que la utilizan comercialmente hasta el día de hoy. De acuerdo
al gobierno boliviano, estos usos habrían sido realizados sin ningún tipo de
autorización.

Caso ante la Corte Internacional de Justicia

La presidenta de Chile Michelle Bachelet, reunida con el canciller Heraldo


Muñoz y la directora de Límites y Fronteras Ximena Fuentes, para analizar la
situación del Silala.

A inicios de 2016, Bolivia anunció que presentaría una demanda contra el


estado chileno ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), debido al uso
indebido de las aguas, solicitando el pago retroactivo estimado en mil millones
de dólares según el senado boliviano. La presidenta chilena Michelle Bachelet,
respondió con el anuncio que su país presentaría una contrademanda en caso
que se concretara la presentación del gobierno boliviano.

Sin embargo, en junio de 2016 Bachelet realizó un cambio en la estrategia de


Chile, anunciando que será ese país el que demande a Bolivia por el caso del
Silala, presentando así el 6 de ese mes el escrito de aplicación en la Corte
Internacional para iniciar el procedimiento, con el fin de que esta aclare si el
cuerpo de agua en disputa, es un río internacional, como afirma Chile, o
un manantial con un afluente artificial, como alega Bolivia. En la presentación,
se establece que el Silala es un río de curso internacional que nace en Bolivia,
cruza la frontera hacia Chile y desemboca en el río San Pedro de Inacaliri, en la
cuenca hidrográfica del Pacífico.

El 6 de julio de 2016, la CIJ calificó el título específico del caso, que es el que
figura en sus registros, como «La disputa por el estatus y uso de las aguas del
Silala». Aclara que hay una disputa sobre estos dos aspectos, la naturaleza y el
uso que tienen estas aguas del Silala; no hay ninguna referencia a que se trate
de un río o un manantial. La Corte fijó el plazo hasta el 3 de julio de 2017 para
que Chile presente su memoria y hasta el 3 de julio de 2018 para que Bolivia
entregue su contramemoria.
Rodrigo Fernández señala: Por los diversos estudios e investigaciones
realizados por especialistas en el campo, se puede concluir que las aguas del
Silala son manantiales y que, por consiguiente, no configuran, en sentido
estricto, un río. Si bien estas aguas discurren de un lugar a otro, no lo hacen de
manera natural, pues ha sido necesario construir diversas obras para su
recolección y transporte".

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