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Tesis de Licenciatura en Conservación Restauración de Bienes Culturales

Instituto Universitario Nacional de Arte – IUNA –

El Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes


y la recuperación de su patrimonio
Estudio de un caso

Tesista: Alba Pereiro


Directora de Tesis: Licenciada Dafne Roussos
Año 2014

  1  
Índice General……………………………………………………………… Pág. 2

Agradecimientos……………………………………………………………Pág. 3

Introducción.
Objetivos……………………….…………………………………………….Pág. 4/5

Capítulo I.
Problemática que se presentaba en la conservación
de la colección……………………………………………………………..Pág. 6

Capítulo II
La figura de Güiraldes…………………………………………………….Pág. 8
Creación del Museo……………………………………………………….Pág. 11
Cómo se constituye su patrimonio……………………………………. Pág. 17
Listado de Directores……………………………………………………. Pág. 22

Capítulo III.
La inundación……………………………………………………………..Pág. 23
El trabajo de recuperación de las colecciones………. …………... Pág. 23
Construcción de la reserva técnica………………………………… Pág. 27
Proyecto de recuperación de la Fundación YPF…………………… Pág. 28

Capítulo IV.
Conclusiones…………………………………………………………….. Pág. 31

Anexo……………………………………………………………………… Pág. 34

  2  
Agradecimientos

El Museo Güiraldes al que aprendí a amar con un patrimonio que representa y


exalta un arquetipo de argentinidad, estaba aparentemente destinado a formar
una parte muy importante de mi vida como restauradora.
Si bien la relación que se estableció con su gente y con su espíritu comienzan
con una catástrofe impensable, creo que rescatamos todos y cada uno de
nosotros lo mejor, enriqueciéndonos en el aprendizaje.
Mi más profundo agradecimiento a su Directora de entonces, Cecilia Smyth,
auténtica salvadora del patrimonio, quien abrió las puertas de su institución,
me distinguió con su entrañable amistad y facilitó gran parte del material que
se incluye en este trabajo.
Un agradecimiento especial al personal del Güiraldes, a Marcela Cicarelli,
Leandro Molinero, Valeria Urruchúa, Bibiana Bovetti , Andrea Vigil , Patricia
Lucero, María Cecilia Morales (Chiqui), José Miguel Pereyra , Evangelina
Ramírez, María Alejandra Lofredo, Facundo Zarich, por su calidez humana, por
su compromiso con el patrimonio, por sus ganas de aprender, de hacer bien las
cosas, por escuchar, por poner en práctica.
Agradezco muy especialmente todos los profesionales que compartieron horas
y saberes y colaboraron con la puesta en valor del patrimonio.
Al Coordinador del área de Patrimonio Cultural del Ministerio de Economía,
Mario Naranjo que apoyó y acompañó la propuesta de rescate, permitiendo
organizar y llevar a cabo las jornadas de Conservación Preventiva.
A Norita Matassi y Casa de Moneda, que colaboraron tan estrechamente y
dieron albergue a las obras del Güiraldes.
A mis queridos compañeros de equipo, Eugenia Guidobono e Iván Casime por
poner tanto empeño, energía y tantas horas, días y noches de dedicación al
proyecto.
A mi familia, en especial a mi esposo, por dejarme hacer, por incentivarme y
por estar siempre, acompañándome.
Y finalmente a la directora de tesis, Licenciada Dafne Roussos porque me
animó a encarar este tema, tan entrañable para mí.

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“El museo es una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la
sociedad y su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga,
difunde y expone los testimonios materiales del ser humano y su entorno para el
deleite del público que lo visita”
Consejo Internacional de Museos (ICOM)

Introducción

Estudio de un caso: Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes


El presente es un estudio de caso en el que nos tocó participar a partir de la
gran inundación de 2009 producida por el desborde del río Areco. Más de la
mitad del pueblo quedó bajo el agua y con el pueblo, el Museo Gauchesco
Ricardo Güiraldes, cuya colección estaba exhibida en su totalidad.
No es una catástrofe menor estar frente a la posibilidad de la pérdida del
patrimonio.
En estas páginas nos proponemos realizar una descripción del trabajo
ejecutado conjuntamente por el personal del Museo y un grupo de
profesionales de la conservación-restauración, la labor de rescate, de puesta
en valor, la concientización de las problemáticas inherentes al museo y a su
colección, los proyectos de modificación en la concepción del Museo, en
conservación, protección y exhibición de su patrimonio.

Objetivos del trabajo:


Al momento de la inundación, el Museo Ricardo Güiraldes mantenía la
estructura de exposición de su patrimonio tal como había sido concebida desde
su fundación en 1937. Toda su colección estaba exhibida.
No contaba con reserva técnica o depósitos para albergar parte de su riqueza.
Entonces llegó el 26 de diciembre de 2009 en que una catástrofe impensada,
como fue el desborde del río Areco, imposible de prever, donde el agua
avanzó despiadadamente e invadió el Museo con un crecimiento de 1,20 m de
altura.
Más de la mitad del pueblo quedó simultáneamente bajo las aguas.
El desastre es algo visible, que sucedió y que puede medirse en las
consecuencias que trae y sobre el cual intervenimos una vez ha ocurrido.

El objetivo general de este trabajo es reflexionar críticamente sobre la tarea


realizada ante las consecuencias del desastre mencionado, describir la
intervención curativa, en las que debieron tomarse medidas extraordinarias.
Describiremos también la capacitación propiciada por un grupo de especialistas
en distintas áreas de la conservación, el esfuerzo denodado de todas y cada
una de las personas que constituyeron la “operación de rescate”.
Concluiremos en cómo el desastre devino en una nueva visión del Museo.

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El Parque criollo y Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes fueron creados por
Decreto del Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires del 12 de mayo de
1937.
Los fundamentos de su creación fueron:
el deber de conservar y adoptar los usos y costumbres de nuestros
antepasados como guía de las presentes generaciones y como ejemplo
para las venideras. Un pueblo con más de 200 años de existencia y con
un acendrado amor a lo nuestro, con sus costumbres típicamente criollas
tiene obligación y derecho a exponer sus obras a la consideración de sus
connacionales.
Las obras se inauguraron el 16 de octubre de 1938, luego de intensos trabajos
y fue José María Bustillo, Ministro de Obras Públicas de la Provincia quien llevó
a cabo la idea fundadora de don José Antonio Güiraldes (hermano del escritor)
por ese entonces intendente de San Antonio de Areco y perteneciente a la
Comisión oficial. Fue don Enrique Udaondo su primer Director.
En el año 1979 el Museo fue transferido a la Municipalidad de San Antonio de
Areco. A partir de entonces el Municipio quedó en posesión del Parque criollo y
Museo Gauchesco. Y el 10 de noviembre de 1999 por Decreto presidencial fue
declarado Monumento Histórico Nacional.

La casa del museo

La autenticidad es un valor importante para algunas casas museo. En ellas el


visitante se deja seducir por la idea de que la historia «real» se conserva en algún
rincón, por la ilusión de estar presente en el verdadero lugar de los hechos."1

Por lo general, una casa museo es un museo dedicado a la vida y obra de un


personaje que se encuentra ubicado en la misma casa donde nació, murió o
pasó un periodo de su vida y que alberga sus colecciones o piezas referidas a
su vida. No es este el caso que nos ocupa, ya que el edificio del museo fue
concebido especialmente, como una réplica de las estancias bonaerenses del
siglo XVIII, para honrar la obra de Ricardo Güiraldes y del hombre de la llanura
pampeana.
Rodeada por un foso de agua, el cual se cruza por un puente levadizo, se
presenta como una fortaleza la Casa del Museo como eran las estancias
enclavadas en la soledad de la pampa como avanzadas de civilización. La
casona reproduce una hacienda del siglo XVIII, con su corredor hospitalario, las
dos salientes laterales del edificio, los techos de tejas coloniales, sus blancos
muros y sus rejas bajas.

Esta casa museo en particular podría establecerse en una de las categorías


que menciona Lurdes Vaquero Argüelles, en la que se aborda una recreación,
entendida como evocación, con materiales de época, contrastada
documentalmente, para conocer cómo pudo ser ese ambiente en una época
determinada pero sin ser la trascripción literal de un espacio concreto.

                                                                                                           
1
  Begoña Torres González
Museo Nacional del Romanticismo. Una nueva narrativa museográfica, (pág. 72)
 

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Plano de la planta original del Museo

Capítulo I –
El Museo Güiraldes responde a la concepción de un momento concreto de la
historia argentina.
Es el museo gauchesco por antonomasia, concebido por Enrique Udaondo
como referente del habitante bonaerense, quien tan bien fuera retratado por
Ricardo Güiraldes.
Responde también a este perfil el Museo Colonial e Histórico de la Provincia de
Buenos Aires (Luján), pensado para ser el museo colonial más importante de
América Latina.
A principios del siglo XX el objetivo de los museos era honrar el patrimonio de
nuestro país, preservándolo como un legado precioso destinado a perpetuar las
glorias de nuestro pasado.
Udaondo y la elite que representaba, hicieron hincapié en “el gaucho” , como
figura heroica individual creado por la literatura que comenzaba a
transformarse en ese entonces en objeto de culto capaz de contener los rasgos
esenciales de la nacionalidad.
A partir de 1890, el problema de la identidad nacional y de la nacionalización de
las masas constituyó una de las principales preocupaciones del Estado y de los
miembros de la intelectualidad ante las grandes oleadas inmigratorias.
Escritores como Ricardo Rojas, Manuel Gálvez y Leopoldo Lugones
manifestaron su preocupación por definir la identidad nacional, por el “qué es
ser argentino”.
Los intelectuales de nuestro país se dividieron entre quienes postulaban una
identidad que fuera una mezcla cosmopolita procedente de la inmigración y
otro grupo establecido con un tronco criollo, habilitando las exploraciones

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folclóricas, como cuando comienzan a recopilarse los cancioneros tradicionales
provenientes de un pasado campesino.
Surge así el establecimiento de un panteón de héroes, de padres de la patria,
de símbolos patrios, de costumbres, especialidades culinarias, plantas y
animales emblemáticos, de exaltación de la poesía épica (Martín Fierro).
Siguiendo la línea de pensamiento de Lugones, el gaucho representaría el “tipo
argentino” que nos diría de dónde provienen y cómo deberían ser los
argentinos. Realizó un parangón con el cantor, el payador, que comparte con el
poeta (Lugones) la palabra bella y la armonía brindada por la música.
El gaucho estaría definido por la cualidad con la que se define al poeta.
El aporte del gaucho a la construcción de la nación civilizada se vio en tres
frentes: en las guerras de la independencia, en la guerra civil y en la guerra
contra los indios. Y coincide con su idea de una sociedad jerárquica tutelada
por la aristocracia: “los gauchos aceptaron el patrocinio del blanco puro con
quien nunca pensaron igualarse política o socialmente, reconociéndole una
especie de poder dinástico que residía en su capacidad urbana para el
gobierno”. Reafirma la teoría difundida por Mitre “Aquellos patrones formaban,
por lo demás, una casta digna del mando”
Lugones expresa que la inmigración cosmopolita tendía a la deformación del
idioma con aportes perniciosos.

No somos gauchos, sin duda, pero ese producto del ambiente contenía en
potencia al argentino de hoy, tan diferente bajo la apariencia confusa producida
por el cruzamiento actual. Cuando esta confusión acabe, aquellos rasgos
resaltarán todavía, adquiriendo entonces una importancia fundamental el poema
que los tipifica

A partir de ese pensamiento se edificará en el imaginario colectivo como uno


de los que definirán la identidad nacional.
Había que buscar un modelo identitario, que definiera al habitante de las
pampas despegándose de la imagen aborigen. En el fondo de la conciencia
cultural del país se gestó la imagen arquetípica del gaucho, forjada tanto por
escritores como por pintores desde el principio de la nacionalidad. El gaucho
se inserta entonces y va mutando de una figura solitaria, pendenciera y fuera
de la ley (ej. Martín Fierro de Hernández2) a un personaje más humanizado,
como el que describió Güiraldes en su don Segundo Sombra o con una gran
nota de humor como lo representa Molina Campos, quien exagera y acentúa
los rasgos y las expresiones. Molina Campos lo lleva hasta los estudios de
Walt Disney en Estados Unidos, lo hace penetrar en las casas a través de los
almanaques de Alpargatas. El inconsciente colectivo lo toma como modelo de
identificación.
Esta construcción de la identidad nacional se verá reafirmada con la sanción
de dos leyes, la primera, la número 1420 que habría de ser la piedra basal del
sistema educativo nacional, de julio de 1884
                                                                                                           
2
 Leopoldo Lugones, en su obra literaria El payador calificó a este poema como "el libro
nacional de los argentinos" y reconoció al gaucho su calidad de genuino representante del
país. Para Ricardo Rojas representaba el clásico argentino por antonomasia. El gaucho
dejaba de ser un hombre "fuera de la ley" para convertirse en héroe nacional.  
 
 

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La ley aprobada estableció la instrucción primaria obligatoria, gratuita y gradual.
La obligatoriedad suponía la existencia de la escuela pública al alcance de
todos los niños, medio para el acceso a un conjunto mínimo de conocimientos,
también estipulados por ley. Los padres estaban obligados a dar educación a
sus hijos. Por último, la formación de maestros, el financiamiento de las
escuelas públicas y el control de la educación –privada o pública- quedó en
manos del Estado
La ley no hacía mención al carácter laico de la educación, la instrucción
religiosa quedó en calidad de optativa, con autorización de los padres, y
dictada fuera del horario escolar.
Otra norma fundamental, la Ley Sáenz Peña, estableció el sufragio universal
masculino, secreto y obligatorio y puso fin de este modo al fraude del régimen
oligárquico que venía operando en el país desde la consolidación del proceso
de construcción estatal de 1880.
La sanción de la norma obedeció a varios factores: por un lado a una fractura
en la elite entre aquellos que se planteaban aún partidarios de no innovar el
viejo sistema –en general partidarios del dos veces presidente Julio A. Roca-
quienes presentaban como única solución para el conflicto social existente a la
represión (Ley de Residencia o “Ley Cané”, entre otras) y los llamados
“modernistas” que veían necesario abrir el juego político ante la creciente
conflictividad de principios de siglo, entre ellos además del presidente, se
encontraban Carlos Pellegrini y Joaquín V. González entre otros reformistas.
Abriendo el juego político, pensaban estos últimos, se podría incorporar al
sistema a los sectores opositores más moderados como los radicales y los
socialistas - estos últimos ya participaban en elecciones- y aislar
progresivamente a los sectores más radicalizados como los anarquistas.
Esta especulación política, si bien no fue errónea, no contemplaba a priori la
posibilidad de que los sectores gobernantes tradicionales perdiesen el
gobierno, cosa que finalmente ocurrió en el año 1916 a manos del radical
Hipólito Irigoyen que portaba la bandera opositora al fraude del “régimen falaz y
descreído”, pero desconocía que ya dentro del radicalismo anidaban también
elementos de la vieja elite que serán, a la postre, los opositores al primer
presidente elegido por la llamada Ley Sáenz Peña.

“El Güiraldes”
Un patrimonio como el del Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes ha sido y es
muy complicado de manejar en cuanto a su conservación ya que los
materiales constitutivos tan diversos que componen la colección, hacen
compleja la tarea.
Una enorme cantidad de obra en soporte papel, manuscritos de Ricardo
Güiraldes, las primeras ediciones de sus libros, obra de arte sobre papel,
textiles (les pertenece un poncho del cacique Calfucurá, entre otros), mucho
material de cuero, maravillosas piezas de metales, espuelas, estribos, gran
cantidad de muebles de madera que pertenecieron al escritor, una cama
propiedad de Juan Manuel de Rosas, en la que durmió en su camino a la
conquista del desierto: una rica pinacoteca con obras entre las que se cuentan
catorce de Pedro Figari, algunas de Alberto Lagos, de Ernesto Sívori, de

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Mauricio Rugendas, de Marie Laurencin, de Jorge Campos y de Alberto
Güiraldes.
La colección de mates de Adelina del Carril, una colección de armas antiguas,
de soguería, de platería, recados, monturas, etc.
Pero, a nuestro entender, el problema principal residía en que el museo no
poseía un área de depósito/reserva técnica para albergar una parte de esta
innumerable colección (si bien estaba planeada, aún no había podido ser
concretada).
Al momento de la inundación absolutamente todo su patrimonio estaba
expuesto.
Es cierto que si bien actualmente los museos han evolucionado en cuanto a su
mensaje didáctico, el Güiraldes ha sido, desde su creación, el referente de la
tradición gauchesca, identitaria así como lo es San Antonio de Areco.
Los museos del interior, como el que nos ocupa, generalmente dependen de
las intendencias locales, no poseen una estructura en la que se contemplen las
diferentes áreas, conformando equipos interdisciplinarios.
Muchos ni siquiera cuentan con un conservador.
Al personal con ganas de aprender, les resulta muy difícil acceder a cursos de
capacitación, parecería que todos los saberes están concentrados en las
grandes ciudades.
Las instituciones dependen del compromiso de hacer bien las cosas por parte
de quienes trabajan en ellas.
Hay pocos recursos, no es fácil acceder a la capacitación para quienes tienen
que proteger la memoria colectiva afrontando los peligros del deterioro que se
presenta por el paso del tiempo, las condiciones medioambientales incorrectas
y demás imprevistos, a los que se ven expuestas las colecciones en los
museos. Es una realidad que vemos casi cotidianamente.
Es necesario hacer hincapié en que en muchas de esas instituciones, su
personal conoce y está orgullosamente comprometido con su patrimonio, como
es el caso del museo que nos ocupa.

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Problemáticas que presentaba el museo:

• Condiciones medioambientales inadecuadas;

• Humedad ascendente, con fluorescencia de sales, debido a las


características particulares del suelo donde fue construido.
• Exposición total de la colección. Debido a la falta de reserva/depósito
donde guardar parte de la colección, la misma estaba expuesta en su
totalidad en las salas del Museo
• Cantidad de luxes no controlada
• Ausencia de filtros UV en las ventanas
• Falta de climatización
• Falta de personal con formación en las áreas de conservación-
restauración

El edificio, como muchas de las edificaciones antiguas que se han destinado


para ser sitio de reserva y exhibición de objetos, además de carecer de
instalaciones adecuadas para la muestra y depósito de colecciones, estaba
construido con materiales que contribuyeron al acceso de agentes de deterioro
sobre los objetos.
Es sabido que un ambiente húmedo ejerciendo como agente de deterioro altera
de diferente manera los materiales constitutivos de los objetos.
Los soportes conformados por proteínas (cueros y pergaminos) y por celulosa
(papel, textiles y madera) al hallarse en un ambiente húmedo incrementan su
tamaño y se expanden, provocando deformaciones planares, manchas y
ruptura de enlaces, que en el transcurso del tiempo terminan provocando
quebraduras y/o roturas en el material del soporte.
Si se suma a esa humedad altas temperaturas estaremos en riesgo de
proliferación de microorganismos como bacterias y hongos.
En el caso de los metales, dichos factores incorrectos terminarán provocando
oxidación y corrosión. Piedra y yeso, se mancharán y se volverán
pulverulentos.

