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Índice General……………………………………………………………… Pág. 2
Agradecimientos……………………………………………………………Pág. 3
Introducción.
Objetivos……………………….…………………………………………….Pág. 4/5
Capítulo I.
Problemática que se presentaba en la conservación
de la colección……………………………………………………………..Pág. 6
Capítulo II
La figura de Güiraldes…………………………………………………….Pág. 8
Creación del Museo……………………………………………………….Pág. 11
Cómo se constituye su patrimonio……………………………………. Pág. 17
Listado de Directores……………………………………………………. Pág. 22
Capítulo III.
La inundación……………………………………………………………..Pág. 23
El trabajo de recuperación de las colecciones………. …………... Pág. 23
Construcción de la reserva técnica………………………………… Pág. 27
Proyecto de recuperación de la Fundación YPF…………………… Pág. 28
Capítulo IV.
Conclusiones…………………………………………………………….. Pág. 31
Anexo……………………………………………………………………… Pág. 34
2
Agradecimientos
3
“El museo es una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la
sociedad y su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga,
difunde y expone los testimonios materiales del ser humano y su entorno para el
deleite del público que lo visita”
Consejo Internacional de Museos (ICOM)
Introducción
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El Parque criollo y Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes fueron creados por
Decreto del Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires del 12 de mayo de
1937.
Los fundamentos de su creación fueron:
el deber de conservar y adoptar los usos y costumbres de nuestros
antepasados como guía de las presentes generaciones y como ejemplo
para las venideras. Un pueblo con más de 200 años de existencia y con
un acendrado amor a lo nuestro, con sus costumbres típicamente criollas
tiene obligación y derecho a exponer sus obras a la consideración de sus
connacionales.
Las obras se inauguraron el 16 de octubre de 1938, luego de intensos trabajos
y fue José María Bustillo, Ministro de Obras Públicas de la Provincia quien llevó
a cabo la idea fundadora de don José Antonio Güiraldes (hermano del escritor)
por ese entonces intendente de San Antonio de Areco y perteneciente a la
Comisión oficial. Fue don Enrique Udaondo su primer Director.
En el año 1979 el Museo fue transferido a la Municipalidad de San Antonio de
Areco. A partir de entonces el Municipio quedó en posesión del Parque criollo y
Museo Gauchesco. Y el 10 de noviembre de 1999 por Decreto presidencial fue
declarado Monumento Histórico Nacional.
1
Begoña Torres González
Museo Nacional del Romanticismo. Una nueva narrativa museográfica, (pág. 72)
5
Plano de la planta original del Museo
Capítulo I –
El Museo Güiraldes responde a la concepción de un momento concreto de la
historia argentina.
Es el museo gauchesco por antonomasia, concebido por Enrique Udaondo
como referente del habitante bonaerense, quien tan bien fuera retratado por
Ricardo Güiraldes.
Responde también a este perfil el Museo Colonial e Histórico de la Provincia de
Buenos Aires (Luján), pensado para ser el museo colonial más importante de
América Latina.
A principios del siglo XX el objetivo de los museos era honrar el patrimonio de
nuestro país, preservándolo como un legado precioso destinado a perpetuar las
glorias de nuestro pasado.
Udaondo y la elite que representaba, hicieron hincapié en “el gaucho” , como
figura heroica individual creado por la literatura que comenzaba a
transformarse en ese entonces en objeto de culto capaz de contener los rasgos
esenciales de la nacionalidad.
A partir de 1890, el problema de la identidad nacional y de la nacionalización de
las masas constituyó una de las principales preocupaciones del Estado y de los
miembros de la intelectualidad ante las grandes oleadas inmigratorias.
Escritores como Ricardo Rojas, Manuel Gálvez y Leopoldo Lugones
manifestaron su preocupación por definir la identidad nacional, por el “qué es
ser argentino”.
Los intelectuales de nuestro país se dividieron entre quienes postulaban una
identidad que fuera una mezcla cosmopolita procedente de la inmigración y
otro grupo establecido con un tronco criollo, habilitando las exploraciones
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folclóricas, como cuando comienzan a recopilarse los cancioneros tradicionales
provenientes de un pasado campesino.
Surge así el establecimiento de un panteón de héroes, de padres de la patria,
de símbolos patrios, de costumbres, especialidades culinarias, plantas y
animales emblemáticos, de exaltación de la poesía épica (Martín Fierro).
Siguiendo la línea de pensamiento de Lugones, el gaucho representaría el “tipo
argentino” que nos diría de dónde provienen y cómo deberían ser los
argentinos. Realizó un parangón con el cantor, el payador, que comparte con el
poeta (Lugones) la palabra bella y la armonía brindada por la música.
El gaucho estaría definido por la cualidad con la que se define al poeta.
El aporte del gaucho a la construcción de la nación civilizada se vio en tres
frentes: en las guerras de la independencia, en la guerra civil y en la guerra
contra los indios. Y coincide con su idea de una sociedad jerárquica tutelada
por la aristocracia: “los gauchos aceptaron el patrocinio del blanco puro con
quien nunca pensaron igualarse política o socialmente, reconociéndole una
especie de poder dinástico que residía en su capacidad urbana para el
gobierno”. Reafirma la teoría difundida por Mitre “Aquellos patrones formaban,
por lo demás, una casta digna del mando”
Lugones expresa que la inmigración cosmopolita tendía a la deformación del
idioma con aportes perniciosos.
No somos gauchos, sin duda, pero ese producto del ambiente contenía en
potencia al argentino de hoy, tan diferente bajo la apariencia confusa producida
por el cruzamiento actual. Cuando esta confusión acabe, aquellos rasgos
resaltarán todavía, adquiriendo entonces una importancia fundamental el poema
que los tipifica
7
La ley aprobada estableció la instrucción primaria obligatoria, gratuita y gradual.
La obligatoriedad suponía la existencia de la escuela pública al alcance de
todos los niños, medio para el acceso a un conjunto mínimo de conocimientos,
también estipulados por ley. Los padres estaban obligados a dar educación a
sus hijos. Por último, la formación de maestros, el financiamiento de las
escuelas públicas y el control de la educación –privada o pública- quedó en
manos del Estado
La ley no hacía mención al carácter laico de la educación, la instrucción
religiosa quedó en calidad de optativa, con autorización de los padres, y
dictada fuera del horario escolar.
Otra norma fundamental, la Ley Sáenz Peña, estableció el sufragio universal
masculino, secreto y obligatorio y puso fin de este modo al fraude del régimen
oligárquico que venía operando en el país desde la consolidación del proceso
de construcción estatal de 1880.
La sanción de la norma obedeció a varios factores: por un lado a una fractura
en la elite entre aquellos que se planteaban aún partidarios de no innovar el
viejo sistema –en general partidarios del dos veces presidente Julio A. Roca-
quienes presentaban como única solución para el conflicto social existente a la
represión (Ley de Residencia o “Ley Cané”, entre otras) y los llamados
“modernistas” que veían necesario abrir el juego político ante la creciente
conflictividad de principios de siglo, entre ellos además del presidente, se
encontraban Carlos Pellegrini y Joaquín V. González entre otros reformistas.
Abriendo el juego político, pensaban estos últimos, se podría incorporar al
sistema a los sectores opositores más moderados como los radicales y los
socialistas - estos últimos ya participaban en elecciones- y aislar
progresivamente a los sectores más radicalizados como los anarquistas.
Esta especulación política, si bien no fue errónea, no contemplaba a priori la
posibilidad de que los sectores gobernantes tradicionales perdiesen el
gobierno, cosa que finalmente ocurrió en el año 1916 a manos del radical
Hipólito Irigoyen que portaba la bandera opositora al fraude del “régimen falaz y
descreído”, pero desconocía que ya dentro del radicalismo anidaban también
elementos de la vieja elite que serán, a la postre, los opositores al primer
presidente elegido por la llamada Ley Sáenz Peña.
“El Güiraldes”
Un patrimonio como el del Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes ha sido y es
muy complicado de manejar en cuanto a su conservación ya que los
materiales constitutivos tan diversos que componen la colección, hacen
compleja la tarea.
Una enorme cantidad de obra en soporte papel, manuscritos de Ricardo
Güiraldes, las primeras ediciones de sus libros, obra de arte sobre papel,
textiles (les pertenece un poncho del cacique Calfucurá, entre otros), mucho
material de cuero, maravillosas piezas de metales, espuelas, estribos, gran
cantidad de muebles de madera que pertenecieron al escritor, una cama
propiedad de Juan Manuel de Rosas, en la que durmió en su camino a la
conquista del desierto: una rica pinacoteca con obras entre las que se cuentan
catorce de Pedro Figari, algunas de Alberto Lagos, de Ernesto Sívori, de
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Mauricio Rugendas, de Marie Laurencin, de Jorge Campos y de Alberto
Güiraldes.
La colección de mates de Adelina del Carril, una colección de armas antiguas,
de soguería, de platería, recados, monturas, etc.
Pero, a nuestro entender, el problema principal residía en que el museo no
poseía un área de depósito/reserva técnica para albergar una parte de esta
innumerable colección (si bien estaba planeada, aún no había podido ser
concretada).
Al momento de la inundación absolutamente todo su patrimonio estaba
expuesto.
Es cierto que si bien actualmente los museos han evolucionado en cuanto a su
mensaje didáctico, el Güiraldes ha sido, desde su creación, el referente de la
tradición gauchesca, identitaria así como lo es San Antonio de Areco.
Los museos del interior, como el que nos ocupa, generalmente dependen de
las intendencias locales, no poseen una estructura en la que se contemplen las
diferentes áreas, conformando equipos interdisciplinarios.
Muchos ni siquiera cuentan con un conservador.
Al personal con ganas de aprender, les resulta muy difícil acceder a cursos de
capacitación, parecería que todos los saberes están concentrados en las
grandes ciudades.
Las instituciones dependen del compromiso de hacer bien las cosas por parte
de quienes trabajan en ellas.
