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La parábola de la red-Mateo 13:47-50

MATEO 13: 47-50

13:47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que


echada en el mar, recoge de toda clase de peces;
13:48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo
bueno en cestas, y lo malo echan fuera.
13:49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los
malos de entre los justos,
13:50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir
de dientes.
Reflexión: En esta parábola Jesús habla que el reino de los cielos es semejante aquella actividad de echar la
red en el mar para pescar, y una vez que se llena, la saca y se acerca a la orilla del mar, y sentado comienza
a recoger los buenos peces, y los malos los echa fuera de la cesta, y después dice la parábola así será al fin
del siglo, saldrán los ángeles, y apartarán a los injustos y los echaran al horno de fuego; allí será el lloro y el
crujir de dientes. Observen y noten la similitud con la parábola del trigo y la cizaña en Mateo 13:41-
42 “Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a
los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes”. Éste siglo
a que hace referencia es el fin del presente siglo, en la Biblia se habla de dos siglos(no son 100 años), el
presente y el venidero, unidos por la segunda venida de Cristo.
Jesús nos dice que la red está lanzada a todos los peces, no hay acepción de personas, a todos se nos llama
por igual al arrepentimiento y ser servidores de Cristo por medio de la proclamación del evangelio, pero al
final, el juez de los justos e injustos, dará retribución conforme a la palabra que cada uno ha escuchado
mientras tenga vida terrenal. Los buenos peces son los justos, que viven conforme al evangelio de Cristo, y
los malos peces son los que rechazan el evangelio.
Si al leer estás líneas anteriormente servías al Señor con pasión y con entrega, y te sientes desanimado,
recuerda tu primer amor, cree en el evangelio de Cristo, es tiempo de reconciliarte con Él, su reino crecerá
en medio del trigo y la cizaña, de los peces buenos y malos, y al fin del siglo, solo los justos tendrán la gran
heredad.
Consejo Útil: Lee Mateo 13
Elaborado por Pr. Jair Sánchez O.

La parábola del tesoro escondido-Mateo


13:44

Mateo 13:44

13:44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en


un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por
ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.

Reflexión: Esta parábola no hace referencia que podemos comprar con nuestro dinero el reino de Dios,
pues lo que realmente significa es que el reino de Dios es nuestro tesoro más preciado. Jesús dijo: “Y
cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras,
por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.(Mateo 19:29)”, esto ubica nuestro
corazón, tener puesta la mirada en las cosas terrenales, nos desvían de las riquezas celestiales, las cuales
son eternas. Cuando cambiamos nuestra mentalidad con respecto al significado de la vida, ya que la
Escritura dice: “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia
de los bienes que posee.”(Lucas 12:15), las aflicciones y dolores por los afanes de esta vida comienzan a
descansar en aquel que por su gracia y misericordia reinan en nuestro corazón, al Rey de reyes y Señor de
señores.

Jesús es nuestro tesoro preciado, y si comenzamos a valorarlo por lo que significa realmente para nuestras
vidas, no estaremos tan preocupados como los que no conocen a Dios. La verdadera riqueza es Dios.

Consejo Útil: Lee Mateo 6:24-34

Elaborado por Pr. Jair Sánchez O.

La parábola de la semilla de mostaza-Mateo 13:31-32; Marcos


4:30-32; Lucas 13:18-19

Mateo 13:31-32; Marcos 4:30-32; Lucas 13:18-19


Mateo 13:31-32
13:31 Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al
grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo;
13:32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando
ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que
vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.
Reflexión: Esta parábola hace parte de las mencionadas por Jesús referentes al reino de Dios. La ilustración
de la historia de un hombre que sembró en su campo, una semilla de mostaza, la más pequeña de todas las
semillas, creció de tal forma, que llegó a ser como un árbol donde vienen las aves del cielo y hacen nidos.
Así como se expresa en Ezequiel 17:23 “En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramas, y dará fruto,
y se hará magnífico cedro; y habitarán debajo
de él todas las aves de toda especie; a la sombra de sus ramas habitarán”, y tiene que ver con el
cumplimiento mesiánico del reino de Dios, manifestado en Jesús, como el Salvador del mundo, así como ese
reinado cuando llegó a los judíos del primer siglo, no fue en la forma que ellos esperaban al Mesías, con
esplendor y colorido para derrotar al imperio romano, este reino del que Jesús les hablaba, para ellos no
cumplía con sus requerimientos para creer en él, como el ungido de Dios. A partir de ese tiempo inicio ese
reino, y después que Jesús murió, resucitó, y ascendió al cielo, de un pequeño grupo de hombres y mujeres
que le creyeron a Jesucristo, llegamos a tener acceso en este tiempo a la maravillosa sombra de ese árbol,
como dice en Salmo 91:1 “El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente”, y
seguirá creciendo el reino de Dios en la tierra hasta que Jesús regrese por segunda vez por su pueblo santo.
Que la gracia del Señor Jesús, este con todos vosotros.
Consejo Útil: Lee Mateo Capitulo 13.

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