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Capítulo II. La figura de Güiraldes
Breve biografía del escritor

El 13 de febrero de 1886,en la casa de sus bisabuelos Guerrico, nace el autor


de “Don Segundo Sombra”.
Segundo hijo de Manuel Güiraldes y de Dolores Goñi . Al año siguiente, en
1887, toda la familia viaja a París y se instala en el barrio elegante Saint Claud,
donde permanecen cuatro años.
En Francia nace su hermano menor, José Manuel; para los niños Güiraldes, el
francés es su primer idioma y el español su segunda lengua.
La familia regresa a la Argentina en el 90', en plena crisis, revolución y cambio
de gobierno.
La vida de los pequeños transcurre en la quinta de Caballito, propiedad de su

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abuelo paterno donde pasan otoños e inviernos, y en San Antonio de Areco,
en la estancia propiedad de su padre, bautizada “La Porteña”, como la primera
locomotora Argentina.
Los Güiraldes eran viejos vecinos de Areco, tanto por los Guerrico como por
los Goñi, descendientes de Ruiz de Arellano, fundador del pueblo en 1730.
Durante sus primeros años, Ricardo se fue educando por medio de
instituciones hasta que el 1897 fue puesto bajo la dirección de Lorenzo
Ceballos, un ingeniero mexicano.
Sin duda en este período se impregnó de imágenes de la tierra y figuras de
hombres, en especial los peones de la estancia, vividos por el niño como
semidioses: Víctor Taboada, Ramón Cisneros, José Hernández, Pablo
Hernández, Nicasio Cono, Marcos Vera, Julio Ramos y Crisanto Niñez; en este
período, también, comienza a canalizarse su voluntad de consignar por escrito
sus emociones y experiencias.
Su debut como escritor, fue un diario infantil hecho en la estancia acompañado
de dibujos y carta a Guillermo Torres en 1925.
Güiraldes tenía asma y esta enfermedad lo obligó a la inmovilidad y a veranear
en Quequén (Provincia de Buenos Aires) durante dos años.
En 1904, se recibió de bachiller, había estudiado en el Colegio Lacordaire, en
el Instituto Vertiz y en el Instituto Libre de Segunda Enseñanza.
Luego ingresó a la Facultad de Arquitectura al mismo tiempo que se interna en
las primeras lecturas fundamentales.
En 1909 cambió de facultad e ingresó en Derecho, mientras trabajaba como
escribiente en una secretaria de juzgado; los sucesivos aplazos lo
descorazonaron y le hicieron abandonar sus estudios.
Para estos momentos el país estaba estabilizado, la crisis del 90' era solo un
mal recuerdo.
Había profundos cambios sociales y comenzaban a tallar nuevas fuerzas
políticas (radicalismo, socialismo, anarquismo).
Don Manuel Güiraldes fue nombrado intendente de la ciudad de Buenos Aires.
Comenzaría a impacientarse por la conducta de su hijo.
Antes de la celebración del Centenario de mayo, extrañamente, Ricardo decide
no acompañar las ceremonias con su familia.
Don Manuel tiene el privilegio de oficiar de chaperón de la infanta Isabel de
España en la función de gala, que con motivo del centenario se realizó en el
Teatro Colón, así como del Presidente José Figueroa Alcorta.
Antes del mes de mayo Ricardo se embarcaría rumbo a Francia en compañía
de Roberto Leviller.
Esta visita a París fue sumamente importante en su camino hacia la literatura.
A partir de ahí comienza una preocupación sobre la ética y metafísica.
En este transcurso del viaje comienza a anotar sobre Raucho, en un diario que
denominaría “Los comentarios de Ricardito”.
En París llega a conocer pintores, músicos, escritores. Junto a Alberto López
Buchardo introducen el tango en París.
Ricardo sorprende por su fuerza física, su habilidad para el canto , y su
desenfado para bailar tango.
Prosigue acumulando material para El cencerro de cristal.
Realiza un viaje por la India y el Oriente, acompañado por Adán Deihl, su
futuro cuñado; pasa por: Italia, Grecia, Constantinopla, Egipto, Ceylán, Rusia,
Japón, China, Alemania.

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A su regreso a Francia la situación se hace difícil.
Su padre se resiste a costear “la vagancia” de su hijo, que se ve obligado a
refugiarse en el taller del escultor Alberto Lagos, a quien le dedicaría Xaimaca.
Es en París donde se decide a ser escritor; se produce un encuentro consigo
mismo que le permite un retorno a la Argentina.
En 1912 regresa a Buenos Aires y se integra un grupo de artistas y escritores
en el taller de Alejandro Bustillo.
En 1913 se casa con Adelina del Carril, compañera y puntal de su carrera
como hombre de letras.
En 1914 comienza a publicar en Caras y Caretas algunos de sus cuentos y
poemas
El estallido de la guerra, lo sobrecoge:

“Son las once de la noche en Buenos Aires; la efervescencia del


cataclismo que la ha agitado todo el día se tranquiliza oscuramente,
en Europa amanece sobre la mortal amenaza de los ejércitos”.

En 1915 decide publicar lo que lleva escrito y se presenta ante Lugones con los
manuscritos de “El cencerro de cristal” y “Cuentos de muerte y sangre”.
Lugones lo aconseja y le exige más trabajo. La publicación no recibe buenas
críticas, solo obtiene burlas por su cencerro. Sin embargo Adelina lo alienta a
que persista, lo incentivará durante toda su vida juntos.
Güiraldes se convierte en precursor.
Algunos de sus libros habían sido publicados por Horacio Quiroga .
En 1916 él, su esposa y amigos emprenden un viaje a las Antillas y en Jamaica
culmina el viaje.
Cuando viaja al Caribe escribe un capricho teatral titulado “El reloj”, inédito.
En 1918 publica “Un idilio de estación” en la revista dirigida por Horacio
Quiroga “El cuento Ilustrado”.
Posteriormente tituló esta historia con el nombre de Rosaura, dedicándola a su
hermana Lolita.
Finalizada la guerra Güiraldes y Adelina viajan a Europa.
En París, en otoño, escribe los diez primeros capítulos de “Don Segundo
Sombra”.
En 1920 está de regreso en la Argentina.
Entre 1921 y 1922 escribe los “Poemas solitarios” .
En 1922 viaja a París nuevamente y aparece Rosaura .
Es la época del gobierno de Alvear; y renace la oportunidad para nuevos
escritores.
Es sobre este telón de fondo que surgen los famosos grupos de Boedo
y Florida. Este último toma a Güiraldes como maestro.
En 1924 se funda Proa, dirigida por Güiraldes, Rojas Paz, Borges y Brandan
Caraffa.
En el año1925 Proa concluye su ciclo.
En marzo de 1926 está terminado el Don Segundo Sombra .
En 1922, Güiraldes se había empezado a interesar por problemas religiosos a
través del hinduismo. Al mismo tiempo escribe “El sendero y poemas místicos”.
Camino a la India, se producen síntomas de enfermedad, que se agravan al
llegar a Europa. Por indicación de don Antonio Santamarina Adelina consigue
que el médico francés Pierre Abrami, lo revise. El diagnóstico es fatal, Ricardo

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tiene una enfermedad cancerosa que ataca los ganglios y que habrá de
progresar inexorablemente.
Güiraldes no se rinde, sigue escribiendo El sendero: “no quiero que mi vida sea
un borrador sin corregir, sino un encauzamiento hacia su fin”.
Los dolores son tremendos, necesita del empleo de estupefacientes.
El 5 de octubre llega la noticia que le han dado el Premio Nacional de Literatura
por “Don Segundo Sombra”
Muere en París asistido por Adelina, su gran compañera e impulsora de su
obra el 8 de octubre de 1927. Su cuerpo es embalsamado y reposa unos días
en la iglesia de Saint Pierre du Gros Caillou. Allí son los servicios fúnebres, a
los que asisten los amigos del escritor que se encuentran en París.
Los restos de Güiraldes son embarcados y el 15 de noviembre son recibidos
en Buenos Aires por un séquito oficial, encabezado por el Presidente de la
República, Marcelo T. De Alvear. De la dársena, el convoy se traslada a Retiro,
donde un tren ha de conducir el cortejo a Areco. Los escritores de Proa y
Martín Fierro, los amigos y parientes acompañan el cortejo.
A la llegada a Areco, el tren encuentra hileras de gauchos a caballo que
esperan, sombrero en mano, la llegada del “patroncito”. Doscientos cincuenta
paisanos forman la escolta final de Ricardo Güiraldes, encabezados por don
Segundo Sombra.
“Aquí es nomás, patroncito” comenta don Segundo al depositar el ataúd en la
tierra del cementerio de Areco.
“Aquí yace Ricardo Güiraldes, crucificado de calma, bajo su tierra de siempre”3
Muy cerca de su tumba yacerán también años después, los restos de don
Segundo Ramírez, el resero que inspiró su célebre personaje.

                                                                                                           
3
 Bordelois,  Ivonne.  2006.:  Genio  y  figura  de  Ricardo  Güiraldes.  Eudeba    

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Creación del Parque Criollo y Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes

En el año 1936 se decidió hacer una “exposición tradicional” en San Antonio de


Areco, pueblo con más de dos siglos de fundación, en la que se exaltaran las
más puras costumbres del lenguaje nacional. El intendente del pueblo era en
ese entonces don José Antonio Guiraldes, hermano del escritor.

En los fundamentos del decreto se destacan “el deber de conservar y adoptar


los usos y costumbres de nuestros antepasados como guía de las presentes
generaciones y como ejemplo de las venideras”
“Un pueblo con más de dos centurias de existencia y con un acendrado amor a
lo nuestro, con costumbres típicamente “criollas” tiene obligación y derecho a
exponer sus obras a la consideración de sus connacionales”,
“Cree así esta Municipalidad que debe reunirse la lanza de las ultimas
indiadas, con la guitarra encintada de leyendas, los rudimentarios implementos
agrícolas, el poncho legendario, los aperos de los ya históricos criollos de este
Pago de Areco, y todos aquellos recuerdos dignos que se hallan en los templos
hogareños, pasados de padres a hijos como un preciado don de sus
antecesores gauchos, conjuntamente con lo que puede hacer y producir el
Areco de hoy”.

La muestra permaneció abierta entre el 6 y el 15 de diciembre del mencionado


año, publicándose un folleto, conteniendo la disposición municipal, así como
el catálogo de las piezas y la nómina de expositores.
Para la inauguración asistió el Ministro de Obras Publicas de la provincia,
ingeniero José María Bustillo, (oriundo también de Areco) que recorrió la
exposición con el intendente Guiraldes.
Al finalizar la visita, quedó la idea entre las autoridades que este
acontecimiento no debía perderse, sino que debía concretarse como una
realidad perdurable.
A su regreso José María Bustillo pensó en ello y es entonces que surge la idea
de la creación de un parque provincial, imaginándolo como una vieja estancia
que fuese homenaje permanente de las tradiciones camperas, instalando en su
interior un museo regional.
Tenía el nombre, y surgieron entonces los recuerdos y vivencias que lo
unieron a sus amigos Manuel, Ricardo y José Antonio Guiraldes, desde su
más tierna infancia en las estancias familiares, como en los años compartidos
del Colegio Nacional. Tres días más tarde de su visita Bustillo tenía esbozado
un anteproyecto de parque criollo.
Lo expuso ante el Gobernador de la Provincia, doctor Manuel Fresco, quien le
manifestó su aceptación.
El 9 de diciembre envía una nota al intendente Guiraldes, acompañando el
proyecto que elabora.
Le hace saber que será necesario adquirir el terreno apropiado para instalar el
parque. La respuesta de Guiraldes no se hace esperar, “tanto las autoridades
como el pueblo de San Antonio ven complacidos la iniciativa de S.E. y la

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celebran con regocijo. Hoy sale nota con croquis y detalles de los terrenos
según lo solicitado” Firmado el 12 de diciembre por el señor Intendente José
Antonio Guiraldes.
Se decidió que el lugar más indicado para la instalación del Parque era un
campo situado a las afueras del pueblo, después del puente viejo,
perteneciente a la sucesión de doña Margarita S. de Laplacette. Lindando con
el río Areco, frente al camino Ricardo Guiraldes, la fracción tenía una población
donde se encontraba “La Blanqueada”, aquella pulpería que el poeta Guiraldes
mencionara en su “Don Segundo Sombra”.
Fueron elevados todos los datos solicitados por el Ministerio de Obras Públicas
de la Provincia. La dirección de Geodesia y Catastro, en colaboración con la
intendencia realizó la mensura y el deslinde del parque, los herederos
Laplacette lo ofrecen a un muy buen precio.
La resolución de adquisición salió con fecha 19 de abril de 1937 y en sus
considerandos se expresó el propósito del Poder Ejecutivo Provincial de “rendir
un homenaje al autor de Don Segundo Sombra” al par que concretar con la
creación del citado parque criollo el recuerdo imperecedero del eximio literato
argentino, don Ricardo Guiraldes” Se adquirieron entonces 38 hectáreas. Una
vez comprado el campo el Poder Ejecutivo dictó el decreto fundador el 12 de
mayo de 1937, en el que se consignan “que es propósito del Poder Ejecutivo
fomentar y estimular la educación popular, la afición al turismo, el amor a las
bellezas naturales y los actos recordatorios que rememoran el honroso pasado
de nuestra evolución social. Que conforme a tales fines se ha iniciado la
creación de un parque criollo que ofrezca las características de un verdadero
casco de estancia antigua estilizado que, mediante su implantación
instalaciones, arboledas y demás pormenores, constituya una vívida
documentación de la época que rememora; que el Poder Ejecutivo ha resuelto
tributar un homenaje a la memoria del autor de Don Segundo Sombra,
concretando el recuerdo imperecedero del eximio literato argentino don Ricardo
Güiraldes, mediante la creación del Parque Criollo que llevara su nombre, en
virtud del lugar donde se erige…”
El decreto designó al Director del Museo Histórico de Lujan, don Enrique
Udaondo, al intendente Municipal de San Antonio de Areco, don José Antonio
Güiraldes, al director de Geodesia, ingeniero don José Luis Burgueño y al
ingeniero agrónomo don Juan R. de la Llosa, para que se constituyeran en un
precio razonable y la comisión presidida por el primero de los nombrados con
amplias facultades de asesoramiento.
El Parque Ricardo Guiraldes –se añadía- constituirá una evocación de la
tradición nacional, procurando reunir la flora típica pampeana, erigiendo las
construcciones características de las poblaciones porteñas en los tiempos de
su formación, creando el museo de enseres y objetos de uso corriente en
aquella época, en la vida de la campaña y organizando la biblioteca de obras
netamente criollas que compendien los hábitos, la historia y la leyenda de
nuestras costumbres gauchas”. Firman el decreto el Gobernador de la
Provincia, doctor Fresco y el Ministro de Obras Públicas, ingeniero Bustillo.
La Comisión desarrolló una tarea intensa, proyectando la organización del
parque, la construcción de la casa que habría de albergar al Museo. Se pensó
asimismo en la distribución de los fondos , en las colecciones y objetos que
habrían de exhibirse en el Museo.

  16  
El día en que se tomó la posesión del terreno, el intendente Guiraldes
pronunció unas palabras que habrían de marcar el destino del museo
“Este sencillo acto es trascendental para la historia de nuestro pueblo. San
Antonio de Areco se busca a sí mismo en la tradición. Quiera Dios que sepa
encontrarse y sepa guardarse”
El proyecto comprendía la restauración del edificio denominado “La
Blanqueada”, ocupado en el pasado por una pulpería, a la que se le daría el
mismo destino en el Museo, donde se expondrían figuras de cera y los artículos
que antes se expendían, la construcción de una población para casco de
estancia, con su clásico mirador y el amueblamiento de las habitaciones a la
“antigua” con auténticos objetos con su sala para el Museo gauchesco. El
proyecto se extendió a los ranchos que habrían de construirse con paredes de
“chorizo” y techos de paja: cocina, pieza para peones y un galpón para exhibir
viejos objetos camperos, una carreta “quinchada” con rueda y eje de madera y
una volanta.
En los alrededores de la casa, en vez de jardín, se plantarían especies típicas
de la flora de la Provincia, tales como ombúes, espinillos, saucos, algarrobos,
talas, sauces criollos, madreselvas, ñapindayes, y jazmines del país. Toda las
poblaciones estarían rodeadas por un foso de dos metros de profundidad y dos
de ancho, y la entrada a la quinta tendrá un puente levadizo resguardado por
estacones de ñandubay. Sobre el terraplén se colocarían dos cañoncitos y el
viejo cañón del fortín de Areco que se conservaba en el Museo Histórico de
Luján” .
El proyecto de la Comisión de Udaondo proponía recrear una evocación de las
estancias coloniales que describieron numerosos escritores rioplatenses, tales
como Hilario Ascasubi en su Santos Vega.
La casona reproduce una estancia del siglo XVIII, con techo de tejas coloniales,
un mirador y el siempre hospitalario corredor y remite a las estancias
construidas en tiempos de la colonia que constituían verdaderos fortines.
Udaondo toma algunas ideas de la casa de los Santa Coloma en Quilmes que
adopta en el proyecto, como las salientes laterales que tenían por objeto
dominar la vista de la entrada a la quinta para asegurar la protección de la
casa.
Estas propuestas "novedosas" y "modernas" en materia de museos habían sido
exaltadas por Udaondo unos meses antes, en el II Congreso Internacional de
Historia de América realizado en Buenos Aires en julio de 1937. El objetivo de
la reunión era prefigurar las políticas a seguir respecto a la legitimidad del
discurso historiográfico y la configuración de una determinada memoria de
Estado y para ello Udaondo disertó sobre el "Concepto moderno de los
museos", donde explicitaba cómo debía ser tomado como ejemplo el Museo de
Luján. Concretamente sobre la organización interna de los institutos, su
intervención destacaba que la finalidad era la "evocación" y para ello el
visitante tenía que experimentar la sensación de estar frente a escenas de la
más fiel expresión:

  17  
Dice Udaondo:
"han de presentarse en grupos bien coordinados, llenos de colorido, objetos
que reflejen el tipismo, las características raciales y los diversos pasajes de la
propia historia. Una presentación objetiva, pues, atrayente, didáctica y emotiva
de los hechos debe ser el 'desiderátum' del organizador de un museo. Cuánto
más estos parezcan edificios habitados, llenos de vida, más llamarán la atención
del público y mejor desempeñarán su misión (…) Orientados en la forma
indicada estos institutos se convertirán en verdaderas escuelas de enseñanza, y
su acción perdurará, al dejar impreso, de una manera honda en la retina del
visitante, niño o adulto, ilustrado o no, cuadros vivos de la historia"1

Habiéndose cumplido con los estudios y proyectos se llamó a licitación para las
obras del museo y restauración de la pulpería.
La realización de la obra fue adjudicada al constructor Ángel Arpesella, vecino
de San Antonio de Areco. El monto de las obras fue de 47.439,93 pesos
moneda nacional, según presupuesto aceptado en la licitación.
El 21 de marzo de 1938 se iniciaron las obras de edificación del museo y la
restauración de la pulpería.
Entre los detalles de construcción se puede destacar que el techo del edificio
fue construido con tejas coloniales sostenidas con palmeras de caranday y que
la techumbre de tejas de la galería se asentaron en barro y paja con cañas
tacuaras ligadas con “guasquillas” de cuero crudo.
Se aprovecharon puertas, ventanas y rejas auténticas. Los herrajes
artesanales, realizados sobre dibujos previamente diseñados y hasta los
ladrillos utilizados fueron hechos en moldes de mayor tamaño, especialmente
preparados
En agosto Udaondo le hace saber en un informe al ministro Bustillo que los
trabajos están muy adelantados.
Junto al edificio de “La Blanqueada” restaurado, se construye una dependencia
para exhibir una “tahona” de 1848 procedente de la Guardia de Luján
(Mercedes) donada por la comisión organizadora de la “Primera Exposición del
Trigo al Pan” que se realizó en Palermo en 1937.