Hay pocos recursos, no es fácil acceder a la capacitación para quienes tienen
que proteger la memoria colectiva afrontando los peligros del deterioro que se
presenta por el paso del tiempo, las condiciones medioambientales incorrectas
y demás imprevistos, a los que se ven expuestas las colecciones en los
museos. Es una realidad que vemos casi cotidianamente.
Es necesario hacer hincapié en que en muchas de esas instituciones, su
personal conoce y está orgullosamente comprometido con su patrimonio, como
es el caso del museo que nos ocupa.
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Problemáticas que presentaba el museo:
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Capítulo II. La figura de Güiraldes
Breve biografía del escritor
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abuelo paterno donde pasan otoños e inviernos, y en San Antonio de Areco,
en la estancia propiedad de su padre, bautizada “La Porteña”, como la primera
locomotora Argentina.
Los Güiraldes eran viejos vecinos de Areco, tanto por los Guerrico como por
los Goñi, descendientes de Ruiz de Arellano, fundador del pueblo en 1730.
Durante sus primeros años, Ricardo se fue educando por medio de
instituciones hasta que el 1897 fue puesto bajo la dirección de Lorenzo
Ceballos, un ingeniero mexicano.
Sin duda en este período se impregnó de imágenes de la tierra y figuras de
hombres, en especial los peones de la estancia, vividos por el niño como
semidioses: Víctor Taboada, Ramón Cisneros, José Hernández, Pablo
Hernández, Nicasio Cono, Marcos Vera, Julio Ramos y Crisanto Niñez; en este
período, también, comienza a canalizarse su voluntad de consignar por escrito
sus emociones y experiencias.
Su debut como escritor, fue un diario infantil hecho en la estancia acompañado
de dibujos y carta a Guillermo Torres en 1925.
Güiraldes tenía asma y esta enfermedad lo obligó a la inmovilidad y a veranear
en Quequén (Provincia de Buenos Aires) durante dos años.
En 1904, se recibió de bachiller, había estudiado en el Colegio Lacordaire, en
el Instituto Vertiz y en el Instituto Libre de Segunda Enseñanza.
Luego ingresó a la Facultad de Arquitectura al mismo tiempo que se interna en
las primeras lecturas fundamentales.
En 1909 cambió de facultad e ingresó en Derecho, mientras trabajaba como
escribiente en una secretaria de juzgado; los sucesivos aplazos lo
descorazonaron y le hicieron abandonar sus estudios.
Para estos momentos el país estaba estabilizado, la crisis del 90' era solo un
mal recuerdo.
Había profundos cambios sociales y comenzaban a tallar nuevas fuerzas
políticas (radicalismo, socialismo, anarquismo).
Don Manuel Güiraldes fue nombrado intendente de la ciudad de Buenos Aires.
Comenzaría a impacientarse por la conducta de su hijo.
Antes de la celebración del Centenario de mayo, extrañamente, Ricardo decide
no acompañar las ceremonias con su familia.
Don Manuel tiene el privilegio de oficiar de chaperón de la infanta Isabel de
España en la función de gala, que con motivo del centenario se realizó en el
Teatro Colón, así como del Presidente José Figueroa Alcorta.
Antes del mes de mayo Ricardo se embarcaría rumbo a Francia en compañía
de Roberto Leviller.
Esta visita a París fue sumamente importante en su camino hacia la literatura.
A partir de ahí comienza una preocupación sobre la ética y metafísica.
En este transcurso del viaje comienza a anotar sobre Raucho, en un diario que
denominaría “Los comentarios de Ricardito”.
En París llega a conocer pintores, músicos, escritores. Junto a Alberto López
Buchardo introducen el tango en París.
Ricardo sorprende por su fuerza física, su habilidad para el canto , y su
desenfado para bailar tango.
Prosigue acumulando material para El cencerro de cristal.
Realiza un viaje por la India y el Oriente, acompañado por Adán Deihl, su
futuro cuñado; pasa por: Italia, Grecia, Constantinopla, Egipto, Ceylán, Rusia,
Japón, China, Alemania.
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A su regreso a Francia la situación se hace difícil.
Su padre se resiste a costear “la vagancia” de su hijo, que se ve obligado a
refugiarse en el taller del escultor Alberto Lagos, a quien le dedicaría Xaimaca.
Es en París donde se decide a ser escritor; se produce un encuentro consigo
mismo que le permite un retorno a la Argentina.
En 1912 regresa a Buenos Aires y se integra un grupo de artistas y escritores
en el taller de Alejandro Bustillo.
En 1913 se casa con Adelina del Carril, compañera y puntal de su carrera
como hombre de letras.
En 1914 comienza a publicar en Caras y Caretas algunos de sus cuentos y
poemas
El estallido de la guerra, lo sobrecoge:
En 1915 decide publicar lo que lleva escrito y se presenta ante Lugones con los
manuscritos de “El cencerro de cristal” y “Cuentos de muerte y sangre”.
Lugones lo aconseja y le exige más trabajo. La publicación no recibe buenas
críticas, solo obtiene burlas por su cencerro. Sin embargo Adelina lo alienta a
que persista, lo incentivará durante toda su vida juntos.
Güiraldes se convierte en precursor.
Algunos de sus libros habían sido publicados por Horacio Quiroga .
En 1916 él, su esposa y amigos emprenden un viaje a las Antillas y en Jamaica
culmina el viaje.
Cuando viaja al Caribe escribe un capricho teatral titulado “El reloj”, inédito.
En 1918 publica “Un idilio de estación” en la revista dirigida por Horacio
Quiroga “El cuento Ilustrado”.
Posteriormente tituló esta historia con el nombre de Rosaura, dedicándola a su
hermana Lolita.
Finalizada la guerra Güiraldes y Adelina viajan a Europa.
En París, en otoño, escribe los diez primeros capítulos de “Don Segundo
Sombra”.
En 1920 está de regreso en la Argentina.
Entre 1921 y 1922 escribe los “Poemas solitarios” .
En 1922 viaja a París nuevamente y aparece Rosaura .
Es la época del gobierno de Alvear; y renace la oportunidad para nuevos
escritores.
Es sobre este telón de fondo que surgen los famosos grupos de Boedo
y Florida. Este último toma a Güiraldes como maestro.
En 1924 se funda Proa, dirigida por Güiraldes, Rojas Paz, Borges y Brandan
Caraffa.
En el año1925 Proa concluye su ciclo.
En marzo de 1926 está terminado el Don Segundo Sombra .
En 1922, Güiraldes se había empezado a interesar por problemas religiosos a
través del hinduismo. Al mismo tiempo escribe “El sendero y poemas místicos”.
Camino a la India, se producen síntomas de enfermedad, que se agravan al
llegar a Europa. Por indicación de don Antonio Santamarina Adelina consigue
que el médico francés Pierre Abrami, lo revise. El diagnóstico es fatal, Ricardo
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tiene una enfermedad cancerosa que ataca los ganglios y que habrá de
progresar inexorablemente.
Güiraldes no se rinde, sigue escribiendo El sendero: “no quiero que mi vida sea
un borrador sin corregir, sino un encauzamiento hacia su fin”.
Los dolores son tremendos, necesita del empleo de estupefacientes.
El 5 de octubre llega la noticia que le han dado el Premio Nacional de Literatura
por “Don Segundo Sombra”
Muere en París asistido por Adelina, su gran compañera e impulsora de su
obra el 8 de octubre de 1927. Su cuerpo es embalsamado y reposa unos días
en la iglesia de Saint Pierre du Gros Caillou. Allí son los servicios fúnebres, a
los que asisten los amigos del escritor que se encuentran en París.
Los restos de Güiraldes son embarcados y el 15 de noviembre son recibidos
en Buenos Aires por un séquito oficial, encabezado por el Presidente de la
República, Marcelo T. De Alvear. De la dársena, el convoy se traslada a Retiro,
donde un tren ha de conducir el cortejo a Areco. Los escritores de Proa y
Martín Fierro, los amigos y parientes acompañan el cortejo.
A la llegada a Areco, el tren encuentra hileras de gauchos a caballo que
esperan, sombrero en mano, la llegada del “patroncito”. Doscientos cincuenta
paisanos forman la escolta final de Ricardo Güiraldes, encabezados por don
Segundo Sombra.
“Aquí es nomás, patroncito” comenta don Segundo al depositar el ataúd en la
tierra del cementerio de Areco.
“Aquí yace Ricardo Güiraldes, crucificado de calma, bajo su tierra de siempre”3
Muy cerca de su tumba yacerán también años después, los restos de don
Segundo Ramírez, el resero que inspiró su célebre personaje.
3
Bordelois,
Ivonne.
2006.:
Genio
y
figura
de
Ricardo
Güiraldes.
Eudeba
14
Creación del Parque Criollo y Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes
15
celebran con regocijo. Hoy sale nota con croquis y detalles de los terrenos
según lo solicitado” Firmado el 12 de diciembre por el señor Intendente José
Antonio Guiraldes.
Se decidió que el lugar más indicado para la instalación del Parque era un
campo situado a las afueras del pueblo, después del puente viejo,
perteneciente a la sucesión de doña Margarita S. de Laplacette. Lindando con
el río Areco, frente al camino Ricardo Guiraldes, la fracción tenía una población
donde se encontraba “La Blanqueada”, aquella pulpería que el poeta Guiraldes
mencionara en su “Don Segundo Sombra”.
Fueron elevados todos los datos solicitados por el Ministerio de Obras Públicas
de la Provincia. La dirección de Geodesia y Catastro, en colaboración con la
intendencia realizó la mensura y el deslinde del parque, los herederos
Laplacette lo ofrecen a un muy buen precio.