  18  
En el interior de la pulpería se recrearían escenas típicas con réplicas de cera
de pulpero y parroquianos, vestidos a la usanza de la época, con botas de
potro y chiripá.
"La musealización de una casa permite profundizar en escenas cotidianas o
dramáticas que favorecen la participación de actores locales durante la visita
guiada o en la recreación de aspectos puntuales de los contenidos." 4
Se conservaron el palomar y el pozo del patio criollo.

Se renovaron las plantaciones con cientos de árboles de flora indígena. De las


estancias del pago de Areco se trajeron estacas de los típicos sauces.
                                                                                                           
4
 Antoni Laporte, Casas Museo, museología y gestión
 

  19  
Se armaron los corrales que envío Udaondo de su campo, corrales de palo a
pique de ñandubay con su maroma, palmas, manga y transcorral y se
levantaron un mangrullo (atalaya desde donde se vigilaba los ataques
indígenas).
Entre el foso, frente al museo, se colocaron los cañones de avancarga cedidos
por el Museo de Lujan, uno de los cuales pertenecía al pueblo de Areco.
Se mejoraron los caminos de tierra que conducían al museo desde la ruta nº 8
y desde el puente viejo hasta la tranquera del parque.
El corral se pobló con donaciones de ganado vacuno, equino y lanar de estirpe
criollo.
Para la hacienda vacuna y equina, se adoptó la marca de la guadaña (modelo
que se registró en el cabildo de Buenos Aires en 1589) y se constituyó desde
entonces emblema del Museo. Para la lanar, dos zarcillos en cada oreja
(proveniente de la campaña de 1644).5

Conformación del Patrimonio del Museo


Las salas del Museo recibieron el patrimonio que habría de colmarlas.
Adelina del Carril de Guiraldes donó prendas de plata, objetos personales y
muebles del escritor para la sala “Ricardo Guiraldes”.
El padre del escritor, don Manuel, envió de su estancia “La Porteña” una
maravillosa colección de cuadros pintados por el pintor uruguayo Pedro Figari6
Este artista fue gran amigo de don Manuel Güiraldes, quien estimuló siempre la
obra pictórica del creador , Figari pintó numerosos cuadros en La Porteña.
Ricardo Güiraldes también había sido admirador y había aplaudido la obra de
Figari en una nota crítica.
El museo de Luján transfirió objetos pertenecientes al escritor: muebles,
prendas de vestir, armas y otros elementos que pueden evocar usos y
costumbres del gaucho y su época.
Esos objetos se destinarían a la “Sala del Gaucho” en la que se exhibiría la
cabeza de don Segundo Sombra pintada por Soto (perteneciente a su
colección particular y que fue donada por el doctor Noble, ministro de
Gobierno), así como un óleo de Eduardo Sivori y otro de Alberto Güiraldes. En
esta misma sala, figurarían algunas fotografías de la colección original de la
revista “Nativa”, así como unos recortes incaicos y aves camperas donados por
don Manuel Güiraldes.

La otra sala del museo sería la “pieza del estanciero” o del patrón de estancias
con mobiliario sencillo según la usanza de fines del S XVIII. A continuación de
esta sala se dispondría la biblioteca, donde figurarían los poetas de la
tradición, tales como Hernández, Ascasubi, Gutiérrez, etc.
                                                                                                           
5
 LECOT,  Alberto  Gregorio.  Parque  Criollo  y  Museo  Gauchesco  “Ricardo  Güiraldes”  de  
San  Antonio  de  Areco.  La  Plata,  1972  
6
 “de  Oliveira  Cézar,  Lucrecia.  Los  Guerrico  Instituto  Bonaerense  de  Numismática  y  
Antigüedades.  1988  
Manuel  José  Güiraldes  conoció  la    obra  de  Figari  en  1921  en  la  famosa  Galería  Müller.  

  20  
Don Manuel Güiraldes fue el encargado de distribuir y catalogar los objetos que
enriquecerían las salas del museo, tratando de plasmar en ellas “el alma del
cristiano, del patriota y del artista que fue Ricardo” (carta del 11 de enero de
1939 de don Manuel a Udaondo/archivo Udaondo).
La inauguración del Museo se programó para el 16 de octubre de 1938.
Hubo una Misa de Campaña con asistencia de las autoridades locales,
asociaciones, visitantes y vecinos. Posteriormente una recepción al señor
Gobernador y a su comitiva. Una bendición, discursos y desfile de jinetes
gauchos, corrida de sortijas, bailes y canciones típicas.
Una investigación realizada por Matías E. Casas detalla la conformación del
patrimonio del Museo7
                                                                                                           
7
 El patrimonio del museo al momento de su fundación se fue conformando con el aporte
de numerosas personas, identificadas todas en mayor o menor medida con la figura de
Ricardo Güiraldes. Viejos amigos y familiares del escritor, que habían dedicado buena
parte de su tiempo a coleccionar distintos objetos, obras y mobiliarios presentaron sus
aportes para la inauguración. Numerosos vecinos del pueblo que, como se mencionó
anteriormente se hallaban explícitamente comprometidos con la tarea, realizaron
donaciones de distintos elementos campestres que servirían para dotar al parque criollo
de un escenario original. Esta participación de los lugareños presentaba un antecedente
concreto en la exposición tradicional de 1936. Por mencionar solo algunos ejemplos, Don
Gregorio de Dios, “uno de los mejores pialadores del pago”, ofrecía su lazo trenzado de
seis tientos que causaba admiración. La señora Elcira Ramírez de Casco aportó un cañón
de su estancia que pertenecía a la época de los fortines. La Iglesia Parroquial también se
había adherido a la muestra exponiendo objetos de culto y casullas.7 Esa tendencia de la
sociedad arequense a la participación activa se incrementó en los instantes previos a la
apertura del museo.
Para establecer la procedencia de los elementos donados es preciso distinguir
entre familiares, amigos y vecinos del pago. Estos últimos estuvieron representados en
las figuras de Don Saturnino J. Unzué y Don Elías Romero quienes proveyeron al parque
de una hacienda vacuna, yegüerizos y lanares de pura cepa criolla. Los familiares de
Victorino Nogueira y Aníbal Saunders ofrecieron aperos de ensillar y prendas artesanales.
Las correcciones de Ricardo Güiraldes sobre el borrador de Don Segundo Sombra
fueron donadas por el hijo de Francisco Colombo quien había sido su impresor original. El
taxidermista Crisólogo Lucero, famoso en el lugar por sus numerosos rescates en el río,
aportó parte de su colección.7 Para citar un último ejemplo de la colaboración del pueblo,
Doña Petrona Casco de LLamosas entregó una imagen de San Antonio de Areco que
había pertenecido a su fundador, José Ruiz Arellano.7
En referencia a los aportes realizados por amigos y conocidos de Ricardo
Güiraldes, se debe puntualizar en su relación con Alfredo González Garaño. Este artista y
pintor, quien participaba asiduamente de tertulias culturales e intercambiaba reflexiones
con Pedro Figari y José Ortega y Gasset, compartió en Paris los últimos instantes de la
vida de Ricardo. Juntos habían dado origen a Caaporá, un ballet inspirado en la leyenda
guaraní Urutaú. Atendiendo al estrecho vínculo que habían gestado y creyendo serle fiel a
la voluntad del pintor fallecido años atrás, su esposa María Teresa Ayerza donó al
momento de la inauguración los bocetos originales con los dibujos proyectados de la
obra, libros que el escritor les había dedicado, documentos relacionados a su vida y una

  21  
La participación de la familia con respecto a la donación de colecciones y
elementos característicos fue la más importante. La exploración genealógica
sobre los antepasados de Ricardo Güiraldes da cuenta de una marcada
presencia de coleccionistas destacados. Manuel José Guerrico, bisabuelo del
escritor, había sido confidente y hombre de confianza de José de San Martín.
Sus prolongadas estadías en Europa le permitieron recolectar una amplia
variedad de cuadros, esculturas, monedas y medallas que luego fueron traídas
al país.8 Su nieto Manuel José Güiraldes, padre de Ricardo, realizó una
actividad similar del otro lado del Océano Atlántico. Numerosos cuadros y
objetos eran acumulados según su gusto y el de su esposa Dolores Goñi. En
Buenos Aires, durante 1921 conoció las obras del pintor uruguayo Pedro Figari,
quien estaba realizando su primera exposición en la galería Müller. Ese
encuentro marcó el comienzo de una relación de amistad y admiración que se
prolongaría en el tiempo. Su afán coleccionista se dirigió casi exclusivamente a
las pinturas de Figari. Piquillo, como era conocido, vendió parte de su colección
europea para comprar obras del artista uruguayo, muchas de las cuales fueron
luego donadas al museo. Se encuentra en Manuel Güiraldes la figura más
comprometida con la organización y conformación del homenaje a su hijo.
Presente hasta en los mínimos detalles, decidió trasladar varios objetos de su
estancia “La Porteña” para que fueran expuestos. Focalizado en contribuir a la
continua memoria de Ricardo, concretó en variadas donaciones su
colaboración continua. Por mencionar algunas destacadas: las ilustraciones de
Don Segundo Sombra, realizadas por su sobrino Alberto Güiraldes; un poncho
pampa que perteneció a Manuel Vicente Maza; y una cabeza de bronce de
Ricardo Güiraldes realizada por el escultor Agustín Riganelli.9 Enumerar el
mobiliario, los cuadros de Figari y la cantidad de objetos aportados excede la
mera intención de graficar, como se ha expuesto, la participación protagónica
desarrollada por familiares, amigos y vecinos del escritor en la conformación de
un espacio que se presentaba de manera exclusiva a su memoria pero que
conllevaba una motivación más profunda ligada a la recuperación simbólica de
las tradiciones rurales. 10

Entre los objetos que se destacan, el recado del general Luis María Campos;
las marcas de ganado que se remontan a la época de Juan de Garay, la cama

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           
colección de platería criolla y colonial junto a toda la biblioteca perteneciente a su marido.
Para graficar aún más el nivel de adhesión que despertó la gesta del museo entre su
círculo cultural se considera oportuno referir a las donaciones de Walter Owen, quien
ofreció los manuscritos de su traducción al inglés del Martín Fierro, Valery Larbaud
contribuyó con unas espuelas que el escritor argentino le había regalado y el compositor
Felipe Boero envió el texto original, partitura musical y manuscrito de su ópera El
Matrero.7
 
8
 De  Oliveira  Cézar  (1988),  25-­‐48.  
9
 Ibidem,  81-­‐97.  
10
 Ibidem  

  22  
que perteneciera a Juan Manuel de Rosas, facones, dagas, cuchillos, la
colección de mates, etc. 11
                                                                                                           
11
 Puesta la Institución bajo el nombre Don Ricardo Güiraldes, exhibe las primeras
ediciones de su obra literaria, así como objetos vinculados a su persona como ser: dos
ponchos que le pertenecieron; el calco de su mano, sacado pocos minutos después de
su muerte por el escultor Gonzalo Leguizamón Condal; un sillón tapizado de verde y una
sillita de esterilla que eran sus preferencias; el cencerro de la tropilla del poeta, con sus
sogas,
Son varios los objetos que se destacan en el museo, entre ellos, vale la pena observar los
siguientes recados:

- El "Lomillo Porteño", recado anterior al uso de los bastos, que data de 1830. Tiene
arzones de plata y un alma de madera que lo hace muy frágil. Perteneció a un gaucho de
Luján, Don Francisco Gutiérrez a quien también pertenecían otros implementos y adornos
clásicos de "los gauchos que se preciaban" exhibidos en el museo.

- Un recado posterior que perteneció a don Victorio Nogueira, en el cual aparecen los
bastos con cabezada de plata y oro.

- El recado porteño del General Luis María Campos, con sobrepuesto de carpincho y
estribos "medio brasero" de plata con iniciales de oro.

También se destacan las valiosas prendas de plata o trenzadas en cuero, de los


personajes mencionados y que eran "indispensables" para lucir en las fiestas
tradicionales" o en las "domingueadas".

2. Marcas de ganado.

Autor: Iván Grondona

Las marcas de ganado que, desde Juan de Garay en adelante, se hicieron


indispensables para reconocer a un animal y demostrar su propiedad, constituyen uno de
los acervos del museo.

Entre ellas se encuentra la de Roque Sáenz Peña, la S gorda de Cornelio Saavedra, la V


de Vicente Casares, la espadita del General Roca, la de Dorrego, que es el corazón, y la
de Juan Bautista Peña.

  23  
Las marcas de ganado que, desde Juan de Garay en adelante, se hicieron
indispensables para reconocer a un animal y demostrar su propiedad, constituyen uno de
los acervos del museo.
Es importante destacar la riquísima pinacoteca de Güiraldes, con obras de Mauricio
Rugendas, Alfredo Carman, pasando por Figari y Eduardo Sivori, dos posibles Prilidiano
Pueyrredón y Vanni; y los dibujos y pinturas de Alberto Güiraldes.

Los afiches en francés de la exposición de Acuarelas de Alberto Güiraldes en la Galería


“Charles August Girard” y un óleo de Anglada Camarasa que fuera de su pertenencia
dejan ver algo más de este otro artista de la familia Güiraldes.

Son parte del Parque Criollo también la ermita, y la Pulpería la Blanqueada que, además
de ser un ejemplo de las pulperías del siglo XIX, sigue siendo hoy un lugar de encuentro
donde en ocasiones se puede disfrutar de fogones con música y bailarines. En esta
pulpería conoce el narrador a Don Segundo Sombra en la novela de Ricardo Güiraldes.

1
Grondona Olmi, Verónica
Fuentes utilizadas:
- "El País que no Miramos", serie de documentales para televisión producidos por Iván Grondona.
Archivo General de la Nación.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           

  24  
Listado de Directores del Museo

Enrique Udaondo, (1937- 1943)

Marcos Estrada, (1943-1945)

Herbert Smith, (21 de junio de1951 hasta 1954)

Alberto Gregorio Lecot, (23 de febrero de 1954 hasta el 30 de mayo de1973)

Cesar Núñez, (mayo de 1973- hasta el 29 de enero de1974)

Miguel Ángel Gasparini (a cargo de la dirección desde el 28 de junio de1975-


hasta el 3 de septiembre de1976)

Estanislao Smith Estrada, (desde el 4 de septiembre de 1976- hasta el 26 de


diciembre de 1979)

José Fontanarrosa (1979 – 1980 en el período de transición en el que Museo


fue transferido de la Provincia a la Municipalidad de San Antonio de Areco)

María Esther Ratto, (abril de 1980-septiembre 1981)

Blanca Lomonaco de Althaparro, (septiembre 1981- hasta el 7 de diciembre


de1984)

Elba Iriarte, (desde el 25 de agosto de 1985 hasta el 30 de diciembre 1986)

Mirtha Vandoni de Medina, ( Desde enero de 1987 hasta septiembre 1988)

Martha Smith de Basabilbaso (1988-1990 y desde diciembre 1991- hasta


diciembre de1995)

Manuel Güiraldes (desde diciembre de 1995 a diciembre de 1999),

Cecilia Mercedes Smyth (desde diciembre de 1999- hasta diciembre de 2011),

Andrea Vigil (10 de diciembre de 2011 a la fecha)

  25  
Capítulo III.
- Inundación

Como consecuencia de las intensas lluvias caídas (250 milímetros) entre el


viernes 25 y la madrugada del día 26 de diciembre de 2009, se produce el
desborde del Rio San Antonio de Areco, anegando el casco urbano y los
campos aledaños.
Gran parte del pueblo de San Antonio de Areco quedó bajo las aguas.
Cecilia Smyth, Directora del Museo, sabía que estaban puestas las
compuertas, pero igual no se quedó tranquila.
Quiso pasar el puente del medio pero no pudo. Entonces, acompañada de su
esposo entró por el camino de la ruta 8, que se veía desbordada de agua
también. Finalmente accedieron al Museo. Ya comenzaban a flotar los objetos.
“Afortunadamente, algunos pudimos ingresar en el Museo antes de que el agua
llegara a su altura máxima (1,20 m), lo que permitió poner a salvo gran parte
del patrimonio, así se logró poner a resguardo manuscritos y primeras
ediciones de Güiraldes, la colección de sogas, platería, textiles, parte de su
pinacoteca, pero mucha obra se vio comprometida por el avance del agua al
carecer la institución de una reserva-depósito”
Fue imposible poner a salvo todo el patrimonio. Quienes estuvimos en esa
labor de salvaguarda debimos, en ese momento crítico, dejar el Museo ya que
las horas pasaban y el agua seguía subiendo; nos vinieron a buscar en lancha.
La línea de alambrados que rodea el predio no se veía ya que estaba cubierta
de agua: todo era un gran mar de agua marrón.
Regresamos a la mañana siguiente. El panorama era devastador y aún había
mucho agua en el edificio.
Debimos empezar a trabajar de inmediato. Lo primero fue la obra de papel, la
que más urgía. Era tanto el acervo comprometido que nuestras manos no
daban abasto; afortunadamente los amigos del patrimonio se acercaron y con
su saber nos orientaron…”12

Luego que bajaron las aguas, la huella de la humedad quedó marcada a 1,20
m. Seguía brotando agua desde el suelo, lo que dificultaba toda la organización
del trabajo de recuperación.
Cientos de libros mojados. Hubo que secar hoja por hoja, interfoliando papel
secante. Las mesas de trabajo estaban saturadas de objetos, había que
vaciarlas cada tanto y repasarlas con hipoclorito de sodio para sacar el moho
que volvía una y otra vez.

                                                                                                           
12
 SMYTH,  Cecilia.  Palabras  preliminares    –  Estudio  crítico  a  cargo  de  María  Elena  
Babino  -­‐  Ricardo  Güiraldes  y  Alfredo  González  Garaño  –  Caaporá.  Un  ballet  indígena  en  
la  modernidad  –  Ediciones  Van  Riel  –  Noviembre  de  2010  

  26  
Se solicitó asesoramiento y ayuda. Debía conformarse un trabajo en equipo,
con supervisión. Había muchas manos y una gran determinación en la
recuperación del patrimonio.

.- El trabajo de recuperación de las colecciones

a) Trabajo realizado en el Museo por el personal.


Cuando las aguas comenzaron a bajar, el personal del Museo pudo acceder al
mismo. El panorama era desolador. Muebles dados vuelta, arrastrados por la
fuerza de la corriente, sobre un suelo aún con algunos centímetros de agua y
barro. Determinar por dónde comenzar fue sumamente complejo. Establecer
las prioridades, conseguir los materiales.
Ante el pedido desgarrador de Cecilia Smyth hubo muchos profesionales que
ofrecieron su ayuda.
Al día siguiente de la inundación, se pudo acceder al museo sólo mediante
lanchas, se procedió al traslado de una parte del valioso patrimonio al Museo
Las Lilas que se ofreció a albergarlo en sus instalaciones.
Manuel Cesio, restaurador del Museo Histórico Sarmiento, especialista en
mobiliario fue uno de los primeros en presentarse a ofrecer su ayuda y a
capacitar a una parte del personal.
Limpiar y nutrir las maderas fueron las primeras lecciones que recibieron.
Luego comenzarían a adquirir cada vez mayor destreza manual y las
intervenciones que se realizarían, siempre bajo la supervisión de Cesio, se
volverían más complejas.
Susana Cagliolo, José Pérez Botta y yo llegamos el 4 de enero. En ese
momento íbamos como restauradores particulares, si bien al llegar a Areco
recibimos el llamado de Patrimonio Cultural (área dependiente del Ministerio de
Economía, donde trabajaba) para decirnos que el Ministerio nos avalaba. Nos
presentamos con mucho respeto por la labor que estaban llevando a cabo.
Hicimos una breve evaluación y determinamos que toda la obra en papel
enmarcada debía ser desenmarcada ya que los vidrios presentaban signos de
condensación, lo que derivaría en un inmediato ataque biológico.
Susana juntamente con José se dedicaron a evaluar la parte libraria y yo
determiné cuáles eran las obras con mayores riesgos de contaminación.
Al personal se les fue indicando y enseñando algunas técnicas que fueron
puestas en práctica inmediatamente. Cada uno se acercó al material con el que
tenía más afinidad.
Ya se había limpiado y acondicionado el edificio gracias a la ayuda de vecinos,
familiares y amigos, instituciones locales y la Asociación de Amigos.
Prácticamente la totalidad de los libros se habían mojado. Ya habían
comenzado la tarea de separar hoja por hoja e interfoliarlas con papel
absorbente.
Se habían tendido cuerdas para colgar mapas, fascículos, libros, fotografías,
etc.
Aún permanecían obras colgadas en las paredes, pues no había lugar
donde apoyar los objetos y era más seguro que permanecieran en su
lugar originario.

  27  
Obras con vidrios rotos por la fuerza de la corriente, marcos quebrados o
fracturados, óleos sobre madera alabeada por la dilatación y contracción, en
resumen una sumatoria de problemáticas en la que había que establecer un
orden de prioridad.
Al retirar el marco, se registraban a que número de inventario pertenecía cada
obra para volverlos a armar una vez que hubieran sido intervenidos.
Se trabajaba con un viejo listado que se había salvado de la inundación ya que
se encontraba guardado en la Municipalidad, pues los que el Museo poseía,
en dos soportes (CD y pen drive) habían sufrido daños por la catástrofe al
igual que las dos computadoras y era imposible saber si podrían llegar a
recuperarse.
Se trabajó para determinar las prioridades, estipular cuáles se hallaban en
estado de riesgo grave.
En Areco no había ningún lugar para intervenir las obras, ya que el pueblo
también había estado bajo las aguas.
Por tanto se decidió que sería el taller de restauración del Mecón en el que se
realizaría la tarea.
Durante esa misma semana volvimos dos veces más, el miércoles 6 a
determinar el estado de conservación y disponer el embalaje de las obras que
íbamos a trasladar, armar los listados, embalar y dividir en dos grupos de
acuerdo al riesgo que presentaban y el viernes 8 se procedió al traslado a
Buenos Aires.
Se contó con la ayuda de Casa de Moneda, quien se ocupó del traslado
proporcionando los vehículos y el personal. En la Institución mencionada se
recibieron y controlaron las obras, corroborando una vez más los listados.
La mitad, que era la que se encontraba en mayor riesgo, fue la que se trasladó
al taller de restauración del Mecón junto con los marcos correspondientes y la
otra mitad quedó en guarda de Casa de Moneda

b) Trabajo realizado en el taller de Patrimonio Cultural – Mecon


(Ministerio de Economía de la Nación)
Una vez que fuera trasladada la mitad de la obra al Mecon (recordemos que la
otra mitad quedó en guarda en Casa de Moneda), nos dedicamos a
desenvolver todos los objetos, documentamos fotográficamente cada una de
las obras e hicimos un detalle de los deterioros observados.
Procedimos a armar una ficha sencilla, en donde se consignaran los datos
relevantes de los objetos, el estado de conservación y la propuesta de
tratamiento.
Hecho esto, discutimos en equipo los pasos a seguir, evaluamos cuáles eran
los materiales que íbamos a necesitar, los costos estimativos y nos abocamos
a la tarea.
La Asociación de Amigos del Museo Güiraldes colaboró con una suma de
dinero (que hicimos rendir), compramos los materiales necesarios y
comenzamos con el trabajo de intervención.
Utilizamos el criterio de intervención que se implementa para el tratamiento de
colecciones. Todas las obras de características similares, recibían idéntico
tratamiento.
Se realizaron pruebas de solubilidad de tintas y se decidió el lavado de las
obras, ya que algunas presentaban una dificultosa lectura.

  28  
Otras fueron tratadas puntualmente (como un dibujo acuarelado de un caballo
firmado por Mauricio Rugendas) pues la tinta no era estable. Así se fue
planificando un trabajo seriado en las obras que presentaban características
similares. Los óleos sobre cartón fueron intervenidos como pintura de caballete,
teniendo en cuenta el soporte.
Una vez que el total de las obras estuvo restaurada, y los marcos
acondicionados, se procedió al enmarcado museológico. Se utilizaron
materiales comprobadamente libres de ácido y de calidad museológica. Se
adaptó un modelo de enmarcado al presupuesto con el que se contaba y una
vez terminada la tarea, se volvió a documentar fotográficamente.
Se volcaron todos los datos y procedimientos en las fichas técnicas y en una
planilla general. Luego de eso, se envolvieron en pluriball y se llevaron a Casa
de Moneda, entregando esta tanda de objetos, regresamos con el resto de los
que habían quedado en guarda.
Con el siguiente contingente se procedió de la misma manera.
En tanto nos encontrábamos abocados a la tarea de intervención, se nos
ocurrió, que no podíamos quedarnos solamente con este trabajo de
intervención.
Habiendo visto el compromiso del personal del Güiraldes, nos sentimos en la
obligación de transmitir una parte de nuestros conocimientos, para que fueran
ellos mismos los que siguieran con la tarea en toda la obra que quedaba en el
museo para acondicionar. Presentamos la propuesta al Coordinador del área,
quien lo planteó a las autoridades del Ministerio, obteniendo el visto bueno de
las mismas y fue entonces que surgieron las Jornadas de Capacitación para
personal de museos

c) Jornadas de Conservación Preventiva


Se convocaron a especialistas en distintas áreas de la conservación (de
acuerdo a las características de los soportes del patrimonio del Güiraldes)
quienes en distintos encuentros, brindaron nociones básicas de conservación y
explicaron las causas de deterioro específicas de los soportes.
Simultáneamente con el inicio de las Jornadas, se firmó un convenio de
asistencia técnica entre el Ministerio de Economía, Casa de Moneda y la
intendencia de San Antonio de Areco.
Los temas tratados en estas Jornadas, abiertas a la comunidad, fueron en la
primera: conservación preventiva general, agentes de deterioro, biodeterioro,
biología de los hongos e insectos, sus características, condiciones de
desarrollo e interacción con los distintos sustratos.
Siguieron jornadas en donde se trataron las problemáticas de los siguientes
materiales: madera, textiles, papel y libros y la penúltima jornada se trabajó con
las problemáticas a tener en cuenta para el armado e implementación de un
plan de emergencias.
Las Jornadas se desarrollaban sábado por medio en el Museo Güiraldes entre
las 10 las 17 hs.
Hay que destacar que para ese entonces ya estaba en marcha la
construcción del anexo que hoy es la reserva técnica.
La jornada destinada al Plan de Evacuación y Emergencias fue exclusivo para
el personal del Museo, ya que consideramos que el tratamiento del patrimonio
del mismo, era un tema delicado para ser tratado con público.

  29  
Con los parámetros que expusieron los conservadores, el personal del museo
tuvo la tarea de elaborar e implementar las tácticas para la evacuación de los
objetos. Solamente ellos conocían la importancia de cada uno de los bienes. La
última jornada expusieron ellos mismos las estrategias y cómo se concretaría el
orden de evacuación.13

d) Capacitación del personal brindada por los restauradores


Un grupo conformado por la directora y tres empleadas del Museo (Valeria
Urruchúa, Cecilia Morales y Bibiana Bovetti) realizaron un curso de formación
básico en conservación de libros, solventado por la Intendencia arequera.
Viajaron una vez por semana, durante cuatro meses a Buenos Aires, a ser
capacitadas por Susana Cagliolo.
Otro grupo (Leandro Molinero y Marcela Cicarelli) se capacitaron con Manuel
Cesio en la recuperación de muebles. Cesio fue enviado “en comisión” por
Secretaría de Cultura de Nación, para entrenar a la gente del Güiraldes, con
resultados excelentes.
Otro grupo (Alejandra Lofredo y Miguel Pereyra) se encargaron de la
recuperación de todos los carruajes, siguiendo las indicaciones de los
hermanos Jorge y Ricardo Kenny, restauradores especializados en carruajes
tanto en Argentina como en Chile.
Para la recuperación de obra de arte en soporte papel, capacité personalmente
a un grupo con Cecilia Smyth a la cabeza, se realizaron técnicas de
desbastado, enmarcado museológico, se diseñaron distintos tipos de guarda y
se efectuó la limpieza y acondicionamiento de todas las obras de Figari que
pertenecen al Museo en la sede de la institución.
Este trabajo fue llevado a cabo a lo largo de todo el año 2011.
El personal diseñó, cosió y armó las fundas de liencillo y/o friselina para la
guarda de los objetos de platería, mates de porcelana, cada uno tuvo su bolsa,
con número de inventario.
Cuando la reserva estuvo lista, pintada y armada con el mobiliario que se había
encargado especialmente, comenzaron la tarea de almacenamiento de los
objetos.
Los libros que tuvieron una intervención restaurativa, fueron colocados en cajas
de corrugado de polipropileno en las estanterías.
El día en que se colgó en los racks el primer cuadro acondicionado, con su
funda, y número de inventario fue sumamente reparador, por lo simbólico que
representaba para todos nosotros haber tomado parte de la intervención y
recuperación del Patrimonio.

                                                                                                           
13
 Ver  en  Anexo  Ponencia  presentada  en  el  I  Congreso  Interamericano  de  Patrimonio  
Cultural  .  San  José  de  Costa  Rica  -­‐  2009  

  30  
8.- Ponencia
Mientras realizábamos el trabajo de recuperación de los objetos de papel que
tomamos a nuestro cargo y simultáneamente preparábamos y realizábamos las
Jornadas de capacitación, consideramos interesante presentar el trabajo que
estábamos llevando a cabo en el Primer Congreso Iberoamericano de
Patrimonio Cultural, en San José de Costa Rica en diciembre de 2010.
La idea que nos impulsaba era hacer conocer el trabajo de rescate de las
colecciones, la forma en que se había interesado el personal del museo (sin
formación académica, pero con mucho respeto y dedicación a su patrimonio) y
la iniciación que habíamos propiciado en el conocimiento de la conservación de
los distintos materiales que constituían las colecciones que allí se albergaban.
(Ver anexo Ponencia al Primer Congreso Iberoamericano de Patrimonio
Cultural. Pág.37)

9. Construcción de la reserva técnica/taller de restauración


Gracias a diferentes fondos de financiación, una cantidad de dinero concedido
por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, así como el generoso aporte
de anónimos amigos del Museo, y a un subsidio que concedió el gobierno de
Holanda (Fundación Príncipe Clauss) se concretó el proyecto de la reserva
técnica.
La Dirección de Monumentos de la Provincia de Buenos Aires determinó que la
misma debía hacerse continua a las salas del Museo, debiendo tener las
mismas características edilicias, paredes, techo de tejas coloniales, aberturas
similares con rejas de características idénticas a las existentes en el resto del
museo. Esto encareció mucho la construcción de la reserva y se dilataron los
plazos de entrega
La arquitecta arequera Gabriela Viñales diseñó el proyecto, donando sus
honorarios profesionales
Por lo tanto, la reserva que se construyó, cuenta con 200m2, con un entrepiso
metálico con compuerta para elevar (en caso de catástrofe) los muebles y todo
el patrimonio que se encuentre expuesto en el momento del siniestro. Al
momento faltaría comprar el montacargas.
En el entrepiso se colocaron dos planeras metálicas pintadas con pintura
epoxídica, con 6 cajones cada una , 10 racks para guardar colgadas todas las
obras enmarcadas (se les confeccionó a cada una fundas de friselina para su
protección en el almacenamiento, cada una posee nro. de inventario en
cartulina cosido a la misma. Las cuatro estanterías que albergan los libros del
museo, se mandaron a confeccionar especialmente, siendo más anchas que
las estándares, teniendo en cuenta la posibilidad de guarda, pudiéndose
acceder a los mismos, por el frente y por detrás. Los más importantes, los
intervenidos, tienen guarda de caja de corrugado de polipropileno.
El material de platería, como la colección de mates de cerámica, poseen
también su bolsa de liencillo rotulada según número de inventario.

  31  
Debajo del entrepiso hay un área importante en la que se encuentra el taller de
restauración con un área húmeda separada (ver fotos anexo) que en estas
instancias se encuentra sin ser utilizada.

10. Proyecto fallido de recuperación de la Fundación YPF

Según nos relató Cecilia Smyth (ver transcripción de su entrevista, pág. 49,
anexo), fue directamente el vicepresidente de la Fundación YPF, Sebastián
Eskenazi quien se apersonó al Museo, y en esa visita se interiorizó de las
problemáticas que presentaba, especialmente el edificio.
A partir de ahí, surgiría la idea de acompañar al Güiraldes en su proceso de
recuperación. Se ideó un “Master Plan” que en ese momento incluía
fundamentalmente un tratamiento de los cimientos del edificio para solucionar
el problema de la humedad ascendente (cuestión sumamente grave que
provoca dificultad para mantener un nivel óptimo de humedad relativa y que
afecta a las colecciones). El proyecto contemplaba la implementación de un
sistema de temperatura/humedad constante, tendido eléctrico a nuevo en todo
el Museo, nueva iluminación para las salas, la adecuación de las vitrinas
existentes y otras de calidad museológica. Complementando, la propuesta de
un nuevo guión que contemplaría la vida y obra de Güiraldes, la puesta en
valor de la fabulosa pinacoteca, la integración del museo con la pulpería La
Blanqueada, haciendo de ésta un espacio interactivo, la puesta en valor del
palomar, el acondicionamiento de los baños de acceso al público y un salón de
venta de “recuerdos” del museo
El guión museológico había sido encargado por la misma Fundación a Gabriel
Miremont (Museo Evita; Museo de Alta Montaña)
Hubo mucha injerencia por parte de los descendientes de la familia Güiraldes,
quienes plantearon ante la justicia bonaerense un recurso de no innovar.
El proyecto quedó en suspenso, simultáneamente coincidió la finalización el
período de la Intendente María Estela Lennon y con el cambio de autoridades,
también cesaron las funciones de Cecilia Smyth como directora.
La Fundación YPF se retiró ante los problemas planteados y el Museo quedó
en ese momento sin alternativas

Tras la inundación ocurrida en diciembre de 2009 cuando el río Areco desbordó y gran
parte de la ciudad se vio afectada. Entre ellas, el

  32  
área en la que se encuentra el Parque Criollo y el Museo Gauchesco “Ricardo Güiraldes”
que se ubican a pocos metros del río. El agua alcanzó 1.50 m de altura provocando el
deterioro y pérdida
de parte del patrimonio albergado. Vecinos, colaboradores y representantes de distintas
instituciones asociadas a la preservación del patrimonio se acercaron para intentar
restaurar y rescatar todo lo posible. El Parque recibió ayuda técnica de restauradores y
subsidios del gobierno local, provincial y otras instituciones extranjeras. Gracias al trabajo
en conjunto, consiguieron rescatar la mayoría de las piezas, muebles y otros elementos
exhibidos en el Museo.
Ante los trabajos que aún faltaban concretar, la dirección del Parque decidió aprovechar
esta situación para actualizar y mejorar, con nuevas tecnologías y técnicas, las salas del
Museo. Entre las acciones más importantes se encontraban la de crear un depósito con
las características
adecuadas para guardar las piezas que no se encuentran en exhibición y procurar su
conservación.
Los directivos del Parque y un miembro de la familia Güiraldes19 hicieron contacto y
consiguieron realizar un convenio con la Fundación YPF, que otorgaría una suma
importante de dinero para mejorar las condiciones museísticas: construir el depósito,
mejorar las salas de exposición con nueva iluminación, entre otras cosas. El Convenio
sería firmado el 10 de noviembre en el marco de la Fiesta de la Tradición de 2011, con
festejos especiales para esa ocasión.

Sin embargo, un grupo de vecinos que estaban en desacuerdo presentaron un recurso


de amparo a los tribunales de Mercedes para cancelar el Convenio. El sector que se
manifestaba en contra del Convenio y modificaciones argumentaba que este contrato le
permitía a la Fundación apropiarse
de ciertos materiales y piezas que se encontraban en el Parque y Museo y que apelaban
que San Antonio de Areco no es “Gaucholandia”.Esta movilización y las sucesivas
acciones de los vecinos produjeron que el Convenio se cancelara y que el Parque y
Museo no pase por reformas que podrían haber mejorado las instalaciones y renovar la
tecnología en las salas de exhibición.
Aunque si se consiguió construir un depósito adecuado para el resguardo de las piezas.
14

Es necesario aclarar que la construcción de la reserva técnica/depósito fue


realizada previamente a la propuesta de la Fundación YPF, según consta en la
página 31.
 