La resolución de adquisición salió con fecha 19 de abril de 1937 y en sus
considerandos se expresó el propósito del Poder Ejecutivo Provincial de “rendir
un homenaje al autor de Don Segundo Sombra” al par que concretar con la
creación del citado parque criollo el recuerdo imperecedero del eximio literato
argentino, don Ricardo Guiraldes” Se adquirieron entonces 38 hectáreas. Una
vez comprado el campo el Poder Ejecutivo dictó el decreto fundador el 12 de
mayo de 1937, en el que se consignan “que es propósito del Poder Ejecutivo
fomentar y estimular la educación popular, la afición al turismo, el amor a las
bellezas naturales y los actos recordatorios que rememoran el honroso pasado
de nuestra evolución social. Que conforme a tales fines se ha iniciado la
creación de un parque criollo que ofrezca las características de un verdadero
casco de estancia antigua estilizado que, mediante su implantación
instalaciones, arboledas y demás pormenores, constituya una vívida
documentación de la época que rememora; que el Poder Ejecutivo ha resuelto
tributar un homenaje a la memoria del autor de Don Segundo Sombra,
concretando el recuerdo imperecedero del eximio literato argentino don Ricardo
Güiraldes, mediante la creación del Parque Criollo que llevara su nombre, en
virtud del lugar donde se erige…”
El decreto designó al Director del Museo Histórico de Lujan, don Enrique
Udaondo, al intendente Municipal de San Antonio de Areco, don José Antonio
Güiraldes, al director de Geodesia, ingeniero don José Luis Burgueño y al
ingeniero agrónomo don Juan R. de la Llosa, para que se constituyeran en un
precio razonable y la comisión presidida por el primero de los nombrados con
amplias facultades de asesoramiento.
El Parque Ricardo Guiraldes –se añadía- constituirá una evocación de la
tradición nacional, procurando reunir la flora típica pampeana, erigiendo las
construcciones características de las poblaciones porteñas en los tiempos de
su formación, creando el museo de enseres y objetos de uso corriente en
aquella época, en la vida de la campaña y organizando la biblioteca de obras
netamente criollas que compendien los hábitos, la historia y la leyenda de
nuestras costumbres gauchas”. Firman el decreto el Gobernador de la
Provincia, doctor Fresco y el Ministro de Obras Públicas, ingeniero Bustillo.
La Comisión desarrolló una tarea intensa, proyectando la organización del
parque, la construcción de la casa que habría de albergar al Museo. Se pensó
asimismo en la distribución de los fondos , en las colecciones y objetos que
habrían de exhibirse en el Museo.
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El día en que se tomó la posesión del terreno, el intendente Guiraldes
pronunció unas palabras que habrían de marcar el destino del museo
“Este sencillo acto es trascendental para la historia de nuestro pueblo. San
Antonio de Areco se busca a sí mismo en la tradición. Quiera Dios que sepa
encontrarse y sepa guardarse”
El proyecto comprendía la restauración del edificio denominado “La
Blanqueada”, ocupado en el pasado por una pulpería, a la que se le daría el
mismo destino en el Museo, donde se expondrían figuras de cera y los artículos
que antes se expendían, la construcción de una población para casco de
estancia, con su clásico mirador y el amueblamiento de las habitaciones a la
“antigua” con auténticos objetos con su sala para el Museo gauchesco. El
proyecto se extendió a los ranchos que habrían de construirse con paredes de
“chorizo” y techos de paja: cocina, pieza para peones y un galpón para exhibir
viejos objetos camperos, una carreta “quinchada” con rueda y eje de madera y
una volanta.
En los alrededores de la casa, en vez de jardín, se plantarían especies típicas
de la flora de la Provincia, tales como ombúes, espinillos, saucos, algarrobos,
talas, sauces criollos, madreselvas, ñapindayes, y jazmines del país. Toda las
poblaciones estarían rodeadas por un foso de dos metros de profundidad y dos
de ancho, y la entrada a la quinta tendrá un puente levadizo resguardado por
estacones de ñandubay. Sobre el terraplén se colocarían dos cañoncitos y el
viejo cañón del fortín de Areco que se conservaba en el Museo Histórico de
Luján” .
El proyecto de la Comisión de Udaondo proponía recrear una evocación de las
estancias coloniales que describieron numerosos escritores rioplatenses, tales
como Hilario Ascasubi en su Santos Vega.
La casona reproduce una estancia del siglo XVIII, con techo de tejas coloniales,
un mirador y el siempre hospitalario corredor y remite a las estancias
construidas en tiempos de la colonia que constituían verdaderos fortines.
Udaondo toma algunas ideas de la casa de los Santa Coloma en Quilmes que
adopta en el proyecto, como las salientes laterales que tenían por objeto
dominar la vista de la entrada a la quinta para asegurar la protección de la
casa.
Estas propuestas "novedosas" y "modernas" en materia de museos habían sido
exaltadas por Udaondo unos meses antes, en el II Congreso Internacional de
Historia de América realizado en Buenos Aires en julio de 1937. El objetivo de
la reunión era prefigurar las políticas a seguir respecto a la legitimidad del
discurso historiográfico y la configuración de una determinada memoria de
Estado y para ello Udaondo disertó sobre el "Concepto moderno de los
museos", donde explicitaba cómo debía ser tomado como ejemplo el Museo de
Luján. Concretamente sobre la organización interna de los institutos, su
intervención destacaba que la finalidad era la "evocación" y para ello el
visitante tenía que experimentar la sensación de estar frente a escenas de la
más fiel expresión:
17
Dice Udaondo:
"han de presentarse en grupos bien coordinados, llenos de colorido, objetos
que reflejen el tipismo, las características raciales y los diversos pasajes de la
propia historia. Una presentación objetiva, pues, atrayente, didáctica y emotiva
de los hechos debe ser el 'desiderátum' del organizador de un museo. Cuánto
más estos parezcan edificios habitados, llenos de vida, más llamarán la atención
del público y mejor desempeñarán su misión (…) Orientados en la forma
indicada estos institutos se convertirán en verdaderas escuelas de enseñanza, y
su acción perdurará, al dejar impreso, de una manera honda en la retina del
visitante, niño o adulto, ilustrado o no, cuadros vivos de la historia"1
Habiéndose cumplido con los estudios y proyectos se llamó a licitación para las
obras del museo y restauración de la pulpería.
La realización de la obra fue adjudicada al constructor Ángel Arpesella, vecino
de San Antonio de Areco. El monto de las obras fue de 47.439,93 pesos
moneda nacional, según presupuesto aceptado en la licitación.
El 21 de marzo de 1938 se iniciaron las obras de edificación del museo y la
restauración de la pulpería.
Entre los detalles de construcción se puede destacar que el techo del edificio
fue construido con tejas coloniales sostenidas con palmeras de caranday y que
la techumbre de tejas de la galería se asentaron en barro y paja con cañas
tacuaras ligadas con “guasquillas” de cuero crudo.
Se aprovecharon puertas, ventanas y rejas auténticas. Los herrajes
artesanales, realizados sobre dibujos previamente diseñados y hasta los
ladrillos utilizados fueron hechos en moldes de mayor tamaño, especialmente
preparados
En agosto Udaondo le hace saber en un informe al ministro Bustillo que los
trabajos están muy adelantados.
Junto al edificio de “La Blanqueada” restaurado, se construye una dependencia
para exhibir una “tahona” de 1848 procedente de la Guardia de Luján
(Mercedes) donada por la comisión organizadora de la “Primera Exposición del
Trigo al Pan” que se realizó en Palermo en 1937.
18
En el interior de la pulpería se recrearían escenas típicas con réplicas de cera
de pulpero y parroquianos, vestidos a la usanza de la época, con botas de
potro y chiripá.
"La musealización de una casa permite profundizar en escenas cotidianas o
dramáticas que favorecen la participación de actores locales durante la visita
guiada o en la recreación de aspectos puntuales de los contenidos." 4
Se conservaron el palomar y el pozo del patio criollo.
19
Se armaron los corrales que envío Udaondo de su campo, corrales de palo a
pique de ñandubay con su maroma, palmas, manga y transcorral y se
levantaron un mangrullo (atalaya desde donde se vigilaba los ataques
indígenas).
Entre el foso, frente al museo, se colocaron los cañones de avancarga cedidos
por el Museo de Lujan, uno de los cuales pertenecía al pueblo de Areco.
Se mejoraron los caminos de tierra que conducían al museo desde la ruta nº 8
y desde el puente viejo hasta la tranquera del parque.
El corral se pobló con donaciones de ganado vacuno, equino y lanar de estirpe
criollo.
Para la hacienda vacuna y equina, se adoptó la marca de la guadaña (modelo
que se registró en el cabildo de Buenos Aires en 1589) y se constituyó desde
entonces emblema del Museo. Para la lanar, dos zarcillos en cada oreja
(proveniente de la campaña de 1644).5
La otra sala del museo sería la “pieza del estanciero” o del patrón de estancias
con mobiliario sencillo según la usanza de fines del S XVIII. A continuación de
esta sala se dispondría la biblioteca, donde figurarían los poetas de la
tradición, tales como Hernández, Ascasubi, Gutiérrez, etc.
5
LECOT,
Alberto
Gregorio.
Parque
Criollo
y
Museo
Gauchesco
“Ricardo
Güiraldes”
de
San
Antonio
de
Areco.
La
Plata,
1972
6
“de
Oliveira
Cézar,
Lucrecia.
Los
Guerrico
Instituto
Bonaerense
de
Numismática
y
Antigüedades.
1988
Manuel
José
Güiraldes
conoció
la
obra
de
Figari
en
1921
en
la
famosa
Galería
Müller.
20
Don Manuel Güiraldes fue el encargado de distribuir y catalogar los objetos que
enriquecerían las salas del museo, tratando de plasmar en ellas “el alma del
cristiano, del patriota y del artista que fue Ricardo” (carta del 11 de enero de
1939 de don Manuel a Udaondo/archivo Udaondo).
La inauguración del Museo se programó para el 16 de octubre de 1938.
Hubo una Misa de Campaña con asistencia de las autoridades locales,
asociaciones, visitantes y vecinos. Posteriormente una recepción al señor
Gobernador y a su comitiva. Una bendición, discursos y desfile de jinetes
gauchos, corrida de sortijas, bailes y canciones típicas.