                                                                                                           
14
 “Gaucholandia”,  cuando  el  patrimonio  entra  en  disputa  en  San  Antonio  de  Areco  
Cecilia  Pérez  Winter.  Instituto  de  Geografía  “Romualdo  Ardissone”  e  Instituto  de  
Antropología  Social  (UBA/FFyL-­‐CONICET).  cecipw@gmail.com    
 

  33  
11. Nueva etapa con el cambio de autoridades. Reinauguración del
Güiraldes

Tanto el nuevo intendente, doctor Francisco Durañona como la nueva directora


del Museo, Sra. Andrea Vigil consideraron un proyecto diferente y se contrató
al museólogo Fernández Balboa y a su equipo, para diseñar un nuevo guión
museológico y el armado de las salas.
Se decidió que la fecha de apertura sería coincidente con el día de la Tradición
del 2013, pero las inclemencias del tiempo pospusieron un par de días más la
inauguración.
Se abrieron en principio cuatro salas, teniendo como meta por lo menos dos
salas más donde se expondrían platería y los atributos referentes al gaucho y
la segunda estaría destinada a albergar las exposiciones temporarias.
Se trabajó con el personal del museo para el armado y montaje de las salas
con las que abrió sus puertas nuevamente el Güiraldes. Las salas renovadas,
quedaron mucho más despojadas. Cada una fue pintada de un color que la
caracterizaría. El ingreso al museo fue modificado también, teniendo otro
recorrido.

  34  
Capítulo IV.
Conclusiones.
Porqué el Güiraldes se convierte en el museo paradigma de la tradición

San Antonio de Areco se ha ocupado y preocupado por preservar los usos y


costumbres del gaucho en toda su dimensión: música, bailes, artes, destrezas,
arquitectura, manteniendo las características de un pueblo típico de la pampa
argentina (Cecilia Smyth, entrevista)
En los considerandos del Decreto de creación del mismo Museo se expresa: “el
deber de conservar y adoptar los usos y costumbres de nuestros antepasados
como guía de las presentes generaciones y como ejemplo de las venideras”
“Un pueblo con más de dos centurias de existencia y con un acendrado amor a
lo nuestro, con costumbres típicamente “criollas” tiene obligación y derecho a
exponer sus obras a la consideración de sus connacionales”,

El proceso que concluiría con el reconocimiento oficial del gaucho como símbolo
nacional incluía la creación de un espacio físico concreto para su continua evocación. La
gestación del museo gauchesco “Ricardo Güiraldes” respondía a esa necesidad que
implicaba la fundación de un templo para que sea exaltado, de manera permanente, el
gaucho que se erigía como personificación misma de la tradición nacional. La ciudad de
San Antonio de Areco, además de ser el escenario campero de Don Segundo Sombra15,
era gobernada por autoridades municipales afines a ese propósito que contaban con un
marcado respaldo a nivel provincial. El análisis focalizado en los sucesos previos a la
creación del parque criollo y museo gauchesco permite advertir una serie de elementos
que grafican, entre otras cosas, cómo la concreción de la obra perseguía un objetivo que
excedía ampliamente la intensión de homenajear al escritor. En este sentido, con la
sensación apocalíptica ante la supervivencia “amenazada” de las costumbres del mundo
rural se lanzaba una cruzada para su revaloración a modo de respuesta frente al avance
del cosmopolitismo ligado a la modernización. La evocación de tradiciones rurales
presentó la particularidad de ser alentada no solo por los sectores gobernantes, sino que
su manifestación en Areco se produjo con una amplia participación de coleccionistas
privados, vecinos del pueblo y familiares del escritor que contribuyeron con sus
pertenencias a la conformación de la obra.16

                                                                                                           
15
 Güiraldes  (1926).  
16
 Fundación del museo “Ricardo Güiraldes”. En San Antonio de Areco un “templo de la
tradición”, 1936-1938.Prof. Magister. Casas, Matías Emiliano

  35  
La preservación de la memoria, hacen a la identidad de un pueblo y el mismo
se identifica con su patrimonio cultural.
Ahora bien, a qué llamamos Patrimonio Cultural? La Unesco, a través de la
Comisión Francheschini17 lo define como todos aquellos bienes trascendentes
que material y/o culturalmente reportan un interés antropológico, histórico,
arqueológico, artístico, artesanal, monumental, científico y tecnológico, que
significan o pueden significar un aporte relevante para el desarrollo cultural de
una localidad.
Otra definición de patrimonio cultural que podemos destacar: “Comprende las
creaciones heredadas del pasado, tradiciones, historias orales y escritas que
se materializan en los testimonios arquitectónicos, urbanos, históricos,
artesanales y técnicos, expresiones literarias, lingüísticas y musicales; usos y
costumbres de todos los pueblos y grupos étnicos, así como la herencia viva de
las técnicas tradicionales, habilidades artísticas, sensibilidades estéticas,
creencias y comprensiones a través de las cuales los pueblos se expresan.
¨Michelle Bernard. Boletín MUSLAM ,Nº1, marzo 1988

El Güiraldes contiene un riquísimo patrimonio cultural, ha trabajado desde el


momento de su creación y lo sigue haciendo, en mantener la memoria, los
usos, las destrezas y las costumbres del paisano de la pampa, transmitiendo
de generación en generación la tradición gauchesca.
Después de la inundación, se lograron el rescate y la puesta en valor del
capital, capacitándose a su personal, que trabajó denodadamente en la
recuperación de las colecciones.
Se logró la construcción de una reserva técnica de excelencia, que pocos
museos poseen.
La formación del personal le permitió un conocimiento del comportamiento de
los materiales en su interacción con el medio ambiente.
Se sistematizó la toma de mediciones de temperatura y humedad, entendiendo
la importancia de la misma para los objetos.
El uso de deshumidificadores se implementó entonces sólo cuando fuera
necesario.
Se procedió a un armado más dinámico del inventario de los objetos del
museo.
A pesar que el proyecto de la Fundación YPF resultó fallido, no se bajó la
guardia y se contrató a otro grupo para el armado del nuevo guión
museológico.
Este nuevo Güiraldes puede generar disidencias entre los habitantes de Areco
y los visitantes acostumbrados al Museo tradicional.
Pero creemos que es importante destacar que el Museo haya podido abrir sus
puertas nuevamente.
Quizás haya quienes no estén de acuerdo con este nuevo guión, tan
despojado.
Quienes conocimos el Güiraldes tradicional podemos consensuar o no con esta
nueva puesta.

                                                                                                           
17   GONZALEZ VARAS, Ignacio. 2005 Conservación de Bienes Culturales: Teoría, Historia,
Principios y Normas. Cátedra
 

  36  
Si bien no concordamos en algunos aspectos con el nuevo planteo
museográfico, coincidimos en la necesidad de reabrir el museo por el valor de
capital simbólico para la comunidad.

El Museo Güiraldes hasta la inundación presentaba el guión museológico


planteado por Udaondo en su creación. Un museo que recreaba escenas
gauchescas mediante el uso de maniquíes, como modo de conservar
“costumbres”. Un museo con un planteo didáctico que podría llegar a
considerarse obsoleto actualmente.
Sin embargo, según menciona la Carta de Nara, la preservación del patrimonio
cultural en todas sus formas y periodos históricos halla sus fundamentos en los
valores que en cada época se atribuyen al patrimonio. Nuestra capacidad para
comprender estos valores depende, en buena parte, del grado en el cual las
fuentes de información sobre estos valores puedan tomarse como creíbles y
verdaderas. El conocimiento y la comprensión de estas fuentes de información en
relación con las características originales y las derivadas del patrimonio cultural,
así como de su significado, es un requisito básico para valorar todos los aspectos
de su autenticidad.
Dependiendo de la naturaleza del patrimonio cultural, de su contexto cultural, y de
su evolución a través del tiempo, los juicios de autenticidad pueden vincularse al
valor de una gran variedad de fuentes de información. Algunos de los aspectos de
las fuentes pueden ser la forma y el diseño, los materiales y la sustancia, el uso y
la función, la tradición y las técnicas, la ubicación y el escenario, así como el
espíritu y el sentimiento, y otros factores internos y externos. El uso de estas
fuentes permite la elaboración de las dimensiones específicas de estas fuentes de
patrimonio cultural objeto de examen: artísticas, históricas, sociales y científicas.18

En la nueva visión del Güiraldes, a nuestro entender, hay poca exposición de


bienes patrimoniales, predomina la cartelería en desmedro de la exhibición.
Los materiales empleados para la reapertura aparentan ser de baja durabilidad
y calidad. No parece haberse pensado en un proyecto duradero sino en la
premura de una exhibición transitoria..
Las vitrinas de acrílico no se presentan bien terminadas.
A las paredes que conforman las separaciones de durlock les falta un mejor
acabado.
No hay una correlación en el relato, ya que según interpretamos, son
demasiado extensos los textos de la cartelería y teniendo un patrimonio tan rico
y variado no se lo puede apreciar.
Sería deseable que hubiera más objetos expuestos al servicio del relato.
Güiraldes no es sólo una guitarra en una vitrina, es mucho más.

                                                                                                           
18
El Documento de Nara sobre la Autenticidad ha sido redactado por 45 participantes de la
Conferencia de Nara sobre la Autenticidad en Relación con la Convención sobre el Patrimonio
Mundial, celebrada en Nara, Japón, del 1 al 6 de noviembre de 1994, a instancias de la
Agencia de Asuntos Culturales (Gobierno de Japón) y de la Prefectura de Nara. La Agencia
organizó la Conferencia de Nara en cooperación con la UNESCO, el ICCROM y el ICOMOS.)

  37  
Reducirlo solo a esto es quitarle la riqueza de su vida y de su obra, volverlo un
símbolo vacío, sin proyección en las generaciones siguientes.
De “Museo Gauchesco” solo queda la denominación, ya que hay muy pocos
objetos que muestren los atributos del modelo identitario argentino,
A este museo, que se había instituido como paradigmático en cuanto pionero
de la tradición gauchesca y nacional, si se lo vacía de contenidos siendo un
pálido reflejo de lo que era, se le quitará de la proyección simbólica valores
fundamentales con los que fue concebido.
Quizás, al decir de Bourdieu, el capital cultural objetivizado que presentó desde
su creación el museo Güiraldes no sea representativo en la actualidad, y con
un gobierno de características más populares como el que en este momento
rige en Areco.
Se suma el inconveniente que la Asociación de Amigos y las autoridades
municipales se encuentran enfrentadas y en este momento el museo no
cuenta con el apoyo de la Asociación que lo acompañó históricamente y que
tanto hizo por el mismo.
Se considera que deben dejarse de lado las posiciones extremas, que
consensuar por el bien del museo es lo indicado.
Tanto esfuerzo, trabajo y dedicación puestos en la recuperación del patrimonio
deben ser exhibidos a la comunidad y a las generaciones futuras como
ejemplo de lo que puede hacerse cuando hay orgullo por los bienes culturales
con los que nos identificamos, y que son referentes de nuestra argentinidad.

  38  
  39  
Anexo

Ø La obra de Ricardo Güiraldes


Ø Genealogía de la familia Güiraldes
Ø Ponencia presentada en el Primer Congreso Iberoamericano de
Patrimonio Cultural – San José de Costa Rica – diciembre de 2010
Ø Transcripción de las entrevistas:
Ø a la Sra. Cecilia Smyth (ex directora del Museo Güiraldes)
Ø a la Sra. Andrea Vigil (actual Directora del Museo Güiraldes)
Ø a miembros del personal que trabajó para la recuperación de los objetos

Obras de Güiraldes

“El cencerro de cristal”. “Cuentos de muerte y sangre”. “Aventuras grotescas”.


“Trilogía cristiana”. “Raucho”. “Rosaura”. “Un idilio de estación. “Rosaura y siete
cuentos” con notas preliminar de Adelina del Carril. “Xaimaca”. “Don segundo
sombra”. “Poemas místicos”. “Poemas solitarios” “Seis relatos”. “El sendero” “El
libro bravo”. Pampa. El pájaro blanco.
''Raucho'', como lo será Don Segundo, es un novela de aprendizaje con su lección
final .
Por el momento se apoya en una enumeración acumulativa de elementos
espirituales, como si con ello se quisiera trazar la imagen de un argentino : la
bravura, el riesgo, la aventura, la humildad, la tierra y el ancestro.
''Rosaura'': es un especie de capricho, un relato escrito para jovencitas.
Es un relato en tercera persona y el narrador cumple un importante papel pues
maneja todas las líneas de la novela nivelándolas.
Por otra parte, con los alcances pueblerinos del idealizado romance entre una
muchachita y el hombre a quien aquélla ha visto pasar en un tren. Igualmente
trasciende una cariñosa ironía, una acendrada comprensión por la jovencita que
sueña y espera la inasible ilusión, todo lo cual tiende a expresar el clima sentimental
del pueblito de campo.
Como tema y aún como propuesta estilística, corresponde a una época de
transición; el fin de la guerra europea y la reciente paz incitan a un regreso a los
pacíficos conflictos de aldeas.
''Xamaica'': se trata aquí de una novela en forma de Diario de viaje, resuelta en
pequeños poemas en prosas.
El acento no esta puesto en el paisaje ni en el amor sino en la relación ''paisaje
amor'', entendida como fusión, como producida y productora.

  40  
Pareciera que lo que el autor quiere mostrar es como brota el amor a través del
paisaje y como, correlativamente, se ve el paisaje en el brote del amor.
El es, de este modo, un contemplativo, un poco blando, sin iniciativa ni impulso;
ella, una elegante realzada por el silencio y la sugestión. Sobre estas premisas
establece entre ellos el amor.
Viajar es un modo de vivir desde 1910 hasta 1940 y el viaje, preferiblemente a
Europa, implica una conexión con la universalidad, una realización casi metafísica a
partir del desplazamiento.
''Don Segundo Sombra'': en cuanto al nacionalismo, las razones surgen de
interpretación inmediatas del texto. Por ejemplo, la idea del retorno a la tierra viene
acompañada de una exaltación que se tiende a definir como argentina y tomándola
como eje, el argentinismo.
Gira en torno a lo argentino. Para algunos se trata de una propuesta a una juventud
contemporánea, desorientada e inquieta, más que novela de los gauchos
extinguidos.
Para otros, representa una vuelta salvadora al criollismo.
Se establece una continuidad con Martín Fierro y se siente que el libro introduce a
nuevas metas de ese vivir metafísico que los nacionalistas siempre están tratando
de definir.
Es un libro de aprendizaje de la vida del gaucho.
Está expresado en el tipo de narración cuya estructura fundamental es la lección
que se aprende a partir de la inexperiencia; lección de trabajo, de diversión, de
moral que indica que el ámbito en el que se imparte, el campo, es una verdadera
escuela.
Por su lado, las labores del campo, sin duda, ya sea por la dramatización con que
se las presenta (la doma, el rodeo, el trenzado, la curación, etc.). Ambas
perspectivas indican que el trabajo es como una puja en la que siempre triunfa el
hombre y, correlativamente, las diversiones son propias del hombre del campo.

  41  
  42  
  43  
Familia Güiraldes Goñi19

Manuel José del Sagrado Corazón de Jesús Güiraldes Guerrico


Nacido el 19 enero de 1857
Buenos Aires, Argentina

Defunción: 24 de septiembre de 1941


En San Antonio de Areco, Bs. As., Argentina

Casado en primeras nupcias con María Antonia de los Dolores Goñi


Coll el 5 de enero de 1882 en la Iglesia
de San Ignacio, Buenos Aires

Nacida el 9 de junio de 1859


Rosario, Provincia de Santa Fe

Hijos:
• María Antonia Josefina Güiraldes
Goñi
• Manuel José Güiraldes Goñi
• Ricardo Guillermo Güiraldes Goñi
• José Antonio Güiraldes Goñi
• Dolores Güiraldes Goñi
-

                                                                                                           
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 www.genealogiafamiliar.net  

  44  
Ponencia

I Congreso Iberoamericano sobre Patrimonio


Cultural

Ciudad Universitaria Rodrigo Facio.


Diciembre de 2010. San José, Costa Rica.

Salvaguarda de la Tradición

A fines de diciembre de 2009, el Museo Güiraldes, paradigma de la

tradición gauchesca argentina, ubicado en San Antonio de Areco, Provincia

de Buenos Aires, sufrió una catástrofe que afectó casi la totalidad de su

colección.

El Programa de Recuperación y Conservación del Patrimonio Cultural

del Ministerio de Economía elaboró un Proyecto Integral de Conservación

que constó de varias etapas. Una de las más importantes fue la de generar

políticas institucionales que promuevan la capacitación del personal del

museo a través de jornadas, a fin de que el mismo adquiriera las

herramientas necesarias para elaborar un plan de evacuación de acuerdo a

sus necesidades e implementaran estrategias de conservación preventiva

para su patrimonio.

Safeguard of Tradition

By the end of December of 2009, the Güiraldes Museum, paradigm of

gaucho traditions in Argentina, located in the city of San Antonio de Areco,

  45  
province of Buenos Aires, suffered a catastrophe that affected almost it’s whole

collection.

The Program of Recovery and Conservation of Cultural Heritage of the

Ministry of Economy developed an Integral Conservation Project that included

several stages. One of the most important stage was the instance of developing

institutional policies aimed to promote the museum’s staff training trough

courses, so it could acquire the necessary tools to elaborate an evacuation plan

according to their own needs and implement preventive conservation strategies

to their heritage.

Palabras claves:

- Patrimonio
- Salvaguarda
- Políticas institucionales
- Capacitación
- Transmisión

Autores:
Iván Casime20
Eugenia Guidobono21

Alba Pereiro22

                                                                                                           
20
 ivancasime@hotmail.com.  Dirección:  Bolívar  623  5to  piso  “E”,  Ciudad  Autónoma  de  
Buenos  Aires,  Argentina.  Teléfono  (54  11)  1561962547.    
Estudiante  avanzado  de  la  carrera  de  Lic.  en  Conservación  y  Restauración  de  Bienes  
Culturales  en  el  IUNA,  Buenos  Aires,  Argentina.  Actualmente  trabajando  en  el  
Programa  de  Recuperación  y  Conservación  del  Patrimonio  Cultural  en  el  área  de  
Escultura  y  Papel.  
 
21
 eugeguidobono@gmail.com.  Dirección  Cabrera  3233  5to  piso  “D”,  Ciudad  Autónoma  
de  Buenos  Aires,  Argentina.  Teléfono:  (54  11)  49639230.  
Finalizó  de  cursar  sus  estudios  en  la  carrera  de  en  Conservación  y  Restauración  de  
Bienes  Culturales  en  el  IUNA,  Buenos  Aires,  Argentina.  Actualmente  trabajando  en  el  
Programa  de  Recuperación  y  Conservación  del  Patrimonio  Cultural  en  el  área  de  Papel.  
 

  46  
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           
22
 alba_pereiro@yahoo.com.ar.  Dirección:  Montañeses  1823  4to  piso  “D”,  Ciudad  
Autónoma  de  Buenos  Aires,  Argentina.  Teléfono:  (54  11)  47816657.  
Finalizó  de  cursar  sus  estudios  en  la  carrera  de  en  Conservación  y  Restauración  de  
Bienes  Culturales  en  el  IUNA,  Buenos  Aires,  Argentina.  Trabajó  en  el  Programa  de  
Recuperación  y  Conservación  del  Patrimonio  Cultural  en  el  área  de  Papel.  Docente  en  
la  Universidad  del  Museo  Social  Argentino  en  Papel  III  y  Pintura  de  Caballete  III.  Ad-­‐
honorem  en  IUNA  en  Historia  de  la  Restauración  I  y  II  y    en  Conservación,  Restauración  
de  Documentos  Gráficos  y  Papel  (Cátedra  Bustos)  
 

  47  
Introducción

Frente a las grandes obras de arte que encierran un valor en si mismas,

la importancia de la obra escrita o impresa viene dada por la información que

contiene.