Una investigación realizada por Matías E. Casas detalla la conformación del
patrimonio del Museo7
7
El patrimonio del museo al momento de su fundación se fue conformando con el aporte
de numerosas personas, identificadas todas en mayor o menor medida con la figura de
Ricardo Güiraldes. Viejos amigos y familiares del escritor, que habían dedicado buena
parte de su tiempo a coleccionar distintos objetos, obras y mobiliarios presentaron sus
aportes para la inauguración. Numerosos vecinos del pueblo que, como se mencionó
anteriormente se hallaban explícitamente comprometidos con la tarea, realizaron
donaciones de distintos elementos campestres que servirían para dotar al parque criollo
de un escenario original. Esta participación de los lugareños presentaba un antecedente
concreto en la exposición tradicional de 1936. Por mencionar solo algunos ejemplos, Don
Gregorio de Dios, “uno de los mejores pialadores del pago”, ofrecía su lazo trenzado de
seis tientos que causaba admiración. La señora Elcira Ramírez de Casco aportó un cañón
de su estancia que pertenecía a la época de los fortines. La Iglesia Parroquial también se
había adherido a la muestra exponiendo objetos de culto y casullas.7 Esa tendencia de la
sociedad arequense a la participación activa se incrementó en los instantes previos a la
apertura del museo.
Para establecer la procedencia de los elementos donados es preciso distinguir
entre familiares, amigos y vecinos del pago. Estos últimos estuvieron representados en
las figuras de Don Saturnino J. Unzué y Don Elías Romero quienes proveyeron al parque
de una hacienda vacuna, yegüerizos y lanares de pura cepa criolla. Los familiares de
Victorino Nogueira y Aníbal Saunders ofrecieron aperos de ensillar y prendas artesanales.
Las correcciones de Ricardo Güiraldes sobre el borrador de Don Segundo Sombra
fueron donadas por el hijo de Francisco Colombo quien había sido su impresor original. El
taxidermista Crisólogo Lucero, famoso en el lugar por sus numerosos rescates en el río,
aportó parte de su colección.7 Para citar un último ejemplo de la colaboración del pueblo,
Doña Petrona Casco de LLamosas entregó una imagen de San Antonio de Areco que
había pertenecido a su fundador, José Ruiz Arellano.7
En referencia a los aportes realizados por amigos y conocidos de Ricardo
Güiraldes, se debe puntualizar en su relación con Alfredo González Garaño. Este artista y
pintor, quien participaba asiduamente de tertulias culturales e intercambiaba reflexiones
con Pedro Figari y José Ortega y Gasset, compartió en Paris los últimos instantes de la
vida de Ricardo. Juntos habían dado origen a Caaporá, un ballet inspirado en la leyenda
guaraní Urutaú. Atendiendo al estrecho vínculo que habían gestado y creyendo serle fiel a
la voluntad del pintor fallecido años atrás, su esposa María Teresa Ayerza donó al
momento de la inauguración los bocetos originales con los dibujos proyectados de la
obra, libros que el escritor les había dedicado, documentos relacionados a su vida y una
21
La participación de la familia con respecto a la donación de colecciones y
elementos característicos fue la más importante. La exploración genealógica
sobre los antepasados de Ricardo Güiraldes da cuenta de una marcada
presencia de coleccionistas destacados. Manuel José Guerrico, bisabuelo del
escritor, había sido confidente y hombre de confianza de José de San Martín.
Sus prolongadas estadías en Europa le permitieron recolectar una amplia
variedad de cuadros, esculturas, monedas y medallas que luego fueron traídas
al país.8 Su nieto Manuel José Güiraldes, padre de Ricardo, realizó una
actividad similar del otro lado del Océano Atlántico. Numerosos cuadros y
objetos eran acumulados según su gusto y el de su esposa Dolores Goñi. En
Buenos Aires, durante 1921 conoció las obras del pintor uruguayo Pedro Figari,
quien estaba realizando su primera exposición en la galería Müller. Ese
encuentro marcó el comienzo de una relación de amistad y admiración que se
prolongaría en el tiempo. Su afán coleccionista se dirigió casi exclusivamente a
las pinturas de Figari. Piquillo, como era conocido, vendió parte de su colección
europea para comprar obras del artista uruguayo, muchas de las cuales fueron
luego donadas al museo. Se encuentra en Manuel Güiraldes la figura más
comprometida con la organización y conformación del homenaje a su hijo.
Presente hasta en los mínimos detalles, decidió trasladar varios objetos de su
estancia “La Porteña” para que fueran expuestos. Focalizado en contribuir a la
continua memoria de Ricardo, concretó en variadas donaciones su
colaboración continua. Por mencionar algunas destacadas: las ilustraciones de
Don Segundo Sombra, realizadas por su sobrino Alberto Güiraldes; un poncho
pampa que perteneció a Manuel Vicente Maza; y una cabeza de bronce de
Ricardo Güiraldes realizada por el escultor Agustín Riganelli.9 Enumerar el
mobiliario, los cuadros de Figari y la cantidad de objetos aportados excede la
mera intención de graficar, como se ha expuesto, la participación protagónica
desarrollada por familiares, amigos y vecinos del escritor en la conformación de
un espacio que se presentaba de manera exclusiva a su memoria pero que
conllevaba una motivación más profunda ligada a la recuperación simbólica de
las tradiciones rurales. 10
Entre los objetos que se destacan, el recado del general Luis María Campos;
las marcas de ganado que se remontan a la época de Juan de Garay, la cama
colección de platería criolla y colonial junto a toda la biblioteca perteneciente a su marido.
Para graficar aún más el nivel de adhesión que despertó la gesta del museo entre su
círculo cultural se considera oportuno referir a las donaciones de Walter Owen, quien
ofreció los manuscritos de su traducción al inglés del Martín Fierro, Valery Larbaud
contribuyó con unas espuelas que el escritor argentino le había regalado y el compositor
Felipe Boero envió el texto original, partitura musical y manuscrito de su ópera El
Matrero.7
8
De
Oliveira
Cézar
(1988),
25-‐48.
9
Ibidem,
81-‐97.
10
Ibidem
22
que perteneciera a Juan Manuel de Rosas, facones, dagas, cuchillos, la
colección de mates, etc. 11
11
Puesta la Institución bajo el nombre Don Ricardo Güiraldes, exhibe las primeras
ediciones de su obra literaria, así como objetos vinculados a su persona como ser: dos
ponchos que le pertenecieron; el calco de su mano, sacado pocos minutos después de
su muerte por el escultor Gonzalo Leguizamón Condal; un sillón tapizado de verde y una
sillita de esterilla que eran sus preferencias; el cencerro de la tropilla del poeta, con sus
sogas,
Son varios los objetos que se destacan en el museo, entre ellos, vale la pena observar los
siguientes recados:
- El "Lomillo Porteño", recado anterior al uso de los bastos, que data de 1830. Tiene
arzones de plata y un alma de madera que lo hace muy frágil. Perteneció a un gaucho de
Luján, Don Francisco Gutiérrez a quien también pertenecían otros implementos y adornos
clásicos de "los gauchos que se preciaban" exhibidos en el museo.
- Un recado posterior que perteneció a don Victorio Nogueira, en el cual aparecen los
bastos con cabezada de plata y oro.
- El recado porteño del General Luis María Campos, con sobrepuesto de carpincho y
estribos "medio brasero" de plata con iniciales de oro.
2. Marcas de ganado.
23
Las marcas de ganado que, desde Juan de Garay en adelante, se hicieron
indispensables para reconocer a un animal y demostrar su propiedad, constituyen uno de
los acervos del museo.
Es importante destacar la riquísima pinacoteca de Güiraldes, con obras de Mauricio
Rugendas, Alfredo Carman, pasando por Figari y Eduardo Sivori, dos posibles Prilidiano
Pueyrredón y Vanni; y los dibujos y pinturas de Alberto Güiraldes.
Son parte del Parque Criollo también la ermita, y la Pulpería la Blanqueada que, además
de ser un ejemplo de las pulperías del siglo XIX, sigue siendo hoy un lugar de encuentro
donde en ocasiones se puede disfrutar de fogones con música y bailarines. En esta
pulpería conoce el narrador a Don Segundo Sombra en la novela de Ricardo Güiraldes.
1
Grondona Olmi, Verónica
Fuentes utilizadas:
- "El País que no Miramos", serie de documentales para televisión producidos por Iván Grondona.
Archivo General de la Nación.
24
Listado de Directores del Museo
25
Capítulo III.
- Inundación
Luego que bajaron las aguas, la huella de la humedad quedó marcada a 1,20
m. Seguía brotando agua desde el suelo, lo que dificultaba toda la organización
del trabajo de recuperación.
Cientos de libros mojados. Hubo que secar hoja por hoja, interfoliando papel
secante. Las mesas de trabajo estaban saturadas de objetos, había que
vaciarlas cada tanto y repasarlas con hipoclorito de sodio para sacar el moho
que volvía una y otra vez.
12
SMYTH,
Cecilia.
Palabras
preliminares
–
Estudio
crítico
a
cargo
de
María
Elena
Babino
-‐
Ricardo
Güiraldes
y
Alfredo
González
Garaño
–
Caaporá.
Un
ballet
indígena
en
la
modernidad
–
Ediciones
Van
Riel
–
Noviembre
de
2010
26
Se solicitó asesoramiento y ayuda. Debía conformarse un trabajo en equipo,
con supervisión. Había muchas manos y una gran determinación en la
recuperación del patrimonio.
27
Obras con vidrios rotos por la fuerza de la corriente, marcos quebrados o
fracturados, óleos sobre madera alabeada por la dilatación y contracción, en
resumen una sumatoria de problemáticas en la que había que establecer un
orden de prioridad.
Al retirar el marco, se registraban a que número de inventario pertenecía cada
obra para volverlos a armar una vez que hubieran sido intervenidos.
Se trabajaba con un viejo listado que se había salvado de la inundación ya que
se encontraba guardado en la Municipalidad, pues los que el Museo poseía,
en dos soportes (CD y pen drive) habían sufrido daños por la catástrofe al
igual que las dos computadoras y era imposible saber si podrían llegar a
recuperarse.