Este valor es considerado fundamental desde los inicios de la cultura,

pues la historia de un pueblo, sus derechos, su idioma, su música, está

encerrada en el soporte papel.

Desde la antigüedad hasta nuestros días, tanto los archivos como el

material bibliográfico han sido valorados como herramienta eficaz de gestión y

conservación de la memoria de sus derechos.

Toda comunidad se define como tal sobre la base de la memoria que

tiene de si, y esta memoria se identifica, sustancialmente, con el patrimonio

cultural.

El patrimonio cultural es un real archivo construido, un lugar donde los

saberes del pasado buscan revelarse nuevamente

Los valores de las obras no son entidades fijadas de una vez y para

siempre. En el transcurso del tiempo evolucionan, sufriendo, al mismo tiempo

un proceso de deterioro.

La puesta en valor de estas obras, deberá hacer posible la


 
recuperación de las mismas y la factibilidad de ser consultadas por

investigadores de diferentes disciplinas.

  48  
  49  
El museo

El Museo Güiraldes fue creado con la misión de “…conservar y adoptar

los usos y costumbres de nuestros antepasados como guías de las presentes

generaciones y como ejemplo para las venideras.” El edificio en el que funciona

hoy en día, ha sido declarado Patrimonio Histórico Nacional, pero sus bienes

muebles pertenecen al Municipio de San Antonio de Areco, provincia de

Buenos Aires.

La colección del museo está formada, entre otros objetos, por

aproximadamente 20 óleos de Pedro Figari (pintor rioplatense muy prestigioso

y cotizado que describió el campo y la vida del gaucho), las primeras ediciones

de Don Segundo Sombra, la obra más notable del escritor Ricardo Güiraldes,

de incalculable valor económico e histórico y una colección de platería criolla

paradigmática e innumerables objetos que hacen a nuestra historia.

En diciembre del año 2009, el Museo Ricardo Güiraldes, paradigma de

la tradición gauchesca argentina sufrió la catástrofe más grande de su historia.

El desborde de las aguas del río Areco provocó una inundación generalizada

en la ciudad e hizo que el agua ingresara al museo hasta 1,20 m de altura,

afectando el edificio y casi la totalidad de su patrimonio.

  50  
El Programa de Recuperación y Conservación del Patrimonio Cultural

del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación intervino en esta

ocasión prestando ayuda, ya que además de estar a cargo del patrimonio

cultural del ministerio y sus dependencias, presta servicios a las instituciones

estatales tanto a nivel nacional como provincial y municipal.

  51  
Primera etapa

Durante los primeros días del mes de enero de 2010, cuando las aguas

comenzaron a bajar, los profesionales del Programa, Alba Pereiro y Susana

Cagliolo asistieron al museo para prestar su colaboración, que constó

principalmente en realizar una evaluación del daño causado por la inundación

tanto del edificio como de la colección. Como resultado del diagnóstico se

resolvió que era necesario definir prioridades dentro de la colección acerca de

las intervenciones a realizar.

Dentro del grupo de objetos prioritarios a ser tratados se armaron dos

subgrupos, el grupo de objetos con urgencia de intervención por riesgo de

ataque biológico que se tratarían en el mismo museo y el grupo de objetos que

se trasladarían a los talleres del Ministerio en la ciudad de Buenos Aires para

su intervención. La decisión de transportar las obras para su intervención se

debió, precisamente, a que el museo no cuenta con talleres de conservación o

un espacio adecuado para estos trabajos, como así también que la mayor parte

de la ciudad de Areco había sido afectada por la inundación y no era posible

encontrar un espacio propicio para el desarrollo de las tareas de conservación

necesarias

  52  
Ante esta situación surgió la necesidad de crear el Convenio de

Asistencia Técnica y Salvaguarda del Patrimonio Cultural entre el Ministerio de

Economía, Casa de Moneda de la Nación y el municipio de la ciudad de San

Antonio de Areco, a fin de asumir la responsabilidad patrimonial del traslado e

intervención de las obras. Se determinó que parte de las obras afectadas iría

en guarda transitoria a la Casa de Moneda de la Nación debido a que el

Programa no cuenta con el espacio necesario para albergar alrededor de 70

obras que se consideraron para su intervención.

A nuestra llegada el panorama fue desgarrador. En el pasado se tuvo la

oportunidad de ver el Museo en su esplendor, con su colección expuesta, la

cual contiene tesoros de la tradición gauchesca argentina, y ahora el museo se

encontraba en estado de caos total, con sus paredes mojadas y manchadas y

gran parte de sus obras severamente afectadas por el agua.

Todo el patrimonio estaba exhibido ya que, aunque el museo tenía

planificada la construcción de una reserva técnica, no había sido

implementada aún.

Gran parte de la colección de libros es de gran valor patrimonial, se

tratan de primeras ediciones. Estos fueron intervenidos in situ con la ayuda del

personal del museo bajo la supervisión de conservadores especialistas en el

tema.

Las obras que se tratarían en el taller del Ministerio, se documentaron,

embalaron y fueron trasladadas a Buenos Aires para su puesta en valor.

  53  
Como surge el proyecto

Durante nuestras visitas al Museo Güiraldes fuimos testigos del esfuerzo

y el empeño que el personal del Museo había puesto en el salvataje de su

patrimonio. También observamos que a pesar de no contar con conocimientos

previos de conservación como disciplina, habían actuado intuitivamente de

manera correcta en la mayoría de los casos a la hora de tomar decisiones y

acciones para salvar los objetos. Fue por esto y por nuestra formación

profesional de comunicar y difundir la Conservación, que consideramos que no

podíamos quedarnos simplemente en la restauración de las obras.

Presentamos ante el Coordinador del Programa un proyecto que consistía en el

desarrollo de Jornadas de Capacitación en Conservación Preventiva para el

personal del museo, quien determinó que dicha capacitación del personal

había dejado de ser una simple opción y se había transformado en una

necesidad para el Museo Güiraldes.

Fue así que comenzamos a organizar los contenidos básicos de

conservación preventiva que entendíamos debían estar incluidos en las

jornadas para poder armar un plan de evacuación.

Este, en definitiva, era el corolario que ambicionábamos, darle al

personal del museo las herramientas necesarias para que pudieran

desempeñarse de manera correcta ante cualquier situación de emergencia,

pues consideramos que ellos son los verdaderos conocedores y custodios de la

colección.

  54  
Buscamos especialistas para las distintas temáticas, los contactamos

e interesamos en nuestra cruzada y organizamos las distintas fechas y los

contenidos. Se decidió que, de acuerdo a las temáticas, se dividieran en cinco

jornadas que se desarrollarían en el mismo Museo Güiraldes, los días sábado

del mes de Marzo y Abril.

La dirección del Museo estuvo a cargo de la convocatoria para la

participación en las jornadas, debido a que consideramos que el personal del

museo conoce las necesidades de las instituciones de su propia ciudad y de

otras instituciones de la zona. De esta manera la convocatoria iría dirigida a

museos que presentaran características similares y podían nutrirse con los

conocimientos básicos que ofrecíamos.

Teniendo en cuenta los agentes de deterioro presentes en el museo y

las características geográficas de la zona, se decidió que en la primera jornada

se dictaran temas de conservación preventiva en general y biodeterioro.

Dentro del tema de conservación preventiva general se incluyó: agentes

de deterioro físicos, químicos y biológicos, causas y efectos en los distintos

materiales y sustratos.

Para esta jornada contamos con la presencia de María Susana Cagliolo

(Técnica en Conservación y docente en las dos únicas universidades que

dictan la carrera de Conservación en la Argentina), el químico José Antonio

Pérez Botta (Conservador de la Biblioteca del Congreso de la Nación y docente

universitario), quienes habían estado colaborando en forma particular, ad

honorem desde principios de enero.

  55  
A fin de desarrollar el tema de biodeterioro se convocó a la bióloga

Ercilia Galliusi, (Conservadora de la Biblioteca Nacional), quien discurrió acerca

de la biología de los hongos e insectos, sus características, condiciones de

desarrollo e interacción con los distintos sustratos.

  56  
En la segunda jornada se trataron temas sobre patologías y conservación de

maderas, a cargo de Manuel Cesio restaurador del Museo Histórico Sarmiento,

quien había estado colaborando en la recuperación del mobiliario afectado por

la inundación previamente a la llegada del Programa, y que actualmente sigue

colaborando en la conservación y restauración del patrimonio y en la

capacitación del personal del museo Güiraldes.

Otro tema desarrollado fue el de conservación preventiva de materiales

textiles, a cargo de la Técnica en Conservación María Pía Villaronga,

(Conservadora de Textiles del Museo Histórico Nacional) quien explicó las

características de los materiales en cuestión, los agentes de deterioro más

importantes que afectan a los mismos y las pautas para su conservación y

guarda.

La tercera jornada se centró en el desarrollo de temáticas relacionadas

a la conservación de materiales en soporte papel, documentos, obra plana y

libros.

En primer término, los profesionales Cagliolo y Pérez Botta que habían

colaborado anteriormente, explicaron esta vez la conservación de libros:

características como objeto, de información y de uso. Asimismo, expusieron y

mostraron imágenes acerca del trabajo conjunto con el personal del museo

realizado in situ con el material librario afectado.

En este tercer encuentro los especialistas en conservación de papel del

Programa: Iván Casime, Eugenia Guidobono y Alba Pereiro, ahondaron en las

pautas de conservación para obra plana y documentos, las ventajas de un

correcto enmarcado museológico, incluyendo una demostración, a cargo de

  57  
Patricia Martínez, para que los participantes del encuentro pudieran realizar

prácticas de enmarcado adecuado para conservación.

La cuarta jornada trató de los parámetros y lineamientos a tener en

cuenta para la confección de un plan de evacuación. Fue orientada por el área

de papel del programa y se dictó exclusivamente para el personal del museo

Güiraldes, debido a que era necesario trabajar con información exclusiva para

el personal del museo por cuestiones de seguridad de la colección.

Sobre un plano de planta del Museo, se determinaron cuáles podrían ser

los lugares más adecuados para la instalación de los extintores, cómo deberían

realizarse las maniobras de traslado hacia la reserva, cuáles serían los objetos

prioritarios por su valor y vulnerabilidad, el listado de recursos necesarios para

llevar a cabo la evacuación, recursos de personal y responsables de tareas,

entre otros temas.

La última jornada estuvo a cargo de los miembros del personal del

museo, quienes expusieron su trabajo y las conclusiones a las que habían

arribado. Como el museo se encontraba desmantelado, se realizó un Plan de

Evacuación a modo de práctica, pensándolo en función de la distribución

original del museo, donde la totalidad de la colección se encontraba exhibida.

  58  
Las jornadas fueron muy bien recibidas por el público participante, por el

Coordinador del Programa y las autoridades del Ministerio, así como de la

intendencia de San Antonio de Areco y la Dirección del Museo Güiraldes.

Es de destacar el compromiso de los participantes, esto se vio reflejado

en los comentarios recibidos en el blog, y la concurrencia que fue cada vez

mayor a medida que iban transcurriendo los encuentros.

Conclusión

A partir del año 2000 se creó en el país, la carrera de grado en

Conservación Restauración de Bienes Culturales, la cual se dicta únicamente

en la ciudad de Buenos Aires.

Previamente, en la Argentina, la formación en esta disciplina se hacía en

talleres particulares o, quien tenía los recursos económicos, se capacitaba en

el extranjero: Europa, Estados Unidos, entre otros lugares.

En el interior del país ha sido siempre difícil de acceder a una formación

académica, a cursos y seminarios de capacitación en esta disciplina.

Habiendo tomado contacto con esta problemática se consideró que la

tarea del Programa no podía quedar circunscripta a la mera restauración y

  59  
puesta en valor de las obras. Se decidió que todo el potencial que se había

visto presente en el personal del museo, en las primeras horas del desastre,

debía ser encauzado. El trabajo intuitivo debía ser acompañado por el

conocimiento científico de las causas y consecuencias que provocan los

desastres naturales sobre los bienes culturales. Se observó también, que la

falta de ese conocimiento, no se puede suplir simplemente con la buena

voluntad y predisposición del personal de la institución, es más, las acciones

realizadas sin capacitación en conservación podrían perjudicar a los bienes

patrimoniales del museo.

El área de Papel del Programa, encargada de la restauración de los

bienes del museo diseñó las jornadas de capacitación con contenidos simples y

concretos, fueron dirigidas a personas que desconocían las nociones básicas

de conservación preventiva, y con el objeto de que sirvieran como herramientas

para el trabajo cotidiano.

A través de un blog realizado especialmente para las jornadas por el

área de Comunicación, Promoción y Difusión del Programa, se comprobó que

se había generado un auténtico interés por los temas tratados. Además, se

observó la buena recepción por parte de los participantes del material de apoyo

entregado en las exposiciones, entre ellos la bibliografía, los materiales aptos

para conservación, los muestrarios de materiales confeccionados

especialmente para las jornadas, direcciones y teléfonos de proveedores.

Las Jornadas se hicieron con mucho esfuerzo y muy pocos recursos y

fueron ofrecidas en forma totalmente gratuita para los asistentes.

El Museo brindó sus instalaciones, el refrigerio y la calidez de su gente;

el Ministerio, la participación desinteresada, comprometida y gratuita de sus

  60  
profesionales, así como el traslado de los participantes, los días sábado (días

no laborables), tanto de los involucrados en la organización, los disertantes,

como así también del personal administrativo, el área de promoción y difusión y

otros que fueron a dar su apoyo y a brindar su ayuda.

La instancia final de exposición fue el diseño del plan de evacuación,

donde el personal del museo presentó las soluciones que habían encontrado a

los problemas planteados durante el desarrollo de las jornadas. La influencia y

participación de los especialistas en los distintos materiales, se vio reflejada en

el trabajo final, el cual superó todas nuestras expectativas.

En teoría todo el plan ha sido pensado con lógica y mucho sentido

común. Aun falta la puesta en marcha y los simulacros (que consideramos

deberán hacerse reiteradamente hasta que resulte lo mas efectivo y dinámico

posible).

El personal del museo implementó estrategias para desarmar algunos

muebles históricos de gran porte que se encontraban en exposición, a fin de

facilitar su más eficiente traslado. Dichos objetos habían sufrido grandes

deterioros provocados por el agua y en la actualidad se hallan estabilizados y

recuperados estructuralmente con la posibilidad de ser exhibidos nuevamente.

Determinaron el recorrido más conveniente que facilitara el desmontaje

de las salas de exhibición, con la mayor economía de recursos y tiempo.

Aun faltan resolver algunos problemas edilicios, armar un guión

museológico, determinar cuales serán los objetos a exponer y cuales irán a la

reserva técnica; pero se ha logrado un gran avance con respecto a la situación

inicial. Se observa claramente que el rescate del patrimonio y la capacitación

  61  
ofrecida en las jornadas marcó un punto de inflexión, un antes y un después en

la vida del museo.

Autores:
Iván Casime23
Eugenia Guidobono24
25
Alba Pereiro

                                                                                                           
 
 
 

  62  
Cuestionario para la señora Cecilia Smyth ex Directora del Museo

1.- En qué año ingresó al Museo?


Diciembre de 1999

2.- Había cumplido previamente alguna función relacionada con la institución?


Sí, en el año 1986 colaboré con la Directora de aquel momento Sra. Elba Iriarte
en los actos por el centenario del nacimiento de R. Güiraldes.
En el año 1992 comencé a colaborar con la Asociación de Amigos, la cual fue
conformada desde los inicios del Museo, dada las necesidades de la época y
asesorados por FADAM, gestionamos ante Personas Jurídicas de la Provincia
Bs. As. Su personería jurídica, redactando sus estatutos (trabajamos con Elba,
que ya no era directora, llevando a consideración a la comisión directiva del
momento) esto era muy importante para acceder a subsidios etc.)
Desde el año 1995 hasta 1998 fue secretaria no rentada de la Asociación de
amigos.

3.- Cómo estaba conformado el plantel del Güiraldes


Al ingresar en 1999 el plantel estaba compuesto por 6 personas; 3 afectadas a
las actividades del Museo y 3 afectadas a actividades de Parque y Hacienda.
Dentro de las tres personas afectadas al Museo, una de ellas era docente, se
ocupaba del área pedagógica relacionada con la comunidad, visitas guiadas a
escuelas y la proyección de trabajos prácticos para las mismas.
Otra de las personas, conocedor y cultor de las tradiciones arequeras, se
ocupaba de la atención al público y visitas guiadas en la semana.
Ya que fines de semana y feriados, dicho servicio era cubierto por guías
dependientes de la Dirección de Turismo.
La 3º persona se encontraba en el sector de la Pulpería, se ocupaba del cobro
de entradas y la atención de dicho sector.
En los días de semana todos se abocaban a la limpieza del acervo y edificios.
Conjuntamente a mi ingreso en el año 1999, ingreso una conservadora, quién
ya había trabajado en otras gestiones en el Museo, en el año 2006 renuncia.
Durante mi gestión las guías del museo son del staff propio del Museo.
2007 se producen vacantes dentro del personal (jubilaciones) y comienzo a
incorporar personal.

4.- Quién realizaba las tareas de conservación de los objetos patrimoniales?


Por periodos situaciones particulares de conservación o restauración eran
tercerizadas, desde 1999 hasta 2006 por la conservadora.
Esto sin dejar de consultar y pedir consejos a profesionales en las distintas
disciplinas.
Particularmente en el año 2002 realice un curso de conservación y restauración
de papel, Prof. Ana Garibotti, dictado en FADAM. Cap. Fed.
Dentro de las posibilidades de la dirección, participe de seminarios, jornadas,
cursos en conservación de los diferentes soportes relacionados con el
patrimonio del Güiraldes,

  63  
5.- Cómo se formó la colección que posee el Museo? Por medio de
adquisiciones, donaciones, legados?
La colección del Museo se formo con donaciones de la familia, especialmente
de Don Manuel Güiraldes (padre del poeta) donación de Carlos Güiraldes
(padre del Pintor) vecinos y paisanos del lugar.
Udaondo, fue su 1º director ad-honoren, particularmente se ocupo de conseguir
donaciones o adquisiciones. Desde mi punto de vista las adquisiciones más
importantes fueron los manuscritos de Güiraldes, adquisición del año 1980
aprox.

6.- Que tipo de colecciones integra el acervo del Museo? (diferentes soportes)
Manuscritos, primeras ediciones, biblioteca, obra plana, pinacoteca, platería,
soguería, textiles, hierros, bronces, mobiliario, hemeroteca, algunas pocas
fotografías de Güiraldes

7.- Cuál es el total aproximado de los objetos?


Aproximadamente 3.500 objetos.