Se trabajó para determinar las prioridades, estipular cuáles se hallaban en
estado de riesgo grave.
En Areco no había ningún lugar para intervenir las obras, ya que el pueblo
también había estado bajo las aguas.
Por tanto se decidió que sería el taller de restauración del Mecón en el que se
realizaría la tarea.
Durante esa misma semana volvimos dos veces más, el miércoles 6 a
determinar el estado de conservación y disponer el embalaje de las obras que
íbamos a trasladar, armar los listados, embalar y dividir en dos grupos de
acuerdo al riesgo que presentaban y el viernes 8 se procedió al traslado a
Buenos Aires.
Se contó con la ayuda de Casa de Moneda, quien se ocupó del traslado
proporcionando los vehículos y el personal. En la Institución mencionada se
recibieron y controlaron las obras, corroborando una vez más los listados.
La mitad, que era la que se encontraba en mayor riesgo, fue la que se trasladó
al taller de restauración del Mecón junto con los marcos correspondientes y la
otra mitad quedó en guarda de Casa de Moneda
28
Otras fueron tratadas puntualmente (como un dibujo acuarelado de un caballo
firmado por Mauricio Rugendas) pues la tinta no era estable. Así se fue
planificando un trabajo seriado en las obras que presentaban características
similares. Los óleos sobre cartón fueron intervenidos como pintura de caballete,
teniendo en cuenta el soporte.
Una vez que el total de las obras estuvo restaurada, y los marcos
acondicionados, se procedió al enmarcado museológico. Se utilizaron
materiales comprobadamente libres de ácido y de calidad museológica. Se
adaptó un modelo de enmarcado al presupuesto con el que se contaba y una
vez terminada la tarea, se volvió a documentar fotográficamente.
Se volcaron todos los datos y procedimientos en las fichas técnicas y en una
planilla general. Luego de eso, se envolvieron en pluriball y se llevaron a Casa
de Moneda, entregando esta tanda de objetos, regresamos con el resto de los
que habían quedado en guarda.
Con el siguiente contingente se procedió de la misma manera.
En tanto nos encontrábamos abocados a la tarea de intervención, se nos
ocurrió, que no podíamos quedarnos solamente con este trabajo de
intervención.
Habiendo visto el compromiso del personal del Güiraldes, nos sentimos en la
obligación de transmitir una parte de nuestros conocimientos, para que fueran
ellos mismos los que siguieran con la tarea en toda la obra que quedaba en el
museo para acondicionar. Presentamos la propuesta al Coordinador del área,
quien lo planteó a las autoridades del Ministerio, obteniendo el visto bueno de
las mismas y fue entonces que surgieron las Jornadas de Capacitación para
personal de museos
29
Con los parámetros que expusieron los conservadores, el personal del museo
tuvo la tarea de elaborar e implementar las tácticas para la evacuación de los
objetos. Solamente ellos conocían la importancia de cada uno de los bienes. La
última jornada expusieron ellos mismos las estrategias y cómo se concretaría el
orden de evacuación.13
13
Ver
en
Anexo
Ponencia
presentada
en
el
I
Congreso
Interamericano
de
Patrimonio
Cultural
.
San
José
de
Costa
Rica
-‐
2009
30
8.- Ponencia
Mientras realizábamos el trabajo de recuperación de los objetos de papel que
tomamos a nuestro cargo y simultáneamente preparábamos y realizábamos las
Jornadas de capacitación, consideramos interesante presentar el trabajo que
estábamos llevando a cabo en el Primer Congreso Iberoamericano de
Patrimonio Cultural, en San José de Costa Rica en diciembre de 2010.
La idea que nos impulsaba era hacer conocer el trabajo de rescate de las
colecciones, la forma en que se había interesado el personal del museo (sin
formación académica, pero con mucho respeto y dedicación a su patrimonio) y
la iniciación que habíamos propiciado en el conocimiento de la conservación de
los distintos materiales que constituían las colecciones que allí se albergaban.
(Ver anexo Ponencia al Primer Congreso Iberoamericano de Patrimonio
Cultural. Pág.37)
31
Debajo del entrepiso hay un área importante en la que se encuentra el taller de
restauración con un área húmeda separada (ver fotos anexo) que en estas
instancias se encuentra sin ser utilizada.
Según nos relató Cecilia Smyth (ver transcripción de su entrevista, pág. 49,
anexo), fue directamente el vicepresidente de la Fundación YPF, Sebastián
Eskenazi quien se apersonó al Museo, y en esa visita se interiorizó de las
problemáticas que presentaba, especialmente el edificio.
A partir de ahí, surgiría la idea de acompañar al Güiraldes en su proceso de
recuperación. Se ideó un “Master Plan” que en ese momento incluía
fundamentalmente un tratamiento de los cimientos del edificio para solucionar
el problema de la humedad ascendente (cuestión sumamente grave que
provoca dificultad para mantener un nivel óptimo de humedad relativa y que
afecta a las colecciones). El proyecto contemplaba la implementación de un
sistema de temperatura/humedad constante, tendido eléctrico a nuevo en todo
el Museo, nueva iluminación para las salas, la adecuación de las vitrinas
existentes y otras de calidad museológica. Complementando, la propuesta de
un nuevo guión que contemplaría la vida y obra de Güiraldes, la puesta en
valor de la fabulosa pinacoteca, la integración del museo con la pulpería La
Blanqueada, haciendo de ésta un espacio interactivo, la puesta en valor del
palomar, el acondicionamiento de los baños de acceso al público y un salón de
venta de “recuerdos” del museo
El guión museológico había sido encargado por la misma Fundación a Gabriel
Miremont (Museo Evita; Museo de Alta Montaña)
Hubo mucha injerencia por parte de los descendientes de la familia Güiraldes,
quienes plantearon ante la justicia bonaerense un recurso de no innovar.
El proyecto quedó en suspenso, simultáneamente coincidió la finalización el
período de la Intendente María Estela Lennon y con el cambio de autoridades,
también cesaron las funciones de Cecilia Smyth como directora.
La Fundación YPF se retiró ante los problemas planteados y el Museo quedó
en ese momento sin alternativas
Tras la inundación ocurrida en diciembre de 2009 cuando el río Areco desbordó y gran
parte de la ciudad se vio afectada. Entre ellas, el
32
área en la que se encuentra el Parque Criollo y el Museo Gauchesco “Ricardo Güiraldes”
que se ubican a pocos metros del río. El agua alcanzó 1.50 m de altura provocando el
deterioro y pérdida
de parte del patrimonio albergado. Vecinos, colaboradores y representantes de distintas
instituciones asociadas a la preservación del patrimonio se acercaron para intentar
restaurar y rescatar todo lo posible. El Parque recibió ayuda técnica de restauradores y
subsidios del gobierno local, provincial y otras instituciones extranjeras. Gracias al trabajo
en conjunto, consiguieron rescatar la mayoría de las piezas, muebles y otros elementos
exhibidos en el Museo.
Ante los trabajos que aún faltaban concretar, la dirección del Parque decidió aprovechar
esta situación para actualizar y mejorar, con nuevas tecnologías y técnicas, las salas del
Museo. Entre las acciones más importantes se encontraban la de crear un depósito con
las características
adecuadas para guardar las piezas que no se encuentran en exhibición y procurar su
conservación.
Los directivos del Parque y un miembro de la familia Güiraldes19 hicieron contacto y
consiguieron realizar un convenio con la Fundación YPF, que otorgaría una suma
importante de dinero para mejorar las condiciones museísticas: construir el depósito,
mejorar las salas de exposición con nueva iluminación, entre otras cosas. El Convenio
sería firmado el 10 de noviembre en el marco de la Fiesta de la Tradición de 2011, con
festejos especiales para esa ocasión.
14
“Gaucholandia”,
cuando
el
patrimonio
entra
en
disputa
en
San
Antonio
de
Areco
Cecilia
Pérez
Winter.
Instituto
de
Geografía
“Romualdo
Ardissone”
e
Instituto
de
Antropología
Social
(UBA/FFyL-‐CONICET).
cecipw@gmail.com
33
11. Nueva etapa con el cambio de autoridades. Reinauguración del
Güiraldes
34
Capítulo IV.
Conclusiones.
Porqué el Güiraldes se convierte en el museo paradigma de la tradición
El proceso que concluiría con el reconocimiento oficial del gaucho como símbolo
nacional incluía la creación de un espacio físico concreto para su continua evocación. La
gestación del museo gauchesco “Ricardo Güiraldes” respondía a esa necesidad que
implicaba la fundación de un templo para que sea exaltado, de manera permanente, el
gaucho que se erigía como personificación misma de la tradición nacional. La ciudad de
San Antonio de Areco, además de ser el escenario campero de Don Segundo Sombra15,
era gobernada por autoridades municipales afines a ese propósito que contaban con un
marcado respaldo a nivel provincial. El análisis focalizado en los sucesos previos a la
creación del parque criollo y museo gauchesco permite advertir una serie de elementos
que grafican, entre otras cosas, cómo la concreción de la obra perseguía un objetivo que
excedía ampliamente la intensión de homenajear al escritor. En este sentido, con la
sensación apocalíptica ante la supervivencia “amenazada” de las costumbres del mundo
rural se lanzaba una cruzada para su revaloración a modo de respuesta frente al avance
del cosmopolitismo ligado a la modernización. La evocación de tradiciones rurales
presentó la particularidad de ser alentada no solo por los sectores gobernantes, sino que
su manifestación en Areco se produjo con una amplia participación de coleccionistas
privados, vecinos del pueblo y familiares del escritor que contribuyeron con sus
pertenencias a la conformación de la obra.16
15
Güiraldes
(1926).
16
Fundación del museo “Ricardo Güiraldes”. En San Antonio de Areco un “templo de la
tradición”, 1936-1938.Prof. Magister. Casas, Matías Emiliano
35
La preservación de la memoria, hacen a la identidad de un pueblo y el mismo
se identifica con su patrimonio cultural.