8.- Puede hacer una síntesis de la historia del Museo, cómo se conformó y
cuál fue la concepción de su génesis?
La familia Güiraldes, descendía de los primeros pobladores del Pago de Areco,
en la Estancia “la Porteña” la familia solía pasar sus veranos, establecimiento
de excelencia productiva y de culto a las tradiciones Argentinas.
Los hijos se nutren de las relaciones con los paisanos y reseros de la Estancia,
al mismo tiempo viajan a Europa.
Ricardo Güiraldes, alcanza el éxito literario con su obra cumbre “Don Segundo
Sombra”, un personaje real; Segundo Ramírez, en él deposita todas las
aptitudes y condiciones del resto de los paisanos que incluye en la dedicatoria.
En Noviembre de 1926, su padre realiza una gran fiesta tradicional con motivo
de agasajar al poeta por el éxito obtenido.
En Marzo de 1927, Ricardo viaja a Europa ya muy enfermo. Fallece en París
un 8 de Octubre de 1927. Sus restos son embarcados hacia Argentina, llegan
el 15 de Noviembre del mismo año, trasladado en un convoy a San Antonio de
Areco, en la Estación lo esperan 250 paisanos, encabezados por Segundo
Ramírez, este cortejo acompaña al poeta al cementerio local. Su deseo era
descansar en el camposanto de su tierra de siempre.
La muerte temprana de R. Güiraldes, tenía 41 años, el éxito de Don Segundo,
motivaron la construcción del monolito en su memoria al pie del Puente Viejo,
que Güiraldes citara en su obra cumbre.
Lo decisivo se produjo siendo su hermano; José Antonio intendente de San
Antonio de Areco y que en el año 1936 realizara una gran exposición
tradicional en la Municipalidad, a la que visito José María Bustillo, Ministro de
Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires. Quién manifiesta que esta
muestra debe perpetuarse para las futuras generaciones.
Allí nace la idea de creación del Parque Criollo y Museo Gauchesco “Ricardo
Güiraldes”, la Provincia de Buenos Aires compra la Pulpería “La Blanqueada” y
las hectáreas que la rodean, se construye la casa del Museo, inaugurándose el
16 de Octubre de 1938.

  64  
El objetivo de su creación; que fuera un mojón del ser nacional para las futuras
generaciones, donde se difunda la vida y obra del escritor y todo lo relacionado
con los usos y costumbres del paisano regional. En el campo se criaran
vacunos y yeguarizos de la raza criolla y que el visitante al extender su vista
sobre el horizonte pueda vivenciar la inmensidad de la pampa, tal como la
describió Güiraldes.

9.- Porqué cree Ud. que San Antonio de Areco es paradigma de tradición?
San Antonio de Areco se ha preocupado y ocupado en preservar los usos y
costumbres del gaucho en toda su dimensión; música, bailes, artes, destrezas,
arquitectura, manteniendo las características de pueblo chato de la pampa.

10.- Porqué cree que el Güiraldes es emblemático para Areco?


Porque gracias a la obra del poeta ha trascendido al mundo. Su acervo, sus
actividades criollas nos acercan a un momento de la historia de nuestro país

11.- Puede relatar los acontecimientos de diciembre de 2009.


12.- A qué instituciones solicitó ayuda?
En 1º termino tuvimos la ayuda de vecinos, instituciones locales y de la
Asociación de amigos quienes nos ayudaron a limpiar y acondicionar el edificio
para los trabajos de recuperación del acervo que había sido afectado por el
agua. Ya que el patrimonio puesto a resguardo el mismo día de la inundación
fue trasladado al Museo “Las Lilas” quienes nos ofrecieron sus instalaciones.
Llame a la Dirección Nacional de Museos
Recibí el llamado del Pte. Del Inst. Provincial de Cultura.

13.- Quienes fueron al rescate?


Las personas que se acercaron a la institución los primeros días del mes de
Enero, fueron restauradores, quienes en primer término lo hicieron por iniciativa
propia, sin representar ninguna institución, ellos fueron: Manuel Cesio
(mobiliario) Alba Pereiro, Susana Cagliolo (papel, pintura)
Domingo Tellechea (H)
Luego se logró firmar un convenio entre el Taller de restauración del Ministerio
de Economía de la Nación, La casa de la Moneda y la Municipalidad de San
Antonio de Areco. Gestión iniciada por la restauradora Alba Pereiro.
Al taller del Ministerio fueron las obras comprometidas, producto de haber
quedado dentro del museo en condiciones de humedad y agentes
bacteriológicos.
La Dirección Nacional de Museos con pasantía de restaurador Cesio.
Y una importante donación, la que fue destinada a la construcción de la
reserva, cabe destacar que el Güiraldes tenía todo su patrimonio en sala ya
que no contaba con un espacio adecuado de guarda. (donante que quiso
mantener su anonimato)

14.- Cómo se capacitó al personal para recuperar el patrimonio?


Gracias al convenio firmado con el Ministerio de Economía, los profesionales
de dicho taller durante el año 2010 formaron al personal en las diferentes
disciplinas que componen el acervo del Güiraldes, fueron algunas jornadas solo
para el personal y otras fueron abiertas a la comunidad.

  65  
Luego parte del personal se capacito en el taller de Susana Cagliolo en Cap.
Federal.

15.- Quienes colaboraron, cómo se accedió a la ayuda de Holanda, qué se


decidió hacer con ese dinero?
La Fundación Príncipe Claus, cuenta con un departamento de ayuda a
Instituciones en situaciones de desastre, ellos tomaron conocimiento de la
situación por la prensa escrita y se comunicación conmigo personalmente,
luego de cumplimentar una serie de formularios nos entregaron un subsidio por
35.000 euros, estos fueron utilizados para la puesta en valor de la Pulpería,
compra de materiales y mobiliario museológico para dotar la reserva en
construcción. Puesta en valor de las aberturas de la casa museo, seriamente
deterioradas con la inundación.

16.- Cómo se acerca la Fundación YPF? Cuál es el proyecto que se presenta?


La Fundación YPF se acerca personalmente al Museo, el Vice-presidente
(Sebastián Eskenazi) llega un sábado por la tarde sin anunciarse ni
presentarse, se interesa por la situación, lo invito a recorrer las instalaciones,
eran los primeros días del mes de enero, estábamos en pleno trabajo, le cuento
nuestras necesidades y miedos de no poder volver a contar con el Güiraldes en
pie.
Allí surge la idea de acompañar este proceso del Güiraldes, el proyecto
principalmente se relacionaba con el edificio, el cual no solo la inundación lo
había afectado, sino su lugar de ubicación geográfica, haciendo de este ámbito
donde es muy difícil controlar la temperatura y humedad. El proyecto
contemplaba; Temperatura-humedad constante, tendido eléctrico a nuevo y
dotar de salas de iluminación, vitrinas, adecuadas, donde el guión museológico
contemplara todos los aspectos de la vida de Güiraldes, el alma del museo era
el libro Don Segundo Sombra, quien uniría todos esos mundos güiraldeanos la
puesta en valor de las salas especialmente para la exhibición de la pinacoteca,
sala de video con proyecciones de documentales, etc. relacionados con la
temática del museo. E integrar el sector de la Pulpería “La Blanqueada”
haciendo este un espacio inter activo, contar con un salón de venta de
recuerdos del museo, puesta en valor del palomar, acondicionamiento de los
baños públicos, y la integración del Parque circundante con los edificios que
componen el predio.

17.- Comentario personal de lo que ha representado el Güiraldes para Ud. y


qué aspira para el futuro de la institución
En lo personal , me ha permitido un crecimiento no solo desde el conocimiento,
sino desde lo humano, ha sido y será uno de los lugares más significativos por
los que he transitado, el mundo de Güiraldes; por su versatilidad es
profundamente atrapante. Y deseo que el Museo Güiraldes siga creciendo y
como diría Güiraldes “Con alma de Proa” siga siendo el icono de las tradiciones
argentinas y logre despertar el gusto y el amor por nuestras raíces en toda su
dimensión.

  66  
Cuestionario para la actual Directora del Museo Güiraldes
D. Andrea Vigil

1.- Podemos tener acceso al facsímil del Decreto de creación del Museo?
2.- Cuando ingresó al Museo?
3.- Que tareas realizaba en el momento de producirse la inundación?
4.- Cuál fue su impresión de lo sucedido?
5.- Cómo se encontraba el patrimonio?
6.- Cuáles fueron las primeras acciones de rescate?
7.- Cómo se encauzó el mismo?
8.- Qué entidades acudieron al auxilio del Museo?
9.- Que opinión le merecen las Jornadas de Conservación Preventiva en
cuanto a la capacitación del personal?
10 Cómo se siguió trabajando con el Museo cerrado?
11 Qué tareas se encararon?
12 Qué puede decirnos de la propuesta de recuperación de la Fundación
YPF?
13 Porqué cree Ud. que no se concretó?
14 A partir de su gestión qué tareas se encararon?
15 Cómo surge el nuevo guión museológico? Cómo se contactan con el
museólogo que lo encara , Carlos Fernández Balboa?
16 Cuándo se realiza la reapertura del Museo?
17 Qué salas van a sumarse?
18 Con cuánto personal cuentan actualmente y que tareas desempeñan?
19 Cuáles son sus expectativas en esta nueva etapa del Museo?

2- Ingresé al museo el 18 de junio del año 2006.

3- Al momento de ocurrir la inundación del año 2009 me desempeñaba como


Guía del Museo, ya que mi profesión es esa: Técnica Superior en Guía de
Turismo.

4- Frente a la catástrofe, la primera impresión fue la desesperanza. Sentir que,


por un lado, se perdía una valiosa colección para la historia y la cultura
argentinas, y al mismo tiempo, en lo personal, la fuente de mi trabajo. Nunca
olvidare la profunda tristeza que sentíamos por aquellos días.
Con el correr de las horas y al ingresar nuevamente al lugar en medio del agua
(yo lo hice el día 28 de diciembre, a dos días de la crecida), la tristeza fue
quedando relegada ante el deseo profundo de volver a ponernos de pie.

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Todos pusimos manos a la obra, sin importar que tarea hubiésemos
desempeñado antes en el museo. Siguiendo los lineamientos que marcaba
nuestra Directora, lentamente fuimos saliendo de la emergencia. Para esto
también fue fundamental la llegada de profesionales en el área de la
conservación. El haber recibido su apoyo, capacitación, contención, hizo que
fuéramos ganando confianza en nuestras propias capacidades. Sin ellos, jamás
se hubiera logrado salir de la crisis.
Así fue como la desesperanza fue mutando en deseo de superación.

5- El patrimonio se encontraba comprometido, en algunos casos, seriamente.


Parte de la colección había quedado directamente bajo el agua, y el resto se
había visto expuesto a condiciones extremas de humedad y a una alta
temperatura, así como también al “ataque” de pequeños insectos. Esto,
sumado al deterioro previo que muchos objetos padecían, acelero la carrera
hacia la degradación. La imagen que sintetiza ese momento es la de cientos de
libros mojados, muebles que habían estado literalmente flotando en las salas,
cuadros importantísimos a escasos centímetros del agua…

6- Las primeras acciones estuvieron dedicadas especialmente al papel. Libros,


planos, documentos, diarios… todo aquello que estuviese mojado, debía ser
“lavado” y secado para poder salir de la emergencia. Luego llegarían las
intervenciones restaurativas de ser necesario en cada caso. En ese primer
momento, solo nos ocupábamos de estar aprovisionados de papel absorbente
para poder realizar nuestra tarea con celeridad. Por otro lado, parte de la
colección fue trasladada a un lugar seguro.

7- Las primeras tareas se llevaron a cabo siguiendo la línea de trabajo marcada


por nuestra Directora, también abocada al rescate. Luego, a medida que fueron
llegando conservadores desde distintos ámbitos, fueron especialmente ellos
quienes nos fueron guiando y tutelando en nuestro trabajo. A medida que
pasaba la confusión y la sorpresa de los primeros tiempos, cada uno de
nosotros fue acercándose a la parte de la colección con la que más cómodo se
sentía. Algunos se abocaron especialmente al papel, otros hicimos lo propio
con el mobiliario. Fuimos adquiriendo capacidades y destrezas que no
teníamos hasta ese momento, simultáneamente con el trabajo realizado sobre
los propios objetos.
La ecuación era: aprender y aplicar ese conocimiento a la realidad, en el mismo
momento.

8- En auxilio del patrimonio acudieron profesionales desde el Ministerio de


Economía de la Nación, Museo Sarmiento, Casa de Moneda… También hizo
su aporte monetario la Fundación Príncipe Clauss, así como la Asociación de
Amigos del Museo y algunos privados.

9- Las jornadas de capacitación sobre Conservación Preventiva que se llevaron


a acabo luego de que hubiera pasado la primera emergencia, fueron muy
positivas para todo el Personal. Si bien eran sobre conceptos generales, nos
resultaron muy útiles para aprender a manipular el patrimonio así como
también para despejar dudas y darnos un sustento teórico desde el cual partir a
ampliar conceptos más profundamente.

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10- Con el museo cerrado al público, nunca se dejó de trabajar. Seguimos en la
misma línea que se había planteado desde el principio. Caminar lentamente
hacia la recuperación total.

11- Las tareas encaradas fueron ya más puntuales. Se mandaron a intervenir


algunos cuadros en el Ministerio de Economía, por ser un material del que
ninguno de nosotros podía ocuparse por no tener formación académica y lo
mismo sucedió con libros importantes para la colección, que también fueron
recuperados por profesionales. En cuanto a las tareas en el museo, nosotros
comenzamos con la intervención sobre el mobiliario afectado bajo la tutela de
un restaurador, mientras otros compañeros hacían lo mismo con algunos
documentos, diarios, textos mecanografiados y libros. Se realizo la limpieza y
correcta hidratación de objetos de cuero, y se limpio la platería y objetos de
metal.

12- Del Proyecto de la Fundación YPF, la verdad es que no llegue a tener un


conocimiento demasiado exhaustivo. Si puedo decir que, el día en que se
presentó por primera vez frente a la Asociación de Amigos y al personal del
museo, me gustó mucho. En ese momento no tenía conocimiento de cómo
podía ser un proyecto de estas características, o como podía pensarse y
replantearse una exhibición de tamaña envergadura. Me impacto el nuevo
lenguaje propuesto, con color y mayor dinamismo y creí que era lo mejor que
podía pasarle a nuestra institución.

13- La no concreción de ese proyecto creo que obedeció exclusivamente a la


ignorancia y al egoísmo de unos pocos. La presentación de un recurso de
amparo absolutamente falto de sustento, impidió que la institución creciera y se
abriera a un nuevo lenguaje comunicacional, necesario por estos días. Frente a
esa realidad que se había planteado, y pensando en ese asunto a la distancia,
creo que uno de los errores más importantes fue la falta de comunicación de lo
que quería realizarse en el museo. Nosotros, que éramos quienes
trabajábamos ahí, no conocíamos el proyecto y eso nos impidió defenderlo.
Cuando vimos la presentación, ya era tarde. Eso me apeno mucho, ya que por
haber estado trabajando desde el principio de la catástrofe junto a nuestra
directora, había sido testigo de la soledad en la que estábamos
permanentemente. Ninguna de las personas que ahora querían impedir la
reapertura del museo, había hecho demasiado por el cuando más se había
necesitado. Fue una situación tensa y muy triste.

14- Al arribar a la Gestión y tener que correrme de mi puesto habitual en el


museo, acorde con mis compañeros continuar en la misma línea de trabajo en
lo concerniente a la recuperación. No encontraba razón para cambiar nada de
eso. Estábamos acostumbrados a trabajar de esa forma y así seguimos.
Por otro lado, luego de un intento fallido de retomar la gestión con YPF, decidí
comenzar un nuevo proyecto. Me comunique con Carlos Fernández Balboa y
sus socios y arranco una nueva etapa. Esta vez tuve especial cuidado en no
fallar en la comunicación, razón por la cual, nuestro trabajo empezó realizando
un Taller de Identidad, donde se abrieron las puertas a todos aquellos que
quisieran saber que era lo que queríamos hacer en el museo, como

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proyectábamos la nueva exhibición, que lenguaje seria el elegido para contar
los relatos que surgieran de los objetos. Si acudía mucha o poca gente no era
lo importante, pero sí que todos tuvieran esa oportunidad. Quien no participara,
no podía alegar que se le habían cerrado las puertas. Asimismo, cada una de
las personas del staff del museo conocía a fondo la propuesta, para poder
justificarla y defenderla ante cualquier duda o consulta que surgiera dentro o
fuera del ámbito laboral.
Por otra parte, hubo una instancia intermedia que consistió en la presentación
de un Libro-Proyecto, donde se mostraba casi al detalle todo lo que se iba a
realizar durante el montaje, y a la que también se invitó a todo aquel que
quisiera participar, quedando el libro a disposición de todos en el museo.

15- El nuevo guión surge a partir de infinitas charlas con el equipo de


museólogos, donde hacíamos puestas en común sobre lo que creíamos que el
museo debía representar, los relatos de creíamos necesario que estuvieran
presentes, los objetos que considerábamos relevantes para sustentar dichos
relatos.. Todo esto, conjuntamente con los resultados extraídos del Taller de
Identidad.
Con los museólogos me contacte luego de haber conocido a Carlos Fernández
Balboa en una charla realizada en el Instituto Superior de Formación Técnica
n° 143 de nuestra ciudad.

16- La reapertura de las primeras cuatro salas del Museo se realizó el día 4 de
noviembre de 2013, en el marco de la Semana de la Tradición.
La primera de ellas lleva el nombre de Historia del Museo, y muestra como fue
nuestra institución en el momento de su creación, así como también cual era la
concepción museológica por aquel tiempo, en la primera mitad del siglo XX. Se
ven vitrinas con muchos objetos, sin demasiada relación entre si y con total
ausencia de un guion… el típico museo que, mas que eso, era un gabinete de
curiosidades. La segunda sala habla de Ricardo Guiraldes. La tercera nos
muestra a su compañera de vida, Adelina del Carril, y elegimos la cuarta para
la pinacoteca del museo, dando especial relevancia a Alberto Guiraldes, ya que
esa sala fue especialmente construida para albergar su obra.

17- Las salas que seguirán serán las dedicadas al gaucho, así como también
una destinada a albergar exhibiciones temporarias, cuestión que considero
absolutamente imprescindible en un museo que pretende se dinamico y
ajustado a los tiempos que corren.

18- En la actualidad cuento con dos personas dedicadas a la restauración y


mantenimiento del mobiliario, que también realizan tareas de atención al
público cuando las circunstancias lo requieren. Por otro lado, tres guías de
turismo abocados especialmente a la atención y contacto con la gente, así
como a la realización de visitas guiadas, que cuando lo necesitamos, colaboran
en tareas de diversa índole. Hay además dos personas destinadas a realizar la
limpieza del lugar y otra que se encarga del mantenimiento del parque.

19- Mis expectativas son poder culminar con la reapertura total del museo.
Para esto, estamos trabajando en conseguir el financiamiento necesario para
realizarlo, así como también discutiendo algunos giros que queremos darle al

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guion. La etapa que debemos encarar, que tiene que ver nada menos que con
presentar al gaucho, nos pone de cara a un enorme compromiso, y
pretendemos estar a la altura de las circunstancias. Tenemos la tranquilidad de
que con las salas que hemos abierto la respuesta ha sido absolutamente
positiva, así que sabemos que podemos continuar en esa línea de montaje. Los
visitantes comprenden la intencionalidad de la exhibición, la reciben con
entusiasmo y esta experiencia queda plasmada en nuestro libro de firmas cada
día. Esto reafirma la convicción de que estamos trabajando positivamente por
la institución. Trabajo mucho en la incentivación de cada uno de mis
compañeros para que disfruten de cada jornada laboral y dejen lo mejor de si
mismos, y en la creación de lazos identitarios con cada una de las personas
que ha formado parte de la reapertura, ya sea pintando paredes, armando
vitrinas o realizando la instalación eléctrica de las salas. Me parece
absolutamente imprescindible la creación de estos lazos. Solo así, el museo
seguirá siendo una institución viva, que permanezca a través del tiempo e
independientemente de nosotros.

Cuestionario para los miembros del museo Güiraldes

1.- Nombre. En qué año ingresó al Museo?


2.- Que tareas realizaba en el momento de producirse la inundación?
3.- Cuál fue su impresión de lo sucedido?
4.- Cómo se encontraba el patrimonio?
5.- Cuáles fueron las primeras acciones de rescate de las que usted participó?
6.- Cómo se siguió trabajando con el Museo cerrado?
7.- Qué tareas se encararon, en cuáles participó?
8.- Quiere expresar una opinión personal sobre la propuesta de recuperación
del Museo realizada por la Fundación YPF?
9.- Cuál fue su participación en el nuevo guión museológico y la puesta del
mismo?
10 Cuáles son sus expectativas en esta nueva etapa del Museo?

RESPUESTAS DE MARCELA CICARELLI:

1- Ingrese en el año 2007.


2- Me desempeñaba como empleada administrativa y cumplía también
funciones de guardia de sala.
3- La primera impresión fue que me quedaba sin trabajo. Esto,
acompañado del dolor de pensar que se perdía todo el patrimonio.

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4- Cuando llegamos encontramos los objetos tirados en el piso, dañados, y
con mucho dolor comenzamos a levantar lo que se podía.
5- Al principio secamos libros, con lo que teníamos (papel higiénico, papel
de diario). Interfoliábamos el papel absorbente. Después, cuando
llegaron los restauradores, en mi caso me dedique al mobiliario junto a
Manuel Cesio, así como también a poner en condiciones los marcos de
los cuadros con Alba Pereiro. Tuvimos cinco jornadas de conservación
en las cuales participe y aprendí también toda la tarea de cuidar los
objetos.
6- Se trabajó secando libros y restaurando mobiliario.
7- Hubo Jornadas de Conservación dictadas por el Ministerio de Economía
y en mi caso me dediqué al mobiliario (marquetería, color y lustre).
8- Me pareció buena, pero muy compleja para seguir manteniendo el
museo abierto.
9- Participé en el montaje (forrado de vitrinas, soportes de libros, lustre de
muebles en exhibición)
10-Estoy muy feliz de que el museo este abierto y me gustaría que se
siguiera con el resto de las salas, en particular con la del gaucho que es la
que la gente que nos visita mas recuerda y pregunta. Sobre todo, en lo que
se refiere a la platería.

RESPUESTAS DE LEANDRO MOLINERO


1.- Ingrese en el año 2011.
2.- Seguridad Privada, dentro del museo.
3.- Impotencia, tristeza, angustia. Pensé que todo se había perdido.
4.- Bajo agua y deteriorándose día a día.
5.- Debido a mi condición de artesano platero me asesore con los
restauradores y aprendí técnicas de ebanistería, marquetería y tallado.
6 Y 7-Estando cerrado el museo me aboqué por completo a la
restauración y del mobiliario.

8.- Me pareció una buena propuesta, un fuerte cambio aunque no se si


probable debido a los costos que generaría mantenerlo.
9.- Participación muy activa en todo el montaje.
10.-Poder concretar las siguientes salas y tener al museo 100%
terminado, ya que estamos orgullosos de trabajar en el.

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RESPUESTAS de EVANGELINA RAMÍREZ

1- Evangelina Ramírez, ingresé al Museo en el mes de Junio de 2007.


2- En el momento de producirse la inundación me desempañaba como guía del
Museo.
3- Mi primera impresión sobre lo sucedido fue pensar que el acervo patrimonial
se perdía y que por consecuencia me quedaba sin empleo.
4. El patrimonio se encontraba seriamente perjudicado, totalmente sucio,
empapado de agua contaminada, barro y todo lo que acarrea una inundación
de tamaña envergadura.
5- Las primeras acciones de rescate que realice consto en secar libros,
documento, dibujos, etc.
6- Hasta antes de reabrirse la pulpería "La Blanqueada" en noviembre de 2010,
nos abocamos en trabajar intensamente en la restauración del patrimonio,
algunos de los miembros del museo se abocaron a la restauración de mobiliario
histórico y otros sintieron más afinidad con el trabajo sobre papel. Cuando
reabrió la pulpería estuve más abocada a mi trabajo de guía; sin embargo,
seguía ayudando en la puesta en valor sobre todo en la confección de un
nuevo inventario.
7- Participe en el secado de libros que habían sido congelados luego de la
inundación, ayude en la realización de un inventario digital y trabaje como
asistente en la restauración del mobiliario.
8- No llegué a conocer con demasiado detalle el proyecto propuesto por la
Fundación YPF, por lo que pude percibir, proponían un Museo a tono con los
tiempos que corren, más moderno, dinámico y en el que se cuida el patrimonio.
No me disgusto la propuesta, me pareció interesante.
9- Tuve una participación activa en el montaje de la nueva exhibición. Me
dedique más que nada a ayudar a seleccionar las piezas que formarían parte
de la muestra, forrado de vitrinas, confección de soportes, etc.
10- Mis expectativas en esta nueva etapa del Museo, como guía de turismo, es
que los visitantes se acerquen aún más (sobre todo la población de San
Antonio de Areco), que se sigan difundiendo nuestros usos y costumbres y la
vida y obra del literato Ricardo Güiraldes y que se conserve nuestro patrimonio
tangible e intangible para el disfrute y conocimiento de la población y de las
generaciones venideras.

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Glosario

Acorallar:  unir o atar por el pescuezo un animal a otro, para que formen pareja
Apero:  recado o conjunto de prendas de la montura del caballo.
Chiripá: poncho en forma de pañal y prendido con alfileres ceñido con la faja y
a veces el tirador o rastra
Guadaña: instrumento para segar a ras de tierra, formado por una hoja afilada
curva y larga, sujeta por su lado más ancho a un mango que forma ángulo con
el plano de la hoja
Guasquillas:  tira o lonja de cuero "crudo" , es decir sin curtir ni sobar
Mangrullo: mirador o atalaya construido por lo común con troncos de árboles,
empleado en la campaña argentina para poder observar a larga distancia. Su
uso era frecuente hasta la conquista del desierto.
Maroma:  soga que une los postes de la puerta de un corral; también cada
soga que une por lo alto dos postes.
Marca: señal que se hace en un animal para determinar su procedencia
Mate: utensilio vegetal, metálico o de loza, etc. que desde remotas épocas es
empleado para beber la tradicional infusión preparada con las hojas trituradas
de la yerba mate. La calabaza es conocida también con los nombres de poro o
porongo y la infusión es sorbida por medio de una bombilla, generalmente de
plata o metal blanco.
Pialadores: quienes enlazan las patas de un vacuno o yeguarizo para
derribarlo en la doma.
Poncho: abrigo consistente en un trozo rectangular de tela pesada y gruesa en
cuyo centro se ha practicado un corte para pasar la cabeza
Pulpería: pequeño almacén de campaña. Casa o rancho donde se vendía por
menor vino, aceite, grasa, yerba, azúcar, velas, caña, cigarros ordinarios y
cosas semejantes. Cuando los objetos eran de calidad superior, la casa que los
vendía se llamaba almacén de comestibles y bebidas o simplemente almacén,
aunque también solía dársele el nombre de pulpería particularmente en los
pueblos de la campaña, así como cuando se halla establecida fuera de las
poblaciones o en medio del campo. La pulpería era entonces almacén, tienda,
taberna y casa de juego, donde se reunía el paisanaje.
Rastra: elemento típico del gaucho. Consistente en un escudo metálico que
puede llevar las iniciales de su dueño o la marca del estanciero, asi como
también el cincelado de algún motivo criollo
Tahona: molino de harina movido por un animal de tiro

 
 
 
 

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lanacion.com|
Revista
Domingo 20 de noviembre de 2011 | Publicado en edición impresa
Patrimonio

Con la historia al hombro


Tras la inundación que en 2009 lo devastó, el Museo Gauchesco y Parque
Criollo Ricardo Güiraldes vuelve a vivir
Por Silvina Beccar Varela | Para LA NACION
-2

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restauradores Manuel Cesio y Marcela Cicarelli, concentrados en su tarea. Foto: LAVer más fotos
NACION En acción.
/ Martín Los
Lucesole
(...) Al gaucho que llevo en mí, como la custodia lleva la hostia. R. G.

El 25 de diciembre de 2009 estuvo nublado y lluvioso en San Antonio de Areco. Cecilia


Smyth, directora del Museo Gauchesco y Parque Criollo Ricardo Güiraldes, -que en 1938
creó Manuel J. Güiraldes, padre del escritor, al cumplirse 10 años de la muerte de su hijo-,
fue allí varias veces durante el día; el agua estaba lejos de la casa-museo. Esa noche, desde
su cama, escuchó la lluvia que golpeaba insistentemente las ventanas y el techo. Nunca
pensó que habían caído más de 400 ml.

En la mañana del 26 intentó llegar al museo en auto, pero no pudo. Volvió luego con Raúl,
su marido, pero quedaron varados a tres cuadras. Caminando desesperadamente en medio
de la correntada, alcanzaron la tranquera. Sergio Altamirano, encargado de campo del
predio, les aclaró que había entrado algo de agua al museo., aunque no tanta. "A las 9 había
sólo 5 cm. Empezamos a levantar los objetos. Llevamos lo que pudimos al Museo Las
Lilas, de Octavio Caraballo. Areco era un caos, no había manera de moverse. Y el agua
empezó a subir, subir y subir. Los muebles flotaban y se daban vuelta. Los cuadros,
hundidos hasta la mitad. Intentábamos ponerlos a resguardo, pero eran muy pesados. Todo,
en medio de la corriente. Hasta que sentimos, con un metro y medio de agua y sin luz, que
no podíamos estar más adentro de esa casa", contó Cecilia.

Salieron al mar de agua marrón y subieron al mirador. Allí consiguieron comunicarse con la
intendenta, Estela Lennon. Ella recibió la llamada junto con la de otros miles de inundados.
Más tarde, mandó la lancha a buscarlos.

"Nos encomendamos a Dios, teníamos la sensación de que se perdía todo el patrimonio,


inmersos en una catástrofe de dimensiones totalmente imprevistas", contó Cecilia.

Con el agua hasta el cuello

Las aguas contaminadas desbordaron el cauce del Río Areco. Los canales aledaños también
se desbordaron. Se produjo una tragedia impensada: 3500 personas inundadas -600
rescatadas y 2100 autoevacuadas-, casas sumergidas, cosechas perdidas y animales muertos.
La crecida del río fue tal que las aguas llegaron hasta las puertas del museo y anegaron sus
salas con 1,50 metros. Después vino el barro. Sólo, tal vez, fuera posible recuperar algo de
toda esa podredumbre. Y sin embargo, se hizo.

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La amplia pinacoteca, los documentos, los manuscritos de Güiraldes, las primeras
ediciones, la cama de Don Juan Manuel de Rosas, el mobiliario, los textiles, las artesanías
en cuero: todo hubo que salvarlo de las aguas. A la problemática de la inundación se
sumaron la contaminación y la humedad. Frente a la adversidad, el personal de este refugio
de cultura ligada a las tradiciones, se puso el museo al hombro. Se derivaron obras a la
estancia La Invernada, otras se levantaron. Mientras tanto, los amigos del museo buscaron
fondos: se movilizó todo el pueblo. Llegaron los restauradores, Manuel Cesio y Alba
Pereiro, entre muchos otros.

Las acciones fueron posibles gracias al apoyo de la Intendencia, la Municipalidad, el


Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la Asociación de Amigos del Museo, el
Ministerio de Economía, la Casa de la Moneda, la Fundación YPF y la Fundación Príncipe
Claus de Holanda.

El día después

Como no había papel secante, los libros se interfoliaron con papel higiénico. Así empezó la
primera recuperación, la de la palabra. "No teníamos luz germicida; entonces, exponíamos
libro por libro tres minutos al sol para matar los hongos. La obra plana estaba
comprometida y había que desenmarcarla, y evitar por todos los medios la putrefacción y el
deterioro de los muebles. Fueron jornadas de 14 horas durante 3 meses", afirmó la directora.

Cada rincón del museo posee su riqueza; así, se dividió el proyecto de rescate en
especialidades de acuerdo a su tratamiento y nada cobró protagonismo, estabilizando el
patrimonio para después ir restaurándolo pacientemente.

Los sábados, Manuel Cesio y su equipo -pertenecientes al programa de recuperación y


conservación del patrimonio cultural del Ministerio de Economía de la Nación-, capacitaron
a todo el personal del Museo Güiraldes. "En 2010 trabajé con ellos y este año realizamos
talleres de conservación, restauración, encuadernado de libros, enmarcado museológico y
lavado de obra plana", explicó Cesio.

Las intervenciones fueron hechas por ordenanzas, guías de turismo, personal de limpieza,
quienes se transformaron en restauradores gracias al cariño por el lugar de trabajo y el
sentido de pertenencia. "Como grupo humano fue maravilloso encontrar un campo fértil en
cada una de las personas que trabajan aquí", señaló Cecilia.

Actualmente se los puede ver restaurando muebles o diarios que estuvieron sumergidos en
agua barrosa; ya se restauró el 70 por ciento del acervo del museo.

El futuro llegó, hace rato

La Fundación YPF, de la mano de su vicepresidente ejecutivo, Ezequiel Eskenazi, donó los


fondos necesarios para la realización y futura ejecución del Plan Maestro que se presentó el
10 de este mes en el marco de la Fiesta de la Tradición. El Plan estará a cargo de un grupo
de trabajo liderado por el curador Gabriel Miremont (Museo de Arqueología de Alta
Montaña de Salta, Niños de Llullaillaco; Museo de Tigre; Museo Evita) y Virginia Agote
(Museo de Bellas Artes de San Juan), con la ayuda de todo el personal y la coordinación de
Pedro Güiraldes, sobrino-nieto del escritor.

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Ricardo Güiraldes fue enterrado en Areco en 1927: había muerto en París y sus restos
fueron recibidos por una larga fila de gauchos -sus gauchos- a caballo, entre otras
personalidades de la cultura.

"Esencialmente -señala Pedro Güiraldes-, hoy se conoce a Ricardo como un escritor


costumbrista. Mas era un hombre escandalosamente moderno, ligado a las corrientes
literarias de la época. Amigo de Raúl González Tuñón, Emilio Petorutti, Xul Solar. Su
primer libro, El Cencerro de Cristal, pasó años en el pozo del aljibe de la estancia La
Porteña, dilapidado por la crítica de la época. Sin desconocer su otro yo ligado a lo
gauchesco, a quien dedica su obra emblemática. No hay más que leerlo para entender la
amplitud de su pensamiento."

Con el libro Don Segundo Sombra como eje temático, la nueva puesta intentará reflejar
estos dos aspectos de la personalidad de Ricardo, haciéndola atractiva también para el
turismo. La pulpería será el área que mostrará la actividad del hombre de campo. Habrá
talleres de soguería, platería, etcétera. Se mantendrá el área de conservación y restauración -
construcción reciente lograda gracias a los aportes privados y públicos-, para la reserva de
las colecciones. En el patio externo se prevé un área de recreación con algún servicio
gastronómico.

"Son 90 hectáreas de parque y colecciones, la idea es que la gente venga a pasar el día, se
sorprenda y aprenda", concluyó Miremont.

Para concretar esta ambiciosa obra hace falta el apoyo de las empresas del sector, los
amigos del museo, las ONG, el Gobierno Nacional y el Provincial. El resguardo de la
memoria ligada a la historia representa la raíz del árbol en donde se afianzará nuestro
futuro.

GÜIRALDES, DISCIPULO LITERARIO DEL GAUCHO


Ricardo Güiraldes que se reconocía discípulo literario del gaucho, preso de la nostalgia
luego de una larga permanencia en la capital francesa -en donde ya estaba viviendo con un
año de edad-, cierta vez escribió: "Ha sido en París donde comprendí una noche en que vi
solito mi alma que uno debe ser un árbol de la tierra en que nació: espinillo arisco o tala
pobre. Acababa de dar una vuelta completa al mundo, y esa noche de nieve me corrió por lo
despiadada, y lo era más por la escarcha nuestra, porque era nieve extranjera. Me sentí
huérfano, guacho y ajeno a mi voz, a mi sombra y a mi raza. Lié mis petates, y ¡hasta la
vuelta!, le dije, che. Cuando me bajé del barco tomé un pingo y le entré, como cuando era
cachorro, hasta el corazón de la pampa."

LA PULPERIA ESTA ABIERTA


La restauración de la pulpería, gracias a su personal y a los aportes del Gobierno de la
Provincia de Buenos Aires, la Municipalidad de San Antonio de Areco y la Asociación de
Amigos del Museo Güiraldes, permitió su apertura el 3 de noviembre de 2010.

En ella se puede conocer la forma de vida del gaucho: como Almacenes de Ramos
Generales o despensas, las pulperías surgieron como una necesidad en una esquina o paraje,
con despacho de bebidas y vicios (yerba, azúcar y tabaco).

Los poetas se inspiraron en los pulperos para escribir algunas de sus coplas más hermosas.
Como Martín Fierro, al que José Hernández hacía exclamar: "Mi gala en las pulperías / era

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cuando había más gente, / ponerme medio caliente, / pues cuando puntiao me encuentro/ me
salen coplas de adentro/ como agua de la vertiente". O Hilario Ascasubi. Santos Vega
comienza: "Cuando era al Sur cosa extraña, / por ahí junto a la laguna / que llaman de la
Espadaña / poder encontrar alguna/ pulpería de campaña". En el censo de 1810 se contaron
364 pulperos en Buenos Aires.

El museo aún no tiene fecha de reapertura. Plan Maestro mediante, estiman que todavía
falta bastante tiempo, depende de que se hagan efectivos los aportes públicos y privados.

Camino Ricardo Güiraldes S/N, Tel. 02326-455839. (2760) San Antonio de Areco,
provincia de Bs. As., museoguiraldes@areconet.com.ar .

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Bibliografía:

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BALDASARRE, María Isabel. 2006. Los Dueños del Arte. Coleccionismo y
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