Ahora bien, a qué llamamos Patrimonio Cultural? La Unesco, a través de la
Comisión Francheschini17 lo define como todos aquellos bienes trascendentes
que material y/o culturalmente reportan un interés antropológico, histórico,
arqueológico, artístico, artesanal, monumental, científico y tecnológico, que
significan o pueden significar un aporte relevante para el desarrollo cultural de
una localidad.
Otra definición de patrimonio cultural que podemos destacar: “Comprende las
creaciones heredadas del pasado, tradiciones, historias orales y escritas que
se materializan en los testimonios arquitectónicos, urbanos, históricos,
artesanales y técnicos, expresiones literarias, lingüísticas y musicales; usos y
costumbres de todos los pueblos y grupos étnicos, así como la herencia viva de
las técnicas tradicionales, habilidades artísticas, sensibilidades estéticas,
creencias y comprensiones a través de las cuales los pueblos se expresan.
¨Michelle Bernard. Boletín MUSLAM ,Nº1, marzo 1988
17
GONZALEZ VARAS, Ignacio. 2005 Conservación de Bienes Culturales: Teoría, Historia,
Principios y Normas. Cátedra
36
Si bien no concordamos en algunos aspectos con el nuevo planteo
museográfico, coincidimos en la necesidad de reabrir el museo por el valor de
capital simbólico para la comunidad.
18
El Documento de Nara sobre la Autenticidad ha sido redactado por 45 participantes de la
Conferencia de Nara sobre la Autenticidad en Relación con la Convención sobre el Patrimonio
Mundial, celebrada en Nara, Japón, del 1 al 6 de noviembre de 1994, a instancias de la
Agencia de Asuntos Culturales (Gobierno de Japón) y de la Prefectura de Nara. La Agencia
organizó la Conferencia de Nara en cooperación con la UNESCO, el ICCROM y el ICOMOS.)
37
Reducirlo solo a esto es quitarle la riqueza de su vida y de su obra, volverlo un
símbolo vacío, sin proyección en las generaciones siguientes.
De “Museo Gauchesco” solo queda la denominación, ya que hay muy pocos
objetos que muestren los atributos del modelo identitario argentino,
A este museo, que se había instituido como paradigmático en cuanto pionero
de la tradición gauchesca y nacional, si se lo vacía de contenidos siendo un
pálido reflejo de lo que era, se le quitará de la proyección simbólica valores
fundamentales con los que fue concebido.
Quizás, al decir de Bourdieu, el capital cultural objetivizado que presentó desde
su creación el museo Güiraldes no sea representativo en la actualidad, y con
un gobierno de características más populares como el que en este momento
rige en Areco.
Se suma el inconveniente que la Asociación de Amigos y las autoridades
municipales se encuentran enfrentadas y en este momento el museo no
cuenta con el apoyo de la Asociación que lo acompañó históricamente y que
tanto hizo por el mismo.
Se considera que deben dejarse de lado las posiciones extremas, que
consensuar por el bien del museo es lo indicado.
Tanto esfuerzo, trabajo y dedicación puestos en la recuperación del patrimonio
deben ser exhibidos a la comunidad y a las generaciones futuras como
ejemplo de lo que puede hacerse cuando hay orgullo por los bienes culturales
con los que nos identificamos, y que son referentes de nuestra argentinidad.
38
39
Anexo
Obras de Güiraldes
40
Pareciera que lo que el autor quiere mostrar es como brota el amor a través del
paisaje y como, correlativamente, se ve el paisaje en el brote del amor.
El es, de este modo, un contemplativo, un poco blando, sin iniciativa ni impulso;
ella, una elegante realzada por el silencio y la sugestión. Sobre estas premisas
establece entre ellos el amor.
Viajar es un modo de vivir desde 1910 hasta 1940 y el viaje, preferiblemente a
Europa, implica una conexión con la universalidad, una realización casi metafísica a
partir del desplazamiento.
''Don Segundo Sombra'': en cuanto al nacionalismo, las razones surgen de
interpretación inmediatas del texto. Por ejemplo, la idea del retorno a la tierra viene
acompañada de una exaltación que se tiende a definir como argentina y tomándola
como eje, el argentinismo.
Gira en torno a lo argentino. Para algunos se trata de una propuesta a una juventud
contemporánea, desorientada e inquieta, más que novela de los gauchos
extinguidos.
Para otros, representa una vuelta salvadora al criollismo.
Se establece una continuidad con Martín Fierro y se siente que el libro introduce a
nuevas metas de ese vivir metafísico que los nacionalistas siempre están tratando
de definir.
Es un libro de aprendizaje de la vida del gaucho.
Está expresado en el tipo de narración cuya estructura fundamental es la lección
que se aprende a partir de la inexperiencia; lección de trabajo, de diversión, de
moral que indica que el ámbito en el que se imparte, el campo, es una verdadera
escuela.
Por su lado, las labores del campo, sin duda, ya sea por la dramatización con que
se las presenta (la doma, el rodeo, el trenzado, la curación, etc.). Ambas
perspectivas indican que el trabajo es como una puja en la que siempre triunfa el
hombre y, correlativamente, las diversiones son propias del hombre del campo.
41
42
43
Familia Güiraldes Goñi19
Hijos:
• María Antonia Josefina Güiraldes
Goñi
• Manuel José Güiraldes Goñi
• Ricardo Guillermo Güiraldes Goñi
• José Antonio Güiraldes Goñi
• Dolores Güiraldes Goñi
-
19
www.genealogiafamiliar.net
44
Ponencia
Salvaguarda de la Tradición
colección.
que constó de varias etapas. Una de las más importantes fue la de generar
para su patrimonio.
Safeguard of Tradition
45
province of Buenos Aires, suffered a catastrophe that affected almost it’s whole
collection.
several stages. One of the most important stage was the instance of developing
to their heritage.
Palabras claves:
- Patrimonio
- Salvaguarda
- Políticas institucionales
- Capacitación
- Transmisión
Autores:
Iván Casime20
Eugenia Guidobono21
Alba Pereiro22
20
ivancasime@hotmail.com.
Dirección:
Bolívar
623
5to
piso
“E”,
Ciudad
Autónoma
de
Buenos
Aires,
Argentina.
Teléfono
(54
11)
1561962547.
Estudiante
avanzado
de
la
carrera
de
Lic.
en
Conservación
y
Restauración
de
Bienes
Culturales
en
el
IUNA,
Buenos
Aires,
Argentina.
Actualmente
trabajando
en
el
Programa
de
Recuperación
y
Conservación
del
Patrimonio
Cultural
en
el
área
de
Escultura
y
Papel.
21
eugeguidobono@gmail.com.
Dirección
Cabrera
3233
5to
piso
“D”,
Ciudad
Autónoma
de
Buenos
Aires,
Argentina.
Teléfono:
(54
11)
49639230.
Finalizó
de
cursar
sus
estudios
en
la
carrera
de
en
Conservación
y
Restauración
de
Bienes
Culturales
en
el
IUNA,
Buenos
Aires,
Argentina.
Actualmente
trabajando
en
el
Programa
de
Recuperación
y
Conservación
del
Patrimonio
Cultural
en
el
área
de
Papel.
46
22
alba_pereiro@yahoo.com.ar.
Dirección:
Montañeses
1823
4to
piso
“D”,
Ciudad
Autónoma
de
Buenos
Aires,
Argentina.
Teléfono:
(54
11)
47816657.
Finalizó
de
cursar
sus
estudios
en
la
carrera
de
en
Conservación
y
Restauración
de
Bienes
Culturales
en
el
IUNA,
Buenos
Aires,
Argentina.
Trabajó
en
el
Programa
de
Recuperación
y
Conservación
del
Patrimonio
Cultural
en
el
área
de
Papel.
Docente
en
la
Universidad
del
Museo
Social
Argentino
en
Papel
III
y
Pintura
de
Caballete
III.
Ad-‐
honorem
en
IUNA
en
Historia
de
la
Restauración
I
y
II
y
en
Conservación,
Restauración
de
Documentos
Gráficos
y
Papel
(Cátedra
Bustos)
47
Introducción
contiene.
cultural.
Los valores de las obras no son entidades fijadas de una vez y para
un proceso de deterioro.
48
49
El museo
hoy en día, ha sido declarado Patrimonio Histórico Nacional, pero sus bienes
Buenos Aires.
y cotizado que describió el campo y la vida del gaucho), las primeras ediciones
de Don Segundo Sombra, la obra más notable del escritor Ricardo Güiraldes,
El desborde de las aguas del río Areco provocó una inundación generalizada
50
El Programa de Recuperación y Conservación del Patrimonio Cultural
51
Primera etapa
Durante los primeros días del mes de enero de 2010, cuando las aguas
un espacio adecuado para estos trabajos, como así también que la mayor parte
necesarias
52
Ante esta situación surgió la necesidad de crear el Convenio de
intervención de las obras. Se determinó que parte de las obras afectadas iría
implementada aún.
tratan de primeras ediciones. Estos fueron intervenidos in situ con la ayuda del
tema.
53
Como surge el proyecto
acciones para salvar los objetos. Fue por esto y por nuestra formación
personal del museo, quien determinó que dicha capacitación del personal
colección.
54
Buscamos especialistas para las distintas temáticas, los contactamos
materiales y sustratos.
55
A fin de desarrollar el tema de biodeterioro se convocó a la bióloga
56
En la segunda jornada se trataron temas sobre patologías y conservación de
guarda.
libros.
mostraron imágenes acerca del trabajo conjunto con el personal del museo
57
Patricia Martínez, para que los participantes del encuentro pudieran realizar
Güiraldes, debido a que era necesario trabajar con información exclusiva para
los lugares más adecuados para la instalación de los extintores, cómo deberían
realizarse las maniobras de traslado hacia la reserva, cuáles serían los objetos
58
Las jornadas fueron muy bien recibidas por el público participante, por el
Conclusión
59
puesta en valor de las obras. Se decidió que todo el potencial que se había
visto presente en el personal del museo, en las primeras horas del desastre,
bienes del museo diseñó las jornadas de capacitación con contenidos simples y
observó la buena recepción por parte de los participantes del material de apoyo
60
profesionales, así como el traslado de los participantes, los días sábado (días
donde el personal del museo presentó las soluciones que habían encontrado a
posible).
61
ofrecida en las jornadas marcó un punto de inflexión, un antes y un después en
Autores:
Iván Casime23
Eugenia Guidobono24
25
Alba Pereiro
62
Cuestionario para la señora Cecilia Smyth ex Directora del Museo
63
5.- Cómo se formó la colección que posee el Museo? Por medio de
adquisiciones, donaciones, legados?
La colección del Museo se formo con donaciones de la familia, especialmente
de Don Manuel Güiraldes (padre del poeta) donación de Carlos Güiraldes
(padre del Pintor) vecinos y paisanos del lugar.
Udaondo, fue su 1º director ad-honoren, particularmente se ocupo de conseguir
donaciones o adquisiciones. Desde mi punto de vista las adquisiciones más
importantes fueron los manuscritos de Güiraldes, adquisición del año 1980
aprox.
6.- Que tipo de colecciones integra el acervo del Museo? (diferentes soportes)
Manuscritos, primeras ediciones, biblioteca, obra plana, pinacoteca, platería,
soguería, textiles, hierros, bronces, mobiliario, hemeroteca, algunas pocas
fotografías de Güiraldes
8.- Puede hacer una síntesis de la historia del Museo, cómo se conformó y
cuál fue la concepción de su génesis?
La familia Güiraldes, descendía de los primeros pobladores del Pago de Areco,
en la Estancia “la Porteña” la familia solía pasar sus veranos, establecimiento
de excelencia productiva y de culto a las tradiciones Argentinas.
Los hijos se nutren de las relaciones con los paisanos y reseros de la Estancia,
al mismo tiempo viajan a Europa.
Ricardo Güiraldes, alcanza el éxito literario con su obra cumbre “Don Segundo
Sombra”, un personaje real; Segundo Ramírez, en él deposita todas las
aptitudes y condiciones del resto de los paisanos que incluye en la dedicatoria.
En Noviembre de 1926, su padre realiza una gran fiesta tradicional con motivo
de agasajar al poeta por el éxito obtenido.
En Marzo de 1927, Ricardo viaja a Europa ya muy enfermo. Fallece en París
un 8 de Octubre de 1927. Sus restos son embarcados hacia Argentina, llegan
el 15 de Noviembre del mismo año, trasladado en un convoy a San Antonio de
Areco, en la Estación lo esperan 250 paisanos, encabezados por Segundo
Ramírez, este cortejo acompaña al poeta al cementerio local. Su deseo era
descansar en el camposanto de su tierra de siempre.
La muerte temprana de R. Güiraldes, tenía 41 años, el éxito de Don Segundo,
motivaron la construcción del monolito en su memoria al pie del Puente Viejo,
que Güiraldes citara en su obra cumbre.
Lo decisivo se produjo siendo su hermano; José Antonio intendente de San
Antonio de Areco y que en el año 1936 realizara una gran exposición
tradicional en la Municipalidad, a la que visito José María Bustillo, Ministro de
Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires. Quién manifiesta que esta
muestra debe perpetuarse para las futuras generaciones.
Allí nace la idea de creación del Parque Criollo y Museo Gauchesco “Ricardo
Güiraldes”, la Provincia de Buenos Aires compra la Pulpería “La Blanqueada” y
las hectáreas que la rodean, se construye la casa del Museo, inaugurándose el
16 de Octubre de 1938.
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El objetivo de su creación; que fuera un mojón del ser nacional para las futuras
generaciones, donde se difunda la vida y obra del escritor y todo lo relacionado
con los usos y costumbres del paisano regional. En el campo se criaran
vacunos y yeguarizos de la raza criolla y que el visitante al extender su vista
sobre el horizonte pueda vivenciar la inmensidad de la pampa, tal como la
describió Güiraldes.
9.- Porqué cree Ud. que San Antonio de Areco es paradigma de tradición?
San Antonio de Areco se ha preocupado y ocupado en preservar los usos y
costumbres del gaucho en toda su dimensión; música, bailes, artes, destrezas,
arquitectura, manteniendo las características de pueblo chato de la pampa.
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Luego parte del personal se capacito en el taller de Susana Cagliolo en Cap.
Federal.
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Cuestionario para la actual Directora del Museo Güiraldes
D. Andrea Vigil
1.- Podemos tener acceso al facsímil del Decreto de creación del Museo?
2.- Cuando ingresó al Museo?
3.- Que tareas realizaba en el momento de producirse la inundación?
4.- Cuál fue su impresión de lo sucedido?
5.- Cómo se encontraba el patrimonio?
6.- Cuáles fueron las primeras acciones de rescate?
7.- Cómo se encauzó el mismo?
8.- Qué entidades acudieron al auxilio del Museo?
9.- Que opinión le merecen las Jornadas de Conservación Preventiva en
cuanto a la capacitación del personal?
10 Cómo se siguió trabajando con el Museo cerrado?
11 Qué tareas se encararon?
12 Qué puede decirnos de la propuesta de recuperación de la Fundación
YPF?
13 Porqué cree Ud. que no se concretó?
14 A partir de su gestión qué tareas se encararon?
15 Cómo surge el nuevo guión museológico? Cómo se contactan con el
museólogo que lo encara , Carlos Fernández Balboa?
16 Cuándo se realiza la reapertura del Museo?
17 Qué salas van a sumarse?
18 Con cuánto personal cuentan actualmente y que tareas desempeñan?
19 Cuáles son sus expectativas en esta nueva etapa del Museo?
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Todos pusimos manos a la obra, sin importar que tarea hubiésemos
desempeñado antes en el museo. Siguiendo los lineamientos que marcaba
nuestra Directora, lentamente fuimos saliendo de la emergencia. Para esto
también fue fundamental la llegada de profesionales en el área de la
conservación. El haber recibido su apoyo, capacitación, contención, hizo que
fuéramos ganando confianza en nuestras propias capacidades. Sin ellos, jamás
se hubiera logrado salir de la crisis.
Así fue como la desesperanza fue mutando en deseo de superación.
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10- Con el museo cerrado al público, nunca se dejó de trabajar. Seguimos en la
misma línea que se había planteado desde el principio. Caminar lentamente
hacia la recuperación total.
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proyectábamos la nueva exhibición, que lenguaje seria el elegido para contar
los relatos que surgieran de los objetos. Si acudía mucha o poca gente no era
lo importante, pero sí que todos tuvieran esa oportunidad. Quien no participara,
no podía alegar que se le habían cerrado las puertas. Asimismo, cada una de
las personas del staff del museo conocía a fondo la propuesta, para poder
justificarla y defenderla ante cualquier duda o consulta que surgiera dentro o
fuera del ámbito laboral.
Por otra parte, hubo una instancia intermedia que consistió en la presentación
de un Libro-Proyecto, donde se mostraba casi al detalle todo lo que se iba a
realizar durante el montaje, y a la que también se invitó a todo aquel que
quisiera participar, quedando el libro a disposición de todos en el museo.
16- La reapertura de las primeras cuatro salas del Museo se realizó el día 4 de
noviembre de 2013, en el marco de la Semana de la Tradición.
La primera de ellas lleva el nombre de Historia del Museo, y muestra como fue
nuestra institución en el momento de su creación, así como también cual era la
concepción museológica por aquel tiempo, en la primera mitad del siglo XX. Se
ven vitrinas con muchos objetos, sin demasiada relación entre si y con total
ausencia de un guion… el típico museo que, mas que eso, era un gabinete de
curiosidades. La segunda sala habla de Ricardo Guiraldes. La tercera nos
muestra a su compañera de vida, Adelina del Carril, y elegimos la cuarta para
la pinacoteca del museo, dando especial relevancia a Alberto Guiraldes, ya que
esa sala fue especialmente construida para albergar su obra.
17- Las salas que seguirán serán las dedicadas al gaucho, así como también
una destinada a albergar exhibiciones temporarias, cuestión que considero
absolutamente imprescindible en un museo que pretende se dinamico y
ajustado a los tiempos que corren.
19- Mis expectativas son poder culminar con la reapertura total del museo.
Para esto, estamos trabajando en conseguir el financiamiento necesario para
realizarlo, así como también discutiendo algunos giros que queremos darle al
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guion. La etapa que debemos encarar, que tiene que ver nada menos que con
presentar al gaucho, nos pone de cara a un enorme compromiso, y
pretendemos estar a la altura de las circunstancias. Tenemos la tranquilidad de
que con las salas que hemos abierto la respuesta ha sido absolutamente
positiva, así que sabemos que podemos continuar en esa línea de montaje. Los
visitantes comprenden la intencionalidad de la exhibición, la reciben con
entusiasmo y esta experiencia queda plasmada en nuestro libro de firmas cada
día. Esto reafirma la convicción de que estamos trabajando positivamente por
la institución. Trabajo mucho en la incentivación de cada uno de mis
compañeros para que disfruten de cada jornada laboral y dejen lo mejor de si
mismos, y en la creación de lazos identitarios con cada una de las personas
que ha formado parte de la reapertura, ya sea pintando paredes, armando
vitrinas o realizando la instalación eléctrica de las salas. Me parece
absolutamente imprescindible la creación de estos lazos. Solo así, el museo
seguirá siendo una institución viva, que permanezca a través del tiempo e
independientemente de nosotros.
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4- Cuando llegamos encontramos los objetos tirados en el piso, dañados, y
con mucho dolor comenzamos a levantar lo que se podía.
5- Al principio secamos libros, con lo que teníamos (papel higiénico, papel
de diario). Interfoliábamos el papel absorbente. Después, cuando
llegaron los restauradores, en mi caso me dedique al mobiliario junto a
Manuel Cesio, así como también a poner en condiciones los marcos de
los cuadros con Alba Pereiro. Tuvimos cinco jornadas de conservación
en las cuales participe y aprendí también toda la tarea de cuidar los
objetos.
6- Se trabajó secando libros y restaurando mobiliario.
7- Hubo Jornadas de Conservación dictadas por el Ministerio de Economía
y en mi caso me dediqué al mobiliario (marquetería, color y lustre).
8- Me pareció buena, pero muy compleja para seguir manteniendo el
museo abierto.
9- Participé en el montaje (forrado de vitrinas, soportes de libros, lustre de
muebles en exhibición)
10-Estoy muy feliz de que el museo este abierto y me gustaría que se
siguiera con el resto de las salas, en particular con la del gaucho que es la
que la gente que nos visita mas recuerda y pregunta. Sobre todo, en lo que
se refiere a la platería.
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RESPUESTAS de EVANGELINA RAMÍREZ
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Glosario
Acorallar:
unir o atar por el pescuezo un animal a otro, para que formen pareja
Apero:
recado o conjunto de prendas de la montura del caballo.
Chiripá: poncho en forma de pañal y prendido con alfileres ceñido con la faja y
a veces el tirador o rastra
Guadaña: instrumento para segar a ras de tierra, formado por una hoja afilada
curva y larga, sujeta por su lado más ancho a un mango que forma ángulo con
el plano de la hoja
Guasquillas:
tira o lonja de cuero "crudo" , es decir sin curtir ni sobar
Mangrullo: mirador o atalaya construido por lo común con troncos de árboles,
empleado en la campaña argentina para poder observar a larga distancia. Su
uso era frecuente hasta la conquista del desierto.
Maroma:
soga que une los postes de la puerta de un corral; también cada
soga que une por lo alto dos postes.
Marca: señal que se hace en un animal para determinar su procedencia
Mate: utensilio vegetal, metálico o de loza, etc. que desde remotas épocas es
empleado para beber la tradicional infusión preparada con las hojas trituradas
de la yerba mate. La calabaza es conocida también con los nombres de poro o
porongo y la infusión es sorbida por medio de una bombilla, generalmente de
plata o metal blanco.
Pialadores: quienes enlazan las patas de un vacuno o yeguarizo para
derribarlo en la doma.
Poncho: abrigo consistente en un trozo rectangular de tela pesada y gruesa en
cuyo centro se ha practicado un corte para pasar la cabeza
Pulpería: pequeño almacén de campaña. Casa o rancho donde se vendía por
menor vino, aceite, grasa, yerba, azúcar, velas, caña, cigarros ordinarios y
cosas semejantes. Cuando los objetos eran de calidad superior, la casa que los
vendía se llamaba almacén de comestibles y bebidas o simplemente almacén,
aunque también solía dársele el nombre de pulpería particularmente en los
pueblos de la campaña, así como cuando se halla establecida fuera de las
poblaciones o en medio del campo. La pulpería era entonces almacén, tienda,
taberna y casa de juego, donde se reunía el paisanaje.
Rastra: elemento típico del gaucho. Consistente en un escudo metálico que
puede llevar las iniciales de su dueño o la marca del estanciero, asi como
también el cincelado de algún motivo criollo
Tahona: molino de harina movido por un animal de tiro
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lanacion.com|
Revista
Domingo 20 de noviembre de 2011 | Publicado en edición impresa
Patrimonio
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restauradores Manuel Cesio y Marcela Cicarelli, concentrados en su tarea. Foto: LAVer más fotos
NACION En acción.
/ Martín Los
Lucesole
(...) Al gaucho que llevo en mí, como la custodia lleva la hostia. R. G.
En la mañana del 26 intentó llegar al museo en auto, pero no pudo. Volvió luego con Raúl,
su marido, pero quedaron varados a tres cuadras. Caminando desesperadamente en medio
de la correntada, alcanzaron la tranquera. Sergio Altamirano, encargado de campo del
predio, les aclaró que había entrado algo de agua al museo., aunque no tanta. "A las 9 había
sólo 5 cm. Empezamos a levantar los objetos. Llevamos lo que pudimos al Museo Las
Lilas, de Octavio Caraballo. Areco era un caos, no había manera de moverse. Y el agua
empezó a subir, subir y subir. Los muebles flotaban y se daban vuelta. Los cuadros,
hundidos hasta la mitad. Intentábamos ponerlos a resguardo, pero eran muy pesados. Todo,
en medio de la corriente. Hasta que sentimos, con un metro y medio de agua y sin luz, que
no podíamos estar más adentro de esa casa", contó Cecilia.
Salieron al mar de agua marrón y subieron al mirador. Allí consiguieron comunicarse con la
intendenta, Estela Lennon. Ella recibió la llamada junto con la de otros miles de inundados.
Más tarde, mandó la lancha a buscarlos.
Las aguas contaminadas desbordaron el cauce del Río Areco. Los canales aledaños también
se desbordaron. Se produjo una tragedia impensada: 3500 personas inundadas -600
rescatadas y 2100 autoevacuadas-, casas sumergidas, cosechas perdidas y animales muertos.
La crecida del río fue tal que las aguas llegaron hasta las puertas del museo y anegaron sus
salas con 1,50 metros. Después vino el barro. Sólo, tal vez, fuera posible recuperar algo de
toda esa podredumbre. Y sin embargo, se hizo.
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La amplia pinacoteca, los documentos, los manuscritos de Güiraldes, las primeras
ediciones, la cama de Don Juan Manuel de Rosas, el mobiliario, los textiles, las artesanías
en cuero: todo hubo que salvarlo de las aguas. A la problemática de la inundación se
sumaron la contaminación y la humedad. Frente a la adversidad, el personal de este refugio
de cultura ligada a las tradiciones, se puso el museo al hombro. Se derivaron obras a la
estancia La Invernada, otras se levantaron. Mientras tanto, los amigos del museo buscaron
fondos: se movilizó todo el pueblo. Llegaron los restauradores, Manuel Cesio y Alba
Pereiro, entre muchos otros.
El día después
Como no había papel secante, los libros se interfoliaron con papel higiénico. Así empezó la
primera recuperación, la de la palabra. "No teníamos luz germicida; entonces, exponíamos
libro por libro tres minutos al sol para matar los hongos. La obra plana estaba
comprometida y había que desenmarcarla, y evitar por todos los medios la putrefacción y el
deterioro de los muebles. Fueron jornadas de 14 horas durante 3 meses", afirmó la directora.
Cada rincón del museo posee su riqueza; así, se dividió el proyecto de rescate en
especialidades de acuerdo a su tratamiento y nada cobró protagonismo, estabilizando el
patrimonio para después ir restaurándolo pacientemente.
Las intervenciones fueron hechas por ordenanzas, guías de turismo, personal de limpieza,
quienes se transformaron en restauradores gracias al cariño por el lugar de trabajo y el
sentido de pertenencia. "Como grupo humano fue maravilloso encontrar un campo fértil en
cada una de las personas que trabajan aquí", señaló Cecilia.
Actualmente se los puede ver restaurando muebles o diarios que estuvieron sumergidos en
agua barrosa; ya se restauró el 70 por ciento del acervo del museo.
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Ricardo Güiraldes fue enterrado en Areco en 1927: había muerto en París y sus restos
fueron recibidos por una larga fila de gauchos -sus gauchos- a caballo, entre otras
personalidades de la cultura.
Con el libro Don Segundo Sombra como eje temático, la nueva puesta intentará reflejar
estos dos aspectos de la personalidad de Ricardo, haciéndola atractiva también para el
turismo. La pulpería será el área que mostrará la actividad del hombre de campo. Habrá
talleres de soguería, platería, etcétera. Se mantendrá el área de conservación y restauración -
construcción reciente lograda gracias a los aportes privados y públicos-, para la reserva de
las colecciones. En el patio externo se prevé un área de recreación con algún servicio
gastronómico.
"Son 90 hectáreas de parque y colecciones, la idea es que la gente venga a pasar el día, se
sorprenda y aprenda", concluyó Miremont.
Para concretar esta ambiciosa obra hace falta el apoyo de las empresas del sector, los
amigos del museo, las ONG, el Gobierno Nacional y el Provincial. El resguardo de la
memoria ligada a la historia representa la raíz del árbol en donde se afianzará nuestro
futuro.
En ella se puede conocer la forma de vida del gaucho: como Almacenes de Ramos
Generales o despensas, las pulperías surgieron como una necesidad en una esquina o paraje,
con despacho de bebidas y vicios (yerba, azúcar y tabaco).
Los poetas se inspiraron en los pulperos para escribir algunas de sus coplas más hermosas.
Como Martín Fierro, al que José Hernández hacía exclamar: "Mi gala en las pulperías / era
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cuando había más gente, / ponerme medio caliente, / pues cuando puntiao me encuentro/ me
salen coplas de adentro/ como agua de la vertiente". O Hilario Ascasubi. Santos Vega
comienza: "Cuando era al Sur cosa extraña, / por ahí junto a la laguna / que llaman de la
Espadaña / poder encontrar alguna/ pulpería de campaña". En el censo de 1810 se contaron
364 pulperos en Buenos Aires.
El museo aún no tiene fecha de reapertura. Plan Maestro mediante, estiman que todavía
falta bastante tiempo, depende de que se hagan efectivos los aportes públicos y privados.
Camino Ricardo Güiraldes S/N, Tel. 02326-455839. (2760) San Antonio de Areco,
provincia de Bs. As., museoguiraldes@areconet.com.ar .
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Bibliografía:
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PACHECO, Marcelo (2005) “Modelo español y coleccionismo privado en la
Argentina. Aproximaciones entre 1880-1930”, en Revista Ramona nº 53,
Buenos Aires.
VAQUERO ARGUELLES, Lurdes, De casa a museo y de museo a casa
Edición 2013. Actas de los Congresos sobre Casas Museo (2006, 2007, 2008).
Museo Nacional del Romanticismo Congreso de Casas Museo. Museología y
gestión (21-24 de febrero de 2006)
WILLIAM, Raymond (1997) Las políticas del modernismo. Contra los nuevos
conformistas. Manantial, Buenos Aires.
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